Alemania, ¿qué me contás? 9 cuentos alemanes catrachizados de los Hermanos Grimm
Embajada de la República Federal de Alemania
Textos:
Avenida República Dominicana
Los textos de los cuentos se orientan en la edición original de los
Sendero Santo Domingo # 925
Kinder- und Hausmärchen (Cuentos para niños y el hogar) de
Colonia Lomas del Guijarro
los Hermanos Grimm de 1857.
Tegucigalpa, M.D.C. Honduras
El Flautista de Hamelín se orienta en la versión de los hermanos
Tel: +504 2275-9292
Grimm publicada en Deutsche Sagen (Leyendas alemanas) de
Mail: info@tegucigalpa.diplo.de
1817/1818.
www.tegucigalpa.diplo.de Facebook: Embajada Alemana en Honduras
Traducción de los textos: Mónica Sainz Meister Adaptación al español de Honduras:
Responsable:
Carolina Kriesten Medina
Beatrix Kania
Ilustraciones: Otoniel Sabillón
Embajadora de Alemania en Honduras
Fotografías: dpa/picture-alliance Diseño y diagramación: Karine Fritzsche
Colaboradoras: Katia Hartel Carolina Kriesten Medina
Tegucigalpa, Enero 2017
Alemania, ¿qué me contás? 9 cuentos alemanes catrachizados de los Hermanos Grimm
1era edición 1,000 ejemplares publicado por la Embajada de Alemania en Honduras Enero 2017
Índice
14
Los
8
Prólogo
Músicos de Bremen
(Die Bremer
Stadtmusikanten)
18
Madre Nieve (Frau Holle)
22 El Rey Sapo o Enrique el Férreo (Der Froschkönig)
10
Rapunzel (Rapunzel)
26
El Flautista de Hamelín
(Der Rattenfänger von Hameln)
36
28
La Bella
Caperucita
Durmiente
Roja
(Dornröschen)
(Rotkäppchen)
32
El Enano Saltarín
(Rumpelstilzchen)
40
Blancanieves
(Schneewittchen)
48
Descripción de fotografías
Prólogo
computadoras, las personas se
de películas y juegos. Disney y
Alemania es uno de los países
sentaban a contarse historias.
otros llevaron muchos de ellos
más activos en respaldar
En aquel tiempo también había
a la gran pantalla.
los esfuerzos del gobierno
cuentacuentos que caminaban
hondureño para el acceso a
de pueblo en pueblo,
Los cuentos en todo el mundo
y la calidad de la educación
fascinando a su público con
y en todas las civilizaciones
para todos los niños y niñas de
relatos apasionantes.
muchas veces tienen estructuras básicas parecidas,
Honduras. Solamente en los últimos diez años, el gobierno
Los hermanos Jacob (1785-
independientemente de su
alemán asignó alrededor de
1863) y Wilhelm Grimm (1786-
contenido. Esta estructura
90 millones de euros para
1859) de Hanau, Alemania,
cumple con ciertas funciones
fortalecer el sector educativo
recopilaron estas historias
que están conectadas con
de Honduras.
antiguas en toda Alemania e
los actores “arquetípicos”
hicieron un volumen de cuentos (héroe, rival, ayudante, etc.) Ante este panorama, no fue
con el título de “Cuentos de
y ya se encuentra en la
difícil decidir el enfoque de
los Hermanos Grimm para
antigüedad. El bien y el mal
nuestro proyecto de diplomacia niños y el hogar” (Grimms
muchas veces se diferencian
cultural 2016: Después de
Kinder- und Hausmärchen).
en los cuentos a través de
publicar el año pasado un
Seguro que ustedes conocen
personajes que parecen ser
libro de recetas que se dirigió
algunas historias de este libro,
malos o buenos. En cuanto
a toda la familia, este año con
por ejemplo Caperucita Roja
a la trama normalmente es
nuestro libro de cuentos de los
o Blancanieves. Hasta el día
protagonizada por un héroe
Hermanos Grimm nos dirigimos
de hoy, estos cuentos están
o una heroína, que tiene que
especialmente a los niños.
presentes en todos los hogares
enfrentarse a las fuerzas del
Antiguamente, cuando
donde hay niños. No solamente
bien y del mal, naturales y
aún no había televisión ni
en libros, sino también en forma
sobrenaturales. Muchas veces
8
el héroe es a primera vista un
y pueblos encantados. Sólo
esta faja”, en vez de “Hija,
personaje débil como un niño
tienen que mirar las fotos
¡vaya aspecto que tienes!
o el hijo menor. Muchas veces
al principio y al final del
Ven que te ataré bien el
terminan los cuentos en que
libro y lo verán: Alemania
corpiño”.
se recompensa el bien y se
es un auténtico país de
castiga el mal.
cuentos. ¿Pueden imaginar
Agradezco al Instituto Goethe
dónde vivía la abuelita de
de Madrid por permitirnos
El significado de los cuentos
Caperucita o cómo era la
modificar la versión de la
va mucho más allá de su
torre de Rapunzel? ¿Tal vez
traductora Mónica Sainz
función como entretenimiento
los cuentos harán que ustedes
Meister del año 2010. Un
para los niños. Los personajes
quieran visitar Alemania?
especial agradecimiento también a nuestra colega
que actúan simbolizan los arquetipos de la psiquis.
Al mismo tiempo, con nuestro
Carolina Kriesten Medina por
Los cuentos son por esa
libro queremos nuevamente
apoyar en la adaptación del
razón también interesantes
construir puentes entre
libro al lenguaje hondureño.
para adultos. También
Alemania y Honduras. Los
juegan un papel grande
cuentos están ilustrados por
¡Les deseamos que disfruten
en la psicología. El famoso
el artista hondureño Otoniel
mucho con nuestro libro de
psicólogo Carl Gustav Jung
Sabillón. Les presentamos los
cuentos de los Hermanos
veía los cuentos como clave
cuentos en una versión de un
Grimm en versión simplificada
para el entendimiento de los
español “catrachizado” – La
y catrachizada!
procesos del alma humana.
madrasta de Blancanieves (disfrazada como vendedora)
Aún hoy en Alemania hay
dice: “Mijita, ¡qué mal
castillos de cuentos, bosques
arreglada te ves! Vení, vos
oscuros, montañas salvajes
- que te voy a amarrar bien 9
Beatrix Kania
Katia Hartel
Rapunzel
(Rapunzel)
Érase una vez un hombre y una mujer que desde hace mucho tiempo deseaban tener un hijo, cuando por fin la mujer tuvo la esperanza de que Diosito haría realidad su deseo. En la parte trasera de la casa tenían una pequeña ventana desde donde se podía ver un lindo huerto, lleno de las flores y hierbas más hermosas. Pero estaba rodeado de un muro muy alto y nadie se atrevía a entrar, pues pertenecía a una bruja muy poderosa y muy temida por todos. Hacía un bonito día cuando la mujer se asomó a esa ventana mirando el huerto y vio una parte sembrada de hermosas plantas llamadas Rapunzel; y lucían tan frescas y verdes que sintió un antojo y le invadió un deseo irrefrenable de comérselas. Su antojo aumentaba con cada día que pasaba y, sabiendo que no podría comer de las Rapunzel, se enfermó, quedó sin fuerzas y sin ánimos. Su marido se asustó y le preguntó: “¿Qué te pasa, mi esposa querida?” “Ay”, respondió ella, “si no puedo comer de las Rapunzel del jardín detrás de 10
nuestra casa, moriré”. El
como si fueras un ladrón? Te
bruja la encerró en una torre
hombre, que la amaba,
arrepentirás”. “Ay”, replicó
que se encontraba en un
pensó: ‘Antes de permitir que
él, “tenga piedad, sólo lo
bosque y que no tenía ni
muera mi mujer, le traeré
hice por necesidad: mi mujer
escalera ni puerta. Sólo arriba
de aquella planta, cueste
vio sus Rapunzel desde la
del todo había una ventanita.
lo que cueste’. Así pues, al
ventana y tiene un antojo
Cuando la bruja quería subir,
anochecer se saltó el muro,
tan grande que se moriría, si
se paraba al pie de la torre y
rápido arrancó unos manojos
no se las come”. Entonces la
gritaba:
de Rapunzel y se los llevó a
cólera de la bruja se calmó
su mujer, quien enseguida
y ésta le dijo al hombre: “Si
hizo una ensalada con ellas
es como decís, te permitiré
y la devoró con gula. Pero
que te llevés tantas plantas
le gustó tanto que al día
de Rapunzel como querás,
siguiente tenía un antojo tres
pero te pongo una condición:
veces mayor.
tendrás que darme el bebé al
Rapunzel tenía un cabello
que dará a luz tu mujer. Estará
largo y hermoso, y fino como
Para que se quedara
bien atendido y cuidaré de
si fuera de hilo de oro. En
tranquila el marido tenía que
él como una madre”. Muy
cuanto oía la voz de la
meterse de nuevo al huerto.
asustado el hombre accedió
bruja, soltaba sus trenzas, las
Así que, volvió a bajar al
a todo y, cuando la esposa
sujetaba al gancho de la
anochecer, pero cuando
recién tuvo a la bebé,
ventana y después caían los
había saltado el muro, le
apareció la bruja, le puso a la
veinte codos de cabello y la
pegó un gran susto, pues
niña el nombre de Rapunzel y
bruja subía por él.
vio delante de sí a la bruja.
se la llevó consigo.
Después de unos años
“¿Cómo te atrevés”, habló
“Rapunzel, Rapunzel, soltá tu pelo”.
sucedió que el hijo de un rey
con los ojos llenos de cólera,
Rapunzel era la niña más linda
cabalgaba por el bosque y
“entrar a mi huerto y robar mis
que había visto el sol. Cuando
pasó cerca de la torre. Oyó
plantas de Rapunzel
cumplió los doce años, la
un canto tan dulce que lo
11
hizo detenerse y escuchar.
cabellos y el príncipe subió. Al
hasta que un día Rapunzel le
Era Rapunzel que aliviaba su
principio Rapunzel se asustó
dijo: “Y dígame, Señora Gotel,
soledad haciendo sonar su
mucho, cuando vio a un
¿cómo es que me cuesta
suave voz. El príncipe quiso
hombre entrar a su hogar.
más subirla a usted que al
subir hasta ella y buscó la
Nunca antes había visto uno,
joven príncipe que en un
puerta de la torre, pero no
pero el príncipe le habló
momento sube hasta aquí?”
había ninguna. Regresó a
con mucha amabilidad y le
“¡Niña mala!”, se molestó la
su hogar, pero el canto le
contó que su canto había
bruja, “¿qué tengo que oír?
había tocado el corazón
conmovido tanto su corazón
¡Creía que te había apartado
de tal manera que todos los
que no encontraba calma y
del mundo y en cambio
días entraba al bosque a
necesitaba verla. Entonces
me engañaste!” Enfurecida
escuchar. Cuando en una
Rapunzel perdió el miedo y,
agarró los hermosos cabellos
ocasión se encontraba así
cuando él le preguntó si lo
de Rapunzel, los enrolló en
detrás de un árbol, vio cómo
quería como esposo y ella
la mano izquierda, con la
llegaba una bruja y oyó cómo
vio que era joven y apuesto,
derecha tomó una tijera y,
gritaba:
pensó: ‘Me querrá más que la
“Rapunzel, Rapunzel, soltá tu
vieja bruja Gotel’. Y dijo que
pelo”.
sí y puso su mano en la de él.
