Cultural 07-06-2019

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Norberto Bobbio y los derechos humanos

Guatemala, 7 de junio de 2019

suplemento semanal de la hora, idea original de Rosauro CarmĂ­n Q.


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presentación

orberto Bobbio perteneció a la élite de pensadores italianos que influyeron en la manera de abordar los distintos temas de la filosofía del derecho en el pasado siglo XX. Su ubicuidad no sólo física, sino a través de sus textos, permitió el debate en las aulas universitarias y un modo de filosofar equilibrado, tratando de explicar sus posiciones desde el conocimiento erudito de su formación como jurista y filósofo. Dada su importancia, presentar a los lectores de La Hora el ensayo del filósofo (y también jurista, como Bobbio), Gustavo García Fong, es una oportunidad para iniciarse en la lectura de un pensador capital aún en nuestros días. García Fong ofrece una aproximación a la reflexión sobre los Derechos Humanos desde la perspectiva del italiano que puede ser materia de discusión. “Las ideas aquí contenidas pueden resultar útiles como fuente de consulta, toda vez que la especulación filosófica en el ámbito de los derechos humanos en el plano nacional ha sido un tema poco explorado y estudiado. Dicha utilidad puede enfocarse específicamente para las disciplinas del derecho o de filosofía y letras y, en general, para las carreras de naturaleza humanística y social, para estudiantes, profesionales universitarios a nivel de pregrado y posgrado, investigadores, centros e institutos de investigación, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales y, en general, a todas las personas o entidades involucradas directa o indirectamente en el quehacer –a nivel teórico o práctico- en el campo de los derechos humanos”. Los lectores no pueden dejar de leer, con el texto de García Fong, las contribuciones de Karla Olascoaga (quien hace una crítica cinematográfica de un filme argentino); el ensayo de la académica Marta Elena Casaús Arzú, sobre identidades subalternas; la crítica estética de Miguel Flores y las creaciones poéticas y narrativas de Enán Moreno y Vicente Vásquez. Ojalá que la edición sea de su agrado. Lo esperamos para nuestra siguiente cita, el viernes de la próxima semana. Hasta entonces.

es una publicación de:

La fundamentación de los derechos humanos desde el consenso: la propuesta de Norberto Bobbio Gustavo García Fong Miembro de número de la Academia Guatemalteca de la Lengua –AGL– correspondiente de la Real Academia Española –RAE–

Después de todo, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En los pequeños lugares, cerca al hogar... (Eleanor Roosevelt) l tema de la fundamentación filosófica de los derechos humanos ha constituido una de las mayores preocupaciones de la doctrina –en el campo de la teoría general del derecho y de la filosofía jurídica-, desde la consolidación en todos los ámbitos de la temática de los derechos humanos. Dichos derechos, en ocasiones, han sido considerados como demasiado evidentes o intuitivos y por tal razón, en cierta forma su fundamentación no se considera muy necesaria. Sin embargo, tal apreciación carece de una base sólida, puesto que, en gran medida, en el entorno cotidiano de muchos países,

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esos derechos resultan poco reconocidos y respetados. En otras oportunidades, se ha afirmado que lo urgente es llevar a cabo su positivación, más que su fundamentación. Indudablemente, es necesario que esos derechos sean correcta y adecuadamente positivados; sin embargo, este planteamiento no satisface los requerimientos que un conocimiento general, global y universal de los derechos humanos supone, haciendo necesario recurrir a la filosofía para adquirir una comprensión integral de los mismos; y si algún campo ha sido fértil para establecer vinculaciones entre la ciencia jurídica y la filosofía del derecho, es el que se ocupa de la fundamentación filosófica del derecho, reflexión donde los fundamentos filosóficos de los derechos

humanos ocupa un lugar preferente. Este artículo se propone defender un enfoque de fundamentación consensual e histórica de los derechos humanos, planteado por el filósofo, jurista, político y profesor universitario italiano Norberto Bobbio (Turín, 18/10/1909 – Turín 9/01/2004. Para este autor, la fundamentación filosófica de los derechos humanos resulta ser, en todo caso, una fundamentación de tipo axiológico y, en ese sentido, siguiendo al profesor De Asís Roig1, establece tres formas para fundamentar los valores: a. Inferirlos de un dato constante, 1 De Asís Roig, R. (1994). “Bobbio y los derechos humanos”, en Llamas, A. (Editor). La figura y el pensamiento de Norberto Bobbio. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid, Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas y Boletín Oficial del Estado.


