Revista digital polleras panameñas

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Polleras TELAS utilizadas para la confección de polleras

¡EN EXCLUSIVA! CARMEN AMADA PINZÓN

¿CUÁL ES EL COSTO DE LAS POLLERAS PANAMEÑAS?

ARTESANOS TABLEÑOS CUENTAN COMO ES EL PROCESO DE CONFECCIÓN DE LAS POLLERAS


Mi pollera Ana Isabel Illueca No me pidas ni sedas ni gasas para ornar esta noche mi talle... noche de carnaval... ¿Qué panameña reemplaza su pollera por un traje?... Mi pollera!... Tú sabes, yo la hice con delgados olanes, donde el encaje a punto de "mundillo" una abuela tejió con manos hábiles; y luego a los arrullos de la tarde ,con la aguja enhebrada en tonos suaves, marcamos en la blusa y en la enagua, las hojas y la flor de los maizales. Tú no sabes la gracia que ella pone cuando ciñe mi talle ni el rubor que se siente en las espaldas al roce del encaje que recogen los hilos de la lana en bombas circulares. Ni has visto mis zapatos: estuchitos de raso que cobijan mis pies chicos y ágiles cual los de las mujeres tropicales. Mi cabeza es la noche: en ella cual estrellas, titilan los tembleques luminosos desde el negro azabache de mis trenzas que sujetan, dobladas en la nuca las doradas peinetas.

Y frente a las orejas, como dos rosas blancas, asoman las "mosquetas" que engalanan la cara; mientras al cuello penden el rosario de perlas o el collar de escuditos coronados de épocas añejas... cuando el oro corría como fuente por las colonias plenas de leyendas... Deja que me atavíe con mi hermosa pollera; y que vaya a cantarte una tonada allá en la rueda donde se oyen "pujar" los "tamboritos" y la "caja" parlera que recuerda, en su rítmico sonido, los cholos asoleados de mi tierra; y mientras palmotean y corean mi canto las morenas, yo saldré con el mozo más fornido al centro de la rueda, a bailar la tonada más sentida de mi patria pequeña; y al ritmo de los aires nacionales de la tierruca istmeña, mientras hacen mis pies mil filigranas al son de sus cadencias, se abrirá cual dos alas, mi pollera que desquite con garbo la lluvia de sombreros y monedas. No me pidas que cambie mi vestuario por gasas ni por sedas. Ninguna panameña cambiaría por nada, su pollera.


SUMARIO La pollera, traje típico de Panamá ¿Legado español? (Origen de la pollera) La confección de la pollera, artesanos santeños explican el proceso • ¿Cuánto cuesta lucir el traje típico panameño? • Polleras regionales Chiriquí Veraguas Panamá Los Santos Coclé Colón Herrera Darién Panamá Oeste Bocas del Toro • Telas utilizadas para elaborar las polleras • Joyas de la pollera • Tembleques • Dra. Carmen Amada Pinzón, orgullosa de ser panameña • • • •

Creadoras Karla Yuil Emily Rodríguez Coral Hassang Grupo 12°A Instituto Panamericano Noviembre

2021


La pollera, traje típico de Panamá

La

pollera panameña es un traje caracterizado por ser un traje de inigualable atracción, de maliciosa coquetería e intensa femineidad. Cuadra a la mujer como ningún otro vestido. Es una variedad de faldas y vestidos en el cual resaltan sus elaborados adornos. Las polleras están elaboradas de diferentes materiales como algodón o lana y suelen llevar decoraciones coloridas en diferentes técnicas, comúnmente bordados y con

diseños florales. En términos generales, la pollera, es el producto de un arte anónimo que creció y se desarrolló al calor de los hogares campesinos, entre el ambiente más puro de la artesanía femenina. Es el traje típico de la mujer panameña no indígena que está compuesto de dos piezas separadas que consisten en una camisa y un pollerón, confeccionados con tela fina.,


¿Legado español? Se

cree que la pollera deriva del vestido español del siglo XVI o XVII. Fue heredado pero de una forma más simple y sencilla por los substratos medios y bajos de la sociedad para sus faenas diarias o para ir a las celebraciones de las regiones donde vivían.

En muchos países de Latinoamérica es usado actualmente como traje folclórico. En algunos países se le conoce como pollera solo a la parte inferior del vestido (el faldón), en Panamá, pollera se le llama a todo el vestido.


