Una idea original de Rosauro Carmín Q.
Suplemento Cultural ADIÓS A CARLOS FUENTES Una foto tomada el 15 de diciembre del año pasado, durante un evento de firma de libros. Carlos Fuentes fue uno de los más carismáticos y prolíficos autores hispanoamericanos de los últimos años.
Guatemala, 19 de mayo de 2012 FOTO LA HORA: AP Marco Ugarte
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Nueva Guatemala de la Asunción, 19 mayo de 2012
Carlos Fuentes y los guatemaltecos Desde la portada
POR JAIME BARRIOS CARRILLO
C
FOTO LA HORA: CORTESÍA JAIME BARRIOS CARRILLO
Facsímil de la carta enviada por Carlos Fuentes a Miguel Ángel Asturias.
arlos Fuentes visitó Guatemala en 2002, acaso la última vez que lo hizo. Y lo oímos disertar en un hotel de la capital con su acostumbrada y brillante manera, apelando a la conciencia sobre los problemas de la infancia, resaltando la necesidad de la cultura y la solidaridad. Fuentes se había comprometido plenamente con la infancia de América Latina como miembro del grupo latinoamericano de los Notables por la Infancia. “El centro de todo es el niño… y no les podemos fallar”, afirmaba. Años atrás yo lo había encontrado rápidamente en Estocolmo durante una conferencia en la Universidad de Estocolmo. Las breves palabras que intercambiamos fueron suficientes para ratificar que se trataba de un hombre fuera de serie, una mente lúcida gobernada por un corazón generoso. Me hizo un par de comentarios muy certeros sobre la situación de
Guatemala. De literatura no hablamos. Dentro de sus miles de artículos, hay más de alguno en el cual toca el tema de Guatemala. Alguna vez leí su protesta vehemente por las masacres, su indignación por el sistema de exclusión con el indígena, su rechazo a las injusticias sociales en nuestro país. Y nos llamaba hermanos y acudía a la solidaridad. En su juventud había visto caer a Arbenz tras la brutal intervención de 1954 y este suceso lo había marcado. Alguna vez dijo: “Y el interés universal del capitalismo se llama imperialismo. Y nosotros somos sus víctimas.” Pero sus relaciones personales con guatemaltecos fueron importantes para su obra y para su vida. En 1958, por ejemplo, cuando publica su celebérrima novela “La región más transparente”, fue acusado de ofender “a la patria”, cuando no hacía más que criticarla corrupción de los políticos “revolucionarios” que se habían
“institucionalizado”. Las presiones fueron muchas. Se intentó un linchamiento mediático, una negación ultranza de la calidad de la novela, a lo cual se prestaron plumíferos comprados, a quienes no vale la pena ni mencionar ni recordar, mientras la novela de Fuentes pertenece ahora a las obras permanentes, inevitables y señeras de la literatura hispanoamericana. Lo atacaron de “antinacionalista”, una acusación culturalmente muy grave en la coyuntura y contexto de México. Con valentía fue también defendido por los sectores más positivos, entre ellos dos guatemaltecos de gran prestigio internacional, Miguel Ángel Asturias y Luis Cardoza y Aragón, tomaron de inmediato la decisión de cerrar filas con él. Carlos Fuentes diría, años después, sobre el incidente provocado por la publicación de “La región más transparente”: “la novela también recibió el respaldo, nada menos
que de Julio Cortázar, Salvador Novo, Luis Cardoza y Aragón, José Lezama Lima y Miguel Ángel Asturias. Con esas cinco voces respaldándome yo iba en ‘caballo de hacienda’”. En efecto, Cardoza y Aragón escribe entonces una reseña sobre la novela de Fuentes y no sólo pondera su valor estético y los bríos narrativos que anuncian una nueva literatura, sino la llama “novela reveladora”. El peso entonces de Cardoza como crítico en México era enorme y la reseña contribuyó a ratificar el espaldarazo del sector más lúcido de la intelectualidad y la crítica a “La región más transparente”. Por su parte Miguel Ángel Asturias no sólo alaba la novela sino se ocupa de abrirle campo a Fuentes en Argentina, donde Asturias reside a principios de los sesentas con su esposa Blanca Mora y Araujo. Asturias Invita e introduce a Fuentes en el gran Buenos Aires, donde el escritor guatemalteco era ya
un ícono literario. De regreso a México, que Fuentes llama “la región más turbia” en su carta Miguel Ángel Asturias fechada 23 de febrero de 1961, expresa no solo su agradecimiento sino le pide su ayuda a tigiar la publicación periódica de la cual Carlos Fuentes forma parte. Escribe Fuentes a Asturias: “Estamos dando la batalla frontal contra la reacción con el nuevo suplemento “La Cultura en México” y requerimos con urgencia tu ayuda querido Miguel Ángel, para reducir a puré a los que creyeron que podían silenciarnos. Te quiero pedir por ello, dos grandes favores: un fragmento de la novela que estás preparando y, por tu conducto, un poema de Rafael Alberti. Sé que nos negaran su concurso en esta batalla común cada vez más dura a causa de la resaca de Punta del Este, que tiene en pie de guerra a todos los macatitos de huarache, macartotes de tamal y macarto-
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FOTO LA HORA: ARCHIVO GABRIEL FIGUEROA
Arabella Arbenz, en una de las fotos promocionales de la película “Un alma pura”.