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objetivo, como la naturaleza humana. b. Considerarlos como verdades evidentes. c. Demostrar que en una determinada época histórica ha existido un consenso general sobre ellos. La primera forma pertenece al enfoque iusnaturalista, al que Bobbio formula algunas de las críticas que ya ha hecho al iusnaturalismo en algunos de sus trabajos, fundamentalmente, que la naturaleza humana ha sido interpretada de muchos modos, incluso opuestos, y en el mismo sentido, el contenido del derecho natural. La segunda forma -por la evidencia- no constituye una auténtica prueba, toda vez que un principio evidente ya no se puede probar, y, además, parafraseando la afirmación de un precepto escolástico, en las conclusiones específicas de la razón práctica, ni la verdad o rectitud es idéntica para todos los sujetos del conocimiento, ni tampoco entre aquellos para quienes es idéntica es igualmente evidente. De esta cuenta, los valores que han parecido evidentes para un grupo o sector, no lo han sido para otros. La tercera forma, es decir, la propuesta consensual, no es del todo aceptada por los iusnaturalistas, quienes postulan un fundamento más objetivo, mientras que el consenso resulta ser intersubjetivo. Sin embargo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, constituye una prueba de un sistema de valores que se ha universalizado a través del consenso, no en cuanto a principios, sino en cuanto a hechos. Claro está que una cuestión de hecho no invalida todo interés por la cuestión de los principios. Norberto Bobbio es del criterio que dicha Declaración, constituyó y ha constituido apenas, el comienzo de un largo proceso de elaboración de los derechos humanos. Ello es verdad, pero no invalida el interés por la fundamentación filosófica que concluyó en la positivación del documento, porque dicha fundamentación contribuye a profundizar en su conocimiento. Efectivamente, el derecho (o la ley) natural se va conociendo cada vez más de una manera más completa y perfecta. Se avanza en su conocimiento progresivamente en la historia -lo cual no quiere decir que su existencia esté condicionada históricamente-, solo lo está su conocimiento. Bobbio plantea la postura del intersubjetivismo axiológico, el cual parte de la posibilidad de establecer las condiciones que permiten a la racionalidad práctica arribar a un cierto consenso abierto y revisable sobre el fundamento de los derechos humanos y, a la vez, permite evitar los extremos que representan las visiones radicales del objetivismo y el subjetivismo axiológicos.

No hay que olvidar que los valores que informan el contenido de los derechos humanos no pueden conceptuarse como un sistema cerrado y estático de principios absolutos, ubicados en una esfera ideal, anterior e independiente de la experiencia, como pretende el objetivismo ortodoxo; pero tampoco pueden reducirse al plano de los caprichos, deseos o intereses de las personas, como postula el subjetivismo, también ortodoxo. Se esquivan así las peligrosas consecuencias de las tesis que propugnan un orden ontológico cerrado y ahistórico de valores metafísicos, eternos e inmutables, porque existe el riesgo de que algún sector de la sociedad, erigiéndose intérprete y portavoz de dicho orden axiológico objetivo, permita imponer una “dictadura de valores” a los demás, lo que resultaría abiertamente incompatible con un sistema ético, jurídico, político y pluralista. No menos insatisfactorias han resultado determinadas versiones del subjetivismo que, al polarizar su matriz individualista, provoca enfoques de decisionismo o la propia anarquía de los valores. También, cabe apuntar que los derechos humanos tienen un carácter histórico y, por lo tanto, susceptibles de fundamentarse consensualmente, toda vez que los mismos corresponden a la persona humana, la cual en su dimensión individual y colectiva está sujeta al cambio histórico. Así las cosas, los derechos humanos no solo no son ajenos a la historicidad, sino que la historicidad constituye una dimensión suya. Los derechos humanos son derechos que se tienen en el tiempo, en la historia; se trata de derechos temporales e históricos, como inmersa en la historia está la persona humana, razón por la cual resulta oportuno afirmar que los derechos humanos son históricos, en virtud de que la persona misma está sujeta a evolución o cambio, y es histórica en cuanto a la idea que tiene de sí misma. La fundamentación de los derechos humanos se ha planteado a través de diversos enfoques epistemológicos. Se trata de una cuestión necesaria y urgente que se encuentra vinculada de forma inseparable al problema del concepto y contenido de esos derechos. El derecho positivo no puede agotar la fundamentación de los derechos humanos, aunque sí su concepto y contenido. El problema del fundamento está reservado a la filosofía general y a la filosofía del derecho. Además, es necesario acudir a otras disciplinas del conocimiento, las cuales pueden aportar nuevas luces para la discusión, como, por ejemplo, la historia, la ciencia política, la antropología, la sociología, etc. Uno de los enfoques más vanguardistas en cuanto a la fundamentación filosófica de los derechos humanos, es la propuesta histórico-consensual del profesor italiano Norberto Bobbio. Este autor, en la obra que recoge la mayoría de sus

