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10- Ingrid Zetterberg AMISTAD EN LA DISTANCIA

AMISTAD EN LA DISTANCIA Ingrid Zetterberg - Perú Myriam Stella Buriticá- Colombia Dueto Myrian /Ingrid

Tus manos me brindaste amiga mía con tu apoyo oportuno y franco, tu oído atento a mis pesares, tu alma comprensiva, tu corazón de hermana. Has comprendido y aceptado tal cual mi pensamiento; no dudaste jamás de ser mi amiga, aunque en la distancia estás viviendo; somos almas que buscan un camino, un ser maravilloso que espera en tules de azahares y canciones de nosotras las mágicas virtudes.

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Amiga del alma esos detalles tan castos que tú tienes, como mostrarme tus bordados; arte puro de tus manos. Y esas confidencias de amistad que en el tiempo vienen y van de tu corazón al mío; es lo que ha ido forjando un vínculo tan querido, un estrecho lazo que siempre permanecerá.

Permanecerá hasta la eternidad y más allá del infinito porque tesoro hemos bordado con esos lazos que hemos construído, así somos, amigas confidentes no hay juicios ni reproches, comprendo tus sentires entiendo tus temores y si un consejo yo te pido sabiduría aflora en tus palabras para decirme que conviene.

Tú oíste la voz de mi dolor, amiga y afloró tu compasión. Eso jamás se olvida... No cualquiera extiende su mano, ante un ruego, un clamor. Pero tú generosa con alas de ángel, presurosa.... actuaste a mi favor. ¿Cómo pagar tu actitud bondadosa? Quizás, yo nunca pueda amiga, pero sé que sin demora te lo pagará el Señor.

Cada instante de mi vida Él me paga con su amor, me regaló la vida. Y una amiga en la distancia porque no se necesita estar cerca para entender y comprender el valor de la verdadera amistad, esa amistad que se cuenta sólo con los dedos de una mano porque son escasas esas amistades, y en ti encuentro amistad de hermana, amistad de amiga, amiga del alma.

Lejanía hay entre nuestras vidas, sin embargo nos acercó el internet y la tecnología; lo cual yo celebro mi estimada amiga Myriam; nuestros cotilleos nuestras risas y algarabía, siempre como dos niñas en la blanca senda de la dulce poesía. Y así seguiremos alborozadas y canturreando por la larga senda florida.

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