Suplemento Navideño 17-12-2021

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Suplemento especial de Diario La Hora

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Guatemala, 17 de diciembre de 2021

Navidad 2021

Coordinación: Mauricio José Chaulón Vélez


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presentación

E

Mauricio José Chaulón Vélez Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala l ciclo de las Fiestas de Fin de Año en Guatemala es uno de los más importantes en la cultura popular, por lo que no puede dejar de ser estudiado por las ciencias sociales y las humanidades. Es así como nuevamente presentamos a ustedes, amables lectores y lectoras, este Suplemento Cultural Especial que en el 2021 contiene trece artículos desde las perspectivas de la historia, la antropología, la sociología, el arte y la semiótica. Cada una de las personas que participamos en el Suplemento pertenecemos a distintos ámbitos académicos en los cuales se abordan las fiestas populares, la religiosidad, la estética y la cultura en sí, siendo un gran gusto el poner a disposición de ustedes las diferentes temáticas que permiten comprender de mejor manera la profundidad de este tiempo en el calendario sociocultural de nuestro país. Este Suplemento Especial tiene sus orígenes en la Primera Época que coordinó el recordado maestro antropólogo e historiador, Lic. Celso Lara Figueroa, abriéndose el año 2020 su Segunda Época la cual tengo el agrado de coordinar académicamente. Agradecemos el apoyo del Diario La Hora, institución histórica en la prensa guatemalteca, que siempre se preocupa por aportar múltiples conocimientos a la sociedad a través de respaldar proyectos editoriales como este. A nombre de las y los académicos que hoy escribimos, doy las gracias al Lic. Óscar Clemente Marroquin Godoy, al Lic. Pedro Pablo Marroquín, al Mtro. Eduardo Blandón, al señor técnico Roberto Altán y a todo el equipo de edición y producción que hace posible esta entrega. Deseamos a ustedes unas fiestas de fin de año en paz, armonía y salud, invitándoles al disfrute y reflexión de todas las profundas manifestaciones culturales que ellas significan para el pueblo de Guatemala, que es el verdadero creador y salvaguarda de ellas. En todas y cada una, se representan y se significan nuestras esperanzas, nuestras luchas diarias, nuestros anhelos, nuestras historias colectivas e individuales, y sobre todo el sentido de utopía por un país que logre, algún día, la tan ansiada justicia social. Un abrazo fuerte y muchas gracias por permitirnos llegar a sus hogares.

San José en el arte guatemalteco de la Navidad Brenda Janeth Porras Godoy Universidad de Sevilla, España

Muchos tenemos en nuestras casas una escultura de San José porque forma parte de las figuritas del Nacimiento y allí está presente el Santo Patriarca. En los “Misterios” de la Navidad -como les llamamos aquí en Guatemala-, que proceden de un período barroco, San José siempre es representado como un hombre joven y apuesto, de encarnado sonrosado, tez blanca, ojos grandes, barbado y pelo rizado. Su barba es la típica de la escuela de escultura barroca guatemalteca: ajustada a las mejillas y se vuelve larga en el mentón. En los Nacimientos barrocos guatemaltecos de pequeño formato, destinado a la devoción doméstica, la postura más común de María y José es la de adoración: de rodillas. De ellos existen muchísimos ejemplos en los hogares chapines y también en las iglesias de toda Guatemala. Un gran devoto josefino fue el Santo Hermano Pedro de San José de Betancur (1626-1667). Precisamente como fruto de ese cariño quiso llevar el nombre del Santo Patriarca desde el momento en que descubrió su vocación a cuidar a los más olvidados y enfermos . Se emocionaba cuando llegaba la Navidad. Promovió las posadas llevando una imagen de San José y de la Virgen María por las calles de la ciudad (lo

Ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción Diciembre de 2021

es una publicación de:

Fotografía Brenda Porras

San José del Museo Colonial del Hotel Casa Santo Domingo.

que actualmente le llamamos posadas). Las personas iban en dos filas, rezando el Rosario a dos voces, con sumo silencio y devoción, llevando faroles y candelas . Pocos años después de la muerte del Hermano Pedro, el obispo Juan de Ortega y Montañés, nombró en 1680, patrono de Guatemala a San José: “y luego se dispuso la execucion y en esta ciudad el cumplimiento con suntuosa y religiosa piedad y en todo este mi obispado hicieron los curas lo mismo” . Por lo que no sería extraño que a raíz de estas indicaciones, se esculpieran numerosas imágenes de ésta advocación. Por consiguiente nos podemos preguntar ¿existe una forma única, particular de representar a San José en Guatemala? La respuesta es afirmativa. Durante el siglo XVIII en Guatemala se consolidó una escuela barroca de escultura (incluso los estofados son únicos en Guatemala). Eso significa que los artistas fueron creando unas formas particulares de representar al Santo Patriarca. Para ello se puede tomar como referencia el magnífico San José de la iglesia de Santo Domingo (Basílica de la Virgen del Rosario) del Centro Histórico de Guatemala. También podemos agregar que hay esculturas de San José de todos los tamaños. Se tallaron minúsculas esculturas destinadas a la devoción privada e íntima de las casas o de los conventos. Por ejemplo, se conserva una muy pequeña (mide aproximadamente 10 centímetros) que forma parte de la colección del Museo Colonial del Hotel Casa Santo Domingo. San José tiene al Niño Jesús, total y plenamente confiado en sus brazos de padre. Duerme profundamente, tanto es así que está hasta «doblado», como decimos coloquialmente en Guatemala. San José a su vez tiene agarrado al Niño Jesús de su pie derecho (lo que nos hace recordar las posturas de la Virgen del Rosario y el Niño de la Basílica de Santo Domingo). En los retablos de Guatemala, San José también está presente desde una etapa muy temprana: el documento más antiguo donde menciona su presencia data de 1615 y se trata del retablo de San José de la iglesia de Santo Domingo . Existen numerosos retablos en Guatemala con pinturas de las escenas de la vida de la Virgen María: Nacimiento de Jesús, Adoración de los pastores, de los Reyes Magos, la Huida a Egipto, la circuncisión (que es un tema raramente representado en el arte). En estas pinturas, por supuesto que está la figura del Santo Patriarca. Especial mención merece el retablo salomónico de la iglesia de Chacayá, Sololá, cuyas pinturas representan los siguientes sucesos de la vida de

su santo patrono: las bodas de San José y la Virgen María, el sueño de San José, el descanso de la huida a Egipto y la muerte de San José. En la serie de la vida de la Virgen María del pintor novohispano Pedro Ramírez de la catedral Metropolitana, se observa a San José en las siguientes escenas: boda de la Virgen con San José, la Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel, el Nacimiento del Niño Jesús, la huida a Egipto, la adoración de los Reyes Magos. Por otro lado, en Guatemala las representaciones de pintura y escultura de San José, está con Jesús bebé. Podemos fijar nuestra atención en un detalle y observar en qué actitud está el Niño Jesús en brazos de San José: algunas veces ve con ternura a su padre, otras está dormido, juega con su barba, está acostado o sentado. Lo admirable es que la mirada de San José siempre está enfocada en dos puntos: está en el Niño Jesús o está al frente, es decir hacia nosotros. Si desea conocer más acerca de la representación de San José en el arte guatemalteco puede acceder gratuitamente a este libro: https://www.calameo.com/ books/006932009b2cd42f77234 Lobo, Manuel. Relación de la vida y virtudes del Hermano Pedro de San José de Betancur. P.14. Sobre el autor: sacerdote jesuita, confesor y biógrafo del Hermano Pedro. 2 Ídem. P. 29. 3 Archivo General de Indias, apartado “Guatemala”, legajo 158, 10.09.1680 4 AGCA, A1.20, legajo 1236, f. 89. 1

Fotografía Brenda Porras

Sueño de San José, retablo de San José Chacayá, Sololá.


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El nacimiento de Jesús en diversas obras del arte en Guatemala Fernando Urquizú Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala

El nacimiento de Jesús es uno de los temas más recurrentes en el arte de Guatemala, que debe ser analizado desde su origen para comprender la selección de una serie de obras representativas del tema para tenerlas como referentes, independientemente de nuestra cultura religiosa o de pensamiento crítico y así comprender los modelos ideales de vida que simbolizan como reflejo de su utilidad práctica para compeler al público la aceptación de un posicionamiento social y considerar un equivalente de comportamiento intelectual que se considera civilizado, representando valores éticos de los personajes convenientes a los grupos que detentan el poder político por medio de símbolos que cuentan una historia denominado lenguaje iconográfico, son reconocidos por encima de la palabra escrita, presentados en escenas de un imaginario intelectual que construyen la versión de una historia cuyo estudio e interpretación formal corresponde a la iconología. El nacimiento de Jesús En la cultura cristiana conocemos como nacimiento una representación que conmemora el día más importante de esta religión: “la venida de Cristo a la tierra” , independientemente de la rama de esta religión a la que pertenezca, que desde el punto de vista de la historia del arte los identifica como iconoveras a los que aceptan su imágenes como elementos didácticos de sus enseñanzas o las veneran como producto del posicionamiento individual o social que alcanzan en la formación de sus imaginarios e iconoclastas los que prefieren el entendimiento por medio del lenguaje figurativo desprendido de las lecturas bíblicas individuales u orientadas. El caso es que todos los cristianos de manera abierta o implícita identifican estas obras de arte a favor o en contra de los principios citados que están dirigidos a los cinco sentidos del ser humano para lograr una mejor asimilación del proceso de conceptualización de la enseñanza que implica la rememoración de esta fecha.

