Te Cuento un cuento en un Mundo poético

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Te cuento un cuento en un Mundo PoĂŠtico



Te cuento un cuento en un Mundo PoĂŠtico

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Primera edición: mayo 2017 Depósito legal: AL 884-2017 ISBN: 978-84-9160-835-6 Impresión y encuadernación: Editorial Círculo Rojo © Del texto: Juan Corcuera González de Garay © Maquetación y diseño: Equipo de Editorial Círculo Rojo © Fotografía de cubierta: 123rf

Editorial Círculo Rojo www.editorialcirculorojo.com info@editorialcirculorojo.com Impreso en España - Printed in Spain

Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida por algún medio, sin el permiso expreso de sus autores. Círculo Rojo no se hace responsable del contenido de la obra y/o las opiniones que el autor manifieste en ella. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

El papel utilizado para imprimir este libro es 100% libre de cloro y, por tanto, ecológico.


“Los sueños son el primer paso del camino” Martin Luther King

“Como no sabían que era imposible lo hicieron”

Jean Cocteau

“Todos somos ignorantes. Lo que pasa es que cada uno ignoramos cosas diferentes” Albert Einstein



Índice BIENVENIDOS......................................................... 13 TE CUENTO UN CUENTO...................................... 19 - La golondrina Golondra (Juan) ....................................21 - El duende travieso (Amélie) .........................................25 - Dos amigas fantásticas (Yara)........................................27 - El niño sin piernas africano (Ángel)..............................29 - Dos dragones asombrosos (Óliver)................................31 - El verdadero deseo (Elisa)..............................................33 - Un ladrón incomprendido (Alex)..................................35 - El vampiro bromista (Pablo).........................................36 - La niña con alas (Mussa)...............................................37 - La patinadora (Blanca)..................................................39 - El tucán malherido (Marcos).........................................40 - Un viaje de despedida (Yara).........................................42 - La golondrina (Martí)...................................................45 - El bosque mágico (Saúl)................................................47 - Elfos (Idaira).................................................................49 - El lince (Martín)...........................................................52 - El ratón (Óliver)...........................................................54 - El oso goloso (Amélie)..................................................55 - El pueblo fantasma (Tomás)..........................................57

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MUNDO POÉTICO.................................................. 59 - La cabra Cadabra (Colectiva)........................................60 - Un hada en el Sobrarbe (Mussa)....................................61 - Alegrías y tristezas (Elisa)..............................................62 - El huerto (Ángel)..........................................................63 - Pesadilla (Idaira)............................................................64 - Baloncesto en el Polo Norte (Tomás) ............................66 - El águila (Pablo)............................................................67 - El Campo (Blanca)........................................................68 - Montaña y compromiso (Alex)......................................69 - El payaso y la payasa (Amélie).......................................70 - Pedaleo en el Sobrarbe (Saúl)........................................71 - Saturno (Martí).............................................................72 - El lobo hambriento (Yara).............................................73 - Refugiados (Idaira)........................................................74 - Deporte y esfuerzo (Óliver)...........................................75 - Música y alegría (Martín)..............................................76 - No al maltrato (Marcos)................................................77 - La mariposa y la flor (Marcos).......................................78 - El zorro (Ángel)............................................................79 - Realidad violenta (Elisa)................................................80 - Oda al perro (Saúl)........................................................81 - El tigre de Bengala (Mussa)...........................................82 - El roble (Martí).............................................................83

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- La tortuga (Tomás).......................................................84 - El parque de atracciones (Yara)......................................85 - El bizcocho (Idaira).......................................................86 - Guerra y Paz (Alex).......................................................87 - Colores (Blanca)............................................................88 - El buitre y la urraca (Pablo)...........................................89 - El oso (Amélie).............................................................90 - Mis patines (Martín).....................................................91 - El espacio (Óliver).........................................................92 - El zorro (Idaira)............................................................93 - Canela (Amélie)............................................................94 - Retahíla (Yara)..............................................................95 - Carnaval (Elisa).............................................................96 - El tiburón (Martín).......................................................98 - El payasete (Blanca)......................................................99 - La amistad (Laura)......................................................100 - La montaña (Andrés)..................................................101 - El miedo y la esperanza (David)..................................103 - Tristeza (Saray)............................................................105 - Cazadora compasiva (Juan) ........................................106 CARTA A MIS SUPERALUMNOS........................... 108

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BIENVENIDOS El libro que tienes en las manos, titulado Te cuento un cuento en un Mundo poético, es la culminación de dos proyectos desarrollados en el área de Lengua con los alumnos de 3º y 4º de Primaria del CRA Martín del Río en Barriadas Obreras del Sur (Teruel), con quienes empezó todo, y con los alumnos de 4º, 5º y 6º del CEIP La Fueva (Huesca), con los que hemos conseguido la publicación definitiva. Todo surgió de un proceso reflexivo y crítico, al ver que en los actuales libros de texto el tratamiento que se hacía de los cuentos, pero sobre todo de la poesía, rozaba lo anecdótico y quedaba descontextualizado desde que se acababa un tema y se llegaba a la sección de literatura del siguiente. Los chicos y las chicas no llegaban a entender la poesía, no se motivaban y les daba pereza escribir historias de cualquier tipo. Tanto los cuentos como los poemas es necesario sentirlos para disfrutarlos y llegar a entenderlos, pues sobre todo en esto último radica el éxito de que consigamos fomentar la lectura en prosa o en verso de nuestros alumnos. Si no conseguimos el proceso comprensivo tan sólo formamos reproductores de letras, y precisamente eso es lo que no nos interesa. Los niños son verdaderas máquinas de imaginar, auténticas fuentes de variadas y variopintas inspiraciones. Son seres vitales, activos e imparables, y por eso en ellos debemos explotar el nivel más complejo de las letras infantiles, el trabajo creativo para el

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Te cuento un cuento en un mundo poético que, una vez que tienen las herramientas necesarias, parecen “máquinas” diseñadas para ese fin. A continuación explicaremos brevemente en que consiste cada uno de los dos proyectos que nos han llevado a la aventura de esta publicación que está escrita con la mayor ilusión, esfuerzo y compromiso de todos los alumnos y alumnas y que se basa en cinco palabras clave que definen nuestra filosofía.

PIENSA-SIENTE- DESCUBRE - ESCRIBE -COMPARTE El Proyecto Te cuento un cuento es un proyecto que tiene como objetivo final escribir un libro digital de cuentos que se van publicando poco a poco en el blog de aula (www.aventuradeducar.blogspot.com), conforme los alumnos van escribiendo unas historias que se ilustran con imágenes provenientes de bancos de imágenes libres, con licencias de autor Copyleft, que permiten su compartición. Posteriormente trabajamos lecturas y dramatizaciones en la pizarra digital a partir de estos cuentos. Metodológicamente nos basamos en la escritura reflexiva y creativa. Imaginamos, planificamos y escribimos; y para inspirarnos utilizamos flash cards, dados de Story cubes y diferentes elementos y estrategias de reinvención de cuentos clásicos que nos sirven como inductores para empezar a soñar historias nuevas. Para ser buenos escritores debemos leer mucho, y en consecuencia fomentamos la lectura libre pero también guiada, leyendo obras de Charles Perrault, Óscar Wilde, Roald Dahl, Alejandro Dumas, Charles Dickens o Eloy Moreno entre muchos otros. Por otro lado, el Proyecto Mundo poético, además de tener el objetivo final de hacer un libro digital de poemas, tiene la finalidad

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Te cuento un cuento en un mundo poético de llevar a cabo un verdadero recital poético para las familias y las gentes de los pueblos que quieran pasar una buena tarde escuchando poemas. La poesía, debido a su dificultad técnica y semántica, es una escritura que a priori resulta poco atractiva y lejana para los alumnos; además es una escritura muy relacionada con las emociones y generalmente a los alumnos chicos les repele. ¡Qué bonito es ver la evolución y cómo se motivan y juegan hasta convertirse en pequeños grandes poetas! Para conseguir esto se creó un método basado en dar a los alumnos las herramientas necesarias en forma de recursos y estructuras poéticas que representan las piezas del puzle que serán sus poemas. Recitar y dramatizar no es tarea fácil. Y a través de dinámicas de movimiento y desinhibición conseguimos no sólo desarrollar los poetas y poetisas que llevan dentro, sino ser capaces de controlar y entender emociones y aumentar de manera significativa la velocidad y fluidez lectora. Para ser grandes poetas debemos leer también a Grandes Poetas, y para esto recitamos a Gloria Fuertes, Rafael Alberti, Pablo Neruda, José Agustín Goytisolo, Antonio Machado, Miguel Hernández, Francisco de Quevedo o Lope de Vega; además de otros poetas más contemporáneos, con los cuales aprendemos el arte de la poesía e incentivamos la curiosidad por saber qué dicen exactamente unos poemas cargados de misterios. Un símil interesante que se da a los alumnos es ver algunos poemas como un ovillo de lana que debemos ir desenredando poco a poco hasta llegar a comprenderlos totalmente. La escritura de cuentos y de poemas evidencia la necesidad de investigación, documentación y reflexión. A través de ellos tratamos temas transversales importantes, como la violencia de género, el ecologismo, el racismo, la discapacidad, las emociones y, en definitiva, los grandes temas sociales que no dejan de ser increíbles inductores para escribir y para entender un mundo lleno de poesía, Y es que, como dice Roberto Benigni, “poesía es todo”.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Mucho de este trabajo se relaciona con métodos como los de Celestin Freinet (1886-1966), que se basó en la cooperación, democratización y difusión de los textos y desarrolló la famosa imprenta escolar. Ahora, en el siglo XXI, reinventamos sus técnicas y las adaptamos a las tecnologías consolidadas y emergentes para entrenar la lectura y hacer las producciones escritas más visuales, compartiéndolas con un número mayor de personas. Nos aprovechamos también de esta revolución tecnológica para publicar el libro en soporte digital, pero también en papel gracias a que la editorial Círculo Rojo establece unos cauces de comunicación rápidos y eficientes. No podemos dejar de agradecer a todas y cada una de las personas que han colaborado de manera altruista y desinteresada con nuestros recitales poéticos, exponiéndose públicamente y recitando los maravillosos poemas de los chicos y chicas. Damos las gracias de corazón a Merce Carbonell, nuestra profe de radio y productora audiovisual; Cecilia Buil, alpinista profesional; Daniel Zaragoza, escritor; Jesús “el Lion”, rapero; Tony Zalama, mago; José Ortiz, profesor universitario y creador de artes plásticas; Teresa Garbí, escritora; Darío Villanueva, catedrático de universidad y Director de la Real Academia Española; Sebastián Álvaro, periodista y fundador del programa de TVE Al Filo de lo Imposible; Eduardo Martínez de Pisón, catedrático de Geografía; Javier Ibarra “Kase O”, rapero; Mar Álvarez, escaladora y bombera; Marta Alejandre, primera aragonesa en ascender un pico de ocho mil metros; Tony Sánchez, capitán de Zuzenak y campeón de Euskadi de baloncesto en silla de ruedas; Javier Plaza, escritor; Alicia Fernández, maestra y músico; Javier Mozota “Dr Leen”, maestro y músico; Francho Sarrablo, cantautor y miembro de la Ronda de Boltaña; Ignacio Pardinilla, miembro de la Ronda de Boltaña; Paco Paricio, titiritero; Belentuela, contadora de cuentos infantiles; Martín Campoy, rider de enduro; Alberto Marín, guía de montaña y de naturaleza; AMPA del Ceip

