Krístel Guirado
Amada Bagada
antología de voces masculinas
colección la buena calle N.24
COOPERATIVA EDITORIAL la edición e impresión de este libra es producto del trabajo colectivo de autores, editores y amigos en busca de la patria buBna y la revolución bonita. Cooperativa Editorial la Mancha Apartado postal: 173B2 z.p. 1015-A Caracas-Venezuela www.lamanchaweb.blogspot.com lamanchaxfgmail.com TH. Q4IB B25 40 75/0416 G3172I2 colección la buena calle N. 24 Amada Begofia Antología do voces masculinas
XrfstsiÚuirada Primera edición: ISBN: 978-980-7008-30-3 Depósito legal: If26520128004524 Disefío: Oscar Sotillo Meneáis Janette Rodríguez Herrera Corrección: XoralysAlva Concepto: Equipo la Mancha
Este libra se imprimió gracias al aporte de P U V SA LA ESTANCIA
colección la buena calle
remio Nacional del Libro 2009
Desde los petroglifos aborígenes, el sueño editorial persigue al ser humano como una bella obsesión. La palabra escrita nos ha permitido forjarnos como cultura y ha merecido el esfuerzo editorial con diversas finalidades. El libro ha sido albacea de nuestros encargos vivenciales, El libro no ha escapado a la tenaza mercantil ni al hechizo institucional. Siendo en esencia dador de cu Itura, más que ese ente corpóreo de inextricable palpitar, para la sociedad en la cual resistimos (y que aún retoza como un Aqueronte) el libro ha sido una mercancía más. La presente propuesta editorial se niega a ofrecerle al libro el solo derrotero mercantil o di cho en chifladura: este libro ofrece la posibilidad de reivindicarse y reinventarse con los sueños, las quimeras y las utopías de la gente, así tengamos los tropiezos provocados por quienes abrazan la plusvalía con la lujuria propia del oligopolio. Le ofrecemos al libro un lector o una lectora amante de las formas ecológicas, que aprecia la calidad por lo sencillo como un aporte al mundo alternativo que construimos, al universo artesanal volcado en cada esquina, al corazón creativo de la administración de recursos. Para el colectivo editorial La Mancha no puede haber mayor asalto, mejor osadía que dejar en el cuerpo de este libro el encuentro con un lector o una lectora que atesoran esperanzas en baúles de sensibilidad.
Preliminar Begoña Infante de Infante es la mujer a quien están dedicados todos los poemas que integran esta antología. Si me remito a los hechos literales, conocí a Begoña en el año 1991, en la Universidad Central de Venezuela, cuando coincidimos en nues tros estudios de literatura al amparo de "la casa que vence las sombras". Ambas asistimos a la tradicional charla inaugural, en la Sala 201, que la Escuela de Letras ofrece como bienvenida a los estudiantes recién ingresados. Cuando entré al aula, ella estaba sentada al final de la primera fila, la que está justo al lado de la puerta, a la derecha del orador. Yo, en cambio, me dirigí hasta la última hilera de asientos y me senté estratégicamente en el primer pupitre cerca de la ventana, porque allí no pasaba inadvertida para el ponente ni para el resto de la audiencia, y porque tendría la libertad de fumar sin molestar a los otros. No me hubiera percatado de la presencia de Begoña de no haber sido por una tosecita irritante de la que fue víctima una vez que los fumadores encendimos nuestro primer cigarrillo. Aparte de intentar ocultar la tos metiendo la boca dentro de su morral, la joven no hizo ningún tipo de participación durante el evento; mientras que yo me fumé unos cinco astor rojos, levanté la mano pidiendo intervenir unas ocho veces e hice uso del derecho a palabra en tres oportunidades. Así fue siempre en lo sucesivo, Begoña inadvertida al final de la primera fila y yo insoportable instalada en mi trono de nerdfatal,
Lo anterior es cierto desde el punto de vista documental, historiográficamente hablando, digamos; pero la verdad es que conocí a Begoña dos años más tarde, mientras trabajaba en la otrora librería Kuaimare -hoy día Librería del Sur-, ubicada en la estación del Metro de Plaza Venezuela. En el pequeño espacio apenas cabíamos mi barriga y yo, y valga acotar que nada o casi nada creció mi vientre durante el embarazo de Ariadna. Recuerdo muy bien aquel mediodía de enero, porque el aburrimiento me había llevado a abrir un libro titulado Diez pasos indispensables para un parto ideal. No sé cuánto tiempo tendría Begoña parada en la puerta y, de no haber sido por otro cliente que le pidió permiso para entrar, seguramente, yo no la habría notado. Allí estaríamos las dos aún, detenidas en una línea del tiempo, yo ensimismada en el uso prodigioso del aceite de oliva y ella observándome en silencio, como una crisálida que se niega a la emergencia vital de sus formas. El hombre quería justo el