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A la memoria de mi compañero y amigo Rómulo Vásquez Escalante, y a los compañeros apristas del Comité Distrital de San Borja, a los que continúan y a los que partieron en viaje infinito hacia las estrellas.
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MARCO FLORES Y LA ESENCIA DEL APRISMO (A manera de prólogo) por Luis Alberto Guerrero Uchuya (*)
El oficio de escribir tiene, entre otras satisfacciones, el poder conocer a personajes de los más diversos estratos y valorar méritos y deméritos, en un ejercicio constante del saber quién es quien y lo que esa persona representa para una comunidad, un país, o la escena mundial contemporánea. Marco Flores Villanueva es uno de esos personajes a quienes he aprendido a conocer más por lo que escribe que por lo que uno sabe de su vida por terceros o por la experiencia directa. Son varios años que sigo lo que escribe y pone en la Web, y he aprendido a apreciar sus afanes y preocupaciones en cuanto a la política peruana, que distan años-luz de lo que los políticos locales pueden siquiera avizorar, preocupados como están por destruirse unos a otros. En el marco del aprismo, por ejemplo, la propuesta de Marco Flores no solo es consistente sino además comprometida históricamente con el devenir de ese partido y, en especial, con la teoría y la praxis de su fundador Víctor Raúl Haya de la Torre. Pero qué distante es esta interpretación del aprismo de lo que vivimos en estos tiempos, en los que difícilmente podría decirse que gobierna el APRA o se aplican sus históricas propuestas. 5
Es en este aspecto donde la visión de Marco Flores resulta aleccionadora. Aunque no soy aprista, soy hijo de un aprista y, por lo tanto, testigo de las expectativas de una generación, que entregó hasta su vida en pos de un ideal. Ello me ha permitido valorar en su dimensión más cabal lo que Flores escribe e interpreta, y que entre los actuales capitostes del aprismo suena a herejía. No es raro, por otro lado, que la palabra de Marco Flores no alcance la debida difusión en los medios de comunicación del Perú y que solo sea conocida en algunas cofradías. No es raro porque la prensa peruana, sin excepción alguna, ha abandonado su vocación de servir al Perú y a sus lectores, optando por la cómoda posición de halagar al poder y disfrutar sus prebendas (léase publicidad estatal). Ello aparte de que para conseguir lectores ha olvidado en gran medida la ética y la verdad, adentrándose en los azarosos vericuetos de la prensa amarilla repotenciada por la dupla Fujimori-Montesinos. No hay pues tribuna para quien piensa distinto y cuestiona a quienes han llevado al «Partido del Pueblo» por caminos opuestos a los que se esperaba debía seguir. Una edición como esta, por ello, tiene una gran importancia para luchar contra el oscurantismo, y para recordarle a las cada vez más decepcionadas huestes del aprismo –especialmente a los jóvenesque aún hay personas en el Partido como Marco Flores Villanueva, que se sustentan en las raíces verdaderas y no en las creaciones convenidas de quienes han convertido al PAP en instrumento de sus propios proyectos. A diferencia de quienes tienen poco que decir y, por tanto, lo disimulan escribiendo mucho, Marco Flores es puntual y directo. Diagnostica y da soluciones, no se queda en la crítica improductiva sino que a la luz del razonamiento lleva hacia una propuesta factible. Su formación musical le ayuda mucho para escribir con ritmo, con esa cadencia propia de quien escribe para las masas y no para satisfacerse a sí mismo. Una de las virtudes de Haya de la Torre era saber hacerse entender no solo por sus cofrades sino por propios y extraños. Para ello es necesario dosificar las esencias, matizándolas con ejemplos prácticos fácilmente entendibles. Marco Flores, emulando a Haya, lo logra tanto en sus escritos como en sus exposiciones verbales, en sus entrevistas y en sus mensajes. Dudo que el problema dirigencial del aprismo pueda resolverse en el corto plazo, y que voces discrepantes como la de Marco Flores 6
–que es la voz de toda una generación segregada- puedan ser oídas en un marco de verdadera democracia e igualdad de oportunidades. Pero siendo larga la lucha es menester ir horadando la piedra de la ignorancia con la gota persistente del conocimiento creador. Esta es una de esas gotas, de las muchas que habrá seguramente en este largo sendero por recorrer. En mi condición de cronista político encuentro satisfacción en presentar este trabajo, que estoy seguro servirá para abrir muchos ojos, para despertar conciencias, y para avizorar tiempos nuevos en una agrupación tan históricamente ligada a los destinos de nuestro país. LUIS ALBERTO GUERRERO Lima, Diciembre de 2009.
