COMUNIDADES // ?
El Diario de Hoy • Sábado, 17 de febrero de 2018 • eldiariodehoy.com
“Aquí voy con mi Adelita, hacia Suramérica” Lalo le ha colocado a su Vespa unas trenzas y cananas (cinturón con balas de plástico), que usaban las Adelitas en la Revolución Mexicana.
b Originario de Guadalajara, este intrépido mexicano espera estar en junio en Argentina, en compañía de Adelita, su Vespa. Krhisna Retana servicios@eldiariodehoy.com
Su madre María Teresa, de 81 años, arrancó el motor de la Vespa; luego de abrazos y una que otra lágrima, Eduardo Michel, conocido como Lalo, se montó en ella, aceleró y desapareció en una esquina en su ruta hasta Argentina desde México. Partió el 13 de enero a las 10:30 de la mañana en la Plaza de La Liberación, frente al Teatro Degollado, Guadalajara. Allá a lo lejos sus amigos, vecinos y familiares le decían adiós con las manos en alb Eduardo Michel, de to y le deseaban 52 años y soltero, tuvo la mejor de las que reunir dinero por suertes en esta 10 años para cumplir aventura, a la su sueño. Sin embarque Lalo se lango, en varias ocasiozó sin el menor nes lo desajustó debido a emergencias. asomo de temor. “Al final, salí de México “Mi mamá, una con la cuarta parte de especie de cómahorros. ¡Ya demasiaplice renuente, do tiempo posponienes feliz de que yo do mi viaje y dije: haga lo que me ‘Hago este viaje ahora gusta. Claro, coo nunca’”, indicó Lalo. mo toda madre, se preocupa; y el que ella encendiera mi moto significó la bendición para mí y mi Adelita. Me encomendó a los santos y aquí voy. Llevo un mes de viaje y espero estar tipo junio en Suramérica”, agregó Lalo, enérgico y sonriente, a la vez que asegura que quiere acelerar lo más que pueda para no encontrarse con el invierno. Son alrededor de 40 mil kiló-
Los ahorros para viajar
metros los que recorrerá desde México hasta la tierra gaucha. Hace unos 200 kilómetros por cada dos galones de gasolina y viaja confiado en el buen corazón de quienes se encuentra en el camino, pues han habido ocasiones en que, tanto ha sido su afán por llegar a su destino, que la noche lo ha tomado por sorpresa en carretera y debe hacer paradas para descansar, alimentarse y revisar a su fiel compañera. Admite que va muy lento en comparación a otras personas que viajan en moto. “Pero aquí voy con mi Adelita, para Suramérica”, enfatiza. Entre su equipaje lleva una tienda de campaña, bolsa de dormir, kit de supervivencia, cocina portátil, cacerolas y caramañolas; además, dos llantas de repuesto y un bidón de dos galones para gasolina. De su parada por El Pulgarcito de América, afirma que le encantaron las pupusas y la Catedral Metropolitana y, sobre todo, la calidad humana y la familiaridad con la que los salvadoreños lo recibieron, principalmente el Club de Vesperos de El Salvador. Este Quijote mexicano parte hoy rumbo a Managua, Nicaragua.
En El Salvador, Eduardo aprovechó para hacerle una revisión detallada a su Adelita, en un taller especializado en Vespas. FOTOS EDH / JESSICA ORELLANA
Cacerolas y una cocina portátil, algunas cosas que lleva Lalo. Su moto tiene un cajón para ropa y artículos tecnológicos.