La fábrica de desastres

Page 1

ACTUALIDAD

La fábrica de

desastres

Centroamérica no inventó las tormentas ni los temblores, pero invadió a la naturaleza con sus zonas productivas y habitacionales. Al construir desarrollo, edificaba también su propia fragilidad. Juan Manuel Fernández C.

El terremoto que sacudió a El Salvador el 13 de enero en 2001, dejó marcada la ciudad de Santa Tecla. A raíz del deslave ocurrido en la Cordillera del Bálsamo, colonia Las Colinas, más de 600 personas perdieron la vida.

30

mercados & tendencias Agosto - Setiembre 2013


ACTUALIDAD

L

a columna negra de ceniza que ascendía desde el Volcán Turrialba (a unos 64 km de San José) recordaba a los vecinos del poblado de Santa Cruz aquella erupción de enero 2010, cuando el coloso arrojó sedimentos en un diámetro de unos 3 kilómetros. En esa oportunidad, se tuvo que evacuar familias y se afectó el sector productivo, azucarero en su mayoría. “Empezamos a trabajar con los productores y a dar condiciones a los animales, que no podían comer pasto con ceniza. En el caso del volcán, pusimos atención al comportamiento del viento, pues determinamos así hacia dónde van las cenizas y la lluvia ácida, porque se pueden quemar los cultivos” cuenta el director superior de operaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Eric Quirós. El caso no es aislado para Centroamérica, tierra de volcanes y de alta actividad sísmica. La respuesta de las autoridades productivas de alertar a agricultores y ganaderos de las zonas aledañas, es una forma de ser resilientes. No hay alternativa. Los desastres, naturales o provocados, trastornaron los presupuestos. En los últimos 80 años se han registrado 291 ‘eventos extremos asociados a fenómenos climáticos’ en Centroamérica, según el más reciente estudio “La Economía del Cambio Climático” de CEPAL. La región está en la mira, principalmente de inundaciones, tormentas, deslizamientos, sismos, erupciones volcánicas y sequías. En la última década revivimos los fantasmas del Huracán Mitch. El Estado de la Región en 2011, reveló que el incremento de eventos de pequeña y mediana magnitud en la década 2000-2010 fue tan significativo, que generó pérdidas y daños

El 85% de las personas expuestas a terremotos, ciclones, inundaciones y sequías vive en los países en desarrollo. similares a ese fenómeno vivido en 1998. “Las pérdidas económicas dejadas por Mitch ascendieron a más de US$8 mil millones, lo que equivale a más del 8% del PIB en toda América Central, una cifra superior a la combinación del PIB anual de Honduras y Nicaragua, los dos países más afectados” ejemplifica Alberto Mora, coordinador de investigación de ese informe regional.

¿Construimos nuestra fragilidad? Los problemas ya son conocidos por nosotros los centroamericanos. Los agresivos temporales nos lo recuerdan cada año. La lluvia es parte de nuestras vidas. ¿Somos artífices de nuestra propia vulnerabilidad, además de tener el privilegio (y el castigo) de vivir en una zona tropical? Para Iván Morales, secretario ejecutivo del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC), “tenemos asentamientos humanos en zonas inhabitables. Nosotros no generamos el terremoto, pero la forma en cómo construimos nos hace más vulnerables”. “Los ríos, los volcanes y las montañas han estado en el mismo lugar desde hace miles de años. Son los seres humanos que, por su crecimiento, han venido construyendo