(*) Luis Alberto Guerrero Uchuya (ICA, 1939), es cronista y analista político formado en el diario «La Prensa», cuando era dirigido por don Pedro Beltrán, llegando a ser el Director de Informaciones de ese afamado diario peruano. Trabajó, con gran suceso, en los diarios «El Comercio» y «Expreso» y fue director del diario «Hoy». Luego de una brillante trayectoria de más de 40 años en medios de comunicación, es actualmente editor y colaborador de medios de prensa del Perú y el extranjero.
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El APRA es un desierto Escribe: César Lévano (*) (Artículo publicado en la Página del Director del diario «La Primera», de Lima-Perú, el 1º de Marzo del 2010)
El APRA realiza esta semana su XXIII Congreso Nacional en medio de trifulcas personales por cargos, candidaturas y ambiciones. La única novedad proviene de Alan Garcí-a: hay que buscar rostros nuevos. En ese desierto poblado por ambiciones personales y de grupo - confabuladas con transnacionales y oligarquías- hemos avistado un esfuerzo aislado pero notable. Es el contenido en dos escritos de un aprista virtualmente desconocido y que, hasta donde sabemos, no aspira a ningún cargo en el partido. Nos referimos a Marco Antonio Flores Villanueva, peruano radicado en Boston, Estados Unidos, quien estudió Derecho en San Marcos y Composición Musical en Boston. El primero de sus escritos, que alguien nos envió hace meses, se titula Modernización del Aprismo. Ese texto plantea que la idea de El antiimperialismo y el APRA, el libro clásico de Haya, sobre el carácter ambivalente del imperialismo, ya no tiene vigencia. El imperio no trae hoy industria y altos salarios, si es que alguna vez los trajo. 9
Las inversiones, se dirigen hoy a las propias grandes potencias. Estados Unidos, que en una época era el gran inversionista, se ha convertido en gran receptor de capital extranjero. El imperialismo, apunta Flores, «acentúa hoy su carácter depredador en desmedro de la tarea civilizadora y de modernización» ¡Qué diferencia con la paporreta de Mercedes Cabanillas en un artí-culo de La Tribuna, agosto de 2004, según la cual «el fenómeno imperialista como tal, por supuesto tomado en su connotación histórica y no simplemente en su notación (sic), ya ha sido superado por la globalización»! ¡Qué feliz me siento! El imperialismo se acabó: Irak, Afganistán, las bases en Colombia, no han ocurrido. El otro texto de Flores es más reciente. Está fechado en mayo de 2008, y se titula Manifiesto por un nuevo aprismo democrático de izquierda. Elijo sólo un fragmento de ese escrito que ojalá resonara en el espacio tiempo antihistórico del APRA: «Para muchos el deterioro intelectual y moral del partido ha surgido como consecuencia de un liderazgo falaz que, alejándose de la inspiración que constituye la vida ejemplar y la obra de Haya de la Torre, ha convertido al partido en un instrumento para la particular satisfacción de personalidades mesiánicas cuya vida privada, boyante y licenciosa, claramente constituye no solamente un abierto desafí-o a la pobreza y la miseria que afecta a la gran mayoría de peruanos, sino también un baldón a la memoria inmortal de Haya de la Torre y los principios éticos que defendió con el ejemplo de su propia vida. Una vida al servicio del pueblo, sin riquezas, sin residencias borbónicas y acaudaladas». Estas palabras del músico culto Flores desafinarán sin duda en el Congreso de los García, Mulder y Del Castillo.
Fuente: Diario La Primera, «Columna del Director», Lima, lunes primero de marzo de 2010 http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columna-deldirector_11.do 10
(*) César Lévano La Rosa (Lima, 1927), intelectual y periodista, director del diario «La Primera» de Lima, Perú. Trabajó en la Agencia Internacional France Press entre 1956 a 1960, como traductor y redactor. Fue colaborador, redactor y jefe de información en la conocida revista limeña ‘Caretas» y jefe de redacción de los diarios «La República» y «Sí». Ha escrito y publicado varios libros de ensayos y poesía, entre otros «Mariátegui: La voz del Perú integral», «La verdadera historia de la lucha por las ocho horas en el Perú», «Tono Peregrino», «Este y Oeste» y «Arbol de Batallas». Es también autor de bellas canciones, valses, yaravíes y huaynos.