libro que yo tenía en las manos. Una vez que lo compró y salió de la librería rumbo a los andenes, Begoña despegó al fin sus carnosos labios y me dijo: "Ese libro lo escribió mi esposo y es muy, muy malo, Hemos engendrado tres hermosos varones en cinco años de matrimonio y puedo resumir el libro en paso uno «introducir la esperma», paso diez «beberse los míaos»; sin embargo, debo reconocer que es uno de los libros que más ganancias le ha dado a mi marido, es todo un bestseller". Cada vez que pienso en ese momento, vuelvo a sentirme posesa del mismo asombro de entonces, El resto fue ella allanando todas las distancias preconcebidas, hablando de banquitos duros, posiciones de lectura y vicios poco saludables para mi estado, buscando un libro de Pavese [Eldiablo sobre las colinaá), hasta vernos esa tarde en Gran Café, revisando juntas
las fuentes sugeridas para el curso de Doktor Faustus que ambas inscribimos ese semestre con María Fernanda Palacios, M I amistad con Begoña Infante es una de esas bendiciones que no se dejan de agradecer nunca. Es mucho lo que hemos compartido en casi 20 años de verdadera hermandad. Desde el principio, fue casi una obligación visitarla en su casa de San Diego de los Altos al menos una vez al mes. Begoña tenía un hermoso hogar y un cálido matrimonio, algo de lo que yo adolecía entonces. Siempre ha sido una madre ejemplar y nunca vi otra cosa que una esposa amorosa y diligente, entregada por entero a los deberes de su casa y de su marido. Estudió Letras porque su esposo insistió en que debía regalarse un espacio para el ejercicio de su pasión más grande: la lectura. Un chofer la llevaba a clases todos los días a las diecisiete menos quince en punto y en punto iba a recogerla a las veinte exactas. Ni un minuto más ni uno menos se quedaba Begoña dentro de la Universidad. Debo dejar claro estos datos, porque lo que sucedió luego y la razón de ser de este libro -que hoy decidimos publicar- sigue siendo asunto de un profundo misterio para mí, Quiero dejarlo claro para todos los lectores, principalmente para sus hijos, sus parientes y amistades. En 1997, asistí a un Taller de Poesía en la Casa de la Cultura de Los Teques, dictado por mi gran amigo William Osuna. En una sesión, el poeta nos pidió un ejercicio específico, que consistía en tomar una voz ajena e intentar escribir desde el otro, mejor aún si esa voz era del sexo opuesto al del tallerista. La urgencia del ejercicio coincidió con una de mis visitas a Begoña, Le llevé un poema erótico que había hecho con la voz de mi compañero de entonces y quien más tarde sería el progenitor de Sofía, A Begoña le gustó mucho el poema, lo leyó varias veces y varias veces celebró el verso "la figura de Pilita y sus perros". Era usual
que bebiéramos algo, pero ese día le pidió a la doméstica que preparara unos "muy especiales" martinis. Luego de tomarnos dos amplios conos, me dijo como quien se habla a sí misma: "Ciertamente, es posible escribir desde el otro. Debí advertirlo antes. Debí advertirlo siempre" Entonces, -en una mano el martini y en la otra yo-, me llevó hasta su cuarto y levantó un tabla del parquet. Como en una película antigua, sacó una caja de madera. Al abrirla, tal cual el esperado lugar común, sacó dos fajos de papeles envueltos cada uno en tela de gasa. Abrió uno de ellos y me contó que conservaba cada escrito que sus pretendientes y amantes le habían enviado hasta entonces. Algunos eran largas esquelas, otros estaban escritos sobre alguna servilleta de tela (de las que se usan en su casa) y otros eran pequeñas notas sobre papel de diversa índole. Lo curioso es que los textos originales tenían tachaduras y anotaciones al margen, hechas en tinta roja. M e explicó que las guardaba, primero, porque no debería ser un pecado celebrar la fortuna que implica el que alguien se esfuerce en darte con la palabra las líneas de su deseo, lo que de entrada supone una gran necesidad de inmortalizar toda experiencia a tu lado; segundo, porque consideraba que podía reescribirlas a imagen y semejanza de lo que hubiera querido leer. M i primera sorpresa, obviamente, fue descubrir que mi socialmen te intachable y tímida amiga atesoraba una secreta vida de ardores y pasiones. N o la juzgué, por supuesto, no ha sido esa nunca mi naturaleza; solo me sorprendí, me asombré, me hice sombra bajo su aparente docilidad aprehendida; y, afortunadamente, me sentí burlada tras su sonrisa perfecta, sus gestos comedidos, su andar tenue y su mesa bien puesta. Claro está, desde ese día supe que con Begoña nunca es uno solo el pasmo. Recibidas todas las explicaciones posibles, aclarados
