Publicaciones En Linea

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Digital ¿CÓMO ESCRIBIR PARA INTERNET?



El concepto de publicación electrónica es entendido de diversas formas. Algunos señalan que la publicación electrónica es aquella que se inicia en formato electrónico, es decir, su planeamiento, edición y procesamiento se realizan mediante programas y computadoras. Para ellos, estas publicaciones se editan exclusivamente en forma de sitios web. A pesar de la frecuencia con que se escucha y se emplea el término y que, de una forma hasta cotidiana, se hace uso de este tipo de publicación, si se hiciera la pregunta qué se entiende por publicación electrónica; las respuestas serían disímiles y confusas. En la literatura escasean igualmente los análisis conceptuales, en especial, a la luz de las nuevas tecnologías, que por demás, son tan dinámicas que muchas veces, convierten en obsoletos a los conceptos antes de establecerse. Ahora bien, todo fenómeno social es el resultado del proceso de evolución y desarrollo de otros fenómenos que lo originaron, es por ello que al abordar el concepto de publicación electrónica, se debe partir de su génesis inmediata: la publicación impresa. Una publicación impresa es un material escrito que utiliza fundamentalmente el papel como portador, que expone su contenido de manera lineal, que asume principalmente la forma de revista, libro, folleto o periódico, que se distribuye parcial o totalmente mediante copias o ejemplares y que cumple de manera intrínseca tres pares de funciones: comunicación y difusión, legitimación y autoridad y archivo y memoria. Las publicaciones electrónicas, expresión de un fenómeno de continuidad y cambio, retoman elementos propios de las publicaciones impresas como presentación, estructura y organización de la información. Durante siglos los lectores se habituaron a ellas. Ahora, con la utilización de las nuevas tecnologías para el almacenamiento y tratamiento de la información, ellos disponen de un producto cualitativamente superior que cumple con sus funciones de manera más amplia y efectiva.




Las publicaciones en línea, gracias a Internet, proporcionan una distribución del material a nivel mundial. El lector puede consultar sin la necesidad de desplazarse físicamente y, por parte de los editores, no hace falta una costosa distribución del material impreso, no hace falta una costosa distribución del material impreso. Además, la publicación en línea hace posible una disminución en los gastos de imprenta y, con la introducción de la impresión digital, cuando un lector solicite la versión impresa de un ejemplar, puede requerírsele que cubra los gatos de impresión y envío. Este servicio editorial, de impresión por pedido, lo ha adoptado múltiples compañías del ramo y conocido como Print-on-Demand. . En el caso de una biblioteca digital se hace innecesario la repetición de un documento para su consulta: un mis archivo electrónico puede ser utilizado por varios usuarios al mismo tiempo. Tampoco son necesarios grandes espacios físicos para guardar el acervo, por otro lado, dado el desgaste que sufren los por el uso constante, situación que no sucede con un archivo electrónico, se elimina el mantenimiento y restauración de cada documento impreso que integre el acervo. A su vez, un documento electrónico no solo puede incluir imágenes sino también sonido y video; esta capacidad multimedia, la fácil actualización, la no linealidad y la rapidez de la búsqueda y presentación de la información, contribuye a la eficacia del medio para la publicación de obras de consulta como enciclopedias, diccionarios y manuales.


Un ejemplo de estas características son los manuales que los mecánicos aeronáuticos utilizan. Estos manuales requieren de una constante actualización del material publicado, ya que están integrados por las especificaciones de todas las parte del un avión, lo cual constituye un gran volumen de información. Además, en la aeronáutica continuamente se emplean nuevas tecnologías. Las versiones impresas necesitan actualizaciones constantes, lo cual provoca que la búsqueda en el material impreso sea lenta y laboriosa, pues en ocasiones puede necesitarse acudir a varias versiones de un mismo manual. Esto implica que los mecánicos aeronáuticos pasen gran parte del tiempo leyendo los manuales, ya sea por la gran cantidad de información necesaria para su labor, como por las diferentes versiones de la misma que pueden coexistir. Por lo mismo, gracias a las características de búsqueda y a la falta de linealidad de las publicaciones digitales, la implementación de la tecnología digital en este tipo de publicaciones significó una importante simplificación de su consulta. Así, por un lado, los usuarios hacen la búsqueda mucho más rápido y fácilmente y, por otro, los editores pueden actualizar la información sin que sea necesario reimprimir físicamente toda la obra (Landow, 1997:24-25). El método más común para actualizar la información de una publicación digital es por medio de una conexión a Internet. Incluso, si su adquisición origina es por CD, se pueden descargar las actualizaciones del sitio electrónico de la publicación. Este modelo es utilizado por laEncarta, una de las enciclopedias multimedia de mayor distribución, que cada mes pone a disposición de los usuarios actualizaciones de artículos o incluso nuevos artículos sobre los diferentes temas que la componen. La aplicación de la tecnología digital en publicaciones que contienen una gran cantidad de información, como enciclopedias o diccionarios enciclopédicos, ha demostrado ser muy útil gracias a su capacidad de almacenamiento y a su versatilidad para buscar y presentar la información. Incluso la enciclopedia Británica puede ser adquirida en una versión digital que posibilita la integración en un CD de todos los tomos necesarios para su publicación impresa