La confección de la pollera Artesanos santeños explican como es este proceso. Empezando por el diseño, el diseñador de patrones para polleras Nelson Vergara creció viendo cómo las mujeres de la familia se dedicaban a coser polleras. Fueron ellas las primeras en llevar sus diseños. “Somos pocos los dedicados a esto del diseño, y buenos, menos”, manifiesta Vergara, que combinó la tradición familiar con su pasión por el dibujo. “Ya tengo más de 30 años de estar en esto, me dedico sobre todo a diseñar polleras para reinas”. Él ha diseñado los patrones de las polleras de las reinas de las festividades más importantes de la provincia de Los Santos, entre las que están Estefany Pinzón González, del Festival de la Mejorana 2015; Lía Maybeth Madrid, del Festival Nacional de la Pollera de 2017; y Gabriela Garrido, de Calle Abajo de Las Tablas. A veces los patrones

son solicitados por las clientas, pero cuando se trata de polleras para concursos y para reinas de Carnaval dejan el diseño a criterio de Vergara. “Nunca que recuerde me han dicho “eso no me gusta”. “A veces me piden una labor tradicional, que es más antigua, lleva más blanco, como decimos nosotros, carraladas, con rosas, nada de estilizaciones. Me sugieren los colores o lo dejan a mi criterio, dependiendo claro del color de la piel de la muchacha”. El costo del diseño depende de quien lo solicita y según para qué actividad. Él entrega a sus clientes los patrones para confeccionar el faldón, la blusa, la chalina y el abanico. Además recomienda que antes de pedir el diseño el cliente sepa quién será la artesana y qué punto utilizará, porque de esto dependerá el tipo de flor que dibuje.


Siguiendo con los diseños calados Elda Espino y sus hijas Dalys y Jessica Hernández dedican sus días a la costura. Tanto Dalys como Jessica, con 14 años de experiencia, aprendieron a realizar la labor “viendo a las diferentes artesanas”, y fue así que empezaron a intercambiar información y a especializarse cada una en un tipo de bordado. “Yo me sé 250 calados y algunos me los invento”, declara Dalys. Ella añade que “a mi mamá le gusta sombrear, yo sé sombrear, sé zurcir, marcar y calar, pero me aplico más en calado. Le he calado las polleras a Calle Arriba de Las Tablas y al señor Eduardo [Espino Amaya], sus polleras han ganado varios concursos, y mi mamá le ha sombreado”. El tiempo que se toman en la confección depende del tipo de técnica que utilizan. “Una pollera sombreada, si no es de apuro, toma dos meses; en dos meses mi mamá sombrea una pollera entera. Yo tomo como un mes y medio para calar una pollera; zurcida requiere de más tiempo, estamos hablando como de un año”, explica Dalys. Luego, está la Elsie Batista, quien aprendió a marcar a los 17 años y trabajó retazos de polleras, pero no fue hasta los 20 que se atrevió a marcar una pollera completa. Por varios años se dedicó a este trabajo manual junto con dos amigas, hasta que se separaron. Hoy Batista es muy solicitada porque es una de las pocas en la región que trabaja el punto pequeño. “Es un punto fino, lleva más tiempo y es más difícil. La camisa va en un punto 3×4 que ya nadie lo quiere hacer porque afecta mucho la vista”. “Por eso dicen que son polleras marcadas al ojo, porque hay otras personas que usan angeo. Las artesanas tienen que contar cada hilito de la tela, y por un hilito que cuenten mal, el error se ve más adelante y tienen que retroceder”. Las polleras marcadas son las que se envían a concurso.

Darelis Ortiz se dedica a coser en el punto en cruz. El tiempo que le toma hacer una pollera depende de qué tan cargado sea el diseño. “Cuando la labor es rápida me toma 15 días, y cuando es difícil un mes en terminar una tira. Pero hay días en que uno puede coser mucho y otros no”. La señora Cunda Cedeño aprendió a zurcir en la escuela, en las clases de Educación para el Hogar. “El maestro daba dos horitas; empecé haciendo la funda de una almohada, recuerdo que tenía unas mariposas. Ya hace 30 años que me dedico a zurcir polleras”. Empezó cuando su cuñada le pidió ayuda para terminar una pollera. Al darse cuenta de lo buena que era en la labor, se animó a continuar. Cedeño comenta que terminar de zurcir una sola pollera le toma nueve meses.


Después sigue la unión de todas las partes de la pollera. “No es cualquiera el que sabe armar”, expresa Fany Vergara, cuya familia sigue como tradición dedicarse a la confección de polleras. Ella es hermana del diseñador Nelson Vergara. La señora Fany sabe hacer desde el diseño hasta la armada de la pollera. “Coso desde que tenía 7 años y hoy tengo 67”. Antes otras costureras le encargaban tiras; después empezó a tomar los contratos para hacer la pollera completa. Los retazos de la pollera deben unirse a mano, y es por esto que pocas personas se dedican a esta tarea. La artesana explica que para armar la blusa primero se debe cortar la tela de la camisa y de las mangas: “de allí empiezo a pegar la pretina, donde van las arandelas pegadas y uno le va dando la forma a medida que va cosiendo”. Enumera: “entonces se pega la trencilla de tapabalazo, luego el tapabalazo y se pone otra pretina. Allí se pega una arandela, luego el mundillo, el enjaretado, después la ancha y ya se le da la forma del tamaño de la boca”. El proceso para armar el faldón es menos complejo: Al cuerpo de la pollera “se pega la pretina, luego el mundillo, y por último se pega el susto”.

