Práctica Pedagógica I by Juan León

PRรกCTICA Pedagรณgica JUAN ANDRES LEON BRICENO

Juan Andres León Briceño 2012272020 Licenciatura en Artes Visuales Practica Pedagógica I Asociación Hogar Niños Por Un Nuevo Planeta Universidad Pedagógica Nacional

Prólogo Es sábado, y el frio contaminado se mezclaba con la luz cegadora de una típica mañana Bogotana. Esperaba en un paradero un alimentador para enlatarnos en un viaje de cuarenta minutos hacia el portal del sur, después entre apreturas de ganado inconscientes tomar un transmilenio para llegar a la estación Santa Fe, y de ahí, un bus que me llevaría al municipio de Sopó, luego caminar diez minutos para llegar a la Asociación Hogar Niños por un nuevo planeta. Y allí, en aquel paradero, me sentía un tanto ansioso, con miedo y emoción, pues mi mente ya había tomado camino al lugar que mi cuerpo debía llegar, y pensaba en cómo sería toda esta experiencia, el lugar, los niños y si podría desenvolverme en tan gran responsabilidad y, en especial, en aquel contexto: una asociación sin ánimo de lucro que brinda la protección y albergue a partir de los cero meses hasta la adolescencia a niños y niñas que han sido víctimas de abuso y explotación sexual, maltrato físico y psicológico, y que han vivido en condiciones de pobreza extrema y mendicidad. Al llegar al Hogar, acompañado por nuestra profesora, recorrimos el lugar y nos damos cuenta del contexto espacial: la casa de los bebes, el olor de los baños al lado del corredor, el comedor, los contenedores modificados como duchas u oficinas, la zona verde con un solo y pequeño árbol de flores amarillas. En las habitaciones del las niñas y niños notamos que las condiciones de convivencia pueden ser muy problemáticas y, por ese motivo, la primera sugerencia fue no dejarles los trabajos que hagamos con los niños, ya que estos son muy valorados por sus autores, y si son robados o dañados por otro niño se presentan problemas violentos que en muchas ocasiones suceden debido al contexto del que fueron traídos. En todo el recorrido los niños se acercaban, algunos para saludar otros por curiosidad, y sin embargo conocían muy bien nuestro papel como profesores, ya que, a diferencia de otras personas que donaban su tiempo para estar allí con ellos y a quienes los chicos demandaban dulces o comida, a nosotros nos pedían solamente que fuéramos su profes de artes. Cada uno de nosotros tendría un solo niño o niña, siendo este un espacio pedagógico artístico personalizado. Uno de los motivos para ello es por los diferentes contextos de vulnerabilidad en que ha estado cada niño proviene de un contexto similar (abuso sexual), sus condiciones culturales, psicológicas y físicas son diferentes. Esto lo consideré como algo muy bueno, pues el enfoque que se puede realizar con el niño puede generar un proceso más enriquecedor, hallando problemáticas más precisas para desarrollar una planeación con buenas estrategias y objetivos.

Capitulo I

El primer día, debajo de aquel árbol de florecillas amarillas empecé el proceso pedagógico y artístico con Lors, el juego fue un dispositivo o recurso que tomé para acercarme a los gustos de mi estudiante; el lanzarnos una pelota el uno al otro mientras se realizaban preguntas al azar para la creación de un personaje me permitió de forma indirecta y didáctica conocer un contexto más personal de Lors por medio del primero: desde quien era su mejor amigo, el lugar el cual vivió, familiares e inclusive sus gustos iniciando con la música hasta el color. Luego desarrollamos de forma visual al personaje. Primero, con el uso de materiales artificiales como pintura y papel, y luego con materiales naturales que brindaba el espacio; esto último sirvió para el reconocimiento del lugar en función de la creación del retrato del personaje que dimos forma. Esta última actividad (crear el personaje con materiales naturales del lugar) empezó a generar preguntas en mí, como ¿Cuál será la percepción del lugar que tiene Lors, o los niños del Hogar?, ¿Serán consientes y reconocerán su cuerpo en el espacio? ¿Tendrán en cuenta los factores espaciales y de materiales artificiales o naturales a su alrededor? Estas preguntas empezaron a ser base del proceso de las planeaciones y de mi práctica artística con mi estudiante. Me percaté de factores que serian muy importantes en el proceso de las clases como el espacio y los contextos externos que pueden influir: como ejemplo las actividades que se realizan en el hogar. Por otro lado, el uso del tiempo (cuatro horas), pues en este caso Lors las realizó de forma muy rápida, revelando que debo crear estrategias y otros planes alternos.

