Se trata de confianza, cuidado y comunicación ...........................pág.4
Un poco de historia: De Sade y Sacher Masoch ...........................pág.8
Otra forma de jugar .........................................................................pág.11
Nunca abusivo ................................................................................pág.14
Palabras de seguridad ....................................................................pág.16
¿Qué significa esto? ........................................................................pág.17
¿Qué es la intimidad? ......................................................................pág.21
* Basado en el artículo de Psychology Today , “A loving introduction to BDSM” .
* DISCLAIMER para toda perona avanzada que lea esto: Hay muchas partes del texto en donde podés llegar a decir “PERO, yo conozco a alguien que...” y “hay personas que...”, sí, definitivamente, lo sabemos. Este texto está pensado para dar un pantallazo muy resumido.
Por Demonweb, para Kinky Vibe.
Una introducción amorosa
¿Alguna vez, cuando eras chique, jugaste a este juego en el cual te dejabas caer sobre los brazos de otra persona? O sea, te ponías de espaldas, cerrabas los ojos y confiabas en que la otra persona te agarrara. En ese caso, las posibilidades eran 2:
1. Que la persona fuera una basura y no te atrapara.
2. Que te dejaras llevar y la otra persona te atajara, haciendo que por unos segundos experimentaras una sensación de adrenalina y cosquillas.
El BDSM es similar. ¡El mito es que es abuso, látigos y cadenas! (que no significa que no pueda serlo), pero, en realidad, se trata de confianza. Cuando la confianza existe y podemos planear y pensar en conjunto cómo evitar los daños o sensaciones no deseadas, el resultado puede ser increíblemente íntimo, erótico, sensual, especial y ¡muchas otras cosas más!
Mientras confiemos, y nos cuidemos entre nosotres, podemos explorarlo que sea que imaginemos.
S e t r ata de c on fi anza, c u i dado y c omun ic a ci ó n
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El BDSM es un acrónico y un término paraguas que significa:
B: Bondage . Restringir la movilidad de alguien (sea nosotres u otre), ya sea con cuerdas, esposas, grilletes, nuestras manos o pañuelos de seda.
D/S: De intercambio de Poder o Dominación/Sumisión, en donde una de las personas tiene “autoridad, control o poder” sobre la otra persona, dentro de una escena 1 y de forma consensuada.
S/M: Por último tenemos el sadomasoquismo, que implica dar o recibir experiencias corporales de distinta índole. Ya sea nalgueadas, cera de velas, cosquillas, azotes, ¡entre miles de posibilidades!
1 “Escena” es el término que usamos para referirnos al marco en el que sucede una actividad/intercambio BDSM.
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Mucha gente considera el BDSM deshumanizante, enfermo y muchas otras palabras que arrastramos de las épocas más intensas de “patologización y psiquiatrización” de la sexualidad humana.
Quienes tenemos estas prácticas sabemos que es una forma hermosa de explorar, sentir, jugar y tener contacto con otres.
Las personas pueden tener relaciones sexuales sin conversación, negociación o cualquier conexión emocional. Pero en el BDSM, una de las cosas que más intentamos recalcar es la necesidad del consentimiento, la comunicación clara y activa y el cuidado.
n po c o de h is tor i a: De S ade y S a c he r - M a s o c h
Es importante que entendamos la genealogía de las prácticas sadomasoquistas para poder desentramar cómo es que llegamos a la actualidad.
Hay representaciones de las prácticas sadomasoquistas en el arte griego. El antiguo Kama Sutra (300 A.C.) muestra nalgueadas eróticas así como tips y trucos para aprender a morder eróticamente a tu amante, y las referencias europeas en el arte datan del siglo XV. Pero el BDSM floreció durante el siglo XVIII, cuando algunos burdeles europeos comenzaron a especializarse en restricciones, flagelación y otros “castigos” que las mujeres cis “dominantes” 2 aplicaban a hombres cis “sumisos” voluntariamente.
Finalmente, en 1791, el Marquéz francés de Sade publicó la primera novela con contenidos que pueden ser atribuidos a un proto S&M, “Justine”. Su nombre nos dió el término “sadismo”, que fue utilizado para referirse al placer que genera provocarle daño a un otre. El vínculo del origen de la palabra con su uso en la actualidad distan muchísimo.