nes de la chingada. Un abrazo a Miguel, besos a Blanca y para ti todo el afecto inmenso de Carlos Fuentes. Venceremos.” (la carta contiene unos dibujos o caricaturas del propio Carlos Fuentes representando al amigo común, el escritor e investigador Fernando Benítez). Carlos Fuentes tuvo un especial encuentro con una bella mujer guatemalteca, que, además, llevaba un apellido emblemático: Arabella Arbenz, actriz en ciernes de 24 años, modelo ya famosa y sobre todo hija del ex presidente Jacobo Arbenz derrocado por la CIA en 1954. Todo el mundo a mediados de los sesentas parecía enamorado de Arabella, o al menos atraído por la pálida belleza de aquella joven de perfectas rasgos y medidas. Arabella había sido la hija rebelde del coronel Àrbenz, la que vivía en la farándula en las grandes capitales y en México era una especie de femme fatale venida del trópico ardiente y sangrante. Coincidieron ambos, Carlos Fuentes y Arabella Arbenz, en el interés por el cine. La cinematografía mexicana buscaba nuevas vías que superaran el charismo y el folklorismo ultranza o las producciones cómicas de divertimento barato y fácil. El gran cine europeo era un modelo a seguir y se pretendía combinar experimentación visual con guiones bien estructurados que permitieran la producción de un séptimo arte más profundo, más existencial y estéticamente bien logrado. Arabella Arbenz soñaba con un papel estelar. Fuentes con producir un guión maestro. Con la dirección de Juan Ibáñez y con el guión de Fuentes basado en su cuento “Un alma pura” se produce una película donde Arabella hace el papel estelar. El cuento, y luego la película, tratan sobre un viaje a Suiza par parte de la protagonista Claudia para traer el cadáver de su hermano Juan Luis, que se ha suicidado. Claire, la novia de Juan Luis, acaba abortando. Arabella Arbenz hace los dos papeles de Claudia y de Claire. Hay suge-
rencias de incesto entre los hermanos y al mismo una rivalidad enajenada entre las dos mujeres que sólo puede leerse entre líneas. Curiosamente “Un alma pura” trata de un suicido. Además transcurre en Suiza. Arabella Arbenz tenía por su padre origen suizo y terminó sus días en Bogotá, el mismo año en que se hizo la película, suicidándose de un tiro en la cabeza. La muerte de Arabella produjo una conmoción enorme. El poeta Cardoza y Aragón escribe el poema “Joven suicida”, del cual extraemos los siguientes versos: “En tus despeñaderos / no se oyó tu alarido de nívea salamandra / ni la tormenta que levó las áncoras / la muerte es la única respuesta del deseo. / Desnuda ya invisible hecha en la luz / sin memoria y terrible como un ángel / has cruzado el espejo..” Arabella Arbenz en el momento de su muerte era famosa, joven y bella. Quién puede pedir mayor triangulación? Había hecho fotos de estudio desnuda en París y en México posó sin ropa ante la cámara del famoso fotógrafo Gabriel Figueroa, quien hizo el trabajo de fotografía para la publicidad de la película. Carlos Fuentes recordando esos años escribiría: “En el México de los sesenta, la vida literaria giraba entre dos cafés de la Zona Rosa, el Kineret y el Tirol. Gabo y yo decidimos institucionalizar los encuentros todos los domingos de las seis de la tarde en adelante en mi desvencijado caserón en San Ángel Inn. Por allí pasó la humanidad entera, todos éramos jóvenes, todos éramos promesas, todos fumábamos, todos bebíamos, unos se quedaron en promesas, otros se propusieron ganar la módica medida del genio con la desmesura del trabajo. Todos bailábamos al ritmo de los recién descubiertos Beatles y Rolling Stones. Prueba: una extraordinaria foto de Gabo bailando el watusi con Elena Garro. Todas las muchachas eran bellas. ¿Quién más que la
trágica, frágil orquídea de un invernadero ístmico, Arabella Àrbenz? Arabella, hija del derrocado (por la CIA) presidente de Guatemala Jacobo Àrbenz, vino a México a hacer cine y Gabo y yo éramos pareja de guionistas tan frágiles en nuestro métier como Arabella en su vida.” Otra mujer guatemalteca, la escritora Alaide Foppa, tendría amistad con Fuentes. Una relación intelectual que se cortó con el macabro secuestro y desaparición forzada de Alaide Foppa en Guatemala cuando visitaba a su madre enferma. Alaide Foppa fue fundadora de la legendaria revista FEM y una de pioneras del feminismo en México. Carlos Fuentes se sumó desde luego a la gran cantidad de intelectuales, artistas y escritores que condenaron el secuestro y exigieron al gobierno del General Lucas García el aparecimiento con vida de Alaide Foppa, lo que lamentablemente como en muchísimos casos en Guatemala, nunca sucedió. Finalmente hay que mencionar la amistad de Carlos Fuentes y Augusto Monterroso. Carlos Fuentes escribió con motivo de la traducción al inglés de “La oveja negra” de Monterroso: “Imagine el fantástico bestiario de Borges tomando el té con Alicia. Imagine a Jonathan Swift y James Thurber intercambiando notas. Imagine una rana del condado de Calaveras que hubiera leído realmente a Mark Twain. Conozca a Monterroso”. Y cuando falleció Tito, un apesadumbrado Fuentes expresó: “Él es uno de los autores más claros, más inteligente, transparente y sonriente de la lengua española”. Carlos Fuentes ha muerto. Su partida conmociona. Se va uno de los últimos grandes del boom mas también es uno de los cerebros latinoamericanos más informados de su época. La erudición de Carlos Fuentes parecía no tener límites. Y así se reflejó en sus obras: novelas, ensayos, cuentos, teatro, cine, periodismo. ¿Dónde no estuvo Fuentes? Su obra giro, se inspiró y trató de temas mexicanos. Mas no por ello se aparta de la gran tradición narrativa, ensayística e intelectual de América Latina y esas miles de páginas forman parte, sin duda, del acervo continental de nuestra cultura y literatura. Y resulta interesante ratificar que pese al gran sentimiento mexicano de Carlos Fuentes, fue él un verdadero latinoamericano en actitudes y opiniones. Jamás un cerrado nacionalista sino un alma abierta y proactiva. Además de diametralmente crítico de las injusticias, corrupciones y violencia. Carlos Fuentes: Guatemala fraternalmente te recuerda y te saluda.