Las representaciones gráficas del nacimiento de Jesús Las primeras formas de representación del nacimiento de Jesús parten desde las catacumbas del paleocristiano en Roma donde se reunían los primeros cristianos de manera proscrita en un periodo que se conoce como Paleocristiano del año 0 al 313 d. C. cuando se dio el Edicto de Tolerancia a favor del cristianismo. Sin embargo, la religión después en triunfo debió de afrontar el problema de la diversidad de los pueblos en cultura, idioma y analfabetismo, razones que nos explican el uso de imágenes con fines didácticos religiosos, que fue ampliándose a la veneración luego de haber cumplido su vida útil de donde trascienden de una generación a otra. Esta razón fue aprovechada por el protestantismo para verlas como símbolo de dominación y proceder a su relevo por la meditación e interpretación de las Sagradas Escrituras, que también puede ser interpretada como una ampliación a visión del cristianismo sobre el dominio del fetichismo que habrían tomado las imágenes. El cristianismo recibió un gran impulso como medio de unificación de los imaginarios con el desarrollo de la imprenta tanto en la palabra escrita como en las gráficas que fue aprovechado como un equivalente al desarrollo de lo que debía considerarse como civilizado o socialmente aceptado, influyendo de manera determinante en el desarrollo del arte. En este proceso los impresos influyeron de manera considerable no solo en las artes visuales que ampliaron su papel al mundo del teatro y la música para alcanzar a las masas por medio de la representación de autos sacramentales que incluyeron el nacimiento de Cristo. En el caso de incorporación de los pueblos originarios del Nuevo Mundo al imperio español, se legisló el uso del arte en general por medio de los concilios arzobispales para evitar que reprodujeran nuevas versiones acerca

del evangelio católico, hecho que determinó un papel fundamental del arte en el movimiento de ideas entre los distintos grupos sociales por encima de sus diferencias económicas y culturales. El papel principal del arte en general, en este caso del periodo de adviento en la liturgia, se enfatizó a nivel local con el uso de esculturas, que cumplieron un papel de actores ya que alternaron con los pueblos originarios y europeos, hecho que nos explica la evolución de las posadas, rezados de la Virgen, que se convirtieron en procesiones a manera de desfiles influidas por el avance de la cultura liberal. En este contexto las primeras Ilustración 1 iglesias en el medio contaban Grabado del Nacimiento de Jesús. Nadal, Jerónimo con pinturas murales que fueron 2008. Biblia Natalis. (1593). Reproposteriormente enriquecidas con ducción, Universidad de Deusto-Ediretablos como muebles de iglesia ciones Mensajero. Bilbao, España. creados con fines didácticos, de donde se fueron derivando altares de temporada denominados: Nacimientos o Belenes que adquirieron características especiales.

El nacimiento, sus referencias de estandarización de su representación La composición del nacimiento tiene como principal fuente de conocimiento, la tradición Las construcciones y demás obras de arte para oral, ampliada por las revelaciones a místicos albergar el nacimiento y pervivencia del espíritu del cristianismo, que fueron recogidos en cristiano colecciones graficas realizadas por medio de El cristianismo llegó al área que actualmente estampas realizadas a mano alzada y reproducidas identificamos como Mesoamérica acompañando la posteriormente en impresos donde destacan invasión española al área, donde trató de difundir su las colecciones de Alberto Durero, quien por cultura como parte de un proceso de estandarización medio del leguaje simbólico figurativo estableció del pensamiento acerca del origen del mundo y los primeros códigos de estandarización de la sociedad, en el caso específico de Guatemala las imágenes cristianas, que se combinaron al fue a finales de 1523. Es probable que la Navidad lenguaje escrito en la Biblia Natalis ilustrada haya sido celebrada desde aquel año, aunque no se con explicaciones del uso simbólico de signos, hubiese fundado una ciudad española para seguir el organizada por San Ignacio de Loyola, completada año litúrgico, que era muy por su discípulo Jerónimo importante para no perder Nadal e ilustrada con su línea cultural europea. grabados de los hermanos El proceso de ocupación Johan y Hierónymus española constó de Wierix. (Ilustración 1). dos fases: una bélica La Biblia traducida de enfrentamiento originalmente por San directo y una conquista Jerónimo de donde fue espiritual destinada a adaptada de acuerdo con los la estandarización del requerimientos económicos imaginario entre invasores de los reinos católicos y e invadidos. La primera protestantes evolucionando abarcó desde su llegada al capitalismo moderno del hasta 1542 cuando se dieron siglo XXI que planteó su las ordenanzas de Barcelona salida de las iglesias para tendientes a organizar este conquistar un público más Ilustraciones 2, 2.1 2.2. proceso de unificación amplio desde las salas de Estampa novohispana Firmada en México por Troncoso, fechada en México 1748, publicada en varias historias cine y posteriormente la especializadas. Fotografías del templo Beatas de Belén en la Antigua Guatemala e imagen detallada de la calle Pasa a la siguiente página... central del segundo cuerpo donde se encuentra un nacimiento en estuco.. informática.


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de los imaginarios que continuaba en funciones hasta 1821 cuando se dio la independencia política de España. En este contexto de desarrollo del imaginario cristiano como medio de estandarización de las ideas en la actualidad contamos con cuatro iglesias dedicadas al nacimiento de Cristo provenientes del periodo colonial en Guatemala 15241821, construidas para albergar el culto especializado de las ramas masculinas y femeninas de la orden de Belén, tanto en la Antigua como la Nueva Guatemala. Estos templos son denominados Belén y hacen alusión al culto del Nacimiento del Niño Jesús, según podemos desprender de su anagrama e imaginería que ha sobrevivido en sus construcciones. En Antigua Guatemala se encuentra en pie aún, la más grande escultura del Nacimiento de Cristo en el frontispicio de la iglesia de la orden de Belén, fundada por el Santo Hermano Pedro de Betancourt cuya efigie complementa la composición situada en el frontispicio del templo, de esta advocación situada al centro del segundo cuerpo y calle central de dicho monumento, derivado directamente de un grabado destinado a la estandarización del conocimiento general de dicha orden religiosa. (Ilustraciones 2. 2.1, 2.2.) En ella destaca el Misterio de la Natividad, compuesto por la Santísima Trinidad presidida por el Padre eterno encima de esta hornacina, el Espíritu Santo simbolizado por una paloma y el hijo que preside la composición representada en el Niño Dios; acompañado de la Santísima Virgen y San José, como su padre putativo en la Tierra. La escena es completada por una escultura del Hermano Pedro de Betancourt que contempla la escena en su calidad de fundador de la orden religiosa. El conjunto no pierde detalle de representación que incluyó esculturas del buey y la mula para dar la ambientación bíblica en la escena en el aspecto terrenal, debido a que en el celestial que tiene como eje de comunicación al Niño Dios que figura en un pesebre a manera de trono terrenal en cuyo fondo se situaron querubines para enfatizar la enseñanza de la venida de Cristo desde un mundo metafísico en el cielo denominado: “Gloria Eterna” aludido por un letreo especifico que se reproduce en todos los nacimientos portado siempre por un ángel cuyo texto extraído de la Biblia cita: “Gloria a Dios en los cielos” que se completa con la frase y paz a los hombres de buena voluntad. En el análisis de esta obra de arte es evidente la referencia de lectura del grabado de los hermanos Wierix, que nos permite inferir la profunda relación entre imágenes simbólicas, textos de referencia y la reproducción de los mensajes a distintas escalas y públicos con el fin máximo de unificación de criterios acerca de un tema específico en este caso el Nacimiento de Jesús. Este es el nacimiento más grande con que cuenta Guatemala en la actualidad y constituye lo que técnicamente se denomina una escultura arquitectónica, realizada en estuco cuya función social es mover la enseñanza del día más importante del cristianismo al pueblo de Dios.