Unas de las principales desventajas es el caos existente en la Internet, ocasionado por la gran cantidad de información que contiene y los escasos esfuerzos, por una parte considerable de los creadores de sitios electrónicos, para catalogar y demarcar las características de los documentos que publican. El medio otorga capacidades multimedia y una publicación él integra, además de texto, imágenes y sonido, recursos que deberán ser apropiadamente descritos y catalogados. De esta manera se facilitan a los usuarios las herramientas para generar la referencia a una determinada publicación y/o a sus partes. Por ejemplo, si se ofrece el archivo de audio de una conferencia o una entrevista, y no se proporciona mayor información sobre su procedencia, autoría, creación, etcétera, el material no debiera ser utilizado más allá de su simple consulta. Cabe destacar que la carga de trabajo, en una publicación digital, depende de la complejidad de la misma y una obra que implementa sistema de catalogación, capacidades multimedia y procesos automatizados, es un producto muy complejo. Asimismo, una publicación de este tipo necesitará de personal con el conocimiento de sistemas para describir y catalogar documentos electrónicos, como el Diblin Core; y de los lenguajes de marcado, como HTML o XML. También será indispensable que conozca el software necesario para manipular los diferentes tipos de archivos de texto, imagen, audio y video. Del mismo modo, y esto vale para toda publicación digital, se requiere del mantenimiento, de la actualización y de la seguridad que todo sitio electrónico necesita.


La seguridad es un aspecto importante, sobre todo en sitios que proveen servicios por los que los usuarios pagan . Este tipo de servicios deben ser administrados a través de lenguajes de programación. Así, es muy frecuente que. Para lograr que la publicación interactúe con el usuario de la forma que deseamos, sea necesario utilizar lenguajes de programación, herramientas de diseño profesional, conocimientos de redes informáticas, etcétera, lo cual conlleva la integración de un equipo de profesionales que comúnmente no están relacionados con la publicación tradicional de un “texto”. Otra de las grandes desventajas del medio digital es la que Abby Smyth plantea al afirmar que el medio depende de: “computer files, which require hardware and software, both of which are developed in often proprietary forms that quickly become obsolete, rendering information on them inaccessible” (Smyth, 199:4). De ahí que el principal reto, tanto de los soportes como de los formatos digitales, es que, por mucho que avance la tecnología, la información que contenga puede recuperarse sin la necesidad de invertir en costosos procesos. Cada nuevo soporte ha implicado nuevas forma de relacionarnos con la palabra escrita y los soportes digitales no han sido la excepción. Las ventajas y las desventajas del medio se complementan para continuar la búsqueda de nuevas formas con las cuales expresar la diversidad del mundo.



Los primeros periódicos –en el mundo- en formar parte del “ambiente web”, fueron The Chicago Tribune de Estados Unidos en 1992. Este fue uno de los pioneros en este aspecto. De hecho, la mayoría de los primeros periódicos en internet son de este país, donde nació y se desarrolló la Red. Un año después, 1993, otro diario llamado San Jose Mercury Center publicó también su edición online y le agregó elementos interactivos como como el correo electrónico para comunicarse con los periodistas, anuncios clasificados, y otros servicios complementarios de información. Desde ese momento, “el periodismo cambió para siempre”. Muchos diarios comenzaron a realizar sus publicaciones en línea por variadas razones. De acuerdo con César Dergarabedian, en su publicación Impactos de Internet en el Periodismo, sostiene que fue en Estados Unidos donde "a comienzos de la década de los 90, se pensó que había que buscar una solución al menor número de lectores que cada día acudían a comprar el periódico, sobre todo porque los ingresos por publicidad también eran menores y, consecuentemente, el propio negocio periodístico se resentía". Esto quiere decir, que entonces no fue el deseo de llevar información inmediata a los lectores lo que motivó a la prensa a internet, sino que detrás estaba una razón económica.

