Judogi, orígenes y evolución del traje de judo

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柔道着 JUDOGI MANTENERLO LIMPIO Y SANO, VESTIRLO CON ORGULLO

P o r G u i l l e r m o Vé l e z , K o d o k a n L o b o s D o j o


Sumario Kimono, algo para usar

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Los primeros Keikogis

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Sobre el color blanco

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Hazlo tú mismo

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Izquierdo sobre derecho

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El padre de los DOGIS

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1907, nace el nuevo JUDOGI

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El rol de la IJF

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Cómo nació el JUDOGI azul

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KuSakura, casi 100 años fabricando JUDOGIS

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El cinto y las graduaciones

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Vestir al Judo

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Bibliografía

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柔 道 着


JUDOGI es el nombre que recibe la indumentaria usada para la práctica del Judo. Tradicionalmente es de color blanco - aunque en competencias también se usan trajes de color azul-, el algodón es el tejido que prevalece en su confección y está compuesto por una chaqueta (uwagi 上衣), un pantalón (zubon ズボンo shitabaki) y un cinto (obi 帯).

Este breve trabajo de investigación pretende echar algo de luz sobre esta temática con el objetivo principal de entender el porqué y el para qué de algunas tradiciones que respetamos y transmitimos, muchas veces con absoluta carencia de información que nos permita tener una mirada crítica sobre lo que creemos saber y queremos enseñar.

A más de 130 años de la creación del Judo, resulta imposible disociar la historia de esta disciplina con la del tradicional atuendo utilizado para su práctica. Sin embargo, el común de los judocas sabe poco y nada sobre los orígenes y la evolución del JUDOGI que visten. Tanto es así que una gran mayoría aún se refiere erróneamente al mismo como KIMONO.

La palabra tradición viene del latín traditio, traditionis. Ésta deriva del verbo tradere (transmitir, entregar), formado por el prefijo trans- a partir del verbo dare (de donde viene DAR). De modo que la tradición es lo que se da o entrega de una generación a otra. A los que no cabe la responsabilidad de hacer esa entrega, los invito a seguir leyendo.

Kimono, algo para usar En idioma japonés, el término kimono significa “algo para usar”. Para los occidentales, esa palabra refiere a la indumentaria tradicional de Japón, donde a la chaqueta, que nosotros llamamos kimono, la denominan kosode. Los kimonos, tal como hoy se conocen, surgieron durante el periodo Heian (794-1192). Años antes, en el periodo Nara (710-794), los japoneses usaban conjuntos con piezas separadas para el torso y las piernas, o bien, piezas únicas.

• Ki [着]

Vestir, Usar (ropa);

• Mono [物] Ítem, Objeto.

Pero en el periodo Heian, se desarrolló una nueva técnica de confección que permitía cortar las telas en línea recta y coserlas en una pieza única. Con esa nueva técnica, los fabricantes de kimonos ya no tenían que preocuparse por la forma del cuerpo de los diferentes usuarios. Los kimonos eran apropiados para cualquier temperatura, ya que podían ser usados en capas para mantener a la persona caliente durante el invierno y también podían ser hechos en tejido liviano, lo cual los hacía cómodos en verano. Estas cualidades convirtieron a los kimonos en parte de la vida diaria de los japoneses, que con el tiempo, desarrollaron una gran sensibilidad por la combinación de colores. Los colores representaban la estación del año y la clase social a la que cada uno pertenecía.

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“Los colores representaban la clase social”. Durante los periodos Kamakura (1192-1338) y Muromachi (1338-1573), hombres y mujeres vistieron kimonos brillantes y de color. Los samurái usaban colores representando a sus líderes y, a veces, los campos de batalla eran ostentosos shows de moda.

convirtió en un arte. Los kimonos se tornaron cada vez más costosos y los padres comenzaron a cuidarlos y conservarlos para sus hijos, como parte de la herencia familiar.

Durante el periodo Edo (1600-1868), el clan guerrero Tokugawa reinó en Japón. El país estaba dividido en campos, dominados por señores feudales. Los samurái de cada región eran identificados por el color y los modelos de sus uniformes.

Durante el periodo Meiji (1868-1912), Japón fue fuertemente influenciado por culturas extranjeras. Y el Gobierno incitaba a su gente a adoptar los hábitos y el estilo de vestir de los occidentales. Tanto fue así que funcionarios y los militares fueron obligados por ley a usar ese tipo de ropa durante sus tareas oficiales.

Debajo de su armadura, los samurái solían llevar una prenda llamaba Ō-Yoroi (“Gran Armadura”, 大鎧). La misma estaba formada por una chaqueta o shitagi [下着], atada con un cinto - Obi [帯]-, y una hakama [袴], mezcla de pantalón y pollera usada por hombres. Con tanta ropa que demandaban los samurái, los fabricantes fueron perfeccionándose y su oficio se

Para los ciudadanos comunes, era un requisito usar kimono en ocasiones formales, decorados con el escudo de la familia para identificar sus orígenes. En ese entonces, los japoneses raramente vestían kimonos en su vida diaria, sino que los reservaban para ocasiones especiales como bodas, funerales, ceremonias u otros eventos especiales.

Los primeros Keikogis El Sumo es el deporte nacional de Japón desde épocas inmemoriales -mucho más antiguo que el Judo- y sus practicantes están casi desnudos. De hecho, según expertos, los estilos de lucha sin ropa superan 3 a 1 a los que sí usan algún tipo de indumentaria. Y Jigoro Kano los conocía con seguridad, pero aun así pensó en un uniforme para el Judo. ¿Por qué? Por un lado, porque el Judo nació del Ju-Jitsu, que era un arte marcial -no un deporte-, que como sistema de entrenamiento para la defensa en situaciones de la vida real, consideraba que el atancante debía llevar algún tipo de vestimenta y, por lo tanto, el desarrollo de sus técnicas, de proyección y de control, contemplaban el uso de prendas de vestir.

