Debate Económico Revista de Economía del Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C.
Índice Vol. 2 (3). No. 6
Septiembre-Diciembre 2013
Coyuntura Económica Darío Ibarra Zavala Un año del regreso del PRI al poder
Artículos José Nabor Cruz Marcelo y Andrés Blancas Neira Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano: Implicaciones sectoriales macroeconómicas y distributivas Aderak Quintana Estrada Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica Alejandro Alanís Chico Ciclo económico y actividades productivas en México, análisis y proyecciones Eric Urias Romero y Darío Ibarra Zavala Síntesis de los enfoques metodológicos para la medición multidimensional de la pobreza
Los nobel David A. Westbrook Ronald Coase (1910-2013)
Notas O.A. Palacios Sommer Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
ISSN 2007-364X Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C. www.laes.org.mx
DEBATE ECONÓMICO Director general de LAES, A. C. Darío Ibarra Zavala Director Editorial de Debate Económico Roberto Valencia Arriaga Corrección de estilo Ana Laura Rodríguez Grajeda Asistentes Editoriales Francisco Javier Pérez Muñoz
Comité Dictaminador José Luis Martínez Marca (UNAM), Darío Ibarra Zavala (UAEM), Luis Ramón López Gutiérrez (UAEM), Lilia Domínguez Villalobos (UNAM), Teresa Santos (UNAM), Roberto Soto Esquivel (UAZ), Andrés Rosales (Colegio de Tlaxcala), Daniel González Sesmas (LAES, AC), Selene Jiménez Bautista (UAEM).
Comité Editorial Aurora Gómez Galvarriato Freer (CIDE), Carlos Mallén Rivera (INIFAP), Clemente Ruiz Durán (UNAM), Eduardo Loría (UNAM), Juan Carlos Moreno-Brid (CEPAL), Ha-Joon Chang (Cambridge University).
Normas de Publicación: DEBATE ECONÓMICO La revista Debate Económico es una publicación cuatrimestral de carácter académico que incluye ensayos y resultados de investigaciones con contenido particularmente económico, sin importar la escuela o pensamiento económico. El comité editorial de la revista agradece el envío de artículos a esta redacción, ya sea a título individual o de manera colectiva. Los artículos enviados deberán necesariamente ser inéditos. Los interesados en publicar en Debate Económico deberán enviar el artículo en original donde se indique el nombre del autor o autores y el mismo trabajo omitiendo sus datos, vía correo electrónico en formato de Word a la dirección rova_35@yahoo.com.mx. En hoja aparte deberán anotar los datos curriculares del autor o autores (grado académico, publicaciones recientes, etc.), institución de adscripción, puesto o cargo que desempeña, dirección, teléfono y/o fax y dirección de correo electrónico. Además, deberán incluir un resumen y abstract que describa el tema y objetivo del artículo, con una extensión no mayor a 10 líneas. Los artículos deberán ajustarse a las normas gramaticales vigentes y tener una extensión mínima de 15 cuartillas y máxima de 30 (65 a 70 golpes por 27-29 líneas, incluyendo notas al pie, cuadros, tablas, gráficos y bibliografía). Los apartados y/o subtítulos deberán estar perfectamente definidos, indicándose el lugar correspondiente a los cuadros y gráficas. Los cuadros y gráficas deberán ser elaborados y enviados en archivos aparte en algún programa de hoja de cálculo, preferiblemente en Excel. Las referencias bibliográficas y la bibliografía deberán estar presentadas en formato Harvard. Los artículos recibidos serán sometidos a dictamen tipo doble ciego (omitiendo el nombre del autor o autores), conservándose su anonimato. Todos los artículos enviados, serán considerados, sin que ello implique obligatoriedad de su publicación. La dirección de la revista se reserva el derecho de realizar los cambios editoriales necesarios.
Laboratorio de An谩lisis Econ贸mico y Social, A. C.
Debate Económico Índice Vol. 2 (3). No. 6 Septiembre-Diciembre 2013 Coyuntura Económica Darío Ibarra Zavala Un año del regreso del PRI al poder……………………………………………..1
Artículos José Nabor Cruz Marcelo y Andrés Blancas Neira Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano: Implicaciones sectoriales macroeconómicas y distributivas………………..6 Aderak Quintana Estrada Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica…………………..45 Alejandro Alanís Chico Ciclo económico y actividades productivas en México, análisis y proyecciones……………………………………………………………….73 Eric Urias Romero y Darío Ibarra Zavala Síntesis de los enfoques metodológicos para la medición multidimensional de la pobreza………………………………………………………………………..…97
Los nobel David A. Westbrook Ronald Coase (1910-2013)……………………………………………………… 120
Notas O.A. Palacios Sommer Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico ……129
Debate Económico, Índice Vol. 2 (3). No. 6, Septiembre-Diciembreo 2013 es una publicación cuatrimestral editada por el Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C. Tejocotes 178-405, Actipan, Col. Del Valle, Del. Benito Juárez, C.P. 03230. México, D.F. Tel. 5264 8837, www.laes.org.mx Editor Responsable: Darío Guadalupe Ibarra Zavala darioibarra@yahoo.com. Número de Certificado de Reserva de Derechos otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor exclusivo número 04-2013-102912180100-102. ISSN: 2007-364X. Número del Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15,541 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domicilio de la Publicación: Impresa en el taller del Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C. Hacienda de Tomacoco 17, Col. Benito Juárez, Nezahualcóyotl, Edo. De México, C. P. 57130. Distribuidor Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C. Este número se término de imprimir el 31 de diciembre de 2013 con un tiraje de 1,000 ejemplares. Las opiniones y comentarios expresados por los autores no necesariamente reflejan la postura del Laboratorio de Análisis Económico y Social, A.C. Los artículos publicados en Debate Económico son responsabilidad de sus autores. Se permite la fotocopia o impresión de cualquier artículo, reseña o nota publicada en esta revista siempre y cuando se otorguen los créditos respectivos y no implique la publicación en otras revistas o capítulos de libros, en cuyo caso se deberán negociar los derechos con el Director General de LAES, A. C. Coordinador general del No. 6: Darío Ibarra Zavala. Colaboradores: Roberto Valencia Arriaga, Selene Jiménez Bautista y Gustavo Acua Popocatl.
Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C. www.laes.org.mx
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, Pp. 1-5.
Coyuntura económica
Un año del regreso del PRI al poder Darío Ibarra Zavala1
La economía mexicana lleva décadas estancada. Ha tenido crecimiento que, en el mejor de los casos, podría considerarse como mediocre. Es verdad que hay una diferencia abismal en el nivel de vida de la población de 2013 a la de 1980, sin embargo, ello obedece al avance tecnológico en el resto del mundo, que ha tenido una derrama en nuestro país. En suma, las mejoras en el nivel de vida no son de México, son del mundo. Durante doce años tuvimos un Gobierno de un partido distinto al PRI. Para algunos, el Gobierno alterno era de derecha, es decir, aquellos políticos que eran apoyados por empresarios y que a su vez esperaban recibir apoyo del Gobierno. Desde cierta perspectiva, apoyar a los empresarios podría redundar en mayor inversión y, a la postre, mayor crecimiento económico. Pero la dura y necia realidad mostró que no basta cambiar de partido ni bastan las buenas intenciones. Después de dos sexenios no podemos decir que el nivel de vida de la población haya mejorado, lo que es peor, en términos de seguridad pública las cosas ahora son peores. 1
Universidad Autónoma del Estado de México (UAP-Neza) y Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C.
Debate Económico
El regreso del PRI al poder vino acompañado de una serie de medidas legislativas, mismas que tuvieron lugar desde antes que se diera el cambio de gabinete. Se empezaron a gestionar reformas que podrían tener un impacto verdadero en la economía y la sociedad mexicanas. No bien se habían dado las condiciones para tener una reforma educativa cuando ya se ventilaba otra en materia de telecomunicaciones, una más en el sector financiero, tocando el turno entonces a la materia fiscal, laboral y energética. En resumen, en menos de un año se han tenido más reformas importantes que en dos sexenios juntos. Gráfica 1. PIB Per cápita
PIB Per cápita, pesos de 2008 120,000 100,000 80,000 60,000
40,000 20,000 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012
0
Fuente: elaboración propia con datos del INEGI, 2013. Medido en términos del PIB per cápita, la economía mexicana ha crecido muy poco, como se puede ver en la gráfica 1. Lo anterior se hace más evidente al hacerla en escala logarítmica, que nos permite observar que de 1980 a 2012 la economía 2
Coyuntura Económica
apenas ha crecido a una tasa promedio anual de 0.81%, a todas luces insuficiente para abatir la pobreza, y en una palabra, poder desarrollarnos. Gráfica 2. PIB Per cápita en escala logarítmica
LN(PIB Per cápita, pesos de 2008) 11.8 11.6 11.4
y = 0.0081x + 11.358 R² = 0.7536
11.2 11 10.8 10.6 10.4 10.2
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012
10
Fuente: elaboración propia con datos del INEGI, 2013. ¿Por fin creceremos? Posiblemente el dinamismo político vivido en la actualidad puede sólo ser comparado con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cuyas reformas igualmente tuvieron un alto impacto y de las que se esperaba que por fin la economía creciera. Tan fue así, que finalmente se logró llevar a cabo la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que definitivamente cambió de manera por demás drástica a la economía mexicana.
3
Debate Económico
La autonomía del Banco Central entró en vigor a finales del mandato salinista, mientras que la reforma al sistema de pensiones del IMSS, si bien no entró en vigor durante su mandato, sí se gestó durante su sexenio. En adición a lo anterior, se llevó a cabo una importante reforma en el campo: el otorgamiento de títulos de propiedad a los campesinos, con lo que finalmente se reconocería la propiedad individual de la parcela de éstos, con ello tendrían la posibilidad de invertir en empresas agroindustriales teniendo como garantía la titularidad de la tierra. Lo esperado era que por fin el campo saliera del atraso que ha tenido durante décadas. Nuevamente la realidad se encargó de mostrar que las cosas no son tan simples ni tan fáciles como lo dice el libro de texto, pues el campo no sólo no salió de su histórico atraso, sino que a casi veinte años del programa, sigue estando en crisis. Así pues, el pasado reciente muestra que las reformas son importantes y necesarias para crecer, pero no suficientes. Por ello es que conviene tomar con cautela esta ola de reformas, pues si bien es incuestionable que muy pocos disputarían la necesidad de hacer algo para romper la inercia que se llevaba, lo cierto es que no hay ninguna garantía de que ya nos encontremos en la senda del crecimiento. El futuro inmediato Hay varios temas pendientes en la agenda económica de nuestro país. No abordarlos y resolverlos no ayudará a tener crecimiento económico. Entre ellos se encuentran: 1. El problema de la inseguridad. Indiscutiblemente una economía donde se corre el riesgo de ser secuestrado, donde las mercancías son robadas antes de llegar a su destino, donde la gente sale con temor de sus casas, 4
Coyuntura Económica
entre otros factores, no genera condiciones para que exista crecimiento económico. 2. La eficiencia del gasto público. Existen muchos programas públicos que se traducen en el apoyo financiero, técnico o en especie a diversos sectores como salud, agroindustrias, empresas pequeñas y medianas, etc., pero la realidad muestra que, a pesar de que varios de tales programas llevan décadas de existir, la economía simplemente no crece. En suma, el gasto público no ha sido efectivo para generar crecimiento económico. 3. Una verdadera reforma fiscal. El tema de la captación tributaria no es nuevo. Desde la desaparición del Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles (ISIM) para convertirlo en el actual IVA, no ha habido una reforma fiscal que merezca tal apelativo, en todo caso son misceláneas fiscales. Un sistema tributario que persigue al causante cautivo, que incentiva la informalidad y un contexto donde el ciudadano no ve reflejados sus impuestos en mejores servicios públicos como seguridad, educación, salud, etc. no puede generar crecimiento económico. Los temas de la agenda económica de México son diversos. Sólo se han esbozado algunos de ellos. Lo que es un hecho es que mientras tales pendientes no se resuelvan, las reformas por sí mismas difícilmente nos conducirán al ansiado crecimiento económico.
5
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, pp. 6-43.
Recibido: Mayo 2013. Aceptado: Noviembre 2013
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano: implicaciones sectoriales macroeconómicas y distributivas José Nabor Cruz Marcelo1 Andrés Blancas Neira2
Resumen El objetivo central de este documento es examinar el efecto de un conjunto de políticas públicas en el empleo, nivel de producción (total y sectorial), distribución del ingreso y otras variables relevantes, tanto del sector agrícola como el producto total, esto a través de un modelo estructuralista cuyo bagaje teórico son las aportaciones de Michael Kalecki y la escuela de la CEPAL, principalmente su hipótesis sobre qué cambios en la demanda serán los impulsores de variaciones positivas al interior de la economía. Al simular distintos escenarios encontramos que la heterogeneidad estructural condiciona de forma importante las percepciones de los campesinos, sin embargo, el impulso del empleo formal y producción interna podrían mejorar las condiciones de ingreso, pero sólo en el mediano y largo plazo.
1
Doctor en Economía. Actualmente Becario del Programa de Becas Posdoctorales en la UNAM, en el Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM. Correo electrónico josenabor7@hotmail.com 2 Doctor en Economía. Investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM. Correo electrónico neria@servidor.unam.mx.
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Palabras claves: sector agrícola, políticas públicas, distribución del ingreso, Kalecki, heterogeneidad estructural. Clasificación JEL Q11 E12 E25 E27
Abstract The main goal of this paper is to examine the effect of a group of public policy in the employment, production level (total and by sector), income distribution and another relevant variables, in both the agricultural sector as well as total output, all this by using a structuralist model, which was made using the theoretical approaches of Michael Kalecki and the school of CEPAL, mainly their hypothesis about which changes in the demand will impulse the positive variations in the interior of the economy. By simulating different scenarios we found that structural heterogeneity determines in an important way the farmers income, nevertheless the growth of formal employment and domestic production could improve their income conditions, but just in the medium and long term.
1. Introducción El sector agrícola mexicano ha presentado cambios estructurales a partir de la década de los setentas del siglo pasado: reformas constitucionales, un fuerte proceso de apertura comercial (eliminación de aranceles a ciertos bienes) y una drástica caída en la producción nacional de los llamados granos básicos con un consecuente incremento del volumen de importación de los mismos. A la par, 61.6% de la población rural vive en estado de pobreza y 21.5% en pobreza extrema3. Por lo anterior, el objetivo central de este documento es examinar el efecto de un conjunto de políticas públicas en el empleo, nivel de producción (total y sectorial), distribución del 3
De acuerdo al reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) difundido en Julio de 2013 disponible en: http://web.coneval.gob.mx/Informes/Coordinacion/Pobreza_2012/RESUMEN_EJECUTIV O_MEDICION_POBREZA_2012_Parte1.pdf
7
Debate Económico
ingreso y otras variables relevantes, tanto del sector agrícola como el producto total, esto a través de un modelo estructuralista cuyo bagaje teórico son las aportaciones de Michal Kalecki y la escuela de la CEPAL, principalmente la hipótesis sobre que los cambios en la demanda serán impulsores de variaciones positivas al interior de la economía. Entre las políticas públicas que consideramos se destacan las transferencias sociales, sin embargo, hay que tener en cuenta cómo han evolucionado éstas a lo largo de las últimas décadas en nuestro país, de acuerdo a Narro et. al (2013) de 2000 a 2012, el gasto acumulado en los rubros de “Programas Sociales” es de alrededor de 2.6 billones de pesos (a precios constantes del 2012) sin que esto haya representado una mejora significativa y sobre todo constante en el bienestar de la población que vive tanto en condiciones de pobreza como de pobreza extrema, ya que de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), apenas 5.2% de la población rural y sólo 23.6% de la población urbana podría considerarse no pobre y no vulnerable para el año 20104. Para el caso del campo mexicano, en los años recientes ha habido periodos relativamente cortos con mejoras en el empleo y en el ingreso de los agricultores, como lo examina Hernández Laos en Aparicio, Villarespe y Urzúa (2009), puesto que de 2000 al 2006 el coeficiente de Gini se redujo de 0.533 a 0.449, a la par, la relación entre los ingresos que obtienen tanto el décimo como el primer decil (D10/D01) también se contrajo de 62.1 a 36.3. Sin embargo, esta mejora redistributiva no fue producto de transferencias públicas o privadas (programas como Oportunidades o remesas de familiares que trabajan en Estados Unidos), sino que fue, de acuerdo a las encuestas ingreso gasto de los hogares, por la expansión de los ingresos provenientes de salarios y de negocios propios, los primeros no implican una mejora en las percepciones de los jornaleros, sino más bien, de la diversificación del empleo agrícola en actividades de la construcción o del sector servicios dentro del ámbito rural. 44
De acuerdo al informe del CONEVAL: “Medición de la pobreza en México 2010.
8
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
A la par se presentó una mejora en los rendimientos por hectárea en tierras de temporal (que no significó en una expansión de las hectáreas cosechadas) pero sobre todo, la razón principal de esa fase de redistribución positiva, se debió a un fuerte incremento de los precios relativos de los cultivos básicos. Sin embargo, dicho avance se detuvo o inclusive se contrajo como resultado de la crisis económica 20082009, de ahí la importancia de aplicar políticas públicas que eviten la vulnerabilidad de los pobres rurales de nuestro país a choques externos negativos. El artículo se estructura de la siguiente forma; en primer lugar la presente introducción, posteriormente se analiza los hechos estilizados más importantes del propio sector en las décadas recientes, en tercer lugar, presentamos una síntesis del modelo estructuralista y a partir de éste, se exponen los resultados de las simulaciones resultantes del mismo. Finalmente, reportamos las conclusiones y se discute la viabilidad de las políticas públicas que se simularon. 2. Hechos estilizados del sector agrícola de México Durante el modelo de Industrialización vía Sustitución de Importaciones (ISI) en México, el sector agrícola tuvo un papel destacado en la economía en su conjunto, sin embargo, también se gestaron algunos rasgos negativos, de acuerdo a Warman (1975), se asentó la figura del neolatifundio, el cual define como una empresa de tipo capitalista que produce mercancías agropecuarias para un mercado amplio de intercambio monetario con el propósito de reproducir un capital, así como de obtener una ganancia. El neolatifundio recibió otro beneficio de la intervención del estado mediante el establecimiento de precios oficiales de garantía para los productos básicos5.
5
Éstos se fijaron desde la década de los cincuenta, al tomar como base los costos y rendimientos de los neolatifundistas, agregados con un amplio margen de ganancia, lo que permitía su cultivo en condiciones de absoluta seguridad.
9
Debate Económico
Por lo tanto, la producción agrícola de exportación eran cultivados totalmente por los neolatifundistas: algodón, el más importante, café, azúcar, henequén, jitomate y carne. El sector agrícola proveyó divisas para compensar el enorme déficit de las importaciones dedicadas al sector industrial6. En general una de las funciones básicas que el desarrollismo asigna al campo mexicano era crear un excedente importante y transferirlo al sector industrial, el cual cumplió con eficacia. Al tomar en cuenta sólo tres mecanismos: el fiscal, el de precios y el bancario, el sector agropecuario transfirió a la industria tres mil millones de pesos entre 1942 y 1960. A partir de 1965, el descenso de la participación del producto agropecuario en el producto nacional y el de las exportaciones agrícolas se hizo evidente. Con información consistente desde 1950, se puede apreciar claramente la pérdida de peso del sector agrícola en la economía mexicana, en dicho año su producción representó 10.8% del valor del producto interno bruto (PIB), sin embargo, en 2010 fue solamente 4.4%.7. A partir de 1980, el país liberalizó su régimen comercial y modificó el Artículo 27 constitucional ―ambas transformaciones destinadas a impactar fuertemente al sector rural y agrícola―, las reformas fueron vistas como una condición esencial para mejorar el funcionamiento de los mercados de factores rurales, aumentar los incentivos a la inversión y fomentar la gobernabilidad, así como la aplicación del estado de derecho en el campo8. Sin embargo, la pobreza en el sector rural se expandió durante las últimas dos décadas y el crecimiento del sector se estancó, lo que evitó mejorar las condiciones sociales en las áreas rurales9.
6
Se anexa la balanza comercial del sector agropecuario a partir de 1961 en el cuadro 8, donde se constata el superávit del comercio agrícola hacia la segunda etapa del ISI. 7 Lo anterior confirma claramente las hipótesis de Warman (1978) sobre la decaída de la producción nacional con lo cual el sector agrícola perdía peso y consecuentemente seguridad alimentaria. 8 Como señalan Gordillo y Wagner (2005), la última expropiación agraria en México se realizó en 1975, lo cual rompió muchos de los equilibrios y las alianzas establecidas hasta entonces y dio lugar a un proceso irreversible de articulación de nuevos actores sociales en el campo. 9 De acuerdo a datos de la CEPAL expuestos en el cuadro 9 del anexo dos, la pobreza rural en México aumentó de 1980 a 1996 sistemáticamente, y si bien, a partir de ese año
10
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Al revisar la evolución histórica de la superficie cosechada en el campo mexicano de 1950 a 2011, se observa claramente las dos fases ―crecimiento y estancamiento― que presentó el sector. En el año de 1950, 7.9 millones de hectáreas fueron cosechadas, para 1966 la cifra se duplicó al reportarse un poco más de 15 millones, esto es lo que Warman (1971 y 1978) denomina el milagro agrícola mexicano. En 1979 ocurre un cambio estructural, al disminuir la superficie hasta 12 millones, pero se recuperó al marcar un récord en 1983, cuando se cosecharon 22.89 millones de hectáreas, a partir de 1984, la cifra oscila entre 18 y 20 millones10. Como se observa en el octavo cuadro del segundo anexo, la variación anual de la superficie cosechada es demasiado volátil a partir de la década de los ochenta, sin embargo, de 1990 a 2010, la tasa de crecimiento promedio anual es 1.1%, lo que denota el estancamiento que prevaleció en el sector después del proceso de apertura comercial11. A su vez, los porcentajes de participación, entre los cultivos de: consumo interno, tradicionales de exportación y no tradicionales, permanecieron prácticamente sin cambios, al promediar una estructura de participación de: 60, 20 y 20% respectivamente, durante los últimos 25 años, lo cual permite realizar la hipótesis acerca de que el sector agrícola ha permanecido estancado en cuanto sus técnicas de producción y con una sistemática expulsión de mano de obra. Es importante recordar que el sector presentó una fuerte contracción en el peso de éste en el PIB, por lo tanto, si bien las exportaciones agrícolas aumentaron en valor comercial, no fue lo suficiente para que en términos porcentuales se revertiera la tendencia negativa que se mantuvo una tendencia decreciente, el último informe de CONEVAL de 2013, indica que el 61% de la población en zonas rurales reporta condiciones de pobreza. 10 Dicho estancamiento de la superficie de cosecha se debe a factores que no se discuten a fondo en este documento, por lo que para una discusión mucho más amplia del tema dirigirse a estos documentos: Rello (2008); Timothy A. Wise, (2009). "The Limited Promise of Agricultural Trade Liberalization," Trade Working Papers 2214, East Asian Bureau of Economic Research y CEPAL (2007). 11 Los datos referidos se obtuvieron en la estadísticas oficiales de la CEPAL, pero se cotejaron con el SIACON de la Sagarpa y la FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación: Base de Datos FAOSTAT
11
Debate Económico
reporta desde hace 30 años (cuadro 8 del anexo). Las importaciones agrícolas presentan un crecimiento en su valor comercial, sobresalen la compra de granos básicos, carnes, y sobre todo, de bienes intermedios a partir de la década de los noventa del siglo pasado12. En general, el papel del Estado ha disminuido drásticamente, a la par del proceso de apertura comercial, el gasto de Gobierno en el sector agrícola representaba 13.2% en 1980, sin embargo, hay una marcada tendencia a la baja en los últimos treinta años, por lo que para el 2010, el gasto agrícola apenas fue 3% (cuadro 9 del anexo dos). Para el mismo periodo, el crédito en el sector muestra la misma tendencia al pasar de 13.4% a sólo 1.3% del total del crédito, que se destinaba al apartado agrícola y es prácticamente inexistente para el subsector de pesca. Como lo menciona Rello (2008), en nuestro país se llevó a cabo una reforma para crear un gran sector de pequeños campesinos a los cuales se les pidió que cultivaran para su propia subsistencia y abastecieran los mercados locales, pero no dinamizaron la agricultura y el resto de la economía. Para dicho fin, se pensó más en los medianos y grandes propietarios, en la nueva agricultura capitalista, orientada a los mercados y que usaba tecnología agrícola moderna. Un análisis comparativo de los censos agrícolas de 1970 y 1990, indican que los rasgos básicos del sector permanecieron inalterados, se conserva el extenso minifundio, fuente permanente de pobreza: en 1990, cerca de la tercera parte de los predios tenían menos de dos hectáreas. Esta notable concentración de la propiedad rústica indica que la reforma agraria y las políticas económicas no han podido disminuir la polarización agraria, la cual se mantiene como la característica básica de la estructura agraria en México.
12
Por ejemplo, las consideraciones que señala Josling (1993) ante la inminente apertura comercial con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio Norteamericano, se centraron en que habría una disminución de alrededor 21% en la producción nacional del maíz, y que las importacionesdel mismo cultivo podrían crecer más allá del sesenta por ciento, lo cual, a la luz de los hechos, queda más que comprobado. Bajo este mismo contexto, Nuñez (2002) señala a pesar del proceso de apertura comercial, todavía se aplica en el sector agrícola la misma política tecnológica que se desenvolvió en el modelo sustitutivo.
12
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
En el cuadro 10 del segundo anexo, presentamos las participaciones relativas de diferentes términos económicos (2003-2011) como porcentajes del valor bruto de la producción del sector agrícola mexicano. Con una tasa de crecimiento para el PIB sectorial de 1.1%, la mayoría de los agregados económicos presentan tendencia decreciente. Las remuneraciones de asalariados han disminuido, lo cual, sin lugar a dudas, influye directamente en el poco impacto en la demanda agregada que tiene el sector, a la par, un alto porcentaje de importaciones de bienes para el sector agrícola —que en términos relativos al volumen total la participación es mínima— ha creado una alta dependencia, tanto en términos de precios como de mercancías del extranjero13. 3. Síntesis del modelo estructuralista para la economía mexicana Después de analizar algunas variables económicas relevantes para el sector, reportamos el modelo empleado, el cual cuenta con un amplio set de ecuaciones que se presentan en el primer anexo de este documento14, sin embargo, los antecedentes teórico se centran tanto en las ideas del economista Michal Kalecki (movimientos en la economía se definen vía la demanda) y de la escuela estructuralista, principalmente por la tesis de Aníbal Pinto (1973) sobre la fuerte heterogeneidad estructural en el aparato productivo, condiciona las políticas públicas que pretendan elevar el empleo, la demanda, y por ende, el crecimiento del ingreso de la mayoría de los trabajadores tanto de México y el resto de América Latina. En general los principales supuestos del modelo son los siguientes:1) El producto total y su composición sectorial están determinados por la demanda. 2) El sector industrial es relativamente amplio; parte de la 13
Banco de México (Banxico) en sus informes anuales del 2009 y 2010, afirmó que lo anterior es una de las causas que no permitieron alcanzar las metas de inflación en dichos años. 14 Como antecedentes directos al modelo se pueden consultar a López (2005) y Cruz (2013), en este último se da una amplia explicación de la construcción del mismo, sin embargo para fines de esta investigaciones se actualizó tanto algebraica como estadísticamente el set de ecuaciones, lo que permite obtener resultados más contemporáneos y que se enfocan principalmente al sector agrícola nacional.
13
Debate Económico
capacidad productiva del sector está sub-utilizada, lo que permite que la oferta sea elástica; las empresas líderes trabajan con costos variables constantes en el corto plazo y fijan sus precios al agregar un sobreprecio a sus costos variables. 3) El sector agrícola es relativamente pequeño. Aunque en la realidad la elasticidad de oferta del sector es en general limitada, para simplificar el modelo supondremos que aquí también la oferta es elástica. Esto podría racionalizarse con el argumento que los incrementos de la demanda hacia el sector están acompañados con aumentos correspondientes de la capacidad productiva. 4) El sector informal urbano es muy amplio y absorbe una proporción importante de la PEA. 5) Distinguimos las siguientes clases sociales: capitalistas urbanos (dentro de los cuales incluimos a los profesionistas con alto nivel de calificación) y capitalistas rurales; como clases pobres, consideramos a: obreros industriales, trabajadores informales urbanos, campesinos asalariados, campesinos no asalariados y desocupados urbanos. 6) La demanda de cada una de las clases es diferente, no sólo en cuanto a su monto, sino también en cuanto a la proporción en que está compuesta por bienes de los distintos sectores. 7) La demanda agregada depende de dos factores: el gasto autónomo y la distribución del ingreso. 8) El gasto autónomo está compuesto de: a) El privado autónomo interno (que es el gasto de los capitalistas urbanos y agrícolas), b) El gasto del Gobierno que se divide en: (i) gasto en bienes y servicios; (ii) así como las transferencias; c) finalmente las exportaciones netas. 9) Por último, la distribución del ingreso medida con un índice C de concentración, que relaciona los ingresos del décimo decil con los siete deciles más pobres15.
15
Complementamos los supuestos iniciales con estas ideas: los capitalistas (agrícolas e industriales) demandarán tanto bienes industriales, así como los importados finales. El sector agrícola proveerá de bienes intermedios a la industria y al informal. El sector industrial proveerá de bienes intermedios al sector agrícola, al informal y así mismo; además importará bienes intermedios. El Gobierno demandará bienes finales nacionales e importados.
14
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Presentamos ahora las ecuaciones básicas del modelo, referidas a la demanda agregada16. Diferenciaremos la demanda para tres sectores: industrial Y i , agrícola Y C e informal
MT
YF
, exportaciones
XT
y
son las importaciones. La demanda total (PIB total) se establece
como: Y T Y i Y C Y F GT X T M T
(1)
En el caso del sector industrial la demanda hacia este rubro se establece como: Y
I
Y
DIK
Y
CS Y
CS
DCK
Y
CPY
DBII CP
IS Y
IS
F Y
F
(2)
GI X I M BFI M BII
En primer lugar encontramos la demanda de los capitalistas urbanos y DIK DCK de los capitalistas rurales Y y Y respectivamente. Suponemos que ambos grupos de capitalistas gastan sólo en bienes industriales nacionales. Además, al seguir a Kalecki, consideramos que su demanda no está limitada por sus ingresos corrientes. Adicionalmente, el sector industrial recibe la demanda proveniente de los obreros, de los informales urbanos y de los campesinos IS F (asalariados y no asalariados). Ésta se expresa como IS Y , F Y ,
CSY CS
y CPY , respectivamente. El símbolo Ω, con el respectivo subíndice, alude a la proporción del ingreso del grupo correspondiente que se gasta en bienes industriales. Finalmente, existe CP
una demanda proveniente del Gobierno GI y las exportaciones netas, simbolizada por X I M BFI M BII . Y C Y DBIC IS Y IS F Y F CS Y CS CPY CP G C X C M BFC M BIC
(3)
La producción del campo está compuesta por una porción de bienes DBIC
intermedios Y , también por aquélla de los obreros industriales, de los informales y de los campesinos pobres. El símbolo σ, con el 16
En el primer anexo (cuadro 7) se exponen las ecuaciones fundamentales del modelo y del índice C.