Y Rapunzel soltó sus trenzas
Dijo: “Con gusto me iré con
los cortó y las hermosas
y la bruja subió hasta ella. ‘Si
vos, pero no sé cómo bajar.
trenzas se cayeron al suelo.
es ésa la escalera por la que
Cada vez que vengás, traé un
Y tan mala fue que llevó
se llega, también yo probaré
hilo de seda e iré trenzando
a la pobre Rapunzel a un
suerte’, pensó el príncipe.
una escalera, y cuando esté
desierto, donde vivió con
Y, al día siguiente, cuando
terminada, la bajaré y vos
gran sufrimiento y en una gran
comenzaba a caer la noche,
me llevarás en tu caballo”.
miseria.
se acercó a la torre y gritó:
Acordaron que él iría a verla
El mismo día en que la corrió
“Rapunzel, Rapunzel, soltá tu
todas las noches, porque en
a Rapunzel la bruja amarró las
pelo”.
el día iba la viejita. La bruja
trenzas cortadas al gancho
Enseguida cayeron los
no se dio cuenta de nada,
de la ventana y, cuando llegó
12
zis zas,
el príncipe y gritó: “Rapunzel, Rapunzel, soltá tu pelo”, soltó el pelo. El príncipe escaló, pero arriba no encontró a su querida Rapunzel, sino a la bruja que le echaba miradas de odio y envenenadas. “Así que”, dijo con desprecio, “venís por tu amada, pero el hermoso pajarito ya no está en el nido y ha dejado de cantar, el gato lo cazó y también a vos te sacará los ojos. Rapunzel está perdida para vos, jamás volverás a verla”. El príncipe estaba fuera de sí de dolor y en su desesperación saltó desde lo alto de la torre. Salvó su vida, pero las espinas sobre las que cayó le dañaron los ojos. Anduvo perdido y ciego por el bosque, sólo comía raíces y bayas y no hacía más que lamentarse y llorar la pérdida de su querida esposa. Así anduvo durante años sumido en la miseria y por fin llegó al desierto en el que Rapunzel vivía en dolor con los mellizos que había dado a luz, un varoncito y una hembrita. Oyó una voz que le parecía muy familiar. Se acercó y, cuando llegó a ella, Rapunzel lo reconoció, lo abrazó por el cuello y lloró. Dos de las lágrimas de Rapunzel cayeron en los ojos de él y la luz volvió a ellos, y el príncipe pudo ver de nuevo como antes. La llevó a su reino, donde fueron recibidos con alegría, y vivieron felices y contentos para siempre. 13
Los Músicos de Bremen (Die Bremer
Stadtmusikanten) Érase una vez un hombre que tenía un burro que durante largos años había llevado los sacos al molino sin descanso, pero cuyas fuerzas iban bajando, de manera que ya no servía para el trabajo. Por eso el amo pensó en matarlo, pero el burro se dio cuenta de que el viento soplaba en contra suya, se escapó y se encaminó a Bremen. Pensó que allí podría convertirse en músico municipal. Cuando había caminado un ratito, se encontró a un perro de cacería echado en el camino, que estaba sofocado como quien ha corrido mucho. “¿Qué ondas? ¿Por qué respirás 14
de esa manera, perro?”, preguntó el burro.
Sucedió que los tres fugitivos pasaron por
“Ay”, respondió el perro, “como estoy viejito y
una granja, en cuyo portón estaba sentado
con cada día que pasa voy perdiendo fuerzas,
el gallo de la casa, chillando con todas
mi amo quiso matarme a palazos, así que me
sus fuerzas. “Chillás que se le hiela a uno la
escapé; pero, ¿cómo voy a ganarme ahora el
sangre”, dijo el burro, “¿qué pretendés?”
pan?” “Mirá, vos”, contestó el burro, “voy de
“Me las prometía felices”, contestó el gallo,
camino a Bremen y allí seré músico municipal.
“porque es el día en que Nuestra Señora le
Venite conmigo y hacete músico vos también.
lava la camiseta al Niño Jesús y la pone a
Yo tocaré la guitarra y vos los tambores”. El
secar, pero mañana domingo hay invitados
perro estuvo de acuerdo y continuaron su viaje.
y el ama, que no tiene piedad, le ha dicho
No había pasado mucho tiempo, cuando se
a la cocinera que mañana quiere que me
encontraron con un gato que estaba sentado a
eche en la sopa, y esta
la orilla de la calle,
noche me cortarán
con una cara triste.
el pescuezo. Así que, mientras pueda, chillo
“¿Y entonces? ¿Qué
con todas mis fuerzas”.
es lo que te tiene agobiado
“Eh, cresta roja”, exclamó el
a vos, gatito?”, dijo el burro.
burro, “es mejor que te vengás
“¿Quién puede estar contento cuando quieren retorcerle el
con nosotros. Nos vamos a
pescuezo?”, contestó el gato,
Bremen, en cualquier parte encontrarás algo mejor que la
“como ya estoy viejo, mis dientes ya no tienen filo y prefiero estar sentado detrás
muerte. Tenés una buena voz y, si tocamos
de la estufa y pensar en cosas en vez de cazar
juntos, algún camino encontraremos”. El
ratones, mi ama quiso ahogarme. He logrado
gallo aceptó la propuesta y los cuatro se
escaparme, pero no sé qué hacer: ¿a dónde
fueron. Sin embargo, ese día no pudieron
iré ahora?” “Venite a Bremen con nosotros. Vos,
alcanzar la ciudad de Bremen y por la noche
que seguro sabés de música nocturna, podés
llegaron a un bosque donde querían pasar la
hacerte músico municipal”. Al gato le pareció
noche. El burro y el perro se echaron debajo
que era una buena idea y se fue con ellos.
de un gran árbol, el gato y el gallo se 15
encaramaron a las ramas, y
a nosotros”, afirmó el gallo. “Ay, sí, sí, ¡ojalá
el gallo incluso voló hasta
estuviéramos ahí adentro!”, suspiró el burro.
la punta, en donde
Así que los animales discutieron cómo debían
estaba más seguro.
hacer para
Antes de dormirse miró
ahuyentar a los ladrones
en todas las direcciones y
y finalmente
le pareció ver a lo lejos una
encontraron un
lucecita. A sus compañeros
modo. El burro tenía que
les dijo que no muy lejos debía de
apoyarse en la ventana
haber una casa, pues se veía una luz. El
con las patas delanteras, el
burro dijo: “En tal caso debemos partir y
perro saltó sobre el lomo del
acercarnos, porque aquí el lugar para
burro, el gato sobre el perro
dormir es malo”. El perro opinó que
y por último el gallo se paró en
unos cuantos huesos con algo de carne le
la cabeza del gato. Cuando estaban listos,
vendrían bien. Así pues, se pusieron en camino
a una señal comenzaron a hacer su música.
en la dirección de la que venía la luz. Pronto
El burro rebuznaba, el perro ladraba, el gato
brilló con más fuerza y se volvió más y más
maullaba y el gallo cantaba.
grande hasta que llegaron a la guarida bien iluminada de unos ladrones. El burro,
Luego se lanzaron contra la ventana
como era el más alto, se acercó
e irrumpieron en la sala, que las
a la ventana y miró. “¿Qué ves,
ventanas se hicieron pedazos.
burro?”, preguntó el gallo. “¿Que
Con tan espantoso griterío los ladrones se
qué veo?”, contestó el burro, “una
levantaron de un salto, creyendo que entraba
mesa servida con buena comida
un fantasma, y aterrorizados huyeron hacia el
y bebida. Y los
bosque. Los cuatro compañeros se sentaron
ladrones están
a la mesa, se conformaron con lo que había
comiéndolo
sobrado y comieron como si fueran a pasar
todo”. “Pues, qué
necesidad durante cuatro semanas.
bien nos vendría
Cuando los cuatro músicos habían terminado, 16
apagaron las lámparas y se
Pero el gato no estaba para
Y en el patio está echado
buscaron un lugar donde
bromas, le saltó a la cara
un monstruo negro que me
dormir, cada uno según su
gruñendo y aruñándosela. El
pegó con un pedazo de leña
naturaleza y comodidad. El
ladrón se asustó muchísimo,
y en el techo está sentado el
burro se echó en el estiércol;
corrió y quiso salir por la
juez que gritaba ‘tráiganme
el perro, detrás de la puerta;
puerta trasera, pero el perro,
al villano aquí’. Así que me
el gato, en el fogón sobre
que allí estaba echado,
largué”.
la ceniza caliente; y el gallo
se levantó de un salto y lo
Desde entonces los ladrones
se sentó en la viga. Y como
mordió en la pierna.
no se atrevieron a volver a la casa. Pero a los cuatro
estaban muy cansados de su largo viaje, pronto quedaron
Y cuando corrió por el patio y
músicos de Bremen les gustó
dormidos.
pasó junto al estiércol, el burro
tanto que no quisieron
le dio una fuerte patada con
abandonarla nunca. Y el
Pasada la medianoche,
la pata trasera. El gallo que se
último que lo contó aún tiene
los ladrones vieron que ya
había despertado con tanto
la boca caliente.
no había luz en la casa y
revuelo, cantó:
que todo parecía tranquilo, así que dijo el jefe: “No debimos permitir que nos
“¡quiquiriquí!”
asustaran”, y ordenó a uno
desde su viga. Tan rápido
que se acercara a la casa y
como pudo, el ladrón corrió
la inspeccionara. El enviado
de vuelta adonde su jefe y
encontró todo tranquilo, entró
dijo: “Ay, en esa casa hay
a la cocina para encender
una bruja espantosa, que me
una vela y, como creyó que
echó el aliento y me aruñó
los ojos iluminados del gato
la cara con sus largos dedos;
eran unas brasas, acercó un
y delante de la casa hay un
fósforo para que prendiera.
