Revista circulo interno no 3 octubre 2013

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CIRCULO INTERNO EL HERALDO DEL BIEN No 3 QUE VENDRÁ Octubre 2013

EDITADA EN EL PAÍS DE INDIA EDITOR JULIO LIRA CH.

DIRECTORA MARIANA NAVARRO

EL SER Y EL SER SUPREMO LENGUAJE DE LAS PARÁBOLAS

PENSAMIENTO

ZEN

Gurdjieff

El Sufismo El Chamanismo


EDITORIAL Mucho antes de que existiera Sumeria, antes de que Egipto construyera Sakkara, antes de que floreciera el Valle del Indo, el espíritu vivía en cuerpos humanos, danzando en una cultura elevada. La Esfinge conoce la verdad. Somos mucho más de lo que sabemos. Hemos olvidado. La Flor de la Vida fue y es conocida por toda la vida. Toda la vida, no solo aquí sino en todas partes, sabía que era el patrón de la creación el camino de entrada y el de salida. El Espíritu nos creó en esta imagen. Tu sabes que es verdad; está escrito en tu cuerpo, en todos tus cuerpos. Hace mucho tiempo nos caímos de un nivel muy alto de conciencia y los recuerdos están comenzando a emerger justo ahora. El nacimiento de nuestra conciencia nueva/vieja aquí en la Tierra, nos cambiará para siempre y nos regresará a la conciencia de que en verdad solo existe un Espíritu. Estaré proporcionando evidencia matemática y científica, para mostrar cómo llegamos aquí como seres espirituales en un mundo físico, con el fin de convencer a la parte analítica de nosotros del cerebro izquierdo, de que solo existe una conciencia y un Dios y de que todos somos parte de esa Unicidad. Esto es importante, porque esto lleva a ambos lados del cerebro hacia el equilibrio. Este equilibrio abre la glándula pineal y permite que el prana, la energía de fuerza de vida, entre a la parte más interna de nuestro ser físico. Sin embargo, por favor comprendan que la evidencia de la cual aprendí originalmente esta información, no es importante en sí misma. En la mayoría de los casos, la información podría ser cambiada completamente por información diferente, sin afectar el resultado. Adicionalmente, cometí muchos errores porque ahora soy humano. Lo que es más interesante para mi, es que cada vez que cometí un error, este me condujo hacia una comprensión más profunda de la Realidad y hacia un verdad superior. Por lo que les digo, si encuentran un error, miren más profundo. Si se quedan colgados en la información al sobreestimar su valor, perderán totalmente el objetivo del trabajo. Lo que acabo de decir es primordial para la comprensión de este conocimiento. También estaré brindando mis experiencias personales, muchas de las cuales son, lo admito, extravagantes para los estándares ordinarios del mundo, pero son ustedes quienes deben decidir si son verdad o son solo historias o incluso si esto importa. Escuchen profundamente con su corazón, ya que su corazón siempre sabe la verdad. Después, deseo compartir con ustedes, una técnica de respiración específica que les ayudará a regresar hacia el estado de conciencia inmensamente superior desde el cual todos venimos. Esta es la remembranza de la respiración conectada con el cuerpo de luz Supremo.

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CIRCULO INTERNO EL HERALDO DEL BIEN QUE VENDRÁ

EDITADA EN EL PAÍS DE INDIA

DIRECTOR EDITOR JULIO LIRA CH.

DIRECTORIO Presidente Fundador, Editor: Julio Lira Chavarría Directora: Mariana Navarro: Gerente General Krishna Lira de la S. Director de producción Arjuna Lira V. Corresponsales en Mexico: Gourangi Dasi, Myriam Lira de la S. Julieta de la Serna Tellez Revista Circulo interno es una publicación mensual respaldada por La Casa del Periodista Internacinal de Cine, Teatro, Radio y Televisión A . C ., elab orad o p or comu n icad ores profesionales. Editor responsable Julio Lira Chavarría, número de certificado de reserva otorgado por el InstitutoInternacinal de derecho de Autor y número de Certificado de Licitud de contenido en trámite; La Dirección General es responsable de la orientación del Revista Circulo interno y los artículos firmados o con seudónimo. La responsabilidad es de quien firma. Los reporteros y columnistas y toda persona que aparezca en el directorio, son voluntarios no lucrativos, la promesa de los anunciantes es responsabilidad de ellos. Prohibida la reproducción total o parcial sin previa autorización de títulos, artículos, Litografías, fotografias gravadas que aparezcan en nuestra publicación. Distribución por personal de la publicación, impreso en Promociones y Producciones Yamunajivana. Sala de redacción sri purushattam kutir 59 madhuban colony ramen reti Vrindavana 281121 India.

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EL VERDADERO LENGUAJE DE LAS PARテ。OLAS Primera Parte Todas las sagradas escrituras tienen un sentido interno y otro externo. Tras la literalidad de las palabras yace escondida otra gama de significados, otra forma de conocimientos. Segun una de las mas antiguas tradiciones, hubo una .poca en la que el hombre estaba en contacto con esos conocimientos y significados internos. Muchos de los relatos del Antiguo Testamento proporcionan un conocimiento diferente, tienen un significado muy distinto de aquel que se puede obtener leyendolos al pie de la letra. Relatos como el del Arca de Noe, el del mayordomo y del panadero del Faraon, el de la Torre de Babel, el de Jacob y Esau y el guisado de lentejas, y muchos otros mas, tienen un significado psicolテウgico interno que esta muy lejos del nivel de un entendimiento literal. Y en los Evangelios la parテ。bola se utiliza de la misma manera. Muchas son las parabolas que se emplean en los Evangelios. Si las leemos al pie de la letra vemos que aparentemente se refieren a vinas, padres de familia, mayordomos, hijos dispendiosos, aceite, agua, vinagre, semillas, sembradores y tierra y muchas otras cosas. Pero este es el nivel literal de su significado. Como ocurre con el lenguaje de todas las sagradas escrituras, el de las parabolas es dificil de comprender. Cuando se los lee de un modo textual, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo estan no solo llenos de contradicciones, sino que inclusive encierran un sentido cruel y repulsivo. Y es solamente natural que surjan estas preguntas: .por que estas escrituras que llamamos sagradas estan hechas en tal forma que conducen a un extravio? .Por que razon no se explica su significado con toda claridad? Si el relato que informa que Jacob suplanto a Esau, o el de la Torre de Babel, o el del Arca de Noe, construida de tres plantas y que navego sobre las aguas del Diluvio, si ninguna de estas leyendas es verdaderamente cierta y mas bien ocultan un significado por completo distinto, .por que razon no se hace mas evidente? .Por que no se explica con

claridad lo que significan? Y si aquel que estuviese acostumbrado a pensar de esta manera preguntase por que el relato de la Creacion en el Genesis (que por cierto no se puede tomar al pie de la letra) es algo tan completamente distinto de lo que dicen las palabras, bien podria llegar a la conclusion de que todas estas escrituras supuestamente sagradas no pasan de ser una especie de fraude perpetrado con deliberacion contra la humanidad. Si todos estos relatos, alegorias, mitos, comparaciones y parabolas que contienen las sagradas escrituras significan alguna otra cosa, .por que no se las puede declarar abiertamente, desde el comienzo mismo, de suerte que todos puedan entenderlas? .Por que ha de estar todo tan velado? .Por que tanto misterio, tanta oscuridad? La idea subyacente en toda sagrada escritura, es la de proporcionar un sentido mas elevado que el que pueden dar las meras palabras, y su verdad debe el hombre percibirla interna'mente. Esta interpretacion mas elevada, interna o esoterica que se vuelca en palabras e imagenes accesibles a los sentidos ordinarios solo puede asirse mediante la comprension, y es justamente en este punto donde surge la primera dificultad cuando se trata de proporcionarle al hombre un entendimiento superior. El entendimiento literal de un hombre no es necesariamente igual a su capacidad para captar un significado psicologico. Una cosa es captar de modo literal y otra entender psicologicamente. Tomemos algunos ejemplos. Uno de los mandamientos nos dice: "No mataras". Esto es literal. Pero su sentido psicologico es este: "No mataras en tu corazon". El primer significado es textual, el segundo es psicologico y, efectivamente, asi se da en el Levitico. Luego, el mandamiento "no adulteraras" es literal, pero su significado psicologico es mucho mas profundo y se refiere a la mezcla de doctrinas, a la mezcla de distintas ensenanzas. Por este motivo se dice a menudo que las gentes se prostituyeron al ir tras otros dioses, y cosas por el estilo. Tambien tenemos que la interpretacion textual del mandamiento "no robar" es


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obvio; mas su sentido psicologico es mas profundo. Psicologicamente, "robar" significa pensar que uno hace las cosas de sĂ­ mismo mediante sus propios poderes, sin advertir que uno ni siquiera sabe lo que es, ni como piensa, ni como siente, ni tan solo como se mueve. Es, por asi decirlo, como si uno diese por sentadas muchas cosas, adjudicandoselas todas a si mismo. Se refiere a una actitud. Pero si esto se le dijese a un hombre en forma directa, sencillamente no lo podria entender. De modo, pues, que el significado de estas cosas queda cubierto por un velo, porque de expresarlo literalmente nadie lo creeria y todos pensarian que es una tontera. No solo no se entenderia la idea sino que, lo que es peor, se la estimaria ridicula. El conocimiento superior, el significado mas alto pareceria un desatino o se le entenderia erradamente si cayese a un nivel corriente de entendimiento. Quedaria convertido en algo inutil y aun en algo peor. El sentido superior puede darse unicamente a quienes estan ya muy cerca de captarlo bien. Esta es una de las razones por que todas las sagradas escrituras, o sea aquellas que estan destinadas a proporcionar algo mas que un sentido literal, tienen que velarse en una envoltura exterior. No se trata de que alguien quiera extraviar a las gentes, sino que se pretende evitar que este significado superior caiga donde no deba caer, o sea evitar que caiga en el sentido inferior porque resultaria que su sentido mas fino, mas elevado, quedaria destruido. Las gentes a veces imaginan que podrian entender cualquier cosa con tal que les sea dicha. Pero esto es un error. El desarrollo de la comprension, del entendimiento, la percepcion de las diferencias es un proceso muy largo. Todo el mundo sabe que a los ninos no se les puede ensenar las verdades de la vida porque su entendimiento es muy pequeno. Tambien es cosa muy sabida que hay aspectos de la vida ordinaria que no se pueden comprender sino luego de una larga preparacion, como ocurre con algunas de las ramas de las ciencias. No, no basta que a uno le digan de que se trata. El proposito de todas las sagradas escrituras es el de transmitir un

significado y un conocimiento superiores por medio del conocimiento ordinario y tomando este conocimiento como punto de partida. Las parabolas tienen un significado comun y corriente. Su objetivo es proporcionar al hombre uno superior empleando terminos de un significado inferior de un modo tal que el hombre pueda pensar por si mismo. La parabola es un instrumento adecuado para este proposito. Puede llegarle y quedar en el hombre en su forma literal, o bien puede hacerle pensar por si mismo. Le invita a que piense por si mismo. Primero, el hombre piensa conforme a su nivel natural, a su nivel ordinario. Hasta cierto punto tiene que partir de este nivel para poder elevar su entendimiento. El hombre tiene que asir fuertemente lo que se le enseĂąa, y tiene que asirlo de una manera natural antes de poder empezar. Pero la parabola tiene una interpretacion que va mucho mas alla de su sentido literal o natural. Es algo que se creo ex profeso para que caiga sobre el nivel ordinario de la mente y para que, sin embargo, trabaje en la mente elevando el nivel natural de entendimiento a grados mas altos. Desde este punto de vista, la parabola es un transformador del entendimiento. Como podremos verlo mas adelante, la parabola es tambien un medio de conexion entre los niveles inferior y superior del desarrollo del entendimiento y de la comprension


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El vegetarianismo es desde el punto de vista védico Un sendero hacia un fin más elevado El vegetarianismo es desde el punto de vista védico, parte de algo más amplio: la manera natural de comer de aquellos que quieren sacar el mejor provecho a su vida humana. Si seguimos las enseñanzas védicas, ya sea para llegar a ser unos perfectos espiritualistas o, sencillamente, para purificar nuestros hábitos en el comer, seremos más felices y ayudaremos a reducir el sufrimiento del mundo en nuestro entorno. Vegetarianismo: un sendero hacia un fin más elevado Vegetarianismo: un sendero hacia un fin más elevado la palabra vegetariano, acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en 1842, procede de la palabra latina vegetus, que significa "completo, sano, fresco o vivaz.'' Por ejemplo, homo vegetus significa una persona vigorosa, física y mentalmente. El significado original de la palabra implica un equilibrado sentido filosófico y moral de vida, que va más allá de una mera dieta de verduras y frutas. La mayoría de los vegetarianos son personas que han comprendido que, para contribuir a una sociedad más pacífica, primero debemos resolver el problema de la violencia en nuestros propios corazones. Por lo tanto, no es sorprendente que miles de personas, procedentes de diferentes senderos de la vida, en búsqueda de la verdad, se hayan convertido en vegetarianos. El vegetarianismo es un paso esencial en pos de una sociedad mejor, y aquellos que analicen sus ventajas, estarán junto a pensadores como Pitágoras, Sócrates, Platón, Clemente de Alejandría, Plutarco, el rey Asoka, Leonardo da Vinci, Montaigne, Akbar, John Milton, Sir Isaac Newton, Emanuel Swedenburg, Voltaire, Benjamín Franklin, Jean Jacques Rousseau, Henry David Thoreau, León Tolstoy, George Bernard Shaw, Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi, Alberto Schweitzer y Alberto Einstein. Examinemos algunas de las ventajas de ser vegetariano. Salud y nutrición ¿Se puede mejorar o restablecer la salud mediante una dieta vegetariana? ¿Puede prevenir ciertas enfermedades? Los defensores del vegetarianismo han respondido afirmativamente desde hace muchos años, aunque no contaron con

ningún apoyo de la ciencia moderna hasta recientemente. En la actualidad, los investigadores médicos han descubierto una evidente conexión entre el consumo de carne y enfermedades mortales como las del corazón y el cáncer; por ello, están reconsiderando el vegetarianismo. Los científicos han sospechado, desde 1960, que una dieta basada en la carne está, de alguna forma, relacionada con el desarrollo de la arteriosclerosis y las enfermedades del corazón. Ya en 1961, el Journal of the American Medical Association exponía: "Entre un noventa y un noventa y siete por ciento de las enfermedades del corazón podrían prevenirse con una dieta vegetariana.''1 Desde aquella afirmación y hasta la fecha, varios estudios organizados han demostrado científicamente que, después del tabaco y el alcohol, el consumo de carne es la causa de mayor mortalidad en Europa Occidental, Estados Unidos, Australia y otras regiones ricas del mundo.2 El cuerpo humano no es capaz de asimilar grandes cantidades de grasa animal ni de colesterol.3 Una encuesta, hecha a 214 científicos investigadores de la arteriosclerosis de 23 países diferentes, mostró un acuerdo casi total en lo referente a la existencia de una conexión entre la dieta, los niveles de colesterol y las enfermedades del corazón.4 Cuando una persona consume más cantidad de colesterol de la que necesita su cuerpo (lo que ocurre normalmente en una dieta basada en la carne), el colesterol sobrante se convierte gradualmente en un problema. Se acumula en las paredes internas de las arterias, disminuyendo el flujo de sangre que llega al corazón, y puede ocasionar subida de presión sanguínea, cardiopatía y los subsecuentes infartos. Por otro lado, científicos de la Universidad de Milán y del Hospital Maggiore, han demostrado que las proteínas vegetales pueden ayudar al mantenimiento de un nivel bajo del colesterol. En un informe dado a la revista médica británica The Lancet, D.C.R. Sirtori concluyó que las personas que padecen de altos niveles de colesterol junto con afecciones cardíacas, "pueden beneficiarse de una dieta en la que las proteínas provengan sólo de vegetales.''5 ¿Y el cáncer? Investigaciones hechas en los últimos veinte años insinúan claramente una relación entre el consumo de carne y los cánceres de colon, recto, pecho y útero. Estos tipos de cáncer raramente se encuentran en aquellos que consumen poco o nada de carne, como los Adventistas, los japoneses y los indios, pero son muy corrientes entre las poblaciones que la consumen.6 Otro artículo publicado en The Lancet informaba: "Las personas que viven en las zonas donde existe una alta incidencia de carcinoma de colon, tienden a basar su alimentación en dietas que contienen una gran cantidad de grasas y proteínas animales; mientras que los que viven en zonas de baja incidencia, suelen alimentarse con dietas vegetarianas, de pocas grasas o sustancias animales.''7 Rollo Russell, en sus Notes on the Causation of Cancer dice: "El resultado de mi investigación es que, de veinticinco países grandes consumidores de carne, diecinueve tenían un alto nivel de cáncer y sólo uno de ellos presentaba un nivel bajo; y que, de treinta y cinco países donde se consume poco o nada de carne, ninguno tenía un nivel alto.''8 ¿Por qué parece ser que los consumidores de carne son más propensos a estas enfermedades? Una razón aportada por biólogos y nutricionistas es que el intestino humano, simplemente, no es adecuado para digerir carne. Los animales carnívoros poseen intestinos cortos (tres veces la longitud del cuerpo del animal), lo que facilita la eliminación rápida de las toxinas de la putrefacción. Dado que la comida de origen vegetal se pudre más lentamente


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que la carne, los consumidores de plantas tienen intestinos que son, al menos, seis veces la longitud de su cuerpo. El hombre tiene el paquete intestinal largo de un herbívoro, de manera que, si come carne, los riñones pueden sobrecargarse de toxinas, lo cual puede ocasionar la gota, la artritis, el reumatismo e incluso el cáncer. Aparte, están los productos químicos que se añaden a las carnes. Desde el momento en que el animal es sacrificado, su carne comienza a corromperse y, al cabo de unos días, toma un color verdegrisáceo nauseabundo. La industria cárnica disfraza esta decoloración añadiendo nitritos, nitratos y otros conservantes, que devuelven a la carne su brillante color rojo. Pero recientes investigaciones han demostrado que muchos de estos conservantes son cancerígenos.9 Y lo que empeora el problema todavía más es la masiva cantidad de productos químicos que se añaden a la alimentación del ganado. Gary y Steven Null, en su libro Poisons in your Body, nos muestran algo que hará pensar a cualquiera dos veces antes de volver a comprar un filete o un jamón. "A los animales se les mantiene vivos y se les engorda, suministrándoles continuamente tranquilizantes, hormonas, antibióticos y otras 2.700 drogas diferentes. El proceso comienza ya antes de su nacimiento y dura más allá de su muerte. Aunque estas drogas permanecen todavía en la carne en el momento de consumirla, la ley no obliga a que aparezcan indicadas en el paquete.''10 Debido a descubrimientos como éstos, la Academia Nacional de Ciencias Americana informó, en 1983, que "la gente puede prevenir muchos cánceres comunes comiendo menos carnes grasas y más verduras y cereales''. ¡Espere un momento por favor! ¿Los seres humanos no están hechos para ser carnívoros? ¿No necesitan proteínas animales? La respuesta a ambas preguntas es no. Aunque algunos historiadores y antropólogos dicen que el hombre es históricamente omnívoro, nuestro sistema anatómico—dientes,

mandíbulas y aparato digestivo—invita a una dieta sin carne. La Asociación Dietética Americana señala que "la mayoría del género humano, durante la mayor parte de la historia del hombre, ha vivido de dietas parcial o totalmente vegetarianas''. Y gran parte de la humanidad continúa viviendo así. Incluso en la mayoría de los países industrializados, la gran explosión de la carne no empezó hasta hace menos de cien años; comenzó con el camión frigorífico y con la sociedad consumista del siglo XX. A finales del siglo pasado, el promedio de consumo de carne por persona, en España, era de 15 kg; en 1985 fue de 72 kg, lo que supone un aumento de casi un 500 %.11 Pero aún en el siglo XX, el cuerpo humano no se ha adaptado plenamente al consumo de carne. El prominente científico sueco Karl von Linne expone: "La estructura externa e interna del hombre, comparada con la de los demás animales, muestra que su alimento natural son los suculentos vegetales y las frutas.'' El cuadro de la página siguiente compara la anatomía humana con la de los animales carnívoros y herbívoros. Carnívoro Tiene garras. No tiene poros en la piel. Transpira por la lengua para refrescar el cuerpo. Dientes delanteros afilados y puntiagudos para desgarrar la carne.


