El espacio público configura la ciudad, por tanto hablar de la gestión del espacio público es incidir en la configuración de la ciudad, no sólo desde sus aspectos políticos, sino de manera más decisiva, desde sus aspectos culturales y sociales. La participación y vinculación de las personas resulta clave para intervenir los espacios físicos, por eso, existe una diferencia en el urbanismo de las instituciones que se concentra en el lugar y el urbanismo de la gente que se concentra en la acción, ésta última trae como resultado consecuencias físicas y sociales a la comunidad dónde ocurren este tipo de gestiones, generando y resignificando espacios dentro del territorio.
Estas gestiones vienen en diferentes vías y se dan en diferentes tipos de espacios, pero todas conservan un mismo fin, involucrar a los habitantes de un territorio.