Lors – Este es mi personaje, es niña y se llama Alejandra Juan A. – ah bueno, sabes que ha esto le podemos llamar retrato… Lors – Para mí es simplemente un muñeco Juan A. – ....

En una mañana llego al Hogar con mi clase planeada, la cual consistía en hacer un recorrido por todo el espacio de las zonas verdes, explorando y tomando elementos naturales como tierra, hojas, flores, semillas, etc. y de estos extraer sus pigmentos para utilizarlos como un medio pictórico y así, representar de forma visual las características de los elementos con el mismo pigmento, situándolo en un espacio bidimensional. Pues uno de los objetivos específicos era crear una cartografía de forma visual a partir de los mismos elementos y sus características visuales. Pero al encontrarme con mi estudiante, note una actitud totalmente diferente. La saludé y la invité a que iniciáramos clase, ella se negó y expresó que no quería más clases de arte. No daba razones. Yo le preguntaba si deseaba hacer algo que le gustara, o si no le había gustado mi clase anterior y le resalté que si había algo de mí o de la clase con lo que no se sintiera cómoda me lo hiciera saber, que yo no me molestaría. Pero Lors no daba respuesta, simplemente era un no. Realmente me sentí mal, y me esforcé por demostrar una postura tranquila, me cuestionaba que había hecho mal, o si era alguna razón personal que afectaba su relación conmigo. Decidí en dar una vuelta por el lugar, saludando a mis compañeros y a los demás niños para no presionar a Lors. Llegué a donde Mariana, mi compañera de práctica y noté que su estudiante Shat no deseaba estar con su profesora, y expresó que quería estar conmigo; luego de cruzar algunas palabras me devolví y en un momento, sin darme cuenta, Shat estaba viendo mis materiales y preguntando para que eran, yo le explique cuál era su uso. Noté que Lors estaba trabajando con Mariana, y de igual manera yo empecé con Sharon. Así, y luego de hablar con nuestra profesora, confirmamos el cambio de estudiantes.

Empecé a desarrollar la clase planeada con Sharon, pero tuve que cambiar rápidamente el desenvolvimiento de la metodología, ya que ambas niñas tienen una gran diferencia de edad (Lors de diez años y Shat de seis años). Busqué otras estrategias comunicativas para guiarla en los objetivos que deseaba abordar. Esta experiencia me enseñó cómo el contexto y los acontecimientos con los niños pueden generar un cambio drástico en la planeación y el desarrollo de la clase; pero es cuestión de ser estratégico y ayudarse con la misma planeación para generar un desarrollo alternativo que no se desvíe de los objetivos iníciales.

Capitulo II En las siguientes clases el enfoque en las planeaciones era utilizar el arte como un medio para la percepción del espacio y como mi cuerpo se relacionaba con el mismo, claro que este objetivo se iba estructurando a partir de las mismas experiencias; pero se empezaba a evidenciar cada vez más el problema de Sharon, yo diría quien se distraía con cualquier actividad ajena de la clase de artes, en espacial cuando los voluntarios que mencioné líneas atrás repartían dulces. Por el contexto del Hogar entendía muy bien su interés en ello, el problema radicaba en que más allá del deseo de azúcar, era la pérdida del proceso que para ese momento llevábamos, ya que al irse no volvía, y si lo hacía, era mucho después. Por este motivo empecé a buscar dispositivos o herramientas para poco a poco enfocarla en nuestro proceso. El libro álbum como una herramienta me permitió abordar el tema de lo visual, corporal y espacial de forma didáctica, así permitiéndole a Shat a generar diferentes lecturas y encontrar diferentes conexiones con las demás actividades. En su mayoría, los libros álbumes eran de fácil lectura y narrativa ligera, esto con el ﬁn de que fuera una actividad rápida pero con bastante contenido.

