Sara María Lara Flores, del Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM, fue coeditora en este número del suplemento.
Hoy en día la producción de alimentos frescos se encuentra concentrada en ciertas regiones del mundo, organizada por cadenas globales agroalimentarias donde el control es ejercido por los distribuidores. Se trata de enclaves agrícolas altamente modernizados, independientemente del lugar donde se encuentren instalados, al punto que sería difícil distinguir en una foto cuál empresa productora de tomates o de fresas está en México, en Marruecos, en California o en Murcia. Todos ellos compiten por ganar los mercados donde se concentra la demanda. Por ejemplo, en el continente americano, la principal demanda se ubica en Estados Unidos, por lo que las zonas productoras de uva de mesa de Sonora compiten con los valles de Cochella y de San Joaquín, en California y con la uva chilena.