PsicologĂa del color
Daniel Chang
¿Qué es la psicología del color? La psicología del color es un campo de estudio que está dirigido a analizar el efecto del color en la percepción y la conducta humana. Desde el punto de vista estrictamente médico, todavía es una ciencia inmadura en la corriente principal de la psicología contemporánea, teniendo en cuenta que muchas técnicas adscritas a este campo pueden categorizarse dentro del ámbito de la medicina alternativa.
Sin embargo, en un sentido más amplio, el estudio de la percepción de los colores constituye una consideración habitual en el diseño arquitectónico, la moda, la señalética y el arte publicitario. Si bien la psicología del color tuvo incidencia en la psicología humana desde tiempos remotos, circunstancia que se expresaba y sintetizaba simbólicamente.
Sin embargo, en un sentido más amplio, el estudio de la percepción de los colores constituye una consideración habitual en disciplinas como el diseño, la arquitectura, la moda, la señalética, la publicidad y el arte.
Entre muchos ejemplos, en la antigua China los puntos cardinales eran representados por los colores azul, rojo, blanco y negro, reservando el amarillo para el centro. De igual forma, los mayas de América central relacionaban Este, Sur, Oeste y Norte con los colores rojo, amarillo, negro y blanco respectivamente.
La psicología del color según Goethe Seguramente te has percatado del efecto que los colores tienen sobre tus sentidos independientemente de cuáles sean tus favoritos y cuáles los que detestes. Esta rama de la psicología se conoce como psicología del color y para muchos resulta interesante o curiosa.
La historia del color la podemos empezar a contar con Isaac Newton y su Teoría de la Refracción de la Luz donde supone que los colores nacen a partir de ella; esta teoría fue comprobada con el famoso experimento donde proyecta un filo de luz en un prisma triangular de vidrio y éste a su vez refleja los colores del arcoíris.
La psicología del color según Goethe El precursor de la psicología del color, sin embargo, fue el poeta y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) que en su tratado "Teoría del color, se opuso a la visión meramente física de Newton, proponiendo que el color en realidad depende también de nuestra percepción, en la que se halla involucrado el cerebro y los mecanismos del sentido de la vista. De acuerdo con la teoría de Goethe, lo que vemos de un objeto no depende solamente de la materia; tampoco de la luz de acuerdo a Newton, sino que involucra también a una tercera condición que es nuestra percepción del objeto. De aquí en más, el problema principal pasó a ser la subjetividad implícita en este concepto novedoso. Sin embargo, tal subjetividad no radica en los postulados de Goethe, sino en la misma base física del concepto de color, que es nuestra percepción subjetiva de las distintas frecuencias de onda de la luz, dentro del espectro visible, incidiendo sobre la materia.
• "De todo lo que he hecho como poeta, no obtengo vanidad alguna. He tenido como contemporáneos buenos poetas, han vivido aún mejores antes que yo y vivirán otros después. Pero haber sido en mi siglo el único que ha visto claro en esta ciencia difícil de los colores, de ello me vanaglorio, y soy consciente de ser superior a muchos sabios".
El autor publica su investigación acerca del color en Teoría de los Colores, publicada en 1810; en esa indagación refutó la teoría de Newton argumentando que no sólo se trata de un problema de física donde la luz es el principal elemento, ya que la percepción también juega un papel determinante. Su teoría asegura que el negro o la oscuridad no es la ausencia de luz, sino elemento activo en la formación del color
Para Goethe, el color amarillo en su estado más natural, representa belleza y pureza; transmite mucha luz y tiene un carácter sereno, alegre, gentil y emocionante. Este color en la ropa, con un tono un poco más opaco, resulta desagradable o molesto.
En el círculo cromático del escritor y científico, aparece después el rojo-amarillo (anaranjado), aquí todo lo que se dijo del amarillo es aplicable pero con mayor intensidad por el tono rojizo, además de aumentar en energía la combinación amarillo-rojo es contraria a la pasada pues aunque ocupa los mismo colores para su formación, ésta es un poco más clara y cercana al amarillo. El color resulta bastante penetrante si lo observamos fijamente y en prendas produce molestia y enojo en los animales.
El azul es un color de muchas contrariedades encontradas, referido a la luz con un poco de oscuridad en él, transmite emoción y tranquilidad al mismo tiempo. Las habitaciones azules parecen más grandes y al mismo tiempo vacías y frías, a veces melancólicas y lúgubres; sin embargo es un color agradable aún cuando lo degradamos.
El rojo-azul es una combinación que no es un crecimiento del azul, pues resulta un color muy parecido al rosa. Es un tono interesante pues a pesar de que el rojo siempre trae consigo vida, éste puede resultar más molesto que agradable. El tinte morado que en alfombras sería intolerable, al igual que en pequeños adornos de uso común, contradictoriamente resulta atractivo por lo “inestable que es”.
Después de haber utilizado el rojo para formar múltiples combinaciones, Goethe observó una peculiaridad en el tono ya que puede retratar edades maduras y jóvenes por tener gracia y atractivo; además de poder relacionarlo con venganza y sentimientos de temor.
Por último, el color verde resulta de la mezcla del azul con amarillo y si éstos han sido diluidos perfectamente, el verde resulta un color atractivo, por ello las habitaciones en este tono resultan agradables.