Land Art y Arquitectura: La obra de Álvaro Siza

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I ma g e n : L e ç ad aP a l me i r a . F u e n t e : Wi k i a r q u i t e c t u r a . E x t r a í d od eh t t p s : / / e s . wi k i a r q u i t e c t u r a . c o m/ e d i f i c i o / p i s c i n a d e s ma r e s /

L A N DA R TYA R Q U I T E C T U R A : L AO B R AD EÁ L V A R OS I Z A K A T H E R I N EP A M E L AT E N O R I OP E R E Z U N I V E R S I D A DN A C I O N A LD EI N G E N I E R Í A



¿Existe una relación entre la obra arquitectónica de Álvaro Siza y el land art? En el presente ensayo, se relacionará la obra de un arquitecto contemporáneo modernista, quien resalta por la extrema relación existente entre su arquitectura y el entorno que lo rodea: Álvaro Siza, con los principios del land art, corriente del arte contemporáneo en la que el paisaje y la obra de arte están estrechamente enlazados. La hipótesis que se plantea es que sí existe una relación, ya que, las obras de Álvaro Siza presentan conceptos

que pueden relacionarse de manera directa con el land art: el contexto, la forma y el paseo. Para un mejor entendimiento del ensayo hay que explicar qué es land art. En opinión de Robert Smithson, artista ligado a esta corriente, el land art es una continuación de un discurso que se remonta al menos a los movimientos de los jardines británicos de los siglos XVII y XVIII, un discurso que utilizó el jardín para crear y probar una nueva filosofía basada en el derecho natural en lugar de la ley religiosa. Martin, T. (1994) El land art revisita a través del andar los orígenes arcaicos del paisajismo y de las relaciones entre arte y arquitectura, haciendo que la escultura se reapropie de los espacios y los medios de la arquitectura. Careri, F. (2002) Cabe señalar también el concepto de land walk que está profundamente ligado al land art. Según Careri, durante la segunda mitad del siglo XX se considera el andar como una de las formas que los artistas utilizan para intervenir en la naturaleza. En 1966 aparece en la revista Artforum el relato del viaje de Tony Smith por una autopista en construcción. Este texto da origen a una polémica entre los críticos modernos y los artistas minimalistas. Algunos escultores empiezan a explorar el tema del recorrido, primero como objeto, más tarde en tanto que experiencia. Careri, F. (2002). Así, podemos señalar que el land art nace como una nueva forma de expresar el arte a través del paisaje y la naturaleza. Y este a su vez, se relaciona con el “andar”. Para explicar mejor esta relación, se debe tener en consideración lo señalado por Careri: El término “recorrido” se refiere al mismo tiempo al acto de atravesar (el recorrido como acción de andar), la línea que atraviesa el espacio (el recorrido como objeto arquitectónico) y el relato del espacio atravesado (el recorrido como estructura narrativa). Aquí queremos proponer el recorrido como una forma estética disponible para la arquitectura y el paisaje. En nuestro siglo, el redescubrimiento


del recorrido tuvo lugar primero en el terreno literario (Tristan Tzara, André Bretón y Guy Debord eran escritores), luego en el terreno de la escultura (Carl

André, Richard Long y Robert Smithson son escultores). En el terreno de la arquitectura, el recorrido llevó a buscar en el nomadismo los fundamentos históricos de la anti-arquitectura radical, pero todavía no ha encontrado un desarrollo positivo. Careri, F. (2002)

Entonces, se puede deducir que el land art posee ciertos conceptos como la expresión por medio de la naturaleza y el “andar” como forma de entendimiento de esta. Es así como relacionamos estos conceptos a la obra arquitectónica de Álvaro Siza, ya que, esta se destaca por el manejo de tres aspectos que son igualmente representativos de sus posiciones teóricas: Contexto, que representa un encuentro con el paisaje y el lugar; la forma, que es la representación material de las ideas; y el paseo, como esencia de la arquitectura que es una secuencia espacio-temporal y que encuentra en las obras de Siza. Benítez, G. (2015) Enfatizando estos aspectos, cabe señalar lo que considera Siza: La relación entre la naturaleza y la construcción es decisiva en la arquitectura. Esa relación, recurso permanente de cualquier proyecto, es para mí una especie de obsesión: siempre fue determinante en el curso de la historia y, sin embargo, tiende hoy a una progresiva

extinción. Siza, A. (2008) Esta sensibilidad en relación al lugar donde se encuentra, que Siza refleja en sus obras es, además, reconocida en sus edificios por la relación de las técnicas de construcción tradicional y el espíritu del lugar donde se insertan. Por tal motivo, su trabajo es por mucho también considerado un representante de lo que Kenneth Frampton llamó regionalismo crítico, el cual consiste en reconciliar el impacto de la civilización universal con elementos derivados indirectamente de las peculiaridades de un lugar concreto. Frampton, K. (1983) Otro aspecto que Siza considera fundamental es el significado del paso del tiempo. Un jardín precisa muchos años para crecer, y hace falta también mucha paciencia y una gran sabiduría para construir con el tiempo. Construir un paisaje no es elaborar una imagen; requiere tiempo y la participación de otros factores. Defiendo el paso del tiempo como fenómeno irrepetible e irrecuperable, y la


