ESPECIAL JOYAS
Amberes La capital del diamante Hablar de diamantes es hablar de Amberes. Esta bella ciudad belga estรก ligada a ellos desde hace siglos y hoy es el indiscutible centro neurรกlgico de uno de los mercados mรกs importantes del mundo. POR ALICIA ARRANZ FOTOGRAFร AS DE JUAN SERRANO
-38-
PARA ENTENDER LA estrecha relación que conecta los diamantes con la ciudad de Amberes, en Bélgica, hay que remontarse al siglo XV, cuando la capital flamenca, con su bullicioso puerto, era un eje fundamental del comercio en Europa. Al mismo tiempo se asentaban las bases de una incipiente industria en torno a los diamantes en otras ciudades de intensa actividad comercial como Venecia, Brujas y Lisboa. En aquella época los diamantes procedían en exclusiva de India y todavía habría que esperar mucho tiempo hasta que se descubrieran los grandes yacimientos africanos o los más recientes de Canadá y Rusia. Hubo un momento en que Brujas pareció despuntar en la carrera para lograr que este negocio arraigase entre sus artesanos y comerciantes. De hecho, uno de los maestros afincados en dicha ciudad, Lodewijc van Bercken, pasó a la historia por idear una técnica revolucionaria que consistía en pulirlos utilizando otro diamante porque, como es sabido, este mineral es el más duro que se conoce y únicamente un diamante puede cortar a otro. De esa propiedad viene precisamente su nombre original, del griego “adamas”, que significa intocable o inalterable. Pero haciendo alarde de una extrema pericia, los artesanos talladores y pulidores de Amberes consiguieron perfeccionar este delicado método y alcanzaron una fama que hizo consolidarse a la ciudad como el corazón del mercado de los diamantes, una envidiada posición que todavía hoy conserva, aunque hay quien opina que dentro de no mucho tiempo Dubai podría tomar el relevo. Por ahora, los datos que se manejan confieren a Amberes una ventaja más que considerable. Por ella pasa el 80% del total de diamantes que circulan por el mercado internacional y más de la mitad son tallados aquí por experimentados artesanos locales. El resto se envían desde hace unos treinta años a India, por el abaratamiento del coste de la mano de obra. Y más recientemente China ha entrado en la rueda, con gran éxito sobre todo con los diamantes de menor tamaño. En el negocio de los diamantes, opaco de por sí, no está muy bien visto hablar con claridad de los beneficios que se obtienen con cada transacción pero lo que es sabido es que un diamante, sean cuales sean sus características, duplica su valor una vez tallado y pulido. UN NEGOCIO QUE FUNCIONA.
Desde la Antigüedad, cuando existía la creencia de que eran “lágrimas de los dioses”, los dia-
mantes han sido objeto de veneración por los que se han pagado inmensas cantidades de dinero. Su elevado precio se explica teniendo en cuenta su escasez y la dificultad que implica su extracción, ya que de media hay que remover unas 250 toneladas de roca y arena en volcanes extinguidos o en lechos de ríos para obtener un solo quilate. La producción anual actual alcanza los 110 millones de quilates, de los que sólo la mitad son aprovechados en el sector de la joyería, mientras que el resto se emplean para fines industriales. En el siglo XXI los diamantes siguen siendo una excelente inversión. Sólo en Bélgica este negocio movió el año pasado más de 42.000 millones de dólares, entre importaciones y exportaciones, lo que representa el 8% de su Producto Interior Bruto. UN MUNDO Una cifra récord CERRADO. que para Philip Arriba, entrada Claes, portavoz de la Exposición Divas (Museo del Consejo Sudel Diamante perior del Diade Amberes). mante, sirve para Abajo, la Bolsa de Diamantes acallar las voces de Amberes. En que aseguran la otra página, que el mercado 'Lachrymosa' máscara está entrando en utilizada por crisis. “El negoElisabeth cio funciona porTaylor. Exposición que hay mucha Divas. demanda que sigue creciendo gracias a los nuevos consumidores de países como Rusia, India y China”, comenta. El interés que generan los diamantes en estos países tiene su reflejo directo en el tránsito cotidiano de las calles de la llamada milla del diamante. Hasta hace pocos años, el negocio estaba en manos de la comunidad judía prácticamente en su totalidad, así que las levitas, los sombreros negros y las barbas largas eran un uniforme universal, casi imprescindible para entrar a formar parte de este cerrado mundo. Ahora se ven cada vez más indios con trajes impecables portando maletines de un lado a otro y los dependientes coinciden en que la mayoría de sus clientes proceden de China y de de los miembros de la industria, países del Este de Europa. con la poderosa supercompañía CERTIFICADOS INTERNACIONADe Beers a la cabeza. Con sede LES. La calle principal de la mien Sudáfrica, esta empresa conlla del diamante es Hoveniersstrola desde hace más de un siglo trat. Es peatonal, suponemos el 4% de la totalidad de la proque por motivos de seguridad ducción minera mundial de dia(probablemente ésta sea la zona mantes en bruto y cada mes los con más cámaras de seguridad vende por valor de medio billón por metro cuadrado del planede dólares. Sólo tiene 70 clienta). En el número 22 se entes directos en todo el mundo cuentra la sede del Consejo Sua los que garantiza incondicioperior del Diamante (HRD, en nalmente el suministro, por lo sus siglas flamencas). Sobre este que tiene plena capacidad para organismo recae la responsamantener a raya la oferta en bilidad de velar por los intereses función de la demanda.