15
Debate Económico
respectivo subíndice, alude a la proporción del ingreso del grupo correspondiente que se gasta en bienes agrícolas. Además del gasto de Gobierno
GC
y
el
sector
externo
neto
denotado
por:
X C M BFC M BIC . Finalmente: Y F IS Y IS F Y F CSY CS CPY CP GF
(4)
La demanda del sector informal está compuesta por aquélla de los obreros industriales, de los informales y de los campesinos (tanto asalariado como no asalariados). El símbolo ρ, con el respectivo subíndice, alude a la proporción del ingreso del grupo correspondiente que se gasta en bienes elaborados en el sector informal, por último la demanda del Gobierno. En general, supondremos que los obreros industriales, los informales y los campesinos pobres gastan lo que ganan. De la estructura del modelo resultará que, bajo ciertos supuestos, al igual que en la formulación de Kalecki, se cumple que los capitalistas ganan lo que gastan. 4. Simulaciones: análisis de resultados En esta sección examinamos los resultados de las simulaciones más representativas calculadas a partir del modelo propuesto, las cuales girarán en tres grandes apartados y ejemplifican de forma aproximada las distintas políticas redistributivas que pueden llevarse a cabo en una economía como la mexicana que reporta características heterogéneas, tanto en su aparato productivo, los sectores considerados, así como del empleo e ingresos. 4.1 Modificaciones a los salarios agrícolas Al contextualizar el ingreso de los ocupados en la agricultura, a través de encuestas de hogares, entre 1990 y 2005, Valdés, et al. (2010), demuestra que hubo un aumento en el ingreso real agrícola en los siguientes países latinoamericanos: Brasil, Chile, Colombia y Paraguay. Sin embargo, para México al emplear dos enfoques, tanto el PIB deflactado por el IPC, como el de encuestas de hogares, coinciden en mostrar una disminución en el ingreso real. Se sugiere que debido 16
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
al poco crecimiento del PIB agrícola, los ingresos de los campesinos no se elevaron; lo anterior crea un círculo nocivo entre bajos ingresos y nulo crecimiento en el campo mexicano. Por lo anterior, este primer subgrupo de simulaciones girará en torno a los efectos que surgen a través de incrementar los ingresos de los campesinos. Sin embargo, es conveniente realizar una importante acotación, al seguir las ideas de Michal Kalecki, si se estableciera una política por parte del Gobierno de elevar los salarios ―en este caso campesinos― hay que diferenciar dos posibles efectos, el primero de éstos es que los incrementos del coste unitario para el capitalista (empresario) significará que éste decida trasladar esa expansión de salarios a los precios del bien final que produzca, lo que mermaría el efecto positivo del poder adquisitivo del trabajador. Por otro lado, el empresario podría optar por una reducción de su margen de beneficio al absorber el incremento de costes. Dicha opción servirá como marco en el supuesto de la primera simulación, al elevarse 10% el ingreso de los campesinos asalariados, por lo tanto, los precios agrícolas no se verán alterados. Cuadro 1. Incremento del ingreso de los campesinos asalariados Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
S f d p u YP1 YP2 C YDI YDF YDC YDT
0.3986 0.3759 0.0603 0.0701 0.0749 36.3172 20.355 10.1329 139.1062 25.6371 33.4832 198.2265
0.3989 0.3769 0.0604 0.0703 0.0732 36.3444 20.7587 10.0487 139.2371 25.7336 33.6868 198.6575
0.0003 0.001 0.0001 0.0002 -0.0017 0.0273 0.4037 0.0843 0.1309 0.0965 0.2036 0.431
0.08% 0.27% 0.21% 0.31% -2.22% 0.08% 1.98% -0.83% 0.09% 0.38% 0.61% 0.22%
17
Debate Económico
Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota el promedio que se establece en el escenario base. Cuadro 2. Incremento de los ingresos de informales y campesinos pobres Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
s f d p u YP1 YP2 C
0.3986 0.3759 0.0603 0.0701 0.0749 38.6390 19.0837 10.1329
0.4004 0.3893 0.0609 0.0712 0.0579 38.7751 21.3825 9.7228
0.0018 0.0134 0.0006 0.0011 0.0170 0.1361 2.2988 0.4101
0.46% 3.57% 1.06% 1.59% -22.7% 0.4% 12.0% -4.05%
YDI
139.1062
139.7394
0.6332
0.46%
Y
DF
25.6371
26.5518
0.9147
3.57%
Y
DC
33.4832
34.3703
0.8870
2.65%
DT
Y 198.2265 200.6615 2.4349 1.23% Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota el promedio que se establece en el escenario base. Los resultados exponen que dada la heterogeneidad de la economía nacional, los efectos de demanda sectorial, y sobre todo, de empleo, es mínimo ―los obreros industriales pobres (s) apenas si expanden su empleo en promedio 0.08%, los informales urbanos (f) 0.27%, los campesinos asalariados (d) 0.21% y los campesinos no asalariados pobres (p) sólo 0.31%― si bien, es cierto que el índice de concentración (C) propuesto se reduce 0.8%, esto resulta insuficiente para generar efectos multiplicativos hacia el interior de la economía. El sector agrícola (YDC) expande su producción más allá de medio punto porcentual, pero los efectos en los otros dos sectores económicos apenas son perceptibles. Por lo anterior, en la segunda 18
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
simulación supondremos que el Gobierno realiza transferencias de ingreso de corte social para aumentar diez por ciento las percepciones tanto de los informales urbanos como de los campesinos pobres (los no asalariados)17. Se reporta un fuerte incremento en las demandas sectoriales — principalmente por el efecto multiplicativo de expandir las percepciones de los informales urbanos— los cuales pueden ser correspondidos inmediatamente, dadas las características de la economía mexicana, la cual reporta, como ya hemos referido18, importantes tasas de capacidades ociosas y empleados subocupados, por consiguiente, los aumentos de empleos y de producción, acompañados por una fuerte redistribución de los ingresos, el índice de C cae en promedio 4%, pueden constituirse como una estrategia viable para mejorar las condiciones de las clases pobres de la economía. Sin embargo el producto total de la economía apenas si se expande más allá de un punto porcentual, lo que permite inferir que si bien habría un choque positivo en la economía al elevarse el empleo, el que aumentaría en mayor proporción es el informal, por lo tanto, la poca creación de trabajos formales, se constituye en una limitante, y en general, esto es lo que se ha presentado en la década más reciente, una tasa de crecimiento en promedio anual del PIB cercana al 2% y con un alto porcentaje de la PEA en actividades informales19. 4.2 Variaciones en el gasto de Gobierno Antes de presentar los resultados sobre cómo afecta la demanda del Gobierno en el sector agrícola actual, es conveniente retomar la 17
Hernández Laos en Aparicio, Villarespe y Urzúa (2009), afirma que las transferencias si bien se incrementaron de 1992 a 2006, al representar de 8.9 a 18.5%, respectivamente, del total de los ingresos monetarios de los hogares rurales, sin embargo, son los ingresos laborales los que representan un mayor peso (80%) en las percepciones totales. 18 A pesar de que consideramos que el sector agrícola como un sector relativamente pequeño y heterogéneo, la evolución histórica de la superficie sembrada y cosechada en México permite suponer que incrementos de producción agrícola que oscilen a una tasa de alrededor 2.5-3% no son lejanos a la realidad y en la medida de lo posible, fáciles de obtener. 19 En el reporte de Indicadores Oportunos de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social de julio 2013, se estima que casi 30 millones de trabajadores mexicanos se ubican en actividades informales.
19
Debate Económico
discusión que Arturo Warman (1978), planteó sobre qué debía realizar el Estado, una política agrícola o una agraria; la primera se expresa como un conjunto de medidas económicas por parte del Estado: inversión directa, financiamiento, regulación de mercados y de precios, cargas y subsidios fiscales, investigación y divulgación agrícola, etc. La política agraria siempre ha sido más elemental, su acción básica ha consistido en repartir la tierra o frenar este proceso. Evidentemente, en la tercera simulación proponemos que por parte del Gobierno haya una eficiente política agrícola, es decir, un papel activo del Estado20 (Gobierno), pero que no se concentre en la burguesía o neolatifundistas, sino que efectivamente, los recursos económicos fluyan hacia los pequeños productores, a la par, controlar a los intermediarios, lo que permitirá que efectivamente se retomen las dos a cuatro millones de hectáreas que se han dejado de cosechar en los años recientes. Se estima lo que en teoría pareciera un fuerte incremento del gasto gubernamental, 20%, sin embargo como se reporta en el cuadro 8, las erogaciones del estado destinadas al sector agrícola han decaído en los últimos treinta años, ya que pasó de una participación en el total de alrededor 13% en 1980 a 3.02% en 201021. Por lo que bajo este supuesto, el gasto de Gobierno podría incrementarse a una proporción de 3.6%, niveles reportados entre 1999-2000, lo cual es bastante asequible.
20
Como lo reporta Palacios Escobar en Cordera y Cabrera (2007), desde finales de la década de los setentas del siglo pasado, se pueden ubicar un amplio conjunto de programas sociales tanto en las áreas urbanas y rurales, que sin embargo sólo han contenido, más no reducido, la expansión de la pobreza en las décadas recientes. 21 Dicho gasto de Gobierno, debiera ser mejor focalizado, ya que como lo reporta Narro et al. (2013), de los 278 nuevos programas federales en el ámbito del desarrollo social, sólo 24 se adjudicaron a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), con un presupuesto de 61 573 millones de pesos, apenas 8.2% del total de las erogaciones gubernamentales dirigidas al combate a la pobreza en México durante 2012.
20
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Cuadro 3. Expansión del gasto gubernamental sobre el sector agrícola Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
s f d p u YP1 YP2 C
0.3986 0.3759 0.0603 0.0701 0.0749 38.6390 19.0837 10.1329
0.3987 0.3763 0.0612 0.0716 0.0721 38.6782 19.1435 10.1156
0.0001 0.0004 0.0009 0.0015 0.0028 0.0392 0.0598 0.0173
0.02% 0.10% 1.44% 2.16% -3.77% 0.10% 0.31% -0.17%
YDI
139.1062
139.1338
0.0276
0.02%
Y
DF
25.6371
25.6619
0.0248
0.10%
Y
DC
33.4832
34.7345
1.2513
3.74%
DT
Y 198.2265 199.5302 1.3037 0.66% Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota el promedio que se establece en el escenario base. Sin embargo, el efecto que genera elevar la demanda del Gobierno por bienes agrícolas es apenas mínimo, puesto que el producto total (YDT) se expandiría en promedio 0.66%, por su parte, más allá de incrementar el empleo del sector agrícola ―son los campesinos no asalariados o pobres los que tendrían hipotéticamente mayor posibilidades de emplearse bajo este escenario― sólo la demanda de este sector se incrementa fuertemente, por arriba de tres por ciento22. Dada la estructura tanto productiva como de comercio actual, es muy probable que si no se aplicara otro tipo de política pública, los bienes 22
Inclusive, aunque no se reporta el cuadro de resultados, al realizar un ejercicio con el supuesto de que el Gobierno incrementara 50% su gasto en el sector, los resultados no varían en mayor proporción, si bien el producto total de la economía se elevaría en promedio apenas 1.6% con una caída del índice de concentración de apenas 0.4%, es decir, por sí mismo, el expandir el gasto del Estado no es una condición sine qua non para mejorar las condiciones de la población de bajos ingresos, sino que, como se analiza en el set de simulaciones de balanza comercial, es a partir de conjuntar políticas públicas que hay ciertos resultados positivos en el conjunto de la economía.
21
Debate Económico
agrícolas requeridos para satisfacer esta demanda se obtendrían vía importaciones, de ahí que el empleo y la demanda de los otros dos sectores de la economía no se modifiquen bajo este escenario23. 4.3 Cambios en la balanza comercial En este último subapartado analizaremos los efectos de las variaciones de las exportaciones y de las importaciones agrícolas en el resto de la economía. A la par, habrá algunos escenarios donde supondremos una disminución del coeficiente de importaciones, en especial de bienes intermedios agrícolas con su consecuente producción nacional, esto es relevante ante las perspectivas actuales de alta dependencia en la compra en el exterior de bienes agrícolas, lo cual va acompañado con la pérdida de soberanía alimentaria24. Cabe señalar que consideramos que las exportaciones forman parte del gasto autónomo ―al igual el que realiza el Gobierno y los capitalistas― por lo tanto, en esta cuarta simulación consideramos elevar las exportaciones agrícolas 10% ―el promedio anual del incremento de las mismas en el periodo del 2000 a 2012 es 8.39%, lo que nos permite afirmar que dicho supuesto se apega a la evolución reciente― y las importaciones agrícolas 5%. Los resultados perfilan el estado actual del modelo de crecimiento vigente en nuestra economía, es decir, a pesar de que se propone un fuerte expansión de las exportaciones agrícolas, los efectos sobre todo en la distribución del ingreso son prácticamente nulos, por otro lado, el impacto del empleo también es mínimo ―máxime al compararlo con las estimaciones anteriores― y finalmente el crecimiento de la demanda total de la economía es también de los más bajos. Por lo tanto es evidente que al romperse sistemáticamente las cadenas productivas, en este caso del sector agrícola, a pesar de que se 23
Como se reporta en el cuadro 8 del anexo dos, a partir de 1988 la balanza comercial agrícola reporta un persistente déficit y sólo en 1995 hubo superávit, aunque esto se debe a la fuerte devaluación que hubo en dicho año. Además, cultivos como el maíz, sorgo y trigo han incrementado fuertemente el volumen de toneladas importadas. 24 En el cuadro 11 del segundo anexo se expone la forma en cómo ha disminuido la producción de algunos bienes básicos como el arroz, y si bien la superficie cosechada del maíz ha aumentado, esto ha sido gracias al tipo forrajero y no al grano como tal.
22
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
proponga dinamizar el sector con un mayor volumen de producción de bienes destinados a la venta exterior, esto provocará que la fuerte polarización de ingreso y de empleo persista en el mediano plazo. Cuadro 4. Modificaciones en el comercio externo agrícola Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
s 0.3986 0.3986 0.0000 0.01% f 0.3759 0.3761 0.0002 0.06% d 0.0603 0.0608 0.0005 0.85% p 0.0701 0.0710 0.0009 1.28% u 0.0749 0.0732 0.0017 -2.23% P1 Y 38.6390 38.6622 0.0232 0.06% P2 Y 19.0837 19.1191 0.0353 0.19% C 10.1329 10.1227 0.0103 -0.10% DI Y 139.1062 139.1225 0.0163 0.01% DF Y 25.6371 25.6517 0.0147 0.06% DC Y 33.4832 34.2226 0.7394 2.21% DT Y 198.2265 198.9968 0.7703 0.39% Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota del valor promedio del escenario base. Claramente, parte central de la estrategia de desarrollo que se ha implementado en México y América Latina, se ha enfocado en impulsar la producción de bienes finales de exportación. Sin embargo, esto no ha traído en términos reales un crecimiento del empleo o una mejora en el bienestar social de dichas economías, sino en la mayoría de los casos, ha resultado totalmente lo contrario. Por lo cual, debemos ser muy cuidadosos con los resultados de las simulaciones propuestas en este apartado. Al utilizar un modelo estructuralista, se toma en cuenta la gran heterogeneidad del aparato productivo nacional, además del peso específico de las importaciones de bienes intermedios que son demandados para la producción de bienes finales, que en la mayoría de los casos, son exportados. Dada la 23
Debate Económico
caracterización de las ecuaciones del modelo, nos permite realizar los siguientes supuestos, se estima un incremento de 10% de las exportaciones agrícolas e industriales, pero se disminuye 5% la importación de bienes intermedios agrícolas e industriales respectivamente, así como la de bienes finales del campo, dado que se supone una caída de la compra de estos productos, se supondrá que la producción nacional de bienes intermedios agrícolas se expandirá 20%. Cuadro 5. Incremento de la producción nacional de bienes intermedios agrícolas Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
s f d p u YP1 YP2 C
0.3986 0.3759 0.0603 0.0701 0.0749 38.6390 19.0837 10.1329
0.4046 0.0029 0.0622 0.0734 0.0607 39.1885 19.2881 10.0023
0.0061 0.0029 0.0019 0.0033 0.0142 0.5495 0.2044 0.1306
1.52% 0.78% 3.15% 4.73% -18.95% 1.42% 1.07% -1.29%
YDI
139.1062
141.2178
2.1116
1.52%
Y
DF
25.6371
25.8367
0.1996
0.78%
Y
DC
33.4832
36.3893
2.9060
8.68%
DT
Y 198.2265 203.4438 5.2173 2.63% Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota del valor promedio del escenario base. Al establecer un mecanismo de producción nacional de bienes intermedios y restringir paulatinamente las importaciones de los mismos, reflejará fuertes impulsos la producción interna. El desempleo se abatirá de forma notable y sobre todo se crea empleo formal (tanto obreros como campesinos asalariados). Dado que las importaciones de bienes intermedios agrícolas constituyen más del 24
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
80% de las compras al extranjero que realiza dicho sector (ver cuadro 10 del segundo anexo), al disminuir su coeficiente de importaciones, se requerirá que el PIB agrícola se expanda en promedio más allá de 8%, una tasa accesible tanto en función por el porcentaje de población subocupada, así como el diferencial de 4 millones de hectáreas que no se han cosechado en los últimos años. Sin embargo, el impacto en una redistribución del ingreso apenas si sobrepasa el punto porcentual, aunque los trabajadores pobres en actividades formales (YP1) aumentan casi 1.5% sus percepciones, la fuerte heterogeneidad en la pirámide de la distribución del ingreso condiciona que la creación de empleos formales y de producción sectorial mejore la distribución del ingreso en la economía. Cuadro 6. Combinación de políticas públicas en el sector agrícola Variable
Valor original
Nuevo valor
Cambio absoluto
Cambio en porcentaje
s f d p u YP1 YP2 C
0.3986 0.3759 0.0603 0.0701 0.0749 38.6390 19.0837 10.1329
0.4023 0.0029 0.0620 0.0731 0.0646 38.9897 19.2440 10.0440
0.0037 0.0020 0.0017 0.0029 0.0103 0.3507 0.1602 0.0889
0.92% 0.52% 3.02% 4.53% -13.71% 0.91% 0.84% -0.88%
YDI
139.1062
140.3889
1.2827
0.92%
YDF
25.6371
25.7715
0.1345
0.52%
DC
33.4832
36.0120
2.5288
7.55%
Y
DT
Y 198.2265 202.1724 -3.9459 1.99% Nota: valores promedios para cada variable después de estimar 10 000 escenarios. El valor original denota del valor promedio del escenario base. Para la sexta simulación se propone la aplicación de un set simultáneo de políticas públicas, es decir, incrementar 10% el gasto de Gobierno, la producción nacional de bienes intermedios y las exportaciones 25
Debate Económico
agrícolas, por otro lado, las importaciones de bienes intermedios y totales agrícolas disminuirán 5% y las importaciones de bienes intermedios industriales 3%. A pesar de que el Gobierno se incluye en esta estimación, los resultados son ligeramente menores al contrastarlos con la quinta simulación, pero en términos generales bastante positivos. Se presenta una expansión del empleo formal, las demandas sectoriales aumentan, sobre todo la agrícola, y por ende, la producción total se expande en promedio 2%. La distribución del ingreso mejora al elevarse las percepciones de las clases más pobres. Finalmente, queda constatado que el sector externo agrícola puede aportar efectos positivos a la economía nacional, sí y solo sí, se disminuye paulatinamente el coeficiente de importaciones, sobre todo de bienes intermedios para que la producción nacional de éstos se incremente. Reiteramos que no se propone un retorno a viejas prácticas de una política de sustitución de importaciones como la que ocurrió el siglo pasado, sino que a través de una política agrícola por parte del Gobierno, se puedan realizar las siguientes acciones: romper con los viejos neolatifundios, se impulse la productividad interna y por ende, se aprovechen los recursos ociosos que al día de hoy prevalecen en el sector agrícola mexicano. Sin embargo es claro que aun cuando haya una importante disminución del desempleo, la desigual distribución del ingreso persiste, por lo que se requiere de una política de mediano plazo, donde el círculo virtuoso sea la creación de empleos formales, expansión de la demanda, mejora en los percepciones de los trabajadores, y por ende, mejorar la distribución del ingreso, lo anterior hace evidente la falta de un gran acuerdo social (Gobierno, empresarios y trabajadores) que tenga como mayor prioridad, la formalización del empleo en México.
26
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
5. Conclusiones A través del análisis de un modelo macro-distributivo se capturaron las características del sector agrícola y de los diferentes agentes que ahí se desenvuelven, sin embargo, hacemos énfasis que tanto el consistente crecimiento del neolatifundio y la pasividad del Estado mexicano, coadyuvaron tanto a incrementar los niveles de bajo ingreso salarial del grueso de los campesinos y de la persistente heterogeneidad en el aparato productivo, lo cual tuvo como mayor consecuencia que al presentarse la apertura comercial, se optara por aumentar las importaciones de granos básicos y sólo los herederos de los neolatifundios pudieran insertarse en el mercado global ―principalmente norteamericano― de algunos cultivos, sin que esto representará una mejora en los niveles de ingreso, empleo y de producción del sector. Por lo tanto, se propusieron una serie de políticas públicas para examinar sus resultados en el sector agrícola nacional, en primer lugar, si el Gobierno aplica una importante política social para incrementar las percepciones de los campesinos pobres e informales urbanos vía transferencias, los resultados hacen patente una cierta mejora tanto en el empleo como en el ingreso. Lo anterior, es de suma importancia, ya que uno de los errores persistentes de la política agrícola en México, fue el mantener los precios agrícolas bajos, lo que conlleva en mantener los salarios reales también en un nivel inferior, sin embargo, como se demuestra en los resultados de la simulación, el incremento en los ingresos de los campesinos pobres, significará un aumento de la demanda sectorial, que, en un segundo momento, significará mejoras en el empleo de la clase pobre, lo que podría generar las bases de una ruta de crecimiento sostenida. A la par de expandir los ingresos, si el Gobierno aplica importantes aumentos de su gasto enfocados en ampliar la producción del sector agrícola, esto vendrá acompañado de un crecimiento del empleo de los campesinos pobres. Además, se puede aligerar la alta dependencia de insumos agrícolas importados que prevalece en la balanza comercial mexicana. La conclusión de política económica que se 27
Debate Económico
infiere de este grupo de simulaciones es que vía principalmente subsidios gubernamentales, aprovechar las capacidades ociosas imperantes en el sector agrícola y la población económicamente activa inmersa en el desempleo y la informalidad, para producir bienes intermedios nacionales y tratar, en la medida de lo posible, disminuir la dependencia hacia el exterior. En cuanto a la importancia del sector agrícola para comenzar una ruta de crecimiento, proponemos que para superar la debilidad productiva y tecnológica del sector agropecuario, se debe considerar en primer lugar, colocar a la dependencia alimentaria como factor de suma importancia (objetivo nacional) de los esfuerzos productivos, sin descuido de la promoción de exportaciones; y en segundo lugar, designar al Estado como el agente impulsor principal que coordine y aliente el cambio tecnológico y no sólo el cambio técnico, es decir, aplicar una política agrícola completa; lo anterior podría permitir en el mediano y largo plazo superar la heterogeneidad estructural que caracteriza al aparato productivo de nuestra economía para poder cerrar las brechas de productividad aún presentes; puesto que existe un enorme potencial en las mismas, para llevar a cabo dichas políticas gubernamentales que amplíen el empleo formal, de esta forma se permitirá reducir la población que se encuentra en estado de pobreza y a la vez aumentar los ingresos de la misma.
28
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
6. Bibliografía
Camargo López, Jesús (1998) “El sector agropecuario frente a los nuevos retos del TLC” en Problemas del Desarrollo vol. 27, núm. 105. Calva, José Luis (1999) “El papel de la agricultura en el desarrollo económico de México: retrospección y prospectiva” en Problemas del Desarrollo vol. 30, núm. 118. Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL (2010). La hora de la igualdad: Brechas por cerrar caminos por abrir. Documento de trabajo. Cordera Campos, Rolando y Cabrera Adame, Carlos Javier. Coordinadores. (2007). La política social en México: Tendencias y perspectivas. Facultad de Economía – UNAM. 401 páginas. Cortes, Fernando (2006). Desigualdad en la distribución del ingreso y pobreza. México 1992 a 2005. Centro de Estudios Sociológicos. El Colegio de México. Cruz Marcelo, José Nabor (2013). Distribución del ingreso y los modelos de desarrollo en México. Instituto de Investigaciones Económicas – UNAM. Primera edición. 188 pág. Figueroa, Víctor Manuel (2005) “América Latina: descomposición y persistencia de lo campesino” en Problemas del Desarrollo Vol. 36 núm. 142. Gordillo, Gustavo y Wagner, Rodrigo (2005). “Las reformas titubeantes. El campo mexicano, 1975-2000” en EconomíaUNAM Vol. 2 No 005. Hernández Laos, Enrique (2009). “Crecimiento, distribución y pobreza en México (una nota)”. Economía UNAM, No. 016. Josling, Tim (1993). “El TLC y la agricultura: una revisión de las repercusiones económicas” Economía Mexicana. Nueva Época, número especial, junio, 1993. 29
Debate Económico
Kalecki, M. (1937 [1990]). “A theory of commodity, income and capital taxation”. Included in Collected Works of Michal Kalecki, Vol. I, Edited by J. Osiatynsky, Oxford University Press. Lopez, J. (2005). “Income distribution in Latin America. Theoretical considerations and Mexico’s experience”. Economie Appliquée (81-104). Lusting, Nora y Hoyos, Rafael (2009). "Apertura comercial, desigualdad y pobreza. Reseña de los enfoques metodológicos, el estado del conocimiento y la asignatura pendiente" El Trimestre Económico; Abr-Jun 2009 pp 283328. Narro Robles, J., Moctezuma Navarro, D., y De la Fuente Stevens, D. (2013). “Descalabros y desafíos de la política social en México”. Problemas del desarrollo, 44(174), 09-34. Núñez, Ismael (2002). “Capacidades tecnológicas agroalimentarias de México en el modelo sustitutivo y en el modelo liberalizador” en Problemas del Desarrollo Vol. 33 núm. 128. Rello, Fernando (2009). “Inercia estructural, globalización y agricultura. Lecciones del caso mexicano” en Economía UNAM Vol 6, No 017. Valdés, Alberto, et al. (2010). Evolución y distribución del ingreso agrícola en América Latina: evidencia a partir de cuentas nacionales y encuestas de hogares. documento de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial. Villarespe, Verónica; Aparicio, Ricardo y Urzúa, Carlos. Coordinadores. (2009). Pobreza en México: magnitud y perfiles. CONEVAL, UNAM y Tec de Monterrey. 296 páginas. Warman, Arturo (1971). “Sociedad campesina y reforma agraria” publicado en Comunidad de la Universidad Iberoamericana, Núm. 29, México D.F., febrero. Warman, Arturo (1975). “El neolatifundio mexicano: expansión y crisis de una forma de dominio: expansión y 30
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
crisis de una forma de dominio” en Comercio Exterior, vol. 25, núm. 12. Warman, Arturo (1977). “La colectivización en el campo: una crítica” publicado en Cuadernos Políticos, núm. 11, México D.F., enero-marzo.
31
Debate Económico
7. Anexo 1. Cuadro 7A Ecuaciones del modelo Ecuación Y Y Y Y
I
i
Y
F
M
IK
Y
C
Y
IS
(2)
Variables Productos sectoriales
Y
Ecuación
Producto industrial
Y
DT
Y
DBFT
DBIT
Y
Y
DN
DBFT
XT
(14)
M BF Y
CK
Y
IS
ZsS
CD
ZdD 7
Y
(3)
Producto agrícola Ingreso capitalista
RaA 5
Y
CS
RkK (4)
CK
Y Y
Y
IK
Y Y
C
6
8
F
ZfF
U
ZuU 9
P IS CD CP Y Y Y Y F U Y Y (10) I ( ZsW RkL ) Y
(11)
I
12
I cu
MT M BI M BF
(15)
M BI M BII M BIC
(16)
Ingresos de obreros y campesinos
M BF M BFC M BFI
Ingresos informales y desemplead os Ingresos de los pobres
GT GI GF
Producto real del sector industrial Determinaci ón del margen
(13)
M BFG
GC M BFG Y
DBIT
Y
DBII
(17)
(18)
Y
DBIC
(19) Y
DBII
YBIIC YBIIF
YBII
(20) Y
DBIC
YBICI YBICF
YBICC
(21) Ventas totales Y CMP Salarios totales
Como se calcula el margen
CPY
Y
DF
IS Y
GI X I M BFI M BII
IS
Importaciones totales Importaciones de bienes intermedios Importaciones de bienes finales Demanda Gubernamental
Demanda total de bienes intermedios Demanda de bienes intermedios industriales Demanda de bienes intermedios agrícolas
Demandas finales de cada sector:
Y DI Y DIK Y DCK Y DBII IS Y IS F Y F CS Y CS (22) CP
Variables Productos intermedios y finales Demanda de bienes finales
FY F CSY CS CPY CP GF (23)
Y DC Y DBIC IS Y IS F Y F CS Y CS (24) CPY CP G C X C M BFC M BIC 32
Demanda industrial Demanda informal Demanda agrícola
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
IS IS IS 1 (25)
Demand a de los pobres al sector industria l
CS CS CS 1 (27) CP CP CP 1 28
F F F 1 (26)
Demand a de los pobres al sector informal
C
C
kK aA sS dD pP fF uU
Donde se cumple que: k a 1 s f ud p 1
Dema nda de los asalari ados y no asalari ados agríco las
Ir Ip Índice de concentración que
relaciona el ingreso del 10 decil, entre la sumatoria de ingresos de los 7 deciles más pobres k = proporción de los capitalistas industriales del total de ricos K = ingreso por persona de los capitalistas industriales a = proporción de los capitalistas ricos del sector agrícola A = ingreso por persona de los capitalistas agrícolas o rurales s = proporción del número de obreros pobres en relación al total de pobres de la economía S = ingreso por persona de los obreros pobres f = proporción de los trabajadores informales urbanos en relación al total de pobres F = ingreso por persona de los trabajadores informales urbanos d = proporción de campesinos asalariados en relación al total de pobres D = ingreso por persona de los campesinos asalariados p = proporción de campesinos no asalariados en relación al total de pobres P = ingreso por persona de los campesinos no asalariados u = proporción de los desempleados en relación al total de pobres de la economía U = ingreso por persona de los desempleados
33
Debate Económico Cuadro 7B. Simplificación del modelo En el siguiente anexo exponemos la simplificación del modelo estructuralista que se desarrolló para esta investigación, si bien por cuestiones de espacios se omite el desarrollo algebraico en extenso, se considera que esta versión simplificada da cuenta de los aspectos centrales del propio modelo. Ecuación base Variables Intervalo Observaciones C
k 0.7 , 0.9 De acuerdo con datos de la Secretaria del Trabajo y , K 8 ,9 Previsión Social (STPS) la
k , a , s, f , u,
kK aA
d , p 0, 1
sS fF uU dD
Se cumplirá que:
a 0.1,0.3 ,
A 7 ,8
, k a 1 s 0.35 , 0.5 , s f u d p 1 S 0.7, 1
R k a 10
f 0.2 5, 0.4,
Z s f u d p 70 F 0.5 , 0.7 u 0.05 , 0.2 U 0.15, 0.25 d 0.05, 0.07 D 0.5, 0.6
GI 12, 16
GT GI GF
GF 8, 10.5
GC M BFG
p 0.06 , 0.08 D 0.4, 0.5
y
GC 5, 7
IS 0.4,0.5 CD 0.25, 0.35 CP 0.2 , 0.3 , , ,
F 0.2 , 0.3
IS 0.2 , 0.3, CD 0.15, 0.25 , CP 0.2 , 0.3 ,
F 0.35, 0.45 IS 0.25,0.35 , CS 0.45,0.55 ,
CP 0.45,0.55 F 0.3, 0.4 , MT M BI M BF
M BI 37, 43
M T 46, 54 ,
M BF 9, 11 34
población económicamente activa al segundo semestre de 2012, está compuesta por 48 203 851 personas, de las cuales sólo 3 857 322 perciben más de 5 salarios mínimos (SM) mensuales y 39 281 051 perciben entre menos de un salario mínimo hasta 5 SM mensuales. La proporción entre el grupo de ricos y pobres es de 9.8. Por lo tanto, dicha proporción se mantiene al estimar los ingresos medios de los pobres y ricos, a partir de los valores propuestos para cada grupo social. El gasto del Gobierno oscila en un intervalo de 15-20% del producto (Y) total del modelo base. Se asignará en 50% al gasto en bienes industriales, 20% bienes agrícolas y 30% bienes informales. En este apartado presentamos las demandas sectoriales de cada una de las clases pobres, a saber, obreros industriales, campesinos asalariados y no asalariados, y finalmente urbanos informales, para cada uno de los tres sectores considerados.
Definimos el % de importaciones totales, acuerdo a la participación el PIB. La importación
las de en de
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
M BI M BII M BIC
M BII 34, 39
MB F MB F C
M BFC 2, 2.5
MB F I MB F G
Y D B I IYB I I YCB I YB I
YB I 5I, C7
M BFI 5, 6 y M BFG 2, 2.5
YBII 10, 12 YBIIF 3, 5
I F
I
Y DBIC YBICI YBICF
YBICI 4, 5
XT X C X I
X T 43, 50
M BIC 3, 4
YBICC 1.5, 2.5
YBICF 2, 3 ,
XC 5, 6
X I 38, 44
35
bienes intermedios representará entre 75 al 85% del monto total, contra 15 al 25% de productos finales que son importados por la economía nacional. Las importaciones de bienes intermedios industriales constituyen 90% del total de dicho apartado, las agrícolas constituyen menos del 10% del mismo. El sector industrial es el que demandará más bienes finales importados en relación al sector agrícola y del Gobierno. La composición interna de bienes intermedios que demanda el sector industrial, se asemeja a los porcentajes de participación sobre el total, que se reportan en las cuentas nacionales. Al igual que el sector anterior, los bienes intermedios agrícolas son demandados por el sector industrial. Las exportaciones industriales representarán en promedio entre 85 al 88 por ciento del total, el resto de la participación porcentual corresponderá al sector agrícola.
Debate Económico
Anexo 2. Estadísticas económicas de largo plazo Cuadro 8. Estadísticas históricas del sector agrícola, 1950-2012 (1) Año
Pobl a ci ón Rura l Tota l 1/
PEA Pobl a ci ón Economi ca Acti va Rura l 1/
Pobl a ci ón Ocupa da rura l Tota l 1/
Superfi ci e Cos echa da Tota l 2/
Superfi ci e Cos echa da : Gra nos 2/
Superfi ci e Cos echa da Cul ti vos de Exporta ci ón 2/
Superfi ci e Cos echa da Cul ti vos Indus tri a l es 2/
1950
15,893.36
5,322.57
4,823.90
7,960.10
1951
16,092.88
5,347.65
4,942.00
8,230.20
3.4%
1952
16,294.90
5,372.86
5,062.90
7,858.20
-4.5%
6,046.40
388.30
825.33
6,173.00
402.40
948.66
5,876.70
422.10
1953
16,499.45
5,398.18
5,186.90
8,592.60
849.89
9.3%
6,587.90
464.60
1954
16,706.58
5,423.62
5,313.80
1955
16,916.31
5,449.18
5,443.90
9,430.80
9.8%
7,215.60
483.60
994.43
9,893.30
4.9%
7,454.10
523.40
1,138.80
1956
17,161.21
5,483.34
5,577.10
9,898.10
0.0%
7,655.10
462.50
1957
17,409.65
954.97
5,517.72
5,713.60
10,037.50
1.4%
7,583.00
581.60
1,012.10
1958 1959 1960
17,661.69
5,552.31
5,853.50
11,419.10
13.8%
8,801.00
611.80
1,125.20
17,917.38
5,587.12
5,996.80
11,334.80
-0.7%
8,906.00
649.30
870.76
18,176.77
5,622.15
6,143.50
10,673.70
-5.8%
7,983.00
705.50
1,020.10
...
...