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LA MENTE, EL SER Y EL SER SUPREMO expresa: "Yo soy el origen primigenio de todos los seres celestiales y grandes sabios". (Gitã 10.2 - aham ãdir hi devãnãm maharsinam ca sarvasah: "Aquel que Me conoce como innaciente, el origen de todo y el Señor Supremo de todos los seres..." (yo mãm ajam anãdim ca vetti loka-mahesvaram -Gitã 10.3): "Yo soy la causa original de todas las cosas y todo surge de Mí" (aham sarvasya prabhavo mattah sarvam pravartate - Gitã 10.8); "Solo Yo soy la causa de la generación del mundo entero así como la causa de su disolución" (aham rtsnasya jagatah prabhavam pralayas tathã - Gitã 7.6); "Yo soy el padre de este universo, la madre, quien concede los frutos de todas las acciones, el antepasado y el objeto de todo el conocimiento" (pitãham asya jagato mãtã dhãtã pitãmahah - Gitã 9.17)

LA MENTE, EL SER Y EL SER SUPREMO No debe confundirse a la mente con el ser. El ser espiritual o alma, no debe confundirse con la mente. Si bien el alma es una chispa de energía espiritual consciente, la mente meramente refleja su conciencia. La mente depende de la presencia del alma jiva para poder funcionar; no posee una existencia independiente. Podemos hablar sobre "mi mente", pero nunca escuchamos decir a nadie "Yo soy la mente". El ser es el observador y la mente es lo observado. Por consiguiente, el ser debe comprenderse como categóricamente diferente de la mente. El alma está compuesta de conciencia; la mente, de materia inconsciente. La conciencia es autoiluminadora, mientras que la materia no tiene poder para iluminar. Los lógicos dicen: "El alma se conecta con la mente, la mente con los sentidos, los sentidos con sus objetos (de los sentidos). En consecuencia, es a través de este proceso que se adquiere conocimiento". (ãtma manasã yuñjãte mana indriyena, indriyam visayena, tasmãd adhyaksa ity-ukta-disã jñãnam jãyate Nyãyadarsana). Sin la conciencia como sostén, los sentidos no pueden adquirir conocimiento de ningún objeto sensorial. Por consiguiente, solo el alma actúa como director, entrando primero en contacto con la mente, que seguidamente actúa a través de los sentidos para contactar los objetos de los sentidos. Así pues, mediante la mente, el ser no solo acredita conocimiento sino que experimenta asimismo la felicidad y aflicción materiales. Sin la mente, el ser no sería consciente de la felicidad o aflicción sensuales. En tal sentido, el Nyãya-vrtti expresa: "La mente es el sentido capaz de aprehender la felicidad y la aflicción (sukhãdy-upalabdhi-sãdhanam indriyam manah)". En contraste, en el Bhagavad-gitã (2.24) Krishna dice que el alma jiva es sempiterna, capaz de transmigrar por todas las especies, fija, inamovible y sin comienzo (nityah sarva-gatah sthãnur acalo'yam sanãtanah). El alma es innaciente, eternamente inmutable, libre de deterioro y libre de las seis clases de transformaciones de la materia; no es matada cuando el cuerpo es matado (Gitã 2.20: ajo nityah sãsvato'yam purãno na hanyate hanyamãne sarire). El ser individual o alma está asimismo eternamente relacionado con el Alma Suprema, el Paramãtma. Hay gran cantidad de versos en el Bhagavad-gitã que distinguen al alma individual de su amo eterno, el Señor Supremo. El Señor Mismo

mattah parataram nãnyat kiñcid asti dhanañjayã mãyi sarvam idam protam sutre mani-ganã iva " ¡Oh Arjuna! No hay nada superior a Mí. Como gemas enhebradas en un collar, la creación toda depende de Mí". (Gitã 7.7) gatir bhartã prabhuh sãksi nivãsah saranam suhrt prabhavah pralayah sthãnam nidhãnam bijam avyayam "Y ciertamente Yo soy la meta de todos, el sustentador, el controlador, el testigo, el refugio, el guardián y el bienqueriente incondicional. Yo soy la creación, la disolución y el sustento. Yo soy la reserva y la simiente, la Persona Suprema eterna". (Gitã 9.18) Arjuna responde asimismo confirmando las declaraciones del Señor: param brahma param dhãma pavitram paramam bhavãn purusam sãsvatam divyam ãdidevam ajam vibhum ãhus tvãm rsayah sarve devarsir nãrada tathã asito devalo vyãsah svayam caiva bravisi me "Oh Señor, Tú eres la Verdad Absoluta Suprema, el refugio supremo y el salvador supremo. Todos los sabios prominentes como ser Devarsi Nãrada, Asita, Devala y Vyãsa, Te han descrito como la Persona Suprema eternamente auto-manifiesta, autoiluminadora, el fundamento de toda majestad todopoderosa y el origen de cuyo divino juego todo emana y ahora Tú estás presente ante mí declarando todo esto". (Gitã 10.12-13) svayam evãtmanãtmãnam vettha tvam purusottama bhuta-bhãvana bhutesa devadeva jagatpate " ¡Oh Persona Suprema, Oh Padre universal, Oh Señor


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de todos los seres, Señor de todos los dioses, Señor del universo! Solo Tú puedes conocerTe verdaderamente a Ti Mismo a través de Tu potencia cognoscitiva pura". (Gitã 10.15) Atento a las conclusiones de los Upanisads, el Bhagavad-gitã expresa además: nityo nityãnãm cetanas cetanãnãm eko bahunãm vidadhãti kãmãn ye ãtmastham anupasyanti dhirãs tesãm santih sãsvati netaresãm "Solo existe un Ser Eterno Supremo entre todos los seres eternos; una sola entidad supremamente consciente entre todas las entidades conscientes. El es Aquel que cumplimenta los deseos de los muchos Sabios que meditan constantemente en El, sentado en Su trono, los que alcanzarán la perfección sempiterna; los demás, no". (Katha 2.2.13 y Svet.6.13) La diferencia entre el Supremo y las almas individuales se establece además en los dos versos siguientes del Mundaka (3.1.12) y Svetãsvatara Upanisads (4.6-7) dvã suparnã sayujyã sakhayã samãnam vrksam parisasvajãte tayor anyah pippalam svãdv atty anasnann anyo 'bhicãkasiti samãne vrkse puruso nimagno 'nisayã socati muhyamãnah justam yadã pasyaty anyam isam asya manimãnam eti vita-sokah 155 "Dos amigos emplumados están sentados en el mismo árbol. Uno come las dulces fresas del árbol mientras que el otro solo observa. De la misma manera, en el árbol del cuerpo, el alma individual se sienta confundida, lamentándose constante y desamparadamente. Cuando se orienta sabiamente hacia su amigo (quien siempre es servido por los devotos), contemplándoLo como su Señor, deja de lado su sufrimiento y realiza su glorioso derecho de nacimiento". La relación amorosa entre el Alma Suprema y el alma individual es asimismo eterna. En tal sentido, Krishna, el conocedor supremo del Veda, el objeto último del

conocimiento Védico, y el autor original del Vedanta, habló amorosamente Sus enseñanzas más confidenciales y la esencia de toda la religión a Su querido amigo Arjuna, como sigue: man-manã bhava mad-bhakto mad-yãji mãm namaskuru mãm evaisyasi satyam te pratijãne priyo'si me "Siempre piensa en Mí, Adórame ocupándote en los servicios devocionales de oír y cantar, Sírveme en Mi forma deidad, Ofréceme tu propio ser y es seguro que llegarás a Mí. Yo te lo prometo sinceramente porque tú eres Mi amigo querido". sarva-dharmãm parityãjya mãm ekam saranam vraja aham tvãm sarva-pãpebhyo moksayisyãmi mã sucah "Abandonando todas las observancias religiosas relativas al sistema varnãsrama, abandonando la adoración de todos los semidioses relativos a dichas actividades religiosas, ríndete exclusivamente a Mí. Está de más que temas ninguno de los malos efectos resultantes de no ejecutar los deberes permanentes y periódicos ordenados en la literatura Védica, pese a que fueron en definitiva dictados por Mí. Yo te libraré de cualesquiera pecados o impedimentos resulten de dicho descarte; no desesperes. Yo prometo por este medio que todo aquel que se entregue a Mí es liberado del pecado, es liberado del ciclo del nacimiento y la muerte repetidos y recibe todo lo que necesita para llegar a Mí". (Gitã 18.66) En otra parte del Gitã, Krishna hace una promesa similar: ananyãs cintayanto mãm ye janãh paryupãsate tesãm nityãbhiyuktãnãm yoga-ksemam vahãmy aham "Yo asumo personalmente toda la responsabilidad de adquirir y proteger todo lo que necesiten Mis devotos completamente dependientes. Ellos están siempre absortos en pensar solo en Mí, exclusivamente; ellos no desean nada sino estar unidos Conmigo para siempre". (9.22) El Señor es tan afectuoso con Sus devotos exclusivos que El asume voluntariamente la responsabilidad por el mantenimiento de sus cuerpos, cuidando también de sus familias. El protege asimismo el bhajana del devoto, eliminando todos los obstáculos para su práctica. Seguidamente concede a los devotos la perfección de dicho bhajana (que es el tesoro del amor por Sí Mismo) y protege ese amor. Tal es el verdadero alcance de la declaración del Señor, yoga-ksemam vahãmy ajam.

LA MENTE COMO AMIGO Y COMO ENEMIGO DEL SER En la primera parte de la instrucción antes mencionada del Señor, El dice, man-manã bhava: "Absorbe tu mente en Mí". Sin embargo, en los procesos para obtener el tesoro del amor, la mente obra no solo como un amigo, sino también como enemigo. El Bhãgavata declara claramente que a menos que uno controle su mente, la perfección es imposible. dãnam svadharmo niyamo yamas ca srutam ca karmãni ca sad-vratãni sarve mano-nigraha-laksanãntãh paro hi yogo manasah samãdhih "Todas las actividades religiosas como ser la caridad, la ejecución de nuestros deberes, la observancia de las reglas y regulaciones, el estudio de la Escritura, los sacrificios y las penitencias, todas tienen el control de la mente como objetivo, pues la concentración de la mente es el objetivo supremo del yoga". (Srimad-Bhãgavatam 11.23.45)

Hay que comenzar a conquistar la mente practicando lo que Krishna llama "la austeridad de la mente". En el Bhagavad-gitã (17.16) esta práctica es explicada por Krishna como sigue: manah-prasãdah saumyatvam maunam ãtma-vinigrahah


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bhãva-samsuddhir ity etat tapo mãnasam ucyate "La austeridad de la mente comprende la serenidad, la sencillez, la moderación en el habla, el autocontrol retrayéndose de los objetos de los sentidos y la pureza del ser mediante la renuncia al comportamiento engañoso". De éstos, el autocontrol a través de la retracción de los objetos de los sentidos es de suma importancia. Ciertamente Krishna declara que nadie se convierte en yogui sin dejar de lado el deseo de gratificar los sentidos. (Gitã 6.2: na hy asannyastasankalpo yogi bhavati kascana). A menos que se desarraiguen los deseos tanto burdos como sutiles y las renuncias de todas clases, incluyendo los deseos de disfrute sensual, los placeres celestiales, la liberación y los poderes místicos, nadie puede ser considerado un yogui. "Solo aquel que ha dejado de lado todo incentivo del deseo puede decirse se ha elevado al yoga". (Gitã 6.4: sarva-sankalpa-sannyãsi yogãrudhas tadocyate). En otras palabras, cuando una jiva de corazón puro abandona el deseo y el aborrecimiento por los disfrutes de los sentidos, conservando únicamente el deseo de servir a Krishna para la complacencia de Sus sentidos, puede ser elevada al peldaño más alto de la escala del yoga. Por esta razón el Señor dice: uddhared ãtmanãtmãnam nãtmãnam avasãdayet ãtmaiva hy ãtmano bandhur ãtmaiva ripur ãtmanah bandhur ãtmãtmanas tasya yenaivãtmanã jitah anãtmanas tu satrutve vartetãtmaiva satruvat "El yogui aspirante debe elevarse desde el pozo ciego de la vida material, liberando la mente del apego a los objetos de los sentidos. No debe desviarla por los apegos al mundo material. Según las diferentes circunstancias, la mente es ya sea la amiga del ser o su enemiga. Esa jiva que ha conquistado la mente, puede considerarla como una amiga, mas la mente es la enemiga de quien no la ha conquistado". (Gitã 6.5-6) Con las siguientes palabras, el Señor Kapiladeva instruye a su madre Devahuti: cetah khalv asya bandhãya muktaye cãtmano matam gunesu saktam bandhãya ratam vã pumsi muktaye "Mi querida madre, solo la mente es la causante del cautiverio de la jiva, así como de su liberación. Cuando la mente está apegada a los sentidos (la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto) y a los objetos de los sentidos (la forma, el sonido, el

aroma, el sabor y la sensación) la entidad viviente ingresa al cautiverio. Cuando esa misma mente se apega a la Persona Suprema, es liberada". (SrimadBhãgavatam 3.25.15) Krishna explica lo mismo más directamente a Uddhava: visayãn dhyãyatas cittam visayesv anusajjate mãm anusmaratas cittãm mayy eva pravilyate "La mente que mora en los objetos de los sentidos, se apega a los mismos. La mente que Me recuerda constantemente, se absorbe por completo en Mí". (Srimad-Bhãgavatam 11.14.27) Es de tal modo evidente que en cuanto la mente se absorbe en la devoción al Señor, se torna realmente pura y santa y una verdadera amiga. El gran sabio Patañjali, el autor del Yoga Sutra, ha escrito que yoga significa detener las actividades de la mente (yogas citta-vrtti-nirodhah, 1.2). Es imposible alcanzar el yoga a menos que se controlen primero las actividades de la mente. La psicología del yoga describe cinco estados básicos de la mente: ksipta (perturbada), mudha (confundida), viksipta (distraída), ekãgra (concentrada) y niruddha (controlada). (1) Cuando la mente es inestable y fluctuante, se explica que está perturbada (ksipta). Cuando se desean otras cosas ajenas a Krishna, a la mente le resulta imposible permanecer exclusivamente fija en El. Antes bien, fluctúa de un tema a otro, deseando primero algún objeto sensorial y seguidamente otro. De esta forma, permanece inestable. (2) Puede que la mente esté confusa sobre lo que debe o no hacer y como resultado la persona se ve abrumada por el deseo, la ira u otras manifestaciones de la modalidad de la pasión, o el sueño, la pereza y la modorra y demás manifestaciones de la modalidad de la ignorancia. Esto se denomina estado confundido de la mente. (3) El estado de estar perturbado (ksiptãvasthã) antes descrito y el estado de distracción (viksipta) son bastante similares en muchos aspectos. Sin embargo, de vez en cuando se halla una diferencia entre ellos. En el estado viksipta hay ocasionales momentos de calma y estabilidad aún dentro del cuadro general de la incapacidad para concentrarse. (4) Cuando la mente se fija en algún objeto externo o interno y en tal sentido se torna tan estable como una llama en un recinto cerrado; cuando ha superado las modalidades de la ignorancia y la pasión y está situada en la bondad, desarrolla el poder de concentración única denominado chãgratã. (5) En el estado de concentración, chãgrata, la mente aún sigue dependiendo de algo externo a sí misma, pero en el estado completamente controlado (niruddha) ya no hay más dependencia. La mente recupera su naturaleza causal y permanece inactiva, como si hubiera logrado su propósito y ya no tuviera más necesidad de actuar. Al igual que un cordón quemado, evidencia las líneas de sus características previas mas no es negativamente afectada por las mismas. En este estado controlado, el ser está fijo en su naturaleza real. En otras ocasiones, el ser se identifica


CIRCULO INTERNO de Dios, la meta de la vida y el medio de alcanzarla y la naturaleza de Maya o las fuerzas que se oponen al logro de la comprensión espiritual. El discípulo debe acudir al maestro espiritual con un espíritu de servicio. Es imperativo que el discípulo escuche sumisamente las directivas dadas por el maestro espiritual; seguidamente, merced a la reflexión, acatar dicha escucha. La palabra manana significa reflexión o meditación asidua en el tema esencial que ha sido oído del maestro espiritual. También significa determinación, a saber, la facultad de determinar la naturaleza de las cosas. Vijñãna Bhiksu escribe en sus obras sobre filosofía Sãnkhya que el ser debe ser oído conforme a las palabras de la literatura revelada y que hay que reflexionar atento a sus evidencias y argumentos (srotavyah sruti-vãkyebhyo mantavyãs copapattibhih). Por este proceso, se llega a determinar el verdadero significado de las palabras registradas en las Escrituras.

con las actividades de la mente y en tal sentido adopta diversas identidades. Las Escrituras devocionales nos refieren que la naturaleza eterna de la jiva (como energía marginal de Krishna) es ser un sirviente del Señor. Como una de Sus energías, las jivas son simultáneamente una y diferentes de El (jivera svarupa haya nitya krsna-dãsa krsna-tatastha sakti bhedãbhedaprakasã). Cuando se sitúa en su posición constitucional natural, la mente ya no tiene otra función que buscar a Krishna. La entidad viviente se ocupa luego constantemente en el cultivo de la conciencia de Krishna y la mente obra como su amiga.

EL VERDADERO PROPOSITO DE LA FUNCIÓN MENTAL En sus enseñanzas a Maitreyi, Yajñavalkya describe cuatro prácticas que conducen al control de la mente: "El atman ha de ser visto, escuchado, meditado y contemplado". (ãtmã vã are drastavyah srotavyo mantavyo niddhyãsitavyah - Brhad-ãranyaka Upanisad, 4.5.6) A partir de esta declaración, se comprende que el primer deber de la mente es descubrir al Ser Supremo. Por consiguiente, uno debe emplear la mente para descubrir a Vãsudeva, la propia deidad regente de la mente y nunca los otros objetos de los sentidos. Como se enseñara a Maitreyi, debemos buscar y escuchar esas cosas que están relacionadas con Krishna, luego reflexionar y contemplar estas cosas, así como a Krishna Mismo. No acatar estas instrucciones hace que se pierda de vista el verdadero propósito de las funciones mentales. En tal caso, la mente se vuelve la principal enemiga del alma. Si uno desea conocer a la Verdad Suprema, es absolutamente esencial que tome refugio en un maestro espiritual y oiga de él. El maestro espiritual no es diferente de la Verdad Suprema; es una expansión manifiesta o prakãsa-vigraga de esa Verdad. En tal sentido, él puede mostrar la verdad, - los pies de loto de Krishna -, a su discípulo rendido. El muestra al discípulo el medio por el cual puede lograrse la visión del Señor. Por consiguiente, antes que nada hay que postrarse delante del guru y luego preguntarle sumisamente sobre la naturaleza del ser, la naturaleza

El Gãyatri-tantra (1.4) expresa: mananãt pãpatas trãti mananãt svargam asnute mananãt moksam ãpnoti caturvargamayo bhavet “Por la reflexión se es librado del pecado. Por la reflexión se disfruta del Cielo. Por la reflexión se alcanza la liberación y todas las metas de la vida humana". El devoto puro se ocupará naturalmente en la clase de reflexión que resulta en el servicio devocional puro. La importancia de reflexionar sobre lo que se ha oído, está conectada específicamente con la importancia de escuchar el Bhãgavata. Hemos visto en un capítulo anterior la forma como Dhundhuli fue llevado por un grupo de seres divinos a los planetas Vaikuntha tras oír a Gokarna recitar todo el Bhãgavatam por siete días. Los demás presentes no fueron similarmente recompensados porque no habían reflexionado profundamente en lo que habían oído. El fantasma Dhundhuli ayunó cada día durante toda esa semana y escuchó a Gokarna con gran concentración y fe. Igualmente importante fue que durante toda la noche contemplaba el tema esencial del recitado del día. De tal modo, fue recompensado con el logro de los resultados totales de escuchar el Bhãgavata. Conforme a ello, el Bhãgavatam declara, sadyo hrdy avarudhyate'tra krtibhih susrusubhis tat-ksanãt (Srimad-Bhãgavatam 1.1.2). "El Señor es ligado en el corazón de los devotos piadosos, en el mismo momento en que desean oír sobre El". Por lo tanto, el primer paso para controlar la mente es escuchar el Bhãgavatam con vigorosa fe en el guru, con atención y cuidado, concentración y paciencia. Si hay falta de atención y cuidado, el verdadero fruto de oír no será alcanzado.

ABHYÃSA-YOGA La cuarta función de la mente descrita por Yajñavalkya a Maitreyi es nididhyãsana o "la meditación profunda y repetida". En sus comentarios al Capítulo Doce del Bhagavad-gitã, Visvanãtha Cakravarti escribe que el bhakti es de dos tipos: se realiza (1) dedicando los sentidos internos al Señor y (2) dedicando a El los sentidos externos, o sea, ocupándose en ilimitadas actividades devocionales como oír y cantar sobre los atributos, pasatiempos, nombre, forma, etc. del Señor, así como orarle a El y ocuparse en prácticas tales como adorar Su forma deidad, limpiar el templo y recoger flores para Su servicio, siendo esta última práctica accesible para todos. El bhakti realizado con los sentidos internos es de tres clases: recordar al Señor (smarana), reflexionar en El (manana) y - para quienes están apegados al Señor pero son incapaces de recordarLo ininterrumpidamente - practicar el control de la mente (abhyãsa). Estas tres disciplinas mentales del sendero devocional son más difíciles para el que carece de voluntad pura que para aquellos que son inteligentes y están libres de una mentalidad ofensiva. La reflexión es mejor en las prácticas externas, pero el recuerdo constante y directo es superior a la reflexión. Quien se ocupa en las prácticas devocionales externas debe de todos modos hacer esfuerzos añadidos para meditar en el Señor, pues las prácticas externas están creadas para recordarnos al Señor y a partir de ahí conllevan a la reflexión, que una vez lograda, nos permite el fácil empleo en la meditación constante. En las siguientes instrucciones dadas en el Bhagavad-gitã, Krishna enfatiza la importancia del aspecto mental del servicio devocional: "Oh Arjuna, dedica tu mente exclusivamente a Mí. Fija tu inteligencia en Mí y como resultado, residirás


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definitivamente Conmigo después de la muerte. De esto no cabe duda". (Gitã 12.8) En su comentario Sãrãrtha-darsini a este verso, Visvanãtha escribe: "Cuando Krishna dice mayyeva, el participio enfático eva nos prohibe meditar en el aspecto impersonal del Señor. Cuando dice "en Mí" (mayi) se refiere a Su hermosa forma negruzca, vestida de seda amarilla y enguirnaldada con flores silvestres. Las palabras mana ãdhatsva, "dedica tu mente", son una instrucción para recordarLo constantemente. Fijar nuestra inteligencia en El significa usar nuestras facultades discriminatorias para Entenderlo; en otras palabras, reflexionar (manana) en El. Dicha reflexión implica estudiar las palabras de la Escritura, sastravãkyãnusilanam). Acatando estas instrucciones, uno llega a vivir con el Señor en Su morada; de esto no cabe duda alguna". En el siguiente verso, el Señor declara: atha cittam samãdhãtum na saknosi mayi sthiram abhyãsa-yogena tato mãm icchãptum dhanañjaya "Oh Dhanañjaya, si no puedes establecer tu mente en Mí con fe, alternativamente trata de llegar a Mí por la práctica (abhyãsa-yogena) de la repetida meditación en Mí". (Gitã 12.9) Respecto a las palabras abhyãsa-yogena, Visvanãtha hace el siguiente comentario: "Traer repetidamente la mente de dondequiera esté deambulando y fijarla en la forma del Señor se denomina práctica, y solo eso es la disciplina yóguica. (anyãtrãnyatra-gatam api manah punah punah pratyãhrtya mad-rupa eva sthãpanam abhyãsah sa eva yogah). En el sexto capítulo del Gitã, Krishna explica la práctica de la meditación del yoga a Arjuna. Todavía confundido, Arjuna planteó el siguiente interrogante: "Señor, Tú me dices que controle la mente con la ayuda de la facultad de discriminación o inteligencia, pero descubro que la mente es tan poderosa que confunde incluso mis facultades inteligentes. Pienso que es más sencillo capturar el viento que controlar a la mente; es demasiado difícil para mí". En respuesta, Krishna le asegura a Arjuna que, a través de la práctica repetida (abhyãsena) y la renunciación (vairãgyena) es posible conquistar a la mente incansable. Visvanãtha comenta sobre este verso: "Aunque fluctuante y en extremo difícil de controlar, la mente debe ser ocupada en la constante disciplina del cultivo de la conciencia del Señor Supremo (sadgurupadista- prakãrena paramesvara-dhyãnayogasya muhur anusilanena) y la renuncia y el desapego de los objetos de los sentidos (visayesv anãsangena) por los medios y prácticas brindados por el maestro espiritual. Esto ha sido confirmado nada menos que por una autoridad como Patañjali, quien expresa en sus Yoga Sutras (1.12): "La práctica y el desapego son los medios por los cuales aquietar a la mente (abhyãsa-vairãgyã bhyãm tannirodhah)".

