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Muerte de una flor 50 Puentes
I Certamen Dante
Gabriel Rossetti
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PUENTES
Mis manos, son puentes donde transitó la vida. Diseñaron realidades con sus gestos de ternura. Fueron al mismo tiempo, lámparas y aves. En ellas, se libraron batallas entre rosas y lobos, y, árboles sagrados contra vientos de fuego. Esculpieron en mi rostro, con su buril de silencios, hileras de noches y llanto. Y en horas crepusculares, como flor renacida, para ocultar mi aflicción me cobijaba en ellas, como seguro refugio. Parece eterna la lluvia del pasado en mis venas, hace que desborden los recuerdos que llevo dentro. Hay nubarrones ocultos en mis pupilas, saben que más allá de la aparente calma, el reloj, aguarda observar en el espejo, cómo me deshojan los años, y aunque, cada noche, regresen los mismos perros, con infinita audacia, camino de mi pecho, marcharé decidida hacia el paraíso de palabras, a desenredar mis versos de los ojos del invierno, con ellos, hilaré mi destino a las alas de mis dedos. Parece descabellado —y tal vez sea cierto— , atravesar el pasado por laberintos sombríos, con una primavera por guía y la paz como péndulo. Pero confío en mis manos: puentes sabios, por donde corrieron mil caricias y anidaron los sueños. No le daré ventaja ni a la piedra ni al miedo, no sofocarán mi alegría, ¡no cruzaré sus umbrales! Porque, conservo mis manos: puentes humanizados Puentes seguros, por donde diariamente pasa el Corazón, eje fundamental de mi cuerpo.
Beatriz Teresa Bustos - Argentina
I Certamen Dante
Gabriel Rossetti
IDILIO EN EL VALLE
El canto triunfal del gallo anuncia el alba, a lo lejos, los jilgueros anuncian la fiesta, los picoteos de los carpinteros tocan el cambio, el búho: ¡ju-ju- juuu! se está yendo.
Poco a poco, el amor de un rato se despierta, las margaritas, orgullosas, amarillean el campo, el cempasúchil y las begonias en el valle sonriendo, el día empieza, la bella orquídea espera. La primavera llega…
Una flor de luz, leve se abre, suavemente perfuma el aire, trinos de los pajarillos alegran la tarde, y tu mi amor, me ciñes del talle. El verano llega…
La vida primorosamente púber empujaba, sentada en la orilla de la playa encantada, con el cuenco de las manos ahuecadas, recogía caracolas y de las olas las espumas. La vida empuja, el verano llega…
Latidos y perfumes de mi cuerpo en flor, cosquillea la hierba que no ha reverdecido, sabia húmeda y dulce recorre mi cuerpo el aire sabe a violetas y a paja… ¡Que dulzor!
La vida avanza, el sol se pone, la vida cambia, nuestro día se tiñe de oro, cambia vestimenta, bella luz al borde nocturno, misteriosa luna, dulce extravío, las letras de esta historia. El otoño llega…
Señales del otoño llegan con su tortura, ebrios de lluvia, los árboles decaen, vestidos de niebla se desvisten, y reposan en la intimidad oscura.
I Certamen Dante
Gabriel Rossetti
Tardíos pétalos vagan errantes…
Solitarios y confusos tiemblan, lloran su sabia, saben su condena por haber llegado a destiempo, como estrellas distraídas sorprendidas por el alba, tristeza de amantes condenados por su pecado.
Telarañas ligeras de hielo se esparcen…
Transparencias de seda bordan el aire, una lenta respiración de la tierra jadeante, tierra que vive, que sueña, que se expande, como el bello corazón de mi fiel amante.
Las hojas extenuadas se pierden…
La helada candente del hielo, esperan los tibios dedos del sol, para que regrese el anhelado, mes de la floración y del idilio.
En un ala de seda te miro… ¡Te espero!
Alexya San Roman- México
I Certamen Dante
Gabriel Rossetti
¡OH POESÍA! ¡TÚ, QUE ENAMORAS Y SEDUCES!
¡Ay!... ¿Quién se imagina un mundo sin poesía? Sería cual un cielo sin estrellas, o la mar sin sus olas, sus playas y sus arenas, o los días sin el sol que nos alumbra… La poesía está en la faz de una novia, cortejada por su novio, que es apuesto, o en la madre que amorosa abraza al niño que nació hace un año… ¡Qué feliz momento! La poesía está presente, cuando nace la rosa, del rosal que en tu jardín hoy hermosea; también en el clavel que luce tu cabello, y en su perfume, cuando en tu cuerpo, se hace fragancia...
La poesía a mí me enamora y me seduce, cual mujer tan bella, que hermosea, me provoca sensaciones tan sublimes sus caricias de amor, que siento plenas. Es prodigio que agita los sentidos, milagro, que nos transporta a la gloria, y es la musa, que te guía hacia el parnaso.
Es lo épico y lo lírico del verso, que transmite prodigiosas sensaciones. Es lo homérico, dramático o romántico y es, todo aquello que llena los corazones. Hay poesía en cada pálpito de vida, la hay en el beso de una madre, y en el niño que alegre corre y juega, o el jilguero, cuando trina entre olivares,
Tú que surges airosa, entre odas y mil trovas. ¡Oh poesía la que calma, y nos seduce! cual la más bella mujer apasionada...
Roberto Santamaría - España