¡Lima Soy!

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S A D E o U d n e a r n b i o s m a a m i ma ras t

Lima Caminando

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Creditos Director General

Katherine Canales Lazo

Editor

Franco Sullca León

Indice

Redactores

Katherine Luis Benites Piero Bardellini

Fotografos

Kerly Tejada Melissa Mellado

Diseño

Katherine Canales Lazo

Investigación

Ricardo Fernández

Impresión

Hecho el depósito legal N° 2011-85267

Introduccion .................

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Lima Sobre Ruedas .................

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Lima al Plato .................

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Lima Caminando Lima en Letras

Lima sobreRUEDAS Lima Caminando

El aparecer de pequeñas cajas de lata que transportan a la gente en masa, personas que, por obligación, adquieren el hábito de discurrir por la ciudad aplastados por otras personas, que cómo ellos, salen de algún lado y desean llegar a otro lugar lo más rápido.

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a carreta fue el medio favorito de los primeros tiempos, llegó con los españoles y se quedó hasta el día de hoy, en un principio fue el único medio de transporte, cuya posesión representaba un nivel social privilegiado, luego adquirió diversas formas, hasta convertirse en el medio favorito de los mercaderes quienes transportaban la mercancía por toda la ciudad: el lechero, era el más esperado, con una vaca y una burra a quienes ordeñaba a gusto del cliente.

Por los balcones desfilaban las canastillas con sogas que bajaban el dinero y subían la mercancía.

El tiempo de la vida quieta en la ciudad, adquirió un matiz diferente el día que sus callejuelas

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fueron lentamente tomadas por vehículos a motor, esos días activaron una máquina imparable que cada vez fue más rápido y cuya forma se diversificó rápidamente hasta nuestros días.

No se puede dejar de lado, el día en que a Lima se le instalaron rieles por los que discurría un tranvía, el cuál fue muy querido y muy temido por generar la muerte del despistado que no caía en la cuenta de que Lima había cambiado, que su ritmo era diferente.

Los pocos automóviles manejados solo por las autoridades o los médicos de la época, pasaron a ser rápidamente un símbolo de buena vida, visión que aun sigue siendo la misma, la cuál es culpable de la invasión motora que Lima ha sufrido en los últimos años, las pistas, que cada vez son más anchas, rápidamente quedaron llenas y saturadas.

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La vía y los mercados se ven decorados por filas de aparatos de múltiples colores y mensajes que ofrecen solucionar el transporte.

La vía es teñida de múltiples colores y formas, nombres modelos y marcas invaden las calles, a su paso llenan el espacio visual y sonoro, con acumulaciones y nudos de lata que a menudo se forman.

El panorama se vuelve estridente e irremediablemente desordenado con el aparecer de pequeñas cajas de lata que transportan a la gente en masa, personas que, por obligación, adquieren el hábito de discurrir por la ciudad aplastados por otras personas, que cómo ellos, salen de algún lado y desean

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vía. Estos Guerreros cuentan con un escudero fiel, que hace las veces de pastor de ovejas, arrea el rebaño pregonando la ruta y repitiendo el código que cualquier usuario debe saber si quiere transportarse dentro de la coraza de su amo.

El Mototaxi, aparece como el salvador medio que puede suplir por pequeños tramos a esas latas repletas de gente llamadas micro buses.

De pronto, la vía y los mercados se ven decorados por filas de aparatos de múltiples colores y mensajes que ofrecen solucionar el transporte de muchos a bajo precio y a la velocidad deseada, no garantizan la integridad del pasajero, ni del chofer, ni del vehículo, pero si ga-

rantizan su presencia en nuestra cultura como reflejo de nuestro ingenio, permiten que muchos adolescentes trabajen conduciéndolos y su apariencia cada día es más cercana a la barra de un bar e mala muerte, el uso y abuso del neón violeta, gráficos y mensajes sugestivos. Estos pequeños envases son en sí una fusión, la de una moto que aspira a ser un automóvil pero que adquirió apariencia de hormiga y su comportamiento es también como el de las hormigas, que andan en filas y se agolpan alrededor de la comida.