trabajos sobre los derechos humanos, titulada L’età dei diritti (El tiempo de los derechos)2, en el ensayo que lleva por título “Presente y porvenir de los derechos humanos”, concibe dichos derechos como “categorías históricas”: Los derechos humanos son derechos históricos que surgen gradualmente en las luchas que el hombre combate por su emancipación y de la transformación de las condiciones de vida que estas luchas producen3. En ese sentido, Bobbio plantea una nueva lectura al tema de la fundamentación tradicional, de naturaleza absoluta y eterna, que ha sido discutida en sus críticas frente a las concepciones ontológicas ortodoxas de la justicia y del derecho natural. Propone la consideración de los derechos humanos en cuanto insertos en un sistema de valores apoyados en el consenso, según el cual un valor estaría tanto más fundado, cuanto más compartido fuese. Con el argumento del consenso, se sustituiría la prueba de la objetividad (aludida antes), que se considera imposible o extremadamente incierta, por la de la intersubjetividad. La filosofía de la historia desde cuya altura observa Bobbio el sentido de los derechos hace evidente su continuo devenir. Así, los derechos humanos no pueden concebirse como tablas esculpidas de una vez para siempre; incluso, la Declaración Universal de la ONU, representa la expresión de una determinada etapa de la conciencia histórica de la humanidad: Es una síntesis del pasado y una inspiración para el porvenir4. Dicha Declaración Universal, así como los Pactos Internacionales -el de Derechos Civiles y Políticos y el de Derechos Económicos Sociales y Culturales5- que se desarrollan con posterioridad, son considerados por Bobbio como una “Charta Magna in fieri” en el extenso proceso histórico de reconocimiento de las libertades. Entonces, se hace necesario establecer el nivel epistemológico, filosófico y jurídico de esta propuesta de fundamentación consensual de los derechos humanos, poniendo especial atención a la condición histórica que dichos derechos ostentan, toda vez que, si los mismos corresponden a la persona humana, esos derechos habrán de tener en cuenta la historicidad propia de la naturaleza humana. No hay que olvidar que la investigación y la educación en derechos humanos, constituye uno de los pilares fundamentales para el desarrollo democrático de un país, y en el caso guatemalteco, representa una obligación de carácter constitucional 2 Norberto Bobbio. L’età dei diritti, Einaudi, Torino, 1990 (se cita por la traducción española de R. de Asís Roig, El tiempo de los derechos. Madrid, Sistema, 1991). 3 Norberto Bobbio. Ibidem, página 70. 4 Norberto Bobbio. Ibidem, página 72. 5 Copredeh. Instrumentos internacionales de derechos humanos de los cuales el Estado de Guatemala es parte (Guatemala: Copredeh y Comunidad Europea, 1998).

(artículo 72 de la Constitución Política de la República de Guatemala6). En ese sentido, este artículo pretende contribuir al avance de la ciencia, cultura y filosofía de los derechos humanos en Guatemala en tres direcciones: En primer lugar, en destacar el papel que desempeña el consenso y la condición histórica en cuanto a la fundamentación de los derechos humanos, teniendo en cuenta la particular contribución realizada por el profesor Norberto Bobbio. En segundo lugar, en divulgar el pensamiento de Norberto Bobbio, como uno de los autores más conocidos en Europa, en los ámbitos filosófico, jurídico y político, cuya presencia e influencia en Iberoamérica no ha trascendido suficientemente, más que en algunos círculos académicos y ambientes intelectuales. Y, en tercer lugar, las ideas aquí contenidas pueden resultar útiles como fuente de consulta, toda vez que la especulación filosófica en el ámbito de los derechos humanos en el plano nacional ha sido un tema poco explorado y estudiado. Dicha utilidad puede enfocarse específicamente para las disciplinas del derecho o de filosofía y letras y, en general, para las carreras de naturaleza humanística y social, para estudiantes, profesionales universitarios a nivel de pregrado y posgrado, investigadores, centros e institutos de investigación, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales y, en general, a todas las personas o entidades involucradas directa o indirectamente en el quehacer –a nivel teórico o práctico- en el campo de los derechos humanos. Tomado, con algunas variantes, de la “Introducción” de la obra: García Fong, Gustavo (2019). La condición histórica de los derechos humanos y su fundamento consensual: un diálogo con la filosofía de Norberto Bobbio. Guatemala: Artemis Libros. 6 Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Política de la República de Guatemala (Guatemala: Tipografía Nacional, 1995).