El proceso de degradación de la mente se describe en el Bhagavad-gitã (2.62-63) como sigue: Primero la mente entra en contacto con los objetos de los sentidos y comienza a desear intensamente disfrutarlos. Este deseo de disfrute se llama lujuria, de la cual surge la ira. La ira conduce a la perplejidad, la pérdida de la habilidad para discriminar entre la acción propia o impropia. Este desconcierto conlleva al olvido de nuestro verdadero bien como se describe en la Escritura. Ese olvido conduce a la destrucción de nuestra inteligencia resuelta (vyavasãyãtmika buddhi). Finalmente, la jiva cae al pozo ciego de la existencia material. En el Gitã (16.2) Krishna nombra a la lujuria, la ira y la codicia como las tres puertas que conducen al infierno y aconseja a las jivas que estén particularmente prevenidas contra ellas. En el tercer capítulo del Gitã, Krishna instruye a Arjuna sobre la forma de superar la lujuria y la ira. Allí Arjuna pregunta a Krishna, " ¿En mérito a qué somos impelidos a los actos pecaminosos, incluso involuntariamente, como si fuera por la fuerza?" El Señor responde: "La lujuria, que es hija de la mente y se desenvuelve en la modalidad de la pasión, hace que el ser viviente se ocupe en la actividad pecaminosa. La lujuria es el impulso dominante que lleva a ocuparse en las actividades de los sentidos; causa la ocupación en actos pecaminosos y luego se convierte en ira, cuando los deseos individuales de gratificación de los sentidos no se satisfacen. La lujuria adopta las características de la modalidad de la ignorancia y se convierte en ira. "La lujuria y la ira combinadas son los enemigos salvajes y que todo lo devoran, del ser viviente. Si se es incapaz de tratar con estos temibles enemigos, luego no hay cuestión de ocuparse en el servicio devocional del Señor o incluso ser digno, de ser llamado un 'ser humano'. Esa persona está inevitablemente destinada a ir a los destinos más bajos e infernales. "La lujuria se asienta en la mente, la inteligencia y los sentidos. Por lo tanto, Oh Arjuna, de modo de superar este pecaminoso enemigo que destruye el conocimiento y el entendimiento, tu primer deber es controlar los sentidos. Los sabios dicen que los sentidos son superiores a los objetos de los sentidos; la mente es más fuerte que los sentidos; la inteligencia es aún más fuerte que la mente y el alma es incluso más poderosa que la inteligencia. Así pues, la jivãtma puede conquistar la lujuria controlando los sentidos. Comprendiéndose personalmente como trascendental incluso a la inteligencia, la jivãtma debe entender su posición más allá de la materia: su naturaleza espiritual. Con este conocimiento, la jivãtma estabiliza la mente y finalmente destruye su enemigo de otro modo inconquistable, la lujuria". (Gitã 3.37-43) En su traducción ampliada de los últimos versos de esta sección del Gitã, Bhaktivinoda Thãkura escribe: "De


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CONQUISTANDO LA MENTE CON INTELIGENCIA SUPERIOR esta forma, estando completamente consciente de tu propia naturaleza espiritual trascendental, deja de pensar en ti mismo en términos de la naturaleza material; con o sin atributos. Así pues, en total conocimiento de tu propia superioridad como sirviente puro del Señor, aquieta la inconquistable mente con la fuerza de la energía espiritual y ve dominándola gradualmente". Narottama dãsa sostiene que la asociación de los devotos es esencial para aquel que desea conquistar la lujuria, la ira y la codicia. El canta: " ¿Qué pueden hacer la lujuria y la ira al practicante que se ampara en la asociación santa?" (kibã se karite pãra kãma-krodha sãdhakere, jadi haya sãdhujanãra sanga). Jagadãnanda Pundit escribe asimismo en su Prema-vivarta: "Todo lo que deseo es cantar el Santo Nombre en compañía de los devotos. No necesito nada más para superar el ciclo de nacimientos y muertes repetidos" (sãdhu-sange krsna-nãma ei mãtra cãi, samsãra jinite ãra kono vastu nãi). Habiendo obtenido esta invalorable forma humana de vida, no debemos convertirnos en sirvientes de la lujuria y la ira y ser golpeados por las escobas y palos de Mãyã (ilusión). Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance por salvarnos de la lujuria y la ira. Debemos tener fe en que al ver nuestros esfuerzos genuinos por ser personas buenas y santas, de tener una determinación firme por ofrecer plegarias sentidas de corazón a los pies del maestro espiritual, los Vaisnavas y el Señor, seguramente el Señor vendrá en ayuda nuestra. Por otro lado, si nos permitimos flotar junto a la corriente del deseo sensual, ignorando las instrucciones de las Escrituras, el maestro espiritual y los santos, ¿cómo podemos esperar luego que nuestras vidas lleguen a algo? En el Gitã (2.41) Krishna declara que la inteligencia resuelta (vyavasãyãtmikã buddhi) está orientada a un solo objetivo, mientras que aquellos cuya inteligencia es irresoluta son llevados por los deseos y la

imaginación, a lo largo de senderos infinitos que conducen a diferentes direcciones. En la senda devocional, la inteligencia es resuelta y solo tiene un propósito. Visvãnatha ha parafraseado las palabras de un devoto poseído de dicho propósito resuelto, "Mi guru me ha ordenado que adorara al Señor cantando sobre El, Recordándolo y sirviendo a Sus pies de loto. Esta es mi práctica espiritual: la meta a la cual debo llegar y el alimento de mi vida. Ya sea que alcance la perfección o permanezca imperfecto, esta es la única cosa que jamás abandonaré. Es mi deber, el objeto de mi deseo, pues ni siquiera en sueños deseo nada más. Ya sea que me traiga felicidad o aflicción, ya sea que traiga la ruina sobre mí y mi familia, no me importa". Visvanãtha cita este ejemplo como la clase de determinación resuelta, solo posible cuando uno está ocupado en la devoción más allá de todo auto- engaño. Esa determinación concentrada no es posible en ningún otro sendero de vida espiritual excepto el bhakti, ya sea que se trate de karmayoga, jñãna-yoga o cualquier otro. Instruyendo a Uddhava para que tenga esta clase de fe vigorosa y poder de voluntad en la ejecución del servicio devocional, el Señor dice, "Se fiel y Adórame con firme convicción". (Srimad-Bhãgavatam 10.20.28)


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"Hay cuatro estados de conciencia posibles para el (hombre) En una de las reuniones siguientes, G. volvió a la cuestión de la conciencia. No se pueden comprender ni las funciones psíquicas ni las físicas, dijo, salvo que se haya captado el hecho de que ambas pueden trabajar en estados diferentes de conciencia. "Hay cuatro estados de conciencia posibles para el hombre (recalcó la palabra "hombre"). Pero el hombre ordinario, o sea el hombre número 1, 2 ó 3, vive solamente en los dos estados más bajos de conciencia. Los dos estados de conciencia superiores le son inaccesibles y aunque pueda tener chispazos de estos estados, es incapaz de comprenderlos y los juzga desde el punto de vista de estos dos estados de conciencia inferiores que le son habituales. "El primero, el sueño, es el estado pasivo en el cual los hombres pasan un tercio y a menudo hasta la mitad de su vida. Y el segundo, el estado en que los hombres pasan la otra mitad de su vida es en el cual caminan por las calles, escriben libros, conversan de asuntos sublimes, participan en la política, se matan los unos a los otros; es un estado que ellos consideran como activo y que llaman de «conciencia lúcida» o «estado de vigilia». Las expresiones «conciencia lúcida» o «estado de vigilia» parecen haber sido escogidas en broma, sobre todo si uno se da cuenta de lo que debe ser una «conciencia lúcida» y de lo que es en realidad el estado en que el hombre vive y actúa. "El tercer estado de conciencia es el recuerdo de sí, o conciencia de sí, o conciencia de su propio ser. Es habitualmente admitido que tenemos este estado de conciencia o que podemos tenerlo a voluntad. Nuestra ciencia y nuestra filosofía han pasado por alto el hecho de que no poseemos este estado de conciencia y que por sí solo, nuestro deseo es incapaz de crearlo en nosotros mismos, sin importar cuan clara sea nuestra decisión. "El cuarto estado de conciencia es la conciencia objetiva. En este estado un hombre puede ver las cosas tal como son. Algunas veces en sus estados inferiores de conciencia puede tener chispazos de esta conciencia superior. Las religiones de todos los pueblos contienen testimonios de la posibilidad de un tal estado de conciencia que califican como «iluminación» o por otros varios nombres, y lo definen como indescriptible. Pero el único camino justo hacia la conciencia objetiva es a través del desarrollo de la conciencia de sí. Si a un hombre ordinario se le lleva artificialmente a un estado de conciencia objetiva y se le vuelve luego a su estado habitual, no recordará nada y pensará simplemente que por un lapso de tiempo había perdido el conocimiento. Pero en el estado de conciencia de sí un

hombre puede tener chispazos de conciencia objetiva y recordarlos. "El cuarto estado de conciencia representa un estado totalmente diferente del anterior; es el resultado de un crecimiento interior y de un largo y difícil trabajo sobre sí. "Sin embargo, el tercer estado de conciencia constituye el derecho natural del hombre tal cual es, y si el hombre no lo posee, es únicamente porque sus condiciones de vida son anormales. Puede decirse, sin exagerar nada, que en la época actual, el tercer estado de conciencia no aparece en el hombre sino sólo por chispazos muy breves y muy raros, y que este estado no puede convertirse en algo más o menos permanente sino por medio de un entrenamiento especial. "Para la gran mayoría de las personas, aun las cultas e intelectuales, el principal obstáculo en el camino para adquirir conciencia de sí es que creen que ya la poseen; en otras palabras, están totalmente convencidas de tener ya conciencia de sí mismas y de poseer todo lo que acompaña a este estado: individualidad en el sentido de un «Yo» permanente e inmutable, voluntad, capacidad para hacer, y así sucesivamente. Por tanto, es evidente que un hombre no se interesará por adquirir, a través de un trabajo largo y difícil, algo que en su opinión ya posee. Por el contrario, si se lo dice, pensará que usted está loco o que intenta explotar su credulidad para un provecho personal. "Los dos estados superiores de conciencia — «la conciencia de sí» y «la conciencia objetiva» están ligados al funcionamiento de los centros superiores del hombre. "Además de aquellos centros de los cuales hemos hablado, hay en el hombre otros


CIRCULO INTERNO dos centros, el «centro emocional superior» y el «centro intelectual superior». Estos centros están en nosotros; están plenamente desarrollados y trabajan todo el tiempo, pero su trabajo nunca llega a nuestra conciencia ordinaria. La razón debe buscarse en las propiedades especiales de nuestra pretendida «conciencia lúcida». "Para comprender la diferencia entre estados de conciencia, tenemos que regresar al primero, que es el sueño. Este es un estado de conciencia completamente subjetivo. Un hombre está sumergido en sus sueños, no importa si los recuerda o no. Aun si al dormido le llegan algunas impresiones reales, tales como sonidos, voces, calor, frío, sensaciones de su propio cuerpo, no suscitan en él sino fantásticas imágenes subjetivas. Luego el hombre se despierta. A primera vista éste es un estado de conciencia completamente diferente. Puede moverse, hablar con otras personas, hacer proyectos, ver peligros, evitarlos y así sucesivamente. Parece lógico pensar que se encuentra en una situación mejor que cuando estaba dormido. Pero, si profundizamos un poco más las cosas, si echamos una mirada dentro de su mundo interior, dentro de sus pensamientos, dentro de las causas de sus acciones, comprenderemos que está casi en el mismo estado que cuando estaba dormido. Y es peor aún, porque en el sueño él es pasivo, esto es, no puede hacer nada. Por el contrario, en el estado de vigilia, puede hacer algo todo el tiempo y los resultados de sus acciones repercutirán sobre él y sobre lo que lo rodea. Y, sin embargo, no se recuerda a sí mismo. Es una máquina, todo le sucede. No puede detener el Unjo de sus pensamientos, no puede controlar su imaginación, sus emociones, su atención. Vive en un mundo subjetivo de «quiero», «no quiero», «me gusta», «no me gusta», «tengo ganas», «no tengo ganas», esto es, un mundo hecho de lo que él cree que le gusta o no le gusta, de lo que él cree que desea o no desea. No ve el mundo real. El mundo real le está oculto por el muro de su imaginación. Vive en el sueño. Duerme. Y lo que él llama su «conciencia lúcida» no es sino sueño — y un sueño mucho más peligroso que su sueño de la noche, en su cama. "Tomemos algún acontecimiento en la vida de la humanidad. Por ejemplo, la guerra. Hay una guerra en este momento. ¿Qué significa? Significa que varios millones de dormidos están tratando de destruir a otros millones de dormidos. Por supuesto, rehusarían hacerlo si llegasen a despertar. Todo lo que sucede actualmente se debe a este sueño. "Ambos estados de conciencia, sueño y vigilia, son igualmente subjetivos. No es sino al comenzar a recordarse a sí mismo cuando un hombre puede realmente despertar. Y entonces toda la vida circundante adquiere para él un aspecto diferente y un sentido diferente. La ve como una vida de gente dormida, una vida de sueño. Todo lo que dicen los hombres, todo lo que hacen, lo dicen y lo hacen en el sueño. Nada de esto puede tener el menor valor. Sólo el despertar y lo que lleva al despertar tiene un valor real. "¿Cuántas veces me han preguntado ustedes si no sería posible detener las guerras? Por supuesto, sería posible. Bastaría que la gente se despertase. Parece una cosa pequeña. Sin embargo, es lo más difícil que puede haber porque este sueño es inducido y mantenido por la totalidad de la vida circundante, por todas las condiciones del ambiente. "¿Cómo despertar? ¿Cómo escapar de este sueño? Estas preguntas son las más importantes, las más vitales que un hombre tiene que hacerse. Pero antes de hacérselas deberá convencerse del hecho mismo de su sueño. Mas sólo es posible convencerse de esto tratando de despertar. Cuando un hombre haya comprendido que no se recuerda a si mismo y que el recuerdo de sí significa un despertar hasta cierto punto, y cuando haya visto por experiencia lo difícil que es recordarse a sí mismo, entonces comprenderá que para despertar no basta desearlo. Diremos, aún con más precisión, que un hombre no puede despertarse por si mismo. Pero si veinte hombres convienen en que el primero que se despierte despertará a los demás, ya tienen alguna posibilidad. Aun esto, sin embargo, es insuficiente, porque los veinte hombres pueden dormirse al mismo tiempo y soñar que se están despertando. Por consiguiente esto no basta; hace falta más. Estos veinte hombres deben ser vigilados por un hombre que no está dormido o que no se duerme tan fácilmente como ellos, o que se duerme conscientemente cuando es posible, cuando de ello no resulte daño alguno ni para él ni para los demás. Deben encontrar a un hombre de este género y contratarlo para que los despierte y no

les permita volverse a dormir. Sin esto es imposible despertar. Esto es lo que hay que comprender. "Es posible pensar durante mil años; es posible escribir bibliotecas enteras, inventar millones de teorías y todo esto en sueño, sin ninguna posibilidad de despertar. Por el contrario, estas teorías y estos libros escritos o inventados por dormidos simplemente tendrán como efecto arrastrar a otros hombres al sueño. "No hay nada nuevo en la idea del sueño. Casi desde la creación del mundo se ha dicho a los hombres que están dormidos y que deben despertar. Por ejemplo, ¿cuántas veces se dice esto en los Evangelios? «Despertad», «vigilad», «no durmáis». Los discípulos de Cristo, aun en el Jardín de Gethsemani, dormían mientras su Maestro oraba por última vez. Esto lo dice todo. ¿Pero lo comprenden los hombres? Lo toman como una figura retórica, una metáfora. No ven en absoluto que debe ser tomado al pie de la letra. También aquí es fácil comprender por qué. Tendrían que despertar un poco o por lo menos tratar de despertar. En serio, a menudo se me ha preguntado por qué en los Evangelios no se dice nada acerca del sueño... En cada página se trata de esto. Esto muestra simplemente que la gente lee los Evangelios en sueño. En tanto que un hombre duerma profundamente y este totalmente sumido en sus sueños, no puede ni siquiera pensar que está dormido. Si fuera capaz de pensar que está dormido, se despertaría. Y así todo sigue, sin que los hombres tengan la menor idea de todo lo que pierden a causa de su sueño. Como ya lo he dicho, el hombre, tal como es, tal como la naturaleza lo ha creado, puede devenir un ser consciente de sí. Creado con este fin, nace para este fin. Pero nace entre dormidos, y naturalmente cae a su vez en su sueño profundo justo en el momento en que debería comenzar a tomar conciencia de si mismo. Todo colabora con esto: la imitación involuntaria que hace el niño de los adultos, las sugerencias voluntarias o involuntarias de estos, y su así llamada «educación». Todo intento de despertar de parte del niño es frustrado al instante. Fatalmente. Y cuántos esfuerzos son necesarios más tarde para despertar; y cuánta ayuda se necesitará cuando se hayan acumulado millares de hábitos que compelen al sueño. Uno se libra de esto muy raras veces. En la mayoría de los casos cuando un hombre es todavía un niño ya ha perdido la posibilidad de


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despertar; vive toda su vida en el sueño y muere en el sueño. Además, muchas personas mueren mucho antes de su muerte tísica. Pero aún no ha llegado el momento de hablar de esto. "Recuerden ahora lo que ya les he dicho. Un hombre plenamente desarrollado, a quien yo llamo «un hombre en el pleno sentido de la palabra», debería poseer cuatro estados de conciencia. Los hombres ordinarios, es decir los hombres 1, 2, y 3, no viven sino en dos estados de conciencia. Conocen o al menos pueden conocer la existencia del cuarto estado. Todos estos «estados místicos» y otros por el estilo son mal definidos; sin embargo, cuando no se trata de fraudes ni de simulaciones éstos son relámpagos de lo que llamamos un estado de conciencia objetiva. "Pero el hombre nada sabe acerca del tercer estado de conciencia, y ni siquiera lo sospecha. Hasta es imposible que pueda sospecharlo porque si usted se lo explica, si le dice en que consiste, le dirá que este es su estado habitual. ¿No se considera a sí mismo como un ser consciente que gobierna su propia vida? Los hechos lo contradicen pero él los considera accidentales o momentáneos, destinados a arreglarse de por sí. Al imaginarse que posee la conciencia de sí de algún modo por derecho de nacimiento, no se le ocurrirá tratar de aproximarse a ella o de obtenerla. No obstante, en ausencia de la conciencia de sí, o del tercer estado de conciencia, el cuarto es imposible, salvo en raros destellos. Mas el conocimiento, el verdadero conocimiento objetivo que los hombres se esfuerzan por conquistar, según afirman— no es posible sino en el cuarto estado cíe conciencia. El conocimiento que se adquiere en el estado ordinario de conciencia se entremezcla constantemente con sueños. Y con esto tienen ustedes un cuadro completo del ser de los hombres 1, 2 y 3." En la reunión siguiente, G. continuó: Las posibilidades del hombre son inmensas. Ustedes no pueden ni siquiera tener una idea de lo que un hombre es capaz de alcanzar. Pero nada se puede alcanzar en el sueño. En la

conciencia de un hombre dormido sus ilusiones, sus «sueños», se mezclan con la realidad. El hombre vive en un mundo subjetivo del cual le es imposible escapar. Esta es la razón por la cual nunca puede hacer uso de todos los poderes que posee y, por la que siempre vive solamente en una pequeña parte de sí mismo. "Ya se ha dicho que el estudio y la observación de sí, bien dirigidos, llevan al hombre a darse cuenta que hay «algo falseado» en su máquina y en sus funciones, en su estado ordinario. Comprende que es precisamente porque está dormido que no vive y no trabaja sino en una pequeña parte de si mismo. Comprende que por la misma razón, la mayoría de sus posibilidades quedan sin realizarse, y la mayoría de sus poderes sin utilizarse. Siente que no tiene de la vida todo lo que ésta puede darle, y que su incapacidad se debe a los defectos funcionales de su máquina, de su aparato receptor. La idea del estudio, de sí adquiere un nuevo significado a sus ojos. Siente que posiblemente ni siquiera valga la pena estudiarse, tal cual es ahora. Ve cada función en su estado actual y lo que podría y debería llegar a ser. La observación de sí lleva al hombre a reconocer la necesidad de cambiar. Y al practicarla se da cuenta de que esta observación de si aporta por sí misma ciertos cambios en sus procesos interiores. Comienza a comprender que es un medio para cambiar, un instrumento para despertar. Al observarse, de alguna manera proyecta un rayo de luz sobre sus procesos interiores que hasta ahora se habían efectuado en total oscuridad. Bajo la influencia de esta luz, éstos comienzan a cambiar. Hay un gran número de procesos químicos que sólo pueden ocurrir en la ausencia de luz. Del mismo modo, un gran número de procesos psíquicos sólo pueden ocurrir en la oscuridad. Aun una tenue vislumbre de conciencia basta para cambiar completamente el carácter de los procesos habituales, y hacer totalmente imposibles gran número de ellos. Nuestros procesos psíquicos (nuestra alquimia interior), tienen muchos puntos en común con aquellos procesos químicos cuyo carácter cambia por causa de la luz, y están sometidos a leyes análogas. "Cuando un hombre llega a darse cuenta de la necesidad no sólo del estudio y de la observación de sí, sino también de la necesidad de trabajar sobre sí con el objeto de cambiar, entonces debe también cambiar el carácter de su observación de sí. Hasta ahora, no ha estudiado sino los detalles del trabajo de los centros, tratando solamente de constatar tal o cual fenómeno, esforzándose por ser un testigo imparcial. Ha estudiado el trabajo de la máquina. De ahora en adelante debe comenzar a verse a sí mismo, es decir, empezar ya a ver no sólo los detalles aislados, no sólo el trabajo de pequeñas palancas y pequeñas ruedas, sino todas las cosas tomadas en conjunto — este conjunto que él representa para los demás. "Para este fin un hombre debe ejercitarse en tomar, por así decirlo, fotografías mentales de sí mismo en momentos diferentes de su vida y en sus diferentes estados emocionales; ya no fotografías de detalles, sino vistas globales. En otras palabras, estas fotografías deben contener simultáneamente todo lo que un hombre puede ver en sí mismo en un momento dado. Emociones, humores, pensamientos, sensaciones, posturas, movimientos, tonos de voz, expresiones faciales, y así sucesivamente. Si un hombre llega a tomar instantáneas interesantes no tardará en obtener una verdadera colección de retratos de sí mismo, que tomados en conjunto le enseñarán claramente lo que él es. Pero es difícil lograr tomar estas fotografías en los momentos más interesantes, es difícil captar las posturas, las expresiones faciales, las emociones y los pensamientos más característicos. Si un hombre logra tomar bien y en número suficiente estas fotografías, no tardará en ver que la idea que tenía de sí mismo y con la cual seguía viviendo año tras año, está muy lejos de la realidad. "En lugar del hombre que creía ser, verá otro completamente distinto. Este «otro» es él mismo, y al mismo tiempo no es él. Es él tal como lo conocen los demás, tal como él se imagina y tal como aparece en sus acciones, palabras, etc.; pero no es exactamente él, tal cual es en realidad. Porque él mismo sabe que en este otro hombre, que los demás conocen y que él mismo conoce, hay mucho que es irreal, inventado y artificial. Ustedes deben aprender a separar lo real de lo imaginario. Y para comenzar la observación y el estudio de sí, es indispensable aprender a