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HAYA DE LA TORRE O LA REIVINDICACIÓN DEL APRISMO DEMOCRÁTICO DE IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI (Nueva York, Estados Unidos de América, Domingo 22 de Febrero del 2009, Día de la Fraternidad)
- Compañero Gerardo Chang, Secretario General del Comité SubRegional de Nueva York. - Compañero Rodolfo Montes, Sub-Secretario General. - Compañeros integrantes de la Célula Aprista 7 de Julio de Long Island, Nueva York. - Compañeros integrantes de la Directiva de éste Sub-Comité Regional, única representación política de Haya de la Torre en New York, elegida democráticamente por el pueblo aprista de esta ciudad. - Compañeros miembros de la Comisión Política del Comité SubRegional de New York. - Amigos invitados. - Compañeras y Compañeros: 13
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omienzo esta elocución agradeciendo en nombre propio y de mi esposa Ludmila, la generosa invitación, que honra, del democrático y legítimo Comité Sub-Regional del APRA en Nueva York, para participar con ustedes en este acto solemne que rememora la memoria inmortal, limpia y sin mancha, de Víctor Raúl Haya de la Torre, a ciento catorce años de su nacimiento en la tierra mártir y heroica de Trujillo, donde hoy yace la luz(Aplausos). A menudo los actos celebratorios del onomástico de Haya de la Torre, se presentan como una inmejorable oportunidad para cotejar el pensamiento político del fundador del Aprismo con la nueva realidad política, económica y cultural que ahora vivimos. Pero ello nunca se materializa. Porque todas las celebraciones de la fraternidad aprista, transcurren más o menos iguales, con el mismo guión: Palabras de bienvenida, saludos, canto solemne de la Marsellesa Aprista, y luego el discurso central, que resulta ser, casi generalmente, un recuento histórico largo, a veces apasionado pero tedioso, de la vida y obra de Víctor Raúl. Y así, año tras años, cada 22 de Febrero en la oratoria fogosa y encendida de los discursos centrales escuchamos, casi resignados, el origen del pensamiento político y la vida pública de Haya de la Torre, como una larguísima bitácora que va desde los anales anarcosindicalistas, el influjo de Gonzáles Prada, la lucha obrera, la polémica con Mariátegui, las Universidades Populares, el destierro de Haya a manos de Leguía, pasando por el martirologio de Trujillo, las elecciones presidenciales registradas desde 1931 hasta llegar a la Asamblea Constituyente de la que Haya fue su presidente. Pues bien, hoy, compañeros y compañeras, invitados a esta ceremonia, hoy no hablaremos de historia. Porque hablar de la historia sin una síntesis que nos coloque en el ahora y nos lance al porvenir, es el atajo para no abordar el presente y el futuro del pensamiento político de Haya de la Torre (Aplausos). El otro atajo es reiterar, casi de memoria, el postulado hayista de la integración continental. Así, el primer atajo francamente elude; mientras el segundo, se recrea en lo obvio y elude con trampa. Vamos entonces a situarnos en la centuria. Este es el año 2009 después de Cristo. Ni 1924, ni 1928, ni 1931, ni 1935. Tampoco es 1945 ó 1948, ni 1956. Y entendámonos, no es 1962, 68 ó 78 y
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79. Ni mucho menos 1985 ó 1990; años, todos ellos, señeros en la historia del Aprismo. 2009: Este es el año en que el mundo se encuentra viviendo, y ya ha empezado a sufrir, las graves consecuencias del derrumbe colosal de la globalización inspirada por las grandes corporaciones, es decir la «Globalización Corporativa». Es esta la globalización que nos ha tocado vivir en esta porción de la historia universal, de la mundialización de los mercados y el comercio y del desarrollo formidable de los medios de comunicación y la tecnología, pero en beneficio de los particulares intereses de los grandes conglomerados internacionales, antes que en beneficio de la persona humana y la preservación planetaria de nuestro ecosistema. Es esta globalización, decía, patentada por las corporaciones desde Wall Street, la que agoniza y la vemos ahora transitar casi todos los días, acusada y culpable, en los foros, ahora inquisidores, ahora preocupados, de los prohombres del Capitolio en Washington. Ahora bien, recordemos que esta globalización corporativa surgió como corolario de la caída y el desprestigio, respectivamente, de dos tipos de estado de la postguerra: el totalitario socialista y el republicano de los partidos políticos. Y, de otro lado, esta globalización corporativa se alimentó teóricamente de los ideólogos del pensamiento económico neoliberal, que sobre la base de los principios económicos «reganianos» y «tacherianos», impulsaron la reducción de las tareas del estado nacional, cuyo papel debe ser el de árbitro y promotor de la economía y edificador de una eficiente red social que cubra las necesidades básicas del pueblo. Derrotado uno y cuestionado el otro, dos tipos de estado nacional que dominaron el espectro de la política internacional durante la «Guerra Fría», se abrió de inmediato las puertas para que las corporaciones internacionales, desde el poder particular de sus directorios, definan los lineamientos fundamentales del nuevo orden mundial, la apropiación y regulación de los mercados -especialmente los emergentes de la Europa del este y los privatizadores de América del Sur-, y la adquisición de la tecnología necesaria que haga posible su accionar, a costa de la gradual destrucción del ecosistema del planeta y la degradación de la persona humana y sus derechos fundamentales (Aplausos).