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Identidades subalternas, voto subalterno Marta Elena Casaús Arzú Académica e investigadora

Hace unas semanas tuve un desencuentro muy grande con una persona que apreciaba y confiaba en su cariño, en su recto pensar y obrar y en su ética personal. Se produjo un choque de lealtades e intereses y prefirió elegir la opción que indudablemente favorecía sus intereses, su ambición y su seguridad económica, frente a la opción que ella conocía que era la correcta y la que éticamente correspondía en ese momento.

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uando indagué en las causas de este comportamiento, inesperado para mí, que me produjo mucha decepción, desilusión e incluso enfado porque lo consideré una traición a años de amistad cariño y lealtad, su respuesta fue que ella tenía que estar con la persona que le pagaba porque si no de qué iba a vivir. Les confieso que la respuesta me dejó estupefacta y abrumada, a pesar de que eso mismo me había pasado en otras ocasiones y un buen número de veces con personas mayas y mestizo-ladinas, y me había producido la misma rabia, enfado y desilusión ante “semejante traición” a sus principios, a la consecuencia de sus actos y a una relación de amistad de años. Esto me hizo reflexionar. Llevaba tiempo queriendo escribir sobre lo que

yo considero que es un mal endémico de nuestra sociedad: la identidad subalterna o, simplemente, la subalternidad. ¿Qué es la subalternidad? Mejor dicho, ¿quiénes son los subalternos? Sin duda alguna, el término tiene un origen gramsciano y se define como la condición que las clases sociales, el género o la etnia adoptan frente al poder y que les convierte en cómplices o en sujetos oprimidos o dominados, frente a las clases dominantes o frente al poder. Para otros autores el subalterno es aquel que se pliega a los designios del grupo dominante, creyendo ingenuamente que puede pertenecer o agradar a dicho grupo o ser útil a sus intenciones o propósitos, y “le sirve” para conseguir las migajas del poder. En otras palabras, los subalternos, como su nombre indica, se subordinan a la política o a los intereses de la clase dominante para conseguir alguna prebenda o algún favor; pero sobre todo para no perder su protección. Como dice Ileana Rodríguez, “El subalterno es una posición social que cobra carne y cuerpo en los oprimidos” (Rodríguez, 2001,3). Lamentablemente la condición de subalternidad o de “subalterno” es propia de los países coloniales o colonizados, en donde las amplias mayorías que han sido sometidas y dominadas durante siglos, se encuentran en esa situación de subordinación y de dependencia económica, política o psicológica ante las redes familiares, elites de poder o la clase dominante. El subalterno es una condición asociada a otro, que es el hegemónico o el dominante; la subordinación siempre está ligada al otro polo; es una condición dual de existencia; en términos hegelianos, sería el amo y el esclavo, uno da el ser y la existencia al otro, por eso no pueden convivir separados y, hasta que esas relaciones verticales y serviles no se rompan y se establezcan relaciones de igualdad y de paridad, esa condición persistirá. El subalterno como diría Guga, (2001) o Spivak,( 2002) se mueve y actúa en la lógica de la colonialidad y posee una actitud ambivalente y aparentemente contradictoria: tan pronto te ama y quiere servirte y adorarte como te odia y se muestra vengativo y resentido. Es una conducta propia, de lo que Memmi denomina, la psicología del oprimido. (1974). A mí siempre me ha recordado a ese personaje de El Señor de los Anillos, Smigol y/o Golum, que, de pronto, se plegaba a los designios del dueño del anillo y, de pronto, se volteaba y lo traicionaba, porque su ambición era mayor que su lealtad. Merecería un estudio en profundidad dicho personaje porque posee todas las características y rasgos de personalidad del subalterno. Ahora bien, el sujeto subalterno no tiene por qué serlo toda la vida ni tiene por qué mantenerse en esa situación de dependencia y dominación, lo será mientras quiera reproducir o mantener esas situaciones de opresión y de dominación, que hasta cierto punto es cómoda porque no tiene por qué luchar ni por qué enfrentarse al poder, simplemente tiene que obedecerlo y, de vez en cuando, demostrarle su fidelidad y lealtad. Así es como opera nuestra sociedad, e innumerables