Finalmente, la curación y planchado de las polleras. Karla Cedeño comenta que para curar el traje su mamá utiliza una salmuera. Para secarlas “se la pasa virándolas; es un protocolo con esas polleras, porque hay que darles de dos a tres curadas”. Para eliminar las marcas de lápiz que quedan en la tela se usa jabón de Castilla. “El rojo 321 y el negro son los colores que más problemas dan”. Y mientras su mamá se encarga de lavar, Karla ayuda con el planchado. Ella aprendió de su madre esta delicada tarea, ya que de no tener cuidado con el calor o colocar almidón de más se puede hasta romper la tela. “Cuando usan el almidón de antes [un engrudo hecho a base de maicena], se dañan las polleras, a mí me consta porque me han traído unas que quedaron duras y demora mucho en salirse ese almidón”. “Deteriora mucho la pollera porque queda dura como papel y se rompe facilito”, explica Karla Cedeño. El proceso para planchar todo el atuendo puede tomar hasta cinco o seis horas. Ella explica que este tiene cuatro pasos: “primero hay que alisarla, después entallarla, plancharla al revés y luego al derecho”.


¿Cuánto cuesta lucir el traje típico panameño? Según expertos folclore, solo la pollera está cuesta alrededor de seis mil dólares, pero a esta cifra hay que sumarle la joyería y los tembleques, que actualmente oscilan de 300 a 500 dólares. Todo depende del tipo de pollera, prendas y tembleques que se utilicen. Reglamentariamente cuando se empollera de gala debe llevar 12 cadenas. Jaqueline Hernández, una de las artesanas especialistas en confeccionar estas prendas, aseguró que la pollera fina puede costar entre mil y cinco mil dólares. ‘Y si a ello se suman los accesorios, que la tradición dicta que sean de oro y perlas, el valor total de la indumentaria puede superar los 50 mil dólares’, comentó la artesana.


Polleras


Regionales


Chiriquí


Basquiña chiricana El vestuario de esta región se compone solo de basquiñas, que se usan para bailar y en el pasado para trabajar en casa. Hay tres variantes

Dacrón blanco con alforzas, encajes y trencillas blancas para ser enjaretadas con cinta de color; esta variante utiliza botones perlados. No utilizar encajes y trencillas sintéticas. Dacrón blanco, alforzas y encajes pequeños en el borde de la arandela de manga y borde inferior de la basquiña. No lleva trencillas; esta variante utiliza puede utilizar botones perlados. Este modelo de basquiña se confecciona con la misma tela tipo zaraza de la cual está hecha el pollerón; esta basquiña solo lleva alforzas; utiliza botones de vestir acordes al color de la tela. NOTA: Este modelo no utiliza encajes o trencillas, ni mucho menos se enjareta.


Veraguas


Pollera de gala sin labor

Esta pollera se elabora con telas lisas de colores pasteles o estampadas. Originalmente, el tipo de tela le daba categoría a la pollera; las más costosas se hacían con seda y satines. Hoy en día se estila usar voilé en su confección, pues es muy difícil encontrar organza, percal y otras telas. La camisa lleva dos arandelas rematadas con encajes valencianos. El enjaretado se hace corrido, en zigzag, o con ambos, con lanas de dos colores que vayan a juego con las cintas de gallos. La pollera veragüense de confección reciente lleva alforzas en la camisa y en la falda. Estas se agregan al gusto de la persona. En cuanto a la falda, esta tiene la particularidad que es de tres tramos (llamados en la región tucos o golpes), lo cual no se observa en las polleras de gala de otras regiones. Está hecha de la misma tela de la camisa. Lleva trencillas y encajes de torchón o valencianos, dependiendo del poder adquisitivo de la dueña. Se colocan gallos largos (cinta de color) únicamente en la parte trasera de la falda, a la derecha. Estos deben ser de los mismos colores del enjaretado. Usa dos enaguas.


Pollera montuna

Esta montuna se encuentra en la región central de esta provincia y era el vestido común de la campesina veragüense. A inicios de 1991 se inició su rescate, pues se había dejado de usar en gran parte de la región. La camisa lleva dos arandelas rematadas con encajes y adornadas con alforzas. Usa tela blanca de voilé, aunque se ha visto en tonos pasteles de acuerdo al color de la zaraza del pollerón. También se usó en el pasado coquito pintado o estampado. El enjaretado se hace corrido, en zigzag o con ambos, con lana de dos colores a juego con los gallos. La falda de tres tramos o tucos en tela de zaraza se lleva a la altura del tobillo, ya que antiguamente se usaba corta para no ensuciar la basta. Al igual que la de gala, los gallos largos se colocan en la parte trasera derecha, cuyo número y color depende de la cantidad y color de la lana del enjaretado de la camisa.


