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Serigrafía Tipos y procedimientos
Primera parte
Técnica milenaria cuyo origen se sitúa en las islas Fiyi en torno al año 3000 a.C. Esta disciplina ha sido utilizada en el Antiguo Egipto, en las edades más tempranas del Imperio Chino y en numerosas civilizaciones a lo largo de toda la historia.
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¿Qué es la serigrafía?
La serigrafía es un método de reproducción de imágenes sobre la superficie de casi cualquier material. Consiste en transferir un diseño desde una malla a la zona de impresión gracias a tintas especiales. Se puede aplicar cualquier tonalidad, y para elegir el color se suele emplear la escala Pantone Coated.
Breve historia de la serigrafía
La serigrafía es una técnica milenaria cuyo origen se sitúa en las islas Fiyi en torno al año 3000 a.C. Esta disciplina ha sido utilizada en el Antiguo Egipto, en las edades más tempranas del Imperio Chino y en numerosas civilizaciones a lo largo de toda la historia.
Ya en el siglo XX, concretamente en los años 60, es cuando la serigrafía toma un cariz popular gracias a los grabados de Andy Warhol. También es en esta época cuando se inventan las máquinas que nos permitirán a día de hoy disfrutar de esta técnica de marcaje; elementos que mencionaremos en un momento.
¿Cómo se crean los originales o fotolitos para serigrafía?
Vamos a explicar la primera parte del proceso de la serigrafía, la creación del positivo. Para empezar debemos comprender qué es una imagen vectorizada.
Cuando nuestro cliente nos proporciona el logotipo que quiere serigrafiar en camisetas personalizadas, botellas publicitarias o cualquier otro artículo promocional debemos vectorizar dicha imagen (si no lo está). Esto consiste en convertir los píxeles de dicha fotografía en una fórmula matemática consistente en puntos y lineas.
Para crear el original que se necesita para utilizar serigrafía debemos que fragmentar dicha imagen vectorizada en cada color que posee. Luego, lo imprimos sobre un papel de plástico especial, siempre en color negro (los datos de color del logotipo lo tendrán los operarios del taller para la etapa de personalización).
¿Cómo se prepara la pantalla serigráfica?
Las pantallas serigráficas son unas mallas metálicas porosas enmarcadas en aluminio que son necesarias para que la tinta solo pase por el diseño que le hemos marcado. El proceso para que podamos serigrafiar cualquier cosa con ellas es algo complejo:
La pantalla al completo se cubre con una sustancia denominada “emulsión”. Cada poro de la malla metálica debe cubrirse con dicha sustancia, y es muy importante, ya que una mala ejecución podría hacer que tuviésemos que repetir el proceso.
La pantalla cubierta con una película de emulsión pasa a un horno para que seque. Este horno hace circular una corriente de calor que solidifica toda la emulsión de la malla para poder pasar al siguiente punto. Juntamos fotolito en la pantalla ya preparada con la emulsión. Podemos hacerlo con un poco de celofan sin temor, ya que si ha secado correctamente, la pantalla emulsionada será rígida.
Pasamos la pantalla con el fotolito a la insoladora. Esta máquina “insola”, es decir, emite luz ultravioleta de tipo A sobre la malla con el fotolito. Esto hace que la emulsión desaparezca solamente en los poros donde está el diseño.
Por último, solo queda limpiar la pantalla en el caso de que tenga algún trozo de emulsión sobrante.
NOTA: Tengamos en cuenta que habrá que realizar tantas pantallas como colores vayamos a imprimir. Con el ejemplo que hemos mencionado previamente, habrá una pantalla diferente para la letra “A” y para la letra “B”.
El área de marcaje de la serigrafía será tan grande como lo permita la pantalla de impresión.
Pero eso no es problema, ya que en Ravanetto disponemos de pantallas de impresión de todos los tamaños para poder ajustarlos a todos los objetos publicitarios.