algunos vericuetos del entramado amoroso, saldados los cuentos ocultos, Begoña me Invitó a "meterle mano a los textos", Esa fue mi segunda y verdadera gran sorpresa: "Vamos a reescribirlos juntas, Krístel", me dijo. Desde entonces, eso dio sentido a nuestras reuniones, nos unió y nos consolidó en un trabajo poético que nos ha llevado los últimos 15 años. Al principio, nuestra intención no fue publicarlos, ya que Begoña hubiera sido incapaz de causarle afrenta alguna a su esposo, Sin embargo, la calamidad alcanzó a Benedicto a los dos años de nosotras haber iniciado nuestra aventura a dos manos. Benedicto Infante, quien era amante de los deportes extremos, terminó su vida en un accidente, en agosto de 1999, cuando se lanzó en un ícaro desde La Victoria rumbo a Santa Cruz, y su cuerpo mal tocó tierra en las riberas de Taiguaiguai. Después de la muerte de su esposo, Begoña se ha permitido el vislumbre público de alguna que otra aventurilla. Eso a instan cias de sus hijos, quienes creen que está en su legítimo derecho a rehacer su vida; sin embargo, a Begoña, definitivamente, la seduce el sigilo y la cifrada oscuridad. Por ello, creo, se conserva sin vicios, acaso con los años, se ha hecho devota a la degustación de exóticos mo/asses en los vapores de una shisha que le traje en uno de mis viajes a Madrid. Yo, -quien fui, de las dos, la del dilatado vivir-, en cambio, además de abandonar el apego a la nicotina, he logrado mantener una feliz relación de 13 largos años con un hombre a quien amo profunda y sinceramente y quien ha sido, sin lugar a dudas, el padre de mis hijas Durante todos estos años, hemos vuelto una y otra vez a los textos. Nuestro trabajo no ha sido siempre el mismo. Por su parte, Begoña ha tenido que servir de narradora, distanciarse del asunto y verlo en la estricta descripción de hechos; ha tenido
que ponderar con justicia cada personaje y darle importancia, por igual, a sucesos que no pasaron de ser, para ella, pequeñas escaramuzas para distraerse del aburrimiento. Por mi parte, he tenido que entender quiénes eran cada uno de esos amantes y cómo miraban a Begoña cada uno de ellos, He tenido que tratar de entenderlos en un ámbito que me es inhóspito, el deseo del hombre. He tenido, además, que imaginar escenas y recrear humores y sudores, estrecheces y soledades, locura y espera; pero sobre todo, he tenido que imaginar renuncias y adioses. En fin, entender, desde la hembrura, cómo le duele a un macho desprenderse de la amada. Un día le dije a Begoña: "Voy a escribir un poema en homenaje al Chino Valera. No se cuáles son sus versos, pero conozco el título: "¿Cóm o camina un hombre que ha perdido una costilla?". Ahora, que ambas hemos decidido publicar el libro, ya no sabe mos quién con precisión lo ha escrito. Esperamos que las voces de ellos sigan allí. Por ello, lo presentamos como una antología de voces masculinas. Para evitar cualquier problema, hemos mantenido en anonimato a quienes escribieron y por ello solo aparecen firmados los textos con las iniciales de los autores. En algunos poemas, Begoña escogió epígrafes que consideró perti nentes para cada uno, La antología consta de una primera parte, donde aparecen los poemas antes descritos, y una segunda parte, un opúsculo diría yo, que corresponde a ios poemas del segundo fajo de textos envueltos en gasa. Se titula "De un tal señor Ariza". Como es obvio, el nombre alude a Florentino Ariza, personaje de García Márquez que espera por años a su Fermina Daza. Estos textos son todos de un solo pretendiente, quien durante años ha mantenido viva la correspondencia; atados en la gasa hay desde papeles con sellos postales hasta los últimos mensajes de correo
electrónico, -que Begoña imprime y guarda y tacha y borronea-, e incluso ios mensajitos de texto que ella recibe en el teléfono celular y que transcribe en unos cursilísimos tacos de papel color rosa con adhesivo y perfume. Le sugerí a Begoña que cada una de nosotras hiciera una presen tación, pero ella no ha querido escribir ni una línea. En el fondo, para Begoña toda poesía erótica es, como diría ella literalmente, "fastidiosísima; allí todo verso entra, sale, sube, baja, rompe, gime y se quebranta". No temo equivocarme si afirmo que ella accedió a hacer pública esta antología solo en honor a mi insistencia, a nuestra amistad, a la gran excusa que nos ha mantenido unidas a lo largo de todos estos años. De no haber sido por la mirada de los otros, de seguro no hubiéramos avanzado en el encuentro de tan desagradable sociedad: yo, tan libertina, ensimismada en el uso prodigioso del aceite de oliva y su efecto transformador sobre heridas y cicatrices; y ella, tan pacata, una crisálida que se niega a la emergencia vital de sus formas, mi amiga azogue, mi otro yo, mi amada Begoña.