Nuestra fusión cultural por dónde quiera brota por los poros del pavimento, en forma de grandes huecos que hacen variado el viaje por estas pistas.

llegar a otro lugar lo más rápido que se pueda, son máquinas que transgreden toda norma y cuentan con un chofer guerrero que no pronuncia palabra y parece un gran hígado curtido en acido, que enfrenta con su coraza motora a cuanto incauto le quiera robar un poco de

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Pero Lima es linda, y hay que salir a pasear y recorrerla, no solo los visitantes la descubren a ritmo de paseo y por ello aparecieron varias alternativas, la calesa de la plaza de armas es una de ellas, el muy británico Mirabus es otra opción que permite ver la Lima de lejos y con procción, pero el más creativo de sus medios de paseo es el Bus Parrandero, del que gustan propios y extraños, ofrece una disco motora que llena a sus pasajeros de música, show y alcohol mientras discurre por las rutas que muestran la cara linda de una ciudad que conserva su encanto, digno de ser admirado.

Lima es linda, y hay que salir a pasear y recorrerla.

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Pasito a paso por la vereda que va entonando como si fuera un bordón…

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l andar sobre las calles de Lima, siempre será acompañado por un fondo musical, que puede ser como una caricia, o como una patada al tímpano; de pronto, un paseo por una alameda o un parque es interrumpido por el estruendoso claxon de un taxi desesperado que recorre la calle como si hubiera nacido retrasad.

Esa sensación se respira en nuestra Lima, la de mucha gente que anda por la calle y espera llegar a algún lugar, pero que sabe que llegará tarde, entonces, en el camino, no importa hacer una parada y lle-

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gar un poquito más tarde, una parada para comer un pancito con pollo, o quedarse parado observando la performance de algún cómico ambulante.

Es curioso ver cómo, la gente en Lima camina como si le faltaran horas a sus días, pero lo que resulta asombrosamente curioso es ver la gran variedad de distracción que se puede encontrar a lo largo del camino y la multitud que especta y hace uso de estas distracciones, para el estrés encontramos los masajes ambulantes, y para el hambre, contamos una ámplia gama de posibilidades, dulces o saladas, en platito o en bolsa, con show adicional o sin él, caliente o frío.

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Pero los paseos a pie por nuestra Lima no son nuevos, en realidad, es una costumbre muy antigua, tanto como la ciudad, que contaba con ferias de mercaderes en su plaza de armas cuando fue fundada y que siempre ha contado con un Jirón de la Unión, sobre el cual, los limeños solían Jironear como actividad favorita en los siglos XVIII y XIX.

Antes de “Jironear”, se solía pasear por el paseo de Aguas o la Alameda de los Descalzos, ida y vuelta, disfrutar de la tarde apreciando el atardecer desde una de las bancas de mármol o madera, asistir a tardes de toros en las que se asociaba, el espectáculo, la buena comida y el desfrute de una sociedad pequeña que desde primeras horas del día era recorrida a pie por los famosos pregoneros, retratados en el siguiente vals:

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Pregoneros que con potentes voces van marcando con afán del reloj el tictac A las 6 es la lechera y a las 7 la tisanera, catay a las ocho el bizcocho, chumay a las 9 el sanguito, compay a las 10 los jazmines, sí muchachita, no hueles ya? a las 11 la chicha, catay a las 12 el sereno, chumay Ave María Purísima, viva el Perú y sereno.

Callejas polvorientas y acequias rumorosas bullicio, cierrapuertas, menudo pie de moza Caricias y recuerdos del ayer que el viento me regala al rezongar veo la saya y manto por doquier de un abanico escucho el murmurar La flor de esa Lima virreynal fue la limeña de ingenio al hablar de traviesa mirada, de fino corpiño y garbo al caminar.

Balcones y azulejos celosías, zahuanes en Amancaes, festejos San Nicolás, sus panes Caricias y recuerdos del ayer que el viento me regala al rezongar veo la saya y manto por doquier de un abanico escucho el murmurar viejas chismosas suelen fisgonear a través de un curioso mirador a la linda limeña de fino corpiño y garbo al caminar.

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Pero los paseos a pie por nuestra Lima no son nuevos, en realidad, es una costumbre muy antigua, tanto como la ciudad, que contaba con ferias de mercaderes en su plaza de armas cuando fue fundada.

Pero la Lima contemporánea cambió el murmullo del abanico por el estruendoso grito del cobrador de la combi, y al esperado pregonero por el desesperado datero, o la insistente corneta del panadero.

Y el horario en el que se esperaban las cosas en una rutina diaria que no cambiaba, con el pasar de los años, cambió y migró a lo casi inesperado, ahora existen uno que otro lecheros que pasan tocando una botella a la hora que pueden llegar.

