Acción libertaria, nº 37 junio 1940

Las victorias fascistas en Europa se reflejan en el Parlamento Argentino Cómo se combate FEDERACION AN ARCO-COMUNISTA ARGENTINA a la 5a. columna

lilR IiN Á

ció n a la C“ q u insecu ta colu m na” y

N m o tiv o de la pseu d o p er­ “llam ada de la re­ p re sió n de la s “a c tiv id a d e s a n ­ tia r g e n tin a s”, s e ha n p rop icia­ do m ed id a s le g a le s de e m erg en ­ cia q u e s ig n ific a n e n e l fo n d o dar m a y o r e s a tr ib u c io n e s a la p olicía p a ra q u e d isp o n g a de la lib ertad y de lo s d ere c h o s de lo* in d ivid u o s y pueda e x ten d er »u s m éto d o s rep r e siv o s en m a ­ y o r esc a la . ¿ P e r o a c a so h a d e se r v ir to ­ d o e so p a r a fr e n a r la p en etra ­ ción to ta lita r ia en el p a ís y p a ­ r a p onernos a cu b ierto d e a l­ g u n a in te n to n a fa s c is ta ? N o s ­ o tr o s, ni nad ie que co n o zca a lo s p e r so n a je s en c u y a s m an os se en treg a n e sa s n u e v a s a tr i­ buciones, puede creerlo. L a po­ lic ía arg e n tin a e s t á a d iestrad a en la p ersecución de obreros, en la r estricció n de la s lib erta ­ d e s a c o s ta de lo s v erd aderos m o v im ien to s de izq uierd a y no p a r a v ig ila r y p e rsegu ir rea c­ cionarios. S u s je fe s , al parecer hom bres in d isp en sa b les a tod os Jos gobiern o s que s e suced en , son ca si to d o s urib u rista s y fa sc istiz a n te s, p robab lem en te en d irecta relación con lo s a g e n te s fa s c is ta s ex tr a n je r o s. P a r a ello s será n “a c tiv id a d e s a n tia r­ g e n tin a s” la s qu e desarrollen lo s tra b a ja d o res que só lo lu ­ ch an por s u s d erech o s elem en ­ ta les y c u y a s organizacion es son lo s gen u in o s b a lu a rtes con ­ tr a e l fa sc ism o . Sob re e s to s tra b a ja d o res d e sca rg a rá n , sin duda alg u n a , la s atrib u cio n es ad icion ales en m a te r ia de re­ presión qu e s e les q uiere co n fe ­ rir. ¿O e s que cree a lg u ie n que persegu irá n a lo s gra n d es tiburon<|s del n azism o alem án , del fa scism o ita lia n o o del reaccionarism o criollo?

P o r lo d em á s, e s preciso de­ fin ir lo q u é se en tien d e por “q uinta colu m n a ”. H a y en el p a ís un a im p o rta n te fra cció n de la b u rguesía in du stria! y terra ­ ten ie n te, que no o c u lta s u s sim ­ p a tía s por el fa sc ism o y s u de­ se o de que s e im p lante en el país. H a y u n a gran can tid a d de je fe s m ilita r e s q u e n o vacilan en proclam ar s u adm iración por el tota lita r ism o y que no v a ci­ la r ía n en p articipar en cualquier “ p u tsc h ” que pudiera ten er probabilid ades de é x ito . A b un ­ dan lo s fu n c io n a r io s d e diversa ca teg o r ía colo ca d o s en la m is­ m a lín ea política, so b re todo, fu n cion ario s p o liciales. T o d a e s a gen te , que ev en tu a lm en te puede co n ta r con la a y u d a de form acion es fa s c is ta s e x tr a n je ­ ras y de d irección técn ica , com o su ced ió en E sp a ñ a , sin m a y o ­ res escrú p u lo s de p a trio tism o o de lealtad nacion al, co n stitu y e un peligro p erm an en te para la s libertades pu b licas en el país, inclu so para el régim en a c tu a l­ m en te en vig en cia . ¿ E s con tra t-sa “5a. colum na’” que quiere actuar el gob iern o?

S i en verdad s e q uiere luch ar co n tra la a m en a za to ta lita ria , a g r a v a d a c ierta m en te por la situ a ció n europea, h a y que em ­ pezar por dar lib erta d de acción a la s o r ga n iza cio n es p roletarias, h a y que perm itir que el pueblo se organ ice para lu ch ar con tra su s m orta les e n em ig o s, h a y que » .s c it a r una v ig o r o sa corrien te popular que aho g u e en germ en cualquier in ten to n a fa sc ista .

Todo lo que no s e a eso, se r á in­ nocuo y contraprod ucente. P eor aún, será u n a p elig ro sa cortina d e hum o.

AÑ O V - N o . 37

B U E N O S A IR E S , JU N IO D E 1S)40

P recio: 10 cts.

El n a z i -bolchevism o: h e ahí e l e n e m i g o

A n t e el suicidio bélico de Europa

LA LEY DE ORDEN PUBLICO £C A B A ele cum plirse un nuevo acto gubernati­

vo, sancionado por el Congreso, que impli­ ca u n paso m ás en el cam ino de la política tota­ litaria en q u e está lanzado el gobierne argenti­ no, no obstante sus protestas de legalism o d e­ mocrático que precisam ente le h a n servido p a ra suprim ir de hecho toda oposición política.

La ley de em ergencia o de “orden público", constituye evidentem ente u n a m anifestación de autoritarism o q u e reduce bastante las pocas y retacead as libertades q u e aú n q u e d a b a n como 5N la invasión nazi de Holanda, Bélgica Francia, c,ue i "patrimonio nacional". Ante el peligro d e u n leBélgica .y y también también Francia, Cproducido ya más de un miiwn | vantam jent0 fascista, an te la eventualidad de de bajas en los diversos ejercitos, ' puede decirse que ha empezado en Iu*i golpe reaccionario que puede venir de los realidad la terrible gu e rra de ani- | . , , . . . , quiiamiento, propia de los modernos que precisam ente a la rd e a n de argentinismo, el r S L decSr\Xsi6"asELmags?econ gobierno no encuentra n a d a mejer que poner todos ios recursos, con todos los pro. u n a m ordaza a la prensa, prohibiendo cualquier cedimientos. L a guerra que no distingue entre civiles y combatientes, entre fortalezas y ciudades abiertas, entre adultos y niños. La guerra, cu-

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ataque contra los jefes del totalitarismo mundial, , i ✓ •• i i i i •, i coartando aún mas el derecho de reunión y de

E°p?£.‘“ a'Tm S « S 2 S T «S P alab ra y am enazando con la "movilización ci!suP™ a , ivil" del, . 11. personal afectado a determinados servio r horroroso que sea, no hay m o -, . . m i

II7-V la A rgentina, como en todas partes, los pro- mientras silencian sistemáticamente los horrores de la dominación nazista en los pueblos invadidos pagandistas del nazi-fascism o y los del stalinism o m oscovita, coinciden en absoluto en la "lí­ y se declaran rabiosamente campeones de la "so­ nea general" y hasta en las fórm ulas y consignas beranía popular", mientras proyectan una ficción para disimular los .manejos del fascism o en los que im parten a sus secuaces. L a sola diferencia con­ siste en que los.agentes de H itle r y de M ilssolini países americanos, lo que es hoy evidentem ente ¡a amenaza más inmediata y peligrosa que debemos repiten h o y las mismas fórm ulas demagógicas que enfrentar. pusieron en circulación desde hace años, respecto Siendo así y dadas las numerosas coincidencias a las “dcmo-plutocracias”, etc., m ientras los hom­ de otro orden que unen en la práctica a los par­ bres de S ta tin las adoptaron r.-> hace mucho, cuan­ tidarios de Stalin con los de H itler, no tiin c nada do el je fe bien amado firm ó su pacto con su cole­ ga alemán y ordenó combatir despiadadamente a de particular que una misma persona sea reductor las democracias que hasta hace oco y durante en una hoja bolchevique y en otra nazi, que apa­ casi u n lustro, había hecho ensalzar desmesura­ recen diariamente en esta capital. Lis m ejor que damente. se vayan identificando cada v e z más y m ejor aún E l caso es que hoy resulta difícil distinguir, por que el pueblo identifique a unos y otros como lo t el solo contenido de su prosa, una publicación que en realidad son: los p eo ra cneiHigos de la staliniana de otra inspirada por el nazism o, refe­ causa popular, los representantes de sistemas po­ rente a la candente cuestión de la guerra y de líticos que a través de una aparente div< rgencia - su jL dar.ivnciones en -el país. U n o s-y-o tro s hat¿*~ -exterior- fo u stitu yeiin .u a »itiirna incesantem ente el parche de la neutralidad, de­ ta y denigrante. >’ que los repudie en con/unto nuncian exclusivam ente el imperialismo inglés, como el enemigo por excelencia y por definición.

tivo de asombro. Todo cuanto su- cios públicos y particulares. Todo eso, expuesto todeDuranteeaños!y año^hem^de-, en u n articulado q u e a ú n no satisfizo plenam en!amenazaba1a1ío^pSebios'^con “ío! ’e ministro del Interior, que reclam ab a medij preparativos bélicos de los gobier-, ¿ag má s drásticas, solo puede tener por efecto nos y sobre todo con el auge y e x - : . . . . , , pansión de los sistemas totalitarios.' soíccar en germ en todo movimiento popular ver!do¿atanT ü S o rS a z a n d r a: dad eram ente antifascista, impedir que se forme | j^rsos^aíse *pa^-a'tomp^r en^íiTma"i0sa atm ósfera de repudio contra el totalitarismo, Inos ia dirección >-?i propio destino agg estado de ánim o colectivo de lucha y d e dey asegurar la paz sobre la autén - 1 .

C S C R IB IM O S e s ta s lín eas b a jo la im presión d el av a n ce a rrollador de la s fu er za s m o to ri­ z a d a s n a zis en F ran cia, arrasando ciudades y cam p os, d ando »m uerte a m illa re s de h om ­ b res, m u je r e s y niñ os y, lo que es m ás g r a ­ v e aú n, afirm a n d o su s b ase s de am enaza a to ­ do e l m undo.

N o so m o s d e fen so re s n i p a r tid arios d el ré­ g im en d em o crá tico burgués, ni h em o s creído e n n in g ú n in s ta n te que en e s ta gu er ra F rancia e I n g la te r r a s e b aten por la lib ertad y la ju s­ ticia , co m o lo h a n proclam ado.

P ero a fir m a m o s no o p t a n t e que la caíd a de P a r ís n o s h a p roducido u n indescriptible dolor, sin poder p recisar aún la s c a u sa s de e sa en­ tr e g a sin lucha al enem igo. P orque la s u m isión d e P a r ís no im plica só lo la derrota del ejército y d el g o biern o fr a n c é s; s ig n ific a que no e x is­ te n a p a ren tem en te fu e rz a s ca p a c es de h acer fr e n te a la barbarie nazi y que e sta m o s con­ d en a d o s a so p o r ta r e l r égim en m á s ab y ec to y d en ig r a n te p a ra e l hom bre.

N o te n em o s n oticias, fid ed ig n a s ca p a ces de crea r una opin ión ace rta d a con r esp ecto a los a c o n tecim ien to s que allá s e producen. L o s dia­ r io s n a da dicen de lo que p ie n sa e l pueblo, de la situ a ció n de ¡a m ism a población de P arís, de lo s m illa res de e x tr a n jer o s a n tifa sc ista s que r e sid ia n en e sa c a p ita l y tam p oco de lo s refu ­ gia d o s e s p a ñ o le s. que form ab an legión . C on to ­ d a s e sa s fu e r z a s de choque, con todo el pueblo ex a lta d o por la prop agan d a gu er re rista y de­ cidido a lu ch a r a m uerte contra el fa scism o en e­ m igo, ¿có m o puede ex p lic a rse la a ctitu d r efle­ x iv a , fle m á tic a , de gob ern a n te s y m ilita res que p arecen obrar com o ju gad ores av eza d o s cu an ­ do lleg a n a la conclusión d e que han perdido la p artid a ?

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veneno dictatorial. ^ S icw i I Ciertamente, no hacía falta u n a ley como la ¡5?\»“ p a c a ba de prom ulgarse, p p ra que la poli' tiempo. La consecuencia es ío que cía persiguiera sistem áticam ente el movimiento está ocurriendo.

I , i ^ m no« sobre rt 1ottwro Y popuítjjyque lucha realm ente por la li* i» «w«» «cuui. a u>- rbertod. Desde Hace atas años fu n ah aa-io mucismo, fomentado, alentado y pro. . tegido por ei gran capitalismo seudo quina represiva en ese exclusivo sentido. Jam ás , __ i democrático, ya se siente suficien- i ____ ' i tem ente poderoso como para p re s -. tía molestado

Ante la caída de París

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Itica solidaridad entre los pueblos, ía' tensa que seria el único antidoto elicaz contra el

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a los lascistas ni creemos que real-

Sn» „ íi¿ Í V “d™wrmÚ"Sa]*;mente los moleste ahora, a p esar d e la ley. Es aniquilando a los mismos que le Viejo, ayudaron a desarrollarse. El m ism o 1 . '

aquello de que entre bueyes no hay cor, 1, J fenómeno ocurrido en ei interior de¡nadas. La burguesía sedicente democrático es

:incurablem ente incapaz de apren d er n a d a de acontecim ientos m undiales. Su prejuicio redesposeída y desplazada de 1« airee- ¡accionario la enceguece su. odio al pueblo le cion política en provecho de la nue- m ,. , va casta de ía aita burocracia tota,

nace tomar medidas suicidas. Sin contar que

ídorrrf™id”tra“unel S ld ta d í ehs- u n a parte considerable de esa burguesía, que S T c p r o b a b l e m e n t e ve muy clara la realidad, está ¡¡»"obfe‘ s ír in iJ iá 'T s “ vez."dispuesta a entregarse desde y a a l fascismo y La plutocracia intemacionai, asen-1 ie p rep ara el terreno a través de las mism as instada en las grandes democracias, i ,. . . , . . . .r que había creido poder emplear ai itiiuciones dem ocráticos, sin cesar d e m anitestar pergeñarme*1 para TmponTr enSel!ruidosam ente su fidelidad a las mismas. r o np?cioVí Iepnr S m i í i o t^ V S s-1 Im pedir la acción popular, suprimir la proma plutocracia, está a punto de ser; testa naciente contra la, penetración totalitaria > desplazada por los que creyó poder . . . manejar como dóciles elementosi ccTtar las alas a la combatividad de las masas,

g”X " ™ Í ,Ed “ ¿f‘5mr're“ : equivale sencillam ente a despejar de obstácu“p f e S a ^ ú S 'p a ía l103 a la m archa del fascismo "exótico". Es realiasentar sobre sus despojos una so- ¡zar un genuino trabajo de ’’auinta columna". El ciedad monstruosa, en que m illones' i i , de seres serian reducidos a una es- ' p U e O Í O , q u e S e h a V IS tO b u r l a d o t a n t a s V 6 C e S p o r