Panamá


Esta pollera era usada por damas adineradas, esposas de los terratenientes de Chepo. Se utilizaba para ir a eventos sociales y culturales, asistir a entierros y visitar enfermos. Para la camisa se usa tela blanca, de corte similar a la basquiña, que llaman la matiné porque las mujeres chepanas preferían sus fiestas de día. Es ajustada a la cintura, adornada con alforzas y trencillas verticales de algodón. En la parte trasera, una arandela de tipo marinero. Sus mangas llegan a la mitad del antebrazo, rematadas con un pañuelo de hilo que usaban las damas para secarse el sudor. La falda tiene dos tramos con adornos de alforzas y una picarona pequeña. Tradicionalmente, dos enaguas: una sencilla con encaje y la de lujo con trencillas, encajes y trabajos con calados y talco en sombra. Sus aderezos: una trenza peinada al lado derecho, paro no incomodar al parejo que siempre la acompaña del lado izquierdo. También se permite un rodete lateral. Lleva una flor natural roja de papo o clavel detrás de la oreja. Cadena chata, zarcillos y tapahueso con medalla de la virgen o algún santo. zapatos de pana negra. Hay una variación con tela de linón de motitas, que en Chepo llaman coquito. Se usa cuando no se tiene el capital para comprar una pollera de hilo. El cabello con trenza lateral.

Pollera de gala de chepo


Pollera tumba hombre Este tipo de pollera se ve mucho en la ciudad capital, por su bajo costo. Más al este, la montuna era la pollera de faena de la región de Chepo. Además de usarse para trabajar en casa, se utilizaba para ir al río y en las fiestas de la comunidad, como los famosos tamboritos. La montuna de Chepo en la elaboración de su camisa se usa la tela blanca con labores sencillas en las mangas, arandelas y en el tapabalazo. Enjaretada con lana, rematada con una bellota o mota, adelante y atrás. Lleva trencillas y encajes. La camisa no debe estirase sobre el busto, sino presentar una caída leve. Debajo de la manga lleva cosido un pañuelo que permite estirar el brazo. La falda confeccionada

con tela de zaraza de dos a tres tramos, con o sin picarona. Entre los aderezos con que se acompaña este tipo de pollera tenemos: Flor natural roja detrás de la oreja donde nace el moño. Sombrero pintado que puede ser decorado con cinta del color del enjaretado y bellota delantera Cadena chata, rosario, bruja y guachapalí. Broches, preferiblemente con piedras rojas o verdes.


Pollera montuna tumba hombre La camisa se confecciona con tela de holán de hilo bordado, dos arandelas y con mangas. Trencillas y encajes de torchón. Enjaretada con lana y rematada con mota o vellota delantera y trasera a juego con el color de la falda. La falda se hace con tela de percal de rayas del color que prefiera la dueña. Dos tramos con las rayas verticales y una picarona con las rayas horizontales con una enagua sencilla. Los aderezos que se usan con esta pollera, tradicionalmente se usa el sombrero pintado, aunque hoy se le ve con sombrero Panamá. flores naturales o pimpollos sobre las orejas. Tapahueso y de una a dos cadenas (chata y guachapalí). Aretes sencillos. Zapatos de pana negra. El peinado, dos trenzas atadas con lana del mismo color del enjaretado.

Existen dos variaciones: 1. La primera variación centenaria con labor zurcida rellena. Trencillas y encajes tejidos al croché, trenzas delanteras, flores de papos rellenos y sombrero pintado. 2. La segunda variación con labor marcada. Trencillas y encajes de mundillo. Moño lateral y sombrero pintado con bellota y cinta.


Los Santos


Pollera de gala sin labor Estas polleras son blancas y se usan por excelencia para las bodas religiosas, quinceaños y renovación de votos. En su confección se utiliza varias clases de telas blancas finas y diseños bordados. Se enjareta comúnmente con cintas o lana y con este tipo de pollera es obligatorio usar peinetas con perlas. Los Zapatos utilizados con esta pollera son forrados en seda del color del enjaretado y se coloca una hebilla de oro en la punta.

Pollera montuna Es considerada una de las polleras más valoradas y más apreciadas por los pueblos de la región de Las Tablas. La camisa se elabora con tela blanca y lleva labores en las mangas, la arandela y el tapabalazo. La falda está formada por tres partes: cuerpo, susto y picarona. Se elabora con tela de zaraza que haga juego con el diseño de la blusa y lleva gallardetes del mismo color que la lana y los zapatos.