Primeras versiones del Judogi

Obviamente, en la época del antiguo Jiu-Jitsu, no existía una vestimenta específica para su práctica sino que comúnmente se usaba la ropa diaria (ver foto de Jigoro Kano a los 17 años cuando practicaba Tenjin Shinyo Ryu), pero ésta terminaba rasgándose por no ser lo suficientemente resistente a los agarres, tirones y movimientos propios de la disciplina.

Kano a los 17 anos con su traje de práctica de Tenjin Shinyo Ryu

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Primeras versiones del Judogi


“En la época del antiguo Jiu-Jitsu, no existía una vestimenta específica”. Además de ser delicada, esa ropa era cara así que optaban por quitársela y usar las prendas interiores, que eran más baratas y fáciles de lavar. Pero pronto notaron que necesitaban reforzarlas en los puntos de más tensión y fricción para darles mayor durabilidad. Aparecieron entonces los primeros Keikogi, para algunos inspirados en los kimonos. Sin embargo, el historiador de artes marciales Dave Lowry, asegura que el Keikogi fue diseñado imitando el hanten, uniforme de los bomberos japoneses del siglo 19, hecho de tela de cáñamo. El cáñamo es naturalmente cuatro veces más fuerte que el algodón

y tiene propiedades anti-microbianas, anti-bacterianas y tiene un recubrimiento UV natural. Keikogi (稽古衣), cuya traducción es traje de entrenamiento (keiko = entrenamiento; gi = ropa) es hoy el nombre de la ropa usada en artes marciales japonesas. El término Keikogi suele reemplazarse por “gi”, aunque la forma correcta es Dōgi (道衣), que significa “uniforme usado en el camino” del arte marcial que uno elija: judogi, karategi, aikidogi. Los primeros JUDOGIS consistían en una chaqueta larga (uwagi 上衣) –cuya confección no estaba estandarizada, con lo cual todas se hacían de forma diferente- sin mangas o de mangas cortas; un cinto (obi 帯) que era una faja ancha, cuya función era amarrar la chaqueta; y en las piernas un gobatake (bermuda que llegaba a los muslos). Los pantalones largos recién llegaron a Japón con los inmigrantes occidentales y de a poco se fueron incorporando al vestuario. La Hakama (袴, significa cosa para montar), una especie de pollera-pantalón, originalmente creada para proteger las piernas de los jinetes de las malezas, eran un símbolo de status, que permitía distinguir a un samurái o a un noble.

Keikogi regalado a Jigoro Kano por Ikubo Tsunet oshi, su último maestro de Kito Ryu Ju-Jitsu

“La Hakama era un símbolo de status”. Pero en el Kano Ryu Ju-Jitsu –como se conocía su disciplina al inicio- casi no se usaban, porque el espíritu detrás de la creación de un uniforme estándar era justamente borrar las diferencias de clase social. Kano quería un “Judo para todos”, en el que ricos y pobres pudieran mejorar su salud física y mental y contribuir además al desarrollo de la sociedad. Es decir que, por un lado, un estándar en materia de uniformes significaba que todos los practicantes tendrían igualdad de posibilidades y de restricciones en su movilidad, de modo que ninguno se vería limitado o sería superado por causa de su atuendo. Y, por otro lado, ésta era también la mejor manera de eliminar en el tatami cualquier distinción de clase. Kano era profesor de jóvenes de la aristocracia que lo trataban como uno más de sus mayordomos. Esa experiencia de arrogancia y altanería estimuló su deseo de borrar distinciones sociales. Además, Japón estaba entrando en la modernidad y adoptando costumbres occidentales. La abolición de la clase guerrera (bushi) fue parte de ese proceso.

Bomberos japoneses vistiendo sus Hanten

Keikogi perteneciente a Shiro Saigo, uno de los 2 primeros Shodan de Kodokan

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Sobre el color blanco El blanco ha tenido un significado especial y simbólico en la cultura japonesa durante siglos. Suele decirse que el tradicional color blanco del JUDOGI representa pureza, simplicidad y renuncia al ego. La mente y el espíritu del judoca deben ser puros y estar limpios para ser moldeados con las enseñanzas que recibe. Para los samurái, el blanco era símbolo de pureza, pero también de muerte ya que de ese color era el atuendo de funeral. Tanto es así que los samurái vestían de blanco debajo de sus armaduras para mostrar que estaban listos para una muerte gloriosa en el campo de batalla.

café- con que inicialmente se confeccionaban los primeros atuendos usados en la práctica de Jiu-Jitsu, se decoloraba con el roce y el lavado rutinario. Para otros, el blanco del JUDOGI se debe a que es el color de la bandera de Japón. Otros atribuyen el color a que el algodón sin blanquear es naturalmente blancuzco (teñirlo lo hubiera encarecido) y Jigoro Kano quería un atuendo resistente, barato y sin adornos, que no diera indicación externa de clases social. Así, en el tatami, todos comenzaban como iguales, un argumento similar al de los guardapolvos blancos en las escuelas occidentales.