K.G.
Krístel Guirado, la compiladora Una mujer atemporal Krístel era una bruja cuando la conocimos. Por la noche su presencia era -tal como yo imaginaba- la de Ana Bolena, pero con la luz del sol, ella sola era una verbena de pueblo completa, una convocante romería vegana unipersonal en esperanzador apogeo que, conforme iba bajando la tarde, lograba de nuevo su plácida posición real, sin diferenciar que esta vez heredara a los Nublos o a los Sármatas. Almodóvar comenzó a escribir sobre mujeres cuando supo de ella, mientras Houdinl la buscaba para hacerla desaparecer en público porque decía en húngaro que esa mujer no entiende el tiempo como cualquier persona, Lo decía despectivamente. Hem os tenido que comprender a Perséfone, y Circe la de Cortázar con sus bombones especiales, y aprender a ver a Alicia con análisis adulto pero con su mismo cuerpo de niña - o nuevo cuerpo de niña-, y crear a un romano mujer libando néctares en bacanales anti-históricas terribles para la salud, mas perfectas para la memoria. Y hemos tenido que saber mirar también a Begoña alguna vez, andando sin ver señales o almorzando sola en un banco de la plaza. La hemos visto, pero sabemos poco de ella. Casi nada. Creo que Begoña vive en gerundio, vendiendo nombres, u oportuni dades para cambiar; canjeando epístolas recibidas por zapatos de baile, o cuentas de barro quemado por botellas azules que no tienen que estar llenas, pero eso lo podría estar Inventando, pues solo la he visto en sueños No digo "hemos", porque los
sueños con Begoña han sido solo míos. Pero a Krístel sí la vimos ayer y anteayer y mañana. La vimos y sabemos que puede ser médium cuando quiera, y es tudiosa del agua que se evapora, Perseguidora de olores volátiles y directora de una escuela de trombonistas que alguien inventará pronto. Autora de la tesis que conjure a Erasmo de Rotterdam a la escuela primaria y reencarnación agnóstica de Remedios la Bella para hacer hervir los pasillos de Filología. Krístel puede escoger su color de piel y escribirle a más de un escritor su autorretrato. Puede vivir en el cerro La Culebra ha ciendo hogueras enanas o en la Fosa de las Marianas comiendo centollas. Si lo decide, enseña a no comunicarse y a cultivar los amores metafísicos. Y si quiere, se hace invisible a las todas las miradas, incluso a las de los ascendidos, pero si no le importa, la ven hasta los muertos. A diario la recordamos, y como nos gusta escribir, la convertimos en vampiro, en imagen, o en tutora, según amanezca el día, porque sabemos de su indescriptible capacidad de mutación en función de la fluidez de la literatura. Mas, esta vez, pudiendo ser la comendadora, la guardiana del umbral, la transportadora, la regidora, la cirujana, el verdugo, el cancerbero, la amazona, la traficante, la conductora o la censora, escogió ser la compiladora. Era una bruja cuando la conocimos, Era inexperta. Aquí, nosotros, los que vamos a estar siempre.
W.V. CQ.
Amada BegoĂźa antologĂa de voces masculinas
la más señora de todas... ...con ese corazón tan cinco estrellas que hasta e l hijo de un dios una vez que ía vio se fue con ella... J o a q u ín Sabina.
Anat e! cauce de i,'as piernas p o r donde corren ios ojos y las bocas en /as noches de disipación A lb e rto H e rn á n d e z
tengo siglos poetizando bestias y hoy amanezco tan cansado con estas ganas de rendirme de redimirme no colecciono barcos mis jaulas son mi casa en botellas solo un hedor a formol anaqueles de fauces membranas colas escamas tornasol y algunas plumas resplandecen en la oscuridad de mis aposentos las he rastreado en los libros fundadores he quemado bibliotecas y saqueado templos recorrido ciudades enteras y levantado el polvo de sus pocilgas y vericuetos hasta desnudar sus esqueletos de toda exudación proteica las he cazado con la absurda idea de alimentar a mis hijos de amamantarlos enseñarles lenguas y artes de guerra las mil y una formas de la creación
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entonces por qué quité el cuero q u e cu b ría su fra sco esta m a ñ a n a cóm o es qu e al alba la he d e ja d o irse no son los m isterios del o rig e n lo q u e q u ie r o con ella lo qu e m e atrae a su cue va es esa hendija m a nsa d o n d e a tisb o u n a fla m a fuego original q u e forja e n m i piel lo q u e n o s o y e g o ísm o prim ario barro para la satisfacción ún ica d e m is s e n t id o s quizá por ello h o y a m a n e zco tan c a n s a d o con estas g a n a s de re n d irm e d e r e d im ir m e de verm e reflejo en su p u p ila d ila ta d a hu m or vitreo m u n d o a c u o so a p u n to d e d e v o r a r m e
A.H.