sus casas y su infraestructura en estos lugares, sin tomar en cuenta la dinámica natural” como también lo opina Carlos Picado, jefe de la Unidad de Planificación y Evaluación de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) en Costa Rica. “No importa si es indígena, chino, blanco, moreno… Todos somos igual de destructores con el medio ambiente. Si podemos destruirlo para beneficio personal, lo hacemos”, sentenció Roderick Cano, especialista en gestión de riesgo del Centro Humboldt, Nicaragua. Pese a que ha habido avances en políticas y planes para blindar a la región contra el riesgo, Guillermo Suazo, quien es consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en mitigación y desastres, confirmó a Mercados & Tendencias que gran parte de la infraestructura productiva de la región está ubicada en zonas de alto riesgo, y que esas inversiones carecen de estructuras de protección y pronta recuperación en caso de emergencias. De nuevo comprobamos que toda esta vulnerabilidad se lastima aun más, no con las tormentas ni con los terremotos… sino con los rezagos sociales y económicos, prácticamente en la totalidad de nuestros territorios. Como lo definió el estudio “Comarcas Vulnerables” realizado por la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, CRIES, en Centroamérica y Caribe: “la pobreza estructural, la depredación ambiental y la creciente e inadecuada concentración de la población” son los factores que más exponen a la región. Cano amplía que “el ritmo de la economía no va de acuerdo al ritmo de crecimiento de la población. Hay una gran cantidad de población y eso hace una gran presión sobre los recursos, sobre el agua, los bienes,

www.revistamyt.com mercados & tendencias

31


ACTUALIDAD

“La naturaleza es neutra. No experimenta motivaciones ni sentimientos. No castiga ni es bondadosa. Pero se transforma con el tiempo”. Comarcas Vulnerables, CRIES

los servicios, la educación, pero sobre todo, en cuanto a la necesidad de dónde vivir. Entonces la gente se ubica donde puede”. Según CEPAL, de los aproximadamente 41 millones de habitantes de Centroamérica, dos terceras partes habitan en asentamientos que combinan pobreza con condiciones insalubres y servicios de saneamiento básico y de salud. “Todo es por el componente que socialmente hemos construido, y además la legislación vigente no se cumple. Y en los países donde existe legislación más avanzada, las instituciones tienen discapacidades financieras y técnicas para hacer cumplir esa regulación. Las iniciativas han sido muy tímidas” añade Mora.

Un negocio ruin La región y el mundo han llegado a un punto de inflexión en cuanto a pérdidas por desastres naturales. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, UNISDR, publicó este año que entre 2002 y 2011, se produjeron 4130 desastres naturales en todo el mundo en los que fallecieron 1 117 527 personas y se perdieron US$1195 millones. Solo en 2012, 310 desastres en todo el mundo pro-

32 32

mercados&&tendencias tendencias Febrero Agosto--Marzo Setiembre mercados 20132013

vocaron la muerte de 9300 personas, 106 millones perjudicadas y pérdidas por US$138 mil millones. Los desastres naturales dejan un impacto relativo en América Latina principalmente en los planos económico, social, de infraestructura y medio ambiente. Según Cepredenac, Centroamérica puso el 23% de los muertos causados por los desastres registrados en el continente americano entre 1998 y 2008. Datos de CEPAL revelaron además que entre 2000 y 2008, el impacto por desastres en Centroamérica representó casi el 16% del total de Inversión Extranjera Directa que la región recibió en ese periodo. Solo en 2010 Guatemala se ubicó como el quinto país de América Latina con el mayor impacto económico por desastres, con US$1553 millones principalmente por la erupción del Volcán Pacaya y por la Tormenta Tropical Ágata. Dichas pérdidas representaron ese año el 3,2% del PIB nacional. La misma tormenta provocó pérdidas por US$112 millones en El Salvador, un 0,5% del PIB. Mora vislumbra que en general, a futuro las perspectivas no son buenas. “Para el año 2080 la producción agropecuaria mundial sufriría una caída del 16% como resultado del cambio climático; de ese total un 25% corresponderá a pérdidas en los países en vías de desarrollo y solo un 6% a los países desarrollados, según el Informe Stern de 2007”. Los países pobres pagan una factura más alta. En Costa Rica se estableció un estimado entre el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, MIDEPLAN y la CNE, del impacto económico de los desastres naturales que azotaron a ese país entre 2005 y 2011. “Las pérdidas promedio han representado un 0,78% del PIB durante