Algunos relatos en cambio atribuyen la costumbre del color blanco a que la tela de lino -que es de color

“El algodón crudo es blanco. Teñir el tejido hubiera encarecido el atuendo”. Pero un aspecto importante a considerar a la hora de determinar las posibles causas de la elección de ese color es la higiene, una cualidad muy valorada en el judo. Y el color blanco deja en evidencia el respeto –o no- por ese valor (en el blanco, la suciedad se nota). Lo cierto es que Kano no dejó explicación concreta sobre el porqué de ese color. De modo que desconocemos el motivo real por el que los primeros JUDOGIS fueron blancos. Pero lo que sabemos con certeza es por qué aún hoy son blancos: los japoneses han sido siempre conservadores y tradicionalistas. El JUDOGI blanco es regla -en Kodokan no está permitido otro color de trajesimplemente para preservar la tradición.

Imagen de un campeón mundial de Ju-Jutsu

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柔 道 着

Hazlo tú mismo En paralelo a la creación de Kodokan, Jigoro Kano puso en marcha una escuela, de perfil confucionista, llamada Kano Academy por la que pasaron, hasta su cierre en 1919, unos 300 estudiantes, la mayoría internos, niños ricos de la aristocracia de la época. Allí estudiaban filosofía, ciencias políticas, economía, psicología; y practicaban caligrafía, pintura y judo. Todos los alumnos debían despertar a las 4.40am para limpiar y acomodar tanto sus cuartos como los espacios comunes de la escuela. De igual manera, cada estudiante era responsable de lavar y remendar su propio uniforme. Probablemente porque la mayor enseñanza que Kano quería transmitirles era la premisa principal de Kano Academy: “Hazlo tú mismo”.

Hiroshi Katanishi

Idéntica opinión tiene hoy el múltiple campeón japonés, Toshihiko Koga (7° Dan): "Nadie más que uno puede y debe lavar, doblar y llevar su propio JUDOGI”. Y en esta línea enfatiza: “Si un judoca no puede cuidar su JUDOGI, no es digno de usarlo tampoco". “Se debe lavar el JUDOGI regularmente, así como coser las roturas a la mayor brevedad posible…” (Kano, 1989: 33). Para cuando tenía alrededor de 60 años de edad, Jigoro Kano dejó de usar JUDOGI y simplemente vestía un haori (traje formal) y con él hacía los kata.

Toshihiko Koga

Varios relatos coinciden en que el primer Keikogi usado por Kano fue confeccionado con lino marrón por su hermana y luego repetidas veces reforzado y parchado por él mismo con una tanza de pesca para lograr mayor resistencia en las costuras. Este mítico traje, gastado y manchado, se expone aún hoy en el Museo y Biblioteca de Kodokan. Sobre el tema, el maestro Hiroshi Katanishi (8° Dan), dice: "Del modo en que uno cuida cómo se ve y se viste en la vida diaria, el mismo cuidado y atención son necesarios cuando nos ponemos un JUDOGI. Es importante estar tan impecable como sea posible… como una señal de respeto y agradecimiento hacia el compañero de práctica". Pero también porque la higiene del JUDOGI –al igual que las manos y pies limpios, así como las uñas cortasson aspectos centrales en la prevención de heridas e infecciones de la piel, mucho más en los orígenes del Judo, cuando se usaban rústicos tatamis con núcleo de paja de arroz, forrados con lona, que solían producir raspones y quemaduras al caer.

“Si un judoca no puede cuidar su JUDOGI, no es digno de usarlo tampoco", Koga.

Primer Keikogi de Jigoro Kano, expuesto en el Museo de Kodokan

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Izquierdo sobre derecho ¿Por qué la solapa izquierda del JUDOGI debe cruzarse sobre la derecha y no al revés? Ésta es una herencia de la época feudal, cuando los samurái portaban su katana (sable) del lado izquierdo. De modo que si hubieran cruzado sus kimonos al revés (derecha sobre izquierda), la empuñadura se les habría enganchado con la solapa derecha al desenvainar.

Mirando hacia el sur, el emperador veía el sol salir por su izquierda y ocultarse por su derecha. Y en esa época la salida del sol se consideraba más significativa que la puesta del mismo. Por lo tanto, se creía que la izquierda tenía más valor que la derecha. Y esto quedó arraigado en muchas expresiones culturales así como en ceremonias budistas y sintoístas.

Además, cubriendo la solapa derecha con la izquierda podían esconder un cuchillo (tanto) adentro, que luego lograban desenvainar rápidamente con su mano derecha. Pero en todo caso, ¿por qué portaban la katana del lado izquierdo? Puede haber sido porque en aquel entonces, como hoy, entre el 87 y 92% de la población es diestra. Pero existe otra razón.

Al tatami se entra con el pie izquierdo (sashin-utai), para adoptar posición de seiza uno debe arrodillarse primero con la izquierda (saza-uki) -lo cual también tiene relación directa con la ubicación de la katana-, los diplomas se recogen con la mano izquierda; y el samurái agarraba la copa con la izquierda cuando alguien de rango superior le servía sake.

Esa costumbre también puede atribuirse a la influencia sobre Japón de la antigua filosofía china, que considera que el lado izquierdo es superior y prevalece sobre el derecho. Ahora bien… ¿por qué? Todo habría nacido durante la dinastía china del periodo Asuka (592-710) y se atribuye a la ubicación donde se sentaba el emperador en el palacio.

Ésta es la manera de manifestar respeto y humildad frente a nuestro interlocutor; hacerlo al revés significaría una ofensa porque nuestra derecha corresponde a la izquierda -el lado superior- de quien tenemos en frente. Y, por último, un dato no menor: sólo el atuendo que visten los muertos debe cruzarse al revés, de derecha a izquierda.

“El lado izquierdo es superior y prevalece sobre el derecho”. El padre de los DOGIS Varios uniformes de artes marciales modernas nacieron del JUDOGI. Tal es el caso, por ejemplo, de los trajes de Aikido y de Karate Do, aunque estos suelen tener mangas más cortas, dejando a la vista las muñecas, y están hechos con tejidos más livianos, ya que no se utilizan tantos agarres como en Judo, y es necesaria la comodidad para facilitar los golpes.