S e habla de traición. E s posible que haya ¡ J r m e v o f S O T s ^ X i í a r i o T m í ! ! o s gobernantes, lo sqbe o lo intuye. Q uizás m ahabido m u c h o s c a so s y que h ayan influido b a s­ r “ « «'’c ^ r é n ^ ^ ^ d o “1 ''* !? 0110- en u n a hora crítica, se le reclam en sacrita n te en lo s acon tecim ien tos. I'ero ngisctros e s ­ Te’ es ei sentido de ia guerra que!ncios extraordinarios p a ra defender el sag rad o ta m o s m ás inclin ad os a com probar en todo e s ­ 3u e ahora lo encierra en un b re te . Pero to un n u evo sig n o de la decrepitud y descom ­ sírop“ Dentun SfeíSta lós totí jorden < p osición d el régim en cap italista. L o s se p tu a g e ­ K s w £ ? to V n f /r a “eS™2 ln o s e r á as! co™° defenderá su libertad, no será n arios y octo g en a r io s gob ern an tes y m ilitares n¡a ai mundo. Dei otro, las domo-;bajo, la dirección de estos im itadores del fascisque condujeron la gu er ra en Francia, cubiertos cracias plutocráticas, obligadas tam- __ , , , -i , , , / , de g lo ria h ace vein te y cinco años, no so n hoy bién a emplear métodos totalitarios,mo como podra librarse de las garras de este, o tr a co sa que un sím bolo de senectud. ™™rte'"o será con las atad u ras de esta ley infam e coY son e so s hom b res quienes dom inan al pue­ mo P °d rá actu ar con dignidad y eficacia, blo fr a n cés, quien es han succionado su s ener­ g ía s y re cu rso s du ran te vein te años, para fa ­ suicida y de tener en su seno nuSin embargo, a pesar de todo, a pesar de la , , , , , . b ricar a rm am en tos q u e no supieron tr a sp asar merosos caballos troyanos. Los pue- ¡ i bios, convertidos en simple carne de i ley y contra la ley, es necesario q u e el pueblo se lo s P irin eos y para construir fo r tific a cio n es co­ m o la M aginot, que n o han servid o para nada. í» rS « !íS 5 iff» 5 5 |decid a a la acción, a la lucha, a la defensa de Sab em os que en F rancia h a y hom bres jó v e­ c‘ n\Z í déci” . pSÍL dedí r “ «¿ sus m ás caras conquistas. Con el pueblo estan es y valien tes. Y conscien tes de que e s p re ­ mas que hoy caen estérilmente, ha- irlos y estarem os los libertarios en los momenfer ib le la m uerte a la vida en régim en t o ta li­ brian podido quizás conquistar el , __ .• j . - r / -i i . . i i i tario. P or eso no creem os que no e x ista a lg u ­ derecho a disponer de su propia ¡tos m as diliciies, no obstante las leyes d e excepn a posibilidad de resurrección, incluso sob re­ Steunavtaa^ a hist6nca se te*jción y las persecuciones a que estam os habiponién d ose a su s gobernantes. R ecordam os có­ Hemos definido ya claramente tuados por u n a la rg a experiencia. m o én la gu erra franco-p ru sian a del 70, d erro­ nuestra posición en este terrible I ta d o s lo s m ilitares, el pueblo se rebeló y no conflicto. Señalamos oportunam ente I _____________________________________________________ — adm itió el som etim ien to a la s fu e rz a s de Bis- la trem enda responsabilidad que re. | sobre todos aquellos que, pese a lo que pretende sugerir+ iebe a tra e r nu estra atención, i m ark. T arde o tem prano, e ste hecho s e repe­ tirá, com o puede rep e tir se que ven ced ores y inacción o j:or emisión determina* en la propaganda demagógica — es el ese peligro real contra el cual cree, estado de cosa-, <!»sde los lideres | -je precavernos y resistir toda pene- mos perfectamente .inocua la ac­ v e n cid os s e unan contra el pueblo, com o ocu­ este de la burguesía hasta los llamados ¡ 1 ración totalitaria, el de denunciar ción oficial que llegada la hora de­ rrió cuando fu é a rrasad a la Com una y com o se jefes del proletariado, que traicio- j y com batir los sofismas y maniobras cisiva, será aquí tan ineficaz como liaron a los pueblos que luchaban | del nazi-bolchevismo, propicio a las lo fué en otros países. Una vez más, re ed itó en el c a so de la guerra civil española. realmente por su libertad. Pero no aventuras dictatoriales de los reac- recordemos el ejemplo aleccionador E so e s lo m ás te r r ib le : tener que luchar con­ creemos que en la hora actual de España y llevemos al pueblo la :ionarios criollos, apoyados tr a d o s en em igos, y ten er que cuidarse sobre suficiente colocarse al margen o tualmente. como ocurrió en E spa­ convicción de que si no se dispone to d o de la traición, de los reyes L eopoldos que encima de la contienda. ña, por las potencias totalitarias ex­ a defenderse a tiempo, poniendo en juego todas las fuerzas ap tas para El problema concreto que se tranjeras. e x iste n en cad a uno de los burgueses, de ios Contra esa eventualidad hay que ello, será presa fácil de los aventu­ ca p ita lista s, d e lo s m ilitares, en quienes predo­ plantea en los países americano! reros que especulan con los momen­ eciados por la guerra y que como ¡ sstar preparados. No es el probli m ina el e sp íritu de clase, por encim a incluso de el nuestro — tiene probabilidad de [ficticio de neutralidad o no neut.-a- tos turbios y confusos como el pre­ su alardeado sentim iento nacional. ser arrastrado a ella directam ente lidad en la lucha europea el que sente.

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Economía Argentina: Economia deMonopolio La Industria del Azúcar

El p u e b l o siempre

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OCAS in d u str ia s s e p resta n ta n c la ra m en te a definir el concepto de m onopolio com o la del azúcar en n u e str o p aís. V arios in g en io s del n o rte con a sien to en T ucum án, J u ju y , S alta y S a n ta F e , s e han in g en ia d o m a r a v illo sa m en te p a r a a se g u ra r se e l precio, la d istribución por zonas y el reparto de la ex p lo ta ció n de lo s co n su m id o res de la república, sin restr icc io n e s y sin com ­ petencia.

D esd e lia ce c in cu en ta a ñ os, la o lig a rq u ía n o rte ñ a , con la com plicidad del E sta d o , s e viene arreglan d o p a ra m an ten er un im p uesto a d u a n ero fr a n cam en te prohibitivo, es d ecir que nadie puede traer a zúcar para vend er en el m ercado argen tin o porque la introducción de e s a m erca­ d ería e s tá g r a v a d a c o n un d erech o de im p o rta ción que, agr eg a d o al c o sto en sí del azú car en el m ercado internacional, llev a ría el p recio del p r o d u cto ex tr a n jer o a cu aren ta o cu a r en ta y cinco ce n ta v o s, y no d ejarían m a rgen p a ra la c o m p eten cia.

pasa IN J U S T IF IC A D A C A R E S T IA UK L A V ID A

EL D E B E R DE LOS PUEBLOS DE AMERICA

los países americanos frente a las consecuencias de la guerra que se desarrolla en Europa. Indudable­ mente —y a lo hemos dicho hace un nies—■ son bien ciertas las posibili­ dades de que esas consecuencias se manifiestan no sólo en el aspecto económico con tma crisis más o me­ nos intensa a causa de las dificul­ tades de exportación y la depresión del comercio mundial, sino también y fundamentalmente en el terreno político-social, ya que cualquiera sea el resultado de la actual contienda,, triunfen en ella los aliados o los alemanes en forma parcial o total, América —del Sud y Centro— ha de hallarse ante la necesidad de salir del papel de espectativa o aislamien-

A 1 m ism o tiem p o que decrela mala vida en los presidios viene en orden decrecien­ ce la exportación d-? los te la de los aguantadores y pacíficos obreros del norte argentino, los obreros de la zafra, los cultivadores y productos nacion ales, cerea peladores de la caña. les, carne, etc., y que aum enta En el año 1917, cuando la penúltima gran guerra eu­ la desocupación, a ca u sa de ropea, nuestros optimistas reyes nativos de la caña, se dirigieron por intermedio del diario "La Nación" al una restricción económ ica público, rogándole dieran un "pasito más adelante” general, se prod u ce u n a Decían asi, textualmente: "Será necesario tener un po alarm an te alza en to d o s los co más de paciencia mientras se arregle esta cuestión ne­ del azúcar. El consumidor debe aguantar ahora la ca- | artícu los de prim era restia y resignarse a pagar 80, 90 y hasta 1 peso el | cesid ad y n o solo en los kilo. Pero dentro de dos o tres años todo eso cambia­ m anufacturados, en lo s que Substaneialmente, ya que secun­ rá. Los cañaverales criollos habrán sido sustituidos por s e pudiera aleg a r el e m ­ dariamente existen muchos motivos, caña de Java, la técnica se habrá perfeccionado, y en­ la causa de la guerra entre los alia­ tonces la industria de Tucumán estará en condiciones ¡ pleo de productos im portados, dos “democráticos” y los totalita­ de suministras azúcar ) de 25 o 30 centavos e sino en los m ism os productos rios es la disputa de la hegemonía b ásicos de la riqueza agí ope- mundial en el terreno económico.

De esto hace ya más de 20 años, y la industria azu­ cu aria argentina. L a carne, Han chocado dos fuerzas imperialis­ carera de los negritos javanenses está cinco veces más por ejem plo, q u e abarrVp. los tas de gran poder, que apelan pa­ adelantada que la de nuestros monopolistas criollos.

