Consumismo
La sociedad occidental lleva un ritmo de producción y consumoverdaderamenteloco.Quizásmuchosnosepercaten porque este consumismo se ha convertido en algo cotidiano, una realidad que está ahí desde el mismo momento en el cual nacimos. Quizás la forma más magistral de expresar esta realidad la halló Joachim Spangenberg:“En los países ricoselconsumoconsisteen: personasquegastaneldinero que no tienen, para adquirir bienes que no desean, para impresionar a personas que no aman”.La producción, lasestrategiasdepublicidad cada vez más agresivas y ciertas características de personalidadpuedenseruna mezcla bastante explosiva en algunas personas que sufren el shopping compulsivo; verdaderas crisis de adquisición incontroladas. Por otro lado, y después de 12 años investigando la adicción a las compras compulsivas, Lane Benson, psicóloga que ejerce su profesión en la ciudad de Nueva York, fundó una de las escasas páginas webs dedicadas a la adicción a las compras (www.stoppingovershopping.com’). En su programa se incluye un libro que ayuda a los afectados a identificar y explorar las causas que les empujan a comprar compulsivamente. y, consecuentemente, les ofrece distintas herramientasparadetenersuadicción.Seexplicanademáslas consecuenciaseconómicas,personalesyfamiliaresquetiene este trastorno. También incluye un diario donde el paciente refleja el comportamiento y una guía para de meditación.
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comprar está aumentando en número, tanto en Europa como América. De hecho, los estudios sitúan la cifra nacional de compradores patológicos en alrededor de un 3%, aunque hasta un 33% practica esta actividad de forma irreflexiva. En los Estados Unidos, 6 de cada 100 mujeres no pueden resistirse a abrir su billetera aún cuando no lo precisen; y los hombres (dato que da por tierra con los prejuicios sexistas) castigan sus fondos con adquisiciones fuera de foco y sentido en un 5, 5% de los casos. Otro de los motivos por los cuales los especialistas piensan en incluirlo en el catálogo deenfermedadesmentales,esquelaurgenciaporgastarsuele estarasociadaconniveleselevadosdedepresiónyansiedady a la presencia de otros trastornos del control de los impulsos. Paraquienescomprarsetransformaenobsesión,irdecompras se convierte en una necesidad vital, irrefrenable en la que se dejantodosutiempoydinero.Acambiopierden:sueconomía, sus relaciones personales y familiares y, sobre todo, su autoestima Un grupo de investigadores estadounidenses,
Es preocupante saber que el pasatiempo más común de las mujeres de hoy es ir de compras. Las adictas al shopping son muchas más de lo que podrías pensar, son millones y la gran mayoría son mujeres. El perfil de las adictas es el siguiente: mujeres entre los 20 y 40 años, trabajadoras, insatisfechas con su vida sentimental y sexual, que llenansusratosdeocioenlos grandescentroscomerciales al menos una vez por semana. Los síntomas de las adictas a las compras son los clósets llenos de prendas sin estrenar, las deudas financieras y las compras ocultas a sus seres cercanos. La “shopaholic” se gasta el dinerodestinadoalacompra del mes, al seguro del coche o a la renta, en unas sandalias de Chanel o en un vestido de Armani, que no le hacen ninguna falta.El vacio emocional: Esta adicción puede llegar a ser tan grave y dañina como el alcohol, las drogas o el juego, porque el proceso mental es el mismo: la enferma recurre a estaevasióntemporalquela hace olvidar sus problemas reales, durante el consumo sesientebienperomástarde experimentaunsentimiento de culpa y remordimiento. Las mujeres que sufren este problemasonvíctimasdeun vacío,eintentanllenarlocon las compras compulsivas. La mayoría de las veces atraviesan por problemas de pareja que las hacen necesitar verse cada día distintas,siemprebuscando
EL IMPACTO / VIERNES 28 DE MAYO DE 2010
Retoque Fotográfico: Juliana Arango
la perfección. Las adictas seautoengañandiciéndose “no puedo dejar pasar esta ganga”, “es el vestido de mis sueños”, “necesito ese anillo para poder vivir”, “me fascina la moda”, pero no se dan cuenta de que lo que realmente necesitan es sentirse bien consigo mismas y olvidar su inseguridad. Como evitarlo: Antes de salir de compras, determina cuánto dinero puedes y debes gastar. Pase lo que pase, nunca gastes más. Haz una lista con lo que realmente necesitas, así te será más fácil no salirte de tu presupuesto. Antes de salir de compras, determina cuánto dinero puedes y debes gastar. Pase lo que pase, nunca gastes más. Haz una lista con lo que realmente necesitas, así te será más fácil no salirte de tu presupuesto.No lleves contigo la tarjeta de crédito, paga todo en efectivo, así es más difícil que sucumbas a las tentaciones. No vayas de compras en temporada de rebajas, porque son una forma de engañarte. Si con ninguno de los consejos anteriores logras solucionar tu problema, es importante que vayas con un psicoterapeuta, porque aunque no lo creas, ser adicta a las compras habla de un problema grave de inseguridad en ti. es esa imparable vocación de comprar de todo así no nos sirva. “Es una enfermedad que padecen aquellos que hacen uso y abuso de sus tarjetas de crédito.”
Las mujeres adoran sus zapatos y están dispuestas a ir todo lo lejos que haga falta por ellos, incluyendo arriesgarse europapark.co.uk
liderado por Lorrin Koran, de la Universidad de Stanford, llevó a cabo un trabajo por medio del cual establecieron la incidencia y las características de este trastorno de los impulsos.“las primeras evidenciasdestacanlosexpertosen elestudio-sugierenquelosafectadosporelcomportamiento compulsivo de adicción a las compras suelen tener, además, niveles elevados de depresión y ansiedad cuando se les compara con los que no siente esta urgencia por gastar.” en España, un informe reciente elaborado por la Unión de Consumidores de España (UCE), señala que una de cada tres personas compra más de lo que necesita. Y otro sondeo elaborado por el Gobierno de Castilla La Mancha establece queenun3%delapoblación las compras son patológicas y que hasta un 33% abusa de ellas de forma irreflexiva. Tras realizar entrevistas telefónicas a lo largo y ancho de los Estados Unidos a un total de 2.513 hombres y mujeres de 18 años o más, los expertos de Stanford pudieron comprobar que la patología es tan frecuente en el sexo femenino como en el masculino. Y que la mayoría de los compulsivos suele pagar sus adquisiciones con tarjetas de crédito. Una encuesta realizada entre mil 57 mujeres por el Centro de Investigación Nacional de Informes de Consumidores paralarevistaShopSmartconcluyóquelasmujeresestadounidensestienendemedia19pares de zapatos, aunque sólo se ponen cuatro habitualmente, y 15 por ciento tiene más de 30 pares. Según la encuesta, las mujeres se arriesgan a hacerse daño con tal de ponerse zapatos de tacón o sandalias de pulsera. 43 por ciento dice haber sufrido daños moderados con un calzado, y un ocho por ciento habló de lesiones graves, como esguinces o roturas.
EL IMPACTO / VIERNES 28 DE MAYO DE 2010
¿Compro, luego existo? O quizás, ¿compro más, soy más? Algo de esto hay probablemente en el fondo de esas sicologías que conducen a una espiral de consumo en cuyo fondo hay noches en vela, deudas, depresiones, angustia, desórdenes en la alimentación….el gusto por el acto de comprar; minutos después de “perpetrado”, el remordimiento aparece
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