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Postal imaginaria de James Joyce Qué ¡a presencia de Jam es Joyce siempre esté contigo, esta y todas ¡as navidades y años nuevos. Te amo. có m o escribirte todas las palabras si las im ágen es las metáforas se han tatuado en tu cuerpo papel de b am b ú vara de b a m b ú d o b la d a en la brisa yo solo soy un canto de pájaro qu e apenas estremece briznas d e hierba en el ancho paisaje
A.P.
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Postal con luna imaginaria Te quiero siempre ahora que estoy soio en ia tarde ya noche y sin i una Aly PĂŠrez
mujer con mango azul y luna azul violeta que tiene sueĂąos de otros otoĂąos mujer luna con mango nocturno lamiendo estrellas
A.P.
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Mujer postal con mango imaginario Feliz día de Reyes. Paipo en e! aroma de ¡os mangos e! h ¡¡aje amarillo oro d el sari que cubría la desnuden de aquella m ujer de Samarcanda Al y Pérez
eres formas color texturas y curiosidades un poema todo pulposo por lo tanto eres mi mango hoy y siempre como cuando te conocí
A.P.
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Manos de dama ¿N o entiendo p o r qué me gustan tanto los hombres con manos de dama? Aldonza Vidal. todo hombre venido de mucutuy con frecuencia se repetirá algunas cosas apelará siempre a los hechos en su defensa en el bar de trova por ejemplo yo hacía lo mío mientras discutías con teresa la transformación de todo viaje debajo de la mesa insisto yo hacía lo mío el índice de george tanteando la media rota durante la lección el índice de ada mutilado por la furia de stewart el sonido metálico del índice sobre la tecla blanca del piano de pronto un hueco a la medida de mi índice en la memoria en tu muslo mi índice en tu pierna tus piernas ardor de tres a seis en el orificio de tu jean lo que sigue es tu risa loca y un hotel de mala muerte con pomos de mala muerte espejos de mala muerte y mañanita de no encontrarte di contigo de nuevo años más tarde al buscar el clima de mi pueblo en estas calles neblinadas 26
"¿mucutianos mucuteños mucutienses?" y te mostré una vez más la destreza de mi muñeca tus bolas rayadas todas tristes sobre el fieltro verde para tu asombro carcajada repitiendo "¿mucutianos mucuteños mucutienses?" solo que esa noche mis huellas no alcanzaron tu cuerpo sino la silueta del adiós sobre el vidrio escarchado del taxi y subí a laguneta de la montaña entonces con la certeza única de que tus manos son efectivamente más grandes que las mías
F.F. (alias E.R.)
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Q u ie ro
cruzó la plaza de mi pueblo de andares y ahora es un fantasma en cada ventanal cada tarde trazo el largo de sus piernas en el bahareque cuando llueve hurgo la caña amarga con violencia pero mis manos no la encuentran vamos torno vamos gira con el ímpetu de mis ganas quiero una sonrisa quiero un beso pedalear tras las formas de esta carne originaría amasar el ritmo de su cuerpo hasta dar con el desorden de sus maneras vamos barro quiero tocarla y repetirla arcilla de la creación primera
G.A.
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Cuestión de esperar
no es que la conozca mucho es que mis ganas tienen el tamaño de su desesperación el tedio la alcanza y cada agosto apuesto por su regreso
porque detrás de ¡os que vienen solo existen duerm evelas o sea s i vienes es porque yo estoy s i soy es porque existim os
J.M.P.
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Á frica m ía
bifurcas el umbral de la noche y mi memoria recobra el ritmo ancestral si danzas al redoble de mis palmas mis manos huelen a cacao tu cuerpo es continente de la resistencia y apuro las horas para doblar tu espalda llegado al sitio de la reconquista sangra la estrecha estancia víctima del arrebato si pudiera me arrancaría la piel para cubrirte la risa al final no puedo evitar el derrumbe y caigo como un niño tras el llanto quédate un rato más bajo el peso de mi cuerpo áfrica mía no regreses con él que nada sabe de tu cadencia J.M. (alias P.)
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Leyendo Lautreamont
hoy es día de cerveza con maldad portal de bares y rocolas como si nada va a cruzar el bulevar para rehacerme el itinerario la veo venir impúdica sobre todos los lugares comunes su postura de niña mala su prostitubilidad ensayada su lenguaje copiado de películas españolas ya lo sé intentaré la pócima unas gotas de ginebra en la botella y un tope de azúcar solo una cosa te pido pablo de la cruz mientras la esperamos no me hables del tiempo que se ha ido no me jodas la fantasía 31
me importa un cuerno aquello de la manera suya de ser no quiero entenderla me obstina tener que pensar en ella te digo mientras esperamos su risa no me cuentes un cono de sus otros amantes
L.V.M.