son los casos que leemos en la prensa. Los estudios subalternos, lo que han demostrado en las últimas décadas es que éstos, también hablan y tienen voz propia y pueden rebelarse y emanciparse, porque no es una condición propia de su existencia, sino una condición creada por la colonialidad del poder y por siglos de dominación y de sumisión. La subalternidad termina el día en que las clases subalternas dicen ¡basta ya!, no tenemos por qué aceptar unas condiciones de dominación y sojuzgamiento que lo que nos produce es mayor pobreza, humillación y racismo. Sin embargo, romper con estas cadenas no es fácil, y el poder y los partidos políticos tampoco nos lo ponen fácil, porque es más cómodo y seguro no enfrentarse al poder y seguir gozando de ciertas prebendas que nos permiten sobrevivir o mal vivir en condiciones de pobreza, de hambre, de injusticia y de exclusión. El poder lo sabe y las elites lo saben y por eso emplean todos los medios para sojuzgarnos y para hacernos creer que ellos son la única alternativa y que estamos mal con ellos, pero estaríamos peor sin ellos. Por eso seguimos plegándonos y sometiéndonos. ¿Quiénes somos los subalternos? los campesinos, las mujeres, las clases medias, los jóvenes, los Pueblos indígenas, porque cada vez que nos rebelamos y levantamos la cabeza, nos dan un palo y nos reprimen. Continuamente nos transmiten en las redes sociales que somos indios/malos, insumisos o mujeres traidoras, infieles o perversas. Mientras tanto, el Estado ejerce su violencia y reprime a los defensores/ as de derechos humanos o a los Pueblos indígenas que defienden su soberanía y su autonomía como pueblos y como Mujeres liberadas. La subalternidad se revierte con la emancipación de los pueblos, de los campesinos, de los pueblos indígenas, de los jóvenes y de las mujeres; se revierte con la lucha por la autonomía individual, social y política; se revierte con la ruptura mental e ideológica de la dependencia y de la sumisión a unas estructuras obsoletas de partidos corruptos y vinculados al narcotráfico; se conquista con la lucha contra un Estado corrupto y racista que no nos representa y que nunca nos ha representado. La lucha emancipadora se inicia de una forma sencilla, firme y decisiva: NUESTRO DERECHO A UN VOTO AUTÓNOMO Y NO SUBALTERNO EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES. Un voto que nos haga ser libres y no subordinados/ as a los poderes fácticos y a los partidos corruptos, narcotraficantes o genocidas que representan un pasado de dolor, injusticia e ignominia. Un voto que nos permita romper con la sumisión, el sojuzgamiento y la represión del pasado. Empecemos a romper con nuestras identidades subalternas y sometidas y ejerzamos nuestro derecho a un voto libre, autónomo y emancipador y liberémonos, de una vez por todas, de nuestra condición de subalternos. Si no lo hacemos, en las próximas elecciones perderemos una oportunidad histórica y nos volverán a someter por la vía electoral o judicial, ya por si misma dudosa, en una supuesta democracia viciada y trucada y ¡encima! avalada por nuestros votos.


RE LOCA

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¡Y me encanta! “Taxistas, vecinos molestos, jefes dictatoriales, familiares egoístas, suegras, exparejas, maridos vagos… Toda esa gente que día a día te enloquece. ¿Y si pudieras mandarlos al carajo?

