Suplemento Cultural La violencia llega al arte
EN MEMORIA DE ALFONSO BAUER PAIZ Facundo Cabral, una entrevista
Pablo Milanés, el trovador cubano
Guatemala, 16 de julio de 2011
Una idea original de Rosauro Carmín Q.
2 Suplemento Cultural
Nueva Guatemala de la
Desde la portada
Los días de la ACPD con “Don No pretendo hacer un recuento de sus grandes cualidades ni de sus innumerables méritos, porque seguramente me quedaría corta y cometería muchas injusticias. Quiero referirme a Don Poncho de manera informal, a partir de mis recuerdos de los años de trabajo que compartimos, del enorme privilegio que tuve al haber trabajado con él durante esos años en la Asamblea Consultiva de la Población Desarraigada. Laura Hurtado Paz y Paz *
C
onocí a Don Poncho en 1988, en un momento muy significativo para él y un paso definitivo en su trayectoria, cuando se disponía a abandonar Nicaragua para aceptar el compromiso de trabajar con la población refugiada en México y acompañarla en su retorno a Guatemala. Don Pocho había llegado a Nicaragua de Cuba en 1980, donde fungió como asesor del Ministerio de Trabajo del gobierno Sandinista, conducido por el doctor Virgilio Godoy Reyes. Radicada yo en Managua como parte del equipo del EGP, fui la persona designada para ayudar a Don Poncho y a su esposa, Tere, a realizar la mudanza. Los recogí con sus tres o cuatro maletas y una guitarra que Tere se negaba a soltar, en un picopito rojo de la organización. Naturalmente no cabíamos en la cabina los tres, así que Don Poncho se subió a la palangana con los tapalcates y Tere se fue abrazando la guitarra. Por razones que pasaban a menudo en aquella época, el viaje fracaso por desperfectos del avión y hubo que repetir el operativo completo un par de días después. Esa vez, desde la cabina, abrazando siempre la guitarra, Tere lanzó un sonoro beso cuando pasamos frente al Ministerio de Trabajo y dijo en voz alta, para que todos oyéramos: •«¡Ese Ministerio pierde hoy a un gran hombre!» No me cabe duda que su exclamación estaba cargada tanto de amor como de verdad. Los despedí en el aeropuerto Augusto César Sandino sin imaginar que, al cabo de unos años, nos reencontraríamos para trabajar en el proceso de Reasentamiento de la Población Desarraigada. A la distancia supe que Don Poncho había jugado un papel de primer orden en el diseño y la redacción de los «Acuerdos del 8 de Octubre de 1992»(1) para el retorno voluntario, colectivo y organizado de los refugiados guatemaltecos en México.
Durante su posterior trabajo en el seno de la Comisión Técnica para el Reasentamiento de la Población Desarraigada, él sería uno de los más fieles defensores de dichos acuerdos. Don Poncho velaba por que no se perdiera ni una letra ni una coma de lo que se había negociado, dado que él consideraba que el Acuerdo de Reasentamiento, firmado posteriormente en junio de 1994, contenía debilidades y ausencias sensibles. Unos cuantos meses antes de la firma de la Paz el 29 de diciembre 1996, me integré como asesora a la Asamblea Consultiva de la Población Desarraigada. Don Poncho y Marcos Ramírez Vargas, dirigente de las CPR del Ixcán, para entonces ya llevaban dos años trabajando como representantes de la población desarraigada ante la CTEAR, una comisión tripartita (integrada por representantes de la población desarraigada, el gobierno y la comunidad internacional), encargada de crear las condiciones para el cumplimiento del Acuerdo de Reasentamiento una vez que se firmara la Paz firme y duradera. ¿Qué recuerdos de Don Pocho me vienen a la memoria de esa época? En primer lugar su disciplina. La oficina de la ACPD quedaba sobre la 14 calle, entre la 1a. y 2a. avenidas, a un costado de la Casa Central. Don Poncho, todas las mañanas llegaba caminando desde la piscina municipal del Hipódromo del Norte hasta la oficina y, al llegar, lo primero que hacía era sacar de su maletín mínimo, toalla y calzoneta y tenderlas en el bañito de atrás. Para él la jornada había comenzado ya varias horas antes con su natación y caminata matutinas. Así como aparece en la película Testamento lo hemos visto siempre: caminando, con su morral cruzado sobre el pecho, su boina y tal vez un paraguas. A Don Poncho, debo decirlo, le debo nadar y cuidar de esa manera de mi columna. Su disciplina también se reflejaba en la manera de seguir y anotar las discusiones y recoger, al fi-
nal, con la mayor precisión posible, los acuerdos alcanzados. Aunque a mí me tocaba –la mayoría de las veces— redactar las memorias “oficiales” de nuestras reuniones, Don Poncho nunca dejó de llevar las propias. Cada una de nuestras reuniones para definir la forma de tratar determinado problema, las propuestas a llevar ante la CTEAR, la manera de defender los intereses de la población desarraigada frente al gobierno, quedó anotada en las cuartillas y cuartillas que escribió Don Poncho. Invariablemente, un par de días después, Don Poncho nos entregaba copias a todos y, no pocas veces, debió acudir a esas sus memorias y apuntes de cuaderno para clarificar algún acuerdo ya adoptado que estaba siendo dejado de lado. Junto al licenciado Urrea, discutimos la Iniciativa de Ley Especial de Documentación Personal, que debía permitir documentarse a quienes a causa del conflicto armado habían perdido sus papeles, a quienes habían nacido en el refugio y, muy importante, a las muchísimas mujeres que jamás habían contado con documentos de identificación personal. Esta ley también debía facilitar enormemente el tortuoso trámite de documentos a los familiares de los desaparecidos. La voz de Don Poncho para argumentar y defender dicha ley ante los diputados del Congreso fue fuerte y convincente, capeando los aires electorales y la oposición de quienes temían favorecer una avalancha de centroamericanos a nuestro país. Hoy, muchas de las personas que fueron documentadas en esa época y que con ese pequeño paso ganaron derechos ciudadanos, enfrentan nuevos y más largos y más caros procesos burocráticos para tramitar su DPI en el Renap. Recuerdo de Don Poncho también su radicalidad y su firmeza al defender los intereses de la población desarraigada, lo que –en medio de las discusiones y los debates— siempre le valió el profundo respeto de parte de los representantes de gobierno