Pollera de gala con labor zurcida La pollera de gala con labor zurcida es la bordada. El zurcido en un tipo de bordado en el que se rellena completamente el diseño con hilo de color. La falda dividida en cuerpo y susto, con trencillas y piacillos de mundillo. Encajes valencianos al final de la falda. Los zapatos son de raso con hebillas de oro. Entre los aderezos se utilizan tres juegos de peinetas, un peinetón, dos pensamientos, una pajuela y jazmines de oro.

Pollera de gala con labor sombreada Esta pollera fue la ultima en incorporarse al vestuario santeño. Hay dos clases de este tipo de pollera: Talco al sol y Talco en sombra. La pollera con labor sombreada a talco al sol de percal es poco común porque la tela es escasa. Sus trencillas y encajes de mundillo son pepiados; y la pollera con labor sombreada a talco en sombra es de tela blanca sobre voilé transparente, con calados y bordados, cosida por debajo del paño de la pollera.


Pollera penaconfusa La pollera pena confusa era utilizada para guardar luto, sus diseños o estampados eran elaborados en color negro, grises y a veces en tonos morados. El diseño de la camisa está compuesto por dos arandelas rematadas con encajes valencianos. La falda lleva cuerpo y susto de la misma tela de la camisa divididos por una trencilla y los zapatos son de pana de color negro.

Pollera de faena Se conoce como basquiña al conjunto de camisa de trabajo y su falda, una pollera corta de zaraza con poco vuelo. La camisa se hace con telas suaves y la falda es un pollerín de zaraza de dos tramos. Se usan en la cabeza flores naturales al lado de la oreja derecha si es señorita, a la izquierda para señoras. La dama lleva dos peinetas sencillas de oro con trenzas y zapatos de pana negra.


Pollera de labor marcada Estas polleras se hacían con hilos sacados de otras prendas después de teñidos. Sus diseños son geométricos, angostos, con labores de flores entre enredaderas y algunos colibríes o mariposas. La tela que utilizan en algunas de estas clases es el anjeo. Antes no se usaba la mota de lana, en su lugar se usaban mancuernas de oro para cerrar la abertura de la camisa.


Coclé


Pollera picarona de Antón Esta es conocida como picarona y se caracteriza por sus vistosas flores y las plumas en los tembleques, propias de esta región de la provincia de Coclé. Esta pollera tiene una camisa de dos arandelas y un faldón de flores muy vistosas.

El faldón está compuesto por gallardetes y los zapatos van a depender de estos. En cuanto a los tembleques, tienen como característica que están conformados por tres pares de pimpollos a los cuales se les agregan plumas de gallina.

Pollera de gala sin labor Son parecidas a las que tienen labor, con la diferencia en que en su confección se usan varias clases de telas blancas, muy finas y diseños bordados con hilos también en color blanco. Se enjaretan comúnmente con cintas, aunque actualmente, se utiliza la lana y la mota. Hay algunas variaciones con encajes y trencillas de torchón, mundillo y al croché (tejidas). Con este tipo de pollera es obligatorio usar peinetas con perlas y entre las cadenas (no más de siete) y deben aparecer el rosario y el escapulario. La novia santeña, tradicionalmente, lleva un ramo de flores de color blanco (jazmines, azahares, tulipanes, rosas blancas, claveles blancos, o la tradicional flor del naranjo o limón


Pollera montuna Este tipo de pollera se usaba, principalmente, en eventos campestres como las piladeras, juntas de embarre, matanzas, entre las más comunes. La camisa se elabora con tela blanca y lleva labores en las mangas, la arandela y el tapabalazo, Utiliza tiras de lana para enjaretar, rematadas adelante y atrás por una mota o bellota, La falda está formada por tres partes: cuerpo, susto y picarona. Se elabora con tela de zaraza que haga juego con el diseño de la blusa y lleva gallardetes del mismo color que la lana y los zapatos. La enagua es sencilla y se adorna con trencillas y encajes de tachón.

Pollera de faena Se conoce como basquiña al conjunto de camisa de trabajo y su falda, una pollera corta o pollerín de zaraza con poco vuelo. La camisa se hace con telas suaves, como el opal, linón y holán de hilo, que ayudan a tolerar el calor. Aunque se ha generalizado el uso de telas blancas, también se hace con otras telas. La basquiña va ceñida al cuerpo sin división en la cintura, con cuello alto, una o ninguna arandela y mangas cortas, largas o de tres cuartos. Aunque se ve más con tela blanca, también se hacen con telas estampadas.


Pollera montuna de Penonomé La camisa lleva una sola arandela con tela de zaraza, o una o dos arandelas con tela blanca con o sin labor. Se remata tradicionalmente con mota o con lazo de cinta frontal y trasero, a la cual se le puede colocar una brocha y no es tradicional que el lazo lleve las puntas colgando. La falda con dos o tres tramos en tela de zaraza. Un gallardete delantero a la izquierda y otro atrás a la derecha, se usa una enagua.

