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¿POR QUÉ SUFRIÓ Y MURIÓ JESÚS? CONMEMORACIÓN DE SU MUERTE MIÉRCOLES 23 DE MARZO DE 2016


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Vol. 137, No. 4

Ejemplares en distintos formatos: 58.987.000 Disponible en 254 IDIOMAS

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SPANISH

LA ATALAYA es una revista que tiene como propósito honrar a Jehová, el Dios Soberano del universo. Consuela a la gente anunciando que el Reino de Dios —un gobierno que se halla en los cielos— pronto acabará con la maldad y transformará la Tierra en un paraíso. Además, promueve la fe en el Rey reinante de dicho gobierno, Jesucristo, quien murió para que pudiéramos alcanzar la vida eterna. Esta publicación, editada sin interrupción desde 1879, es políticamente neutral y reconoce la Biblia como máxima autoridad. Esta publicación se distribuye como parte de una obra mundial de educación bíblica que se sostiene con donativos. Prohibida su venta.

¿QUÉ OPINA? ¿Cree que tiene algún beneficio para usted la siguiente declaración? “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito” (Juan 3:16). Este número de La Atalaya explica en qué le pueden beneficiar a usted el sufrimiento y la muerte de Jesucristo.

¿Por qué sufrió y murió Jesús? ¿Ocurrió de verdad? 3 ¿Por qué sufrió y murió Jesús? 5

Si desea hacer un donativo, visite jw.org. _____________________________________________________________________________________________________________________________________ A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se han tomado de la versión en lenguaje moderno Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).

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OTROS ARTÍCULOS

¿Necesitan los cristianos santuarios para adorar a Dios? 8 Hacer caso de las advertencias puede salvarle la vida 11 ¿Quién dividió la Biblia en capítulos y versículos? 14 ¿Qué dice la Biblia? 16

The Watchtower (ISSN 0043-1087) Issue 4 March 2016 is published monthly with an additional issue published in January, March, May, July, September, and November by Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.; L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis, Secretary-Treasurer; 1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299, and by Watch Tower Bible and Tract Society of Canada, PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4. Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY, and at additional mailing offices. POSTMASTER: Send address changes to Watchtower, 1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299. 5 2016 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. Printed in Canada.

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OTRAS PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA

¿Murió Jesús en una cruz?

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(Vaya a ENSEÑANZAS BÍBLICAS ˛ PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA)


TEMA DE PORTADA

¿OCURRIÓ DE VERDAD? En el año 33, Jesús de Nazaret fue ejecutado. Había sido acusado falsamente de sedición, golpeado sin piedad y clavado en un madero, donde sufrió una muerte horrible. Sin embargo, Dios le devolvió la vida y, cuarenta días después, Jesús ascendió al cielo.

Este impresionante relato nos ha llegado a través de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento, o Escrituras Griegas Cristianas. Pero ¿de verdad ocurrió todo aquello? Esta es una pregunta muy importante que requiere respuesta, porque si solo se trata de un cuento, la fe cristiana no tiene ningún sentido y la esperanza de vivir para siempre en un paraíso sería solo un sueño (1 Corintios 15:14). Ahora bien, si sucedió de verdad, entonces tenemos ante nosotros un futuro maravilloso. Por eso, ¿son los hechos que narran los Evangelios realidad o ficción? LO QUE DICE LA HISTORIA A diferencia de las leyendas, los Evangelios están escritos con minuciosa precisión. Por ejemplo, mencionan por nombre muchos lugares que todavía hoy se pueden visitar y a personas que los historiadores confirman que existieron (Lucas 3:1, 2, 23).

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Del propio Jesús hablan escritores seglares de los siglos primero y segundo.1 El modo en 1 Tccito, que nació alrededor del año 55, escribió: “Aquel de quien [los cristianos] tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato”. Otros escritores que hicieron referencia a Jesús fueron el historiador romano Suetonio y el historiador judío Josefo (siglo primero), y Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (principios del siglo segundo).

¿Por qué no hay más respaldo de fuentes históricas? Puesto que Jesús tuvo tanta influencia en la humanidad, ¿debería haber más pruebas de esa época —aparte de la Biblia— que confirmen su existencia y resurrección? No necesariamente. Por un lado, se trata de sucesos de hace casi dos mil años y muy pocos escritos contemporáneos, como los Evangelios, han sobrevivido hasta nuestros días (1 Pedro 1:24, 25). Por otro, es poco probable que los enemigos de Jesús escribieran algo que hiciera que más gente creyera lo que se decía de él. Con respecto a la resurrección de Jesús, el apóstol Pedro explicó: “Dios levantó a [este] al tercer día y le concedió manifestarse, no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que se levantó de entre los muertos” (Hechos 10:40, 41). ¿Por qué no llegó a saber todo el pueblo que Jesús había resucitado? Según el Evangelio de Mateo, cuando sus enemigos religiosos se enteraron de su resurrección, no quisieron que la noticia se supiera (Mateo 28:11-15). Y Jesús, ¿quería que su resurrección fuera un secreto? No. Pedro dijo: “Nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos” (Hechos 10:42). Y eso es precisamente lo que los verdaderos cristianos han estado haciendo hasta el día de hoy.