1961
18,426.41
5,611.64
6,030.60
11,697.60
9.6%
9,004.40
711.10
914.46
505.80
121.50
384.30
1962
18,679.47
5,601.14
5,919.80
11,819.70
1.0%
9,044.70
734.90
907.00
586.40
127.60
458.70
1963
18,936.01
5,590.66
5,811.00
12,709.60
7.5%
9,825.40
774.60
966.70
582.10
172.20
409.90
1964
19,196.07
5,580.20
5,704.30
13,771.60
8.4%
10,779.10
869.50
928.90
646.30
161.70
484.60
1965
19,459.70
5,569.76
5,599.40
14,180.10
3.0%
11,145.90
895.00
923.50
732.80
192.10
540.70
1966
19,710.12
5,554.28
5,496.50
15,086.70
6.4%
11,986.30
922.30
805.00
759.10
190.80
568.30
1967
19,963.76
5,538.83
5,395.50
14,262.50
-5.5%
11,161.00
948.10
763.10
714.90
195.20
519.70
1968
20,220.67
5,523.44
5,296.40
14,442.90
1.3%
11,225.60
959.10
810.60
738.60
189.70
548.90
1969
20,480.88
5,508.08
5,199.10
13,711.90
-5.1%
10,636.50
891.50
627.30
836.50
215.40
621.10
1970
20,745.77
5,467.79
5,103.50
14,260.50
4.0%
11,143.70
949.70
530.20
773.20
337.90
435.30
1971
21,016.61
5,643.83
5,157.50
14,737.10
3.3%
11,360.30
943.20
586.40
785.50
290.20
495.30
1972
21,290.99
5,825.53
5,212.00
14,430.20
-2.1%
10,930.70
913.40
640.50
960.50
361.70
1973
21,568.95
6,013.09
5,267.20
14,957.40
3.7%
11,451.50
947.50
544.60
1,115.50
638.20
477.30
1974
21,850.55
6,206.68
5,322.90
14,007.80
-6.3%
10,372.00
935.50
703.30
106.60
215.60
-109.00
1975
22,135.81
6,406.51
5,379.20
14,353.90
2.5%
10,926.90
946.10
339.40
1,132.10
1,134.90
-2.80
1976
22,293.25
6,529.74
5,436.10
13,371.30
-6.8%
10,403.70
939.90
347.30
209.40
845.20
-635.80
1977
22,451.81
6,655.34
5,493.60
15,114.80
13.0%
11,403.10
920.70
524.40
201.30
1,198.80
-997.50
1978
22,611.49
6,783.36
5,551.70
14,773.50
-2.3%
11,051.50
1,002.50
459.20
499.60
222.70
276.90
1979
22,772.31
6,913.84
5,610.40
12,723.40
-13.9%
8,530.60
995.40
487.60
438.50
302.90
135.60
1980
22,934.28
7,046.83
5 669.70
16,039.48
26.1%
11,072.23
1,086.40
465.90
2,354.80
3,857.17
-1,502.37
1981
23,149.71
7,149.85
5,723.40
20,904.98
30.3%
12,727.72
1,100.90
452.90
2,221.10
4,178.83
-1,957.73
1982
23,367.16
7,254.37
5,777.70
14,476.95
-30.7%
9,950.19
1,125.30
279.10
1,992.70
2,647.55
-654.85
1983
23,586.65
7,360.42
5,832.40
22,890.84
58.1%
12,335.38
1,135.90
309.10
1,995.10
2,631.67
-636.57
1984
23,808.21
7,624.55
5,887.60
16,805.62
-26.6%
11,767.59
1,113.70
391.20
2,380.60
2,795.09
-414.49
1985
24,031.84
7,577.19
5,943.40
18,172.52
8.1%
13,047.04
1,078.20
302.30
2,231.80
2,693.96
-462.16
1986
24,187.03
7,424.88
5,999.70
16,979.69
-6.6%
11,535.65
1,305.00
278.80
3,136.30
2,009.71
1,126.58
1987
24,343.22
7,275.63
6,056.60
17,912.36
5.5%
11,981.89
1,332.10
326.60
2,991.30
2,239.62
1988
24,500.42
7,129.38
6,113.90
17,094.54
-4.6%
11,618.49
1,390.10
410.20
3,214.50
3,785.70
-571.20
1989
24,658.63
6,986.07
6,171.80
16,617.25
-2.8%
11,055.86
1,371.70
273.20
3,219.60
4,912.40
-1,692.80
1990
24,817.86
6,845.64
…
17,974.64
8.2%
12,628.30
1,233.10
316.40
3,425.30
5,744.63
-2,319.33
1991
24,907.62
7,008.82
...
17,106.49
-4.8%
11,739.43
1,263.10
335.00
4,237.30
5,194.00
-956.70
1992
24,997.71
7,175.89
8,189.80
17,278.43
1.0%
11,222.26
1,417.40
138.10
3,975.40
6,744.20
-2,768.80
1993
25,088.12
7,346.95
8,842.80
17,423.33
0.8%
11,419.65
1,337.30
152.50
4,092.60
5,988.30
-1,895.70
1994
25,178.86
7,522.08
8,378.30
18,866.62
8.3%
12,731.59
1,403.30
276.80
5,110.51
8,644.15
-3,533.64
1995
25,269.93
7,701.39
7,921.70
18,753.55
-0.6%
12,707.72
1,369.30
382.70
7,278.40
5,944.10
1,334.20
1996
25,259.86
7,872.05
9,020.30
19,981.00
6.5%
13,527.90
1,435.60
421.20
7,440.80
8,695.60
-1,254.80
1997
25,249.79
8,046.50
7,817.40
18,727.84
-6.3%
12,088.55
1,372.80
318.20
8,134.30
9,214.20
-1,079.90
1998
25,239.72
8,224.82
8,208.70
20,212.68
7.9%
13,179.27
1,376.20
362.10
8,551.00
10,108.00
-1,556.60
1999
25,229.66
8,407.09
7,060.70
19,097.57
-5.5%
11,833.12
1,442.30
256.60
8,514.10
10,193.00
-1,678.90
2000
25,219.61
8,593.40
7,065.50
18,734.05
-1.9%
11,638.44
1,391.97
180.90
9,203.77
11,699.00
-2,495.20
2001
25,196.14
8,662.56
7,206.70
20,032.83
6.9%
12,572.34
1,446.86
191.90
8,861.47
13,075.60
-4,214.20
2002
25,172.70
8,732.28
7,282.04
19,318.97
-3.6%
11,924.00
1,424.80
135.20
8,894.05
13,700.20
-4,806.20
2003
25,149.28
8,802.56
7,053.44
20,118.78
4.1%
12,473.32
1,460.35
153.80
9,893.41
14,917.30
-5,023.90
2004
25,125.88
8,873.41
6,879.93
20,191.53
0.4%
12,178.74
1,491.22
201.50
11,223.91
16,573.27
-5,349.36
2005
25,102.51
8,944.82
6,163.53
18,528.49
-8.2%
10,540.70
1,509.01
198.30
12,698.60
17,761.00
-5,062.30
2006
25,037.48
9,136.93
5,995.00
19,967.46
7.8%
11,726.84
1,500.61
187.20
14,932.30
19,694.80
-4,762.49
2007
24,972.63
9,333.17
5,842.54
20,054.63
0.4%
11,718.76
1,538.13
176.50
15,923.96
23,432.60
-7,508.63
2008
24,907.94
9,533.62
5,802.62
20,502.83
2.2%
11,982.02
1,536.13
166.60
17,889.19
27,698.90
-9,809.70
2009
24,843.42
9,738.38
5,800.89
18,688.83
-8.8%
10,312.52
...
…
17,112.99
21,073.02
-3,960.03
2010
24,779.07
9,947.53
5,799.11
20,167.77
7.9%
11,601.38
...
...
19,239.03
24,217.70
-4,978.66
18,095.11
-10.3%
9,658.55
...
...
23,240.00
30,018.00
-6,778.20
23,492.00
27,832.00
...
2011
Va ri a ci ón a nua l de l a s uperfi ci e cos echa da
2012
36
Exporta ci one Importa ci one s Agros Agroa l i menta ri a s a l i menta ri a s 3/ 3/
Ba l a nce Comerci a l Agroa l i menta ri o 3/
817.77
598.70
751.68
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Cuadro 8. Estadísticas históricas del sector agrícola, 1950-2012 (2) Año
Vol umen de Importa ci ón Ma i z 4/
Vol umen de Importa ci ón Sorgo 4/
Preci o de Vol umen de Tonel a da Ti erra Importa ci ón Importa da de Cul ti va bl e 6/ Tri go 4/ Ma i z 5/
Numero de Tra ctores 7/
Va l or Tra ctores por Agrega do del % del PIB 100km2 de Sector Agri col a en el ti erra Agri col a (% Tota l 8/ cul ti va bl e 7/ del PIB) 8/
1950
0.36
...
427.07
10.8%
1951
50.74
1.20
378.25
10.1%
1952
24.82
0.80
452.31
10.4%
1953
376.79
2.30
249.44
11.2%
1954
146.72
0.10
68.52
11.3%
1955
0.99
1.50
9.55
10.5%
1956
119.01
0.20
84.89
10.6%
1957
…
49.20
19.06
10.4%
1958
810.44
3.89
0.43
1959
49.24
6.67
4.01
39.20
1960
28.48
9.49
4.36
24.90
1961
34.08
31.32
7.61
25.80
50.54
56,000
24.98
9.5%
1962
17.90
58.65
27.13
330.10
50.50
60,000
26.86
9.5%
1963
475.83
137.89
46.16
...
50.47
64,000
28.75
1964
46.50
21.34
62.41
...
50.44
68,000
30.66
1965
12.03
33.85
12.54
...
50.40
72,000
32.58
13.74
8.6%
1966
4.50
22.92
1.12
...
50.37
76,000
34.51
12.60
8.3%
1967
5.08
4.52
1.17
...
50.33
80,150
36.55
12.29
8.1%
1968
5.50
60.61
1.60
...
50.29
83,900
38.40
11.45
7.6%
1969
8.44
11.72
0.76
...
50.26
87,600
40.24
10.95
7.5%
1970
761.79
25.89
1.13
73.90
50.23
91,354
42.12
12.73
7.0%
9.8% 10.0% 9.5%
9.5% 9.0%
1971
18.31
17.11
177.11
106.30
50.30
92,800
42.53
12.61
7.2%
1972
204.21
246.31
641.50
80.20
50.37
94,300
42.96
11.52
6.6%
1973
1,145.18
13.60
719.56
107.30
50.45
95,700
43.34
12.15
6.4%
1974
1,282.13
426.72
976.64
153.50
50.52
97,200
43.78
12.04
6.2%
1975
2,660.84
835.08
88.53
149.50
50.59
98,700
44.18
11.81
6.0%
1976
913.79
44.57
5.33
125.00
50.68
100,100
44.53
11.21
5.8%
1977
1,985.62
714.52
456.37
94.80
50.77
101,611
44.96
11.16
6.0%
1978
1,418.53
729.23
458.50
114.10
50.84
108,259
47.61
10.91
5.9%
1979
744.00
1,263.35
1,169.01
136.60
50.91
114,000
49.85
9.85
6.4%
1980
4,187.07
2,253.92
923.46
140.70
51.03
115,057
50.02
9.00
6.2%
1981
2,954.57
2,631.19
1,129.61
153.30
51.06
143,078
62.07
8.96
5.6%
1982
249.93
1,641.27
311.16
150.80
51.13
146,083
63.14
8.14
5.8%
1983
4,645.13
3,330.45
401.05
136.60
51.15
152,319
65.83
8.45
6.2%
1984
2,427.87
2,311.29
334.33
154.50
51.15
155,000
66.99
9.39
6.2%
1985
2,223.49
2,222.42
319.98
114.90
51.54
178,571
76.64
10.07
5.9%
1986
1,703.47
781.73
224.09
97.20
51.96
202,141
86.02
10.30
6.2%
1987
3,602.89
765.87
434.58
78.70
52.32
225,712
95.24
9.68
5.8%
1988
3,188.29
1,449.01
1,191.71
119.20
52.68
250,000
104.60
7.90
5.8%
1989
3,538.20
2,622.03
428.26
120.90
53.04
272,900
113.24
7.75
5.3%
1990
4,104.17
2,860.82
338.74
106.30
53.40
300,000
123.46
7.85
5.2%
1991
1,371.24
2,871.33
352.47
130.50
53.76
317,313
129.78
7.52
4.9%
1992
1,318.27
4,726.68
1,076.52
140.80
54.12
312,408
127.00
6.68
4.9%
1993
210.64
3,745.18
1,741.48
331.00
54.48
307,503
123.99
6.29
4.9%
1994
2,746.63
3,473.25
1,413.74
134.50
54.84
302,597
121.52
5.97
4.7%
1995
2,686.91
2,092.50
1,222.65
140.00
55.15
297,692
118.60
5.67
5.0%
1996
5,872.15
2,066.39
1,969.32
181.10
55.15
292,787
117.11
6.26
5.0%
1997
2,473.56
2,189.02
1,794.67
153.40
55.15
287,882
115.15
5.70
4.7%
1998
5,211.92
3,246.93
2,473.83
119.80
54.94
282,977
112.74
5.27
4.5%
1999
5,621.02
4,568.15
2,580.07
106.90
54.68
278,072
110.79
4.74
4.5%
2000
5,347.61
5,142.00
2,794.40
102.80
54.43
273,166
108.83
4.17
4.2%
2001
6,174.02
5,032.10
3,385.80
104.40
54.22
268,261
106.88
4.15
4.4%
2002
5,512.90
4,716.80
3,139.80
116.90
53.96
263,356
104.92
3.94
4.4%
2003
5,764.14
3,381.40
3,499.90
126.30
53.76
258,451
102.97
3.99
4.5%
2004
5,518.68
3,159.30
3,585.50
135.00
53.55
253,546
101.01
3.85
4.2%
2005
5,743.67
3,020.47
3,717.62
124.30
53.24
248,640
99.46
3.72
4.1%
2006
7,609.93
2,624.55
3,446.63
149.60
52.73
243,735
99.48
3.67
4.0%
2007
7,954.72
1,878.47
3,252.56
195.40
52.67
238,830
97.67
3.64
4.1%
2008
9,145.98
1,553.42
3,217.03
261.50
52.93
3.65
4.1%
2009
7,260.61
2,496.91
2,776.92
197.90
52.90
3.94
4.4%
2010
7,848.99
2,252.51
3,495.48
201.70
52.98
3.91
4.4%
2011
9,476.17
2,380.30
4,047.80
315.50
53.07
3.78
2012
9,515.10
...
…
314.90
37
Debate Económico
1/ Población en miles de personas a junio de cada año. Fuente Cepal 2/ Superficie total cosechada en miles de hectáreas. Fuente Cepal 3/ En millones de dólares. Fuente Cepal 4/ En miles de toneladas. Fuente Cepal 5/ Precio unitario US$ dólares / tonelada. Fuente Cepal 6/ Como porcentaje del total del territorio. Fuente Banco Mundial 7/ Número de tractores que se ocupan en tierras arables. Fuente Banco Mundial 8/ Fuente Banco Mundial
Cuadro 9. Estadísticas económicas del sector agrícola de México, 1980-2012 (1) % del PIB % del Crédi to Crédi to Total Crédi to AgroAgri col a en el Agro en el 2/ pecua ri o 3/ Total Total
Ga s to Total 2/
Ga s to Agropecua ri o 2/
% del Ga s to Agro en el Total
Va l or de l a Producci ón Agro Total 3/
13.54%
1,160
153
13.17%
62,512
10.76%
1,803
216
11.98%
66,342
281
6.26%
2,644
295
11.16%
61,286
6,974
427
6.12%
4,246
489
11.51%
62,807
4.76%
11,015
781
7.09%
7,141
719
10.06%
63,611
18,205
4.82%
20,161
1,267
6.28%
10,573
1,012
9.57%
69,053
365,916
17,886
4.89%
45,626
1,818
3.99%
17,197
1,714
9.97%
65,969
1987
372,273
18,169
4.88%
115,840
3,692
3.19%
39,223
3,210
8.18%
66,905
1988
377,056
17,547
4.65%
136,568
8,186
5.99%
74,222
4,537
6.11%
65,037
1989
392,886
17,531
4.46%
180,546
13,534
7.50%
88,273
5,022
5.69%
63,300
1990
452,558
21,912
4.84%
249,020
21,389
8.59%
117,122
13,042
11.14%
68,767
1991
471,666
22,422
4.75%
337,354
24,850
7.37%
148,879
10,818
7.27%
70,758
1992
488,781
22,205
4.54%
467,320
33,393
7.15%
178,266
14,540
8.16%
71,474
1993
498,315
22,888
4.59%
583,495
40,972
7.02%
206,987
18,159
8.77%
74,213
1994
520,317
22,929
4.41%
872,252
51,371
5.89%
249,481
22,243
8.92%
76,045
1995
488,229
23,349
4.78%
1,123,269
55,507
4.94%
290,424
20,662
7.11%
79,142
1996
513,389
24,235
4.72%
1,231,757
65,661
5.33%
403,450
27,132
6.73%
81,857
1997
548,156
24,274
4.43%
1,280,954
70,500
5.50%
528,124
28,202
5.34%
83,852
1998
575,730
25,008
4.34%
1,325,993
61,240
4.62%
600,583
30,248
5.04%
87,816
1999
597,359
25,383
4.25%
1,395,145
55,458
3.98%
711,228
26,644
3.75%
89,937
2000
636,731
25,479
4.00%
1,347,897
49,453
3.67%
855,286
29,828
3.49%
91,808
2001
636,522
26,993
4.24%
1,279,766
44,254
3.46%
937,214
32,405
3.46%
98,741
2002
641,436
26,738
4.17%
1,414,222
36,003
2.55%
1,078,861
34,299
3.18%
98,483
2003
650,353
27,765
4.27%
1,433,412
33,244
2.32%
1,241,853
40,170
3.23%
102,490
2004
676,445
28,569
4.22%
1,438,824
20,438
1.42%
1,326,952
41,456
3.12%
104,970
2005
698,988
28,372
4.06%
1,581,221
21,711
1.37%
1,477,368
46,279
3.13%
87,586
2006
734,348
29,440
4.01%
1,686,303
22,187
1.32%
1,671,175
48,779
2.92%
…
2007
759,048
30,980
4.08%
1,979,695
27,959
1.41%
1,911,321
57,118
2.99%
...
2008
770,643
31,592
4.10%
2,229,869
33,879
1.52%
2,229,155
64,112
2.88%
...
2009
724,352
31,535
4.35%
2,356,412
29,906
1.27%
2,261,936
70,529
3.12%
...
2010
762,743
33,269
4.36%
2,545,029
33,932
1.33%
2,425,553
73,369
3.02%
...
Año
PIB Total 1/
PIB Agrícol a Total 1/
1980
342,940
16,132
4.70%
1,313
178
1981
372,235
17,403
4.68%
2,030
219
1982
370,163
16,908
4.57%
4,480
1983
357,347
17,331
4.85%
1984
369,548
17,588
1985
377,690
1986
38
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Cuadro 9. Estadísticas económicas del sector agrícola de México, 1980-2012 (2) Si l vícol a 3/
Pes ca 3/
Pobl a ci ón en Pobreza 4/
Pobl a ci ón Rura l en Pobreza 4/
249
...
...
...
...
270
...
...
...
...
191
...
...
3,856
260
...
...
17,861
4,009
180
...
...
53.50
25.40
17,675
4,629
159
...
...
22,133
16,512
5,336
285
...
...
...
...
21,740
16,215
5,285
240
...
...
...
...
43,545
21,492
15,713
5,558
221
4,123
3,413
...
...
1989
43,371
19,929
14,324
5,369
236
4,126
3,559
56.70
27.90
1990
47,915
20,852
14,827
5,771
254
3,993
3,713
...
...
22.60
1991
47,922
22,836
16,012
6,559
266
3,944
3,709
...
...
26.80
1992
47,856
23,618
16,606
6,767
244
3,969
3,421
54.90
25.70
1993
49,354
24,859
17,119
7,503
237
3,746
3,890
...
...
1994
50,284
25,761
17,688
7,858
215
3,823
3,958
56.50
27.50
1995
52,366
26,776
18,163
8,426
188
3,534
4,358
...
...
23.80
1996
55,402
26,455
17,931
8,336
188
3,782
4,563
62.80
33.00
22.20
1997
56,013
27,839
18,368
9,267
205
4,071
4,473
...
...
23.70
1998
58,138
29,677
19,145
10,321
211
4,272
3,932
58.50
31.10
19.60
1999
58,436
31,502
19,962
11,328
211
4,404
4,081
...
...
20.50
2000
58,825
32,984
20,627
12,131
225
4,695
4,105
54.70
28.50
18.00
2001
64,602
34,138
21,089
12,823
226
4,396
4,334
...
...
17.90
2002
63,411
35,072
21,445
13,402
225
4,096
4,287
...
21.90
17.90
2003
67,030
35,460
21,636
13,606
218
4,161
4,901
...
...
16.80
2004
68,262
36,708
22,046
14,444
217
…
…
44.10
19.30
16.40
2005
50,308
37,278
22,206
14,873
199
...
...
...
...
14.90
2006
...
..
...
…
...
...
...
47.50
21.70
14.30
2007
...
...
...
...
...
...
...
13.50
2008
...
...
...
...
...
...
...
13.10
2009
...
...
...
...
...
...
...
13.50
2010
...
...
...
...
...
...
...
13.10
Año
Agrícol a 3/
Pecua ri o 3/ Ga na dería 3/ Avi cul tura 3/ Api cul tura 3/
1980
41,517
20,995
17,357
3,390
1981
44,366
21,976
18,159
3,547
1982
38,739
22,547
18,643
3,713
1983
40,492
22,316
18,200
1984
41,561
22,050
1985
46,591
22,463
1986
43,836
1987
45,165
1988
% del empl eo en el s ector a grícol a
1/ En miles de dólares constantes al año 2000. Fuente Cepal 2/ En millones de pesos. Fuente Cepal 3/ En millones de pesos y es la sumatoria del crédito otorgado a los subsectores agrícola, pecuario, silvícola y pesca. Fuente Cepal 4/ Porcentaje en relación al total referido Fuente Cepal
39
23.50
26.90
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Año
40
7.64% 7.53% 7.62% 7.68%
5.68% 6.21% 6.60%
1.18% 1.23% 1.24%
0.11% 0.11% 0.11%
6.97% 7.54% 7.94%
1.62% 1.57% 1.57%
5.68% 6.21% 6.60%
34.92% 34.57% 34.08%
45.77%
45.25%
44.52%
54.23%
54.75%
55.48%
100%
100%
100%
Nota: la abreviatura M denota importación. Todos los componentes se calcularon a partir de datos constantes del 2003, a excepción de la remuneración a asalariados, el porcentaje se refiere a valores corrientes. Fuente: elaboración propia con datos de INEGI.
8.42% 7.06% 1.26%
0.21%
8.53%
1.66%
7.06%
35.99%
46.40%
53.60%
100%
9.36% 6.02% 1.28%
0.19%
7.49%
1.66%
6.02%
36.76%
6.65% 1.24%
0.18%
8.07%
1.67%
6.65%
36.75%
47.93%
52.07%
100%
47.25%
9.62% 6.44% 1.14%
0.19%
7.77%
1.74%
6.44%
38.61%
48.63%
51.37%
100%
52.75%
10.06% 7.21%
1.06%
0.11%
8.38%
1.64%
7.21%
100%
11.06% 7.57%
1.18%
0.14%
8.94%
1.70%
7.57%
35.93%
RemuM de Consumo neraciones de Intermedio Asalariados 2/
34.31%
M de bienes de M de Bienes Formación de de Consumo Final Capital
45.29%
importaciones totales
45.45%
Formación bruta de Capital Fijo
54.71%
Consumo intermedio
54.55%
Consumo Privado
100%
Demanda de bienes finales
100%
Valor Bruto de la Demanda Producción intermedia Agricola
Cuadro 10. Participaciones relativas en el Sector Agrícola, 2003-2011
Debate Económico
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano Año 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Aguacate 54,498 55,640 55,796 57,480 56,869 73,015 66,362 61,211 78,084 56,831 77,365 82,926 87,508 82,792 89,747 89,705 89,932 81,358 92,215 92,671 94,104 94,148 93,847 95,399 100,127 103,119 105,477 110,377 112,479 121,491 123,404 126,598
Frijol 1,551,352 1,990,569 1,571,092 1,957,801 1,679,426 1,782,341 1,807,976 1,787,066 1,947,298 1,320,851 2,094,017 1,988,981 1,295,588 1,873,862 2,086,687 2,040,447 2,048,456 1,615,057 2,146,472 1,708,688 1,502,818 1,698,221 2,054,362 1,904,100 1,678,367 1,261,220 1,723,219 1,489,241 1,503,238 1,205,310 1,630,225 894,972
Sorgo 3/ Jitomate 1,596,412 69,472 1,736,928 61,224 1,325,846 63,234 1,590,768 63,809 1,710,612 72,521 1,936,492 69,329 1,604,431 63,649 1,921,771 74,154 1,869,686 72,184 1,693,491 77,473 1,892,707 81,545 1,464,330 78,931 1,452,740 77,659 948,173 75,346 1,368,133 65,444 1,463,160 75,739 2,295,504 71,253 2,016,069 71,927 2,097,617 79,052 2,084,474 82,757 2,093,660 74,629 2,144,776 74,451 1,957,013 67,360 2,189,512 67,644 2,047,461 71,498 1,791,085 71,086 1,842,880 63,954 2,021,171 64,779 2,095,373 55,942 1,923,957 52,384 1,988,868 52,089 1,916,581 44,932
Trigo 4/ 728,020 861,801 1,013,167 858,185 1,034,342 1,218,373 1,203,304 989,028 913,454 1,144,751 933,153 985,495 916,324 878,435 967,459 932,426 810,027 775,342 773,646 654,805 714,415 690,231 637,397 607,642 521,412 636,413 648,868 693,318 830,976 829,724 682,416 664,596
Aguacate 441,768 460,879 486,056 426,618 439,418 566,451 627,906 520,837 682,928 473,156 686,301 780,403 724,523 709,296 799,929 790,097 837,787 762,336 876,623 879,083 907,439 940,229 901,075 905,041 987,323 1,021,515 1,134,250 1,142,892 1,162,429 1,230,973 1,107,135 1,264,141
Arroz 1/ 445,364 709,611 515,741 421,050 487,133 807,529 544,632 590,999 456,548 527,118 394,388 347,245 394,022 287,180 373,616 367,030 394,075 469,455 458,112 326,513 351,447 226,639 227,194 273,266 278,540 291,149 337,250 294,697 224,371 263,028 216,676 173,461
Maiz 2/ 14,793,987 16,888,664 12,675,631 16,091,553 15,672,505 17,365,904 14,589,362 15,236,412 13,909,383 13,966,930 18,228,210 18,413,117 20,994,894 22,712,235 22,572,811 22,658,479 23,416,420 22,263,045 26,432,887 22,796,407 22,934,827 27,382,041 27,837,916 30,843,206 31,106,863 27,793,433 32,388,305 33,871,505 37,218,453 29,411,470 35,113,703 27,265,760
Sorgo 3/ 5,850,222 7,215,415 5,470,048 6,166,406 6,466,870 8,035,907 6,146,316 7,485,453 7,260,528 6,369,274 7,570,671 6,040,179 6,730,914 4,062,966 5,782,710 5,977,699 8,934,322 8,996,217 9,746,695 9,155,588 9,717,832 11,456,939 10,567,290 12,447,428 12,098,357 9,824,121 11,089,008 11,499,802 11,829,678 11,218,717 11,589,337 10,380,343
Volumen de producción en toneladas Frijol 935,174 1,331,287 979,802 1,285,171 930,692 911,908 1,085,536 1,023,734 862,428 593,436 1,287,364 1,378,519 718,574 1,287,573 1,364,239 1,270,915 1,349,202 965,056 1,260,658 1,059,156 887,868 1,062,629 1,549,091 1,414,904 1,163,434 826,892 1,385,784 993,953 1,111,087 1,041,350 1,156,257 567,779
Jitomate 1,320,628 1,310,151 1,427,327 1,505,421 1,687,946 1,616,394 1,837,590 1,781,298 1,839,548 1,919,391 1,885,277 1,863,920 1,416,535 1,697,989 1,375,901 1,941,231 2,009,781 1,923,862 2,257,484 2,418,391 2,086,030 2,149,932 1,989,979 2,171,159 2,314,630 2,246,246 2,093,432 2,425,403 2,263,202 2,043,815 2,277,791 1,872,482
Trigo 4/ 2,819,178 3,225,216 4,450,131 3,490,936 4,509,798 5,225,264 4,781,564 4,421,410 3,671,675 4,379,772 3,934,792 4,072,212 3,623,729 3,586,597 4,160,027 3,483,756 3,379,173 3,669,927 3,291,282 3,065,100 3,557,756 3,342,252 3,320,872 2,790,621 2,412,188 3,076,080 3,452,857 3,578,254 4,278,765 4,165,264 3,741,916 3,700,273
Aguacate 8.11 8.28 8.71 7.42 7.73 7.76 9.46 8.51 8.75 8.33 8.87 9.41 8.28 8.57 8.91 8.81 9.32 9.37 9.51 9.49 9.64 9.99 9.60 9.49 9.86 9.91 10.75 10.35 10.34 10.13 8.97 9.99
Arroz 1/ 3.49 4.06 3.29 3.16 3.87 3.73 3.46 3.82 3.60 3.48 3.74 4.10 4.36 4.87 4.26 4.68 4.54 4.14 4.51 4.10 4.18 4.26 4.50 4.55 4.47 5.07 4.79 4.15 4.46 4.85 5.19 5.10
Frijol 0.60 0.67 0.62 0.66 0.55 0.51 0.60 0.57 0.44 0.45 0.62 0.69 0.56 0.69 0.65 0.62 0.66 0.60 0.59 0.62 0.59 0.63 0.75 0.74 0.69 0.66 0.80 0.67 0.74 0.86 0.71 0.63
Maiz 2/ 26.63 37.68 29.81 36.00 36.70 29.56 29.34 32.96 27.69 28.98 30.50 29.57 30.75 38.61 34.85 32.96 33.24 42.09 37.10 28.28 34.63 33.38 36.17 38.91 42.88 35.72 36.91 47.29 40.39 38.02 38.44 44.45
Sorgo 3/ Jitomate 34.67 19.01 35.08 21.40 29.14 22.57 34.84 23.59 33.57 23.28 29.24 23.32 29.37 28.87 28.54 24.02 29.83 25.48 28.36 24.78 30.59 23.12 30.54 23.62 29.28 18.24 30.01 22.54 25.36 21.02 30.81 25.63 27.37 28.21 33.72 26.75 30.87 28.56 27.61 29.22 28.15 27.95 37.11 28.88 36.39 29.54 34.13 32.10 31.90 32.37 30.19 31.60 30.45 32.73 29.21 37.44 27.92 40.46 29.29 39.02 28.75 43.73 27.83 41.67
Rendimiento Tonelada / Hectárea
Cuadro 11. Superficie cosechada, volumen de producción y rendimiento tonelada/hectárea de cultivos seleccionados de México, 1980-2011 Maiz 2/ 6,892,822 7,763,444 5,742,053 7,522,678 6,989,457 7,725,925 6,581,654 6,932,221 6,651,662 6,594,928 7,478,964 7,113,102 7,384,759 7,593,411 8,352,709 8,185,595 8,267,932 7,549,427 8,163,920 7,385,353 7,330,278 8,082,240 7,422,201 7,848,978 8,008,310 6,920,289 7,646,562 7,663,080 7,830,110 6,566,291 7,645,840 6,383,853
Superficie Cosechada en hectáreas Arroz 1/ 127,477 174,792 156,809 133,326 125,896 216,466 157,430 154,814 126,670 151,458 105,402 84,790 90,420 58,939 87,796 78,439 86,778 113,492 101,560 79,728 84,069 53,232 50,457 60,044 62,390 57,479 70,470 70,949 50,286 54,230 41,748 34,037
Trigo 4/ 11.98 19.38 15.84 28.24 13.69 12.77 15.30 10.93 13.48 12.58 14.11 11.29 17.46 11.84 8.72 8.75 9.46 9.13 15.91 22.36 14.65 27.17 34.95 29.58 33.92 36.42 36.79 40.23 32.14 37.55 21.08 32.40
41
Debate Económico
1/ Se refiere al Arroz Palay 2/ Incluye a las variedades de maíz: forrajero, grano, semilla y palomero 3/ Incluye a las variedades de sorgo: escobero, forrajero, grano y semilla 4/ Incluye a las variedades de trigo: forrajero, grano semilla y ornamental Fuente: elaboración propia con datos del Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta (SIACON) disponible en: http://www.siap.gob.mx/?option=com_content&view=article&id=181 &Itemid=426
Anexo 3. Pruebas estadísticas Como se detalla al interior del documento, los cálculos se estiman a partir de un modelo algebraico estructuralista, cuyas ecuaciones se destacan tanto en el cuadro 7A como en el 7B del primer anexo. Por lo tanto, a partir de asignar los rangos de valores, mediante el paquete R, se genera un escenario base que refleja la interacción de las diferentes variables y ecuaciones, los números pseudoaleatorios que corresponde a cada uno de los rangos designados por variable, se espera que se generen al seguir una distribución normal. El número de estimaciones se adecuó en 10 000 valores para cada rango que se le asignan a cada variable, debido a que al estimar escenarios con mayor volumen ( 20 000, 50 000 ó 100 000 valores) los valores medios de cada variable no variaban significativamente con relación al escenario de diez mil simulaciones ni su propia distribución en intervalos, vista a través de histogramas, además de que al emplear en algunos casos rangos de las variables con un valor muy mínimo, calcular 20 000 valores o más, los valores sólo cambiarían en diezmilésimas partes, cuyo aporte a una estimación robusta seria mínima.