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Mujer grandota acuéstate conmigo
mujer grandota cuando caminas giras el mundo en 360° tu sexo es el lugar sagrado el ombligo del universo déjame verte en la desnudez absoluta quiero marcar mis cinco dedos en tus redondas nalgas provocarte dolor en el círculo preciso de tus pezones anda déjame llegar quiero darte un beso profundo hablar con dios en mitad de tus piernas anda mujer grandota acuéstate conmigo
M.A.R. 33
Trukarte Pero huele tiene un olor a chamusquina a maderita recién cortada como e l olor del sexo de m i mujer. Manuel Almeida Rodríguez
con flor quiero brava de oros de bastos y copas espíritu del vino declararme el gallo de esta partida y ganar dos de las tres bazas posibles de cada hendija tuya quiero real envido copas copas muchas copas esperar boquiabierto el salto de aqua vitae que arroja la alberca siempre generosa al final muy al final de tus largas piernas quiero y vale truco querido aromita de cocuy de sierra cantar los tragos de tu cuerpo azaroso celebrarte y beberte mi reina mi love mi señora de todas las tormentas
M.A.R. 34
El regreso
quemaremos la nave mĂĄs maltrecha de este viaje de penas la cosecha locura fue llagas hambre escorbuto por quĂŠ diablos dejamos las playas infantiles sabe dios si un dĂa al retornar encontremos pan y un lecho que calentar con estos cuerpos febriles
O.A.G.
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Convicto
nadie se queja mas si arrecia concededme el crujir volved hacia mĂ los ojos perdonadme tened piedad cuando acceda a la entrega lo que falta cada viernes no es vuestro cuerpo puerto donde sigo atracando me abandona es la vida cada vez cada viernes
O.A.G.
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Barba Roja M i caso no es matar esposas sino vengarme de m i ex mientras viva. El Marques de Guayabal.
voy a rayar las paredes de todos tus cuartos con el mismo poema erótico de siempre voy a escribirlo hasta en los techos por si intentas un avemaria para que en lugar de paz encuentres
tu vello en la punta de m i lengua conozco todo aquello que te desordena no descansaré sin armas para la profundidad provoqué tu risa me burlé de freud y los tabús de la represión "orgánica" y es que me niego a caminar erguido amo todo lo que tu cuerpo abandona lo cierto es que quiero putearte hasta el alma por alejarme de tus olores de tus sabores
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tengo segura mi venganza escribiré esos versos en tu protector de pantalla en la porcelana de tu taza de baño en el reverso de tus minifaldas. llegaré al sitio de tu añoranza tu nunca olvido mi quijada carmesí y los ojos delirantes en el regreso del viaje a tu placer
tu sexo gruta plena
O .
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A. G.
Hálito Un hombre triste lleva consigo un boleto de fracaso cuando emprende la aventura de penetrar la cama de una mujer. S i p o r un azar de la piel, é! logra colmarla de placeres, entonces, sin saber qué hacer con e l arrebato, huye Heno de pavor e i resto de sus dias. Fray Basilio Barros. se irguió ante a mí tensa su espalda hasta más no poder y el ruido de todas mis noches se redujo a un leve resoplar en su boca a través del vidrio empañado vi el arco y descubrí mi rostro embelesado sus manos buscaron mi espalda para aferrarse para que nadie más la poseyera como en un film de aranda la idea de partirla en dos me dividió el deseo mi loca mi amante mi amada begoña entonces salí corriendo tras lo que fui sin saber qué hacer con la euforia y la certeza de recordar siempre el agua quebrantada y su respirar tenue temblorosa y sin angustia entre mis labios R.J.M. 39
El perfume Cuéntame tú a qué huele la traición. Camilo Anzola
recojo amor tu secreto latido ese olor a perfum e y a saliva que marcha clandestino entre mis ropas y vuelve como a la noche mis ojos para cegarme Vasco Szinetar
me frote con ceniza las manos los grises rayaron la palma y el mapa de mi destino es un tatuaje que detesto mi dedo entre nuestros labios nos persigue reflejo infinito entre espejos quiero borrar este aroma a tu universo mirarte y hablarte contarte mis secretos sanarme en tu voz pero siempre hueles a mojadita cuando levanto el rostro
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las cocinas son todas memoria de efluvios si tan solo encontrara un lugar para aliviarme un sitio donde respirar tal vez
R.J.M.
