Maldigo el paraíso de tu abandono - Margarita Bustos Castillo

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MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO

MARGARITA BUSTOS CASTILLO

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Margarita Bustos Castillo

MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO

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Maldigo el paraíso de tu abandono Margarita Bustos Castillo

Montecristo Cartonero 2017 Diagramación a cargo de Juan Cifuentes Diseño por Juan Cifuentes Pintura portada: Cure of enchantment Alessandro Bavary, 2000.

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Minor

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Impreso en los talleres de Montecristo Cartonero Corregidor Fernando de Alvarado 8, Hacienda Los Fundadores, Chillán Viejo, Chile Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor. Registro de Propiedad Intelectual N°: 202.936 I.S.B.N.: 978-956-9055-03-4

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MALDIGO EL PARAÍSO DE TU ABANDONO

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¿A dónde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en ti. Marguerite Yourcenar

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PRÓLOGO Ningún “prólogo”, ningún acercamiento nos revelará nunca el misterio de la poesía. Sólo alusiones que dan vueltas en el aire. Desde esta perspectiva, “vemos” -y esta palabra, “ver”, ya tiene visos académicos-. Pero aquí “vemos” a Margarita Bustos: sus palabras son claras, tan aparentemente claras que nos confunden, nos engañan en esa claridad. Sus versos nos recorren de la lengua al corazón y de ahí a un sexo que, más que sexo, es recipiente de un deseo que queda como un secreto, como un balbuceo intacto. Yo pediría que hiciéramos un ejercicio como lectores, un ejercicio simple: preguntarnos si la idea es la poesía o el ritmo es lo poético, o quizá la imagen. Se advierte que cada una de estas palabras viene de sitios distintos y, aún más, pueden juntarse todas ellas y, como en una tragedia, la poesía no concurriría a la cita. Pero preguntémonos sobre las palabras que ocupa Margarita, las que no están explícitas, porque, como una buena poeta, no pretende: sólo se aplica a hacernos partícipes de algo más hondo, más profundo y perturbador, que consiste en modular las palabras con una íntima vibración que nos da la noción de que estamos frente a una poeta. Estremecimiento, furia lo llamarían los antiguos, que une esa idea, esos sonidos y esas imágenes: ahora estamos frente a una criatura del arte. El poema y una dulce vibración de la voz nos hacen avanzar hacia la belleza creadora. El enmascaramiento sólo quiere encontrar su voz. Pero me perdiste en la torpeza de lo nuevo. (…) Yerma, contemplo la caída. Ximena Rivera Valparaíso 2011 9


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Mi ser henchido de barcos blancos. Mi ser reventando sentires. Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos. Quiero destruir la picazón de tus pestañas. Quiero rehuir la inquietud de tus labios. ¿Por qué tu visión fantasmagórica redondea los cálices de estas horas? (LEJANÍA, Alejandra Pizarnik)

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No vamos. La idea se deshizo mucho antes de comenzar a caminar por el rĂ­o las piedras olvidarĂĄn caricias de pasos sin aire y ocultarĂĄ la luz tras los murmullos ausentes.

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El rumor se tornรณ tangible, su murmullo tocรณ la puerta varias veces antes de volverme detestable y complaciente antes.

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Abro mis ojos transidos por quererte tanto. Despejo los cabellos de mi rostro y te observo nuevamente a la distancia.

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Para encontrarte en el aullido cĂłmplice del viento nazco a la duda Perdida entre tus melodĂ­as, claves y silencios mis palabras se desvanecen.

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ÂżVes? Ya no puedo reptar como antes, escamas se deshacen esperando tras los acantilados la escafandra ya no puede atrapar la terquedad ni mi torpeza. La mudez me ha devorado hasta los silencios.

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El enmascaramiento sĂłlo quiere encontrar su voz, enmudeciendo mi tacto yerma contemplo la caĂ­da.

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Reclamaste con mueca de juguete viejo, luego te hiciste entremĂŠs, acertijo y besos.