Pollera montuna de Natá En esta pollera, la camisa lleva dos arandelas rematadas con encajes de torchón. Se enjareta con lana y lleva una mota frontal y otra trasera. Mientras que, la falda se elabora de la misma tela de zaraza que la camisa con tres tramos. El peinado de la dama, lleva dos trenzas hacia adelante que tejen con cinta del color del enjaretado.


Basquiña La basquiña se usaba para estar en casa. También se utilizaba para asistir a misa los domingos y para bailar tamborito cuando no se tenía una montuna. Las señoras adineradas de Antón usaban una variación de la basquiña, con camisa y falda de tela blanca, el faldón hecho de bual, algodón, lleva cuerpo y susto, con poco vuelo, y separado por trencilla y encaje abajo. Tanto la chamba como la basquiña de Antón no deben entallar en la cintura y no deben plisarse. La basquiña es una camisa blanca de algodón de corte recto. Es adornada con alforzas (pliegues). Existe la variación de usar la camisa blanca adornada con tejidos de croché y otra variación de usar la camisa en tela de linon blanco de motitas. Se puede usar con un faldón de zaraza de cuerpo susto y picarona; o con el faldón blanco de dos tramos. El faldón de la chambra es de dos tramos de zaraza con poco vuelo, la camisa de la misma tela, con cuello chino, redondo o cuadrado, se adorna con alforzas.


Colón


Pollera Congo La pollera congo se hace con diversas telas y se estila mezclar colores discordantes. Ciertos elementos varían de acuerdo con el rango, la reina es la única que usa corona, velo (mantenía secreta su identidad para protección), cetro y vestuario blanco completo (luego de completar ciertos rituales) y su banda que representa la guerra por la paz y la libertad. La camisa tipo pilón, elaborada con telas variadas, manga corta con una o dos arandelas y botones discordantes atrás, adelante o al costado. Las mujeres de rango usaban también camisa blanca de cuello redondo con mangas largas y botonadura frontal. Llevan arandelas de tela o encaje que rematan el borde de la camisa, mangas y canesú. La falda es un pollerón con tela recogida de uno, dos o tres tramos, con o sin pícara (picarona). Las de uno o dos tramos eran para trabajar, la de tres, para bailar por su gran vuelo. Hay varios estilos: parche unido, parche montado y metidos (tres tramos de telas diferentes).


Pollera cachimba de Portobelo Se usa exclusivamente en esta región colonense. Era un traje de domingo y de fiestas por invitación, que se hacían en una casa de familia o una comunal. Eran organizadas por la población negra de poder adquisitivo y de estatus social y académico. La camisa es elaborada con tela blanca de voilé, holán, letín, algodón o linón de motitas de colores o blancas, que llaman coquito. Camisa con o sin labores, con dos arandelas o vuelos rematados con encajes. Enjaretado de lana corrida sin embuchar, rematado con una mota o bellota sin picar. La falda elaborada en tela blanca con o sin labores, con dos tramos y rematada con encajes, pantaleta y dos enaguas, gallos frontales (cinta de colores) del lado derecho y trasero a la izquierda, del largo de la altura de la trencilla de la falda. Hay variaciones, por ejemplo, con tela de letín blanco, encajes de algodón y zapatos de pana.


Colón Herrera


Pollera de gala sin labor ocueña La camisa y la falda se confeccionan con la misma tela. La camisa está formada por 2 arandelas y mangas terminadas en encajes, se utilizan encajes de tienda no mundillos. Se enjareta (poner las lanas a través de la trencilla de enjaretar) de dos maneras: la primera forma es, el enjaretado corrido, que consiste en trazar con lana dos líneas paralelas a través del encaje de enjaretar en el mismo color, la segunda forma es el enjaretado en zigzag, combinando dos colores, el primer color en paralelo (enjaretado corrido) y el otro color traza un zig zag en medio de las dos líneas. Se remata el enjaretado con dos lacitos en frente y atrás con la misma lana utilizada. El faldón de la pollera es de 2 tramos, dividido en la mitad con una trencilla de encaje y al final con un peacillo y encajes anchos o de revuelo. El cabello se divide en 2 con una línea a la mitad que llamamos "rayo" y se hacen trenzas que caen sobre la espalda (muchos grupos folklóricos utilizan moños falsos para semejar está característica) y se amarran desde la mitad con un pedazo de lana del mismo color del enjaretado dejando al final un trozo de lana suelta después del lazo. Si su cabello es corto puede dejarlo suelto.