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Imautu
los waraos la llaman
la cintura de ¡a noche aferrados a la imagen atravesamos los vericuetos la ciudad toda la revolución estalla en la pornografía de este afecto bonito hacer de tus diminutos senos dos tetas playboy vía parabólica insistir que tu boca hoyo negro que se traga el universo no es suficiente para señalar la figura de Pilita y sus perros la pestilencia de su cuerpo en las noches de emergencia y el amarillismo que me sostiene di me "así así así" bajito al oído en el intento por apartar la violencia de esta hora la calle dispuesta para el oficio R.R. 42
De un tal señor Aríza
Toma I
recuerdo las cosas como si conociera un guión santo no nos dejaron solos nunca en la vida común la última escena estabas sentada así con frío y bohemia me reías con los ojos y la fiesta de tu disposición yo tenía orejas de lobo ya y manejaste las cuestiones endocrinas como cristo a los romanos entonces me fui en un taxi triste nave muy de irse uno de alejarse
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Toma II
me gustó que me vieras como algo peligroso saberlo porque lo dices tú es parecido al vértigo si no supiera de tu filosa acuarela si no te tuviera tan dibujadita me enaltecería el rol del acechador pero me niego a firmar la oferta engañosa de un giro inesperado en el minuto dieciocho desde el momento de tu cadereo está claro que en este guión si alguien caza no soy yo
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Prólogo
son de montuno son de changüí ofrenda a elebwa y a los ibbeyis esto me acusa de sátiro insalvable admito que ante el sopor de tu salivosa mirada se me alborota el machito este y es que no me cuido la imagen ante ti creo bien rico en la descolocación de tu criterio al final las grandes expectativas nunca son satisfechas luego de saberlo me siento a escribirte lo justo y dice así son de montuno son de changüí ofrenda a elebwa y a los ibbeyis resulta que coquito es el tipo que yo tengo entre las piernas son de montuno son de changüí ofrenda a elebwa y a los ibbeyis
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El sueño
me quedé buscando el momento con el dibujo orgánico de tu boca altanera tenía unas muy honestas ganas de besarte mientras te apretaba contra mí estabas eróticamente ebria y pensé que te dejarías llevar quise que no te fueras pero te fuiste para entonces yo tenía una muy prolífica erección y me fui a casa también con intención de estrangulármelo muy rápido muy telúrico yo estaba de pie sobre uno de los bancos de la plaza bolívar los pantalones por las rodillas tú te sostenías agarrándome la cadera tenías el vestido ese gris arremangado a la cintura te dabas a la tarea de atormentar a coquito así parada pálida vi tu boca hinchada entonces acabé muy caótico muy torpe y me caí del banco con un estropicio de semen y grama
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Y tú que te mueres de la risa y yo que todavía no sé bien qué pasó y me despierto aún erecto y digo casi en voz alta tómalo todo begoña todo begoña
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Petición
escríbeme tú cuéntame tú como te dé la realenga gana santurrona o corruptora dragón o libélula lo de contestar t’s fácil todos tenemos a rdores Taptos bizarras fantasías humildes vértigos fotografíalos y enríam elos yo sabré como internármelos sé delante de mi pantalla todo lo que te baje por el cuerpo o te s.siga por algún orificio ¿viste? facilito
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Roedor
un animal me corro por la médula espinal debe ser un ratón es veloz eléctrico pequeño y vivo aparece temeroso y con un millón de latidos sube y teja sin saber sin entender que no puede salir me gusta e¡ maldito me carga de su vida fugaz de su manía de aparecer contigo muere si no te veo nc no muere se adorme» :e en el atlas o ia cervical quién sabe se agita si me aproximo a tu olor de amazona tu voz que traga huele a polen a pt >ema a noca a tango a neblina 51
ahora no está pero en la madrugada saldrá a roerme algún hueso por curiosidad deberías revisarme la espalda
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Novato
me he asomado extramuros de esta ciudad niña desordenada pero no he dado con tu rastro aquí huele a avenidas a venidas ias huellas son delebles es muy raro sé que tienes fuertes los olores respira tú profundo a ver si mis espesuras te vuelven a barnizar de oleos los pulmones yo creo que a mí se me caza fácil
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Antes de irte de viaje
me gustaría verte que me dejaras una cicatriz quisiera una bebida unas palabras y besos poemas recomendaciones comunión no te asustes sé que eres pasajera de la anunciación y no quieres mayor sismo esta vez no es coquito quien firma
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Entre trenes
hay fango en mis pies y cal adherida a mis manos dónde he estado buscándote niña insolente hay un silencio entre viaje y viaje al menos ríete y déjame sentir que es de mí que te ríes no tenía que ser así begoña no te voy a pedir que te cases conmigo solo te voy a pedir que no voltees que por un instante no me adviertas entre los viandantes del vagón y me cedas el cuello en algún limbo de los 90 s estoy apretándome las tmlelas que no voltees cono solo dame el cuello al aviso del cierre de puertas 55
luego piérdeme en la otra estación y ríete ríete tras la raya amarilla ríete de mí niña insolente
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Ojos de yegua
dime ojos de yegua ¿estás disfrutando esto? me gustaría verte tocándote tocándote sí
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Expuesto
me descubriste no soy xerxes con su imperio de mujeres del mundo tengo aquĂ una gota de sangre y tus enormes ojos brillantes y llorosos inmediatamente despuĂŠs
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Rezo
tienes cosas que mĂĄs nadie y eres una buenanueva de esas bĂblicas apareces y eres mandamiento te alabamos seĂąor