42
Estrategias alternativas para enfrentar la pobreza en el campo mexicano
Por otro lado, para comprobar la uniformidad de los valores pseudoaleatorios generados, optamos por aplicar la prueba de frecuencias, Chi-Cuadrada, la cual nos permite comprobar el grado de ajuste entre la distribución de la muestra con la distribución uniforme teórica. En el cuadro 12 presentamos los valores de la chi-cuadrada calculada para cada una de las variables que le fueron asignadas a priori sus valores, en el escenario base. El valor de tablas para la ChiCuadrada es 16.92 con un nivel de confianza de 0.05. Cuadro 12. Pruebas de Chi-Cuadrada
MT
Chi 2 Observada 8.66
6.12
M BI
12.4
Y BIIF
8.74
a
7.86
M BF
13.22
Y BIII
10.66
A
10.9
M BII
1.62
Y BICI
8.86
Variable k K
Chi 2 Observada 6.14
Variable
Variable Y BIIC
Chi 2 Observada 13.84
s
5.1
M BIC
11.98
Y BICF
8.4
S
4.8
M FBI
9.96
Y BICC
3.28
d
4.58
M BFC
7.54
D
12.68
12.76
M BFG
p
15.8
M FG
5.9
P
9.08
XC
4.42
f
10
XI
5.38
F
1.74
GC
15.04
u
7.36
GI
11.66
U
7.46
GF
8.98
Los valores calculados para todas las variables, son menores al valor crítico de la Chi-cuadrada, por lo tanto, se acepta la hipótesis que los datos tienen una distribución U(0,1), tanto los valores del asignados a priori como los obtenidos después de ser estimados mediante las diferentes relaciones algebraicas que componen el propio modelo estimado.
43
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, pp. 45-72.
Recibido: Junio 2013. Aceptado: Noviembre 2013
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica1 Aderak Quintana Estrada* Resumen El objetivo de este trabajo es extender el modelo de fragilidad financiera desarrollado por Minsky al sistema financiero centroamericano, para ello se discute el procesos de reformas y liberación financiera de la zona, encontrando que esto sembró en principio un fuerte optimismo en muchos inversionistas, por lo que se generó una importante expansión de los flujos de inversión, sin embargo, esto en el corto plazo se tradujo en una fuerte especulación y malos manejos financieros por parte de los administradores bancarios, lo cual culminará en varias quiebras, que por las mismas características de estas economías no tendrán un impacto sistémico, pero las bancarrotas serán numerosas. Abstract The nature of this paper is extend the model of financial fragility developed by Minsky to Central American financial 1
Generalmente el término Centroamérica se usa para referirse al subgrupo de países constituido por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, no incluye a Panamá; cuando se emplea el término América Central o Istmo, se incluyen los países de Centroamérica más Belice y/o Panamá. * Posdoctorante del CONACYT. Este trabajo fue realizado como parte de las actividades de posdoctorado en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Debate Económico
system, for which the processes of reform and financial liberalization in the area is discussed, finding that this principle planted in a strong optimism many investors, so a significant expansion of investment flows generated, however, that in the short term led to strong speculation and financial mismanagement by bank managers, which will culminate in several bankruptcies, that because of the characteristics of these economies will not have a systemic impact, but bankruptcies are numerous. Palabras clave: Fragilidad financiera, Ciclo económico, Instituciones financiero. Clasificación JEL: G0, G2 1. Introducción La idea desarrollada por el economista poskeynesiano, Hyman Minsky, sobre la fragilidad financiera, que será expuesta en el primer apartado, constituye una herramienta útil para poder entender de mejor manera el origen de una crisis financiera. La fragilidad es un factor inherente al sistema económico, es decir, a pesar que la economía registre una expansión y goce de una estructura financiera sólida, es probable que se estén desarrollando ciertos factores que desembocarán en un sistema frágil. En este sentido, la composición del endeudamiento de los agentes económicos se transforma, para medir esto, se consideran tres clases de perfiles de pago que sirven para clasificar dicha fragilidad: cobertura, especulativo y Ponzi. La transición entre un perfil de pago a otro permitirá observar el nivel del problema financiero en que se encuentra el sistema, y con ello la presencia de una crisis. Una estructura institucional acorde con la situación, puede ser capaz de controlar los efectos negativos de la fragilidad, pero, cuando se modifica ésta por medio de diversas reformas financieras, las cuales buscan una mayor apertura, muchas de las reglas se vuelven laxas, siendo los episodios de crisis más comunes.
46
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
En Centroamérica, es a partir del decenio de los noventa cuando se llevan a cabo importantes reformas financieras que buscan la desregulación y liberalización, la mayoría de ellas van encaminadas al sector bancario, debido a que es el sector predominante en el conjunto del sistema financiero. Esto va sembrando en principio un fuerte optimismo en muchos inversionistas, por lo que hay una importante expansión de los flujos de inversión, sin embargo, esto se traducirá en el corto plazo en una fuerte especulación y malos manejos financieros por parte de los administradores bancarios que culminará en varias quiebras, que por las mismas características de estas economías no tendrán un impacto sistémico, pero, las bancarrotas serán numerosas. Para abordar esta problemática, el presente artículo se divide en cuatro partes, en la primera se da una breve exposición sobre las principales ideas en torno a la fragilidad financiera desarrollada por H. Minsky. En la segunda se abordan las principales reformas financieras implementadas en Centroamérica, lo cual permite tener un mejor panorama de sus consecuencias sobre el sistema financiero de la región, por ello en la tercera parte se detallan las principales quiebras bancarias, finalmente se encuentran las reflexiones finales. 2. Principales ideas en torno a la fragilidad financiera Para Hyman Minsky (1992: 1-2), la hipótesis de la inestabilidad financiera presenta diversos elementos empíricos y teóricos. En los aspectos empíricos se observa que las economías capitalistas exhiben procesos de inflación y deflación de la deuda2, factores que tienen el potencial de sacar de control al sistema económico. 2
La descripción clásica de la deflación de la deuda es ofrecida por Irving Fisher (1933). Este autor resalta que bajo ciertas circunstancias el sobreendeudamiento es el único factor que perturba el equilibrio económico general y en particular, suponiendo que no existe ninguna otra influencia, que tienda a afectar el nivel de precios. Como consecuencia, en algún momento un estado de sobreendeudamiento conducirá a la liquidación, ya sea por medio de la alarma de los deudores o de los acreedores, inclusive de ambos. Por lo que I. Fisher (1933: 341-342) deduce el siguiente encadenamiento de consecuencias, compuesto por nueve eslabones: 1) la liquidación de deuda da origen a ventas de urgencia y; 2) a la contracción de los depósitos en moneda, en
47
Debate Económico
Como teoría económica, la hipótesis de la inestabilidad financiera es una interpretación de las ideas principales de la Teoría General de J. M. Keynes (2003). Esta interpretación toma lugar en el contexto histórico de la misma obra, ya que fue escrita en los primeros años del decenio de 1930, periodo en el que se presenta la gran contracción financiera y productiva de los Estados Unidos y de algunas otras economías capitalistas, este hecho constituirá una parte importante de la evidencia para interpretar la teoría. Asimismo, dicha hipótesis también se basa en el punto de vista del dinero crédito y las finanzas de J. Schumpeter (1994, capítulo 3). Sin embargo, en palabras del propio Minsky (1992: 2), nos recuerda que las obras principales del desarrollo de la hipótesis de la inestabilidad se basan en sentido estricto en sus propias obras (Minsky, 2008; 1975). El principal argumento de la hipótesis de la inestabilidad financiera (Minsky, 1992: 2), consiste en que en una economía capitalista existen crecientes activos de capital y un complejo y sofisticado sistema financiero. Además, el gasto en inversiones constituye el motor de la economía. En principio se registra un auge de las inversiones en un ambiente financiero estable, donde empresas financieras y no financieras tienen condiciones favorables de liquidez, y en donde las tasas de interés son bajas. A medida que se expanden los gastos de inversión, el flujo de ganancias se incrementa, por lo que se estimulan las expectativas de mayores ganancias en el futuro, lo que a su vez fomenta nuevas inversiones. Esta situación genera mayor confianza entre empresas financieras e inversionistas individuales, se ve reflejada en la reducción de la preferencia la medida en que se pagan los préstamos hechos por la banca y por una desaceleración de la circulación. Esta contracción de los depósitos y la desaceleración, precipitada por las ventas de urgencia, causa 3) una caída en el nivel de los precios. Al suponer que esta caída de precios no se ve afectada por la reflación u otro factor, debe haber 4) una caída mayor en el valor neto de las empresas, precipitando las quiebra, y 5) una caída de utilidades, lleva a la preocupación de que se va a la pérdida acelerada, lo que provoca 6) una reducción en el producto, el intercambio comercial y el empleo de fuerza de trabajo. Estas pérdidas, quiebras y desempleo llevan a 7) el pesimismo y la perdida de confianza, lo que a su vez lleva a 8) el atesoramiento y una mayor desaceleración en la velocidad de circulación. Los factores anteriores causan 9) complicadas perturbaciones en las tasas de interés, particularmente en una caída de las tasas reales de interés, o bienes.
48
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
por la liquidez 3 . Esto induce a los agentes a tomar mayores riesgos, ya que el inversionista considera que cada acto específico de inversión financiera entraña menos riesgo que el anterior. Por lo tanto las empresas hacen mayor uso del capital adeudado, los bancos otorgan préstamos con riesgos crecientes y las instituciones no bancarias reducen su liquidez en un intento por enriquecerse de manera rápida. Sin embargo, esta euforia trae consigo una falta de liquidez creciente, por lo que aumenta el endeudamiento de los diferentes agentes económicos. Los flujos de efectivo esperados se encuentran comprometidos con otras unidades económicas. Para cada unidad, los pasivos sobre su hoja de balance determinan los diferentes compromisos de pago previo, incluso cuando los activos generan un periodo de supuestos flujos de efectivo4. Bajo un contexto de endeudamiento moderado, la reducción en los flujos de efectivo se podría solventar sin problema, no así para un elevado nivel de endeudamiento, con lo cual aparecería la insolvencia. Si a esta situación le siguen recesiones menores, lo más probable es que surja una deflación seria de la deuda y con ello una depresión profunda para la economía. 3
Es la tendencia que muestran las personas a escoger activos líquidos frente a otros de más difícil realización. 4 Estas ideas son abordadas por Keynes como un “velo monetario”, que implica que el dinero está conectado con las necesidades de financiamiento a través del tiempo. Una parte del financiamiento de la economía puede estar estructurada como compromisos de pago en la que los bancos son el actor central. Los flujos de dinero pasan primero de los depositantes a los bancos y de los bancos a las empresas, posteriormente, de las empresas a los bancos y de los bancos a sus depositantes. En principio, los intercambios son para el financiamiento de la inversión, y subsecuentemente, los intercambios cumplen con los compromisos adquiridos anteriormente, los cuales comenzaron con el contrato de financiamiento. En el velo monetario keynesiano, los flujos de dinero para las empresas son una respuesta a las expectativas de los beneficios futuros, y el flujo de dinero de las empresas es financiado por los beneficios que son realizados. Se establece que la clave de los intercambios económicos tienen lugar como el resultado de las negociaciones entre banqueros y hombres de negocio comunes. Los documentos de la negociación detallan los costos y las expectativas de los beneficios del hombre de negocios, que interpretan los números y las expectativas con entusiasmo, por el contrario los banqueros lo ven con escepticismo (Minsky, 1992: 4).
49
Debate Económico
Es así que dicha hipótesis resalta el impacto que tiene la deuda sobre el comportamiento del sistema económico. Por lo tanto, una expansión considerable de la economía sienta las bases para una fragilidad financiera. Es decir, la economía transita de una estructura financiera sólida a una estructura frágil. Ya que en una situación de expansión económica, que sólo es interrumpida por desaceleraciones menores, la estructura de los pasivos de las empresas, los hogares y las instituciones financieras, cambian de tal forma que los compromisos de pago de deuda experimentan un crecimiento en relación con los flujos de efectivo (Ibídem: 6). A medida que aumenta la fragilidad, las tasas de interés sufren un incremento que es impulsado por la expansión económica, con lo que aumentan las probabilidades de una caída de la inversión. Entonces, al decrecer la inversión en un ambiente de fragilidad financiera, el sistema financiero acelera la caída. Al registrarse una caída en la demanda agregada, los diferentes agentes enfrentan presiones para realizar sus pagos de principales e intereses, con lo que se ven obligados a vender activos con relativa falta de liquidez. La caída acelerada en los precios de los activos vuelve menos atractivo el gasto en inversión. Si la reducción de la inversión y la caída en los precios de los activos financieros es considerable, puede aparece una crisis de deuda-deflación. Así la fragilidad financiera es medida por diferentes variaciones en la composición de los préstamos y su influencia perturbadora sobre el comportamiento general de la economía. Cabe resaltar que la fragilidad no se origina por la discordancia de los plazos de vencimiento 5 , entre los préstamos a largo plazo y los 5
En este sentido, J. Kregel (Cfr., 2004: 19) nos señala que la concepción tradicional de inestabilidad en los mercados financieros proviene de la idea de que las instituciones financieras actúan como entidades que median entre ahorradores deseosos de prestar sus recursos y agentes de crédito finales que están en busca de los mismos para invertirlos. Tal actividad de intermediación no sólo exige hacer compatibles las decisiones de quienes van a tomar prestado con las de quienes van a prestar; sino también, el transformar el plazo de vencimiento de los activos financieros de corto a largo plazo en un escenario en el que quienes prestan tienen preferencia por los activos líquidos de corto plazo y, en contraste, quienes toman prestado preferirán obligaciones que fuesen de largo plazo y a tasas de interés preferentemente fijas.
50
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
depósitos a corto plazo, más bien por el deterioro de la calidad de los activos en manos de las instituciones financieras.6 Esta manera de comprender la fragilidad será la que reemplazará el concepto tradicional de inestabilidad financiera (Kregel, 2004: 18-19). Por lo tanto, H. Minsky (1992: 6-7) consideró tres formas en la que los agentes económicos obtienen financiamiento para realizar sus actividades económicas y financieras, las cuales con el tiempo van modificando la composición del endeudamiento. Las tres clases de perfiles de pago que establece este economista para clasificar la fragilidad financiera del sistema son las siguientes: cobertura, especulativo y Ponzi 7. Este esquema de perfiles de pago comienza desde el balance contable del prestatario, ya que el ingreso que genera capital en la parte del activo se ha financiado emitiendo pasivos que implican compromisos de pago en efectivo en la parte del pasivo. El perfil de pago debe coincidir con los compromisos de pago de intereses, dividendos y amortizaciones generados por los pasivos, con los flujos de ganancias generados por los activos de capital. Generalmente, las amortizaciones pueden ser volátiles y sujetas a factores fuera de control de la empresa. Cuanto mayor es la discrepancia en relación a los plazos de vencimiento entre los activos de corto plazo emitidos para los ahorradores y el largo plazo de las obligaciones compradas a los inversionistas, mayor será el riesgo de que la tasa de interés de corto plazo se eleve en relación a la de largo plazo. Este fenómeno provoca desconfianza, insolvencia o una salida repentina de recursos también conocida como “desintermediación” por cuanto las tasas de corto plazo, al ser presionadas al alza, se rezagarán respecto a las tasas de mercado. Si la volatilidad de las tasas de interés de corto plazo es pequeña, el ajuste se puede efectuar restringiendo los nuevos préstamos, reduciendo los márgenes netos, o bien, permitiendo una reducción de las reservas secundarias. Sin embargo, cuando el movimiento de las tasas de interés de corto plazo es sustancial, se hace exigible de manera intempestiva el repago de los préstamos, y al presentarse la venta forzosa de activos, se presiona a la baja sus precios. 6 La caída en la tasa de expansión del crédito es lo que provoca la caída en los precios y la consecuente deflación de la deuda. Es el cambio en la preferencia por la liquidez lo que eventualmente lleva a los bancos a detener la creación de liquidez, más que el fenómeno del desfase o discordancia en los plazos de vencimiento, lo cual conduce a la fragilidad financiera (Kregel, 2004: 33). 7 Este nombre es tomado de Carlo Ponzi, un italiano radicado en Boston en el año de 1920 que fracasó al tratar de hacer funcionar una pirámide financiera basada en cupones postales internacionales.
51
Debate Económico
Entonces el perfil ideal de pago sería en el que la unidad económica tiene en todo momento del futuro un margen de protección de flujos de efectivo constantes que son suficientes para cubrir sus compromisos por concepto de servicio de la deuda, incluso cuando se presenta un alza de las tasas de interés o una declinación de los flujos de efectivo. Esta posición sería de cobertura, y por lo tanto libre de riesgo. Visto en el estado contable, implica que a medida que tenga mayor peso la financiación de capital en la estructura de los pasivos, mayor será la probabilidad de que estas unidades económicas tengan una posición cubierta. Sin embargo, la mayoría de prestatarios caen en una posición financiera especulativa, que significa que las unidades económicas no tienen suficientes flujos de efectivo para hacer frente a sus pagos en todo momento, pero sí pueden cubrir el préstamo en el plazo acordado. Esto quiere decir que el valor neto actual del proyecto que se está financiando es positivo, aunque las entradas de efectivo en algunos momentos suelen ser negativas o insuficientes para cubrir el servicio de la deuda; pero si el prestamista tiene paciencia recibirá completo el préstamo y sus intereses correspondientes. En el extremo están las unidades con una posición financiera Ponzi, las cuales enfrentan un evento inesperado, externo o interno. Esta posición inicia al momento en que una unidad con una posición de financiamiento especulativo se encuentra en una posición que no puede hacer frente a sus compromisos actuales en efectivo y existen pocas posibilidades de que lo haga en el futuro, por lo que el valor neto actual de la inversión que se está financiando se vuelve negativo para el prestamista. Aunque se liquiden los activos a su justo valor no son suficientes para cubrir los pasivos, por lo que esta unidad entra en insolvencia. Los prestatarios con una posición financiera de tipo Ponzi, para estar al corriente en sus compromisos y mantenerse en operación, necesitan obtener nuevos préstamos para pagar lo que deben por concepto de servicio de la deuda en cada período. Esto implica que tienen que convencer al prestamista original de que incremente el monto del préstamo existente, o
52
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
conseguir nuevos créditos con otros prestamistas, ya que existen pocas probabilidades de que el prestatario pueda pagar sus créditos si no obtiene financiamiento adicional en el futuro. Por lo tanto, si domina el financiamiento cubierto, el sistema económico tenderá al equilibrio. En contraste, cuanto mayor sea el peso del financiamiento especulativo y Ponzi, mayor será la probabilidad en que el sistema se encuentre en desequilibrio. H. Minsky (1992:8) nos señala que cualquier economía puede tener regímenes de financiamiento estables como regímenes inestables. Además, en periodos de larga prosperidad, la economía transita de relaciones financieras que contribuyen a un sistema estable a relaciones financieras que contribuyen a un sistema inestable. Los diferentes perfiles de financiamiento nos indicarán la posibilidad de una crisis financiera por parte de los prestatarios y su efecto sobre el prestamista ante cambios en los factores externos, como las tasas de interés. En un perfil cubierto se necesitan cambios significativos en los ingresos o en los compromisos para que se convierta en especulativo. Sin embargo, bajo un perfil especulativo se puede convertir en Ponzi con una variación mucho más pequeña de las condiciones internas o externas, pues el margen de seguridad, representado por los ingresos futuros sobre los compromisos, es bajo. De esta forma, la fragilidad financiera es endógena al sistema económico, esto implica que bajo una expansión económica continua, los prestatarios y prestamistas se involucran en actividades con menores márgenes de seguridad. De este modo, en una economía dominada con prestatarios con perfiles de financiamiento cubiertos, paulatinamente la economía transitará de una estructura de financiamiento especulativo hacia una estructura de tipo Ponzi. Una vez que los valores actuales netos negativos predominan, los problemas de los prestatarios también son de los prestamistas, ya que los pasivos de los primeros aparecen como activos en los registros contables de los segundos. Cuando un prestamista decide dejar de prestar, está reconociendo que lo que había registrado en su contabilidad con un valor positivo ya no lo es, y en consecuencia debe ser tomado como un cargo en 53
Debate Económico
contra de las ganancias, y después contra el capital. Si el prestamista ha emitido pasivos, entonces el valor de esos pasivos se vuelve cuestionable y sus prestamistas pueden retirarse, llevando a lo que Minsky, siguiendo a Fisher, llamó una deflación de la deuda (Kregel, 2004: 21). Al ser la fragilidad financiera algo inherente al sistema económico, incluso cuando la economía marcha de manera exitosa, el camino posible para aminorar los efectos negativos de la fragilidad es diseñar una estructura institucional que controle los mecanismos mediante los cuales la fragilidad desencadena en inestabilidad, y ésta a su vez en una crisis de grandes proporciones. 3. Reformas financieras en la región A partir de la ruptura del orden monetario de Bretton Woods, los sistemas financieros por todo el mundo comenzaron a cambiar rápidamente. La moneda y el crédito, intermediarios financieros, instituciones, autoridades, relaciones de financiamiento bancos-industrias, relaciones financieras externas, sufrirían enormes transformaciones. Estos cambios no se registraron inmediatamente en los países de América Latina, sucedieron a diversos ritmos y con matices distintas de acuerdo a las propia realidad económica-política-social que cada país le fue imprimiendo (Correa, 2003: 2). Inmediatamente a la crisis de la deuda, los Gobiernos de América Latina fueron firmando acuerdos y cartas de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el supuesto propósito de hacer frente a la crisis, el nuevo financiamiento se condicionó al proceso de iniciar reformas de largo alcance. En primer momento se plantearon programas de ajuste y estabilización, posteriormente vinieron las reformas estructurales, todo ello trajo como consecuencia cambios profundos en la estructura económica de los países. Estas reformas han contribuido en gran medida a reconfigurar el espacio financiero regional; han sido impulsadas por el FMI y el Banco Mundial (BM) como resultado de las sucesivas renegociaciones de la deuda externa, y por las crisis financieras. Ello desencadenó en numerosas privatizaciones bancarias, seguros y fondos de pensiones, y se suprimieron los límites a la 54
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
participación del capital extranjero en las instituciones financieras, en los casos en que existían. A lo largo de las tres últimas décadas, la aplicación de la reformas financieras ha tomado distintos grados de profundidad, por lo que se pueden identificar tres generaciones: la primera, bajo la crisis de deuda de los primeros años de la década del ochenta, cuando básicamente se empuja a la apertura y liberalización financieras; la segunda, que levanta el edificio institucional, organizativo, contable, regulador y de supervisión de los mercados con creciente presencia de intermediarios financieros no bancarios y promueve la modificación de los sistemas de pensiones; una tercera generación de reformas está en curso, a partir del crecimiento de la presencia de consorcios financieros extranjeros con posicionamiento sistémico, principalmente fomentando los mercados de productos derivados con acuerdos y regulaciones de carácter internacional, buscando recuperar la credibilidad y el poder perdidos del FMI y el BM (Correa, 2006: 68). En América Latina el proceso de liberalización y desregulación financiera han traído consigo fuertes transformaciones en los sistemas financieros. Muchas de estas reformas se instrumentaron con mayor intensidad durante el decenio de 1990. Así también, en Centroamérica durante la última década del siglo XX se da un fuerte impulso a este tipo de reformas, momento en el que esta pequeña región transita a un periodo de mayor “estabilidad” económica y política 8 , por lo que se intensifican las reformas estructurales, incluyendo las del plano financiero. Entre los aspectos más generales de las reformas financieras instrumentadas en Centroamérica, resalta el objetivo de integrar los sistemas financieros de los países de la región, para 8
Esta aseveración se utiliza porque durante el periodo que comprende los decenios de 1960 a 1980, la región vivió un periodo de inestabilidad política económica. En Nicaragua se llevó a cabo la Revolución Sandinista o Revolución nicaragüense, fue protagonizada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, gobernaron el país desde 1978 hasta principios de 1990. En El Salvador se desarrolló una guerra civil entre las Fuerzas Armadas de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, el conflicto duró de 1980 a 1992; en Guatemala entre 1960 y 1996 se desarrolló el periodo conocido como Guerra civil de Guatemala
55
Debate Económico
posteriormente iniciar su inserción al mercado internacional. Por lo que el resultado ha sido la obtención de un elevado grado de integración financiera. En el documento de trabajo de Arturo Galindo, et. al. (2010: 36) se señala que América Latina, en relación a la apertura financiera, es la región más integrada al resto del mundo; y Centroamérica se encuentra por encima del promedio de Latinoamérica. Esto es así porque se considera que existen escasos controles a los movimientos de entradas y salidas de capital. Como se puede observar en el cuadro 1, el índice de apertura financiera 9 para el año de 2006, América Latina registró el mayor grado de apertura, después de los países industriales; es de destacar que Centroamérica está aun por encima del promedio de Latinoamérica. A pesar de ello, este promedio regional muestra diferencias importantes entre los países, hasta el 2006 El Salvador, Guatemala y Nicaragua registraban los mayores índices de apertura financiera, en el que Honduras registró un índice negativo, y Costa Rica un grado muy cercano al promedio latinoamericano. El mayor grado de apertura financiera en Centroamérica es resultado, en gran medida, de la multiplicidad de reformas legales y cambios institucionales acaecidos en la región durante las últimas dos décadas. Es a partir del decenio de 1990 que se sientan las bases de las reformas financieras de primera generación, todas ellas aplicadas de forma paralela a los programas macroeconómicos, supervisados principalmente por el FMI.
9
Menzie Chinn e Hiro Ito (2008; cit. en Galindo, et. al., 2010: 3-4) crean un índice sobre el nivel de apertura de la cuenta de capital, en el que se mide el grado de los controles sobre el capital con base en la información obtenida en los Annual Report on Exchange Arragements and Exchange Restrictions, publicada por el FMI. A pesar de la dificultad para cuantificar el grado de apertura financiera, el índice propuesto hace una contribución sustancial en términos de cobertura de países para un mayor periodo. La información se encuentra disponible para 180 países durante los años 1970 a 2006.
56
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica Cuadro 1. Índice de apertura financiera por regiones 1970-2006 Región 1970 1980 1990 2000 2006 Asia del Este y el Pacífico -0.44 -0.32 -0.05 -0.17 -0.13 Europa del Este y Asia Central -1.13 -1.8 -0.78 -0.3 0.46 Alto ingreso 0.21 0.61 1.08 1.7 1.85 América Latina 0.21 0.07 -0.82 1.09 1.54 Centroamérica 0.49 -0.62 -1.42 1.18 1.89 Costa Rica 1.27 -0.49 -1.8 1.27 1.27 El Salvador -1.13 -1.13 -1.8 2.54 2.54 Guatemala -1.13 -0.05 -0.22 1.27 2.54 Honduras 2.54 0.99 -1.8 -0.99 -0.09 Nicaragua 2.54 -1.26 -1.13 2.54 2.54 Medio Oriente y África del Norte -1.03 -0.47 -0.38 0.33 0.6 Asia del Sur -1.05 -1.24 -1 -0.47 -0.42 África Subsahariana -0.93 -0.9 -0.86 -0.52 -0.53 Nota: Un mayor valor del índice, indica un mayor grado de apertura de la cuenta de capitales, Fuente: Chinn e Ito (2008), cit. en Galindo, et. al, 2010: 3-4.
Las reformas financieras de primera generación, que podríamos ubicar durante los años de 1990-1995, se caracterizarán por el fuerte proceso de desregulación y la implementación de la liberalización de los mercados financieros. En materia bancaria, aparece una oleada de reformas que buscará la construcción de una regulación prudencial y de supervisión. Los años siguientes se manifestarán algunas dificultades financieras, lo que motivará a la implementación de una segunda oleada de reformas a principios del decenio de los 2000. El nuevo marco regulatorio se caracteriza por conferirle mayor autonomía e independencia a las entidades responsables de la supervisión bancaria, se crean esquemas de seguro para los depósitos bancarios y aparecen leyes en las nuevas áreas de actividad financiera, primordialmente la bursátil (Flaming, 2005: 329; Dubón, 2008: 3). De alguna u otra forma, las reformas financieras instrumentadas en la región a partir del decenio de 1990 han seguido los mismos aspectos, según el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) (2003: 9-10) se resumen en los siguientes:
En relación a la banca central, se puso énfasis en el fortalecimiento de su autonomía e independencia respecto al gobierno central; se ha puntualizado que su función principal es el control de la inflación. 57
Debate Económico
En el ámbito bancario, las reformas se centraron en incrementar el grado y nivel de capitalización bancaria; en el fortalecimiento de las potestades de supervisión y sanción de los entes reguladores, especialmente de los grupos financieros; así como en el mejoramiento de la eficacia de los mecanismos de intervención y liquidación de entidades.
Sin embargo, aún quedan áreas en distintos países que requieren actualización y aspectos que deben ser mejorados, para lo cual en años reciente se han hecho propuestas, además de ser aprobada una nueva legislación.
Asimismo, se debe destacar, que las reformas también han promovido la participación privada en la intermediación financiera, ya que previamente ésta era prohibida por el marco legal y regulador vigente en la década de 1980. Se debe recordar que en la banca comercial existía una fuerte intervención del Estado. Por ejemplo, en El Salvador y Nicaragua, se habían nacionalizado los sistemas financieros a inicios del decenio de 1980; los mercados de Costa Rica se encontraban en su totalidad controlados por el Estado desde 1948. Las reformas también han propiciado un crecimiento de los flujos de liquidez. Durante el decenio de 1990 crecen de manera considerable los flujos de capital hacia América Latina. Este incremento es motivado por el interés de los inversionistas institucionales (Correa, 2006: 70), principalmente por: la atractiva rentabilidad de los títulos gubernamentales; la incorporación al mercado de valores de empresas locales; y el interés de los intermediarios financieros domésticos en asociarse con bancos de inversión y corredurías para participar en el lucrativo negocio de bursatilización, emisión y colocación de bonos, como el arbitraje de tasas de interés. Como se puede observar en el grupo de gráficos 1, los flujos de inversión en cartera en América Latina experimentan un crecimiento considerable a principios del decenio de 1990. Pero, esto se ve interrumpido para mediados del decenio, marcado por la crisis financiera mexicana. Como consecuencia se da un giro en la tendencia de estos flujos de capital, 58
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
volviéndose preponderantes los flujos de inversión extranjera directa. En América Latina, el cambio en la tendencia de la inversión directa se ve motivado por el fuerte proceso de privatización de empresas públicas y de las diversas fusiones o adquisiciones de empresas regionales con diversos conglomerados internacionales. En Centroamérica, sucede algo similar, la inversión extranjera directa crece con mayor intensidad a partir de la segunda mitad del decenio de 1990, los motivos son los mismos que en el resto de Latinoamérica. Además, durante estos años se da una importante reactivación del acuerdo de integración económica conocido como Mercado Común Centroamericano, lo que impulsó a los inversionistas internacionales aún más a invertir en la región. A pesar del crecimiento importante en los flujos de inversión extranjera directa, en contraste, como se puede observar en el grupo de gráficos 1, la inversión en cartera en Centroamérica muestra un comportamiento débil. Esto se atribuye principalmente al clima empresarial que inhibe la emisión de valores. Asimismo, es reflejo del pequeño tamaño de las empresas regionales, el predominio de los conglomerados y empresas familiares. Por ello se prefiere el financiamiento bancario, y los conglomerados regionales también recurren al financiamiento a través del banco propio, en lugar de recurrir al mercado de capitales, por motivos de control societario (Shah, et. al., 2008: 134-135). En este mismo sentido, los inversionistas institucionales tienen poca participación en los mercados de capital. Por diversas razones, en la región, estos inversionistas tienen un escaso desarrollo. Reflejo de esto es que sus recursos representan apenas el 9% del PIB regional (incluye Panamá y República Dominicana), por lo que carecen de medios para la demanda de valores y de ese modo al desarrollo de los mercados de capital (Ibídem: 136).
59
Debate Económico
A pesar de la poca importancia que tienen los flujos de capital en la región, éstos no han impedido que los flujos de inversión directa tengan una elevada movilidad. Las diferentes reformas financieras que han impulsado el modesto crecimiento en los flujos de capital, también han provocado un incremento en la volatilidad y fragilidad de los sistemas financieros. Ello ha traído consigo diferentes episodios de crisis, algunos de ellos traducidos en quiebras bancarias. 4. El impacto de la fragilidad en el sistema bancario Las diversas reformas financieras y monetarias implementadas en Centroamérica desde el decenio de 1990 trajeron consigo una serie de cambios que en un principio dieron la impresión de que todo marcharía bien, sin embargo, este optimismo fue
60
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
revertido al poco tiempo, poniendo en evidencia la fragilidad de los sistemas bancarios. Las primeras reformas financieras dejaron huecos legales en materia de supervisión, y acompañado de cierta inexperiencia de los entes supervisores, propiciaron un ambiente en el que algunos financieros incurrieron en prácticas fraudulentas, lo que desembocó en diversas quiebras financieras (ver tabla 1). Posterior a estos sucesos y dada la experiencia acumulada, fue necesario la implementación de nuevas reformas, las cuales se empezaron a implementar a finales del decenio de los 2000. Los motivos de las crisis bancarias centroamericanas han sido parecidos en todos los casos, una mala decisión administrativa origina problemas de liquidez o solvencia. Surgen por el lado del activo de los balances bancarios, lo que deriva en un prolongado deterioro de la calidad de la cartera crediticia. Esto último generalmente se asocia a las altas tasas de interés internas, excesiva concentración de créditos y la existencia de créditos vinculados. En diversas ocasiones se ocultan estos problemas financieros con el propósito de sobrestimar las utilidades. Todo ello es resultado de irregularidades administrativas, donde los banqueros manipulan los estados contables, incumplen las disposiciones legales y en otras ocasiones las resoluciones propuestas por las autoridades financieras no son acatadas. Esta contravención termina con la intervención administrativa de los bancos, lo que desemboca en su liquidación o venta.
61
Debate Económico Tabla 1. Centroamérica, quiebras bancarias, 1994-2006 País Costa Rica El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Año
Suceso Quiebra el Banco Anglo Costarricense 1994 Son intervenidos Banco Federado, Cooperativo Costarricense y Banco Solidario Quiebran las financieras Finsepro-Insepro y el 1997-1998 Banco de Crédito Inmobiliario Quiebran los bancos Empresarial, Metropolitano 2001 y Promotor Quiebran los bancos Bancafé y Banco de 2006 Comercio Quiebran los bancos Corporativo y Banco 1999 Hondureño de Crédito y Servicios 2002 Quiebra Banhcrecer, Capital y Sogerín 1998 Quiebra Banco Sur Quiebra el Banco Crédito Popular, 2000 Intercontinental y Bancafé Quiebran los bancos Bamer y Banic 2001
Fuente: Elaborado a partir de datos obtenidos del CMC, 2003, y Banco Central de Guatemala, 2007a y 2007b.