Asunción, 16 de julio de 2011
Suplemento Cultural 3
Don Alfonso
Poncho” y de la comunidad internacional. Por esa época el gobierno buscaba sacudirse los compromisos que tenía con la población desplazada interna. Su compromiso, decía el gobierno, llegaba sólo hasta el reasentamiento de los refugiados-retornados y, si acaso, a las CPR, que habían alcanzado gran notoriedad nacional e internacional por su heroica lucha por “salir al claro” y ser reconocidas como “población civil no combatiente”. En la ACPD cada acuerdo y cada programa negociado con el gobierno en beneficio de la población desarraigada costaron mucho trabajo y horas de discusión. Internamente, los asesores buscábamos equilibrar los múltiples intereses que se expresaban en una asamblea amplia y diversa como era la ACPD. Pero, además, todavía nos atravesaban distintas corrientes políticas, distintas procedencias organizativas. En eso Don Poncho fue inflexible; siempre abogó por la unidad y forzó a encontrar siempre la salida común. Nos regañaba a todos, somatando su gran anillo sobre la mesa. Él siempre se sujetó a las decisiones colectivas; aún cuando hubiéramos discutido mucho y hubiera esgrimido argumentos y posiciones distintas, supo con humildad aceptar y asumir las decisiones colectivas. En ocasiones, movido por su radicalismo e impetuosidad, cometió errores, transgrediendo –talvez— algún acuerdo colectivo; pero nunca falló en reconocerlo: •«Laurita, ¿y por qué no me dijeron?» Su respeto a las organizaciones sociales y el reconocimiento a la investidura de quienes las representaban fue absoluto. Otra cualidad de Don Poncho que recuerdo con nitidez es su franqueza y su manera directa para colocar sobre la mesa los puntos subyacentes en las discusiones. Nos obligaba a no dar rodeos a los problemas, “al toro por los cuernos”, decía, y volvía a somatar su anillo sobre la mesa. Nos exigía precisión en el uso del lenguaje y nos vedaba el uso de anglicismos: “Implementar viene del inglés, se dice desarrollar.” •”No es personería jurídica, es personalidad jurídica.” Los compañeros se reían, pero él explicaba y forzaba el aprendizaje y las razones. En la ACPD celebramos el matrimonio de Miriam y Don Poncho, así como decenas de fincas compradas
Por Jorge Ovalle Menéndez
y miles de parcelas regularizadas, miles de maestros y educadores populares reconocidos, algunas viviendas construidas y demasiado pocos proyectos productivos iniciados. Al igual que todos en aquella época, Don Poncho nunca devengó un salario como tal. Cada mes recibía un estipendio, un presupuesto mensual, que no correspondía en nada a su formación, a su trayectoria, a sus capacidades y a su dedicación; pero para el no había nada más sagrado que –como lo dice en el libro de sus memorias-- “estar al servicio de los retornados y los desplazados”. Él se despidió de la ACPD para participar en las elecciones de finales de 1999, como candidato a diputado por la Alianza Nueva Nación. Y ganó. Siendo diputado al Congreso, continuó la lucha por los desposeídos y por los intereses nacionales, con su morral cruzado sobre el pecho y su boina, caminando las calles del centro de la ciudad; lo que le valió que una camioneta lo atropellara. Tras el accidente él pidió que lo llevaran al Hospital San Juan de Dios. Sólo después de enterarse que los diputados tenían derecho a un seguro, aceptó ser trasladado a Novicentro. Recuerdo ahora que el fondo que les dan a los diputados para sus visitas al interior de la República lo repartió, mes a mes, entre las organizaciones miembros de la ACPD, para fortalecer su organización. Él, de hecho, con o sin viáticos como diputado, nunca perdió la comunicación y la cercanía, ni interrumpió sus visitas y sus pláticas con la población a la que se debía. Sueño con un día en que podamos juntarnos, otra vez, todos los dirigentes y lideresas de esas valientes e insustituibles organizaciones de desarraigados, “los sectores surgidos”(2) --como les decían en corto—, y otros allegados, para rendir el merecido homenaje a Don Poncho y darle las gracias por todo su aporte al reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el conflicto armado: las CPR del Ixcán, de la Sierra y del Petén, los refugiados de las CCPP y de la CBRR, ARDIGUA, Mamá Maquín, Madre Tierra e Ixmucané, el CONDEG y los Desplazados de Petén, CONAVIGUA, el CERJ y el GAM. NOTAS * Discurso leído el 28 de junio 2011 en un homenaje en vida a Alfonso Bauer Paiz (1) Acuerdo suscrito entre las Comisiones Permanentes de Representantes de los Refugiados Guatemaltecos en México y el gobierno de Guatemala. Guatemala, 8 de octubre 1992. (2) Se refiere a •“Sectores surgidos por la violencia y la impunidad”, antecedente inmediato de la ACPD.