Inmediatamente Kano sugirió respetuosamente a Funakoshi que usara otro atuendo para hacer su demostración. “Sucede Sensei –explicó Kano- que en Japón somos muy cuidadosos con la formalidad y su atuendo no sería bien visto por los invitados. (…) Le sugiero que use un JUDOGI, que un traje tradicional y se adaptará sus movimientos”.

Originalmente, en la isla de Okinawa, donde nació el Karate-Do, los isleños –siguiendo una costumbre china- solían practicarlo con pantalones cortos y con el torso desnudo o con una camiseta de mangas cortas. Pero en el año 1922, el maestro Gichin Funakoshi, creador del Karate, fue invitado a Tokyo por Jigoro Kano para realizar una exhibición en Kodokan.

Kano le dio a Funakoshi un traje de Judo y un cinturón negro, explicándole: “Este cinto representa la jerarquía de los danes, y como usted es un maestro de Karate-Do, debería usarlo para que los invitados entiendan cuál es su posición en este arte marcial”. Funakoshi miró el traje y se lo probó. Estaba fascinado, sonrió y le agradeció a Kano su sugerencia.

Para la ocasión estaban invitadas personalidades de la monarquía, de la política y de la alta sociedad. Había mucha expectativa porque Kano había recomendado muy especialmente la demostración de Karate-do. Antes del inicio, Kano se dirigió ansioso hacia los camarines y su sorpresa fue grande cuando encontró a Funakoshi vestido con camiseta y pantalón corto.

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La demostración de Karate-Do fue un éxito. Funakoshi volvió a Okinawa con el nuevo traje que le habían regalado y, rápidamente, los demás maestros de la isla lo adoptaron, al igual que el cinturón negro y el sistema de graduaciones del Judo. Así nació el Karategi (空手着 o 空手衣) moderno que se conoce hoy en día.

“En Japón somos muy cuidadosos con la formalidad”.


1907, nace el nuevo JUDOGI En 1906, la asociación nacional de artes marciales, llamada Butokukai, reunió a varias escuelas de Ju-Jitsu en un intento de establecer los parámetros de los Katas y fijar reglas en cuanto a los uniformes para competencias. Kano estaba a cargo de dicho encuentro y Kodokan tenía mayoría de miembros en el comité (contaba con 6 de los 20 integrantes). El 23 y 24 de marzo de 1907, en el marco de la ceremonia de apertura del nuevo dojo de Kodokan, se presentó la versión moderna del JUDOGI, que era muy parecida a la que subsiste aún hoy. Los principales cambios fueron: chaqueta más corta, con mangas más largas, que cubrían –y protegían- los codos y pantalones por debajo de las rodillas. Hasta ese entonces se usaban pantalones cortos y chaqueta larga, con mangas cortas. Codos y rodillas quedaban expuestos, lo cual sumado a la rusticidad de los tatamis, eran causantes de heridas recurrentes. Alargando mangas y pantalones, se redujeron esos raspones. Y además, tori podía sujetar mejor a uke al arrojarlo y así disminuir el impacto de la caída.

Randori en Kodokan en el año 1913.

“El nuevo JUDOGI facilitaba el control del cuerpo del adversario”.

La premisa de Kano fue crear un traje simple pero resistente, que emulara el tradicional kimono japonés. El algodón fue el tejido elegido por ser barato y resistente a los tirones. Además, el traje debía ser holgado para permitir libertad de movimientos. Se reforzaron las costuras y usaron parches en las rodillas para una mayor durabilidad del pantalón. Desde el punto de vista técnico, estos cambios dieron lugar a un judo más dinámico, con mayor variedad de proyecciones –Kano quería privilegiar el nage-waza-, ya que el nuevo JUDOGI facilitaba el control del cuerpo del adversario. Y las mangas más largas permitían generar mejores desequilibrios y poder así aplicar más técnicas de mano y de pie. Es el JUDOGI –el poder controlar manga y solapa- el que permite al luchador mantenerse erguido, sin necesidad de bajar su centro permanentemente para evitar ser arrojado e intentar arrojar, como sucede con otros estilos de lucha sin ropa, en los que son más comunes los agarres de piernas, los lances de cadera y algunos pocos con los brazos. El JUDOGI y las variadas posibilidades de agarre que ofrece amplían el espectro de técnicas que es posible usar. Según expertos, el traje da lugar a una mecánica más favorable para los arrojes. Sin duda alguna, fueron las técnicas elegidas – lances, inmovilizaciones, estrangulaciones y palancas- las que definieron las prioridades en el desarrollo del traje.

Jigoro Kano vistiendo la versión moderna de Judogi

Jigoro Kano, vestido con un Haori, durante un a clase de la división femenina de Kodokan

