NO. 58 NUEVOS PARADIGMAS

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21 de julio de 2012 • Número 58 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada


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VIVIR EN EL CAMPO

Suplemento informativo de La Jornada 21 de julio de 2012 • Número 58 • Año V

Nosotros, de la patria en los linderos, adiós decimos a sus dulces campos, nosotros de la patria fugitivos…

COMITÉ EDITORIAL

Virgilio. Bucólicas

Armando Bartra Coordinador

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evitalizar la agricultura sin recuperar para el campo a los campesinos es tarea imposible. Y en México los jóvenes rurales se van, se alejan física y espiritualmente de un agro inhóspito y desesperanzado.

Luciano Concheiro Subcoordinador Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal.

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La problemática rústica se aborda hoy a partir de renovados paradigmas. La preservación del medioambiente y las prácticas agroecológicas se han vuelto insoslayables, el derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria son asuntos centrales, se reivindica el usufructo por parte de las comunidades no sólo de la tierra sino de todos los recursos naturales incluyendo los del subsuelo, los pueblos originarios demandan el autogobierno de sus territorios, se exige el reconocimiento a los ámbitos y soportes de la religiosidad y la cultura tradicionales, las mujeres rurales han roto el silencio y exigen equidad de género… Y nada de esto es renunciable. Sin embargo en la plausible renovación de enfoques, los viejos paradigmas del desarrollo rural integral que incluían, entre otras cosas, el derecho de los campesinos a servicios sociales adecuados y la preocupación por calidad de la vida en el agro, han quedado en un segundo plano. Sin duda un medioambiente sano, el abasto adecuado de alimentos de calidad, el control de los propios recursos, el autogobierno, el respeto y fomento a la cultura tradicional y los derechos de género son parte insoslayable de la vida buena. Pero hay que tener presente que en el campo las carencias incluyen lo más básico. Así, entre las 11 demandas por las que los indios chiapanecos se alzaron en armas en 1994 estaban techo, salud y educación, y una de las virtudes que hacen de la Cooperativa Tosepan Titataniske una organización emblemática es que se ha preocupado por mejorar los caminos y que atiende problemas de abasto, de salud, de educación, de ahorro y préstamo, de vivienda, de cultura, de acceso a los medios de comunicación…

Diseño Hernán García Crespo

PORTADA: Hernán García Crespo, con base en ilustración de José Guadalupe Posada

La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 53556702. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008-121817381700-107.

Salvo para los urbanos que se mudan a ámbitos campestres pero conservando la mayor parte de los servicios de que gozan en la ciudad, vivir en el campo es estar en abismal desventaja. Y cuando el agro se deteriora –como hoy sucede en México– puede ser una maldición. En todos los órdenes históricos de carácter urbano, la ciudad prosperó a costa del campo, y en sociedades industriales, como el capitalismo, la desigualdad se extrema pues además adopta la forma de subordinación y saqueo de las periferias más o menos rústicas por los centros metropolitanos.

* Publio Virgilio Marón disfrutaba de una modesta vida campesina en la rural Andes, cerca de Mantua, hasta que al fin de una de las guerras intestinas en que se enfrascaba Octavio Augusto, sus tierras fueron entregadas como recompensa a alguno de los soldados del ejército vencedor. El joven Virgilio reclamó, pero, como tantos otros reclamantes, nunca logró que se revirtiera el hecho consumado. Tuvo entonces que migrar a Roma, donde gracias al patrocinio de Mecenas obtuvo reconocimiento por su poesía. En sus primeras Églogas, escritas a los 28 años y agrupadas bajo el título de Bucólicas, el mantuano documenta el desgarramiento de los campesinos de todos los tiempos y de todos los lugares, a los que empujan a migrar circunstancias adversas. Expulsión del campo originada por expropiaciones territoriales como la que lo obliga a él a dejar Andes, o en apreturas socioeconómicas como las que el poeta también documenta. Pues lo he de confesar con Galatea ¿cómo emprender en libertarme? ¿o cómo acopiar un peculio? Mis rediles tantas víctimas dieron, tanto queso llevé jugoso a la ciudad ingrata, y volver de ella con la bolsa llena nunca pude lograr. Aún no comenzaba la era cristiana y ya los pequeños agricultores denunciaban el intercambio desigual con los centros urbanos y la ingratitud de los citadinos para con los rústicos que los alimentan. Y también hay coraje campesino por la violenta desposesión –no a manos de una minera canadiense o de un agronegocio, sino de un sardo romano– de un patrimonio familiar laboriosamente acrecentado. ¡Cómo! ¡En manos de un impío soldado estas parcelas labradas con primor!... ¡Que de esas mieses, un bárbaro se adueñe!... ¡Ay, eso rinde, míseros ciudadanos, la discordia! ¡Para esa gente haber sembrado! (…) Adelante, cabritas, se acabaron mis cantos para siempre; ya conmigo nunca más pasareis la flor del trébol ni el amargo sabroso de los sauces. A Virgilio después de todo le fue bien en Roma. Pero irse duele y los versos más llegadores de sus Églogas, son los que dedica a los migrantes que se despiden Tendido al pie de tu aya de ancha sombra, tú, Títiro, en el leve caramillo ensayas tus tonadas campesinas. Nosotros, de la patria en los linderos, adiós decimos a tus dulces campos, nosotros de la patria fugitivos tu, tendido a la sombra, al eco enseñas, oh Títiro, a que el bosque te repita: ¡Amarilis hermosa!

Unidos o al remoto Canadá. En los tiempos de Virgilio se iban a África, Escitia –en lo que hoy es Rusia– o Britania. Lo que es nosotros, de aquí vamos, unos al África sedienta, otros a Escitia junto al Oaxes que la greda enturbia, o hasta el confín del mundo, a los Britanos. ¡Ay! ¿Qué esperanza queda de que un día vuelva al fin a la patria?... ¿Qué divise de mi casa el empajado techo, un reino para mí, y encuentre atónito unas pocas espigas? * Si queremos un agro donde se preserve a la naturaleza, si queremos seguridad y soberanía alimentaria, si queremos mantener vivos los saberes tradicionales y las raíces culturales, si queremos pueblos originarios autogestionando sus territorios… más valdría que fuéramos reduciendo las abismales diferencias entre el campo y la ciudad en lo tocante al acceso a los servicios, pues de otro modo pronto no habrá quien cuide el medio ambiente, cultive la comida, desarrolle la cultura y preserve la indianidad. Dice el Plan de Ayala para el Siglo XXI, formulado por un centenar de organizaciones campesinas, y firmado en abril de 2012 por Andrés Manuel López Obrador: Los habitantes del medio rural no somos ciudadanos de segunda y no hay razón para que tengamos caminos, viviendas, escuelas, clínicas, servicios culturales y diversiones de segunda. Es obligación del gobierno utilizar los recursos fiscales que generamos todos los mexicanos en extender y mejorar los servicios destinados a la población rural. Habitar en pueblos pequeños o medianos puede ser mejor que hacinarse en las inhóspitas barriadas periféricas de unas cuantas grandes ciudades, pero no lo es cuando por vivir en el campo no se tiene acceso a la vivienda digna, al agua potable, a la educación de calidad, a las buenas vías de comunicación, a la salud y seguridad social, a la conectividad digital, a la cultura. Los hombres y mujeres rurales no quieren que se les trate como pobres sino que se les vea como ciudadanos con derechos y como productores, tanto de cosechas agrícolas como de bienes ambientales, sociales y culturales. Pero no se incorporará a los pequeños y medianos cultivadores al desarrollo agropecuario si no hay desarrollo rural integral, si no se procura aquí y ahora mayor bienestar para las familias campesinas. Y esto significa darle prioridad al campo no sólo en el fomento productivo sino, primero y ante todo, en los rubros relacionados con los servicios a la población: agua potable, caminos, comunicaciones, educación, salud, vivienda, cultura… Sin bienestar rural ya, y sin expectativas creíbles de prosperidad para las familias, los jóvenes rurales seguirán desertando, y la fórmula “soberanía alimentaria con campesinos” se volverá una consigna hueca.

Hoy los campesinos mexicanos se van a la ciudad, a los campos del noroeste, a Estados

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EL “BONO DEMOGRÁFICO” ATACA DE NUEVO

LO QUE VA DE ATENCO 2006 A ATENCO 2012 se ha transformado en emblema de la brutalidad hecha gobierno.

En las calles y en la red los jóvenes se agitan en un movimiento antiautoritario disparado por el tema de San Salvador Atenco. Hace seis años la violencia en esa comunidad le quitó votos a la izquierda, hoy el recuerdo de aquella represión le quitó votos a la derecha. Y es que el tiempo ubica los hechos en su justa perspectiva y lo que entonces fue presentado por las televisoras como saldo nefasto del radicalismo social

En mayo de 2006, a siete semanas de los comicios por la Presidencia de la República, un problema menor con floristas de Texcoco, apoyados por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, fue escalado por el gobernador Peña Nieto y el presidente Felipe Calderón, quienes desataron una desmesurada agresión contra los habitantes de Atenco. Las sangrientas imágenes, multiplicadas por las televisoras, generaron un clima de violencia e incertidumbre sin duda adverso al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, de por sí acusado de promover el odio social y ser un “peligro para México”.

ARTHUR RIMBAUD

#YoSoy132 le quitó votos a Peña Nieto y se los dio a López Obrador, aunque no suficientes para contrarrestar los millones de sufragios chatarra que el PRI forzó, compró o indujo. Pero cientos de miles de jóvenes movilizados en la capital y en todo el país están elevando enormemente el costo político del fraude.

Así como en 1994, año del alzamiento armado del EZLN, el entonces candidato Ernesto Zedillo llamaba a sufragar “por la paz” para restarle votos a Cuauhtémoc Cárdenas, en 2006 el PAN y el PRI emplearon las imágenes de choque de Atenco para restárselos a López Obrador. Pero en mayo de 2012,

DEL TUIT AL GRITO

Semejante a las insurgencias de Túnez y Egipto, pero hasta ahora apostando por hacer transitable la vía electoral, más amplio y popular que las acciones de los indignados españoles y los ocupa estadounidenses, y con una agenda mayor que la de los estudiantes chilenos el 132 pone a México en el mapa de la joven rebeldía mundial. Al desplegarse, los grandes movimientos escalan lo que antes era local y visibilizan lo que se hallaba oculto. En realidad, los jóvenes estudiantes participaban en la vida pública desde hace rato: eran la parte más festiva de las manifestaciones del Movimiento

también a siete semanas de los comicios, el cinismo con que el candidato priista respondió a los cuestionamientos de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana sobre la represión de 2006 puso en marcha un movimiento juvenil contra Peña Nieto y quienes buscan imponerlo.

Con dieciséis años no puedes Co ser formal. ¡Una tarde, te a asqueas de jarra y limonada, de los cafés ruidosos con lustros deslumbrantes!

Regeneración Nacional (Morena) y algunos asistían a foros universitarios sobre el nuevo proyecto de país que propone la izquierda, pero es verdad que la mayoría se mantenía al margen. La situación cambió en mayo cuando los estudiantes se alzaron contra la impúdica imposición del Frankenstein de Televisa. Pero el problema de fondo es que la presente es una generación perdida: ocho millones de jóvenes no estudian ni tienen empleo y quienes consigan chamba enfrentarán una situación precaria pues, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), “el desempleo juvenil es el primero en aumentar en épocas de crisis, y el último en disminuir en fases de crecimiento”. Los estudiantes ya estaban ahí, en el ciberespacio, agazapados en las redes sociales donde conviven. Y siguen en la web. Pero ahora también están en las calles, que transformaron en un carnaval contestatario lleno de humor y de ira. Desde junio la nación habla por boca de sus jóvenes. Y habla bien:

•La vida empieza después de los comerciales •Sesenta años durmiendo, doce años soñando. Yo ya desperté. ¿Y tú? •Libro mata copete. •No vine por mi torta, vine por mis huevos. •El que lee poco, dispara mucho. •Es mi primera vez y votaré por el pez. •El poder está en nuestras manos, no perdamos la oportunidad de cambiar la historia. Si “el sistema” es todo lo que nos jode, las actuales movilizaciones juveniles son antisistémicas. Y tienen una espontaneidad y una frescura infrecuentes. A fuerza de photoshop y plotter, las marchas son fiestas de la imaginación y cada manifestante llevaba su propio mensaje. Batucada, aquelarre, carnaval contestatario en el que no faltaron consignas tan políticamente incorrectas como el “¡Peña puto!, ¡Peña puto!” que coreaban alborozadas un puñado de chavitas que hace

no demasiados años debían gritar “¡moco, pito, caca!”, con idéntico ánimo transgresor. Después de un mutis histórico de casi medio siglo, los estudiantes están de nuevo en las calles reivindicando la democracia. “Esta marcha es más grande que las del 68 ¿verdad?”, pregunta esperanzado un manifestante adolescente a su acompañante canoso. Claro que es más grande, y más alegre, y más creativa… Por fin esta generación se libró del estribillo con que las anteriores fueron atosigadas por padres y abuelos: “Porque los estudiantes del 68…”. Pase lo que pase en las próximas semanas este es el 68 del tercer milenio. Los del viejo 68 ya podemos morir en paz. En una manta portada por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, leo el mensaje que los jóvenes del 2012 nos envían a los jóvenes del 1968: “Somos nietos de los que no pudieron matar, hijos de los que no pudieron callar y alumnos de los que no pudieron comprar”. (Armando Bartra)


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FOTO: Archivo de Proyectos

rial. Los estados pobres son los que generan más empleo agrícola y sin embargo son menospreciados en la entrega de estos subsidios.

Informe de Rimisp

POLÍTICAS RURALES CONTRIBUYEN A LA DESIGUALDAD ENTRE REGIONES

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as políticas agropecuaria y rural vigentes en México – puestas en marcha a partir de los años 90s– carecen de un enfoque territorial; implican una alta concentración de apoyos productivos en los estados del norte, y han tenido como principal efecto negativo el incremento de la desigualdad en el ingreso de las familias y también en indicadores básicos como educación y salud, afirma el Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad, elaborado por Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural. De acuerdo con el documento de Rimisp, “los efectos específicos de las políticas públicas sobre el ingreso han dado lugar a situaciones muy discordantes: mientras el PIB per cápita medio de los diez municipios más ricos de México es de 32 mil 719 dólares, el de los municipios más pobres es de sólo 603, y la escolaridad media de la población en edad laboral (de 15 a 64 años) varía desde 14 años en la delegación Benito Juárez, del Distrito Federal, hasta 2.3 años en Cochoapan, Guerrero”. Además, con una tasa de analfabetismo de 6.8 por ciento promedio nacional y 13.9 municipal, las diferencias territoriales son importantes: la tasa urbana de analfabetismo es de 4.3 por ciento; la rural de 15.6 por ciento, y a nivel de municipios, 41 registran menos de dos por ciento, pero hay 38 con una tasa mayor a 40 por ciento. Y resalta un dato definitivo: cerca de 60 por ciento de los pobres extremos del país radican en localidades rurales y la tendencia se mantiene invariable desde hace dos décadas.