Murió don Alfonso, ha perdido el país a un gran hombre, a un gran hombre de maíz. Bauer Paiz nació a la eternidad, caminando va don Alfonso, con su eterna claridad. El pueblo le aplaude y le llora, le hace valla hacia el cielo, y aunque su palabra añora, ese es nuestro consuelo. No sé si era religioso… pero se lo recomiendo al Inmaculado Corazón de María, que lo tome con su mano y que le sirva de guía. ¡Hasta pronto don Alfonso! ¡Hasta pronto gran señor! Reciba como despedida, reciba todo nuestro amor. Ahora está en las Alturas, con el poeta Facundo, se unieron dos almas puras, que llora y aplaude todo mundo. Don Alfonso, ¡hasta pronto!, salúdeme a Víctor Manuel, Gutiérrez era el apellido de él, “El Verbo de la Revolución” le decían, ¡Así…! ¡Así lo conocían…! ¡Hasta siempre don Alfonso! ¡Hasta siempre!
2 Suplemento Cultural
Nueva Guatemala de la Asunción, 16 de julio de 2011
UNA GENTILEZA DE DIOS El lobo estepario que renunció al miedo heredado, el hombre que en lugar de preocuparse se ocupaba en darle prosas y sonatas de simplezas a lo mas complejo de la historia, el trovador y poeta amigo que no era de aquí, ni era de allá, el que nada tenía que perder, el firme ser humano atento a los mas pequeños detalles de la vida, el noble cantautor que por nacionalidad tenía el credo justo, la belleza de lo humilde y el color de la libertad, el grande, brillante y verdaderamente facundo, desprendido, fácil y suelto en el hablar cual definición de su propio nombre.
POR ALLAND´ FERRER
É
l… Facundo Cabral, el que aprendió y compartió con el mundo la lección de que nunca es tarde, que siempre se puede volver a empezar, el que en las noches vaciaba su copa para que al siguiente día, con nueva agua de vida la llenara Dios. Él que con soltura decía… “Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere, tal vez nunca, nunca pensó que en su libre y digno transitar por el mundo; el horror le asechara, la maldad le emboscara y la inclemencia de viles, sus palabras y su canto callarían. Un peregrinar de llanto estremece el cielo de la América latina, forzados designios tiñen de gris el folklore de nuestro continente, entre la marcha de los pies cansados se dejaron escuchar horrendos disparos que enlutan nuestro presente. Triste por Guatemala que perversos maleantes hicieron de su suelo el escenario donde la muerte violenta sorprendió al poeta libre, sensible, soñador y humilde. Sirvan estas palabras para ahuyentar de la región a los fantasmas de la xenofobia, a los macarras del señalamiento y a los demonios de la confrontación. Cuesta entenderlo, pero para quienes hemos vivido el gozo profundo de la sensibilidad, de
las palabras y de la sabiduría de Facundo, no nos queda más opción que practicar su enseñanza, y él en su canto, en su excelsa prosa, entre sus grandes palabras siempre… siempre predicó el perdón. Decía; Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta. Pues por mucho disgusto, dolor, tristeza y malestar que nos pueda causar el abominable hecho que cegó la vida de Facundo, debemos unirnos, darnos fuerzas los unos a los otros y hacer con la vida, obra y semblanza de este inolvidable poeta, las sólidas herramientas que nos permiten desdibujar la impotencia, la ira y el dolor. Sólo asi hallaremos una aleccionadora razón para honrar su memoria, solo asi podrán; mente, espíritu y corazón, mitigar tanta impotencia y olvidar… porque como bien lo decía el mismo cantautor “El olvido es una gentileza de Dios.” Entonces hagamos uso del prodigio divino de ser del Dios padre imagen y semejanza, ¡Perdonemos y olvidemos! para legarle al mundo, libertad, amor, conciliación y esperanza.
----------------------------------------------------------
Epitafio para la muerte de Facundo Cabral POR CENTURIÓN WALTER JOSÉ El Trébol llora y las guitarras de la libertad lloran y el mundo llora: “ justicia, justicia, justicia” Pero aquí yace el sueño del HOMBRE El Señor de los ojos del sol Su nombre es Facundo su apellido es Cabral. Éste hijo de Hunab Ku tiene su destino en miles de gargantas iluminando cantando los pasos de la paz.