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Y mientras el primer tipo totalitario de estado ofrecía irreal y criminal resistencia a una globalización distorsionada por las corporaciones, sobre la base de la organización de sociedades aislacionistas, protocivilizadas, o recurriendo al terror homicida y a la dictadura «en nombre del pueblo», el segundo tipo de estado se adscribía sin reservas al modelo económico neoliberal del «Imperialismo Corporativo», que es precisamente la globalización apropiada por las grandes corporaciones, con la manifiesta intencionalidad de explotar a las naciones, que no tienen más un estado nacional eficiente y coaligado con los intereses de su pueblo. Y aquí viene y encaja en nuestro contexto histórico lo que propuso Haya de la Torre, en su tiempo, como un nuevo tipo de estado. Porque aún siendo una propuesta específica para los pueblos situados al sur de nuestra América, en este nuevo y dramático contexto internacional de la crisis financiera mundial del siglo XXI, que precisa de un estado ni totalitario ni limitado al artificio republicano de los partidos políticos, el estado ideado por Haya que se funda en el concurso de todas las voces sociales del desarrollo, vale decir de la producción, emerge invicta y fortificada como propuesta para la construcción de un nuevo tipo de estado nacional, esta vez, un estado nacional con una lozana y vigorosa personalidad, fundada en una democracia diferente que Haya denominó «Funcional», y que esta noche la democracia de izquierda del Aprismo ratifica en todos sus extremos y lanza como propuesta y posibilidad nuevamente al Perú y al mundo (Grandes aplausos). Esta no es una reflexión que se funda en una terca afirmación romántica de un postulado fundamental del pensamiento político de Haya de la Torre. Tampoco es la hiperbolización de los alcances geográficos de una propuesta que nació, es cierto, específica para una región determinada. Porque desde la canteras contemporáneas y de vanguardia de la academia política norteamericana, se ha alzado recientemente la voz, respetada y progresista, de Fareed Zakaria, anunciando, con sólidos argumentos, la necesidad de este gran país del norte, que es los Estados Unidos de América, ante la crisis, de introducir dramáticos cambios en su estructura de poder político, al que ha denominado, sintomáticamente, disfuncional, porque es extremadamente rígido y -lo más importante, como lección para el Perú y América Latina y sus propias estructuras de poder político- porque es anacrónico y obsoleto, incapaz de diseñar 16
una nueva agenda para una nueva era que, según Zakaria, trasciende ahora las propuestas partidarias, porque debe adentrarse forzosamente a las propuestas del pueblo americano, pero organizado en sus instituciones civiles, vale decir, y como lo anunciara Haya para el Perú y para América Latina, funcionalmente. Y mientras los postulados hayistas transformadores de la sociedad se confirman allende las fronteras de la patria, desde posiciones norteamericanas liberales, vale decir de izquierda democrática, ratificando en pleno siglo XXI el genio político de Haya de la Torre; la preocupación constante por el desarrollo sostenido y el progreso de la región ha llevado hace unos meses a la CEPAL, es decir la Comisión Económica Permanente para América Latina y el Caribe, a reconocer, como Haya lo hiciera en su momento, la necesidad de formular en América Latina políticas económicas integradas a planes de desarrollo nacional, políticas que sólo pueden ser concebidas, desde la óptica de la dinámica económica del Aprismo, a través de un Congreso Económico Nacional, es decir, desde una representatividad política funcional – no republicana, no liberal, no patricia y no bicameral- para reorientar la producción y servir a la nación (Grandes aplausos). Son voces del mundo moderno de hoy, del mundo civilizado, del mundo contemporáneo y del siglo XXI, que están ratificando principios rectores del pensamiento político de Víctor Raúl, y que en otras latitudes del planeta, al materializarse, producen progreso y bienestar para los que menos tienen, arrancándolos de las garras de la explotación, la pobreza y la marginación política, económica y social. Porque desde hace ya algún tiempo el mundo se estaba moviendo con pasos firmes hacia la planificación económica democrática. Y porque el mundo entendió, especialmente el sudeste asiático miserable de la década del cincuenta, que la acumulación de capital, que produjo hace más de un siglo el despegue económico de las grandes naciones que dominan el orbe, no se produciría más en un nuevo contexto económico mundial, asimétrico y limitado por el poder de los países desarrollados y de las grandes corporaciones. Y desde entonces hasta el día de hoy, las pujantes economías de Corea del Sur y Taiwán, de Malasia y Singapur, han crecido vertiginosamente, gracias a sus planes de desarrollo nacional, diseñados sobre un mapa económico de país por sus agentes de la producción y sus técnicos reunidos, no en 17