necesidad de mostrar la autenticidad de los materiales, la vitalidad de los objetos que ya no sirven, la energía con la que se relacionan unos con otros y la necesidad

de contacto inmediato con ellos. Siza, A. (2008) Apoya a esta idea otra artista del land art: Nancy Holt, esposa de Robert Smithson, quien señala que, en el Land Art, este factor temporal también tenía su protagonismo, aunque se tendiera a una utilización de la temporalidad concebida no tanto como manifestación

de un “tiempo vectorial” – de origen claramente moderno –, como a la reivindicación de un “tiempo cíclico” o ahistórico. Holt, N. (2012) “La actividad de proyectar y el efecto de construir el paisaje, relacionándolos con el tiempo.” (Galofaro, 2003, p. 149) Se entiende entonces que para Siza, cada obra terminada es como una primera piedra; el resto lo hace la historia, que es la mejor arquitectura, la más paciente, la más sólida en

sus opciones y en la que interviene un numeroso conjunto de elementos, empezando por el primer habitante. Siza, A. (2008) A los que se obstinan en interpretar su arquitectura como producto mecánico de las sugerencias extraídas del “estudio del lugar”, reduciéndola así a un ambientalismo más o

menos refinado, Siza les responde: “la idea misma de sujetarse al contexto me horroriza”. Frampton, K. (1999) Siza ha aportado interpretaciones que la crítica había banalizado partiendo de la revisión de sus primeras obras: El restaurante Boa Nova y las piscinas de Leca da Palmeira aclaran,

efectivamente, cómo las “relaciones” de las obras de Siza desde entonces se esfuerzan por definir los ambientes sobre los que se insertan sin intentar exaltar las virtudes naturales, sino poniendo de manifiesto los conflictos que genera el proyecto, sobreponiendo a la apariencias de las cosas el rigor de la geometría como fundamento de

la arquitectura. Frampton, K. (1999) Aquello que Siza toma del lugar son las oportunidades y los desafíos, posibilidades ocultas que transforma en materiales de su composición, con la convicción de que el lugar custodia la obra del tiempo, ya sea en las rocas atlánticas de Leca da Palmeira o en el

Chiado de Lisboa, en Santiago de Compostela o en Berlín. Frampton, K. (1999)


Por otro lado, se ha observado en numerosas ocasiones que, durante los últimos años, la disciplina arquitectónica ha expandido su propio campo hacia la escultura y el paisaje.

Careri, F. (2002). Y se refleja en sus construcciones una cualidad escultórica, esto debido a su interés por este arte que le confiere cierta singularidad. “Sus formas, moldeadas por la luz, presentan una simplicidad engañosa; son honestas”. Equipe Editorial. (2014) Viendo la obra de Álvaro Siza se tiene la sensación de que un proyecto nace de una

necesidad, de un desequilibro, o de un vacío por explorar. Es así como surge una de las obras más importantes y representativas del arquitecto: Piscina Leca de Palmeira, ubicada en su lugar de nacimiento: Portugal. Siza excava una piscina marina en la costa rocosa al sur del restaurante Boa Nova, con el fin de aumentar la zona de baño de la playa cercana

al viejo puerto de Matosinhos. Frampton, K. (1999) Los estratos naturales se ponen en evidencia en sus piscinas, de la misma manera que las ciudades ofrecen la extraordinaria riqueza de sus sedimentos a quien, como a Siza le gusta remarcar, sabe verlas, haciendo que parezcan arrecifes coralinos puestos al descubierto

por la obra del mar y del tiempo. Frampton, K. (1999) Una vez más, una concepción topográfica estructura todo el proyecto donde todo gira alrededor de la sutil mediación entre la carretera de la costa, un emplazamiento rocoso y el mar abierto. Frampton, K. (1999)

Imagen 1: Piscina Leca de Palmeira Fuente: Fotografía de Guerra, F. (2016)


Como en la piscina de la Quinta da Conceicao, la arquitectura se compone de muros, rampas, escalones y plataformas, todo ello construido en hormigón in situ. De un modo u otro, todo forma parte de un trabajo con el terreno, con la única excepción de la cubierta a un agua, construida con madera creosotada, que cubre las duchas, los servicios y los vestuarios y que sirve para separar el tramo de la carretera de la costa del caos rocoso de

la playa. Frampton, K. (1999)

Imagen 2: Piscina Leca de Palmeira Fuente: Fotografía de Guerra, F. (2016)

Imagen 3: Piscina Leca de Palmeira Fuente: Fotografía de Guerra, F. (2016)


Algo que caracteriza al terreno es la presencia de un límite: un muro, soporte de la zona urbana, delimita la playa, las rocas y el océano, con toda la fuerza que posee el Atlántico;

este límite no permite la continuidad de la naturaleza en relación a la ciudad. Sin embargo, esta alteridad es esencial para la concepción del proyecto. Siza, A. (1998). Además, según Krauss, algunos campos disciplinares han realizado por medio del recorrido una “expansión de campo” propia con el fin de enfrentarse a sus propios límites. Krauss, R.