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Con la falda levantada
flor carnívora mientras consume ave imposible versada en leches que otea el vacío de la torre norte hacia el norte paisaje de inútiles géneros al vuelo subiendo bajando entrando saliendo sonando contraluces verticales juego de cuatro piernas ahora me lo ves ahora no me lo ves ahora está oculto ahora sonríe cuando confiesas que aún te da un poco de pena
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Hoy estás pletórica
ojalá tengas un lugar para leerme donde nadie te moleste siempre has sido brillante me has complacido muchas veces blindada en tu carromato de cuero y organza pero los años hacen lo suyo y esa fue una respuesta perfecta me aturde pensar que podrías tener otra igual coquito en este momento se está riendo hacía tiempo que nadie lo llamaba güevo y es de hielo vivo de mármol orgánico de nogal con tibia savia entonces en honor a las respuestas redondas ¿te lo meterías una vez más en la boca? 61
digo por aquello de la recolecciĂłn de pruebas la labor in situ Âżn o ? estoy oyendo tus labios el uno contra el otro ojalĂĄ tengas un lugar donde nadie te moleste
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Miércoles de 5:30 a 7:00
que bueno va a ser verte los ojos de hentai cuando mires a tu pareja y la boca de tango hembra esa hijadeputaboca que tienes que no es mía que no es para mí por la que coquito indomesticado malcriado consentido me pregunta y me reclama dice la profesora angélica la bonita que el horario de principiantes requiere de una colaboración de 15 bolos y que si decides hacerlo bueno ojalá lo hagas puedes comenzar cuando te apetezca
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De seres
eres nina hagen en un lugar de los 8 0 's y yo tu baterista la esposa decapitada de enrique octavo y yo tu verdugo linda lovelace y yo un periodista layka y yo tu cohete
aquella perra rusa y espacial
june y yo hugo
la de henry el de anaís
anita ekberg y yo fellini
en bocaccio 70
lorena bobbitt y yo un policía chocarrero ligia elena la de rubén y yo Cortázar con trompeta
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epifanĂa la portuguesa y yo pablo de la cruz molina juanita la de luz y yo reverĂĄn
el de lo mismo
yoko ono y yo mick jagger manuelita y yo samuel robinson opio y yo freud mordiendo haciendo aspas con los brazos
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De estares
estás en un libro y yo en guerra en macondo y yo en un buque en tu derecho y yo en celo loca y yo encantado iluminada y yo en dependencias en la ucv y yo en órbita en la vía y yo en lo correcto en las películas y yo sedentario
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en el gobierno y yo detenido en onda y yo tambiĂŠn en la magia y yo con esta erecciĂłn lista y yo saliendo segura y yo en peligro loquito despeinado
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De teneres
tengo tibio y anaranjado el rastro de ron que me escupiste en la boca hembra esta que tengo y una sensación filosa de desperdicio de mala utilización del tiempo desde el momento en que no nos dejaron ni un instante solos en ninguna parte y risa sin reír también tengo una que es bien mía que ojalá no olvides que te viste de setenta años besándome furtiva en un rincón y tengo tu nueva dirección de nuevo
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índice Preliminar Krístel Guirado, la compiladora. Amada Begoña Anat
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Postal imaginaria de ...
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Postal con luna imaginaria
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Mujer postal con mango.,.
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M anos de dama
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Quiero
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Cuestión de esperar
29
África mía
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. Leyendo Lautreamont Mujer grandota acuéstate,,.
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Trukarte
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El regreso
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Convicto
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Barba Roja
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Hálito
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El perfume
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Imautu
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De un tal señor Ariza Toma I
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Toma II
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Prólogo
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El sueño
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Petición
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Roedor
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Novato
53
Antes de irte de viaje
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Entre trenes
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Ojos de yegua
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Expuesto
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Rezo
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Con la falda levantada
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Hoy estás pletórica
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Miércoles de 5:30 a 7:00
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De seres
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De estares
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De teneres
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Amada Segaras* terminú da imprimir En diciembre de 2012 en el Taller Editorial La Mancha. Se usú papel S abersnowSSgrs. se compuso Bn tipo digital QueSSHG 200ejem plares. Caracas República Bolivariana de Venezuela Trabajo cooperativo.
Taller Editorial La Mancha Parque Central Caracas-Venezuela Leo Domínguez Xoralys Alva Gastón Fortis Francisco Issa Cayana Lúpez Sandra Velázquez Janette Rodríguez Oscar Sobllo