CABRAL: “CUANDO SE SINO QUE DICEN
En 2007, en una entrevista con el cantante argentino comunidad indígena en Guatemala interpre
E
l poeta falleció el sábado, en Ciudad de Guatemala, después de que el vehiculo en el que viajaba fue blanco de varios disparos. Pese a que la investigación continúa en marcha, las autoridades dudan que el cantante haya sido el objetivo del ataque. ¿Cómo se debe tomar la muerte? La muerte trabaja para recrear la vida. Es un reordenamiento. La que llamamos muerte es en realidad una mudanza. Uno deja el cuerpo que le fue tan útil para caminar en esta etapa terrena y vuela con su espíritu, que es lo que pasa con el sueño cada noche. Estamos para siempre, por eso tenemos que empezar a llevarnos bien con la vida porque la muerte es una recreadora de la vida. Hay una comunidad indígena en Guatemala, (cuyos miembros son) descendientes directos de los Mayas, que cuando se retiran de una reunión en la noche no dicen “voy a dormir”, sino que dicen “voy a ensayar la muerte”. Tal vez la vida es lo que va de la mañana a la noche. Vivimos 365 vidas por año. ¿Cómo se puede vivir el presente? Todo está aquí, ahora. Nuestro hermano mayor, Jesús, decía el mañana no , él traerá nuevas experiencias, porque a cada día le basta con su propio afán. Por pensar en el mañana, que es una ilusión, me pierdo el presente. Por desear lo que no tengo, no gozo lo que tengo. Estoy aquí y ahora. Dios nos ama. Por eso siguen naciendo niños. Cómo no voy a seguir confiando en el ser humano, si (Dios) nos sigue mandando niños, que quiere decir: “Yo sigo creyendo en ustedes”. La vida es aquí y ahora. El ayer ya fue. El mañana nunca llega. ¿Por qué el hombre sigue corriendo? Porque está distraído, porque le tiene miedo a la vida. Busca compromisos, va de tarea en tarea, no porque sea un gran trabajador sino porque huye de él mismo. La historia ha sido una sucesión de errores constantes, separándonos cada
vez más, no solamente en países, hay gente que se mata hasta en un partido de fútbol en lugar de armonizarnos. Yo creo que es temor a la vida porque la vida es un acto de valentía. Si uno escucha su corazón antes de que intervenga la cabeza, es decir, si hace las cosas fundamentalmente por amor, después la cabeza -con la razón- lo va a acompañar en ese viaje, la gente viviría tan bien como ha vivido uno. Si (el hombre) hiciera una sola cosa bien e intensamente, con todo el amor, en la sociedad no habría ni siquiera problemas de pobreza. ¿Cómo hace el hombre para poder escuchar su corazón? Si Dios me pusiera de presidente del mundo por cinco minutos, lo único que pediría es “deténganse, por favor, y piensen”. Cuando uno se detiene y piensa, los problemas
se van solucionando por sí solos. Lo que llamamos problemas son lecciones. Si lo tomo como un problema me agobia la furia o el miedo. Si lo tomo como una lección, es una provocación a mi voluntad y voy a salir. ¿Cómo se puede parar? Es mucho más que eso. Póngase a pensar cuántas cosas tiene en su casa que no usa. ¿Por qué tiene que correr tanto para pagar una casa que casi no ocupa porque está todo el día afuera? Tenemos autos para movernos en una sola ciudad; tenemos televisor para no sentarnos a leer los buenos autores o a pensar. Siempre estamos dependiendo de alguien. Yo tuve la suerte de contar con un gran maestro. Krishnamurti jamás me permitía que yo hiciera una cita. En esa época, hacía una cosa que es muy típica entre los argentinos -no-
Nueva Guatemala de la Asunción, 16 de julio de 2011
Suplemento Cultural 3
Entrevista
E RETIRAN NO DICEN ‘VOY A DORMIR’, ‘VOY A ENSAYAR LA MUERTE’”
o Facundo Cabral sobre el significado de la muerte, hizo referencia a la forma como una eta la muerte. Irónicamente, fue en ese país donde su vida terminó trágicamente.