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Comunicado por la muerte de Fuentes Fondo de Cultura Económica
FOTO LA HORA: AP Darío Lopez-Mills
Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, dos de los más importantes escritores hispanoamericanos de las últimas décadas, que constantemente coincidían en México.
E
l Fondo de Cultura Económica lamenta profundamente el fallecimiento del escritor Carlos Fuentes, personaje fundamental para las letras mexicanas del siglo XX que desde 1958 publicó distintos títulos en esta casa editorial. Nacido en Panamá, su vida transcurrió entre constantes viajes al extranjero y breves estadías en nuestro país, debido a la profesión de su padre como diplomático y posteriormente de él mismo. Al final, si su nacimiento no lo alcanzó en México, su muerte lo tomó por sorpresa a los 83 años en la ciudad de sus letras, descrita por Alfonso Reyes como “la región más transparente del aire”. Con un título retomado de esta frase, La región más transparente —primera novela del escritor— fue publicada por primera vez en el Fondo de Cultura Económica en el mes de marzo de 1958. El volumen tuvo un tiraje de 4 mil ejemplares que se agotaron rápidamente, por lo que le siguieron 25 reimpresiones, además, se realizó una edición conmemorativa por los 70 años del FCE y se incluyó en el segundo tomo de sus Obras reunidas. Esta novela se consolidó como un libro enigmático y novedoso, pues en sus párrafos la ciudad se convierte más en un personaje que en un escenario. Otro importante título de Fuentes, La muerte de Artemio Cruz, cumplió 50 años de su publicación por primera vez el pasado 10 de mayo, edición que también albergó esta casa editorial. Además publicó ediciones de Agua quemada, El es-
pejo enterrado, Gringo viejo, Las buenas conciencias, Viendo visiones, entre otras más. Desde el año 2007, el Fondo ha publicado las Obras reunidas del escritor, divididas en tomos, de los cuales aparecerá el cuarto en el mes de junio. En ellos puede leerse, en clave literaria, la historia de México, pero también nuestro inconsciente colectivo, nuestros anhelos. Los tres volúmenes ya editados llevan como subtítulo Fundaciones mexicanas, Capital mexicana e Imaginaciones mexicanas e incluyen en sus páginas obras como Los años con Laura Díaz, La región más transparente o Aura. El cuarto tomo llevará como subtítulo Fronteras Mexicanas e incluirá Una familia lejana, Gringo viejo, La campaña y La frontera de cristal. A finales de 2012 aparecerá: Obras reunidas V. Fabulaciones mexicanas, que reunirá Los días enmascarados, Cantar de ciegos y Cristóbal Nonato. Del mismo modo que la obra de Fuentes estuvo siempre vinculada con México, la producción editorial del país no podría comprenderse sin la influencia que imprimió el novelista a las letras nacionales. Sobre esto, el poeta argentino Juan Gelman destaca: “Porque en cada una de sus novelas existe esa lucidez perfecta que contribuye a moldear la cultura mexicana y de ahí salta a la trascendencia internacional, él es un referente para todo el mundo y, sin él, a la historia de la literatura mexicana le faltaría algo.” El Fondo de Cultura Económica lamenta la partida de un hombre fundamental para la cultura y la literatura del siglo XX que será recordado a través de las páginas que dejó como legado.
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“TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín Rojas DECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE
Crónica
Un
adiós a F Uentes , precUrsor de la nUeva novela hispanoamericana
E
scribió más de 20 novelas, además de una ópera, cinco obras de teatro, nueve libros de cuentos, varios guiones de cine (algunos basados en sus libros), algunos libros de política y una biografía, además de un sinnúmero de ensayos, columnas de opinión y críticas literarias. En sus libros se destacaba una cierta obsesión por definir la identidad del país y sus habitantes, desde la época prehispánica hasta la actual, y sus luchas sociales y morales. El galardonado autor de “Aura”, “La muerte de Artemio Cruz” y otros éxitos literarios, y uno de los incuestionables iniciadores del auge de la literatura hispanoamericana, falleció el martes en un hospital de la Ciudad de México a causa de una hemorragia grave del tubo digestivo. Tenía 83 años. A juicio de numerosos críticos, su primera novela, “La región más transparente”, inició lo que se dio en llamar la nueva novela hispanoamericana. Medio siglo más tarde, el mismo autor fijó el texto definitivo de “La región” en una edición especial para la Asociación de Academias de la Lengua. Fue galardonado con el Premio Rómulo Gallegos en 1977, el Cervantes en 1987, y en el 1994 con el Príncipe de Asturias, la Medalla Picasso de la UNESCO y el Grizane Cavour. También recibió en 1992 la distinción de Legión de Honor del gobierno de Francia, en el 2006 recibió el Premio a la Libertad de Expresión de la Fundación Roosevelt, y en el 2008 la Medalla 1808 que otorga el gobierno del Distrito Federal de México, mientras que en el 2009 recibió la Gran Cruz de Isabel La Católica. Al menos recibió 15 doctorados honoris causa de universidades como Harvard, Cambridge y la Nacional Autónoma de México y fue catedrático en instituciones en varios países. Junto con Emmanuel Carballo fundó en 1955 la Revista Mexicana de Literatura, que pretendía ser un foro abierto de expresión para los jóvenes creadores de la época. También fue coeditor de “El espectador” (1959-1961) y, desde 1960, editor de “Siempre” y “Política”. A los veintiséis años se dio a conocer como escritor con el volumen de cuentos “Los días en-