CIRCULO INTERNO dividirse. Un hombre debe darse cuenta de que en realidad está formado de dos hombres. "Uno es el hombre que él llama «yo» y a quien los otros llaman «Ouspensky», «Zakharov» o «Petrov». El otro es el verdadero él, el verdadero Yo, que aparece en su vida sólo por muy breves momentos y que sólo puede llegar a ser firme y permanente después de un período de trabajo muy largo. "Mientras un hombre se considere a sí mismo como una sola persona, seguirá siendo siempre tal cual es. Su trabajo interior comienza desde el instante en que empieza a experimentar en sí mismo la presencia de dos hombres. Uno es pasivo y lo más que puede hacer es observar y registrar lo que le sucede. El otro, que se llama a sí mismo «yo», que es activo, y habla de sí en primera persona, es en realidad sólo «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov». "Esta es la primera realización que un hombre puede obtener. Tan pronto comienza a pensar correctamente, ve que está por completo en poder de su «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov». No importa lo que él planee o piense hacer o decir, no es «él», no es su «Yo», el que lo dirá o lo hará, sino su «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov», y por supuesto lo que ellos harán o dirán no tendrá nada en común con lo que su «Yo» hubiese dicho o hecho; porque ellos mismos tienen su propia manera de sentir o de comprender las cosas, que puede a veces falsear y deformar completamente las intenciones originales del «Yo». "Con respecto a esto, desde el primer momento de la observación de sí, al hombre le acecha un peligro preciso. Es «Yo» el que comienza la observación, pero «Ouspensky», «Zakharov» o «Petrov» se apoderan de inmediato de ésta y son ellos los que la continúan. Así desde el comienzo, «Ouspensky», «Zakharov» o «Petrov» falsean algo, introducen un cambio que parece sin importancia, pero que en realidad altera todo radicalmente. "Supongamos por ejemplo, que un hombre llamado «Ivanov» escuche la descripción de este método de observación de sí. Se le ha dicho que un hombre debe dividirse a sí mismo: de un lado «él» o «yo» y del otro «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov». Entonces se divide literalmente como he dicho. «Éste es "yo", se dice a sí mismo, y aquél es "Ouspensky", "Petrov" o "Zakharov".» Nunca dirá «Ivanov». Esto lo encuentra desagradable; de esta manera inevitablemente empleará cualquier otro apellido o nombre de pila. Además, llamará «yo» a lo que le gusta en él, o en todo caso, lo que encuentra de fuerte en él, mientras que llamará «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov», a lo que no le gusta o considera como sus debilidades. Sobre esta base se pone a razonar, completamente equivocado por supuesto, ya que se engañó sobre el punto más importante, al rehusar enfocar lo que él realmente es, es decir «Ivanov», y al no prestar atención sino a los imaginarios «Ouspensky», «Petrov» o «Zakharov». "Es aun difícil imaginar lo mucho que detesta un hombre emplear su propio nombre cuando habla de sí en tercera persona. Hace todo lo posible por evitarlo. Se llama a sí mismo por otro nombre, como lo acabo de decir, o inventa para sí un nombre falso, un nombre por el cual nadie lo ha llamado jamás, ni lo llamará nunca; o se llama simplemente «él» y así sucesivamente. Bajo este aspecto no son excepción las personas que acostumbran llamarse en sus conversaciones mentales por su nombre de pila, su sobrenombre o diminutivos afectuosos. Cuando llegan a la observación de sí prefieren llamarse ellos mismos «Ouspensky» o decir «el Ouspensky en mí», como si pudiera haber un «Ouspensky» en ellos mismos. ¡Como si no sobrara «Ouspensky» para Ouspensky mismo! "Pero cuando un hombre comprende su impotencia frente a «Ouspensky», su actitud hacia sí mismo y hacia el «Ouspensky» en él, deja de ser indiferente o apática. "La observación de sí deviene la observación de «Ouspensky». El hombre comprende que no es «Ouspensky», que «Ouspensky» no es sino la máscara que él lleva, el papel que él desempeña inconscientemente y que por desgracia no puede evitar desempeñarlo, un papel que lo domina y le hace decir y hacer miles de cosas estúpidas, miles de cosas que él nunca haría ni diría. "Si es sincero consigo mismo, siente que está en poder de «Ouspensky» y al mismo

tiempo siente que no es «Ouspensky». "Comienza a tener miedo de «Ouspensky», comienza a sentir que «Ouspensky» es su enemigo. Todo lo que quiera hacer es interceptado y alterado por «Ouspensky». «Ouspensky» es su «enemigo». Los deseos, los gustos, las simpatías, las antipatías, los pensamientos, las opiniones de «Ouspensky», o bien se oponen a sus propias ideas, sentimientos y estados de ánimo, o no tienen nada en común con ellos. Y sin embargo «Ouspensky» es su amo. Él es el esclavo. No tiene voluntad propia. Está lejos de poder expresar sus deseos, porque todo lo que querría decir o hacer siempre será hecho por «Ouspensky» y no por él. "A este nivel de la observación de sí, este hombre ya no debe tener sino una sola meta: librarse de «Ouspensky». Y puesto que de hecho no puede librarse porque él es «Ouspensky», debe por consiguiente dominarlo y obligarlo a hacer no lo que desea el «Ouspensky» del momento, sino lo que él mismo quiere hacer. «Ouspensky» que es hoy el amo, debe convertirse en el servidor. "Éste es el primer paso en el trabajo sobre sí; hay que separarse de «Ouspensky», no sólo en el pensamiento, sino de hecho, y llegar a sentir que uno no tiene con él nada en común. Pero hay que tener muy presente en la mente que toda la atención debe quedar concentrada sobre «Ouspensky». En efecto, un hombre es incapaz de explicar lo que él mismo es en realidad; sin embargo puede explicar «Ouspensky» a sí mismo, y es por aquí por donde debe comenzar, recordando al mismo tiempo que él no es «Ouspensky». "Nada hay más peligroso en este caso que fiarse de su propio juicio. Si un hombre tiene suerte, quizá tendrá a su lado a alguien que le diga donde está él y donde está «Ouspensky». Es


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CIRCULO INTERNO además necesario que tenga fe en esta persona, si no, no dejará de pensar que comprende todo mucho mejor por sí solo, y que no necesita aprender dónde está él y dónde está «Ouspensky». Y esto no es sólo con relación a sí mismo, sino también con relación a los demás, de quienes imagina ver y conocer sus «Ouspensky»; y naturalmente se engaña. Porque en este estado, un hombre no puede ver nada ni sobre sí mismo ni sobre los demás. Y cuanto más convencido esté de que puede, tanto más se engañará. Por el contrario, si es capaz de la más mínima sinceridad hacia sí mismo, y si realmente quiere conocer la verdad, entonces puede encontrar una base exacta e infalible, primero para juzgarse correctamente a sí mismo, luego para juzgar a los demás. Pero todo el problema está precisamente en ser sincero consigo mismo. Y esto está lejos de ser fácil. La gente no comprende que la sinceridad se debe aprender. Se imagina que depende de su deseo o de su decisión el ser sinceros o el no serlo. "Pero ¿cómo podría un hombre ser sincero consigo mismo, cuando este hombre «sinceramente» no ve lo que necesitaría ver en sí mismo? Es necesario que alguien se lo muestre. Y su actitud hacia quien se lo muestre debe ser justa, es decir aquella que lo ayude a ver lo que le es mostrado, y no la que necesariamente se lo impida, como sucede cada vez que un hombre se imagina que no tiene nada que aprender de nadie. "En el trabajo ésta es una fase crítica. Un hombre que pierde su dirección en este momento ya no la vuelve a encontrar nunca. Porque no hay que olvidar que tal cual es el hombre en la actualidad, no está en condiciones de distinguir en él «Yo» y «Ouspensky». Todos sus esfuerzos en este sentido no evitarán que se mienta, que se ponga a inventar y nunca podrá verse tal cual es en realidad. Es necesario convencerse profundamente de esto; sin ayuda exterior, un hombre jamás podrá verse. "¿Por qué esto es así? Recuérdenlo. Hemos dicho que la observación de sí conduce a la constatación de que el hombre se olvida sin cesar. Su impotencia para recordarse a sí mismo es uno de los rasgos más característicos de su ser y la verdadera causa de todo su comportamiento. Esta impotencia se manifiesta de mil maneras. No recuerda sus decisiones, no recuerda la palabra que se ha dado a sí mismo, no recuerda lo que ha dicho o sentido hace un mes, una semana, un día o tan sólo una hora. Comienza un trabajo y muy pronto olvida por qué lo había emprendido, y es en el trabajo sobre sí donde este fenómeno se produce con una frecuencia muy especial. Un hombre no puede recordar una promesa dada a otro, sino con la ayuda de asociaciones artificiales, de asociaciones educadas en él, las cuales a su vez se asocian a toda clase de concepciones, también ellas formadas artificialmente, tales como el «honor», la «honradez», el «deber» y así sucesivamente. En realidad se puede decir que por cada cosa que recuerda un hombre, siempre hay otras diez, mucho más importantes, que olvida. Pero el hombre nunca olvida nada más fácilmente que lo que se refiere a él mismo, por ejemplo: «las fotografías mentales» que ha podido tomar. "De esta manera, sus opiniones y sus teorías se encuentran desprovistas de toda estabilidad y de toda precisión. El hombre no recuerda lo que ha pensado o lo que ha dicho; no recuerda cómo ha pensado o cómo ha hablado. "Esto, a su vez, está en relación con una de las características fundamentales de la actitud del hombre hacia sí mismo y hacia lo que lo rodea, a saber: su constante «identificación» con todo lo que llama su atención, sus pensamientos o sus deseos y su imaginación. "«La identificación» es un rasgo tan común, que en la tarea de la observación de sí es difícil separarla del resto. El hombre está siempre en estado de identificación; sólo cambia el objeto de su identificación. "El hombre se identifica con un pequeño problema que encuentra en su camino y olvida completamente las grandes metas que se propuso al principio de su trabajo. Se identifica con un pensamiento y olvida todos los demás. Se identifica con una emoción, con un estado de ánimo, y olvida otros sentimientos más profundos. Al trabajar sobre sí mismas, las personas se identifican hasta tal punto con metas aisladas que pierden de vista el conjunto. Para ellas los dos o tres árboles más cercanos llegan a representar todo el bosque. "La identificación es nuestro más terrible enemigo porque penetra por todas partes.

En el mismo momento en que creemos luchar contra ella seguimos siendo víctimas de su engaño. Y si nos es tan difícil liberarnos de la identificación, es porque no identificamos más fácilmente con las cosas que más nos interesan, a las que damos nuestro tiempo, nuestro trabajo y nuestra atención. Para liberarse de la identificación el hombre debe entonces estar constantemente en guardia y ser despiadado consigo mismo. Es decir, que no debe tener miedo de desenmascarar todas sus formas sutiles y escondidas. "Es indispensable ver y estudiar la identificación a fin de descubrirla en nosotros mismos hasta sus raíces más profundas. Pero la dificultad de la lucha contra la identificación se acrecienta aún más por el hecho de que cuando la gente la nota, la mira como una cualidad excelente y le concede los nombres de «entusiasmo», «celo», «pasión», «espontaneidad», «inspiración», etc. Consideran que realmente no pueden hacer un buen trabajo en cualquier terreno sino en estado de identificación. En realidad esto es una ilusión. En tal estado el hombre no puede hacer nada sensato. Y si la gente pudiera ver lo que significa el estado de identificación, cambiaría de opinión. El hombre identificado no es más que una cosa, un trozo de carne; pierde hasta la poca semejanza que tenía con un ser humano. En el Oriente, donde se fuma el hashish y otras drogas, a menudo sucede que un hombre se identifica con su pipa hasta el punto de considerarse a sí mismo como una pipa. Esto no es un chiste, sino un hecho. Se toma efectivamente una pipa. Esto es la identificación. Pero para llegar a esto no son necesarios en lo más mínimo el hashish o el opio. Miren a la gente en las tiendas, los teatros o restaurantes. Vean cómo se identifican con las palabras cuando discuten o tratan de probar algo, sobre todo algo que no conocen. No son más que deseo, avidez, o palabras; de ellos mismos no queda nada. "La identificación es el principal obstáculo para el recuerdo de sí. Un hombre que se identifica es incapaz de recordarse a sí mismo. Para poder recordarse a sí mismo, primero es necesario no identificarse. Pero para aprender a no identificarse, ante todo el hombre debe no identificarse consigo mismo, no llamarse a sí mismo «Yo», siempre y en todas las ocasiones. Debe recordar que hay dos en él,


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que hay él mismo, es decir Yo en él, y el otro con el cual debe luchar y al que debe vencer si quiere alcanzar cualquier rosa. Mientras un hombre se identifique o sea susceptible de identificarse, es esclavo de todo lo que puede sucederle. La libertad significa ante todo liberarse de la identificación. "Después de haber estudiado la identificación en general, hay que prestar atención a uno de sus aspectos particulares: la identificación con las personas que toma la forma de la «consideración». "Hay varias clases de consideración. "En la mayoría de los casos un hombre se identifica con lo que piensan los demás de él, con la forma en que lo tratan, con la actitud que tienen hacia él. Un hombre piensa siempre que los demás no lo aprecian lo suficiente, que no son suficientemente corteses o atentos. Todo esto lo atormenta, lo preocupa, lo vuelve receloso y hace que desperdicie una cantidad enorme de energía en conjeturas o en suposiciones; de esta manera desarrolla en él una actitud desconfiada y hostil respecto a los demás. Cómo lo han mirado, lo que se piensa de él, lo que se dice de él, todo esto toma una importancia enorme a sus ojos. "Y no solo «considera» a las personas sino también a la sociedad y a las condiciones históricas. Todo lo que a tal hombre le desagrada le parece injusto, ilegítimo, falso e ilógico. Siempre el punto de partida de su juicio es que las cosas pueden y deben ser cambiadas. La «injusticia» es una de las palabras que sirven a menudo de máscara para la «consideración». Cuando un hombre se convence de que lo que lo subleva es una «injusticia», el dejar de considerar equivaldría para él a «reconciliarse con la injusticia». "Hay personas capaces no sólo de «considerar» la injusticia o el poco caso que se les hace, sino de «considerar» aun el estado del tiempo. Esto parece ridículo, pero es un hecho: la gente es capaz de considerar el clima, el calor, el frío, la nieve, la lluvia; pueden enojarse e indignarse contra el mal tiempo. El hombre toma todo de una manera personal, como si

todo en el mundo hubiese sido dispuesto especialmente para complacerlo o por el contrario para causarle desagrado y fastidio. "Todo esto no es sino una forma de «identificación» y se podrían citar muchas otras formas. Este tipo de consideración se basa enteramente en las «exigencias». El hombre en su fuerointerno «exige» que todo el mundo lo tome por alguien notable, a quien cada cual debería constantemente mostrar respeto, estima y admiración por su inteligencia, su belleza, su habilidad, su sentido del humor, su presencia de ánimo, su originalidad y todas sus otras cualidades. Esta «exigencias» se basan a su vez en la noción completamente fantástica que la gente tiene de si misma, lo que sucede muy a menudo aun con personas de apariencia muy modesta. En cuanto a los escritores, actores, músicos, artistas y políticos, son casi sin excepción unos enfermos. ¿Y de qué sufren? Ante todo de una extraordinaria opinión de sí mismos, luego de exigencias y finalmente de «consideración», es decir de una predisposición para ofenderse por la menor falta de comprensión o de apreciación. "Hay todavía otra forma de «consideración» que puede quitarle al hombre una gran parte de su energía. Tiene como punto de partida la actitud que consiste en creer que no considera lo suficiente a otra persona y que ésta se ofenda por esto. Comienza a decirse que quizá él no piensa lo suficiente en esta otra persona, que no le presta suficiente atención y que no le da un lugar suficientemente grande. Todo esto no es sino debilidad. Los hombres se tienen miedo unos a otros. Y esto puede llegar muy lejos. He visto estos casos muy a menudo. Un hombre puede llegar de esta manera a perder el equilibrio, si alguna vez lo tuvo, y conducirse de manera completamente insensata. Se molesta contra sí mismo, y siente cuan estúpido es, pero no se puede detener, porque en este caso, de lo que se trata es precisamente de «no considerar». "Otro ejemplo, quizá peor aún, es el del hombre que considera que según él «debería» hacer algo, mientras en realidad no tiene absolutamente nada que hacer. «Deber» y «no deber» es un problema difícil: es difícil comprender cuándo un hombre realmente «debe» y cuándo «no debe». Esta cuestión no se puede abordar sino desde el punto de vista de la «meta». Cuando un hombre tiene una meta, debe hacer exclusivamente lo que le permita acercarse, y nada que pueda alejarlo de ella. "Como ya lo he dicho, las personas se imaginan a menudo que si comienzan a combatir la «consideración» en sí mismas, perderían su sinceridad y tienen miedo porque piensan que en este caso perderán algo, una parte de sí mismas. Aquí se produce el mismo fenómeno que en las tentativas de lucha contra la expresión de las emociones desagradables. La única diferencia es que en este último caso el hombre lucha contra la expresión «exterior» de sus emociones y en el otro, contra la manifestación «interior» de emociones que quizás sean las mismas. "Por supuesto este miedo de perder su sinceridad es un engaño, una de esas fórmulas engañosas en que descansa la debilidad humana. El hombre no puede impedir el identificarse ni el «considerar interiormente», no puede impedir el expresar sus emociones desagradables, por la sola razón de que es débil. La identificación, la consideración, la expresión de emociones desagradables son manifestaciones de su debilidad, de su impotencia, de su incapacidad de dominarse. Pero como no quiere confesarse esta debilidad, la llama «sinceridad» u «honradez», y se dice a sí mismo que no desea luchar contra su sinceridad, cuando de hecho es incapaz de luchar contra sus debilidades. "La sinceridad, la honradez, son en realidad algo totalmente diferente. Lo que por lo general se llama «sinceridad» es simplemente un rehusar a refrenarse. En lo más profundo de sí mismo todo hombre lo sabe bien. De manera que cada vez que pretende no perder su sinceridad, se miente a sí mismo. "He hablado hasta ahora de la consideración interior. Seria posible dar muchos otros ejemplos. Pero les toca a ustedes el hacerlo, quiero decir que a ustedes les toca buscar estos ejemplos, en sus observaciones sobre ustedes mismos y sobre los otros. "Lo contrario de la consideración interior la consideración exterior constituye en parte un medio de lucha contra ella. La consideración exterior se basa en una especie de relación con la gente que es totalmente diferente de la consideración interior. Es una adaptación a la gente, a su comprensión y a sus exigencias. Al considerar


CIRCULO INTERNO exteriormente, un hombre realiza todo lo necesario para hacerse la vida más fácil a sí mismo y a los demás. La consideración exterior necesita un conocimiento de los hombres, una comprensión de sus gustos, de sus hábitos y de sus prejuicios. Al mismo tiempo, la consideración exterior requiere un gran poder sobre si mismo, un gran dominio de sí. Sucede muy a menudo que un hombre desea sinceramente expresar o mostrar a alguien de una u otra manera lo que realmente piensa de él o lo que siente respecto a él. Si es débil, cede naturalmente a su deseo, tras lo cual se justifica diciendo que no quería mentir, que no quería fingir, que quería ser sincero. Luego, se convence a sí mismo de que la culpa era del otro. Quería realmente considerarlo y aun estaba dispuesto a ceder, no quería disputas, etc... Pero el otro rehusó considerarlo, así que no había nada que hacer con él. Sucede a menudo que un hombre comienza con una bendición y termina con una injuria. Decide no considerar a los demás y después los censura por no considerarlo a él. Este ejemplo muestra cómo la consideración exterior degenera en consideración interior. Pero si un hombre se recuerda realmente a sí mismo, comprende que el otro es tan máquina como él. Entonces se pondrá en el lugar del otro. Al hacerlo, llegará a ser realmente capaz de comprender lo que el otro piensa y siente. Si se puede comportar así, su trabajo se vuelve mucho mas fácil para el. Pero si se acerca a un hombre con sus propias exigencias, no obtendrá sino una nueva consideración interior. "Es muy importante en el trabajo una justa consideración exterior. A menudo sucede que hombres que comprenden muy bien la necesidad de la consideración exterior en la vida, no comprenden esta necesidad en el trabajo; deciden que justamente porque trabajan sobre sí mismos, tienen el derecho de no considerar. Mientras que en realidad, en el trabajo, es decir para que éste sea eficaz, es necesario diez veces más consideración exterior que en la vida corriente, porque solamente la consideración exterior del alumno puede mostrar su valoración y su comprensión del trabajo; en efecto, los resultados del trabajo son siempre proporcionales a la valoración y a la comprensión que se tiene de él. Recuerden que el trabajo no puede comenzar y proseguir en un nivel más bajo que el del «hombre de la calle», es decir, en un nivel inferior al de la vida ordinaria. Es un principio de los más importantes, que es olvidado muy fácilmente. Pero hablaremos de esto más tarde." G. nos recordó una vez más el hecho de que olvidamos constantemente las dificultades de nuestra situación. Ustedes piensan a menudo de una manera muy ingenua, dijo. Creen que ya pueden «hacer». Es cierto que deshacerse de esta convicción es la cosa más difícil del mundo. Ustedes no comprenden toda la complejidad de su estructura interior, no se dan cuenta de que cada esfuerzo, además de los resultados deseados —si es que los produce— trae miles de resultados inesperados, a menudo indeseables. Por ende, olvidan constantemente (y aquí mismo está su más grave error) que no comienzan por el principio, con una linda máquina completamente nueva y limpia. Hay detrás de cada uno años de vida errónea y estúpida. Siempre han cedido a sus debilidades, siempre han cerrado los ojos a sus errores, tratando de evitar toda verdad desagradable; mintiéndose a sí mismos constantemente, justificándose, culpando a los demás, y así sucesivamente. Es inevitable que todo esto haya dañado su máquina. Por un lado está sucia, oxidada en varios sitios; por otro lado su mal funcionamiento ha hecho surgir dispositivos artificiales. "Estos dispositivos artificiales se opondrán a cada instante a sus buenas intenciones. "Se llaman «topes». "«Tope» es un término que necesita una explicación especial. Todos saben lo que son los topes de los vagones de ferrocarril: aparatos amortiguadores de choques. En la ausencia de estos topes los menores choques de un vagón contra el otro podrían ser muy desagradables y peligrosos. Los topes atenúan los efectos de estos choques y los hacen imperceptibles. "En el hombre existen dispositivos exactamente análogos. No son creados por la naturaleza sino por el hombre mismo, aunque involuntariamente. En su origen se encuentran las múltiples contradicciones de sus opiniones, de sus sentimientos, de sus simpatías, de lo que dice, de lo que hace. Si un hombre tuviese que sentir durante

su vida entera todas las contradicciones que están en él, no podría vivir ni actuar tan tranquilamente como ahora. Sin cesar se producirían en él fricciones; sus inquietudes no lo dejarían reposar nunca. No podemos ver cuan contradictorios y hostiles entre sí son los diferentes «yoes» que forman nuestra personalidad. Si un hombre pudiera sentir todas estas contradicciones sentiría lo que él realmente es. Sentiría que está loco. Para nadie es agradable sentirse loco. Además, tal pensamiento priva al hombre de su confianza en sí mismo, debilita su energía, frustra su «respeto de sí mismo». De una manera u otra, tiene entonces que dominar este pensamiento o desterrarlo. O bien tiene que destruir sus contradicciones o dejar de verlas y de sufrirlas. Un hombre no puede destruir sus contradicciones, pero deja de sentirlas cuando los topes aparecen en él. A partir de entonces ya no siente los impactos que resultan del choque entre perspectivas, emociones y palabras contradictorias. "Los «topes» se forman lenta y gradualmente. Muchísimos se crean artificialmente por la «educación». Otros deben su existencia a la influencia hipnótica de toda la vida circundante. El hombre está rodeado de gente que habla, piensa, siente, vive por medio de sus «topes». Al imitarlos en sus opiniones, acciones y palabras crea involuntariamente en sí mismo «topes» análogos que le hacen la vida más fácil, ya que es muy duro vivir sin «topes». Pero éstos impiden toda posibilidad de desarrollo interior porque están hechos para amortiguar los choques; empero, los choques, y sólo ellos, pueden sacar al hombre del estado en que vive, es decir, despertarlo. Los «topes» arrullan el sueño del hombre y le dan la agradable y apacible sensación de que todo irá bien, que no existen las contradicciones y que puede dormir en paz. Los «topes» son dispositivos que permiten al hombre tener siempre la razón: le impiden sentir su conciencia moral. "La «conciencia» es otro término que necesita explicación. "En la vida ordinaria, se toma el concepto de «conciencia» de una manera demasiado simple. ¡Como si nosotros tuviéramos conciencia! De hecho, el concepto de «conciencia moral», dentro del dominio emocional, equivale al concepto de «intuición intelectual» dentro del dominio intelectual. Y así como no tenemos intuición intelectual tampoco tenemos