El misterio de vestir en la Guatemala actual En Guatemala se define el concepto “Misterio” como un conjunto escultórico compuesto por el Niño Jesús, recién nacido, la Virgen María y San José, cuya policromía esta compuesta de dos texturas, la primera denominada encarnado que corresponde a la piel humana visible en toda la imagen del Niño Jesús porque es representado desnudo o con un ligero paño que cubre sus genitales, para cumplir el sentido didáctico de referencia mística lo describe pobre y con poca ropa. Las esculturas de la Virgen y San José pueden presentar ropa tallada del mismo material que las obras o bien de tela, en el periodo de la dominación española contaban con colores iconográficos para vencer las barreras idiomáticas y de analfabetismo, así la primera presentaba tunicela color rosa y manto azul, mientras el segundo túnica marrón y manto verde. En el proceso de identificación de este tipo de obras referiremos como el más característico el del templo de Belén de la Nueva Guatemala de la Asunción, que es de tamaño natural, es decir de la altura promedio de una persona del común. Este conjunto escultórico data de la época colonial y según el historiador Haroldo Rodas, basado en la memoria de las fiestas de inauguración del templo de Belén de la ciudad de Santiago, actualmente la Antigua Guatemala, habría sido realizado por el célebre escultor Mateo de Zúñiga a mediados del siglo XVII. (Ilustración 3) Este mismo tipo de esculturas en temática y técnicas de elaboración podemos apreciarlos en las iglesias de la Candelaria y la Capilla del Señor de las Misericordias de la Nueva Guatemala de la Asunción. El retablo de la Natividad más grande de Guatemala En jerarquía a las artes la composición escultórica más grande con la que se cuenta en la actualidad es el retablo del Nacimiento de Jesús, se encuentra en la iglesia de la Merced de la Nueva Guatemala de la Asunción, situado en el traceptum norte de dicho recinto sacro. En donde destaca un conjunto escultórico de bulto redondo situado en la calle central de dicho mueblo de iglesia a manera de camarín. Este conjunto escultórico es bastante similar al de estuco citado anteriormente con la diferencia de usos de materiales y técnicas propias para el culto al interior de un templo, aunque originalmente no haya sido concebido para esta devoción, según podemos inferir de la interpretación de los demás elementos del retablo como cartelas y esculturas en nichos superiores del conjunto. La escultura del Padre Eterno para enfatizar la escena principal, que lógicamente no cuenta con una escultura del Hermano Pedro por ser de otra orden religiosa, sin embargo en nichos a los lados de la composición principal se pueden apreciar las esculturas de San Joaquín y Santa Ana eventualidad que le da un mayor sentido al mensaje de unidad familiar y festejo de la venida de Cristo a la Tierra porque estos personajes son los padres de la Santísima Virgen es decir abuelos de Jesús, dando más carácter al conjunto escultórico que sirve de referencia para la confección de otras obras de arte y composiciones, aún por encima de las prescripciones escritas.

natural, que Cristo, tamaño Ilustración 3 n el Misterio del Nacimiento deala, que según el historiador Fotoimpreso co de Belén de la Nueva Guatemñiga. preside la iglesiafue realizado por Mateo de Zú Haroldo Rodas

Ilustración 4 Retablo del Nacimiento de Jesús de la iglesia de la Merced de la Nueva Guatemala.


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El culto a la Inmaculada Concepción de María, Patrona Departamental de Escuintla Gabriela Nathaly Palacios Aragón Escuela de Historia, USAC

Dentro del colectivo popular católico una de las devociones más antiguas la tiene la Virgen de la Concepción, esta nace de la defensa de Juan Duns Escoto, fraile franciscano que defiende la creación de María sin el pecado original libre de este, es por ello que surge este dogma el cual es proclamado el 8 de diciembre de 1854, por el Papa Pío IX.

fotografía es de la Diócesis de Escuintla

Debido a la popularidad y aceptación de las fiestas en honor a la pureza virginal y con la proclamación de fe por parte del Papa, surge una devoción sobre la Inmaculada Concepción, siendo adoptada por los Reyes de España como patrona y se expande sobre todo los territorios españoles. En Guatemala, se funda con anterioridad a este evento, la cofradía de la Inmaculada Concepción en el Valle de Almolonga en el año 1542 a cargo de la orden franciscana. Se tiene por la tradición oral, que la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción fue un regalo del Monarca Carlos V, de Alemania a finales del siglo XVI, la cual consiste en una imagen de estilo barroco de finos acabados y de autor desconocido. La devoción surgida durante tiempos coloniales y de tiempos de la independencia, muestran que es una tradición mucho más antigua que incluso que la Semana Santa, dada la atribución que se le da a la mujer en el libro del Génesis en la cual de manera simbólica se enemistó a la mujer y a la

serpiente, que ha sido la representación del mal. La imagen de la cofradía franciscana contiene muchos símbolos de especial significado iniciando por su corona la cual es adornada con dos estrellas en representación de los doce apóstoles, su corona fue creada bajo la orden de Fray Miguel Ángel Murcia, quien se encargó de la recolecta del oro y piedras preciosas para su elaboración. Su fisonomía va concorde a la época al presentar un rostro ovalado y perfecto con mirada compasiva hacia la gente. Su devoción ha inspirado loas y los rezados de las cuales se tiene como precedente las creadas por los franciscanos y seguida por los fieles como tradición decembrina, fecha en la que se celebran sus fiestas. Dentro de la tradición oral que se mantiene sobre la imagen de la Virgen Inmaculada de la Concepción se tienen historia como cuando Rafael Carrera a la fecha del fallecimiento de su esposa le obsequia a esta imagen las argollas nupciales

y la nombra de la primera dama de la nación. También se tiene como historia popular la colocación de fogatas que iluminaban el paso de la procesión por las calles de Guatemala, ya que el no contar con alumbrado eléctrico la población procuraba iluminar con esto en las calles del recorrido. Es notable observar, como dentro del colectivo popular guatemalteco, como forma de cristianización el uso de las imágenes dentro de la población indígena y ladina, siendo la imagen más popular, la Virgen María la cual cuenta con varias representaciones y distintos centros de diversión a lo largo de Latinoamérica y del mundo. Sí bien las técnicas utilizadas para la conversión es solamente reciclaje de lo que se utilizó para la reconquista de España, sus efectos son notables ya que en los momentos más complicados de la población su respuesta ha sido abocarse a sus patrones e imágenes de devoción. Surgen en Guatemala entonces distintas imágenes donadas o mandados a hacer para que cumplan la función de cristianización en la población de los cuales se conoce la imagen del Seminario Mayor que luego sería cambiada por la imagen de la actual Catedral Metropolitana, la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción de Ciudad Vieja, Sacatepéquez y la que se encuentra en Huehuetenango. Alrededor de ellos surgen las cofradías y hermandades que se encargan de mantener viva la devolución a estas imágenes junto con el significado que representa la de una mujer concebida sin pecado original vencedora del diablo y poseedora del cielo y las estrellas que observan con misericordia el actuar de sus hijos y que reciben con dulzura sus plegarias, lamentos y peticiones. Como madre y protectora de los hijos sin importar su clase condición social o económica la que generaría mayor devoción dentro de la población. En Escuintla, la encargada de la celebración de dicha celebración es la antigua prelatura de Escuintla, elevada a Diócesis el 28 de julio de 1994, que ejerce su pastoreo la cual se encuentra dedicada a la Inmaculada Concepción de María y para la cual surgen festividades como las elecciones de niña y señorita Escuintla que cuenta con la participación de niñas y adolescentes que tendrán la representación en actividades departamentales, así como eventos ganaderos propios de la región como parte del acompañamiento de las festividades más solemnes y religiosas representadas en procesiones conmemorativas y la respectiva eucarística. Sin embargo, por motivos de la pandemia causada por el Covid-19 y por segundo año consecutivo las actividades han tenido que suspenderse en su mayoría, entiéndase todo el algarabío que las ferias, veladas y festivales patronales se generan por la celebración de la Inmaculada Concepción, aunque las actividades religiosas se siguen realizando a pesar de que se han visto limitadas en aforo por motivo de seguridad sanitaria, las eucaristías han visto su aumento no solo en la Catedral de Escuintla sino también en las parroquias de la localidad, que buscan darle un sentido espiritual y santificar las fiestas a manera que el sentido de su celebración no se pierda sino se renueve en un nuevo acto de fe.