De igual forma Lima aun ofrece callejuelas interesantes y exposiciones de arte al aire libre, todo tipo de música

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y los Karaokes ambulantes que son el deleite de mucha gente.

Nuestra Lima contemporánea también ofrece deportes de aventura al paso, si un aburrido peatón llega por el faro de Miraflores, puede contratar una pequeña clase y lanzarse al espacio flotando en un parapente y disfrutar de todo el esplendor de nuestros acantilados que conforman la Costa Verde.

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Lima en Letras

El grafiti en general, es un punto a parte, en nuestra Lima en Letras, es un despliegue de talento que en los Ăşltimos aĂąos permite a muchos jĂłvenes dar rienda suelta a su creatividad y a toda su necesidad por expresarse.

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Los carteles, son otro punto a parte, pues los hay en Lima por montones y en diversas formas, a mano, impresos, serigrafiados...

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uestra fusionada Lima, es toda ella un gran libro, que si leemos con cuidado y atención, podemos conocer quizá más de lo que podemos imaginar, es un libro de información desordenada y abundante que invade paredes y postes y que refleja la cosmovisión de una ciudad diversa que cree en oposiciones.

Somos en su mayoría católicos o creyentes en cristo, por ello su imagen se deja ver hasta en la puerta trasera de un camión, y lo invocan en mensajes escritos en los parabrisas de las combis, taxis y, en adhesivos que decoran uno que otro autobús y las paredes, ya sea en grandes banners o en grafitis que son el deleite de muchos y que, en los últimos años, han adquirido

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un rol protagónico si se quiere saber sobre lo que pasa por la cabeza de la gente joven en Lima.

El grafiti en general, es un punto a parte, en nuestra Lima en Letras, es un despliegue de talento que en los últimos años permite a muchos jóvenes dar rienda suelta a su creatividad y a toda su necesidad por expresarse. Invaden las vetustas paredes, haciendo de ellas el muro de una galería de arte, ofreciendo un interesante mensaje que permite a la gente, hacer un alto en su difuso pensamiento y deleitarse perdida entre formas ondulantes y colores intensos que animan una gris ciudad. Los carteles, son otro punto a parte, pues los hay en Lima por montones y en diversas formas, a mano, impresos, serigrafiados, adheridos a paredes, muros, automóviles, puestos ambulantes, tiendas, edificios, etc.

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El mensaje de Lima en Letras no es lo que se lee en esos carteles, sino lo que se puede ver y entender analizando la forma de las letras, los colores usados e imaginar al que los escribió, incluso nos hablan del que los lee y nos informan sobre sus gustos y sobre su universo.

En una tienda que se venden santos, velas y rosarios, se pueden encontrar carteles que ofrecen el trabajo de un experimentado brujo, profesional en amarres y conjuros de buena suerte, algo así como para

garantizar que el mensaje que deseamos remitir a Dios llegue claro y que sea atendido por las buena o por las malas, lo cual nos permite entender que en nuestra Lima, convive la creencia en lo Divino y Religioso y la creencia en la brujería o en religiones lejanas y de sociedades distintas a la nuestra.

Pero toda celebración merece una fiesta, y en Lima existen locales que viven de fiesta y presentan al los grupos y cantantes de cumbia, música chicha y música vernacular, que se convirtieron en favoritos de propios y extraños.

En una tienda que se venden santos, velas y rosarios, se pueden encon-

trar carteles que ofrecen el trabajo

de un experimentado brujo, profesional en amarres y conjuros.

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Estas fiestas son promocionadas con coloridos carteles que invaden los muros de toda la ciudad, usados como un tapiz multicolor que anuncia la fiesta a lo lejos. Imposible no ver un cartel Chicha, imposible no apreciar sus contrastes, imposible dejar de antojarse por ir a

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“dar una vueltita por el tonoâ€?, sobre todo para los que gustan de este tipo de mĂşsica.En general, las letras de los mensajes, ya sea por su lectura o por el entendimiento del mensaje de fondo, nos transmiten lo que es Lima, su diversidad y su proceso de construcciĂłn social.

Lima al P lato

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inalmente, y luego de un recorrido por la forma, sonido y visión cultural de una Lima diversa y llena de oposiciones, llegar a la parte más suculenta era solo una cuestión de tiempo. Nuestra comida, va más allá del alimento, la comida peruana es un despliegue de placeres que invaden los sentidos y nos vuelven cautivos de sus bondades.