sotros somos extremadamente analistas, a veces exagerada y confusamente analistas- cuando le decía “Pascal decía tal cosa” o “Schopenhauer dice tal otra”, me decía: “No, no, no, por favor, tómate un tiempo
para decirme qué piensas vos porque yo quiero conocerte más para quererte más. ¿Qué piensas vos?” Y a la media hora me decía: “Siempre me preguntas lo que ya sabías”. El hombre nace sabiendo todo, lo
que pasa es que después lo olvida con la mala información. Dios no deja a nadie cuando nace, le da todos los elementos que son necesarios para vivir. Después nos distraemos con superficialidades, desde el boxeo, el fútbol, la guerra, la patria, los nacionalismos que han sido tan malsanos para el mundo. Si uno ha podido cambiar una vida que empezó siendo desastrosa para llegar a ser libre y feliz, dueño de uno mismo, todo el mundo puede hacer eso, porque el que está hablando no es un virtuoso ni un ser excepcional, es un hombre más que se animó a (perseguir) su sueño y que trabajó para ser dueño de su vida, que es la única propiedad saludable, lo demás está de paso. ¿Cómo fue su infancia? Mi padre se fue un día antes de que yo naciera. En la noche en la que mi padre se fue, echaron a mi
madre de la casa de mi abuelo paterno. Mi padre le dijo: “Sara ya no es mi mujer” y la echaron de la casa cruelmente. Mi madre salió a la calle con seis hijos. Yo nací a media cuadra de donde vivía mi madre, en la banqueta, en la vereda. Mi madre caminó nueve años buscando un lugar dónde pudiera estar tranquila. Estaba bastante enojada con la sociedad humana. Cruzamos todo el desierto de la Patagonia, que son poco más de 3.000 kilómetros. En esos nueve años, vi morir a cuatro hermanos de hambre y de frío. Fue un viaje rarísimo. Sólo había una persona que nos podía ayudar. En esa época nadie le daba trabajo a una mujer sola y menos con hijos. Había pueblos en los que cuando nos veían venir, cruzaban de vereda. Escuché sobre la posibilidad de que alguien nos consiguiera trabajo. Cuando tenía nueve años, llegué hasta Buenos Aires, tras tres, cuatro
meses de viaje. Me le acerqué a la señora Eva Perón y le pedí un trabajo. Espero que, por favor, esto no suene de ninguna manera a un anuncio político, simplemente estoy contando la realidad y hablando de una señora a la que le debo muchísimo, cuando le pedí trabajo, ella me dijo: “Por fin alguien que pide trabajo y no limosna. Siempre hay trabajo, mi amor”. Desde ahí fui responsable de mi mismo. Volví a buscar a mi madre y a los dos hermanos que me quedaban. Nos vinimos más al norte, donde en una escuela nos daban un salario a cambio de limpiarla, cuidarla y vivir en ella. Eran 160 pesos que en esos momentos nos salvaban la vida. Me fui a trabajar solo hasta los catorce años. Me metí en pleito tras pleito. De pronto me encierran porque andaba haciendo lío por todos lados y en el lugar donde me encerraron había un jesuita que me enseñó a leer y a escribir. Me enamora de los libros que me enamoraron del mundo. A los 17 años, un vagabundo me dice que soy príncipe, cosa que yo no sabía. Señalando el cielo me dijo “¿Cómo llamas al hijo del rey del Universo? Príncipe”, Como esa señora que estaba cruzando la vereda, me dice, “es una princesa”. De la alegría de la gran noticia, sentí que estaba naciendo por fin. Ya que estaba naciendo y que tenía 17 años, escribí mi primera canción, que fue una canción de cuna que me escribí a mi mismo. Es una canción que se canta en 17, 18 idiomas. Cuando descubrí el don que Dios me había dado, cuando descubrimos la tarea para la que nos trajo, ¡mi Dios!, es una inmensa felicidad porque estamos ejecutando nada más ni nada menos que una tarea que va en formación de nuestras vida y que está definida por el rey del Universo. ¿Cómo no voy a ser alguien que está en paz? La felicidad no es un derecho, es un deber. Si no eres feliz, estás amargando a todo el mundo. Un solo hombre desdichado, que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó matar seis millones de hermanos judíos. Un desdichado es muy peligroso.
6 Suplemento Cultural
Nueva Guatemala de la Asunción, 16 de julio de 2011
Entrevista
PABLO MILANÉS PIDIÓ OFRECER CONCIERTO EN MIAMI Le ofrecieron realizar por primera vez un concierto en la Florida. Y Pablo Milanés, un ferviente defensor de la revolución cubana, pidió que fuera en Miami, donde vive la comunidad anticastrista más numerosa de Estados Unidos.
POR GISELA SALOMON
E
l concierto será el 27 de agosto en el estadio cubierto American Airlines Arena, como parte de una gira más extensa que lo llevará también por Puerto Rico, Washington y Nueva York, entre otras ciudades, reveló Milanés el miércoles en una entrevista exclusiva con The Associated Press. “Es la primera vez que me invitan a ir la Florida”, dijo a the Associated Press el cantautor de 68 años, quien llegará acompañado por una banda de 13 músicos cubanos. “Realmente me invitaron a ir a la Florida, no a Miami, a cualquier lugar de la Florida. Y yo expresamente pedí que si iba a la Florida pensaba que sería más interesante estar en Miami, que es donde precisamente hay un núcleo mayor de cubanos y de latinoamerica-
