Misas: Lunes a viernes: 10:00 y 19:30. Sábados: 19:30. Domingos: 9:30, 11, 12:30 y 19:30. Festivos: 9:30, 12:30 y 19:30
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de MARZO de 2020 ●IIIº Domingo Cuaresma● CICLO
Nº456
LAS ENSEÑANZAS DE LA SAMARITANA. ¡CON FE VIVA, VENCEREMOS! Lo sabemos, Todos vivimos en el mundo. Hoy en día, vivimos una crisis de salud y una angustia sin precedentes que trastornan por completo nuestra vida cotidiana. Sin embargo, tenemos que enfrentarlo todo con gran seriedad, serenidad, prudencia, inteligencia, responsabilidad y fe. Las pruebas forman parte de la vida terrenal de los hombres y en la prueba, la fe siempre es un recurso que nos ayuda. Una vez fuera de Egipto, Israel estaba experimentando la prueba del desierto y sed. La pregunta dio la vuelta a los espíritus en todas las discusiones y en medio de las ansiedades: "¿Está el Señor en medio de nosotros sí o no?" Ciertamente, son preguntas legítimas que se han convertido en una rebelión viral en los corazones de las personas contra el Señor. Pero solo uno perseveró. Solo uno permaneció en la fe. Moisés, quien fue responsable de dirigir al pueblo. Así ocurrió de Cristo en medio del pueblo de Dios. De igual modo, el pastor de hoy debe tener la actitud de perseverancia en la fe. También es una invitación a los cristianos de todo el mundo a permanecer persistentes en la oración en esta crisis del COVID-19. Moisés en su persistencia pudo escuchar la voz del Señor. “Golpea tu palo en la roca y saldrá del agua para la gente.” El agua que salió de la roca es fruto de la fe. En el Evangelio veremos esta roca que da agua a través de la persona de Jesucristo. Se encuentra con una mujer al borde del pozo. Ella es una samaritana, por cierto, sin matrimonio porque no tiene esposo. Ella es una mujer en juicio. Este es Jesús, esa roca de la que brota el agua viva y viene a pedirle que beba. En este sorprendente diálogo, esta mujer se abrirá paso con Jesús. Ella lo encuentra como un judío enemigo, luego como Señor, profeta y finalmente Salvador. ¡Qué maravilla! Va desde el pozo profundo hasta la fuente de agua de la vida eterna. Todo esto gracias a una reunión: la reunión del amor de Dios, aquel en quien esperamos en el juicio. Él es nuestro consuelo y auxilio en la prueba. San Pablo dirá: "Ponemos nuestro orgullo en la esperanza de compartir la gloria de Dios. Y la esperanza no decepciona, ya que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado." Y realmente esperamos que salgamos victoriosos de esta prueba solidariamente en medio del aislamiento impuesto por esta crisis de Salud. Oramos por todos los lugares y personas mayores que no pueden reunirse para adorar. Para todas las familias, médicos y personales sanitarios en contacto directo con los afectados. Y para ellos mismos. ¡Que la fuente de agua que brota de la vida eterna sea excavada en cada uno de nosotros con la esperanza de salvación! ¡Amén! Don Anselme