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que fue ejecutado, tal y como se describe en los Evangelios, coincide con los métodos de ejecución romanos de esa época. Además, todos los sucesos se relatan con objetividad y franqueza, hasta revelan aspectos negativos de algunos de sus discípulos (Mateo 26:56; Lucas 22:24-26; Juan 18:10, 11). Todo esto muestra que los evangelistas dijeron la verdad y dieron datos exactos sobre Jesús. ¿RESUCITÓ JESÚS? Aunque en general se acepta que Jesús fue una persona real, hay quienes dudan que haya resucitado. Hasta sus propios apóstoles no lo creyeron al principio (Lucas 24:11). Pero sus dudas desaparecieron cuando ellos y otros discípulos vieron en diferentes ocasiones a Jesús tras su resurrección. De hecho, en una de ellas lo vieron más de quinientas personas a la vez (1 Corintios 15:6). Con mucho valor, y a riesgo de perder su libertad y su vida, los discípulos anunciaron a todo el mundo que Jesús había resucitado, hasta a sus propios asesinos (Hechos 4:1-3, 10, 19, 20; 5:27-32). ¿Se habrían arriesgado tanto si no hubieran estado completamente seguros de que Jesús había resucitado? No. Lo que es más, el convencimiento de que la resurrección de Jesús ocurrió de verdad es lo que ha hecho que el cristianismo haya tenido y siga teniendo tanto impacto en la humanidad. Los relatos de la muerte y resurrección de Jesús que figuran en los Evangelios tienen todos los elementos de un registro histórico confiable. Si estudia estos relatos, se convencerá de que los hechos que narran de veras ocurrieron. Pero lo que más lo ayudará a convencerse es entender por qué ocurrieron. El siguiente artículo lo explicará.


¿POR QUÉ SUFRIÓ Y MURIÓ JESÚS? ¿Le gustaría vivir para siempre? Ante esta pregunta, muchas personas responderían que sí, pero que no creen que sea posible. Dirían que la muerte es el punto final del ciclo de la vida. Pero ¿y si le diéramos la vuelta a la pregunta? Es decir, ¿estaría dispuesto a morir ahora mismo? En circunstancias normales, nadie diría que sí. Y es que, aunque tengamos muchos problemas, todos nos aferramos a la vida. La Biblia dice que Dios creó a los seres humanos con el deseo de vivir. “Ha puesto la eternidad en sus corazones” (Eclesiastés 3:11, La Biblia de las Américas). La realidad, sin embargo, es que no vivimos para siempre. Entonces, ¿qué fue lo que falló? ¿Ha hecho Dios algo para remediar la situación? Las respuestas que da la Biblia son muy reconfortantes y tienen mucho que ver con la razón por la que Jesús tuvo que sufrir y morir.

“Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado” (Romanos 5:12).

¿QUÉ FUE LO QUE FALLÓ? Los primeros tres capítulos del libro bíblico de Génesis relatan que Dios les ofreció a la primera pareja humana, Adán y Eva, la posibilidad de vivir eternamente y les dijo lo que debían hacer para lograrlo. También muestran que ellos le desobedecieron y perdieron esa oportunidad. Todo se explica de manera sencilla, tan sencilla que algunos piensan que se trata de un cuento. Pero al igual que los Evangelios, el libro de Génesis tiene todos los elementos de un registro histórico confiable.1 ¿Qué consecuencias ha tenido la desobediencia de Adán? La Biblia responde: “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). Adán pecó al desobedecer. Entonces perdió la oportunidad de vivir para siempre, y con el tiempo, envejeció y murió. Como somos sus descendientes, hemos heredado la tendencia a pecar. Por eso, nos enfermamos, envejecemos y morimos. Esta explicación concuerda con lo que hoy se sabe sobre la herencia genética. Veamos ahora qué hizo Dios para remediar nuestra situación. 1 Consulte el apartado “Carácter histórico de Génesis”, bajo la entrada “Génesis, Libro de”, en la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, página 1017, publicado por los testigos de Jehová. Puede hallarla en jw.org (vaya a PUBLICACIONES BIBLIOTECA EN LÍNEA).

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La muerte de Jesús abrió el camino a una vida feliz y eterna.