El arreglo de la cabeza se realiza con un juego de peinetas que puede ir desde 2 hasta 6 pares más el peinetón. Es común en esta región amarrar las peinetas con cintas del color del enjaretado y rematarlas con un lacito en la frente. Los tembleques que se utilizan son pimpollos, pequeñas flores que imitan a los capullos de las rosas, se pueden hacer en dos colores y los materiales característicos son telas, perlas y gusanillos. Cuando se usa la pollera para matrimonio se puede hacer los tembleques y el enjaretado en color blanco.


Pollera montuna ocueña La pollera montuna está compuesta por una camisa de dos arandelas terminadas en encaje y enjaretada con lana que terminan en lazos igualmente de lana, tanto adelante como atrás. Cabe destacar que pueden ser dos tipos de enjaretado el sencillo y el enjaretado triangular. Generalmente las camisas son blancas (de hilo), aunque las hay de fondo blanco con capullitos o bolitas. El faldón es de zaraza o percal, dividida en tres sustos (tramos) que pueden llevar o no cesgos (sólo de dos a tres líneas). Los aderezos son: sombrero blanco ocueño, paño o rebozo, bolsita, pañuelito, capullito o florecitas naturales sobre las orejas. Como prendas podemos mencionar: los zarcillos o dormilonas, cadena chata, guachapalí, tapa hueso y los collares de cuentitas o lágrimas de la virgen. La enagua de la pollera montuna es sencilla y no lleva ningún tejido. Y el vestido es lucido descalza.


Colón Herrera

Darién


Pollera darienita Se usan dos tipos de camisas, las dos en tela blanca. Una sencilla o jolgórica con una arandela plisada, sin mangas. Otra más compleja con una o dos arandelas con mangas cortas, rematadas con encaje y entallada a la cintura. Pueden confeccionarse con botones frontales o con botones en el corpiño trasero para que entalle mejor. Cuando tiene botones traseros, se le puede añadir una mota o bellota adelante y otra atrás (al gusto de la dama). La falda o pollerón de tela de zaraza con flores grandes que recuerdan la selva, con tres tramos divididos por líneas de encajes, mientras más ancho el encaje, más rango social. Se permiten encajes de colores. La falda se remata con el mismo encaje que divide los tramos. Una enagua sencilla sin plisar, que usualmente se remata con encaje. Las faldas de estas polleras se plisan para darle gracia al vuelo del faldón. Antiguamente, para plisarlas, las damas usaban planchas de hierro que calentaban en el fogón. El peinado es de acuerdo al tipo de cabello que se tenga, con un moño sencillo, trenzas, rodete u otro.


Colón Herrera

Panamá Darién Oeste


Pollera chorrerana Este vestuario es utilizado como vestido de faena y para bailar la cumbia. Por tradición esta cumbia se baila con velas encendidas, las cuales se usaban cuando no había luz eléctrica. Entre los aderezos con que se pueden acompañar estas polleras, un sombrero que se tenga disponible, como pepita de guate, junco o pintado, el cual puede ser adornado con o sin cinta, si estas utilizando el sombrero no se deben colocarse flores naturales ni pimpollos, ni peinetas, pero si no estas utilizando el sombrero si puedes utilizar las flores y/o peinados estilizados. Una cadena, usualmente la llamada cadena chata y aretes sencillos. Tapahueso de rigor, adornado con cruz o medalla. Zapatos de pana, que llaman babuchas únicamente las negras. El cabello puede llevarse suelto, en rodete o una o dos trenzas. La camisa son una sola arandela. Enjaretado de cinta, rematado tradicionalmente con lazo. Las camisas sencillas usan encajes de torchón (algodón) mientras que las más trabajadas tienen labores al mundillo y talco al sol, marcadas o bordadas. Mientras que la falda, pollerín o pollerita corta de tela con flores, con tres tramos divididos por trencillas de torchón.


Bocas del Toro


Bocatoreña Consiste en una camisa de tela lisa, de colores sólidos o estampados que hacen referencia a la naturaleza o influencia de lo afroantillano. El faldón es como e de una pollera montuna pero tiene la característica única que el utilizar un delantal, haciendo referencia a la exquisita gastronomía de Bocas del Toro. También se usa un turbante y varios collares hechos de madera o conchas o plástico. Esta pollera se luce descalza.


Telas utilizados para elaborar las polleras

•Las telas de hilo. • La tela de hilo • El "Coco" • El holán de motitas • La crea de hilo •Las telas de algodón. • El Vode o "Bual" (fiso, estampado) • El Opal (tejido de algodón, liso o floreado) • La Estopilla (tela muy sutil y delgada pero muy rala y clara, semejante a la gasa). • La Organza, lisa y estampada con bordados (comúnmente llamada "nansuk" o clarín). • La Espumilla (tela delgada semejante al cresón). • La Zaraza (algodón floreado en todos los colores). • El Percal (tela de algodón lisa o floreada). • El Anjeo (lienzo de algodón ralo y tosco que sirve para trabajar en punto de cruz o marcado). • El Listado (tela de hilo azul que servía para hacer pollerones para guardar luto). • La tela Confusa es de color azul oscuro o morado de la cual sacaban hilachas para bordar y marcar sobre lienzos blancos en las polleras. Esta tela, de calidad fuerte y fina, venía en piezas de muchas varas. • El Marquiset: Tejido de hilo, abierto y fino, parecido al anjeo, que se utiliza para hacer labores marcadas o en punto de cruz. •Las sedas y satines.