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Te cuento un cuento en un mundo poético La Fueva, Comarca del Sobrarbe y Pixabay por su impresionante banco de imágenes libres. Y por supuesto a Patricia Fernández, Fidel Corcuera, Laura Corcuera y Ana Zalaya por su corrección ortotipográfica. Por último, destacamos que los poquitos ingresos que se obtengan de esta publicación sin ánimo de lucro se donarán íntegramente a la ONG Atades-Boltaña, que tiene el fin social de mejorar la vida de personas con discapacidad funcional e intelectual y también de sus familias, a través de talleres ocupacionales, deportes, apoyo asistencial, apoyo a la vivienda y al empleo digno y, en definitiva, el objetivo de conseguir una sociedad más justa y democrática.

Dicho esto, esperamos que os guste el trabajo que hemos realizado

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TE CUENTO UN CUENTO Juan Corcuera

La golondrina golondra

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rase una vez que se era una golondrina sin nombre. Los animales libres generalmente no tienen nombres y se llaman a través del piar, del chillar, del maullar, del rugir… El caso es que la golondrina protagonista de este cuento es la típica golondrina feliz que anida en los aleros de los tejados, construyendo nidos de adobe que parecen iglús puestos del revés. Su vida es verdaderamente ajetreada, un espectáculo digno de los mejores acróbatas y malabaristas del circo chino. Entra, sale, vuela, come, descansa, sale, vuela… Pero lo más impresionante es, sin duda, cómo vuela. La golondrina, cuando vuela, vuela de verdad. Difíciles maniobras a velocidades de vértigo, caídas en picado, giros imposibles, aleteos y chirivueltas solo posibles gracias a su peso ligero, la fuerza de sus alas y una cola partida en dos agujas que le posibilitan todo tipo de quiebros y acrobacias. Si comparáramos a la golondrina con un avión, esta sería sin duda una de esas pequeñas avionetas con varios motores, que echan humo de colores y que no se cansan haciendo rodeos, tirabuzones y loopings dobles.

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Te cuento un cuento en un mundo poético En un día normal de primavera en el que se podía oler la eclosión floral y sentir los sonidos mágicos de esa época del año en un constante piar, Patricia salió a la ventana de su habitación y se entretuvo viendo en primera fila el espectáculo que le estaba dando nuestra amiga la golondrina. La verdad es que Patricia alucinó con ese pequeño pero habilidoso pájaro negro. Rápidamente -los humanos somos muy dados a esto- quiso ponerle un nombre y tras enterarse de que era una golondrina la llamó la golondrina Golondra. Lo que Patricia sintió ese día fue amor a primera vista. Y es que se quedó fascinada con ese pequeño animal. Durante varios días le dejaba miguitas de pan en el borde de la ventana intentando que Golondra se acercara. Pero no surtía efecto. Justo el día en el que Patricia tomó la decisión de no dejarle más pan, Golondra se acercó y, en un movimiento tan rápido como la velocidad de la luz, cogió con su pico una miga y se marchó como un torbellino. Patricia y Golondra habían estrechado un vínculo y empezaban a ser amigas. Patricia se sentía llena de felicidad cada vez que Golondra se acercaba, ya sin miedo ni cautela, a comer al alféizar de la ventana, en el que ya no había solo pan sino también un pequeño recipiente con agua. Realmente eran amigas y Golondra agradecía la generosidad de Patricia con preciosos y espectaculares vuelos acrobáticos cargados de felicidad y agradecimiento, luciendo un plumaje brillante que, aun siendo negro, conseguía reflejar los rayos del sol. Un día Patricia, desde su pensamiento infantil, se preguntó por qué ella y Golondra, siendo amigas, no podían vivir juntas. Les comentó a sus padres lo que pensaba y cómo se sentía, y entre los tres decidieron comprar una jaula en la tienda de animales que tenían cerca de la vivienda. Ya con la jaula en

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Te cuento un cuento en un mundo poético casa, pensaron cuál era la mejor estrategia para cazar a Golondra. ¡Fue fácil! Tan solo metiendo el pan y el agua en el interior de lo que sería la nueva vivienda de Golondra. Esta, confiada en la amistad con la pequeña, entró sin dudarlo para comer su ración diaria de pan y saciar la sed de una primavera avanzada. Cuál fue su sorpresa cuando de repente se vio encerrada en lo que para Patricia era un nuevo hogar que había decorado con enorme cariño, pero para Golondra resultó ser una cárcel con barrotes de metal en la que nunca más volvería a divertirse con sus acrobacias. Fue entonces cuando Golondra se sintió la golondrina más desdichada del mundo. Pasaban los días y Patricia observaba con desánimo cómo su amiga no probaba bocado alguno. De hecho, tan apenas se movía y poco a poco el plumaje negro y brillante perdía color y densidad. Llegó un día en el que Golondra parecía más una pelusa negra que un hermoso pájaro. En ese preciso momento, en el que Patricia y Golondra cruzaron las miradas, Patricia aprendió una gran lección al observar el estado de Golondra y comprender la tristeza que mostraban sus ojos. Sin dudarlo ni un solo segundo, sacó la jaula a la ventana y abrió la puerta de lo que no era un hogar sino una cárcel. Y a pesar de la debilidad de sus alas Golondra salió volando realizando una rápida maniobra de escape. Patricia nunca más volvió a ver a Golondra, pero entendió que la amistad no es querer tener siempre a tu lado a los amigos que quieres sino desear su felicidad tanto como deseas la propia.

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TE CUENTO UN CUENTO Amélie Quero (9 años)

El duende travieso

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rase una vez un duende muy travieso que pasaba el día haciendo travesuras, como tirar huevos a las casas o dar sustos. Vivía en la luna. Ahí hacía mucho, mucho calor en verano, pero en invierno hacía mucho, mucho frío. Un día se fue a pasear por el bosque. Estuvo andando dos horas jugando a piratas y a detectives, y llegó a una casita en el medio del bosque lunar. Estaba hecha de galletas de canela con las ventanas de lacasitos azules cristalinos y las cortinas de gelatina. El duende llevaba una mochila con cinco docenas de huevos de gallina y empezó a tirarle huevos. Le tiró dos docenas de huevos y el duende se fue corriendo y se escondió. A los cinco minutos apareció su dueña y grito: “¡maldita sea!” Pero el duende no sabía que su dueña era una bruja. La bruja dijo: “Todo el mundo que esté en este bosque que aparezca aquí”. Y el duende apareció ahí y le preguntó: “¿tú le has tirado huevos a mi casa?” El duende se quedó callado y la bruja le cogió la mochila y vio que tenía huevos. Y le dijo: “¡has sido tú!” La bruja lo metió en casa, lo encerró en el sótano y se fue. Se fue a limpiar la casa, terminó de limpiarla y se echó una siesta de dos horas.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Al despertarse sacó al duende del sótano. La bruja cogió un paraguas mágico y metió al duende en el paraguas, lo soltó y se fue volando. El duende llevaba un traje de astronauta puesto porque iba a llegar al espacio. El duende se durmió y cuando se despertó estaba en un planeta llamado Júpiter, en el que había muchas casas pero no vivía nadie. Entonces, cogió y empezó a tirar huevos, pero se sentía muy solo y le gritó a la bruja. Esta apareció y le dijo que si quería volver que no tirara más huevos a las casas. Y desde ese momento no fue tan travieso y le dio las gracias a la bruja.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Yara Vera (10 años)