Libros álbumes trabajados e incorporados en las planiaciones.

Sin embargo lo que ocurrió fue que Shat se notaba entusiasmada al principio, pues ella siempre deseaba leer el libro que le presentaba, pero después de un momento entraba en un afán por terminar y seguir con otra actividad. Los otros niños que se unían a la lectura protestaban pues ellos deseaban terminarlo. Por consiguiente busque otras estrategias para enfocar su atención (sin dejar el libro álbum a un lado). Recurrí a actividades que sobre lo cual incorporan materiales de moldeo y de pintura, lo primero como un medio de interacción mucho mas corporal y lo segundo más experimental. Pero el problema de las ausencias de Shaten la mitad de cada proceso continúo. Otro factor que percibí como algo negativo, pero que me generó mayor diﬁcultad en el proceso personalizado, fue la participación por parte de otros niños, pues ellos deseaban estar en toda la actividad; debido a que no contaban con su espacio pedagógico artístico, se mostraban muy interesados, y me resultaba muy difícil decirles que no. Recurrí a estrategias que modiﬁcaban un tanto la planeación, pues al desarrollar la clase de forma grupal o individual cambiaron aspectos como la comunicación o el uso de los materiales. Por otra parte era irónico, ya que los demás llevaron un mayor proceso en ese momento que mi estudiante, quien se ausentaba en cada momento y debía buscarla o llamarla.

ExperimentaciĂłn de mancha y color por parte de niĂąos del Hogar

ElaboraciĂłn y moldeo de plastilina casera

Un sábado empezamos la clase con el libro álbum Yo Veo de Alejandro Magallanes, allí cada página el libro sugería una difusa imagen atrapada entre garabatos, y con la frase yo veo, debíamos adivinar qué figura o personaje fluía entre los garabatos, al pasar la página, el libro nos contaba que era; esto servía a un fin determinado: el de crear a partir de la abstracción. El tema del libro me permitió introducir el de la línea y el dibujo. El abordaje del tema con Shat se tornó molesto, pues ella realizaba los ejercicios con muy mala actitud, y estaba mucho más pendiente de las personas que estaban regalando dulces, las cuales realizaban actividades con un enfoque religioso. Al darme cuenta de esto decidí hablar con ella de forma seria y explicarle sus compromisos (acordados previamente), los cuales debía cumplir si era su deseo estar en clase. Ante lo que le dije reaccionó de manera violenta y con enfado hasta el punto de rayar, tirar el lápiz e irse. No sabía cómo abordar este problema y, por otro lado, yo me encontraba mal emocionalmente por problemas personales ajenos al contexto del Hogar. Por ello opté por realizar otra actividad (partido de futbol) con los demás niños e, involucrándome directamente, ir distrayendo el estrés. Hable con mi profesora y tutora Adriana, con el propósito de resolver esta problemática desde un sentido pedagógico y estratégico; desde la construcción de una planeación que me permitiera desplegarme de forma tal que pudiera seguir un proceso más sólido con Shat. Pero por otro lado la profesora hablo con Shat el siguiente sábado, evidenciándole la problemática y estableciendo unos compromisos por cumplir por parte de Shat. Los cuales ella no cumplió y por ese motivo, tuve el cambio de estudiante, el cual me asignaron a Jein.

Capítulo III Nos encontrábamos en la nueva sede realizando la actividad del 31 de octubre, para la cual todos se encontraban disfrazados. Aprovechando la variedad de los personajes y los roles que estos tomaban, desarrollé una parte de la clase a raíz del interés de Jein por la fotografía, lo que me permitió apropiarme de la cámara como una herramienta para reconocer el espacio, en un sentido visual y corporal.