Karla Olascoaga Dávila Escritora

Taxistas, vecinos molestos, jefes dictatoriales, familiares egoístas, suegras, exparejas, maridos vagos… Toda esa gente que día a día te enloquece... ¿Y si pudieras mandarlos al carajo?” Este sencillo y provocador texto en julio de 2018, anunciaba -cual anzuelo- una de las películas más atractivas que pude ver desde Cuevana, un sitio de Internet que sube incluso, estrenos y películas recientemente premiadas. Entre la numerosa crítica de este filme argentino, dirigido por Martino Zaidelis y protagonizado por la reconocida actriz uruguaya, Natalia Oreiro, en más de una ocasión se le catalogó como el remake de una producción chilena del 2014. Pero remake o no remake de ésta u otra película, RE LOCA, no requiere presentaciones previas y dista mucho de ser una versión similar de algún otro intento de éxito, ya que el año pasado este filme colmó las salas rioplatenses llegando a casi los ochocientos mil espectadores. Y, ¿cuál será la razón de ese exitazo? Pues según la crítica especializada, todo se debe a Natalia Oreiro y a su multifacética capacidad actoral. Yo no soy quién para ponerlo en duda porque es precisamente Pilar (Natalia Oreiro) la columna vertebral de esta producción artística. Su versatilidad sin límites, su fuerza expresiva y su cautivante belleza son la química perfecta para el éxito, sin hacer a un lado todo el gran trabajo de soporte de dirección y producción. En Oreiro se condensa la esencia y expresión perfecta de su personaje y es ella precisamente el hilo que conduce la narrativa de principio a fin. La sinopsis es sencilla (pero intensa), Pilar, sumida en una cotidianeidad aplastante entre la casa, el tráfico porteño y el trabajo, de pronto se da cuenta por una serie de incidentes en apariencia “inofensivos”, que ha sido utilizada, cosificada, ignorada y minimizada durante los últimos años de su vida, bajo el pretexto de que “las costumbres se hacen leyes”, el círculo de acción de ella se trastoca en una serie de excesos y abusos por parte de quienes se supone, la quieren o aprecian de alguna manera. Un elemento a destacar es que la mayoría de personajes que “se acomodan” y abusan emocional e intelectualmente de ella sean hombres; sin embargo este fenómeno es común en sociedades como las nuestras, donde no hemos sido capaces de desarrollar algo siquiera parecido a la igualdad de género, tema que esta película toca sin ambages: nuestras sociedades están mal acostumbradas a ser espectadoras y protagonistas de viejos valores en donde el rol femenino es sinceramente decadente, bajo la premisa poco o nada fundamentada de que la mujer debe reunir, acoger, conciliar, y de paso permitir (o no) el abuso solapado de quienes se sienten con derecho a criticar, apabullar, ningunear y exprimir hasta la médula a la “dadora, conciliadora y cuidadora”.

La mayoría de nosotras, por temores mal infundados en la codependencia o en la fuerza de la costumbre, difícilmente confrontamos este tipo de situaciones buscando un cambio. Y sinceramente, el cambio debe venir desde dentro de cada mujer invisibilizada o tratada con indiferencia porque el hartazgo no tardará en llegar a los 30, 40 o a los 50 años y, sin duda, el amor propio es el único motor para dar el salto y atreverse a superar las limitaciones generacionales que heredamos y a veces repetimos sin siquiera saberlo. En RE LOCA, Pilar hastiada del abuso laboral, callejero y doméstico toma las calles medio perdida y dolida por las situaciones a las cuales ha llegado por no enfrentar a quienes abusan de su bondadoso carácter. En ese paseo nocturno por las hermosas calles de Buenos Aires se encuentra con un viejo chamán ritualero (Hugo Arana) quien le regala una receta mágica que le permitirá que aflore su verdadera esencia, de manera que sus acciones sean coherentes con lo que ella desea. Y Pilar sin pensarlo dos veces prepara el brebaje y lo bebe. La gran sorpresa ocurrirá a la mañana siguiente... Les aseguro que la película les sacará más de una carcajada y también, los hará reflexionar y verse en el espejo de cualquiera de los personajes. Datos importantes sobre el filme, obtenidos de la Red (Wikipedia): “En su primer día en cartelera, la película atrajo a 21 mil espectadores, logrando efectivamente cifras similares al día del estreno de Mamá se fue de viaje.4​Terminado su primer fin de semana en cartelera, la película había logrado contar 154 mil boletos ubicándose en 5° posición entre las más vistas en temporada de receso escolar.5​ Ya en su segundo fin de semana, la película se mantenía en la misma posición con una leve baja en la asistencia, llevando a los cines 101 mil personas.6​ Llegado el tercer fin de semana, la cinta había bajado un puesto ubicándose esta vez en la 6° posición entre

las más vistas manteniendo un buen rendimiento de 81 mil espectadores conseguidos.7​El acumulado es de 731 mil 424 espectadores según la consultora UltraCine, siendo una de las películas argentinas más vistas del año en dicho país, logrando así superar a Animal como la película argentina más vista del primer semestre.8​ Aquí el link para verla: https://www.cuevana2.com/ pelicula/re-loca/ Y también el tráiler: https://www.youtube.com/ watch?v=MOu-fxQJ294 De veras, ¡no se la pueden perder!


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Pandora, la primera mujer (Según la Mitología griega) Vicente Antonio Vásquez Bonilla Escritor

Buceando en las profundidades de la mitología griega nos encontramos con Pandora, la primera mujer, según ese mito de fundación.