Dos amigas fantásticas

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n un reino lejano, vivía un hada que era vecina de una bruja buena. Las dos vivían felices. Umpridge, la bruja, tenía pelos de loca; y Flor, el hada, tenía el pelo súper peinado. Un día Flor fue a visitar a Umpridge, pero ella no quería porque se había vuelto malvada. Umpridge decidió hacer una guerra entre ella y Flor. Flor no quería, pero no tenía otra opción. Umpridge reunió a todo su ejército, que eran monstruos feísimos y brujas malvadas, y Flor reunió a hadas, dragones de plata, duendes y elfos. Tuvieron una semana para prepararse para la gran batalla. Flor practicaba con su dragona y con su varita nuevos conjuros, y Umpridge practicaba con su varita y su monstruo volador. Llegó la gran batalla. Las dos competidoras estaban preparadas en el campo de batalla, y cuando el árbitro dio la salida las dos empezaron a competir. Flor empezó a volar con su dragona y Umpridge con su monstruo volador. Flor le hizo: “¡petrificus!” Y Umpridge se petrificó. Mientras tanto, los padres de Flor, el rey y la reina de Florencia también estaban en guerra contra los padres de Umpridge, el rey y la reina de Brujarencia. Estaban en guerra porque también se habían

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Te cuento un cuento en un mundo poético peleado. Cuando Umpridge se despetrificó, le hizo: “verdus esmeraldus”. Pero Flor lo esquivó. Por poco le dio a ella… Lo malo es que un elfo se convirtió en una esmeralda. Umpridge le lanzó un hechizo a un hada: “¡Brujacsus!”, y la convirtió en una bruja mala. Entonces Flor aprovechó para hacerle un hechizo a Umpridge, que era “¡buenalus!”, y se convirtió otra vez en una bruja buena. Umpridge preguntó: “¿por qué estamos luchando?” Y Flor le contestó: “¡estamos luchando porque tú decidiste hacer una guerra! Flor le preguntó: “¿por qué te has vuelto mala?” Y entonces Umpridge recordó que su padre le había hecho un hechizo malvado para que hubiese una guerra entre ellas y sus padres. Después de contárselo a Flor hicieron las paces como buenas amigas. Su padre le pidió perdón a su hija e hizo las paces con el padre de Flor. Y fueron muy amigos y nunca más hicieron guerras. Flor y Umpridge eran muy buenas amigas, jugaban a hacer hechizos a la gente, a asustar a la gente con animales y monstruos, a jugar al escondite en los castillos de sus padres, a bañarse en las fuentes del jardín, a hacer paseos con los dragones y a muchas cosas más… Pero lo más importante es que todos los del reino vivieron felices para siempre… Y siempre hubo paz.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Ángel Secorun (12 años)

El niño sin piernas africano

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n un país muy lejano de la Sabana africana había un niño llamado Güertano. Vivía en un poblado en el cual faltaban muchas cosas para la capacidad limitada que tenía Güertano. Su casa era una choza en un árbol, alejada del suelo por los peligrosos animales. Estaba construida con paja, barro y palos. Allí vivía con su familia: padre, madre y tres hermanos. Güertano no tenía piernas. Nació así y su vida no era muy fácil, pero ponía todas sus ganas para que todo fuera bonito. Cuando había cole siempre su padre le montaba en burro y nada más llegar iban a ayudar al padre a cogerlo. Cuando era la hora de clase, Güertano entraba. La asignatura favorita era mates pero también disfrutaba leyendo historias de otros países. Su profe era muy simpático, muy alto y divertido. Les enseñaba a disfrutar de lo aprendido. Todos los días salían al patio a jugar a fútbol. Güertano era muy buen rematador de cabeza, se apoyaba con las manos, con ayuda de sus prótesis se desplazaba, estiraba el cuello y remataba. Al no tener piernas utilizaba las manos y las prótesis, que le había costado mucho controlar, para correr y andar.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Su entrenador se llama Juan. Una persona especial para Güertano, pues le hacía sentir igual a sus compañeros de equipo. Los compañeros de Güertano eran los mismos que iban a clase. Le ayudaban en todo lo que pedía, y su mejor amigo era el portero. Se llamaba Usembol. ¡Güertano estaba a gusto en el equipo! Y habían llegado a la semifinal del campeonato de colegios. El gran día estaba por llegar y estaban todos nerviosos. Se acercaba la hora del partido. Juan daba las últimas explicaciones antes de saltar al campo. Entonces comenzó el partido y al poco el marcador iba a favor del cole de Gualiquipati por un gol a cero; pero al poco volvieron a empatar y el partido siguió empate. Pero cuando quedaban tan solo cinco minutos un centre de Javi fue directo a Güertano, que remató de cabeza y metió gol. Ganaron el partido y el equipo se sintió orgulloso de él, así como su familia, amigos y él mismo, porque había tenido que esforzarse mucho para controlar sus prótesis y había conseguido marcar gol en un partido oficial.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Óliver Sanjoaquín (9 años)

Dos dragones asombrosos

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n día un niño iba paseando por Brasil. Ese niño se llamaba Lucas y era alto, delgado y siempre llevaba un colgante de tiburón. Otro día Lucas iba por el bosque y se encontró a un trol. Ese trol se llamaba Espada. Se llamaba así porque tenía la forma de una espada. Lucas y Espada se hicieron muy amigos y querían ir de excursión a un sitio terrorífico. Cuenta una leyenda que en una cueva vivía un dragón que escupía hielo. Lucas y Espada les pidieron permiso a sus madres para ir a ver al dragón. Sus madres dijeron que no porque era muy peligroso. Entonces Lucas y Espada no hicieron caso y se fueron a la cueva del dragón. La cueva del dragón estaba a cinco kilómetros hacia el norte. Cuando ya estaban muy cerca vieron la cueva y cuando se acercaron aún más vieron al dragón, y este fue primero a por Lucas y luego a por Espada. El dragón los iba a congelar pero en ese momento apareció otro dragón que escupía fuego. El dragón que escupía fuego podía hablar y Lucas le dijo al dragón que escupía hielo que no quería hacerle daño. El dragón que escupía fuego lo entendió y se lo dijo al otro dragón. Por

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Te cuento un cuento en un mundo poético eso el dragón que escupía hielo entendió que no querían hacerle daño y les dejó irse sanos y salvos. Antes de llegar a casa sus madres se habían dado cuenta de que no estaban y cuando llegaron a casa les contaron todo lo que había pasado y dijeron que habían aprendido la lección y que nunca más se escaparían.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Elisa Mur (11 años)

El verdadero deseo

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ace mucho tiempo en la tierra de los elfos había un elfo llamado Légolas. A él no le gustaba bailar y pintar piedras como a los demás elfos, ¡no!, a él lo que le gustaba de verdad era tirar con arco, pero sus mayores no le dejaban porque decían que tenía que ser como los demás. Un día vinieron unos exploradores a su aldea. Légolas descubrió que había una piedra que te concedía tu mayor deseo, pero para llegar hasta donde estaba la piedra había que encontrar dos objetos: una pulsera y una manta de piel. Descubrió que la pulsera estaba en el desierto de las arenas movedizas, así que Légolas fue hasta allí. Ya en el desierto Légolas buscó la pulsera pero no la encontró, de repente vio algo que se movía y curioso se acercó; entonces las arenas lo absorbieron y lo llevaron hasta un túnel en el que tuvo que resolver una operación matemática hasta que apareció la pulsera. La pulsera se convirtió en una brújula que llevó a Légolas hasta las montañas resbaladizas, donde creía que se encontraba el segundo objeto. No podía subir la montaña porque se resbalaba todo el rato. Por el cielo volando apareció un pájaro gigante. Légolas

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Te cuento un cuento en un mundo poético tenía miedo pero el pájaro le animó para que subiera a su lomo. Al final Légolas subió y llegó a la cima de la montaña. Allí encontró el segundo objeto, la manta de piel, que al tocarla lo transportó hasta el bosque perdido. Caminando por el bosque empezó a oler algo repugnante; el olor procedía de un árbol con manzanas azules. Légolas pensó que si tiraba los objetos al árbol descubriría la siguiente pista. Tiró los objetos y le apareció de la nada la piedra de los deseos en sus manos. Fue a pedir el deseo… y entonces se dio cuenta de que su verdadero deseo no era poder tirar con arco, sino vivir aventuras porque se lo había pasado genial. Así que pidió poder vivir muchas más aventuras.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Alex Fuente (9 años)

Un ladrón incomprendido

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uentan los que lo vieron que había un hombre que se llamaba Víctor y tenía 20 años. Él era un ladrón porque cuando tenía 14 años se murieron sus padres en un accidente de tráfico. Toda su familia vivía al otro lado del mundo, así que no tenía a nadie que lo cuidara. Entonces robaba para alimentarse. Un día, en un centro comercial de Madrid, Víctor quería robar una tablet para hablar con su familia y pedirles que vinieran a cuidarlo, pero un vigilante lo vio. Le dijo: “¡A dónde vas con esa tablet!” Víctor le intentaba explicar que la quería para hablar con su familia que estaba al otro lado del mundo para que vinieran a vivir con él. Pero el vigilante no lo comprendía porque para usar un ordenador podía ir a una biblioteca. Víctor se sintió incomprendido. El vigilante lo soltó y le dijo: “ven a mi oficina que tengo un ordenador y hablas con tu familia”. Al final Víctor consiguió juntarse con su familia y ya nunca más fue un ladrón.

FIN

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Te cuento un cuento en un mundo poético

TE CUENTO UN CUENTO Pablo Raluy (9 años)

El vampiro bromista

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n un pueblecito donde a veces había luz, se estaba acercando una tormenta y entre las nubes se veía un castillo. La gente iba al castillo para coger agua. Había un hombre y, de repente, se oyó un ¡ARRRRRRGGGGG! y un “vete y no vuelvas jamás, de lo contrario te comeré”, ¡ARRRRRRGGGG! Y en ese momento, el hombre se fue y se lo dijo a los habitantes del pueblo. “¡No vayáis a ese castillo, porque está maldito!” Lo que no sabían era que estaba custodiado por un vampiro al que le gustaba hacer bromas. Un día llegó la tormenta y, Óliver, el niño que vivía en la casa más pequeña del pueblo, quería ir al castillo. Así que se escapó de casa y fue al castillo. Allí oyó ¡UUUUUUUUUUUAAAAAAAAARRRRRRRGGG! “¡Vete y nunca vuelvas o de lo contario te comeré!” “Tú no me das miedo”, dijo Oliver con valentía. “Vete, vete, vete, vete”, decía el vampiro. Pero Óliver le dio una orden: “muéstrate”. Entonces la sombra de Oliver se convirtió en la capa de un vampiro y un retrato se transformó en el vampiro. Óliver y el vampiro se hicieron amigos y el vampiro nunca más hizo bromas para asustar a los habitantes del pueblo.

