Infiernos socioambientales
Londres no fue el primer infierno socioambiental que engendró el industrialismo capitalista, pero si es uno de los más documentados.
Hace alrededor de 350 años, conforme los grandes talleres y fábricas se iban expandiendo en Inglaterra, la población de la muy centralista capital también crecía exponencialmente rebasando el medio millón de habitantes. Londres era una orgullosa ciudad que después de la peste de 1655 y el devastador incendio de 1666 se había reconstruido espléndidamente. Pero era también un gran centro comercial y fabril, de modo que, en las afueras, lejos de sus palacios, salones, teatros y museos se hacinaban decenas de miles de familias obreras vestidas con andrajos, viviendo en medio de la basura y respirando el aire envenenado por la polución. En el siglo XVII Londres era un infierno; un infierno laboral y un infierno ambiental; que el daño a las personas y el daño a la naturaleza por lo general van juntos.