Como una metáfora de su apellido, el prolífico autor mexicano, catedrático y embajador Carlos Fuentes desbordaba de inspiración. mascarados”. Pero su inclinación por las letras era evidente desde mucho antes: a los 7 años comenzó una pequeña revista con crayones en que comentaba películas y libros o los acontecimientos de su familia. A los 11 años redactó su primer cuento y en la preparatoria participó en un concurso de literatura cuyo único requisito era someter trabajos anónimos y se llevó los primeros tres premios. “Empecé muy joven. Yo tenía esa vocación muy clara que me inculcó mucho mi padre”, dijo en una entrevista para la Cadena de lectores Alfaguara. No obstante, su primer libro insigne fue “La región más transparente” que escribió a los 28 años. En una entrevista con AP en febrero de 2008 dijo que esa novela “ha resistido el tiempo, lo cual no esperaba. Había muchas voces que decían: ‘Esto dura un mes y se acabó’’’. Esos críticos “están muertos”, dijo con una sonrisa. Su novela “Gringo viejo” (1985), fue llevada al cine bajo el título de “Old Gringo” (1989) y fue protagonizada por Gregory Peck y Jane Fonda. Lo mismo ocurrió con su novela “La cabeza de la hidra” en 1981 dirigida por el mexicano Paul Leduc bajo el título de “Complot Petróleo: La cabeza de la hidra” con cuyo guión colaboró. Además trabajo en la filmación de la serie televisiva “El espejo enterrado”, que transmitió en 1992 y sobre cuya base publicó un libro homónimo. En 1998 editó “Retratos en el tiempo” donde expuso sus reflexiones sobre 25 personajes, seleccionados a partir de fotos tomadas por su hijo —Carlos Fuentes Lemus— entre ellos Salman Rushdie, Norman Mailer y Juan Goytisolo.Raymond L. Williams, profesor de literatura latinoamericana moderna de la Universidad de California en Riverside quien escribió “Los Escritos de Carlos Fuentes” en 1998, dijo que Fuentes fue quien unió a los autores para crear el llamado “boom” latinoamericano. “Fue la visión de Fuentes decir, ‘Si unimos fuerzas y en común damos una voz política y literaria, tendremos más impacto’’’, dijo Williams. “Su casa en Pedregal (colonia en la ciudad de México) fue el centro intelectual que atrajo a todos estos escritores”. Hijo de un diplomático, nació
FOTO LA HORA: AP AndRes LeigHTOn
Imagen de marzo de 2010, en la que se observa a Carlos Fuentes firmar un ejemplar de su novela Aura, en una visita a la Universidad de Puerto Rico.
el 11 de noviembre de 1928 en Panamá y durante su niñez vivió en Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Santiago y Buenos Aires. Obtuvo una licenciatura en leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. En 1950 inició estudios de Derecho Internacional en la Universidad de Ginebra. A mediados de la década del 60 se hizo diplomático y sirvió como embajador de México en Francia. Cuando el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, bajo cuyo mandato ocurrió la matanza de estudiantes en Tlatelolco, fue designado embajador en España en 1977, Fuentes en protesta renunció a esa labor que entonces realizaba en Francia. Su vida estuvo marcada por constantes viajes y estancias en el extranjero, sin perder nunca la base y plataforma cultural mexicanas. Fuentes aseguraba que la mayor función de la literatura era crear
nuevas realidades y decir lo que de otra manera no se podría. Opinaba que por ello durante las dictaduras se prohíben libros y se encierran, destierran o asesinan autores. “Toda literatura dice lo que no puede decirse de otra forma”, incluso si no se trata de ciencia ficción, destacó en el 2008. “La literatura se inserta en el discurso humano para liberarnos de los engaños del poder y del lenguaje único y dogmático”, reflexionó en un acto celebrado en el Auditorio Nacional, una enorme sala de espectáculos con capacidad para 10.000 personas cuya entrada fue gratuita, como parte del homenaje nacional que se realizó en México con motivo de su 80 cumpleaños. A pesar del reconocimiento de su obra en el 2001, cuando Carlos Abascal era secretario del trabajo, encontró a su hija leyendo “Aura”, texto que calificó como de una “fuerte sensación sensual”, y el funcionario pidió que la directora de la secundaria en la que estudiaba
su hija fuera sancionada por recomendar esas lecturas a los estudiantes de tercer grado. Esto causó gran polémica en el país, pues se consideró un intento de censura para el libro. “Cuando un libro es objeto de un acto de censura como que resucita el libro. ‘Aura’ fue objeto de un acto de censura que yo agradezco, porque gracias a esa censura se multiplicaron las ventas del libro; brincaron a 20.000 ejemplares a la semana. Imagínense ustedes, cosa que nos tenía felices a mi editor y a mí”, dijo durante una actividad en la feria del Libro de Guadalajara también en el 2008. Sobre su ópera, estrenada como parte del homenaje por sus 80 años, dijo que la idea surgió hace varios años cuando acordó con Mario Vargas Llosa reunir a doce escritores para que se inspiraran en “su dictador favorito” para la creación de una nueva obra. De allí surgieron varias novelas sobre distintos líderes políticos: Gabriel García Márquez escribió “El otoño del patriarca”, cuyo personaje central se inspira en dictadores como el colombiano Gustavo Rojas Pinilla, el español Francisco Franco y el venezolano Juan Vicente Gómez; Alejo Carpentier publicó “El recurso del método” y Augusto Roa Bastos “Yo, el supremo”, ambos sobre el líder paraguayo José Gaspar Rodríguez de Francia. Fuentes dijo que en su caso se inclinó por una ópera porque quiso poner a quien describió como “el personaje más llamativo de nuestra colorida vida política”, a bailar y cantar “con todo y su pata de palo”. Aunque en algún momento de su carrera tuvo la “aspiración de escribir una novela total”, con el tiempo descartó esa fijación porque luego prefirió dejar obras “abiertas”, con ciertas imperfecciones y “heridas por donde el libro pueda sangrar”. “No sé”, dijo en una ocasión sobre una posible autobiografía. “Es una cosa que se presenta, son frutos que caen o no del árbol... Uno va aplazando la biografía como se aplaza un poco la muerte. Escribir mi autobiografía es como escribir mi lápida”. Fuentes, que siempre vestía impecable, estuvo casado con la actriz Rita Macedo de 1959 al 1973, con la que tuvo una hija. Tras su divorcio se casó con la periodista Silvia Lemus con quien procreó dos veces más. Él mismo contaba que tuvo varios amoríos con actrices como Jeanne Moreau y Jean Seberg. Sólo le sobrevive una de los tres hijos que tuvo.