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El rol de la IJF Desde su fundación en julio de 1951, es la Federación Internacional de Judo (IFJ) la que determina las medidas, el gramaje y las demás características que debe cumplimentar un JUDOGI que será usado en competencias internacionales. Las primeras especificaciones de la IFJ al respecto, a mitad del siglo pasado, eran bastante menos precisas que las actuales: a) La chaqueta debía ser lo suficientemente larga como para cubrir los muslos y estar amarrada con un cinto en la cintura. b) Las mangas tenían que ser holgadas (con una distancia mínima de 3cm en todo el diámetro del antebrazo) y debían cubrir más de la mitad del antebrazo. c) Los pantalones serían holgados (con una distancia mínima de 3cm en todo el diámetro de la pantorrilla) y debían cubrir más de la mitad de las piernas. d) El cinto debía ser atado con un nudo completo, lo suficientemente apretado como para impedir que la chaqueta se soltara, y debía tener un largo tal que, dando dos vueltas a la cintura, dejara después del nudo dos puntas libres de al menos 15cm de largo. En 1967, en un congreso de la IFJ, en Salt Lake City, Estados Unidos, se fijó que las aberturas de las

mangas de la chaqueta debían tener un mínimo de 3 y un máximo de 5cm en todo el diámetro de los antebrazos. Y las aberturas de los pantalones también pasaron a tener una distancia mínima de 5 y una máxima de 8cm entre la botamanga y la pantorrilla. Con respecto al cinto, en 1975, en otro congreso de la IJF, esta vez realizado en Viena, Austria, se acordó que las puntas libres después del nudo debían tener un mínimo de 20 y un máximo de 30cm cada una. A lo largo de la todavía corta historia de esta disciplina, el JUDOGI ha sufrido una gran variedad de modificaciones, en cuanto a su composición y sus medidas. En la actualidad, el artículo 3 del reglamento de la IJF especifica las características que deben tener los trajes que visten los judocas en competencias oficiales. Desde finales de los años noventa, algunos fabricantes duplicaron el grosor de la costura que unía en la espalda las dos mitades de la chaqueta, lo cual dificultaba el agarre a tal punto que en 2005, la IJF fijo en 3cm el ancho máximo de esa costura. El activo rol de la IJF en materia de regulación de JUDOGIS deja de manifiesto la enorme incidencia del traje en las técnicas que los judocas pueden o no aplicar y, por lo tanto, en eventuales ventajas deportivas que podrían obtener a partir de éste.

“Enorme incidencia del traje en las técnicas”. Tanto es así que en una competencia internacional, antes de entrar al tatami el judoca debe pasar por el control de JUDOGI donde un árbitro, con la ayuda de un Sokuteiki confirmará que el traje respete las medidas reglamentarias. En caso negativo, el judoca se verá obligado a cambiarlo (en algunos casos el mismo torneo le prestará el traje de reemplazo). Desde enero de 2011, los trajes usados en competencias internacionales deben contar con la homologación (aprobación) de la IFJ. Actualmente, las marcas que producen JUDOGIS homologados son once: Green Hill, Noris, Adidas, Hiku, Danrho, Essimo, Fighting Film, Kappa, Kusakura, Matsuru y Mizuno (tres son asiáticas y el resto europeas). Según empresarios consultados, inicialmente, el costo de la homologación para una empresa fabricante de JUDOGIS era de 50 mil dólares. Actualmente ese fee habría subido a 200 mil dólares. Además la marca está obligada a comprarle a la IJF las etiquetas con el sello rojo que corrobora la homologación para cada uno de los trajes que fabrica y vende.

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En su primera versión, los JUDOGIS homologados tenían un sello azul y un gramaje de 930 gramos por m2 de tejido. En 2015, cambió la homologación – por un sello rojo- y redujeron el gramaje a 750 gramos por m2 para que el traje fuera más liviano, así como el ancho de la solapa (de 4 a 3 costuras) con la intención de facilitar el kumikata (agarre).


Cómo nació el JUDOGI azul En 1986, durante una reunión de la Federación Internacional de Judo (IJF), el multicampeón holandés Anton Geesink fue el primero en animarse a sugerir el uso de un JUDOGI azul en las competencias. Hasta ese entonces no existía un estándar internacional que permitiese diferenciar a un competidor del otro durante una lucha. En Japón, un judoca usaba una cinta roja -quizás por el color de la bandera de Japón- sobre su propio cinturón, pero ambos vestían traje blanco, “lo que dificultaba a jueces y público distinguir a los competidores”. Ante esto, Geesink pensó que un JUDOGI azul facilitaría la tarea de los árbitros y permitiría al público lego seguir el deporte por televisión. Japón fue el principal opositor a esta idea. Incluso, según relata el maestro Vicente Nogueroles, “a fines de los 90, cuando todavía se debatía el tema, Japón propuso, de la mano de Mizuno, el uso de pantalones blancos con franjas azules, para un judoca, y rojas para el otro, complementados con cintos de los mismos colores. Pero esa idea no prosperó”. “Mientras tanto –agrega Nogueroles- el entonces presidente de la Federación Internacional de Judo (IJF), el coreano Park Yong-Sung, repartía gratis por mundo los JUDOGIS azules para instalar su uso”. Hasta que finalmente, en 1997, tras varios años de debate, se aprobó, pero con la condición de que sólo serían requeridos en competencias oficiales de la IFJ.

Bundesliga

Pantalón con raya azul que fabricó Mizuno

“Geesink fue el primero en animarse a sugerir el uso de un JUDOGI azul”. Aún hoy, algunos maestros no aceptan el uso de JUDOGIS azules fuera del ámbito de competencias y, sobre todo para los exámenes, se exige a los practicantes vestir el tradicional traje blanco. Sin embargo, otros senseis un tanto menos tradicionales permiten a sus alumnos vestir JUDOGIS no sólo azules, sino de cualquier color. En Estados Unidos, las competencias de la International Freestyle Judo Alliance (IFJA) fueron pioneras en el uso de JUDOGIS de colores (sólo el rojo está prohibido porque puede ocultar sangre). Al respecto, el reglamento de Freestyle Judo dice: “Si un JUDOGI era legal y estaba aprobado para torneos en los años 70 u 80, también está aprobado hoy”. Pero en la actualidad, es la Bundesliga – la liga alemana de Judo por equipos- la que ha institucionalizado los trajes de colores: todos los integrantes de un equipo visten el mismo color de JUDOGI. En Argentina, en el año 2009, se realizó la Liga Nacional de Clubes, en la se destacó el equipo de Boca Juniors vistiendo chaqueta azul, pantalón y cinto amarillos. Boca Juniors

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La ventaja azul

¿Y por qué no?