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TE CUENTO UN CUENTO Mussa Walad (12 años)

La niña con alas

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abía una vez una niña llamada Alma que vivía con sus abuelos porque sus padres, por desgracia, murieron en un accidente de tráfico, en un tren AVE con trayecto Sevilla-Madrid, en unas vacaciones de verano. Desde ese día Alma quedó destrozada y se tuvo que ir a vivir con sus abuelos a Sevilla. Y de vivir en Madrid, que es una ciudad..., bueno…, no la más bonita que se diga, a vivir en Sevilla, que es maravillosa, pues... hay un gran cambio. Alma siempre se dejaba las puertas abiertas. La de la cocina, la del baño, la de los armarios, la de la habitación... y su abuelo siempre le decía: - “Alma no te dejes las puertas abiertas porque nunca sabes lo que te puede salir”. Aun así Alma no podía evitar dejarse las puertas abiertas. Un día, bueno, mejor dicho una noche, Alma se dejó la puerta del armario abierta, y a las cuatro de la madrugada más o menos un fuerte destello le deslumbró la cara y la despertó. Abrió los ojos y vio un ángel de rostro hermoso y angelical; se llamaba Óliver y era muy bello. Tenía unas alas preciosas que le llegaban hasta el suelo y le hacían volar como un rayo. Óliver subió a Alma sobre sus preciosas alas y se fueron volan-

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Te cuento un cuento en un mundo poético do hasta un castillo en el cielo donde había millones de niños y niñas acompañados de sus ángeles de la guarda. De repente un ángel anciano y sabio comentó: - “Los niños y niñas que estáis aquí es porque... sois los elegidos y elegidas, así que, si tenéis un deseo, vuestro ángel de la guarda os lo concederá”. Óliver preguntó: - “¿Y tú que quieres Alma?” - “Pues... ¡ya lo tengo! Deseo poder volar. Respondió Alma”. Al ángel le pareció muy bien, así que hizo un conjuro extraño y al instante Alma se quedó dormida. Cuando Alma se despertó ya había amanecido, así que pensó que todo había sido un sueño y decidió darse una ducha para despejarse. Mientras se estaba secando se miró en el espejo y... ¡tenía sus alas hermosas que tanto deseaba! Desde aquel momento Alma empezó a ayudar a otras personas en hospitales, en accidentes, peleas, etc. Y gracias a ella todos fueron muy felices y comieron perdices. Bueno, mejor dicho, no comían perdices porque Alma ayudaba también a todos los animales, sobre todo a los del aire, para que no los cazaran los furtivos. Y… ahora sí, ¡colorín colorado este cuento se ha acabado y colorado colorín este cuento llegó a su fin!

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Blanca Campo (10 años)

La patinadora

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abía una vez una patinadora que se llamaba Lucía y hacía patinaje todoterreno. Mientras aprendía se rompió una pierna, se fisuró el cúbito y se esguinzó el radio, pero ella no se rendía. Se cayó mucho pero acabó apuntándose a un cursillo, donde se hizo muy buena patinadora. Cada vez hacía rutas más difíciles, hasta que un día se cayó al río. Tuvo suerte de conseguir salir de allí. Ella no sabía mucho de supervivencia pero sabía lo más básico. Lucía hizo señales con fuego, se potabilizaba el agua y se alimentaba de bayas; hasta que la encontraron. Y a partir de ese día tuvo más cuidado. Días después, iba Lucía haciendo una ruta solitaria y al caer la tarde se encontró un marciano con su O.V.N.I. (objeto volador no identificado). Ella se asustó y cayó de culo sobre el suelo, pues pensaba que la iba a secuestrar y llevarla a su nave. El marciano resultó ser bueno y estaba huyendo de sus compatriotas, ya que lo querían encarcelar por ser el único marciano que no vivía en Marte. El marciano se llamaba Mark. Lucía ayudó a Mark. Lucía y Mark saltaron al mismo río por el que se cayó Lucía. Ellos consiguieron salir del río y también despistaron a los demás marcianos. Allí se hicieron muy amigos y a la semana los marcianos se rindieron y Mark llamo a su O.V.N.I. y llevó a Lucía a la montaña y él se fue a Marte. Volviendo todo a la normalidad.

K FIN 39


Te cuento un cuento en un mundo poético

TE CUENTO UN CUENTO Marcos Solano (12 años)

El tucán malherido

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abía una vez un pájaro que vivía en una selva donde había un montón de animales pero sobre todo había muchos pájaros. Sultán era un tucán muy, muy presumido. Le gustaba ir muy arreglado para que la gente lo viera y le dijeran que iba muy guapo. Un día Sultán volaba sobre un río muy caudaloso y el pájaro, con muy mala suerte, chocó con una rama y cayó al rio en picado. La corriente se lo llevó hasta que al final chocó con una roca y salió disparado por los aires, quedando colgado de un árbol gigante. Un hipopótamo que iba paseando con la bici lo vio y enseguida llamó a su amigo el mono para que rescatara al tucán porque él no podía escalar ese árbol tan grande. El mono lo rescató y el hipopótamo fue el encargado de llevarle al médico porque Sultán no podía volar. En el médico le atendió una jirafa muy alta que le dijo que tenía que estar quieto en casa y el tucán le hizo caso y se fue a su casa con el hipopótamo. Cuando llegaron a la casa del tucán, Sultán le dio las gracias al hipopótamo y este se fue a su casa.

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Te cuento un cuento en un mundo poético El tucán al mirarse al espejo se asustó y pego un grito tan fuerte que espantó a todos los animales de la selva porque vio que se le habían caído plumas y tenía un ojo morado del golpe. Sultán quería que nadie lo viera pero todos venían a su casa a preguntarle cómo estaba. El tucán estaba muy triste y era muy negativo pero su amigo el pelícano le puso una peluca y lo arregló un poco. El tucán estaba más guapo que nunca y salió a pasear por la selva; y una “tucana” lo vio y le dijo que era muy guapo. Los dos fueron muy amigos y volaban juntos por las mañanas y se lo pasaban genial. El tucán descubrió que si eres positivo te pasan cosas buenas y si eres negativo te pasan cosas malas

FIN

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Te cuento un cuento en un mundo poético

TE CUENTO UN CUENTO Yara Vera (11 años)

Un viaje de despedida

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os hobbits de la familia Hobbites se despidieron de su pueblo para hacer un viaje en crucero hacia un país de libertad, donde podrían descansar sin tener que luchar más con monstruos y animales malignos. David se despidió de sus amigos hobbits para irse con su tío Ismael, el mago Wally y los elfos Elmo y Dalia. Mientras iban en el barco oyeron unos ruidos muy raros que parecían venir de una montaña que estaba en una isla no muy lejana al barco. Se acercaron a la isla y desembarcaron para ver de dónde venían los ruidos, y al bajar del barco vieron una especie de león de seis patas con un forzudo que estaba encima de él. Llevaba un hacha de dos toneladas y estaba dispuesto a atacarles. El mago Wally cogió su vara y les lanzó un rayo a los dos y se cayeron hacia atrás. Cuando se incorporaron, el león echó a correr hacia ellos y el forzudo le iba a dar con su hacha, pero Wally, Elmo y David fueron a luchar contra el forzudo. Los tres le cortaron las seis patas al león y lo mataron, y al forzudo le cortaron el brazo donde tenía el hacha.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Después se montaron en el barco y siguieron su rumbo hacia la isla de la libertad, pero oyeron algo que chocaba contra el barco. Se asomaron y vieron a un león que intentaba subir al barco pero no podía. Elmo le apuntó con sus flechas pero el león empezó a rugir. Wally le comentó a Elmo que no disparase porque solo quería buscar refugio y amigos. Wally se podía comunicar con los animales porque sabía su lenguaje gracias a que Dalia le había enseñado. Todos ayudaron a subir al león al barco y Dalia le preguntó cómo se llamaba. El león le dijo rugiendo “Feroz”, y Dalia le contó a Feroz que iban al país de la libertad para poder vivir en tranquilidad. Feroz les dijo que él sabía el camino para ir más rápido a la isla, y los demás se fiaron de él y siguieron las indicaciones al pie de la letra. Feroz tenía razón y solo tardaron media hora en llegar. Desembarcaron y bajaron del barco al muelle, donde había muchos tipos de seres muy amables. Por la noche hicieron una hoguera para bailar alrededor y contaron las aventuras que habían vivido al llegar a la isla. Al día siguiente hicieron una expedición acuática alrededor de la isla para ver el fondo marino. Los cinco se sumergieron en el agua, pero Ismael dijo que estaba demasiado cansado para bucear y por eso se quedó en la isla. Los cuatro empezaron a bucear hacia el fondo y se metieron en una gruta, pero ninguno sospechó que se habían metido dentro de ¡una ballena! Cuando se dieron cuenta fue cuando oyeron ruidos de ballenas y el interior empezó a temblar. Intentaron salir pero no podían. Menos mal que habían traído una cuerda. Entonces los cuatro se ataron a ella y Wally empezó hacerle cosquillas para que estornudara y salir disparados. Su plan salió perfecto y cogieron un par de mejillones, langostas, peces y algas para comer en la isla. Cuando salieron del agua y estuvieron en la isla, le llevaron a los cocineros la comida que habían cogido para que la coci-

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Te cuento un cuento en un mundo poético naran para la hora de comer; y cuando la comida estuvo hecha empezaron a comer y les contaron la aventura que habían vivido en el interior de la ballena. Después de haber comido se echaron una siesta en unas hamacas que estaban colgadas de la casa del árbol donde vivían ellos, y todos se durmieron menos David, que se fue con el mago Wally, que siempre estaba mirando el horizonte mientras fumaba tabaco en su pipa. Estuvieron hablando durante horas sobre la expedición acuática y sobre sus aventuras, luego fueron con todos alrededor de la hoguera que habían preparado para hacer sus rituales y reírse un rato hablando de sus aventuras favoritas. Luego cenaron cerca del fuego y después hicieron una fiesta hasta las tantas de la noche. Los que estaban cansados se fueron a dormir y los demás siguieron bailando y cantando en la fiesta. Cuando se despertaron se fueron a un bosque donde había una tirolina y se tiraron por ella; después se fueron a bañar al mar y jugaron con unos delfines que eran muy graciosos. ¡Habían conseguido vivir tranquilos y en libertad!