Otras avalanchas millonarias • Mitch bien pudo ser la peor tormenta tropical del Caribe en 200 años. Unas 20 mil víctimas entre muertos y desaparecidos, puentes, vías principales destruidas, damnificados y pérdida de viviendas y cultivos dejaron ese mismo 1998 pérdidas por US$7 mil millones según CEPAL • El Salvador no olvida el inicio del 2001, con tres terremotos en menos de un mes que causaron más de 2 mil muertes, 1,2 millones de personas damnificadas, y pérdidas por el 12% del PIB. • Las pérdidas ocasionadas por el terremoto de Haití en enero de 2010 se estiman EN US$7,9 mil millones: más del 120% del PIB del país en 2009, según UNISDR. • En 2011, la Depresión Tropical 12E generó, según estimaciones que maneja el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, pérdidas por US$902,4 millones. FUENTE: Comarcas Vulnerables, Riesgos y Desastres Naturales en Centroamérica y el Caribe, CRIES, 2005.

el período 2005-2009. Las mayores pérdidas con respecto al PIB fueron en los años 2007 y 2009, con 1,09% y 1,86% respectivamente”, informó Rebeca Madrigal L., de la CNE. Francisco Tula, director de inversiones de MIDEPLAN, indicó que el to-


ACTUALIDAD

Costa Rica pierde el 8,83% de lo que invierte en inversión pública por desastres naturales. MIDEPLAN

tal de pérdidas registradas en el país por el total de fenómenos hidrometeorológicos y geotectónicos en ese periodo fue de US$1130,3 millones. Los datos surgen de 16 declaratorias de emergencia nacional entre las cuales estuvo el terremoto de Cinchona, del 2009. Prácticamente la mitad de las pérdidas se concentra en infraestructura vial (52,7%), seguido por el sector agropecuario (17%); ríos y quebradas (13,1%) y el sector vivienda (12,4%). El informe reveló que el país pierde el 8,83% de lo que invierte. “Es ur-

gente incorporar la variable riesgo a la inversión pública y reglamentar el desarrollo de infraestructura” demanda Tula. Los cultivos de la zona atlántica centroamericana pagan un alto precio por las inundaciones, entre ellos los granos básicos. Para Suazo, del BID, generalmente se destina cerca de un 5% del presupuesto nacional para atender emergencias ocasionadas por fenómenos naturales. “Ya no solamente se atienden situaciones de emergencia que sean ocasionados por fenómenos extremos (huracanes, ciclones, etc.), sino también lluvias intensas o acumulativas, las cuales pueden actuar como disparadores de situaciones críticas que requieren de la intervención de los gobiernos, reasignando recursos financieros que eran destinados a inversiones para poder atender estas incidencias” explica. A ello se une el hecho de que más personas y recursos están ubicados en zonas de alto riesgo. Según UNIS-

DR un mayor número de personas y sus bienes materiales se encuentra en zonas de alto riesgo. Hoy viven en América Latina dos veces más personas de las que vivían en 1970. Las pérdidas por causa de los desastres se han incrementado 16 veces desde 1980.

Lo que falta Aunque la región ha avanzado en el tema de formular una política al más alto nivel (presidentes), llamada Política Centroamericana para la Gestión Integral del Riesgo (PCGIR), y elaborada por Cepredenac, también adolece de fondos para recuperarse, de información uniforme en todos los países para registrar las pérdidas, pero sobre todo, de una cultura resiliente a desastres naturales. Mantener registros y estadísticas sobre los desastres naturales que ocurren en cada país es clave para defenderse de su impacto. Pero según el Marco de Reducción de Desastres de UNISDR, solo el 15% de los paí-

Centroamérica resiliente ¿Cómo se prepara la región?