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“TRIBUNA, NO MOSTRADOR”, Clemente Marroquín Rojas DECANO DE LA PRENSA INDEPENDIENTE
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Reportaje
Carlos Fuentes generó admiración de amigos y enemigos Sea cual fuere la reacción a sus ideas políticas, cualquiera que haya tenido la fortuna de conversar con el escritor Carlos Fuentes no podía dejar de admirar su porte patricio y su amor por el lenguaje.
M
e impresionó la primera vez que vi a Fuentes en su casa de la capital mexicana en 1989 tras la publicación de Cristóbal Nonato, un relato orwelliano narrado por un feto sobre “Makesicko Seedy”, expresión que usó el autor haciendo un juego de palabras en inglés que aludía a una Ciudad de México lúgubre. Volví a verlo casi dos décadas después en un almuerzo en Los Ángeles, con ocasión de lanzamiento de la versión en inglés del “La silla del águila”, una sátira de la historia de la revolución mexicana y sus ataduras políticas. Fuentes, fallecido el martes a los 83 años de edad, era amante de la buena mesa y la conversación. La prosa fluía de su boca como un manantial y jugaba con las palabras como disfruta un niño en el mar. Sin que Fuentes lo supiera, lo entrevisté para su obituario, una práctica común en el periodismo. Mantenemos archivados obituarios de personalidades. En la mayoría de los casos, el reportero no informa al entrevistado de esa finalidad. Y aunque nunca escribí el obituario, quiero compartir hoy parte de la deliciosa tarde en la que charlamos de la vida, las artes y la política, acompañados de pescado y vino blanco en el restaurante Water Grill con nuestros respectivos cónyuges. Al igual que Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, Fuentes pertenecía a una generación de escritores latinoamericanos a la vez literatos y políticos, autores y comentaristas sociales. Era un intelectual público. “Uso dos sombreros”, admitió, al estilo del autor francés Honoré de Balzac en la elaboración de una comedia humana, certeros retratos sociales e historias fantasmagóricas. “La imaginación existe y existe el comentario social. No son contradictorios”. Aunque vestía con elegancia y vivió con comodidad saltando de Londres a Nueva York y México, sus convicciones políticas eran de
Por MArJorIE MILLEr
FOTO LA HORA: AP Rick MAiMAn
Fotografía tomada en octubre de 1995, Carlos Fuentes posa en la Plaza Unión de Nueva York.
centro-izquierda. Respaldó la Cuba de Fidel Castro en sus comienzos y la revolución sandinista en Nicaragua. Esa combinación hizo que el comentarista mexicano Enrique Krauze lo tildara hace tiempo de “el dandi de la guerrilla” y un intelectual liviano en comparación con el pensador conservador mexicano y premio Nobel de Literatura Octavio Paz. Empero, cuando Castro reprimió a los escritores e intelectuales, Fuentes lo criticó. Hijo de un diplomático de carrera, Fuentes pasó su infancia en el extranjero y hablaba inglés con
fluidez tras haber estudiado en Estados Unidos. Por ello muchos mexicanos lo consideraron “un gringo”, al mismo tiempo que en Estados Unidos algunos lo veían como antiestadounidense por sus frecuentes críticas a la política de Washington en América Latina y otros lugares. Desde luego, criticó con frecuencia al gobierno estadounidense y a un país rico que en su opinión debería cuidar más a sus pobres, aunque le gustaban verdaderamente los estadounidenses y su cultura. “Tildarme de antiestadounidense es igual que decir que soy antisemita porque mi esposa no es judía”,
dijo durante un almuerzo en Los Ángeles. “Es una mentira estupenda, una calumnia. Me crié en este país. Cuando era un muchachito le di la mano a Franklin Roosevelt y no me la he lavado desde entonces”, agregó con su característico buen humor. “Nunca olvidaré su sonrisa. Le tenía un enorme respeto y recuerdo cuando dijo que la sociedad crece de abajo para arriba. Tenía un gran respeto por el New Deal. “Fui a la escuela acá (en Estados Unidos). Leí a Faulkner, escuché jazz, vi películas estadounidenses. Me llevé muy bien con los gringos”,
dijo el autor de “Gringo Viejo”. “Empero, me opongo a una Norteamérica que no representa a los estadounidenses, como el francotirador (Dick) Cheney”, agregó en referencia al ex vicepresidente. Con todo, luce casi como un timbre de gloria el hecho de que en una ocasión le prohibieran la entrada en Estados Unidos conforme a la Ley McCarren-Walter por simpatías procomunistas. “Me encontraba muy bien acompañado. García Márquez, Graham Greene, Iris Murdoch, ni más ni menos”. Fuentes tenía ese día un porte elegante, con cabello plateado y un saco azul marino cruzado, acompañado por su esposa Silvia Lemus, todavía más elegante. Ambos habían sufrido una doble tragedia con la pérdida de dos hijos en tenebrosas circunstancias. Empero, no hablaron de su dolor entonces y en público, ya que siempre estaban dispuestos a ver el lado positivo de la vida. Para entonces, muchos mexicanos consideraban a Fuentes el mejor escritor vivo de su país. Fue mencionado con frecuencia como postulado al premio Nobel de Literatura, y solía repetir, como lo hizo ese día con una sonrisa, que su amigo “Gabo” García Márquez se había llevado su Nobel. Agregó que le quedaban por escribir muchos libros todavía, y redactó por lo menos tres novelas más. “De creer que había llegado ya al máximo, no estaría sentado aquí. Siempre hay otro libro por allí”, agregó. Un prolífico escritor, nos dijo que era más fuerte que de joven. “Cuando comencé a escribir, me angustiaba. La sicosis de una página vacía. A mi edad, sé exactamente lo que voy a hacer. Duermo, sueño, me levanto, escribo”. Empero, no siempre sabía a dónde le llevaría el escrito. “Hago planes, pero con cierto misterio”. Al irse del restaurante tras el almuerzo, Fuentes se detuvo a leer el directorio de inquilinos en el majestuoso edificio. A los 77 años, explicó el autor, siempre andaba a la caza de nombres que quizá usara para sus nuevos personajes. Le pregunté si prefería algunos de sus libros. “Todos ellos son mis hijos. Quizá algunos sean bizcos, pero los quiero a todos”.