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conciencia moral. "La intuición intelectual es un estado en el cual el hombre conoce de una manera inmediata y total todo lo que sabe en general; un estado en el cual es capaz de ver cuán poco sabe y cuántas contradicciones hay en lo que sabe. "La conciencia moral es un estado en el cual el hombre siente de una manera inmediata y total todo lo que siente en general o puede sentir. Y como cada uno tiene en sí millares de sentimientos contradictorios, que van desde una constatación profundamente escondida de su propia nulidad, hasta las formas más estúpidas de la infatuación — y de toda clase de terrores hasta la presunción, la suficiencia y la autoidolatría — sentir todo esto simultáneamente no sólo sería doloroso; sería insoportable. La ausencia de términos adecuados nos obliga a traducir consciousness por "intuición intelectual" y conscience por "conciencia moral". "Si un hombre cuyo mundo interior consiste por entero de contradicciones, sintiese a la vez todas sus contradicciones, si sintiese súbitamente que ama todo lo que odia, y que odia todo lo que ama, que miente cuando dice la verdad y que dice la verdad cuando miente; y si pudiese sentir la vergüenza y el horror de tal mezcolanza — conocería entonces el estado que se llama «conciencia moral». Un hombre no puede vivir en tal estado; tiene que destruir las contradicciones o destruir la conciencia. No puede destruir la conciencia, pero si no puede destruirla, puede hacerla dormir, lo que significa que puede separar en sí mismo mediante barreras impenetrables un sentimiento de otro, nunca verlos juntos, no sentir- nunca su incompatibilidad ni lo absurdo de su coexistencia. "Pero felizmente para el hombre, es decir para su paz y su sueño, este estado de conciencia es muy raro. Desde su más tierna infancia, los topes han comenzado a desarrollarse y a fortalecerse en él, quitándole progresivamente toda posibilidad de ver sus contradicciones interiores; por consiguiente, para él no hay el menor peligro de un súbito despertar. El

despertar sólo es posible para aquellos que lo buscan, que lo quieren, y que están dispuestos a luchar consigo mismos, a trabajar sobre si mismos, mucho tiempo y con perseverancia para obtenerlo. Con este fin, es absolutamente necesario destruir los «topes», es decir, ir al encuentro de todos los sufrimientos interiores que están ligados a la sensación de las contradicciones. Además, la destrucción misma de los «topes» exige un trabajo muy largo, y un hombre tiene que estar de acuerdo con este trabajo, comprendiendo bien que para él el despertar de su conciencia estará acompañado de todas las incomodidades y de todos los sufrimientos imaginables. "Pero la conciencia moral es el único fuego que puede fundir todos los polvos metálicos del crisol, del que ya hemos hablado, y crear la unidad que el hombre no poseía en el estado en que emprendió el estudio de sí mismo. "El concepto de «conciencia moral» nada tiene en común con el de «moralidad». "La conciencia moral es un fenómeno general y permanente. Es la misma para todos los hombres y no es posible sino en ausencia de los «topes». Desde el punto de vista de las diferentes categorías de hombres, podemos decir que existe la conciencia del hombre que no tiene contradicciones. Esta conciencia no es sufrimiento, sino una alegría de carácter enteramente nuevo, y que somos incapaces de comprender. El despertar aun momentáneo de la conciencia moral en un hombre con millares de «yoes» diferentes implica obligatoriamente el sufrimiento. Por tanto, si estos instantes de conciencia se repiten más a menudo y duran cada vez más, si el hombre no les teme, sino por el contrario coopera con ellos y trata de guardarlos y prolongarlos, un elemento de alegría muy sutil, un gusto anticipado de la verdadera «conciencia lúcida» penetrará gradualmente en él. "El concepto de moralidad no es general. La moralidad está hecha de «topes». No hay una moral común: lo que es moral en la China es inmoral en Europa y lo que es moral en Europa es inmoral en la China, lo que es moral en San Petersburgo es inmoral en el Cáucaso y lo que es moral en el Cáucaso no lo es en San Petersburgo. Lo que es moral para una clase de la sociedad es inmoral para otra y viceversa. La moral es siempre y en todas partes un fenómeno artificial. Está hecha de múltiples «tabúes», es decir de restricciones y de exigencias variadas, algunas veces sensatas en su raíz, otras veces habiendo perdido todo sentido, o no habiéndolo tenido nunca porque han sido establecidas sobre una base falsa, sobre un terreno de supersticiones y de terrores imaginarios. "La moralidad está hecha de «topes». Y puesto que hay topes de todas clases y como las condiciones de vida varían considerablemente en los diferentes países, en diferentes épocas y entre distintas clases sociales, la moral así establecida es también muy diversa y contradictoria. No existe una moral común a todos. Asimismo es imposible decir que hay una sola moral para toda Europa, por ejemplo. Se dice algunas veces que la moral europea es la «moral cristiana». Pero ante todo, la idea de «moral cristiana» admite en sí misma un número muy grande de interpretaciones, y muchos crímenes han sido justificados por esta «moral cristiana». Luego la Europa moderna no tiene realmente casi nada en común con la «moral cristiana» cualquiera que sea el sentido que se le atribuya. "En todo caso, si es la «moral cristiana» la que ha llevado a Europa a la guerra que se desarrolla actualmente, ¿no sería preferible mantenerse tan alejado como fuese posible de tal moral? Muchas personas dicen que no comprenden el aspecto moral de su enseñanza, dijo uno de nosotros. Y otros dicen que su enseñanza no comporta moral alguna. ¡Seguro que no! dijo G. A la gente le gusta mucho hablar de moral. Pero la moral es una simple autosugestión. Lo que es necesario es la conciencia. No enseñamos moral. Enseñamos cómo se puede descubrir la conciencia. La gente no se pone contenta cuando decimos esto. Dicen que no tenemos amor. Simplemente porque no alentamos la debilidad y la hipocresía, sino por el contrario arrancamos todas las máscaras. Aquél que desea la verdad no hablará de amor o Cristianismo porque sabe cuán lejos está de esto. La doctrina cristiana es para los Cristianos. Y los Cristianos son aquellos que viven de acuerdo con Cristo, es decir que hacen todo según sus preceptos. ¿Pueden vivir en conformidad con los preceptos de Cristo, aquellos que hablan de amor y de moral? Naturalmente, no lo pueden hacer; pero siempre habrá habladurías de este tipo y siempre habrá gente para quien las palabras pesarán más que las cosas. Sin embargo, hay una señal que nunca falla: quienes hablan de tal manera son hombres vacíos; no vale la pena perder el tiempo con ellos.


CIRCULO INTERNO "La moral y la conciencia son dos cosas bien diferentes. Una conciencia nunca puede contradecir a otra. Pero una moral siempre puede contradecir y aun negar fácilmente a otra moral. Las morales se destruyen completamente unas a otras. Los hombres con «topes» pueden ser muy morales. Pero sus «topes» pueden ser diferentes; dos hombres muy morales pueden entonces considerarse el uno al otro muy inmorales. Por regla general esto es casi inevitable. Cuanto más «moral» es un hombre tanto más estima «inmorales» a los demás hombres «morales», que no lo son de la misma manera que él. "La idea de moral está ligada a la idea de buena o mala conducta. Pero la noción del bien y del mal difiere de un hombre a otro; siempre es subjetiva en el hombre No 1, 2 ó 3, y cada vez es función del momento o de la situación. El hombre subjetivo no puede tener una concepción general del bien y del mal. Para el hombre subjetivo, el mal es todo lo que se opone a sus deseos, a sus intereses, o a su concepción del bien. "Se puede decir que para el hombre subjetivo, el mal en realidad no existe. Para él no existen sino diversas concepciones del bien. Nadie jamás hace nada deliberadamente por servir al mal, por amor al mal. Cada uno actúa por servir al bien como él lo entiende. Pero cada uno lo entiende de diferente manera. Por consiguiente los hombres se despedazan y se asesinan por servir al bien. La razón es siempre la misma: su ignorancia y el profundo sueño en que viven. "Esto es tan evidente que aun parece extraño que la gente no piense en ello. En todo caso, el hecho es que no pueden llegar a esta comprensión, y cada uno considera «su bien» como el único bien, y todo el resto como el mal. Seria ingenuo y perfectamente vano el alimentar la esperanza de que los hombres pudieran comprender alguna vez y desarrollar en ellos una idea general e idéntica del bien. Pero ¿no existen el bien y el mal por sí mismos, fuera del hombre? preguntó uno de los presentes. Sí, dijo G., solamente que esto está muy lejos de nosotros y no vale la pena perder nuestro tiempo tratando de comprenderlo ahora. Recuerden simplemente esto: la única posible y permanente idea del bien y del mal para el hombre está ligada a la idea de la evolución; por supuesto, no a la idea de la evolución mecánica sino a la idea del desarrollo del hombre por sus esfuerzos conscientes, por el cambio de su ser, por la creación de la unidad en él. y por la formación de un Yo permanente. "No se puede formar en el hombre una idea permanente del bien y del mal si no está puesta en relación con una meta permanente y una comprensión permanente. Si un hombre comprende que esta dormido, y si tiene deseo de despertar, todo cuanto pueda ayudarle será el bien, y todo cuanto obstaculice su camino, todo cuanto tienda a prolongar su sueño, será el mal. De la misma manera él podrá discernir exactamente lo que es bueno y malo para los demás. Lo que les ayuda a despertar es bueno, lo que se lo impide es malo. Pero sólo es así para aquellos que quieren despertarse, es decir para aquellos que comprenden que están dormidos. Los que no se dan cuenta que están dormidos y que no pueden tener deseos de despertar. no pueden tener la comprensión del bien y del mal. Y como en su inmensa mayoría las personas no se dan cuenta y jamás se darán cuenta de que están dormidas, nunca podrá existir para ellas el bien y el mal. "Esto contradice las ideas generalmente aceptadas. La gente tiene el hábito de pensar que el bien y el mal deben ser el bien y el mal para todo el mundo, y sobre todo, que el bien y el mal existen para todo el mundo. En realidad, el bien y el mal no existen sino para un pequeño número, para aquellos que tienen una meta y se dirigen hacia esta meta. Entonces, para ellos, lo que va en contra de su meta es el mal, y lo que les ayuda es el bien. "Pero la mayoría de los durmientes dirán naturalmente que tienen una meta y que siguen una dirección definida. Para un hombre el darse cuenta de que no tiene meta y de que no va a ninguna parte es el signo de que se aproxima a un despertar; es signo que el despertar llega a ser realmente posible para él. El despertar de un hombre empieza en el instante en que se da cuenta de que no va a ninguna parte y de que no sabe a dónde ir, "Como ya hemos dicho, los hombres se atribuyen un gran número de cualidades que en realidad no pueden pertenecer sino a aquellos que han alcanzado un grado más elevado de desarrollo y un grado más elevado de evolución que los de los hombres Nº 1, 2 y 3. La individualidad, un «Yo» único y permanente, la

conciencia, la voluntad, la capacidad de «hacer». un estado de libertad interior — ninguna de estas cualidades pertenece al hombre ordinario, no más que la idea del bien y del mal, cuya misma existencia está ligada a una meta permanente, a una dirección permanente y a un centro de gravedad permanente. "La idea del bien y del mal algunas veces está ligada con la idea de la verdad y la mentira. Pero para el hombre ordinario, la verdad y la mentira no existen más de lo que existen el bien y el mal. "La verdad permanente y la mentira permanente sólo pueden existir para un hombre permanente. Si un hombre cambia continuamente, la verdad y la mentira también cambiarán continuamente para él. Si a cada momento cada hombre está en un estado diferente, sus concepciones de la verdad serán tan diversas como sus concepciones del bien. Un hombre nunca se da cuenta de la forma en que comienza a ver como verdadero lo que ayer consideraba como falso, y viceversa. No se da cuenta de estos cambios, en la misma forma de que no se-da cuenta de la transición de uno de sus «yoes» a otro. "En la vida de un hombre ordinario, la verdad y la mentira no tienen ningún valor moral, porque un hombre nunca puede atenerse a una verdad única. Su verdad cambia. Si durante cierto tiempo ésta no cambia, es simplemente porque está mantenida por los «topes». Y un hombre nunca puede decir la verdad. Algunas veces, «se dice» la verdad, otras veces «se dice» una mentira. Por consiguiente, su verdad y su mentira están igualmente desprovistas de valor. Ni una ni otra depende de él, ambas dependen del accidente. Y esto no es menos verdadero en lo que concierne a las palabras de un hombre, a sus pensamientos, a sus sentimientos y a sus concepciones de la verdad y de la mentira. "Para comprender la interdependencia de la verdad y de la mentira en su vida, un hombre debe llegar a comprender su mentira interior, las mentiras incesantes que se dice a sí mismo. "Estas mentiras son producidas por los «topes». Para llegar a destruir las mentiras que inconscientemente se fabrica a sí mismo, así como las que inconscientemente presenta a los demás, los .«topes» deben ser destruidos. Pero el hombre no puede vivir sin «topes». Éstos gobiernan automáticamente todas sus acciones, todas sus palabras, todos sus pensamientos y todos sus sentimientos. Si los topes fuesen destruidos, desaparecería lodo control. Un hombre no puede existir sin control, aunque sólo se trate de un control automático. Sólo un hombre que


CIRCULO INTERNO posee la voluntad, es decir un control consciente, puede vivir sin «topes». Por consiguiente, si un hombre comienza a destruir los «topes» en sí mismo, debe al mismo tiempo desarrollar una voluntad. Y como la voluntad no puede ser creada a pedido ya que esto requiere tiempo, el hombre corre el riesgo de encontrarse abandonado con sus «topes» demolidos y con una voluntad aún no suficientemente fuerte. Entonces la única posibilidad que podría tener en esta fase crítica es de ser controlado por otra voluntad ya fortalecida. "Es por esta razón por lo que en el trabado de escuela, que trae consigo la destrucción de los «topes», un hombre debe estar dispuesto a someterse a la voluntad de otro mientras que su propia voluntad no esté todavía plenamente desarrollada. En general, el problema de esta subordinación a la voluntad de otro hombre es lo primero que se estudia. Empleo la palabra «estudiar» porque el hombre tiene que comprender por qué es indispensable tal obediencia, y tiene que aprender a obedecer. Esto no es nada fácil. Un hombre que comienza el trabajo del estudio de sí con la meta de llegar a un control sobre sí mismo, todavía está acostumbrado a creer en el valor de sus propias decisiones. El mismo hecho que haya visto la necesidad de cambiarse le muestra que sus decisiones son correctas y refuerza la creencia que pone en ellas. Pero cuando comienza a trabajar sobre sí mismo, un hombre tiene que abandonar sus propias decisiones, tiene que «sacrificar sus propias decisiones», porque de otro modo la voluntad del hombre que dirige su trabajo no podría controlar sus acciones. "En las escuelas del camino religioso la primeraexigencia es la obediencia, es decir la sumisión total y absoluta, pero sin comprensión. Las escuelas del cuarto camino exigen, antes que nada, la comprensión. Los resultados de los esfuerzos son siempre proporcionales a la comprensión. "El renunciamiento a sus propias decisiones, la sumisión a la voluntad de otro, pueden presentar dificultades insuperables para un hombre, si no ha llegado a darse cuenta de antemano que de esta manera

no sacrifica ni cambia realmente nada en su vida, ya que toda su vida él ha estado sometido a alguna voluntad ajena y que realmente nunca ha tomado ninguna decisión por sí mismo. Pero el hombre no es consciente de esto. Considera que tiene el derecho de escoger libremente. Le es duro renunciar a la ilusión de que él mismo dirige y organiza su vida. Sin embargo, no hay trabajo posible sobre sí, mientras no se haya liberado de esta ilusión. "El hombre debe darse cuenta de que él no existe; debe darse cuenta de que no puede perder nada porque no tiene nada que perder: debe darse cuenta de su nadidad en el sentido más fuerte de esta palabra. "Este conocimiento de su propia nadidad, y sólo ello. puede acabar con el miedo de someterse a la voluntad de otro. Aunque parezca muy extraño, este miedo es en realidad uno de los mas glandes obstáculos que encuentra el hombre en el camino. El hombre teme que le llagan cosas contrarias a sus principios, a sus concepciones, a su ideas. Además, este temor produce de inmediato en él la ilusión de que realmente tiene principios. concepciones y convicciones, que en realidad nunca ha tenido ni sería capaz de tener. Un hombre que durante toda su vida nunca se ha preocupado por la moral, de repente se espanta con la idea de que le harán hacer algo inmoral. Un hombre que nunca se ha ocupado de su salud y que ha hecho todo lo posible por arruinarla, comienza a temer que se verá forzado a hacer algo que le pueda hacer daño. Un hombre que por todas partes durante toda su vida ha mentido a todo el mundo de la manera mas descarada, tiembla al pensar que se le pueda pedir que mienta. Conocí un borracho que a lo que mas temía en el mundo era a que se le hiciera beber. "Muy a menudo, el miedo de someterse a la voluntad de otro se manifiesta en forma tal, que nada puede lograrse. El hombre no comprende que la subordinación a la voluntad de otro, a la cual se adherirá conscientemente, es el único camino que puede conducirlo a la adquisición de una voluntad propia." La vez siguiente G. regreso a la cuestión de la voluntad: La cuestión de la voluntad, de nuestra propia voluntad y de la voluntad de otro hombre, dijo él, es mucho mas compleja de lo que parece a primera vista. Un hombre no tiene suficiente voluntad para hacer, es decir para dominarse a sí mismo y controlar sus acciones, pero tiene suficiente voluntad para obedecer a otra persona. Y solo de esta manera puede escapar a la ley de accidente. No hay otro camino. "Ya he hablado del destino y del accidente en la vida del hombre. Examinemos ahora en detalle el sentido de estas palabras. El destino mismo existe pero no para todo el mundo. La mayoría de la gente está separada de su destino y vive solamente bajo la ley del accidente. El destino es el resultado de las influencias planetarias que corresponden a un tipo de hombre dado. Hablaremos de los tipos mas adelante. Mientras tanto comprendan esto: el hombre puede tener el destino que corresponde a su tipo pero prácticamente no lo tiene nunca. Y esto porque el destino concierne a una sola parte del hombre, su esencia. "Recordemos que el hombre está constituido por dos partes: esencia y personalidad. La esencia en el hombre es lo que le pertenece. La personalidad en el hombre es «lo que no le pertenece». «Lo que no le pertenece» significa: lo que le ha venido de afuera, lo que él ha aprendido, o lo que él refleja; todas las huellas de impresiones exteriores grabadas en la memoria y en las sensaciones, todas las palabras y todos los movimientos que le han sido enseñados, todos los sentimientos creados por imitación, todo esto es «lo que no le pertenece», todo esto es la personalidad. "Desde el punto de vista de la psicología ordinaria, la división del hombre en personalidad y esencia es difícilmente comprensible. Sería más exacto decir que la psicología lo ignora todo acerca de esta división. "Un niño pequeño no tiene todavía personalidad. Él es lo que realmente es. Es esencia. Sus deseos, sus gustos, lo que quiere y lo que no quiere expresan su ser tal cual es. "Pero tan pronto interviene aquello que llamamos «educación», la personalidad comienza a crecer. La personalidad se forma en parte bajo la acción de influencias intencionales, es decir, de la educación, y en parte por el hecho de la involuntaria imitación de los adultos por el niño mismo. En la formación de la personalidad, también desempeña un gran papel la «resistencia» del niño a los que le rodean y sus esfuerzos por disimular ante ellos lo que le «pertenece», lo que es «real». "La esencia es la verdad en el hombre; la personalidad es la mentira. Pero a medida que aumenta