El Informe subraya que las brechas existentes entre municipios y localidades del país son comparables a las que se observan entre los países más pobres y los más ricos del mundo. “Igual que en el resto de América Latina, en México existen municipios que podrían perfectamente ser parte de cualquier país de Europa y al mismo tiempo hay otros que podrían corresponder a Burkina Faso”, dijo Julio Berdegué, investigador de Rimisp, en la presentación del Informe, la cual ocurrió en la Ciudad de México, a fines de abril pasado. Editado en un libro, el reporte cuenta con indicadores para cada uno los alrededor de nueve mil municipios de diez países –México, El Salvador, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú y Chile– con una base de cifras oficiales de encuestas, censos y otros documentos, que abarcan las dimensiones educación, salud, dinamismo económico y empleo, ingreso y pobreza, seguridad ciudadana y género. Todo esto, disponible en la página www.informelatinoamericano. org, ofrece la posibilidad de hacer gráficas y cuadros comparativos a nivel interno de cada país. Según el documento, en el pasado, en México y en muchos otros países la desigualdad del ingreso rural había sido menor a la urbana. “Sin embargo, en la última década se observa que mientras la desigualdad del ingreso nacional y urbano se ha reducido, la desigualdad rural tiende al alza”, y no sólo persisten desigualdades extremas entre los municipios del país en el ingreso de las familias, sino también en los indicadores básicos de educación y salud, “lo cual llama

El Informe reconoce que las desigualdades vienen del pasado, pero hoy prevalecen. Indica que a pesar del importante proceso redistributivo realizado desde la Revolución de 1910 hasta principios de los 90s –con la entrega de más de cien millones de hectáreas, esto es la mitad de la tierra agrícola del país, a 3.8 millones de productores–, en el campo prevalecen extremas desigualdades territoriales entre los estados del norte y del sur y entre los productores de subsistencia y los comerciales. Ello, debido a que los apoyos e inversiones se han concentrado mayoritariamente desde el principio en los grandes productores comerciales del norte, lo que provocó que los ejidatarios minifundistas y lo campesinos de subsistencia en el centro y sur quedaran comparativamente relegados.

la atención debido a que estos ámbitos son precisamente objeto de los principales programas de desarrollo social”.

El Procampo, Alianza para el Campo, Programa de Empleo Temporal, Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS) y Oportunidades (antes Progresa) son analizados en el Informe, en sus efectos progresivos o regresivos.

Afirma que el gasto público agropecuario en México presenta un doble desperdicio de recursos, uno de tipo distributivo y otro económico, pues los apoyos productivos dejan fuera a las poblaciones que mayor uso podrían hacer de ellos por las restricciones que enfrentan, y se concentran en productores que por su escala, riqueza y cercanía física a los mercados, podrían prescindir de ellos sin arriesgar su capacidad productiva.

“Igual que en el resto de América Latina, en México existen municipios que podrían perfectamente ser parte de cualquier país de Europa y al mismo tiempo hay otros que podrían corresponder a Burkina Faso”

Precisa que las políticas rurales que se aplican desde los 90s se caracterizan por su dualidad: por un lado implican programas de gasto social innovadores focalizados en los más pobres, y por otro, apoyos agrícolas que no son accesibles para los productores más pobres, pues se concentran en los estados con mayor producción agrícola. “Los mayores gastos en programas de desarrollo rural los concentran Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, Jalisco y Chihuahua, los estados más ricos del país. Los mayores gastos de Procampo y de los programas de atención de problemas estructurales tienen como beneficiarios a esos mismos estados”. Aunque estos estados representan una proporción pequeña del empleo rural, pues son principalmente productores de granos en grandes extensiones, con alta intensidad de capital más que de mano de obra, la concentración de los subsidios es justificada por el gobierno con la idea de que así se incide en favor del empleo y de la economía secto-

El documento señala que no se puede inferir que la mayor desigualdad rural se sea directamente atribuible a los programas, pero es un hecho que a pesar del aumento del gasto público dirigido al sector rural (del orden de 240 por ciento en la década reciente), prevalecen las desigualdades territoriales extremas. Asimismo, si bien el gasto social en programas como Oportunidades es congruente con la distribución rural de la pobreza, por otro lado el gasto en bienes públicos y apoyos directos a los agroproductores sigue muy de cerca a la distribución del Producto Interno Bruto Agrícola (PIBA) que no está correlacionada en absoluto con la pobreza. “Los efectos específicos de las políticas públicas sobre el ingreso han dado lugar a situaciones tan discordantes como las siguientes: mientras el PIB per cápita medio de los diez municipios más ricos de México es de 32 mil 719 dólares, el de los municipios más pobres es de sólo 63. En educación, la escolari-

dad media de la población en edad laboral (de 15 a 64 años) variaba desde 14 años en la delegación Benito Juárez, del DF, hasta 2.3 años en Cochoapan, Guerrero). Y el sesgo étnico es relevante. La población indígena concentrada en los municipios rezagados representa seis veces más que la existente en municipios con brechas positivas”, señala el reporte de Rimisp, centro cuya sede es Santiago, Chile. La revisión que hace el Informe de las políticas rurales de México se da en un contexto de análisis de políticas sectoriales de otros países (la educacional en Chile y el programa Bono de Desarrollo Humano en Ecuador), y llega a varias conclusiones: “Las políticas sectoriales no son neutras ante la desigualdad territorial, pues una misma política puede contribuir al desarrollo de un territorio, no tener mucho impacto en otro y afectar negativamente a un tercero (…) las políticas diseñadas con propósitos sectoriales pueden tener resultados agregados positivos, pero cuando se analizan de forma desagregada, se revelan importantes desigualdades en sus resultados e impactos (…)”. Asimismo, y en particular respecto de la política sectorial rural de México, concluye, “la ausencia de una planificación y evaluación que considere la incidencia territorial del conjunto de programas de desarrollo rural resulta contraproducente (…) No existe una distribución del gasto público adecuada en relación con la distribución de la necesidades y activos de la población y los productores agrícolas y su evolución con el tiempo (…) El hecho e que existan brechas económicas y sociales amplias entre el sector rural y urbano, pero también al interior del sector rural, entre estados, municipios y localidades, da cuenta de patrones diferenciados de desarrollo económico que no han sido corregidos y en algunos casos han sido profundizados por la incidencia territorial diferencial de los programas de desarrollo en cuestión”. Otras conclusiones son: A) La concentración que se observa en los programas de desarrollo ha contribuido a limitar el proceso redistributivo y, de este modo, a profundizar la dualidad del campo en México. B) Asumir un enfoque territorial (hoy ausente) en la asignación de recursos para el campo podría permitir tener un control más efectivo de la incidencia de las políticas públicas en el nivel regional. C) De no modificarse este modelo de política pública, el impacto diferencial determinado por la unidad territorial, se hallará vinculado a una lógica de reproducción de la pobreza sostenida por las propias deficiencias de política pública en cuestión (LER). Para mayor información, ver www.informelatinoamericano.org


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FOTO: Alba Sud Fotografía

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Los datos duros

LA RECONFIGURACIÓN DEL MEDIO RURAL José Antonio Mendoza Zazueta • Secretario técnico del Proyecto Conocimiento y Cambio en Pobreza Rural y Desarrollo, capítulo México • Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural

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n las décadas recientes el medio rural se ha modificado de forma importante, y nuevos colectivos sociales, como el de los sin tierra o las mujeres cabezas de hogar, rompen las viejas concepciones que teníamos al mirar este ámbito como un espacio de campesinos pobres cada uno con un pedazo de tierra. La realidad rural se ha hecho cada vez más comple-

ja y desgraciadamente la pobreza rural prevalece y se agudiza. He aquí varios datos, tomados del trabajo de análisis que ha realizado el Proyecto Conocimiento y Cambio en Pobreza Rural y Desarrollo en México, y que evidencian que los retos de políticas públicas y nuevos paradigmas para el campo no son pequeños:

• Hay un alto número de pobladores rurales sin tierra. De los 3.4 millones de familias rurales beneficiarias de Oportunidades, 61.5 por ciento carece de tierra, y el restante 38.5 que si tiene (propia o en usufructo) sólo cuenta en promedio con 2.9 hectáreas, en su gran mayoría de temporal (dependiente de la lluvia). • Se agudiza el minifundio. Entre 1990 y 2007 el número de unida-

Coeficientes de Gini del ingreso total per cápita: 1994-2010

des de producción rural se incrementó en 26 por ciento mientras que la superficie involucrada sólo creció en 4.1 por ciento. En promedio los predios de propiedad social bajaron de 9.12 a 7.5 hectáreas en el periodo, pero esta cifra considera tierra en áreas de semidesierto; en realidad las explotaciones agrícolas, productivas, del sector social son menores a dos hectáreas en su gran mayoría. Los propietarios privados también son minifundistas; por lo menos el 70 por ciento tiene predios de dos o menos hectáreas. • Hay una alta dependencia de subsidios públicos. Los ingresos por concepto de trabajo independiente agrícola y no agrícola en localidades menores a dos mil 500 habitantes representan 17.8 por ciento del total, mientras que las transferencias, publicas en su mayoría, alcanzan el 21.7 por ciento del ingreso. Para el caso de la población del primer decil de ingresos, donde se ubica la mayor parte de la población rural, los porcentajes son 16.5 y 40.3.

Fuente: Basado en ENIGH. En el gráfico se ilustran las tendencias experimentadas en el ingreso nacional, el ingreso urbano y el ingreso rural total per cápita. El instrumento estadístico utilizado es el Coeficiente de Gini. Se aprecia cómo el ingreso nacional y el ingreso urbano total per cápita experimentan una tendencia a la baja; de un coeficiente de 0.54 a uno de 0.51 y de un coeficiente de 0.53 a uno de 0.49, respectivamente. Por el contrario, en el caso del ingreso rural total per cápita se observa una tendencia al alza desde un coeficiente de 0.46 a uno de 0.48, indicativo de un incremento de la desigualdad.

• Mientras en la segunda década del siglo pasado la participación el empleo agrícola en el total rebasaba el 70 por ciento, en 2010 se redujo a 13.4. • Hay un número creciente de mujeres titulares de derechos agrarios, un millón 163 mil 753, según el más reciente Censo Ejidal, de las cuales 833 mil 805 son ejidatarias y el resto posesionarias. También crece el número de hogares rurales con jefatura femenina; en estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, uno de cada cuatro hogares rurales registra esta condición; allí también se observa promedios de edad menores y tasas de dependencia total (infantil y vejez) mayores que la nacional.

• A mayor ruralidad (esto es, a menor cantidad de población por localidad), hay mayor pobreza extrema y mayor dependencia del empleo agrícola y de los programas asistenciales.

• Se observa un marcado envejecimiento de los titulares de derechos agrarios y productores privados minifundistas, con una edad promedio de 55 años. Un hecho importante es que 40 por ciento de los mayores de 65 años se reportaron como productores activos. En consecuencia, no existe el relevo generacional en la magnitud requerida, lo cual refleja un arraigo explicable en la falta de un sistema de seguridad social que la dé seguridad de vida a los adultos mayores y puedan dejar la tierra en manos jóvenes.

• Si bien la transacción formal de tierras –prevista e incluso temida con los cambios al artículo 27 constitucional de 1992– ha sido mínima, de 2.9 por ciento de los 105 millones de hectáreas ejidales y comunales, hay un alto rentismo en las zonas agrícolas comerciales, de alrededor de 50 por ciento.

• Hay una tasa de participación de las mujeres en edad de trabajar que va en aumento. En localidades menores a dos mil 500 habitante ya alcanza el 17.7 por ciento, lo cual es todavía mucho menor que en localidades mayores a 100 mil habitantes, donde el indicador asciende al 41.1 pero con una tendencia creciente.


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SUSTITUCIÓN DE ENERGÉTICOS FÓSILES POR AGROCOMBUSTIBLES, UN NUEVO PROBLEMA ALIMENTARIO

FOTO: Margaret Broeren

cional del etanol, gravando con un impuesto de 0.54 dólares por galón al etanol importado de países no pertenecientes al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como el brasileño, que se produce con caña de azúcar.

Proporción de maíz que se destina a la producción de etanol en Estados Unidos

Para México, lo más sensible resulta el uso de maíz para etanol. De acuerdo con el informe Agrocombustibles: fogoneros del hambre: Cómo las políticas de Estados Unidos para el etanol de maíz aumentan el precio de los alimentos en México, de Action Aid, desde 2000, el volumen de maíz que se utiliza en la producción de etanol en Estados Unidos ha crecido aceleradamente: pasó de representar cinco por ciento del total de la producción a 40 por ciento hoy día. La Unión Americana tendrá este año una cosecha de maíz estimada en 350 millones de toneladas, lo que significa que 140 millones serán para convertirlo en etanol. Las cifras se comparan con alrededor de 950 millones de producción estimada de maíz para todo el mundo este año y 21 millones de toneladas de México. El documento señala que la cantidad de etanol de maíz que se usa hoy en día es de 13 mil 800 millones de galones (o sea 53 mil 302 millones de litros), que representan casi nueve veces lo registrado en 2000. A partir de 2004 es cuando se observa el mayor incremento en el uso del grano “y coincide temporalmente con las alzas recientes de los precios de los alimentos”. El hecho es que los agrocombustibles utilizan como materia prima

Fuente: BDepartamento de Agricultura de Estados Unidos, ERS, Feed Grains

maíz, caña de azúcar, soya y otras oleaginosas como la canola y la jatropha, fundamentalmente, pero los efectos en los precios del maíz son los que más han incidido en la carestía alimentaria, a tal grado que el informe de Action Aid considera que la tendencia creciente del uso del grano para elaborar agrocombustibles representa serios riesgos para México, porque es nuestro principal alimentos básico –convertido en tortilla– en términos de inflación y hambre. Y el panorama es adverso, pues el potencial de aumento de uso de agrocombustibles como sustitutos de carburantes fósiles es muy amplio. De acuerdo con el reporte “La producción de agrocombustibles y el aumento de los precios de los alimentos”, de Jordi Rosell y Lourdes Vidalomiu, de la Universidad Autónoma de Barcelona, en 2007 se produjeron en todo el mundo cerca de 72 mil 500 millones de litros de biocarburantes líquidos, lo que supuso unos 30 millones de toneladas equivalentes de

petróleo, apenas un 0.7 por ciento del consumo global de petróleo y un 0.3 por ciento del consumo mundial de energía.

Se supone, dice, que los galones restantes deberán completarse con los llamados agrocombustibles “avanzados” (que dejan al margen los productos agrícolas), incluyendo 16 mil millones de galones de agrocombustibles de celulosa, pero al ritmo lento en que se está desarrollando esta industria, es poco probable que Estados Unidos pueda cumplir con ese mandato para 2022. Otra política estadounidense importante relacionada con el etanol es el “tope de mezcla” o cuánto etanol se puede mezclar legalmente en un galón de gasolina. Aunque ese tope está actualmente fijado en 10 por ciento, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó recientemente una petición para subirlo a 15 y ya comenzó

El documento de Action Aid dice que muchos investigadores han procurado hacer estimaciones del impacto de la expansión de los agrocombustibles en los aumentos recientes de los precios de los alimentos, y algunos analizaron específicamente la expansión del etanol de maíz en Estados Unidos. “Un informe publicado recientemente por la Academia Nacional de Ciencias sintetiza las conclusiones de once estudios que examinaron la escalada de precios de los alimentos en 2007, concluyendo que los precios de las materias primas aumentaron entre el 20 y el 40 por ciento, como consecuencia de la expansión de los agrocombustibles a nivel internacional. En cuanto al impacto sobre el precio del maíz, un estudio de 2009 atribuyó 22 puntos porcentuales del aumento de los precios registrado entre 2006 y 2009 a la expansión del etanol en Estados Unidos, dice y advierte que “las proyecciones indican que los agrocombustibles seguirán expandiéndose a nivel mundial, y que los precios de los alimentos se mantendrán altos. Una de las proyecciones, por ejemplo, sugiere que las tendencias del etanol de maíz presionarán el precio del maíz a un alza adicional hasta del 12 por ciento para el 2017, mientras otra estima que si la expansión de los agrocombustibles se mantiene, el precio de exportación del maíz será 18 por ciento más alto en 2020 que lo que sería sin la demanda agregada de agrocombustibles” (LER).

“Las materias primas para producir estos biocarburantes fueron en su casi totalidad productos agrícolas: en el año 2007, 268 millones de toneladas de caña de azúcar (equivalentes a 38.5 millones de toneladas de azúcar), 80 millones de toneladas de cereales y 13 millones de toneladas de aceites vegetales se destinaron a la producción de biocombustibles líquidos”. Según el informe de Action Aid -elaborado por Thimothy Wise y Marie Brill y presentado en mayo pasado–, la expansión del etanol en Estados Unidos, el principal país productor, ha sido estimulada por diversas políticas gubernamentales, entre ellas un arancel protector, medidas de desgravación fiscal y una meta obligatoria o mandato de consumo. El arancel ya no está vigente pero protegía de la competencia extranjera a la industria na-

FOTO: Sam Beebe

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ntre los elementos que productores y especialistas del agro señalan como causantes de la volatilidad de los precios agrícolas y de su encarecimiento a partir de 2006-07 está el uso de materias primas para elaborar agrocombustibles, fundamentalmente biodiesel y etanol.

