colección GRABADISTAS POPULARES SECCIÓN RELATOS EN IMÀGENES
“CONTRALUZ” –TOMO II– LA REBELIÓN
por VÍCTOR L. REBUFFO Fuente: www.grabados.org Tapa (sobre xilografías de Rebuffo) e ilustración pág. 5: GON-SATUR & MARIBELLIUS MONK Producción, contextualización, diseño, edición, pica-pica y bajada de cordón: EDITORES MATREROS / www.editoresmatreros.blogspot.com labibliopop@gmail.com / www.labibliopop.blogspot.com
Buenos Aires, marzo de 2013
ÍNDICE
ACERCA DE VICTOR L. REBUFFO LA REBELIÓN Día de pago, protestas y reacciones Descontento que avivan los enconos Tribunas en las encrucijadas de la desesperación Víctimas inmoladas y la respuesta de la violencia armada Furia de la lucha oscureciendo la razón Tinieblas y desequilibrio en la mente atormentada Ecos de desolación y mantos de abatimiento Rostros transidos a través de los muros de la prisión
pàg. 03 07 08a 08b y 09 10 11 y 12a 12b y 13 14 15 16
3
ACERCA DE VÍCTOR L. REBUFFO
R
ebuffo nació en Turín en 1903 y al año siguiente llegó con sus padres a la Argentina; a los 17 entró en la Academia Nacional de Bellas Artes y a los 23 se graduó como profesor de dibujo. En 1927 arrancó, autodidacta, con sus prácticas como grabador. “La agitación política que sobrevino al quiebre del orden democrático por el golpe militar del ‘30 y que enfrentó a la sociedad en sectores ideológicamente antagónicos se proyectó a la esfera de la cultura implicando a artistas e intelectuales en fuertes polémicas en torno de la función del arte en la sociedad”. “De simpatías filoanarquistas a las que fue leal toda su vida aunque sin comprometerse plenamente con la militancia* se alinea con artistas del grabado como Pompeyo Audivert, Demetrio Urruchúa y Lino Spilimbergo en las filas del antifascismo. Inicia entonces un período de intercambio con el medio artístico que fructificó en replanteos temáticos y estéticos, además de cimentar relaciones de amistad que se mantuvieron de por vida.” Podemos destacar a Audivert y al belga Frans Masereel como principales influencias de Rebuffo. Rebuffo se relacionó, también, con el grupo de los Artistas del Pueblo, con quienes compartía el gusto inspirador derivado de los anarquistas rusos Bakunin y Kropotkin (El príncipe rojo es un grabado dedicado a este último). En los años ‘30 sus trabajos nutren varias revistas político–culturales de la época, como Contra, Nervio o Signo. En la segunda mitad de esa década se entrelazan en su producción los grabados sobre la crisis social opresiva en Buenos Aires con la Guerra Civil en España. Rebuffo participa junto a Berni, Seoane y Castagnino, entre otros en la re-
vista Unidad. Por la defensa de la cultura, de cuño obrero y antifascista, editada por la Agrupación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores. En los ‘40 comenzaría una larga trayectoria como ilustrador, que abarca el Martín Fierro, Don Segundo Sombra, Fausto y Los Santos Evangelios, entre casi 150 títulos. En aquel texto autorreferencial de Nueva Gaceta Rebuffo era consciente de su progreso en el manejo de los medios de expresión y se marcaba límites: “Soy de opinión de que el virtuosismo, escollo en que se estrellan muchos valores, desvirtúa la naturaleza del grabado –señala–. El tema nos ofrece un pretexto para ensayar nuestros conocimientos plásticos, perfeccionándolos y depurándolos a medida que aumentan nuestras conquistas técnicas, pero al mismo tiempo es una finalidad que deriva de nuestro concepto –de nuestra sensibilidad–- frente a la realidad del ambiente en el que nos desenvolvemos y que nos conduce a la formación de la atmósfera propicia en que se desarrollará la composición plástica”. Con la invitación de Spilimbergo para dar clases como profesor extraordinario de grabado en la Universidad de Tucumán comienza, en 1948, una carrera docente que continuará en la década siguiente, y hasta 1970, en Buenos Aires (se intuyen, de su experiencia en Tucumán, una serie de obras sobre trabajadores rurales). En 1979 publicó Contraluz, un libro que contiene 130 de sus xilografías hechas en la primera mitad de los ’50. Un discurso que sostiene a puro trabajo, porque casi no dejó textos sobre su propia obra; ese trabajo abarca, además de óleos, témperas, acuarelas y dibujos, unas 2500 xilografías. Rebuffo murió en Buenos Aires a los 80 años. ANGEL BERLANGA, PÁGINA /12, SUPLEMENTO RADAR, 21 de diciembre de 2008.
4
5
6
7
LA REBELIÓN
8
VÍCTOR L. REBUFFO
Día de pago, protestas y reacciones
Descontento que avivan los enconos
CONTRALUZ – LA REBELIÓN
9
10
VÍCTOR L. REBUFFO
Tribunas en las encrucijadas de la desesperación
CONTRALUZ – LA REBELIÓN
11
Víctimas inmoladas y la respuesta de la violencia armada
12
VÍCTOR L. REBUFFO
Furia de la lucha oscureciendo la razón
CONTRALUZ – LA REBELIÓN
13
14
VĂ?CTOR L. REBUFFO
Tinieblas y desequilibrio en la mente atormentada
CONTRALUZ – LA REBELIÓN
15
Ecos de desolación y mantos de abatimiento
16
VÍCTOR L. REBUFFO
Rostros transidos a través de los muros de la prisión