Ya en 1994, muchos periódicos estadounidenses partiendo de la experiencia de sus competidores en el internet, decidieron no quedarse atrás y así formaron parte de este que podría ser llamado un boom, en los inicios del periodismo digital. Diarios como The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times, Newsday, USA Today y The Examiner se comenzaron a ofrecerse por Internet.


Con el arribo de la llamada "era de la informática", los medios electrónicos han llegado a ocupar un lugar preponderante en la comunicación científica. Al principio, las computadoras se utilizaron para la preparación y edición de publicaciones secundarias. A partir de los años 60 se desarrollaron programas para posibilitar la recuperación de la información en línea a partir de la consulta de bases de datos, principalmente bibliográficas. En la segunda mitad de los años 80, el disco compacto tuvo un gran impacto al permitir el acceso a las bases de datos en forma local. De las obras bibliográficas y de referencias automatizadas para consulta en línea local o remota; se pasa, en los primeros años de la década de los años 90, a la edición de publicaciones en texto completo, dispuestas en medios magnéticos, como son los discos flexibles, las cintas y los CD-ROM, entre otros, para consulta en línea local, en red y remota, mediante canales de telecomunicación como los que ofrece Internet, que permite la comunicación a la mayor comunidad virtual de todos los tiempos.12 El nuevo contexto, el web, modifica sensiblemente la comprensión del texto en las publicaciones electrónicas. Las publicaciones electrónicas pueden presentar el mismo formato que tendrían al realizarlas sobre papel. La importancia de este formato es que, a partir de los programas tradicionales de maquetación, las nuevas tecnologías dan la posibilidad de construir, tanto páginas web como publicaciones electrónicas. Igualmente, pueden incluir en general, todo tipo de elementos multimedia.


Este formato es utilizado por periódicos como El Mundo para presentar un anuario con una selección de sus noticias más importantes. La ventaja de estas publicaciones, que una vez realizadas en papel es muy fácil, y barato, pasarlas a CD-ROM, es que se obtienen mejoras debido a la a manejabilidad y durabilidad de este soporte.13

Una opción nueva que se ha desarrollado, al tiempo que Internet es la revista electrónica, es la producción de publicaciones diseñadas exclusivamente para el medio y sin soporte impreso. Sus ventajas frente a la tradicional son, sobre todo, las económicas. La reducción de los costos permite abaratar las suscripciones o hacerlas incluso gratuitas. Pero además, Internet permite que el proceso editorial se agilice y que se acorte el tiempo transcurrido desde la recepción de un original hasta su publicación. Los lectores también ganan, porque las posibilidades que ofrece el formato de hipertexto, con elementos multimedia, hace mucho más atractiva la lectura de un artículo. De hecho, existen publicaciones electrónicas donde las referencias bibliográficas son vínculos a resúmenes en Medline de los artículos citados, y permiten también incluir sonidos, videos, archivos de datos y todo tipo de imágenes sin límite de espacio en los artículos.13 Las publicaciones electrónicas no reemplazan a las tradicionales. Ambas se complementan y muchas veces es posible pensar en enfoques mixtos, es decir, de papel y bits.13 Las publicaciones electrónicas, a diferencia de las impresas:14 constituyen su forma digitalizada; en su proceso de producción y edición se emplean computadoras, las que posibilitan contar con la oficina sin papeles; todos los documentos se encuentran en formato electrónico (soportados en medios magnéticos). Por lo general, ellos se diseminan mediante redes, poseen capacidad multimedia y son interactivas en la mayoría de los casos, además se almacenan y distribuyen de forma electrónica.