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Colaboraciones
Autocomunicación de masas: Manuel
Estamos viviendo una revolución tecnológica, centrada en la información, según Manuel Castells. Una revolución sin precedente en la historia de la humanidad y es más demoledora que la desencadenada por el libro impreso, que impactó por más de 500 años y que fue producto de la idea original de imprimir millares de páginas a partir de un solo original, con la sencilla pero eficaz tecnología de los tipos movibles, idea ejecutada por Johannes Gutenberg. Sin embargo, aquel excepcional invento (o aplicación tecnológica) tardó años y años en impactar y transformar, finalmente, la sociedad en su conjunto… aunque los cambios fueron muy profundos en muchos órdenes. POR RAMIRO MAC DONALD
A
hora, apenas en poco más de dos décadas, la revolución en las comunicaciones ha venido a redefinir las interrelaciones entre mujeres, hombres y niños, y, en consecuencia, en la familia. ¡Cómo si fuera poco, una profunda revolución en el campo social! Y esas características, pueden extrapolarse a la vida pública en su conjunto, incluso en las empresas o en las instituciones de todo tipo. Castells afirma que esta revolución tecnológica transformó nuestra forma de pensar, de producir, de consumir, de comerciar, de gestionar, de comunicar, de vivir, de morir y hasta de hacer la guerra y el amor. Nótese los cambios tan radicales en la tecnología de la guerra y podrá admitirse las profundas implicancias del poder que se ha despertado, (lamentablemente tendemos a valorar las cosas por su impacto negativo). Luego del invento de la imprenta, pasaron varias generaciones para que el mundo lograra cambiar sus principales formas de ser y de relacionarse social, económica y religiosamente. El impacto (aunque tremendo) fue sumamente lento, y, según mi apreciación, se generó desde arriba hacia abajo, propio de esas épocas de copistas amanuenses, lentitudes y sociedades flemáticas y jerarquizadas. Pero ahora, en medio de esta vorágine de cambios acelerados y saltos cuantitativos que se están dando –incluso en pocos meses- se registra una revolución de abajo hacia arriba. Recordemos que Martín Barbero ya había mencionado que el libro perdió el centro como promotor de la cultura, ahora lo posee la computadora. En tanto, la lenta revolución de la imprenta y del libro, fue de capas medias y altas -hacia abajo- hoy ha cambiado rotundamente. Un ejemplo sencillo: los niños y adolescentes de nuestra postmodernidad les enseñan a sus abuelos, la manera de integrarse a este nuevo paisaje histórico: al universo digital de redes y poderosas computadoras. Las masas se han apropiado de la Red. Esta tecnología nos conecta a globales centros de información, que se convierten en enérgicos impulsores del cambio de una época jamás imaginada, salvo por los poetas o la literatura fantástica. Vivimos en la sociedad Red, como la ha definido Castells. Todo -o casi todo- está transversalizado por Internet en un mundo que se occidentaliza aceleradamente. Así pues, han cambiado las relaciones en la familia (espacios privados) y en el trabajo (espacios semiprivados) La constante es que todo cambia en este mundo del capitalismo tardío, cual reflejo de las mutaciones sociales, en especial en las maneras de expresarnos, de ser, de comportarnos…y esto representa un cambio drástico en la personalidad y la proyección personal de los individuos que conformamos esta época. Por
supuesto, los espacios públicos también han cambiado. Y como vivimos en la Era de la Información, hoy, poco queda oculto a sus “destapes” y accesos. Según Castells, en una época de tantas y variadas transformaciones, hay una interacción entre los siguientes seis procesos: Informacionalización, globalización e interconexión. Así como en la construcción de identidad, la crisis del patriarcado y la crisis del Estado-Nación. En la sociedad red, las economías se han
vuelto interdependientes, a nivel global. Tiempo y espacio se han debilitado como fundamentos de la conciencia humana, señala Castells y agrega que una cultura de la virtualidad real, construida en torno a un universo audiovisual, cada vez más interactivo, ha calado la representación mental y la comunicación humana en todas partes, integrando la diversidad de las culturas en un hipertexto electrónico” El informacionalismo ha llegado al grado de borrar, desaparecer literalmente, las fron-
teras de los países. Un continente como Europa, por ejemplo, se ha construido un concepto de espacio multicultural compartido, en lugar del tradicional Estado-Nación, que es en realidad un Estado-Red, en donde todo está interconectado: la información se centraliza en redes europeas compartidas para la seguridad y la justicia que controlan a los ciudadanos, para castigar a los delincuentes, para buscar educación, para estar en contacto con los gobiernos locales, para ser ciudadano. El hombre, la mujer del siglo XXI necesitan estar conectados a la sociedad red. O no existe. O no pueden pagar impuestos, no
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Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de mayo de 2012
Castells