34

SANTA TECLA, EL SALVADOR

CANTARRANAS, HONDURAS

De la tragedia al turismo

Pintoresco y preparado

El terremoto de 2001 dejó más de 300 viviendas destruidas y más de 600 víctimas mortales. Hoy la ciudad es parte de una campaña mundial que incluye la asignación de un presupuesto (de un 3 a un 5%), mantener una evaluación de las amenazas constantes del riesgo, invertir en infraestructura que reduzca los riesgos, asegurar todos los centros educativos y los centros de salud, planificación de usos del suelo, implementación del programa educativo de capacitación, protección del ecosistema, y desarrollar un sistema de alerta temprana.

La misma campaña de Naciones Unidas sobre Ciudades Resilientes, llamada “Mi Ciudad se está preparando” que funcionó en El Salvador y en Nicaragua aplicó también para el municipio de Cantarranas. Con una población superior a los 14 mil habitantes diseminados en aldeas, caseríos y la zona urbana del municipio, es la primera ciudad resiliente en Honduras. Entre las acciones complementarias sobresale la dotación de plantas de energía solar en los centros escolares, así como del acceso e implementación a tecnologías de información y comunicación.

Fuente: Alfredo Alvarenga, jefe de gestión de riesgos de la alcaldía municipal

Fuente: Marco Antonio Guzmán, coordinador del CODEM

mercados & tendencias Agosto - Setiembre 2013


ACTUALIDAD

ses de bajos ingresos informa sobre éxitos en la planificación del uso del suelo y el desarrollo rural para reducir el riesgo. “Es importante disponer de información meteorológica, tener bases de datos donde uno sepa que va venir el fenómeno del Niño; saber que la precipitación en el Pacífico disminuye, entonces se pueden tomar alertas para disminuir el impacto; se puede invertir en zonas de riego, concentrar la parte de la producción, planificar un desastre, alertar a los ganaderos”, ilustra Quirós. El diagnóstico del BID es que hace falta aplicar normas adecuadas en la construcción de obras en la región; hay una cultura de riesgo débil, y bajos niveles de aseguramiento de bienes en inversiones públicas y privadas. “Solo se puede transformar esta realidad con inversiones muy altas a nivel de gobiernos. Pero esto también pasa por una cultura. Es más allá de solo inversión. Es construir un pen-

Solo en 2012, 310 desastres en todo el mundo provocaron la muerte de 9300 personas y pérdidas por US$138 mil millones. UNISDR

samiento que vincule el desarrollo con el riesgo” asevera Morales, de Cepredenac. Este organismo está buscando crear un Fondo Centroamericano de Fomento de la Gestión Integral del Riesgo. Mientras, los países tienen instrumentos financieros con el BID o el Banco Mundial que ofrecen créditos contingentes para emeregencias. La posición de Centroamérica dentro del Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015 en la Conferencia Mundial sobre la Reducción de los

Desastres, es de poder encontrar socios donantes, pese a ser (salvo dos países) naciones de renta media. “Centroamérica presentó en Ginebra, en mayo pasado, su propia experiencia; tuvo la oportunidad de contar sobre sus políticas. Necesitamos de la contribución de la comunidad internacional” enfatizó Morales. “Si las políticas rumbo a Hyogo son exitosas, podrán contribuir a mejorar el control de los factores de riesgo, a entender las causas, calcular las pérdidas probables y decidir sobre las opciones de control” enmarca Picado. “Aún queda mucho por hacer. Lamentablemente la reducción de riesgos no genera réditos y las emergencias, muchas veces, son una oportunidad para ganar notoriedad política” concluye Edwin Estuardo Kestler, coordinador de Iniciativas de CARE en Guatemala. n Colaboraron: Amafredo Castellanos; Carlos Guisarre; Ericka Mejía; Fabiola Budde; Velia Agurcia y Mariela Montero.

Centroamérica resiliente ¿Cómo se prepara la región?

