Hoja dominical - Tono 6º

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…Los Cristianos, de acuerdo a la enseñanza apostólica, deben estar de pie durante la Lectura del Santo Evangelio y durante la «Liturgia de los fieles». Durante la Lectura de los Salmos (Catismas) y las Homilías algunos estarán de pie y otros sentados. Tertuliano, en el año 190 d.C., mencionó respecto a la práctica de estar levantados durante los servicios. Dijo: «Algunos, en la preparación para la oración, se deshacen de las capas, y algunos creen que su deber es no levantarse, sino estar sentado; nosotros no debemos imitar esta actitud. Es muy inapropiado orar mientras estamos sentados mientras que una gran multitud de Ángeles están de pie ante el Rostro del Señor con temor y temblor; sentados nos mostramos como personas que oramos a regañadientes, sin cuidado, y con pereza». San Agustín, cuando discutía sobre cómo se debía estar en la Iglesia, dijo: «Movido por amor paternal, he dicho a aquellos que tienen dolencias en las piernas, o que tienen otras dolencias, que deben sentarse y oír atentamente las largas Lecturas. Pero si alguno de nuestros hermanos sanos piensa que pueden estar sentados todo el tiempo… es peor aún, que los que se dedican a hablar ociosamente sin poner atención ellos mismos, ni permitir que otros escuchen. Por eso les pido a sus nobles hijas, y les imploro con paternal preocupación, que ninguno de ustedes se siente en las Lecturas u Homilías, a menos que una profunda debilidad del cuerpo les obligue a hacerlo». En las primeras obras de los Santos Padres de la Iglesia, se muestra una actitud muy reverente durante los Servicios y los Oficios Sagrados. En uno de esos escritos se dice: «Uno debe levantarse y no mirar alrededor, no se debe apoyar en un pilar o columna, tampoco en el bastón, ni se puede pasar el peso de una pierna a la otra». El estar de pie ante Dios y sus Santos durante el Servicio eclesiástico es la única postura aceptable para los fieles, como para los que están sirviendo, tanto para los que están orando, ya que el sirviente nunca está sentado ante su señor. Los fieles todos somos servidores de Dios, redimidos con Su Preciosa Sangre (Lucas 17: 10; 1ra. Corintios 6: 19-20).

La vida entera de un Cristiano Ortodoxo, de acuerdo con las Sagradas Escrituras debe ser una continua nobleza espiritual y atención hacia Dios. El Apóstol San Pablo dice: «Permanezcan firmes en la fe» (1ra. Corintios 16: 13); «Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza» (Efesios 6: 13-15; Isaías 59: 17); «perseveren firmemente en el Señor» (Filipenses 4: 1). Si el Cristiano debe estar siempre de pie en guardia espiritual, para su salvación, entonces él tiene que hacer más todavía durante los Servicios Divinos de la Iglesia, ya que es una expresión y un enriquecimiento al servicio que ofrecemos diariamente a Dios. Si el espíritu de los que sirven y rezan se dirige hacia lo Alto, ¿acaso no subiremos también el cuerpo que es el sujeto de él? Estar de pie durante los Servicios Divinos nos enseña a ser humildes servidores, preparados, atentos y deseando el servicio de Dios. No muy diferente como en los sacrificios del Antiguo Testamento: los fieles, de pie y cansándose durante el servicio, sus cuerpos son simbólicamente ofrecidos a Dios, como bien dice el Apóstol San Pablo: «Yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: Este es el culto espiritual que deben ofrecer» (Romanos 12: 1). Extraído de Orthodox Life, volumen 33, Nº 6, pp.48-49. Fragmento del libro The Concern of the Orthodox Church for the Salvation of the World, escrito por el Reverendo G. S. Debolsky. Traducido del ruso por Maria Naumenko. Artículo original: http://orthodoxinfo.com/praxis/whystand.aspx Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América www.ocamexico.org

Catedral Ortodoxa  La Ascensión del Señor  ¿Por qué los Cristianos Ortodoxos están de pie durante los Servicios Divinos?

Durante la celebración de los Servicios Divinos es importante que los Cristianos estén de pie, como los Santos, y como los Profetas inspirados por Dios, que están «de pie en los Cielos al lado del Trono de Dios» (Isaías 6:2; 1ra.Reyes 22:19; Daniel 7:10 y Apocalipsis 7:11).