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Martí Guardia (11años)

La golondrina

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abía una vez una golondrina que puso un huevo. Pasaron unos meses y nació una pequeña golondrina que salió del cascarón. A las dos semanas la golondrina ya comenzó a volar. Empezó el otoño y la golondrina tuvo que migrar a África. Tuvo que volar kilómetros para llegar a África. Y cuando llegó, se construyó un nido con ramas, paja y palos que se había encontrado al lado de donde vivía un niño que se llamaba Klencio. No le gustaban mucho los pájaros, y Klencio, cuando vio esa golondrina, la siguió y vio dónde había construido el nido. Al día siguiente Klencio vio a esa golondrina otra vez comiendo mosquitos y la llamó Alita. Klencio la siguió y la llevó hasta su nido, y vio que estaba incubando huevos; así que decidió vigilar los huevos para que nadie los robara. A la semana siguiente Klencio le puso unos mosquitos a Alita y entonces Alita se acercó. El niño intentó tocar a Alita pero entonces esta se fue volando a su nido. Pasaron dos semanas y vio que Alita había tenido polluelos. El chico le puso comida al lado del nido cuando la golondrina no estaba en el nido.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Alita volvió y no trajo comida para sus polluelos, pero entonces vio que alguien había puesto comida. Al día siguiente Klencio pudo tocar a Alita y vio cómo Alita cazaba mosquitos a gran velocidad. Al volver a casa la madre de Klencio le dijo que Alita y las demás golondrinas también se irían otra vez a España pero Klencio no le hizo caso a su madre. A la semana siguiente los polluelos de Alita ya comenzaron a volar y la madre de Klencio sabía que en unos días las golondrinas marcharían a España. Pasaron unos días. Klencio vio que en el nido ya no había ningún pájaro y le preguntó a su madre. Esta le respondió que las golondrinas se habían ido esa mañana y entonces Klencio se puso a llorar un montón. Pero su madre lo consoló diciéndole que al año que viene volvería y entonces Klencio se puso más contento.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Saúl Larramona (12 años)

El bosque mágico

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abía una vez un niño al que no le gustaba nada la escuela. Siempre quería que fuera fiesta o fin de semana. Cuando llegaban las vacaciones de verano se iban a la playa. Él vivía en un pequeño pueblo con apenas treinta personas. En su pueblo se aburría mucho porque casi no había niños. Pero un verano decidió no ir de vacaciones a la playa y alquilaron una casa en el bosque. Su cumpleaños era en julio y siempre lo celebraban en la playa, pero ese año se fueron a la montaña. En la montaña se aburría mucho y sus padres le regalaron un gato y con él ya no se aburría pues se iban a dar paseos a un estanque que tenían al lado de su casa. Un día fueron al estanque y vieron un duende. ¡Era un bosque mágico lleno de duendes! El niño se sorprendió mucho, le pidió al duende si quería ser su amigo. El duende le dijo que le encantaría pero que tendrían que guardarlo en secreto. Y el niño así lo hizo. Pidió a sus padres que compraran la casa del bosque y desde entonces el niño y el gato se lo pasaban genial todos los veranos en el bosque mágico.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Un día el gato se murió. Pero el duende lo metió en el estanque y revivió y nunca más murió. Niño (N)- “No sé cómo agradecértelo”. Duende (D)- “Me tienes que ayudar a construir un poblado”. N- “¿Para cuántos?” D- “Para 70”. N- “Vale”. Cuando empezaron a construirlo, llamaron a cenar al niño y no pudo acabarlo. Al día siguiente acabaron el poblado y todos los duendes tenían casa y entonces el niño se convirtió en el rey de los duendes.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Idaira Aparicio (11 años)

Elfos

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ace mucho tiempo en la Tierra no había humanos y los elfos gobernaban la Tierra con un lenguaje diferente al nuestro, aunque también hablaban como nosotros. Todos vivían juntos, en paz y armonía, antes de que empezaran las guerras por los territorios, pues los elfos de las montañas eran los que más territorios gobernaban. El rey de los elfos se llamaba Tomiolf y tenía muchísimos problemas. Sobre todo con los elfos del bosque, que se quejaban porque tenían pocos territorios y además miles de orcos les atacaban a lo largo de las semanas, pues una gran magia oscura se extendía por el bosque amarillo. Esa magia oscura provenía de un Negrodiamante. Este ser se formaba a partir de un humano o algún ser que se encontrara con un diamante completamente negro. Estos diamantes son escasos; de hecho creo recordar que mi abuelo me dijo que solo existía uno y una vez que lo ves no puedes ni parar de pensar en él ni alejarte mucho más de un metro de distancia. Justamente este diamante lo encontró ese ser. Los elfos vigilaban las lindes de su bosque montando en sus búhos gigantes capaces de ver a 3 millones de kilómetros

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Te cuento un cuento en un mundo poético de distancia y de volar a más de 40 millones de kilómetros por hora. Hegort era el capitán de la guardia para vigilar las lindes del bosque. Era el hijo del rey, por lo tanto algún día sería rey junto a su reina. Hegort estaba completamente enamorado de Áriel una de las elfas más hábiles del clan. Áriel era una elfa de fiar y nunca dudaba con matar a los animales malignos, incluyendo a los monstruos que vagaban por el bosque esperando para acechar. A Áriel le gustaba pelear y aunque vivía junto a los elfos del clan era medio autónoma, pues casi nunca obedecía las órdenes del rey, cosa que a veces le había metido en grandes líos. Todos ellos estaban indignados por el poco terreno que contenían. Un día Garot, el rey de los elfos del bosque, se hartó y preparó a sus elfos para la guerra. Llegado el día los elfos montaron en sus búhos y lobos gigantes. ¡Ah! y casi se me olvida… Hegort y Garot iban montados en leones gigantes; junto a ellos iba un gran forzudo elfo quien se llevaba muy bien con Hegort desde la guardería. Lo que no sabían era que los elfos de la montaña también estaban preparados para la guerra, pues un bonito zorzal les había contado todo lo sucedido anteriormente en el interior del bosque. Los elfos del bosque partieron a mediodía, pues llegarían a la ciudad de Tomiolf a media noche si mantenían un paso ligero. Cuando llegaron a la ciudad todos se escondieron tras unas grandes rocas, mientras unos elfos de la guardia de Hegort les tiraban dardos tranquilizantes a los guardias de la entrada principal. Así fue como esa tranquilidad dio paso al terror de la guerra. Al cabo de un minuto se veía cómo flechas repletas de fuego surcaban los cielos. En palacio dieron la alarma de intrusos y miles de guerreros también empezaron a disparar. Al cabo de media hora quedaban pocos elfos del bosque. Entre

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Te cuento un cuento en un mundo poético ellos yacía medio muerto el gran forzudo que le deseó toda la suerte del mundo a Hegort antes de desaparecer. Los elfos blancos les ganaban en número, pocos consiguieron entrar y refugiarse en palacio. Al cabo de dos días de guerra continua el rey ordenó la retirada, dando fin a la guerra y dando también la victoria a los elfos blancos, quienes no tardaron en encontrar a los cinco elfos que habían sobrevivido en la guerra. Entre ellos estaba Hegort, quien como futuro rey habló sobre los motivos de esta triste guerra. El rey lo entendió enseguida y negoció junto a Hegort sobre los nuevos territorios que tendrían los elfos del bosque. Los cinco elfos regresaron a su hogar junto a Tomiolf, quien habló con Garot sobre lo que había hablado con su hijo. Maravillado, Garot nombró rey a su hijo de inmediato, quien al cabo de dos meses se casó con Áriel. Ya se me olvidaba… la misma noche en la que les entregaron los territorios muchos elfos cantaban alegres, excepto algunos que guardaban silencio por los guerreros valientes. Entre ellos, el forzudo al que Hegort añoraba mucho y que había muerto en el campo de batalla.