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Me mostraste que viajar al ser era mĂĄs doloroso que llorar por lo perdido, como errante emprenderĂŠ la retirada para dejarme habitar por el limbo frenĂŠtico de tu Verbo.

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La locura nos aguarda paciente tras la ventana corremos las cortinas con ansiedad, pero no le abrimos sabemos que toda salida es hacia dentro.

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Desciendo por los peldaños de la catástrofe escaleras – a veces- no conducen a ninguna habitación, menos a una puerta. Tu cama ya no está a la vuelta del pasamano, se ha ido tras un nuevo punto en fuga.

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SĂşbitamente, la ausencia llevĂł al coraje a transitar en medio del silencio que nada susurra: - Nada.

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El horizonte se extravió entre línea recta y que te aguardan impacientes en cada vértice.

curvas

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AguardarĂŠ a que el rasgueo se altere y la humedad salina que expelen tus poros se quede a danzar junto a los mĂ­os.

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Gracias, contestaron voces pรกlidas que surcaron detrรกs de mi oreja esa noche.

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Desde adentro, ovillando cada susurro cómplice me parto infinitesimalmente‌ Hasta revelarte la pregunta.

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La idea de nombrarte cosquillea en mi garganta de pรกjaro, mientras el horizonte con un movimiento de alas estos graznidos amordaza.

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Sangre se posa sobre mi verba y la palabra cae como un trueno sobre mi voz lluviosa.

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Al parecer las risas primordiales levaron anclas, aunque todavĂ­a escucho remeros en la brisa. Tu fantasma podrĂĄ dialogar conmigo en el puerto egoĂ­sta de las evocaciones.

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No pensĂŠ para que no vinieras, para que tu rostro se dibuje en la mentira y el miedo que me roe se descascare con el tiempo.

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Le temo a tu ausencia zig guean za de serpientes

te shshshshshsh

zz zz zzz

zhzzzzz

shshzzzz (aún puedo oírte en el silbido majestuoso con que sellaste mi boca)

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Del otro lado del mar, ya no sabes azul ni yo dejo oleajes cuando el tacto insaciable nos mira.

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SĂŠ mi umbral, la sobredosis que se insinĂşa en el acantilado infinito de nuestras conjugaciones.

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Anhelo descubrir tus tierras en una nueva conquista, pero la lluvia perturba mi ser ansioso de ti.

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Soy tu penitente, la frase incompleta, sombra suicida de tus ecos al despertar .

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En retrospectiva fuiste: acantilado utopía infinita conmutación trascendencia. Dadá al despertar y Realismo social al anochecer.

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(A)hora la transparencia de todos mis males.

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SĂ­labas (in)eludibles se empeĂąan una y otra vez en balbucear tu amargo nombre, mi paladar lenguajea el presentimiento que dejaste sepultado entre sus paredes.

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DegĂşstame con extravagancia de sublime desnudez, contagia de Ă­mpetu mi oraciĂłn a tu cuerpo con la urgencia devota de los placeres.

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Anticipa las pausas mientras deambulo fauces al interior y escudriĂąo su topografĂ­a.

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VolverĂŠ a ti a ser la incoherente ondina que se embriaga en melodĂ­a promisoria, en el sopor ausente de tu piel.

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Me ahoguĂŠ en la bruma con el miedo de testigo cuando ninguna voluntad pudo rescatarme en el acto fallido de las invocaciones.

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Redime mis pensamientos y sus acantilados, antes de tornarme anhelo cuando mis dedos rozan los tuyos por azar melodioso antes de dibujar con tu voz caricias que aĂşn no has probado al amanecer antes, mucho antes de volverme un noctĂĄmbulo recuerdo en mortecinas luces antes que tu memoria necesite obsequiarle a la almohada nuevos brĂ­os que cabalguen para otras voces.

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Las ventanas se abren de par en par para que tu palabra y mi zarpa perturben hasta la mĂŠdula del desarraigo que habita en el acantilado silente de mi desesperanza.