parlamentos circenses, improvisados, sumisos o tirados de la nariz por el Ejecutivo, sino en ágoras especializadas, modernas, técnicas y científicas que pusieron a disposición de los inversionistas extranjeros y de los exportadores nacionales, la ciencia de una economía planificada con objetivos precisos y de largo aliento. Esa ágora técnica, se denomina Consejo de Desarrollo Económico en Singapur. Esa misma ágora, con los mismos propósitos científicos y patrióticos se denomina Comité de Planificación Económica en Corea del Sur. Esa misma ágora, con los mismos procedimientos, se denomina Unidad de Planificación Económica en Malasia. Esa misma ágora, con el mismo interés nacional, y no extranjerizante ni chilenizante, se denomina Consejo de Desarrollo y Planificación Económica en Taiwán. Mientras tanto en el Perú, hace 79 años, el más ilustre peruano del siglo XX, Haya de la Torre, denominó a esta formidable unidad planificadora de la economía nacional, sobre la base de la técnica y la ciencia pero al servicio de la nación, Congreso Económico Nacional(Grandes aplausos). Y cuando continuamos con el recorrido por este mundo del siglo XXI, y comprobamos que Australia, desde 1998, tiene constituido, con iguales propósitos, una Comisión de Productividad, que no solamente establece técnicamente las metas y el crecimiento de ese país-continente, sino que además constituye un esfuerzo político consensuado de sus sectores sociales para proponer las reformas que su pueblo necesita; y cuando al cruzar el anchuroso Atlántico desde estas tierras de George Washington y Abraham Lincoln, ponemos pie en al viejo mundo para detenernos en la sorprende Irlanda, que tiene un Pacto Social, The Irish Partnership, en el cual gobierno, empleadores y sindicatos –vale decir, y en el lenguaje hayista, Estado, Capital y Trabajo- redefinen y negocian cada tres años la estrategia económica del país, lo que ha logrado el progreso económico sin precedentes de Irlanda desde 1980, tenemos entonces el derecho a preguntarnos ¿Y por qué no en el Perú? ¿Por qué no en la cuna del Aprismo y de Haya de la Torre? ¿Por qué se soslaya o si ignora una herramienta formidable para el progreso económico de finales del siglo XX, que es también instrumento imprescindible para encarar los desafíos enormes de la crisis financiera de este nuevo siglo? ¿Por qué se insiste en la improvisación, con políticas públicas que son cocinadas entre las cuatro paredes del sector Economía y 18
Finanzas, sin la participación de los agentes económicos? ¿Por qué no tenemos un mapa económico de país? ¿Por qué no se planifica? ¿Por qué continúan llegando al país inversiones extractivas y primarias, que no propenden al desarrollo de la economía nacional, que no producen trabajo, que no transfieren tecnología? ¿Por qué no se reorganiza la producción? ¿Por qué no reconvertimos la industria y la agricultura del país, en el marco de un plan maestro de desarrollo económico? ¿Por qué no se establece un mínimo vital de acuerdo a la productividad y la sobre ganancia de las grandes empresas? ¿Por qué se insiste con un modelo primario exportador y de servicios, que no genera mayor empleo sino desocupación y subempleo, que no se integra con otros sectores domésticos, porque no compra materias primas ni insumos nacionales, y no crea mercados de capitales y no edifica sólidos eslabones productivos? ¿Por qué somos incapaces de establecer un equilibrio entre la exportación y el mercado interno? ¿Por qué, compañeras y compañeros? La respuesta, dura pero realista, dolorosa pero evidente, viene de inmediato: Porque el programa político y macroeconómico de Haya de la Torre, no ha sido aplicado desde el poder, ni en 1985, ni en 2006. Y porque el