36 36

MANCOMUNIDAD DEL RÍO TELICA, NICARAGUA

BÁVARO, R. DOMINICANA

CARIBE, COSTA RICA

El bambú, guardián del mango

Un producto vulnerable

Los cuatro resisten Terremotos, sequías, huracanes, deslizamientos y pobreza que viven los municipios de Malpaisillo, Telica, Larreynaga y Quezalguaque hacen de estas localidades leonesas un lugar vulnerable. Pero en cinco años, cada localidad destina un mínimo del 5% de su presupuesto anual para invertir en prevención y gestión de riesgo.

En Bávaro han logrado desarrollar el cultivo del mango sin pérdidas por efectos de la naturaleza. Esto, gracias a que alrededor de las plantaciones se colocan árboles de bambú, los cuales protegen las plantaciones de los vientos y los incendios forestales. La cantidad de terreno dedicado al cultivo se ha duplicado de 35 mil tareas a 64 mil tareas (40,2 millones de metros cuadrados).

Fuente: Enrique Gómez, alcalde de Malpaisillo.

Fuente: Gisela Taveras, Cluster del Mango Dominicano

El banano de Costa Rica está expuesto a intensos periodos de inundaciones y a prolongadas sequías. Las pérdidas oscilan entre el 1 y el 5% de la producción cada año, aunque en 2009 llegó hasta el 20%. Junto a las gremiales, la Corporación Bananera Nacional creó una comisión para proteger las áreas de alto riesgo, otorgando 2 centavos por caja a un fondo para prevención. Fuente: Jorge Sauma, gerente gral. Corbana

mercados & tendencias Agosto - Setiembre 2013


ACTUALIDAD

Cuando la función

debe continuar Los desastres también trastornan las operaciones de las empresas. Interrumpen los servicios básicos, suben los costos y alteran la cadena de producción.

L

as hermosas cascadas que rodean el Hotel Waterfall Gardens La Paz, en Costa Rica, fueron sacudidas por un terremoto de 6,2 grados aquél enero de 2009. Setecientos damnificados, 23 muertos y siete desaparecidos más los daños en infraestructura nacional aun están frescos en la memoria de los costarricenses. Y aunque el hotel requirió cerrar unas semanas, solo seis meses después ya estaba abierto al público nuevamente. Según Andrea Villegas, asistente de gerencia del complejo turístico, se mantuvo a toda la planilla de 150 personas. Al momento del sismo había unas 500 personas en el local. “Hoy el lugar se ha mejorado, se logró cambiar la fachada y la decoración; se reforzaron los senderos” indica. Se invirtieron unos US$6 mil en reconstrucción y mejora de los daños para arrancar de cero.

Fuera de control El sector privado no está al margen de los fenómenos naturales, ni pue-

38

Juan Manuel Fernández C.

Más del 50% de las empresas del continente, ha sufrido daños en servicios de electricidad, agua y telecomunicaciones. de esperar que los gobiernos acudan en su auxilio cuando ya el daño ocurrió. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), este 2013 por primera vez en la historia, el mundo ha experimentado tres años consecutivos en los que las pérdidas económicas anuales han superado los US$100 mil millones, debido al aumento en el grado de exposición de los bienes industriales y las propiedad privada frente a eventos extremos que dan origen a los desastres. “Las pérdidas económicas que ocasionan los desastres están fuera de

mercados & tendencias Agosto - Setiembre 2013

control y sólo pueden reducirse en alianza con el sector privado, incluidos los bancos de inversión y las empresas aseguradoras. El sector privado realiza del 70 al 85% de todas las inversiones mundiales en nuevos edificios, diversas industrias y pequeñas y medianas empresas” urgió desde Ginebra este año Ban Ki-moon Secretario General de Naciones Unidas. Inundaciones, terremotos e incendios suelen ser riesgos de primera mano en las empresas de la región. Estimaciones de José Salas, asesor de desarrollo de capital humano de la Cámara de Industrias de Costa Rica, apuntan a que el mismo porcentaje que la empresa dedica a mantenimiento debería ir para presupuesto de riesgo. “La pérdida de vidas humanas o el cierre definitivo de la empresa por no contar con un seguro de riesgo son los principales consecuencias de no prever una parte del presupuesto a desastres” advirtió.