Entre les más conocides se encuentra Theresa Berkley, una dominatriz del siglo XIX que se especializaba en la flagelación erótica e inventó el Caballo Berkley, o “Chavalet” como ella lo llamaba : un tipo de caballete para nalgueadas. http://en.wikipedia.org/wiki/Theresa_Berkley
U
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Primero y principal, casi ninguna de las prácticas que Sade relata en sus obras literarias son consensuales. Mientras que la primer regla del BDSM es consensuar las prácticas. Otra cuestión que sigue causando estragos es que Sade pasó más de 34 años de su vida privado de libertad, en parte por los crímenes que había cometido sobre otres de forma no consensuada. Aunque hayan pasado siglos desde su publicación, el hombre sigue evocando la misma respuesta en la visión social de las prácticas fetichistas, a las cuales se les sigue mirando de forma patologizadora y criminalizante.
En 1870, Leopold Von Sacher-Masoch, publicó la novela “La Venus de las Pieles”, sobre la sumisión sexual masculina. En nuestros días, su celebridad se debe ante todo al escándalo que acompañó la publicación de algunas de sus novelas (ésta mencionada, en particular), y a ser el apellido Masoch el inspirador de la palabra masoquismo , cuya utilización para definir ciertos comportamientos sexuales aparece por primera vez en Psicopatía sexual (1886), de Krafft-Ebing , quien le otorgó este nombre a la causa de las peculiares aficiones de sus personajes. éste último título forence fue referencia para médiques y jueces. Ebing introduce en él términos como sadismo, masoquismo, homosexualidad, etc. Es importante aclarar que Krafft-Ebing consideraba que la procreación era el objetivo del deseo sexual y que cualquier forma de sexo recreacional era una perversión 3 .
3 “With opportunity for the natural satisfaction of the sexual instinct, every expression of it that does not correspond with the purpose of nature-i.e., propagation,-must be regarded as perverse.” Psychopathia Sexualis , 7th ed. translation, pg 56, 12th ed. translation, pg 79.
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En 19054, Sigmund Freud acuñó la palabra Sadomasoquismo y concluyó que la misma derivaba de un desarrollo psicológico aberrante producido durante la infancia. Su trabajo asentó las bases para lo que luego iba a ser considerado como la mirada “médica aceptada”, marcando la perspectiva que se tendría con respecto al tema. Es importante señalar que todas las observaciones fueron llevadas a cabo fueron hechas sobre sujetxs psiquiatrizadxs y privadxs de su libertad.
Recién durante el siglo XX pudimos empezar a ver un cambio con respecto a cómo se representaban muchas de estas prácticas, en parte debido a la globalización e industrialización. Peter Tupper5, autor de A lover’s Pinch: A cultural history of sadomasochism , en su disertación sobre los orígenes del sadomasoquismo en la cultura occidental nota 3 grandes períodos que va a llamar: El Fetichismo europeo (desde 1928), el Fetichismo americano (desde 1934) y el Gay Leather (desde 1950).
Lamentablemente, este es un laaargo tema que vamos a tener que seguir en otro artículo. Ahora, volvemos:
4 En el libro Tres ensayos sobre teoría sexual , 1905.
5 http://petertupper.com/biography/
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Ot r a fo r ma de j uga r
Hoy en día tenemos más información disponible acerca del BDSM y las prácticas fetichistas y hemos podido llevar a cabo múltiples redadas contra la patologización de nuestros placeres, los cuales han llevado a una “aceptación” más general por parte de las comunidades occidentales. No sin habernos hecho derramar sangre, sudor y lágrimas, ha sido realmente enorme el esfuerzo llevado a cabo (que todavía no termina) por parte de activistas LGTB y heterosexuales en pos de liberar nuestras posibilidades eróticas y relacionales. En los estudios psicológicos y sociales llevados a cabo en la última década, la gran mayoría ha revelado que no hay diferencias sustanciales entre las personas que practican BDSM y las que no. Más allá de que no queramos tener prácticas “vainilla” o consideradas “convencionales” 6 .