hombre con un cuchillo y me lo clavó en la pierna. 17
Madre Nieve (Frau Holle)
Érase una vez una viuda que tenía dos hijas de las que una era muy bonita y trabajadora y la otra fea y haragana. Pero ella quería más a la fea y haragana porque era su propia hija, y la otra tenía que hacer todos los trabajos y ser la “Cenicienta” de la casa. Todos los días la pobre cipota tenía que sentarse junto al pozo de un gran camino e hilar hasta que le sangraban las manos. Sucedió un día que la aguja estaba tan ensangrentada que se inclinó para lavarla en el pozo. Pero se le resbaló de las manos y cayó a lo más hondo del pozo. Se puso a llorar, corrió adonde la madrastra y le comentó la desgracia. Pero aquella la regañó tanto y actuó sin piedad que dijo: “Si dejaste caer la aguja, tendrás que recuperarla”. La niña volvió al pozo y no sabía qué hacer; y en su angustia saltó al pozo para recuperar la aguja. 18
Pero perdió el conocimiento
una casita donde se asomó
y, cuando despertó y volvió
una viejita. Pero como tenía
en sí, se encontraba en una
unos dientes tan grandes,
hermosa pradera en la que
la niña sintió miedo y quiso
brillaba el sol y había miles
salir corriendo. Sin embargo,
de flores. Caminó por la
la viejita le gritó: “¿Por qué
pradera y llegó a un horno
tenés miedo, cipota querida?
de leña lleno de pan. El
Quedate conmigo y, si hacés
y asada. Cuando había
pan gritó: “¡Ay, sacame,
bien todo el trabajo de la
pasado ya un tiempo con
sacame, que si no me
casa, te irá bien. Sólo debés
la Madre Nieve, la cipota
quemaré!; ya hace rato que
preocuparte de hacer bien
empezó a sentirse triste y al
estoy bien horneado”. Así
mi cama y de sacudir bien el
principio ni ella misma sabía
que la cipota se acercó y,
edredón, para que las plumas
lo que le pasaba. Por fin se
uno por uno, sacó todos los
vuelen; entonces en la Tierra
dio cuenta de que sentía
panes con la pala del horno.
estará nevando. Soy la Madre
nostalgia; aunque aquí
Después siguió su camino
Nieve”. Como la anciana le
estuviera mil veces mejor que
y llegó a un árbol lleno de
habló con tanta amabilidad,
en su casa, quería volver. Así
manzanas que le gritó:
la muchachita agarró valor,
que al fin le dijo a la viejita:
“¡Ay, sacudime, sacudime,
aceptó y entró a su servicio.
“Extraño mi casa y, aunque aquí estoy muy bien, no
todas las manzanas estamos ya maduras!”. Así que la
Todo lo cumplía a satisfacción
puedo quedarme por más
niña sacudió el árbol de
de la anciana y sacudía el
tiempo. Debo regresar con los
manzana, hasta que cayeron
edredón con fuerza, así que
míos”.
las manzanas como una
las plumas volaban como
La Madre Nieve le contestó:
lluvia y no quedó ninguna
si fueran copos de nieve. A
“Me gusta que deseés volver
en las ramas. Cuando las
cambio vivía bien, no oía ni
a tu casa y, como me has
había amontonado, siguió
una mala palabra y todos
servido tan fielmente, yo
su camino. Por fin llegó a
los días había carne cocida
misma te acompañaré”.
19
La agarró de la mano y la llevó a un gran portón. El portón se abrió y, cuando la niña se encontraba debajo del arco, cayó una abundante lluvia de monedas de oro y todo el oro se le quedó pegado al cuerpo, de modo que estaba del todo cubierta de él. “Te corresponde por haber sido tan trabajadora”, dijo la Madre Nieve y le devolvió también su aguja que se le había caído al pozo. Después el portón se cerró y la muchachita se encontró de nuevo arriba en la Tierra, no lejos de la casa de su madre. Y cuando llegó a la granja, el gallo que estaba parado en el pozo cantó:
“Quiquiriquí, nuestra doncella dorada ya está aquí”. Así que la muchachita entró a la casa de su madre y, al estar toda cubierta de oro, fue bien recibida por su madre y su hermana. La cipotilla contó todo lo que le había pasado y, cuando la madre oyó, cómo había alcanzado tanta riqueza, quiso que su otra hija fea y haragana tuviera la misma suerte. 20
Tenía que sentarse al borde
ya sabía de sus grandes
servicios”, dijo la Madre
del pozo e hilar; y para
dientes, y de un sólo entró
Nieve y cerró el portón. La
que su aguja estuviera
a su servicio. El primer día
haragana regresó a su casa,
ensangrentada, se hirió en
se puso las pilas, estuvo
pero estaba toda cubierta de
los dedos y clavó la mano en
trabajadora y obedecía a la
resina negra y, cuando la vio,
unas espinas.
Madre Nieve cuando ésta le
el gallo en el pozo cantó:
Después tiró la aguja al pozo
decía algo, pues pensaba en
y ella misma se lanzó dentro
la gran cantidad de oro que
de él. Al igual que la otra,
le regalaría. Pero al segundo
llegó a la hermosa pradera
día ya empezó a haraganear,
y continuó por el mismo
al tercero más aún, tanto que
camino. Cuando llegó al
por la mañana no quería ni
horno de leña, el pan volvió a
siquiera levantarse. Tampoco
gritar: “¡Ay, sacame, sacame,
le hizo la cama a la Madre
que si no me quemaré!; ya
Nieve como era debido ni
Pero la resina negra quedó
ratos estoy bien horneado”.
sacudió el edredón para que
pegada a ella y jamás se
Pero la haragana contestó:
volaran las plumas. Así que la
desprendió mientras vivió la
“Pues, sí, ¿creés que tengo
Madre Nieve pronto se cansó
jovencita.
ganas de ensuciarme?” y se
y la liberó del servicio.
alejó. Pronto llegó al árbol
La haragana estaba muy
de manzana que gritó: “¡Ay,
contenta y creyó que ahora
sacudime, sacudime, todas
llegaría la lluvia de monedas
las manzanas estamos ya
de oro. Madre Nieve la llevó
maduras!” Pero ella contestó:
también al portón, pero
“Lo que faltaba, podría
cuando se encontraba
caerme una en la cabeza”,
debajo del arco, en lugar de
y siguió su camino. Cuando
oro se derramó un caldero
llegó a la casa de la Madre
lleno de resina negra: “Esto
Nieve no se asustó, porque
es en recompensa por tus 21
“Quiquiriquí, nuestra sucia doncella ya está aquí”.
El Rey Sapo o Enrique el Férreo (Der Froschkönig)
En los viejos tiempos, en los que pedir un deseo aún ayudaba, vivió un rey cuyas hijas eran todas hermosas, pero la menor de ellas era tan bella, que hasta el mismo sol, que tantas cosas ha visto, se quedaba encantado siempre que le iluminaba el rostro. Cerca del castillo del rey había un gran bosque oscuro, y en ese bosque, debajo de un tilo muy antiguo, había un pozo. Así que cuando en el día hacía mucho calor, la hija del rey salía al bosque y se sentaba al borde del pozo fresco. Y cuando se aburría, agarraba una pelota dorada, la lanzaba al aire y la recogía, y ése era su juguete preferido. Sucedió un día que la pelota dorada no cayó en su manito, sino que cayó en el suelo y rodó al agua. La hija del rey la siguió con la mirada, pero la pelota desapareció, y el pozo era tan profundo, tan profundo, que no se veía el fondo. Comenzó a llorar, y lloraba y lloraba muy desconsolada. Y mientras se lamentaba, alguien le dijo: “¿Qué te pasa, princesa?, llorás que ablandarías hasta a las piedras”. 22
Ella miró a su alrededor
cipota pensó: ‘Qué tonteras
nuevo en su pozo.
para ver de dónde venía
dice este sapo baboso, que
Al día siguiente, cuando,
la voz y vio a un sapo, que
está en el agua croando
sentada a la mesa con el rey
asomaba su gorda y fea
con los suyos y no podría
y todos los que pertenecen
cabeza del agua. “Ah, sos
ser nunca compañero de
a la corte, la princesa estaba
vos, chapoteador”, dijo, “lloro
ninguna persona’.
comiendo de su platito,
porque mi pelota dorada se
Cuando había obtenido la
chof chof, chof chof, algo
me cayó al pozo”. “Calmate
promesa, el sapo sumergió
subió por las gradas de
y no llorés más”, respondió el
su cabeza, bajó y después
mármol, y cuando había
sapo, “puedo ayudarte, pero
de un ratito volvió a salir del
llegado arriba, tocó la puerta
¿qué me das si recupero tu
agua con la pelota en la
y gritó: “Princesa, la más
juguete?” “Lo que vos querás,
boca y la lanzó a la grama.
joven, abrime”. Ella corrió a
querido sapo”, respondió la
La hija del rey estaba loca
ver quién estaba afuera y,
niña, “mis vestidos, mis perlas
de alegría cuando volvió
cuando abrió, era el sapo.
y piedras preciosas, incluso
a ver su bonito juguete, lo
Rápido cerró la puerta de un
la corona de oro que llevo
recogió y brincando se alejó.
portazo y volvió a sentarse
puesta”. El sapo le contestó:
“Esperame, esperame”, gritó
a la mesa, muy asustada. El
“Tus vestidos, tus perlas y
el sapo, “llevame con vos,
rey se dio cuenta de que a
piedras preciosas y tu corona
no puedo correr tanto como
la niña le latía con fuerza el
de oro, no los quiero; pero
vos”. ¡Pero de nada sirvió que
corazón y dijo: “Mijita, ¿de
si me quisieras y yo fuera tu
gritara su
qué tenés miedo? ¿Acaso
compañero de juegos, me sentara junto a vos en tu mesita, comiera de tu platito
“croa, croa”
hay un gigante detrás de la puerta que quiere llevarte consigo?” “Ay, no”, contestó
de oro, bebiera de tu copita
con todas sus fuerzas! La
ella, “no es un gigante, sino
y durmiera en tu camita,
cipotilla no le hizo caso, se
un sapo repugnante”. “¿Y
si me prometés todo eso,
apuró para llegar a la casa y
qué es lo que quiere de vos
bajaré y recuperaré tu pelota
pronto olvidó al pobre sapo,
el sapo?” “Ay, padre querido,
dorada”. Sin embargo, la
que tuvo que zambullirse de
cuando ayer estaba en el
23
bosque jugando junto al pozo, mi pelota dorada cayó al agua. Y como lloraba tan desconsolada, el sapo la recuperó y, porque así lo exigió, le prometí que sería mi compañero, pero jamás pensé que podría salir del agua. Y ahora está ahí afuera y quiere entrar para estar conmigo”. En ese instante alguien volvió a tocar la puerta y gritó: “Princesa, la más joven, abrime, ¿no recordás lo que ayer me dijiste junto al agua fresca del pozo? Princesa, la más joven, abrime”. Entonces dijo el rey: “Lo que prometiste, debés cumplirlo; andá y abrile”. Ella fue y abrió la puerta, y el sapo entró brincando, siguiendo de cerca a la princesa hasta su silla. Exclamó: “Subime”. Ella dudó, hasta que al fin se lo ordenó el rey. Cuando el sapo se hallaba en la silla, quiso subir a la mesa, y cuando se encontró en ella, dijo: “Acercame tu platito de oro, para que podamos comer juntos”. Aunque la muchachita lo hizo, se veía que no era con gusto. El sapo disfrutaba de la comida, pero la princesa se atoraba con cada bocado. Finalmente dijo el sapo: “Estoy satisfecho y tengo sueño, ahora llevame a tu habitación y prepará tu camita para que podamos ir a dormir”. La princesa se puso a llorar, ya que tenía miedo del sapo frío, al que no se atrevía a tocar y que ahora dormiría en su hermosa y limpia camita. Sin embargo, el rey se encachimbó y dijo: “A quien te auxilió cuando necesitabas ayuda no podés despreciarlo después”. La niña agarró el sapo con dos dedos, lo subió a su cuarto y lo dejó en un rincón. Pero cuando se había acostado en la cama, el sapo se acercó arrastrándose y dijo: “Tengo sueño, quiero dormir igual de bien que vos; subime o se lo diré a tu padre”. La princesa se enojó muchísimo, subió al sapo y con todas sus fuerzas lo lanzó contra la pared: “Ahora descansarás, sapo repugnante”.