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La Virgen del Adviento: Santa María de la O, la expectación del Parto de Nuestra Señora Juan Alberto Sandoval Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala

De los recuerdos y vivencias más gratos que conservamos en nuestras vidas, la experiencia en torno a la conmemoración del nacimiento de Jesús, por sus fórmulas rituales, cantos solemnes, tierna música y rezos ancestrales realizados al interior del seno familiar, las texturas percibidas, sabores y olores únicos, nos traslada irremediablemente a los primeros años de nuestra infancia. Todas las acciones encaminadas a celebrar esta fiesta de carácter universal están insertas en un calendario propio que hemos creado los guatemaltecos, construido al mismo ritmo del avance del devenir histórico y que por su complejidad y profunda vigencia, ha conformado nuestra identidad a pesar de la intensa lucha que la tradición local sostiene en contra de múltiples elementos e influencias alienantes que intentan incidir en ella, como consecuencia de la fase de la actual expansión capitalista en el mundo. Las tradiciones navideñas guatemaltecas, matizadas de forma exquisita por los grupos mayoritarios como resultado de una reinterpretación de la cultura de las clases hegemónicas, dominantes, han sido enriquecidas localmente con los aportes y creatividad del ingenio popular constituyéndose para nosotros en una riqueza patrimonial, que en lo particular, ha encontrado un espacio para su resguardo entre los grupos subalternos cuyo valor cultural y social es consecuencia del desarrollo histórico que nos ha determinado y que nos permite desvincularnos aunque sea por un breve instante de nuestra actual realidad histórica y social. Al aproximarnos desde esta perspectiva a nuestra historia encontramos en ella las celebraciones de las festividades populares de la natividad de Jesús como resultado de una síntesis dialéctica entre los aportes de las distintas culturas que han cohabitado en nuestro suelo y que las han enriquecido. El sincretismo religioso y cultural que se produce de ese maravilloso intercambio lo encontramos en los rituales propios de la temporada, en los que se funden conceptos cosmogónicos de los pueblos originarios contenidos en la rebosante manzanilla, la real presencia de la hoja de pacaya, las acículas de plantas coníferas, el tamal y el ponche caliente de frutas, la quiebra de cerámica y el culto a los dioses que surgen de los espíritus de la naturaleza que la motivan, con el pensamiento medieval religioso del mundo cristiano europeo, que traslada al continente americano la estructura filosófica que lo sostiene, con sus rezos, oraciones, jaculatorias, letanías, exclamaciones y antífonas expresados en la rigurosidad de la teatralidad solemne de sus autos sacramentales, propios, cuyos ejercicios piadosos tienen la finalidad de preparar espiritualmente a los fieles creyentes en una especie de cuaresma penitencial durante las cuatro semanas del adviento previas a la quinta semana o semana mayor

en la que se verifica cada 25 de diciembre, la festividad de la Navidad, para impetrar a Dios, por esos medios, las bendiciones y ofrecer una acción de gracias, propiciatoria en la fecha culminante, por la conmemoración del misterio que se celebra: El nacimiento de Jesús. En este orden de ideas son muy importantes los rezos de los novenarios, que se llevan a cabo como parte del aspecto preparatorio, en el plano espiritual, nueve días antes. Su contenido, surgido de la oralidad, constituye un verdadero legado literario cargado de erudición que se forma en la misma concavidad de la piedad del pueblo, lo que garantiza su trascendencia y fidelidad de su fórmula, el cual se ha guardado en elaborados impresos conformados en pequeñas libretas de bolsillo que contiene todas las indicaciones para las rezadoras, con sus normas pre escritas para la realización del ceremonial, así como el orden, la forma y las principales oraciones y cantos con música que deben acompañarla, ornadas con ilustraciones hechas a mano, con viñetas o viejos grabados que la enriquecen para distinguir ante el lector, su título y dedicación. Como antes se indicó, pero en otras palabras, las “Novenas” forman parte de los ritos europeos traídos al continente por los primeros evangelizadores durante el período de dominación hispánica en América, constituyéndose en ejercicios piadosos dilatados durante nueve días consecutivos, de allí su nombre. Cuando la ocasión es gozosa, el noveno y último día es de alegría, convivencia y socialización; diversión y compartimiento de comidas y bebidas entre músicas festivas que son rituales por la forma de preparación y forma de servirla, como agradecimiento; cíclicas por ser propias de una temporalidad determinada en el calendario que las condiciona y simbólicas por ser presentadas como ofrenda. Un elemento fundamental lo constituyen las “rezadoras” que presiden la actividad dirigiendo el rezo del rosario y leyendo el contenido de la novena, o recitándolo de memoria, ataviadas con su mejor rebozo para el último día, llevando una ofrenda al Santo al que se reza. Ellas, poseedoras de valiosos ejemplares de novenas antiguas, siempre llevarán la primera voz dirigiendo el recital cediendo por pausas la iniciativa al organista que en algunos casos ameniza el rezo, para que se convoque a los fieles, generalmente los vecinos y conocidos del dueño de la casa, por medio del canto de entrada, siendo por la temporalidad que nos ocupa un alegre y sabroso “sonecito de pascua” que convida a congregarse junto al altar de la bienaventurada Virgen María en la

circunstancia de La Augusta Maternidad Divina y Expectación de su Glorioso Parto, en su festividad de la “O”, a partir del 18 de diciembre para finalizar el 25 de diciembre. Se constituye de esta forma en una “octava” en la “nochebuena”, víspera de la Navidad, para preparar a los fieles al nacimiento del Salvador por medio de la devoción particular al parto de su Santa Madre. Aunque la encarnación del verbo es una festividad que debiera celebrase el 25 de marzo, al día siguiente de la fiesta de la anunciación, cambia de fecha a diciembre por la observación del pesar y recogimiento propio de la cuaresma en preparación de la pascua del Señor, decidiendo nuestros padres en la fe, celebrarla en tiempo de adviento como conclusión del décimo Concilio de Toledo en el año 656, en preparación de la encarnación del hijo de Dios y la divina maternidad de la Santísima Virgen María, correspondiéndole a San Ildefonso de Toledo

Carátula de novenario de la virgen de los remedios de Guatemala. Museo del libro Antiguo, La Antigua Guatemala, Sacatepéquez, Guatemala (1819)

confirmar la fiesta con el nombre de “Expectación del parto de la Virgen Santísima”, fiesta originada en España dedicada a Ntra. Sra. de la Esperanza, difundida a Francia y luego declarada como fiesta de carácter universal, por el Papa Gregorio XIII, siendo durante ocho días previos al nacimiento de Cristo la tradición devota de las mujeres embarazadas a punto de parto con el nombre de Fiesta de la “O”, por los grandes deseos que manifiesta la Iglesia durante estos ocho días de

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Guatemala, 17 DE diciembre de 2021 / Página 7

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ver nacer al Salvador del mundo por medio de ardientes votos que se hacen y explican contenidas en antífonas que inician con esa exclamación: “O Sapientia, veni, O Adonai, veni, O Radix Jesee, veni, O Clavis David, Veni, O Oriens, veni, O Rex Gentium, veni, O Emanuel”, siendo estas las “Oes”, ardientes súplicas sacadas todas de las Sagradas Escrituras. La expectación del parto es una rememoración festiva, en situación similar al momento de la concepción virginal, que se celebra con gozo representada iconográficamente en la escultura de la inmaculada concepción, inspirada en la obra de Bartolomé Murillo, atribuida al taller de Buenaventura Ramírez, que se venera en la catedral metropolitana de Guatemala, encinta como está, presenta el momento exacto de la encarnación de Jesús en su vientre por obra del Espíritu Santo que porta en sus manos, en forma de paloma de plata con la argolla en el pico, refiriéndola como la Esposa del Espíritu Santo. Otra de las representaciones de la virgen encinta es la inmaculada concepción en su advocación de

Santa María de Guadalupe, curiosamente celebrada el 12 de diciembre. Las preces y oraciones creadas en Guatemala dedicadas a este misterio mariano y cristológico, que se celebra cada 18 de diciembre día de la guardia exultante del parto de la Virgen María con el nombre de “La Expectación”, se conservan en el Museo del Libro Antiguo de La Antigua Guatemala, Sacatepéquez, contenidas en un ejemplar del novenario con el título “Ansias del Mundo, por la venida del Mesías, Novena para acompañar a Maria Santísima en el titulo de Los Remedios, en la Expectación de su Glorioso Parto”. Con la anotación: “Podrá también hacerse en los nueve días que preceden al nacimiento de Jesú-Christo nuestro bien y las mujeres embarazadas quando aguardan ya su parto, dispuesta por el Sr. Don Mariano García, canónigo de ésta Santa Iglesia, reimpresa en La Nueva Guatemala por Don Manuel de Arévalo. Año de 1819”. En el libro “Algunas esculturas de la Virgen María en el arte guatemalteco” obra del historiador Dr. Miguel Álvarez Arévalo, la imagen titular de la Parroquia Rectoral de Los Remedios, figura como “La conquistadora de Los Remedios” imagen doméstica

de la vara española, tallada en madera de cedro, de autor anónimo, Imagen descendente en postura de pie, apoyada sobre peana de “nave nubes” de plata burilada, chispa y corona en plata dorada con un resplandor en forma de mandorla con un niño Dios al centro, tallado en marfil, que se coloca a la atura del vientre de la imagen rodeándola la virgen con sus manos abiertas en la prominencia de su vientre de mujer encinta. Para finalizar la descripción etnográfica de la celebración de adviento en la expectación del parto de María, podemos afirmar con propiedad que ésta se enriquece con la expresión oral, literaria y musical creada específicamente para el culto mariano contenido en novenas que se conservan como verdaderos tesoros, cuyo contenido es recitado cada año en el mes de diciembre fiel al original más antiguo gracias a la reproducción mecánica de la palabra impresa desde la invención de la imprenta, siendo Guatemala el cuarto país del continente en contar con una prodigiosa imprenta litográfica, para conservar de esa forma en blanco y negro, el legado que perdura, procurando la comunicación generacional de nuestras tradiciones de adviento entre los guatemaltecos de ayer y de hoy.