Durante los Juegos Olímpicos de 2004, los judocas que usaron más seguido el JUDOGI azul obtuvieron mejores resultados que los que vistieron trajes blancos. Esta tendencia, independientemente de lo parejos que fueran los contendientes en materia de habilidades, tamaño y fuerza, creó la percepción de que usar JUGODI azul daba algún tipo de ventaja.

Recientemente se generó en las redes sociales un interesante debate en torno al uso de JUDOGIS de otros colores que no sean el blanco y el azul. Ese torbellino de opiniones contrapuestas dejó en evidencia que, al menos en el ámbito local, los tradicionalistas son mayoría: el JUDOGI blanco es sin duda el preferido por “casi todos”. Los argumentos en favor del JUDOGI blanco, pero sobre todo en contra de la potencial llegada a los dojos de trajes de otros colores, giran en torno al “respeto por la tradición”. Algunas frases que evidencian la resistencia al cambio fueron: “No se deben olvidar las bases del judo; el blanco es pureza; otros colores serían una falta de respeto a la disciplina”.

Ante este fenómeno, biólogos evolutivos de Escocia y Holanda buscaron una conexión causal entre el color de los trajes y el desempeño de los competidores, especulando que quizás el color más oscuro intimidaba de forma subconsciente al otro judoca, o bien hacía que los movimientos del judoca con traje azul fueran más difíciles de ver y anticipar.

Sin embargo, para otros el “verdadero espíritu” del judo, está dentro y no afuera del JUDOGI. Al respecto, la reflexión del sensei Julio Diana, es elocuente: “Los símbolos -que son una mera convención- son importantes en tanto existan los valores que estos representan. Si el blanco significa pureza, lo importante no es el blanco sino la pureza”.

Pero no lograron confirmar ningún efecto psicológico o visual inherente al color del traje.

La tradición, la tradición... (...) la tradición japonesa diferenciaba la categoría de los danes femeninos con respecto a la de los hombres por medio de una franja blanca a lo largo del cinturón... En 1999, en una reunión de la Comisión de Arbitraje de la FIJ (...) se decidió averiguar el porqué de esa diferencia -que se consideraba obsoleta y caduca-. Por lo tanto, se solicitó al director de árbitros de Asia, Takao Kawaguchi, de Japón, que diera una explicación clara al respecto o bien que averiguara las razones detrás de esa diferencia. A la siguiente reunión, el Sr. Kawaguchi volvió con una respuesta -carente de detalles-: es así POR TRADICIÓN. Desde aquel entonces, dejó de ser obligatoria esa distinción entre los danes masculinos y femeninos. Sin embargo, aún hoy muchas mujeres eligen, por voluntad propia, seguir usando su cinto negro con una raya blanca.

En el centro de la imagen Keiko Fukuda, la última discipula directa de Jigoro Kano. Falleció en 2013.

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KuSakura, casi 100 años fabricando JUDOGIS KuSakura (九櫻 en japonés) se compone del kanji 九, que simboliza el número 9, y 櫻, que hace referencia a la flor del cerezo, de modo que significa "las nueve flores del cerezo”. El nombre y el logo provienen de Kamon – una armería- de un famoso jefe militar japonés de la era Nanboku-cho (siglo 14) que dominaba la región de origen del fundador de la compañía textil Hayakawa Textile Industries Co., Ltd., propietaria de la marca KuSakura. Aunque hay registros de que en 1907 –el año en que salió a la luz el JUDOGI moderno- una empresa de Kyoto, llamada Tani Judo Gi Factory, comenzó a fabricarlos para responder a la creciente demanda, KuSakura asegura ser la creadora del JUDOGI actual. La historia habría comenzado en 1918, cuando el artesano M. Hayakawa Juichi se instala de la región de Osaka, con su fábrica de bayonetas (jukendo). Tras años de un declive pronunciado en el número de artistas marciales a partir del comienzo de la era Meiji, que marcó el inicio de la revolución industrial, el número de practicantes de Judo comenzó a crecer y el deporte se hizo popular. Con su experiencia en Sashiko (tela grano de arroz), Mr. Hayakawa se enfocó en la fabricación de JUDOGIS. Durante la ocupación de Japón, por parte de Estados Unidos, tras la segunda Guerra Mundial, las artes marciales fueron prohibidas y luego de levantarse esa prohibición el Judo, que había sido desarrollado como un método de educación, fue muy difundido por el

Gobierno, con lo cual se incrementó de forma significativa la cantidad de practicantes, hasta convertirlo en el segundo arte marcial de Japón, después del Kendo. Para finales de la segunda Guerra Mundial, el JUDOGI era todavía hecho a mano, ya que no había una máquina que pudiera coser el Sashiko de dos capas (two layer) (el famoso “futae Sashiko” usado aún hoy). Dado el crecimiento del Judo en el mundo, principalmente a raíz de su presentación en los Juegos Olímpicos de Tokyo en 1964, se tornó imperativo incrementar drásticamente la producción. A comienzos de los años 70, KuSakura se unió a fabricantes de maquinaria pesada para desarrollar las primeras máquinas capaces de producir esta tela, creando el JUDOGI tal como hoy se conoce. Con el tiempo, esta compañía participó en la evolución del JUDOGI, inicialmente en colaboración con Kodokan y la Federación de Judo de Japón, y más recientemente con la Federación Internacional de Judo (IJF). KuSakura también revolucionó el tejido "Hishisashi" (diamante) usado en la parte inferior de la chaqueta al cambiar el proceso de costura para incluir el patrón de diamantes en la estructura de la tela, haciéndola mucho más resistente. Y recién en 2011, KuSakura se convierte en una marca homologada por la Federación Internacional de Judo (IJF). Según datos de esta compañía, actualmente posee 60% del mercado de JUDOGIS en Japón.