24
Pero cuando el sapo cayó al
amarrar su corazón con tres
camino, y el príncipe pensó
suelo ya no era un sapo sino
cadenas de hierro para que
que se partía la carroza, y sin
un príncipe de ojos hermosos
no le reventara de aflicción y
embargo, eran las cadenas
y amables. Ahora y por
tristeza.
que caían del corazón del fiel
voluntad de su padre, aquél
La carroza tenía que llevar
Enrique, porque su amo había
se convirtió en su compañero
al joven rey a su reino. El fiel
sido liberado y era feliz.
y esposo querido. Entonces
Enrique ayudó a ambos a
le contó que había sido
subir, se sentó de nuevo atrás
embrujado por una hechicera
y estaba loco de alegría por
y que nadie más que ella
la salvación de su señor. Y
habría podido romper el
cuando ya habían recorrido
encantamiento y que por la
un tramo del camino, el
mañana se irían juntos a su
príncipe oyó un estruendo
reino. Luego se durmieron
detrás de él, como si algo se
y a la mañana siguiente,
hubiera partido. Se volteó y
cuando los despertó el sol,
gritó:
llegó una carroza jalada por ocho caballos blancos, que
“Enrique, la carroza
llevaban plumas blancas
se está rompiendo en
de avestruz en la cabeza
pedazos”.
y estaban sujetos por
“No, amo, la carroza no
cadenas de oro, y atrás se
es, es una cadena de mi
encontraba un ayudante
corazón, que sufría un gran
del joven príncipe, que era
dolor, cuando usted se
el fiel Enrique. El fiel Enrique
encontraba en el pozo y era
había quedado tan afligido
un sapo”.
cuando su amo quedó
Una vez más y otra más
convertido en sapo que hizo
hubo un estruendo por el
25
Y todos vivieron felices para siempre.
El Flautista de Hamelín (Der Rattenfänger von Hameln) Según cuenta la leyenda, un día del año 1284 apareció un hombre extraño en la ciudad de Hamelín. Llevaba un pañuelo de muchos colores. El hombre se hacía pasar por un cazador de ratas, prometiendo al pueblo liberar a la ciudad de todo ratón y toda rata a cambio de algún dinero. En aquellos tiempos Hamelín sufría una enorme plaga de ratas, a la que no podían hacer frente sus ciudadanos, por este motivo agradecieron la oferta del extranjero. Los ciudadanos le prometieron un sueldo y el cazador sacó una flauta y tocó una melodía. 26
Entonces salieron de su escondite todas las ratas y todos los ratones de las casas y se reunieron alrededor de él. Cuando dijo que ya no quedaban ni ratas ni ratones, se fue de la ciudad y tomó su rumbo hacía el río Weser, el cachimbo de animales lo siguió, cayó al agua y se ahogó. Pero al estar libre de la plaga los habitantes de la ciudad se arrepintieron del sueldo prometido y se lo denegaron al hombre, por lo que éste se encachimbó y se fue. Pero el 26 de junio el extranjero volvió como cazador, con un sombrero rojo y extraño y empezó a tocar su flauta, cuya melodía sonó por todas las calles, mientras que todo el mundo estaba en la iglesia. En esta ocasión no salieron las ratas y los ratones, sino los cipotes; cipotes y cipotas a partir de los cuatro años de edad fueron corriendo en multitud hacia el flautista. Tocando su flauta éste los llevó hacia un cerro donde desapareció junto a ellos. Sólo regresaron dos niños porque llegaron tarde; uno de ellos era ciego, por lo cual no pudo mostrar el camino y el otro era mudo por lo cual no podía hablar. Un cipote había regresado para traer su ropa y pudo así escaparse de esta desgracia. Algunos dijeron que los cipotes habían sido llevados a una cueva y que salieron en Transilvania. En total desaparecieron 130 niños.
¿Y cuál creen, ustedes niños, es la moraleja de este cuento? 27
Caperucita Roja (Rotkäppchen)
Érase una vez una cipotilla tierna a la que todo mundo quería con sólo verla, pero quien más la quería era su abuelita, que ya no sabía qué más darle. Le regaló a su nieta una caperuza de terciopelo rojo y, como le gustaba tanto que ya no quería ponerse otra cosa, sólo la llamaban Caperucita Roja. Un día su madre le dijo: “Vení, Caperucita, aquí tenés un pedazo de pastel y una botella de vino. Lleváselo a tu abuelita, por favor que está
28
enferma y débil y que lo
vino, ayer horneamos el
a la escuela, con lo animado
comerá con gusto. Andate
pastel para que la abuela,
que está el bosque”.
antes de que queme el sol
que está enferma y débil,
Caperucita levantó la vista y
y, cuando salgás, andá con
recupere las fuerzas”.
mucho cuidado y no te vayás
“Caperucita, ¿dónde
del sol danzaban entre los
a apartar del camino, porque
vive tu abuelita?” “En
árboles y que todo estaba
te podrías caer y se quebraría
el bosque, a otro cuarto
la botella y la abuelita se
de hora largo, junto a
pensó: ‘Si le llevo un ramo de
quedaría sin nada. Y cuando
tres grandes robles está
flores frescas a mi abuelita,
entrés a su casa, no olvidés
su casa, más abajo están
seguro que la llenará de
a saludarla primero y no
los arbustos de avellana,
alegría; es tan temprano que
andés husmeando por todos
eso lo has de saber”, dijo
aún llegaría a buena hora’.
los rincones”. “Lo haré todo
Caperucita.
Se apartó del camino y se
bien”, dijo Caperucita Roja
El lobo pensó: ‘Esta güirrita
metió al bosque a buscar
a su madre y se despidió de
tan jovencita y tierna es un
flores. Y cuando había
ella con un piquito. Pero la
sabroso bocado, que será
arrancado una, pensaba que
abuelita vivía en el bosque,
más rico que comerme a la
más adentro habría otra más
a media hora del pueblo.
viejita tayuda. Debo ser muy
hermosa y fue metiéndose
Así que, cuando Caperucita
listo para poderme zampar
más y más al bosque. Pero el
entró al bosque, se topó con
a las dos’. Así que caminó
lobo fue directo a la casa de
el lobo. Pero Caperucita
durante un ratito junto a
la abuela y tocó la puerta.
no sabía lo malo que era
Caperucita y luego trató
“¿Quién?”, preguntó ella.
el animal y no sintió miedo.
de distraerla: “Caperucita,
“Caperucita Roja, que te trae
“Buenos días, Caperucita”,
mirá las flores tan hermosas
pastel y vino, abrí la puerta,
dijo. “Muchas gracias, lobo”.
que nos rodean, ¿por qué
por favor”. “Sólo entrá - está
“¿A dónde vas tan temprano,
no vas a mirarlas? Creo que
abierto”, dijo la abuela,
Caperucita?” “A la casa de
ni siquiera oís el dulce canto
“estoy demasiado débil y no
mi abuelita”. “¿Qué llevás
de los pajaritos. Caminás
puedo levantarme”. El lobo
en la canasta?” “Pastel y
ensimismada como si fueras
abrió la puerta y sin decir
29
cuando vio cómo los rayos
lleno de hermosas flores,
una palabra fue directo a la
oírte mejor”.
buscándote”. Quería
cama de la abuela y se la
“Ay, abuelita, ¡qué ojos más
apuntarlo con el rifle, cuando
comió. Después se vistió con
grandes tenés!” “Son para
le cayó el veinte de que el
su ropa, se puso su gorrito,
verte mejor”.
lobo podría haber devorado
cerró las cortinas y se acostó
“Ay, abuelita, ¡qué manos
a la abuela y que aún podría
en su cama. Sin embargo,
más grandes tenés!” “Son
salvarla. No disparó, sino que
Caperucita Roja había estado
para agarrarte mejor”.
tomó una tijera y comenzó
buscando flores y, cuando
“Pero, abuelita, ¡qué boca
a abrirle la panza al lobo
había recogido tantas que
más grandotota tenés!”
que dormía. Apenas había
no alcanzaba a llevar más,
“Es para devorarte mejor”.
hecho unos cortes cuando
se recordó de su abuelita y
Apenas había dicho esto
vio el brillo de la caperuza
retomó el camino a su casa.
el lobo, cuando saltó de la
roja, otros cuantos cortes más
Se sorprendió que la puerta
cama y se comió a la pobre
y la cipotilla salió dando un
estuviera abierta, y, cuando
Caperucita. Cuando había
brinco y exclamando: “¡Ay,
entró a la habitación de su
satisfecho su gula, el lobo
qué miedo tenía, qué oscuro
abuelita, todo le pareció tan
se acostó de nuevo en la
estaba adentro de la panza
raro que pensó: ‘Ay, Dios mío,
cama y comenzó a roncar
del lobo!”, y después salió
qué miedo siento hoy, y eso
exageradamente. El cazador,
la abuelita, viva también,
que normalmente me siento
que justo en ese momento
que apenas
tan bien donde mi abuelita’.
pasaba junto a la casa,
podía respirar.