nos en general”, explicó Milanés, ganador de dos premios Grammy y uno de los fundadores de la Nueva Trova junto con su compatriota Silvio Rodríguez. Aunque Milanés se ha presentado varias veces desde 1979 en este país, será su primer concierto en el sur de la Florida en su carrera de cinco décadas. Su actuación se suma a otros numerosos conciertos que han ofrecido en los últimos dos años músicos provenientes de la isla, alentados en parte por la política más flexible de intercambios culturales y académicos con Cuba impulsada por el presidente Barack Obama. En la entrevista telefónica desde Madrid, Milanés defendió su apoyo al socialismo y también criticó a los gobernantes cubanos, a quienes les reclamó más libertades y espacio para el disenso. A continuación, extractos de la entrevista de 20
minutos. P: ¿Cómo se siente sabiendo que muchos de los exiliados cubanos de Miami se han opuesto a la actuación de artistas que viven en Cuba? R: “Creo que muchos han manifestado eso que usted dice, pero muchos han manifestado también que quieren escuchar a los artistas cubanos, al igual que nosotros quisiéramos que se produjera ese intercambio entre artistas de aquí y de allá. Entonces estoy cumplimentando la invitación de los cubanos que quieren que yo esté allí, o de los cubanos que quieren que los cubanos en general vayan allí”. P: ¿El concierto de Miami tendrá un repertorio de canciones diferentes, o será igual al resto de los que ofrezca en Estados Unidos? R: “Sí, posiblemente sí. Pero todavía no sé el repertorio que voy a escoger porque tengo un grado de improvisación, en mi repertorio, extraordinario. Tengo 45 discos grabados, y todos los llevo en la memoria. Muchas veces llevo una carpeta con muchas canciones, pero no significa que sean las que voy a cantar. P: En abril pasado se canceló un festival de músicos cubanos en Miami. ¿Teme que pudiera pasar algo así con su concierto por la presión de grupos que se oponen a las presentaciones de artistas que vienen desde Cuba? R: “No, no tengo ningún miedo. Pero además eso no depende de mí, depende de los cubanos que están allí y quieran escucharme. Si los cubanos no quieren escucharme, indudablemente que yo no estaré allí. Hay que pensar en todos los cubanos”. P: En una entrevista escrita reciente con la AP, usted dijo que eran necesarias mayores libertades personales en Cuba. ¿A qué libertades concretamente se refiere? R: “Libertad de expresión, por ejemplo. Estamos muy limitados en la libertad de expresión, no es la primera vez que hablo de eso ... En un país con un régimen como el mío, en el que creo fervientemente, creo en el socialismo como sistema, debiera pasar todo lo contrario. Debieran haber todas las libertades para que se expresara todo el mundo, para que la crítica fungiera como un elemento que hiciera avanzar el proceso, en vez de retrasarlo, y en vez de reprimirla. “La libertad de expresión puede ser una vía para tener más libertades y para tener más desarrollo en todos los sentidos. Estoy hablando del sistema donde yo vivo”. P: Algunos artistas cubanos han expresado que existe la autocensura en Cuba. ¿Alguna vez usted se autocensuró o le han llamado la atención por haber dicho algo? R: “No, no me han llamado la atención nunca. Pero sí creo que sí existe la autocensura”. P: ¿Se ha autocensurado usted? R: “No. Yo no, jamás”. P: Usted que ha viajado llevando su música a diferentes lugares del mundo, ¿alguna vez se dijo ‘qué lindo lugar, me gustaría vivir acá’?” R: (Se ríe por primera vez en la entrevista). “Sí, he dicho: ‘¡ay que lindo este lugar!’. Pero nunca he dicho ‘me gustaría vivir acá’’’. P: ¿Nunca pensó en vivir en algún otro lugar que no sea Cuba? R:(Entre risas) “No, no, nunca lo he pensado. Realmente no”.
Nueva Guatemala de la Asunción, 16 de julio de 2011
Suplemento Cultural 7
México
LA VIOLENCIA SE CUELA EN EL MUNDO DE LAS ARTES
Una andanada de cabezas humanas llueven sobre el escenario, donde cuatro narcotraficantes con chaquetas de cuero y sombreros de vaquero las batean hacia el público con fusiles de mentira, al compás del estribillo: “Que nos degollen, que nos empaquen ... que no pregunten, que no investiguen”.
POR OLGA R. RODRIGUEZ
E
s una obra de teatro de Las Reinas Chulas, una comparsa que hace parodia de la violencia del narcotráfico. El espectáculo fue creado por un grupo de mujeres en el 2005 y hasta hoy sigue atrayendo público en clubs de todo México, incluyendo en la ciudad turística de Taxco. Como otros aspectos de la sociedad mexicana, la violencia se ha colado en el mundo de las artes. Los asesinatos y secuestros ya no son sólo tema de los noticieros sino también de pinturas, películas y obras de ópera. Los artistas dicen que están tratando de procesar la crisis en su país, y algunos expresan esperanzas de que ello creará conciencia sobre el flagelo. Cuadros con panoramas coloridos y bucólicos incluyen ahora cadáveres vendados y maniatados. Trozos de las ventanas de un vehículo reventadas en un atentado se convierten en materia prima para brazaletes incluidos en una exhibición de arte. Un célebre narcocorrido sobre una mujer traficante que mata a su amante es adaptado a la ópera. “El arte siempre trata de hablar de hacia dónde estamos yendo”, dice Ana Francis Mor, integrante de Las Reinas Chulas, que han sido invitadas a presentarse en Estados Unidos y Europa. “Es una especie de termómetro de la sociedad”. La reacción del público ha sido ambivalente, reflejo de la actitud nacional hacia la ola de violencia que según el gobierno ha matado a por lo menos 35 mil personas aunque otras cifras calculan que los muertos rondan los 40 mil. “Todos los días oímos de la corrupción, de las muertes, de la impunidad, y se siente como si todo estuviera cada vez más y más cerca de nosotros, pero nadie hace nada, nadie dice nada”, dice Semiramis Huerta, actriz del espectáculo Narcos Unidos de México cuya escena cumbre muestra