Sensación que maravilla Desde aquí parece un mármol enmarcado de arena y horizonte hachado de escolleras, penetrado y en su marasmo el ondulante brillo lo acompaña. A veces, con sus manos, quiere seducirme acariciarme, sacudirme, amontonarme. lo miro asombrada Como globo marchito, mandarina desinflada. Ahora me abarca, con una sensación que maravilla, soy gaviota velero lobo marino con peluca de algas rompe bolsa la madreola, desnuda. hago tabla en su creta y amarro la red de sueños en mi ciudad, descalza. Cristina Larice