FIN

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Te cuento un cuento en un mundo poético

TE CUENTO UN CUENTO Martín Rodríguez (10 años)

El lince

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abía una vez un lince muy pequeño que quería investigar. Su madre no le dejó porque decía que un lince se tenía que quedar en su territorio. Pero el pequeño lince se escapó porque decía que para poder mejorar había que investigar. Entonces el lince se fue de su casa de España a Portugal, después a Francia y de Francia llegó a Alemania. En Alemania conoció a un hombre que no era de esos que les quitaban las orejas a los linces. No, era un hombre muy majo, amable y superforzudo. El forzudo le salvó de grandes peligros, como de un cruel cazador que quería disecar al pobre lince. Entonces, en un parque natural de Alemania conocieron a un malvado león que era como el forzudo de fuerte. Y el pobre forzudo en la lucha murió. El lince, furioso, le arrancó la cabeza de cuajo. Entonces se quedó a vivir en casa del forzudo muerto y llamó a toda su familia y con el paso de mucho tiempo vivieron felices en esa casa que estaba en un bonito parque natural. Pero… su tranquilidad se acabó cuando llegó un cavernícola que había llegado al presente desde el pasado.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Ese cavernícola era un investigador prehistórico y tenía que resolver tres misterios: la huella invisible, los ladrones de bancos y la rata gigante Comequeso. El cavernícola por más que lo intentaba resolver no podía porque no tenía en cuenta un gran escondite que estaba debajo de la carretera. El hombre prehistórico buscó por todos lados. Entonces apareció el lince y le explicó el gran escondite de los ladrones de bancos. El lince, además, sabía que para llegar había que seguir un camino por la alcantarilla que marcaban los ladrones con huellas invisibles. Pero por suerte el lince tenía una superlupa que encontró en casa del forzudo y que hacía visibles las huellas invisibles. Entonces fueron a la guarida y por el camino se encontraron una rata gigante. Para poder pasar la despistaron con el queso más grande del mundo que encontraron en la quesería de Alemania. Finalmente llevaron a los ladrones a la cárcel más segura de toda Europa y el cavernícola pudo volver al pasado después de resolver los tres misterios. Siempre, claro, gracias a la ayuda del lince.

FIN

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Te cuento un cuento en un mundo poético

TE CUENTO UN CUENTO Óliver Sanjoaquín (10 años)

El ratón

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ace ya muchos años vivía un ratón pobre que no hacía más que trabajar por la noche y por el día, pero nunca ganaba dinero. Un día fue un niño ratón y le compró una galleta y le dio dinero con el que el ratón se compró un trozo de pan. El pan le duró una hora pero le llenó la tripa. Al cabo de otro rato vino otro niño ratón y dio dinero para comprar veinte galletas. Como ya no tenía hambre se guardó el dinero. Después vino otro, otro y otro… y al final se hizo rico pero en vez de gastárselo se lo dio a un niño que estaba llorando. El niño se lo agradeció y después se fue, pero antes de irse le dijo que si quería ser su amigo y el ratón le dijo que sí. Y desde entonces fueron los mejores amigos ratones del mundo. Tuvieron muchas aventuras. Como cuando hicieron un trail en la Fueva, fueron a la selva y bucearon con tiburones. Pero su mejor aventura fue cuando se encontraron a un genio que les permitió un deseo. Los dos dijeron que querían ir al espacio y el genio construyó una estrella fugaz en la que montaron y se fueron a otros planetas en otra galaxia. Se lo pasaron genial y volvieron a la tierra. Al volver se habían gastado todo el dinero y se pusieron muy tristes. Pero cuando vieron a otro niño ratón pobre que se lo pasaba genial los ratones se dieron cuenta de que lo importante no es el dinero sino otras cosas, como por ejemplo la amistad.

K FIN 54


TE CUENTO UN CUENTO Amélie Quero (9 años)

El oso goloso

É

rase una vez un oso muy goloso al que le encantaban los ositos de goma. En su pueblo había un castillo lleno de ositos de gominola y se pasaba el día ahí comiéndoselos. Un día, de comer tantos ositos de goma no podía levantarse porque estaba muy gordo y cuando el lunes fue al cole todos se rieron de él. Todos menos un elfo porque a él no le parecía gracioso. El oso se fue a llorar a la fuente y el elfo fue a consolarlo. El elfo tenía un anillo y el oso le preguntó por él y le contestó que el anillo producía poderes. El sábado el elfo y el oso fueron a pasear y encontraron un cartel en el que decía “se busca ladrón, ha robado el anillo mágico del Rey”. Los dos a la vez dijeron: “¡vamos a capturar al malo!” Se prepararon y fueron a hablar con el rey. Le preguntaron dónde lo tenía guardado, si alguien lo vigilaba y muchas cosas más. Con esos datos se fueron a investigar, el elfo con su súper anillo y el oso con sus súper golosinas, que las mascaba y cuando las escupía se quedaba todo pringoso y pegajoso. Al día siguiente los dos empezaron a buscar sospechosos y pistas y en tres horas el oso encontró una pista. Un collar con una foto pequeña. Era el sirviente del Rey, su mujer y su hija y por fin ya tenían un sospechoso. Hablaron con él pero no había hecho nada. Tenía un testigo, el propio rey, ya que el sirviente había estado todo ese mes con el rey a su lado sin separarse.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Entonces interrogaron a todos los del castillo y al sirviente le devolvieron su collar. El oso, de tener que ir de ahí para allá, adelgazó. Pero lo que pasaba es que nadie era el ladrón y acabaron sin encontrarlo. El lunes al oso y al elfo les dieron la enhorabuena por haber intentado capturar al ladrón. Aunque el oso y el elfo se preguntaban a todas horas quién habría sido y nunca se supo nada más del ladrón.

FIN

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TE CUENTO UN CUENTO Tomás Lanau (10 años)

El pueblo fantasma

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abía una vez un pueblo al que todos le llamaban el pueblo fantasma. En ese pueblo todas las noches a media noche ocurrían cosas muy extrañas. Así que la gente se fue poco a poco del pueblo hasta que solo quedaron dos adolescentes llamados Pablo y Jorge. Y Pablo, que era el más valiente, decidió descubrir el misterio. Una noche Pablo y Jorge salieron de su casa y fueron directos a las minas de la montaña. Entraron, oyeron un chillido diabólico y buscaron a quien lo había hecho pero no encontraron nada. Jorge, cansado, se sentó en una roca y de repente se abrió un pasadizo secreto. Entraron y al llegar al final había una escritura en la pared en la que ponía: “para llegar al final dos pruebas deberéis pasar”. Ellos aceptaron, pero no podían volver atrás; así que se encontraron en un laberinto con un minotauro que intentaba cogerlos. Mientras los dos amigos se adentraban en el laberinto, el minotauro los perseguía y los alcanzaba. Después de cinco días se encontraron en un camino sin salida y al darse la vuelta se encontraron con el minotauro.

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Te cuento un cuento en un mundo poético Fue entonces cuando Jorge sacó una pistola de agua y le disparó en la cara al minotauro. Cuando estaba distraído corrieron sin parar y encontraron la salida del laberinto, así que saltaron y escaparon del minotauro. Anduvieron largo rato y se encontraron con un precipicio gigantesco. Fue entonces cuando Pablo sacó de su mochila una pértiga y con ella saltó al otro lado. Cuando Pablo le iba a lanzar la pértiga a Jorge se cayó una estalactita, asustó a Pablo y la pértiga cayó al precipicio. Jorge estaba desesperado. Pero el colmo fue cuando aparecieron unos centauros que empezaron a atacarle con flechas. Entonces tuvo una idea, que era que con unos muelles saltaría al otro lado del precipicio. Cuando saltó le dio una flecha en el brazo y en el otro lado del precipicio Jorge le consiguió curar. Vieron unas huellas de oso y como había una montaña al fondo supusieron que vivía ahí. Se les ocurrió la idea de cazarlo y comérselo pero no sabían que ese oso era también conocido como el Yeti. Anduvieron tres días sin parar y llegaron agotados a un pinar. Durmieron y cuando despertaron estaban en una cueva con un extraño ser y descubrieron que era el Yeti. Intentaron escapar pero el Yeti les cortó el paso y les dijo que era él quien invocaba a los monstruos y que el ruido que habían oído en la cueva había sido él. Entonces hicieron una pelea y todos salieron malheridos, pero consiguieron atrapar al Yeti; y mientras volvían al pueblo lo echaron al precipicio, y al llegar al pueblo anunciaron la noticia y todo volvió a la normalidad.

FIN

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MUNDO POÉTICO


Te cuento un cuento en un mundo poético

La cabra cadabra Una cabra que hace el cabra, porque es una cabra, tiene cuernos y escala. ¡Una cabra muy flipada! (Micropoesía colectiva)

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Un hada en el Sobrarbe Mussa Walad (12 años) En un bosque muy pequeño, lleno de hayas enormes, nació un duende pequeño en el pueblo de Solipueyo. Allí había un hada hermosa, con alas doradas y rosas, volaba, volaba y volaba y en las casas paraba. Le encantaba el Sobrarbe y no se quería ir, así que se quedó jugando en ese precioso jardín. Sobrarbe es todo belleza, la Fueva no te puedes perder, visitar Muro de Roda y toda su naturaleza.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Alegrías y tristezas Elisa Mur (11 años) El amor es un sentimiento, sentimiento que produce alegría. Tanto alegría como tristeza, tristeza que por mí se iría, se iría con el viento. El viento que lo arrastraría, arrastraría las hojas secas, secas o también marchitas. Marchito nuestro corazón, corazón de alegrías. Tanto alegrías como tristezas, tristezas que por mí se irían.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

El huerto José Ángel Secorun (12 años) En el huerto hay vegetales: patatas, calabacines, guisantes . También hay árboles frutales: Melocotones, manzanos, perales. Primero abonamos el huerto, después toca motocultor. Eso lo hace mi abuelo porque no es nada tuerto. Después juntos a sembrar y a plantar. Para que crezcan las plantas, tenemos que regar. Y después a recolectar. Manzanas de los frutales, judías y vegetales.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Pesadilla Idaira Aparicio (10 años) ¡Qué he hecho yo para merecerlo! ¡Tengo que pasar página, él se ha ido! Siempre que entraba en casa paliza que me llevaba. Un psiquiatra me ha ayudado. No se lo digo a nadie por puro temor, creo que ya ha pasado, no quiero que se enteren. Él en la cárcel está encerrado, si no sería mi muerte. Todo ha pasado. Cada día era lo mismo: paliza y que me quiere. Yo soy inocente, nunca le he hecho nada. ¡Por favor para ya! Es lo único que pido. Pero hoy ya me he hartado. ¡No voy a tener miedo! Voy a ir a la policía y cuando vuelva ya podré descansar. Pero él no me deja salir, tengo mucho miedo y no puedo comunicar, él me va a seguir. ¡Esto es el fin!