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uien no ha oído hablar de la Caja de Pandora, se asegura que de esa caja salieron todos los males que aquejan a la humanidad, y por esa razón todo está como está. En un principio, sobre la faz de la Tierra, sólo existían los hombres, quienes suponemos, vivían tranquilos, sin problemas maritales ni funestas suegras que pretendieran controlar sus correrías, que pudieran ser de cualquier tipo, pero de ninguna manera causantes de celos. Mientras que en el Olimpo, los dioses y las diosas, tenían conflictos entre sí, por diversas razones que más parecen humanas que divinas, y que en estos momentos, no vienen al caso tratar. Los dioses, en aquellos primigenios tiempos, solían interactuar con los hombres, quienes sabedores de la existencia del fuego, ambicionaban poseerlo; porque estaban seguros que con la ayuda del sagrado elemento, podrían desarrollar tecnologías que los elevarían al rango de dioses. Con la ayuda del fuego podrían fabricar instrumentos de caza, de labranza y armas, amén, de calentarse en tiempos de frío y mejorar los sabores de los alimentos. Los hombres, con la complicidad del dios Prometeo lograron apropiarse del fuego. Zeus, el dios Sol, quien era el mandamás del Olimpo, mantenía a buen resguardo el ambicionado fuego, Y como es de suponer, cuando Zeus, el Rey del Olimpo, se enteró del robo del sagrado elemento, se cabreó de tal manera que dispuso vengarse de los traidores mortales. Y, ¿qué creen que hizo? Piensen, piensen… Le ordenó a su hijo Nefesto que con barro y agua moldeara a una mujer, para cobrarse la afrenta e introducir como castigo, todos los males entre los habitantes del mundo. Una vez moldeada la mujer, Zeus le echó una miradita por los cuatro costados y no quedó complacido, algo le faltaba. Llamó a Atenea, quien con un soplo le dio vida y la instruyó en las artes domésticas propias de su género. Hermes, el dios alado, fue su maestro en las artes de la astucia y el engaño; y Afrodita le indicó qué hacer para que todos los hombres la desearan. No está por demás decir, que fue una aventajada alumna. Para mejorar su apariencia física. Las diosas tomaron a la chica de barro y adornaron su cuerpo con atributos que, a su juicio, serían de fatal atracción para los inocentes varones, entre ellos, le moldearon un par de atractivos promontorios por aquí, unas suaves curvas por allá, una rayita por acullá, una frondosa cabellera y así continuaron con su labor, hasta que se dieron por satisfechas. (Quizás, este sea el antecedente más remoto de los actuales y prósperos salones de belleza) Y la bautizaron con el nombre de Pandora. De las milagrosas manos de las diosas salió una bella núbil, poseedora de la más peligrosa y engañosa

hermosura. Y para finalizar su magna obra, la vistieron con bellos atuendos, le colocaron llamativas joyas y adornaron su cabeza con una multicolor guirnalda de flores. Zeus, al verla, esbozó una picara sonrisa de satisfacción, se frotó las manos y dijo: ¡Ahora sí! De inmediato le indicó cuál sería su misión ante los puñeteros mortales y, a continuación, llamó al dios Hermes, y le ordenó que llevara a la bella tentación a la Tierra. Y como si se tratase de un inocente antepasado del Caballo de Troya, la soltara ante los hombres, sin saber que en su interior llevaba escondidas las instrucciones para causarles el mal. Los hombres al verla, abrieron tamañas bocas de admiración y se les cayeron las babas. De inmediato, notaron que no era igual a ellos. La recién llegada era de piel tersa, de mirada seductora, de voz agradable al oído y de un caminar armonioso y provocativo. Su cabellera adornada con flores, atraía, como la luz a los insectos y además, despedía un agradable y desconocido aroma. Todos esos atributos despertaron las hormonas de los machos que, hasta ese momento, permanecían

aletargadas y de inmediato se les levantó... el espíritu. Como la primera representante del género femenino ya venía aleccionada en su función y cometido, de inmediato se entregó a la misión de hacerlos que se creyeran felices, los extenuaba, y mientras las primeras víctimas de los encantos femeninos, dormían; ella se dedicaba a registrar sus pertenencias. (Advertencia: Cualquier parecido con algunas esposas del presente, es pura coincidencia.) La deseable Pandora iba abriendo cajas, cofres vasijas y cuanto encontraba a su alcance, hasta que encontró una caja que bajo ninguna circunstancia tenía que ser abierta, pues contenía todos los males que asedian al mundo, tales como la pobreza, la vejez, la enfermedad, los celos, los vicios, etc.. Pandora asustada, al ver la fuga de los males, trató de cerrar la caja, pero ya era demasiado tarde, sólo la esperanza, quedó en el fondo a resguardo de su malévola misión y de esa suerte, los humanos lograron sobrevivir. Para el género humano, la esperanza es la única razón para seguir viviendo en este valle de corruptos y ambiciosos políticos.