CIRCULO INTERNO la personalidad, la esencia se va manifestando más y más raramente, más y más débilmente; aun muchas veces la esencia se detiene en su crecimiento a una edad muy temprana y no puede crecer más. Muy a menudo ocurre que el desarrollo de la esencia de un adulto, aun de un hombre muy intelectual o en el sentido corriente de la palabra, muy culto, se ha detenido al nivel de desarrollo de un niño de cinco a seis años. Esto significa que nada de lo que vemos en este hombre le pertenece en realidad: lo que le pertenece, lo que le es propio, es decir su esencia, se manifiesta habitualmente sólo en sus instintos y en sus emociones más simples. Sin embargo, en ciertos casos la esencia puede crecer paralelamente a la personalidad. Tales casos representan muy raras excepciones, especialmente en las condiciones de vida de los hombres «cultos». La esencia tiene más oportunidades para desarrollarse en los hombres que viven en estrecho contacto con la naturaleza, en condiciones difíciles en las cuales es necesario constantemente combatir y superar los peligros. "Más como regla general la personalidad de tales hombres está muy poco desarrollada. Tienen más de «lo que realmente les pertenece» pero están casi desprovistos de «lo que no les pertenece»; en otros términos les falta educación e instrucción, les falta cultura. La cultura crea la personalidad; al mismo tiempo es también producto y el resultado de esta última. No nos damos cuenta de que toda nuestra vida, todo lo que llamamos civilización, ciencia, filosofía, arte, política, son creaciones de la personalidad, es decir, de todo lo que en el hombre «no le pertenece». "En el hombre, el elemento que «no le pertenece» difiere mucho de lo que «le es propio» por el hecho de que puede ser perdido, alterado o quitado por medios artificiales. "Es posible obtener una confirmación experimental de esta relación de la personalidad a la esencia. En las escuelas del Oriente, se conocen medios y métodos mediante los cuales se pueden separar la esencia y la personalidad de un hombre. Con este fin, se sirven a veces del hipnotismo o de narcóticos especiales, otras veces de ciertas clases de ejercicios. Si por uno u otro de estos medios se separan la personalidad y la esencia de un hombre por un cierto tiempo, se ven dos seres completamente formados, coexistentes de alguna manera en él, que hablan distintas lenguas, que tienen gustos, intereses y metas totalmente diferentes, y a menudo se descubre que uno de los dos se ha quedado en el nivel de un niño muy pequeño. Si el experimento se prolonga, es posible dormir uno de estos dos seres; o bien el experimento puede comenzar con esto, es decir, poniendo a dormir ya sea la personalidad, ya sea la esencia. Ciertos narcóticos tienen la propiedad de dormir a la personalidad sin afectar la esencia. Después de haberle hecho tomar a un hombre el narcótico, se puede ver desaparecer su personalidad por un cierto tiempo, quedándole sólo su esencia. Ocurre que un hombre lleno de ideas variadas y exaltadas, lleno de simpatías y antipatías, de amor, de odio, de apegos, de patriotismo, de hábitos, de gustos, de deseos, de convicciones, de repente se revela completamente vacío, desprovisto de todos sus pensamientos, sentimientos, convicciones y de todo punto de vista personal sobre las cosas. Todo aquello que lo había agitado anteriormente ahora lo deja completamente indiferente. A veces, puede así percibir el carácter artificial e imaginario de sus estados de ánimo habituales y de sus frases pomposas; y aun sucede que puede olvidarlas completamente como si esto no hubiera existido nunca. Tales cosas, por las cuales estaba dispuesto a sacrificar su vida, ahora le parecen ridículas, o insensatas, o indignas de su atención. Todo lo que puede encontrar en sí mismo es un pequeño número de inclinaciones instintivas y de gustos. Le gustan los caramelos, el calor, no le gusta el frío, no quiere trabajar más, o por el contrario, le gusta hacer ejercicio. Esto es todo. "En ciertos casos muy raros, y a veces cuando menos se espera, la esencia se revela plenamente adulta, plenamente desarrollada, aun cuando la personalidad no lo este; y en tales circunstancias, la esencia engloba todo lo que es firme y real en un hombre. "Pero esto sucede muy rara vez. Por regla general, la esencia del hombre es o bien primitiva, salvaje e infantil, o simplemente estúpida. El desarrollo de la esencia es fruto del trabajo sobre sí. "Un momento muy importante en el trabajo sobre sí es aquel en que un hombre

comienza a distinguir entre su personalidad y su esencia. El verdadero «Yo» de un hombre, su individualidad, no puede crecer sino a partir de su esencia. Se puede decir que la individualidad de un hombre es su esencia ya adulta, madura. Pero para permitir que crezca la esencia, es indispensable ante todo atenuar la constante presión que la personalidad ejerce sobre ella, porque en la personalidad están contenidos los obstáculos al crecimiento de la esencia. "Si consideramos al hombre culto promedio, veremos que en la inmensa mayoría de los casos, en tal hombre su personalidad es el elemento activo, mientras su esencia es el elemento pasivo. El crecimiento interior de un hombre no puede comenzar mientras este orden de cosas no cambie. La personalidad debe volverse pasiva y la esencia, activa. Esto no puede producirse hasta que se quiten o se debiliten los «topes», puesto que los «topes», en su conjunto, constituyen el arma principal de la que se sirve la personalidad para mantener sujeta a la esencia. "Como ya hemos dicho, la esencia de los hombres poco cultos, es en general mucho más desarrollada que la de los hombres cultos. Parece entonces que ellos deberían estar mas cerca de la posibilidad de un desarrollo, pero en realidad no es así, porque su personalidad se demuestra insuficientemente desarrollada. Para crecer interiormente y, desde luego, para trabajar sobre sí, un cierto grado de desarrollo de la personalidad es tan indispensable como una cierta fuerza de la esencia. La personalidad está constituida por los «rollos», y por los «topes» que resultan de cierto trabajo de los centros. Una personalidad insuficientemente desarrollada significa una falla en los rollos, es decir, una falta de saber, una falta de informaciones, una falta del material en que se basa el trabajo sobre sí. Sin cierta suma de conocimientos, sin cierta cantidad de los elementos que «no le pertenecen», un hombre no puede comenzar el trabajo sobre sí, no puede aun comenzar a estudiarse y a combatir sus hábitos mecánicos, simplemente porque para el no hay razón o motivo para emprender tal trabajo. "Esto no quiere decir que todos los caminos le están cerrados. El camino del faquir y el camino del monje, que no exigen ningún desarrollo intelectual, le quedan abiertos. Pero los medios o los métodos que pueden ser utilizados por un hombre cuyo intelecto ha sido desarrollado, le son inutilizables. De este modo, la evolución es tan difícil para un hombre sin cultura como para un hombre culto. Un hombre culto vive apartado de la naturaleza, lejos de las condiciones naturales de la existencia, dentro de condiciones artificiales de vida, que desarrollan su personalidad a expensas de su esencia. Un hombre menos culto, que


CIRCULO INTERNO viva en condiciones más normales y naturales, desarrolla su esencia a expensas de su personalidad. Para que un trabajo sobre sí pueda ser emprendido con éxito, se necesita la conjunción feliz de una personalidad y de una esencia igualmente desarrolladas. Tal conjunción dará las más grandes oportunidades de éxito. Cuando la esencia está muy poco desarrollada, es indispensable un largo periodo de trabajo preparatorio, pero todo este trabajo quedará completamente estéril, si la esencia está interiormente podrida o si ha contraído algunos defectos irremediables. Casos de este tipo se encuentran muy a menudo. Un desarrollo anormal de la personalidad detiene frecuentemente el desarrollo de la esencia en un nivel tan bajo que aquella deviene una pobre y pequeña cosa informe. De una pobre y pequeña cosa informe, nada se puede esperar. "Además, sucede a menudo que la esencia de un hombre muere mientras que su personalidad y su cuerpo permanecen vivos. Casi todas las personas que vemos en las calles de una gran ciudad son así, interiormente vacías; en realidad, están ya muertas. "Es una suerte para nosotros que no lo veamos y que no sepamos nada de ello. Si supiésemos cuántos hombres están ya muertos y cuan numerosos son los cadáveres que gobiernan nuestras vidas, el espectáculo de este horror nos haría perder la razón. De hecho, muchos hombres se han vuelto locos porque han entrevisto esta realidad sin una preparación suficiente; han visto lo que no estaban facultados para ver. Para estar en condiciones de afrontar esta visión impunemente, hay que estar en el camino. Si un hombre que no puede hacer nada viera la verdad, seguramente se volvería loco. Pero esto sucede rara vez. En el curso ordinario de las cosas, todo está ordenado en forma tal que nadie puede ver nada prematuramente. La personalidad no ve sino lo que quiere ver, y lo que no es contrario a su experiencia. No ve jamás lo que no le gusta — lo cual es a la vez una ventaja y una desventaja. Es una ventaja para el hombre que quiere dormir, y es un obstáculo para el que quiere despertar. Si la esencia está sometida a la influencia del destino, preguntó uno de nosotros, ¿significa esto que, comparado al accidente, el destino es siempre favorable al hombre? Yo quisiera Ver nota . saber si un hombre puede ser conducido al trabajo por su destino. No, respondió G., no se trata en absoluto de

esto. El destino es preferible al accidente sólo en el sentido de que es posible tomarlo en consideración; el destino puede ser conocido de antemano, y entonces es posible prepararnos para lo que nos espera. Por el contrario, en lo que se refiere al accidente no se puede saber nada. Pero el destino puede ser no menos desagradable o no menos difícil. En este caso, a pesar de todo, hay medios que permiten al hombre liberarse de su destino. "El primer paso en esta dirección consiste en sustraerse a las leyes generales. El accidente general o colectivo se produce exactamente como el accidente individual. Y así como hay un destino individual, hay también un destino general o colectivo. El accidente colectivo y el destino colectivo están gobernados por las leyes generales. Un hombre deseoso de crearse una individualidad propia debe entonces liberarse de las leyes generales. Las leyes generales no son todas ellas obligatorias para el hombre; el puede liberarse de un gran número de éstas, si llega a liberarse de «topes» y de la imaginación. Todo esto se conecta a este problema fundamental: ¿Cómo liberarse de la personalidad? La personalidad encuentra su alimento en la imaginación y la mentira. Cuando la mentira en la cual vive el hombre haya disminuido, y la imaginación se haya debilitado, la personalidad misma no tardará en declinar y el hombre podrá pasar entonces a estar bajo el control ya sea de su destino, o de una línea de trabajo que a su vez está dirigida por la voluntad de otro hombre; de esta manera, un hombre puede ser conducido hasta el punto en que una voluntad podría ser formada en él, una voluntad capaz de hacer frente a la vez al accidente, y si es necesario, al destino."Estas conversaciones se prolongaron varios meses. Evidentemente, no se trata de poder reconstruirlas en su orden exacto, porque G. tocaba muy a menudo una veintena de temas diferentes en una misma noche. Muchas cosas fueron repetidas en respuesta a las preguntas hechas; finalmente muchas ideas estaban tan estrechamente ligadas que sólo artificialmente se podría separarlas. En ese entonces, ciertas personas de un tipo bien definido ya habían tomado una actitud negativa con respecto a nuestro trabajo. Después de habernos reprochado nuestra falta de "amor", muchos de ellos se indignaron cuando hubo un pedido de dinero, de pago. A este respecto, era muy característico que los más rebeldes no eran aquellos que tenían dificultad en pagar, sino los que tenían fortuna y para quienes la suma pedida era una simple bagatela. Aquellos que no podían pagar, o que no podían pagar sino muy poco, siempre comprendían que no se podía obtener algo por nada, y que el trabajo de G., sus viajes a San Petersburgo y el tiempo que él y los otros daban al trabajo, costaban dinero. Sólo aquellos que tenían dinero no lo comprendían, y no querían comprenderlo. ¿Querría decir esto, por acaso, que el Reino de los Cielos podría ser comprado? preguntaban. Pero nunca se ha pedido dinero para tales cosas. El Cristo decía a sus discípulos: «No llevéis bolsa ni alforja» —¡y ustedes piden mil rublos! A este paso se pueden hacer excelentes negocios. Supongamos que haya un centenar de alumnos. Esto daría un ingreso de cien mil rublos. ¿Y si hubiera doscientos, trescientos alumnos? ¡Trescientos mil rublos por año, qué magnífica renta!" G. sonreía siempre cuando yo le contaba estos comentarios. —«¡No llevéis bolsa ni alforja!» Pero ¿no hay que tomar de todos modos un boleto de ferrocarril y pagar el hotel? ¡Vean su mentira y su hipocresía! No, aun si no tuviésemos ninguna necesidad de dinero, sería todavía necesario mantener está exigencia. Desde el comienzo esto nos desembarazaría de una cantidad de gente inútil. No hay nada que muestre mejor a la gente que su actitud hacia el dinero. Están listos a despilfarrar tanto y más para sus fantasías personales, pero no tienen ninguna apreciación del trabajo de otro. ¿Quizás yo debo trabajar para ellos y, gratuitamente, darles todo lo que se dignen tomar de mí? «¿Cómo puede comerciarse con el conocimiento? ¡Debe ser regalado!» dicen ellos. Es precisamente por esta razón por lo que es necesario hacerles pagar. Hay quienes jamás pasarán esta barrera. Pero si la pasan, esto significa que nunca pasarán las otras; y éstas no son las únicas razones. Más tarde usted lo verá." Estas otras razones eran muy sencillas. Eran numerosos los que de hecho no podían pagar. Y aunque G. siempre había mantenido el principio muy estrictamente, en realidad nunca rechazaba a un alumno porque éste no tuviera dinero. Y se descubrió más tarde que él mismo sostenía a un gran número de sus alumnos. Aquellos que pagaban mil rublos pagaban no solamente por ellos mismos, sino por los otros.


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Alcanzando la perfección de la vida «La forma humana de vida tiene por objeto comprender a Dios» Todo ser humano sensato se hace esta pregunta fundamental: «¿Cuál es el propósito de la vida?». Desgraciadamente, a nuestra dificultad en encontrar un significado final, se le une el hecho de que miles de filosofías, religiones e ideologías contrarias, así como también sus exponentes, compiten por nuestra lealtad. Aquí, Srila Prabhupada nos da una guía sencilla e iluminadora.

El tema de hoy trata de nuestra relación con Dios. Eso es autorrealización. El movimiento de sa?kirtana es el proceso más sencillo de autorrealización, debido a que limpia el corazón. El erróneo entendimiento que tenemos de nuestra identidad se debe al polvo que cubre el espejo de nuestra mente. En un espejo que esté cubierto de polvo, no podemos vernos. Pero si está bien limpio, entonces podemos vernos. Así que la meditación es un proceso para limpiar el corazón. Meditación significa tratar de entender nuestra relación con el Supremo. Existe una relación con todo aquello con lo cual estamos en contacto. Debido a que ahora estoy sentado en este cojín, la relación consiste en que yo me siento y el cojín me sostiene. Ustedes tienen relaciones. Ustedes son ingleses o hindúes, así que hay una relación con su sociedad, con su familia, con sus amigos. Entonces, ¿cuál es nuestra relación con Dios? Si preguntamos a todo el mundo cuál es su relación con Dios, muy poca gente podrá responder. La gente dice: «¿Qué es Dios? Dios está muerto. Yo no creo en Dios, y ni hablar de tener una relación». Debido a que esas suciedades están cubriendo sus corazones, no pueden ver. Tenemos una relación con todo; ¿por qué no tratamos de entender nuestra relación con Dios? ¿Acaso negarse es muy inteligente? No. Eso es ignorancia. Todas las criaturas de este mundo material están cubiertas por las tres modalidades de la naturaleza material. Por eso no pueden ver a Dios. No pueden entender a Dios, ni tampoco tratan de entenderlo. Pero Dios está ahí. En Inglaterra hay neblina por la mañana, así que no se puede ver el Sol que se encuentra tras la niebla. Pero, ¿acaso significa eso que no hay Sol? No podemos verlo porque tenemos los ojos cubiertos. Pero, si enviamos un telegrama a otra parte del mundo, nos responderán: «Sí, el Sol está aquí. Podemos verlo. Está muy deslumbrante, lleno de luz». Así que, cuando se niega la existencia de Dios o no se puede averiguar cuál es la relación que se tiene con Dios, eso significa que se está falto de conocimiento. No es que no haya Dios. Nosotros no podemos verlo. El Sol no está cubierto. El Sol no puede ser cubierto. La niebla o la nube o la neblina no tienen poder para cubrir el Sol. ¡Cuán grande es el Sol! Es muchísimas veces más grande que la Tierra. Y las nubes pueden cubrir a lo sumo diez, veinte o cien kilómetros. Así que, ¿cómo pueden las nubes cubrir el Sol? No. Las nubes no pueden cubrir el Sol. Ellas cubren nuestros ojos. Cuando un conejo se enfrenta a un enemigo y no puede

defenderse, cierra los ojos y piensa: «Mi enemigo ya se fue». De igual manera, estamos cubiertos por la energía externa de Dios, y pensamos: «Dios está muerto». El Señor tiene tres clases de energías. En el Vi??u Pura?a se describen las energías del Señor Supremo. Y también en los Vedas, en los Upani?ads, hay descripciones de las energías del Señor Supremo. Parasya saktir vividhaiva sruyate (Svetasvatara Upani?ad 6.8). Sakti significa «energía». El Señor tiene múltiples energías. Los Vedas dicen: «Dios no tiene obligación de hacer nada». Nosotros tenemos que trabajar debido a que no tenemos ningún otro medio de existir tenemos que comer, deseamos disfrutar de esto, de aquello - pero, ¿por qué habría Dios de trabajar? Dios no tiene que trabajar. Entonces, ¿cómo podemos decir que Dios creó este universo? ¿No es eso trabajo? No. Entonces, ¿cómo ocurrió? Sus múltiples y variadas energías son tan fuertes que están actuando en forma natural y están llenas de conocimiento. Podemos ver cómo una flor florece y crece y sistemáticamente despliega múltiples colores: en un lado un pequeño punto, en otro lado otro pequeño punto, blanco por un lado, más blanco por el otro lado. La mariposa también exhibe una simetría tan artística como ésa. Así que todo eso está siendo pintado, pero de una manera tan perfecta y tan rápida que no podemos ver


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cómo ocurre. No podemos entender cómo se está llevando a cabo, pero lo está ejecutando la energía del Señor. La gente dice que Dios está muerto, que no hay Dios y que no tenemos ninguna relación con Dios, debido a una carencia de conocimiento. Se ha dicho que esos pensamientos se asemejan a los pensamientos de un hombre que está poseído por un fantasma. Así como un poseso habla toda clase de necedades, cuando nosotros quedamos cubiertos por la energía ilusoria de Dios, decimos que Dios está muerto. Pero eso no es un hecho. Por lo tanto, necesitamos este proceso del canto para limpiar nuestro corazón. Emprendan este sencillo proceso de cantar el mantra Hare K???a. De esa manera, en su vida familiar, en su club, en su hogar, en la calle en todas partes - canten Hare K???a, y esa oscuridad que cubre su corazón, que cubre su verdadera posición, desaparecerá. En ese momento entenderán ustedes su verdadera posición constitucional. El Señor Caitanya Mahaprabhu recomendó: ceto-darpa? a-marjanam. Marjanam significa «limpiar», y darpa?am significa «espejo». El corazón es un espejo. Es como una cámara fotográfica. Así como una cámara fotográfica toma toda clase de fotografías de los días y de las noches, así mismo nuestro corazón toma fotografías y las mantiene en un estado inconsciente. Los psicólogos saben esto. El corazón toma muchísimas fotografías, y, por lo tanto, queda cubierto. No sabemos cuándo ha

comenzado, pero es un hecho que, debido a que hay contacto material, nuestra verdadera identidad está cubierta. Por consiguiente, cetodarpa?a-marjanam: tenemos que limpiar nuestro corazón. Hay diferentes procesos para limpiar el corazón: el proceso de jñana, el proceso de yoga, el proceso de meditación, las actividades piadosas. Karma también limpia el corazón. Si actuamos en forma muy piadosa, nuestro corazón gradualmente se limpiará. Pero, si bien esos procesos se recomiendan para limpiar el corazón, en esta era son todos difíciles. Para seguir el sendero del conocimiento filosófico, debemos convertirnos en eruditos muy sabios, debemos leer muchísimos libros, acudir a profesores y eruditos entendidos y especular. Debemos buscar a una persona que haya visto la luz. Así que todos ésos son procesos filosóficos. La meditación es también un proceso recomendado. Debemos preguntar: «¿Qué soy yo?». Consideren: ¿Soy yo este cuerpo? No. ¿Soy yo este dedo? No, éste es mi dedo. Si contemplamos nuestra pierna, veremos que: «¡Oh!, es mi pierna». En forma similar, encontraremos que todo es «mío». Y ¿dónde está ese «yo»? Todo es mío, pero ¿dónde está ese «yo»? Cuando buscamos ese «yo», eso es meditación. Verdadera meditación significa concentrar todos los sentidos de esa manera. Pero ese proceso de meditación es muy difícil. Debemos controlar los sentidos. Los sentidos nos arrastran hacia afuera, y tenemos que llevarlos hacia adentro en pos de la introspección. Por consiguiente, en el sistema de yoga hay ocho procesos. El primero consiste en controlar los sentidos mediante principios regulativos. Luego posturas para sentarse; eso nos ayudará a concentrar la mente. Si nos sentamos recostados en algo, eso no nos ayudará; si nos sentamos recto, eso ayudará. Luego controlar la respiración, luego la meditación, luego el samadhi. Pero hoy en día éstos son procesos muy, muy difíciles. Nadie puede ejecutarlos de inmediato. Los supuestos procesos de yoga son fragmentarios: sólo se practican las posturas para sentarse y unos cuantos ejercicios respiratorios. Pero eso no nos puede llevar hasta la etapa de la perfección. El verdadero proceso de yoga, sibien es un proceso védico recomendado, es muy difícil en esta era. En forma similar, podemos tratar de recibir conocimiento mediante el proceso filosófico especulativo: «Esto es Brahman, esto no es Brahman, así que ¿qué es Brahman? ¿Qué es alma espiritual?». Esa discusión filosófica empírica también está recomendada, pero es inútil en esta era.