El etanol fue también beneficiario de medidas de desgravación fiscal considerables que prevalecieron por más de 30 años; con ellas los industriales del etanol obtenían créditos fiscales. Y hoy día “la industria está respaldada por el Estándar de Combustibles Renovables (RFS, sus siglas en inglés) que se instauró originalmente en 2005 y se sextuplicó en 2007. El RFS de 2007 exige un volumen cada vez mayor de consumo de agrocombustibles por año, con la meta de llegar a 36 mil millones de galones en 2022, de los cuales al menos 15 mil millones podrían producirse a partir de almidón de maíz”.

a levantar un registro de productores, lo que hace posible pensar que comience a aplicarse en algunos lugares desde mediados de 2012.


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LOMBRICOMPOSTA, MÉTODO DE RECUPERACIÓN DE SUELOS Lourdes Rudiño

FOTO: Kirus von Surik

Las primeras toneladas de lombricomposta de la organización se utilizaron ya en pruebas piloto en los cinco municipios donde están los socios; “se están utilizando en suelos altamente desgastados, pues traemos un programa de rescate de tierras”. Para estas pruebas la organización cubre los costos al cien por ciento, y “eso motiva a la gente; en esas parcelas se va a ver una recuperación y un cambio total en el ecosistema del suelo. Y experimentamos en el camino: se ponen dos toneladas de lombrices y vemos si se requiere más y cómo va reaccionando la tierra”.

La lombricomposta es un método cada vez más popular en muchos países y se le considera “el composteo del futuro” Olga Alcaraz Andrade, directora de Agricultores Unidos Región Guayangareo, que agrupa a más de 40 campesinos de los municipios de Zinapécuaro, Queréndaro, Álvaro Obregón, Tarímbaro e Indaparapeo, en Michoacán, comenta la experiencia de esta organización: la “revolución verde”, que hasta hace algunos años fue altamente valorada por sus efectos productivos, indujo a los agrónomos a especializarse en granos básicos, con paquetes tecnológicos específicos y con fertilizantes químicos; esto, a partir de la propia instrucción universitaria, sin mirar las consecuencias de deterioro de los suelos. “En nuestras tierras, que han sido altamente productivas y donde se cultiva maíz y sorgo en el ciclo

primavera/verano y trigo en otoño/ invierno, veníamos manejando dos paquetes. uno para suelos negros con bastante profundidad, y otro para suelos ligeros, arenosos; desde hace años estábamos usando el amoniaco, un fertilizante químico muy agresivo y que tiene una ventaja aparente como ningún otro: un gas que se va inyectando en la tierra y que contiene más de 90 por ciento de nitrógeno; es de las fuentes más baratas de nitrógeno, pero mata todo de la tierra, mata lo bueno y lo malo. Este fertilizante es relativamente barato, y el productor estaba contento, al ver que su planta reaccionaba, lo cual es obvio, por ser un producto muy concentrado. Con los años, sin embargo, el resultado es un desgaste total; tenemos suelos con la misma profundidad de antes, pero totalmente muertos, y si a ello se agrega que también quemábamos el rastrojo, el daño era total”.

Agricultores Unidos Región Gauayangareo inició su módulo de producción de lombrices, y a la vez está avanzando en un esquema de agricultura de conservación, donde se prohíbe la quema de rastrojos, se siembra sobre el esquilmo; “esto ha sido maravilloso, estamos ahorrando 30 o 40 por ciento del cultivo, y a la vez estamos rescatando y dándole vida a la tierra”.

La entrevistada comenta que hay estudios que demuestran que en tres o cuatro años la lombricomposta rescata las tierras. Señala que los campesinos de su organización están combinando el uso de lombrices con fertilizantes químicos en una proporción de 50-50 por ciento. “Debemos ir encontrando el punto de equilibrio y paulatinamente reducir el químico, hasta llegar a un 80-20 por ciento, en la medida que se van regenerando los suelos, y también observamos la alimentación de

Dijo que es una gran ventaja el estar organizados, el ser miembros de la ANEC, porque de esta forma se tiene a la mano herramientas e intercambio de experiencias con agrupaciones de otras partes del país. Además, la lombricomposta es un proyecto “de los más nobles que hay, pues no se requieren millones ni fortunas para ir avanzando. Se trata de empezar reproduciendo las lombrices y darle mucho seguimiento. Lo malo es que este proyecto carece de apoyos públicos. El secretario de Agricultura (Francisco Mayorga) le digo a ANEC que no hay recursos para impulsarlo”. Olga Alcaraz participó en el Seminario Internacional Nuevos Paradigmas y Políticas Públicas para la Agricultura y Sistemas Alimentarios Globales -realizado en junio, y donde uno de los convocantes fue ANEC-. Allí, “una conclusión fue la recomendación de que los subsidios al campo den prioridad a las tecnologías sostenibles, como la lombricomposta; ello debe ser una prioridad para el próximo gobierno. Que los apoyos no se den como hasta ahora, con alta concentración en unos pocos y sin discriminar; por ejemplo se ha dado Procampo a gente que tiene mariguana, y se ha apoyado a agricultores industriales, eso no se vale”.

La lombricomposta es un proyecto “de los más nobles que hay, pues no se requieren millones ni fortunas para ir avanzando

La agrupación pertenece a la Red de Empresas Campesinas Comercializadoras de Michoacán (REDCCAM) y ésta a la vez es parte de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC). Olga Alcaraz comenta que los socios de ANEC “tenemos un acuerdo para tener cada uno proyectos de lombricomposta”.

Olga explica que las lombrices son caras, por ello al inicio de su proyecto de lombricomposta, hace un año, “compramos poquitas, sólo unos 10 kilos; hicimos las camas (para la reproducción) de volada; hemos hecho reuniones, la gente ve cómo se hace y ve que implica un cambio importante”, incluso respecto de la compra de fertilizantes orgánico con proveedores externos, “porque cuando tú sabes cómo se elaboran, empiezas a tener duda sobre la calidad de lo que compras por fuera y sobre el tiempo que tienen de almacenamiento.

La lombricomposta es un método cada vez más popular en muchos países y se le considera “el composteo del futuro”. Se reproducen lombrices y con éstas se elabora humus, que es un abono orgánico. Las lombrices pueden procesar cualquier materia orgánica.

“Como organización hemos llegado a adquirir cinco mil o seis mil litros de fertilizante orgánico, pero como no hay una calidad certificada de éstos, la calidad se comprueba en los resultados; por lo general no tenemos tiempo para mandar a laboratorio el producto”.

FOTO: Stephen Ticehurst

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as evidencias de los fertilizantes químicos están induciendo a los campesinos a buscar alternativas agroecológicas, como es la lombricomposta, con intenciones múltiples: regenerar sus suelos luego de años de uso indiscriminado de agroquímicos y restablecer su capacidad productiva, reducir costos, hacerse independientes de oferentes de insumos, garantizar calidad de los abonos y, a la larga, contribuir al objetivo global de amortiguar el cambio climático.

Que los subsidios al campo den prioridad a las tecnologías sostenibles; ello debe ser prioridad para el próximo gobierno

las lombrices, pues si su dieta es de fósforo y otros minerales, su resultado será de eso, con efectos positivos en el suelo y en la producción”.


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MILPA INTERCALADA EN ÁRBOLES FRUTALES, TECNOLOGÍA PROMETEDORA PARA PRODUCTORES PEQUEÑOS Lourdes Edith Rudiño

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nte la crisis alimentaria global, la solución podrá encontrarse en el desarrollo de la agricultura de pequeña escala, donde México cuenta con unos siete millones de hectáreas, cultivadas fundamentalmente con semillas nativas, y donde hay un amplio margen de potencial para elevar rendimientos, mejorar los ingresos de los productores, elevar y diversificar la oferta de alimentos y restituir suelos erosionados.

Lo hacen con predios demostrativos promovidos desde el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Colegio de Posgraduados (Colpos) y establecidos en Puebla, Oaxaca Chiapas, Veracruz, Estado de México y Distrito Federal. “Las inversiones para el desarrollo tecnológico en agricultura han estado enfocadas por décadas a favorecer la agricultura intensiva, tipo Sinaloa; en esas áreas, los rendimientos llegaron ya al umbral y tienen altos costos ambientales y económicos. Los siete millones de hectáreas de agricultura en pequeño que tenemos en México han tenido muy poca atención; han sido como una maceta que recibe muy poca agua; han estado abandonadas, sin inversión ni organización. Por ello su potencial es alto –en maíz se puede por lo menos duplicar los rendimientos promedio– y las expectativas son muy esperanzadoras”, señala José Isabel Cortés, profesor-investigador del Programa de Edafología del Colpos. En visita de campo, en el ejido San Mateo Caultitlán, en Puebla, observamos uno de los predios demostrativos de MIAF, propiedad del campesino Hipólito Poblano Mácuitl, el cual se instaló desde 2003 en una hectárea, con un tercio ocupado por árboles de manzana (con una variedad adaptada de Golden Delicious), otro tercio por maíz y el resto de frijol. Este policultivo es algo que los investigadores habían observado desde inicios de los 70s como iniciativa de los campesinos, pero que han perfeccionado –con los árboles ahora establecidos en forma de y griega

FOTO: Lourdes E. Rudiño El productor Hipólito Poblado Mácuitl (en la izquierda), con investigadores del Inifap y el Colpos involucrados en la tecnología MIAF. Antonio Turrent, al centro, y José Isabel Cortés junto a él, a la derecha.

para mejor captación de luz solar, y con una altura de 3.20 a 3.50 metros para facilitar la cosecha pero también para no ser muy vulnerables a las heladas, entre otras cosas. El manejo que se da a los frutales es similar al que obtendrían las manzanas en predios de productores comerciales de gran escala de Chihuahua o Washington, con fertilizantes orgánicos y químicos, y también con tecnología propicia para los otros cultivos, de tal forma que se tienen rendimientos en el maíz superiores a siete toneladas por hectárea, en comparación con 1.5 o dos del promedio nacional de la pequeña agricultura. Este modelo, con frutales caducifolios (duraznos, chabacanos, ciruelos, tejocotes, manzanas y capulines) es propicio para todo el eje neovolcánico en predios pequeños, comenta Antonio Turrent, presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), esto es para alrededor de un millón de hectá-

reas en México. Y en el trópico otro tipo de especies, como guayabas, naranjas, aguacate, funcionan muy bien.

Por ejemplo, en Oaxaca hay una ladera en la región mixe donde se están probando 38 variedades y especies, entre ellas cerezos, almendros, chabacanos, ciruelos, nogal de castilla; se investiga para ver si son propicias para MIAF.

“No nos hemos metido en la parte norte del país, pero también creemos que en esa zona se puede adaptar la tecnología, allí creemos que el orégano sería la planta que sustituyera al frutal y hay otros árboles y arbustos que no hemos explorado pero que podrían llenar también este papel. Esta tecnología es muy flexible, adaptable a un gran tipo de condiciones, menos al tamaño de la unidad de producción: si es grande, no le sirve (…) En la tierra de don Hipólito hay riego, pero la tecnología es viable también en temporal, como podría ser para superficies en el Distrito Federal y en Toluca; en las cañadas de Chiapas también es viable (…); en las áreas semiáridas, con precipitaciones más pobres, son propicios los frutales como la pitaya, las cactáceas, la ciruela mexicana, la ciruela espondia y la jiotilla”, dice Turrent.

Además, el Colpos y el INIFAP han desarrollado materiales propicios para tierras mexicanas, como la manzana Golden del predio de don Hipólito, que requiere menos unidades frío en el invierno respecto de la Golden original; también cuentan con variantes de manzana Gala adaptadas; con cinco variedades de durazno de alta calidad y dos de chabacano, comenta Cortés. Con base en los resultados dados desde 2003 por el predio visitado, los investigadores hicieron una estimación de producción, rendimientos y valor de la cosecha (sin considerar costos ni posibles fenómenos climáticos nocivos): en un predio de 2.5 hectáreas con MIAF se puede obtener al año 13.8 toneladas de manzana, 10.32 de maíz y 1.82 de frijol, lo cual representa un valor total de 226 mil 125 pesos. Si todo fuera sembrado con maíz el valor sería de 97 mil 500 pesos, con sólo frijol de 52 mil 500 y con sólo manzana 270 mil.

FOTO: Lourdes E. Rudiño

Así lo afirman Antonio Turrent y José Isabel Cortés Flores, investigadores que a principios de los años 70s participaron en un grupo de especialistas enfocados a explorar posibilidades para los productores en pequeño (de menos de cinco hectáreas), y que hoy día se esfuerzan por difundir algo que en aquella época ya se vislumbraba, la tecnología “milpa intercalada en árboles frutales” (MIAF).

sola canasta, comenta Turrent y precisa que ante fenómenos como las heladas o sequías, en el MIAF ocurre la pérdida de un cultivo, pero se salva el otro o los otros, y las ganancias relativamente mayores que generan los frutales permiten invertir a favor de los otros cultivos; además, en la lógica campesina, la producción de maíz para el sustento familiar es prioritaria.

La pregunta que surge es ¿por qué no optar sólo por el frutal y olvidarse del maíz y el frijol? La respuesta la da don Hipólito. “Es necesario tener varias cosas (cultivos) para subsistir, porque si no sale de una me compenso con la otra; además de las 1.5 hectáreas que tengo con MIAF, tengo otra con alfalfa, calabaza y una fila de duraznos; el maíz es lo que procura uno para la alimentación, lo demás es para sobrevivir”. Se trata de no tener todos los huevos en una

Ambos investigadores resaltan la urgencia de que políticas públicas impulsen la tecnología para la agricultura en pequeña escala, como la del MIAF, que impliquen apoyo para la instalación de frutales –pues se requiere una inversión de alrededor de 28 mil pesos para 700 árboles en una hectárea–; investigación –“que es algo que se le ha negado a los campesinos”–, pero también infraestructura comercial y financiamiento para que los productores se apropien de valor. Don Hipólito comenta que el año pasado vendió su cosecha de manzana a 130 pesos el tambo (de 13 a 15 kilos cada uno); este año aspira a colocarla a 200 pesos pues ya se informó respecto de los precios que corren en el mercado. La entregará a un intermediario, “pero si pudiera, si tuviera forma de embolsar y refrigerar la fruta, podría venderla un poco más cara”. José Isabel Cortés destaca el potencial de la agricultura de minifundio para desarrollarse conservando los recursos biológicos (suelo, agua, diversidad), pues “entra en el concepto de lo que ahora se llama agroecología o ecoagricultura. Este modelo permite la diversificación de cultivos, la rotación de cultivos, el cómo se maneja el maíz y el frijol asociados (permitiendo mayor rendimiento del frijol), la cuestión de la rotación de cultivos para alterar el hábitat de los enemigos de los cultivos en el suelo y cómo incrementar la eficiencia en el uso de la luz solar. Antonio Turrent recuerda que desde el gobierno de Luis Echeverría en México hay el estigma de que para ser productivo se requieren unidades agrícolas grandes. “Ese modelo fracasó; luego el gobierno de Salinas cambió el artículo 27 constitucional (que liberalizó la compra venta de la tierra), pero fracasó también, pues sigue habiendo el mismo número de predios de hace 15 años. Pero el estigma permanece y por eso el Estado mexicano ha marginado a los pequeños productores. En China, al contrario, la unidad familiar es menor a media hectárea y está cada vez más produciendo lo que necesita”.


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HACIA LA RECONSTRUCCIÓN DE LA AUTONOMÍA Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA*

devuelto estudios e investigaciones orientados a enriquecer los procesos de cada comunidad.