¿QUÉ HIZO DIOS? Jehová Dios tomó medidas para recuperar lo que Adán perdió y volver a darles a sus descendientes la posibilidad de vivir para siempre. ¿Cómo lo hizo? La Biblia dice: “El salario que el pecado paga es muerte” (Romanos 6:23). Es decir, la muerte es el resultado del pecado. Así que Adán murió porque pecó. A nosotros nos pasa lo mismo: pecamos y por eso morimos. Sin embargo, dado que no somos culpables de haber nacido pecadores, Dios tuvo misericordia de nosotros y envió a su Hijo, Jesucristo, para que “pagara” nuestra deuda. ¿Cómo pagó él esa deuda? Al desobedecer Adán —un hombre perfecto—, toda la humanidad heredó el pecado y la muerte; por lo tanto, era necesario otro hombre —también perfecto— que fuera obediente hasta el punto de la muerte para librarnos de nuestra deuda. La Biblia lo explica de este modo: “Así como mediante la desobediencia del solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, me6

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diante la obediencia de la sola persona muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:19). Y esa “sola persona” fue Jesús, quien abandonó los cielos, fue un hombre perfecto1 y murió por nosotros. Eso permite que Dios nos considere justos y recuperemos la posibilidad de vivir para siempre. POR QUÉ SUFRIÓ Y MURIÓ JESÚS Pero ¿por qué era necesario que Jesús muriera para conseguir todo esto? ¿No podría Dios haber emitido un decreto que hubiera permitido a los descendientes de Adán vivir para siempre? Aunque no hay duda de que él tenía la autoridad para hacerlo, habría pasado por alto su propia ley de que el pecado se paga con la muerte. Yes que no se trata de una norma insignificante que se pueda descartar o cambiar cuando convenga. Se trata de una ley imprescindible para que se haga justicia (Salmo 37:28). Si Dios hubiera pasado por alto la justicia en 1 Dios transfirió la vida de su Hijo desde el cielo a la matriz de María. Con su espíritu santo, protegió al bebé para que no heredara la imperfección de su madre (Lucas 1:31, 35).


“Sigan haciendo esto” Horas antes de morir, Jesús se reunió con sus apóstoles fieles e instituyó la Conmemoración de su muerte. Les dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). A fin de cumplir con este mandato de Jesús, los testigos de Jehová de todo el mundo nos reunimos una vez al año el día del aniversario de su muerte. El año pasado, 19.862.783 personas asistieron a este evento.

aquella ocasión, quedaría siempre la duda de si volvería a hacerlo. Por ejemplo, ¿sería justo al determinar quiénes de los descendientes de Adán podrían vivir para siempre? ¿Cumpliría todas sus promesas? Como Dios respetó su propia ley para nuestra salvación, ahora tenemos la garantía de que siempre hará lo que es justo. El que su Hijo sacrificara su vida permitió que Dios volviera a dar a los seres humanos la oportunidad de vivir para siempre en un paraíso terrestre. Jesucristo mismo dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). La muerte de Jesús confirma, no solo la justicia de Dios, sino también el gran amor que nos tiene. Pero todavía queda en pie la pregunta: ¿por qué tuvo que sufrir y morir de esa forma tan horrible? Al estar dispuesto a probar su obediencia hasta ese extremo, desmintió de una vez por todas la afirmación del Diablo de que los seres humanos no serían leales a Dios ante las pruebas (Job 2: 4, 5). Después de que el Diablo consiguió que el

Este año, la Conmemoración cae el miércoles 23 de marzo, después de la puesta del Sol. Lo invitamos cordialmente a que nos acompañe con su familia y amigos a escuchar una conferencia bíblica que explicará por qué la muerte de Jesús fue tan trascendental y cómo le beneficia a usted. La entrada es gratis y no se pedirá dinero. Pregunte a los Testigos dónde se celebrará y a qué hora. También puede consultarlo en el sitio de Internet jw.org.

primer hombre perfecto desobedeciera, pareció que tenía razón. En cambio, Jesús, que también era perfecto, fue obediente aun en las peores circunstancias (1 Corintios 15:45). Así demostró que si Adán hubiera querido, también habría podido obedecer a Dios. Además, nos puso el ejemplo para que hagamos lo mismo (1 Pedro 2:21). Dios recompensó la obediencia total de su Hijo dándole vida inmortal en el cielo. CÓMO LE BENEFICIA A USTED La muerte de Jesús ocurrió de verdad y abrió el camino a la vida eterna. Así que le repetimos la pregunta: ¿Le gustaría vivir para siempre? Jesús dejó dicho qué debemos hacer para lograrlo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3). Los editores de esta revista lo animamos a conocer a Jehová, el Dios verdadero, y a su Hijo, Jesucristo. Los testigos de Jehová de su localidad con gusto lo ayudarán. También hallará más información en nuestro sitio de Internet, jw.org. ˇ 2016, N ÚMERO 2

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¿Necesitan los cristianos santuarios para adorar a Dios?