Con olor a cuete Juan Manuel Castillo Zamora Comunicador y periodista

¡Vaya! Ese olor que invade el ambiente trae consigo un sinfín de variopintas memorias: es la sonrisa de mi infancia, la pirotecnia secreta de mi adolescencia, la oración de la medianoche, el despertador de las doce en la Navidad. Es también la añoranza del año viejo, el silbido del extinto canchinflín que se acompaña por el llanto de mí prima, víctima circunstancial de la pirotecnia. Es diciembre y la ciudad de Guatemala irremediablemente huele a pólvora. Por fortuna no hablo de la del mortal misil, sino de otra menos peligrosa, una que es lúdica, que se disfraza del abrazo fraterno, la que avisa que el nutrido, frondoso y colorido árbol, con raíces de papel estampado, pronto será saqueado por una estampida de sonrisas infantiles. La pólvora a la que me refiero también es de oración, se acompaña de incienso, arrodilla a las familias y ve nacer a un niño que es luz, esperanza y gozo. Ese olor es mágico porque me transporta a otros tiempos, unos de permitida y alegre irresponsabilidad, de una profunda e inverosímil fantasía solamente comprendida desde una visión inocente y la pureza de corazón. Son las 18 horas, las estrellitas chispean frente a la casa paterna, mientras el diablo arde. Todos le observamos sin morbo ni remordimientos. ¡Qué arda! Que las llamas le consuman, pues es señal inequívoca que las fiestas de fin de año han iniciado oficialmente. Pero no lo vemos arder con indiferencia, le acompañamos con ponche, con pirotecnia, con volcancitos multicolor y tronadores. A los mayores no les hará falta un alipús, o dos,

o más… El tamal está servido, huele a aceituna, hoja mashan y a recado, pero también huele a pólvora recién quemada, porque es diciembre y en este mes la ciudad de Guatemala huele irremediablemente a lo mismo. Ese olor, ese particular olor que se cuela en mis narinas, también trae consigo longevas y perennes añoranzas, es el recuerdo del abrazo, del beso, de la caricia y del regalo que se abre con inconmensurable ilusión. El aroma a cuete también es el recuerdo de la fantasía heredada, de los días de espera, de la sala llena, de las luces que alumbran las bolas rojas del árbol, de la diminuta estrella de Belén colgada artesanalmente sobre el nacimiento, justo encima del malogrado pesebre. Y de pronto tras sentir ese olor a cuete por fin, como cada diciembre, la veo a ella, en medio de la sala, con su cabello corto y sus labios carmín, con la mirada extraviada como quien se despide, como quien le da paso a su última Navidad. Es mi madre, este año ya no podrá bailar en la improvisada pista de la sala de la antañona casa de esquina, abraza sus muletas, aprieta sus manos y quién sabe qué le pide al niño

nacido en Belén. Intuyo un poco de salud para el menor de sus hijos o la aceptación del dolor de nosotros, los que sabemos que al siguiente año no estará. Ojalá hubiera abrazado el dolor tras su partida, con la misma fe y entereza con la que ella abrazó su enfermedad. Han pasado ya muchas nochebuenas y otras no tan buenas desde que se fue, pero cada año ese olor a cuete me la devuelve, me regala un poco de su luz, del brillo incandescente de sus ojos puestos en el árbol, que tan feliz la hace.

Cada nochebuena, tras inhalar esas partículas de pólvora, su sonrisa, su fe y alegría me abraza y entonces me preguntó ¿Cómo no amar el olor a cuete? Si está en mi ADN, en mi inocencia extraviada, en la fantasía que intento heredarle a sus nietas. Es diciembre y esta ciudad huele a cuete y es la nostalgia que me envuelve pero también la prueba de que la tradición, la fantasía, la ilusión y la satisfacción de quemar cohetillos sigue intacta.


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Página 8 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

Elementos que componen un nacimiento popular de Guatemala Julio Alfredo Déleon Meléndez. Escuela de Historia, USAC

Los nacimientos en Guatemala constituyen una tradición que está vinculada a las vísperas de la celebración de la Navidad, en la cual decenas de familias guatemaltecas se organizan para realizar dicha actividad, tomando en cuenta factores como devoción, algarabía, arte, costumbre, tradición y decoración. Origen del nacimiento en Guatemala Esto surge a raíz de la invasión española en donde se introduce esta práctica, tomando en cuenta la fecha de 1524 en donde la orden franciscana se acentúa en Guatemala y toman de referencia la práctica del hacer los nacimientos como forma de evangelizar a los pueblos, así mismo se conoce que fue San Francisco de Asís quien realizó el primer nacimiento, ya que en un principio esto se realizaba dentro de los templos, además se hacían representaciones teatrales por la noche de Navidad, por ejemplo los diálogos eran obras de los curas y al igual que de los indígenas. Otro elemento a resaltar es que aquellas piezas de imagenería eran sustituidas por personas, es decir, los curas e indígenas eran piezas meramente dramáticas, afirma C. Lara que servían perfectamente como un medio didáctico, regocijante y multicolor para enseñar los misterios de la doctrina cristiana a los indígenas. Algunos componentes principales de dicha tradición En los mercados tradicionales de Guatemala podemos empezar a observar las ventas de los distintos elementos, ya que año tras año las familias guatemaltecas empiezan la elaboración de sus nacimientos, puesto que, para dicha elaboración no hay una fecha estipulada

como tal, va a depender mucho para el objetivo que se realizará dicho nacimiento, es por cuenta propia o para los concursos de nacimientos en nuestro país. • Gallitos: Son plantas que llevan este nombre ya que su aspecto es parecido a las patas de los gallos. • Chichitas: También conocidas como ubre de vaca. (frutas) • Hoja de pacaya: Se utiliza como planta ornamental (frutas) • Lazos de manzanilla: Normalmente se utiliza para adornar los bordes de los nacimientos y por su peculiar aroma. • Aserrín de colores: También se utiliza para darle color al suelo,

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caminos que se realizan dentro del nacimiento, existen familias que utilizan un solo color para todo su nacimiento, y por otro lado hay familias que utilizan de todos los colores. (De madera) Musgo y pino: Se utiliza como adorno natural y también por su peculiar olor. (planta) Figuras antiguas de madera, barro y modernas de yeso: Se colocan por ejemplo pastorcitos, curas, monjas, mujeres acarreando agua. Casitas de yeso o de madera: Se utilizan para realizar escenas de los poblados. Espejos pequeños: Se utilizan para realizar lagos o ríos dentro del nacimiento. Papel de china de colores: Se utilizan para elaborar montañas y el cielo. Pesebre: lugar en donde se coloca al niño Dios. Cajas: Se utilizan para forrarlas de un papel tapiz color ladrillo para colocar el fondo del nacimiento. Juego de luces: Se utiliza para

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colocar iluminación ya sea por dentro del nacimiento o a los bordes, o ambos. Frutas: Se utiliza para adornar el nacimiento. Papel crepe o celofán: Se utiliza para hacer el escenario del nacimiento. Animales de madera o de yeso: Se utiliza para el acompañamiento del pesebre y ovejas para los pastorcitos. Arena o piedrecitas: Se utiliza para hacer los caminos, ya sea para las casitas, iglesia o incluso hacía el pesebre, así mismo en donde caminan los reyes magos. Bombas navideñas: Se utiliza para hacer la alusión de una noche estrellada. Estrella de Belén: Se utiliza para guiar a los reyes dentro del nacimiento. Rancho: Lugar en donde nacerá el Niño Jesús, acobijado por la Virgen María y San José, el buey y la mula. Flores de pascua: Se coloca flanqueando el nacimiento. Clasificación nacimientos

de

los

Nacimiento culto: Elaborado por personas pertenecientes a la cultura dominante o absorbidos por ella, consta de figura antigua de madera o modernas de yeso importadas de España o hechas en Guatemala. Cuenta con un paisaje encargado a determinado artista. En este tipo se considera la perspectiva se calcula el espacio en relación a las figuras, que pueden ser de tipo bíblico (con escenas del medio oriente) o de tipo occidental (con paisajes pastorales europeos). Nacimiento popular: Constituye la más autentica expresión de las clases