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or más paradójico que parezca, plantear nuevos paradigmas para la agricultura y el campo mexicano nos remite a pensar en procesos muy antiguos, a la memoria de los pueblos indígenas y campesinos. Entender la ciencia campesina que aún se refleja en los sistemas agrícolas tradicionales, en el cúmulo de saberes para manejar y cuidar ecosistemas muy diversos y en los dinámicos sistemas sociales comunitarios, forma parte de nuestra tarea desde la década de los 70s. En estos años el sistema alimentario mundial, orientado por la ganancia de empresas privadas, ha dejado un rastro de contaminación química y ahora transgénica y ha profundizado el hambre y la crisis agraria en muchos países. La privatización y la erosión de los recursos genéticos y de los conocimientos asociados a ellos aparecen como preocupaciones fundamentales en este contexto. Ante las múltiples problemáticas que amenazan los territorios, las semillas, la agricultura y la alimentación de los pueblos, el enfoque xolocotziano nos parece más pertinente que nunca. Partir de que “todos aprendemos de todos” (Freire) abre puertas hacia los diálogos de saberes y nos plantea el constante reto de construir formas de asesoría respetuosa y aprendizaje mutuo en la búsqueda de alternativas útiles, esto a contracorriente del pensamiento dominante y del extensionismo presente en los modelos de desarrollo, tecnológicos o educativos. La sustentabilidad, nuevo paradigma de finales del siglo XX, reforzó la búsqueda de perspectivas multidimensionales capaces de integrar aspectos ecológicos, tecnológicos,

económicos, políticos, sociales, culturales y espirituales; mientras las políticas neoliberales, los tratados comerciales y la creciente dependencia aceleraron la necesidad de reivindicar la soberanía alimentaria y pensar en Sistemas Alimentarios Sustentables (SAS), desde la producción hasta el consumo y desde lo local hasta lo nacional. Así nació el programa SAS del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y comenzó una experiencia con comunidades de la región Centro-Montaña de Guerrero. Se abrieron espacios para reflexionar los problemas y las necesidades de la agricultura y comenzamos a proponer alternativas; poco a poco se fue buscando en la memoria y la experiencia de cada comunidad, y también en otras experiencias que vinieran a reforzar la sustentabilidad de cada parcela. El fortalecimiento de la agricultura campesina implica mirar la integralidad socio-ecológica de los territorios. Dos enfoques forjados en el andar del programa Manejo Campesino de Recursos Naturales del GEA en esa región han orientado nuestro trabajo: en primer lugar, nuestras acciones buscan entender y fortalecer las estrategias y sistemas diversificados de familias y comunidades –en ello se basa el diseño paulatino del proyecto regional que GEA ha impulsado junto con 20 comunidades–; en segundo lugar, pensamos que la clave de un manejo sustentable del territorio está en las capacidades organizativas y de autorregulación de las comunidades, que dependen de la fortaleza de sus instituciones (asamblea, sistema de cargos, tequio, entre otras), de su reconocimiento parte el diálogo y la construcción de propuestas.

FOTO: L????????????????

Catherine Marielle y Lucio Díaz

El proyecto integral regional busca fortalecer las capacidades de las comunidades para avanzar hacia un mayor control y un manejo sustentable de sus territorios. El agua ha sido el recurso eje, y la microcuenca una herramienta de planeación valiosa para la organización comunitaria del territorio. Las líneas de trabajo se articulan según los acuerdos establecidos con cada comunidad: manejo comunitario del monte y la biodiversidad; conservación de suelo y agua en microcuencas; agroecología comunitaria; manejo del ganado y las áreas de pastoreo; casa, patios y solares campesinos; agua, salud y alimentación con escuelas; estas líneas procuran ir nutriendo sueños y planes de trabajo comunitarios, escolares, colectivos y familiares, en diferentes espacios del territorio y niveles de toma de decisiones. Más de 15 años de vinculación e intercambio han permitido un proceso continuo de formación de promotores campesinos regionales y el involucramiento de asambleas, au-

toridades y comités comunitarios (de agua, reforestación y padres de familia). Actualmente 17 comunidades impulsan planes de manejo de microcuencas, de manejo de especies forestales no maderables (maguey papalote) y cuidado de los montes, de animación agroecológica y tecnologías apropiadas, entre otros trabajos que se complementan con la “comunicación andariega” y las Jornadas por la Madre Tierra, una propuesta educativa con niñas, niños y jóvenes, orientada a fortalecer los vínculos con su comunidad, valorar la identidad, la cultura y el saber campesino abriendo nuevos espacios de diálogo entre pequeños y grandes. Las comunidades participantes se han reivindicado como centros de rescate, generación e intercambio de saberes; reciben visitas y comparten sus experiencias con comunidades, promotores, organizaciones e instituciones académicas. Estudiantes de diversas universidades han participado en esos intercambios como parte de su formación y han

En el camino hacia una agroecología comunitaria, pasamos del trabajo con un grupo de campesinos en 30 parcelas en 2002 a procesos de animación en 20 comunidades. Se han establecido 67 parcelas experimentales y más de 400 familias han recuperado o incorporado prácticas sustentables, restaurando la fertilidad de los suelos, logrando mayor resistencia a plagas, sequías y tormentas, mejorando sus rendimientos y disminuyendo la dependencia monetaria, técnica y de insumos externos. Más de cien animadores agroecológicos constatan la recuperación de la confianza y el orgullo en muchas familias por sembrar sus propios alimentos. Más de 200 mujeres y sus familias impulsan la sustentabilidad y la autogestión en el manejo del agua y la producción de alimentos desde la casa, el patio y el solar. Muchas experiencias agroecológicas en el mundo han mostrado no sólo sus posibilidades y alcances para sostener la vida en las comunidades, sino también para revivir mercados regionales e incluso proponer nuevas formas de economía solidaria. Esta pequeña experiencia muestra cómo a partir del reconocimiento de las comunidades, sus instituciones, estrategias y conocimientos se pueden construir proyectos de desarrollo a nivel regional, elaborados, aplicados y vigilados por los pueblos. Se pueden rescatar espacios y sistemas de producción de alimentos, manantiales y cauces de agua, montes y biodiversidad. Ante la crisis ambiental y civilizatoria que vivimos, defender las semillas, la milpa y el territorio, como comunidades y como país, es una tarea que permitirá reconstruir las autonomías y la soberanía alimentaria. *Texto elaborado a partir de la presentación en el Seminario Internacional Nuevos Paradigmas y Políticas Públicas para la Agricultura y Sistemas Alimentarios Globales.

FRENAR LA EROSIÓN EN TIERRAS EN LADERA, RETO PRIORITARIO

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e los 25 millones de hectáreas de tierra de labor en temporal que tiene México, la mitad está en laderas y sufre de erosión en términos generales. Aunque no hay datos de los grados de severidad, ni se sabe en qué cantidad de hectáreas de plano ya debe considerarse perdido el suelo y son cultivadas en roca, este es el problema más serio en que tiene México en tal tipo de tierra y afecta a millones de campesinos.

Crear terrazas de manera natural, por medio de la tecnología de “maíz intercalado en árboles frutales” (MIAF) es la única forma en que las tierras en ladera dañadas por la erosión (asociada con las lluvias que arrastran suelo) pueden restablecerse, y si bien el proceso es gradual –puede tardar 20 o 30 años–, en el transcurso del tiempo va generando beneficios, entre ellos diversificación

de producción agrícola para los campesinos, menor uso paulatino de fertilizantes y “purificación” natural del agua. En el marco de una visita a tres predios contiguos en el ejido Zoquiapa, del municipio Iztapalupa, en Puebla, donde las tierras están en ladera, Antonio Turrent, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), explica que 40 centímetros es la profundidad adecuada para que un suelo sea apto para la producción agrícola; en las laderas, el arrastre de las lluvias adelgaza los suelos y vuelve a los cultivos más vulnerables a las sequías. Uno de los predios, señala Turrent, fue cultivado con MIAF –con duraznos asociados con otros cultivos– por investigadores del INIFAP y del Colegio de Posgraduados (Col-

pos) en 2001; ese año hubo un incendio en los tiempos de secas, y entonces se hizo la reforestación, pero en 2002 se acabó el presupuesto y por tanto los académicos abandonaron su trabajo. Sin embargo, el dueño de la tierra, Martín Domínguez González, preservó el MIAF y en fecha reciente Turrent y José Isabel Cortés, investigador del Colpos, pasaron por el lugar y han podido comprobar, con el comparativo de los dos predios vecinos los beneficios conseguidos por el primero. Uno de los predios contiguos está severamente erosionado; según Martín Domínguez, su propietaria trabaja con arado la tierra y rotura, lo cual hace que las tierras se aflojen; el otro predio, del propio Domínguez, tiene sembrado chícharo y muestra un grado menor de erosión, “porque no uso arado, sino arrastre”.

El predio con MIAF ha sido sembrado con chícharo, haba y avena en asociación con los duraznos, y comenta Turrent, se hace evidente la formación de terrazas; agrega el campesino: “aquí la tierra se detiene, no se deslava; necesito usar menos fertilizante”. Don Martín siente decepción porque su tierra está a un lado de la carretera y entra gente a robarse los duraznos; cuando antes ha tenido maíz, el hurto es parejo. Como los ladrones llegan a caballo aplastan los chícharos y éstos se “enchahuistlan”, se machucan y se pierden. Sin embargo, don Martín mantiene en pie los árboles de durazno –si bien no los atiende con suficiente empeño– porque el rendimiento que obtiene de los otros cultivos sería el mismo con o sin frutales, y además su tierra se erosionaría (LER).


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AGROECOLOGÍA: ESPERANZA PARA EL FUTURO Adelita San Vicente Tello • Directora de Semillas de Vida, AC • adelita@semillasdevida.org.mx

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el 13 al 15 de junio pasado se realizó un taller para la construcción de Propuestas Alternativas para un Nuevo Paradigma en la Agricultura y Sistemas Alimentarios Globales, como parte del Seminario internacional Alternativas frente al G-20. Con representantes de organizaciones de diversas partes del mundo: Indonesia, China, Brasil, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos, el taller inició con la panorámica sobre la agricultura del mundo la cual nos mostró un sistema de producción de alimentos con graves problemas, que se comparten por todos los países. Se organizaron grupos de trabajo con tres temas: derecho a la alimentación y al territorio, estabilización de precios de alimentos en una economía mundial volátil y alternativas de producción que integran la naturaleza y la soberanía alimentaria. En este espacio abordaré este último tema. Iniciamos con ponencias por parte de Julia Olmstead, del Institute for Agricultura and Trade Policy (IATP); Antonio Turrent, del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (INIFAP); Cati Marielle, del Grupo de Estudios Ambientales (GEA), y quien escribe este artículo, de Semillas de Vida. Después realizamos un interesante debate que moderó Karen Hansen-Kuhn.

Se organizaron grupos de trabajo con tres temas: derecho a la alimentación y al territorio, estabilización de precios de alimentos en una economía mundial volátil y alternativas de producción que integran la naturaleza y la soberanía alimentaria Julia Olmstead presentó una experiencia de desarrollo de un sistema agroecológico en Minnesota y la medición del mismo con indicadores cuantitativos. Algunas de estas mediciones que se realizan a partir de resultados son: medidas transparentes que muestran un problema, la contribución al problema (a nivel del productor individual o de la práctica, el área geográfica, etcétera), la manera de cambiar esa contribución y la capacidad de cambiar. Finalmente señaló que la metodología parte por especificar qué se quiere lograr, no cómo y se paga a los productores agroecológicos en

función de los resultados ligados al medio ambiente, los cuales deben ser de bajo costo. La exposición de Antonio Turrent fue sobre cómo superar el déficit de alimentos básicos en México, en particular el caso del maíz. Señaló que tenemos una reserva de recursos: tierra, agua, biodiversidad, tecnología, un fuerte sector campesino, un sector institucional; con la cual se podría desarrollar un plan de acción de largo plazo que permitiría producir alimentos de buena calidad para todos los mexicanos. En particular, la agricultura campesina constituye una reserva con 2.7 millones de unidades de producción que tienen menos de cinco hectáreas, que si bien manejan tierras marginales por su calidad, acceso y pendientes, dada su presencia en las sierras allí es donde inicia el ciclo del agua; además, estas unidades manejan la biodiversidad del maíz: producen todo el grano de especialidad para

la pluricultural comida mexicana; tienen potencial para usar su tierra de labor con intensidad; sus saberes son compatibles con los principios de la agroecología, y a diferencia del subsector empresarial, tienen amplia potencialidad para aumentar su producción. Cati Marielle dio a conocer el Proyecto Integral Regional de acompañamiento a la Organización Comunitaria del Territorio, que se ha desarrollado en las montañas de Guerrero desde 1994 a la fecha. Esta es una experiencia hacia la reconstrucción de la autonomía y la soberanía alimentaria, en la cual se promueve la agricultura campesina e indígena, la cultura del maíz y el respeto a la madre tierra, en la búsqueda de una sociedad sustentable, soberana, plural y justa, donde quepamos todos y todas con dignidad. Los principios de los que parten son: respeto a las instituciones y sistemas normativos de los pueblos, reconocimiento de

la ciencia campesina y del manejo comunitario del territorio, diálogo de saberes (aprendizaje mutuo y búsqueda de alternativas) y asesoría respetuosa hacia la autogestión comunitaria. Lo que se pretende es la reconstrucción de la autonomía y la soberanía alimentaria a partir de construir redes a nivel familiar, comunitario, local-regional, nacional y a nivel internacional. Finalmente, Adelita San Vicente, quien redacta este artículo, señaló los graves problemas que ha generado el modelo industrial de producción de alimentos. En este contexto, la agroecología emerge como una ciencia que recoge conocimientos ancestrales y se presenta como un paradigma productivo capaz de enfrentar la situación. La agroecología propone mejorar la sostenibilidad de los ecosistemas imitando a la naturaleza, no a la industria, y fomentando interacciones benéficas y sinergias en la llamada biodiversidad funcional,

lo cual implica optimizar procesos claves como la acumulación de materia orgánica, el reciclaje de nutrientes, la regulación biológica, etcétera Ejemplifico con el aporte de la agricultura agroecológica a la alimentación en Cuba y con la agricultura campesina en México, en particular con dos sistemas de producción milenarios: la chinampa y la milpa. Después de un interesante diálogo se llegaron a las siguientes alternativas de producción que integran a la naturaleza y la soberanía alimentaria, las cuales se dividieron en dos niveles de propuestas. Al G-20: • Rescatar la importancia de la agricultura para enfrentar la crisis civilizatoria actual, reconociendo sus beneficios y planteándola fuera del circuito comercial y financiero. • Definir la agricultura como la actividad central de la humanidad para producir alimentos sanos, generar empleos, y conservar y restaurar el medio ambiente. • Reconocer a los campesinos (as) y a la cultura campesina, y sus conocimientos y el papel central del sector rural, que se sustenta en pueblos originarios y comunidades indígenas. • Rechazar la aplicación de falsas soluciones para incrementar la producción de alimentos tales como el uso de semillas transgénicas, es especial, en los países que son centros de origen y diversificación. Expresamos nuestra solidaridad ante la situación de emergencia que vive México ante la autorización del gobierno mexicano de la siembra comercial de soya transgénica y la pretensión de liberal maíz transgénico. • Reconocer las semillas, recursos genéticos y agua como bienes comunes de la humanidad, indispensables para garantizar la soberanía alimentaria de los países y la seguridad alimentaria global. A los gobiernos nacionales: • Establecer la agroecología como estrategia productiva tecnológica alternativa al modelo de producción agrícola industrial, dado que se ha demostrado no solamente su resiliencia frente a los estragos resultados del cambio climático, sino por sus beneficios productivos, sociales, culturales y ambientales a largo plazo. • Impulsar la inversión pública para fomentar la agroecología, priorizando la investigación, el diálogo de saberes, la evaluación, las técnicas, la recuperación colectiva de las semillas y la difusión, con reglas claras acordes a las realidades de cada región.


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CUMBRES G-20 Y RÍO+20: PROFUNDIZACIÓN DE UN MODELO INSOSTENIBLE

el mismo que escribió el documento de referencia sobre la economía verde del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Según las premisas de TEEB, es necesario dar valor monetario a los servicios ecosistémicos que la naturaleza ofrece para los seres humanos y que no se comercializan hoy o no se comercializaban hasta hace poco. Por ejemplo, se puso precio a la captura del exceso de carbono en la atmósfera, para que las industrias que contaminan puedan seguir haciéndolo, sólo a cambio de pagos a los protectores de los bosques –comunidades indígenas, por ejemplo–. Se ha creado así un mercado de carbono para la especulación de los inversionistas. Diversos otros mercados similares de pagos por servicios ambientales serán creados bajo estas iniciativas.

