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¡Por fin llegaron los extraterrestres!
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UNCA SE HABLA. SENTIDO ta:1 chasqueado en su vida. Después de muchos años de estudiar la Biblia, llevar a cabo reuniones y convencer a millares de personas que el 22 de oc1ubre de 1844 era la fecha cuando Jesús volvería a este mundo, William Miller -ya hemos dicho que «Guillermo» para nosotros- apenas podía creer que lo único que contemplaba era un cielo vacío. Algunos esperaron hasta la medianoche del 22 de octubre, pero nada sucedió y sus corazones fueron que bra:1tados. Un hombre llamado Henry Emmor,s, uno de los que esperaban ver el regresD de Jesús, recordaba su experiencia diciendo: «Nuestro amado Jesús no nno. Lo estuve esperando desde la madrugada del miércoles, y me sentía mejor que nunca; pero después del mecliodía, comencé a sentir que me desmayaba. Antes de que oscureciera sentí IR necesidad de que alguien me ayudara a ponerme de pie en mi cuarto, pues las fuerzas me fueron abandonando con rapidez y me quedé postrado durante dos días deprimido por el chasco».' 196
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Hem1 Emmons no fue el único que se sintió a::irumado cuando Jesús no regresó. Hablando de la experiencia común de los que esperaban que Jesús regresara en esa fecha, Hiram Edson esc1ibió: « N c:estras más profundas esperanzas y expectativas quedaron destrozadas, y una angus:rn que jamás habíamos experimentado se apoderó de nosotros. Nos parecía que la pérdida de todos los amigos terrenales no se comparaba con lo que sentíamos. Lloramos sin cesar hasta el amanecer».' Para los que esperaban el regreso c:e Jesús la situación era sencillamente desoladora. Aunque desde entonces la mayoría de la gente dejó de fijar fechas para la segunda venida de Jesús, algunos siguieron tratando de hacerlo, solo para recibir 1nás chascos.
Gracias a Dios que a pesar de la decepción, muchos se volvieron a reunir para seguir estudiando y esperando el regreso de Jesús. Algunos cie ellos formaron la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuyo nombre (adventista) indica que la gente espera el segundo advenimiento (segunda venida) de Jesús Todavía hoy, más de ciento sesenta años después de ese chasco, seguimos esperando que Jesús regrese.
Nuestra gran esperanza Aunque Jesús todavía no ha aparecido en las nubes de los cielos, seguimos aferrados de esa · maravillosa promesa bíblica que dice:
«No se angustien ustedes. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si fuera así, yo no fes hubiera dicho que voya preparar/es un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar» (Juan 14: 1-3). Sin embargo, la genLe ya está con1.enzando a cansarse
de oír decir que Jesús volverá. También algunos clistianos ya comenzaron a cansarse de esperar el regreso de Jesús.
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Hace poco, r1avegando por Internet encontré varios sitios que están tratando de convencer a la gente de que Jesús ya no volverá a este mundo. En un lugar hasta decía que podían comprobar su teoría con la Biblia. También he visto cómo la gente reacciona ante las presentaciones <le algunos predicadores que hablan de la segunda venida de Jesús. Cuando ellos dicen con entusiasmo que Jesús viene pronto, se escuchan declaraciones llenas de desánimo)' sarcasmo como: «Sí, claro que sí, estoy oyendo el mismo cuento desde que era niño, y mis abuelos también lo escuchaban. ¡Quién sabe cuándo vendrá! ... » Esa no es una reacción muy positiva que diga1nos. Entonces, ¿qué debemos hacer> Si bien es cieno que la historia y la arqueología nos dan evidencia que los acontecimientos bíblicos, como el diluvio, realmente sucedieron y que los personajes bíblicos como Daniel, Pablo y Jesús existieron, no tenemos registro histórico de la segunda venida de Jesús, porque no ha ocurrido. Es uno de los sucesos bíblicos que forman parte del futuro.
¿Cansados de esperar? Esto me recuerda cuando tenía que esperar que me pasaran a buscar a la escuela después de las clases para llevarme a casa. Después de un largo día de lectura, escritura y matemáticas, a las tres de la Larde lo que m.ás deseaba era llegar a casa. Si a esa hora me hubiesen ofrecido quiniemos dólares por quedarme en la escuela, los hubiera rechazado con tal de ir a casa. 198
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Quizás me motivaba el gran deseo de salir de aquella detestable institución de aprendizaje. A esa hora, amontonaba todos mis libros en la mochila, me ponia el abrigo y corría a la sala de la escuela. donde los otros desesperados también aguardaban que los recogieran y los sacaran lo antes posible de sus prisiones educativas. Algunos días, el vehículo que me recogía llegaba a tiempo sin hacerme esperar. Al salir de la escuela sentía como si hubiese estado esperando toda una eternidad, y cuando pasaba frente a mis desafortunados compañeros que tenían que seguir esperando, los saludaba con sarcasmo desde el vehículo que me transportaba a mi casa y hacia las golosinas de media tarde que me esperaban. Sin embargo, no siempre era tan afortunado. Recuerdo que muchas veces me tocó esperar media hora y mucho más hasta que me recogieran. Aquello era horrible. Después de unos veinte minutos, los maestros comenzaban a ofrecer toda clase de tareas para «entretenernos», como por ejemplo sacudir almohadillas, aspirar pisos y otras clases de trabajos manuales que ellos no querían hacer a pesar de que les pagaban para eso.
