Contrapunto: Descargar no es robar 8 de enero de 2004 El New York Times me pidió que contribuyera con una redacción breve para un punto y contrapunto que estaban teniendo sobre descargas de internet (yo, por supuesto, las defendería). Creí que me las había arreglado para producir un texto bastante bueno en un par de días, considerando su extensión y audiencia, pero luego me encontré con que había sido recortado porque el Times había decidido no decirles a los jóvenes que rompieran la ley. Así que, vuelto del más allá, aquí está. Robar es malo. Pero descargar no es robar. Si yo me llevo un álbum de la tienda sin pagar, nadie más podrá comprar ese álbum. Sin embargo cuando descargo una canción de internet solo soy alguien más que la tiene, pero nadie la pierde. No hay ética en cuestión. Las corporaciones discográficas culparon a las descargas por una caída del 15% en sus ventas desde el año 2000.[1] Pero durante el mismo período hubo recesión, inflación, un recorte del 25% en nuevos lanzamientos,[2] y escasez de nuevos artistas reconocidos masivamente. Sumando todo eso, acaso la descarga aumenta las ventas. Y el 90% del catálogo de los sellos más grandes ya está discontinuado.[3] Internet es la única manera de escuchar esta música. Incluso si descargar disminuyera las ventas, no lo haría poco ético. Las bibliotecas y videoclubes (ninguno de los cuales paga por alquilar) también afectan las ventas. ¿Es poco ético usarlas? Descargar podría ser ilegal. Pero (de acuerdo a la CNN) sesenta millones de personas usaba Napster y solo cincuenta millones eligieron entre Bush y Gore. Vivimos en democracia. Si la gente quiere compartir archivos, entonces la ley debería cambiar para permitírselos. Y hay una forma válida de cambiarla. Un profesor de Harvard descubrió que un cargo de 60 dólares al año para los usuarios de compañías de telecomunicaciones podría cubrir todas las pérdidas.[4] El gobierno se lo daría a los artistas y, en cambio, haría las descargas legales, estimulando el desarrollo de sistemas más fáciles de usar y más música compartida. Los artistas tendrían más ganancias y vos tendrías más música. ¿Qué hay de poco ético en esto? [1] Esto es según la propia estadística de la RIAA [Link caído -apuntaba al análisis de mercado de la RIAA para finales del 2002-. -Ed.-] En 1999 vendieron 938.900.000 de CDs, en 2002 803.300.000 (938.900.000-803.300.000) / 938.900.000 = 0,14 (así que realmente es cerca del 14%, pero concedámosles el beneficio de la duda y digamos 15%). [2] Depende cómo uno cuenta. La RIAA dice que lanzaron 38.900 nuevos álbumes en 1999. Según SoundScan la RIAA lanzó 31.734 nuevos álbumes en 2001, indicando una caída del 18%. Esto no es realmente válido, porque estamos usando números de la RIAA para 1999 y de SoundScan para 2001, y SoundScan probablemente no cuenta tantos álbumes como la RIAA. Sea como fuera, la RIAA djo a principios de 2003 que habían lanzado 27.000 el año anterior. Información aparentemente humillante, dado que la quitaron de su sitio web. Pero si usas sus números la caída resulta del 31%. He promediado la diferencia y da 25%. Podría cambiarla por el 30% o el 20%, lo que quieras; no creo que cambiase el argumento. [3] Discurso de Ken Hertz [Inexplicablemente, el link remite al sitio de Xeni Jardin. -Ed.-]. [4] Ver Promesas a cumplir, de Terry Fischer [Stanford: Editorial de la Universidad de Stanford, 2004]. “Asumiendo que los proveedores de internet trasladaran a los consumidores el total del impuesto, ese monto promediaría en 4,88 dólares por mes” (p.31); 4,88 x 12 = 59, es decir 60 dólares al año.
-Aaron Swartz (FREE CULTURE 01/19)