ILUSTRACIÓN: Thomas Hart Benton

Diana Aguiar • Facilitadora del Grupo de Trabajo Arquitectura Económica Internacional de la Red Brasileña por la Integración de los Pueblos (Rebrip) • dianaguiar@gmail.com

Para comprender los antecedentes, es necesario observar que en las tres décadas recientes el proceso de financiarización de la economía se profundizó globalmente. La financiarización quiere decir que la renta obtenida al comercializarse dinero, sus derivados y riesgos asociados se vuelve significativamente mayor que la obtenida con el comercio de riqueza tangible, en la forma de bienes y servicios. Este proceso produjo un nivel absurdo de especulación financiera que ha causado el tipo de burbujas que reventaron en el colapso financiero de 2008, y ha aumentado exponencialmente el tamaño de los mercados financieros frente a la economía de bienes y servicios. La especulación con los precios de los alimentos –con efectos nefastos

sobre la seguridad alimentaria de los pueblos– ha ocurrido porque luego del colapso del mercado inmobiliario estadounidense, muchos inversionistas redireccionaron su atención a las commodities, entre ellas los granos. No satisfechos con esto, los inversionistas siguen buscando nuevas fronteras de acumulación. Y sus intereses están siendo defendidos por los gobiernos del G-20. Esto fue muy evidente cuando promovieron el paradigma del “crecimiento verde” en Los Cabos o de la economía verde en la cumbre de Rio+20. Los nombres pueden ser ligeramente distintos, pero el contenido político es similar: buscan maneras de privatizar los bienes comunes de la naturaleza en nuevos contratos de commodities con el argumento de que las personas no preservarán lo que no les cueste económicamente depredar. En principio, todos estamos a favor de una economía “verde”. El problema es lo que se comprende por esto. Para los gobiernos del G-20, no implica cuestionar los patrones de producción y consumo insostenibles de las clases más privilegiadas del mundo. Tampoco considera mecanismos de distribución de la riqueza que sigue altamente concentrada, generando agotamiento y mala repartición de los recursos limitados del planeta.

Para los gobiernos del G-20, no implica cuestionar los patrones de producción y consumo insostenibles de las clases más privilegiadas del mundo. Tampoco considera mecanismos de distribución de la riqueza que sigue altamente concentrada Este proceso de privatización propiciará que el acceso a ciertos recursos se vuelva más caro, lo que afectará especialmente a las familias más pobres y a los hogares con jefatura femenina. También generará más disputas por territorios y más inseguridad a los pueblos. Además, el ingreso de dinero en sociedades indígenas que no tiene relaciones monetarizadas, como es el caso de algunas en la Amazonía sudamericana, será un elemento considerable de conflicto social.

FOTO: UN-ISDR

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o fue mera coincidencia que la reunión del G-20 en Los Cabos ocurriera justo antes de la cumbre de Río+20 de las Naciones Unidas. Aunque en una primera mirada ambas parecían tratar de temas muy distintos, un análisis detenido revela lo que estaba en juego en las dos: el modelo de desarrollo que los gobiernos, capturados por los intereses de las corporaciones, están promoviendo como falsa solución para las crisis económicofinanciera, social y ecológica.

Así, además de las burbujas financieras, la financiarización tiene varios impactos que los pueblos están enfrentando en los territorios: la privatización de riquezas naturales que antes eran de uso colectivo: los bosques, el aire que respiramos y el agua de los ríos son algunos ejemplos, y toda la biodiversidad del planeta es vulnerable de ser privatizada bajo esta estrategia de la alianza entre gobiernos y mercados financieros.

Además, poco se está haciendo para detener los movimientos especulativos del mercado financiero que sigue ampliamente desregulado, a pesar de la experiencia reciente de crisis.

El paradigma de la economía verde tiene sus bases en los estudios de la iniciativa TEEB (la economía de los ecosistemas y la biodiversidad), liderada por un economista indio del mercado financiero, Pavan Sukhdev,

Así, el modelo de desarrollo promovido en ambas cumbres G-20 y Río+20 lejos de dar respuestas a las múltiples crisis económica-financiera, social y ecológica, está promoviendo falsas soluciones de mercado que sólo profundizan la insostenibilidad del actual modelo. Extremamente distante de este paradigma, las cumbres de los Pueblos de Río+20 y frente al G-20 plantearon cambios profundos de modelo que signifiquen justicia social y ambiental y la defensa de los bienes comunes.


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FOTO: Archivo de Proyectos

mo humano directo, tal anuncio inmediatamente elevó los precios de por sí en situación de “pico” en esos momentos.

RESERVAS DE GRANOS, MECANISMO PARA EVITAR VOLATILIDAD

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rear reservas estratégicas de alimentos, con una gestión compartida del Estado y de organizaciones campesinas e incluso con una administración compartida por diversos países, es la fórmula que han expuesto diversas agrupaciones campesinas , expertos e instituciones nacionales e internacionales a fin de estabilizar los precios agrícolas y acotar la especulación.

Desde 2007, año enmarcado por el alza inusitada de los precios globales de los alimentos, organizaciones como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) y El Barzón han expresado el planteamiento de crear reservas de granos que pudieran ser utilizadas en momentos de escasez temporal y no acudir de forma desesperada a la importación, pues el efecto que esto

último tiene es de mayor presión a los mercados internacionales e impulso alcista a las cotizaciones, tal como ocurrió a principios de 2007 cuando el gobierno federal anunció que México importaría maíz “de cualquier lugar del mundo” para garantizar el abasto nacional. Dado que nuestro país es, además de Sudáfrica, el único país que usa el maíz para consu-

EL CAPITAL FINANCIERO ESPECULA CON LOS PRECIOS AGRÍCOLAS • Indispensable un nuevo modelo: Blanca Rubio

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diferencia de situaciones previas de aumentos en los precios de los alimentos, lo nuevo hoy es la financiarización, esto es que tales precios son utilizados en forma especulativa en beneficio del capital financiero. La crisis alimentaria actual está vinculada a una crisis capitalista global y tal financiarización es una derivación; por tanto, la estabilidad de los alimentos sólo podrá conseguirse cuando surja un nuevo modelo de desarrollo mundial “y que esta etapa de caos haya terminado”, afirmó Blanca Rubio, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al participar en el Seminario Internacional Nuevos Paradigmas y Políticas Públicas para la Agricultura y Sistemas Alimentarios Globales, Blanca Rubio, explicó que desde los años 70s del siglo pasado hay un sobrante de capital que no tiene dónde invertirse y por tan-

to se ha trasladado a la actividad especulativa. La sobreproducción de mercancías que existe –porque la gran masa de proletarios no tiene capacidad adquisitiva– encontró a fines del siglo pasado una aparente solución en el endeudamiento, sobre todo en Estados Unidos; “se crearon créditos para sectores que en realidad no podían pagar”.

Estas convenciones “estallaron” con el endeudamiento hipotecario de 2008; la insolvencia sobrevino en el llamado credit crunch, y en virtud de que los bancos entraron en quiebra y dejaron de prestan dinero a las empresas productivas, la crisis financiera se transformó en produc-

De acuerdo con Blanca Rubio, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, “la soberanía de una nación depende de su capacidad de producir alimentos y de sus reservas alimentarias. La función de éstas –con volúmenes equivalentes a la demanda de tres, cuatro o incluso seis meses– es garantizar que los precios no se eleven y mantenerlos en niveles acordes con el poder adquisitivo de las familias del campo y de la ciudad, así como asegurar que el país no va a entrar en crisis alimentaria en tiempos largos en caso de que ocurran situaciones de baja productividad o producción por causas climáticas”. Esa es la estrategia que tradicionalmente siguen los campesinos para garantizar el abasto familiar; cuando tienen cosecha, primero guardan, de los alimentos principales –maíz, frijol, calabaza, etcétera–, lo que les asegura su propia alimentación para todo el año, y luego venden los excedentes. De esa forma no quedan a expensas de la oferta foránea. La académica considera que las reservas alimentarias son una medida indispensable para enfrentar la volatilidad de precios y la incertidumbre generada por el uso de cultivos para producir agrocombustibles, pero es necesario crear infraestructura de almacenamiento, porque hoy quienes tienen bodegas son las trasnacionales, incluidas las instalaciones estratégicas, como las del puerto de Veracruz, en manos de Cargill; el gobierno no cuenta con bodegas.

La crisis alimentaria actual está vinculada a una crisis capitalista global y tal financiarización es una derivación; por tanto, la estabilidad de los alimentos sólo podrá conseguirse cuando surja un nuevo modelo de desarrollo mundial “y que esta etapa de caos haya terminado”

tiva (algo que se observó muy bien en la industria automotriz). Vino entonces el declive de las ganancias financieras y se cerró la válvula de escape que había permitido durante 20 años mantener el modelo neoliberal muy artificialmente. La académica continuó su explicación: cuando en 2008 declinaron las ganancias especulativas en el sector hipotecario, esos fondos se refugiaron en las materias primas agrícolas, porque la demanda de alimentos nunca cae, e igual pasa con los energéticos.

Precios internacionales de granos básicos 2008 - 2012 Precios mensuales. Dólares por tonelada

Así es como se generó un endeudamiento a nivel mundial y por ello las inversiones dejaron de tajo de ser productivas para irse a la esfera especulativa. “Ello ha propiciado la situación actual perversa”, dijo y comentó que hasta hace algunos años el modelo de desarrollo neoliberal funcionó basado en mecanismos compensatorios: la población no tenía suficiente capacidad para adquirir mercancías y se le endeudó, pero también hubo mecanismos que mantenían sometidos y a la baja a los precios de los alimentos, para equilibrar la economía. Fuente: FMI. 11 de junio de 2012


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Además las reservas deberían ser complementadas por otras políticas públicas: un esquema de precios mínimos garantizados, o precios objetivo, para los productores, que tomen como referencia los precios internacionales, así como mecanismos que administren la oferta/demanda y por tanto regulen las importaciones y exportaciones, y la creación de un observatorio de los precios para estudiar y entender el impacto de la especulación y para promover alianzas de los agentes de las cadenas agroalimentarias, según Rubio. La ANEC y El Barzón han argumentado en un sentido similar. La creación de reservas funcionaría como un regulador de precios, fuente de abasto para la población ante posibles crisis de desabasto y mecanismo para evitar el chantaje común de agroindustrias que, en momentos de escasez, demandan subsidios para importar y luego presionan a los productores para que les vendan sus cosechas a precios castigados. Víctor Suárez, director ejecutivo de la ANEC, ha reiterado en múltiples ocasiones

Los alimentos han vuelto a ser utilizados como arma de guerra; son estratégicos para la lucha por la hegemonía La incertidumbre e ideas de que el petróleo no va a alcanzar y de que habrá escasez de alimentos a causa del cambio climático, genera condiciones atractivas para los bonos especulativos. De allí el efecto de alza en los precios. Hay gráficas que muestran claramente cómo hubo un declive en los fondos hipotecarios en 2008 y al mismo tiempo un repunte en los precios agrícolas. En 2009 se revalorizó el euro y los fondos especulativos salieron de los alimentos para irse a las bolsas europeas. En 2010 y 2011 se dio un declive del dólar y los fondos regresaron a los mercados agrícolas a buscar refugio. En 2012 se observa una caída de los precios por el fortalecimiento del dólar. Elementos tales como caída de cosechas (por ejemplo por la reciente sequía en Kazajistán) y la restricción de exportaciones en algunos países son elementos que propician la llegada de los fondos especulativos a los mercados agrícolas y ello genera los picos de precios. Blanca Rubio comentó que se llegó a pensar que el alza en los precios agrícolas sería benéfica para los productores, pero se han elevado también los precios de los insumos, como combustibles y fertilizantes –ligados al comportamiento del petróleo–. “Incluso hay picos de aumentos de los precios reales en 1978 y 1980 a los que hoy no se llega“–. Entonces son las grandes trasnacionales, integradas en

la urgencia de establecer un sistema de reservas, que sirva para enfrentar emergencias como la ocurrida en 2011 cuando la producción de maíz y frijol se desplomó casi a la mitad a causa de sequías y heladas. Las reservas son fundamentales para evitar el encarecimiento, el cual pega primero paradójicamente a los campesinos y para evitar incluso el desabasto desde el exterior, pues según Suárez, los propios inventarios internacionales son escasos.

LLAMADO A DESVINCULAR MERCADOS AGRÍCOLAS, ENERGÉTICOS Y FINANCIEROS “Gran parte de la tarea de regulación (global) es desvincular estos mercados que se han juntado, desvincularlos para no tener tanto contagio, pues ese es el nuevo problema que tenemos, y la tarea está en los países ricos en gran parte, pues los mercados financieros están ubicados allí”, dijo Timothy Wise, director de Investigación y Políticas del Instituto de Desarrollo Global y del Medio Ambiente (GDAE) de la Universidad de Tufts.

El informe Grain reserves and the food price crisis, publicado por el Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP), que recopila análisis escritos sobre el tema desde 2008 hasta 2012, señala en su introducción que “Bajos o inciertos niveles de reservas son una precondición para que la volatilidad ocurra. Reservas transparentes y contabilizadas son una poderosa herramienta contra tal volatilidad”. Los textos recopilados en el informe detallan la importancia de las reservas en un mundo con hambre, considerando que más de mil millones de personas en el planeta, esto es una de cada siete personas, tienen un consumo deficiente de alimentos; asimismo mencionan los esfuerzos públicos ante el Congreso de Estados Unidos para generar reservas estratégicas; uno de los textos habla de cómo las reservas pueden evitar los intempestivos aumentos de los precios en los mercados internacionales, y otro más propone la creación de reservas internacionales implicando aportaciones de varios países, incluidos los desarrollados y algunos en transición, incluido México, al tiempo que funciona un sistema paralelo de “inventarios virtuales” (LER).

las cadenas productivas y comerciales, las que han sacado provecho de la situación. “Ni en Estados Unidos los productores se han podido beneficiar; bueno, sólo lo ha logrado una elite”. En términos políticos, dijo, a Estados Unidos le ha convenido la crisis alimentaria, pues así le pega a sus rivales, como los países petroleros que son dependientes de los alimentos. Los alimentos, afirmó, han vuelto a ser utilizados como arma de guerra; son estratégicos para la lucha por la hegemonía. Algunos países de América Latina entienden esto y trabajan fortaleciendo su producción interna, pero los países neoliberales, como México, no; siguen impulsando políticas aperturistas y de entrada a productos baratos. En este marco, la nueva relación de la industria y la agricultura –dada porque ésta genera una renta– propicia una nueva etapa: se acabó el fin compensatorio de las materias primas para apuntalar la acumulación. No veremos más precios bajos. “Estamos en la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo, porque el actual está agotado. La producción de alimentos asume un nuevo rol” y por tanto los países deben tomar medidas tales como la regulación de las importaciones, la creación de reservas (para evitar especulación y escasez) y el control de las trasnacionales. Venezuela cerró la empresa Polar porque estaba especulando con el arroz en 2008 y le puso restricciones a Minsa por la especulación que hacía con el maíz. En México, con la crisis del maíz y la tortilla de 2007 las corporaciones especularon hasta que se cansaron, dijo (LER).

FOTO: Emma Cooper

la soberanía de una nación depende de su capacidad de producir alimentos y de sus reservas alimentarias. La función de éstas es garantizar que los precios no se eleven y mantenerlos en niveles acordes con el poder adquisitivo de las familias del campo y de la ciudad

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no de los problemas principales que afecta la economía campesina y la estabilidad de la producción radica en la volatilidad excesiva de las cotizaciones internacionales de las materias primas agrícolas, las cuales son referencia para los precios que reciben los productores de México y demás países, afirmó Pedro Torres, presidente del Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDCCh), como parte de las conclusiones obtenidas en el Seminario Internacional Nuevos Paradigmas y Políticas Públicas para la Agricultura y Sistemas Alimentarios Globales, realizado en la Ciudad de México en junio pasado. “Los productores salen perdiendo porque no ha habido una regulación de precios de acuerdo con el costo que se tiene para producir un producto y con el precio que debe haber para el productor y el consumidor (…) Se debe prohibir que las materias primas sean objeto de especulación, así como impulsar los precios internos”, dijo Torres y detalló lo injusto que resulta que los precios estandarizados globalmente soslayen las grandes diferencias en el poder económico de cada país y en las actividades de los campesinos e indígenas respecto de la agricultura industrializada; “la cotización del maíz de la bolsa de Chicago es la misma para la agricultura de los países ricos y para las comunidades indígenas”. En el seminario –organizado por la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), el Institute for Agriculture and Policy Trade Policy (IATP) y la fundación Heinrich Böll Stiftung– se discutió la viabilidad de que el mundo regule las lonjas internacionales, dado que en la década reciente, y cada vez más, se están interrelacionando las operaciones comerciales de alimentos, energía e instrumentos financieros. Y es eso precisamente lo que causa la intensa volatilidad de los precios.