Joyas de la pollera

Las joyas de la cabeza • El peinetón de corte ovalado y recto • Las peinetas • La pajuela • Los parches o pensamientos de oro. Los Accesorios • Zarcillos • Tapahueso • Anillo • Pulseras • Los broches de oro • Las mosquetas • Las hebillas de oro • Los botones para las enaguas Las joyas del pecho • Cadena chata • Cadena guachapali • Rosario • Cordón media naranja • Cordón salomónica • Cordón cola de pato abierta • El escapulario • El cabestrillo • La cadena bruja • La cadena solitaria • La abaniquera


Tembleques Se conoce como tembleques a uno de los adornos más llamativos que forman parte del tocado de cabeza de una empollerada. La forma, el material con el cual se confeccionan los tembleques y la colocación de los mismos, los convierten en un elemento atractivo por su delicadeza, diseño y brillo deslumbrante. El origen del uso de los tembleques se debe a que en épocas pasadas las damas utilizaban flores naturales para adornar su cabeza. Pero estas flores, por ser de corta duración fueron reemplazadas, con el paso de los años, por adornos similares, pero elaborados con diferentes materiales. Es interesante conocer que estos adornos, denominados tembleques, deben su nombre al hecho de que literalmente tiemblan con el movimiento de cabeza de la empollerada, ya que son confeccionados con alambres y materiales delicados. Esto, sumado al hecho de que imitan formas florales y que poseen pequeñas hojas y pétalos, hace que la estructura de cada tembleque tiemble con cada movimiento de la empollerada. • • • • • • • •

Tapa moños Penquitas Pavos reales Mosquetas Tapa orejas Alacranes Rellenos Jazmines


Dra. Carmen Amada Pinzón, orgullosa de ser panameña Con orgullo, respeto y una gran sonrisa, la doctora panameña Carmen Amada Pinzón mueve la pollera al son de la música, bajo el sol de enero, en las calles de Las Tablas. Lo hace religiosamente desde que se inició el Desfile de las Mil Polleras en esa ciudad, hace ocho años. Para ella es un culto empollerarse, lo hace con sumo detalle, rindiéndole respeto. La dermatóloga, nacida en Macaracas, provincia de Los Santos, estrenará una nueva pollera este sábado 13 de enero en el desfile. La mandó a elaborar hace dos años con el profesor Esteban Bustamante en La Enea de Guararé. Es zurcida, calada, de cuatro a cinco tonos diferentes a los colores de otras polleras que ya tiene. Sí, Carmen Amada tiene varias. Contabiliza de 15 a 20, y en su casa en Panamá siempre tiene listas (hasta planchadas) no menos de cuatro en caso de necesitarlas para cualquier evento al que la inviten. “Esto es como un vicio. Terminas con una y ya estás pensando en la próxima. Porque amas la pollera, amas nuestro traje típico“.


Tanto es su devoción que incluso lo aplica al momento de arreglarse. Aunque empollerarse puede tomar una hora y media, para el día del Desfile de las Mil Polleras, que comienza a la 1:00 p.m., la doctora se prepara con tres horas de anticipación. “Lo hacemos con el respeto de que cada tembleque vaya en su lugar, que no se vea el hilo del acabado del tembleque, que los hilos que te amarran la pollera y que te sujetan los botones de oro vayan en su lugar, que todo lleve la medida”. Carmen Amada tuvo su primera pollera de gala a los 15 años. En 1973, cuando tenía 18, fue Reina Nacional de la Pollera, durante las fiestas patronales de Santa Librada. En 1996 fue Dama Nacional de la Pollera y declarada por el INAC como embajadora y cultora de la pollera. Sus trajes han ganado varios premios y reconocimientos nacionales.

Señala que en una pollera santeña, solo la parte de arriba y la de abajo, puede estar costando 12 mil dólares. Empollerarse por completo puede tener un costo mínimo de 150 mil dólares, sumando el traje de gala, las enaguas, los tembleques y las joyas. Consiente de su alto valor, la doctora expresa que esto puede coartar la aspiración de cualquier mujer panameña de lucir una pollera. Por ello propone que desde el gobierno se tome alguna iniciativa para disminuir el precio, sea exonerando impuestos o ofreciéndoles incentivos a las artesanas. “Queremos que la producción de polleras siga para que continuemos con nuestra identidad”.



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