La situación de las quiebras bancarias no sólo es resultado de la fragilidad que existe en los marcos regulatorios, también se debe a la debilidad institucional, en la que predomina la falta de profesionalismo y una elevada corrupción. Por ello, en muchos de los casos, los motivos de estas crisis no se conocen a profundidad, y los banqueros involucrados en su mayoría se encuentran impunes. Además, se podría creer que las recientes crisis bancarias en la región trajeron consigo momentos de fuerte tensión financiera para el país que la experimentó, inclusive se pensará que su impacto sobre la economía trajo grandes repercusiones y un elevado riesgo para el conjunto de la región. Sin embargo, esto no ha sido así, debido posiblemente al reducido tamaño que representan estas instituciones en el conjunto de los sistemas financieros. Probablemente por todos estos motivos, las crisis se encuentren un tanto “subestimadas” en la región.
62
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
A pesar de la poca importancia que parecieran tener las crisis bancarias, son diversos los eventos que se han registrado a lo largo de la región en los últimos años, por ello no se deben ignorar. Algunos de estos sucesos financieros se pueden resumir en las siguientes páginas (CMC, 2003: 22-37). En el caso de Costa Rica, a finales de 1998 fue intervenido el Banco Federado ante el riesgo de una cesación de pagos. El problema de liquidez se originó por una dificultad de Coovivienda, una cooperativa de ahorro y crédito para el financiamiento de la vivienda, la cual era parte del grupo al que pertenecía el banco. Un serio problema de liquidez llevó a Coovivienda a su insolvencia, contagiando al banco. Así se inició su proceso de autoliquidación ordenada por las autoridades financieras, pero la incapacidad de cubrir el total de los pasivos generó desconfianza en el Federado. Inclusive años después, en el 2002, varios acreedores seguían sin recobrar parte o totalidad de sus acreencias. En el mismo año fue intervenido Bancoop por problemas de insolvencia al haber perdido más del 50% de su patrimonio, su liquidación terminó en el 2003. Por otra parte, el Banco Solidario también fue intervenido en el 2000 por manejos administrativos que llevaron a la inestabilidad e insolvencia de la entidad. Inclusive la declaratoria de quiebra fue apelada por el ex-presidente de la Junta Directiva, atrasando el proceso. En El Salvador, la quiebra de las financieras Finsepro-Insepro fue resultado de un fraude. La primera, funcionaba con una sociedad captadora de fondos de manera paralela e ilegal, Insepro. Durante la primera mitad de 1997, Insepro enfrentó una corrida de depósitos, contaminando a Finsepro, cuya situación financiera era considerada estable. Insepro pagó capital e intereses a inversionistas, emitiendo cheques sin fondos a cargo de otros bancos, incluyendo a Finsepro. En el mismo periodo la Superintendencia del Sistema Financiero intervino a ambas instituciones, aduciendo falsificación de estados financieros, emisión de cheques sin fondos, quiebra dolosa, evasión de fiscalización y defraudación. En el caso de Credisa, que se dedicaba a conceder créditos para la construcción y la adquisición de vivienda; en el año de 1997 63
Debate Económico
en medio de la quiebra de las financieras Finsepro-Insepro fue afectada su situación de liquidez, por lo que recurrió con frecuencia al mercado interbancario y al uso de líneas de crédito de estabilización del Banco Central. Además, su cartera crediticia se deterioró, la Superintendencia solicitó una ampliación de su capital que los accionistas no pudieron cumplir. Este hecho marcó su intervención a finales de 1998, pero bajo una modalidad de vigilancia especial, sin remoción de la Junta Directiva. Fue hasta principios de 1999 que se acordó su disolución y liquidación con la intervención del Gobierno mediante el Instituto de Garantía de Depósitos y del Banco Central. En Guatemala, en el año de 1998, el Banco Empresarial presentó problemas de liquidez resultado de una serie de prácticas contables improcedentes, y el incumplimiento de disposiciones legales y resoluciones de la Superintendencia y la Junta Monetaria. Como consecuencia, en el 2001, las autoridades financieras acordaron la intervención administrativa del banco. En el caso de los bancos Metropolitano y Promotor, llamados bancos gemelos por su misma propiedad, enfrentaron problemas de liquidez que los obligaron a captar recursos interbancarios de corto plazo y a altas tasas de interés, lo que repercutía en su liquidez y rentabilidad. A finales de 1998 ambos bancos empezaron a mostrar recurrentes deficiencias de encaje con importantes operaciones fuera de balance. Además, siguieron prácticas contables tendientes a ocultar su verdadera situación financiera, sobrestimando utilidades y ocultando pérdidas. En 2001 fueron intervenidos ambos bancos, en la que la Superintendencia presentó denuncias en contra de 12 ejecutivos acusándolos de fraude (Banco Central de Guatemala, 2007a). En Guatemala, en el año de 2006 se presenta la quiebra del Banco del Café (Bancafé), el segundo banco del sistema en relación a sus activos. El marco regulatorio de supervisión era débil en estos años, contribuyendo a la quiebra de Bancafé (Banco Central de Guatemala, 2007a). Esta experiencia motivará un cambio en la legislación de supervisión.
64
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
Meses después, la quiebra de Bancafé arrastró a la misma situación al Banco de Comercio. La explicación de los accionistas se centró en que se vieron seriamente afectados por la fuga de dinero que provocó la quiebra de Bancafé (ibídem, 2007b). Sin embargo, dos meses previos a la quiebra, los directivos del Banco de Comercio autorizaron más de 20 millones de dólares en préstamos a empresas ligadas con los mismos socios del banco, más otros préstamos normales. De ésos, casi 13 millones fueron entregados a Organizadora de Comercio 10 , una off shore con sede en Panamá que no era reconocida por la Superintendencia de Guatemala (López, 2007: 8-10). En Honduras, en el 2001 fue intervenido el banco Banchcreser al verse deteriorada su cartera crediticia y enfrentar problemas de liquidez, con lo que entró en quiebra técnica, al no aportar los accionistas nuevo capital que retribuyera su posición. En consecuencia fue sometido a un proceso de liquidación forzosa y sus activos fueron subastados. Por su parte, los bancos Capital y Sogerín entraron en crisis de liquidez a principios de 2002, habiendo perdido todo su capital, sin posibilidades de reposición por parte de los accionistas. Con el fin de evitar el contagio al resto del sistema, ambas instituciones fueron intervenidas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros. En principio se cambió su administración y accionistas, para evitar su liquidación forzosa fueron capitalizados por el Fondo de Seguro de Depósitos, con la intención de administrar los bancos por un periodo corto para venderlos posteriormente. No obstante, a fines de 2002 el Banco Capital se encausó a un proceso de liquidación, al determinar su insolvencia; posteriormente el Banco Sogerín en el 2003 fue vendido al Banco del País. El sistema bancario de Nicaragua fue privatizado en el año de 1999, con lo que nueve bancos privados –todos de capital 10
Investigaciones de la Superintendencia de Bancos de Guatemala detallaron que Organizadora del Comercio, S.A. captó entre 1995 y 2006 aproximadamente 231 millones de dólares de siete mil inversionistas guatemaltecos a quienes las autoridades no le dan respuesta porque su dinero fue colocado en esa off shore que no es regulada y que tampoco paga impuestos en Guatemala (López, 2007: 8).
65
Debate Económico
nicaragüense- concentraban más del 90% de los depósitos del sistema. Previamente a la privatización quebraron dos bancos, en el año de 1996 (el BECA) y en 1998 (el Banco Sur), pero no representaron mayor problema para el sistema financiero debido a su reducida participación en el mercado, aproximadamente el 5.5% del total de activos del sistema. Posteriormente, en 1999 se liquidó un banco estatal por un problema en la cartera crediticia. Sin embargo, para el 2000 el sistema financiero se enfrentó a una serie de quiebras con un fuerte riesgo sistémico. En este año la Superintendencia intervino el banco más grande del país, Banco Intercontinental (Interbank), que contaba con el 14% de los activos totales del sistema. El problema se derivó porque más del 80% de la cartera de préstamos se otorgó a empresas vinculadas con un grupo económico agroindustrial, por lo que era prácticamente irrecuperable. El grupo económico se dedicaba a la exportación de café, la fuerte caída del precio internacional de este producto lo llevó a una situación de mora. Como consecuencia, Interbank tenía un fuerte descalce 11 de moneda al tener una alta proporción de su cartera en moneda extranjera, con lo que no pudo cumplir con el encaje legal y fue intervenido. La intervención en Interbank, entre junio y diciembre de 2000, trajo como consecuencia que se registrara una salida del equivalente del 8.2% del total de los depósitos del público en el sistema. Esto provocó que otros bancos que ya tenían problemas se vieran afectados por estos retiros, trayendo como consecuencia la quiebra de otros tres bancos. Por lo que las autoridades intervinieron el Banco del Café (Bancafé), el Banco Mercantil (Bamer), el Banco Nacional de Industria y Comercio (BANIC). Posteriormente, el Banco de la Producción (Banpro), que forma parte de la Red Promerica, con intereses en todos los países de Centroamérica y Panamá, adquirió los principales
11
El descalce e iliquidez de una institución financiera implica la percepción de sus clientes de que es insolvente, por lo que conduce usualmente a corridas de depósitos, las cuales pueden ser contagiadas a otras entidades que dependen de los pagos de la institución financiera en problemas y pueden ser igualmente ilíquidas, generando con ello una inestabilidad en el sistema financiero de un país.
66
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
activos y pasivos de Interbank, la diferencia sería cubierta con la emisión de títulos de deuda interna. La intervención bancaria en Nicaragua llevó a garantizar la totalidad de los depósitos y la mayoría de los pasivos. Esto tuvo la intención de que los pasivos y activos fueran transferidos a otros bancos locales mediante subasta, mientras el Banco Central cubrió la diferencia entre pasivos y activos por medio de la emisión de títulos de deuda interna de mediano plazo (Certificados Negociables de Inversión –Ceni’s-, indexados al dólar estadounidense), por lo que el costo de la intervención fue asumido por el Gobierno de Nicaragua. En el caso de Bancafé, su situación financiera se venía deteriorando, su cartera vencida sufría alzas, ya que se encontraba vinculada al grupo económico que llevó a la quiebra a Interbank y a la actividad cafetalera en crisis, y tenía préstamos relacionados mas allá a los establecidos por la Ley General de Bancos. A finales del 2000 se decidió llevar a cabo la liquidación forzosa, en principio se decidió respaldar una parte de los depósitos, pero la retirada masiva en otros bancos, provocada de la crisis de Interbank, llevó a respaldar la totalidad de los depósitos. Posteriormente se licitaron sus principales activos y pasivos, la cual fue ganada por el Banco de Finanzas (BDF). La diferencia entre la cartera neta de provisiones y los pasivos del público fue cubierta con Ceni´s del Banco Central. En Bamer su cartera se encontraba concentrada en el sector agrícola, especialmente en la producción de café y el sector comercial. Su cartera se deteriora y sufre un retiro de depósitos con la crisis de Interbank, entrando en insolvencia, que se complicó con una estafa millonaria de un ex socio de la entidad. El banco fue intervenido en 2001, con lo que sus activos y pasivos fueron licitados, ganando el Banco de Crédito Centroamericano (Bancentro). La diferencia entre activos y pasivos fue cubierta con Ceni’s. El Banic a fines de 2001 venía presentando un deterioro en la calidad de su cartera, siendo un tercio de ella en café. Esta situación se complicó con la crisis de Bancafé en 2000 y del Bamer en 2001, lo que se tradujo en fuertes retiros de depósitos. 67
Debate Económico
En consecuencia fue intervenido a mediados de 2001, con lo que se licitaron sus activos y pasivos, que ganó el Banco de la Producción (Banpro). Al igual que los casos anteriores, la diferencia entre activos y pasivos se reconoció con Ceni’s del Banco Central. Para principios de 2008, se dieron una serie de negociaciones entre el Gobierno de Nicaragua y los tenedores de los Ceni’s, como resultado se llegó al acuerdo en el que el total del valor de estos bonos, valuado en 190 millones de dólares (84% en posesión de Banpro y el 16% en Bancentro), fuera redimido anticipadamente y sustituido por nuevos títulos. Los nuevos títulos tienen un plazo de vencimiento de 20 años (el plazo anterior incluía el vencimiento del último tramo de los bonos hasta el año 2013), con pagos escalonados cada 6 meses y la reducción de la tasa de interés a un 5.0% durante los primeros 15 años y 5.25% en los últimos 5 años (anteriormente la tasa era del 8.3%) (Fitch Ratings, 2008: 12). Los costos fiscales de las diferentes intervenciones bancarias han sido variados. El caso de Costa Rica en 1994 implicó en un costo del 3.5% del PIB. Guatemala, hasta el 2002 había incurrido en un costo equivalente al 1% del PIB. Otro caso importante fue el de Nicaragua, donde la intervención de siete bancos durante el cuatrienio 1998-2001 costó cerca de 42% del PIB en el año 2001. Tan sólo, en el año del 2000, cuatro instituciones fueron intervenidas, lo que representó aproximadamente el 40% de los activos del sistema y 39% de sus depósitos (Agosin, et. al., 2004: 65; Ansorena, 2007: 1416). Si comparamos el costo fiscal de las crisis bancarias como porcentaje del PIB en otros países, tenemos que Chile (en la crisis bancaria de 1981-1985) incurrió en un costo equivalente al 33% del PIB, se estimó que por lo menos hasta el 2000 este país continuaba realizando pagos y transferencias tanto a deudores como a algunas instituciones financieras por montos cercanos al 1% del PIB anual; Venezuela (1994) hasta el 2000 incurrió en un costo del 17.2% del PIB; México (1994-1995) se estimó que hasta el 2000 tenía un costo del 11.9%; y Argentina (1980-1982, 1989-1990, 1995) hasta el 2000 con 25% del PIB
68
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
(Amieva y Urriza, 2000 :30). Salvo en Nicaragua, en el resto de los países centroamericanos los costos de estas crisis no han sido significativos, pero, qué costo fiscal es insignificante en una región que enfrenta serias dificultades sociales y económicas. 5. Reflexiones La aplicación de las reformas financieras en Centroamérica tiene un fuerte impulso a partir de la implementación de las reformas estructurales, por lo que en su diseño y ejecución se encuentra una fuerte participación de instituciones internacionales como el FMI el BM. El objetivo principal de la reformas consiste en el rediseño de las leyes e instituciones financieras para garantizar la libre movilidad del capital financiero. A pesar de las numerosas reformas instrumentadas en los países de la región, que toman matices diferentes, todas han cumplido con los mismos objetivos. La primera ola de reformas, conocidas como de primera generación tuvieron el objetivo de construir un marco jurídico centrado en garantizar la regulación y supervisión bancaria, asimismo se implementó la idea de los bancos centrales independientes, con el objetivo de garantizar el control de la inflación. Posteriormente vino una segunda generación donde se fortaleció la libre movilidad de los capitales, para ello se implementó la liberalización de los tipos cambiarios y las tasas de interés, la reducción del encaje legal, así como la promoción de los mercados de capital y la reducción o en sus casos la eliminación de la participación de los Estados en el sector bancario. Las reformas adoptadas han reconfigurado el espacio financiero de la región. El principal efecto se ha reflejado en un crecimiento considerable de los flujos de capital. El principal motivo de ello se debe al proceso de privatizaciones, fusiones y adquisiciones de las empresas financieras y no financieras que se han llevado a cabo durante los últimos veinte años y con mayor intensidad en la última década. Además, existe un panorama de incertidumbre, ya que los flujos de capital se mueven con mucha mayor fluidez generando un 69
Debate Económico
ambiente de vulnerabilidad e inestabilidad, con ello crece el riesgo de una crisis. A pesar de que no existen estudios profundos sobre los eventos de crisis en la región, posiblemente por el pequeño tamaño de sus economías y el reducido impacto que puede tener su sistema en el conjunto del sistema financiero internacional, estos países no han quedado exentos de este tipo de eventos, al verse vulnerados sus sistemas a la fragilidad financiera que se acentuó con las últimas reformas. 6. Bibliografía
Agosin, Manuel R., Roberto Machado y Paulina Nazal (2004), “Capítulo IV. Los mercados financieros”, en Agosin, Manuel R., Roberto Machado y Paulina Nazal (edits.), Pequeñas economías, grandes desafíos. Política económica para el desarrollo en Centroamérica, Washington, D.C., BID, pp. 63-77.
Amieva Huerta, Juan y Bernardo Urriza González (2000), “Crisis bancarias: causas, costos, duración, efectos y opciones de política”, en Serie. Política Fiscal, núm. 108, Chile, CEPAL- División de Desarrollo Económico.
Ansorena, Claudio (2007), “Competencia y regulación en la banca: el caso de Nicaragua”, en Serie. Estudios y perspectivas, núm. 85, México, CEPALBIDRC/CRDI.
Banco Central de Guatemala (2007a), Proceso de suspensión de operaciones del Banco del Café, S.A., Guatemala, Banguat.
Banco Central de Guatemala (2007b), Proceso de suspensión de operaciones del Banco de Comercio, S.A., Guatemala, Banguat.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), <www.cepal.org>.
70
Fragilidad financiera y crisis bancarias en Centroamérica
Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) (2003), Características básicas y evolución reciente de los sistemas bancarios de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, Costa Rica, CMCA.
Correa, Eugenia (2006), “Banca extranjera en América Latina”, en Correa, Eugenia y Alicia Girón (coords.), Reforma financiera en América Latina, Argentina, CLACSO, pp. 67-81.
Correa, Eugenia (2003), “Los sistemas financieros en América Latina: algunas transformaciones”, (consultado el 13 de agosto de 2013) disponible en: <www.redcelsofurtado.edu.mx/archivosPDF/correa6.p df>.
Dubón, Enrique (2008), “Consolidación bancaria en Centroamérica. ¿Puede contribuir a la mayor bancarización regional?, en Notas Económicas Regionales, núm. 11, junio, Costa Rica, Consejo Monetario Centroamericano.
Fisher, Irving (1933), “The debt-deflation theory of great depressions”, en Econometrica, vol. 1, núm. 4, octubre de 1933, Chicago, Journal of the Econometric Society, pp. 337-357, (consultado el 25 de julio de 2013) disponible en: <http://www.jstor.org.pbidi.unam.mx:8080/stable/1907 327>.
Fitch Ratings (2008), Bancos centroamericanos: resultados semestrales y perspectivas”, en Reporte Especial, 22 de agosto, (consultado el 5 de agosto de 2013) disponible en: <http://www.fitchca.com/docs/doc_1298.pdf>.
Flaming, Mark (2005), “Capítulo 9. Desarrollo de los mercados financieros”, en Large, William R. (edit.), Una sólida alianza para el desarrollo. Centroamérica y el BID desde 1990, Washington, D.C., Banco Interamericano de Desarrollo, pp. 323-350.
71
Debate Económico
Galindo, Arturo, Alejandro Izquierdo, Liliana RojasSuárez (2010), Integración financiera en Centroamérica: nuevos desafíos en el contexto de la crisis internacional, Documento de trabajo núm. IDBWP-153, Washington, D.C., Banco Interamericano de Desarrollo.
Keynes, John Maynard (2003) 1936, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, cuarta edición en español, México, FCE.
Kregel, Jan (2004), “Fragilidad financiera e inestabilidad económica”, en Correa, Eugenia y Alicia Girón (coords.), Economía Financiera Contemporánea, Tomo III, México, Miguel Ángel Porrua, pp. 17-39.
López Ocampo, Ismael (2007), “Fraudes financieros en Centroamérica”, en Revista Probidad, El Salvador, agosto, (consultado el 10 de agosto de 2013) disponible en: <http://reportes.files.wordpress.com/2007/08/fraudesfinancieros.pdf>.
Minsky, Hyman P. (2008) 1986, Stabilizing an unstable economy, Estados Unidos, Mc. Graw Hill.
Minsky, Hyman P. (1992), “The financial instability hypothesis”, en The Jerome Levy Economics Institute of Bard College, working paper no. 74, Estados Unidos, Nueva York, (consultado el 5 de agosto de 2013) disponible en: <http://www.levyinstitute.org/pubs/wp74.pdf>.
Schumpeter, Joshep A. (1994) 1911, Teoría del desenvolvimiento económico. Una investigación sobre ganancias, capital, crédito, interés y ciclo económico, México, FCE.
Shah, Hermant, Ana Carvajal, Geoffrey Bannister, Jorge Chan Lau e Ivan Guerra (2008), “Financial sector development: equity and prívate debt markets”, en Desrulle, Dominique y Alfred Schipke (edits.), Central America. Economic Progress and Reforms, EU, FMI, pp. 134-198. 72
Debate Económico, Vol. 2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, pp. 73-96.
Recibido: Enero 2013. Aceptado: Noviembre 2013.
Ciclo económico y actividades productivas en México, análisis y proyecciones Alejandro Alanís Chico1 Resumen Como un elemento de series de tiempo, el ciclo muestra las fluctuaciones de los datos de una variable a lo largo de su tendencia. Bajo el enfoque de ciclos de crecimiento, este análisis permite verificar la asociación que una variable objeto de estudio mantiene con el desempeño de la economía en su conjunto. En este ámbito, es de mucha utilidad extraer el componente de mediano plazo y verificar en cuál de las cuatro fases existentes se está ubicado, así como la duración que presenta cada una de las etapas. Al hablar de ciclo económico y actividades productivas en México, lo que se muestra en este documento es una descripción de la trayectoria de algunas de las principales actividades económicas así como su asociación con respecto al Producto Interno Bruto. Lo anterior se realiza empleando la metodología de ciclos de crecimiento. De forma adicional en el documento se realizan proyecciones de comportamiento para un horizonte de cinco años.
1
Maestro en Administración; alanis@umex.edu.mx;
Universidad
Mexiquense;
mail:
. Debate Económico
Abstract As an element of time series, the cycle shows the fluctuations of the data of a variable along its trend. Under the growth cycle approach, this analysis verifies the association variable under study maintains the performance of the economy as a whole. In this area, it is very useful to extract the medium term component and verify which of the four existing phases is located, and the length presented by each of the stages. Speak about economic cycle and production activities in Mexico, which is shown in this paper is a description of the path of some of the main economic activities and their association with respect to GDP. This is done using the methodology of growth cycles. Additionally projections in document behavior for a five-year horizon are provided. Palabras clave: Ciclo económico, análisis de ciclos, filtros de Hodrick-Prescott, grados y tiempo de co-movimiento. Clasificación JEL: E0, C40 Introducción Los ciclos económicos pueden ser definidos como fluctuaciones cíclicas de la actividad económica en su conjunto. Al estudiarlos se ha descubierto que las variables ligadas a la actividad productiva global revelan estos comportamientos en forma de onda, no obstante, parece existir cierto número de actividades que tienen un desempeño contrario al de la actividad global, sea porque pertenecen a un sector conectado más fuertemente con el exterior o porque pertenecen a un sector no fuerte dentro de las actividades económicas del país. La importancia del análisis radica en el hecho de que es posible visualizar el desempeño de la economía en su paso por cuatro distintas fases del ciclo económico, entendidas como expansiones, auges, contracciones y crisis. En este sentido, contar con la resultante de un análisis de ciclo permite a los integrantes del contexto económico tener idea de en qué fases ha estado la actividad económica, por cuánto tiempo, y de qué 74
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
es lo que se espera para el futuro toda vez que en el ámbito económico la incertidumbre siempre es un componente latente y si se tiene idea del comportamiento futuro de las actividades se pueden tomar decisiones que permitan administrar el riesgo. Por lo anteriormente planteado, resulta importante estudiar la sincronía que las actividades productivas del país mantienen con el desempeño de la economía en conjunto y sobre todo la identificación de la parte del ciclo en la que nos encontramos. En este ámbito, son dos los objetivos del documento; el primero, realizar un análisis sobre el grado de asociación y tiempo de respuesta que las actividades productivas mantienen con el desempeño de la economía a través del enfoque de ciclos de crecimiento, y el segundo, predecir el comportamiento del ciclo de las variables involucradas en un horizonte de cinco años. El documento está dividido en tres partes, la primera presenta la metodología de ciclos de crecimiento empleada para dar lugar al análisis en este trabajo. En la segunda parte, con datos del primer trimestre de 1993 al primer trimestre de 2012, se realiza el trabajo empírico entre el valor de producción de actividades productivas y el Producto Interno Bruto de México. En la última parte se plasman las conclusiones relativas al análisis.
I.
Metodología
Previo a describir los aspectos relativos a la metodología que se emplea, vale la pena mencionar que el estudio de los ciclos se soporta en distintos enfoques, entre ellos los más utilizados son el de ciclos clásicos y ciclos de crecimiento y menos abordados al mismo tiempo que innovadores son los de enfoque no lineal. El primer enfoque parte de la definición de Burns y Mitchell en 1946 en el National Bureau of Economic Research (NBER). Ellos sugerían que el ciclo era el comportamiento en forma de onda que poseía la existencia de cuatro fases las cuales 75
. Debate Económico
inevitablemente se suceden en el tiempo: la prosperidad, la crisis, la depresión y la recuperación (Burns y Mitchell, 1946). En este enfoque, el ciclo es visto como una secuencia de etapas, resalta la importancia del análisis de las características de los regímenes2. Más tarde, en la década de los setenta, Lucas (1977), influenciado por importantes economistas de la época y algunos anteriores, sentaría las bases del enfoque de ciclos de crecimiento al dar un nuevo giro al estudio del tema definiendo al ciclo económico como las desviaciones del producto nacional bruto con respecto a su tendencia a lo largo del tiempo. En este ámbito, a diferencia de la definición de Burns y Mitchell, que definían a los ciclos como una sucesión de expansiones y contracciones, Lucas supone la centralidad del producto y enfatiza el movimiento del resto de las variables en relación al producto. Lucas ya no supone que la tendencia de largo plazo deba ser necesariamente constante, puede crecer o decrecer a lo largo del tiempo. Cuando Lucas establece su definición de ciclo no aclara a qué se refería con “tendencia”, y ante este vacío serán Kydland y Prescott los que hacen operativa la definición de Lucas, completando su concepto y estableciendo que la tendencia de cualquier serie de tiempo es la curva suave que se puede trazar en un gráfico de una serie de tiempo (Kidland y Prescott, 1982). De la misma forma en que Lucas no aclara lo que era tendencia, tampoco deja establecido cómo se aislaba de una serie y en este sentido, los autores Hodrick y Prescott, formulan una metodología para aislar el componente de tendencia 3. 2
Bajo este enfoque se entienden por regímenes del ciclo económico a las fases de expansión y recesión. 3 Tradicionalmente esta metodología es conocida como el filtro de HodrickPescott y es un método para extraer el componente secular o tendencia de una serie temporal, propuesto en 1980. Descompone la serie observada en dos componentes, uno tendencial y otro cíclico. El ajuste de sensibilidad de la tendencia a las fluctuaciones a corto plazo es obtenido modificando un multiplicador λ.
76
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Ya para la década de 1990, Kydland y Prescott contemplan en el análisis de ciclo los siguientes aspectos:
Amplitud de las fluctuaciones. Grado de co-movimiento de variables con respecto al PNB. Desplazamiento de fases.
Dado que el objetivo de este documento es analizar el grado de asociación y tiempo de respuesta que el valor de lo producido en las principales actividades económicas mantienen con respecto a las fluctuaciones de la economía en su conjunto, el enfoque a utilizar es el de ciclos de crecimiento. A continuación se describe la parte operativa de la metodología. Aislamiento de la tendencia para resaltar componente cíclico Se analizan las regularidades empíricas de actividades económicas principales y su relación con el desempeño de la economía usando la metodología sugerida por Kydland y Prescott, los cuales se basan en la definición de Lucas. Según esta metodología, para poder analizar las fluctuaciones cíclicas de alguna serie económica, debemos determinar primero el componte tendencial de la misma. A su vez, en caso de que los datos tengan una periodicidad menor al año, se requiere previamente descomponer el componente estacional, el cual incluye las variaciones intranuales de una serie alrededor de la tendencia en el mismo sub-período de cada año. Este proceso lo realizamos con el método X11 ARIMA. Para separar el componente tendencial, según Hodrick y Prescott (1997) la serie de tiempo yt es la suma de un componente de tendencia gt y un componente de ciclo ct: para todo t = 1,…,T
,
77
. Debate Económico
Para lograr la descomposición, Hodrick y Prescott propusieron como medida de la variabilidad de la componente permanente, la suma de los cuadrados de las segundas diferencias. Como el procedimiento que propone se aplica sobre el logaritmo de la serie, este criterio sugiere minimizar la variabilidad de la tasa de crecimiento de la componente permanente. Motivados por el criterio de variabilidad expuesto anteriormente, Hodrick y Prescott propusieron el siguiente problema de minimización para encontrar la componente permanente (o tendencia) de una serie. {∑
∑ ] },
[
–
donde λ es un número predeterminado, conocido como parámetro de suavización, cuya función en el problema de suavización es penalizar la suma de las segundas diferencias de la componente permanente o tendencia. Entre menor sea el parámetro, la tendencia puede fluctuar más pareciéndose a la serie original, y entre mayor sea éste, más se penalizan las fluctuaciones de la tendencia por lo que se aproxima a una línea recta. Con = 0 no se distingue la tendencia de la serie, y con = variabilidad.
la tendencia es lineal, no tiene
Los autores recomiendan usar = 1600 para series trimestrales y = 100 para series anuales. El filtro de HP se utiliza para extraer la señal cíclica, (mediante la sustracción de la tendencia estimada a la serie original), sin embargo, esto sólo ha de hacerse en series sin estacionalidad ni irregularidad, dado que por la forma de la función de ganancia, los componentes estacionales e irregulares “pasarían” sin ser modificados, dando como resultado una señal cíclica “contaminada” por estos componentes. 78
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
En muchos casos lo que suele hacerse es tratar con logaritmos de manera previa a las variables objeto de aplicación del filtro con la intención de solucionar este problema. Otros autores, como Guay y St-Amant (1996) señalan que el filtro HP “funciona” adecuadamente en la extracción de la señal cíclica cuando el espectro de la serie original presenta un “pico” en las frecuencias “cíclicas”, en el caso de que el espectro esté dominado por las bajas frecuencias (como es el caso de la mayoría de series macroeconómicas), el filtro HP proporciona un ciclo “distorsionado”. Una vez que se desestacionaliza la serie, y se ha calculado su componente tendencial, se puede obtener el componente cíclico.
Yt YtT YtC Yt E
YtC Yt YtT Yt E
A su vez, es conveniente trabajar en logaritmos de las variables, así el componente cíclico estará expresado en términos porcentuales aislado de cualquier unidad de medida. Grado de co-movimiento También basados en el postulado de Lucas acerca de la centralidad del producto, es útil analizar el grado de comovimiento o relación de cada variable con el PIB. Es decir, analizar si cada una de las variables económicas son procíclicas (correlación positiva), contracíclicas, (correlación negativa) o acíclicas (cuando no hay correlación con el producto). Para determinar esto se debe calcular el coeficiente de correlación de Pearson entre la desviación cíclica de cada variable con la desviación cíclica del PIB. Este coeficiente varía entre –1 y 1. Cuanto más cerca de 1 en valor absoluto, más correlacionadas estarán las series. El signo del coeficiente indica si la correlación es positiva (>0) o negativa (<0). 79
. Debate Económico
Para ver si dos series están correlacionadas habría que probar estadísticamente si el coeficiente de Pearson es significativamente distinto de cero. En caso de que rechacemos la hipótesis nula de que sean iguales a cero, podremos concluir que están correlacionados, y habrá que ver el signo para saber si se relacionan directamente o inversamente. Una forma alternativa es seguir las definiciones de Fiorito y Kollintzas que sugieren lo siguiente: Cuadro 1. Análisis del ciclo y grado de asociación Tipo de coValor del Grado de asociación movimiento coeficiente Pro-cíclico
Si >0.2
Es fuerte si >0.5 y débil si 0.2<<0.5
Contra-cíclico
Si ≤-0.2
Es fuerte si <0.5 y débil si -0.5<<0.2
A-cíclico
Si –0.2≤≤0.2
Fuente: Fiorito, R. y Kollintzas, T. (1993). Cambio de fase Esta es otra característica que está relacionada a la centralidad del producto. Con cambio de fase nos referimos al hecho de si una variable cambia antes, en el mismo momento o después que lo hace el PBI. Se dice que alguna variable lidera el ciclo si ésta cambia antes que el producto (es adelantada), que es coincidente con el ciclo si cambia en el mismo momento en que se modifica el producto y se dice que sigue el ciclo si cambia luego de que lo hace el PBI (es rezagada). Para analizar estas 80
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
características también se calculan los coeficientes de correlación de Pearson entre los componentes cíclicos del producto y de cada variable rezagada y adelantada (Kydland y Prescott, 1990). Luego, hay que verificar dónde se da el máximo coeficiente de Pearson. Si es máximo, en valores absolutos, cuando la variable está rezagada, la variable lidera el ciclo o es adelantada. Si por el contrario, el máximo coeficiente de correlación en valores absolutos se da cuando la variable está adelantada y la variable sigue el ciclo o está rezagada. En caso de que el máximo coeficiente de correlación sea el contemporáneo la variable es coincidente con el ciclo o coincidental. Es conveniente que se verifique que los coeficientes de correlación con base en los cuales se caracterizó el comovimiento y el cambio de fase de las variables con respecto al producto, sean estables a lo largo del tiempo. Para esto se calcula la evolución de los coeficientes de correlación contemporánea restringiendo el número de períodos y “corriendo” la muestra eliminando el primer período y agregando uno al final. Este proceso se hace sucesivas veces de modo de obtener una serie de coeficientes a lo largo del tiempo. II. Análisis empírico II.1 Los datos Las series históricas contempladas pertenecen a diecinueve años (1993-2012) con frecuencia trimestral. Como indicador del desempeño de la actividad económica se contempla al Producto Interno Bruto a precios de 2003 y su fuente fue el Banco de México. Con respecto a las actividades económicas principales del país se eligieron de los tres sectores a aquellas cuya participación estuviese por arriba del 1% con respecto al Producto Interno Bruto. Cabe mencionar que los datos también se obtuvieron de Banco de México. Bajo el criterio planteado, hubo un registro de 14 actividades. 81
. Debate Económico
En el siguiente cuadro se presentan los sectores económicos así como la participación porcentual que cada actividad considerada tiene en el PIB y en el sector al que pertenece. Cuadro 2. Participación de actividades productivas en PIB mexicano Sector / Actividad Participación en PIB Participación en sector Sector primario 3.18% Sector secundario 30.42% Minería 4.6% 15.2% Manufactura 17% 58.97% Industria alimentaria 3.97% 13.06% Bebidas y tabaco 1.01% 3.33% Construcción 6.38% 20.99% Equipo de transporte 3.9% 12.95% Químico 1.53% 5.04% Sector terciario 64.72% Comercio 15.89% 24.55% Medios 3.72% 5.75% Salud 2.81% 4.35% Educación 4.5% 6.98% Servicios financieros 5.48% 8.46% y seguros Servicios 2.97% 4.59% profesionales Transporte 7.08% 10.95% Servicios de 2.56% 3.96% alojamiento Fuente: elaboración propia con base en datos de Banco de México. En la gráfica 1 se puede observar el desempeño del Producto Interno Bruto, en esta se captan las fluctuaciones de la actividad económica en México y destaca la contracción de la crisis reciente.