Steve Suppan, analista de IATP, con sede en Minneapolis, Minnesota, consideró que el reto es grande. “En el contexto político de Estados Unidos acabar con la práctica comercial (que vincula los tres mercados) es muy difícil porque toca cuestiones constitucionales”. Y las instituciones internacionales tienen límites. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) tiene restringido su mandato a sólo mirar los precios agrícolas para su análisis, “y no reconoce que los mercados han cambiado por el hecho de que los instrumentos financieros vienen en paquete: contratos para productos básicos, donde se liga a los energéticos y los agrícolas, con estos últimos siendo los más chiquitos y por tanto los más vulnerables a los precios del petróleo y derivados”. Por su parte, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), si bien ha analizado siempre los precios de las materias primas y lo ha hecho de manera intensa y crítica, enfrenta obstáculos: los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea hicieron una gran lucha haca un mes para acabar con el mandato que tiene al respecto la institución, dijo Suppan. En un reporte de junio de 2011, denominado “Formación de precios en mercados financiarizados de productos básicos: El papel de la información”, la UNCTAD señala que la financiarización de los mercados de productos básicos afecta de manera significativa los precios de los alimentos básicos. Detalla cómo los inversionistas financieros participan en los mercados de productos básicos tomando en cuenta modelos matemáticos y no las realidades de la oferta y la demanda, y esto “puede causar daños en la economía real, donde los precios de los alimentos inciden en la salud y el bienestar de la población, en especial de los países menos ricos”. Señala que en 2007-08 se formaron “burbujas de precios” (alzas significativas) en el petróleo y el maíz, y desde entonces los ”gestores de fondos de cobertura“ han intensificado su acción en los mercados: siguen una estrategia de negociación que puede construir y deshacer posiciones (en las lonjas) muy rápidamente, y lo hacen de forma masiva, en manada. Ha habido una estrecha correlación entre las variaciones de precios y los cambios de posición de esos actores desde el año 2009, afirma la UNCTAD.


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Convocatoria Concurso Nacional Rompe con el Cambio Climático ¿Realizas acciones para combatir el cambio climático desde tu escuela o comunidad?

¡Es momento de premiar tu esfuerzo!

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, el Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Fundación Televisa, convocan al

Concurso Nacional Rompe con el cambio climático: ¡Cierra el círculo! Podrán participar grupos de jóvenes mexicanas y mexicanos de entre 18 y 29 de edad, que sean estudiantes de Educación Media Superior o Superior de instituciones públicas o privadas, así como organizaciones juveniles que realicen acciones a favor del medio ambiente en la República Mexicana. Registra tu participación si has colaborado en actividades como: a)

Reforestación, limpieza de áreas naturales o espacios públicos, manejo integral de residuos, uso eficiente de agua, entre otros.

b)

Labores de concientización ambiental como cursos, talleres, campañas o foros.

c)

Desarrollo de tecnologías o prácticas innovadoras que contribuyan al combate al cambio climático o al desarrollo sustentable.

d)

Promoción de iniciativas de ley, acuerdos nacionales o internacionales o defensa de derechos ambientales.

Consulta las bases en www.semarnat.gob.mx y en www.rompeconelcambioclimatico.gob.mx Tienes del 16 de julio al 31 de agosto para inscribir tu proyecto.

Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa.


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Evento: Exposición Bioartesanía. Organiza: Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y Museo de Arte Popular (MAP). Lugar y fecha: Museo de Arte Popular (Independencia entre las calles de Revillagigedo y José Azueta), a partir del 21 de julio de 2012.

FOTO: Olmo Calvo

Informes: http://su.pr/Al14oz

CULTIVOS TRANSGÉNICOS: ¿SOLUCIÓN A LA CRISIS ALIMENTARIA? Yolanda Massieu • yola_massieu@hotmail.com

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ace ya casi 20 años que comenzaron a aparecer los cultivos transgénicos. Polémicos desde su nacimiento, y con siembra comercial en un reducido número de países, su avance ha sido constante a partir de 1995 (año en que se sembró por primera vez, en México y Estados Unidos, el jitomate transgénico FlvrSvr, de larga vida de anaquel). En 2010 ocupan 148 millones de hectáreas en 29 países y sólo en diez de ellos se siembra más de un millón de hectáreas a nivel comercial, de los cuales destacan, por la magnitud de superficie sembrada, Estados Unidos, Brasil, Argentina, India y Canadá. Se trata básicamente de cinco cultivos: maíz, soya, algodón, canola o colza y papaya. La discusión respecto a su conveniencia comprende tanto riesgos para la salud del que los consume (lo cual no se ha demostrado fehacientemente, pero hay que recordar que la investigación al respecto es escasa y en muchos casos financiada por las propias corporaciones que los producen), como riesgos ambientales, los cuales son mucho más probables y en algunos casos, como el de la soya transgénica resistente a herbicidas, están más que demostrados. Esta soya, que es el cultivo transgénico que más se siembra, sobre todo en Brasil, Argentina y Estados Unidos, permite la aplicación de grandes cantidades del herbicida glifosato. Al ser la planta transgénica resistente, acaba sobreviviendo sólo ésta, mientras que los microorganismos, flora y fauna locales desaparecen. Es decir, acaba con la diversidad de los ecosistemas donde se siembra, además de que el herbicida contamina suelo y agua.

Los riesgos ambientales en la siembra de cultivos transgénicos están asociados a pérdida de biodiversidad y contaminación. Hay básicamente dos transformaciones comerciales: la resistencia a insectos y a herbicidas, y en menor medida, a virus (transformación presente en la papaya). La resistencia a insectos puede tener un efecto ambiental benéfico al disminuir la cantidad de insecticida arrojado al ambiente. A estos riesgos habría que agregar los inherentes a los extensos monocultivos transgénicos, que expresan claramente el modelo de agricultura industrial, tan apreciado por las grandes corporaciones multinacionales. Este modelo ya fue experimentado ampliamente con la Revolución Verde (RV) en la segunda mitad del Siglo XX y, si bien logró aumentos de rendimientos de algunos cultivos básicos, tuvo altos costos económicos y consecuencias ambientales y sociales negativas. Al igual que la presente agricultura transgénica, los principales promotores y beneficiarios del cambio tecnológico de la RV fueron las grandes compañías multinacionales fabricantes de los insumos. La agricultura transgénica profundiza los rasgos del monocultivo y acentúa principalmente uno ya presente en la RV: la erosión y homogeneidad genéticas, que a la larga aumentan los riesgos ante el ataque de plagas. Una diferencia es que, al contrario de la RV, en cuanto a los cultivos transgénicos hay serias dudas respecto al aumento de rendimientos. El éxito del maíz Bt resistente a insectos y la soya transgénica resistente a herbicidas obedece, por un lado, a ciertas ventajas para el productor y, por otro, a los cuantiosos subsi-

dios gubernamentales en el caso de Estados Unidos y la decidida promoción gubernamental en los países que los siembran masivamente. Un aspecto importante son las significativas regalías que perciben las corporaciones por concepto de propiedad intelectual. Se manifiesta así una agudización de la privatización de los recursos genéticos para la alimentación, y el poder y control de las corporaciones llega ahora a la estructura biológica más íntima: los genes.

Nuestro país, al ser centro de origen del maíz y ser éste es su principal alimento, además de la vecindad con Estados Unidos, se encuentra particularmente vulnerable Esto último representa una amenaza para la autonomía de los productores agrícolas que producen su propia semilla y hay casos de demandas de piratería a éstos por parte de las corporaciones, cuando sus campos se han contaminado accidentalmente. Sobre todo en plantas de polinización abierta, como el maíz, la siembra de un cultivo transgénico junto a otros que no lo son, implica que necesariamente estos últimos recibirán los transgenes por medio del polen, pese a que en la regulación se hable ahora de la “coexistencia” de ambos tipos de plantas. Nuestro país, al ser centro de origen del maíz y ser éste es su principal alimento, además de la vecindad con Estados Unidos, se encuentra

particularmente vulnerable. Desde el primer descubrimiento de transgenes en maíz en 2001, se han sucedido descubrimientos semejantes en casi todo el territorio nacional, pese a que la siembra liberalizada de estos maíces aún no está autorizada (aunque avancen las pruebas de campo y existan fuertes presiones para ello). Queda sólo a las organizaciones civiles, campesinas y ambientalistas la protección del patrimonio que significa la diversidad genética de los maíces mexicanos, pues al gobierno mexicano esto parece no importarle. Otro efecto negativo de estas nuevas plantas en México es el reciente hallazgo de transgenes de soya en miel de exportación de Campeche. Está en riesgo un nicho de mercado que ha sido beneficioso para los campesinos mayas, mientras se autorizan 250,000 hectáreas de pruebas de soya transgénica en el país, 30,000 en la península de Yucatán. El riesgo de contaminación del agua subterránea de la península con el herbicida glifosato es también muy alto si el cultivo de esta soya se expande. Llama la atención que una tecnología con más riesgos que ventajas, como la de los cultivos transgénicos, siga siendo esgrimida como la única solución al problema del hambre en el mundo por sus apologistas (promesa que incumplió la RV) y que, en la visión de muchos de nuestros funcionarios gubernamentales, se nieguen insistentemente las virtudes de la agricultura campesina biodiversa y se promueva sin concesiones el monocultivo propuesto por las corporaciones transnacionales como la única modernización deseable para la agricultura mexicana.

Evento: Premiación del 5to. Festival Internacional Cine en el Campo. Organiza: Festival Internacional Cine en el Campo. Lugar y fecha: Museo Nacional de Arte (Tacuba 8. Centro Histórico), 25 de julio, 19:00 horas. Informes: cinecampofest.com

Evento: 4to. Foro Nacional Indígena. Fortalecer y fomentar el rescate de las tradiciones y la identidad indígena. Organiza: COCYP. Lugar y fecha: Parque Temático Takilhsukut. Del 3 al 5 de agosto de 2012. Informes: http://su.pr/2b91mk/

Libro: Los Grandes Problemas Nacionales. Diálogos por la Regeneración de México. Coordinador: Armando Bartra. Editorial Itaca.

Libro: Dinámicas del mercado de la tierra en América Latina y el Caribe: concentración y extranjeriación. Autores: Varios. Editores: FAO / Fernando Soto Baquero y Sergio Gómez.


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DERECHO A LA ALIMENTACIÓN EN LA LEY: ¿CÓMO ASEGURAR QUE TODOS COMAN? Liza Covantes • lizacovantes_99@yahoo.com

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espués de la Cumbre Mundial de Alimentación en 1996, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas convocó a expertos en temas alimentarios (agrónomos, nutriólogos, antropólogos y otros) –que desarrollaron con claridad el significado de derecho a la alimentación adecuada (DAA) para el entendimiento de los gobiernos firmantes y obligados del Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)– con la intención de que este pacto se cumpla.

El documento no omite señalar que la raíz del problema del hambre y la malnutrición no está en la falta de alimento, sino en la falta de acceso a alimentos adecuados y a una injusta distribución del ingreso entre países, como dentro de éstos.

La discusión derivó en una propuesta acordada por el Comité DESC y gobiernos, denominada Observación General Número 12 sobre el Derecho a una Alimentación Adecuada, que resumo para saber qué hacer para que se cumpla el PIDESC desde varios espacios (gobierno, legisladores y con acciones de la sociedad mexicana). El punto de partida fue el artículo 11 del PIDESC: 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. (…) tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho… 2. Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre, adoptarán,(…)

FOTO: Archivo de Proyectos

La convocatoria fue también para la comprensión de los gobernados, quienes participaron en las discusiones (por medio de organizaciones civiles).

las medidas, incluidos programas concretos, que se necesitan para: a) Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los conocimientos técnicos y científicos, la divulgación de principios sobre nutrición y(…); b) Asegurar una distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades, teniendo en cuenta la problemática de los países, ya sean importadores o exportadores de alimentos. La Observación afirma que el DAA es inseparable de la dignidad humana; es indispensable para el disfrute de otros derechos humanos (la vida, salud, libertad, etcétera), y su cumplimiento está unido a la justicia social, pues requiere que los gobiernos adopten políticas económicas,

ambientales y sociales adecuadas y orientadas a la erradicación del hambre (inmediato) y la pobreza (mediano plazo), para el disfrute del resto de los derechos (largo plazo). Se reconocen problemas como: hambre crónica en los países pobres, y hambrunas por desastres naturales y humanos (conflictos bélicos, desplazamiento de gente de sus tierras de cultivo), derivados del deterioro ambiental y del manejo de los alimentos como arma política. También los derivados por malnutrición (insuficiente ingesta y consumo de alimentos no sanos que llevan a perder la salud). Por ello, hace énfasis en que garantizar el “derecho a una alimentación adecuada y el derecho a estar protegido contra el hambre” significa acabar con la hambruna, la desnutrición y la malnutrición.

Entonces, el DAA “…se ejerce cuando todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla”. Un alimento adecuado es sano (no dañinos a la salud –inocuos– y nutritivos) y contempla la cultura de la gente, no cualquier alimento al que se vea obligada a comer. Urbanos ejercen su derecho con trabajo a cambio de salario digno que permita adquirir alimentos adecuados para sí y su familia y población rural ejerce su derecho si con acceso a la tierra, otros recursos naturales y apoyos produce sus alimentos. Para cerrar, se reconoce y comprende diferencias de condiciones de los países para que su población ejerza pleno DAA, por ello la obligación de los gobiernos para que éste y otros derechos se cumplan de manera progresiva, sin marcha atrás. El PIDESC se aprobó en 1966 y entró en vigor en 1976; México lo ratificó en 1981, pero los gobiernos posteriores hicieron lo contrario a lo pactado. Se inició el abandono de la política para producir alimentos para consumo nacional y muchos se vieron obligados a migrar en busca de ingreso para comer, abandonando sus tierras de cultivo. En las ciudades disminuyó el consumo de alimentos nacionales, frescos y empezó la importación de alimentos ajenos a la cultura, poco nutritivos y de dudosa inocuidad.

Enfermedades principales causas de muerte en México, asociadas a malnutrición: obesidad y desnutrición (2007 y 2008) Enfermedad

1 2 3 7 12

Total 2007

Muertes promedio por día

Hombres 2007

Mujeres 2007

Población 65 años y más 2007

Total 2008

Muertes promedio por día

Hombres 2008

Mujeres 2008

Población 65 años y más 2008 mismas cifras de 2007

DEFUNCIONES TOTALES

514 246

Diabetes mellitus Enfermedades isquémicas del corazón Enfermedad cerebrovascular Enfermedades hipertensivas Desnutrición calórico protéica

70 512

193.2

33 310

37 202

37 509

75 572

207

33 265

39 913

37 509

56 021

153.5

31 478

24 543

37 380

59 579

163.1

31 318

25 943

37 380

29 274

80

13 912

15 362

20 327

30 212

82.8

13,894

15 840

20 327

14 595

40

6 223

8 372

9 521

15 694

43

6 353

8 898

9 521

8 732

24

4 199*

4 533**

6 136***

8 310

22.8

4 165#

4 238##

6 136***

TOTALES

179 134

89 122

93 616 (+ nemia)

75 734 (+ anemia)

192 958 (+ nemia)

528.5

88 995

96 758

113 243

(+ anemia)

(+ anemia)

No registradas

3 604

2 370

3 591

9.84

No registradas

1 926

2 370

Anemia

(sin anemia)

N/R

538 288

490.7

Fuente : Elaboración propia con información del Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais), 2007 y 2008. No hay disponible datos actualizados en julio 2012. Nota: Anemia no siempre está registrada, no entra dentro de las primeras 15 causas de muerte. Para verla, hay que revisar la información de causa de muerte de mujeres y/o de población mayor a 65 años..