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Te cuento un cuento en un mundo poético He llamado a la policía mi casa han arreglado una denuncia he comunicado por fin puedo descansar. Todas las noches tengo pesadillas creo que me estoy volviendo loca, no sé qué hacer. Él sigue en mi pensamiento, él sigue tras de mí. Yo lo noto no sé qué hacer, irme o quedarme, no quiero que se arme. Puede volver y matarme.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Baloncesto en el Polo Norte Tomás Lanau (10 años) Estaba haciendo deporte en el auténtico Polo Norte. Hice un gran esfuerzo para ganarme el almuerzo. Jugué al baloncesto. haciendo un magnífico gesto, metí una canasta y me vieron desde casa. Después de mucho tiempo, entrenando sin parar, jugamos la final ¡y salimos a ganar!

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Te cuento un cuento en un mundo poético

El Águila Pablo Raluy (9 años) El águila es dorada, dorada como el oro, con un gran pico, para cantar en un coro. Vuela muy alto, rápida como una bala. ¡Cuidado que te chocas, y te rompes el ala! Y eso pasó, con una roca chocó, hasta que se curó, y más alto voló. Más alto que las nubes, más alto que el sol, más rápido que un guepardo, más rápido que un halcón.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

El campo Blanca Campo (10 años) El verde de la hierba es campo, el rojo de las flores es campo, el cereal amarillo también es campo, las flores bonitas son campo, y también las menos bonitas son campo. Los pajaricos revoloteando alegran el campo, la lluvia de abril embellece el campo, el calor de junio también embellece el campo, los niños jugando disfrutan del campo, y yo también soy campo. Blanca Campo

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Montaña y compromiso Alex Fuente (9 años) Para subir una montaña hay que tener compromiso y también hacer un esfuerzo durante todo ese tiempo. En la montaña vas a andar hasta que empiezas a merendar, porque tienes que parar, para comer y descansar. Cuando llegues a la cima sentirás mucha alegría y durante todo el día querrás volver a la cima.

K 69


Te cuento un cuento en un mundo poético

El payaso y la payasa Amélie Quero (9 años) El payaso en la pista reía y toda la gente ahí se divertía. Un día el payaso se encontró a una payasa y el payaso fue a animarla. A bailar dijo que quería sacarla y al final muy amigos se hicieron. El mundo entero recorrieron, y montaron una gran actuación con agua, risas y canción. Cada día hacían felices a los demás la payasa Margarita y el payaso Tomás.

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Te cuento un cuento en un mundo poĂŠtico

Pedaleo en el sobrarbe SaĂşl Larramona (11 aĂąos) Yo estoy en el Sobrarbe, en el Sobrarbe con mi bicicleta. Me monto encima de ella y empiezo a pedalear. Me encanta recorrer el Sobrarbe en bicicleta, dale dale a los pedales para llegar a Formigales. Subo y subo sin parar, para luego poder bajar, cuando bajo me divierto como mi amigo Alberto. Desde Muro veo el pantano, y desde Palo, Mediano, y al llegar a Tierrantona, Cotiella al fondo asoma.

K 71


Te cuento un cuento en un mundo poético

Saturno Martí Guardia (10 años) Saturno es redondo como una pelota, gris y grande como una nube enfadada. Tiene un anillo congelado, congelado como un helado. Es gaseoso como el aire que respiras. Está en el sistema solar, el astronauta va a aterrizar, ha estado buscando Saturno pasando por muchos mundos. Brillante como Alicante, nadie puede llegar al instante, tendrás mucho terror al apoyar los pies en vapor. Saturno alegra a otros planetas, con un llamativo anillo, bailando el “julahop” parece que le falta un tornillo.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

El lobo hambriento Yara Vera (10 años) El lobo tiene hambre, Como tiene hambre sale a cazar, quiere cazar una gallina, una gallina que está en la colina. La colina es muy alta, alta como una montaña, una montaña con un río, el río Saltarino. El río Saltarino es azul, azul como el cielo, el cielo de mi mundo, en el mundo que estás tú.

K 73


Te cuento un cuento en un mundo poético

Refugiados Idaira Aparicio (10 años) La gente escapa, nunca con un mapa, están pegados al miedo, miedo por la muerte. Muerte que les persigue con la guadaña en la mano. Vida de tristeza, terroristas sin cabeza, sin cabeza y sin conciencia. ¡Pobres vidas que matan! Niños que la vida no pueden acabar, cuando no han hecho más que empezar. A las muertes poned fin, el cambio empieza en ti

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Deporte y esfuerzo Óliver Sanjoaquín (9 años) El sarrio corre mucho saltando por la montaña, hace mucho deporte escalando y andando. Corre mucho porque entrena y también porque descansa. Se esfuerza un montón para ser un gran campeón. Al fin lo consiguió y tuvo gran motivación. Si te esfuerzas como el sarrio, escalaras mogollón. Correrás por la montaña sintiendo que eres la caña, escalar, correr y disfrutar disfrutar de poder entrenar.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

Música y alegría Martín Rodríguez (9 años) La música alegre trasmite alegría. La música triste trasmite tristeza. Pero siempre ¡gracias a los instrumentos y también a los músicos! Yo quería sentir alegría alegría durante todo el día, pero también quiero alegría, alegría para toda la vida. Sentir la música es sentir la guitarra, el piano y la flauta. Cuando la música empiece a sonar ¡tú empezarás a bailar!

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Te cuento un cuento en un mundo poético

No al maltrato Marcos Solano (11 años) El maltratador está loco, cerebro tiene poco. Es abusón y egoísta, ¡es supermalo! La víctima se siente sola. Está muy triste. No quiere volverse loca. El maltratador no le deja salir, le quita las ganas de vivir. La víctima escapa pero el maltratador la placa. Le pega una paliza, pero ella no se calla. La víctima a la policía llama, y todo ya se acaba.

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Te cuento un cuento en un mundo poético

La mariposa y la flor Marcos Solano (11 años) La mariposa se posa, se posa en una flor. ¡Una flor roja preciosa! Preciosa como la mariposa. La mariposa vuela, vuela sin parar; sin parar. Sin parar no para de jugar. Jugar con su flor, una flor con mucho color.

K 78


Te cuento un cuento en un mundo poético

El zorro José Ángel Secorun (12 años) El zorro está asustado, escapa del cazador, corre más que un coche, escapa de los humanos. Come más que una ballena y le ayudan a escapar, una niña y un niño que van a su casa a ayudar. Un coche les sigue, hasta su casa sin parar, de repente el zorro no está en el bosque feliz descansará.

K 79


Te cuento un cuento en un mundo poético

La realidad violenta Elisa Mur (11 años) El maltratador es malvado, machista y despiadado. A la mujer utiliza como a una muñeca de revista. La mujer es una víctima, el hombre le hace sufrir, la mujer es inocente ya no puede sonreír. La mujer quiere luchar para que le deje de controlar, para que no le mire el whatsapp, y así poder disfrutar. La mujer lo ha conseguido, al maltratador ha vencido con fuerza de voluntad. Hombres por favor... ¡QUE EL MALTRATO ACABE YA! La mujer ha vuelto a vivir, después de conseguir librarse del psicópata que le hizo sufrir. Ahora está bien, tiene un poco de miedo por si vuelve a aparecer ese maltratador que no le dejó crecer. Hombres de todo el mundo, las mujeres estamos llorando, nosotras estamos sufriendo por culpa de vuestro maltrato.

K 80


Te cuento un cuento en un mundo poético

Oda al perro Saúl Larramona (11 años) El perro es juguetón porque le gusta jugar, es pequeño y travieso, el perro es mi amigo. El perro tiene hambre, porque no para de correr, porque es muy alegre. ¡El perro es el mejor!

K 81


Te cuento un cuento en un mundo poético

El tigre de benagala Mussa Walad (12 años) Tigre salvaje y loco, loco como el hombre al que le tienen miedo, miedo por la flor roja a la que le llaman fuego Les da pánico, no la quieren ni ver. Proteger a sus crías lo más importante es. ¿Por qué merecen eso? ¡Si solo les roban el queso! Pobrecitos los tigres, ya ni corren ni ríen.

K 82


Te cuento un cuento en un mundo poético

El roble Martí Guardia (10 años) Un viejo roble solitario, contrario a la alegría, tiene agujeros por todas partes. Tiene muchos nidos pero ningún pajarillo. Cada año le caen las hojas, este árbol está llorando, llorando muy tristemente. Grande como un gigante, marrón como el chocolate, chocolate pero no comestible que sus raíces derrite.

K 83


Te cuento un cuento en un mundo poético

La tortuga Tomás Lanau (10 años) La tortuga cazada está, quiere salir ya, para poder llegar y a los huevos cuidar. El cormorán va a llegar, para poderse zampar, un par de huevos, que recién puestos están. La tortuga ya escapó, va a llegar y va espantar a ese glotón cormorán.

K 84


Te cuento un cuento en un mundo poético

El parque de atracciones Yara Vera (10 años) Yo quería ir, entonces me fui a dormir, porque tenía que madrugar, porque pronto quería llegar. Cuando llegué me alegré, y pronto entré, tenía muchas ganas, igual que mis hermanas. Me monté en la noria, con mi hermana Victoria, y después me compré un helado, con el dinero que me había encontrado. Cuando terminé, me fui al cine, cuando terminó la película, no tenía duda de que volvería algún día con mi mejor amiga.