Es necesario aclarar que ambos formatos aunque son similares en contenidos, imagen y publicidad, el digital surge como consecuencia de la llegada de nuevas generaciones de lectores que, ante el método tradicional aparecen como sujetos pasivos, mientras que son bastante más activos en la edición digital debido al elevado uso de Internet que hacen. Por eso, es conveniente que quede claro que los medios tradicionales como pueden ser los analizados, se han dado cuenta de la importancia de Internet entre los jóvenes y por ello, se han visto obligados a volcar sus contenidos aquí sino quieren perder audiencia. Otra de las cosas que les hace diferentes a ambos formatos es la comodidad a la hora de manejarlo. Un periódico en papel, por lo general está considerado como más manejable que en su versión digital. Además, uno de los argumentos más consolidados hoy en día para mantener el periódico impreso es la comodidad de poder transportarlo a donde uno quiera y además, la falta de conocimientos básicos frente a Internet por parte de mucha de la población. Por otra parte, está también el tema de la actualización de la información. En este caso, se destaca la rapidez que tienen los medios en su formato digital para actualizar los contenidos en su página web. A diferencia del periódico impreso, donde es necesario esperar a que se edite e imprima el nuevo ejemplar, en la versión digital no es necesario esperar. En el momento en que el periodista se informa y accede a nuevos datos sobre una información, éste puede actualizar el contenido al momento. Claro está que esto es un punto muy importante a favor de los medios digitales. Además, debido al espacio ilimitado que tienen estos, muchas veces se produce una mayor interactividad entre el medio y el usuario. Pongamos un ejemplo: normalmente, en un medio impreso, el único modo de participación que se permite es a través de las “Cartas al Director”. Sin embargo en elpais.com, se permite incluso que el usuario pueda ejercer de periodista escribiendo sus propios artículos. Esto es una forma clara de participación que no se puede hacer con el medio impreso.


Por otro lado, los servicios que se ofrecen por Internet son mucho más numerosos. La hemeroteca o archivo, donde se pueden buscar artículos o reportajes de números anteriores, la gran cantidad de juegos que añade el medio a su página web o los enlaces con algunos blogs de interés son ejemplos perfectos que demuestran esa mayor presencia de servicios que el medio tradicional no puede ofrecer por falta de espacio. Además, podría añadirse como diferencia el tema de la publicidad. Muchas veces, en el medio impreso los anuncios publicados son de página entera a todo color, cosa que llama bastante la atención del lector. Sin embargo, aunque en el formato digital los anuncios suelen ser de un tamaño algo menor, estos tienen movimiento lo que hace que el interés del usuario muchas veces vaya directamente al anuncio y por tanto, sea más eficaz. Y, por último, hay que destacar una diferencia clara entre los dos formatos. Y es que, en las páginas webs de los medios analizados, los periodistas pueden colgar muchas más fotos para complementar la información escrita además de vídeos. Cosa que hace que las noticias queden mucho más completas. Por todas estas diferencias pensamos que el formato digital de los medios es mucho mejor. Proporciona mayor número de servicios y noticias, además de datos bastante más extensos y específicos que hacen que el usuario se sienta mucho más informado. Y, aunque el medio tradicional está muy consolidado en nuestro país y sigue teniendo mucha audiencia y difusión, pensamos que los formatos digitales se van a ir extendiendo más y terminarán siendo la forma básica de informarte.


¿Cuánto puede llegar a revolucionar la Internet al periodismo?, es una pregunta que muchos se hacen y que no puede responderse completamente, pues cada día este nuevo canal comunicativo nos sorprende renovándose e innovando. De lo que no existen dudas es que la Internet es un camino informativo tan complejo como no ha existido hasta hoy. Desde que apareció la Internet los periodistas cuentan con una herramienta de trabajo poderosa (y hasta imprescindible) en cuanto a búsqueda de información, y un medio barato y directo para llegar a las grandes masas. Partiendo de esta afirmación, además entendiendo que ‘la red de redes’ llegó para quedarse, ¿podemos hablar de una nueva rama del periodismo? Teniendo en cuenta que el periodismo radial se distingue principalmente por describir, el periodismo televisivo por presentar y la prensa escrita por analizar las noticias ¿a caso el periodismo en Internet presenta sus propias características distintivas?, ¿o solamente se trata de un nuevo canal para llegar al público? Para Julio César Guzmán, editor de Cultura y Entretenimiento del emblemático diario El Tiempo, la respuesta es que sí, estamos ante un medio que ha transformado al periodismo, ello a tal punto que la infraestructura de El Tiempo se ha adecuado convirtiéndose en una redacción multimedia y los trabajadores del periódico han pasado por capacitaciones técnicas. Mas aún, no solo hablamos de Internet como medio, también nos podemos aventurar a decir que estamos ante una nueva forma de hacer periodismo, con características distintivas e irrepetibles. “La base del periodismo se mantiene, como sus raíces están presentes sea cual sea el medio (llámese fuentes adecuadas, correcta formulación, atracción, entre otras pautas), pero en Internet se suman dos características que no poseía el periodismo hasta ahora: la interactividad con los receptores y las herramientas multimedia”.