6El estudio puede ser encontrado en The Psychology of Sex de Meg John Barker. 7La “homosexualidad” dejó el DSM ( Manual Diagnóstico de desórdenes Mentales) como desorden mental recién el 1987. La OMS (Organización Mundial de la Salud) removió la misma del CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) en 1992. http://www.psychologytoday.com/us/blog/hide-and-seek/201509/when-homosexuaity-stopped-being-mental-disorder
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Es importante que tengamos cuidado antes de saltar a decir que algo que “ nos parece extraño” o de lo cual “no tenemos mucha información” es enfermo. Bajo la carátula de “perverso” y de “desviado” se han anulado muchas vidas, posibilidades y libertades. Las palabras que usamos tienen peso, y el sistema médico y psiquiátrico tiene mucho más poder del que somos conscientes. No fue (ni es en muchos lugares) hace tanto que debatíamos acerca de “sexo oral”, “homosexualidad” y “masturbación”, todas las cuales fueron consideradas per versiones 7 .
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Nun c a abu si vo
Tomemos por ejemplo los depor tes. Cuando les jugadores de fútbol hacen jugadas brillantes, les compañeres de equipo a menudo les dan una palmada en el trasero, les golpean o golpean sus cascos. Les destinataries aceptan ese “abuso” con gratitud, como un signo de aprecio y afecto. O consideremos una caminata por una montaña. Te quemás con el sol, las espinas lastiman tus piernas. Y para cuando alcanzás la cima, estás doloride y agotade. Sin embargo, te sentís eufórique (o eso me dijeron porque ni en pedo te subo una montaña, prefiero que me nalgueen).
La principal diferencia entre estas experiencias y el BDSM es el contexto. Esos contextos (subir montañas, jugar fútbol) son “socialmente aceptados”, tienen una marcada ausencia de “componente sexual y/o erótico” (si está, debe ser implícito y para consumo cis masculino). Esto es en parte ya que nos dieron esta educación en la cual lo sexual tiene que ver con lo genital y debe suceder entre dos personas, heterosexuales, cisgénero, en un vínculo romántico, blanques, clase media alta, y de ser posible casades, o con fines reproductivos. El sexo, el placer, las prácticas eróticas que sucedan por fuera de este marco, son consideradas sucias, desviadas, perversas.
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Los medios se han encargado de distorsionar las prácticas BDSM, entre ellas representando casi siempre su componente más relacionado con el dolor (cuando el dolor es una posibilidad más dentro del encuadre BDSM, no una constante, ni una regla). En realidad, la idea de “BDSM=dolor” es un gran mito.
En el libro SM 101: Una introducción realista escrito por Jay Wiseman y publicado en 1996, se hace mucho énfasis en que el BDSM “siempre es consensual y el abuso no lo es”. Y aclara que “No se necesitan restricciones, bromas o látigos para abusar de alguien”. En manos cuidadosas (ya sean las nuestras sobre nosotres o las de alguien más), el equipo (látigos, esposas, velas) aumentan la excitación sexual (o mismo aumentan nuestra posibilidad de relajarnos, o dejarnos ir), permitiendo que ambes jugadores disfruten de su interacción o “escena”.
Cuando en las prácticas BDSM se va a infligir dolor real, siempre se controla cuidadosamente con la persona que lo va a recibir, especificando los límites claramente de antemano. Las personas que disfrutan del dolor o sensaciones intensas suelen tener un contexto en el cual lo hacen. El sadomasoquismo es la exploración de las sensaciones corporales que se encuentran y desencuentran en todos los caminos posibles entre dolor y placer. No son extremos ni binarios.
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Pa l ab r a s de s egu ri da d
El BDSM tiene mucho de teatral, de creatividad y de fantasía. Por lo general, hablamos de “roles” y a las sesiones BDSM se les llama “escenas”. Solemos acordar y negociar límites y pautas para “la escena”, así como también palabras de seguridad por si algo no sale como lo queremos y nos sentimos mal.
Generalmente, las palabras de seguridad están pensadas para no ser confundidas con términos como “no”, “pará”, o “no más” ya que muches disfrutamos de la ilusión y de los juegos relacionados con la resistencia. El más conocido es el método “semáforo” (Verde para “Ok”, Amarillo para “Bajar un cambio” y Rojo para parar) + una “seña” de seguridad para indicar que deseamos parar todo y hablar o atender una emergencia (que no sintamos mal, algo no nos haya gustado, etc). No respetar la palabra de seguridad de otra persona es considerado violencia y es una práctica abusiva. Las personas que “reciben” (bot, sub) están a cargo.
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¿Qué significa esto?