Desastres vs. empresas Mayasal es una empresa guatemalteca que se distingue en la industria


ACTUALIDAD

camaronera. Fenómenos climáticos como el huracán Stan (2005) y la tormenta Agatha (2010) que se han registrado en el país, les dejaron grandes pérdidas ante el desbordamiento de ríos e inundaciones. Ricardo Santacruz, coordinador del sector Agrícola de la Agexport, narró que el problema en la costa sur de Guatemala es que cuando hay lluvia persistente en el resto del país, es a esa zona a donde llegan las correntadas, con el agravante que no sólo es agua, sino todo lo que arrastra la fuerza de los ríos. El experto explica que esto es difícil para las industrias camaroneras, porque están ubicadas a nivel del mar y quedan expuestas a las inundaciones. Los estanques se inundan, los camarones cultivados flotan y la corriente los arrastra al mar. En estos casos también se pierde toda la cosecha y el problema es difícil de enfrentar para las empresas porque no pueden cumplir con las entregas programadas y con los compromisos para el pago de créditos y salarios. “Lo primero ha sido aprender que hay que estar atentos a los pronósticos climáticos para saber cuándo crecerán los ríos”, señala. También, trabajar en un plan preventivo y de alerta durante el verano, mediante un cabildeo con las autoridades nacionales y locales para asegurar que los ríos y canales sean drenados. Esto incluye un reacomodo de las bordas para mantener los ríos en su cauce. También en Guatemala, cuatro clientes de la empresa de soluciones de oficina Regus tuvieron que ser reubicados a sus instalaciones por el terremoto del 2012. Juan Albier Gonzalez, director de área de la empresa para Centroamérica y Caribe, afirmó que el servicio de recuperación por desastres para empresas es muy demandado, so-

“El sector privado realiza del 70 al 85% de todas las inversiones mundiales en nuevos edificios, diversas industrias y pequeñas y medianas empresas”. Ban Ki-moon Secretario General de Naciones Unidas

bre todo por empresas aseguradoras, bancos y hasta compañías de tecnología. “Es un servicio para empresas que por la magnitud del desastre no tenían un espacio alternativo y ocupan un lugar para operar en menos de 24 horas. Los servicios van desde los US$100 hasta los US$320 al año”, indicó. Situaciones como problemas en el fluido eléctrico, sistemas de agua que se disparan y se inunda la oficina, y hasta el mismo huracán Sandy en Nueva York, activaron la demanda de productos como este.

Interrumpiendo el negocio En el foro de Ginebra celebrado por la UNISDR en mayo pasado, también trascendió lo que se vivió en Colombia. Entre los años 2010 y 2012, un fuerte episodio de La Niña ocasionó pérdidas económicas directas que ascendieron a US$6000 millones. Sólo en 2011, hubo que invertir US$1700 millones para reparar daños en la red vial del país: el 14% del sistema nacional y el 3% de sus puentes. Esto afectó a las empresas, pues enfrentaron costos más altos debido a un aumento en los precios del transporte e interrupciones en las cadenas

de suministro, al igual que dificultades para cumplir con sus contratos con los mercados externos y una menor producción. Muchas pymes no contaban con seguros y carecían de los recursos necesarios para la recuperación de sus negocios. Además, una encuesta del GAR2013 con 1300 pequeñas y medianas empresas ubicadas en seis ciudades propensas a los desastres en las Américas –Bogotá; Kingston; Miami; San José; Santiago y Vancouver— mostró que tres cuartos de éstas han sufrido interrupciones relacionadas con daños o la destrucción de servicios de electricidad, agua y telecomunicaciones. No obstante, sólo una cantidad mínima –el 14,2% en el caso de las empresas con menos de 100 empleados— contaba con un enfoque para la gestión de las crisis, aunque muy básico, bajo la forma de un plan de continuidad de sus actividades empresariales. Otra encuesta conjunta de UNISDR con PricewaterhouseCoopers sobre enfoques para la gestión del riesgo en 14 empresas multinacionales, reveló además que los altos ejecutivos tienen cada vez más presente la vulnerabilidad de sus empresas frente a los desastres y han comenzado a priorizar el fortalecimiento de su gestión del riesgo. Las empresas no pueden ser espectadoras cuando vienen los desastres. n Colaboró: Amafredo Castellanos.