(1993). Relacionando estas ideas, podemos decir que el problema del límite en el terreno puede ser solucionado a través de un recorrido, que en párrafos anteriores se explicó como esencia de la arquitectura que es una secuencia espacio-temporal. Y que es un aspecto

fundamental en el land art. Justamente así es como Siza soluciona esta alteridad, según Frampton y Barata. De nuevo una promenade architecturale (paseo arquitectónico) cuidadosamente orquestada, del que Barata escribió: “ El acceso al edificio se efectúa por una

rampa que se ensancha hacia la entrada… Progresivamente rodeados por muros, a medida que avanzamos, perdemos de vista el horizonte, como si nos hundiéramos en un foso fortificado… Avanzando por largos pasillos, por entre las divisiones de los vestuarios, el visitante experimenta un momento de rarefacción

espectral y, a duras penas, puede ver el suelo que pisa. Al salir de este laberinto de cavernas y cruzar un pasillo, la luz atlántica vuelve, pero la vista no alcanza todavía a ver el océano. Aún se debe recorrer un sendero amurallado que, de forma ritual, finaliza en un propileo moderno. Es entonces cuando los muros se interrumpen y el visitante puede contemplar, por fin, las piscinas y el mar: pocas veces se ha conseguido una teatralidad tan intensa en la arquitectura.” Frampton, K. (1999) Siza pretendía optimizar las condiciones creadas por la naturaleza. Era preciso sacar

partido de las rocas, completando la contención del agua tan solo con las paredes que resultasen estrictamente necesarias. Así nació una ligazón mucho más estrecha entre lo natural y lo construido. Siza, A. (1998) Por otro lado, el land art convirtió el objeto escultórico en una construcción del territorio por medio de una expansión hacia el paisaje y la arquitectura. Careri, F. (2002)


Es así como se aprecia una estrecha relación entre “el objeto escultórico” del land art y la obra de Siza, ya que, estos son una expansión propia del terreno (son parte de él). Bien

lo demuestra Siza en su obra por el manejo de la distancia, el tránsito y la continuidad. Benítez G. (2015) Como bien menciona Siza en uno de sus libros: Veo una relación íntima entre arquitectura y la escultura, pero también con la pintura, con la música, con el cine, con la poesía. con la literatura, veo esa relación con todas las artes. Es un hecho que parte de las herramientas del arquitecto, de su material, de su pensamiento, viene de la pintura, de la influencia de la pintura y también de la influencia de la escultura. Por no hablar del ritmo, esa cosa tan importante de un edificio que es vivencia, que, aunque abierta tiene como una línea, una partitura de sus usos. Siza, A. (2003)

Finalmente, se concluye que las obras arquitectónicas de Álvaro Siza poseen un espíritu escultórico y están directamente ligadas al land art, corriente que encuentra en su significado, una relación vital entre el arte y la naturaleza. La continuidad entre arte y arquitectura a través de la naturaleza es una concepción presente en la arquitectura

contemporánea de nuestros tiempos.


BIBLIOGRAFÍA Benítez, G. (2015) Álvaro Siza OBRA MANIFIESTO: PISCINAS EN LECA DE PALMEIRA. Careri, F. (2002). Walkscapes: El andar como práctica estética. Barcelona, España: Gustavo Gili.

Equipe Editorial. (24 de junio del 2014). 52 obras de Álvaro Siza en el día de su cumpleaños. Recuperado de https://www.archdaily.pe/pe/623022/52-obras-dealvaro-siza-en-el-dia-de-su-cumpleanos. Frampton, K. (1999). Álvaro Siza: obra completa. Barcelona, España: Gustavo Gili Frampton, K. (1999). Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura

de resistencia. Perspecta: The Yale Architectural Journal 20. Krauss, R. (1993). El inconsciente óptico. Madrid, España: TECNOS. Martín, P. (2012, 8 de febrero). Aprehender el lugar: los túneles de Nancy Holt. Estúdio.

(3), 181 – 187. Martín, T. (2011). Robert Smithson and the Anglo-American Picturesque. Santos, J. (2008). El sentido de las cosas. Una conversación con Álvaro Siza. El Croquis. (140), 131 – 142. Siza, A. (1998). Imaginar la evidencia. Madrid, España: ABADA. Siza, A. (2003). Álvaro Siza y la arquitectura universitaria. Valencia, España: Universidad de Valencia.


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