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Detrás de la máscara que dejaste al partir gritos roen noche con hiena furia cegando imaginación en cada réplica accesoria.

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Me gusta invocar tu nombre después de ver morir tus palabras en las mías, revelarte a mi como la fantasía irrenunciable detrás del verso y dejar que mis halagos se fundan a promesas más allá de cualquier lógica amatoria.

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Me ordenaste continuar, mi sombra aún espera junto a la tuya por las mañanas, tus pasos quedaron unidos al ciego andar de los míos y no existirá pena tras el horizonte extraviado.

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En el instante absurdo de las despedidas toquĂŠ su voz desborde inverosĂ­mil junto a clichĂŠs y tangos bailando sin promesas ni recuerdos.

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Perpetua en la certitud del abandono: intento morir fundirme en el incesante tiempo memoria incapaz de encontrarte. Me sumerjo en tu partida y no hay vocablo que pueda transportarme a nuestro tiempo cĂłmplice, y al a-mar que desafiaba mil fauces de aquĂ­ a la eternidad.

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Despojaste significado a todo territorio ya no hay sendas ni constelaciones, solo finitud y esta diรกspora huida que no llega.

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Puedo proferir mil veces que ésta será la última vez invocando tu sombra a medianoche sobre mí tus aromas en ambrosía poética de la barca íntima, tu bogar en mi puerto ansioso hasta macerarnos la existencia, puedo proferir mil veces que esta será la última vez.

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Consuma la retirada mis silencios ya no pueden perseguirte. Se extinguieron las promesas mientras me vuelvo noche sin firmamento, acantilado sin espumas ni oleajes que puedan franquear sus soledades.

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Por ti vi nacer los sentidos a la gesta vertical de mi llanto. AĂşn el recuerdo se come a sĂ­ mismo cada pregunta cada muecamatoria cada significante.

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Entrelazo esta frontera para existir en el sĂ­mbolo que tus lenguas han intentado borrar ahora que sus fuegos derriban toda huella.

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Sin dos, ya no hay eje, ni traslación hasta las fauces en equinoccio el tiempo – incógnita de tu alientoaún respira corporal paraíso.

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Sin acotaciones, oráculos se marchitarán tras el jardín fraseado. Deidades nuevas en su nuevo Olimpo ¡No importa! Las luciérmagas morirán sin su noche y yo mientras indago infinitas caretas del atardecer.

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Me estrellaré contra el muro de las distancias, y no habrá mar que le ahogue ni verso que abrace el dolor cómplice. No existirá ritual capaz de traerte a mí entre las sábanas ni estremecimiento que permita tocar fantasmas.

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Permite a la melancolĂ­a apoderarse de cada rincĂłn que nace y se dibuja sobre la piel invocatoria, mientras mi llanto se deshoja en sinestesias otoĂąales, irrenunciablemente, inagotablemente, inabarcable.

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Tu nombre entre mis brazos para no morir en el anonimato de las ausencias en la frase impĂşdica de los ruegos tardĂ­os. Yo no existĂ­a ya tu nombre me habĂ­a abandonado entre los ecos del silencio.

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ÍNDICE Prólogo Maldigo el paraíso de tu abandono

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MARGARITA BUSTOS CASTILLO (Cauquenes, Chile 1980 - ) Profesora de Castellano y Comunicación de la PUCV, egresada del Magíster en Género y Estudios Culturales de la Universidad de Chile. A fines de los noventa participó en Lecturas Poéticas Itinerantes, Proyecto de la Universidad Católica de Valparaíso. Algunos de sus poemas han sido publicados en las Revistas: “La Mancha”, “Cinosargo” y “Valpoesía”. Ha participado en los Encuentros Nacionales “Letras en Género”, “Rancagua Literario” y “Chillán Poesía 2015 y 2016”. Es parte de las plaquettes: “La Nova Nueva Novela” (Homenaje a Juan Luis Martínez) y “Descerrajando Candados” de Ediciones.G. Redactora para la revista La Otra Pluma. Co-organizadora del Ciclo de poesía de mujeres: “Versadas” que se realiza mensualmente en la Biblioteca de Santiago a partir del año 2015, reuniendo a poetas consagradas y emergentes de diferentes regiones de nuestro país en torno a imaginarios con perspectiva sexo-genérica. Entre sus obras publicadas encontramos: Maldigo el paraíso de tu abandono (Editorial Puerto Alegre, Valparaíso 2011), Eros en la Lengua (Punto de Luz ediciones, Rancagua 2015), Existencial(es) (Primeros Pasos Ediciones, Rancagua 2016) 62