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ODOS los años más de seis millones de personas visitan un apartado bosque de cedros de la península de Shima, en Japón. Su destino es el Gran Santuario de Ise, donde se adora desde hace unos dos mil años a Amaterasu Omikami, la diosa sintoísta del Sol. Al llegar, los peregrinos se purifican lavándose las manos y la boca. Después, de pie ante el haiden (oratorio), continúan con el ritual: hacen una reverencia, dan palmadas y rezan a la diosa.1 El sintoísmo permite a sus fieles practicar otras religiones. A su vez, hay budistas, cristianos y gente de otras confesiones que no ven ningún problema en practicar rituales sintoístas en este santuario. Muchas de las grandes religiones tienen santuarios, y millones de fieles los visitan.2 En los países considerados cristianos, abundan las iglesias y capillas dedicadas a Jesús, a María y a los santos. También hay santuarios en lugares donde se cree que ocurrieron sucesos de la Biblia o “milagros” más recientes, y en sitios donde se guardan reliquias. Muchas personas acuden a estos lugares convencidas de que sus oraciones serán escucha1 No todos los santuarios sintoístas tienen los mismos rituales. 2 Vea el recuadro “¿Qué es un santuario?”.

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das por ofrecerse en un lugar sagrado. Y hay quienes realizan largas peregrinaciones hasta alguno de estos santuarios para demostrar la profundidad de su fe. ¿Habrá que orar en un santuario para que nuestras oraciones sean escuchadas y respondidas? ¿Le agradarán a Dios las peregrinaciones que se hacen a estos lugares? Más importante aún: ¿deberían los cristianos adorar a Dios en santuarios? La respuesta a estas preguntas nos indicará cómo debemos ver la adoración en santuarios y cómo quiere Dios que lo adoremos. “CON ESPÍRITU Y CON VERDAD”

La conversación que mantuvo Jesús con una mujer samaritana revela lo que Dios piensa sobre la adoración en lugares sagrados o santuarios. Viajando por Samaria, Jesús se detuvo a descansar junto a un pozo cerca de la ciudad de Sicar. Empezó a conversar con una mujer que fue a sacar agua. Durante la conversación, la mujer le señaló una de las mayores diferencias entre judíos y samaritanos: “Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar” (Juan 4:5-9, 20).


& Visitantes en el Gran Santuario de Ise (Japón) y en la Gruta de la Virgen de Lourdes (Francia) 5 JTB Photo/UIG/age fotostock 5 José Fuste Raga/age fotostock

La mujer se refería al monte Guerizim, situado a 50 kilómetros (30 millas) al norte de Jerusalén. En aquel lugar, los samaritanos habían tenido un templo en el que habían celebrado fiestas como la Pascua. Sin embargo, en vez de centrarse en aquella diferencia, Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre” (Juan 4:21). ¡Qué comentario tan sorprendente, sobre todo viniendo de un judío! ¿Por qué se dejaría de adorar a Dios en su mismísimo templo? Además, Jesús le dijo: “La hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren” (Juan 4:23). Durante muchos siglos, el impresionante templo de Jerusalén había sido el centro de adoración de los judíos. Viajaban allí tres veces al año para hacer sacrificios a su Dios, Jehová (Éxodo 23:14-17). Sin embargo, Jesús afirmó que todo aquello iba a cambiar, que los verdaderos siervos de Dios lo adorarían “con espíritu y con verdad”. Aquel templo era un edificio situado en un lugar geográfico específico. Pero el espíritu y la verdad no son cosas materiales y no están limitados a un lugar físico. Por lo tanto, Jesús explicó que la adoración verdadera no dependería de ningún lugar ni de ningún edificio; ya se tratara del monte Guerizim, del templo de Jerusalén o de cualquier otro lugar sagrado. En aquella conversación con la mujer samaritana, Jesús también dijo que venía “la hora” de aquel cambio en la adoración a Dios. Esa hora vino cuando, al sacrificar su vida, Jesús dio por terminado el sistema de adoración judío que se basaba en la ley de Moisés (Romanos 10:4). Pero ¿por qué dijo “ahora es”? Porque él, al ser el Mesías, ya estaba escogiendo a los discípulos que obedecerían lo que dijo después: “Dios es un Es-

¿Qué significan las palabras de Jesús de que debemos adorar “con espíritu y con verdad”?

píritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad” (Juan 4:24). Entonces, ¿qué significa adorar con espíritu y con verdad? Cuando Jesús dijo que había que adorar con espíritu no se refería a una adoración caracterizada por el exceso de entusiasmo. Más bien, se refería a la guía que da el espíritu santo de Dios, y que, entre otras cosas, nos ayuda a entender las 2016, N ÚMERO 2

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¿Qué es un santuario? Antiguamente, la palabra “santuario” tenía que ver con un cofre que contenía reliquias sagradas. Con el tiempo, ha llegado a referirse a un lugar que se considera sagrado en sentido religioso o por cualquier otra razón. Los santuarios religiosos están dedicados a la adoración de un dios o a la veneración de un santo. Por lo general, albergan imágenes y reliquias relacionadas con milagros, visiones o apariciones. En la actualidad, un santuario puede ser un templo, una iglesia o una capilla donde la gente va a adorar. Hay quienes hacen pequeños santuarios en su casa. Tanto en Oriente como en Occidente, la gente utiliza estos pequeños altares domésticos para rezar, meditar y hacer ofrendas. No todos los santuarios son religiosos. Por todo el mundo, los familiares y amigos de personas que han muerto en un accidente automovilístico ponen un pequeño altar en la carretera para recordarlos. Hay santuarios que conmemoran batallas famosas o recuerdan a los que murieron en la guerra o en alguna tragedia. Aunque esos santuarios sirven para que la gente medite y muestre su dolor, muchas veces reflejan las creencias y prácticas religiosas de quienes los hacen.

Escrituras (1 Corintios 2:9-12). Y la verdad a la que se refirió es el conocimiento exacto de las enseñanzas bíblicas. Por lo tanto, el lugar donde adoremos a Dios no es lo importante. Nuestra adoración solo le complacerá si concuerda con lo que dice la Biblia y obedece la guía del espíritu santo. LOS SANTUARIOS Y LOS CRISTIANOS ¿Cómo deberían ver los cristianos las peregrinaciones a los santuarios y la veneración en estos lugares? En vista de las palabras de Jesús de que los verdaderos siervos de Dios lo adoran con espíritu y verdad, adorarlo en un santuario o en un lugar sagrado no tiene valor para él. Además, la Biblia nos explica lo que Dios piensa de la adoración de imágenes, pues dice: “Huyan de la idolatría” y “guárdense de los ídolos” (1 Corintios 10:14; 1 Juan 5:21). De modo que los cristianos verdaderos no deberían adorar a Dios en ningún lugar que se considere santo ni que promueva la idolatría. Como ese es precisamente el propósito de los santuarios, los verdaderos cristianos no adoran a Dios en ellos. Esto no quiere decir que la Biblia prohíba tener un lugar favorito en el que orar, estudiar o meditar. Un lugar tranquilo y digno donde reunirse contribuye a aprender y a hablar de temas espirituales. Tampoco hay nada de malo en poner lápidas en memoria de nuestros seres queridos. Tal vez solo sean manifestaciones de cariño y recuerdo por los que murieron. Pero considerar ese sitio como un lugar sagrado, o adorar imágenes o reliquias en él, es lo opuesto a lo que enseñó Jesús. Así que usted no necesita ir a un santuario para que sus oraciones tengan más probabilidades de que Dios las escuche. Tampoco lo va a bendecir de manera especial por peregrinar a alguno de ellos. La Biblia enseña que Jehová, el “Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos de manos”. Pero no crea que Dios es alguien distante. Podemos orarle, y él nos oye estemos donde estemos, pues “no está muy lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:24-27). ˇ


Hacer caso de las advertencias puede salvarle la vida 5 Dermot Tatlow/Panos Pictures

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L 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 sacudió la isla de Simeulue, situada al noroeste de Sumatra (Indonesia). Quienes estaban en la costa vieron que el mar se retiraba más de lo normal. Inmediatamente, todo el mundo echó a correr hacia las colinas, gritando: “Smong! Smong!”, que en el idioma local significa “tsunami”. En menos de treinta minutos, aparecieron olas gigantescas que golpearon la costa, destruyendo casi todas las casas y aldeas. La isla de Simeulue fue la primera población que recibió el impacto de aquel terrible tsunami. Sin embargo, de los 78.000 habitantes de la isla, solo murieron siete. ¿Por qué tan pocos?1 Un refrán conocido entre los isleños dice: “Si hay un temblor y ves que el mar se aleja, corre a las colinas, que pronto con fuerza regresa”. Los habitantes de Simeulue habían aprendido de sus antepasados a reconocer que se acercaba un tsunami al observar los cambios en el mar. Hacer caso a las señales de advertencia les salvó la vida. La Biblia advierte que se acerca una catástrofe global, una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder” (Mateo 24:21). No se trata del fin del planeta por culpa de la pé1 El tsunami del 2004 se cobró la vida de más de 220.000 personas, siendo uno de los tsunamis más destructivos de los que se tiene registro.

