Guatemala, 2 de marzo de 2011
CORRUPCIÓN VERSUS TRANSPARENCIA Carlos Zúñiga CASA “Si no peleas contra la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ellas”. Anónimo Según la organización no gubernamental Transparencia Internacional, para octubre de 2010, Guatemala se encuentra ubicada en la posición 91 en el Índice de Percepción de Corrupción –IPC–, a través de un estudio en 178 países, ordenados con base en los niveles percibidos de corrupción en el sector público, con notas que van desde cero para los países
considerados altamente corruptos hasta diez puntos para las naciones más transparentes. Guatemala obtuvo una calificación de 3.2 puntos. Lo anterior se suma a la escalada alarmante de actos de corrupción que día a día observamos los guatemaltecos. Un hecho que es importante es que todas las acciones y el ordenamiento legal existente en el país, son concebidos fundamentalmente para sancionar la corrupción y no para prevenirla. Es por ello que el trabajo en dicho tema debe de ser integral, desde el reforzamiento de los valores hasta el fortalecimiento
institucional y sin etiquetarla a un sector en particular, generalmente el sector público. La misma se presenta en interacción con diversos medios, por lo que su seguimiento debe ser contrarrestado con la transparencia. Este flagelo es una constante en el ejercicio del poder, estructura un sistema de beneficios y privilegios, aprovechándose del manejo de la gestión pública en una forma progresiva. Hoy es un mecanismo de acumulación de riqueza. Se puede identificar el problema en la articulación de condiciones y acciones que hacen posible la utilización de recursos para beneficio personal, olvidándose de los intereses generales y el bien común. La corrupción desde su origen denota una acción y un resultado ya que muestra una orientación destructiva gradual y no violenta, con capacidad de influir y ganar voluntades dentro de los principales actores de la sociedad, con el objeto de obtener compensaciones y gratificaciones individuales. Creemos que la transparencia es la protección más efectiva contra la corrupción y que la misma se encuentra en el capital humano de los guatemaltecos, necesitamos organizarla por medio del fortalecimiento del acceso a la información y a la organización social para la defensa de los derechos ciudadanos. Se creará un sistema nacional de integridad, con un enfoque interdisciplinario, el cual se hará operativo con las Delegaciones de Transparencia en las instituciones del sector público, haciendo una evaluación de procesos que conlleven a reformas administrativas, para reducir los conflictos de intereses dentro de la administración pública y los niveles de discrecionalidad de los funcionarios. Se hará un gobierno con liderazgo político que exalte los valores éticos públicos y privados sustentando su aplicación en la práctica y en el ejemplo. Se hace necesario fortalecer las entidades superiores de fiscalización para desarrollar un sistema público de adquisiciones abierto, competitivo y transparente. Por nuestra naturaleza se iniciará el desarrollo de Código de Ética y Procedimientos en conjunto con el sector privado. A todo este esfuerzo se integrará a la cooperación internacional para obtener resultados en el corto plazo fundados en la realidad y
en la viabilidad. La estrategia de combate a la corrupción estará basada en planes específicos de acción inmediata hacia la solución de problemas concretos, logrando la participación de la sociedad civil en su conjunto y teniendo como punto de partida el cumplimiento de la ley con toda rigurosidad. Se generará el compromiso de nación contra el soborno, iniciando su accionar en áreas susceptibles a la corrupción, lo cual tiene su razón de ser, en desarrollar un ambiente de prevención y un clima de completa información; dándole el espacio a la sociedad civil para reivindicarse y defender sus propios valores y no pasar desapercibida, señalando a aquellos que hacen gobierno. Creemos que el servidor público debe ser identificado como persona y no como un elemento electorero; por lo tanto, garantizarle su estabilidad laboral disminuyendo la rotación, con prestaciones dignas que incluyan una jubilación aceptable para vivir; además de brindarle las oportunidades de capacitación y entrenamiento para que logre su identificación en su puesto de trabajo y con ello ser menos vulnerable a las propuestas de corrupción. Las iniciativas que se proponen con anterioridad, entre otras, no implican que la reducción de la corrupción sea un fin en sí mismo, sino un medio, para lograr algo más grande, trabajaremos para hacer un gobierno efectivo, eficiente, justo y transparente. Actualmente los guatemaltecos vemos los actos de corrupción como hechos comunes y en la mayoría de los casos se mantiene un desaliento en que ésta se termine. Debemos provocar un cambio de actitud, dándole un impulso a la participación ciudadana y que pueda involucrarse en el control de la misma, realizando auditoría social, formando parte activa e incidiendo sobre asuntos de interés público. Nuestra estrategia de lucha constante, buscará los vínculos de organización y concientización, educando e informando sobre el tema, para hacer prevalecer los valores morales. No se puede continuar con esquemas tradicionales que sólo fortalecen el mal manejo de los recursos públicos para satisfacer intereses individuales. Debemos iniciar el camino de un gobierno transparente con mejores oportunidades para todos.