La tradición en la Iglesia Ortodoxa de estar de pie durante las Oraciones y los Servicios Litúrgicos, no es solamente la representación espiritual de la Iglesia Celestial, sino también de la Iglesia del Antiguo Testamento. En la descripción de la bendición de Salomón en el Templo se dice: «Todos los levitas cantores, los de Asaf, de Hemán y Jedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del Altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas» (2ª Crónicas, 5:12); «Toda la congregación de Israel estaba de pie» (2ª Crónicas 6:3). Podemos encontrar otro ejemplo en la Biblia, cuando se describe el reinado de Josafat. Para proteger su tierra natal de los Amonitas y de los hijos de Moab, él «se puso de pie en medio de la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la Casa del Señor, delante del Atrio nuevo y Todo Judá estaba de pie ante el Señor con sus niños, sus mujeres y sus hijos». (2ª Crónicas 20:5, 13). Ezra y Nehemías, hablando sobre los servicios de los judíos después de la cautividad de Babilonia, dicen: «se presentaron los Sacerdotes, revestidos de lino fino, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al Señor según las prescripciones de David, rey de Israel». (Esdras, 3:10); «subieron al estrado de los levitas y clamaron en alta voz al Señor su Dios, y los Levitas hicieron a la gente entender la ley; y las gentes se levantaban en las plazas» (Nehemías 8:8-9; 9:4-5; y Mateo 6:5) Estar de pie durante la Oración era obligatorio entre los judíos, como se puede comprobar en las Sagradas Escrituras, en el Cielo y en la Iglesia del Antiguo Testamento, los Cristianos Ortodoxos han mantenido la tradición, desde los tiempos apostólicos, de estar de pie durante los Servicios Divinos. Podemos comprobar en el Nuevo Testamento la validez de esta práctica, donde leemos lo que Cristo dijo después de expulsar un espíritu maligno de un joven, «levantándolo y manteniéndole de pie»: esta clase de demonios no puede ser expulsada por ningún medio si no es por la oración y el ayuno (Marcos 9:27-29), y en la Tradición apostólica, es proclamado: «Levantaos, bendice Maestro.» (Vísperas)…

7º domingo después de Pentecostés – Tono 6°


Tropario de la Resurrección - Tono 6° Coro: Las Potestades angelicales estaban ante tu tumba, / y los que te vigilaban cayeron como muertos, / y María entrando en tu sepulcro, / buscaba tu Purísimo Cuerpo. / Te despojaste del infierno sin ser entrampado por él. / Descendiste al encuentro de la Virgen dando vida, Oh Señor, / que de entre los muertos Resucitaste, / Gloria a Ti.

esperanza. Y el Dios de la paciencia y de la consolación les dé el mismo sentir entre ustedes, según Cristo Jesús; para que unánimemente a una sola voz glorifiquen a Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, recíbanse unos a otros, según también Cristo nos ha recibido a nosotros para gloria de Dios.

† Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Diácono: Sabiduría.

Tropario a los Santos Mártires Trofímo y sus compañeros - Tono 6°

Lector: ALELUYA, en el Tono 6° Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya. Verso: El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya. Verso: Diré yo al Señor, Esperanza mía y Castillo mío, mi Dios, en el confiaré. Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Coro: Los Santos Mártires Trofímo y sus compañeros, / Oh Señor, a través de sus sufrimientos recibieron de Ti las coronas incorruptibles, Dios nuestro. / Porque con tu fuerza, vencieron a sus adversarios / y destrozaron la impotencia de los demonios. / Por sus intercesiones, salva nuestras almas. // † Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén: Contaquio de la Resurrección - Tono 6° Coro: Levantando a todos los muertos con su vivificante mano, / de los valles tenebrosos, Cristo Dios Nuestro, Dador de Vida, / quiso conceder la resurrección de esta masa humana. / Porque Él es Salvador de todos, / la Resurrección, / la Vida y Dios de todos. // Diácono: Atendamos.

Sacerdote: Paz a ti. Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio. Sacerdote: Paz a todos. Coro: Y a tu espíritu.

+L

ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. (Mateo 9: 27 – 35) Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

Sacerdote: Paz a todos. Lector: Y a tu espíritu.

Sacerdote: Atendamos. Diácono: Sabiduría.

Lector: PROQUÍMENO en el Tono 6° Verso: Oh Señor, salva a Tu pueblo, y bendice Tu heredad; Tu heredad. Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. // Verso: A Ti clamaré, oh Señor mi fortaleza; no guardes silencio para mí. Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. // Verso: Oh Señor, salva a Tu pueblo. Coro: Y bendice Tu heredad; / Tu heredad. // Diácono: Sabiduría.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS (Romanos 15: 1 – 7)

ROMANOS. Diácono: Atendamos.

Hermanos: Nosotros los fuertes, debemos llevar las flaquezas de los débiles, y no por placer a nosotros mismos. Cada uno de nosotros plazca al prójimo para lo bueno, y para su edificación; pues también Cristo no se complació a sí mismo, sino, según está escrito: Las injurias de los que te injuriaban, cayeron sobre mí. Pues, cuanto se ha escrito, para nuestra enseñanza se escribió; a fin de que, por la paciencia y por la consolación de las Escrituras, tengamos

En aquel tiempo: Jesús caminando por esa región, lo siguieron dos ciegos gritando y diciendo: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David! Y, yendo Él a la casa, se le acercaron los ciegos, y les dice Jesús: ¿Creen que puedo hacer esto? Le dicen: Sí, Señor. Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Hágase en ustedes, según su fe. Y se abrieron los ojos de ellos. Y les murmuró Jesús, diciendo: Miren; que nadie lo sepa. Pero ellos, saliendo, lo divulgaron por toda aquella región. Y, saliendo ellos, he aquí le trajeron un mudo endemoniado. Y, después de ser arrojado el demonio, comenzó a hablar el mudo. Y se maravillaron las gentes, diciendo: Jamás se ha visto cosa parecida en Israel. Pero los fariseos decían: Por medio del príncipe de los demonios expulsa a los demonios. Y recorriendo Jesús todas las ciudades y las aldeas, enseñaba en las sinagogas de ellos, predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.


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