sima gestión del hombre o por una catástrofe natural; pues el propósito de Dios es que la Tierra siempre exista (Eclesiastés 1:4). Más bien, Dios causará “la ruina de los que están arruinando la tierra”. Será el fin de la maldad y del sufrimiento (Revelación [Apocalipsis] 11:18; Proverbios 2:22). ¡Qué bendición! Además, a diferencia de los tsunamis, terremotos y erupciones volcánicas, la destrucción que se avecina no acabará con la vida de personas inocentes. “Dios es amor”, dice la Biblia, y él promete que “los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (1 Juan 4:8; Salmo 37:29). ¿Qué puede hacer usted para sobrevivir a la gran tribulación y disfrutar de las promesas de Jehová Dios? Haga caso a las señales de advertencia. ESTÉ PENDIENTE DEL CAMBIO DE LA MAREA No podemos especificar la fecha en la que la maldad y el sufrimiento desaparecerán, pues Jesús dijo: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”. A pesar de ello, Jesús nos animó a mantenernos alerta (Mateo 24:36; 25:13). ¿Alerta a qué? La Biblia ofrece una descripción de cómo sería el mundo antes de que Dios trajera el fin. Así como un cambio repentino en el mar alertó a los habitantes de Simeulue de la proximidad de un 2016, N ÚMERO 2

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IMPORTANTES SUCESOS MUNDIALES QUE INDICAN QUE EL FIN ESTÁ CERCA

GUERRAS MUNDIALES Y AUMENTO DEL CAOS “Ustedes van a oír de guerras e informes de guerras; vean que no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino [...]. Todas estas cosas son principio de dolores de angustia” (Mateo 24:6-8).

ENFERMEDADES Y HAMBRE “En un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento” (Lucas 21:11).

tsunami, también habría cambios importantes en la situación mundial que nos alertarían de que el fin se acerca. En el recuadro de estas páginas se ven algunos cambios de los que habla la Biblia. Es verdad que algunas de estas cosas han ocurrido en el pasado, aunque por separado y con un alcance limitado. Sin embargo, Jesús dijo que cuando viéramos suceder “todas estas cosas” sabríamos que el fin estaría cerca (Mateo 24:33). Pregúntese cuándo a lo largo de la historia las cosas mencionadas por Jesús 1) han sucedido a escala global, 2) han ocurrido todas al mismo tiempo y 3) han llegado a un extremo sin precedentes. Sin duda, estamos viviendo en ese tiempo. UNA MUESTRA DEL AMOR DE DIOS “Los sistemas de alerta temprana [...] pueden salvar vidas”, comentó un expresidente de Esta12

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ANARQUÍA SOCIAL Y CONFUSIÓN RELIGIOSA “Muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; y por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte” (Mateo 24:11, 12).

dos Unidos. Después del tsunami del 2004, se instaló en toda la región un sistema de alarma en un intento de evitar que se repita la pérdida de tantas vidas. De forma parecida, Dios ha establecido un sistema de alarma que advierta sobre la llegada del fin. La Biblia promete: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Tan solo el año pasado, los testigos de Jehová dedicaron más de 1.900 millones de horas a predicar las buenas nuevas en 240 países y territorios, y en más de 700 idiomas. Esta labor es una prueba clara de que el fin está cerca. Debido al amor que sienten por el prójimo, los Testigos se esfuerzan al máximo por advertir a los demás de que el día del juicio divino se acerca rápidamente (Mateo 22:39). Y el hecho de que usted tenga a su alcance esta información confirma el amor que Jehová le


DECADENCIA MORAL Y SOCIAL COMO NUNCA ANTES

PREDICACIÓN DEL REINO DE DIOS

MUCHOS NIEGAN QUE EL FIN ESTÉ CERCA

“En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, [...] desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo” (2 Timoteo 3:1-4).

“Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

“En los últimos días vendrán burlones con su burla, [...] diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación’ ” (2 Pedro 3:3, 4).

tiene. Recuerde que Dios “no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Y usted, ¿hará caso de la amorosa advertencia de Dios? ¡CORRA A UN LUGAR SEGURO! Recuerde que los habitantes de los pueblos costeros de Simeulue huyeron a lugares altos para ponerse a salvo en cuanto vieron que el mar retrocedía; no esperaron a que volviera. Su reacción inmediata fue su salvación. En cierto sentido, antes de que sea tarde, usted también tendrá que huir a un “lugar alto” para salvar su vida. El profeta Isaías escribió por inspiración divina una conmovedora invitación que llega hasta el presente, “la parte final de los días”. La invitación es: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, [...] él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas” (Isaías 2:2, 3).