Dijo: “Buenos días”, pero
pensó: ‘Qué forma de roncar
Caperucita
no obtuvo respuesta. De un
tiene la anciana, debo entrar
Roja
sólo abrió las cortinas y se
a ver si le pasa algo malo‘.
corrió a
acercó a la cama: ahí estaba
Entró a su cuarto y, cuando
acostada su abuelita con el
estuvo frente a la cama, vio
gorrito cubriendo su rostro y
que allí estaba durmiendo
con un aspecto muy raro.
el lobo. “Aquí te encuentro,
“Ay, abuelita, ¡qué orejas más
vos, viejo pecador”, dijo,
grandes tenés!” “Son para
“hace tiempo que ando 30
buscar unas turuncas con
que le había dado los buenos
bebedero de piedra. Así que
las que le llenaron la panza
días, pero que en su mirada
le dijo a la cipota: “Agarrá
al lobo. Y cuando éste se
había tanta maldad: “Si no
el balde, Caperucita, ayer
despertó, quiso saltar, pero
hubiera estado en medio
estuve cociendo salchichas,
las piedras eran tan pesadas
del camino, me habría
llevá el agua en que las
que inmediatamente cayó
devorado”. “Mirá, ve”,
herví al bebedero”.
muerto al piso. Así pues, todos
le dijo la abuelita,
Caperucita llevó tanta
estaban contentos. El cazador
“cerremos la puerta
agua hasta que se
le quitó el pellejo al lobo y se
con llave para que
llenó el bebedero
lo llevó a su casa. La abuelita
no pueda entrar”.
grandotote. El olor a
se comió el pastel y se bebió
Poco después el
salchichas le llegó al
el vino que le había llevado
lobo tocó la puerta
lobo. Éste olfateó y
Caperucita y se recuperó. En
y exclamó: “Abuelita,
miró hacia abajo.
cambio, Caperucita pensó:
abrí, por favor, soy
Al fin alargó tanto
‘Mientras yo viva, no volveré
Caperucita Roja y te
el cuello que ya no
a apartarme del camino y
traigo pastel”. Pero
pudo sostenerse y
a meterme al bosque sola
ellas se quedaron
cuando me lo haya prohibido
calladas y no abrieron la
mi mamá’.
puerta. Así pues, el animal
directamente en el gran
rodeó la casa varias veces,
bebedero, y se ahogó. En
También cuentan que una
saltó por fin al techo y quería
cambio, Caperucita regresó
vez que Caperucita volvió a
esperar que Caperucita
muy feliz a su casa y no le
llevarle comida a su abuelita,
regresara
pasó nada.
le habló otro lobo que
a su casa al anochecer.
quería apartarla del camino.
Entonces la seguiría y la
Pero Caperucita no se dejó
devoraría en la oscuridad.
apartar y continuó su camino
Pero la abuela adivinó lo que
y le contó a la abuelita que
tenía en mente el lobo. Había
se había encontrado al lobo,
en frente de la casa un gran 31
empezó a resbalarse. Se resbaló del techo, cayendo
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
El Enano Saltarín
Érase una vez un molinero que era pobre, pero tenía una hija muy bonita. Un día se dio que en una ocasión pudo hablar con el rey y, para darse importancia, le dijo: “Tengo una hija que de la paja hace hilo de oro”. El rey le dijo al
(Rumpelstilzchen)
molinero: “Éste es un arte que me agrada. Si tu hija es tan talentosa como decís, traémela 32
mañana a mi castillo y la
yo?” “Mi collar”, contestó la
muchachita no sabía qué
pondré a prueba”.
niña. El hombrecito tomó el
hacer y se puso a llorar.
Cuando la cipotilla fue
collar, se sentó delante de la
Nuevamente se abrió
llevada donde el rey, él la
rueda para hilar y
la puerta y apareció el
llevó a un cuarto que estaba lleno de paja, le dio una silla con una rueda para hilar y le dijo: “Empezá a chambear y, si esta noche, antes de
zis zas, zis zas, zis zas,
pequeño hombrecito, que le dijo: “¿Qué me darás si convierto la paja en hilo de oro?” “El anillo que llevo en el dedo”, respondió la niña.
la mañana, no convertiste
jaló de ella tres veces y la
El hombrecito tomó el anillo,
toda esta paja en hilo de oro,
bobina estaba completa.
comenzó de nuevo a hacer
morirás”. En seguida él mismo
Colocó otra y zis zas, zis zas,
girar la rueda y hasta el alba
cerró con llave el cuarto y ella
zis zas, la jaló tres veces y
había hecho de la paja hilo
se quedó sola.
también la segunda estaba
de oro brillante. El rey se puso
Ahí estaba la pobre hija
ya completa. Y así hasta el
contentísimo al ver el oro,
del molinero y no sabía
alba, y toda la paja quedó
pero todavía no se había
qué hacer. No sabía cómo
hilada y las bobinas estaban
calmado su sed de oro, de
convertir la paja en hilo de
llenas de oro. Cuando
manera que hizo llevar a la
oro y su angustia creció tanto
estaba amaneciendo, ya
hija del molinero a un cuarto
que por fin se puso a llorar.
apareció el rey, y al ver el
aún más grande lleno de paja
De repente se abrió la puerta
oro, quedó sorprendido y se
y le dijo: “Esta paja deberás
y entró un hombrecito que le
alegró; pero su corazón aún
hilarla esta noche; si lo lográs,
dijo: “Buenas noches, joven
ansiaba más oro. Hizo llevar
te haré mi esposa”.
molinera, ¿por qué llorás,
a la hija del molinero a otro
vos?” “Ay”, contestó la joven,
cuarto lleno de paja que era
“debo convertir la paja en hilo
mucho mayor que el anterior
de oro y no sé cómo hacerlo”.
y le ordenó que también la
El hombrecito le habló así:
hilara en una sola noche, si
“¿Qué me darás si te la hilo
quería conservar su vida. La 33
‘Aunque sea la hija del
que me darás tu primer
algo vivo a todos los tesoros
molinero’, pensó, ‘no
hijo cuando seas reina”.
del mundo”.
encontraré mujer más rica en
‘Quién sabe lo que pasará
todo el mundo’. Cuando la
algún día’, pensó la hija del
Entonces la reina comenzó a
jovencita se quedó sola, entró
molinero y no sabía qué
suplicar y llorar de tal forma
por tercera vez el hombrecito
hacer en su desesperación.
que al hombrecito le dio
y dijo: “¿Qué me das si vuelvo
Así pues, le prometió al
lástima y dijo: “Tres días te
a hilar la paja también esta
hombrecito lo que éste exigía
doy; si para entonces sabés
vez?”.
y a cambio él hizo una vez
mi nombre, podrás quedarte
“Ya no me queda nada que
más de la paja hilo de oro.
con tu hijo”.
darte”, respondió la joven.
Y cuando a la mañana
Así pues, la reina estuvo
“Entonces prometeme
siguiente vino el rey y
pensando durante toda la
encontró todo como lo
noche en todos los nombres
deseaba, se casó con ella y
que había oído en su vida y
la hermosa hija del molinero
mandó a un mensajero por
se convirtió en reina.
el reino que debía averiguar
Pasado un año, dio a
en todos los lugares qué otros
luz a un precioso
nombres había. Cuando
niño y ni recordaba
al día siguiente volvió el
al hombrecito, cuando
hombrecito, ella empezó con
éste entró a su habitación
Melchor, Gaspar, Baltasar y
y dijo: “Ahora dame lo
dijo uno tras otro todos los
que me prometiste”. La reina se asustó y ofreció
nombres que conocía, pero después de cada uno el
al hombrecito todas
hombrecito decía: “Así no
las riquezas del reino a
me llamo”. Al segundo día la
cambio de que le dejara a
reina mandó a preguntar en
su hijo. Pero el hombrecito
las aldeas cercanas cómo se
le contestó: “No, prefiero
llamaba la gente y le dijo al
34
hombrecito los nombres más raros y menos comunes, pero aquel siempre contestaba: “Así no me llamo”. Al tercer día regresó el mensajero y le informó: “No he podido encontrar ni un sólo nombre nuevo, pero cuando llegué al bosque de una alta montaña en lo más remoto de aquí, vi una pequeña choza y delante de ella había una hoguera y alrededor de la hoguera había un hombrecito de lo más ridículo saltando sobre una pierna y chillando: “Yo sólo tejo, a nadie amo y nadie sabe que Rumpelstilzchen me llamo”. Se pueden imaginar qué contenta se puso la reina cuando oyó el nombre; y cuando poco después entró el hombrecito y preguntó: “Y bien, mi Señora, ¿cómo me llamo?”, primero ella preguntó: “¿Te llamás Fulano?” “No”. “¿Te llamás Mengano?” “No”. “¿Acaso, vos no te llamarás Rumpelstilzchen?”
“¡Te lo dijo el diablo, te lo dijo el diablo!” chilló el hombrecito y de pura cólera daba unas patadas tan fuertes en el piso con el pie derecho que hizo un hoyo, en el que cayó hasta la cintura. En su cólera se agarró la pierna izquierda con ambas manos y él mismo se partió en dos por la mitad. Pasado este susto, el rey y la reina vivieron felices para siempre.
35
La Bella Durmiente (Dornröschen)
Érase una vez un rey y una reina que todos los días se decían: “¡Ay, si tuviéramos un hijo!” y no conseguían tener uno. Ocurrió un día que la reina estaba tomando un baño y que una rana se arrastró del agua a tierra y le dijo: “Tu deseo se cumplirá: antes de que pase un año, darás a luz a una niña”. Y sucedió tal como había dicho la rana. La reina dio a luz a una niña que era tan hermosa que el rey no cabía en sí de la alegría y dio una gran fiesta. No invitó sólo a los parientes, aleros y conocidos, sino también a las mujeres sabias para que le fueran favorables a la cipotilla. Había trece en su reino, pero como sólo tenía doce platos de oro de los que comerían, una de ellas tenía que quedarse en su casa.