pueden adquirir una identidad: no pueden vivir en este mundo hiperconectado. No del mañana, del hoy. ¿Es esa la virtualidad real que estamos viviendo? Sí, eso y más. Mucho más. En la cultura, en la religiosidad incluso, toda la vida es transversalizada por el informacionalismo. En el capítulo 2, del libro Comunicación y Poder, Castells explica la diferencia entre comunicación interpersonal y la comunicación social. Dice que en el primer caso, los emisores y receptores designados son los sujetos de la comunicación. En el segundo, el contenido de la comunicación se puede difundir al conjunto de la sociedad: es lo que generalmente llamamos comunicación de masas. La comunicación interpersonal es interactiva (el mensaje se envía de uno a otro con bucles de retroalimentación), mientras que la comunicación de masas puede ser interactiva o unidireccional. La comunicación de masas tradicional es unidireccional (el mensaje se envía de uno a muchos) El ejemplo es el de los libros, periódicos, radio y televisión. También hay algunas formas de interactividad en la comunicación masiva a través de otros medios de comunicación, ejemplificando con el caso de las audiencias en programas radiofónicos o de televisión, llamando por teléfono o escribiendo cartas al diario o haciéndoles llegar a las redacciones, correos electrónicos. Pero, este tipo de comunicación sigue siendo predominantemente unidireccional. Al abordar el tema de la comunicación en Internet, Castells señala que ha surgido una nueva forma de comunicación interactiva, caracterizada por la capacidad de enviar mensajes de muchos a muchos, en tiempo real o en un momento concreto, y con la posibilidad de usar la comunicación de punto-a-punto, estando al alcance de su difusión en función de las características de la práctica comunicativa perseguida. A esta nueva forma histórica de comunicación Castells la llama auto-comunicación de masas o mass-self communication. Y explica que, es comunicación de masas porque potencialmente puede llegar a una audiencia global, como cuando se cuelga un video en la plataforma de YouTube, un blog con enlace RSS a una serie de webs o un mensaje a una lista enorme de direcciones de correo electrónico. Pero también es auto-comunicación porque el que la emite genera el mensaje, define los posibles receptores y selecciona los mensajes o contenidos de la web y de las redes electrónicas que quiere recuperar. Castells también señala que, en este esquema hay tres formas de comunicación que se unen: interpersonal, comunicación de masas, y autocomunicación de masas. Estas formas o esquemas: coexisten, interactúan… y más que sustituirse se complementan entre sí. Esto es una novedad, históricamente. Tiene grandes implicancias para la: organización social y el cambio cultural, y se debe a que permite articulación de todas las formas de comunicación en un hipertexto, interactivo y complejo. Esta comunicación da oportunidad de integrar, mezclar, y recombinar en su diversidad, a un amplio abanico de expresiones culturales, que son producidas por la interacción humana. Esta convergencia, se produce en el interior del cerebro de los consumidores individuales y a través de su interacción social con los demás. sto solo puede entenderse con lo que se hoy ampliamente se denomina como una verdadera revolución de las comunicación; hay quienes la definen como un punto de inflexión en la historia y que algunos autores ya habían detectado por la interacción en el cambio tecnológico y la comunicación.
Desde mi butaca
Hubo dos programas antes de la “Super Tortilla”
Es buena idea eso de la “Super Tortilla” para combatir la desnutrición infantil rural, pero hace algunos años, por allá por los 60, si mal no recuerdo, hubo dos programas que se enfocaron, si no en combatirla de raíz, sí en solucionarla en parte, porque la tarea es grande. José Antonio García Urrea
E
stos prog ramas eran: uno de Acción Cívica del Ejército, y otro con apoyo de la iniciativa privada que se denominaba Organización Campesina Acción Social, OCAS, a este nos invitaron a periodistas para conocer lo que estaban haciendo, que era similar a lo de ACE, y que consistía en visitas dominicales a sectores del área rural, iniciando la acción en Palín. Amatitlán. Los de OCAS, me imagino que el otro programa también estaría estructurado así: dos médicos internistas y un pediatra, un ingeniero sanitario, dos abogados, éstos tenían a su cargo ver, principalmente, los expedientes que tuvieran tramitando los campesinos en el INTA, y algún otro problema. Lo primero que hacían era darle antihelmíntico a los niños para desparasitarlos, a continuación les proporcionaban leche, les advertían a las mamás que esta iba a aflojarles
el estómago pero era pasajero, que no dejaran de dársela. Organizaron grupos de señoras que tuvieran a su cargo esa preparación y para ello les dieron una olla de aluminio bien grande y a los maridos les correspondía ir a traer palito para hacer el fuego, también les dieron pocillos de aluminio; de preferencia eso se hacía en el patio de la escuela, en donde la había. Nada de que la llevo en polvo para mi rancho y allí la preparo, o démela en esta botella, los niños se la tenían que beber ahí; un maestro o maestra se encargaba de vigilar por este cumplimiento. También una persona de la Directiva de la OCAS hacía entre semana un recorrido de comprobación. El resultado se empezó a ver no muy tardío cuando desaparecieron los niños “bombilla”. y ya se les miraba gorditos. Pero el interés hacia los infantes se extendió en convencer a las mamás sobre la conveniencia de vacunar tanto a los tiernitos como a los más grandecitos para evitarles enfermedades y que se mantuvieran saludables. Como se deja
dicho, también se atendía problemas de los adultos pues era natural que sabiendo de la presencia de médicos les hicieran consultas. De acuerdo a lo expresado, el Programa de la OCAS pretendía de lograr más afluencia de fondos para dotar a los campesinos de maquinaria agrícola así como de ganado, pero eso se apartaba del propósito inicial como era la desnutrición infantil. También relataron que había pequeñas comunidades, muy adentro de la montaña en donde no tenían comunicación con otro tipo de personas, se hacían acompañar de un guía de ellos para que sirviera de intérprete pues no hablaban la castilla; conseguida su confianza y aceptada la presencia de los médicos, ellos servían para llevar la noticia a otras comunidades de los beneficios que se derivaban especialmente para los tiernitos. Esta es pues, una idea de lo que ya se hizo en otro tiempo persiguiendo el mismo fin, combatir la desnutrición infantil. El relatarlo es para ver qué se puede aprovechar de esta experiencia.