K 85


Te cuento un cuento en un mundo poético

El bizcocho Idaira Aparicio (10 años) Si quieres un bizcocho esponjoso, pídele ayuda a un oso. Cuidado no sea muy goloso o se te comerá el bizcocho. Pon al horno tu bizcocho, que no se te pase del número ocho, si no explotará y muy lejos llegará. Luego cómetelo con tu amigo Totó. Que no se te olvide ponerlo en un plato o se lo comerá mi gato.

K 86


Te cuento un cuento en un mundo poético

Guerra y paz Alex Fuente (9 años) Guerra, tristeza, miedo, ira. Matando, disparando, amando, ayudando. Amor, ayuda, amistad, Paz La paz es buena, es buena porque ayuda, ayuda a los que lo necesitan, lo necesitan para vivir. La guerra es mala, porque mata a mucha gente, bombardean y disparan. ¡Que la guerra pare ya!

K 87


Te cuento un cuento en un mundo poético

Colores Blanca Campo (9 años) Verde es la hierba de la pradera. Roja es la amapola de la herradora. Amarillo es el sol. Naranja es el caracol. Rosa es parte de mi flora. Morada es la mora Azul es mi camisón Rojo mi corazón.

K 88


Te cuento un cuento en un mundo poético

El buitre y la urraca Pablo Raluy (9 años) El buitre come carne, carne de animales muertos, muertos a zarpazos, que los dejan medio tuertos. El buitre vuela en círculos, cuando tiene que comer. Si lo ve el animal ¡Todos a correr! Hasta que una urraca, valiente y atrevida, consiguió plantarle cara, aunque estaba malherida. El buitre que era miedoso, aunque fuerte y poderoso, se asustó de la embestida y se fue sin su comida.

K 89


Te cuento un cuento en un mundo poético

El oso Amélie Quero (9 años) El oso está en la montaña, jugando con su mamá, jugando a saltar a la comba, y también con su papá. Se despistaron un momento y de repente al osito pequeño se lo llevaron y desapareció. Ahora el oso pequeño despertó en un terrorífico zoo. Triste estaba y no jugaba. Lo soltaron donde vivía y con sus padres volvió a la vida.

K 90


Te cuento un cuento en un mundo poético

Mis patines Martín Rodríguez (9 años) Ahora no ando, ruedo y ruedo. Con unos bonitos patines te diviertes, giras y molas. Ahora las ruedas van solas por el suelo y se mueven a dos mil por hora. No importa si te caes lo importante es aprender, levantarse y esforzarse. ¡Eso sí que es importante! Lo único que tienes que hacer es rodar, controlar y disfrutar.

K 91


Te cuento un cuento en un mundo poético

El espacio Óliver Sanjoaquín (9 años) Planeta grande, rocoso, rojo, girando, rotando, iluminando, explotando, amarilla, mortal, enorme Estrella. El planeta es grande, grande como una estrella, una estrella muy bonita, muy bonita como tú. El espacio tiene estrellas ¡dan mucha luz! porque son muy bonitas el espacio es igual que tú.

K 92


Te cuento un cuento en un mundo poético

El zorro Idaira Aparicio (10 años) El zorro es astuto y rápido porque cada mañana sale a cazar, porque así… consigue sobrevivir. El zorro vive en el interior del bosque porque si no el humano lo va a cazar, porque el humano… de alfombra lo quiere tener. ¡El zorro no se deja tener!

K 93


Te cuento un cuento en un mundo poético

Canela Amelié Quero (9 años) Canela es mi perrita marrón. Marrón y suave es su pelo, pelo que yo acaricio cuando me viene a despertar. Me despierta por las mañanas, ¡no me quiero levantar! Levantar de la cama, cama que comparto con ella. ¡Ella! Mi perrita Canela.

K 94


Te cuento un cuento en un mundo poético

La retahíla Yara Vera (10 años) La niña tiene un perro, el perro come pienso, pienso que le da energía, energía para todo el día. El día se cambia por la noche, la noche tiene olores, olores para tus sabores. El cielo es azul, azul es el mar, el mar tiene animales, animales con flores, flores para tus olores, olores con colores, colores para tus sabores.

K 95


Te cuento un cuento en un mundo poético

Carnaval Elisa Mur (11 años) El carnaval es divertido y más si vas con amigos. El carnaval es genial y la música espectacular. Los carnavales de la Fueva son los mejores que existen, son ruidosos y asombrosos, y sobre todo graciosos. Te disfrazas de payaso hasta que llegue el ocaso o de policía hasta que acabe el día. En él puedes beber, y también puedes comer, pero rápido tendrás que ir cuándo al coche loco veas rugir.

K 96


Te cuento un cuento en un mundo poético

El carnaval no es relajante, pero tampoco estresante, es lo que más le gusta a la gente porque hay mucho ambiente. Lo más importante del Carnaval no es cuanta gente habrá, ni quién lleva el mejor disfraz, sino disfrutar y disfrutar con amigos, disfrutar.

K 97


Te cuento un cuento en un mundo poético

El tiburón Martín Rodríguez (9 años) El tiburón no es como el ratón, tampoco como el halcón, porque no es pequeño ni tampoco es muy veloz. El tiburón es como el león porque de la selva es el rey y el tiburón del mar del mar es el rey. Además el león zampa un montón tanto como el tiburón.

K 98


Te cuento un cuento en un mundo poético

El payasete Blanca Campo (9 años) El payaso se ríe, se ríe de su propia broma. Una broma muy graciosa, graciosa como el payasete. El payaso no da miedo, es muy gracioso, porque hace reír. El payaso me divierte. El payaso come chuches, y la verdad que no da muchas, El payaso es muy feliz, el payasete se llama Juanete.

K 99


Te cuento un cuento en un mundo poético

La amistad Laura Mansilla (9 años) Culebra. Mala, venenosa, reptil. Nadando, picando, comiendo, devorando. Pequeña, delgada, pensativa, lagartija. La lagartija cuatro patas canta una canción, mientras su amiga la culebra baila el brikindance. La lagartija se siente feliz y su amiga la culebra también. La culebra morirá de hambre Antes que comerse a su amiga.

K 100


Te cuento un cuento en un mundo poético

La montaña Andrés Martínez (9 años) El monte es… el amor que me da el monte. Pinos, chopos y zarzas. Jabalís, corzos y zorras. Cuando voy a la montaña Recojo algunas castañas. El monte es… el amor que me da el monte. Con mi padre y con mi madre, con mi hermano y mis amigos. Buscamos fósiles y minerales, y vimos muchos romerales. El monte es… el amor que me da el monte.

K 101


Te cuento un cuento en un mundo poético

Estoy muy feliz y me voy a reír, y también siento amor. Está limpia la naturaleza, me sorprendo con su belleza. El monte es… el amor que me da el monte.

K 102


Te cuento un cuento en un mundo poético

El miedo y la esperanza David López (8 años) Una araña miedosa y negra está en peligro de extinción. Si la mata una persona, será una abusona. Una serpiente larga y venenosa está hambrienta en el bosque. La serpiente ataca a la araña, pero esta va y le engaña. La araña se siente aliviada. No la lograron cazar. Unos bichos va a comer, y todos ellos la van a temer. Tejiendo una tela de araña, ellos van a picar. La araña se los va a comer, y las patas se va a relamer. Los bichos quieren escapar, los está matando de miedo. A lo mejor no se los zampa, si se escapan de la trampa.

K 103


Te cuento un cuento en un mundo poĂŠtico

K 104


Te cuento un cuento en un mundo poético

Tristeza

Saray Fernández (8 años) Conejo. Blanco, bonito, listo, juguetón, travieso. Lectora, trabajadora, guapa, lista, amable, niña. El conejo estaba en la calle, lo habían abandonado. No querían animales y el conejo estaba muy triste. La niña estaba llorando, no vería más a Orejones. Ya no estaba en su casa, y la niña estaba muy triste. Ella seguirá viendo a Orejones en el baúl de sus recuerdos

K 105


Te cuento un cuento en un mundo poético

Cazadora compasiva Juan Corcuera Una leona naranja y fiera corre y caza en la gran África. ¡Debe alimentar a sus crías! Cuando caza una gacela se la come con cautela. Una gacela saltarina y veloz escapa de la leona. ¡Tiene miedo por su vida! Si corre sin atención se pegará un tropezón. Una leona hambrienta y cansada contempla toda la escena ¡Está esperando el momento! Cuando tenga la ocasión a por la gacela sin compasión.

K 106


Te cuento un cuento en un mundo poético

La gacela, alegre y madre, sigue huyendo desconsolada. ¡Ha abandonado a su cría! Cuando la leona ve a la pequeña dejará que viva risueña.

K 107


Te cuento un cuento en un mundo poético

CARTA A MIS SUPERALUMNOS

S

i estáis leyendo esto ahora mismo es que hemos conseguido hacer realidad nuestro proyecto. Hace un año con los fovanos y hace ya dos con los mineros, trabajando con esfuerzo y con compromiso, ingredientes fundamentales en todo proyecto. Tengo que deciros que me siento orgulloso de vosotros porque, al margen de unas notas u otras, todos tenéis en el corazón sentimientos preciosos y un diamante en bruto que debéis ir puliendo con lo que os haga felices de verdad. Es una pena coincidir tan poco tiempo, pues con vosotros los cursos se me pasan volando y me encantaría veros seguir creciendo. Pero la vida hace que unos y otros caminemos de aquí para allí. Quién sabe si un día nos reencontraremos. Me acordaré siempre de vosotros. Y ahora, gracias a este libro, el olvido será imposible. ¡Ha sido un verdadero placer! Juan Corcuera

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Te cuento un cuento en un mundo poético

PIENSA SIENTE DESCUBRE ESCRIBE COMPARTE K 109



FIN


Te cuento un cuento en un mundo poĂŠtico

K 112



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