APRA, como proyecto político revolucionario, transformador y redentor de los que menos tienen, jamás llegó al poder en el Perú (Grandes y prolongados aplausos). Porque en el Perú no se ha dado lo que en otras latitudes del globo constituyó, para las naciones que gozan hoy de prosperidad, el primer paso fundamental hacia el progreso económico. Porque aquello fue impulsado por una nueva voluntad política, por un nuevo liderazgo, por una restructuración del poder político; es decir, por una revolución política primera que, triunfante, doblegó a dirigencias políticas explotadoras, ineptas, decrépitas y corruptas. Porque ningún país que haya alcanzado el desarrollo, lo hizo a través de su clase política tradicional. Todos ellos experimentaron una profunda transformación política, antes de iniciar el despegue económico. Sucedió en Inglaterra, que produjo la primera democracia organizativa y asentada en un parlamento, que generó nuevas ideas y alumbró una revolución técnica y económica, sin parangón en la historia universal. Sucedió aquí, en los Estados Unidos de América, con una nueva clase política inteligente y vencedora de la revolución independentista, que construyó un 19
sistema plural para la época, y que permitió la emergencia de una poderosa economía fundada en el perfeccionamiento técnico de su industria, con los excedentes de la tierra. Esas naciones adoptaron sus formas particulares de democracia, que les permitió libremente convocar a su fuerza productiva y generar riqueza y desarrollo tecnológico. En el Perú, esa forma particular de democracia, que para su caso específico es participativa y plural, técnica y descentralista, y que se funda en sus nuevos actores sociales y en sus talentos libremente convocados, esa forma particular de democracia verdaderamente legítima es el Congreso Económico Nacional. Que es también revolución política, porque jubila a un liderazgo incompetente y corrupto, que hoy no sabe administrar la globalización y la crisis financiera internacional, como no supo en su momento crear un estado sólido en los albores de la república, o administrar la riqueza del guano y del salitre, o adentrarse a la modernidad con una personalidad propia, y porque prefirió la dictadura y perfeccionar su sistema clientelista, basado en el soborno y la compra venta de voluntades (Grandes aplausos). Por ello, compañeras y compañeros, luego de un largo periplo que nos ha llevado a identificar en este mundo del siglo XXI, o las ideas políticas de Víctor Raúl confirmadas en hechos de la centuria, vale decir, de esta época; o las motivaciones de sus ideales, profundamente transformadores de la sociedad; fuerza es recordar en este día de lealtades y fidelidades que es la Fraternidad Aprista, a los detentadores del poder en el Perú coaligados con la oligarquía (Público interrumpiendo con grandes aplausos), fuerza es recordarles los pilares fundamentales, eje principal del pensamiento político de Haya de la Torre. Dos esenciales, dos primordiales, dos imprescindibles de nuestro programa político para tipificar a un gobierno como un gobierno Aprista, nacional pero moderno, democrático pero revolucionario, y ubicado, además, en la centuria: El primero, es la completa restructuración del poder político en el Perú, que busca incorporar permanentemente a la vida pública del país a las voces de la sociedad civil organizada en la definición de las políticas públicas, para que éstas puedan contar con responsabilidad social e inclusión, y para que esa nueva institucionalidad, por su representación plural pero también técnica, sirva realmente a las necesidades de los más pobres, y 20
no a los intereses de Graña y Montero o del grupo Romero (Grandes aplausos). Y la segunda, es la restructuración de la economía nacional, no por las compañías chilenas que se cargan hasta el Aeródromo de Collique con la venia del Presidente de los más ricos(Publico interrumpiendo con grandes aplausos), sino por la clase productora del país, para reorganizarla y planificarla, no al estilo Chávez, montado sobre el precio internacional del crudo, o al estilo García, aupado al precio internacional de los minerales, que ya están cayendo precipitadamente en el mercado internacional, o como Chávez y García divididos pero pegados al megáfono del palabreo, sino como lo quiso Haya de la Torre, es decir diversificando la economía nacional