populares. Nacimiento mixto: Trata de ser culto, pero conserva elementos populares. El robo del niño Es una de las tradiciones guatemaltecas con menos auge en nuestro territorio, ya que no se tiene fecha exacta cómo y cuándo inicia, algunos historiadores aducen que es en el tiempo de la colonia que se empieza a realizar el “robo del niño”. Dicho robo consiste en sustraer al niño Dios de su hogar, es decir “robárselo” de la casa un 25 de diciembre cuando el anfitrión de la casa se distrae o incluso lo distraen a propósito para cometer el “delito”, dicha persona que lo comete debe hacer una fiesta, de la cual se celebra en la mayoría a nivel departamental, así mismo con marimba, sones, comida y bebida, para llevar al niño de vuelta a su hogar de origen el primer domingo previo al primer viernes de Cuaresma. Detrás del robo del niño existe una anécdota para nosotros los católicos recordemos, y es cuando Jesús tenía 12 años y fue con José y María a Jerusalén con motivo de la fiesta de la Pascua. Ellos no se percataron de que el pequeño se había quedado en la ciudad. A los tres días de estarlo buscando, llegaron angustiados al templo y allí lo encontraron conversando con los doctores de la Ley (Lucas 2, 41-52). Álvarez Arévalo, Miguel (1982). Esculturas de la Virgen María en Guatemala. Guatemala: Editorial Serviprensa. Lara Figueroa, Celso (1992). “Los nacimientos en Guatemala”. En Suplemento Cultural del Diario La Hora. No. 4, 3 de diciembre de 1992. Disponible en http://bit. ly/36L3n4F Reyes, P. (1976). “Aportes para el estudio de la historia del nacimiento en Guatemala. Tradiciones de Guatemala”. No.13. Guatemala. Maxiimpresos.


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Guatemala, 17 DE diciembre de 2021 / Página 9

Tradiciones de Fin de Año en Guatemala MSc. Mario Alfredo Alvarado Vela USAC-Escuela de Historia.

Nuestro país es una amalgama de expresiones de religiosidad y piedad popular que se viven todos los días en cada una de las regiones de esta tierra y es así como se perduran estas tradiciones a lo largo del año en concordancia con las consejas que se transmiten de generación en generación. En este contexto el presente texto busca matizar cuatro de esas tradiciones que se realizan en el país y que se documentan algunas conocidas por las actuales generaciones y otras poco conocidas pero que perviven en el ideario de la sociedad. I. Sentar y Vestir al Niño Dios: Una de las tradiciones que se rememoran cada 31 de diciembre consiste en vestir y sentar al niño Dios del nacimiento para con ello poder recibir el nuevo año al lado del nacimiento, pero con el divino infante en sus mejores galas. Esta costumbre al menos ya se encuentra ubicada desde el siglo XIX y sigue perdurando en la actualidad. Es por ello que podemos apreciar en las ventas navideñas que se colocan en los barrios de la ciudad que al lado de los objetos propios de la época se colocan los tradicionales vestidos para el niño Dios que son prendas confeccionadas en telas populares pero que tienen alta demanda pues cada año se acostumbra en muchos hogares que el santo niño estrene prendas nuevas y con ello recibir el nuevo año con la bendición del Altísimo.

II. Las doce velas de año nuevo: Una de las tradiciones de fin de año que se tienen en el área de occidente del país y que está casi desapareciendo consiste en colocar en la noche del 31 de diciembre frente al nacimiento doce candelas blancas que se ofrecen al niño Dios. Estas se dejarán por el resto de la noche y cada primer día del mes se procederá a encender una a una hasta llegar al próximo diciembre, al día de hoy son pocos los hogares que aún tienen esa costumbre heredada de antaño y que buscaba encomendar a la protección del creador el año que se comenzaba. En este contexto en occidente el autor de estas líneas, así como en algunos de los viejos barrios de la ciudad de Guatemala y cabeceras del país se sigue con esta antañona tradición. III. La visita al Santísimo el 1 de enero y las monedas en la Catedral: En este contexto tenemos estas tradiciones que se remontan en el caso de las monedas de catedral a finales del siglo XIX y comienzos del XX que las personas asisten el primer día del año a la sede del arzobispado de Santiago de Guatemala a comprar antes eran centavos ahora monedas de 5 las cuales vienen en bolsitas con 3 monedas para pedir que nunca falte el sustento y la bendición de Dios en los hogares de los creyentes esta costumbre de las monedas aún perdura hasta nuestros días y es parte del ideario del guatemalteco. En este mismo contexto tenemos que desde el año 1734 el jubileo circular inicia y finaliza cada año en la catedral de la ciudad por lo cual asisten también las personas a visitar al santísimo expuesto y con ello iniciar también en muchos casos es la devoción de las 31 visitas al santísimo a lo largo del mes de enero esta tradición aún perdura en personas de edad avanzada.

IV. Las siete velas a San Judas Tadeo: Una tradición de reciente aparición y que está ligada a la devoción a San Judas Tadeo que surge a finales del siglo pasado y comienzos de este consiste en que cada tarde del 31 de diciembre los devotos del santo de las causas perdidas proceden a colocar delante de un cuadro o imagen del santo de las causas perdidas siete velas para que estén en el ocaso del ultimo día del año y en el comienzo del nuevo año. Estas velas son de los siguientes colores y tienen un significado que este servidor ha logrado ubicar en entrevistas con varios devotos de San Judas Tadeo que habitan en los viejos barrios de la ciudad de Guatemala. Azul para el trabajo, verde para la abundancia, rojo para el amor, rosado para salud, amarillo para protección, celeste para entendimiento y blanco para los niños. Lo anterior es ya parte de un ritual que de a poco se está empleando y generando un espacio en el ideario del guatemalteco devoto.

Fotografía: Mario Alfredo Alvarado Vela

Estampa tradicional de un mercado de la ciudad de Guatemala en la cual se pueden apreciar elementos de uso para altares devocionales en este caso vinculados a San Judas Tadeo patrón de las causas imposibles y el trabajo a quien los guatemaltecos agradecen y piden cada fin y comienzo de año sus bendiciones.

Fotografía: Mario Alfredo Alvarado Vela

Nacimiento elaborado en la ciudad de Guatemala por la Familia Alvarado Vela en diciembre del año 2021 imágenes de vestir talladas en madera en el siglo XXI.

Fotografía: Mario Alfredo Alvarado Vela

Altar del primer día del año 2021 en la catedral de Santiago de Guatemala a donde acostumbrar a peregrinar las personas para adorar al santísimo y adquirir sus 3 monedas cada primero de enero.