Ultimamente se ha reforzado todavía mucho más el d ep ósitos de lo s frig o rífic o s ra vencer a lodos sus recursos. In­ cluso a la influencia que mediante mecanismo de este verdadero "trust" semí-oficial con porque son e sca so s los em bar­ el control financiero ejercen sobre una legislación tan draconiana y embrollada que los pobres cañeros que trabajan realmente en el surco ten- ¡ ques, h a alcanzado reoi.'.«te­ numerosos pueblos de todos los con­ drán que poner una oficina jurídica si la .quieren en- ■ n ien te precios prohibitivos, tinentes. tender. . . a gravando aún m á s la 'lifícil P ara los países que, como el nues­ Y es natural, quienes la prepararon y la adobaron, situación de m illares y m illa­ tro y todos los de la América lati­ son nada menos que los mismos dueños de aquellos lu­ res de trabajad ores que dis­ na, se encuentran en esta condición crativos ingenios, de modo que hacen de juez y parte; ponen de un salario m iserable de semi-colonias, el problema actual porque esos mismos personajes son actualmente dipu­ tiene dos aspectos principales: el de tados y senadores de la nación. No son diputados y o que no disponen d e salario la prevención o acción inmediata ansenadores de la nación, fué un e rror decir asi, bien ex­ alguno por e sta r desocupados I te la guerra, y el de la disposición plicable, debido a la fuerza de la costumbre. Tendría­ E s te hecho, n o por constiuir para enfrentar con éxito las consemos que haber dicho "diputados y senadores del azú­ car", o de los ingenios, sin mezcla de representación un fenóm eno n orm al dentro | cuencias de la misma en un futuro popular. Esos señores se sientan en las cám aras en re­ de la econom ía c a p ita lista de­ I no lejano. E sta realidad ha sido presentación d e ... sus propios negocios! ¡ siderada por nuestros gobernantes, y be se r aceptado con re sig n a ­ | de ahi las fluctuaciones que En la elaboración de la Ley del que representan casi el total ción fa ta lista por su s v íctim a s ble observar en cuanto a su posición : las 'estricto, de modo que se castiga al Azúcar han colaborado directamen­ fábricas o ingenios productdres de que puei.j fabricar mas de lo previs­ h abituales. E s verdad que I política, debidas al rol que juegan te algunas de las figuras más repre­ azúcar del país, adeudan al Banco to. Lo formidable del caso es que no su frim os las c on secu en cias de I aquí los distintos intereses imperiasentativas del monopolio. Citemos al- de la Nación la bonita suma de algo se tomaron el trabajo de averiguar una c a tá str o fe m undi ¿1 que I listas. Ha sido considerada en tar guitas de primera línea: Vicente Ga­ más de ciento cincuenta millones de antes las necesidades de la demanda, I les corresponde como got>ernan' lle ( actual rector de la Universidad pesos moneda nacional. Este és el de modo que el reparto que han he­ arruina y desequilibria la eco­ defender su estabilidad, pero no 1 -de Buenos Aires), dueño del ingenio eslabón que faltaba, y por el cual se cho para las actividades de cada In­ nom ía de tod'os lo s p a íses P e­ | ra dar a la misma una solución claSan Antonio; el señor J. M. Paz, llega muy pronto a comprender có­ genio es de lo más caprichoso y ar­ ro no e s posible tolera»' que I ra, que signifique satisfacer los andueño del ingenio Concepción (1); el mo en realidad los gobiernos no son bitrarlo que puede darse; hay toda­ e sa s consecuencias recaigan I helos de los pueblos que sojuzgan. señor Clemente R. Zavaleta, direc­ más que los administradores o ge­ vía una serle de penalidades más, La posición adoptada referente “exclusivam ente” sob re la m a | mantención de una "estricta” tor del ingenio Santa Lucía; el se­ rentes supremos de los grandes ca- como la de clausura y allanamiento ñor José Padilla, adm inistrador del sin orden del juez, pero creemos que sa popular, q u e p aguem os | tralidad, por el conjunto de los paiingenio San Pablo; y entre otros mu­ No es pues, nada extraño ■que la con las citadas basta y sobra para ú n icam ente n o so tro s lo s g a s ­ I ses del continente, responde, más chos que sería largo enumerar, el Comisión Racional del Azúcar pase que se vea cómo se ha organizado to s de aijjtella-natást rote.,-Los. ! que al deseo de aislarse de la gueaenor Fed«rico"~THetguera, negociante a ser un simple resorte oficial más, con todos los requisitos uno de los ca p italistas, nacionaler. o e x ­ 1 ra europea, a la política de una ter­ del azúcar. Para que la comedia tu­ una nueva rama económica del go­ trusts más grandes que el país debe cer fuerza imperialista, los Estados viera toda la fuerza requerida se lla­ bierno, designada por decreto, y que aguantar sin posibilidades de ningu­ tran jeros, q u e ex p lotan nues­ Unidos, que se mantiene a la espe­ mó al consumidor a dar también hasta funciona en las propias ofici­ na naturaleza de escapar a sus gatr a econom ía, se em peñan en ra del momento oportuno para belisu opinión, y en representación de nas del Banco de lá Nación! gerar abiertamente. > resarcirse d e la dism inución ente tan vago se apersonó el señor En el seno de esa Comisión Na­ Han de ser entonces los pueblos de su s ganan cias, a c o sta de Romulo Bogliolo, socialista. Pero la cional se ha formado una subcomi­ No solamente no pueden combatir­ de América quienes, constituyéndo­ representación del consumidor muy sión bautizada sin empacho con el se los truts y los monopolios, sino un aum en to d ep rivacioaey, e s se en fuerza coordinada, hagan fren­ pronto hizo abandono de su asiento título clarísimo de Comité de Ven­ que es el propio Estado el que se decir, de m a y o r h am bre del te a los peligros señalados; el prime­ en la comisión que proyectó la ley tas. adelanta a prestarles toda la fuerza pueblo q u e v iv e y tra b a ja en ro de ellos lo representa indudable­ Nos figuramos fácilmente la situa­ El Ministerio de Hacienda de la do su apoyo legal sin límites, haoiene ste país. H e aquí, — ;Gh c e ­ mente el totalitarismo, ya que el ción realmente cómica que represen­ Nación, ¿no es acaso el Comité de do casi del "trust azucarero" en es­ lo so s defensores de la r a c io ­ desarrollo de la lucha hace temer tó el diputado socialista en la emer­ Ventas de los equipos capitalistas en te caso una dependencia más del go­ seriamente terminación victo­ gencia; porque, ¿qué diablos tenia todos lados? bierno. El diario "La Prensa” decía nalidad!— una a c tivid ad an- riosa para eluna nazismo, y aO que hacer el consumidor en el seno Y bien, sigamos el trám ite finan­ a propósito de esta notable ley do t i n a c i o n a l por excelencia. caso de prolongarse la lucha o de de una comisión integrada por ca­ ciero de este comité. Sus funciones amparo al monopolio: “Es una ley H am brear a l pueblo, llevarlo producirse una paz con triunfos par­ balleros de la industria? Lástima son nada menos que las siguientes, que organiza todos o casi todos los grande que el señor Bogliolo se dió fijadas por ley: tiene en sus manos actos y otros muchos más graves que a u na m ayor m iseria y d e se s­ ciales, el hecho virtual es que se cuenta muy tarde de la chanza las ventas de todos los productores están contenidos como delitos en la peración, e s e l m odo m ás e f i­ están moviendo todos los resortes del aparato de expansión totalitaria ¡Qué tenia que ver con los consu­ de azúcar del país. Si esto no es un legislación contra los trust”. caz para contribuir al d e s­ en América. midores la comisión de m arras for­ “tru st’’ no comprendemos nada de El trust y el gobierno han dis­ arrollo de la dem agogia f a s ­ mada por los más grandes explota­ nada. Para rem atar la calificación puesto además castigar con un dere­ Aparentemente, existe ya la segu­ c ista , que e n tod as p a r te s h a ridad de la defensa contra tal peli­ dores del consumidor! debemos decir que la ley tiene tam ­ cho de aduana de once centavos oro bién prevista las penalidades en que por kilo de azúcar que quiera intro­ especulado hábilm ente con gro, dada pomposamente por los Por otra parte, diremos de paso Incurren los que la violaren. Hay ducirse en el país; y si esto no es situ acion es sem eja n te s. Pero veintiún Estados del continente. En que el Estado tiene ahora un interés una m ulta de 40 centavos por cada amparar, proteger y propiciar el ta l política tiende a limitar no h a y “peligro” de q'u; los realidad bastante directo en este monopolio, kilo de más que el ingenio entregue trust, repetimos que no entendemos a simples expresiones los sentimien­ gu ard ian es del orden in stitu ­ tos populares, que parecen despertar porque se ha revelado hace muy po- al mercado sin autorización; esto pa­ nada ni puede haber quien lo entlenco que entre diez o quince firmas ra limitar la producción al mínimo cio n a l se ocupen en im pedir y podrían determinar una real ac­ aquellos abusos, con su b sta n ­ ción defensiva. La historia nos mues­ E1 azúcar, alimento de prim era necesidad no debie­ Otro aspecto muy interesante en este asunto del cia le s al capitalism o, cu alq u ie­ tra un número inacabable de casos ra costal- mas de 25 a 30 centavos moneda nacional el azúcar es el de la posible aplicación que el producto en que los pueblos han sido defrau­ kilo, pero como está el impuesto aduanero de 1 1 cen­ podría tener en el pais si no tuviera el precio de cares­ r a q u e r-ean su s tin te s p arti­ dados por sus presuntos guias, sin tavos oro cubriendo al fabricante, resulta que el con­ tía que siempre tuvo. Nos queremos referir por el mo­ cu lares. P or eso m ism o, debe necesidad de remontamos a muchos sumidor argentino debe pagar el doble de su valor. mento a la preparación casera de dulces y golosinas y ocu p arse e l pueblo, con su s años atrás, por lo que seria suicida La monstruosidad de esta ley es tan enorme que al desarrollo que podría tom ar la industria en gran propios m edios de agitación que incurriéramos ahora en el mis­ para comprenderla tendríamos que situam os unos dos­ escala de los miamos renglones con vistas a su comer­ mo error. Si se siente la repugnan­ cientos años atrás, o m ás lejos todavía, allá por 1600 o y de lucha, de oponer un di­ cia ante el posible sometimiento a cialización. Se sabe que la Cámara Gremial de Dulce­ 1700, en pleno auge del feudalismo. Es una industria ros, m ientras se elaboraba y tram itaba la Ley del Azú­ que a la desm edida ex p lo ta ­ las fuerzas bárbaras del monstruoso deficitaria que ya debe a los bancos, repetimos, más car, pidió ser escuchada y no lo consiguió. Al mono­ ción. engendro del capitalismo, si se comde 150.000.000 de pesos; es una industria atrasada en polio no le interesa el abaratam iento de una m ateria su técnica; tan atrasada que h aría re ír a los hotentotes; alimenticia de prim er orden como es el azúcar. es una industria que explota al obrero en una forma inicua que avergonzaría a un traficante de esclavos, y Siendo como es la Ley del Azúcar una ley de limi­ en fin, por disposiciones de la Ley del Azúcar ha ve­ tación, no les interesa a los dueños de los ingenios el nido últimamente a a ta r de tal modo a los cañeros que abaratam iento del producto. Pues justamente para que no tienen estos ni la libertad de vender sus cosechas no se abarate es que se limitan los cultivos, se limita la a quien se les dé la gana: deben ofrecer sus cañas a producción y se persigue al que elabore un kilo más un ingenio determinado y la ley los persigue si se per­ del producto. miten ofrecerlas a otro que podría pagarles más. El Podrían tomarse diez o cien o mil aspectos de la in­ cañero es un trabajador más atado al feudo del inge­ dustria o la agricultura del pais, y en todas nos en­ tr a v é s de d iversas m edidas r estr ic tiv a s, to m a d a s oficia l­ nio que los esclavos de la gleba. contraríamos con el mismo cuadro: el verdadero pro­ En legislación de amparo a los tru ts no podría en­ m ente, ta le s com o el relativo racionam iento de la corriente ductor vive a un paso de la proletarización, sin recur­ contrarse nada mejor; es un negocio privilegiado y mi­ sos ni defensas, presa siempre de acaparadores, consig­ eléctrica, l a u tilización del m aíz com o com bustible, etc., y sobre mado por las altas esferas oficiales y tendrán para natarios, acopiadores y grandes negociantes que cuen­ todo, a tra v é s de la exp erien cia d iaria que su fren dolorosam ente ello sus razones. Es el negocio más privilegiado del ta n no sólo con todo el apoyo que los organismos ofi­ pais, salvo quizá el de la yerba mate, otro ejemplo tí­ ciales de crédito le ofrecen, sino que hasta disponen lo s h og a re s p roletarios, la que se ñ a la el alza g alop an te de tod os pico de monopolio prohijado por el Estado y que me­ de un mecanismo legal que va francamente contra el lo s p roductos de m ayor o m enor n ecesidad, se c o n creta una rece capitulo aparte. verdadero productor y lo entrega atado de pies y ma­ v erdadera “situ ación de em ergen cia” en e l orden económ ico, co­ Se comprende así que en todo el norte cualquier pe­ nos a los capitales monqpolistas. rrespondiente a una restricción inm ed iata en la capacidad de con­ queña acumulación de capital quiera aplicarse a rajata­ blas a la explotación de la caña y que sea un verdade­ Cada vez que el gobierno interviene una ram a de la sum o de n u estra población lab oriosa y la dism inución con si­ ro problema social la falta absoluta de diversificación producción del pais, y ya. son incontables las que ha In­ g u ien te -de su “stan d ard ” de vida. E s ta situ a ció n e s agra v a d a de los cultivos, que perm itiría un m ejor desenvolvimien­ tervenido con Juntas Reguladoras y demás organismos, por la creciente desocupación que se e s tá n otando en to d a s la s to comercial, un mayor estimulo a la diversa mano de es para asfixiar al verdadero productor, para amorda­ industrias, com o consecu en cia de la paralización de a ctivid ad es obra, un más elevado standard de vida y, en fin, un zarlo e imposibilitar su defensa, a costa de los genuimejor enlace y equilibrio entre aquellas regiones con nos intereses del país, de sus hijos y de su porvenir qu e la escasez de m a terias prim as y la m en or dem anda en el el resto del pais. inmediato y remoto. m ercado interno, determ inan a su vez.

E sto quiere decir, sencillam en te, que s e ab ren a l pueblo Reconozcamos que en el fondo de*! ■da para m ejorar la distribución. . . . ♦ abordar una repercusión sumamen­ todo esto hay algo que no marcha Para esta tarea los anarquistas te interesante de este asunto, desde p ersp ectivas de ham bre, ta n gran d e o p eo r ta l vez, que e l su fr i­ bien. apelamos al pueblo, único real y vi­ el punto de vista popular y en re­ do cuando e l estallido de la gu erra pasad a. E s a terrib le situ ación , Se han perfeccionado maravillosa­ vamente interesado en poner a tono lación con las vinculaciones pacífi­ que g o lp ea directam en te los h o g a re s p roletarios, se pretende mente los resortes de la producción ritmo de la distribución con el de cas con los pueblos vecinos que, co­ explicar en teram ente por la s rep ercusiones del co n flicto actual. y para peor se ha paralizado el que producción. Apelamos a él por la debía ser más avanzado ritmo ore- razón bien fundada de que las re­ mo es lógico, responden a la guerra E s indiscutible 1 que en gran parte e s ello cierto, y a que n u estra olente de la distribución. La produc­ voluciones populares y sociales son aduanera con rechazos Igualmente econom ía e s e n todo tr ib u taria del com ercio de exp ortación y hostiles y desastrosos para la econo- debe sen tir necesariam en te la depresión del m ercado m undial. ción marcha acicateada al ritmo ace­ ' colectiva. lerado del impulso eléotrlco, diríamos a técnica de la distribución. Las ) El ingenio "Concepción” es el Pero, com o sucede siem pre, d etrá s del m otivo real, d e trá s del haciendo una fácil comparación, y la revoluciones reorganizan en lo vivo mismo que en estos momentos quie­ fen óm en o por tod os conocido y por dem ás evid en te, se ocultan distribución en cambio se ti« queüare reducir por la tuerza a los cañe­ do rezagada o marcha dificultosa­ del progrese económico. Los gobler- ros en huelga en eítos días. Son los mente a paso de carreta. La técnica y las juntas reguladoras, los que en 1932 provocaron un inddente cié la producción vuela y la de la trusts y los monopolios están siem- que costó la vida a varios cañeros, distribución no ha podido dejar las tan atareados que no tienen ma­ cuya memoria es recordada desde muletas o está atacada seriamente terialmente tiempo para ocuparse del aquel entonces todos los años con de parálisis. Todo se ha intentado pa­ asunto. conferencias alusivas y hasta con ra perfeccionar la producción y naDejamos para otro articulo el misas de campaña!

Todos los gobiernos argentinos, desde el "régim en-’ hasta el “Contubernio" pasando por la "Causa" hasta la actual presidencia, han estado siempre perfectamen­ te de acuerdo p ara c :. !lmar al “soberano" con el re­ curso fácil de los derechos de aduana. Es claro que el pretexto no es el lucro convicto y confeso. Se pretende justificar este monopolio, especie de capitalismo preestatal, con el cuento de que se estimula y se defiende una industria nacional, y que por lo tanto deben ha­ cerse todos los sacrificios con tal de defender a los fa­ bricantes de la competencia. Se añade que ese dere­ cho de aduana tan elevado será transitorio, mientras se afirma y arraiga este ramo de la industria nacional.

Pe; < es el caso que desde hace cincuenta años, repeti­ mos, se viene prometiendo al consumidor una rebaja en los precios. Esto es típico de una situación y de una política económica puesta exclusivamente al servicio de los capitales que explotan la producción azucarera del pais. Y lo notable del caso es que el privilegio' que se le ha concedido a los fabricantes no ha sido de ningún modo compensado por el adelanto de esa industria, porque es bien sabido que al cabo de tanto tiempo de protección está al nivel técnico más bajo que se pueda concebir. Bastará con decir que en Java, isla del Ar­ chipiélago Malayo poblada por negros, el rendimiento por hectárea es de 10 toneladas de azúcar, o más; mien­ tra s que en los feudos de los Padilla y los Patrón Costas, el rendimiento apenas alcanza a ¡2 toneladas de azúcar por hectárea! En realidad, pues, el derecho a la importación es más que una prima al atraso, es un premio oficial al poco ingenio de los azucareros criollos, que no tienen más que pedir al gobierno la elevación de 'jv derechos aduaneros cada vez que el adelanto de la industria en el extranjero amenaza inundar el pais con un producto más barato y mejor.

Si por lo menos el trabajador de la zafra tuviera un nivel de vida que compensara la extorsión de este mo­ nopolio . . . Pero sabemos perfectamente que después de

además qua ta l .sometimiento, • H a de plantearse una situación mucho más desfavorable, si quedámos bajo el arbitrio económico da una sola potencia monopolista, qurt podría imponernos condiciones de vi-1 da que convinieran exclusivamente a su dominio. Tal peligro podría que­ dar concretado en la hegemonía del imperialismo yanqui,, que aprove­ chando las circunstancias de la gue­ rra europea y las dificultades que paralizan por ahora a las otras po­ tencias imperialistas ha de conver­ tirse en árbitro exdusivo de la vida politica y económica de los pueblos latinoamericanos. Sin hacer el jue­ go a sectores bien determinados, al servicio de los peores imperialismos Requiere tam b an atención inme­ conocidos, creemos conveniente acladiata el desequilibrio económico que ir al pueblo los verdaderos aspecproduce a consecuencia de la gue>s de los problemas que le afectan, a interimperialista. No obstante fin de que vea d a ro y obre en estra posición revolucionaria de consecuencia. critica a lo que en si constituye la causa de tal situación, es decir el Si los pueblos de América logran .