y colocándola a disposición de los más necesitados, de los que menos tienen, es decir del pueblo (Grandes aplausos). Ambas propuestas, compañeras y compañeros, ambas propuestas convergen en aquello que ha sido largamente justificado esta noche, con el preciso recuento de experiencias no del año 1931, sino del siglo XXI. Me estoy refiriendo, nuevamente, a la necesaria y urgente constitución, patriótica y genuinamente aprista, de un Congreso Económico Nacional(Aplausos). Y éste, ya lo he dicho antes, compañeras y compañeros, éste es el verdadero proyecto político y económico del Aprismo, que no está ni en los libros ni en los artículos de García(Público interrumpiendo con grandes y prolongados aplausos), porque es un proyecto político genuinamente aprista sustitutivo de una democracia falaz, que no representa más a la mayoría de la nación, y que pone en peligro la precaria constitucionalidad del país con un pueblo que se radicaliza cada día más. Y sustitutivo de un capitalismo sin contrapesos ni controles, que ha sido recientemente impugnado en el centro mismo del capitalismo mundial, con el voto popular de la mayoría del pueblo americano, enterrando un pensamiento económico que permitió el enriquecimiento ilícito de los poderosos y la corrupción generalizada del sistema financiero; acontecimiento reciente cuya noticia, al parecer, todavía no ha llegado a Lima o Palacio de Pizarro, a pesar de la telefonía celular de una falsa modernidad sin apellido (Aplausos). Por todo ello, compañeras y compañeros, pueblo aprista de Nueva York, por todo ello resulta importante, fundamental y esencial, para el Perú y su pueblo que el Partido del Pueblo 21
recobre, cuanto antes, su libertad de criterio, en un congreso nacional, ideológico y programático, renovador de la dirección nacional del partido y de su estructura orgánica, empezando por la inmediata eliminación de los cargos de Presidente del Partido y de Secretario General, y la pronta constitución de la secretaria nacional colegiada, tal como fue el deseo postrero del fundador y único jefe del Aprismo, Víctor Raúl Haya de la Torre(Grandes aplausos y manifestaciones de aprobación del público asistente) Muy bien, compañeras y compañeros, invitados a esta ceremonia. La apretada síntesis que he intentado en esta noche no puede finalizar sin antes referirme a un tópico, yo diría, casi personal, que me devuelve, sin embargo, y sin historias, a Haya de la Torre y al Congreso Económico Nacional, para subrayar una circunstancia que me une también a ustedes, en la medida en que Haya, ustedes y yo somos ahora, circunstancias de la vida, peregrinos del mundo. Y así, me atrevo a recalcar y subrayar que este Haya brillante, propositor visionario del Congreso Económico Nacional en 1931 es, en primer lugar, un pensador «hecho afuera», que regresa al país luego de un largo período de destierro y ostracismo político que le permitió, sin embargo, contrastar sus enunciados primigenios anunciados desde el Perú hasta 1923, año de su destierro, con la dinámica económica y política del mundo, que Haya de la Torre recorrió e interpretó prolijamente en sus viajes y en sus libros y en sus artículos y en sus discursos, cargados todos ellos de la cultura universal del mundo contemporáneo. Punto que considero fundamental, compañeras y compañeros, para enervar argumentos pueriles que se alzan interesados desde Lima, contra todo observador de la realidad peruana desde el exterior, contra todo crítico opositor a un gobierno que no es aprista, y por el sólo hecho de residir en el extranjero. Porque Haya compañeras y compañeros, fue un observador itinerante pero acucioso del Perú, y del Perú contrastado con el mundo, y por ello su pensamiento político se vio enriquecido con las ideas y propuestas que partieron de otras latitudes del planeta y que se materializaron en otras naciones, desarrollándolas. Haya trajo al Perú esa modernidad del mundo contemporáneo, del mundo moderno y civilizado, y su genio político y su imaginación creadora adecuó esos instrumentos de progreso que generan libertad y desarrollo, a la realidad política 22