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SUPERAR EL DUELO. Por: Mariana Navarro

No hay nada, ningún dolor más intenso que tu dolor, No existe comparación , antes de ti, después de ti, Iré pues despacio en tu recuerdo, para atesorarte un segundo más Y habré de agradecer tu vida,corta, larga, valiosa, importante. Todo tú, te llevo en mi, estuviste, permaneciste...Más allá de lo sentido en la piel, más profundo que la oscura noche, Mi luto.. Y no obstante ,y sin embargo ,amanece....cierra tus ojos, brilla, trasciende.. te amaré siempre. .... Empiezo ahora este artículo así, con esas palabras fuertes, nacido del dolor que trasciende aveces el alma, se le conoce como DUELO.¿Qué es el duelo? El duelo es la reacción emocional, física y espiritual en respuesta a la muerte o una pérdida. Las personas que están de duelo pueden experimentar los siguientes cambios: Sienten emociones fuertes, como la tristeza y la ira. Tienen reacciones físicas, como falta de sueño o sensación de náusea. Tienen reacciones espirituales frente a la muerte. Por ejemplo, algunas personas se cuestionan sus creencias y se sienten muy decepcionadas de su religión mientras que otras descubren que su fe es más fuerte que nunca. El duelo no siempre se relaciona con la muerte. Porque hay ocasiones, que la separación emana más tristeza que la muerte. En la muerte hay resignación , pero en el alejamiento no hay opción ,porque sabiendo en el primer caso que es el fin de todo y no hay más lugar, en las pérdidas donde aún existen posibilidades terrenas, el dolor es más intenso aún porque provoca frustración . Existen muchos tipos de pérdidas y no todas tienen que ver con la muerte. Una persona también puede hacer duelo tras la ruptura de una relación íntima o después de que uno de los padres, un hermano o un amigo se muda. El duelo ,es el sentimiento que hay que superar por medio de la Fe. Siempre que acontezca una pérdida, normalmente se producirá un duelo. Por pérdida se entiende: fallecimiento, ruptura o alejamiento de un ser querido, pérdida de trabajo, pérdida de objetos y personas importantes y queridas... Se debe tener en cuenta que ante cualquier pérdida de algo sumamente querido, sobrevendrá un proceso de duelo, indefectiblemente. El período de duelo varía según las circunstancias que lo originaron y las características de la persona, pero lo importante es saber que es un

período, luego del cual, la persona se va a sentir mejor, si se tiene Fe. Es importante recalcar que ante la pérdida de un ser querido y en los procesos de duelo, sobre todo en los primeros días, no se deberían tomar decisiones de importancia, ya que en los primeros días de un duelo, se está en un estado en que es imposible tomar buenas decisiones, ya que la psiquis de la persona no está preparada para ello. Es altamente probable que se tomen decisiones erróneas o fuera de lugar, como por ejemplo :terminar una relación laboral o alejarse de una relación sentimental, o abandonarse a sí mismo. Sobrellevar la pérdida , podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La sensación de pérdida , puede provocar un dolor especialmente profundo. Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aún así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión. Es aquí donde la Fe actúa y nos sostiene. Algunas personas me han hablado sobre su propia experiencia con el duelo y aseguran que se da en etapas, pero en realidad se suele sentir como "oleadas" o ciclos de dolor que van y vienen según lo que estás haciendo y si existen elementos que te hagan recordar a la persona que perdiste o las situaciones de las cuales te separaste. DOLOR,RABIA,DESESPERACIÓN,Frustr ación ,ENOJO,TRISTEZA PROFUNDA, Todos estos sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede hacer una persona para superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez todo volverá a la normalidad? ¿Y cómo vas a seguir adelante sin la persona que te alejaste o los afectos que perdiste? EL DUELO SE SUPERA CON LA FE. Enfrentar el duelo Así como la gente siente el duelo de muchas maneras diferentes, también lo maneja de manera diferente. Algunas personas buscan el apoyo de otras y


CIRCULO INTERNO encuentran alivio en los buenos recuerdos. Otras tratan de mantenerse ocupadas para alejar su mente de la pérdida. Algunas personas se deprimen y se alejan de sus amigos o evitan los lugares o situaciones que les recuerden su dolor. Es normal que sientas que "te estás volviendo loco" y que sientas mucha ansiedad, pánico, tristeza e impotencia. Algunas personas dicen tener una sensación de "irrealidad", como si estuviesen mirando el mundo desde un lugar lejano. Otras se sienten malhumoradas, irritables y con resentimiento. Pero la Fe en Cristo mueve montañas y en El puedo esperar. Puede parecer imposible recuperarse .Pero la aflicción mejora gradualmente y se vuelve menos intensa con el tiempo. Tal vez, saber algunas de las cosas que puedes esperar durante el proceso de duelo pueda ayudarte a superar el dolor.

alejó del mundo, terminando con cualquier lazo afectivo y culpando a todo y todos por su dolor...faltaría decirle a esta persona lo que decía Santa Teresa : Nada te turbe, Nada te espante,Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta.

Es natural continuar teniendo sentimientos y preguntas durante un tiempo después de la perdida de una persona o situación .También es natural comenzar a sentirse un poco mejor. Depende mucho de la manera en que la pérdida afecte tu vida. Está bien estar afligido durante días, semanas, o incluso más tiempo, cada quien tiene su propio proceso.

Si no te gusta la idea de seguir adelante, tal vez la idea de "continuar" te parezca más adecuada. A veces, puede ayudarte recordarte a ti mismo continuar haciendo todo lo que puedas por el momento. Permítete estar triste e intenta no escaparte de tus emociones. Pero continúa haciendo cosas que normalmente harías.

No importa cómo elijas pasar tu duelo, no existe una manera correcta de hacerlo. El proceso de duelo es gradual y dura más en algunas personas que en otras. Puede haber momentos en los que pienses que nunca disfrutarás de la vida de la misma manera, pero ésta es una reacción natural después de una pérdida de cualquier índole .

Seguir adelante y aliviar la aflicción del duelo no significa olvidarse de la persona que has perdido. Volver a disfrutar de la vida no significa dejar de extrañar a esa persona. Y cuánto tiempo pasará hasta que comiences a sentirte mejor no es una medida de cuánto amabas a esa persona. Con el tiempo, gracias al cariñoso apoyo de la familia y los amigos, y a tus propias acciones positivas, descubrirás maneras de enfrentar hasta la peor de las pérdidas. Y lo más importante aún :Agradece lo bueno que trajo a tu vida. Este dolor .

Alguien cercano a mi, vivió un proceso así, estuvo bajo presión tremenda tres meses superando una prueba de trabajo laboral , se levantaba con el propósito de salir adelante, finalmente superó su prueba, pero al poco tiempo de lograrlo murió la figura paterna para él en la persona de su abuelo...Y colapso ..

Creo que una parte para olvidar, es agradecer... ¿Qué? Si, agradecer. Agradecer las cosas buenas, los bellos momentos que trajo a nuestra vida. Es un primer paso para elaborar esa perdida con amor.

Entonces tomó decisiones incorrectas y se

¿Alguna vez se supera ?La respuesta es si.

RECORDANDO QUE TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE. Vive, ama, confía. Quien te ama te entiende, quien te ama te espera a superar la tristeza y recuperar tu alegría .


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Las Dos Escuelas de Misterios y las Imágenes de los 48 Cromosomas Estamos cambiando direcciones nuevamente y comenzando un nuevo sistema de conocimiento, que continuará durante un tiempo mientras observan este símbolo nuevamente a través de un largo proceso. Este era el símbolo para la Escuela de Misterios Egipcia de Akenatón, la Ley de Uno [Fig. 5-24]. Es el Ojo Derecho de Horus. El ojo derecho está controlado por el cerebro izquierdo; es conocimiento masculino. Aunque el ojo derecho "ve" directamente hacia el cerebro derecho, esto no es lo que estaban comunicando los Egipcios. Lo que es importante aquí, no es el "ver" sino la interrupción de la información que se esta "viendo". Es el cerebro izquierdo el que hace esta interrupción de lo que es visto; éste controla el lado derecho del cuerpo y viceversa. De la misma forma, el Ojo Izquierdo de Horus, controlado por el cerebro derecho, es Fig. 5-24. Símbolo de la escuela de

conocimiento femenino, que fue enseñando en los doce templos egipcios misterio del ojo derecho de Horus.

principales a lo largo del Nilo. El treceavo templo era la misma Gran Pirámide.Tomaba doce años de iniciación, pasando un año o un ciclo en cada uno de esos templos, aprendiendo todos los componentes femeninos de la conciencia. Pero el componente masculino, el Ojo Derecho de Horus, fue enseñado solo una vez y no fue escrito en ninguna parte. Fue puramente tradición oral, aunque sus componentes principales están grabados en una sola pared bajo la Gran Pirámide, que conduce hacia el Salón de los Registros. Conforme bajan por ese salón, llegan casi hasta abajo y justo antes hace un giro de 90 grados, arriba en lo alto de la pared ven una imagen como de cuatro pies de diámetro, que es la Flor de la Vida. A su lado se encuentran otras 47 imágenes, una después de la otra, que son las imágenes de los cromosomas de la conciencia Crística, el nivel de conciencia al que nos estamos moviendo ahora. Después de que se publiquen estos dos volúmenes, podemos publicar un libro con estas imágenes. Estaremos mostrando estas imágenes a través de este libro, mezcladas y de una forma ligeramente distinta. De esto se trata la Gran Pirámide. Su propósito principal, más allá de cualquier otra cosa, es llevar a alguien desde nuestro nivel de conciencia hacia el siguiente nivel. Existen muchas otras razones por las que existe, pero la ascensión y la resurrección son su propósito absoluto.

El Génesis, La Historia de la Creación Las Versiones Cristiana y Egipcia Vamos a comenzar por darnos cuenta que la comprensión Cristiana y Egipcia sobre la Realidad, es casi idéntica. La comprensión Cristiana se deriva de la Egipcia. Aquí están las primeras tres oraciones de la Biblia Crsitiana: “En el principio Dios creó el cielo y la tierra”. Y la tierra no tenía forma y el vacío y la oscuridad se posaban sobre la cara de las profundidades y el espítiritu de Dios se movió sobre la superficie de las aguas. Y dijo “Que se haga la luz” y “se hizo la luz”. Para comenzar, esta afirmación de que la Tierra no tenía forma y que surgió del Vació, de la nada, es exactamente lo que creían los Egipcios. Es también lo que creen muchas otras religionesñ Tanto la religión Egipcia como la Cristiana, creen que todo lo que se necesita para iniciar el proceso de creación es nada y espíritu y cuando esos dos conceptos se unen, entonces pueden ser creadas todas las cosas. Ellos creen que la creación comienza con el movimiento del espíritu. En la segunda oración dice, "la Tierra no tenía forma ni vacío" y que el espíritu de Dios se movió sobre la superficie de las aguas. Después, en la siguiente oración, Dios dice, "Que se haga la luz." Primero se dio el movimiento, e inmediatamente después surgió la luz. De acuerdo con la creencia egipcia, en las Biblias Cristianas actuales se dejó fuera un pequeño detalle.

Aunque en las Biblias más antiguas no está necesariamente este error. Existen 900 versiones de la Biblia en el mundo y en muchas de las más antiguas la primera oración dice, "En el principio había seis." También comienza de otras formas; ha sido cambiada muchas veces durante los años. Los antiguos Egipcios dirían que es imposible la forma en la que se inicia la creación en las Biblias modernas, especialmente si piensan en ello desde el punto de vista de la física. Imaginen un espacio oscuro e infinito que continúa por siempre en todas direcciones. No hay nada en él, solo espacio infinito sin nada. Imagínense a sí mismos, no su cuerpo, sino su conciencia, en medio de eso. Están solo flotando allí sin nada. No se pueden caer realmente, porque ¿hacia dónde se caerían? No sabrían si se están cayendo o si están subiendo o moviéndose a un lado; de hecho, no existe forma de experimentar movimiento alguno. Desde un punto de vista puramente físico o matemático, el movimiento en sí, o la energía kinética, es absolutamente imposible en el vacío. No pueden ni siquiera girar, porque el movimiento no puede convertirse en algo real, hasta que no haya cuando menos otro objeto en el espacio a su alrededor. Tiene que haber algo en relación a lo que ustedes se mueven. Si no tienen algo en relación a lo que se mueven, ¿cómo sabrían que se están moviendo? Quiero decir, si subieran treinta pies, ¿cómo sabrían eso? No hay cambio. Sin cambio, no hay movimiento. Entonces los antiguos Egipcios dirían que antes de que Dios se "moviera sobre la superficie de las aguas" El/Ella tenía que crear antes algo en relación a lo cual moverse. Cómo lo hicieron Dios y las Escuelas de Misterios Ahora, piensen en ustedes parados en una habitación oscura, cerca de una puerta que se conecta con una segunda habitación. Están listos para entrar en la segunda habitación que está mucho muy oscura. Casi no pueden ver la puerta que conduce hacia ella. Entran a la segunda habitación, cierran la puerta detrás de ustedes y está como boca de lobo. Cuando se enfrentan con esa situación, tienen la habilidad de proyectar un rayo sensorial desde el área de su tercer ojo y pueden también sentir desde sus manos. (Realmente pueden percibir desde cualquier chackra, pero las personas lo hacen generalmente desde su tercer ojo o sus manos.) Pueden proyectar un rayo de conciencia hacia esa habitación oscura una a cierta distancia. Puede ser que solo sea una pulgada, o quizás puedan sentir hacia fuera uno o dos pies y todavía saben que hay algo, o no hay nada en ese espacio. Su conciencia sale esta distancia y después se detiene. Su conocimiento se detiene y no saben qué hay más allá de ese punto. Probablemente todos saben de lo que estoy hablando, aunque muchos de nosotros hemos permitido que ese sentido se retraiga, porque confiamos demasiado en nuestros ojos. Pero algunas personas, especialmente los antiguos Egipcios, eran realmente buenos para hacer esto.


CIRCULO INTERNO Podían entrar a una habitación oscura y sentir todo el derredor para saber si había algo allí, aunque no pudieran ver nada con sus ojos. Hay personas ciegas que también pueden demostrar esta habilidad. En realidad, tenemos seis de estos rayos sensitivos - no solo uno, sino seis. Todos provienen del centro de nuestras cabezas, la glándula pineal. Un rayo sale por la parte de enfrente de nuestra cabeza por el tercer ojo y otro sale hacia atrás; uno sale desde la izquierda y otro hacia la derecha de nuestro cerebro; y otro sale directo hacia arriba a través del chakra de la corona y el sexto directo hacia abajo a través de nuestro cuello -las seis direcciones. Estas son las mismas direcciones de los ejes de geometría x — y — z. Los egipcios creían que este aspecto innato de la conciencia, es lo que permite que se inicie la creación. Ellos creían que si no tuviéramos esta habilidad, la creación nunca habría ocurrido. Con el fin de comprender este proceso de creación hasta el nivel más profundo, se le pedía a los estudiantes Egipcios que se imaginaran y actuaran el proceso que vamos a describir. La siguiente descripción es la forma como ellos la explicaban y practicaban en sus escuelas de misterios. La forma como ellos lo aprendieron no es la única forma en la que se pudo haber hecho, pero es así como fueron instruidos. El fondo negro en esta imagen representa el Gran Vacío y el pequeño ojo representa al espíritu de Dios [Fig. 5-25]. Entonces aquí está el espíritu de Dios existiendo en el Vacío, en la nada. Imaginen que ustedes son ese pequeño espíritu en medio del Vacío. (Por cierto, cuando están en el Gran Vacío, se darán cuenta de que ustedes y Dios son uno, que no existe ninguna diferencia.) Después de estar un largo tiempo en el Gran Vacío, probablemente se sentirían aburridos, o curiosos o solos y querrían intentar algo nuevo, para tener algo de aventura en su vida.

distancia a la que proyectan hacia el frente, es la misma distancia que proyectan hacia atrás, también a la izquierda, la derecha, arriba y abajo. El rayo de conciencia proyecta la misma distancia en todas las seis direcciones para cualquier individuo. Aunque cada uno de nosotros es diferente respecto a la distancia a la que podemos proyectar este rayo (uno podría proyectarla una pulgada, otro dos pies y otro cincuenta pies), pero hay igualdad en todas las seis direcciones. Entonces el espíritu proyecta esos rayos hacia fuera en esas seis direcciones, definiendo un espacio: norte, sur, este, oeste, arriba y abajo. Esta debe ser la razón por la que los Indios Americanos y los nativos en todo el mundo le dan tanta importancia a las seis direcciones. ¿Alguna vez han notado esto en sus ceremonias, qué importante es que definan las direcciones? También es importante en la Cabala y en otras meditaciones que hacen. Después, Enmarca ese Espacio En las escuelas de misterios, después de que proyectaban esos seis rayos en las seis direcciones, lo siguiente que hacían era conectar los extremos de esas proyecciones. Esto forma un diamante, o cuadrado, alrededor de ellos [Fig. 5-27].

Por supuesto, cuando se muestra en este diagrama en este ángulo, parece un rectángulo, pero pueden ver que en realidad sería un cuadrado. Entonces hace un pequeño cuadrado alrededor de su punto de conciencia. Después, desde el cuadrado mandan un rayo hacia arriba, formando una pirámide alrededor de la base del cuadrado. [Fig. 5-28].

Fig.5-25 El espíritu de Dios en el Gran Vacío.

Primero Crea un Espacio

Después de que crean la pirámide en la parte superior, mandan un rayo hacia abajo al punto inferior, formando una pirámide abajo [Fig. 5- 29]. Si observan esto en un espacio real tridimensional, las dos pirámides espalda con espalda forman un octaedro. Aquí hay otra interpretación del octaedro. [Fig. 5-30]. Recuerden que esto es solo espíritu. No tienen cuerpo en el Gran Vacío; son solo espíritu. Entonces están en el Gran Vacío y han creado este campo a su alrededor. Ahora, una vez que han definido el espacio trazando el octaedro con dos pirámides espalda con espalda, tiene un objeto. Ahora es posible la energía cinética o el movimiento; es posible ahora algo que no era posible antes. El espíritu se puede mover fuera de la forma y girar alrededor. Puede ir hacia cualquier dirección por millas y millas, después puede regresar y tiene un lugar central para todo. La otra cosa que puede hacer el espíritu es permanecer fijo en medio de la forma, dejando que el objeto se mueva. La forma puede girar o bambolear o moverse en todas las formas posibles. Por lo que ahora son posibles los movimientos relativos.

Fig.5-26. El espíritu proyectando conciencia en las seis direcciones.

Entonces Gira la Forma para Crear una Esfera

Entonces el Espíritu, el Ojo solitario, lanza un rayo de conciencia hacia el Vacío. Primero lanza este rayo hacia el frente, luego hacia atrás, después a la izquierda, posteriormente a la derecha, luego hacia arriba y hacia abajo [Fig. 5-26]. Dense cuenta de que la

El octaedro que crearon los estudiantes de esta forma tenía tres ejes, de frente hacia atrás, izquierda a derecha y arriba y abajo. Se les pidió que hicieran girar la forma alrededor de uno de los ejes, no importaba cuál y no importaba en que dirección. La giraban de una forma u otra, después giraban la forma una vez alrededor de otro eje y


CIRCULO INTERNO una vez alrededor del tercer eje. Con solo un giro alrededor de cada uno de los tres ejes, ellos trazaban los parámetros de una esfera perfecta. Antes de que se les permitiera a los estudiantes mover su propio punto de conciencia, se les enseñaba a girar esta forma octaédrica y a crear una esfera a su alrededor. Ha sido acordado entre todos los involucrados en la geometría sagrada que yo conozco, que una línea recta es masculina y una línea curva es femenina. Por lo que una de las formas más masculinas es un cuadrado o un cubo y una de las formas más femeninas es un círculo o una esfera. Debido a que el octaedro que proyectó el espíritu está formado solo por líneas rectas, es una forma masculina; y debido a que la esfera está formada solo por líneas curvas, es una forma femenina. Pasaron de la masculinidad a la feminidad. Esta misma historia se relata en la Biblia cuando primero fue creado Adán y después de Adán, o de la costilla de Adán, fue creada la hembra. Por supuesto, la imagen del espíritu dentro de la esfera es también la imagen de la escuela. La geometría sagrada comenzó cuando el espíritu hizo esta primera proyección hacia el Vacío y creó el primer octaedro a su alrededor. El Vacío es infinito, no hay nada en él, y estas formas que se están creando tampoco son nada. Son solo líneas imaginarias creadas por la conciencia. Esto les da una idea de lo que es la Realidad, no es nada. Los Hindúes llaman maya a la Realidad, lo que significa ilusión. El espíritu puede sentarse en medio de su creación durante mucho tiempo [Fig. 531] pero eventualmente tomará la decisión de hacer algo. Para recrear este proceso, se les dio a los estudiantes de la escuela de misterios, la instrucción de volver a reproducir los mismos movimientos que hizo el espíritu. Todo lo que se requiere para crear y completar todo en el universo entero son dos simples instruccione



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“PENSAMIENTO ZEN”

PENSAMIENTO

ZEN Le urge al hombre encontrar un camino que le enseñe a liberarse del seductor engaño de confiarse a los sueños, a la ambición, a los estímulos de una publicidad o de una propaganda exteriores grandilocuentes como orientaciones de su actividad. El zen, forma de interpretar la realidad de origen budista, recoge una sencillez de principios de difícil transmisión a través de las palabras, que trata de rescatar al hombre del sufrimiento de la existencia. La doctrina zen remarca con especial interés como fundamentos de su enseñanzas: - La recuperación de la simplicidad y de la sencillez. - La posibilidad de hallarlo todo, paradójicamente, al perderlo todo. - Un especial entusiasmo en la riqueza del vacío. - La inexistencia de un principio y un fin. Tan sólo existe el vacío. El zen trata de ser una reconciliación de la persona con el ser sensible, con el cosmos, gracias a la cual el hombre se centra en la

realidad que le envuelve captada ahora en su íntima verdad dando de lado a la engañosa verdad que manejamos en el mundo conceptual y lógico. El pensamiento discursivo-lógico-racional-conceptual es descalificado por la postura zen. La realidad fundamental de uno mismo, en sí cercana y natural se nos resiste, nos cuesta mucho captar por un simple error de perspectiva mental. El zen persigue el derrumbamiento de toda nuestra falsa construcción mental alcanzando así nuestra mismidad. La emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado completamente en el universo, como mejores líneas de contacto con la realidad. ¿QUÉ ES EL ZEN? El taoismo chino, modo de liberación primitivo, apadrinó el nacimiento del zen, al unirse al budismo mahayana hindú. La fusión de ambas filosofías dieron nacimiento al "zen". El zen es un método budista para conseguir una comprensión directa de la realidad (de la vida). Fue difundido durante el Siglo VI desde la India a China donde se le consideró como "lo que apunta directamente al corazón del hombre". El zen se basa en una sencillez de principios incomunicables con la palabra, más bien con una simple sonrisa. Es un modo de vida basado en el budismo y en su vía del medio que consiste en evitar los extremos. Los extremos son el abandono a los placeres y el disfruto por un lado, y por el otro la agonía de las mortificaciones y austeridades.