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Esas esperas ero.n lo más cercar10 a la eternidad que jarr,ás hay& experioentado. Clavaba la vista en :a ouerta de vidrio :-niTando hacia el camino vacío, con la espe:anza de ver aparecer un autorr1ó'\'il, -.1na motocicleta o, iPOT favor, hasta una bicicleta 1 Lo úriico que queria era ir a casa. Por fin, después de una homble hora de espera aparecía mi vehículo y. al igual que rc,is conpa::\eros que viajaban conmigo, rehusaba co::1.testa:: es:.a pregunta r.1tinarta que nos hacia el condactor del 1,rehfculo: ~¿Cómo pasaron el d'.a, muchachos? La gente ha esrndo es:ierando dos mil af~os para q·-ie Jesús vuelv·a. Para los seres hc:=nos eso es mucho tiempo. Con razón están cansados de es:)erar. eso no significa que jesús hs.ya dejado colgando su prcmesa, sin ninguna evidencia o indicacióD de tener plan~s de cumpliría Poc el contrano, tenemos pruebas de que es,á en el proceso de cumplir esa promesa. Ante todo, para los que perdieron la esperanza y dicen que no habrá una segunda venida, la Biblia asegura que:
«Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla preguntará: "¿ Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado". [. ..] Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años, como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunas suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios" (2 Pedro 3: 3, 4, 9).
Señales de la segunda venida Es curioso, pero el iecho de que la gen~e se esté cansando de esperar, es una se:c:al qi.:e Cristo vie:1e pronto, a pesar que el Se:'\or dice estar es:ierando que rri~:is personas tengan ~a oportunidad de salvarse.
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Precisamente, cuando los discípulos de Jesús le preguntaron acerca del fin del tiempo, les dijo que aunque no podrían saber la fecha exacta, podrían reconocer las señales. Así como las hojas cuando cambiar,._ de color nos avisan que el invierno se acere-a, en el Inundo sucederán cosas q1.:e nos dartn indicios de la proximidad de la segunda vemda. Jesús s'guió diciendo:
«Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras [...]. Se levantará nación contra nación, y reino contra reíno. Habrá hambres y terremotos por todas partes. í...J Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará. Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo» (Mateo 24: 6, 7, 12, 13 NVI). ¿Están sucediendo estas cosas? Estoy seguro o.ue no necesitamos verl~s, basta con solo revisar unas pocas estadísticas para damos cuenta de lo que está pasando en el rr.undo.
La primera señal es oue oiremos de guerras y rumores de guerrs.s. P.. cabo de leer el periódico y lo primero que resaltó a mi vista fue un c..rt.ículc titulado: «El presidente de Irán dice que los días de Israel están contados:,.,, Ese artículo decí2 que el presidente de Irán pensaba terminar con toda la nación judía Y ese es so~o uno de muchos ar:.íc'J.los se:11ejan::es. Hice una investigación poc el lnterr.et :1sando 12 palabra guerra como clave, y cb,-,we más cie 3.300 resultados, ¡en un solo dia! Estoy seguro qt1e al leer esto, no importa cua"'.',do sea, podrás sacar del kternet tantas guerras y rumores de guerra como yo.
Las guerras son señales de la venida de Cristo, y hay por todas partes. •
La segunda se11al que Mateo 2. 4 menciona tiene que ver cori el hz_rr:Ore. Se caléuJi · · cu e solamente en el siglo XX, setent2. mílio- · .
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nes de personas murieron como resultado del hambre. A la entrada del siglo XXI, muchos lugares del mundo todavía estaban sufriendo de hambruna. ·- Una de las estadísticas más escalofriantes de hoy · . es que seis millones de n:íños de menos de cinco años de edad, mueren cada año de hambre. Y todavía no hemos mencionado los terremotos. • La tercera sefi.al son los terremotos. Según estudios realizados en el año 2000, hubo 22.256 terremotos ese año, dejando un saldo de 231 muertos. Cuatro años más tarde hubo 31.194 terremows y aproximadamente 284.000 muertos. Ese fue un aumento increíble. Una de las razones fue que el planeta sufrió el segundo de los peores terremotos que se hayan registrado en la historia. Con la fuerza de 23.000 bombas atómicas, este terremoto, causó la muerte de más de doscientas rn:íl personas, con pérdidas de siete mil quinientos millones de dólares.
· La tierra parece estar alistándose para la segunda venida de Cristo. Por último, el texto habla de la maldad y el enfriamiento del amor de la gente. Dejaré que tú, lector, des tu opinión al respecto: ¿Dónde has visto que el amor de la gente se haya enfriado? ¿En qué forma piensas que la maldad ha aumentado? !-!asta te desafío a que mires dentro de tu iglesia. ¿Ves cristianos que sean más o menos amigables y cariñosos? ¡Piensas que los cristianos están menos o más interesados en cumplir la ley tanto de Dios como de los hombres?