•égimen social imperante, creemos evitar el triunfo del totalitarismo, si que hoy es un deber contemplar las mantienen a la guerra alejada de sí y posibles formas de solución a ese combaten sus consecuencias, también deber aprovechar el momento problema económico, ya que sus vic­ timas no son los abanderados del histórico que vivimos p ara formar sistema sino los pueblos que no han concientía de su situación e iniciar la marcha hacia la liberación eco­ sabido todavía superarlo.

L a reducción de las exportaciones nómica, que significará su liberadón al extranjero, por la eliminación me­ politica y sodaL diante el bloqueo aliado del diente Como pasos inmediatos en ese germánico, la casi eliminación de otros clientes del Centro de Europa sentido, hay que propender a que se _ ineral —sabemos añora que fomenten las industrias nacionales, hay que conseguir que se atiendan Italia ha paralizado su m arina mer­ cante— y la obligada adquisición las necesidades del consumo interno por parte del principal comprador, que son descuidadas totalm ente hoy Gran Bretaña, a los países que es­ por atender el comerdo exterior, tán por él controlados y producen hay que tender a que los países ame­ cereales y ganadería (y que en re­ ricanos se abastezcan entre si apro­ compensa por ta l favor comercial le vechando las condiciones naturales suministran hombres y m aterial bé­ ventajosas (un ejemplo: se ha re­ lico, tal el caso de Canadá, Nueva conocido que Valparaíso, puerto de Zelandia, Australia, etc.), provocan Chile, es el puerto natural de salida por una parte el debilitamiento de de toda la amplia zona de Cuyo a r­ las actividades industriales por falta gentina, pero en atención a las leyes de repuestos técnicos de faHricación aduaneras y los protocolos diviso­ •opea y por otro lado hacen que rios de ambos Estados ta l realidad los especuladores capitalistas, los permanece desconocida en la prác­ dueños de los trusts que explotan la tica; otro ejemplo: En Chile, pais casi totalidad de los productos de que está separado del nuestro por primera necesidad, especulen con los una simple cadena montañosa, cada precios de éstos a fin de nivelar las habitante consume una séptima par­ pérdidas de la falta de exportación. te de la carne que necesita mínimaVemos asi —¡Oh maravillas del ré­ mente, mientras aquí se especula gimen capitalista !...— que se Be- m u la ganadería a fin de satisfacer pite el espectáculo de tantas crisis Ias demandas im p e ria lista s...), pa­ económicas: las m aterias primas y ra elim inar la dependencia de E u ­ los productos de ellas derivados es­ ropa e impedir el hambre de los tán abarrotados en los depósitos, pueblos. La supresión de las barre­ mientras la población asiste a la ras aduaneras significaría un inter­ constante elevación de los precios, cambio de sentido profundamente que hace imposible la satisfacción de humano y no puramente comercial, sus necesidades más apremiantes. ya que llenaría la doble misión de He aqui el otro peligro, menos vi­ evitar el sufrimiento de agudas ne­ sible pero quizá más grave que el cesidades, y la más importante aún del totalitarismo. Mientras que fren­ do vincular a nuestros pueblos para te a éste reacciona la sensibilidad luchar juntos'por la superación so­ do todos los seres dignos creando cial del continente y del mundo. Ya las condiciones para una acción de­ se están realizando algunas inicia­ fensiva eficaz, el problema de la tivas loables que debemos reconocer, economía de nuestros países perma­ por parte de P araguay y Bolivia, nece aún oculto e indiferente al una de ellas, que tiende a conseguir grueso de las mas'as populares, sir­ una mayor vinculación entre los paí­ viendo como argumento de especu­ ses que circundan el Rio de la Pla­ lación demagógica para los defen­ ta, o sea los d tados m ás Brasil, Uru­ sores declarados o disfrazados de las guay y la Argentina. Lo que hay que distintas potencias imperialistas. destacar es que en ningún caso han Todo el desarrollo politico-econó- de obrar los gobiernos en form a con­ mico de nuestros países ha sido im­ creta y sincera, si no están obligados pulsado hasta hoy por los intereses por verdaderas campañas populares extranjeros. L a posesión por parte er. que se manifieste decididamente de éstos de nuestros ferrocarriles, la necesidad de tales gestiones. Es nuestros medios de producción agrí­ decir, que como siempre los Estauos cola-ganadera, nuestros transportes, se limitan a ofidalizar las conquis­ etcétera, nos colocan en la condición tas logradas por el pueblo y defen­ tan lamentada por todos de semi- didas tenazmente por éste. colonias. Y como la Argentina, en mayor o menor grado, todos los paí­ Este es nuestro pensamiento y es­ ses de Sud y Centro América. Se ha tas son nuestras consignas, daras, cuidado mucho la extirpación de las que responden a la urgencia y a la posibilidades de superación de la gravedad de los problemas plantea­ economia nacional, de manera que dos: fre n te 'a l totalitarism o, la ac­ giremos siempre —m ientras subsista ción conjunta de todas las fuerzas el actual régimen— en torno a las sanas de América; frente al imperia­ decisiones de tal o cual directorio lismo, la vinculación de los pueblos ubicado a miles de kilómetros, en del Sud y Centro del continente, pa­ cualquier capital europea o en los ra el mutuo abastecimiento y la luEE. UU. 1 cha por su independencia económica.

E ha convertido en un problema 4 de cándenle actualidad, el esta­ to significaría el estancamiento de S blecer la posición qué han de asumir lodo progreso cultural, moral y so­

cial, entonces debe existir la nece­ saria lucidez p ara elegir el camino de la defensa verdadera. Este no puede ser otro que la unidad de to­ das las fuerzas antitotalitarias de América, nacional y continental­ mente, por encima de los gobiernos y mediante la formulación de un plan de acción tendiente al objetivo común, que comprometa por igual a todos los que estén dispuestos para la lucha, y posibilite asi la única solución práctica al grave problema del avance fascista.

H A Y QUE DEFENDERSE

A

infin id ad de m an iob ras especu lad oras, se rea liza n co m b in a cio n es d e acap aram ien to que tienen com o resu lta d o ham b rear m á s al p ueblo y llen ar de oro a su s b eneficiarios. E s o y a e s clá sic o en e l ca p ita lism o y m á s aún en n u estro am bien te, donde e s a cla se d e m an iob ras h a n ten id o siem pre un am plio m a rgen d e p ro tec­ ción o ficial. L o s acap arad ores y e sp ecu lad o res procurarán con ­ v er tir la situ ación de em ergen cia, en fu e n te de fá c ile s y abun­ d a n tes in g re so s, capitalizando inicuam ente la s p riv a cio n es d e la m a sa popular. L o s c a so s que señ a la m o s e n o tro lu g a r, d e a u ­ m en to in ju stificad o de precios, se m u ltiplicarán sin duda, a fa v o r de la s circ u n sta n cia s an orm ales y del con cep to gen era l de que e s preciso h acer sa cr ific io s, y a que s e tr ata de un m al m undial.

N in g u n a co n fia n z a puede ten erse, en el sen tid o d e e v ita r lo s a b u sos, e n la s m ed id as gubern am en tales, que s e h a n revela d o h a sta h o y com o a b solu tam en te inop eran tes y que p arecen no ten e r otro ob jeto que dar a l pueblo la ilusión de que se d efien den su s in tereses.

T en gam os en c u en ta que lo s esp ecu lad o res realizan, g e n era l­ m ente, su s m an iob ras contando con el am paro de la im punidad y la inocuidad de la s m edidas o ficiales. H a y que term inar con e s a im punidad, h a y que c a stig a r realm ente a lo s lia m b readores, h a y q u e h a cer se n tir la acción d efe n siv a de lo s consum id ores, que no quieran su fr ir u n a m ayor expoliación q u e h a s ta ahora.

DE LOS HAMBREADOBES

www.federacionlibertaria.org

Por el Libre Desarrollo de los Sindicatos Obreros D

E to d a s la s co n q u ista s que h a n d ig n ific a d o la acción co le c tiv a d e lo s tra b a ja d o res, elev á n d o lo s por so b r e e l nivel a q u e la b u r g u e sía h a querido re d u cirlo s so cia lm en te, u n a de la s fu n d a m e n ta le s y que debe se r d efen d id a siem p re, a to d a c o sta , e s la e x is te n c ia y e l fu n ­ cion am ien to de s u s sin d ic a to s com o en tid a d e s lib r e s de toda p resión y de to d a tu te la e x tr a ­ ña.

E s bien sab id o cu a n to h a co s ­ tad o, co n to d a s u e r te d e sa c r ifi­ c io s, afir m a r e n la p rá ctica el derecho a la e x iste n c ia de lo s sin d ic a to s y so b r e to d o e l d e ­ re ch o a s u lib re d e sen v o lv im ien ­ to , d e acuerdo a la orien ta ció n qu e q uieran im p rim irle lo s m is ­ m o s tra b a ja d o res in teresa d o s.

H em o s señ a la d o y a e l p eligro qu e en tr a ñ a e n e s e se n tid o la in tro m isió n ca d a v e z m á s p ro­

Las organizaciones deben ser baluartes de lucha fu n d a y s is te m á tic a d e lo s or-' g a n ism o s o fic ia le s en e l d esen ­ v o lv im ien to obrero. Y a n o se tr a ta de u n a in terven ción e n de­ te r m in a d o s c o n flicto s que se su sc ita n e n tr e p atr o n es y obre­ r o s o de un a sim p le reglam en ­ ta c ió n d e co n d icion es d e tr ab a­ jo, m e d ia n te la cu al s e p reten ­ de d a r la se n sa c ió n d e q u e cier­

'com o en tid ad es independientes," para co n v ertirlas en in stru m en ­ to s d irigid os p or fu n cion arios gu b ern am en tales, c on la co la ­ boración de b u ró cra ta s de m e­ n or cu a n tía que h a r ía n la s fu n ­ cion es, m e d ian te opíparos su e l­ dos, de d irig en tes sin d icales. N o

e s de ah o r a cier ta m e n te que e x is te e s e p eligro. D e sd e que la p o licía im p u so su "veto” a d e­ te rm in ad os sin d ic a to s d eclarán ­ dolos ilíc ito s y ob ligando a m u ­ ch o s obreros a abandonarlos; d esd e que s e esta b le ció u n a v i­ g ila n cia e str ic ta e n c a si to d o s a rrollo de la s organ izacion es lo s lo ca les obreros y u n control obreras, q u e la s anule de hech o d en ig r a n te sob re la s m á s in sig -

ta s co n q u ista s, d eb id as e x clu si­ v a m e n te a la a cció n sindical, so n la c o n secu en cia de disp osi­ c io n es o ficia les. A h o r a , lo que s e persig u e, fu n d am en talm en te, e s en cu ad rar d e ta l m odo e l d e s ­

ETAPAS DE M I L I T A N C I A P ROG RE S O LIBERTARIA EFECTIVA COLECTIVO movimiento o de una corriente L Ideológica, no siempre se expresan 08

resultados prácticos de un

en conquistas inmediatas que bene­ ficien a los propulsores de dicha co­ rriente o a las organizaciones que la sustenten. Por el contrario, ocurre a menudo que ciertas tendencias so­ ciales, ciertos precursores que actúan Individual o colectivamente, son per­ seguidos, sofocados o abandonados por las masas y, no obstante, sus ideas llegan a Influir en la m enta­ lidad de esas mismas masas, hasta determinar actitudes más o menos concordantes con aquellas. Puede decirse que esto es una regia gene­ ral, aplicable a las distintas realiza­ ciones de la vida social. Nunca son los precursores y propulsores del progreso social, los que logran rea­ lizar sus objetivos y nunca se apli­ can las teorías y esquemas de orga­ nización, en la forma en que fueron Ideados. Pero, si una idea o un mé­ todo de lucha social, responde real­ mente a las necesidades de un pue­ blo y se apoya en cierta base de practicabilidad, siempre es posible que se ooncreten en hechos y crea­ ciones en un grado determinado que, si bien distan mucho de responder a los objetivos fijados por esas co­ rrientes propulsoras y revoluciona­ rias, siempre significan un progreso, una etapa positiva en la marcha de los pueblos. Poco importa que la gran mayoría de los beneficiados con dicho progreso ignoren su dolo­ roso proceso de gestación, los sacri­ ficios que ha costado y la amplitud de visión que tuvieron los primeros luchadores. Estos podrán incluso ser sacrificados y calumniados, pero su obra quedará como una justifica­ ción histórica de su esfuerzo.

Ese principio general que parece desprenderse de la experiencia de las luchas sociales, es aplicable legítima­ mente al movimiento anarquista y obrero en la Argentina. Es un hecho Innegable que la tonalidad combati­ va que han tenido las luchas obre­ ras en este pais, en un pasado no wuy remoto; fa penetración de nue­ vos oonceptos sociales en amplias capas populares y la realización de movimientos de gran contenido soli­ dario, han sido posibles gracias al impulso que significó ?a orientación libertaria en todas esas luchas.

Es verdad que las condiciones ge­ nerales que reinaban entonces, aquí como en todo el mundo, favorecie­ ron esa acción, tanto como ahora la dificultan. No es nuestro propósito dlluoldar el complejo de causas po­ líticas y sociales que determinaron la derrota del proletariado sobre una escala mundial y el retroceso de las ¡deas de liberación, en la misma escala. Tampoco creemos que •I estado actual de nuestro movi­ miento y del movimiento obrero en general, pueda explicarse exclusiva­ mente por el influjo de esa circuns­ tancia. Hay muchos factores de or­ den local, relativo a tácticas y pro­ cedimientos, que deben tenerse espe­ cialmente en cuenta, en una estima­ ción critica sincera al respecto. Tam­ poco hemos de ocuparnos di ahora. Queremos referirnos a otro aspecto de la realidad actual. Y que, a pesar de todo, a pesar de la reacción mundial y de la reacción local, a pesar de las condiciones des­ favorables que existen para las rei­ vindicaciones proletarias, aun exis­ ten en la Argentina organismos obreros de lucha que, con todos sus defectos, constituyen un baluarte de defensa de los trabajadores y son susceptibles de ser llevados a una acción más eficaz. Aun hay cierto nivel de vida y de respeto a la per­ sonalidad del productor que no exis­ te en absoluto en otros países sud­ americanos, que no cuentan con un pasado de acción combativa como el nuestro. Hay incluso ciertas con­ quistas obreras que se pretendió in­ corporar a una consagración legal, que significan sustancialmente con­ cesiones arrancadas a la burguesía mediante el ejeroicio de la aoción dlreota. Todo eso, que ciertamente es retaceado y regateado dia a dia p«r el capitalismo, representa un patri­ monio que el proletariado argentino debe defender y que representa la resultante de una cantidad enorme de esfuerzos, cumplidos por genera-

L m ovim iento anarquista, que tiene su haber el impulso y la orientación. cle las 7¡ids fructífe­ ras luchas del proletaria&'• en la A r­ gentina, ha de hallarse, hoy más que nunca, en el lugar que las ac­ tuales circunstancias reclamen.