En realidad, la exquisitez existe a lo lardo de todo el territorio peruano, pero, la ventaja de Lima es que concentra la comida de todo el Perú, ofreciendo restaurantes expertos en comida selvática, al lado de restaurantes expertos en comida norteña, además, en esta amplia gama de posibilidades, Lima cuenta con su comida

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La ventaja de Lima es que concentra la comida de todo el Perú.

oriunda, nacida y crecida entre fusiones y transformaciones, es inevitable sucumbir frente a un plato de lomo saltado, o frente a una copa de Pisco Sour, la enumeración resultaría demasiado larga, pero existen delicias que no se pueden dejar de mencionar, como la mazamorra morada, o el arroz con leche… en fin, nuestra cultura, rica en superposiciones, ha sufrido, a lo largo de toda su historia, un enriquecimiento ilimitado e incalculable de su comida .

Me arriesgaría a afirmar que nuestro pueblo es un pueblo que cuenta con muchas limitaciones e incomodidades, pero es gracias a nuestra deliciosa comida, que adquirimos momentos agradables que sumados, nos permiten sobrellevar e ignorar el caos vehicular o la incomodidad de una combi.

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El famoso ”huarique” cuya fama

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¿Quién no ha parado algún día en una carreta por darse un gustito al paso?.

El tema de la comida ambulante es un deleite aparte. Caminando por una larga vereda, de pronto los ojos advierten que en la siguiente cuadra entre una agradable humareda, casi como una aparición de ensueño, se encuentra una carreta, en la que existe una parrilla cargada de carbones incandescentes sobre ella, unos carnudos anticuchos. La sola visión de la carreta, hace que a cualquiera se le desencadenen extraños sonidos intestinales que le anuncian el deseo del cuerpo por comer una porción de alguna de las delicias que en esa parrilla se fríen, en paralelo, las glándulas

salivales, se ponen a trabajar, y frente a tanto estrago corporal, cualquier ser humano queda irremediablemente cautivo de su antojo.

Pero más interesante aún resulta el pequeño escondite dentro de un solar, mercado o en un barrio insospechado que ofrece algún manjar de sabor inigualable, es el famoso ”huarique” cuya fama crece de boca en boca, literalmente, el huequito que no necesita publicidad, en el que se agolpan los autos esperando su turno de mesa, para el ciudadano limeño significa un privilegio tener conocimiento de la ubicación de estos “Huariques”, incluso, es peculiar la conversación en la que se compite por conocer más de estos escondites.

crece de boca en boca,

literalmente, el huequito que no necesita publicidad.

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La buena cocina Limeña siempre ha existido, pero en los últimos años, se ha generado una revolución que tiene nombre propio: Gastón Acurio, excelente cocinero y empresario que ha dedicado todo su esfuerzo a conformar una especie de gran corporación de la comida peruana, que ha permitido que más jóvenes se dediquen a la cocina, que tomemos conciencia de el gran patrimonio gastronómico con el que contamos y, finalmente, grandes oportunidades para muchos que se dedican a la buena cocina peruana que han sido exportados a todo el mundo.

Más jóvenes se dediquen a la cocina, que tomemos conciencia de el gran patrimonio gastronómico con el que contamos .

En Lima, el placer tiene nombres variados, un cebichito con su chelita bien helada, un lomito saltado de desayuno con su café bien negro, o calentar la tarde con un clásico de mazamorra morada con arroz con leche.

La cultura Lima se fortalece y adquiere una mayor identidad, gracias a sus delicias culinarias, que transmiten, placer y felicidad, lo cuál me permiten exclamar: “Qué Rica es Lima”.

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Lima Caminando

Lima Caminando

L i m a i Lima RUEDAS m a C a m i n L a n e L d t r o a s o b r e en

Siempre existió en Lima la fuerte presencia del ande, pero esta se incrementó como una manta tranparente que cubrió nuevamente lo fusionado, en realidad, hace pocas décadas gracias a una gran inmigración de provincia a “La Capital”, con ella llegó el afianzamiento de la cultura peruana, la cultura indígena con todos sus matices. La vida, la concepción del mundo, la música, la comida y el andar se unieron aleatoriamente para formar lo que es hoy por hoy la contemporánea y ecléctica cultura Lima, cultura en la que danzan al mismo ritmo, lo sagrado y lo profano, lo minimalista y el horror al vacío, el alejado sonido de un pájaro matutino y el estruendoso despertar de la avenida Javier Prado. Una cultura de oposiciones que conviven en nuestra criticada y amada Lima Chicha.

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