82
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Gráfica 1 Producto Interno Bruto 1993-2012 (Trimestral) 10,000,000
9,000,000
8,000,000
7,000,000 Crisis reciente 6,000,000
5,000,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México http://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternet Action.do?accion=consultarCuadro&idCuadro=CR111&sector=2&locale=es
La gráfica 2 muestra el comportamiento de las actividades primarias y secundarias en el periodo comprendido de 1993 a 2012. En este primer plano se observa que las actividades relacionadas con el sector de alimentos, bebida y tabaco muestran un marcado componente de estacionalidad. Por otro lado, la manufactura en su conjunto presenta rastros marcados de crisis en 1995 y para el periodo 2008-2009 el patrón se repite en actividades de la construcción, equipos de transporte e industria química. Vale la pena señalar que haciendo a un lado a las actividades primarias, el sector secundario representa el 30.42% con respecto al PIB y la sola manufactura participa en un 17 % con respecto a la actividad de la economía en su conjunto.
83
. Debate Económico
Gráfica 2. Actividades Productivas Sector Primario y Secundario, 1993-2012 en millones de pesos Acti vi dades Pri m ari as 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral )
Acti vi dades Secundari as 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral )
M i neri a 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral )
360,000
3,200,000
480,000
320,000
2,800,000
440,000
280,000
2,400,000
400,000
240,000
2,000,000
360,000
200,000
1,600,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
320,000 94
M anufactura 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral )
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Industri a Al i m entari a 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral )
1,800,000
400,000
1,600,000
360,000
1,400,000
320,000
1,200,000
280,000
1,000,000
240,000
800,000
200,000
96
98
00
02
04
06
08
10
Bebi da y T abaco 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral ) 120,000
100,000
80,000
94
96
98
00
02
04
06
08
10
40,000 94
Construcci ón 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral ) 700,000
60,000
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Equi po de transporte 1993-2012 (en m i l l ones de pesos tri m estral ) 400,000
160,000
350,000
150,000
600,000 300,000 500,000
250,000
400,000
200,000
96
98
00
02
04
06
08
10
Industri a quím i ca 1993-2012 (en m i l l ones del pesos tri m estral )
140,000 130,000 120,000
150,000 300,000
110,000
100,000 200,000
50,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
100,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
Fuente: Elaboración propia con base en Banco de México http://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorio InternetAction.do?accion=consultarCuadro&idCuadro=CR111&sector=2&locale=es
84
94
96
98
00
02
04
06
08
10
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Gráfica 3 Actividades del sector terciario 1993-2012 (en millones de pesos trimestral) Activ idades Terciarias 1993-2012 (en millones de pesos trimestral) 6,500,000
Comercio 1993-2012 (en millones de pesos trimestral) 1,600,000
Medios de comunic ac ión 1993-2012 (en millones de pesos trimes tral) 400,000 350,000
6,000,000
1,400,000 300,000
5,500,000 1,200,000
250,000
1,000,000
200,000
5,000,000 4,500,000
150,000 800,000
4,000,000 3,500,000
100,000
600,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
50,000 94
Serv icios de Salud 1993-2012 (en millones del pesos trimestral)
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Serv icios de educación 1993-2012 (en millones de pesos trimestral)
280,000
440,000
600,000
260,000
400,000
500,000
240,000
360,000
400,000
220,000
320,000
300,000
200,000
280,000
200,000
180,000
240,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
400,000
96
98
00
02
04
06
08
10
Serv icios de transporte 1993-2012 (en millones de pesos trimestral) 700,000
350,000
98
00
02
04
06
08
10
100,000 94
Serv icios prof esionales 1993-2012 (en millones de pesos trimestral)
96
Serv icios f inancieros y de seguros 1993-2012 (en millones del pesos trimestral)
94
96
98
00
02
04
06
08
10
Serv icios de alojamient o t emporal 1993-2012 (en millones del pesos trimestral) 240,000 230,000
600,000
300,000
220,000 500,000
250,000
210,000 400,000
200,000 150,000
200,000
300,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
190,000 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
98
00
02
04
06
08
10
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco de México http://www.banxico.org .mx/SieInternet/consultarDirectorioInternet Action.do?accion=consultarCuadro&idCuadro=CR111&sector=2&locale=es
En la gráfica anterior (gráfica 3), se destaca el comportamiento de las actividades de comercio toda vez que se puede observar una estrecha relación y acompañamiento con respecto al desempeño de las actividades terciarias en su conjunto y esto obedece al hecho de que actividades de comercio representan el 24.55% del total de servicios. Al mismo tiempo el sector de servicios representa el 64.72% del PIB. Llama la atención de los planos anteriormente presentados el correspondiente a servicios de transporte, alojamiento y salud, ya que en tiempos de crisis incluidas en el periodo de estudio se puede notar la clara contracción que experimentan y en este ámbito puede adelantarse que mantienen una estrecha conexión con el comportamiento del PIB, aunque será necesario dar paso al trabajo cuantitativo para poder corroborar esta afirmación.
85
. Debate Económico
Es importante mencionar que antes de ser sometidos a la extracción de tendencia para aislar el componente cíclico y poder proceder al análisis que compete al presente documento, todas las series se desestacionalizaron y se trabajó con el logaritmo de las mismas a fin de limpiarlas de comportamientos que pudieran afectar a los resultados. II.2 Análisis cuantitativo En esta sección se procede a separar las series históricas en tendencia y ciclo utilizando el filtro de Hodrick y Prescott. Un estudio adecuado de esta cuestión, exigiría disponer de una definición precisa de los dos componentes de la serie histórica, tendencia y ciclo. Previamente a las operaciones de diferenciación o filtrado, se desestacionaliza cada serie y se obtiene el logaritmo.
Aislamiento de tendencia para la obtención del ciclo
En esta parte se ha estimado una tendencia lineal determinista, obteniendo el ciclo empírico por sustracción, es decir, restando al logaritmo de la serie original la tendencia lineal estimada. Se ilustra el procedimiento para las variables en cuestión. Gráfica 3. Descomposiciones de tendencia y ciclo del PIB *. Producto Interno Bruto de México Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral 16.1 16.0 15.9 15.8 15.7
.08
15.6 .04
15.5
.00 -.04 -.08 94
96
98
00
LPIB
02
04
Trend
06
08
10
Cycle
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
86
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Gráfica 4. Descomposiciones de tendencia y ciclo de las variables objeto de estudio*. Sector Secundario Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral
Sector Primario Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral 12.7
14.9
12.6
14.8 14.7
12.5
14.6
12.4
14.5 .10
12.3
.08
12.2
.04
14.4 14.3
.05
.00 .00
-.04 -.05
-.08
-.10
-.12 94
96
98
00
02
LAPRIM
04
06
Trend
08
10
94
96
Cycle
98
00
02
LACSEC
04
06
Trend
08
10
Cycle
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
Gráfica 5. Descomposiciones de tendencia y ciclo de las variables objeto de estudio*. (Continuación) Minería Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral
Manufactura Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral
13.1
14.4 13.0
14.2 12.9
14.0
.08 12.8
.10
12.7
.05
.04
13.8
.00
13.6
.00 -.04
-.05
-.08
-.10
-.12 94
96
98
00
02
LMINERIA
04
06
Trend
08
10
-.15 94
Cycle
96
98
00
02
LMANUF
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
04 Trend
06
08
10
Cycle
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
Bebidas y tabaco Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral
Industria Alimentaria Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral 12.8
11.6
12.7 11.4
12.6 11.2
12.5 .04
.08
12.4 .02
11.0 .04
12.3
10.8
.00
.00
-.02
-.04
-.04 94
96
98
00
LALI
02
04
Trend
06
08
-.08
10
94
Cycle
96
98
00
LBEYTA
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
02
04 Trend
06
08
10
Cycle
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
87
. Debate Económico Construcción Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral
Equipo de transporte Descomposición en Tendencia y Ciclo 1993-2012 Serie Trimestral 13.4
13.2
13.2
12.8 12.4
13.0 .2
12.8
.1
12.6
.0
12.4
12.0 .2
11.6
.0
11.2
-.2
-.1
-.4
-.2 -.3
-.6 94
96
98
00
LCONS
02
04 Trend
06
08
10
94
Cycle
96
98
00
LEQTRANS
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
02
04 Trend
06
08
10
Cycle
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
* En cada gráfica la línea más alta que presenta irregularidades corresponde al logaritmo de la serie original, la que se extiende a lo largo de la línea anterior es la tendencia calculada, mientras que la línea que se sitúa más cerca del eje horizontal corresponde al componente de ciclo, hallado mediante la sustracción de la tendencia al logaritmo. Aunque en el presente documento sólo se presenta de manera gráfica el aislamiento del componente de tendencia y de ciclo para el PIB y seis de las ocho actividades productivas, el procedimiento a seguir fue el mismo en todos los casos. Siguiendo la dinámica de la metodología, tras haber aislado el componente de tendencia se obtiene el ciclo en cada una de las series. El ciclo obtenido constituye la descripción más ajustada a los hechos históricos. La gráfica 6, muestra claramente los periodos de recesión, recuperación y crisis de las actividades de la economía mexicana en general. Si tomamos como ejemplo el PIB (su descomposición en la gráfica 3), en la última década el crecimiento económico promedio de nuestro país ha sido del 2% si dejar de mencionar la drástica caída de 6.7% experimentada en 2009 debido a la crisis financiera originada en los Estados Unidos. Como se puede observar en la gráfica de ciclo, en el periodo citado predominan las condiciones negativas mismas que reflejan el problema estructural de dependencia casi total del sector externo mexicano hacia la economía norteamericana y del poco éxito de implantar una política de crecimiento de largo plazo. 88
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Gráfica 6. Ciclo del PIB y principales actividades económicas en México, 1993-2012. Trimestral Ciclo PIB
Ciclo Actividades Primarias
.010
.004
.002
.005
.000 .000 -.002 -.005
-.004 Crisis Reciente
-.010
-.006 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
98
Ciclo Actividades Secundarias
00
02
04
06
08
10
06
08
10
Ciclo Mineria
.012
.008
.008
.006 .004
.004
.002 .000 .000 -.004
-.002
-.008
-.004
-.012
-.006 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Ciclo Manufactura
96
98
00
02
04
Ciclo Industria Alimentaria
.015
.006
.010
.004
.005 .002 .000 .000 -.005 -.002
-.010 -.015
-.004 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
98
00
02
04
06
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México.
89
08
10
. Debate Económico
Gráfica 7. Ciclo del PIB y principales actividades económicas en México, 1993-2012 Trimestral (Continuación) Ciclo bebida y tabaco
Ciclo Construcción
.010
.03 .02
.005
.01 .000 .00 -.005 -.01 -.010
-.02
-.015
-.03 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
Ciclo Equipo de transporte
98
00
02
04
06
08
10
08
10
Ciclo industria química
.06
.010
.04
.005
.02 .000 .00 -.005
-.02
-.04
-.010 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Ciclo actividades terciarias
96
98
00
02
04
06
Ciclo actividades de comercio
.012
.03
.008
.02
.004
.01
.000
.00
-.004
-.01
-.008
-.02 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
98
00
02
04
06
08
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México.
90
10
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Gráfica 8. Ciclo del PIB y principales actividades económicas en México, 1993-2012 Trimestral (Continuación) Ciclo Medios
Ciclo Salud
.04
.006
.03
.004
.02
.002
.01
.000
.00
-.002
-.01
-.004
-.02
-.006
-.03
-.008 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Ciclo servicios de educación
96
98
00
02
04
06
08
10
Ciclo servicios financieros y seguros
.004
.03
.003
.02
.002
.01
.001
.00
.000
-.01
-.001
-.02
-.002
-.03
-.003
-.04 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
Ciclo servicios de transporte
96
98
00
02
04
06
08
10
Ciclo servicios de alojamiento
.010
.010
.005
.005
.000
.000
-.005
-.005
-.010
-.010 94
96
98
00
02
04
06
08
10
94
96
98
00
02
04
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México.
91
06
08
10
. Debate Económico
Relación cruzada del precio de las acciones con el Producto Interno Bruto
Como se mencionó en la primer parte, realizar un análisis de ciclo conlleva el compromiso de identificar si una variable o conjunto de variables se encuentran ligadas con el comportamiento de la actividad económica. Puede darse el caso de que la(s) variable(s) de interés se mueva(n) con el PIB (pro-cíclica) o se mueva(n) en dirección opuesta (contra-cíclica) o simplemente tenga(n) un comportamiento independiente (a-cíclica) de la variable de la actividad económica. En este mismo ámbito se hace importante descubrir si las variables en estudio responden a tiempo, de forma adelantada o retardada ante las fluctuaciones del producto interno bruto, lo anterior es relevante ya que en lo general se sabe que las expectativas racionales financieras se adelantan a los hechos económicos. El siguiente cuadro muestra las correlaciones cruzadas que permiten apreciar el grado, el sentido de asociación y tiempo de respuesta entre el ciclo de la economía y el comportamiento de las actividades económicas estudiadas. En los cuadros se presentan tres aspectos principales; el tipo de asociación, grado de asociación y tiempo de respuesta. Finalmente se muestran proyecciones del ciclo económico para las variables objeto de estudio hasta 2017, destacando cuatro aspectos principales: 1. Dado que nos encontramos en una fase de expansión la pregunta es ¿hasta cuándo seguiremos creciendo? Con base en las proyecciones se prevé que la economía siga en ascenso hasta alcanzar su máximo en el tercer trimestre de 2013, a partir de allí iniciará una fase de contracción.
92
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Cuadro 3. Correlación cruzada entre actividades económicas y ciclo de la economía Sector/Actividad
Tipo de asociación
Grado de asociación
Tiempo de respuesta
Sector primario
+0.71
Procíclica
Fuerte
Retardada 32 periodos
Sector secundario
+0.96
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Minería
-0.77
Contracíclica
Fuerte
Retardada 8 periodos
Manufactura
+0.91
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Industria alimentaria
+0.79
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Bebidas y tabaco
-0.81
Contracíclica
Fuerte
Retardada 13 periodos
Construcción
+0.93
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Equipo de transporte
+0.80
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Químico
-0.81 Procíclica
Fuerte
Retardada 14 periodos
Sector terciario
+0.97 Procíclica
Fuerte
A tiempo
Comercio
+0.93
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Medios
+0.85
Procíclica
Fuerte
Retardada 1 periodo
Salud
+0.89
Procíclica
Fuerte
Retardada 3 periodos
Educación
+0.40 Procíclica
Débil
A tiempo
Servicios financieros
-0.60
Contracíclica
Fuerte
Retardada 15 periodos
Servicios profesionales
+0.88
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Transporte
+0.98
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Servicios de alojamiento
+0.97
Procíclica
Fuerte
A tiempo
Fuente: elaboración propia con base en análisis de ciclo.
93
. Debate Económico
2. Partiendo de lo anterior, surge otra pregunta, ¿hasta cuándo durará la contracción?, la respuesta que brindan las proyecciones indica que la fase de contracción llegará hasta el cuarto trimestre de 2016, para a partir de entonces volver a crecer. 3. Se nota en las proyecciones que a pesar de que los servicios poseen más peso en la economía, su ciclo se empezará a desfasar del ciclo del PIB, razón que hace pensar que estas actividades no serán motores de la economía a diferencia de lo que promete la industria al mostrar una sincronía más fuerte con la economía en su conjunto. 4. Las actividades agropecuarias estarán cada vez más divorciadas del desempeño económico global de nuestro país. ¿Qué haremos con el sector? ¿Dejarlo morir? Aprendamos lecciones de la economía norteamericana o europea que consideran al sector primario como de seguridad nacional de tal forma que en foros internacionales defienden a como dé lugar la política de apoyo y subsidios al mismo.
Gráfica 3. Proyecciones del ciclo del PIB y de actividades productivas, 2012-2017 Ciclo PIB y Actividades Productivas Proyecciones a 2017 .012 Proyecciones Tercer trimestre 2013
.008
.004
.000
-.004
Crisis reciente
-.008
Cuarto trimestre de 2016 -.012 94
96
98
00 02 04 PIB Act. Primarias
06
08 10 12 14 Act. Terciarias Act. Secundarias
16
Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco de México
94
Ciclos económicos y actividades productivas en México, análisis y proyecciones
Conclusiones Con base en los resultados generados al aplicar el análisis de ciclo, se puede decir que en general la mayor parte de las actividades económicas son procíclicas manteniendo una relación fuerte y una respuesta a tiempo con respecto al comportamiento del producto interno bruto. Llama la atención el comportamiento contracíclico del rubro bebidas y tabaco por el lado de las actividades secundarias y el de servicios financieros por el lado de las actividades terciarias. Al respecto pueden hacerse los siguientes señalamientos: las bebidas y tabaco son bienes que escapan de la racionalidad económica del ser humano y que no siempre su consumo obedecerá al presupuesto disponible, sea porque se tienen que adquirir para compromisos sociales o para eventos emergentes no planeados. Con respecto a los servicios financieros y de seguros en el que existe un retraso de 15 periodos, puede inferirse que el sector financiero no está respondiendo ante expectativas, más bien está tomando una postura precavida para la toma de decisiones y está esperando que ocurran eventos económicos que garanticen estabilidad antes de tomar decisiones importantes de expansión en el sector. Finalmente con respecto a las perspectivas que muestra el componente de ciclo se espera en forma general que el ciclo de la economía mexicana alcance el punto máximo de crecimiento en la primera mitad de 2014, para posteriormente dar paso a una etapa de contracción económica.
95
. Debate Económico
Referencias bibliográficas
Burns, A. y Mitchell, W. (1946). Measuring business cycles, New York: NBER. Carrera, Pérez y Saller.(1998). El ciclo económico y la recaudación. Reunión Anual. AAEP. Fiorito, R. y Kollintzas, T. (1993). Stylized facts of business i les in the G7 from a real business cycle perspective. European Economic Review. Guay ySt-Amant (1996). Do mechanical filters provide a good approximation to business cycles. Bank of Canada. Hodrick, R.J. y Prescott E.C. (1997). “Poswar US business cycles: An empirical investigation”, Journal of money, credit and banking, The Ohio University Press. Vol 29. Kydland, F. y Zarazaga, E. (1996). Is the Business Cicles of Argentina different? Economic Review. Federal Reserve of Dallas. Lucas, R. (1977). Understanding business cycles. Carnegie-Rochester Series 5. Moral, J. (2002). “Análisis del ciclo económico: Descomposición de series Temporales”, http://www.uam.es/personal_pdi/economicas/gamonal/ doctorado/cicloeco.PDF (17 marzo2012). Sprinkel, B. (1972). “Dinero y mercado financiero, un enfoque monetarista”, trad. por CEMLA, México. Uriel, E. (1995). Análisis de datos: Series temporales y análisis multivariante. Ed. C.1995. Banxico. (2012) www.banxico.org.mx BMV, (2012). Indicadores de precios históricos de las acciones.
96
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Sept.-Dic. 2013, pp. 97-119.
Síntesis de los enfoques metodológicos para la medición multidimensional de la pobreza Eric Urias Romero1 Darío Ibarra Zavala 2 Resumen El concepto de pobreza ha cambiado en los últimos años, de modo tal que ahora no se considera solamente el ingreso económico o la riqueza del individuo para que se le pueda considerar como pobre. Se han incorporado una serie de elementos que hacen que la pobreza se deba medir y cuantificar desde diferentes ángulos, que incluyan elementos tales como esperanza vida, consumo de energéticos, etc. En México, la medición de la pobreza ha incorporado diferentes elementos, por lo que la pobreza se considera como multidimensional, esto es, no sólo importa el ingreso o riqueza monetaria, sino otros elementos que impactan en el bienestar de la población. El presente artículo hace una revisión de la literatura sobre la materia. Palabras Clave: pobreza, distribución del ingreso, medición. 1
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). 2 Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl-UAEM y Laboratorio de Análisis Económico y Social, A. C.
Debate Económico
Clasificación JEL: D31, D33, D63
Abstract The concept of poverty has changed in the last years, so now it includes not only economic income or wealth to consider a family as poor. In measuring poverty it has been included a list of elements that makes that poverty can be measured from several angles that includes elements such as expectation of life, energy consumption, etc. In Mexico measurement of poverty takes into account several elements, so poverty is considered as multidimensional, which means, not only matters the wealth or income, but others elements that have an impact in population welfare. This article makes a review about economic literature on this subject. Key words: Poverty, income distribution, measurement.
JEL: D31, D33, D63
Introducción Históricamente se ha considerado que la pobreza es un fenómeno que tiene que ver esencialmente con el ingreso o la riqueza de un individuo o familia. Así, se ha considerado pobre a una persona que no tiene un nivel de ingreso determinado que le permita adquirir una canasta de bienes que, en el contexto social donde se desenvuelve, se considera crucial para no ser pobre. En resumen, la pobreza se ha considerado como la carencia de recursos económicos, o más propiamente dicho,
98
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
monetarios, que provocan la necesidades básicas.
insatisfacción de ciertas
Sin embargo, este enfoque ha cambiado en los últimos años. De hecho, el enfoque por sí mismo es problemático, pues puede provocar que algunas personas se consideren pobres dentro de su contexto y ricas en otro. Por poner un ejemplo, un ingreso de 1,000 dólares al mes para una familia de Estados Unidos de América implica pobreza, pero en México no, mucho menos en países como Cuba o India, donde tal ingreso casi sería escandaloso. Por tal razón es que se han desarrollado otros enfoques para medir la pobreza, considerando que ésta es no sólo un fenómeno de ingreso monetario, sino de insatisfacción de una serie de necesidades que se consideran básicas. Cabe agregar que dichas necesidades son móviles y cambian con el tiempo, en ocasiones de manera dramática. Ejemplo de ello lo constituye el drenaje, la electricidad y el agua entubada, que ahora se consideran necesidades básicas y cuya carencia implicaría pobreza. Sin embargo, en la edad media, los mismos reyes no contaban con tales servicios, por lo que, a nuestros ojos, podrían parecer pobres. Así pues, el concepto de pobreza no es único ni estático. Presenta una serie de dilemas y problemas para su medición. El consenso actual, sin embargo, es que la pobreza no es sólo un fenómeno monetario, pues intervienen una serie de factores que deben considerarse para que alguna persona o familia se consideren como pobres. El objeto del presente artículo es hacer un recuento de los principales enfoques contemporáneos que se utilizan para la medición de la pobreza desde una perspectiva mucho más amplia que la puramente monetaria o económica,
99
Debate Económico
sin pretender ser exhaustivos, más bien es un recuento de los principales métodos de medición de pobreza.
1. Los pioneros Anand y Sen (1997), usan tres indicadores: i) esperanza de vida (porcentaje de individuos cuya esperanza de vida es menor a 40 años), ii) educación (porcentaje de individuos analfabetas) y iii) un indicador concerniente a salud que es el resultado de una media aritmética de otros tres indicadores que son la proporción de población sin acceso a servicios de salud, la proporción de población sin acceso a agua potable y el porcentaje de niños menores de cinco años en condiciones de desnutrición. Para obtener un índice de pobreza se agregan los tres indicadores primarios usando una ponderación, la cual es arbitraria. Este índice no incluye al ingreso como dimensión y tampoco toma en cuenta la correlación que posiblemente existe entre sus tres componentes. De acuerdo a la construcción de este índice se puede contabilizar más de una vez a un mismo individuo (Gallo, 2011). Sin embargo, es uno de los primeros intentos por medir la pobreza desde una perspectiva más amplia al ingreso monetario. 2. Las necesidades básicas insatisfechas y la línea de pobreza Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP), que de acuerdo con Boltvinik (2003) consiste en combinar la variante mejorada de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) con la variante de la canasta normativa generalizada de la Línea de Pobreza (LP) e incorporar un indicador de pobreza de tiempo, para obtener un índice de pobreza integrado por hogar que permite calcular todas las medidas agregadas de pobreza.
100
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
El primer paso del método es la identificación de los umbrales normativos que establecen la satisfacción o privación de las NBI por separado y de la LP monetaria por otro. El segundo es la construcción de un sistema de ponderadores inspirados en criterios normativos y traducidos en valores monetarios. El tercer paso es la construcción de un índice ponderado de privación para cada una de las dimensiones consideradas. El cuarto paso es la construcción de un índice compuesto para el subconjunto de necesidades básicas no susceptibles de ser evaluadas, de manera directa, por medio del ingreso. El quinto movimiento es el índice de privación del ingreso estable equivalente. El paso final es la construcción de un índice agregado y ponderado de pobreza del hogar (Mora, 2010). 3. La pobreza en los infantes El enfoque multidimensional de Bristol (Gordon y otros, 2003) ha hecho una contribución substancial a la medición de la pobreza en la infancia, expandiendo el enfoque que se basa en los ingresos. Este modelo fue la primera medición de conteo de la pobreza en la infancia y también está alineado con el enfoque basado en derechos y con el amplio consenso internacional sobre cuáles son las dimensiones esenciales para el desarrollo humano. Si bien la medida mejora el enfoque de los ingresos de la pobreza, ésta no da cuenta del grado, profundidad, o severidad de las dimensiones de pobreza en la infancia. Además, la incidencia no puede desagregarse para descubrir los componentes de la pobreza en la infancia en diferentes regiones o grupos etarios o de género. La estrategia de Gordon consiste en estimar un índice de privación económica, empleando una única línea de pobreza para todo el país. Posteriormente, se estima un índice de privación considerando las otras dimensiones seleccionadas. El tercer paso consiste en construir un índice aditivo de privación
101
Debate Económico
que sintetiza la información de los otros dos índices antes construidos. El cuarto paso es estimar la línea objetiva de pobreza, definida como el punto de corte que permite identificar a los “verdaderos” pobres en las distribuciones conjuntas del índice de pobreza económica y el índice de privación social (Mora, 2010). 4. Ingreso monetario vs bienestar no monetario Por su parte, Bourguignon y Chakravarty (2003), combinan una medición del bienestar monetario y otra no monetaria. Adoptan el enfoque de la unión para la identificación de los pobres multidimensionales. Esto significa que un hogar se considera pobre multidimensional si presenta privaciones en al menos una de las dimensiones consideradas. Aunado a esto, el índice es axiomático y está fundamentado en la teoría Microeconómica neoclásica. Lo anterior permite determinar si las dimensiones monetarias y no monetarias son sustitutas o complementarias entre sí. La familia de índices de pobreza multidimensional propuesta por Bourguignon y Chakravarty, suma las carencias de cada dimensión y utiliza una función de elasticidad de substitución constante que permite incorporar diferentes grados de sustitución entre dimensiones. Este índice puede verse como la generalización a más de una dimensión del tradicionalmente usado índice FGT (Foster-Greer-Thorbecke) para la medición de la pobreza unidimensional. El índice agrega en un solo indicador el déficit que cada individuo tiene en cada dimensión, respecto a un nivel mínimo de necesidades básicas. Además, el índice de pobreza es invariante con la escala y permite descomponer la pobreza por subgrupos de la población. Así el índice se obtiene con la siguiente fórmula:
102
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
P X ; z
1 q m xij a j Sij 1 n i 1 j 1 z j
Donde X: Matriz de n casos por m dimensiones o atributos. z: Conjunto o vector de umbrales. n: Número total de individuos (u hogares). m: Número total de dimensiones.
xij : Valor de la dimensión j respecto del individuo (u hogar) i. zj: Umbral de privación para la dimensión j. Sij: Función del indicador de privación, la cual se define de la siguiente manera: 1 xij z j Sij 0 xij z j a j: Peso o ponderación que se asigna a la dimensión j. q: Número de personas (u hogares) con privación en al menos una dimensión (según el enfoque de unión). α: Parámetro que da la intensidad a la distancia que hay entre el individuo y el umbral considerado. Entre más grande sea α, más importancia se le da a la distancia. Este parámetro se considera un indicador de la “aversión a la desigualdad”, que muestra la importancia que se les asigna a los más pobres en comparación con los que están cerca de la línea de pobreza. θ: Parámetro de elasticidad de sustitución de las distancias de dimensiones respecto de sus umbrales. Define el grado de equivalencia en la transferencia de unidades desde una dimensión (la distancia de dicha dimensión respecto del umbral) a otra, o desde un individuo con algún grado de privación en una dimensión a otro individuo con otro grado de privación en la misma dimensión.
103
Debate Económico
5. Otros enfoques de contraste de pobreza monetaria y de otra naturaleza Otra metodología de medición es la propuesta por López Calva y Rodríguez Chamussy (2005), se divide en tres etapas: i) identificación de la población en pobreza, en términos de ingreso, utilizando las líneas de pobreza y la metodología del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (CTMP); ii) la segunda etapa asocia a la condición de pobreza con tres vectores de características para determinar un puntaje, la que se interpreta como la “probabilidad de pertenencia” de un hogar al conjunto de los pobres, y iii) la última etapa del proceso metodológico consiste en, primero, calcular la magnitud de la consistencia entre la medida de pobreza monetaria y los perfiles de pobreza para varias dimensiones y, segundo, calcular la discrepancia entre el indicador de pobreza basado en el ingreso y la “probabilidad de pertenencia” al grupo de pobreza obtenido mediante el modelo probit, en donde se asocian de manera multivariada la pobreza monetaria y las demás dimensiones. A las inconsistencias en las clasificaciones de “pobre” y “no pobre” para un mismo hogar bajo distintos criterios, le llamamos “discrepancia de exclusión, o tipo I”. Esta medida nos indica el porcentaje de hogares que no son pobres bajo una medida monetaria, pero sí lo son (o tienen probabilidad alta de serlo) en algún otro atributo (educación, características físicas de la vivienda, servicios básicos en la vivienda, seguridad social).
Alkire y Foster (2008) proponen un enfoque intermedio, de acuerdo al cual un individuo/hogar es identificado como pobre si sufre privaciones en k dimensiones, donde k varía entre 1 (enfoque de unión) y el número total de dimensiones utilizadas (enfoque de intersección). De este modo, proponen un método de identificación de línea de corte dual. Se identifica a quién es
104
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
pobre en dos pasos muy intuitivos. Primero, se establece un umbral dentro de cada dimensión para determinar si una persona presenta carencias en esa dimensión. En segundo lugar, se establece un umbral sobre todas las dimensiones que fija el rango de privaciones que una persona debe sufrir para ser considerada pobre. Una vez superada esta etapa, debe agregarse la información individual en un indicador global de la sociedad. Existen diversas alternativas para esta etapa, entre las que suele optarse por alguna extensión de la familia de índices FGT por sus propiedades y simpleza. Entre las que sobresalen, que puede ser desglosado hasta alcanzar grupos meta de los más pobres y las dimensiones en las que éstos sufren mayores privaciones. La fórmula para el FGT está dada por:
1 H z yi FGT N i 1 z
Donde z es la línea de pobreza, N es el número de personas en una economía, H es el número de pobres (aquellos con ingresos iguales o inferiores a z), yi son los ingresos individuales y α es un parámetro de "sensibilidad". Si α es baja, entonces todas las personas con ingresos por debajo de z tienen aproximadamente el mismo peso. Si α es alta, aquellos con ingresos más bajos (los más alejados a z) tienen más peso en el índice. Cuanto mayor sea el estadístico FGT, más pobreza existe en una economía.
6. Siguiendo los pasos de los pioneros Colafranceschi, Peyrou y Sanguinetti (2009), siguiendo el enfoque de las capacidades de Amartya Sen, aplican técnicas de análisis multivariados — Análisis de Correspondencias
105
Debate Económico
Múltiples (ACM) y Análisis de Conglomerados (AC)— para el estudio de la pobreza como un fenómeno multidimensional. Uno de sus objetivos fue encontrar en la población un grupo de hogares que por sus características pudiera ser considerado como de pobreza multidimensional de acuerdo al enfoque de Sen. Sin embargo, estos autores tampoco desarrollan una medida agregada de pobreza. En una primera etapa se lleva cabo un ACM con las variables correspondientes a las dimensiones comunicación, confort, laboral y de la vivienda, con el fin de reducir de manera eficiente la información contenida dentro de cada una de ellas. En una segunda etapa se realiza un AC a partir del cual se construye una tipología de hogares. En esta etapa el análisis se centra, dado el objetivo de estudio, en la identificación de un grupo de hogares en situación de pobreza multidimensional y el estudio de sus características. Además se incluyen algunas otras variables que no fueron consideradas inicialmente para una mejor caracterización de los grupos. La metodología de Asselin (2009), consiste en crear un indicador compuesto de múltiples indicadores cualitativos de pobreza para diferentes unidades de población (individuos, hogares, etc.). Con el fin de obtener el indicador compuesto: primero, se calcula el perfil de cada unidad de población relativo a indicadores básicos (de educación, salud, vivienda, etc.); segundo, a cada perfil se le aplican pesos-categoría, los cuales se obtienen del ACM; por último, los indicadores básicos ponderados se suman en un indicador compuesto cuantitativo. Con el indicador compuesto es posible calcular índices estándar de pobreza, una vez que la línea de pobreza ha sido establecida.