y económica del país, para acabar y terminar con el drama del pueblo del Perú, y no para preservar la barbarie de la marginalidad y la desigualdad a manos de la oligarquía y la vieja clase política que combatió, y que ahora se entroniza blasfema, apóstata, desembozada, desafiante y culpable en Palacio de Pizarro (Grandes aplausos y manifestaciones de aprobación del público asistente) Compañeras y compañeros, Apristas de la única representación política, legítima y genuina, de Haya de la Torre en Nueva York. Hoy es el Día de la Fraternidad. Los que todavía estamos en el llano y consideramos que el APRA no ha llegado aún al poder, celebramos orgullosos este nuevo aniversario de Víctor Raúl con expectativa, con esperanza, y con la seguridad que muy pronto, muy pronto la historia y el Perú nos brindará la oportunidad de reivindicar al viejo león, de la mano santa y noble de los manes que dieron su vida en Trujillo; de la mano trabajadora y honesta del campesino, del obrero, del empleado y del profesional, que con sacrificio y en condiciones inhumanas forjan, sin embargo, la riqueza de la nación; de la mano de la mujer peruana, que a falta de trabajo en la patria dolida, decentemente ha dado a sus hijos hambrientos el pan nuestro de cada día, producto de su dura faena, lejos de su familia y bajo otro cielo que nos el suyo; y de la mano de la juventud democrática y rebelde del Perú, de los que buscan y quieren un cambio; de los que quieren ver la patria próspera, firme y feliz, con elecciones libres, democráticas y con sufragio universal, o al fragor heroico y purificador de la lucha civil. ¡Compañero Jefe Víctor Raúl! ¡Presente! ¡Compañero Jefe Víctor Raúl! ¡Presente! ¡Compañero Jefe Víctor Raúl! ¡Presente! ¡Viva el Sub-Comité Regional de Nueva York! ¡Viva el pueblo aprista de Nueva York! ¡Viva el APRA! ¡Viva el Perú! (Grandes y prolongados aplausos de los asistentes) www.marcofloresvillanueva.blogspot.com www.youtube.com/MarcoFloresVillanuev + in hoc signo vinces 23
EL AUTOR
Marco Antonio Flores Villanueva (Lima, 1961)
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Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Piano y Teoría Musical en el Conservatorio Nacional de Música de Lima-Perú; y Composición Musical en el mundialmente prestigiado Boston Conservatory of Music de los Estados Unidos, donde se graduó con honores. Estudió Política Internacional e Instituciones Internacionales en la Escuela de Extensión de la Universidad de Harvard en Boston, Estados Unidos. Sus artículos políticos han sido publicados en Lima-Perú, en el diario «La República», «Correo», «La Razón», la Revista Política «Apertura» y «Nueva Generacción»; y en Boston, Estados Unidos de América en los periódicos de habla hispana «La Semana», «El Mundo» y «El Planeta», así como en diversas e importantes publicaciones digitales del Perú y el extranjero. Inscrito en el Partido Aprista Peruano, en el Perú militó en el Comité Distrital de San Borja, comité del que es uno de sus fundadores. Marco Flores reside actualmente en Boston, Estados Unidos, donde se desempeña como Compositor de Música Culta (o Académica) y Música para Cine, Documentales y Cortometrajes, habiendo ofrecido numerosos conciertos en esa ciudad, en importantes salas como el exclusivoHarvard Musical Association y en el Berklee College of Music, y en Europa en la República Checa. Marco Flores es artista de Triton Music Services (www.tritonmusicservices.com), que viene publicando sus obras musicales en los Estados Unidos. Es, además, miembro de la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores y del American College of Musicians. Ha ejercido el cargo de Presidente del Consejo de Consulta del Consulado General del Perú en Boston. y en Julio del 2002 fue distinguido por el Alcalde de la Ciudad de Boston, Mister Thomas Menino, en mérito a su trabajo en beneficio de la comunidad peruana en esa ciudad y por su tarea de difusión cultural. Entre su obras políticas más importantes se cuentan títulos como ‘Modernización del Aprismo», «Inversiones Internacionales en América Latina: Crónica de una descapitalización anunciada», «Globalización Redefinida: Nuevos desafíos para América Latina», su «Respuesta al Mensaje a la Nación del Presidente Alan García» que puede ser visionado en www.marcofloresvillanueva.blogspot.com y «Manifiesto para nuevo Aprismo Democrático de Izquierda». Todas estas obras publicadas también por «Pueblo Continente» www.pueblocontinente.com 25
Edici贸n Impresa: Ediciones Nuevo Aprismo 2011 Lima, Abril 2010 Edici贸n Digital: COMPUediciones Lima, Marzo 2012
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