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La flor del cerezo Las flores del cerezo (sakura) –emblema del espíritu samurái- son delicadas y suelen caer muy pronto a causa del viento. No hay tiempo para verlas marchitar, caen en su plenitud. Esa era la máxima aspiración del samurái, morir en batalla, en su máximo esplendor, y no marchitarse envejeciendo. Los samurái permanecían horas contemplando dichas flores. Existen dos variedades de sakura, una en blanca y otra de tono rosa pálido. Pero una leyenda japonesa dice que no siempre fue así. Antes, las flores del cerezo eran sólo blancas. Ocurrió, durante la era Meiji, que la guerra se cobró la vida de muchos samurái. Y como consecuencia, las mujeres casadas con esos guerreros se quedaban solas.

Mizuno entra en escena La marca deportiva Mizuno, también de origen japonés, comenzó a fabricar JUDOGIS en 1964, el mismo año en que Tokyo fue sede de los Juegos Olímpicos y el judo hizo su presentación como deporte de exhibición. Recién se incorporó definitivamente en 1972.

En ese entonces, se estableció una ley que le prohibía a la mujer casada con un samurái, que estaba en batalla, que se viera con otro hombre que no fuera de su familia. La misma ley determinaba además que cualquier mujer sería libre de casarse, o juntarse con amigos, si ella lograba probar que su esposo había muerto en combate. Curiosamente, en los registros nunca se encontró mujer alguna que haya sido ejecutada por dicha ley. Sin embargo, sí se encontraron tantas mujeres muertas como samuráis caídos en batalla. La leyenda dice que ellas se suicidaban, en nombre de su esposo, frente a un árbol de cerezo, que absorbía su sangre, para luego comenzar a dar flores con tinte rosado.

Avances tecnológicos Tradicionalmente los JUDOGIS fueron siempre fabricados de algodón al 100%. Sin embargo, últimamente, la tendencia es mezclar ese material con polyester para lograr un tejido más liviano, pero a la vez más fuerte y durable. Además, se han desarrollado también recientemente tratamientos antibacterianos y antiencogimiento de las telas. La marca japonesa Mizuno presentó hace un par de años su modelo Yawara (significa “suave, flexible”), el primer “JUDOGI 3D” con corte de Función Dinámica, lo que significa que el calce del traje se ajusta al cuerpo mientras el judoca se mueve, lo cual disminuye el estrés sobre el tejido y elimina cualquier tipo de restricción en el movimiento.

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El cinto y las graduaciones Antes de la creación del Judo, no existía un sistema de graduaciones en artes marciales. La forma de reconocer los avances de un alumno era la presentación de un diploma o pergamino emitido por la escuela en la que éste practicaba. De hecho, en los comienzos de Kodokan, Kano seguía la misma tradición. Y el cinto sólo servía para amarrar la chaqueta. Pero cuando el número de alumnos de Kodokan comenzó a crecer, Kano vio la necesidad de separar a los más antiguos y experimentados de los que recién empezaban a practicar. Así, en 1883, dividió a sus alumnos en iniciados (mudansha) y graduados (yudansha). Los primeros graduados de shodan por Kano fueron Shiro Saigo y Tsunejiro Tomita. Kano adaptó al Judo el sistema Dankyuisei, creado originalmente como estándar de la graduación del GO, un tradicional juego de mesa japonés, creado en el siglo 17 por Honinbo Dosaku. El mismo sistema fue adoptado por otras artes marciales. Dan (段) significa paso, escalón o grado, y se refiere a la categoría profesional o de maestro. Pero recién en 1886 se implementó en Kodokan el uso de unas fajas de color negro para distinguir a los más avanzados de los iniciados, que ya usaban una blanca. En esa época, también en la natación diferenciaban a los más avezados del mismo modo. Pero Kano habría tomado la idea del ikebana (arreglos florales), cuyos maestros usaban una faja negra.

El cinto representa el carácter, la experiencia y los conocimientos y el nudo simboliza la fe, el respeto y el compromiso por la disciplina. Por eso no es correcto soltarse el cinto frente a un maestro. De hecho, el cinturón no debe soltarse en ningún momento durante la práctica ni en un combate. Al respecto, el maestro Tadao Inogai remarca que: “La manera correcta de realizar este nudo es a menudo ignorada, incluso por judocas de alto grado, mostrando poco aprecio por el arte. Un nudo correcto no se ha de soltar jamás, ni siquiera en plena acción". El primero en usar cintos de varios colores para los kyu fue Gunji Koizumi (1885-1965), pionero del Judo en Inglaterra. Este sistema se codificó e instituyó en 1927 en la Budokwai de Londres. Pero fue Mikonosuke Kawaishi (1899-1969), difusor del Judo en Francia, quien lo popularizó a partir de 1935 para indicar el progreso de los alumnos en Occidente. En 1931, Kano determinó que los danes, del sexto al noveno, usarían un kohaku obi (cinto blanco y rojo) y del décimo al décimo segundo usarían un cinto completamente rojo. Todos los demás maestros, por encima de esa graduación, debían usar un cinto blanco, pero del doble de ancho, para diferenciarlo del cinto blanco de los que recién se inician.

