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Quetzaltenango
Médicos, familiares y amigos, son vitales ante una crisis relacionada con la pandemia
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Foto La Hora/ILustratIva/aP El temor a enfermarse de coronavirus ha provocado que la salud mental de las personas llegue al límite.
Por grecia ortíz
Mientras los meses avanzan y la pandemia del COVID-19 continúa afectando al mundo, muchas personas pueden llegar a sentir ansiedad, temor, frustración, tristeza y soledad, hasta un punto en que esto se vuelve abrumador y constante. Para estos casos es necesaria la guía y ayuda profesional que les permita recuperar la esperanza.
La Mayo Clinic destacó que el impacto emocional y psicológico de la emergencia sanitaria puede llevar a provocar desesperación e incluso pensamientos suicidas en las personas.
Por eso, advierte sobre algunas señales que pueden dar indicios de un problema a nivel emocional como el suicidio, así que, si usted u otra persona tienen pensamientos de ese tipo, es necesario que sepa qué señales puede empezar a percibir y porqué es necesario conseguir ayuda inmediata, así como tratamiento profesional, porque puede ayudar a salvar una vida, ya sea la suya o la de alguien más. “Si se siente desesperado y tiene pensamientos suicidas, o está preocupado por otra persona, sepa cómo encontrar ayuda y recuperar la esperanza”, remarcó esa entidad. En este contexto, hacen énfasis en que es necesario mantener a mano una lista de recursos y números telefónicos que incluya los números telefónicos de sus médicos, profesionales de la salud mental y centros de crisis, así como de familiares y amigos en quienes confía. En Guatemala, existen instituciones como la Liga de Higiene Mental, cuerpos de socorro y entidades religiosas, a donde puede acudir en un momento de crisis. También recuerda los principales factores de estrés relacionados con la pandemia del COVID-19 y que requieren de ayuda inmediata.
IMPACTOS DE LA PANDEMIA
La entidad destacó que los pensamientos suicidas, generalmente, aparecen en las personas por la imposibilidad de enfrentarse o recuperarse de algo que parece ser abrumador en sus vidas. “Hasta el momento solo hay pocos datos acerca del impacto de la pandemia de la COVID-19 sobre la tasa de suicidio, pero es indiscutible que la pandemia aporta intenso estrés emocional y mental a la vida de la gente de todo el mundo. El miedo, la ansiedad y la depresión pueden provenir de una amplia variedad de experiencias y preocupaciones, que van desde lo personal y familiar hasta lo laboral”, remarcaron.
SURGIMIENTO DE OTROS TEMORES
Si bien las situaciones y motivaciones varían, por ejemplo, problemas personales y familiares, ahora un detonante puede ser el miedo de contraer el COVID-19 o de que un familiar lo contraiga. Además, se puede encontrar con la imposibilidad de estar o confortar a un familiar que está muy enfermo o al borde de la muerte en el hospital y enfrentarse al dolor por el fallecimiento de un ser querido debido al COVID-19 u otra enfermedad. A la vez, puede sentirse en aislamiento social, sobre todo cuando se vive solo o en una institución en dónde están temporalmente prohibidas las visitas, en confinamiento dentro de un espacio pequeño con otros familiares debido a la orden de permanecer en casa, lo cual puede aumentar el riesgo de abuso conyugal, de pareja o infantil. También puede ser el inicio o empeoramiento del consumo de alcohol o drogas, o la presencia de otros trastornos mentales, entre depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático y trastorno de ansiedad. En el trabajo, puede que se enfrente a la ansiedad debido a que trabaja en un ambiente considerado de alto riesgo, puede ser un hospital o una residencia de ancianos, o por ser socorrista. O que presente agobio por trabajar en instituciones de atención médica muy concurridas que tratan a personas con COVID-19, especialmente en lugares donde puede haber escasez de personal y de equipo de protección individual. Puede ser que experimente sentimientos de agotamiento y frus-