E n ningún m om ento ha sido con­ dicionada la actividad de nuestros m ilitantes, por las mayores o m eno­ res dificultades que les hayan opues­ to el am biente o las fuerzas adver­ sas. Por encima de todas las contin­ gencias, por encima de las rectifica, dones tácticas, que las propias ne­ cesidades de la lucha imponen, hay deber ineludible a cum plir y es el de una actuación intensa y res­ ponsable, fre n te a la dura realidad actual.

E

Quienes tengan un sentido de res­ ponsabilidad histórica, quienes quieconsecuentes con los postu­ lados revolucionarios, nó podrán ne­ garse a la acción, en nombre de nin­ guna pretendida intransigencia doc­ trinaria, en nombre de ningún prin­ cipio general. H oy hay una sola rna• ser consecuente, siguiendo la línea señalada por la trayectoria del m ovim iento libertario en el país.

E s la de afrontar decididamente las nuevas situaciones determinadas por los acontecimientos, marcando al pueblo la ru ta a seguir, con la palabra y el ejemplo, con la prédica y la acción. No renunciamos a nin­ guno de nuestros postulados fundamentales, precisamente porque la experiencia vivida ha confirmado plenam ente la razón de los mismos.

No hipotecamos nuestra libertad de acción para e l futuro. Pero ahora, en este preciso m omento, hemos de cum plir una gran labor previa y la cumpliremos. Es la que tiene por objetivo inmediato devolver al pue­ blo la cc.ifianza en sí mismo, en sus propias fuerzas, en la virtualidad de acción. La de defender, con todas las armas, cuanto signifique un de­ recho conquistado, una posibilidad de vida libre. N ingún m ilitante pue­ de dignam ente sustraerse a ese de­ ber del mom ento, que requiere, en prim er lugar, vigorizar las propias organizaciones de lucha y dar la m á­ xim a eficacia combativa a los or­ ganismos que han de orientar al pueblo en la acción.

Una gran responsabilidad pesa en esta hora sobre los m ilitantes. Sean cuales fueran las tareas concretas que haya que realizar o las situa­ ciones a que hacer frente, lo previo es siempre cum plir con el sagrado compromiso que tácitam ente impli­ ca toda posición revolucionaria que no sea puram ente verbal o demagó­ gica. E l deber de estar en el puesto de lucha de cada uno, hasta el fin y a pesar de todas las dificultades.

Es ésta la posición que señala a sus m ilitantes la organización anarquis­ ta . ciones enteras de luchadores que hoy ... existen. En realidad, es muy grande la desproporción entre la realidad de ese patrimonio y el cú­ mulo de sacrificios que fueron me­ nester para lograrlo. Pero tal pare­ ce ser el destino de los grandes mo­ vimientos sociales. Es preciso dar mucho, en fuerzas, en pasión, en fer­ vor revolucionario, para alcanzar un relativo coeficiente de progreso. Y aun lo disfrutan generalmente, quie­ nes nada han hecho para conquistralo. Pero puesto que las cosas son asi y no de otro modo, de nada sir­ ve lamentarlo y, en cambio, es dig­ no de verdaderos revolucionarios comprender la realidad y actuar de acuerdo a ella.

Constatamos, pues, que la actua­ ción de nuestras Ideas y métodos de lucha, en cuanto han impulsado la acción de grandes masas obreras en el pais, han obtenido ciertas realiza­ ciones que se concretan en un ma­ yor nivel social y economicé de una ¡ gran parte del proletariado argenti­ no. Que es preciso, a toda costa, de­ fe n d e r esas conquistas alcanzadas, laun ouando adopten formas que nc son específicamente nuestras, liber­ tarias. Y que la orientación de las Ifuturas luchas, a pesar da la reacIción amenazante, debe dirigirse en el sentido de la mayor combatividad y firmeza de acción de los trabajaI dores.

' n iñ e a n tes reu n ion es d e cóm l-. sión ; desde q u e lo s m ilitan tes m á s d esta c a d o s fu e r o n objeto de intim idación, en carcelad os o deportados por haber soste n id o ta l o cual o rien tación e n e l s e ­ n o de su s resp ec tiv o s sin d ica­ to s, s e realizaron la s prim eras te n ta tiv a s e n e l se n tid o de d o­ m estica r y so m ete r to ta lm en te al m ovim iento obrero, de ta l m odo que perdiera su s v irtu d es esenciales, s u v erd ad era razón de ser.

E s necesario, p u es, esta r ale rta y defender, c u e ste lo que | cu este, la libertad d e acción de 1 los sind icatos, e l d erecho de loe I trab ajad ores a fija r librem en te

•la orien ta c ió n de lo s m ism os.

S e h a elab orad o u n p ro y e cto de “C ódigo d e T rabajo" , ob ra de d ip u tad os p erten ec ie n tes a di­ v e r so s s e c to r e s p o lítico s y que s e h a lla a estu d io de la co rr es­ p on d ien te co m isió n leg isla tiv a , m ed ia n te c u y o articu la d o s e t r a ­ t a de arribar le g a lm e n te a e se con trol a b solu to del E sta d o s o ­ bre lo s sin d ic a to s obreros. M e­ d ia n te e l cebo d e a lg u n a s cláu ­ su la s q u e p reten d en ofr ece r a l­ g u n a s v e n ta ja s a lo s tra b a ja d o ­ res, s e in tr o d u c e u n articulado m in u cioso d e stin ad o a q u ita r a la s en tid a d e s o b reras la re­ la tiv a a u ton om ía q u e au n le s queda. N o n o s in te r e sa anali-

'z a r aquí en d e ta lle e l referid o p r o y e c to . B a s ta sab e r q u e in ­ ter v ie n e con u n a e str ic ta re­ gla m en ta ció n e n e l fu n cio n a ­ m ie n to in tern o de lo s sin d ica ­ to s, estab lecien d o, in clu sive, que lo s m iem b ros d e la s c om ision es d ir ec tiv a s o ad m in istr a tiv a s deb en se r ex c lu siv a m e n te ciu­ dad an os ar g en tin o s. H a y p u es un a cu e stió n p revia, un a cu es­ tió n de principio, q u e en m odo algu n o p u ede a c e p ta r se . E s la que c ercen a a lo s tra b a ja d o res su leg ítim o derech o a org a n i­ za r se seg ú n la s n o rm a s q u e les parezcan m á s con v e n ien te s y el p rop ósito de in trod u cir un a

El espectro de L AD I RAECCCTI AO N E s p a ñ a e n la POPULAR D guerra actual E

NTRE las am argas conclusiones que todo el mun­ do va deduciendo ya de la actual situación mun­ dial, con la expansión fulminante del totalitarismo y el aparente derrumbe de las "grandes democracias", una de ellas se refiere a la significación de la lucha espa­ ñola como factor determinante de dicha situación, en cuanto la derrota del pueblo español, que tan brava­ mente defendiera su libertad durante más de treinta meses, permitió que los acontecimientos se desarrolla­ ran posteriormente en la forma conocida.

Diversos aspectos de esa lucha se relacionan direc­ tamente-con la tragedia que actualmente está vivien­ do Europa entera. Las mismas agencias noticiosas des­ tacan casi a diario cómo las experiencias de la guerra española, en la utilización de diversos tipos de tanques, de aviones de bombardeo, de diversos explosivos y de la propia táctica ofensiva, fueron de extraordinaria uti­ lidad a l comando alemán, permitiéndole ajustar la m á­ quina bélica para obtener de ella la máxima eficacia destructiva. Ya se ha dicho muchas veces que el tre­ mendo sacrificio del pueblo español sirvió particular­ mente de motivo de experimentación mortífera, a ma­ nera de grandes maniobras, en las que la ficción deja lugar a una realidad sangrienta, p ara las deducciones que creyeran conveniente sacar los Estados Mayores de las ~potencias extranjeras que intírvlniersh en é r ' conflicto y para los cuales los combatientes españoles no tenían otra misión que la de servir de conejos de In­ dia. Italia y Alemania por un lado, Rusia por otro, en­ viaron a sus técnicos, aviadqres, etc., a "practicar” so­ bre los cuerpos de los pobres españoles, los nuevos mé­ todos de destrucción y asesinato que las dos potencias del "eje” aplican con tanto éxito en los nuevos y más vastos campos de batalla. Los gobiernos democráticos, entre tanto, dejaban hacer, contemplando alegremente el aniquilamiento del pueblo español, sin dejar por su parte de enviar algunos observadores y expertos con la misión de sacar enseñanzas de la lucha.

La complicidad de estos gobiernos en el sacrificio del pueblo español se basaba, aparentemente, en la tesis —proclamada con todo cinismo— de que el holocausto de España significaba el precio que había de pagar por el mantenimiento de la paz en Europa. Es prefe' rible que caiga un millón de españoles, antes de que sean víctimas veinte millones de europeos, declaró ur día tranquilam ente un ministro inglés. En principio, 1« entrega de España al fascismo, tenía por objeto calma) las ambiciones imperialistas de los totalitarios, del mis­ mo modo que se hizo con la entrega de Checoeslova­ quia. Este era, al menos, el pretexto públicamente in vocado por los políticos dirigentes de Francia y de In­ glaterra. Nosotros sabemos que tras ese motivo oficial habia otros propósitos inconfesables. En prim er térm i­ no, el de sofocar, a sangre y fuego, el foco revolucio­ nario y libertario que significaba España en manos del

pueblo. A pesar de la mediatización im puesta a través de turbias maquinaciones por los agentes stalinianos, a pesar del cariz democrático-burgués que el gobierno re­ publicano quería d ar a la lucha de liberación del pue­ blo .español, a pesar de los renunciamientos impuestos al proletariado por el conjunto de factores ya conoci­ dos, era evidente que las ideas de reivindicación social estaban profundamente arraigadas en su seno y la burguesía internacional temia, por encima de todo, que esas ideas rebotaran y tom aran formas concretas, des­ pués de un eventual triunfo republicano. E l odio de clase, el tem or reaccionario a la revolución primó so­ bre cualquier otra consideración, haciendo relegar los intereses nacionalistas en los grupos dirigentes anglofranceses.

Ya se ha visto cómo resultó totalm ente falso el pre­ texto invocado, como evitación de un conflicto euro­ peo. Es probable que el Estado Mayor aliado tenga muchos otros motivos p ara arrepentirse de la conducta seguida por sus políticos en la guerra de España. Pero lo más trágico de ese tremendo "error" no está ahí.

Lo más terrible está en el hecho de que no sólo la bur­ guesía, sino también el proletariado de Francia y de Inglaterra, extraviado y domesücado por sus dirigentesL aceptó como buena aquella política de los gobiernosTInSp¡ránao¡;e~5rrün égoismo m al entendido, no qui­ so tampoco correr ningún riesgo ni hacer ningún sa­ crificio, para llevar ayuda efectiva al pueblo español.

Hoy puede afirm arse con plena seguridad, que una pre­ sión enérgica del proletariado, en el sentido de romper con la farsa de la no intervención unilateral podría haber determinado el triunfo de la libertad en Espa­ ña, sin provocar por eso necesariamente la guerra eu­ ropea. Y el curso de la historia habría sido, sin duda, distinto. Por evitarse un peligro hipotético, por rehuir un esfuerzo posible, los pueblos viven hoy la tragedia más grande de la historia, sin que sea posible fijar los limites de la catástrofe. En julio de 1936, el proletaria­ do europeo tuvo una oportunidad magnifica para ases­ ta r un golpe mortal a la reacción plutocrática y fascis­ ta. E l no haberla aprovechado le está costando mares de sangre.

Al señalar ese trágico error; no queremos simple­ mente lam entar sus funestos resultados. Lo que im­ porta es que el error no se repita, allá donde aún se está a tiempo de evitarlo ante una situación que even­ tualmente puede presentarse. Queremos decir que los pueblos de América, ante la amenaza visible del fascis­ mo, deben evitar caer en el equivoco del menor esfuer­ zo y la aparente "economía” de sacrificios. Si hoy no se dispone a luchar contra la reacción, pueden mañana ser su víctima directa o ser arrastrados a una estú­ pida matanza, en beneficio de sus explotadores. ¡Apro­ vechemos la experiencia de España, antes de que sea tarde!

D educciones d e l d ictam en fisca l en el proceso de B r a g a d o p l p ronunciam iento del procurador de la Suprem a C orte de la P r o v in c ia de Buen.»» A i­ re s, resp ecto a l p roceso de B ragad o, p lan tea un a n u ev a f a s e en la c a m p añ a de agita c ió n que por la liberación d e lo s tr e s com pañeros in ocen te­ m en te con d en ad os a r eclu sión perp etu a s e lle­ v a a cab o en to d o e l p aís c on un a in ten sid ad q u e no decrece a p esa r de la d uración y ex ten sió n de la cam paña. C om o s e sa b e, el procurador h a buscado e n su d ictam en un a sa lid a am bigua que, dejan d o tra slu cir p erfe cta m en te to d a s las anorm alidades y fa lla s fu n d a m e n ta les de! p ro­ ceso, in clu so reconociendo tá c ita m en te la e x is­ ten c ia de la s to rtu r a s, a l r e fe rirse a l “clim a” ex iste n te en la co m isa r ía de B ra g a d o cuando s e in sta u ró e l proceso, e v ita lle g a r a la conclusión ló g ic a que debe d eriv a rse de t a l con stan cia, e s decir, la anulación c o m p leta de todo lo actu ad o con e l co n sig u ie n te recon ocim ien to de la inocen­ cia de n u e str o s c am arad as. E n lu g a r de hacer eso, e se fu n cion ario a d m ite sólo en p a rte la rea¡ lidad, en lo que a la situ a ció n del com pañero i V u o tto resp ec ta , c u y a in ocen cia reconoce, m ien| tr a s a c o n se ja co n firm ar la pen a m o n str u o sa a i D e D ia g o y a M ainini. P a r a lle g a r a e s t a c o n clu ­ sió n el procurador elude, e n m edio de lo s veri­ cu eto s fo rm a les de la ley , la consid eración de la cu estión de fon d o, e n lo que resp ecta a la fa lse ­ dad de la s pru eb as ad u c id a s por la policía, el efe c to de la s to r tu ra s, etc . y n i siqu iera s e cuida de esta b lec er u n a trab azón elem en tal en lo que re sp e c ta a la h ip ó te sis a e cr ca del aten ta d o . E s bien sab id o que, se g ú n la acu sación , V u o tto h a ­ bría fab ricad o la bom ba, en su dom icilio, con a y u d a de D e D ia g o , m ien tra s é ste y M ainini la

habrían exp ed id o d esde la e stación O lascoaga.