a policías y narcotraficantes bailando juntos. Desde siempre el arte mexicano ha sido reflejo de la violencia que ha aquejado al país, como por ejemplo los murales de Diego Rivera y David Siqueiros, que contenían imágenes de la Revolución mexicana, o las novelas y narcocorridos que detallan los pormenores del comercio de drogas. Los temas del mundo del hampa han estado en las artes visuales desde hace por lo menos una década, especialmente en estados como Sinaloa, cuna del cártel que lleva su nombre y donde la violencia reinaba mucho antes de la ofensiva antidrogas iniciada por el presidente Felipe Calderón en el 2006. Pero en los últimos dos años, el número de ese tipo de obras ha aumentado drásticamente y ha habido más muestras que se han proyectado a nivel nacional e internacional. La película Infierno, sobre un poblado que cae en las garras de un narcotraficante como su alcalde, arrasó en los Premios
de Cine Ariel este año. Una muestra de arte en la Bienal de Venecia en el 2009 incluía a una persona limpiando el piso con agua y sangre. El pintor Ricardo Delgado Herbert hace retratos de hampones con rostros grotescos y mostró algunos de ellos en una exhibición en Miami Beach en marzo. Hoy el artista, de 36 años y oriundo de Tampico, trabaja en una serie de cuadros en que narcotraficantes y soldados aparecen tanto como verdugos como salvadores en las Estaciones de la Cruz. De esa manera desea expresar cómo los mexicanos están atrapados en el fuego cruzado entre dos fuerzas que no son totalmente buenas ni totalmente malas. Delgado Herbert se crió en Tamaulipas, en el noreste del país, escuchando corridos y viendo películas simplonas sobre detectives aguerridos que cazan a los narcos. Comenzó a pintar a sus personajes -se les ve con ojos salidos y dientes retorcidos- tras enterarse de un tiroteo en el 2004 entre soldados y sicarios en Matamoros. Dice que fue entonces cuando se dio cuenta de que “Esos personajes de los que escuchaba cuando estaba chico estaban ahí, entre nosotros, confrontándonos... Mi obra ha sido mi lamentación constante. Yo pinto lo que no me gusta”. Ese mismo lamento nutre el espíritu artístico de Gilda Lorena Martínez, una pintora cuya serie “Ciudad de arena y sangre” fue exhibida en el Congreso en abril. Martínez ha vivido durante 20 años en Ciudad Juarez, la ciudad más violenta del país. Comenzó a pintar en el 2008, cuando iba en aumento la cifra de asesinatos en esa localidad. Tuvo que clausurar su academia de arte y mudarla a su casa cuando el negocio de al lado empezó a recibir amenazas de bomba. Uno de sus alumnos fue asesinado frente a su casa. Todo el mundo hablaba de quién se estaba yendo o de las madres que enviaban a sus hijos adolescentes a estudiar en otras ciudades. En sus cuadros se ven figuras fantasmagóricas con expresión angustiosa, pintadas en gris y beige, los colores del desierto que rodea a Ciudad Juárez, acompañadas de destello de un rojo como la sangre. “Simplemente estaba pintando lo que sentía, yo quería desenchufarme”, dice la artista quien añade que por cinco meses estuvo gravemente afectada por el estrés de la violencia a su alrededor. “Es mi manera de decir ‘mira qué fracturados estamos como sociedad’’’. Aunque algunos artistas dicen que el trabajar con estos temas les ayuda a procesar su angustia, otros portan un mensaje más político, afirmando que están reflejando la complejidad de la situación del país y de cómo el flagelo viene de la mano de la sed insaciable por narcóticos en Estados Unidos y otros países
desarrollados. Lenin Márquez Salazar, un artista que nació y se crió en Mocorito, en Sinaloa, pinta los verdosos panoramas de su estado, pero con un agregado macabre: en medio del verdor introduce muertos vendados y maniatados, o envueltos en sábanas, como suelen aparecer las víctimas de los carteles. “Se nos olvida que somos una sociedad global y lo que pase en otro lugar nos repercute a nosotros aquí”, dice Márquez Salazar, de 42 años y quien ha mostrado su obra en Estados Unidos y Colombia. “Yo quiero crear conciencia sobre esto, no como denuncia, pero como una manera de expresar lo que yo estoy viendo”. Otra artista de Sinaloa, Teresa Margolles, incluyó la escena del piso limpiándose en su muestra en el Pabellón Mexicano en la Bienal de Venecia en el 2009. Ella recolecta artefactos de escenas de crímenes como trozos de vidrio o tela, empapados en sangre y barro. Margolles, quien trabaja en Culiacán, la capital de Sinaloa, y ha reflejado la violencia en sus obras desde hace mucho tiempo, creó esa pieza para desempeñar “una función social de duelo, de conmemorar la desaparición de una generación”, declara Cuauhtemoc Medina, quien fue curador de la pieza. “Cuando hicimos ese trabajo hace dos años Teresa y yo, lo que guiaba nuestro actuar era el no poder creer que 8 mil muertos en el país no contaran”, añadió Medina uno de los curadores y críticos de arte más renombrados de México. “Hay una ceguera social que necesita 35 mil muertos para darse cuenta que esto es un completo desastre”. En algunos casos, los artistas han exhibido sus obras en instalaciones oficiales donde después son retiradas o censuradas debido a su contenido violento. Medina dice que la obra de Margolles, “¿De qué más vamos a hablar?”, fue financiada por fondos federales y privados, pero la Secretaría de Relaciones Exteriores de México se retiró del comité organizador dos semanas antes de la inauguración de la bienal. Al parecer, dice, el gobierno no quería estar vinculado con ese tema.