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Maldigo el paraíso de tu abandono Margarita Bustos Castillo

Se terminó de diseñar en el mes de marzo del 2017 En los talleres de Editorial Montecristo Cartonero

Tiraje según demanda

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EDITORIAL MONTECRISTO CARTONERO ESTÁ COMPROMETIDA CON EL DESARROLLO LIBRE DEL ESPÍRITU, LA CULTURA Y EL CONOCIMIENTO DEL SER HUMANO COMO VALUARTES DE NUESTRA SOCIEDAD. CADA LIBRO PUBLICADO POR NUESTRA EDITORIAL ES EN SÍ UNA OBRA DE ARTE CUYO TRABAJO ES MANTENER VIVA LA LLAMA DE LA SABIDURÍA.

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COLECCIÓN MONTECRISTO VERANO 2017 1- EL ATAÚD

Juan Pablo Cifuentes

2- EL ÚLTIMO QU MUERA QUE APAGUE LA LUZ Juan Pablo Cifuentes

3- TERESA

Rosario Orrego

4- LOS PÁJAROS HUYERON DEL NIDO Los Señores Anónimos

5- DIARIO DEL PRIMER VIAJE Y OTRAS CARTAS Cristóbal Colón

6- TITIVILUS

Héctor Navarro Cabello

7- EL MAESTRO Y LAS MAGAS Alejandro Jodorowski

8- REVOLUCIÓN EN CHILE Sillie Utternut

9- TRISTÁN E ISOLDA Richard Wagner

10- WABI-SABI

Miriam Leiva Garrido

11- KARUKINKA

Relato de los selk´nam

12- CANTAR DE LOS CANTARES Salomón

13- CANTO A MI MISMO Walt Whitman

14- BICHO RARO

José Luis Escobar

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COLECCIÓN MONTECRISTO VERANO 2017 15- EL EVANGELIO AMERICANO Francisco Bilbao

16- BESTIA DAÑINA Marta Brunet

17- CANTO DEL MACHO CABRÍO Pablo de Rokha

18- EL CARTÓGRAFO: EL BARRIO DE LA GENTE MEDIANA Christian Gutiérrez

19- CLORODIAXEPÓXIDO Jorge Etcheverry

20- RELATOS DE INSANIA Daniela Páez Rueda

21- UNA NOCHE PINTADA EN LA ROCA Lila Calderón

22- SURCOS DE VENDAVAL Catalina Potocnjak

23- LA REINA DE RAPA NUI Pedro Prado

24- EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON F. Scott Fitzgerald

25- FUERA DE TIEMPO Lilian Elphick

26- DEL CUERPO DE TODAS Amanda Varín

27-. LOS LADRONES DE CADÁVERES Robert Louis Stevenson

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¿Existe una brecha que separa al amor del odio, al perdón del rencor, al dolor de la felicidad? Los versos de este poemario giran en torno a un hablante lírico que desnuda la naturaleza humana que lucha contra su destino. Margarita Bustos Castillo se interesa por mostrar al cuerpo femenino desde sus virtudes, anhelos, deseos y sueños en una sociedad compulsiva y cruel, aparecen estos versos que buscan una explicación al dolor eterno de la humanidad Maldigo el paraíso de tu abandono es una obra que muestra la desolación del ser humano enfrentado a sobrevivir a la herida causada por su misma especie.

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