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Zen en síntesis: * Experimentar las realidades cotidianas de forma objetiva, tales como son, y no como nos gustaría que fueran. * La recuperación de la simplicidad y sencillez * Hallarlo todo al perderlo todo. "La posesión crea conmoción provocada por la ansiedad que hace nacer en el hombre". "La frustración de un deseo reprimido crea ansiedad". * Detener el intelecto y la imaginación para poder experimentar las realidades concretas como son realmente. * Liberarse del yugo de los "conceptos". Destruir las rígidas formas del pensamiento con el que intentamos poseer la vida. * Encontrar el entusiasmo en la riqueza del vacío. * Despertar el sentido innato de la existencia. EL VACÍO Para el zen vaciarse significa darse cuenta de que realmente no se tiene nada y que nunca se ha tenido nada. Nada que ganar y nada que perder, nada que dar y nada que recibir; ser exactamente así de pobre y sin embargo ser rico en posibilidades inagotables. El vacío zen es un vacío dinámico y vivo, inaprehensible y atemporal, cuya verdadera naturaleza permanece desconocida. La esencia de la vida se siente, no se piensa (no se racionaliza o conceptualiza), y cuando se capta se comprende su naturaleza de vacío. Ese estado de "desprendimiento" y "ausencia" de deseos es a la vez espiritual y psicológico. Un poema zen dice así: "El camino perfecto carece de dificultades excepto la de negarse a admitir preferencias, sólo cuando se ha liberado del odio y del amor se revela plenamente y sin disfraces; una diferencia de un décimo de pulgada es lo que separa al cielo de la tierra. Si quieres verlo con tus propios ojos, no debes tener pensamientos fijos, ni a favor ni en contra." "Todo es adecuado y a la vez nada es adecuado"

El zen descubre su esencia en la vida trivial y sin acontecimientos extraordinarios, del hombre corriente. Rechaza todas las escrituras (textos) y opiniones de otros en beneficio o preferencia de la experiencia personal. También rechaza las actitudes excesivamente reverente ante los temas sagrados. Habla el maestro zen Dogen: "Aprender el camino de Buda, es aprender acerca de uno mismo. Aprender acerca de uno mismo es olvidarse de uno mismo. Olvidarse de uno mismo es estar iluminado por todas las cosas del mundo. Estar iluminado por todas las cosas del mundo es prescindir del cuerpo y de la mente propias." Habla el maestro zen Ummon: "Cuando camines, limítate a caminar. Cuando te sientes, limítate a sentarte. Y sobre todo, no titubees." LOS PROCESOS MENTALES Y SUS FALSAS REPRODUCCIONES Al vivir en la espontaneidad, en la naturalidad, de nada sirven los dogmas y las teorías. Objetivar, cosificar, conceptualizar la realidad es la pretensión obsesiva que persigue el conocimiento convencional del hombre de occidente. Todo lo que se presenta frente a él, ya sea divino o humano ha de ser clasificado y encapsulado dentro de una definición rígida e inamovible. De esta forma nos formamos ideas, creencias, deseos y aversiones todas ellas ficticias, ajenas al mundo verdadero de la realidad presente y siempre cambiante. NUESTRA PROPIA NATURALEZA (LA INCLINACIÓN NATURAL) Nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas respondiendo al mundo tal como creemos que se espera de nosotros, lo cual ha dado lugar a la creencia de que poseemos un conjunto de características que, sumadas, constituyen una "personalidad". Pero la verdadera "persona" está debajo de esa máscara pesada y artificial.


CIRCULO INTERNO EL OBJETIVO DEL ZEN El zen trata de alcanzar el perfeccionamiento o la iluminación del ser humano de forma espontánea, instantánea, instintiva y natural. De forma fulminante se conquista la comprensión de la realidad y la armonía o integración del ser en la totalidad integradora del universo. Luego el camino zen, llega incluso a confundirse con la meta. El zen trata de conseguir vivir en la verdadera realidad, y para ello crea a su alrededor un clima o atmósfera para alcanzar la iluminación. Para ello se sirve de tres elementos: - La meditación sentada o zazen, las enseñanzas de los maestros o sutras y los koan. El zen persigue la aniquilación del orgullo, la vanidad, la obsesión, la susceptibilidad y la excesiva animosidad. El zen detesta el egoísmo que se manifiesta en efectos calculado (con resultados artificiosos y efectistas) o cualquier otro tipo de autoglorificación. EL SATORI ZEN (LA ILUMINACIÓN INMEDIATA) Para vivir la verdadera realidad de forma armoniosa con el universo es necesario alcanzar el "satori zen" o "iluminación inmediata". Trás una acumulación de conceptos y argumentaciones se llega al límite de carga admisible y el edificio se derrumba en sí y entonces se abre un nuevo cielo a lo lejos. Se trata de una especie de catástrofe espiritual que se presenta súbitamente. Estamos, entonces en el verdadero punto de arranque hacia la iluminación. Para ello hemos de: * Deshacernos de todas las imágenes ilusorias continuamente repetidas sobre las que ha cristalizado durante tanto tiempo nuestra voluntad y que nos han proporcionado tantas angustias y preocupaciones. * Olvidarnos de nuestro "yo", siempre tomado tan a pecho y siempre origen de sufrimiento.

* Desterrar todas las obsesiones que continuamente nos crispan, paralizan y absorben nuestra energía "En el misterio de la paz interior no se puede entrar racionalmente, con la lógica. Sólo es posible a través de la ininteligibilidad". Una vez alcanzado el satori, las excitaciones exteriores ya no provocan deseos contradictorios de manera que el hombre, a partir de entonces, ya no sufre con las miserias de la vida. La ascensión al satori lleva consigo la disipación de todas las dudas e indecisiones. Ya no hay nada de lo que evadirse. Las complicaciones pasadas y presentes, siempre para nuestro intelecto, gravosas e innumerables, ya no valen la pena. Hasta entonces, nuestros esquemas mentales sometidos al reino de la tiniebla impenetrable nos han impedido el disfrute de la vida. El nuevo descubrimiento zen a través de la iluminación hace que el espíritu se sienta libre y en libertad; es sinónimo de espontaneidad, lo opuesto a la afectación. La afectación, el engolamiento, los aires místicos son síntomas del fracaso en la búsqueda de la verdad. El zen huye del artificio y de la intencionalidad. Lo "perfectamente natural", "lo no afectado" son muestras de la liberación. El espíritu ahora universalista, integrado en el cosmos, ya no se siente comprometido por y con nada y sin apegarse a nada se coloca libremente en una omnipresencia perfecta que equivale a una especie de perfecta inmovilidad. "Aplacad todas vuestras ansias, sed como ceniza fría y plantas marchitas; mantened la boca estrechamente cerrada, hasta que crezca en ella el musgo, sed inmaculados como puro lienzo blanco. Sed fríos e


CIRCULO INTERNO inanimados como un incensiario en un santuario abandonado. Símbolo del estado de la nada absoluta." El "satori" es, pues el estado donde cada uno encuentra el lugar que le corresponde en el flujo de la vida, identificándose con todo lo existente y amado. Alcanzar el "satori" equivale a descubrir el significado de la propia existencia. Experimentar el estado natural de la mente, del que emanan todas las buenas acciones y la armonía. Llegar a ser verdaderamente "humano", relacionándose con los demás con una conciencia y comprensión intuitiva totalmente desinteresadas. El "satori" es un estado interno, lleno de claridad y paz en el que logra en cada persona identificarse con todo lo que a uno le rodea y contemplar a la gente sin juzgarla. Para el hombre "iluminado" el "yo" pasa a no existir, alcanzando un estado de "pobreza" y "vacuidad" equiparable a una experiencia mística (el satori). E L S AT O R I , R E M E D I O A U N A P AT O L O G Í A GENERALEMENTE ACEPTADA La conducta patológica (de nuestro esquema mental) resulta ser la situación común a la mayoría de las personas y por tanto tiende a ser equivocadamente calificada como conducta "normal". El "satori" trata de recuperar el ritmo o el pulso genuino, es decir el estado propio y normal de cada individuo. Para ello es necesario: * Abandonarse a si mismo. * Vaciar nuestra mente de las imágenes aprehendidas y acumuladas. * Olvidarse, no atender a doctrinas, dogmas, a dioses y símbolos, como por ejemplo ocurre en la religión cristiana.

el ahora, el eterno ahora, el presente más inmediato. Una vez alcanzado el "satori" (la iluminación), la vida ordinaria está habitada por el espíritu. La mirada perspectiva de los ojos a las cosas pequeñas cotidianas se vuelve distinta.

Lo valioso del zen es su propuesta de conseguir la reconquista de la "vida diaria", mediante la captación y entrega al ritmo que pide cada cosa, cada acción en cada momento.

"Traer agua para beber y cortar leña para el fuego, son las cosas (las cosas sencillas) en las que reside el maravilloso Tao (el camino del conocimiento)".

El zen persigue recuperar el ritmo natural en los actos cotidianos a través de la captación del ritmo "genuino". Este pulso "original" y "espontáneo" supone la desaparición de los efectos de los malos hábitos, ampliamente extendidos en nuestra sociedad. LA PRÁCTICA ZEN: LA SUBLIMACIÓN DE LA VIDA DIARIA "Lo que cuenta no es lo que hacemos sino como lo hacemos".

"Los demás, cuando comen, no comen sino que andan dando vueltas a los más diversos asuntos, dejándose molestar por ellos; si duermen, en realidad no es dormir lo que hacen, sino soñar un sinfân de cosas.... "

"No hay una acción que sea noble de por sí: lo será o no, según la manera en que el sujeto la realice". La práctica es el método principal y más adecuado de penetración en la esencia de las cosas. El zen demuestra con el "satori" que la acción es necesaria y además vivifica. Pero para ello es necesario liberarse de todos los temores de una conciencia proyectiva que trata de anticipar el futuro mediante el miedo y el deseo. La grandeza del hombre está en su vida cotidiana, en

La meta del zen es concentrarse con intensidad en la realidad presente. "Viajar es estar vivo, pero llegar a alguna parte es estar muerto". LA ACTITUD PERFECCIONISTA El auto-perfeccionamiento supone una reafirmación del yo. Con la actitud perfeccionista se pretende dotar al "yo" de una serie de añadidos, reforzamientos para así acomodar o ajustar el "yo" de acuerdo con un


CIRCULO INTERNO canon de belleza o prestigio exterior a él. La actitud perfeccionista tiene como resultado: - Las tensiones - Las desilusiones - Las mentiras porque tan sólo persigue utopías: - Bienes y cuerpos sin sombras - Mañanas prefabricadas por la mente - Individuos tan bellos y tan perfectos que tan sólo podemos encontrar en las estrellas de las películas. La vida zen es renunciar al utópico y obsesivo perfeccionamiento, es no preocuparse sino por lo que se tiene entre manos, sin más ilusión que la de deleitarse en el perfume de una flor o el de una mujer que pasa junto a nosotros, en la contemplación de una obra de arte o en el gustar el crujido expansivo de una manzana partida entre los dientes. "La paz sólo se puede conseguir armonizando los elementos de la propia naturaleza". LA POSESIÓN Y EL DESEO La posesión de las cosas empobrece al hombre, mientras que la renuncia le enriquece. La posesión crea conmoción, provocada por la ansiedad que hace nacer en el hombre. Por último, la frustración de un deseo reprimido crea ansiedad. EL ZEN, GUÍA ESPIRITUAL DE LOS SAMURAIS El feudalismo japonés basado en una dictadura militar se sustentaba en la figura del "shogun", el generalísimo y en su casta de guardias-guerreros conocidos con el nombre de "samurais". La filosofía zen se convirtió en la guía espiritual de este grupo elegido de soldados. Los samurais, se encontraban bajo el amparo y protección del "shogun". Disfrutaban de una serie de derechos. Por ejemplo , llevar dos sables y hacer justicia por si mismos ante las clases inferiores. Sus comportamientos eran regidos por un estricto código de honor, el "bushido" o "Tao del Guerrero", muy influenciado por el zen.

El zen de los samurais se fundamentaba en los siguientes principios: * El aprecio de lo real, de lo inmediato, de lo cotidiano. * La capacidad para favorecer la inspiración venida del interior. * El arrojo libre de toda consideración reflexiva. * La búsqueda de la energía vital en el zen. Zen como brevario energético. El "bushido" de los samurais es la adaptación del zen al arte militar que aún perdura reflejado en las artes marciales, riquísima fuente de inspiración sobre toda la vida japonesa. Todas las artes marciales que constituyen el "budo" contienen un fin espiritual. El ejercicio correcto a través del entrenamiento corporal lleva con el sacrificio a la madurez espiritual. EL ZEN Y EL ALMA JAPONESA "No hubo y no hay un japonés que no esté influido por el zen en sus más profundos sentimientos". El zen abarca todos los dominios de la vida popular japonesa: - La arquitectura, la poesía, la pintura, la jardinería, los ejercicios físicos, el artesanado, el comercio, el arte del té, el arte de disponer las flores (ikebana), las escuelas y los monasterios. EL SINTOÍSMO, EL ESPÍRITU "SINTO” El sintoísmo es la raíz más primitiva de la cultura japonesa. Sintetiza la unión de alma o yo japonés con el universo, con el yo cósmico y con la naturaleza. Fuera de la naturaleza el hombre japonés no estaría completo. El espíritu "sinto" supone la asimilación de los ritmos sutiles y primordiales de la Naturaleza, de la vida universal y se asemeja al espíritu "zen". Ambos persiguen la pérdida del sentimiento del "yo" como centro de atención del interés humano. La fijación en el propio yo es paralizadora y esclavizadora para el hombre. Multiplica las


CIRCULO INTERNO "El tiempo no es nada, es una entidad minusválida que tienen mucho más de mental que de real". LOS MONJES ZEN Y LOS LAICOS La vida del monje es muy dura. No obstante abren sus monasterios a los laicos profanos en todos los ámbitos de la vida: Actividades artísticas y manuales, meditación etc... Algunos laicos acuden cada mañana a practicar un rato de "zazen" en el monasterio más próximo o bien privadamente en su domicilio. Al laico no se le exigen especiales renuncias, no se le imponen prácticas morales tan sólo se le orienta ayudando mediante tres ámbitos: necesidades, las ilusiones, los deseos y las frustraciones. Todos ellos fuente de sufrimiento. "Si fijas la atención en ti mismo, tu espíritu será una traba". LA LÓGICA ZEN El zen quiere tomar al asalto la fortaleza de la insensatez y demostrar que nosotros vivimos psicológica y biológicamente de forma desnaturalizada. El zen apuesta por la negación del raciocinio lógico. Lo que realmente cuenta es la intuición activada en un despertar individual y único de manera espontánea. Se trata de alcanzar la intuición propia a través de la búsqueda del ritmo cósmico dentro del individuo.

* El "zazen" o meditación sentada. * El "gedo" que comprende las artes tradicionales: ceremonia del té, arreglos florales, dibujos etc... * El "budo" que comprende las prácticas de las artes marciales, el tiro al arco, el kendo o esgrima, el aikido y el yudo. EL "DO” En japonés el sufijo "do" significa "arte" o "camino", práctica aleccionadora sobre la manera de vivir, de la existencia. Aiki-do, Kon-do, Yu-do..., todos ellos ejercicios de entrega exclusivo a la tarea de la liberación.

El zen es una vivencia y no un doctrinarismo por tanto exige una aproximación basada casi exclusivamente en la práctica. Posturas, ritmos del cuerpo y de la mente sirven de ayuda para alcanzar una actitud más integradora con el universo. La búsqueda de la serenidad y el enriquecimiento de la vida espiritual desde la no-intencionalidad (el wu-wei taoísta ) y desde la vida cotidiana es el objetivo que persigue el zen. LA NO INTENCIONALIDAD, LA NO FINALIDAD (el wu-wei taoísta) "Una vida dedicada, por paradójico que parezca, a la búsqueda de un fin está vacía de todo contenido; es una persecución incesante que "falla" siempre. Solo cuando no hay fin ni prisa quedan los sentidos humanos solamente disponibles para recibir el mundo".

Cada "do" era en un momento dado un método laico utilizado para el estudio de los principios adoptados del taoismo, del confucionismo y del budismo-zen.

Occidente está obsesionado con el concepto de esfuerzo, de tensión continuada por la conquista y anticipación del futuro, de competitividad y eficacia.

Las artes, los "dos", recogen por tanto, la sabiduría de las tradiciones que se remontan a varios siglos.

Para Oriente el concepto de esfuerzo se entiende como sentido del ritmo y goce de la realidad presente.

En la vida diaria y cotidiana, en la vida

Casi cada profesión, cada artesanado está considerado en Japón como un "do", es decir un Tao o camino, algo similar a lo que se designaba en Occidente con el nombre de "misterio".


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profesional se presentan mil oportunidades de ejercitar la vivencia del ritmo auténtico que hace mención la filosofía zen: - Al dar un sencillo paseo. - Al soportar el vaivén del vagón del metro. - Al conducir un coche. - Al nadar en un lago. Cualquier sencilla actividad cotidiana puede estar impregnada de espíritu zen. Comportándose de forma certera, sólo atendiendo al dictado último y espontáneo, libre de toda intencionalidad, con un interés atento, una finura de sensibilidad auténtica y una ascética vivificadora. La manera equivocada de comportarse atendería a las siguientes prácticas: - Abandono al automatismo distraido. - Uso del malhumorado desdén. - La atención a normas exteriores como, por ejemplo, el que dirán o el dictamen publicitario. - Los malos y deshonestos hábitos. La manera acertada de comportamiento se resumiría en: * Configuración de la persona de acuerdo a su naturaleza. * Desnudarse o desprenderse del engaño de la construcción mental o concepción dualista en que nos encontramos inmersos: El bien-el mal, el premio-el castigo, el yo-el mundo exterior, lo bello-lo feo, la suerte-la desgracia...

ZAZEN El zazen o meditación sentada trata de hacer transcurrir el tiempo de manera que no quede presidido por ninguna intención, ni siquiera la de desembarazarse de la intención. Tratar de alcanzar una toma de contacto entre el yo y el mundo exterior (ruidos, objetos y otras manifestaciones), entre el espíritu y su contenido. La contemplación sentada ayudada por una serie de posturas observadas - "Asanas" son las posturas de meditación observadas por la filosofía zen - persigue la imperturbabilidad de la esencia de la mente, lograr la pureza de la mente. Concentración sin pensamientos (vaciada de toda intención, intentando no pensar en nada). Al contrario que en la meditación "yoga" (dhyana yoga) donde se intenta concentrarse fija e intensamente en un objeto o en algo concreto, el zen trata de expulsar cualquier pensamiento de la mente. El objetivo perseguido es detener los procesos mentales que entretienen al hombre dándole la falsa idea de la realidad. La meditación zen es más bien una desconcentración, una meditación sin objeto ni fin que excluye el proceso discursivo de la razón y la intervención de la imaginación. La meditación zazen se contempla como un recurso de liberación de la mente que trata de evitar la conciencia objetivante que cosifica la realidad. El zazen trata de conseguir el ritmo energético-vibratorio adecuado para alcanzar un profundo recogimiento, con la atención desconectada de toda realidad, sin percibir el transcurso del tiempo ni del dolor. La meditación es una forma de estar en el mundo, no una posición física (postura de Buda). La meditación es un tanteo en la búsqueda del ritmo del cosmos. No se busca nada concreto, ni nada distinto de lo que ya se tiene. Tan sólo se intenta alcanzar una zona de encuentro donde corregir las deformaciones de nuestra visión dualista (bueno-mal, aceptación-culpa-pecado, acertado-equivocado....)



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El Sufismo Si hay una verdad central que el Sufismo distingue, es la unidad de ser, el hecho de que estamos integrados con lo Divino. Esta es una verdad que nuestra era está en inmejorable posición de apreciar- emocionalmente, debido a la contracción del mundo gracias a las comunicaciones y el transporte, e intelectualmente, debido a los desarrollos de la física moderna. Somos Uno: una comunidad, una ecología, un universo, un ser. Si es que hay una verdad digna de ese nombre, es que formamos un todo con la Verdad, que no estamos separados de ella. La comprensión de esta verdad tiene efectos en nuestro sentido de quienes somos, en nuestra relación con los demás y con todos los aspectos de la vida. El Sufismo tiene que ver con la comprensión de la corriente de amor que corre a través de toda forma de vida, con la unidad detrás de las formas. Si es que el Sufismo tiene un método central, éste es el del desarrollo de la presencia y del amor. Sólo la presencia puede despertarnos de nuestra esclavitud respecto del mundo y de nuestros propios procesos sicológicos, y sólo el amor cósmico puede abarcar lo Divino. El amor es la más alta activación de la inteligencia, pues sin él nada grande se lograría, ya sea espiritualmente, artísticamente, socialmente, o científicamente. El Sufismo es el atributo de aquellos que aman. Los amantes son personas que son purificadas por el amor, libres de sí mismas y de sus propias cualidades y completamente atentas al Amado. En otras palabras los Sufis

no están inmersos en el servicio por alguna cualidad propia, pues ellos ven todo lo que son y tienen como perteneciente a la Fuente. Un antiguo Sufí, Shebli, decía: " El Sufí no ve nada más que a Dios en los dos mundos." Este libro es acerca de un aspecto del Sufismo: la presencia, y cómo se puede desarrollar esta presencia y usarla para activar nuestras cualidades humanas esenciales. Abu Muhammad Mutaish dice: “El Sufi es aquel cuyo pensamiento va al mismo paso que su pie, es decir, está enteramente presente: su alma está donde su cuerpo está, y su cuerpo donde su alma está, y su alma donde su pie está, y su pie donde su alma está. Este es el signo de la presencia sin ausencia. Otros dicen lo contrario: ‘El está ausente de sí mismo pero presente ante Dios’. No es así: el está presente consigo mismo y con Dios.” Vivimos en una cultura que ha sido descrita como materialista, alienante, neuróticamente individualista, narcisista, y más aún, vivida con ansiedad, vergüenza, y culpa. Desde el punto de vista Sufi, la humanidad hoy en día está sufriendo la peor de las tiranías, la tiranía del ego. Adoramos innumerables ídolos falsos, pero todos ellos son formas del ego. Hay muchas maneras en que el ego humano puede usurpar incluso los más puros valores espirituales. El verdadero Sufí es aquel que no reclama para sí ninguna virtud ni verdad, sino que vive una vida de presencia y amor abnegado. Más importante que lo que creemos es la forma en que vivimos. Si ciertas creencias conducen al exclusivismo, a la hipocresía, y al fanatismo, el problema está en la vanidad del creyente y no en la creencia. Si el remedio aumenta la enfermedad, es necesario un remedio aún más básico. La idea de presencia con amor puede ser el remedio más básico para el materialismo prevaleciente, para el egoísmo, y la inconsciencia de nuestra era. En nuestra obsesión con nuestros falsos yoes, en nuestro darle la espalda a Dios, hemos perdido nuestro Yo esencial, nuestra chispa divina. Olvidando a Dios nos hemos olvidado de nosotros mismos. Recordando a Dios empezamos a recordarnos nosotros mismos.


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Con gran éxito la inauguración del restauran vegetariano en México D.F.

Tuvimos el honor de la visita del Consúl de la India, quien partió la primera rebanada del pastel. We had the honor of the vist of the India Consul, whom cut the first cake slice.


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