A h ora, p u esto que e s p reciso recon ocer la in ocen cia de V u otto, e s decir, esta b lec er q u e é s ­ te n o tu v o n a d a que v er con la tal bom ba, en virtu d de q u é ló g ica puede m a n ten erse la culp a­ bilidad de su s “c óm p lices” de D ia g o y M ainini?

L a s p re su n ta s co n fesio n e s de é s t o s — arran ­ cad as por la s to rtu ras— quedan de hech o a n u ­ la d a s al q u itar to d o valor, d en tro del d ictam en citado, lo r e fer en te a su acu sa ció n co n tra V u o t­ to . S i é ste n o fab ricó n in gu n a bom ba, D e D ia g o tam p oco pudo h a b erle a y u d ad o a e s a ta rea y ea sum a, n inguno de lo s tr es tu v o n a d a q u e ver con la bom ba ni co n e l absu rd o ate n ta d o . E l a g e n te fisc a l reh u y e lle g a r a e s ta conclusión, dictad a por la ló g ica m á s elem en tal, am p arán ­ dose en e v a siv a s de p rocedim iento. P ero cu al­ quier person a con m ediano se n tid o com ún h a de com prenderlo a s í n ecesariam en te. L a cam ­ paña por lo s p reso s de B r a g a d o cu en ta, pues, con un a b a se m ás de evid en cia, de origen oficial, a cerca de la in ocen cia de lo s condenados. S i a l­ gu n a duda p udiera aú n ex istir , el dictam en del procurador v ie n e a d isiparla. P ero e s im posible, ser ía m o n stru o sa m en te in con gru en te, q u e el fa llo fin a l de la C orte só lo se a te n g a al referid o dictam en. E s p reciso q u e la ju sticia s e h a g a ín ­ teg ra m e n te , de acuerdo con la verdad de lo s he­ ch os, con la ló g ica m á s e le m e n ta l y con el se n ­ tir, e locu en tem en te m an ifesta d o en todo el país, d e am p lias c ap as p opulares. E s preciso q u e no só lo V u otto, sin o ta m b ién D e D ia g o y M ainini, recuperen a l fin su libertad, d esp u és de nu eve a ñ o s de su fr im ien to in ju sto .

esde hace varios años, se han desarrollado en varias localida­ des im portantes próximas a la ca­ pital, principalmente en Avellaneda, Lanús, Mataderos, Cindadela y otras un interesante y bien arraigido m o ­ vimiento popular, que m erece to d i nuestra a tendón y ayuda y que, por otra parte, tiene una significa­ ción, desde el punto de vista social, mucho m ás amplia de lo que pudie­ ra desprenderse de sus propósitos inmediatos.

Se tra ta del movimiento vecina’ de resistencia contra la extorsión que representa al cobro compulsivo de pavimentos, tasados éstos d?. acuerdo u un canon tan excesivo que equivale a un descarado despojo realizado en contra de m illares de propietarios de pequeñas casitas, un su mayor parte obreros o empleados que a fu e iza de sacrificios han lo­ grado construirlas para escazar a la congestión de la capital. Es bien sabido cómo se produce el •negocio expoliador. Una em presa pavimentadoru, nacional o extranjera, sf> "arregla”~con los caudillos -tul m u ­ nicipio o de la zona y obtiene la concesión de construir pavimentos en las condiciones que la misma em­ presa fija, es decir, con u n precio básico exorbitante y sin ninguno consideración a las verdaderas ne­ cesidades -leí vecindario. Realizado el trabajo, a los pocos meses suelen las calles quedar llenas de baches porque la construcción lia siao pési­ ma y el m aterial deficiente. N o obs. tante la empresa exige a los vecinos el pago presentado, liquidaciones que muchas veces superan el valor de las pequeñas propiedades afecta, ilas y que, con el m ás ligero análi­ sis, demuestran un robo escandaloso.

Habiendo entregado una parte de ese robo a los influyentes caudillos que otorgaron la concesión, las e m ­ presas se sienten a cubierto de cual­ quier acción legal contra su manio­ bra expoliadora. Sus contra-ios e s­ tán en orden y los pobres diabloi tendrán que pagar, quieran o no, pues para ello disponen, precisa­ m ente los expoliadores, de los resor­ tes legales.

cu estió n d e xen o fo b ia , q u e no tie n en n in g u n a ra zó n d e sen en tr e n o so tr o s, m áx im e tenien« do en cu e n ta e l a lto p orcen ta je d e o b rero s “ex tr a n je r o s” qua tra b a ja n y m ilita n e n nuestro am biente.

H a y q u e p r e p a ra rse a u n a en é rg ica acció n d e re siste n c ia co n tra e s a p r o y e c ta d a regla­ m en tación o c o n tr a o tr a s sim i­ la r e s. L o s tra b a ja d o res o rg a ­ n izad os deben d em o str a r qua saben valo r a r su s org a n iza cio ­ n es d e lu ch a , porqu e sa b en v a ­ lorar su p rop ia d ign id ad de p ro­ d u cto re s. E s p reciso r e s is tir la in te n to n a reaccio n a ria , h a cien ­ do de e sa s o r g a n iza cio n es ver­ dad eros r e d u cto s e n lo s cuales s e defien d a n , p alm o a palm o, el terren o ga n a d o a la b u rguesía, en ta n to s a ñ o s d e lu ch a . E ste e s e l deber m á s im p erioso de lo s tra b a ja d o res e n e l m om en to a c ­ tu al.

FIRMES EN EL PUESTO DE L U C H A 0 8 momentos confusos e Inesta« L bles como el que vivimos, requie­ ren particular firmeza y solidez de convicciones en los militantes revo­ lucionarlos, a la vez que claridad de visión, que permita fijar la orienta­ ción más adecuada a las circunstan­ cias. Poco o ningún valor tienen hoy las fórmulas consagradas, cualquiera que fuera su legitimidad doctrinarla, como signos reales capaces de seña­ lar una ruta, de fijar una acción táctica oonvenlente en medio de la diversidad de situaciones que los acontecimientos m u n d I a les van creando. Quienes aspiren a actuar dentro de cualquier situación como fuerza ponderable, ai servicio de una causa de libertad, deben rehuir por igual los extremos del anqullosamiento formulista y los de las reac-1 ciones subjetivas, causadas por las alternativas de esta “guerra de ner­ vios” que todos, en mayor o menor grado, sufrimos.

Hay que encarar los hechos con máxima objetividad y decisión.- Fren*"• te al probable derrumbe de las de­ mocracias europeas, debemos, en prim er término, aferram os a una lu­ cha defensiva en resguardo de las conquistas y derechos fundamentales que constituyen un legftimo patrimo­ nio popular, frente a cualquier In­ tento dictatorial. Ninguna coinciden­ cia con otros sectores, sobre el te rre ­ no de la acción concreta, debe asus­ tarnos y, por el contrario, debemos concitar a la defensa a todos aque­ llos que en verdad quieran oponerse a los avanoes totalitarios. Somos, hoy como siempre, la vanguardia de la li­ bertad y ocupamos el puesto que en las actuales condiciones de la lucha nos corresponde. Pero no tenemos por qué modificar nuestro juicio so­ bre las instituciones y ios métodos de la democracia burguesa ni Ilusio­ narnos sobre la capacidad de resis­ tencia de ciertos sectores politicos.

Apolamos al pueblo, a los trab aja­ dores, a todos los hombres dispues­ tos a defender su dignidad y su li­ bertad frente al peligro totalitario, que no tiene necesariamente que ve­ nir de fuera, de núcleos extranjeros, sino que existe en el país, encarado en elementos reaccionarios de siemy en los que se sienten Inclina­ ciones a em barcarse en las empresas del gangsterismo triunfante. Y lo ha­ cemos con el mismo espíritu con que lucharon nuestros compañeros espa­ ñoles, dispuestos a cumplir, ocurra lo que ocurra, con nuestro deber de revolucionarlos.

A n te la evidencia de est" hecho y después de haberse agotado todo'i ios recursos y reclamaciones ante las autoridades, los vecinos a fe c ta ­ dos, tuvieron que recurrir finalm en­ te a la propia acción solidaria y or­ ganizadora, para defenderse del cí­ nico despojo que am enaza confiscar ¡tus pobres viviendas en beneficio de empresas millonarios, explotadoras de la industria del compadrazgo po­ lítico más que cualquiera otra. L ai comisiones pro rebaja de los pavi­ mentos, que surgieron en lodos los pueblos y barriadas afectadas, Si­ fué ron convirtiendo en veraaderos las personas que se movilizaron pa­ organismos de resistencia, lo m ism o ! ra realizar ese acto solidario de de­ que muchas sociedades vecinales d°.1fensa, qu-3 comprendan el alcance ¡omento. Se vió la necesidad de opo­ que tal m ovim iento puede tener, si ner una acción mancomunada, enér­ «y le lleva a lógicas consecuencia* gica, de toda la población, contra n si se deducen sus enseñanzas, des­ esa nueva piratería. A las jircten- de el punto de vista social. Por da ciones de las empresas, se contestó pronto, cabe señalar que se lia em ­ con una negativa colectiva de pago, pleado un procedimiento de acción hasta tanto no se hicieran rebajas directa popular que siempre hemos sustanciales. Las empresas m:ciaron preconizado, como el más adecuado ha acción >udícial del caso y ■■l fallo para obtener determ inadas reivindi'S9UOIOÜO de la justicia dispuso el rem ate do E l movim iento contra los pavi­ algunas casitas, para responder al m entos caros, así como el de pro­ pago de la pavimentación. Fallos testa por la carestía del agua, en las tan inicuos representaban la m áxi­ m ismas poblaciones citadas, y el que ma consagradón del despojo y es defiende las cooperativas eléctricas, o.hi donde se manifestó con mayor en contra de los tru sts monopolis­ amplitud y eficacia la acción popu­ tas de la electricidad, contutuyen lar . Millares de vednos, -vimbres, en el mom ento actual una m anifes­ mujeres y niños, se concentraron, tación alentadora de acción popular previo acuerdo, ante las humildes directa, que puede y debe a f tim arse casitas condenadas a ser revistadas, 11 aun extenderse a otros aspectos ron el propósito de impedir a viva no menos im portantes. Asi, por fuerza que el acto se llevara a cabo. ejemplo, podrían organizarse m ovi­ Como lo ha registrado la erónici i m ientos similares contra la carestía diaria, se repitió el hecho con lu dp la vid11, artificiosam ente provo­ misma m agnitud, en diversoj casos, ■cada por los especuladores, los que ocurridos en Valentín Alsir.u, en L a -1 podrían no lim itarse a w anifestunús y en Cindadela. Hasta diez m il c:ones verbales y protestas escritas, personas, procedentes incluso de pue sino a hacer demostraciones más blos distantes, se congregaron en defiende las cooperativas eléctricas, los lugares afectados, dispuestos a efectivas que obliguen a la rebaja defender sus derechos en los del ve­ de ciertos artículos de primera ne­ cino concretamente amenazado. Asi, cesidad. frente a esa decisión popular, la a u ­ A l señalar el significado social de toridad se shitió im potente,y la su­ basta 7io ju d o efectuarse. Les veci­ tales movimientos, des tacamos el nos continúan alerta, dispuestos hecho de que, sin saberlo quizas, m i­ siempre o impedir que medianía llares de trabajadores han puestot cualquier subterfugio se llegue a en práctica un m étido de lucha es­ pecíficamente propiciado por los li­ consumar el despojo.

Posiblemente sean pocos, entre bertarios.

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NOTAS BREVES

LÄ GUERRA Y TOTALITARISMO

a tragedia que está viviendo en estos momentos Europa, y las iiiienes en tr e g a n s u vid a a un idea! que a sp i­ negras perspectivas que se ciernen ra a su p rim ir el d ram a de la hum anidad con la expansión de la barbarie na­ zi, no pueden, sin embargo, hacer­ c a stig a d a por lo s m il a z o tes del a ctu al régim en nos olvidar otros hechos que nos han ca p ita lista , sie n te n en cad a fib ra de su se r los Viecho sufrir en su oportunidad tans u fr im ie n to s h orribles que en lo s cinco contin en ­ wj como los de hoy: t e s llevan a lo s pueblos a m illon es de h om bres, Los dram áticos llam amientos de m u jeres y n iñ o s a la m u erte len ta, que e s la hija los gobernantes franceses a los E s­ tados Unidos, p ara que les suminis­ del ham bre, a l su plicio da la escla v itu d p ro leta ­ tren arm as y municiones, ¡qué iden­ ria, a la m a ta n za cad a vez m á s “cie n tífica ” do tidad tienen con los angustiosos pe­ las gu erra s. didos que hacían los antifascistas es­ V iv im o s una h ora que e s to d o un sím bolo, pañoles a Francia, solicitando ele­ u n a d em o stra ció n e m papada en sa n g r e y lá g r i­ mentos p ara la defensa! m a s h u m a n a s. L a gu erra q u e en un m inuto des­ Y, sin embargo, los gobernantes tr u y e m illa res d e v id a s y h og a r es, q u e en una franceses perm itieron que fuera h o r a barre ciu d ad es y en p ocos d ía s aniquila aplastado el pueblo e s p a ñ o l... p a íse s e n tero s, siem b ra e l e xterm in io en E u ro­ pa. L a g u e r r a s e extien d o a o tro s m ares y con ti­ n e n te s. Su m a rcha in fern al puede alcan zar ta m ­ bién a A m érica. L o s que d e sd e e sta s tier ra s s e ­ g u im o s e l e sp a n to so choque, lo s que vim os con Se ha Implantado un método te ­ dolor el a v a n ce triu n fa l d el nazism o, podem os rrible de guerra: H paracaidismo. m ism o se r a r r a stra d o s por la s fu e rz a s que se Su eficaela ha quedado demostrada en sus últimas Inttrvenclones deci­ d isp u ta n el d om inio del m undo, si no sab em os sivas. Pero el paracaidismo seria el d efen der n u estro d erecho a la vida. método más seguro de suicidio, si E s t a c r is is que h a p u e sto a disposición de «n las zonas invadidas el pueblo es­ lo s e jé r c ito s la s m á s g ra n d es co n q u ista s de la tuviera arm ado; si cada campesino, cada trabajador, cada habitante, tu ­ cien cia y d e la técn ica , se produce a m en os de viera un instrumento de defensa. En un cuarto de x g l o de la gran g u e r r a . . . su s m é­ cualquier lugar que descendieran to d o s so n d ig n o s del siste m a q u e pflodujo en los soldados, serian inmediatamente 1929 la cr isis econ óm ica m ás im presionante aniquilados.