-39-
Todo en el barrio Si se pretende buscar referencias de los diamantes en la parte antigua de Amberes, la decepción está asegurada ya que no hay apenas rastro de ellos fuera del escaso km2 que ocupa la llamada milla del diamante. El límite lo marca la imponente Estación Central, y dentro de ella se empiezan a ver montones de pequeñas joyerías. En las calles de los alrededores, todo y todos los que transitan por ellas tienen que ver con el gran negocio: bancos de todas las nacionalidades, empresas aseguradoras, oficinas comerciales y de representación de pequeñas, medianas y grandes empresas… En Amberes hay unos 1.800 intermediarios acreditados y otros tantos más que no están registrados por las instituciones oficiales. Si a eso le sumamos los cientos de personas que van y vienen cada día de todos los rincones del mundo, aprovechando la céntrica ubicación de la ciudad y sus excelentes conexiones, sumamos un total de miles de personas comprando y vendiendo diamantes en un espacio bastante reducido. Sin embargo, todo parece bien ordenado y en ningún momento se percibe una sensación de multitud. Más bien, lo contrario, como si todas las transacciones formasen parte de un armónico orden. Para conocer el proceso de corte, tallado y pulido de los diamantes, se puede visitar el Diamond Land, una tienda en la que se ve a los artesanos trabajando (www.diamondland.com). También se pueden concertar visitas guiadas gratuitas a la fábrica de The Krochmal & Lieber, especializada en diamantes de gran tamaño (www.diamondgroup.be). MÁS INFORMACIÓN: TURISMO DE FLANDES WWW.FLANDES.NET
El Consejo Superior del Diamante funciona también como un ente que promociona el diamante desde diversas disciplinas, ya sea impartiendo cursos por todo el mundo u organizando eventos como el desfile anual en el que los grandes de la moda crean diseños con diamantes. En sus oficinas, sin apenas ornamentación en consonancia con todo el barrio del diamante, trabajan unas 300 personas de las que aproximadamente la mitad se dedican en exclusiva a emitir certificados.