Ni los periódicos con las cartas de los lectores, ni la televisión o la radio con sus encuestas y llamadas telefónicas (por ejemplo) son capaces de alcanzar el alto grado de respuesta del público que tiene Internet. La gente puede encontrarse con una noticia y comentarla, enviársela a otras personas, complementarla, e incluso generarla a través de los blogs. Simplemente se produce una retroalimentación impensada hace 10 años. El periodista y el público conversan, con todo lo que implica el término. En tanto a las herramientas multimedia, Internet le ofrece al periodista múltiples oportunidades para que la información legue al público no solo en formato escrito, visual o auditivo. A través de Internet las noticias pueden ser multiformato, siendo esta la razón por la que las radios, por ejemplo, complementan sus notas a través de sus sitios web, lo mismo hacen los canales de televisión. A la interactividad y el uso de herramientas multimedia agregaríamos un par de características, fruto de la experiencia diaria de informar a través de Internet. Primero, la información debe combinar ingeniosamente atractivo y brevedad, pues Internet se caracteriza por la velocidad; entonces se debe tener claro que son muy pocos los lectores que se acercan a la red para leer textos extensos (es allí donde entran a tallar las herramientas multimedia). Y segundo, Internet nos ofrece la posibilidad periodística de informar en ‘tiempo real’, aunque ello implica que no se pueda profundizar lo suficiente en el análisis noticioso. Sin embargo Internet nos da la posibilidad de completar las noticias ya publicadas, reformularlas y corregirlas; lo cual soluciona el problema de informar al instante.

Las bondades de hacer prensa en Internet son muchas, y conforme pase el tiempo seguirán creciendo, de manera que pronto se podrá definir mejor esta flamante rama del periodismo. Por ahora tenemos la convicción de que existe un nuevo camino para explorar; un campo que los pioneros del periodismo no disfrutaron y que nosotros podemos compartir con el público navegante de todas partes del mundo, con barreras mínimas de por medio.


A menudo, cuando nos adentramos a crear nuestra propia página web, le damos mucha importancia al diseño (estilos, tamaños, formas, colores, imágenes, fuentes…) y nos preocupamos algo menos de los contenidos. Es cierto que un buen diseño es la base de nuestra presencia en Internet (debemos atraer al usuario con un estilo que resulte interesante y se adecue a nuestros intereses) pero no es menos cierto que el contenido debería tener más importancia si cabe que el propio diseño en sí… al fin y al cabo es el contenido lo que el visitante va a leer y lo que realmente debe atraer al usuario para que se lleve consigo en la visita la información clave que queramos mostrarle. Por tanto, si queremos que nuestra web tenga el éxito deseado, debemos centrarnos en mostrar un contenido lo más adecuado posible al entorno en el que estamos trabajando: Internet En este sentido, vamos a dar una serie de consejos prácticos que podrán servir como guía de estilo a la hora de redactar contenidos para la web. A tener siempre en cuenta… El visitante accede a la web en el orden que le apetece: por tanto, cada página debe ser independiente y comprenderse por separado. El texto es lo primero que se ve de una página web, por encima del diseño (sobre todo títulos y destacados). La lectura de un texto en la web es un 25% más lenta que en un medio escrito. Así que trataremos de usar la mitad de las palabras que usaríamos para un medio impreso. El usuario suele ser impaciente; no se realiza una lectura palabra por palabra de una página: escanea, buscando la información deseada. Esto implica que hay que escribir para ser leídos: textos cortos, claros y concisos. Al visitante no le gusta la publicidad (resta credibilidad), por lo que hay que tratar de ser objetivos: usar expresiones publicitarias sólo cuándo y dónde sea necesario. Debemos escribir teniendo en cuenta para qué público lo hacemos, facilitando la lectura mediante frases simples. Evitar títulos complejos, sarcasmo, metáforas…