Nueva Guatemala de la Asunción, 16 de julio de 2011
Suplemento Cultural 8
Revista de libros
COMENSALIDAD: REHACER LA HUMANIDAD, DE LEONARDO BOFF
“
… La mesa, antes que a un mueble, remite a una experiencia existencial y a un rito. Es el lugar privilegiado de la familia, de la comunión y de la hermandad. En ella se comparte el alimento y con él se comunica la alegría de encontrarse, el bienestar sin disimulos, la comunión directa que se traduce en los comentarios sin ceremonia de los hechos cotidianos, en las opiniones sin censura de los acontecimientos de la crónica local, nacional e internacional. Los alimentos son algo más que cosas materiales. Son sacramentos de encuentro y de comunión. El alimento es apreciado y es objeto de comentarios. La mayor alegría de la madre o de quien cocina es notar la satisfacción de los comensales. Pero debemos reconocer que la mesa es también lugar de tensiones y de conflictos familiares, donde las cosas se discuten abiertamente, se explicitan las diferencias y pueden establecerse acuerdos, donde existen también silencios perturbadores que revelan todo un malestar colectivo. La cultura contemporánea ha modificado de tal forma la lógica del tiempo cotidiano en función del trabajo y de la productividad que ha debilitado la referencia simbólica de la mesa. Ésta ha quedado reservada para los domingos o para los momentos especiales, de fiesta o de aniversario, cuando los familiares y amigos se encuentran. Pero, por regla general, ha dejado de ser el punto de convergencia permanente
Por José Carlos García Fajardo
de la familia. La mesa familiar ha sido sustituida lamentablemente por el fast food, comida rápida que sólo hace posible la nutrición, pero no la comensalidad. La comensalidad es tan central que está ligada a la propia esencia del ser humano en cuanto humano… supone la solidaridad y la cooperación de unos con otros, permitió el primer salto de la animalidad
en dirección a la humanidad…le cupo inaugurar la característica básica de la especie humana, diferente de otras especies complejas (entre los chimpancés y nosotros hay solamente un 1,6% de diferencia genética): la comensalidad, la solidaridad y la cooperación en el acto de comer. Y esa pequeña diferencia marca toda la diferencia.
Esa comensalidad que ayer nos hizo humanos, continúa todavía hoy haciéndonos siempre de nuevo humanos. Por eso, importa reservar tiempos para la mesa en su sentido pleno de la comensalidad y de la conversación libre y desinteresada. Ella es una de las fuentes permanentes de renovación de la humanidad hoy globalmente anémica.
Revista de libros
LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD, DE BERTRAND RUSSELL
¿
Cuál es el sentido de la filosofía sino ayudar a que las personas sean más felices? La conquista de la felicidad ofrece un agradable viaje por algunos de los motivos que suelen hacernos sentir infelices y también por las causas que pueden provocar esa sensación de felicidad. Porque ésta no existe. Existen momentos felices. A pesar de que, aunque la vida no tuviera sentido, tiene que tener sentido vivir aquí y ahora, y el principal sentido de este vivir consiste en ser uno mismo, esto es, en ser felices. Querer lo que hacemos para poder así hacer lo que queremos. No es un juego de palabras. Ser uno mismo, saberse y actuar en consecuencia. Aunque no siempre la acción sea imprescindible para la felicidad. Así, al menos, se lo cuenta Krishna al Príncipe Arjuna: “Pon tu ánimo en la
Por José Carlos García Fajardo
acción, más nunca en su recompensa. Desempeña tu obra en la paz del yoga y, libre de apegarte a deseos egoístas, no permitas que el éxito o el fracaso te perturben”. (Bhagavad-Gita, 2,70) Según, Russell una vida feliz tiene mucho que ver con una vida tranquila pues “sólo en un ambiente tranquilo puede vivir la auténtica alegría”, la armonía de que hablan los sabios. Este fenómeno no abunda en las ciudades en donde la vida está separada de la tierra, de la naturaleza y de sus ciclos. Lo que a veces nos lleva a autoexiliarnos en frágiles narcóticos o en la enajenación en unos programas de televisión degradantes y vacíos de contenido. Lo que ofrecen es no pensar, y tirar para adelante desde ese diván de los sueños freudianos o en percusiones sin sentido en los teclados o en las pantallas de los nuevos juguetitos.
El libro fue escrito de forma sencilla para que pudiera ser entendido por las personas sencillas. Pero, ¿qué es lo que hace infelices a las personas? Según el autor, las conductas egocéntricas, impulsadas por el judeocristiano sentimiento de culpa, la megalomanía o el narcisismo. También menciona a las personas obsesionadas por el éxito, por el triunfo, por el dinero. La felicidad está en el entusiasmo por la vida, el cariño, la familia, los amigos, la solidaridad y el compromiso con la causa de la justicia. La felicidad sólo requiere “comida y cobijo, salud, amor, una ocupación satisfactoria y el respeto de los allegados”, escribe. Y una gran dosis de imaginación y de voluntad para saberse uno con todos y con todo cuanto existe. Porque, antes de la muerte, hay vida.