8 Suplemento Cultural
Nueva Guatemala de la Asunción, 19 de mayo de 2012
Memorias
Desarrollo humano y pacto fiscal: a diez años de su publicación
Hace diez años, en abril de 2002, se publicó un valioso documento, cuyo título es el del presente artículo. Debe reconocerse que este aporte reunió a la capacitad y experiencia, la sensibilidad social de actores de la sociedad civil guatemalteca, en un afán de contribuir en la construcción de una Guatemala menos excluyente, lo que significa el impulso de políticas públicas de gran magnitud para el propósito de alcanzar una vida digna y una vida plena para todas y todos los guatemaltecos.
E
stá organizado el documento en siete capítulos con numeración maya. Fue realizado con el apoyo de la Misión Dinamarca/Prodeca, PNUD, UNESCO, Cooperación italiana, Educación Maya intercultural, GTZ, Save the Children, Prodesa y ASEDSA. Aparecen las firmas de importantes personalidades de aquel momento y con cargos importantes hoy: Juan Pablo Corlazzoli, Efraín Medina, Feliz Serrano, Gonzalo de Villa y Mario Rolando Torres. Aparecen los nombres de profesionales y expertos del ámbito social, económico, educativo y político, así como el reconocimiento de personas del hacer cultural guatemalteco. Un esfuerzo que, con su presentación didáctica y su fácil accesibilidad a temas complejos como el económico, permiten la comprensión y provocan el interés por participar, desde sus medio de acción en esa construcción de la democracia, del estado de derecho y de la inclusión. Desde esta perspectiva cobra importancia para aquellos que tienen poder de decisión y para participar en un tema que hoy que se habla del “cambio”, con las actuales autoridades de gobierno, puede ser un referente fundamental. Contenido: En siete sugestivos capítulos: 1. Hacia una Guatemala democrática, sin pobreza y en paz, 2. Rostros de la Exclusión En la Guatemala de hoy. 3 Desarrollo rural y medio ambiente: una prioridad. 4. Participación ciudadana en la construcción de la Democracia. 5. Hacia una Sociedad Intercultural. 6. Pacto fiscal: Camino de Solidaridad. 7. Hacia la sociedad Incluyente. Cada uno con un índice de ejercicios pedagógicamente bien estructurados. Con abundantes y oportunas citas textuales de autores nacionales y extranjeros, resulta
POR RAÚL HERNÁNDEZ CHACÓN
ser una lectura amena, agradable y sobre todo convincente de la viabilidad del pacto fiscal, firmado el 25 de mayo del año 2000 por 130 organizaciones y los tres poderes del Estado, apunta en la página 169 del documento que se comenta. El documento afirma que fue “la primera vez que se planteó abiertamente la discusión de la política fiscal”. Llegar a este escenario de grandes alcances económico-sociales, fue muy significativo. La temática y la forma de presentación es sencillamente extraordinaria. Por ejemplo en el primer capítulo se lleva al lector a una reflexión del cuento escrito por Miguel Ángel Asturias: el hombre que lo tenía todo, todo, todo. En el segundo capítulo se presenta un tema de mucha actualidad: la exclusión de la mujer y la violación a sus derechos humanos, las debilidades en
la atención al niño y al adulto mayor. El tercer capítulo enfoca el problema de la tenencia de la tierra y la biodiversidad, la migración rural y el agua. Entre otros. El cuarto capítulo hace referencia a la construcción de un estado de derecho: con esa cita de Juan Salvador Gaviota: “la única ley verdadera es aquella que conduce a la libertad”, lo ilustra en la página. 132. El quinto capítulo plantea reflexiones en torno a la cultura desde la perspectiva de una sociedad intercultural. Es impostergable una política de inclusión de los sectores marginados de siempre: los pobres, los diversos grupos étnicos y cita con esperanza a Bertold Brecht: “vosotros que surgisteis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de nuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de
los que os habéis escapado.” El sexto capítulo se refiere específicamente al pacto fiscal, nombrándolo: el camino de la solidaridad, con detalles describe la sentencia que titula: no se puede caminar sin solidaridad.” Caminar con solidaridad significa ser equitativos y ayudar más a las personas que más lo necesitan. Significa también que el Estado debe invertir más en estas personas y debe recuadrar más para que esa inversión sea posible. El último capítulo expresa seis estrategias para el cambio, que resumen lo expuesto en todo el documento: 1. lograr reducir sustancialmente la pobreza, 2. fortalecer los procesos educativos en todos los niveles. 3. impulsar el desarrollo en las zonas rurales. 4. Implementar en todos sus alcances el pacto fiscal. 5. propugnar nuevas relaciones entre hombres y mu-
jeres y 6. Propiciar una mayor y más eficiente participación ciudadana. Página. 196. Si hace diez años, un grupo numeroso de personas, con capacidad, experiencia y buena voluntad plantearon este pacto fiscal para el desarrollo humano, es posible. Existen muchas oportunidades, desafíos y ámbitos en los cuales se puede desarrollar procesos diversos para construir juntos estas consideraciones que para muchos aún sólo son sueños. Hay instituciones que están dispuestas a fortalecer los procesos que, a diez años de este trabajo han propiciado su inicio. Sin duda hay algunas que tienen más responsabilidad que otras: El Estado, la familia, la escuela, la universidad, la comunidad, la municipalidad y toda la sociedad en general. Diez años después de este pacto fiscal, puede ser una nueva posibilidad.