Aprendamos de la historia de Noé Finalmente, algo más que nos da ánimo mientras esperamos a Jesús, es el repaso de la historia del pueblo de Dios en la Biblia. Un acontecimiento que me recuerda la espera de la segunda venida es la historia de Noé. Noé era un hombre que ,ivia en un mundo lleno pecado como el de ahora. La Biblia dice que las maquinaciones de la gente eran malvadas. De modo que Dios decidió deshacer la creación con el diluvio que lo destruyó todo, incluso los seres humanos. Menos a Noé. 202
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Noé halló gracia ante los ojos de Dios, y co¡:no resultado, el Señor decidió rescatarlo mediante la construcción de un enorme barco que lo protegería a él y su familia del diluvio. En cierta forma era como esperar la segunda ,_;enida de Cristo. "loé estaba esperando que Dios enviara la lluvia para destruir la maldad y salvarlo a él y a su familia. La construcción duró ciento veinte años, lo mismo que la predicación a sus malvados contemporáneos, hasta que por fin el Señor dijera que era tiempo de entrar al barco. Ciento veinte años de preparación, es fácil pensar que tal vez Noé haya comenzado a dudar si Dios realmente cumpliría lo que había prometido. Día tras día, año tras año, década tras década, Noé esperaba mirando al cielo, y por fin llegó el tiempo.
«Después el Señor le difo a Noé: "Entre toda la gente de este tiempo, solo tú vives de acuerdo con mi voluntad. Por Jo tanto, entra en la barca funto con tu familia. [...] Porque dentro de siete días haré que llueva durante cuarenta días y cuarenta noches. ¡Voy a borrar de la tierra todo Jo que vive, y que yo he creado!" Y Noé hizo todo tal como el Señor se lo había ordenado. [. .. ] A los siete días, el diluvio comenzó a inundar la tierra" (Génesis 7: 1, 4, 5, 1O). N otemos_aquí dos lecciones: •
Primera, después que Noé y su familia entraron al arca, ¡tuvieron que seguir esperando' ¿Puedes imaginar esperar encerrado en ese barco durante una semana sin escuchar un solo trueno ni sentir una gota de agua que cayera sobre el arca7 ¿Qué crees que debe haber pensado Noé? ¿Se tratarla de una broma? Esta es una lección de paciencia y confianza en
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Dios hasta las últimas consecuencias, algo que el Señor nos desafía a hacer.
«Ustedes también tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor» (Santiago 5: 8). segunda lección que aprendemos del pasado es que Dios cumple lo que promete. El diluvio vino, y Noé y su·familia flotaron hacia una nueva vida lejos de la maldad que habían estado experimentando. El profeta lsaías nos dice que la Palabra de Dios no volverá a él vacía (lee lsaías 55: 10). Podemos leerlo en la Biblia y dar testimonio de ello con las experiencias personales que hemos tenido con Dios y la forma como él nos ha manifestado su fidelidad, lo cual nos confirma que volverá otra vez a llevarnos al hogar.
La
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Como el diluvio, la segunda venida de Jesús será: literal, visible, mundial. Sobre esto el apóstol Pablo escribió:
«Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero; después, los que estemos vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre» (1 Tesalonicenses 4: 16, 17). 204
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Cuando Jesús invada el mundo por segunda vez, será el espectáculo más audible, esplendoroso y grandioso que jamás se haya visto. Y no será en secreto; todos lo veTemos. « ¡Cristo viene en las nubes! Todos lo verán, induso los que Jo traspa-
saron, y todos los pueblos del mundo harán duelo y llorarán por él. Sí, así sea» (Apocalipsis 1: 7).
Esperando y predicando Entonces, ¿qué podemos hacer para pasar el tiempo mientras esperamos y anticipamos el regreso de Jesús? Podemos hacer algo mejor que deprimirnos o clavar nuestros ojos en el cielo, preguntándonos cuándo apa recerá el «vehículo)) que vendrá a buscarnos para llevarnos al hogar.
Una de las señales que nos indicarán la proximidad del regreso de Jesús es que el evangelio será predicado en todo el mundo (lee Mateo 24:14). Podemos pasar el tiempo que nos queda en el mundo compartiendo el mensaje de que la venida de Jesús está más cerca que nunca. Podemos mantenernos ocupados hablando a otros del amor de Dios y los planes que él tiene para quienes lo siguen.
Aunque no sabemos ,;na fecha concreta para esa bendita esperanza que tenemos en Jesús, podemos ver cómo las señales de su venida cada vez aumentan con mayor intensidad. Podemos compartir su fidelidad pasada y podemos estar seguros de que las promesas de Jesús jamás nos dejarán chasqueados.
l. D[!y Stm, 25 de octubre de 18-+5 2. Hira1n Edson, n1anu!>crito de su vida y experiencia, s;n fecha
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