Escribir, siempre que sea posible, en lenguaje informal. Es más cercano y comprensible. Usar un lenguaje directo, breve, sencillo y conciso. Por ejemplo: Constituye => Es En este momento => Ahora La mitad de las palabras que usaríamos en textos impresos. Párrafos cortos (2, 3 frases). Evitar metáforas o lenguaje complicado, que obliga a leer palabra por palabra. Evitar empezar el primer párrafo con una introducción a lo que se ve en el resto de la página o con referencias a otras páginas o secciones. Por ejemplo, evitemos expresiones como: Como decíamos anteriormente… Más adelante veremos… No usar adjetivos o expresiones exageradas como “fantástico”, “increíble”… Limitar los mensajes publicitarios a las zonas habilitadas para ello. Abreviar el texto omitiendo palabras que no aportan significado. Por ejemplo: como lo habíamos dicho anteriormente Usar la voz activa. Tiene más fuerza que la pasiva. En estos casos hay que intercambiar agente y sujeto. Y mejor usar infinitivos frente a sustantivos. Por ejemplo: El informe fue emitido por el personal => El personal emitió el informe El objetivo es el desarrollo => El objetivo es desarrollar

Si tenemos que usar siglas, aunque sean sencillas, usar el tag <acronym> para indicar el significado de las mismas. No repetir en la misma página. <acronym title=”Data Transformation Service”>DTS</acronym> Usar verbos precisos, que eliminan la redundancia y reducen texto. Por ejemplo: sirve para explicar => explica hacer uso de => usar Dirigirse personalmente al lector, si corresponde, usando palabras como “usted” o “nosotros”. El texto de la página debe ser siempre independiente y entenderse por sí mismo. Nunca sabemos desde dónde accede el usuario. Facilitar la lectura. Redactar para el escaneoinvertida.


Dejar suficientes espacios en blanco en la página. Alinear siempre el texto a la izquierda. No usar texto en cursiva o todo en MAYÚSCULAS ya que es más difícil de leer. Para destacar texto, usar negrita. Usar párrafos breves, subtítulos y listas. Evitar largos bloques de texto usando listas con viñetas (con no más de nueve elementos, sólo un subnivel, y numeración si el orden tiene importancia). Destacar los elementos más importantes (palabras clave e ideas principales) con negrita o listados: marcar las palabras clave que diferencien a la página del resto o que indiquen la esencia de un párrafo, evitando el subrayado (se confunde con enlaces). Usar gráficos y tablas de contenido con discreción, sólo cuando aporten algo, ya que distraen la atención del visitante.

Organizar el contenido según el estilo de pirámide invertida: de mayor a menor interés, limitando las oraciones a una idea por párrafo, con la idea principal al inicio del primer párrafo. Recordar que el visitante posiblemente no leerá más que la primera frase de cada párrafo (barrido visual), por lo que hay que dejar clara la síntesis de la página (idea principal) al inicio. No redactar páginas largas para evitar el scroll: fragmentar los artículos extensos en varias páginas o secciones relacionadas con hipertextos, tratando de no superar el tamaño de pantalla, y siguiendo para cada fragmento el principio de pirámide


El título de una página web (<TITLE>) debe entenderse por separado (autodescriptivo), ser breve y usar sólo palabras significativas (ni artículos ni preposiciones). Una norma que suele aplicarse es finalizarlo siempre con el nombre del sitio. No debe repetirse en páginas distintas.

almacena en los favoritos del navegador, así que pensemos en estos aspectos al redactarlo. Los titulares y subtítulos de una página, deben indicar con claridad el contenido de las secciones que titulan, de forma directa, breve y sencilla (sin metáforas ni juegos de palabras).

Pensar que el TITLE es lo que primero se carga de una página web y lo que se

El texto de un enlace debe ayudar al usuario a identificar a dónde se dirige, por lo que hay que usar las palabras más representativas posibles. Evitar el uso de “haga clic aquí”, “pulse aquí”, “siga este enlace” o similares. Si no se sabe qué palabras usar, se puede poner directamente la dirección web destino. Evitar repetir enlaces al mismo destino dentro de la misma página.

Aprovechar el texto al posicionarse sobre el enlace (“Alt”) para aportar mayor información sobre el mismo. Los enlaces captan la atención durante el escaneo de la página e invitan a abandonarla, por lo que es recomendable no usar demasiados. Los enlaces externos, a sitios de referencia, aumentan la credibilidad de la página.

