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CONSCIENCIA DE RIESGO

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CONSENTIMIENTO

CONSENTIMIENTO

LECTURA DEL LENGUAJE CORPORAL EN ESCENA

Por supuesto, esto varía según el individuo, pero hay algunas pautas generales. Buscar:

Tensión Esto se manifiesta como hombros encogidos, contención de la respiración, cejas fruncidas, cuerpo rígido En general, la aparición de tensión nunca es una buena señal. Puede significar que le modelx está teniendo problemas con algo, y es un alerta gigante de que tenemos que chequear qué anda pasando.

Excitación

Los signos incluyen enrojecimiento, aumento de la temperatura de la piel, pupilas dilatadas, respiración más rápida, aumento del flujo sanguíneo a los genitales, etc. Esto puede ser un buen signo si es lo que están buscando. SIn embargo, hay gente que a veces se excita con las cuerdas y no lo espera. Recomendamos que les pregunten si quieren seguir y si se sienten bien. (No queremos que después les de culpa haberse excitado o que accedan a cosas que no quieren por estar en ese estado!)

Acercamiento/ Alejamiento

Sacar el culo o meterlo Sobresaltarse con la cuerda (u alejarse) vs. recibirla

CONSCIENCIA DE RIESGO COSAS QUE PUEDEN IR MAL Y QUÉ HACER SI SUCEDEN

PRINCIPALES RIESGOS FÍSICOS

ASFIXIA | PROBLEMAS DE CIRCULACIÓN | DAÑO NERVIOSO | DESMAYOS

EMERGENCIA MÉDICA

A veces sin aviso nuestrxs cuerpos nos cagan sin razón aparente, a eso hay que sumarle que el bondage se puede poner intenso. Esta intensidad puede causar estrés en el cuerpo y puede desencadenar diferentes síntomas. Las personas que tengan alguna condición médica pueden corren mayores riesgos. Las personas con algún tipo de problema muscular, u óseo pueden llegar a complicar heridas pasadas de no comunicarlas.

Cualquier condición médica preexistente debe ser considerada antes de comenzar a practicar bondage.

¿Qué hacer si sucede? Comunicarla. Lo mejor es avisar previamente para saber qué hacer en caso de que suceda.

EMERGENCIA AMBIENTAL

Terremotos, incendios, etc. Todxs sabemos que puede pasar en cualquier momento. Es IMPORTANTE que en estas circunstancias puedas liberar a tu compañerx RÁPIDO de las cuerdas.

¿Cómo solucionarlo? Tener tijeras cerca siempre.

BAJAS DE PRESIÓN

Tengamos en cuenta que al terminar una sesión de cuerdas, la persona que está siendo atada puede estar en un estado de relajación especial, y que cualquier movimiento brusco puede desencadenar una baja de presión.

¿Qué hacer para evitarlo? No pares a la persona apenas la desates. Desatá en el suelo y toménse unos segundos para relajarse y prepararse antes de pararse. Tengan jugo u algo con azúcar cerca.

DESMAYOS

Pueden suceder por cualquier razón, sin embargo son más comunes en posiciones en las que estamos parados cuando no comimos o nos hidratamos correctamente en las últimas 24 hs; cuando hay alcohol/drogas en el medio; cuando lidiamos con ansiedad, miedo, dolor; cuando te sentís incómodx y tratás de bancártela solx, etc. A los desmayos, además, le pueden seguir las caídas. (Así como náuseas o vómitos)

Así que, ¿qué hacer para evitarlo? Bueno, comunicarse. Si te solés desmayar, decilo. Si te estás sintiendo mal, intentá comunicarle a la otra persona que algo no está funcionando bien.

CAÍDAS

Caerse no es lo mejor. Esta es probablemente una de las primeras causas de lastimaduras dentro de los juegos de restricciones. O sea, pensalo, si no tenés tus manos para atajarte cuando te caés te pueden pasar cosas como: raspones, huesos rotos, heridas en la cabeza, contusiones, desgarros, etc. Las caídas son también uno de los riesgos de suspender a alguien… Aunque tener a alguien parado cuando tiene sus piernas o tobillos atados también es un riesgo. Las heridas en la cabeza y la espalda son una de las peores cosas que nos pueden pasar al caernos, y pueden tener consecuencias a largo plazo. Este tipo de situaciones puede suceder cuando a alguien se le ocurre algo como “Voy a atarte las manos detrás de la espalda y hacerte subir una escalera” (que no decimos que no se pueda hacer, el tema es cómo). O por algo tan simple como dejar a alguien atadx y sin supervisión.

¿Cómo evitarlo? No dejar a alguien parado cuando tenga sus piernas o tobillos atados (por lo menos, no sin algo de lo que agarrarse, o teniendo alguna forma de sostenerse).

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