No obstante, los gobiernos, inclu- g r a c ia s se. a v a n c e del m aqum ism o y la “su p er­ 90 en derrota, no se deciden a dar p rod u cción ”. D el cap italism o y su s a p aratos arm as al pueblo. Y prefieren todo, e s ta ta le s no p o d ía ven ir la paz. E n la ép oca de hasta el sometimiento al extranje­ lo s g ra n d e s im perios com petidores, de lo¡> E sta ­ ro antes que corre.- los riesgos que una distinta aplicación de dichas ar­ d os to ta lita r io s, de lo s m ercad os y co lon ias o cu ­ p ados, de la s dip lom acias de “e je s” rivales, sol* mas pudiera p ro v o car... q ued a b a la sa lid a de la gu erra, del m ism o m odo q ue la s co n tra d iccion es de la econom ía en el s is ­ te m a de ex p lo ta ció n de los a salariad os, d esem ­ bocaban en la m iseria, en la d esocupación, en la En el orden nacional, ocurre cosa m uy parecida. Con el pretexto o p resión c r e cien te del p roletariado. Q uedaban de "asegurar nuestra neutralidad” e s a s sa lid a s, o la verdadera solu ción : solución se dictan una serie de medidas que rev olucionaria, q u e tra n sfo r m a a fon d o la or­ implican el som etim iento del pue­ blo justam ente a quienes atentan g a n iza ció n socia l. L os a m o s del m undo, sig u ie n ­ contra la neutralidad. N o se puede do la trad ición b u rguesa, p refirieron la c a tá s ­ hablar contra los gobernantes agre tr o fe a n te s qu e perder su s privilegios. L o s p u e­ sores, no se puede combatir inter­ b los fueron a ta d o s al carro de lo s a m o s y el nam ente a sus agentes, na se jmeproleta ria do perdió su poder determ in an te m er­ den denunciar las maniobras ced al p roceso de su dom esticación por e l refor­ litarías, porque se cae bajo san je s legales. Estam os a merced de lo I m ism o p o lítico y sindical. que quiera disponer el gobierno.

A hora, fr e n te al im p erialism o in glés y su Con el agravante de que también | aliada F rancia, em p eñ a com bate el sin iestr o toel gobierno está a merced de ta lita rism o n a z i-fa sc ista . E l últim o im pedim en­ tecimientos que no puede controlar to para la a r rem etid a d el h istér ic o H ilie r , fué y que incluso podrían hacerle :ennneiar a la neutralidad que hoy q uitad o por el za r rojo am. el p a cto previo a l r e ­ p arto de P o lo n ia . L a s **fflmocracias” que alen ­ pretende a segurar. ta ro n a l n azism o p a ra oponer A lem an ia a R usia, que sa c r ifica ro n a A u str ia y C hecoeslovaquia, qu e a sesin a ro n a E sp añ a, s e encon traron an te la “n u ev a d iplom acia” de S ta lin que d ejab a li­ Se ha aprovechado Ingeniosamen­ b re acción al feroz v erd u go del pueblo alem án... te la existencia de tuerzas de cho­ G ran B r e ta ñ a y F r a n cia defienden su s im ­ que internas, a las que se ha dado en llamar “quinta columna” —Inte­ p erios. A lem a n ia pone eu m arch a su m áquina gradas exclusivamente por elemen­ b élica, p a ra realizar lo s plan es d iabólicos de tos totalitarios extranjeros y por a p la sta r a q u ien es s e opon gan a su dom inación argentinos al servicio de aquellos— . para establecer en la práctica el del m undo. Y ju n to con s u s arm as, m oviliza a sistema totalitario ae gobierno acá. lo s que — a lem a n es o no— en to d o s lo s p a íses Es equívoca la acusación de aten­ su eñ a n con im poner la cruz gam ada. ta r contra el régimen democrático E l fa sc ism o no tien e lin eas fro n ter iza s. E s y republicano a las oríticas o ata­ ques que pudieran hacerse al siste­ un fr u to de la socied ad a ctu a l que tien e aban ma que nos rige. d erad os en to d o s lo s p a íses. L a h isto ria enseña En régimen republicano democrá­ q u e p a ra la s a lta s b u rgu esías n acion ales, com o tico hay libertad de prensa, de re­ p ara lo s tr u s ts in d u striales y a rm am en tistas, unión, de palabra. No existe censu­ n o h a y p atrias, y só lo e s cu estió n de poner p re­ ra radiotelefónica. Las garantías in­ cio a la traición . L a a lta p o lítica de H ilie r co n ­ dividuales están aseguradas. Y no se detiene a los obreros por estar agie- s is te en ex p lo ta r e l “nacion alism o” de lo s unos miados. Y ninguna de las cárceles que hoy funcionan podrfan existir, porque la Constitución Nacional es­ tablece claramente que deberán ser “sanas y limpias”.

L

Y ya que citam as la Constitución, p ara referirnos a la últim a ley que tja votado el Congreso, de carácter nazi, pues pone en manos del Po­ der Ejecutivo facultades extraordi­ narias, conviene recordar el artícu ­ lo 29 de la C arta M agna: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo Nacional, ni las legis­ latu ra s provinciales a los goberna­ dores de provincia, facultades e x tra ­ ordinarias, ni la sum a del poder pú­ blico, ni otorgarles sumisiones o su­ premacías, por las que la vida, el honor o las fortunas de los argenti­ nos queden a merced de los gobier­ nos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nuli­ dad insanable y sujetarán; a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los in­ fames traidores a la P a tria ”.

Dejamos constancia de que los ra­ dicales votaron la ley nazi.

Y que el doctor Repetto, no obs­ tante la actitud aparentemente opo­ sitora que asumieron en la Cámara los representantes socialistas, mani­ festó días después (junio 15, confe­ rencia por L. R. 1): “ La palabra precisa y valiente de nuestro primer mandatario pone al descubierto I« Inconsistencia de to­ dos los rumores lanzados y demues­ tra su posición pnlrlótica y firme frente a los grandes problemas del momento'^ Para agregar finalmente: "Contri j»»/amos al prestigio de una autoridad que promete defender y msntener mcólum«« nuestras insti­ tuciones libres y confiemos en lo: destinos de nirMtni patria y de Amério* taJa”.

E*to no requiere comentarlo; io difine, en au ttn q u ajt legalista, Coi'etrtusló**.

y lo s v ic io s de to d o gén ero de lo s d em ás. L as “q u in ta s colum nas” so n su m as de a g e n te s d i­ r e c to s de la G estap o y de fa s c is ta s y fancistiza n te s u ltra p a tr io ta s, de ¡lu stres ap ellid os . .

In g la te rr a y F ran cia n o lu ch an para dar li­ b ertad a s u s colon ias, a lo s c ien to s de m illones de e sc la v o s q u e exp lotan , a los p a íses que, c o ­ m o lo s n u estr o s de A m érica, son su s dependen­ c ia s econ óm icas. M r. Churchil y P c ta in — com o M r. C ham berlain y M. D aladier— so n lo s tim onelci; de d os im perios en pe/ígro do m uer­ te fren te a lo s sa q u ead os por e l T r a ta d o de V ersalles. E l to ta lita rism o que le s e n fr en ta , si triu n fara, lle varía su furia liberticida, su rein a­ do de sá d ic o s y degenerados se x u a le s, su “ racis­ m o” b rutal y su s hordas asesin a s a tr a v é s de m ares y fro n te ra s, p ara hacer de todo el p la­ neta un m anicom io y un infierno.

E s ta e s la a n g u stio sa situación. L o s pueblos se m asacran — com o en 1914— e m pujados por su s resp ec tiv o s exp lotadores. H a sta el día que lo s co m b atien tes tran sform en e s t a guerra entra im perialism os en insurrecciones revolucionarias, por el socialism o y la libertad, no p odem os c on ­ fundir principios con in tereses. S i e s d eseable la derrota del tota litarism o, lo e s tam b ién la ca íd a de lof; im perios “ d em ocráticos” . E n v ez de ser a rrastrad os por gu erreristas de uno y otro bando, e s m isión de lo s au té n tico s a m a n tes de la libertad señalar en pleno incendio la única ru ta salvad ora, sin dejar de luchar por tod os lo s m ed ios en d e fe n sa de la s libertades que am e­ n azan la s fu e rza s regresivas.

LOS REFUGIADOS ESPAÑOLES- i d e a s DEBEN SER ADMITIDOS n u e v a s EN NUESÍRO PAIS

ceptos firmes, predicciones que se realicen, doctrinas que se practiquen.

La guerra, con sus acontecimien­ tos sorpresivos, ha venido a aumen­ T S ^ .ÍS de doscientos m il refugiados españoles quedan aún, distribuidos ta r el caos pre-existente en el te­ por el territorio francés y som etidos todos al régim en de guerra, rreno ideológico. Uno de los hechos 'ib bruscos ha sido el pacto entra lo que incluye la posibilidad de ser llevados a las lineas de fuego. Des- J más pues de haber vivido m ás de treinta meses de guerra en España, después ~ stalinismo y el nazismo. Los co­ munistas e hitlcrlstas forman una de haber su frid o infinitas privaciones y de haber sido inútilm ente sa­ sola columna. Los laboristas britá­ crificados por la democracia suicida, esos hom bres y m ujeres, en su nicos son hoy los mayores defenso­ inmensa mayoría trabajadores deseosos de trabajar y de vivir pacífi­ res del Imperio. Fué el mayor Atcamente. se ven som etidos nuevam ente a los horrores de la guerra. A'o tlee quien pidió en la Cámara de Comunes poderes absolutos pa­ tienen otra salida, desde que se les han cerrado todas las puertas de los ra el gobierno, que implican senci­ emigración, en v irtu d de la reaccionaria y estúpida política seguida por llamente la implantación de un ré­ la m ayoría de las repúblicas sudamericanas. A q u í, especialmente en la gimen totalitario. Romain Rolland Argentina, donde se produce una verdadera despoblación en algunas se adhirió a Daladier públicamente. provincias del interior y donde los inm igrantes españoles encontrarían Y el derechista Reynaud” echó a Da­ ladier del gobierno, por ser “hom­ simpatía y ayuda para desenvolverse, se ha cerrado herm éticam ente la bre de Munich". Los pacifistas se entrada a esos trabajadores, incluso a tnucl'/os que por haber residido pronunciaron en favor del triunfo de durante años en el país, tienen legalmente derecho a entrar mievamcn- los aliados; vale decir, de la guerra. _____ ___ ________ ___ alegarse _______ para __ ju___(...... _ Los aislacionistas norteamericanos N ingún m otivo razonable puede stifica r ..... esa negat¡va, que solo ha sido inspirada por el espíritu reaccionario y fascisti- j mocraciar.”. ^ocracta' ,!a.ayuda bélicaitalianos a ,as "de‘ Los católicos s santc que caracteriza a los funcionarios encargados de controlar la in­ unen a los alemanes paganos en la migración. V no es posible que esc espíritu prevalezca, no solo sobre lucha contra la Francia católica. Y un deber hum anitario, sino además sobre intereses económicos de be­ hasta el Papa — cuyos antecesores neficio general. H a y que rom per con la absurda prohibición a la en­ proyectaron el corporativismo fascis­ ta en la Rerum Novarum y otras en­ trada de refugiados españoles, perm itiendo que, aunque fuera en pe­ cíclicas famosas — se permite la po­ queña escala, puedan salvarse de la catástrofe europea, quienes dieron se de ubicarse del lado de los alia­ ya todo lo que pudieron en fa v o r de la causa de la libertad en el mundo. dos...

DEDICADA A LA LUCHA LA

¿Quién es socialista actualmente y sigue las orientaciones de C a r l o s Marx, cree en la evolución pacifica y legalitaria de la sociedad y sueña con -el internacionalismo? ¿Quién es bolchevique y sigue el ejemplo cíe Lenin, trabaja para la revolución, cree en la dictadura pro­ visional y tiene por principales ene­ migos a los fascistas? ¿Quién es liberal o demócrata y permanece fiel a los principios fun­ damentales del liberalismo y la de­ mocracia?

P a r a no v ern os en vu eltos en el gran crim en, com encem os por denunciar a lo s in stru m en tos de lo s m ás p eligrosos e inm ediatos en em igos de la hum anidad: H itlcr, Stalin, M ussolini. D em os la b a ta lla al totalitarism o, sin contem placiones.

D escu b ram os tr a s la prédica “por la neutrali­ dad” de lo s sec u a ce s de lo s p a c tan tes de M os­ En las luchas sociales y políticas, cú, B erlín y R o m t, a avanzadas del to ta lita r is­ un factor ha desempeñado un papel mo q u e cum plen la s órdenes de su s am os. Si fundamental: el espíritu de conser­ m añana, por un acerciunicnto de Stalin a L oala 72 aío s dej4 dc existir Toronto c>nad4 nuMttK ^ vación. La adaptación, el acomodo, dres y P arís, R u sia en tra en ia guerra a su lacompañera e infatigable luchadora, Emma Goldman. Se ha extin la ubicación e n t r e pliegues en un do, verem os a lo s que d espotrican con tra e l im - ; cuido una vida intensa, dinámica, luminosa en el ejemplo de una activí- plano que cada ver se pone más ten­ p erialism o aliado, olvidando la s in v a sio n es y ' dad m ilitante que no conoce pausas ni desfallecimientos. Durar.io más so. Por mantenerse, por sebrevivir, se abandonan los ideales, se resig­ ien L eton lJ ' a.1 ° nulsora *> f " ™ ** “ “ *> yj"™en '«*Rusia. nan las convicciones, se entrega sin .el. . som etim .

— to . de Polonia, . . Finían,lia, . . . . iá, acción ím libertario en Estados Unidos, R im pulsora del movimiento L itu an ia y E sto n ia , p or el d ictador ruso, cóm o Canadá y en Inglaterra. Dotada de u n a'ex traordinaria energía y de lucha al enemigo. Un solo ejemplo: se tra n sform an en fa n á tico s gu erreristas. E s j •dadero fervor apostólico, Emma ha sido considerada como la agí- Parii Y si i fuerza tan poderosa co­ la lev de su “línea’’ d e virajes, m en tiras y trai- taüora anarquista por excelencia, la m ujer dotada de un fuerce tempe­ ram ento que ha “vivido su vida” intensam ente, como lo relata en sus mo la que constituye la potenciali­ | memorias publicadas en 1932, pero que ha estado siempre en las Pa uñera > dad francesa se rinde ante un ene­ R ecordam os la lección de los p a íses e n tr e g a -¡ filas de la gran lucha entablada contra Ja injusticia y ha estudo alii, migo que evidentemente es superior * nas".

