Un a ño entero
Leo Lionni
Era el primer día de enero y para los gemelos se trataba de su primer paseo por la nieve.
–¡Mira –dijo Guille–, un ratón de nieve!
–Tiene una escoba en la mano –respondió Greta.
Poco después escucharon una voz:
–No soy una escoba. Soy un árbol y me llamo Fito.
Los gemelos no podían creer lo que estaban escuchando: ¡Un árbol parlante!
Volvieron unas semanas más tarde. Ya era febrero, el ratón de nieve había comenzado a derretirse, pero el árbol seguía allí.
–¿Qué habéis estado haciendo vosotros dos todo este tiempo? –les preguntó.
Guille y Greta le hablaron a Fito del granero en el que vivían y de las vacas, los caballos y las gallinas que allí había.