Subir a una montaña permite tener una visión más amplia y seguridad. Del mismo modo, conocer los caminos de Dios, que están en la Biblia, está ayudando a millones de personas de todo el mundo a mejorar sus vidas (2 Timoteo 3: 16, 17). Esto les permite andar “en sus sendas”, en las sendas de Dios, y disfrutar de su favor y cuidado. ¿Aceptará usted la invitación y la protección que Dios le ofrece para estos tiempos críticos? Por favor, analice en el recuadro que acompaña a este artículo las señales bíblicas sobre “los últimos días” (2 Timoteo 3:1). Los testigos de Jehová que predican donde usted vive estarán encantados de ayudarle a entender y a poner en práctica lo que enseña la Biblia. Tal vez le gustaría ver cómo la Biblia responde a sus preguntas visitando nuestro sitio jw.org. Vaya a ENSEÑANZAS BÍBLICAS ˛ PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA. ˇ 2016, N ÚMERO 2

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¿QUIÉN DIVIDIÓ LA BIBLIA EN CAPÍTULOS Y VERSÍCULOS?

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MAGÍNESE que es un cristiano del primer siglo y su congregación acaba de recibir una carta del apóstol Pablo. Mientras escucha la lectura, nota que el apóstol hace referencia varias veces a pasajes de “los santos escritos”, es decir, las Escrituras Hebreas (2 Timoteo 3:15). “Me gustaría poder leer directamente esa cita”, piensa usted. Pero en aquellos tiempos, encontrar una cita no era nada fácil. ¿Por qué no? NI CAPÍTULOS NI VERSÍCULOS ¿Cómo eran los manuscritos de “los santos escritos” en la época de Pablo? En esta página se muestra uno: se trata de un fragmento del libro de Isaías procedente de los Rollos del mar Muerto. Como puede ver, son bloques de texto sin puntuación. Y sin los capítulos y versículos que usamos hoy. Los escritores de la Biblia no dividieron el mensaje que Dios les transmitía en capítulos y versículos. Simplemente lo escribieron de corrido para que los lectores pudieran tener el mensaje completo y no fragmentos sueltos. ¿Acaso no deseamos lo mismo cuando recibimos una carta importante de alguien amado? Queremos leerla completa, no solo pequeñas porciones de ella. La falta de capítulos y versículos era un verdadero problema. La única forma que tenía Pablo de hacer referencia a sus citas era decir “así como está escrito” o “así como Isaías había dicho” (Romanos 3:10; 9:29). Y estas citas resultarían difíciles de encontrar, a menos que uno conociera muy bien “los santos escritos”. Además, aquellos “santos escritos” no estaban formados por un único mensaje de Dios. A finales del primer siglo, consistían en una colección de 66 libros. Por eso, hoy día, los lectores de la Biblia agradecen contar con capítulos y versículos que 14

les ayuden a encontrar la información que buscan, como las muchas citas en las cartas de Pablo. Puede que se pregunte: “¿Quién le añadió los capítulos y versículos a la Biblia?”. ¿QUIÉN AÑADIÓ LOS CAPÍTULOS? Se dice que la división de la Biblia en capítulos se debe al clérigo inglés Stephen Langton, quien tiempo después llegó a ser el arzobispo de Canterbury. La llevó a cabo a principios del siglo trece, cuando era maestro en la Universidad de París. Anteriormente, los estudiosos de la Biblia ya habían probado diferentes formas de dividirla en porciones o capítulos con la intención, al parecer, de facilitar las búsquedas. Imagínese la comodidad de poder buscar un pasaje en solo un capítulo, en vez de tener que buscarlo en todo un libro, como el de Isaías, que tiene 66 capítulos. Lamentablemente, eso creó un problema: los eruditos elaboraron varios sistemas incompatibles entre sí. Por ejemplo, en uno se dividió el Evangelio de Marcos en casi 50 capítulos, no en los 16 que tiene ahora. En el París de la época de Langton, vi-