36
La fiesta se celebró con todo
sueño de un siglo”. El rey,
estaba sentada una anciana
lujo y, cuando había llegado
que quería proteger de la
trabajadora haciendo hilos
a su fin, las mujeres sabias
desgracia a su querida hija,
de su lino con una aguja
regalaron sus bendiciones a
ordenó que todas las agujas
de bordar. “Buen día,
la muchachita: una le regaló
de bordar del reino entero
madrecita”, dijo la princesa,
virtud; la otra, belleza; la
fueran quemadas. Mientras,
“¿qué estás haciendo?”
tercera, riqueza, y así todo
las bendiciones de las sabias
“Estoy haciendo hilos”,
lo que se podría desear en
para la niña se cumplieron
respondió la anciana. “¿Qué
el mundo. Cuando once de
todas, pues era tan hermosa,
es eso que se mueve tanto?”,
ellas habían ya dicho sus
tan obediente, tan amable
preguntó la niña y tomó la
palabras mágicas, de pronto
y comprensiva que toda la
aguja de bordar, porque
entró la treceava. Quería
gente que la miraba sólo
también quería aprender a
vengarse por no haber sido
podía quererla. Sucedió que
hilar. Pero apenas la había
invitada. Y sin saludar y ni
el día en que la muchachita
tocado, se cumplió el hechizo
siquiera mirar a nadie, dijo
cumplía quince años el
y se puyó un dedo con ella.
con voz fuerte: “Cuando
rey y la reina no estaban
En el momento en que sintió
tenga quince años, la
en la casa y la princesa se
el puyón cayó sobre la cama
princesa se puyará con una
quedó sola en el castillo. Así
que allí estaba y quedó
aguja y caerá muerta”. Y sin
estuvo paseando por todas
profundamente dormida. Y
decir otra palabra, se dio la
partes, a su antojo entró en
este sueño se extendió por
vuelta y abandonó la sala.
habitaciones y cuartos y por
todo el castillo; el rey y la
Todos estaban asustados;
fin llegó también a una vieja
reina, que acababan de
entonces avanzó la doceava
torre. Subió por la angosta
regresar y habían entrado a la
que aún no había formulado
escalera de caracol y llegó
sala, comenzaron a dormirse
su deseo y, como no podía
a una pequeña puerta. En
y, con ellos, toda la corte.
deshacer la maldición, sino
la cerradura había una llave
También los caballos del
sólo suavizarla, dijo: “La
oxidada y, cuando la giró, la
establo, los perros del patio,
princesa no morirá, sino
puerta se abrió con fuerza. Y
las palomas en el techo, las
que caerá en un profundo
en una pequeña habitación
moscas en la pared, los perros
37
y gatos, incluso el fuego que
el país se contaba la leyenda
muchos príncipes y habían
ardía en el fogón se apagó y
de la Bella Durmiente, pues
intentado atravesar el rosal,
se durmió, el asador dejó de
así llamaban a la princesa,
pero habían quedado
echar chispas, y el cocinero,
de manera que de vez en
atrapados y habían muerto
que le iba a jalar del pelo a
cuando llegaban príncipes
cruelmente. Habló entonces
su ayudante, porque se había
que querían entrar al castillo
el joven, que no andaba con
equivocado en algo, lo soltó
atravesando el rosal.
cosas: “No tengo miedo. Iré
y se durmió. Y el viento se
para allá porque quiero ver
detuvo y en los árboles que
Pero no lo conseguían, pues
a la Bella Durmiente”. El buen
había delante del castillo no
las espinas se mantenían
anciano trató de hacerlo
se movía ni una hojita.
cerradas, como si tuvieran
cambiar de idea de muchas
manos, y los caballeros
maneras, pero el joven no le
Sin embargo, alrededor del
quedaban atrapados entre
hizo caso.
castillo comenzó a crecer un
ellas sin poder liberarse y
rosal, que cada año se hacía
sufrían una muerte cruel. Al
Justamente habían pasado
más y más grande, hasta que
cabo de largos, larguísimos
cien años y había llegado el
por fin cubrió todo el castillo
años llegó al país otro
día en que la Bella Durmiente
y aún creció más, de manera
príncipe y oyó cómo un
debía despertar de nuevo.
que ya no se veía nada de él,
anciano hablaba del rosal,
Cuando el príncipe se acercó
ni siquiera la bandera en la
detrás del que al parecer
al rosal, éste estaba lleno de
punta del techo. Pero en todo
había un castillo, en el que
grandes y hermosas flores
desde hacía cien años
que se apartaron y lo dejaron
dormía una bellísima princesa
pasar sin herirlo. Y detrás de
llamada la Bella Durmiente
él volvía a cerrarse el rosal.
y que con ella dormían el
En el patio vio echados y
rey y la reina y toda la corte.
durmiendo a los caballos y los
Su abuelo le había contado
perros de cacería, en el techo
también que habían llegado
estaban sentadas las palomas
38
con la cabecita debajo del ala. Y cuando entró a la casa, las moscas dormían en la pared, el cocinero en la cocina aún tenía el brazo estirado como si quisiera agarrar a su ayudante, y la empleada estaba sentada delante de la gallina negra que debía desplumar. Continuó y en la sala vio acostada a toda la corte que dormía, y arriba junto al trono estaban acostados el rey y la reina. Siguió y todo estaba tan calmado que podía oír su propia respiración; y finalmente llegó a la torre y abrió la puerta que daba al pequeño cuarto en el que dormía la Bella Durmiente. Ahí estaba acostada, y era tan hermosa que el príncipe no podía apartar los ojos de ella. Se inclinó y le dio un beso. Apenas la había rozado con el beso, la Bella Durmiente abrió los ojos, despertó y lo miró con gran dulzura. Entonces bajaron juntos y despertaron el rey y la reina y toda la corte, que se miraron muy sorprendidos. Y los caballos del patio se levantaron y se agitaron; los perros de cacería saltaban y meneaban la cola; las palomas en el techo sacaron las cabecitas de debajo del ala, miraron a su alrededor y volaron hacia el campo; las moscas en las paredes siguieron caminando; el fuego de la cocina se encendió y cocinó la comida; el asador volvió a echar chispas; y el cocinero le dio tal cachetada al ayudante, que éste chilló; y la empleada terminó de desplumar la gallina.
Y entonces se celebró la boda del príncipe con la Bella Durmiente con todo lujo, y vivieron felices hasta el fin de sus días. 39
Blancanieves (Schneewittchen)
Érase una vez en pleno invierno, mientras del cielo caĂan los copos de nieve como si fueran plumas, una reina que estaba costurando junto a una ventana, cuyo marco era de ĂŠbano
40
negro. Y mientras costuraba,
Cuando se ponía delante de
es aquí la más bella, pero
levantó la mirada hacia los
él y se miraba, decía:
Blancanieves es mil veces más
copos de nieve y con la aguja se puyó un dedo, y en la nieve cayeron tres gotas de sangre. Y como era tan hermoso el rojo de la sangre en la nieve blanca pensó: ‘Ojalá tuviera una hija de piel blanca como la nieve, con labios tan rojos como la sangre y el pelo tan negro como la madera de ébano’.
“Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bella de todo el reino?”
hermosa que usted”. La reina se asustó y se puso verde de envidia. Desde ese momento, cada vez que veía a Blancanieves, el corazón le daba un vuelco en el pecho, tan grande era el odio que sentía por la niña. Y la envidia y la soberbia crecían en su corazón como la mala hierba, por lo que ya no encontraba
Al poco tiempo dio a luz a una niña, que era tan blanca
Y el espejo respondía: “Mi
paz ni de noche ni de día.
como la nieve, tenía labios
Señora, usted es la más
Entonces llamó a un cazador
tan rojos como la sangre y
bella del reino”. Quedaba
y le dijo: “Llevate a la cipota
tenía el cabello tan negro
satisfecha, pues sabía que el
al bosque, no quiero verla
como el ébano, y por eso
espejo decía la verdad. Pero
nunca más. La matarás y
la llamaron Blancanieves. Y
Blancanieves creció y era
como prueba de ello me
después de haber nacido la
cada vez más linda. Y cuando
traerás su pulmón e hígado”.
niña, murió la reina.
cumplió los siete años era tan
El cazador obedeció y se llevó
bella como el día luminoso y
a la niña y cuando había
Transcurrido un año, el rey se
más hermosa que la propia
sacado el puñal y se disponía
casó por segunda vez. Con
reina. Un día, cuando ésta
a atravesar el corazón
una mujer hermosa, pero
volvió a preguntar al espejo:
inocente de Blancanieves, la
era orgullosa y soberbia y no
“Espejito, espejito mágico.
muchachita se echó a llorar
podía soportar ser superada
¿quién es la más bella de
y le dijo: “¡Ay, buen cazador,
en belleza por otra persona.
todo el reino?”, el espejo
perdóneme la vida! Me
Tenía un espejo encantado.
contestó: “Mi Señora, usted
meteré en el bosque salvaje
41
y no volveré jamás”. Y como
arbustos con espinas y los
quitarle todo a uno. Después,
era tan hermosa, el cazador
animales salvajes pasaban
como estaba tan cansada,
se compadeció de ella y
corriendo junto a ella pero
se acostó en una camita,
contestó: “Corré, pues, pobre
no le hacían daño. Caminó
pero ninguna era justa, una
cipota”. ‘Pronto te habrán
mientras la llevaron sus pies y
era demasiado larga, otra,
comido los animales salvajes’,
cuando caía la noche vio una
demasiado corta, hasta
pensó y sin embargo, se sentía
casita y entró para descansar.
que finalmente la séptima le
como si se hubiera quitado un
quedaba cheque. Y allí se
enorme peso de encima por
En la casita todo era
acostó, se encomendó a Dios
no haber tenido que matarla.
pequeño, y sin embargo,
y se durmió. Cuando había
Y en ese instante se acercó
tan cuidado y limpio que es
ya oscurecido totalmente,
saltando un chanchito de
imposible describirlo. Había
regresaron los señores de la
monte, lo mató, le sacó
una mesita con un mantel
casita, que eran siete enanitos
pulmón e hígado y se los llevó
blanco y siete platitos, cada
que picaban y extraían hierro
a la reina como prueba. El
platito con su cucharita,
de las montañas. Encendieron
cocinero tenía que hervirlos
además siete cuchillitos y
sus siete lamparitas y, cuando
en agua con sal y la malvada
tenedorcitos y siete vasitos. A
la casa estaba iluminada,
mujer se los comió creyendo
lo largo de la pared estaban
vieron que alguien había
que se comía el pulmón y el
colocadas una junto a otra
estado allí, pues nada estaba
hígado de Blancanieves.
siete camitas cubiertas de
así como lo habían dejado. El
sábanas blancas como la
primero dijo: “¿Quién se sentó
nieve.
en mi sillita?” El segundo:
La pobre niña quedó sola y abandonada en el bosque
“¿Quién comió de mi
enorme y tenía tanto miedo
Blancanieves, que tanta
platito?” El tercero: “¿Quién
que miraba todas las hojas
hambre y sed tenía, comió
comió de mi pancito?” El
de los árboles y no sabía qué
un poco de verdura y pan
cuarto: “¿Quién comió de mi
hacer. Comenzó a caminar
de cada platito y de cada
verdurita?” El quinto: “¿Quién
y caminó por las piedras
vasito bebió un traguito
comió con mi tenedorcito?” El
puntiagudas y a través de
de vino, porque no quería
sexto: “¿Quién cortó con mi
42
cuchillito?” El séptimo: “¿Quién tomó de mi
te encargás de nuestra casa, podés quedarte
vasito?”. Luego, el primero se dio vuelta y
con nosotros y no te va a faltar de nada”. “Sí”,
vio que su cama estaba un poco hundida, y
contestó Blancanieves, “con mucho gusto”, y se
dijo: “¿Quién estuvo en mi camita?” Los otros
quedó con ellos. Les dejaba la casa ordenada;
acudieron corriendo y exclamaron: “En la
ellos por la mañana iban a la mina y buscaban
mía también estuvo alguien acostado”. Pero
hierro y oro, por la noche regresaban y la cena
cuando el séptimo miró hacia su cama, vio
ya estaba servida.
a Blancanieves, que allí estaba durmiendo.