Mientras finalizaban las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), organizaciones urbanas y campesinas, preocupadas por los cambios en la política agroalimentaria, formaron el Frente por el Derecho a la Alimentación (FDA) para defender las acciones públicas a favor de la alimentación. En 1992, el 16 de octubre –Día Mundial de la Alimentación–, hicieron la petición formal al Congreso de la Unión para el reconocimiento del derecho humano a la alimentación en la Constitución Política. Debieron transcurrir 19 años para que la petición tuviera éxito. El 29 de abril de 2011 se aprobó la reforma constitucional. La realidad es amarga: tenemos un campo devastado; 28 millones de personas en extrema pobreza con hambre; casi 70 por ciento de la población con sobrepeso y obesidad, esta última asociada a las cuatro primeras causas de muerte en el país (lo que implica 750 decesos al día), y algo inhumano, ¡miles de niños diabéticos antes de cumplir su primera década de vida! Dos reformas asociadas se hicieron y así dice la Constitución: Artículo 4°: El Estado tiene la obligación de garantizar eficientemente el acceso de toda persona a una alimentación suficiente y de calidad, que le permita satisfacer sus necesidades nutricionales que aseguren su desarrollo físico y mental. Artículo 27, que adiciona un párrafo a su fracción XXl: El desarrollo rural integral y sustentable (…) también tendrá entre sus fines que el Estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la ley establezca. ¿Qué sigue para que el DAA se cumpla? Hay tareas legislativas pendientes: la construcción de una ley general del derecho a la alimentación y reformar varias para hacerlas congruentes, así como aprobar presupuestos etiquetados para producir comida sana y para que se consuma. Diputados y senadores salientes, junto con sociedad civil, conformaron un Frente Parlamentario contra el Hambre y se espera sea retomado por los legisladores entrantes. El gobierno nuevo tendrá que rediseñar la política agroalimentaria bajo el cumplimiento de derechos humanos y se esperaría que esto se haga con participación civil, de tal forma que se resuelvan los problemas alimentarios que vivimos. También hay muchas tareas para la sociedad civil, en aras del cumplimiento del DAA para toda la población, así como la denuncia, si se omite, obstaculiza o se viola el derecho.


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ILUSTRACIÓN: Paula Cabildo

nacimiento. Proteger y promover la lactancia materna, y un modelo de atención integral para niños y niñas menores a cinco años junto con sus madres, donde la alimentación promueva el neurodesarrollo, el aprendizaje y el acompañamiento con cariño. Se debe sustituir la tienda escolar con los comedores escolares como espacios donde se viva la experiencia de comer bien y de forma digna en colectivo. Todos los espacios educativos deben ser declarados como libres de comida chatarra.

BIENESTAR, EL RETO DE LA POLÍTICA ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL Julieta Ponce • COA Nutrición; miembro del grupo coordinador del Fonan • julieta.poncesan@gmail.com

L

os olvidados por gobiernos de los pasados 30 años son también los que ya no están. Un millón 300 mil niños y niñas no hubieran muerto si un modelo de nutrición y salud de vigilancia básica fuera la lógica de una política pública basada en el bienestar con garantía de los derechos humanos. La mala nutrición provocada o ignorada obliga a replantearnos como nación el concepto de políticas para la vida digna. Los resultados son reprobatorios en materia de alimentación y nutrición en este final de sexenio. Se entrega el país con cinco millones de niños y niñas con hambre, un millón de ellos con desnutrición; 4.5 millones de niños de cinco a 11 años de edad con sobrepeso, y 28 millones de mexicanos con pobreza alimentaria o, en realidad, con pobre alimentación de dudosa calidad. La falta diaria de alimento saludable impide el desarrollo pleno de las capacidades físicas, mentales y emocionales de la persona. La desnutrición infantil eleva el riesgo de padecer obesidad y con peores afecciones metabólicas en la edad adulta, esto convierte en pocos años a una comunidad empobrecida en improductiva y dependiente, incapaz de generar por sí misma un entorno sustentable. México, sin cumplir con su tarea de combatir la desnutrición, transitó a

la obesidad, ahora con el 70 por ciento de los adultos con sobrepeso y el riesgo latente de enfermar crónicamente por diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer. El gasto excesivo en los tratamientos médicos especializados se ha convertido en un nuevo brazo de empobrecimiento y una causa de discriminación en el servicio de salud.

La desnutrición y la pobreza son sobre todo rurales, pero la desigualdad está generalizada. México dispone de tres mil 200 calorías diarias per cápita, que para una persona adulta sobrepasa la recomendación energética En zonas rurales, campesinas e indígenas, los programas de ayuda alimentaria como Oportunidades han favorecido el consumo de alimentos industrializados de baja calidad, gracias a la transferencia condicionada de dinero, en lugar de fortalecer un sistema nutricional alineado con los sistemas de atención a la salud, educación y vivienda. Son 30 mil millones de pesos con atención a seis millones de familias. Esto sería suficiente para operar sistemas de ayuda alimentaria basados en

la producción sustentable regional, para subsidiar una parte de la canasta básica y reactivar la economía local por el consumo preferente de poblaciones beneficiarias. La vulnerabilidad en el campo se debe a la asimetría de oportunidades generada por la imposición del modelo neoliberal con protección especial para grandes corporativos y obligando a los pequeños productores de alimentos a trabajar la tierra en las peores condiciones de competitividad. Las políticas le apostaron a una agricultura sin campesinos. Este patrón de supervivencia desde 1982 terminó por expulsar del campo mexicano a más de 15 millones de personas; desde entonces el campesinado se ha ido envejeciendo y feminizando. El 90 por ciento del territorio rural nacional está en manos de ejidatarios por arriba de los 55 años y hay 400 mil mujeres al frente de unidades rurales, mujeres con tasas elevadas de una niñez desnutrida, de estatura pequeña y anemia durante los embarazos, hoy jefas de familia tratando de recuperar el campo. La desnutrición y la pobreza son sobre todo rurales, pero la desigualdad está generalizada. México dispone de tres mil 200 calorías diarias per cápita, que para una persona adulta sobrepasa la recomendación energética. Si existen personas con hambre es un asunto de desigual-

dad social. El alimento básico no llega a quien debe llegar, empero la chatarra llega a toda la población. Para combatir la pobreza se requiere erradicar la desnutrición, el hambre, la riqueza inmoral, el desempleo y la ignorancia. El Foro Nacional para la Construcción de la Política Alimentaria y Nutricional (Fonan), convocado por universidades e instituciones de investigación, representa la oportunidad para integrar la experiencia técnica de la academia a las obligaciones irrenunciables del Estado frente a una crisis institucional en medio de otras crisis: alimentaria, económica, ecológica y de salud. Reunidos, más de 75 científicos e intelectuales, organizados por ejes de trabajo, han definido elementos sustantivos para trazar un nuevo sistema alimentario y nutricional, además de la conformación de indicadores regionalizados para el observatorio permanente de la operación y los resultados de esta política. Poner a las personas en el centro de la política es un acuerdo general del Fonan. El bienestar, los derechos humanos-ambientales, el desarrollo social y el crecimiento económico, deben ser los ejes transversales de la nueva política alimentaria y nutricional. Se requiere un sistema de inteligencia epidemiológica desde el

Un sistema de contención de la obesidad en adultos y un programa de seguridad alimentaria para ancianos para el control de riesgos. Asegurar el acceso al agua limpia para todas las comunidades por derecho, así como la regulación de la publicidad de alimentos y el ordenamiento de la venta de comida callejera, son otras recomendaciones.

Proteger y promover la lactancia materna, y un modelo de atención integral para niños y niñas menores a cinco años El Fonan plantea la soberanía alimentaria en sí misma como propuesta de política justa y necesaria, para asegurar la dignidad y las formas de vida campesina e indígena, para proveer alimentos sanos y de calidad en una nueva canasta básica de alimentos mexicanos. Una política que permita a los pueblos empobrecidos volver a ser productivos, erradicando hambre y pobreza en sus propias localidades; se propone una estrategia para incorporar a más personas a las actividades agrarias, como motores de una economía ruralizada, regionalizada y sostenible, fuera de los movimientos especulatorios y financieros. Programa de subsidio de frijol y maíz, asegurando su consumo en programas de ayuda alimentaria en poblaciones vulnerables y un resguardo alimentario en caso de emergencia climática o desastres naturales. Crear vínculos entre la población agraria y urbana; retomar el binomio producción-consumo, para producir con nuevos modelos de alianzas comerciales entre pequeños productores que sean sujetos de crédito en condiciones de justicia en mercados locales. Una política de nuevas prácticas agrarias y alimentarias para enfriar el planeta y nutrir a sus habitantes, son planteamientos del Fonan. El suelo mexicano tiene la capacidad de alimentar a la población en un nuevo pacto social para el reordenamiento del Estado, con respeto y garantía al derecho a la alimentación para vivir con bienestar, en un futuro donde la nutrición permita el máximo desarrollo de las capacidades humanas, desde el nacimiento hasta la muerte con dignidad.


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ASESINATOS DE CAMPESINOS EN PARAGUAY Y VENEZUELA: NEGROS PRESAGIOS PARA LA DEMOCRACIA

FOTOS: Adelita San Vicente Tello

Adelita San Vicente Tello • Directora de Semillas de Vida, AC • adelita@semillasdevida.org.mx

Miguel Lovera y Fernando Lugo, segundo y tercero, de izquierda a derecha

E

n pocos meses, en Venezuela “han asesinado a cinco yukpas. El 13 de abril, Silfrido Romero y Ronald Ramos fueron emboscados y asesinados, mientras cazaban animales para alimentar a sus familias. Mientras, los compañeros Alexander Fernández, José Luis y Leonel Romero fueron secuestrados y asesinados por sicarios encapuchados en la madrugada del 23 de junio en tierras recuperadas por ellos”. En otra zona, la Costa Oriental del Lago, el 20 de junio, José Ríos Pichardo, del Frente Jirajara fue asesinado. (http://bravosuruc.blogspot.mx/) Por las mismas fechas en Paraguay, el 15 de junio “un grupo de policías que iba a cumplir una orden de desalojo en el departamento de Canindeyú, en la frontera con Brasil, fue emboscado por francotiradores,

mezclados con campesinos que reclamaban tierras para sobrevivir. La orden fue dada por un juez y una fiscal para proteger a un latifundista. Como resultado, hubo 17 muertos –seis policías y 11 campesinos –y decenas de heridos graves”. (Méndez Grimaldi Idilio, 2012. Monsanto golpea en Paraguay: “Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo”, http://su.pr/1QDgP8). En ambos casos, además del artero asesinato de campesinos, hay un factor en común: las luchas campesinas por recuperar las tierras ocupadas por latifundios. En Paraguay “el 85 por ciento de las tierras, unos 30 millones de hectáreas, está en manos del dos por ciento de propietarios que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra”. (Méndez, 2012). Mientras

en Venezuela “hay una guerra declarada contra los yukpas, que han “osado” levantarse para luchar por sus tierras ancestrales, de las que han sido y están siendo desplazados; los yukpas han venido dando la lucha por la legítima recuperación, demarcación y autodeterminación de sus territorios hoy en manos del latifundio.” En este contexto quiero narrar la Semana de la Semilla Paraguaya, realizada en mayo de 2011. Llamada ¡Heñoi jey Paraguay! en guaraní y bajo el lema “¡Nuestras semillas, nuestra soberanía!”, se desarrolló esta gran feria de semillas con la presencia del presidente Lugo y alrededor de 500 campesinos invitados. Organizada por el hoy destituido presidente del Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Miguel Lovera, esta fe-

ria demostraba el esfuerzo que se estaba dando en Paraguay para recuperar las semillas pero, sobre todo, para apoyar a los indígenas y campesinos en la recuperación de sus territorios. Durante varios días se discutió, platicó y se convivió. Breves presentaciones y largas filas de participantes que querían emitir su opinión, la mayor parte de las veces en guaraní. Una de las últimas participaciones, de una mujer campesina, fue para hacer una pregunta a Miguel Lovera, quien estuvo presente a lo largo de todo el evento: “¿Queremos un país de soja o un país de choclo?” La disyuntiva se traduce en la alternativa entre dos modelos que se confrontan, uno que incluye a los indígenas y campesinos y otro que implica a los grandes latifundistas y los transgénicos.

En Paraguay “el 85 por ciento de las tierras, unos 30 millones de hectáreas, está en manos del dos por ciento de propietarios que se dedican a la producción meramente extractivista o en el peor de los casos a la especulación sobre la tierra” Un año después, tristemente somos testigos del triunfo en Paraguay de un modelo que se impone con sangre, engaños e ilegalidad y que es capaz de destituir a un gobierno democrático. Un modelo en el que “el ministro de Agricultura y Ganadería, Enzo Cardozo, de tendencia liberal, autorizó ilegalmente la siembra comercial de la semilla de algodón transgénico Bollgard Bt, de Monsanto. Antes Miguel Lovera se negó a inscribir tal semilla transgénica en los registros de cultivares, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación (Méndez, 2012). A partir de su negativa, se inicio una campaña mediática en contra de Lovera y los ministros que negaron los permisos. Los grupos de poder que manejan los medios de comunicación, ligados a terratenientes y a las trasnacionales del agronegocio demandaban la destitución de Miguel Lovera del Senave, así como la liberalización de todas las semillas transgénicas para su cultivo comercial. Esta campaña culminó en la matanza de Curuguaty el 15 de junio, a raíz del desalojo de campesinos

que tenían ocupadas unas dos mil hectáreas que un terrateniente se había apropiado con “subterfugios legales”. Mientras sucedía eso, se realizaba una exposición anual organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en la que Monsanto presentaba otra variedad de algodón, doblemente transgénico: Bt y RR (Méndez, 2012). Una semana después el Congreso destituyó al presidente Lugo. El gobierno se derechiza y el propio Lugo denuncia que “quien preside el Senave es un vendedor de agrotóxicos”. En cuanto a Venezuela observamos con preocupación que mientras se construye un país con la participación de la mayoría, también es amenazado por los terratenientes y por intereses particulares. En mayo pasado en Cojedes se realizó el Congreso sobre Diversidad Biológica, con más de tres mil participantes entre estudiantes, campesinos, organizaciones sociales y funcionarios; en una semana de presentaciones y debates se llegó a la construcción colectiva de una agenda a presentar en Río+20. A pesar del entusiasmo, las declaraciones en torno a los asesinatos de campesinos crearon desazón: “Están matando a nuestros dirigentes campesinos, a los que luchan por la recuperación de las tierras en manos de terratenientes y no observamos una acción contundente del Estado para detener esta serie de asesinatos que se acercan a los 300. Incluso se cuestionó a algunos funcionarios”, se dijo. Ante ello sirva retomar las palabras de los jóvenes, que en su labor cultural difunden el camino propuesto por las propias organizaciones campesinas: “Ahora, más que nunca, es necesario recuperar nuestro ímpetu combativo, nuestra histórica rebeldía y garantizar la movilización revolucionaria como única forma de mantener este proceso en manos del pueblo. Las masas campesinas reafirmamos la lucha contra el latifundio, liderada por nuestro comandante Hugo Chávez Frías en contra del ajusticiamiento de nuestros dirigentes populares y campesinos en manos del latifundio. Aunque se reconoce que es una situación de gran complejidad y en la que juegan varios factores de poder y de intereses que pueden estar conspirando para crear una atmósfera de inestabilidad”. (http://bravosuruc.blogspot.mx/) Estemos atentos: ¡las ratas se cuelan por las rendijas!