• Siempre hay que revisar el contenido, una vez escrito, para corregir posibles errores gramaticales u ortográficos. • Dedicar una segunda revisión a eliminar palabras que no aporten significado. • Para poder entender… => Para entender… • Finalmente, es importante que otra(s) persona(s) revise(n) la versión final del texto antes de publicarlo. "Cuatro ojos ven más que dos".


el padre de la usabilidad en internet Nacido el 5 de octubre de 1957, en Copenhague, Dinamarca. Es una de las personas más respetadas en el ámbito mundial sobre usabilidad en la web. Este ingeniero de interfaces obtuvo su doctorado en diseño de interfaces de usuario y ciencias de la computación en la Universidad Técnica de Dinamarca. Su andadura profesional le ha hecho pasar por empresas como Bellcore, IBM y Sun Microsystems. Actualmente figura como co-fundador de Nielsen Norman Group con Donald Norman, otro experto en usabilidad. Su trayectoria se inició en 1997 cuando escribió dos breves artículos sobre cómo preparar los textos. Los títulos de estos artículos fueron "¡Sea breve! (escribir para la web)" y "Cómo leen los usuarios en la web". Las ideas de los artículos de Nielsen se citan en muchos otros artículos que ofrecen pautas sobre cómo escribir para la web y mejorar su usabilidad.

Nielsen expone que lo habitual es que: Un usuario no lea con detalle ni siquiera una mínima parte de los textos de una página web. En su lugar, y por economía de tiempo, el usuario se limita a ojear la página. Es decir, el usuario realiza un rápido barrido visual de cada página buscando elementos que llamen su atención. Por tanto es fundamental la utilización de elementos como: Palabras resaltadas mediante negrita y cambios de color o de tamaño. En este sentido los hipervínculos actúan como elementos de atracción visual pues se destacan del resto del texto. Listas de elementos con viñetas o numeradas.

Títulos de sección y titulares breves intercalados (también llamados 'ladillos').


Debido a esta economía de lectura, según Nielsen, el contenido de un texto debe organizarse correctamente para ganar la atención del lector. Por ejemplo las ideas más importantes deben aparecer al principio, y luego la argumentación de la misma. De esta forma, nos aseguramos de que el posible lector recuerde mejor la información. Nielsen recomienda usar menos del 50% del texto usado habitualmente en una publicación escrita. Los usuarios se aburren con los textos largos. Los párrafos deben ser cortos, de dos o tres frases únicamente y muy directos en su estilo. Por otro lado, asegura que los usuarios aprenden pronto a ignorar los mensajes publicitarios exagerados, incluso cuando intentan aparecer como información objetiva camuflados en el texto.

Visibilidad del status del sistema El sistema siempre debe mantener informados a los usuarios acerca de lo que está pasando, incluso dando retroalimentación razonable.

El sistema debe hablar el lenguaje de los usuarios, con palabras, frases y conceptos familiares a ellos, en vez de conceptos más técnicos. Haz que la información, y conversaciones sean fáciles y lógicas para los usuarios.

Los usuarios suelen escoger funciones del sistema por error, o cometer errores, por lo que necesita una salida de emergencia para poder salir, algo así como Deshacer o Rehacer.

Los usuarios deberían no esperar entender diferentes palabras, situaciones o acciones como iguales, sigue patrones ya establecidos.

Es mejor un buen mensaje de error, con un buen diseño que ayude al usuario a prevenir futuros errores, a no indicarle qué está haciendo mal. Además de todo eso hay que darle al usuario opciones de confirmación para asegurarnos que el usuario no cometa errores.


Minimiza la carga de memoria del usuario con acciones, objetos y opciones visibles. El usuario no debería recordar información para continuar en diálogos, deben ser fáciles de entender y de completar.

Los usuarios avanzados deben tener opciones para escapar de opciones para usuarios principiantes, para evitar conflicto entre estos dos tipos de usuarios.

Los diálogos nos deberían contener información irrelevante o innecesaria. Cada información extra distrae al usuario y dificulta la visibilidad de lo que está haciendo.

Incluso si el sistema puede usarse sin documentación, puede ser necesario para proveer ayuda. Cada información debería ser fácil de encontrar y debería enfocarse en tareas muy concretas que el usuarios puede hacer

Ayuda a los usuarios a reconoces, diagnosticar y recuperarse de errores Los mensajes de error deberían expresarse en lenguaje plano, sin códigos, explicando claramente cuál es el problema o sugiriendo una solución al mismo.



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