Durante el día la cipotilla estaba sola. Así que
Llamó a los otros que vinieron corriendo y
los enanitos le advirtieron: “Tené cuidado con
pegaron gritos de sorpresa. Fueron a traer
tu madrastra, pronto va a saber que estás
sus lamparitas e iluminaron a Blancanieves.
aquí; no dejés entrar a nadie”. Sin embargo,
“¡Oh, Dios mío, Dios mío!”, decían, “¡qué
creyendo que se había comido el pulmón y el
niña tan bonita!”. Y sintieron tanta alegría
hígado de Blancanieves, la reina no pensaba
que no la despertaron, sino que la dejaron
otra cosa que iba a volver a ser la primera y
que continuara durmiendo en la camita.
más hermosa, así que se puso delante de su
El séptimo enanito durmió en la cama de
espejo y dijo: “Espejito, espejito mágico, ¿quién
sus compañeros, en cada una una hora,
es la más hermosa en todo el reino?”. Y el
y así pasó la noche. Cuando amaneció,
espejo respondió: “Mi Señora, usted es aquí la
Blancanieves despertó y, al ver a los siete
más bella, pero Blancanieves, más allá de las
enanitos, se asustó. Pero ellos le hablaron
montañas, donde los siete enanitos, es mil veces
amablemente y le preguntaron: “¿Cómo te
más hermosa que usted”. Entonces se asustó,
llamás?” “Me llamo Blancanieves”, contestó
pues sabía que el espejo no mentía y se dio
la muchachita. “¿Cómo llegaste a nuestra
cuenta de que el cazador la había engañado
casa?”, volvieron a preguntar ellos. Entonces
y que Blancanieves aún estaba viva. Y pensó y
les contó que su madrastra había mandado
pensó de nuevo cómo la mataría. Pues mientras
matarla, pero que el cazador le había
no fuera la más hermosa de todo el reino, su
perdonado la vida y que después estuvo
envidia no la dejaría descansar. Y cuando
caminando todo el día hasta que finalmente
por fin se le ocurrió algo, se pintó la cara y se
encontró su casita. Los enanitos le dijeron: “Si
disfrazó de vieja vendedora y no se le 43
reconocía. De esta manera
como muerta. “Fuiste la más
más bella, pero Blancanieves,
atravesó las siete montañas
hermosa”, dijo y se fue muy
más allá de las montañas,
hasta llegar a la casa de
apurada. No mucho después,
donde los siete enanitos, es
los siete enanitos, tocó la
al anochecer, regresaron
mil veces más hermosa que
puerta y gritó: “¡Vendo
los siete enanitos. ¡Cuánto
usted”. Cuando oyó eso, toda
mercancía bonita! ¡Vendo!”
se asustaron al ver a su
la sangre se le fue al corazón,
Y Blancanieves se asomó a la
querida Blancanieves tirada
tanto se asustó, pues vio que
ventana y dijo: “Buenos días,
en el piso! Y no se movía,
Blancanieves estaba viva de
amable señora, ¿qué vende
como si estuviera muerta. La
nuevo. “Y bien”, dijo, “voy
usted?” “Buena mercancía,
levantaron y, como vieron
a tramar algo que acabará
bonita mercancía”,
que la faja estaba demasiado
con vos”. Y con las artes de
respondió, “cordones de
ajustada, cortaron el cordón.
la brujería, de las que algo
todos los colores para la faja”,
Así que comenzó a respirar y
sabía, preparó un peine
y sacó uno, tejido de seda
poco a poco recobró la vida.
envenenado. Después se
de colores. ‘A esta señora
Cuando los enanitos oyeron
disfrazó y adoptó de nuevo la
tan honrada la puedo dejar
lo que había pasado, dijeron:
silueta de una anciana.
pasar’, pensó Blancanieves,
“La vieja vendedora no era
De esta manera atravesó las
abrió la puerta y se compró
otra que la reina malvada;
siete montañas hasta llegar a
el bonito cordón. “Mijita”, dijo
tené cuidado y no dejés
la casa de los siete enanitos,
la vieja, “¡qué mal arreglada
entrar a nadie cuando no
tocó la puerta y gritó:
te ves! Vení, vos - que te voy
estemos con vos”.
“¡Vendo buena mercancía!
a amarrar bien esta faja”.
Pero cuando la malvada
¡Vendo!” Blancanieves se
Blancanieves, confiada, se
mujer regresó a su casa,
asomó y dijo: “Siga su camino,
colocó delante de ella y
se paró frente al espejo y
no puedo dejar entrar a
dejó que le ajustara la faja
preguntó:
nadie”. “Pero mirar sí podés,
con el cordón nuevo. Pero la
“Espejito, espejito mágico,
¿no?”, dijo la viejita, sacó
vieja lo amarró tan rápido y
¿quién es la más hermosa de
el peine envenenado y lo
tan fuerte que Blancanieves
todo el reino?”
levantó. A la niña le gustó
dejó de respirar y se cayó
“Mi Señora, usted es aquí la
tanto que se dejó engatusar
44
y abrió la puerta. Cuando se
puso delante del espejo y
de esa manera atravesó las
habían puesto de acuerdo
preguntó: “Espejito, espejito
siete montañas hasta llegar a
con la compra, la anciana
mágico, ¿quién es la más
la casa de los siete enanitos.
dijo: “Voy a peinarte bien”.
hermosa de todo el reino?”
Tocó la puerta, Blancanieves
La pobre Blancanieves no
Y como las veces anteriores
asomó la cabeza por la
sospechó y dejó que la viejita
contestó el espejo:
ventana y dijo: “No puedo
la peinara. Pero apenas tocó
“Mi Señora, usted es aquí la
dejar entrar a nadie, los siete
el peine su pelo, cuando
más bella, pero Blancanieves,
enanitos me lo prohibieron”.
el veneno hizo efecto y la
más allá de las montañas,
“No importa”, respondió la
muchachita se desmayó.
donde los siete enanitos es
campesina, “ya venderé mis
“Gran belleza”, dijo la
mil veces más hermosa que
manzanas. Tené, te regalo
malvada mujer, “te moriste”, y
usted”. Cuando oyó hablar al
una”. “No”, dijo Blancanieves,
se fue. Pero afortunadamente
espejo de tal modo, tembló
“no puedo aceptar nada”.
anocheció pronto y los
de cólera. “¡Blancanieves
“¿Tenés miedo de que esté
enanitos regresaron a la
debe morir!”, gritó, “¡aunque
envenenada?”, preguntó
casa. Cuando vieron a
me cueste mi propia vida!”
Blancanieves tirada en el piso
Entonces se ocultó en un
como muerta, sospecharon
cuarto recóndito y solitario, al
de un sólo de la madrastra,
que no iba nadie, y preparó
buscaron y encontraron el
allí una manzana venenosa,
peine venenoso. Y apenas
venenosa. Por fuera era
lo sacaron de su cabello,
hermosa, de piel blanca y
Blancanieves recuperó la
roja. Cualquiera que la viera,
conciencia y contó lo que
tendría ganas de comérsela,
había pasado. Entonces le
pero quien comiera aunque
advirtieron de nuevo que
sea un pedacito, moriría.
anduviera con cuidado y no
Cuando terminó de preparar
abriera la puerta a nadie.
la manzana, se pintó la cara
En su casa la reina se
y se disfrazó de campesina. Y 45
la viejita, “¿ves esto?”, y partió la manzana en dos.
sentaron a su alrededor y le
“La mitad roja es para vos, la blanca para mí”. Pero
lloraron; y lloraron durante
la manzana estaba preparada con tanto arte que
tres días. Entonces quisieron
sólo estaba envenenada la mitad roja. Blancanieves
enterrarla, pero aún parecía
tenía muchas ganas de comerse la hermosa manzana
tan fresca como una persona
y, cuando vio que la campesina se la comía, no
viva y aún conservaba sus
pudo resistirse más, estiró el brazo y agarró la mitad
cachetes rosaditos. Dijeron:
envenenada. Pero apenas había dado una mordidita,
“No podemos enterrarla en la
se cayó muerta. La reina la observó con una mirada
tierra oscura”. Y mandaron a
aterradora y se rió exageradamente, diciendo: “¡Blanca
hacer un ataúd de vidrio, en
como la nieve, roja como la sangre, negra como el
el que se le podía ver desde
ébano! Esta vez los enanitos no podrán resucitarte”. Y
todos los lados. La colocaron
cuando llegó a su casa preguntó al espejo: “Espejito,
adentro y con letras doradas
espejito mágico, ¿quién es la más hermosa de todo el
escribieron su nombre en
reino?”, el espejo contestó por fin: “Mi Señora, usted
él y también que era una
es la más hermosa del reino”. Entonces su corazón
princesa. Luego depositaron
envidioso descansó todo lo que puede descansar un
el ataúd en la montaña y uno
corazón envidioso.
de ellos siempre lo vigilaba. Y venían los animales y lloraban
Al llegar a la casa por la noche los
a Blancanieves, primero un
enanitos encontraron a Blancanieves
búho, después un cuervo y
tirada en el piso y no
finalmente una palomita.
respiraba, estaba muerta. La levantaron, buscaron para encontrar
Blancanieves llevaba mucho,
algo venenoso, la desabrocharon,
mucho tiempo en el ataúd y
le peinaron el pelo, la lavaron con
seguía intacta; parecía que
agua y vino, pero de nada sirvió:
dormía, porque seguía siendo
la cipota querida estaba muerta. La acostaron en una camilla y los siete se 46
tan blanca como la nieve, tan roja como la sangre y
su cabello tan negro como
había mordido Blancanieves,
El espejo le contestó: “Mi
el ébano. Un día sucedió
se le salió de la garganta.
Señora, usted es aquí la más
que un príncipe llegó al
Y no pasó mucho tiempo
bella, pero la joven reina es
bosque y a la casa de los
antes de que abriera los
mil veces más hermosa que
enanitos. En la montaña vio
ojos, levantara la tapa del
usted”. Entonces la malvada
el ataúd y dentro de él a la
ataúd, se incorporara y
mujer echó una maldición y
bella Blancanieves y leyó lo
estuviera viva otra vez. “¡Oh,
tuvo tanto, tanto miedo que
que estaba escrito en él en
Dios mío! ¿Dónde estoy?”,
no supo calmarse. Primero
letras doradas. Entonces les
gritó. Muy feliz que no cabía
no quería ir a la boda, pero
dijo a los enanitos: “Denme
de la alegría, el príncipe le
no se quedaba tranquila.
el ataúd, les daré lo que
respondió: “Estás conmigo”, y
Debía ir y ver a la joven reina.
me pidan por él”. Pero los
le contó lo que había pasado.