Página 10 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

LOS NACIMIENTOS COLONIALES DE GUATEMALA Y SUS CAMBIOS EN EL SIGLO XIX

el mismo Santo Hermano Pedro luego de obtener parte del terreno necesario donde erigiría el hospital de Convalecientes un 25 de diciembre se lo comunicó a fray José Moreira quien muy alegre celebró con él esa especial bendición de Dios en un día tan emblemático, y estando en donde habitaba el Santo se menciona: Entró el Hermano. Pedro al desván, o alcoba, en donde de continuo tenía las imágenes de los tres Señores, Jesús, María y José y algunos pastorcitos de barro y ovejitas alrededor del pajarcito, y puestos allí los dos, discurra el prudente lo que harían, los consuelos que recibirían sus almas y las copiosas lágrimas con que darían gracias a Dios por sus beneficios… Es decir, ambos, el Santo Hermano Pedro y Fray José Moreira daban gracias a Dios por tan grande beneficio que redundaría en Mario Alfredo Ubico Calderón el bien de muchas personas. Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Así mismo al revisar antiguos inventarios Guatemala de bienes de vecinos de la Capital Santiago Los nacimientos tan característicos de Guatemala en época de y otros lugares, es posible inferir la navidad son representaciones en las cuales formas realistas de costumbre de elaboración de nacimientos establos, cuevas o portales evocan el contexto material donde a juzgar por la presencia de imaginería pertinente, por ejemplo: la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo, junto a ellos -En la mortual de don Josef Joaquín está San José; los ángeles y magos de oriente, pastores y ovejas Valenzuela en Mixco se inventarió en 1777: complementan la evocación de aquel especial, momento, pero en Un Misterio de una cuarta de alto de Señor San Josef, la Virgen y el Niño. el caso de Guatemala se añaden a la decoración el musgo, pacaya, -Otro tanto sucede en el caso de la dote manzanilla y otros productos vegetales, arenas, aserrines de colores de doña María Ignacia Marín de Valenzuela y multitud de otras figuras usualmente de barro ya humanas como quien en 1739 consignó en escritura el escribano Hipólito Ordoñez, allí se animales, que generan escenarios periféricos al principal que es menciona en el inventario la existencia donde se encuentra la Sagrada Familia. de: Un Nacimiento de madera con dos cajones de muchas figuras, todas vestidas, en La hechura de nacimientos se origina delante del pesebre y ofrecen oro, mirra e cuarenta pesos. en la época colonial, tradición que llega inciensos: los pastores vienen también a -Así mismo otro caso similar es el hasta el presente, no sin cambios, pero ofrecer sus regalos, los unos un cabrito, sucedido en 1769 en la mortual de conservando su esencia: el nacimiento un cordero o bien leche, y don Vicente Santa Cruz, en el del Salvador del mundo. En las los otros queso, cuajada avalúo respectivo de sus descripciones siguientes se conserva y frutas. Se ven allí bienes se mencionan la forma de escribir de los autores r e p r e s e n t a d o s las imágenes de San incluidos en este aporte. los campos con José, Virgen María, El siguiente relato de los primeros años manadas de el Niño Jesús, del siglo XVII publicado por el religioso ovejas y cabras, cuatro ángeles dominico Tomás Gage describe antes y alrededor de pequeños y de la venida del Santo Hermano Pedro la casilla que cuatro grandes, de Betancur como estaba arraigada la r e p r e s e n t a una docena de costumbre de elaborar nacimientos en el establo pastores, buey los pueblos de la Guatemala colonial, hay muchas y mula, seis sobre este particular dicho relato es tan figuras de ovejas y algunos minucioso que vale la pena recordarlo: ángeles con otros adornos. ...celebran con mucha devoción la noche velos, laúdes y Como es lógico buena o Navidad y las Pascuas que le arpas en las manos, suponerlo la hechura siguen; para esto construyen antes en un lo que atrae una de nacimientos tenía rincón de la iglesia una cabaña pequeña infinidad de indios a la en el Niño Jesús, Virgen cubierta de paja en forma de un establo, iglesia, cuyas representaciones María y San José el punto que ellos llaman Bethlehem con una les agradan mucho,…”. focal de esa piadosa costumbre, Fotografía de Diego Molina. estrella cuya cola llega hasta el lugar En otros templos sin duda y eran acompañadas de ángeles, donde están los tres magos de Oriente. había un lugar especial donde año pastores, ovejas y los infaltables buey y En este establo ponen un pesebre con un tras año era colocado el nacimiento, mula, conforme el tiempo trascurrió a niño de madera dentro pintado y dorado rememorando ese día tan especial; pero a estas representaciones se les añadió otras, representando Jesús recién nacido, a nivel doméstico, es decir de la población que en el siglo XIX va a ser destacadas un lado de él la Virgen y San José del en sus viviendas, la información escasea, por escritores como José Milla en su obra otro, complementando el cuadro con un sin embargo, es posible conocer algo de “Cuadros de costumbres” allí para la asno y un buey que también están a los esta costumbre mediante datos puntuales década de 1880 se describe detalles de un lados. Arreglado de esta manera los que como los encontrados luego de leer nacimiento de casa particular así: representan a los magos se ponen de rodillas muchos materiales antiguos, por ejemplo Imaginaos un polígono irregular,

Suplemento Navideño levantado como una vara del suelo, y sobre el cual están figurados, por medio de tablas y trozos de madera, cubiertos de papel pintado, llanuras, montes, volcanes, barrancos, y todo esto adornado con árboles y flores artificiales, con casitas, con figuras de trapo, de barro y de madera, y con otra multitud de objetos cuya descripción exacta exigiría acaso tanto tiempo como en que se ha necesitado para armar todo aquello... prosigue describiendo los tipos de terrenos que en ese nacimiento era posible observar y: la lujosa vegetación del trópico, al lado de las plantas raquíticas de la zona frígida; hombres y mujeres más altos que las casas, vestidos con trajes de todas las épocas y ocupados en oficios harto diferentes de aquellos á que se dedicaban los sencillos pastores que fueron á rendir homenaje al Salvador recién nacido. Así mismo un contemporáneo suyo don Ramón Salazar en su obra Tiempo Viejo publicada a finales del siglo XIX, igualmente dedica parte de su aporte a esta costumbre y dice: ¿quién no sabe entre nosotros lo que es ‘’un nacimiento”? No es un altar, por cierto. No es tampoco un monumento. Es una obra de arte, sin rito, sin antecedentes ni consecuentes. La imaginación de nuestros niños hace nacer á Jesús de Bethlem entre riscos y montañas, al pie de volcanes gigantescos, y sobre peñas y breñales. Ved un nacimiento cualquiera, y observaréis anacronismos deleitables. En el mismo camino encontraréis á los tres Reyes Magos, seguidos de sus elefantes y camellos, y al indio Kachiquel o Zotuhil, con su carga de cacharros al hombro; yo he visto, por un lado, fusilamientos, por el otro suplicio de la cruz, por el otro guerras de prusianos y franceses, por el de más allá máquinas de vapor en un huerto parecido al de Jetsemaní; indios vestidos de moros y cristianos con el traje de sayones. Para ese entonces las representaciones de nacimientos coloniales más bien puristas en cuanto a la imaginería donde eran perceptibles ángeles, los magos de oriente, pastores y ovejas, coexisten ahora con otras imágenes inspiradas en la vida común en los pueblos como son los mercados, sus festividades religiosas, pobladores dedicados a diversos menesteres, animales locales así como cultura material representada en arquitectura, no necesariamente de formas del Cercano Oriente, sino más bien templos, casas formales y ranchos, lo cual es un reflejo del diario vivir de las personas en los pueblos y la propia capital. Se presume que estas adiciones fueron paulatinamente incorporadas en los nacimientos domésticos desde la misma época colonial. Otro detalle es que en estas representaciones no tiene un especial significado la proporción de las figuras y edificios, sino lo que significan en ese esfuerzo más bien colectivo familiar para hacer de esa representación algo propio sin desvirtuar su esencia.


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Guatemala, 17 DE diciembre de 2021 / Página 11

PROCESIóN DE LA PURÍSIMA DE SAN FRANCISCO DE LA NUEVA GUATEMALA EN EL SIGLO XIX Mario Alfredo Ubico Calderón Universidad de San Carlos de Guatemala

En la tercera década del siglo XIX visitó Guatemala el viajero John L. Stephens, en esos años los conservadores dominaban la política nacional, y describió con detalle la procesión de N. S. de Concepción del año 1839, en aquel entonces la celebración era todo un acontecimiento en la Nueva Guatemala. Años más tarde, en 1896 ahora en un contexto político de dominación liberal don Ramón Salazar efectúa nueva descripción de la misma procesión, aunque su narración ofrece menos detalles que la de Stephens, sin duda es un valioso testimonio de esa actividad y sus cambios. Ahora dejaremos espacio para el relato del mencionado Stephens tomado de su obra “Incidentes de Viaje por Centroamérica, Chiapas y Yucatán”, publicado en 1843 quien expresa: La procesión para la cual se hicieron estos hermosos preparativos venía encabezada por un solo indio, viejo, arrugado, sucio y andrajoso, con la cabeza cubierta y bamboleándose bajo el peso de un enorme tamborón, que llevaba sobre sus espaldas, y que parecía tan antiguo como la conquista,

foto del Prof. Juan Alberto Sandoval.

con todos los cordeles y un lado del fondo roto; le seguía otro indio tan harapiento como el primero, que con una pesada baqueta tocaba de cuando en cuando el viejo tamborón. En seguida venía otro indio con un enorme pito, que correspondía por su aspecto venerable con el tambor, y con el cual, de tiempo en tiempo lanzaba un sonido violento y en seguida miraba en derredor con un aire de cómica satisfacción esperando el aplauso. Inmediatamente seguía un pequeño muchacho de 10 años de edad, con sombrero de tres picos, botas arriba de las rodillas, una espada desenvainada, y la máscara de un horrible africano. Dirigía a unos veinte o treinta individuos no sin razón llamados los diablos, todos ellos con grotescas y repugnantes máscaras, y con andrajos y fantásticos vestidos, algunos con pitos de caña y otros chocando palillos entre sí; y los principales actores eran dos pseudo-mujeres, con sombreros europeos de anchas alas, batas de cuello alto, cinturas en el pecho, grandes botas y cada quien, con una vieja guitarra, danzando y bailando un fandango de vez en cuando. Cómo podía ser que estos diablos que, por supuesto, excitaban la risa de la multitud, vinieran a formar parte de una procesión religiosa, no sabré decir. Los muchachos les seguían, así como entre nosotros a los militares el 4 de julio, y en efecto, para los muchachos de Guatemala no puede haber buena procesión sin buenos diablos. En seguida y en admirable contraste, venían cuatro hermosos muchachos, de 6 a 8

años de edad, vestidos con túnicas blancas, panalettes y velos de gasa blanca sobre guirnaldas de rosas, perfectos emblemas de pureza; después cuatro sacerdotes jóvenes, llevando candeleros dorados con cirios encendidos; y a continuación, cuatro indios, cargando sobre sus hombros la imagen de un ángel más grande que lo natural, con las alas extendidas hechas de gasa, infladas en forma de nubes, y pretendiendo aparecer como flotando en el aire, pero trajeado más a la moda de este mundo, con la túnica algo corta, y las ataderas a las medias de listón rosado. Luego, conducida en hombros de los indios como la anterior, más grande que lo natural, la imagen de Judith con la espada desnuda en una mano y en la otra la sangrienta cabeza de Holofernes. Después otro ángel, con una nube de seda arriba de la cabeza; y en seguida el gran objeto de veneración, la Virgen de La Concepción, sobre unas pequeñas andas,