Guatemala, 7 de junio de 2019 / Página 7

POESÍA

A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente Enán Moreno Escritor y Académico

RUMOR DE ARROYO

DESOLACIÓN

NUESTRO RUEGO

El rumor de arroyo me acercó a su orilla: ¡solo el rumor y el recuerdo de aquel paso de agua clara!

No existe el río ni espacio para el pez del árbol sin follaje los pájaros volaron perdió el aire la claridad y la frescura sin su azul el cielo ¿seguirá siendo cielo?

Confesamos, Señor nuestro pecado: hemos perdido la Tierra Jardín de Edén paraíso verdadero del cual nos expulsamos. No tenemos ahora Señor sino tu misericordia compadécete de nosotros: en vez de cielo danos Señor otro planeta una luna un asteroide.

DESPEDIDA Se va el paisaje vengan vamos a despedirlo.


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El futuro próximo del Ministerio de Cultura y Deportes Miguel Flores castellanos Doctor en Artes y Letras

¿Qué puede pasar en el sector cultura con el cambio de gobierno? Nada. El Ministerio de Cultura y Deportes seguirá con sus políticas culturales, deportivas y recreativas 2015-2034. Eso si el ministro que venga, al desconocer el plan, no lo deja en el cesto de la basura. Ante la falta de financiamiento –a todas luces para el próximo gobiernono podrá hacer más de lo que actualmente hace, si se produce un recorte presupuestario, realizará menos.

A

sí, se ponen en peligro importantes sectores como la Editorial Cultura y la conservación y salvaguarda del patrimonio arqueológico y, más aún, el centro de restauración de bienes muebles. Los museos seguirán cuatro años más en el abandono, los que podrían tener mayor acción si los directores fueran más creativos, y no esperar que el dinero llegue, en una época en que los museos salen a buscar patrocinadores. Los grupos artísticos de alguna forma han consolidado sus estructuras internas y tienen una proyección (limitada muchas veces a la Ciudad de Guatemala). La Orquesta Sinfónica Nacional ha logrado una programación diversa, con un buen manejo de las redes sociales, su imagen ha crecido en forma sustancial. Ojalá que el cambio de algunas autoridades pueda verse en Radio Faro Cultural y modificar su programación que actualmente deja mucho que desear. Es importante que el ministerio empiece a hacer estudios de campo que pueda brindarle indicadores tanto de su gestión como para el resto del campo cultural. También es importante conocer los diferentes públicos: hacer un perfil de uso del tiempo libre. Cuáles son y quiénes asisten a esas “actividades populares”, cuántas personas asisten a los museos y de ahí establecer sus programas. Si no se cuenta con esa información poco se podrá hacer. En el ámbito municipal, quien llegue a ostentar la vara edilicia, encontrará un Centro Cultural Metropolitano (antiguo Correos) en pleno funcionamiento, con exposiciones dignas, y escuelas de arte que suplen la deficiencia en este ramo de formación de otras instituciones estatales, tanto en la rama de las artes visuales, como danza y música, fuentes de nuevos valores. Habrá que afinar aspectos como la imagen institucional (eliminar la omnipresencia del

Centro Cultural de España en Guatemala, foto sitio web.

verde Muni), dejarlas ser más libres, velar por la calidad curatorial para que no se constituya en un gueto de amigos curadores o artistas. Que su consejo cultural esté integrado en forma más democrática o establecer periodos fijos y no dejar fosilizar estas posiciones. Sus actividades culturales en los barrios deberán reestructurarse, hoy más parecen presencia de imagen institucional de la Municipalidad que verdaderas actividades culturales para los habitantes de diferentes sectores de la capital. El sector privado de la cultura tiene su propio ritmo, cíclico y repetitivo. Bienal Paiz cada dos años, los anuales Juannio y Arte en Mayo. Si la situación económica es favorable, seguirán las galerías de arte, en un mercado revuelto de autores de todo tipo y precios estratosféricos. Por otro lado, están ciertos núcleos de “arte alternativo” que tienen su propia dinámica y públicos, los más fuertes podrán subsistir. Algunos de Cuatro grados Norte empiezan a mostrar signos de falta de

fondos y ánimo ante la realidad de los diversos públicos. Sin duda los centros culturales binacionales mantendrán sus espacios activos, ya que son entidades que cuentan con un presupuesto estable, personal y espacios acordes a la actividad cultural, tal es el caso del Centro Cultural de España y la Alianza Francesa, y en cierto modo el Instituto Italiano de Cultura. Todas estas instituciones han logrado formar públicos.


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