LA ATALAYA Por gentileza del Santuario del Libro, Museo de Israel (Jerusalén)


vían estudiantes de muchos países que habían traído sus Biblias consigo. Pero alumnos y profesores tenían problemas para referirse a los mismos pasajes. ¿Por qué? Porque la división de sus manuscritos no coincidía. De ahí que Langton creara una nueva división de capítulos. Según la obra The Book—A History of the Bible (El Libro. Historia de la Biblia), su sistema “captó el interés de lectores y escribas [y] se extendió rápidamente por toda Europa”. La división de capítulos de Langton es la que usan la mayoría de las Biblias hoy. ¿QUIÉN AÑADIÓ LOS VERSÍCULOS? Unos tres siglos después, a mediados del siglo dieciséis, el conocido impresor y humanista francés Robert Estienne facilitó aún más las cosas. Su intención era fomentar el estudio de la Biblia, y se dio cuenta de lo práctico que sería tener un único sistema de numeración tanto para capítulos como para versículos. Estienne no fue el primero a quien se le ocurrió dividir el texto bíblico en versículos. Siglos antes, por ejemplo, copistas judíos habían dividido la Biblia hebrea (o Antiguo Testamento) en versículos, pero no en capítulos. Al igual que ocurrió con los capítulos, no había un único sistema de numeración. Estienne dividió el Nuevo Testamento (o Escrituras Griegas Cristianas) con una nueva numera-

ción de versículos y los combinó con los de la Biblia hebrea. En 1553 publicó la primera Biblia completa en francés con prácticamente la misma división de capítulos y versículos que tenemos hoy. Algunos críticos alegaron que la división en versículos fragmentaba el texto bíblico como si se tratara de frases sueltas y sin conexión entre ellas. Con todo, otros impresores adoptaron rápidamente este nuevo sistema. UNA GRAN AYUDA PARA ESTUDIAR LA BIBLIA Aunque dividir en capítulos y versículos la Biblia parece una idea sencilla, este sistema le da a cada versículo una “dirección” única, como si fuera una dirección postal. Es cierto que la división en capítulos y versículos no fue inspirada por Dios y que en ocasiones divide el texto por lugares extraños. Pero la verdad es que nos facilita hallar los versículos que son importantes para nosotros, de la misma manera en la que marcamos en un documento o libro una frase o expresión que queremos recordar. Aunque se trata de un sistema muy práctico, lo más importante es entender el mensaje que Dios quiere comunicarnos mediante su Palabra. Procure leer el contexto de un relato y no un versículo aislado. Si así lo hace, estará cada vez más familiarizado con “los santos escritos, que pueden hacer[le] sabio para la salvación” (2 Timoteo 3:15). ˇ

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¿Cómo se indican los capítulos y vers ículos? Los capítulos y vers ículos nos permiten hallar cualquier pasaje b íblico. En esta revista, por ejemplo, la referencia “Isa ías 40:13” indica: a) el libro de Isa ías b) el capítulo 40 c) el vers ículo 13

All í podemos leer las palabras de Isa ías: “¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo?”. Las citas que hizo el apóstol Pablo de estas palabras ahora se pueden hallar fácilmente en Romanos 11:34 y 1 Corintios 2:16.

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ISAÍAS

/ 40 b

/ c

“Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—. 2 Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. 13 ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo? 14 ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender...


¿QU É DICE LA BIBLIA?

¿Quién es o qué es el Diablo?

¿Tiene el Diablo control sobre la gente?

¿DIRÍA QUE el Diablo es...

˙ ... un ser espiritual? ˙ ... un símbolo del mal que llevamos dentro? ˙ ... un producto de la imaginación?

ALGUNAS PERSONAS CREEN que eso es un cuen-

LO QUE DICE LA BIBLIA

LO QUE DICE LA BIBLIA

El Diablo habló con Jesús y lo tentó a desobedecer (Mateo 4:1-4). De modo que no se trata de un ser imaginario ni de un símbolo del mal. Es alguien real y malvado. ¿QUÉ MÁS DICE LA BIBLIA?

˙ Dice que el Diablo era un ángel bueno, pero que “no permaneció firme en la verdad” (Juan 8:44). Se hizo un mentiroso y se rebeló contra Dios. ˙ Otros ángeles se unieron a la rebelión de Satanás (Revelación [Apocalipsis] 12:9). ˙ El Diablo le hace creer a la gente que él no existe (2 Corintios 4:4).

Quiero que me envíen el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?

´ ˜ ¿QUE ENSENA realmente LA BIBLIA?

Si desea más información, consulte el capítulo 10 de este libro, publicado por los testigos de Jehová.

to, mientras que otras tienen pánico de ser poseídas por los demonios. Y usted, ¿qué piensa?

“El mundo entero yace en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). El Diablo influye mucho en lo que la humanidad hace, pero no puede controlar a todos los seres humanos. ¿QUÉ MÁS DICE LA BIBLIA?

˙ Dice que el Diablo se vale del engaño para aumentar su influencia (2 Corintios 11:14). ˙ En algunas ocasiones, los demonios pueden controlar a una persona (Mateo 12:22). ˙ Con la ayuda de Dios, usted puede oponerse al Diablo y librarse de él (Santiago 4:7).

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