“En 1886 se implementó el uso de cinturones como símbolo de la graduación”. El Ikebana – también conocido como Kado- es un arte ancestral nacido en el siglo 6 en los templos budistas de Japón como una ofrenda religiosa y luego ganó popularidad entre la aristocracia y la clase samurai. De hecho, antes de ir a una batalla, los samuráis realizaban Ikebana y también la ceremonia del té (Chado) para purificar el corazón y el alma. Tiempo después, Kano decidió que los novatos usarían la faja blanca de sexto a cuarto kyu y luego una marrón, de tercer a primer kyu, si eran adultos (violeta para los niños). Suele decirse que el cinturón blanco se va manchando y oscureciendo con los años de práctica y la experiencia. Por eso el cinturón, a diferencia del JUDOGI, no debe lavarse. Los primeros cintos eran duros y anchos, hechos de seda (kaku-obi) y recién en 1907 fueron substituidos por los cinturones más angostos, hechos de algodón.

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Este sería el texto original en Japonés escrito por Kano:

"十段以上を紅帯とし、その以外は白帯とする帯は修行の段階 に依って色を異にし、初段より五段ま で を黒帯、六段より九 段までを 紅白のだんだら、十段以上を赤帯とし、その以外は 白帯 とする" En el manual Kodokan Judo, escrito por Jigoro Kano, queda bien claro que “no hay límites… en la graduación que un practicante puede recibir”. Pero tras la muerte de Kano, el sistema de 12 danes fue revisado y como el creador del Judo sólo había otorgado graduaciones hasta el décimo dan, se decidió que ese grado pasaría a ser el más alto. Entonces, se modificó el sistema para que los noveno y décimo dan usaran cinto rojo y el kohaku obi (cinto blanco y rojo) quedaba para los danes del sexto al octavo.

El porqué de esos colores En la tradición japonesa, el blanco está asociado a una nueva vida, al inicio, al nacimiento y por lo tanto a la femineidad. Ésta es la causa por la cual tradicionalmente las mujeres de Kodokan usaban una banda blanca en su joshi obi (ése es el motivo que Takao Kawaguchi no habría logrado encontrar cuando las IJF le preguntó al respecto en 1999). Pero el blanco también es el color del funeral –Ososhiki- de modo que está asociado no solo al inicio de la vida, sino al final de ésta. El color rojo en cambio significa felicidad, el sol y la completud. El cinto rojo simboliza que uno está completo en la maestría del arte. Por eso, el kohaku obi muestra que se está comenzando el proceso de lograr esa completud. Por su parte, el negro es la ausencia de color y simboliza el vacío, la no presencia de individualismo y la apertura mental y física para absorber conocimiento e iniciar un nuevo capítulo en la vida. El traje de boda tradicional japonés es negro para el novio. El negro es considerado único y no debe ser combinado con otros colores, excepto con el blanco.

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Vestir al Judo Sin duda alguna, un Judo sin JUDOGI sería mucho más limitado técnicamente y perdería gran parte de su identidad, asemejándose a otros estilos de lucha cuerpo a cuerpo en los que la indumentaria cumple el mero fin de vestir a los contendientes y tiene poca o nula implicancia en el desarrollo de los combates y en la evolución técnica de la disciplina. Pero más allá del aspecto técnico, Jigoro Kano vistió con el mismo atuendo a todos los practicantes de su arte “por razones de dignidad y de seguridad”, según consta en archivos guardados en Kodokan. El Judo fue el camino que Kano eligió para mostrar su país al mundo y preservar lo mejor de su tradición en pleno proceso de occidentalización de Japón. La ruda disciplina marcial del Ju-Jutsu, desmembrada en tantas escuelas como maestros había, era, ante los ojos de la acechante modernidad, una práctica bárbara propia de los samurái. Y, sin la oportuna intervención de Kano, es probable que hubiera desaparecido. Pero Kano la estudió como ninguno, la estructuró, la rebautizó y la vistió para rescatarla. Vestir al Judo con un uniforme, como el que por entonces ya tenía la mayoría de los deportes de Occidente, y proteger con reglas a sus practicantes fueron ejes centrales en ese rescate. Pero, como si fuera poco, Kano también hizo de ese simple atuendo un símbolo para promover valores como la seguridad, la dignidad, la higiene y la igualdad social. A cambio de tamaño legado, a nosotros, los judocas, nos pidió en verdad muy poco: “Mantenerlo limpio y sano. Vestirlo con orgullo”. Jigoro Kano vistiendo la versión moderna de Judogi

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Bibliografía Libros - Aspectos normativos del judo: análisis del reglamento (Adams, 1992). - Manual del Árbitro de Judo de la IJF, editado en español por la UPJ, 1998. - El Significado del Uniforme Azul de Judo, Rob Callahan, 10 agosto, 2015. - The Way of Judo, John Stevens. - Herencia de las Artes Marciales – Manual de Estudiantes. - Yoshiaki Todo (Tsukuba University) La Historia del Randori, 1994, Copyright, Kodokan. - Judo Kodokan, Kano Jigoro, 11ª Edición. - El Dojo y sus Significados, LOWRY, Dave, 1ª Edición. - Introducción al Judo (Miguel Villamón, Ed. Hispano Europea). - Cuaderno Técnico-Didáctico Judo - MEC – 1982 - La Esencia del Judo, Shu Taira, Volumen 1, Editorial Satori. - JUDO, Arte & Técnica, Vicente Nogueroles (8vo DAN). Webs www.ojudoca.com.br www.fightingarts.com www.culturajaponesa.blogspot.com.ar www.usjf.com www.judogui.com.br www.judoforum.com www.judoinfo.com www.martialartsguy.com www.zenyarte.blogspot.com.ar www.goltzjudo.com www.kodokangear.wordpress.com www.wikipedia.org

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