www.revistamyt.com mercados & tendencias

39


ACTUALIDAD

Ricardo Mena, Jefe para Las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, UNISDR

El riesgo como prioridad Hay que revertir la tendencia: construir un puente que se cayó en el mismo lugar y de la misma forma, dará los mismos resultados.

¿

Juan Manuel Fernández C. Cuánto pierde el mundo por desastres meteorológicos?

En lo que va de este siglo se han perdido US$2500 millones de millones, o sea, 2500 billones de dólares. Los negocios, los gobiernos, las comunidades, las personas están perdiendo ingresos, activos y pertenencias, lo cual tiene un impacto sobre sus posibilidades de desarrollo y progreso. No hay peor cosa para un negocio que cerrar las puertas por una causa que no estuvo prevista. No es tema de gobiernos solamente. Las empresas pagan una alta factura.

¿Cuál es la situación de los países de Centroamérica? Es una de las zonas más vulnerables del planeta. Reúne los componentes de la fórmula del riesgo: amenaza por vulnerabilidad menos capacidad. Todas las amenazas pueden ocurrirle. Por sus condiciones de desarrollo, es una región que tiene segmentos en una situación socioeconómica complicada. El crecimiento demográfico ha duplicado su población en 30 años, y ese crecimiento ha hecho que sea una región sumamente urbanizada, el

40

mercados & tendencias Agosto - Setiembre 2013

70% de la población vive en zonas urbanas. Y no se ha tomado en consideración amenazas naturales. No se ha integrado de manera completa el tema de riesgos. La situación es preocupante.

sector privado se involucre de manera más activa. Que se convierta en un tema multi sectorial. Todos los sectores deben incorporar la variable riesgo en sus políticas, planes y programas.

¿Responde a falta de fondos o a falta de cultura?

¿Cómo debe ser ese acercamiento?

Está más en la cultura. Hay países afectados reiteradamente por fenómenos semejantes. Una temporada de lluvias daña la infraestructura, daña el transporte. El análisis costo-beneficio integra el riesgo para definir la viabilidad económica de esa obra. Se vuelve a construir un puente con las mismas características en el mismo lugar donde se cayó, y eso ocurre con sistemas de agua potable, con sistemas de drenaje, de transmisión eléctrica, de telecomunicaciones. No hay hospital más caro que aquel que hay que construir dos veces.

¿Qué nos hace falta para entender? ¿Qué es lo que sigue? No es un tema de solución simple, es multi sectorial y multi actores abordado de diferentes ángulos. Necesitamos que los gobiernos locales integren esto como prioridad para el desarrollo urbano. Que el

Hay que mejorar las capacidades de respuesta y seguir trabajando en educación, más gestión en inversión pública y más involucramiento del sector privado. El sector privado entiende muy bien la problemática del balance. Números en tinta roja son causa de descontento. Por las inundaciones en Tailandia en 2011 se debió interrumpir la producción de autos Toyota en plantas de todo el mundo, porque ciertas piezas estaban concentradas en una zona histórica de inundaciones. La interconexión que brinda la globalización afecta los flujos comerciales. Entonces el número de víctimas está disminuyendo, pero las pérdidas se están incrementando. En 2015 tendremos un nuevo marco que agregará elementos que son brechas en este tema de gobiernos locales, con mayor participación de la mujer en gestión de riesgo, del sector privado, y mejores sistemas de gobernanza a todo nivel. n


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.