106
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) desarrollado por Alkire y Santos (2010), identifica una serie de privaciones en las mismas tres dimensiones del Índice de Desarrollo Humano (IDH) (salud, educación y nivel de vida), reflejadas mediante diez indicadores,3 cada uno de los cuales tiene igual ponderación dentro de cada dimensión. Muestra el número de personas que son pobres (que sufren privaciones) y el número de privaciones con las que usualmente vive una familia pobre. La medida permite determinar la naturaleza de la privación (de acuerdo con las dimensiones seleccionadas) y la intensidad de la misma. Es posible agrupar el índice por región, grupo étnico, dimensión de la pobreza y otras categorías. Por otra parte, la metodología estadística para la medición multidimensional de la pobreza en México, desarrollada por Rubén Hernández Cid y Humberto Soto de la Rosa, señala que la pobreza es un fenómeno multidimensional que requiere un seguimiento temporal y espacial. Su estrategia metodológica se fundamenta en la aplicación de una técnica estadística de análisis multivariado, el Análisis de Componentes Principales Comunes (ACPC). Los autores formulan una estrategia que en términos generales, implica dos pasos. Primero, realizar la construcción de un índice compuesto de pobreza a partir del estudio del universo de indicadores que se desprenden de la operacionalización de las diferentes dimensiones elegidas. El segundo paso es la construcción de un umbral de pobreza que permite el cálculo de la incidencia, la severidad y la intensidad de la pobreza, en concordancia con el índice FGT. Para ello, los autores seleccionan el primer 3
Los diez indicadores son: bienes, piso, electricidad, agua, saneamiento, combustible para cocinar, matriculación escolar, años de instrucción, mortalidad infantil y nutrición. Los primeros seis contenidos en la dimensión nivel de vida, los siguientes dos en educación y los últimos dos en salud.
107
Debate Económico
componente del análisis factorial. Finalmente, la metodología genera resultados que pueden desagregarse según las dimensiones establecidas en la Ley General de Desarrollo Social (LGDS) (Mora, 2010). 7. La medición de la pobreza en México Por último, la medición multidimensional de la pobreza adoptada por el CONEVAL (2010), concibe la pobreza a partir de tres grandes espacios: el bienestar económico, los derechos sociales y el contexto territorial. A diferencia de otras aproximaciones teórico metodológicas para la medición multidimensional de la pobreza, la metodología no combina en un solo índice o indicador a los derechos sociales y los recursos monetarios, sino que los considera de manera independiente para la identificación de la población pobre. La identificación de la población en situación de pobreza se realiza en dos etapas: en la primera, se determina si los ingresos de una persona son suficientes para la satisfacción de sus necesidades, lo cual se mide a través del indicador de ingreso corriente total per cápita (ICTPC) y se compara con dos líneas de pobreza (línea de bienestar económico —LBE— y línea de bienestar mínimo —LBM—). Para calcular el valor de estas líneas se elaboraron dos canastas de consumo, una alimentaria (LBM) y otra que incluye, además de los alimentos, todos los bienes y servicios de consumo habitual (LBE). El valor monetario de estas canastas se definió tanto para los ámbitos rural y urbano.4 Asimismo, para cada uno de los seis indicadores asociados al espacio de los derechos sociales, se genera una variable dicotómica que permite distinguir si la persona padece la 4
Se considera que una persona vive en el ámbito rural si la localidad tiene menos de 2,500 habitantes; en caso contrario se considera que vive en el ámbito urbano.
108
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
carencia o no. Después se construye el Índice de Privación Social (IPS) para saber cuántas carencias padece la persona.5 A partir del IPS, se generan dos indicadores dicotómicos: el que identifica a la población con al menos una carencia social y otro que identifica a la población con tres o más carencias sociales. En la segunda etapa, se combinan los indicadores generados en la etapa previa, a fin de identificar a la población en situación de pobreza o vulnerabilidad. A partir de los indicadores de ingreso y de carencia social una persona puede clasificarse en uno y sólo uno de los cuadrantes que se muestran en la figura 1. Se considera pobre si la persona tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar y presenta al menos una carencia social; es vulnerable por carencias sociales si tiene un ingreso superior o igual a la línea de bienestar pero tiene una o más carencias sociales; es vulnerable por ingresos cuando no presenta carencia social alguna pero su ingreso es inferior a la línea de bienestar, y es no pobre y no vulnerable si su ingreso es igual o superior a la línea de bienestar y no tiene carencias sociales. Con el propósito de priorizar los esfuerzos de política pública en aquellas personas que presentan niveles de ingreso menores a la línea de bienestar mínimo (canasta alimentaria) y tres o más carencias sociales, la metodología identifica (figura 2) a la población en pobreza extrema. Asimismo se identifica a la población en pobreza moderada, aquella persona que siendo pobre, no es pobre extrema.
5
Los valores que toma el IPS van de cero a seis. Debido a que el CONEVAL adoptó el enfoque de derechos humanos, todas las carencias sociales valen lo mismo, es decir, uno. Si la persona padece al menos una carencia social se dice que hay una negación de sus derechos fundamentales.
109
Debate Econ贸mico
Figura 1
Fuente: CONEVAL, 2010 Figura 2
Fuente: CONEVAL, 2010 Una vez identificadas las personas pobres y vulnerables, es necesario contar con una serie indicadores que permitan analizar la magnitud y los cambios en los niveles de pobreza. Las medidas agregadas de pobreza deben satisfacer un conjunto de propiedades, entre ellas: asegurar la comparabilidad de las mediciones de pobreza a nivel nacional, estatal y municipal, y a lo largo del tiempo; permitir valorar la contribuci贸n de los estados y los municipios a la pobreza nacional; posibilitar el
110
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
conocimiento de la participación de cada una de las dimensiones, y satisfacer algunas propiedades analíticas. La metodología de medición define tres tipos de medidas agregadas de pobreza: incidencia H (porcentaje de población y número de personas), profundidad A (número promedio de carencias sociales y la distancia promedio del ingreso de la población con un ingreso inferior a la línea de bienestar, respecto a esta misma línea) e intensidad M 0= H ∙ A (se mide al multiplicar la incidencia por la profundidad). Las medidas de intensidad permiten conocer la contribución a la pobreza de las distintas carencias sociales que padece la población. 6 La metodología implementada por el CONEVAL en 2010, permitió cumplir con lo que señala la LGDS y con la metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México. Identificar a la población en pobreza y en cada uno de los cuadrantes, calcular las medidas agregadas de incidencia, profundidad e intensidad, tener la posibilidad de desagregar la información por grupos de población y dimensiones, calcular de manera integrada la cohesión social y ser consistente con la estimación estatal y nacional. En el cuadro 1 se hace una recapitulación de los distintos enfoques metodológicos para la medición multidimensional de la pobreza.
6
Las medidas de intensidad se reportan para la población pobre, pobre extrema y con al menos una carencia social.
111
Debate Económico
Cuadro 1. Enfoques metodológicos Método
Dimensiones
Anand-Sen •Esperanza de vida •Educación •Salud Método de •Educación Medición Integrada de •Salud Pobreza (MMIP) •Seguridad social •Vivienda •Servicios sanitarios de la vivienda •Energía doméstica •Teléfono •Eliminación de basura •Bienes durables •Ingresos •Tiempo libre Gordon •Alimentación •Agua potable •Servicio de limpia •Salud •Vivienda •Educación •Información •Acceso a servicios Bourguignon- •Ingreso Chakravarty •Salud
Relación entre Valor de los Enfoque para Identificación Agregación Resultado dimensiones ponderadores identificación Suma ponderada Arbitrarios Unidimensional Individuo Medidas de Índice sintético incidencia “Normativos” (arbitrarios)
Unión
Hogar
Medidas de incidencia Medidas de profundidad Medidas de intensidad
Índice sintético
Suma ponderada
Arbitrarios
Intermedio Intersección
Hogar
Medidas de incidencia
Conjunto de índices
FGT
Equitativos
Unión
Individuo
Medidas de incidencia Medidas de profundidad Medidas de intensidad
Par ordenado de índices
Relativos
Intermedio
Hogar
Medidas de incidencia
Conjunto de índices
Promedio ponderado
•Educación
LópezRodríguez
•Etc. •Ingreso Modelo probit •Educación del jefe de hogar •Asistencia escolar de niños entre 6 y 15 años de edad •Condición de trabajo de niños entre 12 y 15 años de edad •Materiales de construcción de la •Disponibilidad de agua entubada en la vivienda •Disponibilidad de servicio sanitario con conexión de agua en la vivienda •Hacinamiento en el hogar •Disponibilidad de refrigerador para uso del hogar •Seguridad social para al menos uno de los miembros del hogar
112
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
Cuadro 1. Enfoques metodológicos (continuación) Método FosterAlkire (OPHI)
Dimensiones No especificadas
Colafrances •Comunicación chi, Peyrou •Educación y Sanguinetti •Ingresos •Confort (riqueza) •Laboral •Vivienda Asselin •Nutrición •Educación básica •Atención básica a la salud •Servicio de limpia •Agua potable •Vivienda •Ingreso •Participación comunitaria IPM •Nivel de vida PNUD •Educación •Salud Hernández- •Ingreso corriente per cápita Soto •Rezago educativo promedio en el hogar •Acceso a servicios de salud •Acceso a la seguridad social •Calidad y espacio de la vivienda •Acceso a los servicios básicos en la vivienda •Acceso a la alimentación •Grado de cohesión social CONEVAL •Ingreso corriente per cápita
Relación entre Valor de los Enfoque para Identificación Agregación dimensiones ponderadores identificación FGT Equitativos Intermedio Individuo Medidas de Generales (línea de corte Medidas de (relativos) dual) profundidad Medidas de Análisis de Equitativos Unión Grupo de Medidas de Correspondencia individuos incidencia s Múltiples (ACM) y Análisis de Conglomerados Análisis de Categórica Intermedio Individuo Medidas de Correspondencia incidencia s Múltiples (ACM)
FGT
Análisis de Componentes Principales Comunes (ACPC)
Equitativos
Intermedio
Individuo
Relativos
Intermedio
Individuo
Suma ponderada Proporcionales: Intersección un medio para el ingreso y un medio para el resto de los indicadores (un doceavo para
•Rezago educativo
Individuo
Resultado Par ordenado de índices
Conjunto de índices
Índice sintético
Medidas de Medidas de profundidad Medidas de Medidas de Medidas de profundidad Medidas de
Índice sintético
Medidas de incidencia
Par ordenado de índices
Conjunto de índices
Medidas de profundidad Medidas de
•Acceso a los servicios de salud •Acceso a la seguridad social •Calidad y espacios de la vivienda •Acceso a los servicios básicos en la vivienda •Acceso a la alimentación
Consideraciones finales Existe amplio consenso en la literatura sobre pobreza acerca de la necesidad de considerar indicadores que mejoren a los tradicionales análisis basados únicamente en ingresos y Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Las propuestas de
113
Debate Económico
medición multidimensional han sido tan numerosas y diversas que han llevado a un debate fructífero, con el consecuente mejoramiento continuo de los métodos. En los últimos años se han realizado diversas investigaciones encaminadas a presentar nuevos resultados y metodologías innovadoras, se ha ampliado el número de dimensiones incorporadas al análisis y examinando la forma en que éstas interactúan. No existe un patrón único que determine qué metodología debe utilizarse, ni qué dimensiones es necesario incluir, puesto que estas decisiones dependen de los países y períodos en que se realice el estudio. La metodología de CONEVAL es una aplicación particular al caso de la medición de pobreza en México, esta metodología cumple con los propósitos que la Ley General de Desarrollo Social ha establecido en materia de definición y medición de la pobreza, y genera elementos que pueden ser utilizados en el análisis y evaluación de las políticas públicas. La metodología está en constante revisión y tiene la ventaja de que puede incorporar varios indicadores.
Bibliografía Alkire, Sabina y Foster, James. (2007). “Counting and Multidimensional Poverty Measurement”, OPHI Working Paper Series, Oxford Poverty & Human Development Iniative (OPHI), Oxford, (OPHI Working Paper, 7), recuperado de http://www.ophi.org.uk/pubs/Alkire_Foster_CountingMultidim ensionalPoverty.pdf (2008, 18 de junio).
114
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
_____ (2009). “Memo to CONEVAL”, mimeo. _____ (2011). “Counting and Multidimensional Poverty Measurement”. Journal of Public Economics. Vol. 95, Núm. 78. (pp. 476-487). Alkire, Sabina y Santos, Maria Emma. (2010). “Acute Multidimensional Poverty: A New Index for Developing Countries”, OPHI Working Paper No. 38, Queen Elizabeth House, University of Oxford. Anand, Sudhir y Sen, Amartya. (1997). “Concepts of Human Development and Poverty: a Multidimensional Perspective”. Human Development Papers, United Nations Development Programme, New York. Asselin, Louis-Marie. (2009). Analysis of Multidimensional Poverty: Theory and Case Studies. Springer/IDRC. Atkinson, Anthony. (2003). “Multidimensional Deprivation. Contrasting Social Welfare and Counting Approaches”. Journal of Economic Inequality vol.1. (pp. 51–65). Brandolini, Andrea y Giovanni D'Alessio. (1998). Measuring Well-being in the Functioning Space. Mimeo. Roma. Banco d'Italia Research Department. Boltvinik, Julio y Hernández Laos, Enrique. (1999). Pobreza y distribución del ingreso en México. México. Siglo XXI Editores. Boltvinik, Julio. (2003). “Tipología de los métodos de medición de la pobreza, los métodos combinados”. Comercio Exterior. (pp. 453-565).
115
Debate Económico
_____ (2007). “Multidimensional Poverty Measurement. A Methodological proposal for Mexico according to the requirements defined in the Law for Social Development (LGDS)”, mimeo. _____ (2010). “Principios de medición multidimensional de la pobreza”. Mora, Minor (coord.), Medición multidimensional de la pobreza en México. México. El Colegio de MéxicoCONEVAL. Bourguignon, Francois y Chakravarty, Satya. (2003). “The Measurement of Multidimensional Poverty”, Journal of Economic Inequality, vol. 1, núm. 1. (pp.25-49). Chakravarty, Satya et. al. (1998). “On the Family of Subgroup and Factor Decomposable Measures of Multidimensional Poverty”. Research on Economic Inequality vol. 8. (pp. 175– 194). Chakravarty, Satya. (2007). “Multidimensional Measurement Methodology for Mexico”, mimeo.
Poverty
Chakravarty, Satya y Silber, Jacques. (2008). “Measuring Multidimensional Poverty: the Axiomatic Approach”. en Kakwani, Nanak y Jacques Silber (eds.), Quantitative Approaches to Multidimensional Poverty Measurement. Palgrave Macmillan. New York. (pp. 192–209). Colafranceschi, M., Peyrou, M. y Sanguinetti, M. (2009). “Pobreza multidimensional en Uruguay: una aplicación de técnicas multivariadas”. Montevideo. Trabajo presentado en la red de Desigualdad y Pobreza (Network on Inequality and
116
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
Poverty, NIP), en el marco de la reunión anual del capítulo uruguayo, 4 y 5 de junio. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2010), Metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México. México. _____ (2012), Construcción de las líneas de bienestar. Documento metodológico. México Deutsch, Joseph y Silber, Jacques. (2005). “Measuring Multidimensional Poverty: An Empirical Comparison of Various Approaches”. The Review of Income and Wealth vol. 51. (pp. 145–174). Feres, Juan Carlos y Villatoro, Pablo. (2012). “La viabilidad de erradicar la pobreza: Un examen conceptual y metodológico”. Serie Estudios estadísticos y prospectivos, N° 78, CEPAL. Santiago de Chile. Gallo, César Rafael, Roche, José Manuel. (2011). Las dimensiones de la pobreza en Venezuela y sus cambios entre 1997 y 2010: Propuesta de una medida multidimensional. Caracas: Gerencia de Comunicaciones Institucionales, BCV, 2011. Gordon, David. (2002). “The international measurement of poverty and anti-poverty policies”. Townsend, P. y Gordon, D. (eds.). World Poverty: New Policies to Defeat an Old Enemy. (pp. 53-80). Londres. The Policy Press. _____ (2006). “The concept and measurement of poverty”, en Christina Pantazis, David Gordon y Ruth Levitas (eds.),
117
Debate Económico
Poverty and social exclusion in Britain. The millennium survey, Bristol, The Policy Press. Gordon, D., S. Nandy, C. Pantazis, S. Pemberto y P. Townsend. (2003). Child poverty in the developing world, Bristol, The Policy Press. Kakwani, Nanak y Silber, Jacques (eds.). (2008a). The Many Dimensions of Poverty. New York. Palgrave Macmillan. _____ (2008b). Quantitative Approaches to Multidimensional Poverty Measurement. Palgrave Macmillan. New York. López Calva, L. F. y Rodríguez Chamussy, L. (2005). “Muchos rostros, un solo espejo: restricción es para la medición multidimensional de la pobreza en México”. Székely, M. (Coord.), Números que mueven al mundo: la medición de la pobreza en México. México. Sedesol-CIDE-ANUIES, Miguel Ángel Porrúa. Minujin A. et al. (2006). “Pobreza infantil: conceptos, medición y recomendaciones de políticas públicas”, Cuaderno de Ciencias Sociales, Costa Rica, FLACSO-Costa Rica, (cuaderno 140). Mora, Minor (coord.). (2010). Medición multidimensional de la pobreza en México. México. El Colegio de MéxicoCONEVAL. Sen, Amartya. (1976). “Poverty: An Ordinal Approach to Measurement”, Econométrica, vol. 44, núm.2. (pp.219-231).
118
Enfoques para la medición multidimensional de la pobreza
_____ (1980). “Equality of what?”, en S. McMurrin (ed.), The Tanner Lectures on Human Values. Volume I, Salt Lake City, University of Utah Press, Salt Lake City. (pp. 197-220). _____ (1985a). Commodities and Capabilities. Elsevier, Amsterdam; New York, North-Holland. _____ (1985b). “Well-being, Agency and Freedom: the Dewey Lectures 1984”, The Journal of Philosophy, 82. (pp. 169-221). _____ (1987). “The Standard of Living”, en G. Hawthorn (ed.), The Standard of Living. Cambridge. University Press. (pp. 138). _____ (1992). Inequality Reexamined. New York. Oxford University Press. _____ (1993). “Capability and Well-Being?” Nussbaum, Martha y Amartya Sen (eds.), Quality of Life. Oxford. Clarendon Press. (pp. 30-53). _____ (1999). Development as Freedom. New York. Random House. _____ (2004). “Element of a Theory of human rights?”, Philosophy and Public Affairs, vol. 234. (pp. 315-356). Thorbecke, Erik (2008), “Multidimensional Poverty: Conceptual and Measurement Issues”. Kakwani, Nanak y Jacques Silber (eds.), The Many Dimensions of Poverty. New York. Palgrave Macmillan. (pp. 3–20).
119
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, pp.120-128.
Recibido: Septiembre 2013. Aceptado: Noviembre 2013
Los Nobel Ronald Coase (1910-2013) David A. Westbrook1 Ronald Coase, profesor de Economía en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chicago y ganador del Premio Nobel en Economía, murió el 2 de septiembre de 2013, a la edad de 102 años. La influencia del trabajo de Coase es difícil de exagerar. En la Economía académica, se le acredita la fundación de la Economía Institucional. En el marco legal, se le atribuye la fundación del movimiento más poderoso sobre la academia jurídica de EU: Derecho y Economía como campo de estudio o bien el análisis Económico del Derecho; mientras que su artículo "El problema del costo social " (1960) es por mucho el texto más citado en la literatura académica. De mayor importancia es que su trabajo fue tan influyente entre hacedores de política instruidos en Economía y/o Derecho, que se puede decir que el trabajo de Coase, dio forma a la misma Economía Política por varias décadas. Quiero sugerir que los textos de Coase fueron muy influyentes pues funcionaron en formas esencialmente poéticas -probablemente fue el “creador de mitos” más poderosos en la economía política desde Marx. A pesar de sus intenciones, el trabajo de Coase presentó una forma de ver al mundo que otorga un gran sentido no sólo para los profesores de Economía, sino también para los capitalistas (y por lo
1 .Louis
A. Del Cotto es Profesor de Derecho y Director de Iniciativas Estratégicas Globales en la Facultad de Derecho SUNY, Buffalo. Esta primera parte de la reflexión apareció, sustancialmente en la misma forma, en el boletín de prensa del World Economics Association 3(5), en octubre del 2013. Traducción al español de Darío Ibarra Zavala.
Ronald Coase (1910-2013)
tanto los cabilderos y políticos), además de los profesores de Derecho, quienes debieron tener mejor criterio. Pero me estoy adelantando. Al otorgarle el Premio Nobel, la Real Academia de Ciencias de Suecia citó dos artículos: "La naturaleza de la empresa" (1937), que había sido ignorado por muchos años, y el ya citado "El problema del costo social”. El primer artículo comienza con una observación: el mundo de los negocios está compuesto de muchas relaciones que no operan a través del mecanismo de precios. Como Coase aclara en su conferencia de recepción del Nobel, se trata de un problema que va a la raíz de Economía, mismo sobre el que Adam Smith argumentó que actores descentralizados, coordinados por precios, pueden tomar decisiones socialmente benéficas. Más aún, Smith argumentó, la eficiencia (y por lo tanto la competitividad) que existe en la especialización - ¿por qué entonces no hay más relaciones gobernadas por precios? ¿Por qué existen las empresas? O, dado que observamos a las firmas, ¿por qué la vida económica no está dirigida por una firma grande? ¿Por qué no tenemos una economía planificada? ¿Por qué observamos una sustancial descentralización social en la toma de decisiones, pero incompleta? Coase argumentó, como la mayor parte de lectores de este Journal saben, que la contratación operativa en un mercado, es cara. Encontrando a los compradores dispuestos, pero regateadores, más adelante establece "la transacción cuesta”. Por supuesto, la gerencia impone sus propios costos. Por lo tanto, Coase sostuvo, que las sociedades usan relaciones jerárquicas privadas, concretamente, amo /esclavo (ahora renombrada, en las leyes, el empleador /empleado) donde los gastos de transacción - se piensa son más altos que los costos análogos de dirección. Algunas veces compramos, otras construimos. “El problema del costo social” también se convirtió en el concepto de los costos de transacción. Coase comenzó una amplia investigación en torno a la naturaleza de la Economía del Bienestar enfocándose en la antigua doctrina de la molestia, lo que más tarde serían llamadas externalidades negativas. Coase señaló que etiquetar a una actividad como “molestia” fue dar a los vecinos un derecho a ser libres de dicho malestar, esto es crear un derecho para los vecinos. Pero la molestia de uno es con frecuencia el placer de otro. En el ejemplo de Coase, podemos preguntarnos ¿si un ganadero tiene derecho de permitir a sus vacas vagar, o si un granjero tiene el derecho de tener campos sin ser molestado por las vacas? Lastimar a uno ayudará al otro (la naturaleza 121
Debate Económico
recíproca de los derechos fue un gran punto hecho por el erudito legal de Yale, Wesley Hoffeld, casi medio siglo antes). Coase argumentó que, en ausencia de costos de transacción, el agricultor y el granjero negociarían hasta alcanzar una solución de asignación eficiente: “el último resultado (que maximiza el valor de la producción) es independiente de la posición legal si asume que el sistema de precios funciona sin costos” (Coase, 1960, p.8). Si el ganadero tiene el derecho de permitir a sus vacas vagar, y la agricultura es más valiosa que las vacas, entonces el granjero pagaría al ganadero para cercar el ganado. Si la ganadería fuese más valiosa, entonces el granjero asumiría sus pérdidas, o tal vez abandonaría la tierra para dedicarse a cualquier otra actividad. Si el granjero tuviera el derecho de mantener a las vacas fuera, y el pastoreo fuese más rentable, entonces el ganadero pagaría al primero por renunciar a su derecho de excluir a las vacas. A la inversa, si la agricultura fuese más valiosa, entonces habría menos ganadería. Por lo tanto, se argumentó –por supuesto de un modo más elaborado—que en un ambiente sin costos, la asignación inicial de derechos no importa, debido a que las partes llegarían a un acuerdo para alcanzar resultados económicamente eficientes. El economista George Stigler nombraría a esta proposición el teorema de Coase, y así es como se ha llamado desde entonces. Es importante señalar que para Coase, el caso de la negociación en ausencia de costos de transacción fue una abstracción mental, utilizada para hacer más claro el análisis y tal vez el modelo. Los costos de transacción son siempre positivos, y son ordinariamente algo realmente significativo, y por lo tanto, generalmente se requieren crear derechos –este es el papel de la ley—la pregunta para la ley es, entonces, cómo establecer un conjunto de arreglos socialmente óptimos: En la selección de los arreglos sociales dentro del contexto en que las decisiones individuales son tomadas, tenemos que considerar que un cambio en el sistema existente, que nos llevará a una mejora en ciertas decisiones, podría llevarnos al empeoramiento de otras. Además tenemos que tomar en cuenta los costos involucrados en el funcionamiento de varias disposiciones sociales (sea el funcionamiento del mercado o 122
Ronald Coase (1910-2013)
de un departamento del Gobierno), así como los costos involucrados en moverse hacia un nuevo sistema. En el diseño y selección de los arreglos sociales deberíamos considerar los efectos totales (Coase, 1960, p.44). En mi lectura, Coase pensó que estaba dibujando los límites de los mercados, y al hacerlo, extendió el dominio del pensamiento económico al mandato de una sociedad grande, donde los mercados eran sólo un modo de ordenamiento. “Los costos de transacción fueron usados en un caso (en la teoría de la empresa) para demostrar que si no están incluidos en el análisis, la empresa no tiene sentido, mientras que en otro (el problema del costo social) mostró, como pensó, que si los costos de transacción no fuesen introducidos en el análisis, para la gama de problemas considerados, la ley no tendría un proposito” (Coase, 1993, p. 62). En una de las ironías de la historia reciente, Coase se hizo famoso por el propio teorema de Coase, entendido como una descripción justa de una amplia variedad de relaciones humanas. Si no hubiera barreras a los contratos, entonces el resultado social podría presumirse como el resultado explícito o implícito de la negociación, por lo tanto, eficiente. Si los costos de transacción fuesen un factor significativo, la acción gubernamental (notablemente la regulación y decisiones judiciales) podrían ser tomadas para crear situaciones en las que los actores del mercado habrían negociado, por lo tanto, replicando la asignación óptima de mercados sin costos. Haciendo esto sensatamente requiere (aunque de manera profundamente especulativa) el análisis de varios usos alternativos de los factores de la producción. A la luz del hecho –intensivo y abierto- el fin último de tales investigaciones, fue tal vez obvio que, al menos en Estados Unidos, se presumiría que los mercados no opondrían barreras al beneficio social de los contratos. Dado el costo de la regulación burocrática, y el riesgo de que el Gobierno pudiera abusar de su monopolio legítimo sobre la violencia, muchos en los Estados Unidos estuvieron de acuerdo con Coase en que a menudo la mejor respuesta al costo social “era hacer nada sobre el problema en absoluto”, es decir, desregular. Así, la Economía y la ley, como disciplina, había nacido. Es importante enfatizar que una lectura errónea de Coase es una cuestión de grado antes que de tipo, los conversos tienden al 123
Debate Económico
fanatismo. Pero el mismo Coase creía que el mecanismo de precios era fundamental, y de hecho preferido, como modo de ordenamiento social. En el discurso de recepción del Premio Nobel, Coase dijo: La economía podría ser coordinada por un sistema de precios (la “mano invisible”) y, además, con resultados benéficos… Los economistas han descubierto las condiciones necesarias para que los resultados de Adam Smith sean alcanzados y si, en la vida real, tales condiciones no se encuentran por ningún lado, ellos proponen cambios que sean diseñados para obtenerlos… Lo que procuré hacer en los dos artículos citados por la Real Academia de Ciencias de Suecia fue tratar de llenar esos huecos o más exactamente, indicar la dirección en la que deberíamos movernos y donde tales huecos deberían cubrirse (Coase, 1991). Para Coase, los mercados son algo fundamental, realizando preguntas sobre porqué otras formas de ordenamiento social son necesarias y, en la medida que lo son, cómo hacer que sus operaciones sean tan productivas para la sociedad como sea posible. Desde esta perspectiva, no sorprende que, generalmente, Coase no simpatizara con la regulación. A veces es mejor hacer “nada absolutamente acerca del problema”. Más específicamente, en un trabajo menos famoso, en temas como focos y la distribución del espectro de la radio, Coase insistió en que los mercados podrían trabajar muy bien en lugar de la acción del Gobierno. La agitación causada por la (mala) lectura de “El problema del costo social”, condujo a un naciente y elevado interés en “La naturaleza de la empresa”. Así, acercándose a sus ochenta, Coase fue aclamado como un sabio. La fama es algo extraño: los autores no llegan a decidir si acaso, cuándo, o cómo sus ideas serán recibidas. ¡Por su parte, Coase, gastó otra generación (!) en la discusión, argumentando más notablemente en su conferencia del Nobel que (i) él era una mente simple y no un gran economista, y (ii) había sido ampliamente incomprendido. Casi nadie estuvo de acuerdo con ninguna de las proposiciones. Tanto la carrera de Coase, como nuestra fascinación con los premios, muestran cuan profundamente nos mantenemos influenciados por la 124
Ronald Coase (1910-2013)
idea del genio, y qué tan problemático es hablar sobre su influencia intelectual o incluso grandeza como característica de una mente individual. Las ideas son sobrevaluadas, ignoradas o (de) formadas para encajar a los intereses de sus tiempos. Para efectos de historia intelectual, el hecho de que Coase fuera un poco mal interpretado es tanto fácil como exagerado e irrelevante, como son sustanciales las objeciones a las ideas de Coase, tanto en la teoría como en la práctica. Al final de vidas ilustrativas es apropiado formularse preguntas históricas, por ejemplo, por qué el trabajo de Coase pegó tan fuertemente cuando lo hizo –lo que me regresa a la afirmación de que Coase fue, a pesar de él mismo, un creador de mitos. Los costos de transacción conservan la antropología de la Economía: los individuos todavía son la unidad básica de la vida social (sin importar lo que otras disciplinas puedan decir) y los contratos entre individuos permiten que las cosas se hagan. Así es que lo social es un producto de acción individual, que se siente más científico (dado que se llama individualismo metodológico). Cuando lo social reaparece tercamente en las empresas y otras estructuras jerárquicas, y el ordenamiento no puede ser suficiente para establecer un contrato o precio, entonces lo social puede explicarse como un artefacto o negocio implícito sobre costos implícitos. Más ambiciosamente, la distribución de derechos y la correlativa imposición de restricciones es entendida no como un artefacto de poder o creencia o historia, sino como una aproximación legal a negociaciones imaginarias. Así es que tanto la organización social como la ley (y presumiblemente el Gobierno) pueden ser entendidos como si fueran originados por un contrato. El mercado es ubicuo y la economía se mantiene como la reina de las ciencias sociales, aun en la ausencia de las actuales transacciones con dinero real. O puesto de otra forma, Coase rearticula el contrato social hobbesiano para aquellos con formación económica. Los costos de transacción son entonces profundamente especulativos, y además subjuntivos, tratados como si fueran actos reales, cuando, de manera simple, no lo son. Es importante recordar que no hay transacción ni, por lo tanto, costo de hacerla. El “costo” es un valor asignado, no un precio observado. La gran metáfora de Coase descansa en un fuerte confort, extendida en una sociedad comercial, tanto con la idea de dinero como unidad de cuanta y con las 125
Debate Económico
consecuencias aritméticas de la contabilidad. Así es que si conscientemente hablamos del valor negativo de una compañía, necesitamos decir que, si una acción vale $100.00, entonces el propietario de diez millones de acciones tiene mil millones de dólares, podemos atribuir la diferencia entre el valor de libros y el precio a la “buena fortuna” y listo. La aritmética es sana, pero no se ha dicho nada del uso del dinero en transacciones, o del mundo. Similarmente, con costos de transacción, a las dificultades de hacer lo que no se hizo se le asigna un “precio”, o más comúnmente, se dice que su precio sería mayor que la acción tomada (la formación de la empresa, la concesión de un derecho). Después de Coase, hay un “precio” por lo que es comprado, y un precio por lo que no es comprado e incluso ofrecido. A manera de analogía, consideremos como los números naturales, que consideran lo que es, implican números negativos, que cuantifican lo que no es. Para cambiar la metáfora ligeramente, los costos de transacción “balancean los libros” de la vida social, tanto como el concepto de equidad balancea las hojas de balance. Tales conceptos fluyen desde una estructura de pensamiento formal, y son convincentes, pero también son, profundamente anti empíricas. Y he aquí otra ironía de la historia intelectual, pues a través de su vida, Coase insistió en la importancia del trabajo empírico en la Economía. Desde una perspectiva de costos de transacción, el dominio de la Economía no es el estudio de las transacciones reales, o más aún de transacciones sobre bienes y servicios reales, sino de las transacciones que son posibles, por ejemplo, el orden social que podría describirse a través de las transacciones. Algunas cosas tienen precios, otras tienen costos de transacción. Así es que el dinero va de ser una clase de bien, situada en una matriz social e institucional, a ser un símbolo de valor universal. Una vez que el movimiento conceptual es alcanzado, la mayoría de la vida social se puede articular como el resultado de un contrato, incluso cuando no se observe ningún contrato. Así los costos de transacción hacen a la Economía capaz de articular la mayoría de la vida en sociedad, adjudicando “arreglos sociales”. Esta óptica es tanto profundamente reconfortante (nos reconforta de nuestra autonomía liberal) como poderosamente conservadora (este es el mundo, más o menos, por el cual hemos luchado). Para ser más 126
Ronald Coase (1910-2013)
específicos, Coase como radicalizado por Stigler, apela a diversas élites. Para los economistas académicos, los costos de transacción amplían infinitamente el alcance de su disciplina, y más gratamente aún, hacen que la Economía sea lógicamente previa a la ley (y por extensión, a la misma cultura), lo que se ajusta agradablemente con la aspiración tradicional al hablar con el a priori imperialismo de una ciencia natural. Coase era consciente de esto: “en mi visión del enfoque utilizado en dicho artículo (“El problema del costo social”) ultimadamente transformará la estructura de la Microeconomía y explicará porqué”. Esta noción expansiva de los costos de transacción tiene serios inconvenientes. Parece empírico, pero raya en la especulación cruda. Se vuelve contra una noción fría del dinero, pero de nueva cuenta, el dinero siempre tiene algo vergonzoso en la microeconomía. Para los capitalistas, los costos de transacción proveyeron tanto una disculpa al status quo y, más importante, una Economía Política en la que la regulación era siempre la segunda mejor solución. La desregulación financiera de los años recientes no habría sido imaginable sin la gran fe en la habilidad tanto de los sofisticados como los no tanto, actores para alcanzar acuerdos socialmente beneficos acerca de cosas como el riesgo de incumplimiento. La petición del teorema de Coase, y en menor grado la teoría de la empresa, a los eruditos legales es de alguna forma intrigosa. Mientras que muchos maestros de derecho resisten el impulso de explicar al mundo en términos de contratos implícitos y alrededor de presuntos gastos (la todavía más especulativa confianza sobre los usos alternativos de factores de la producción han sido, para mi conocimiento, ignorados), más suscritos. Esto no es parejo. Uno podría pensar que los abogados podrían sentir visceralmente la importancia de la historia, del poder de los arreglos institucionales – muchas cosas además de contratos, implícitos o no, para entender el privilegio social. ¿Y seguramente los abogados deberían enfatizar la dificultad e incertidumbre y, por lo tanto, muy parcial naturaleza de los contratos, mismos que son enseñados en los primeros años de las escuelas de derecho? Hay algo de misterio, pero pienso que los textos de Coase sugieren una visión muy atractiva del orden social, donde los títulos de 127
Debate Económico
propiedad, las instituciones civiles, la acción del mercado, y la misma ley, hagan sentido una en términos de la otra, y donde la cómoda visión individual mantenga su sentido de valor propio. Bajo tal visión, el Derecho podría apaciguar su antigua ansiedad de ser infundado, ilegítimo y desleal. Este no es el lugar para desarrollar tales especulaciones sobre la historia espiritual de mi profesión. Por ahora vale la pena celebrar la mente maravillosa de un poeta por accidente, y también recordar que hay razones por las que Platón advirtió contra la poesía.
