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Peregrina de Silencios

A petición del Delegado de acción social, caridad y relaciones públicas me honro en escribir este artículo:

“Peregrina de silencios”.

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Carreta Blanca de Madera, Trono bendito de nuestro venerado Simpecado... ¡Cuántos recuerdos y vivencias atesoran, en torno a la Carreta, los rocieros y rocieras de Benacazón!

Este escrito es un homenaje a título póstumo en memoria de mi hermana Manoli García Franco... ¡Nuestra “Estrella del Rocío”! Porque su añorada presencia florecerá todos los años en las arenas al llegar Pentecostés.

Sus pisadas firmes dejaron huellas imborrables en nuestros corazones, ella disfrutaba el camino andando, ida y vuelta, siempre caminando junto a la Carreta Inmaculada del Divino Simpecado.

Llegaron acontecimientos inesperados y con su extraordinaria forma de ser nos trasmitía fortaleza cuando comenzó a caminar lentamente, durante dos años y medio, hacia las marismas eternas de Dios en una peregrinación silenciosa, triste y dolorosa.

Aunque el camino era duro, demostraba fe y esperanza caminando

con resignación ayudada por la Fuerza del Espíritu Santo pero el cansancio se apoderó del brillo de su mirada y su agotado semblante iba despidiendo a la ilusión.

Ella que perfumaba el ambiente con sus bailes por sevillanas y su sonrisa eterna en el camino del Rocío... ella siempre estará presente en los Ángelus, en las paradas, en la “jiada” del joven carretero y en el recuerdo de tantos familiares, amigos y amigas que compartían vivencias y emociones caminando por las arenas.

Mi hermana fue “Peregrina de silencios”, humilde en su grandeza, sencilla en su ejemplar forma de ser: enamorada esposa, sublime madre, bondadosa hija, excelente hermana, sensible tita, dispuesta cuñada, ¡amable y sincera amiga! ¡¡Rociera de corazón!!

Su dolorosa ausencia es un tímido resplandor de vivencias que brillará eternamente en la oscuridad de nuestros sentimientos recordando su caminar de verdadera peregrina que seguirá sembrando recuerdos en la nostalgia de nuestra marchita primavera porque en su hogar se vivía intensamente el Rocío todo el año.

Siento temblor en el corazón al recordarla porque mi hermana Manoli poseía un tesoro de amor en sus sentimientos. Toda nuestra familia la sufriremos eternamente y sus amigos y amigas siempre la recordarán por su simpatía, disponibilidad y saber estar con su sonrisa alegre y sincera.

Me consuela la seguridad de que la Santísima Virgen y el Pastorcito Divino la estaban esperando en las puertas de la Gloria para asignarle un sitio privilegiado junto a la Blanca Carreta Celestial porque siempre fue una rociera ejemplar ¡Peregrina de silencios!

MGF

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