Jein , con cĂĄmara en mano y su ojo derecho entre lente y lente, exploraba y se movĂa con su cuerpo y mirada mientras capturaba en sus imĂĄgenes a princesas en columpios no tan distantes, batallas de piratas por tesoros, hĂŠroes enmascarados, animales parlantes y bailarinas saltarinas.

Esta propuesta brindó un reconocimiento espacial a partir de lo óptico-visual; con la cámara Jein encuadró y capturó sus intereses del lugar. Por otro lado, el movimiento y el juego corporal con elementos del espacio en búsqueda de diferentes perspectivas para sus fotografías, como es el picado o contrapicado, generó conciencia de las condiciones que debe tomar su cuerpo para resolver los problemas fotográficos. Esto me generó una pregunta: ¿Nosotros condicionamos el espacio por nuestras necesidades? ó ¿nuestras necesidades están condicionadas por el espacio? También, una de las enseñanzas que me dejó esta propuesta fue cómo un dispositivo, la cámara y su técnicas, puede ser una herramienta para despertar objetivos conceptuales que ayudan a construir una planeación y utilizar esa misma herramienta para desarrollar dichas necesidades. En el siguiente sábado Jein y yo trabajaríamos conjuntamente con Juan Sebastián y su profe Yesica, con el fin de desarrollar un modulo de la clase de Seminario pedagógico I, que se complementa con la práctica. Sin embargo en esta primera sección se presentó una considerable dificultad. Al llegar al Hogar, con mi maleta llena de materiales para desplegar la metodología de la planeación y objetivos a desenvolver, me percaté de que Yesica no había llegado razón que me llevó a llamarla al celular. Me contó que no podía asistir en las horas de la mañana por cuestiones personales, que la disculpara. Por mi parte debía irme en la tarde, por otros compromisos El problema que surgió en ese momento se torno en sentido personal, ya que al no haber preparado alguna opción para trabajar solamente con Jein , y el confiarme en el desarrollo de la clase con mi compañera, me dejó con muy pocos dispositivos. Pero como lo llegué a decir al comienzo de este informe y a partir de mis primeras experiencias en la práctica: es cuestión de ser estratégico y ayudarse con la misma planeación para generar un desarrollo alternativo que no se desvíe de los objetivos iníciales. Para este caso, el mismo proceso del espacio y el cuerpo que había estando llevando a cabo con Jein .

Recordé que en mi maleta tenía el Libro álbum El libro de los Ojos de Ricardo Silva Moreno Y Daniel Gómez Henao, el cual trata sobre Los cruz, una familia de oculistas, y entre ellos un inventor de gafas de todo tipo. Esta herramienta me permitió abordar dos temas que había estando desarrollando con Jein : el ver, desde nuestros sentidos y los efectos de la óptica desde la cámara, hallando tanto relaciones funcionales entre ojo y cámara, como de creación visual.

Página extraida del Libro álbum El Libro de los Ojos

Mis gafas de sol, que en cada sesión Jein se pone, el concepto del libro álbum, el tema y el proceso pedagógico artístico, me ayudó a pensar la propuesta en la que primero, Jein creara un diseño y luego construyera unas gafas para ver, ¿para ver qué?

Boceto de Jain de gafas para ver planetas

Gafas para ver planetas: es una vista al inﬁnito y más allá, puede tener un material llamado Finton, cinta para cable, silicona, y un poquito de agua. Jein.

Considero que Jein se apropia muy bien de los conceptos y noto que desea emprender procesos de creación de forma autónoma, teniendo en cuenta mi rol como su profesor y pidiendo mi ayuda cuando él lo considera necesario. Me doy cuenta además de cómo puedo construir andamiajes en los cuales el suba de forma creativa y reﬂexiva. Un ejemplo de ello se evidencia en esta propuesta, ya que él mismo, a partir de los materiales y conceptos que le brindo, soluciona de forma plástica y narrativa el ideal de ver, el ver más allá de lo literal para llegar a lo imaginativo. De hecho, él mismo dijo – Pues usa tu imaginación, a más de una persona que al usar las gafas para ver planetas, expresaban que no veían nada.