El Certificate Lab está dividido en varios departamentos y en cada uno se analiza una de las características diferenciadoras: tamaño, transparencia, claridad, brillo, color y fluorescencia. Diamantes de todo el mundo son enviados aquí para obtener estos certificados que son los más respetados y valorados internacionalmente. Cuando se reciben, se les asigna un número y un código para circulación interna y otro para identificar a su propietario, de manera que nadie pueda salir beneficia-
JOYAS
amberes
Sólo en Bélgica el negocio de los diamantes movió
el año pasado más de 42.000 millones de dólares entre importaciones y exportaciones, lo que representa el 8% de su Producto Interior Bruto
do en la certificación. Se tarda unas dos semanas en examinar cada diamante y al dueño se le factura por cada quilate (un quilate equivale a 200 miligramos, y puede ser dividido en cien partes, pudiéndonos encontrar con diamantes de 0.30, 0.75, 1.60, etc...) a razón de 80 dólares por quilate. CÓDIGOS DE HONOR. En general, el mundo de los diamantes no es demasiado transparente y menos todavía si no se está introducido en el negocio. Se trata de un mercado en el que los contactos son lo más importante y que se rige por reglas no escritas donde prima el honor y la palabra dada. Las cuatro bolsas de diamantes que existen en Amberes, en las que se formalizan transacciones astronómicas, funcionan como clubes privados. Por ejemplo, cuando hay algún conflicto entre un vendedor y un comprador, existe una comisión que trata de resolverlo. Sólo cuando no se EL PROCESO. alcanza un acuerArriba, do a través de esta proceso de pulido en The vía, se recurre a la Krochmal & justicia ordinaria. Lieber. Abajo, Para ser miembro diamantes en de una bolsa hay el microscopio en el control que contar con el de calidad de respaldo de dos Antwerp World padrinos y presen-
tar una candidatura formal que pasa a ser estudiada por el cuerpo directivo. A continuación, se abre un plazo de varios meses en los que los demás miembros pueden presentar sus alegaciones para negarle la admisión al candidato, que en caso de ser aceptado, tendrá que pagar una cuota anual de unos 2.000 euros. Evidentemente, nadie que no esté debidamente acreditado puede entrar en una de estas bolsas, pero la experiencia verdaderamente merece la pena. En la de Diamantlandt, también en la de Hoveniersstrat, se res-
pira un ambiente de tranquilidad absoluta. Al pasar los controles de seguridad, se accede a una enorme sala en la que están dispuestas mesas con bancos corridos con lámparas especiales para observar los diamantes. Incluso las ventanas están orientadas de manera adecuada para que la luz sea perfecta para analizarlos. Al otro lado de la sala hay una pared repleta de tablones con anuncios de ofertas de trabajo, por ejemplo, para un tallador experimentado o un comercial para viajar por medio mundo. En otro tablón hay colgadas de-
Diamond Center.
nuncias de pérdidas de diamantes. Aunque para los ojos de cualquiera que no sea un experto no se detectan las diferencias, cada diamante posee unas cualidades que lo hacen único, por lo que es bastante habitual que los que se declaran desaparecidos regresen de vuelta a manos de sus propietarios. Una muestra más de que los códigos de honor y de confianza rigen este negocio en el que no hay lugar para juegos. SIEMPRE DE MODA. Los tiempos en que sólo los monarcas o los nobles podían acceder a los dia-
mantes quedaron atrás hace mucho. Ahora son las actrices, cantantes y modelos quienes los lucen con orgullo en cuanto tienen ocasión, lo cual funciona como una potente plataforma de promoción que hace que quienes los ven en la televisión o en las revistas quieran emularlos. “Los diamantes siempre están de moda y estoy seguro de que eso es algo que no cambiará nunca”, afirma el portavoz del Consejo Superior del Diamante. Pero como ocurre con cualquier otro bien de lujo, las preferencias varían dependiendo del momento social, del país o de la clase social. Actualmente, los más caros son los rosas, debido en parte a su escasez, pero también a que son los más demandados en India porque combinan mejor con el color oscuro de la piel de sus mujeres. En China prefieren diamantes más pequeños y más puros, mientras que en Estados Unidos y en Europa los compradores se suelen decantar por los que son de mayor tamaño aunque tengan menos calidad. Sólo en este mercado se vende el 50% de todos los diamantes tallados porque la tradición de regalar uno en ocasiones especiales no sólo no ha decaído en el siglo XXI sino que cada vez tiene más seguidores.
Diamond Divas
Joyas excepcionales Amberes es más que nunca la ciudad de los diamantes gracias a la fantástica exposición ‘Diamond Divas’ que alberga su Museo del Diamante y que reúne 80 joyas de incalculable valor no sólo por sus quilates y diseños sino porque sus portadoras han sido las más glamourosas divas de la realeza y el celuloide. Entre las piezas expuestas están las tiaras de Marie Bonaparte, la reina Elisabeth de Bélgica o la princesa Grace de Mónaco; el espectacular collar con forma de serpiente de Cartier que llevó María Félix, y el diamante Baroda, de 24 quilates, que lució Marilyn Monroe en el estreno de “Los caballeros las prefieren rubias”. HASTA EL 8 DE JUNIO. WWW.DIAMONDDIVAS.BE
-40-