Por lo general, dentro del BDSM las prácticas son hechas por personas que se identifican como: Top/Dom o Sub/Bot (ninguno de estos térinos está atado a ningún género)
*Top: Significa “arriba”. Refiere a la persona que está “llevando a cabo” la acción (atando, nalgueando, etc).
*Bot: Viene de “bottom” (abajo) y refiere a quien recibe la acción.
*Dom: Refiere a quien toma las “decisiones” o quien tiene el “poder/autoridad” dentro de una escena. Éste poder es otorgado previamente por une Sub o Bot.
*Sub: Refiere a quien entrega el “poder, control o autoridad” sobre sí durante una escena o intercambio de poder.
Uno de los grandes mitos perpetuados por las miradas más conservadoras del BDSM es que les Subs no tienen poder, cuando por lo general suelen ser quienes están a cargo ya que, cuando se está llevando a cabo una acción, tienen la palabra primera y última acerca de los límites y las palabras de seguridad. Otro mito, es que les Tops o Doms deben verse “malvades” o ser todo cuero, látex y cadenas. Esas producciones o prácticas, son formas de expresar nuestros deseos, son perfos que llevamos a cabo para divertirnos y pasarla bien. También existen para ingresar la idea de que lo que nos da miedo o temor, así como los imaginarios de autoridad, pueden también evocarnos sensaciones de placer o deseo en un marco que nos permita explorarlo sintiéndonos segures. Les Doms/Tops deben ser, primero y principal, cuidadoses. Para poder golpear de una forma placentera a otra persona es necesario aprender, estudiar, investigar. Hay tanta compenetración, cariño y cuidado detrás de las expresiones y prácticas BDSM. Mucho más, me atrevería a decir, que en cualquier contexto típico de sexo “tradicional heterosexual”.
No conozco a muches hombres y mujeres cis heterosexuales fuera del contexto BDSM que pagarían y tomarían clases de horas o investigarían durante semanas en internet cómo hacer un nudo de Bondage que sea placentero para elles y para sus vínculos. Hay dedicación y compromiso.
El BDSM es un espacio para explorar, fantasear, para entregar poder, dar poder, quitar, poner, flashear, jugar, probar, está para eso.
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Andá despacito bb
Si la persona que está leyendo esto es como yo, probablemente corra a intentar todas las formas posibles de explorarnos. Mi recomendación siempre, antes de experimentar, es informarse, leer, compartir, charlar con otra gente. Sobre todo si vas a hacer algo sobre alguien más. A veces se necesita negociación exhaustiva para llegar a un juego BDSM mutuamente aceptable. ¡Es trabajo! pero juro que los resultados valen el proceso y hasta hay muches de nosotres que disfrutamos del mismo.
Cómo comenzar
Primero pensá en qué parte estás más interesade: en el sado, en el masoquismo, en la restricción, en dar órdenes, en el intercambio de poder, en el látex, etc. Una vez que lo decidas (pueden ser todas las opciones), ¡podés ir probando!
Para algunas personas la ruta es buscar imágenes o porno, la otra es probar con nalgueadas o usando esposas, o dando/recibiendo órdenes, o jugando con cosas relacionadas. Si tenés une amigue o vínculo sexoafectivo que tenga ganas de explorar con vos, pueden buscar blogs o canales de Youtube y ponerse a practicar.
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Una de las cosas más interesantes del BDSM es que requiere que conozcas y seas conocide mucho más por la persona con la que vas a jugar, requiere una comunicación activa, lo más clara posible, requiere negociar, compartir y expresar cómo nos sentimos. Sin embargo, en nuestra visión del “sexo” (como situación genital en donde nos encontramos, nos hacemos acabar tocándonos y no nos vemos nunca más) el mismo puede existir sin “intimidad”, sin límites y sin comunicación. Que eso suceda en el BDSM es bastante difícil (no imposible, y no es que no pueda pasar). Muches practicantes de BDSM concuerdan con que las discusiones previas a una escena son íntimas, eróticas y que mejoran tanto las relaciones como las escenas mismas. Muchísimas veces, también, mejorando otros aspectos de sus relaciones.
Las habilidades requeridas para practicar BDSM incluyen confianza, comunicación clara, autoaceptación y aceptación de la otra persona. Esas mismas habilidades mejoran nuestros vínculos y nuestras prácticas eróticas/sensuales/sexuales, sin importar cómo juguemos.
¿Qué e s l a i nt i m i dad ?
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