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A Federico García Lorca

A FEDERICO GARCÍA LORCA

¡Qué tristes son las calles de Granada cuando va oscureciendo! Y la guitarra flamenca como un quejido se va tiñendo de sombra.

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El frío viento arrastra las cenizas de un ayer que aún palpita entre viejos portales tachonados de bronce. Las murallas despiden ayeres y las farolas se encienden.

Ya no queda tu risa, poeta, tus letras se guardan blancas y sombrías. Mas nadie puede evitar que la brisa nocturna nos traiga desde el pasado el verdor de tu canto. Ingrid Zetterberg-Perú

I Certamen Dante

Gabriel Rossetti

GUERRERO INMENSO

Tú vienes hacia mí desde lejanas auroras, mi Señor y Dueño; rociados tus cabellos de finas gemas.

Un coro de serafines escolta tu hermosura. Mariposas de la noche de azul terciopelo distraen tus miradas de cielo.

Ecos de luz adornan tus vestiduras, y relampaguean en el bosque brumoso las estrellas de tus ojos.

Oro en polvo va cayendo ante tus pisadas de guerrero invencible; de gran Maestro, oh mi Cristo amado tu espada refulgente pasea el universo.

Escuadrones de ángeles te acompañan por el sendero mientras el aroma de tu presencia se aproxima hasta mi alma que te adora. Ingrid Zetterberg - Perú

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