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Chiapas

CIRSA, CASI DOS DÉCADAS ORGANIZADOS Ramses Arturo Cruz Arenas

acarías y Salmos: Son las 9 a.m., en hora de dios, como se le dice acá a la hora normal pues no se acata el horario de verano; en el fondo una banda suena estridente. Todos empiezan a correr y uno dice: “ya llegó”. Se refiere a Marcelo, el párroco de Simojovel. Inicia entonces la celebración del 19 aniversario de la fundación de Comunidades Indígenas de la Región de Simojovel de Allende (CIRSA). Durante la eucaristía, Marcelo hace una interpretación de la Biblia mezclada con la sabia indígena y –en referencia a los libros de Zacarías y a los Salmos, que hablan de la libertad del hombre– equipara a los pueblos originarios con el he-

Desde sus inicios, CIRSA ha destinado a la exportación su café, que es básicamente orgánico con sello de Comercio Justo. En particular lo coloca en Alemania y Estados Unidos, pero también ha empezado a explorar los mercados locales y regionales breo, el cual mientras estuvo desorganizado fue explotado bajo el yugo egipcio. Una metáfora que bien aplica a los tzotziles de la región,

quienes por mucho tiempo fueron acasillados en las fincas cafetaleras de Simojovel y Huitiupán. “Trabajábamos desde antes del amanecer hasta que el sol se ponía”, cuenta don Andrés, uno de los fundadores de la CIRSA y miembro del consejo consultivo de la organización. Después de un largo proceso de lucha que llevó a la región a ser una de las más convulsivas en el estado, los indígenas fueron recuperando las tierras, convirtiéndose durante un par de décadas en bastión de la Central Independiente Obrero Campesina (CIOAC), al tiempo que el zapatismo sembraba su semilla en lo profundo de la selva. La lucha social abrió otro frente, el de la apropiación del proceso productivo del café, y en eso CIRSA es la vanguardia. En los 80s los indios de la región aún luchaban por la tierra y muchos vivían en la órbita de la finca: hombres sin tierra, sin libertad, sin dignidad, semiesclavizados bajo la forma de servidumbre por deudas y acasillados. El finquero era, por usar las palabras de Paz, un ogro filantrópico que lo mismo les regañaba y pegaba, les ponía el cepo o los metía en la cárcel, que era compadre de sus indios, padre de niños que tenía con las mujeres que eran casi de su propiedad, protector al que se acudía en caso de necesidad y vínculo con el santo patrono de la finca. Pero eso, lenta y progresivamente se fue acabando. Hoy los antiguos finqueros son comerciantes en Simojovel y muchos de los indios son dueños de sus tierras, cultivan sus milpas, tienen sus potreros y arropan sus cafetales.

Si durante la lucha por la tierra el enemigo jurado era el finquero, como productores de café la traba era la comercialización y, sobre todo, el coyote. Los productores de esta región recibían una miseria por el aromático. Hacia fines de 1988 – en medio de una profunda crisis de la caficultura nacional y la desaparición del Instituto Mexicano del Café (Inmecafé)– los miembros de unas 12 comunidades iniciaron un proceso autogestivo. Su principal objetivo era encontrar canales de comercialización y mejores precios; fueron apoyados por el cura Joel Padrón, representante directo de monseñor Samuel Ruiz y seguidor de la apuesta por los pobres de la Teología de la Liberación. Esa búsqueda los llevó a Oaxaca, donde la Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), que realizaba los primeros ensayos de lo que después se llamaría Comercio Justo, empezó a comprarles café. Pero los problemas de lejanía pronto hicieron su efecto. Por sugerencia de la UCIRI, ese grupo se acercó a Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla (Ismam), una organización chiapaneca orientada fuertemente a la producción orgánica, que los apoyó con la comercialización durante un breve lapso. Finalmente, hacia 1992 la experiencia autogestiva cobró nombre jurídico y, bajo la forma de triple S, nació CIRSA. Actualmente tiene 581 socios de unas 31 comunidades, y su área de influencia transgredió el ámbito regional pues va desde Simojovel –su municipio base–, Huitiupán,

FOTOS: Ramses Arturo Arenas

Z

En memoria de Arturo León

El Bosque, Jitotol y Amatán, en la región norte, hasta Chalchihuitán, municipio que es más bien de los Altos de Chiapas. Desde sus inicios, CIRSA ha destinado a la exportación su café, que es básicamente orgánico con sello de Comercio Justo. En particular lo coloca en Alemania y Estados Unidos, pero también ha empezado a explorar los mercados locales y regionales, donde uno puede encontrar Biocirsa, su café tostado y molido presentado en bolsa metalizada. Incluso CIRSA tiene ya una cafetería en el centro de Simojovel. Hoy esta organización es un ejemplo de cómo las comunidades auto organizadas logran producir para el mercado mundial, apoyan a sus socios y a la vez cuidan el medio ambiente, y es que pasaron de la búsqueda de mejores precios a la generación de bienestar y de una conciencia ecológica profunda en sus socios. Especializaciones amorfas: milpas y cafetales. Si bien CIRSA es una organización eminentemente cafetalera, sus miembros no sólo se dedican al aromático. No olvidemos que el cafeticultor promedio también se dedica a producir su milpa – o como ahora le llaman maíz en policultivo–. Algunos tienen incluso ganado, que cuando es importante es para venta, y cuando es poco hace las veces de alcancía familiar, siempre dispuesto a usarse en casos de emergencia. Y es que la milpa constituye ese sistema productivo y de relaciones sociales complejo en el que no sólo se siembra el maíz, sino otras plantas como el frijol, la calabaza y el chile. Así, en los tiempos en que se recomienda la homogeneidad productiva, la milpa se resiste a morir. Y no hay otro tipo de pro-

ducto tan diverso en todo el país, salvo el excepcional caso del café, que siendo una planta no endémica del continente, fue adaptada a un sistema similar a la milpa: la huerta cafetalera. El café es una planta benigna en muchos sentidos: en CIRSA, por ejemplo, se produce principalmente bajo sombra, esto es, cultivado en terrenos diversificados donde predomina el policultivo, lo que de arranque ya es ganancia. A diferencia del monocultivo, que es casi nulo en el estado –aunque predominante en lugares del extranjero que son potencia cafetalera, como el triangulo del café compuesto por Caldas, Quindío y Risaralda, en Colombia–, el policultivo es amigable con el medio, territorio de compleja biodiversidad donde conviven animales y plantas; ayuda a la retención de suelos y con ello detiene la degradación, cosa no menor, debido a los escarpados y pendientes donde se encuentran los cafetales a lo largo y ancho del estado. A eso debemos agregar que gracias a la valorización y la creciente tendencia al consumo de productos orgánicos, se produce cada vez más bajo esta forma, lo que sin duda tiene sus impactos positivos al dejar fuera el uso de agroquímicos. Si tomamos en cuenta ciertos aspectos de la comercialización y del impacto a nivel familiar, comunitario y regional, así como la apuesta en el mercado con el Comercio Justo, el café producido por organizaciones sociales tiene un rostro sin duda amigable y, tal como reza el emblema de CIRSA –“Comunidad indígena al servicio de la sociedad”– la sociedad en general se ve beneficiada por este tipo de lógica productiva basada en el respeto a la naturaleza y el trato entre iguales.


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Convención Nacional contra la Imposición

ALIANZAS Y ORGANIZACIÓN PARA IMPULSAR LA DEMOCRACIA

R

ealizada en la plaza central del pueblo de San Salvador Atenco, la Convención Nacional contra la Imposición concentró a unas tres mil personas, incluidos representantes de 496 organizaciones sociales de 29 entidades de la República, y más allá de los acuerdos, sirvió para intercambiar experiencias de lucha y resistencia social; para que unos aprendieran de los otros; para que los estudiantes participantes, miembros de #YoSoy132, profundizaran su entendimiento del porqué de la rebeldía de los atenquenses y del porqué de la desesperación de muchos ante el desplazamiento y despojo de tierras y otros recursos que sufren los pueblos campesinos, y para refrendar alianzas con respeto a la autonomía de cada agrupación. La Convención, convocada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de Atenco, ocurrió el 14 y 15 de julio; entre otros, participaron comuneros del pueblo michoacano de Cherán y de Huexca, Morelos; opositores a la presa La Parota; representantes de la Asociación de Afectados Ambientales y de El Barzón; miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, de la Alianza de Tranviarios de México, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, del Frente Nacional para el Desarrollo Emiliano Zapata, del Frente de Mujeres de Izquierda, de la Liga de Trabajadores Socialistas, del Movimiento Regeneración Nacional, del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas, etcétera, y también, a título individual, amas de casa, académicos, empleados, desempleados, obreros, víctimas de la guerra contra el narcotráfico, y por supuesto muchos jóvenes. Los acuerdos, ya se han difundido; incluyen desde la tercera movilización anti-imposición de Enrique Peña Nieto en todas las plazas del país el 25 de julio, hasta la “toma” del Congreso el 30 de noviembre y 1 de diciembre para impedir que el candidato del PRI asuma la Presidencia, pasando por un ensayo de huelga general en agosto, las tomas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y de instalaciones de Televisa, la realización de la Segunda Convención Nacional Contra la Imposición el 22 y 23 de septiembre en Oaxaca y movilizaciones a lo largo de noviembre, con la aclaración hecha posteriormente por voceros del #YoSoy132 de que todos estos resolutivos no son asumidos por su movimiento, pues tendrán que ser discutidos y san-

cionados en su próxima Asamblea Interuniversitaria, el 28 de julio. Testimonios de participantes exaltaron la importancia de actuar unidos, aprovechar la experiencia de las luchas de los movimientos sociales, el respeto a cada organización y, sobre todo, la posibilidad de que estas reuniones deriven en acuerdos que trasciendan la impugnación electoral, a favor de la democratización del país. Rodolfo Chávez Galindo, integrante del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a La Parota, consideró que “está muy bien” que se impugne la elección presidencial –“de

allí se parte”–, pero lo que viene después es la búsqueda de la democracia real y amplia –planteamiento que ha surgido del #132, “pues los jóvenes demuestran mucho conocimiento y saben lo que necesita el país”–. Esto es fundamental, dijo, pues ya hay anuncios de los priistas sobre su interés de impulsar reformas estructurales importantes, “lo cual significa intentos privatizadores del petróleo, afectaciones laborales (…) cosas tremendas. Mientras haya desempleados y no haya un verdadero derecho a huelga ni contratos colectivos, mientras estén quitando las tierras a los campesinos para hacer presas o minas o cualquier cosa, no habrá democracia real, y esto es lo que queremos cambiar”, con la prioridad puesta por los jóvenes, “que es revertir lo más antidemocrático que hay, la manipulación de los medios de comunicación”. Habló del respeto como punto de partida fundamental para que las alianzas sociales prosperen. “Quienes tenemos luchas en otros lugares

y que son de años, quienes tenemos participación social y política, tenemos que respetar la independencia de los jóvenes del #132; respetar la frescura que trajeron a esta asamblea. Ésta tiene generar proyectos unitarios pero con respeto a ellos y entre todas las organizaciones. Si se avanza en esto, podremos decir que es viable iniciar el proceso largo de la democratización del país con la sociedad organizada, y los no organizados, que es la mayoría. Se debe ir penetrando con ellos, incluso con los que vendieron su voto. Además hay que superar el corporativismo ancestral que tanto daño nos hace. Hay condiciones y una visión de triunfo”.

Gilberto Ramírez, miembro de la Comisión de Comunicación del #YoSoy132, pasante del posgrado de economía, profesor adjunto de la Facultad de Economía, y estudiante de filosofía de la UNAM, afirmó que el vínculo entre el FPDT y el movimiento de estudiantes se da de manera natural. “Por un lado, Atenco se ha vuelto un referente nacional de una lucha que se dio con mucha firmeza en contra de Enrique Peña Nieto, y por otro lado, en las universidades públicas y privadas hay un sector numeroso que accede a la información por diversos medios, incluidos las alternativos y las redes sociales, y que se han dado cuenta desde hace seis años de que ha habido un proceso para imponer a Peña como presidente de la República”. Los jóvenes sienten respeto por Atenco porque ellos, que son de los más golpeados por el desempleo, identifican a los campesinos de este lugar como quienes han defendido sus recursos productivos, su tierra, y esto es algo que permea entre los

FOTO: Lourdes E. Rudiño

Mayra Terrones y Lourdes Rudiño

Damián Camacho, miembro del FPDT

estudiantes, señala y agrega: “Los jóvenes saben que el problema real no es la persona de Peña Nieto, sino todo lo que representa, su proyecto de gobierno, la forma como ha enfrentado a los movimiento sociales, la represión que ha ejercido, las violaciones, la persecución política, el despotismo. Por eso se ha fortalecido el vínculo de #132 con campesinos. Por ejemplo, se hizo el encuentro nacional de estudiantes en Huexa, Morelos, donde hubo un nexo con una comunidad que se defiende contra un proyecto termoeléctrico. Acudimos y aprendemos de las comunidades, vemos qué son las mineras y todo lo que ocurre a nivel nacional con los recursos naturales, la entrega del petróleo, la destrucción de Luz y Fuerza, la privatización de la electriciad (…)”. César del Valle Ramírez, estudiante de literatura de 24 años e hijo de Ignacio del Valle, líder del FPDT –que sufrió encarcelamiento durante más de cuatro años– dijo que el hecho de que los estudiantes de la Universidad Iberoamericana hayan reclamado el 11 de mayo a Peña Nieto por los agravios a Atenco fue gratificante. “Qué chido que se estudiantes de una universidad privada se indignen y no se dejen engañar. A partir de eso, decimos ‘nosotros estamos aquí, y en resistencia’”, sobre todo porque las autoridades mexiquenses mantienen su coraje porque los campesinos de los municipios de Atenco, Texcoco y Chimalhuacán frenaron la expropiación de sus tierras para la instalación del aeropuerto en 2001 y frustraron todos los negocios que se derivarían. Y porque hay intentos constantes para despojar a los campesinos de la región de sus tierras, de las mismas que se querían para el aeropuerto (hoy día desde la Comisión Nacional del Agua, con el pretexto de crear una zona de amortiguamiento para el Lago de Texcoco), que se traducen en presiones tales como la intromisión de autoridades en asambleas ejidales para inducir a la venta de tierras, y la cancelación de pozos desde hace dos años, por falta de pago de luz, lo cual impide que unos tres mil campesinos cultiven igual número de hectáreas. De acuerdo con César del Valle, el cambio social y político que re-

quiere el país no se logrará por la vía de las elecciones, pues las instituciones que las organizan violan sus propias reglas y son parte de un sistema que pasa la varita presidencial sólo dentro de un grupo político. Por ello, “la alternativa que vemos es la organización, y hay que generar empleo. En Atenco no hay chamba, quizá tenemos que formar pequeñas cooperativas, que abastezcan nuestras propias comunidades y que con base en eso podamos ir creciendo, generando conciencia, unidad, solidaridad”. “En Atenco decimos somos #132 también, y todos han dicho ‘somos Atenco y ¡ay de aquél que no lo demuestre con sus actos!’ Y pensamos que no basta con movilizarnos y hacer una marcha de cien mil personas en el Zócalo. Eso no va a tirar al sistema. Tenemos que generar alternativas y una propuesta real que lo haga temblar, que les haga saber que aquí estamos y no nos vamos a mover hasta que ellos se quiten de allí. “Si no logramos impedirlo (la imposición de Peña), porque hace falta mucho trabajo para eso, que él se dé cuenta a qué se va a estar confrontando. Que no sólo es Atenco, también es #132, Cherán, Wirikuta, Chiapas, Parota (…) que ya no es la misma situación de hace algunos meses, y lo que podemos generar aquí es al menos la organización amplia, incluyendo a los que están desorganizados”. Damián Camacho Guzmán, miembro del FPDT y estudiante del posgrado de desarrollo rural de la Universidad Autónoma Metropolitana, comentó que los antecedentes de confrontación constante entre los pueblos de Atenco y el gobierno mexiquense, así como con el propio Peña Nieto, lo que se vislumbra, si éste asume la Presidencia, es la represión a los movimientos sociales. Pero el surgimiento del #YoSoy132 y la existencia del FPDT como actor central “nos coloca como dos referentes con capacidad para hacer una convocatoria más amplia; reconocer que hay diversas visiones, formas de lucha, que vamos por diversos caminos, pero que tenemos intereses comunes y hoy el interés es impedir la imposición de Peña”.


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