Y cuando entró, reconoció a
enanitos contestaron: “No
Dijo: ”Te quiero más que a
Blancanieves. Y de miedo y
te lo daremos ni por todo
nadie en el mundo. Venite
susto allí quedó paralizada.
el oro del mundo”. Y dijo él:
conmigo al castillo de mi
Pero habían puesto unos
“Entonces regálenmelo, pues
padre, serás mi esposa”.
zapatos de hierro sobre
no puedo vivir sin contemplar
Blancanieves estuvo de
brasas, que trajeron con
a Blancanieves. La honraré y
acuerdo y se fue con él, y su
pinzas y dejaron delante de
respetaré como lo que más
boda se celebró con mucha
ella. Y tuvo que ponerse los
quiero”. Mientras así hablaba,
elegancia y lujo.
zapatos ardientes y bailar
los buenos enanitos sintieron
A la boda también se invitó
hasta que se cayó muerta al
compasión por él y le dieron
a la desalmada madrastra
piso.
el ataúd. El príncipe ordenó
de Blancanieves. Cuando
a sus sirvientes que lo llevaran
se había embellecido con
en sus hombros. Entonces
sus hermosos vestidos, se
sucedió que tropezaron en
puso delante del espejo y
una raíz y, del movimiento
preguntó: “Espejito, espejito
brusco, el centro de la
mágico, ¿quién es la más
manzana envenenada, que
hermosa en todo el reino?” 47
Blancanieves y el joven rey vivieron felices para siempre.
Descripción de fotografías 1. Hermanos Grimm El monumento de los hermanos Jacob (* 1785 en Hanau - †1863 en Berlín) y Wilhelm Grimm (*1786 en Hanau - †1859 en Berlín) del año 1896 está ubicado frente a la municipalidad de la ciudad Hanau en Hesse. La foto se tomó en el 2015.
Las casas de entramado de madera exterior son muy típicas de toda Alemania. Estos edificios están construidos con grandes vigas de madera. Los espacios entre ellas se rellenan con barro o piedras y después se repellan. 8. El Palacio de Moritzburg cerca de Dresde El Palacio de Moritzburg se encuentra cerca de la capital sajona, Dresde. Fue palacio de cacería de los reyes sajones. Augusto el Fuerte lo mandó a construir en el s. XVIII y se ha conservado su aspecto original hasta hoy. En la actualidad es un museo y se usa para eventos culturales. También se ha usado para el rodaje de películas de cuentos como “La Cenicienta” u otras historias con fondos históricos.
2. La planta Rapunzel La planta Rapunzel (canónigo) es una variedad de lechuga muy sabrosa, que se cultiva sobre todo en Alemania, Francia e Italia. La primera mención de esta lechuga en un documento en Alemania data de 1588. En alemán también se llama “Feldsalat”. 3. El Castillo de Dehrn an der Lahn en Hesse El Castillo de Dehrn se encuentra por encima del río Lahn en Hesse. Este castillo medieval se empezó a construir en el s. XIII. En el s. XVIII se plantó un parque romántico a su alrededor.
9. El Parque Schillerwiesen en Gotinga La nieve cae en copos grandes sobre un templo (construido en 1810) y desde el año 1935 en el Parque Schillerwiesen en la ciudad universitaria Gotinga, Baja Sajonia.
4. El Castillo de Eltz en Renania-Palatinado El Castillo de Eltz se encuentra a orillas del río Eltz, cerca de la ciudad de Münstermaifeld en Renania-Palatinado. El castillo pertenece a la familia Eltz desde hace 800 años. Jamás ha sido conquistado o destruido.
10. El Castillo de Lichtenstein en los Montes Suabos El Castillo de Lichtenstein en los Montes Suabos, en BadenWurtemberg, está considerado uno de los castillos más románticos de Alemania. En este lugar siempre ha habido un castillo desde el s. XIV. El actual data del s. XIX. Hoy en día, el castillo todavía es propiedad de los Duques de Urach, pero está abierto a los visitantes. El castillo contiene una importante colección de armas y armaduras.
5. Los músicos de Bremen El monumento de bronce es famoso en todo el mundo. Se encuentra al lado occidental de la municipalidad de la ciudad Bremen. El artista Gerhard Marcks lo creó en el año 1953. Una leyenda dice que al tocar las patas delanteras del burro se puede pedir un deseo. Todos los turistas lo hacen, por eso las patas delanteras del burro ahora tienen un brillo dorado.
11. El Flautista de Hamelín Hamelín es el centro econónimo, cultural y turístico de la zona de las Montañas de Weser. Hoy tiene una población de 60.000 habitantes. La leyenda del Flautista de Hamelín dio fama a la ciudad, pero su riqueza proviene de su conveniente posición como centro comercial en el río Weser. Todavía se pueden contemplar muchas casas espléndidamente decoradas construidas por los comerciantes. Desde 1956 se celebra al aire libre la representación de la leyenda del Flautista de Hamelín. Cada domingo desde mayo hasta septiembre, a las 12 del mediodía, se anuncia desde la terraza de la Casa de Bodas: ¡La obra comienza! Y 70 actores voluntarios representan la obra de cómo Hamelín perdió a sus niños.
6. La ciudad de Bremen La ciudad de Bremen se encuentra en el norte de Alemania y está conectada con el cercano Mar del Norte a través del río Weser. Es una antigua ciudad hanseática. En la Edad Media la Hansa era una asociación de importantes y muy ricas ciudades comerciales, sobre todo de los mares del Norte y Báltico. La riqueza de la cuidad de Bremen aún se puede ver en los opulentos edificios del centro.Hoy en día Bremen es una gran ciudad de 550.000 habitantes. En el centro aún tiene muchos callejones con rincones y pequeñas casas antiguas como se ve en la foto del barrio Schnoor.
12. Caperucita Roja La famosa Caperucita Roja nació en la región de Schwalmstadt, donde las construcciones medievales y el verde de las montañas que rodean este lugar envuelven al turista en un mundo mágico. Los Hermanos Grimm coleccionaron historias y leyendas del folclor alemán y todos sus personajes “habitaron” las ciudades y
7. Casa de campesino en la comarca de Osnabrück La comarca en torno a la ciudad de Osnabrück en la Baja Sajonia aún tiene un carácter muy rural. Todavía se pueden encontrar muchas casas de granjero antiguas, como ésta de entramado de madera.
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en los Alpes románticos e indomables.
poblaciones de los cuales está compuesta la “Ruta de los Cuentos de Hadas” (Märchenstrasse), una ruta turística que conecta todos los lugares y sus preciosos paisajes.
19. Manzanas “Come una manzana al día y aleja al médico de tu vida” es un dicho muy popular en Alemania. De hecho los alemanes comen muchas manzanas y ¡qué suerte que esta fruta se cultiva en Alemania! Cada año se cosechan casi 1 millón de toneladas de manzanas. La mayoría de esta producción se consume internamente. Los alemanes aman cultivar sus jardines y en casi cada jardín se puede encontrar por lo menos un manzano.
13. Lennebergwald en Maguncia En la época de los cuentos casi toda Alemania estaba cubierta de bosque. Por eso los bosques juegan un papel muy importante en muchos cuentos populares. Todavía hoy hay muchos bosques en Alemania: Alemania es un país forestal. Una tercera parte de este país industrializado y densamente poblado está cubierta de bosques, en total unos 11,1 millones de hectáreas. Y por increíble que parezca, eso no es menos que a comienzos del siglo XVI. El bosque en la foto se llama Lennebergwald y se encuentra cerca de Maguncia en Renania-Palatinado.
20. El molino Bremsdorf en el Valle de Schlaube cerca de Eisenhüttenstadt Las hojas de los árboles muestran la época de otoño en esta foto del octubre 2012. El edificio que hoy se usa como hostal o albergue juvenil (Jugendherberge) fue reconstruido a mediados del siglo XVIII cuando se usaba como casa y molino. La casa aún mantiene el aspecto original del entramado de madera y cuenta con la rueda de molino de madera. Se encuentra en un parque natural muy bonito lleno de bosque y lagos naturales donde se pueden hacer caminatas o explorar el área en bicicleta.
14. El Guglhupf El Guglhupf es un pan dulce de levadura (bizcocho) que tiene una forma muy particular y es popular decorarlo en los cumpleaños de los niños con una vela por cada año cumplido. En toda Alemania se come mucho pan dulce y se comen muchos pasteles y aún se mantiene viva una cultura muy bonita de hornear sus propios pasteles en casa.
21. Sababurg en Hesse En pleno corazón del bosque de Reinhardswald y situado un poco elevado se alza el castillo de Sababurg, adonde bien podría haber regresado de sus sueños la Bella Durmiente. El conde Wilhelm l lo convirtió en palacio de cacería. Los altos frontones, miradores y una torre con escaleras son del siglo XV. En la foto se ve la colindante cancillería con la entrada arqueada del siglo XVI. Hoy en día es un restaurante y hotel en la famosa “Ruta de los Cuentos de Hadas” (Märchenstrasse). Los Hermanos Grimm vivieron largo tiempo en Sababurg, siendo aquí inspirados por sus cuentos. Cerca de Sababurg se encuentra el parque zoológico más antiguo de Alemania (1571).
15. El lobo (Brandeburgo) En muchas regiones de Alemania hubo lobos hasta el s. XIX. Hoy en día vuelve a haber algunos lobos silvestres en Alemania.La mayoría de ellos en Lausitz, una comarca en Brandeburgo y Sajonia. 16. El Palacio de Güstrow en Mecklemburgo El Palacio de Güstrow en Mecklemburgo-Pomerania Occidental es uno de los palacios renacentistas más importantes de Alemania. Fue construido para los Duques de Mecklemburgo en el s. XVI. Se encuentra en medio de un hermoso jardín renacentista.
22. Centro del pueblo Anger con vista a la montaña Hochstaufen en Baviera La foto se tomó en el 2010 y refleja la tranquilidad de un pueblo en época navideña, cuando no puede faltar el árbol de navidad y las decoraciones de luces en las casas típicas reflejadas por la nieve. Anger se encuentra en el Berchtesgadener Land, una comarca del sur de Baviera con muchas zonas turísticas de gran belleza natural. Vale la pena destacar sobre todo el sur, donde se ubican las ciudades de Berchtesgaden, Ramsau y Schönau am Königssee. Es recomendable la visita al Parque Nacional de Berchtesgaden, al Lago Königssee y escalar el “Watzmann”, tercera montaña más alta de Alemania.
17. El Palacio de Herrenchiemsee en Baviera El Palacio de Herrenchiemsee es uno de los tres “palacios de cuento” que el rey Luis II de Baviera mandó a construir para él en el siglo XIX. Los otros dos son el Castillo de Neuschwanstein y el Palacio de Linderhof. El Palacio de Herrenchiemsee se encuentra en una isla del lago Chiem (Chiemsee) en un entorno de un paisaje bellísimo. El rey Luis sólo vivió unos días en este palacio. 18. Neuschwanstein El Castillo de Neuschwanstein es el más famoso de Alemania. Para muchas personas en el mundo es el castillo de cuento por excelencia. Fue construido en el s. XIX para el rey Luis II de Baviera
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