LOS SIGLOS DE ORO Esta etapa de nuestra literatura abarca dos épocas : el Renacimiento (s. XVI) y el Barroco (s.XVII). Aunque este período de nuestra historia literaria se ha visto con estos dos movimientos enfrentados, hoy se tiende más a considerarlo como una única etapa en la que , poco a poco, las características de las obras literarias van cambiando, sin romper nunca con lo que se había hecho antes. En el barroco, los procedimientos retóricos se intesifican, hay una acumulación de los recursos estilísticos (metáfora, hipérbole, metonimia, hipérbaton, aliteración, anáfora, dilogía, polisemia) tal vez para superar una realidad que no les gustaba y construir un mundo artístico independiente y bello. El Barroco se presenta en dos manifestaciones estéticas : el culteranismo o gongorismo y el conceptismo, con dos grandes representantes Góngora y Quevedo, sin olvidar por ello a otros grandes poetas como Lope de Vega y que no pueden adscribirse a ninguna de esas dos manifestaciones. 1.- Lee los siguientes poemas escribe un texto sobre la visión del mundo barroco, los temas y las formas poéticas utilizadas: A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una alquitara medio viva, érase un peje espada mal barbado; era un reloj de sol mal encarado, érase un elefante boca arriba, érase una nariz sayón y escriba, un Ovidio nasón mal narigado. Érase el espolón de una galera, érase una pirámide de Egito, las doce tribus de narices era; érase un naricísimo infinito, frisón archinariz, caratulera, sabañón garrafal, morado y frito.
PRONUNCIA CON SUS NOMBRES LOS TRASTOS Y MISERIAS DE LA VIDA
La vida empieza en lágrimas y caca, luego viene la mu, con mama y coco, síguense las viruelas, baba y moco, y luego llega el trompo y la matraca. En creciendo, la amiga y la sonsaca; con ella embiste el apetito loco; en subiendo a mancebo, todo es poco, y después la intención peca en bellaca. Llega a ser hombre, y todo lo trabuca; soltero sigue toda perendeca; casado se convierte en mala cuca. Viejo encanece, arrúgase y se seca; llega la muerte, y todo lo bazuca, y lo que deja paga, y lo que peca. Quevedo
A Dafne huyendo de Apolo Tras vos, un alquimista va corriendo, Dafne, que llaman Sol, ¿y vos, tan cruda? Vos os volvéis murciélago sin duda, pues vais del Sol y de la luz huyendo. Él os quiere gozar, a lo que entiendo, si os coge en esta selva tosca y ruda: su aljaba suena, está su bolsa muda; el perro, pues no ladra, está muriendo. Buhonero de signos y planetas, viene haciendo ademanes y figuras, cargado de bochornos y cometas. Esta la dije; y en cortezas duras de laurel si ingirió contra sus tretas, y, en escabeche, el Sol se quedó a escuras.
Quevedo
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. Lope de Vega
RECETA PARA HACER SOLEDADES EN UN DÍA
Quien quisiere ser culto en sólo un día, la jeri (aprenderá) gonza siguiente : fulgores, arrogar, joven, presiente, candor, construye, métrica armonía; poco, mucho, si no, purpuracía, neutralidad, conculca, erige, mente, pulsa, ostenta, librar, adolescente, señas traslada, pira, frustra, arpía;
Mientras por competir con tu cabello oro bruñido al sol relumbra en vano, mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente al lilio bello; Mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello.
cede, impide, cisuras, petulante, palestra, liba, meta, argento, alterna, si bien disuelve émulo canoro.
Goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lilio, clavel, cristal luciente,
Use mucho de líquido y de errante, su poco de nocturno y de caverna, anden listos livor, adunco y poro.
no sólo en plata o vïola troncada se vuelva, más tú y ello juntamente en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. Góngora
Que ya toda Castilla, con sola esta cartilla, se abrasa de poetas babilones, escribiendo sonetos confusiones; y en la Mancha, pastores y gañanes, atestadas de ajos las barrigas, hacen ya cultedades como migas. Quevedo Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente; es un soñado bien, un mal presente es un breve descanso cansado.
Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados de la carrera de la edad cansados por quien caduca ya su valentía.
Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde, con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado.
Salíme al campo: vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados, y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día.
Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero parasismo; enfermedad que crece si es curada.
Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos, mi báculo más corvo y menos fuerte.
Este es el niño Amor, este es su abismo. ¡Mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo! Quevedo
Vencida de la edad sentí mi espada, y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte.
Un monte era de miembros eminente este (que, de Neptuno hijo fiero, de un ojo ilustra el orbe de su frente, émulo casi del mayor lucero) cíclope, a quien el pino más valiente, bastón, le obedecía, tan ligero, y al grave peso junco tan delgado, que un día era bastón y otro cayado. Luis de Góngora
El reloj de arena
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua! Mozuelas las de mi barrio, Loquillas y confiadas, Mirad no os engañe el tiempo, La edad y la confianza. No os dejéis lisonjear De la juventud lozana, Porque de caducas flores Teje el tiempo sus guirnaldas. ¡Que se nos va la Pascua, mozas, Que se nos va la Pascua!
¿Qué tienes que contar, reloj molesto, en un soplo de vida desdichada que se pasa tan presto; en un camino que es una jornada, 5 breve y estrecha, de éste al otro polo, siendo jornada que es un paso solo? Que, si son mis trabajos y mis penas, no alcanzarás allá, si capaz vaso fueses de las arenas 10 en donde el alto mar detiene el paso. Deja pasar las horas sin sentirlas, que no quiero medirlas, ni que me notifiques de esa suerte los términos forzosos de la muerte. 15 No me hagas más guerra; déjame, y nombre de piadoso cobra, que harto tiempo me sobra para dormir debajo de la tierra.... a.- Resume brevemente el texto. Sintetiza después en una frase las ideas esenciales que aparecen en el poema b.- Determina qué estrofa es la utilizada por el poeta. c.- Propón una estructura para este texto; para justificarla, recuerda que debes compaginar criterios semánticos (qué dicen las distintas partes) y formales. d.- Este texto pertenece al Siglo de Oro, pero, ¿podrías determinar en cuál de sus dos centurias se encuadra? ¿A qué autor pertenece? Razona tus respuestas. e.- A lo largo de este texto abundan las imágenes que se refieren a la brevedad de la vida; señálalas y comenta su significado y finalidad expresiva. f.- ¿Qué sentido crees que tiene que este poema esté escrito en segunda persona? ¿Podemos deducir algo de la actitud del autor hacia el objeto interpelado? g.- Comenta el sentido de los versos 6-10. h.- ¿Contienen algún elemento irónico los versos finales del poema? i.- Temas parecidos al de este poema los has encontrado ya en numerosos autores y obras. Elabora un texto en el que expliques las distintas actitudes del hombre ante el tiempo y la muerte que conoces hasta ahora a través de la literatura.
Miguel Hernández publicó en 1933 Perito en lunas, escrito en octavas reales y que compuso bajo la influencia de la lectura del poeta barroco Góngora, de su Fábula de Polifemo y
Galatea. Es su etapa neogongorina, lo escribió después de su viaje a Madrid en 1931 y entrar en contacto con los poetas de la Generación del 27 que atravesaban la etapa gongorina. También ya está presente el surrealismo. OCTAVA XX Párrafos de la más hiriente punta, si la menos esbelta, como voces de emoción, ya se rizan, de la yunta: verdes sierpes, ya trémulas de roces y rocíos. La mano que las junta, afila las tajadas, sí, las hoces, con el deseo ya, la luz en torno; y enarca bríos, era, masas, horno. OCTAVA IV Por el lugar mejor de tu persona, donde capullo tórnase la seda, fiel de tu peso alternativo queda, y de liras el alma te corona. ¡Ya te lunaste! Y cuanto más se encona, más. Y más te hace eje de la rueda de arena, que desprecia mientras junta todo tu oro desde punta a punta.