Referencias
Coase, R. H. (1960). “The Problem of Social Cost”. Journal of Law and Economics, 3, 1-44.
Coase, R. H. (1991). The institutional structure of production -Nobel Prize lecture. Disponible en:_ http://nobelprize.org/nobel_prizes/economics/laureates/1991/c oase-lecture.html
Coase, R. H. (1993). “The nature of the firm: Influence”. In O. E. Williamson & S. G. Winter (Eds.), The nature of the firm: Origins, evolution, and development. (pp. 61-89). New York, N.Y.: Oxford University Press
128
Debate Económico, Vol.2 (3), No. 6. Septiembre-Diciembre 2013, Pp. 129-148.
Recibido: Julio 2013. Aceptado: Noviembre 2013
Nota
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico O. A. Palacios Sommer
Presentación: La preocupación inicial de la teoría económica, desde los mercantilistas, ha sido el crecimiento y el desarrollo; por qué unos pueblos son prósperos y otros no, y, sobre todo, que puede hacerse para llegar a ser próspero. En esta larga trayectoria de investigación han surgido múltiples interpretaciones, muchas de las cuales se mantienen vivas. La siguiente nota es un rápido vistazo a los principales enfoques contemporáneos sobre el tema, la posible existencia de una condición clásica y la imposibilidad de una plena confluencia entre las escuelas de pensamiento económico. Definición de conceptos: Conforme al diccionario de economía publicado por Editorial Trillas, el crecimiento económico es el “Proceso constante de
Debate Económico
incrementos en la capacidad productiva de una economía y, por tanto, en el ingreso nacional”…… “La opinión general considera que la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo, la proporción del ingreso nacional que se ahorra e invierte y la tasa de mejoras tecnológicas (incluyendo incrementos en la capacitación de la fuerza de trabajo y en la eficiencia administrativa), como los determinantes principales de la tasa de crecimiento de la economía” (Bannock, 2007: 121 y 122). Siguiendo a ese mismo diccionario, tenemos que por desarrollo económico se entiende el “Proceso de crecimiento económico en el ingreso total y per cápita de los países en desarrollo que se acompaña de cambios fundamentales de sus economías”…”Junto con este proceso económico se presentan reformas políticas y sociales importantes…” (Bannock, 2007: 143). Por tanto, podemos pensar que el desarrollo económico es un proceso más amplio que el solo crecimiento. Para tener crecimiento basta solo con obtener mayor PIB total y per cápita; para el desarrollo se debe también contemplar un aplanamiento de la distribución del ingreso, de la riqueza y del poder; una mejora del Índice de Desarrollo Humano, que, inter alía, incluye la esperanza de vida al nacer, las tasas de morbilidad, y la tasa de escolaridad (Bannock, 2007: 227). Esto es, el desarrollo incluye un aumento de la civilidad; de la autodeterminación individual; y de todos aquellos aspectos que incrementan la calidad de vida de una población. La mayor parte de los modelos y teorías económicas se refieren al crecimiento, no al desarrollo, siendo este último un campo más propicio para la filosofía, la historia, la antropología o la sociología; puesto que requiere una comprensión más amplia de las sociedades humanas. Esto es, se requiere de ciencias sociales que no hayan perdido su carácter de humanas.
130
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
Canon colectivista: El modelo Fehr-Schmit la función de utilidad que poseemos los humanos es (Wilkinson, 2008: 355 a 357): Ui(x) = xi – [αi/(n – 1)Σmax(xj – xi, 0)] – [βi/(n – 1)Σmax(xi – xj, 0)] En donde: La comunidad está formada por n individuos; xi es un vector de pagos para la persona i x = (x 1, x2,…..,xn); αi es la medida de la aversión de la persona i por una desigualdad que le es desfavorable, conocida como el parámetro de envidia; βi es la medida de la aversión de la persona i a la desigualdad favorable, también conocido como el parámetro de culpa; Se ha encontrado que 0 ≤ βi ≤ 1; y que βi ≤ αi; en conjunto el modelo nos indica que la utilidad que derivamos de nuestro consumo de bienes es condicionada por la posición que guardamos dentro de la sociedad a la que pertenecemos, y, en particular, respecto de nuestro grupo o grupos de referencia; y que nuestro comportamiento está más guiado por la envidia que por la culpa. Por tanto, no es de extrañar que la mayor parte de los escritos de economistas sobre el crecimiento estén orientados a aclarar porque algunos son ricos y otros son pobres, más que realmente a analizar el proceso de cómo llegar a ser rico. Durante trescientos años predomino el concepto de que el progreso humano dependía de la voluntad y empeño humanos, individuales y colectivos; que nuestro bienestar estaba en relación al bienestar de los demás; que nuestra racionalidad era 131
Debate Económico
limitada o acotada en el sentido de Simon; que siempre existían recursos ociosos; y que la economía era un desequilibrio general dinámico con procesos de causalidad acumulativa; y que por eso había progreso y naciones ricas y pobres. A los escritores de ese largo periodo se les conoce como mercantilistas. Esta tradición ha sido mantenida por las escuelas de pensamiento económico actualmente denominadas heterodoxas, como son los postkeynesianos, evolucionistas, austriacos, institucionalistas, estructuralistas y marxistas. Por ejemplo, relacionar el monto, tendencia y dirección de los flujos comerciales a las diferencias no solo en tecnología, sino en capacidades tecnológicas (absorción, difusión y creación de nuevas tecnologías), ya había sido desarrollado por Mun y Tucker en el siglo XVIII (Elmslie y Vieira, 1999: 248 a 251). La conclusión mantenida hasta la fecha es que el comercio se basa en ventajas absolutas o competitivas y tamaño relativo de los países, no en ventajas comparativas (Dosi, 1990: 190). Otra idea desarrollada desde el mercantilismo es la necesidad de un superávit comercial como mecanismo para (i) incrementar la demanda agregada –en cuyo caso se liga a las visiones del historicismo y del estructuralismo (Schumpeter, 1982: 401 y 402)-, y (ii) para, mediante la acumulación de reservas internacionales, aumentar la oferta monetaria, reducir la tasa de interés y aumentar el consumo de bienes duraderos y la tasa de inversión (Hahne, 1988: 44 y 45; y McCombie y Thirlwall, 1999: 43 a 45). La combinación de ventajas absolutas basadas en capacidad tecnológica con la necesidad de mantener un superávit comercial que permita aumentar la tasa de inversión, incluida la inversión directa en el extranjero, nos remiten a los modelos kaldorianos de crecimiento impulsado por exportaciones o al crecimiento restringido por balanza de pagos de Thirlwall. Y nos centra en que la mejora del acervo de factores de la producción (tecnología, administración, capital humano, capital social y capital físico) sirve para atender demandas con 132
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
elasticidades ingreso progresivamente mayores y elasticidades precio progresivamente menores, en industrias que se alejan de la competencia atomística y se vuelven oligopolios mundiales por la existencia de economías crecientes a escala por el lado de la oferta. Esto es, las distintas industrias tienen efectos distintos sobre las posibilidades de desarrollo. Por su parte, Antonio Serra (ver Reinert 1999), napolitano del siglo XVIII escribió en su Breve Tratado sobre porque Venecia era rico, mientras que Nápoles era pobre y llegó a la conclusión de que mientras que Nápoles estaba centrado solo en las primeras y últimas etapas de pocas cadenas de valor agregado y tenía unas bases de conocimientos desconectadas, Venecia tenía múltiples cadenas de valor integradas, con bases de conocimiento que se complementaban mutuamente. Que el proceso de de desarrollo es la aparición de nuevos sectores de actividad económica que atienden demandas cada vez más sofisticadas y requieren un capital humano y social crecientes. La visión de Serra recuerda con mucho a las actuales visiones evolucionista y estructuralista. Así las recomendaciones de política económica de los mercantilistas no son una serie de ideas inconexas, sino el esfuerzo sostenido de crear y ampliar sistemas nacionales de innovación tecnológica (ver Lundvall 2010). La tradición de modelos de crecimiento multisectoriales, con mucho más de dos sectores, ha sido continuada por Passinetti (Postkeynesiano); Metcalfe y Foster (Evolucionistas); y Pyka y Saviotti (Evolucionistas). Y ha sido mediante “olas” de apariciones de nuevos sectores cada cincuenta a sesenta años que la humanidad ha progresado (Pérez, 2002). Y la tradición continúa. Otro elemento característico es la no sustituibilidad entre factores de la producción. El capital físico está diseñado para operar con cierta cantidad de capital humano y no con otra; las isocuantas son de tipo Leontieff. Además, cada categoría de capital humano y de capital físico está orientado a trabajar solo 133
Debate Económico
en cierta industria. Por tanto, distintas categorías de capital físico no son sustituibles entre sí; e igualmente distintas categorías de capital humano no son sustituibles entre sí. Así que del tipo de capital humano y físico que acumule una comunidad dependerá el tipo de demanda que pueda atender, y esto determinará sus posibilidades de crecimiento y desarrollo. Por tanto, cada industria, cada producto, tiene un efecto diferenciado sobre las posibilidades de crecimiento. Ahora bien, el futuro es incierto tanto porque lo estamos construyendo entre todos con nuestras poco coordinadas acciones diarias, como porque las decisiones importantes o tienen pocos antecedentes y, por tanto, no se pueden estimar distribuciones de probabilidad o, aún más, no existen antecedentes suficientes como para conocer las posibles consecuencias de la decisión que se tome. Y a la urgencia de actuar ante esta incertidumbre radical se presentan los “espíritus animales”: la urgencia de actuar pese a la ignorancia que se tiene. Y como los humanos somos notoriamente diferenciados en todos los posibles aspectos de nuestra psique, hay muy distintos grados de capacidad de decisión frente a incertidumbre. Muchos serán paralizados por ella, mientras que otros serán capaces de absorber incertidumbre a nombre de otros y coordinar a partes o a toda la colectividad para emprender acciones, pese a la incertidumbre radical que enfrentan. A estas personas las escuelas austriaca y evolucionista los denominan empresarios y las escuelas de pensamiento administrativo los llama líderes. El liderazgo es la capacidad de absorber incertidumbre a nombre de otros y guiar a esos otros a través de ella; esta capacidad es la que hace la diferencia entre una empresa y otra para responder a los retos de los mercados competitivos y empujar el crecimiento económico. Una forma de reducir incertidumbre sobre las reacciones de otros ante nuestras acciones es la formación de instituciones, esto es, de usos y costumbres (las rutinas) y de reglamentos, 134
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
leyes y constituciones (las instituciones formales), con las que se intenta hacer menos inestable (incierto) nuestro comportamiento colectivo. El efecto de estas instituciones sobre el desarrollo es el campo propio de la economía institucionalista, creada por Veblen y Commons, y continuada por Kenneth Galbraith, Hodgson y North (ver Screpanti y Zamagni, 2005). Por último, habremos de mencionar que para estas escuelas de pensamiento ahora llamadas heterodoxas, el ejemplo metodológico a seguir por la economía es la biología y, en particular, el estudio de ecologías mediante el concepto de sistemas complejos abiertos adaptativos (ver Miller y Page, así como a Hodgson y North) y de poblaciones de reacciones en modelos de simulación. Y, por influencia de los economistas heterodoxos, se están volviendo más cuantitativas y matematizadas de los que eran hace solo alguna décadas, con excepción hecha de los economistas austriacos y marxistas clásicos, los que continúan produciendo solo narrativas; algunas de ellas realmente interesantes e ilustrativas. Y aún entre los marxistas podemos contar a un ya fallecido Angus Madison y sus estadísticas sobre la historia de la economía mundial.
135
Debate Económico
PRODUCCIÓN E INSTITUCIONES
Valor y composición de la demanda
Pago a los Factores de la producción
Organizaciones
Instituciones Oportunidad de inversión
Productividad y competitividad Rutinas Volumen y composición de la producción
Oportunidad tecnológica
Hábitos Aprendizaje
Elaboración propia.
El canon atomista: A diferencia del anterior, en este canon la utilidad que los humanos obtenemos de nuestro consumo es absolutamente personal, individual: Ui(x) = xi donde xi es un vector de pagos para la persona i x = (x1, x2,…..,xn). Además, el equilibrio existe, se puede alcanzar y, de hecho, se considera es la condición normal de la economía. En este canon, las personas parecen interactuar solo a través del mercado, sin aprender unas de otras, sin ser humanas. Y esto viene de las concepciones filosóficas de Bentham en el periodo de la Escuela Clásica. En este periodo se inicia el desarrollo del concepto de Homo Economicus que orienta todas sus acciones hacia su satisfacción personal y hacia la ganancia financiera inmediata. Pero sus ejemplos aún eran biológicos; el equilibrio general macroeconómico era tomado del flujo sanguíneo mediante los 136
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
fisiócratas. Y aún Smith le daba al gobierno el control de la fabricación de armas, canales y caminos, educación y correo; un gobierno con mucho poder. Aún así, había traído una muy sana reducción del tamaño del gobierno después de la corrupción creciente del sistema cameralista del mercantilismo (ver Reinert 1999). A fines del siglo XIX con el predominio de la física mecánica y su extensivo uso de las matemáticas como modelo de ciencia, la economía quiso imitar este triunfo. Y nació la escuela neoclásica, con los conceptos de equilibrio general microeconómico de Walras, continuado por Arrow-Debreu y otros. Y como las matemáticas habían sido diseñadas para trabajar con partículas inertes, donde sí existe un agente representativo, adoptaron esa visión del mundo; conocer a uno permite conocer a todos. Se retrocedió en la comprensión de la diversidad humana. Su primer gran fracaso fue en pronosticar y encontrar solución a la gran depresión de 1929. Para los neoclásicos de primera generación estaba ocurriendo lo que no podía pasar. Así que tuvieron que aceptar la macroeconomía keynesiana y crear una síntesis con ella mediante los trabajos de Hicks - Hansen y Samuleson. Y con ellos surge la segunda generación de neoclásicos y la primera síntesis neoclásica. Y es a esta generación que coincidió con el proceso de descolonización de los años cincuenta del siglo XX que les debemos el primer modelo de crecimiento neoclásico realmente exitoso, el modelo de Solow-Swan. Y sobrevienen los trabajos econométricos de Griliches (año) sobre funciones de producción agregadas en las que se suponía plena sustituibilidad entre los factores de la producción, economías constantes a escala y que el crecimiento se explicaba por la acumulación de factores de la producción homogéneos y todo uso. Y se encontró que las economías eran ligeramente crecientes a escala y que el cambio tecnológico explicaba más de la mitad del crecimiento. Y se comenzaron a anidar 137
Debate Económico
funciones producción para generar modelos de crecimiento endógeno. A la demanda no se le daba la más mínima consideración y las conclusiones de las Controversias de Cambridge son ignoradas, pese a ser suscritas por Samuelson (Cohen y Harcourt; 2003; y Fisher, Barkowitz y William 2005). En un mundo de agentes inertes con relaciones mecánicas entre ellos, la capacidad empresarial, el liderazgo de cualquier índole, no tiene cabida. Se diserta sobre el riesgo sin incertidumbre; el tiempo es lógico, así que se puede desandar un error, por lo que la historia no existe; y todo el mundo actúa “como si” supiese el comportamiento de la economía y el futuro de manera inequívoca. La realidad es solo un caso poco relevante del espectro teórico. Sin embargo, algunos teóricos del neoclasicismo escucharon las críticas externas a sus posturas y comenzaron a criticar internamente a esta escuela de pensamiento. Y realizaron algunas aportaciones sustanciales, como fue la introducción de economías crecientes a escala a la teoría del comercio internacional por Helpman y Krugman en los años ochenta (Neary, 2009). Y Krugman sostiene que la economía (neoclásica) avanzó por la línea de menor resistencia matemática. Stiglitz inserta las asimetrías de información y la posibilidad de engaño como elementos del análisis y, con ello, reintroduce la incertidumbre. Y, al reintroducir la incertidumbre y reintroduce el tiempo histórico, y consecuentemente la necesidad de la política industrial (Cimoli, Dosi y Stiglitz, 2008), el progreso social (Fitoussi y Stiglitz, 2011), y reinicia la discusión sobre la ficción del equilibrio (Hoff y Stiglitz, 2010). Y colabora con estructuralistas como Cimoli y con evolucionistas como Dosi; pecado capital para los puristas del neoclasicismo de segunda generación en plena retirada. Otro autor relevante para el inicio de esta tercera camada de autores neoclásicos es Rodrik, quién recupera los temas de la 138
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
importancia de las instituciones para el desarrollo, pues estas reducen la incertidumbre y favorecen la coordinación (Rodrik, Subramanian y Trebbi, 2002); las estrategias de desarrollo (Rodrik, 2003); el cambio estructural (McMillan y Rodrik, 2011), y el diferente efecto de distintas actividades sobre las posibilidades de crecimiento (Rodrik, 2005); y al aceptar la racionalidad limitada y el aprendizaje, aún entre los economistas (Rodrik, 2008). En cuanto a enfoques sobre el desarrollo, a estos autores de la tercera generación de neoclásicos los podemos dividir en grupos: 1) los neoschumpeterianos, que enfatizan el avance tecnológico, y 2) a la economía política, que enfatiza el papel de las instituciones formales e informales en el proceso de desarrollo. En el primer grupo tenemos sobre todo a Audretsch (Audretsch y Sanders; 2009) y en el segundo a Acemoglu (Acemoglu y Jackson; 2012; Acemoglu, Ozdaglar y TahbuzSalehi; 2010; y Weiss; 2005). Los neoschumpeterianos tienen un fuerte contacto con los evolucionistas, y escritos característicos de ellos son: Barlevy (2004); “On the timing of innovation in stochastic schumpeterian growth models”; NBER Working Paper 10741; 50 p.; y Audretsch y Sanders (2009); “Technological Innovation, Entrepreneurship and Development”; UNUMERIT Working paper 2009-052; 38 p.. En el segundo nótese la palabra entrepreneurship, algo que incluye al liderazgo, y que solo puede ocurrir bajo condiciones de incertidumbre, información y conocimiento asimétricos, agentes diferenciados, relaciones no mecánicas y racionalidad limitada. En cuanto a los autores de Economía Política, tenemos títulos como: Meyer-Foulkes (2005); “Institutions and Long-term Development”; CIDE; 54 p.; y Alesina, Cozzi y Montovan (2010); “The Evolution of Ideology, Fairness and Redistribution”; NBER Summer Institute; 30 p.; y, obviamente a Acemoglu, con su ensayo “History, Expectations and Leadership in the Evolution of Social Norms”, en el que destaca 139
Debate Económico
la palabra Leadership (liderazgo), algo necesario solo en un mundo con incertidumbre, relaciones no mecánicas entre agentes, agentes sociales con racionalidad limitada y voluntad, que aprenden sus preferencias y generan su base de conocimientos conforme viven. También destacan las palabras Ideology e Institutions (ideología e instituciones), algo solo útil en un mundo incierto, poblado por agentes sociales con racionalidad acotada. Los economistas neoclásicos han tendido dos líneas de reacción. Unos han optado por atrincherarse en las posturas de su segunda generación (circa 1947 a 1995), en cuyo caso su programa de investigación se ha vuelto retrogrado. Otros han optado por aceptar la crítica, y la han incorporado a su estilo de análisis altamente matematizado y centrado en la existencia de equilibrios. En este caso su programa de investigación se ha vuelto extraordinariamente progresivo, generando textos de gran interés. En las otras escuelas puede observarse comportamientos similares, un choque entre puristas y eclécticos, en que los segundos producen obras de de mayor interés. ¿Una nueva condición clásica? Pudiéramos concluir alegremente que nos podemos estar acercando a una “condición clásica” de consenso entre escuelas de pensamiento, a cuyo centro están las ideas de Joseph A. Schumpeter. Otro centro del consenso es que la economía es un sistema de desequilibrio general dinámico, no uno de equilibrio general estático. Enfrentamos condiciones de riesgo y de incertidumbre, dependiendo lo cotidiano de la decisión a tomar. Las instituciones son mecanismos de coordinación necesarios, aunque puedan sufrir de esclerosis y exista la necesidad de actualizarlas, y distan de ser óptimas. Otro, los humanos poseemos una racionalidad limitada u acotada y tenemos propósito en nuestras acciones, voluntad; y que, por tanto, el liderazgo, la capacidad emprendedora es necesaria. 140
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
Sin embargo, las diferencias entre escuelas continúan, porque si bien han confluido en su cinturón protector, no han cambiado en su núcleo duro. Y en este núcleo duro están sus conceptos ontológicos (que podemos conocer) y epistemológicos (como conocemos), que se reflejan en sus aspectos metodológicos contenidos en su cinturón protector. Las diferencias se centran no en el cinturón protector, el cual ha tendido a confluir, sino en las concepciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas en que las escuelas se fundamentan; eso es, se centran en el núcleo duro. La discusión a continuación se basa fuertemente en el ensayo de Furlong y Marsh. Conforme a Frulong y Marsh existen dos posiciones ontológicas clave (2010: 185): la fundamentalista/Objetivista/Realista, conforme a la cual el mundo existe independientemente de nuestro conocimiento sobre él; y la Anti-Fundamentalista/Constructivista/Relativista, que va al mundo como socialmente construido. En cuanto a epistemología existen tres posiciones: la positivista; la realista y la interpretacionista. Cada una de estas posturas intenta resolver la cuestión de cómo podemos conocer el mundo. El positivismo privilegia la observación directa y cree en la posibilidad de establecer relaciones causales entre fenómenos sociales. Considera que la intensidad de estas relaciones puede ser cuantificada y, por tanto, se deben desarrollar modelos con capacidad de pronóstico. Los agentes reaccionan en formas conocibles, por lo cual es un mundo probabilístico. El realismo epistemológico cree que existen estructuras profundas no directamente observables que explican el comportamiento observado. Esto hace necesario considerar información cualitativa y no solo cuantitativa. Y aunque se puede establecer relaciones causales entre fenómenos sociales, el objetivo es explicar, no pronosticar, lo cual es imposible 141
Debate Económico
porque el futuro está siendo construido por las acciones de todos; esto es, es un mundo incierto. Además, los fenómenos observables nos pueden dar una falsa imagen de causalidad, y puesto que nuestra interpretación de los fenómenos puede alterar las consecuencias de los mismos, toda teoría es necesariamente provisional o poco generalizable. La epistemología interpretativa se enfoca a la interpretación del comportamiento y enfatiza el entendimiento sobre la explicación. Considera que no es posible establecer relaciones causales entre fenómenos sociales. (Furlong y Marsh; 2010: 191, 192 y 193 a 205) Las posiciones ontológicas y epistemológicas están relacionadas. Tanto el positivismo como el realismo epistemológico se relacionan con el fundamentalismo ontológico; y el interpretacionismo epistemológico se relaciona con el constructivismo ontológico. Y las personas y los grupos profesionales no cambian estas posiciones conforme se requiera o convenga, son parte de lo que los define. Esto hace que sea importante que los autores reconozcan su posición y sean capaces de sustentarla (Furlong y Marsh; 2010: 187, 188 y 193). En el caso de los economistas, habría que añadir que sepan que existen otras posiciones y que sean capaces de entenderlas y perdonarles la existencia. Así por ejemplo, la economía neoclásica es notoriamente positivista y sus defensores se molestan cuando autores de otras posturas no incluyen evidencia cuantitativa ni realizan análisis de regresión en sus estudios y los descalifican como sociólogos, o al menos, de falta de seriedad. También consideran indispensable la existencia de un modelo en cualquier escrito, y su aplicación a algún caso concreto. Y han convertido a las matemáticas de una forma de lógica en un criterio de verdad.
142
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
Otra escuela de pensamiento económico con fuerte influencia positivista es la economía experimental o behaviourista, la cual ha empleado experimentos propios de la psicología en un intento por sustentar o falsar los conceptos de la economía neoclásica sobre el comportamiento de los agentes. En el otro extremo estaría la economía austriaca y probablemente la economía cognitiva, las que siguen una ontología relativista con una epistemología interpretativa. Y, como tales rechazan la aplicación de métodos cuantitativos. Entre los economistas de la escuela austriaca escuchar que la economía debe alejarse de la madrastra matemática y regresar a la abuela filosofía. La mayoría de las escuelas heterodoxas, como los postkeynesianos y los evolucionistas, tienen una posición ontológica fundamentalista y una posición epistemológica realista. De ahí la necesidad de incluir tanto elementos cualitativos como cuantitativos, y las dudas que tienen sobre los métodos cuantitativos, pues estos solo captan las estructuras superficiales y pueden conducir a falsas interpretaciones. Algunas conclusiones Por desgracia, ninguna disputa teórica se ha resuelto con evidencia cuantitativa; y ninguna teoría ha sido falsada en forma individual; son paradigmas enteros los que se sustentan o se rechazan, tal como nos los recordó Thomas Kuhn. En esto radica la dificultad fundamental de la existencia de varias escuelas. Cada una es un paradigma que resulta difícil de falsar porque todas tienen algo de acto de fe; creemos en ellos en forma apriorística, frecuentemente porque se nos educa en la ignorancia de paradigmas alternos dentro del mismo campo de estudio. Si a esto le añadimos que las “ciencias” sociales estudian un parte del mundo de construcción específicamente humana, donde la capacidad de experimentación es relativamente baja e 143
Debate Económico
indirecta, la posibilidad de ser objetivo es pequeña. Y esto se debe a que nuestra selección de temas de interés, piezas de evidencia, forma de análisis y conclusiones que derivemos están fuertemente influenciadas por nuestro marco teórico; vemos lo que deseamos ver y nuestro cerebro es propenso al autoengaño. Tenemos que la existencia de múltiples escuelas de interpretación es algo que debe esperarse. Y, además, no es solo algo a esperar, sino a promover; puesto que cada una arroja luz sobre aspectos distintos de un mismo fenómeno, que otras ignoran, lográndose una comprensión más completa del mismo cuando se considera a más de un enfoque. Así que el eclecticismo es una necesidad; la profesión puede ser objetiva, sus practicantes individuales, no. Y, además, resulta útil el conocimiento de campos de estudio relacionados, así como de varias formas de ordenar nuestro pensamiento, sin privilegiar alguna. Bibliografía
Acemoglu y Jackson (2012); “History, Expectations and Leadership in the Evolution of Social Norms”; MIT y Stanford University; 65 p.
Acemoglu, Ozdaglar y Tahbuz-Salehi (2010); “Cascades in Networks and Aggregate Volatility”; MIT; 50 p.
Audretsch y Sanders (2009); “Technological Innovation, Entrepreneurship and Development”; UNU-MERIT Working Paper 2009-052; 38 p.
Bannock, Baxter y Rees (2007); “Diccionario de Economía”; Trillas; 443 p.; 978-968-24-7849-9
Cimoli, Dosi y Stiglitz (2008); “The future of Industrial Policies in the New Millennium: Toward a knowledge 144
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
centred development agenda”; Sant’ Anna School of Advanced Studies LEM Working Paper 2008/19; 21 p.
Cohen y Harcourt (2003); “Whatever Happened to the Cambridge Capital Theory Controversies?”; The Journal of economic Perspectives 17-1; pp. 199 - 214
Dosi, Pavitt y Soete (1990) “The Economics of Technical Change and International Trade”; New York University Press; 303 p.; 0-8147-1834-5
Elmslie y Vieira (1999), “A primer on technology gap theory and empirics”; pp. 248 a 272 de Deprez y Harvey (1999) “Foundations of International Post Keynesian Perspectives”; Routledge; 283 p.; 0-41514651-8
Fisher, Barkowitz y William (2005); “Aggregate production functions – A Pervasive but Unpersuasive Fairytale”; Eastern Economic Journal 3-1; pp. 489 491
Fitoussi y Stiglitz (2011); “On the measurement of Social Progress and Well being: Some further thoughts”; OFCE Document du travail 2011-19
Furlong y Marsh “A Skin not a Sweater: Ontology and Epistemology in Political Science”, pp. 184 a 211 de Marsh y Stoker (2010); “Theory and Methods in Political Science”; Palgrave Macmillan; 392 p.; 978-0230-57627-8
Garbellini y Wirkierman (2010); “Pasinetti’s Structural change and Economic Growth: a conceptual excursus”; MPRA Paper 25685; 61 p.
Hahne Rima (1988); “Desarrollo del Económico”; Irwin; 616 p.; 84-8086-176-2 145
Análisis
Debate Económico
Helpman y Krugman (1987); “Market Structure and Foreign Trade: Increasing Returns, Imperfect Competition and the International Economy”; The M.I.T. Press; 288 p.; 0-262-58087-X
Hodgson (2007); “The Evolution of Economic Institutions: A Critical Reader”; Edward Elgar; 301 p.; 978-1-84720-087-7
Hodgson (2006); “Economics in the Shadows of Darwin and Marx: Essays on Institutional and Evolutionary Themes”; Edward Elgar; 265 p.; 978-184720-619-0
Hoff y Stiglitz (2010); “Equilibrium Fictions: A cognitive approach to societal rigidity”; NBER Working Paper 15776; 23 p.
Lundvall (2010); “National Systems of Innovation: Toward a Theory of Innovation and Interactive Learning”; Anthem Press; 388 p.; 978-1-84331-866-8
McCombie y Thirlwall (1999); “Growth in an international context: A Post Keynesian View”; pp. 35 a 88 de Deprez y Harvey (1999) “Foundations of International Post Keynesian Perspectives”; Routledge; 283 p.; 0-415-14651-8
McMillan y Rodrik (2011); “Globalization, Structural Change and Productivity Growth”; NBER Working paper 17143; 54 p.
Metcalfe y Foster (2009); “Evolutionary Growth Theory”; University of Queensland School of Economics discussion paper 388; 50 p.
146
Escuelas de pensamiento con relación al crecimiento y desarrollo económico
Miller y Page (2007) “Complex Adaptive Systems: An Introduction to Computational Models of Social Life”; Princeton University Press; 263 p.; 978-0-691-12702-6
Neary (2009); “Putting the ’new’ into trade theory: Paul Krugman’s Nobel memorial prize in economics”; University of Oxford; 45 p.
North (2005); “Understanding the Process of Economic Change”; Princeton University Press; 187 p.; 0-69111805-1
Pérez (2002); “Technological Revolutions and Financial Capital: The Dynamics of Bubbles and Golden Ages”; Edward Elgar; 198 p.; 1-84376-331-1
Reinert (1999); “The role of the state in economic growth”; Journal of Economic Studies 26, 4/5; pp. 268 a 326
Rodrik, Subramanian y Trebbi (2002); “Institutions Rule: The Primacy of Institutions over Geography and Integration in Economic Development”; NBER Working Paper 9305; 46 p.
Rodrik (2003); “Growth Strategies”; Johannes Kepler University of Linz, Department of Economics Working Paper 0317; 60 p.
Rodrik (2005); “What You Export Matters”; NBER Working Paper 11905; 25 p.
Rodrik (2008); “The New Development Economics: We Shall Experiment, but How Shall We Learn?”; Harvard university J.F.K. School of Government RWP08-055; 38 p.
147
Debate Económico
Schumpeter (1982); “Historia del Análisis Económico”; Editorial Ariel; 1,377 p.; 84-344-0148-7
Screpanti y Zamagni (2005); “An outline of the history of economic thought”; Oxford University Press; 559p.; 0-19-927914-4
Wilkinson (2008); “An Introduction to Behavioural Economics”; Palgrave Macmillan; 511 p.; 978-0-23053359-5
Weiss (2005); “On the Evolution of Wage Inequality in Acemoglu´s Model of Directed Technical Change”; Universität Mannheim; 9 p.
148