- A - prendam dos por la s "“q u in ta s colum os i con un espíritu de abnegación y de responsabilidad que puedo sie m p re . en armamentos, no es extraño que i " uc;eos m; noritarios se vean arrasdel ejem p lo de E sp añ a, que la lu ch a por la h- ; 1constituir un eje mplo p ara todos los m ilitantes.

La formación ideológica de Em m a Goldman, se realizó en Lstados c,on. por las mayorías abrumadoras ,__ . bertad, co n tra la s le g io n e s de la reacción y el unidos, adonde emigró de Rusia, siendo muy niña. A los 18 años ya actúa 1 que J*ue siguen tra s el esplendor de ta fa scism o , debe realizarla elp?!«blo, sin c o n fia r ! activam ente en el moyimiento libertario, en un periodo p a rtic u la rm e n te 1 za’ impregnadas de la irracio­ nalidad y la brutalidad que caracte­ ,! borrascoso, señalado por actos de represión como la ejecucióu de los en la p olítica de lo s gobiernos. En la s “a lta s e s ­ | anarquistas de Chicago y la m atanza de obreros que determinó el atcn- riza a los totalitarios. fe ra s” está n enqu istad os los que sirven a q u ie 1 de m Alejandro Berkman, el tunujaneiu compañero ue de .lucha de Emma. . . . . .... . .

• :¡ tade la u ii ue ejauuiu d c iiMiiau, vi u u n a ue iMlima. contra el nes d esde L ondres o W ashington, m ueven los capitalista Henry Frick. Em m a Goldman continuó en la lucha, realizando h ilos de la política oficial am ericana. Tam bién I una enorme labor próselitista, la que se intensificó con la salida de la allá, ocupando a lto s cargos, están lo s a g en te s ! cárcel de Berkman. En 1919, ambos fueron deportados a Rusia, junio con - - Idos centenares más de “agitadores". Llegaron en plena revolución > pu- ■También a .no30tros muchos susu del fa scism o italoKernian.,. ¡A y el,- l„ s p u e b lo s|I sieron todas too„s sus sus fuerzas , u m a s al „ servicio de la misma. No ta rd a r .. ., , i se nos han desvanecido; mushaá c de A m erica s i esp eran la paz y el fre n o c o n tra ! probar dolorosamente cómo la /olucion fué de inmediato desvirtuada | peranzas se lian frustrado. y subvertida en sus propósitos esenciales. Emma, lo mismo que ¡’ei'kman, j el grave defecto de q u e e r razonar, el ava n ce tota lita rio de los gob ern an tes! abandonan la "patria del proletariado" y van a decir la verdad sobre ella en un mundo en que predomina lo H a sonado la h ora de m ancom unar esfu er70<í nntf> lne npli<rrn<¡ m íe nnp.Jon rl„ lo „ ,-„ 1 ,» „ , a los trabajadores ingleses y americanos. Con el mismo ardor con qu» I más absurdo, lo más contraprodu­ ' _ S I e ig ro s que pueden de la noche a Emma había defendido a los revolucionarios de octubre de ¡as torpes cente, lo más suicida. la m anana sum irnos e n el m arem águm bélico ( calumnias de los reaccionarios, pone de relieve la realidad de la oru ia 1 | Pero una cosa nos salva: que so­ O en cadenarnos a l m onstruo dictador hitleriano, j dictadura bolchevique, que fué empeorando ccn el tiempo y la m ayor] mos conscientes de nuestra posic.ón N o so tr o s, sin renunciar a n u estro s o b ieti- ; burocratización de los dirigentes, lo que le valió ser blanco de las m*s 1 m inoritaria; que no tenemos ambi­ |iriii........... • (viles calumnias por p arte de los agentes de Moscú. ciones personales o pasajeras y que v o s fin a les, e sta m o s prestos a herm anarnos En lg3g al pro(j UCjrse ja conmoción revolucionaria en España, Km -( actuamos impulsados por un i6¿aiisla luch a con to d o s lo s que, sin com plicidad con ma fué de los primeros m ilitantes internacionales en hacerse presente y mo que es superior a nosotros mlslos culpables de la ca tá stro fe actual, quieran no como simple observadora, sino como elemento eficaz de colaboración, i en toda la medida de sus fuerzas.

A pesar de ser casi septuagenaria y ; le v a n ta r com o bandera, como consigna de vida de tener la salud quebrantada, lanzóse de lleno a conocer todos loa luga- '¡ Ello nos permite mantener la se­ renidad en los momentos más difí­ o m u erte, la de la verd ad era paz y la d e fen sa de res en donde el pueblo español trabajaba y luchaba por su libertad. Re- j ciles y nos exime del exclusw.smo la libertad. corrió el frente de Madrid, visitó docenas de fábricas, talleros y colectlvi- | sectario. Los.anarquistas compi ¿.¡de­ dades .no por placer de turista, sino p ara conocer la verdad de la gigar.- i mos que habrá que luchar muciio pateses epopeya e ir a propagarla al exterior, combatiendo las calum nias ________ wi en cepaim plantar,______ como>iiiu se hizo que se lanzaron contra el proletariado español. Ella fundó y dirigió la 1 ña, los métodos de "organización Oficina de Propaganda C.N.T.-F.A.I. de Londres, logrando a tra e r hacia • que propugnamos. Pero, i nuestro movimiento a una interesante fracción de intelectuales y hom to, nos adherimos a todo esfuerzo en bres de izquierda británicos. Sufrió como pocos, en su fina sensibilidad favor de la conquista de más liber­ las alternativas del retroceso de la revolución popular española y cayó tad, de más justicia. No adaptamo* materialm ente enferm a cuando se produjo ''l desastre final. Pero en nin­ nuestros ideales a hechos circunstan­ gún momento, .volcó su am argura contra los hombres que en España es- ciales, sino que adaptamos los mé­ laban al frente del movimiento libertario, ni cedió a la tentación de las todos de lucha a la realidad impuescriticas fáciles y negativas. P lanteaba sus divergencias dentro del justamente para t e n d e r hacia vimiento, sin ofrecerlas jam ás como arm a al enemigo. He aquí u.i cjem-1 aquellos ideales. pió que la anciana m ilitante ofreció a muchos que no supieron aprov Y daremos en toda circunstancia charlo. un ejemplo de consecuencia y de fir­ Sobreponiéndose al dolor m ortal que la embargaba, volvió aun a la meza ideológica, en medio de la des­ lucha. Trasladóse al Canadá, donde en nombre de la Solidaridad Inter- integración de otros sectores. Am­ M a n ifie s to d e la s .lu v e n tn d e s L ib e r t a r ia s ( F .A X .A .) de Bs. As, , nacional Antifascista, reclamó ayuda p ara ¡os luchadores españoles re- plio:, tolerantes, pero jamás renega­ ---- ;— —— ~ - | íugiados en Francia. No perdió tampoco oportunidad en fustiga.- a los dos o tergiversadores.

'STAMOS frente a un momento histórico que exige a las potencias occidentales que permitieron primero el!'*Ue l,’abian ,t r^ io,na^° al pueblo español con su política ncfasiá. En meNo creemos exista una idea nue— :----------- ...de aquél y luego cu expansión esa .Ilabor abo,1' la derribo la enfermedad, hace un par de meses y, fipor la que alegremente se puede i la definición del pensamiento de todas las fraccioentronizamiento » p a iin u n tolaliuncui-i la muerte a poner fin a una actividad incansable, animada, I ofrendai superior a la llber¡ sanas de los pueblos. La guerra que se desarrolla laria mediante la entrega de los indefensos pueblos de I nalmon,J‘' ^ juvenil. Emma Goldman, cayó en su puesto de li I íad. Pueden existir métodos nuevos, brutalm ente en Europa ha provocado un desconcierto España. Albania, Austria, Checoeslovaquia, Polonia, rnn " " Ni Gran Bretaña ni Francia han vacilddo cuando debie- dejándonos el ejemplo de | tácticas renovadas. Y en eso tendretotal de los sentimientos y las ideas que parecían ideal y de t ; que concillar y coincidir. más sanas y firmes, y se asiste a un panorama de homi métodos brutales p a r a ______ _____ _ afanosos por sobreponer sus conceptos y salvar lonias. Se diferencian de Alemania, Rusia e Italia sola­ mente en que aun no necesitaron apelar al totalitarismo sus responsabilidades.

Nosotros, los jóvenes libertarios de Buenos Aires, ex­ para gobernar, utilizando la demagogia democrática. presamos nuestra posición en el afán de llegar a los jó­ Pero en una guerra de exterminio como la actual, hay que destacar que esa sola diferencia basta para venes todos que hoy manifiestan interés por los problepreferir que no triunfen los totalitarios. sociales de la humanidad. Hay momentos en que prevalece la necesidad de hablar como jóvenes, más que Porque si bien es cierto que no soinos aliadóíilos, ve­ por el hecho de diferenciar edades porque constituimos mos con toda crudeza que hay una realidad que .10 se El peligro está en el aire. Mientras los jefes de como el avestruz, para no eludir el deber de de­ realm ente una parte actuante en la sociedad. Son mo­ presta a equívocos: Europa sometida al fascismo sig­ los partidos discuten y el gobierno reclama am ­ fensa mediante falsas apreciaciones de prescindenmentos como los actuales, en que Europa nos muestra nificará un peligro fatal para la humanidad entera. plios poderes, el fascismo trabaja en la sombra, cia. El movimiento obrero tiene todo que perder el sacrificio estéril de toda una generación en holo­ contando con complicidades seguras en las esferas en un probable triunfo totalitario, incluso la vida causto de intereses imperialistas exentos de sentido oficiales, principalmente en el ejército y en la po­ de sus mejores militantes. Por lo mismo, debe humano. H ablar desde lo más sano y profundo de nues­ licía. La agitación vocinglera de cierta prensa y aprestarse desde ya a la defensa. Los sindicatos tros veinte años, p ara llam ar al verdadero camino a las inocuas medidas que toma el gobierno, no tra ­ obreros deben constituir los baluartes más firmes Las fuerzas expansionistas del fascismo están tra ­ todos los que, como nosotros, sienten la gravedad de barán en lo más mínimo los preparativos que rea­ opuestos a la expansión del fascismo. Los trab a­ la hora, a fin de prevenir un peligro y de ponernos a bajando activamente en América. El peligro populari­ liza la reacción agazapada. Cualquier circunstan­ jadores han de aprestarse desde ahora mismo a la la vanguardia en la acción que deviene indispensable. zado de las "quintas columnas”, es bien real y si ac,cia que les sea particularmente propicia, podrá ser defensa. La reacción sólo dará su golpe, si ve la Consideramos iru»***sario y engañoso apelar a los ar­ tualmente está siendo contenido, por nuestros gober­ aprovechada por los totalitarios para dar su gol­ aventura fácí\ si encuentra el camino despejado, gumentos clásicos o poéticos pára definir nuestra fun­ nantes. en razón de su política oficial prácticamente pe. La agresión caería, en primer término, sobre como ocurrió en setiembre de 1930. Opongamos ción en la historia. Estamos viendo ,|ue "la savia nueva aliadófila, puede convertirse rápidamente en motivo de los trabajadores y anularía de una vez todas las desde ya las mayores fuerzas posibles contra sus del árbol humano", "la flor de la especie” , sirve en la urgentes medidas. Los fascistas adiestran sus legiones conquistas populares. Nadie tiene derecho a lla­ criminales propósitos, evitando que los hechos nos realidad como energía mortífera, y que en la guerra se armadas y tejen vastos planes con ia complicidad de marse a engaño. Lo mismo que en 1930, con el sorprendan. Como en todos los momentos críticos, aniquilan todos los valores morales. m ilitares y politices. ¿Quién puede acaso asegurar aho-| golpe urlburista y de un modo mucho más grave, los trabajadores deben contar, primordialmente, ra que no está próximo un nuevo 6 de Septiembre en seriamos los primeros en ser sacrificados. Nues­ con ellos mismos. Pueden constituir, si lo quieren, GUERRA DE IMPERIALISMOS la Argentina? tra propia experiencia y la experiencia d? otros una barrera Infranqueable frente a las Intentonas Los países de América son codiciados por los bár-¡ pueblos, debe servirnos para algo. Para no cerrar totalitarias. Hay que querer, cam aradas! Y poner La guerra actual no es el choque de dos corrientes los ojos ante el peligro, para no ocultar la oabeza baros totalitarios. Y no es por cierto con conferencias cuanto antes manos a la obra.' ideológicas distintas, ni siquiera de dos bloques políticos oficiales ni manifiestos patrióticos corrio vamos a im­ mundiales que se disputan la supremacía en la orienta­ pedir que se nos coloque en la misma situación de Es-| ción de los pueblos. E s la culminación de la lucha eco­ paña, Austria, Checoeslovaquia, etc. Es solamente la| espantan ante la evidencia de) avance totalita- + calle, para llam ar a la realidad a iodos los jóvenes, nómica de distintos intereses capitalistas, que se dispu­ acción unificada de los pueblos quien puede lograr deteel mundo, cuando se ve que el fascismo, llámese : para incitarles a que se apresten para la lucha, si el tan con las arm as la hegemonía comercial del mundo. el peligro. N uestra juventud debe comprenderlo, nazismo alemán', fascio italiano. 'inalismo japonés ] fascismo argentino intenta dar su golpe. Este es el deY, más a fondo, es la descomposición del sistema capi­ sacudir el marasmo que la caracteriza hoy, y demostrar 0 español o bolchev emplea métodos de bar- | ber inmediato, y no pueden existir dilaciones para cumtalista, de la que éste saldrá fortalecido o más debilita­ ’i e”in m rsla •*•*•»*> » i * » 0 i ...... bariej .„ue parece» imposibles a esta pn la“ Micha in ende tp . • * ,...... .. ■i. , . ,altura. de . . la histu. ! rplirlo: _ do aún, pero indudablemente con nuevas formas para de >la humanidad, entonces todos, absolutamente | ; Contra ■ peligro fascista, I icción decidida del su permanencia en la vida de los pueblos. Asi definidos todos los seres que merecen llamaise dignos deben pueblo! los dos bandos, no podemos apoyar tampoco, frente al Sueta haya un tranco desinterés por los problemas po- decidirse a actuar para evitar la catástrofe: JUVENTUDES LIBERTARIAS (F.A.C.A.) litico-sociales. Pero cuando hasta los mas índiferen - 1 Nosotros, los jóvenes libertarios, salimos hoy a la | Junio de 1940. iterror nazista que arrasa pueblos y derrumba culturas,

L A JUVENTUD ANTE L A GUERRA Y EL FASCISMO

ANTE EL PELIGRO FASCISTA, EN PIE DE LUCHA

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