de las criaturas. Y llegaban las siete de la noche, hora en que el sol había apagado sus luminarias, y el crepúsculo escondido el cambiante de sus celajes. Y la calle de ‘’Chispas” se transformaba en vía ardiente de luz. Un tamborón inarmónico, tocado por un indio, abría el cortejo; siguiéndolo y formando una algazara indescriptible, marchaban, saltaban, gritaban, silbaban, arrojaban cohetillos chinos, multitud de pilluelos; más atrás efigies de ángeles conducidas en andas, y rodeadas de farolillos, la de Scoto y los demás defensores del dogma, y por último en elevado trono entre músicas y cantares, luz y alegrías, la imagen de la Virgen. Cuando se comparan los dos relatos de la procesión hay coincidencias y diferencias, veamos:

ricamente decoradas con oro y plata y flores en profusión, protegida por un hermoso palio de seda, sostenido en alto con cuatro doradas pértigas. Seguían los sacerdotes con sus más ricas vestiduras, uno de ellos bajo un palio de seda, llevando en alto la hostia, ante cuyo imaginario esplendor todos se arrodillaban. Todo el conjunto terminaba con un grupo de diablos mucho peor que el que encabezaba la procesión, compuesto como de quinientos soldados de Carrera… Don Ramón Salazar en su obra “Tiempo viejo” publicada en 1896 hace también una descripción de la procesión de N.S. de Concepción en la Nueva Guatemala de la Asunción, cuando dominación liberal se hallaba consolidada, Don Ramón cuenta: El 8 de diciembre era día clásico en Guatemala en otro tiempo. Los jóvenes de la actual generación no podrían formarse juicio de él, por las fiestas que aún se celebran y que no son sino triste y pálido recuerdo de las de antaño. El gran acontecimiento del día era la procesión triunfal de la imagen de la Virgen por las calles principales de la ciudad. Comenzaba la apoteosis á las cuatro de la tarde en las puertas del grandioso templo de franciscanos; pasaba la imagen rodeada de inmenso concurso, bajo el azul del cielo, entre cánticos de alegría y sobre alfombras de flores por la Calle Real y de allí se dirigía al templo de Santa Teresa. ¡Oh pueblo! Nunca te vi más artista, ¡en medio de aquel fanatismo ciego que abrumaba tu conciencia y obscurecía tu razón! Festejabas la belleza, la virtud, la maternidad de la más admirable

Como se puede observar, los cambios habidos mantienen por ejemplo el tambor y pito, aunque este último no lo menciona don Ramón Salazar este resabio prehispánico es persistente no solo en los rezados o procesiones como la presente sino en otras como el Corpus Christi y en Semana Santa, aunque en esta última festividad cambia la expresión musical. Desaparecen para fines del s. XIX los “diablos” pero estos continúan en Ciudad Vieja en la celebración de la patrona del pueblo que es justamente N.S. de Concepción en el rezado del 8 de diciembre de cada año en aquella población cercana a la Antigua Guatemala Están ausentes los sacerdotes portando candelabros que viera Stephens, o al menos no son mencionados por el citado Salazar. Continúan las andas acompañantes con ángeles, añadiendo para fines del siglo XIX las imágenes de defensores del dogma como el religioso medieval Juan Duns Escoto en lugar de personajes del Viejo Testamento como Judith. Prosigue las andas de la imagen de N. S. de Concepción que es el centro de toda la atención y se les añade a fines del s. XIX la expresión “entre músicas y cantares” algo no mencionado por Stephens y que aludiría al acompañamiento de una banda de música. Como era de esperarse, para fines del siglo XIX los soldados del gobierno conservador desaparecen en la procesión. Es interesante resaltar como la procesión se reconvierte y es persistente porque tiene raigambre popular, de tal manera que, aunque muchos de los participantes eran liberales políticamente hablando, seguían esta y otras actividades religiosas como parte importante de sus vidas.


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Página 12 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

La importancia de diciembre en “El tiempo viejo” de Ramón A. Salazar Mauricio José Chaulón Vélez Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala

Ramón A. Salazar, cuyo nombre completo era Ramón Arístides Salazar Barrutia (1852-1914) fue un importante funcionario de los gobiernos liberales en Guatemala desde el de Justo Rufino Barrios hasta el de Manuel Estrada Cabrera. Médico, ensayista, literato, historiador, cronista, político, diplomático y accionista de la Sociedad Anónima de Vapores de Guatemala, se desempeñó como Secretario de Instrucción Pública y también de Hacienda de 1882 a

Fotografías del Prof. Juan Alberto Sandoval.

1885, Vicepresidente de la Asamblea Legislativa en los dos últimos años de la presidencia de Manuel Lisandro Barillas, Secretario de Relaciones Exteriores durante la mayor parte del gobierno de Reyna Barrios, habiendo sido uno de los impulsores de su presidencia; así mismo tuvo cargos en el ámbito cultural como el

de ser uno de los primeros directores del Diario de Centro América y de la Biblioteca Nacional. Fue de los fundadores de la Sociedad Literaria «El Porvenir» y formó parte del consejo editorial de la revista «La Ilustración Guatemalteca». Publicó varias obras a manera de ensayo, historia, crónica y novela, siendo las principales Estudios sobre el Fausto de Goethe (1890), Alma enferma (1896), El tiempo viejo. Recuerdos de mi juventud (1896), Historia del desenvolvimiento intelectual de Guatemala. Desde la fundación de la primera escuela de letras europeas hasta la inauguración del Instituto Nacional de Indígenas efectuada en el año de 1896 (1897), Conflictos (1898), Los hombres de la Independencia. Primera Serie: Manuel José Arce, Mariano de Aycinena (1899), Historia de Veintiún Años. La Independencia de Guatemala (1904). En El tiempo viejo. Recuerdos de mi juventud (Guatemala, Tipografía Nacional, 1896), Salazar escribe sobre el mes de diciembre en Guatemala, destacando su importancia social y cultural por realizarse en él las fiestas de fin de año. El capítulo XVI de la obra, el cual lleva como título “La Nochebuena. El Nacimiento. Los Villancicos. Los Maestros Antiguos” (Salazar, 1896:95-101) es una descripción de los recuerdos que el autor tiene de su infancia, juventud y épocas más recientes de su vida acerca del mes de diciembre y sus festividades. En este breve artículo abordaré la primera parte de este episodio del libro de Salazar, la que es una evocación del ambiente decembrino en Guatemala durante la segunda mitad del siglo XIX, la cual incluye los últimos años del Régimen Conservador y los primeros del segundo liberalismo. Aunque Salazar era un férreo crítico del conservadurismo, no pasa por alto la importancia que tenían las expresiones tradicionales tanto religiosas como seculares. Al hablar del mes de diciembre, expresa los distintos momentos y lugares en donde lo vivió, haciendo referencia en todos a las fiestas y lo significativo que son estas en sus recuerdos. “En todo el orbe cristiano la noche del 24 de diciembre es la noche clásica del hogar, la fiesta por excelencia de los niños” comienza el capítulo. Para Salazar, la Nochebuena es relevante, lo cual hace suponer que en su experiencia personal y en sus círculos cercanos resultaba una considerable celebración, al mismo tiempo que lo era en Guatemala, por lo menos en los lugares en los que existían las condiciones materiales e inmateriales para que lo fuese. Como un liberal que se adscribía a la descripción positivista y al impulso de la modernidad, explica cómo se da la festividad en Alemania, país en el cual fungió como Cónsul en Hamburgo y Embajador en Berlín durante 1892. Su intención es comparar la cultura de Europa central con Latinoamérica, manifestando una posición eurocéntrica, lo que no impide que su análisis proporcione datos sumamente ricos de la celebración en tierras germanas: “En el Norte, ‘Weinacht’

es una fiesta semi cristiana y semi pagana. El fiel Eckart está en la memoria de todos los niños. Con el clima frío de aquellas latitudes setentrionales, las familias se congregan at home reuniendo en torno del único árbol que conserva su verdor en la cruda estación, a la parentela y a los amigos íntimos; y entre luces, risas y alegrías se celebra la simpática fiesta. Un comercio desconocido entre nosotros los latinos, y muy productivo en Alemania, es el de los libros de ‘Nochebuena’. Libros riquísimamente ilustrados y que por lo general contienen baladas, cuentos, leyendas fantásticas de Ondinas, Trolls, Korriganas y todo aquel mundo poético de la mitología de la Edad Media alemana. Nada se diga de los innumerables juguetes que penden de las ramas del árbol de Noel, para cuya invención trabajan todo el año los que a esa industria se dedican. ¡Cuán distinto aquello de nuestras fiestas, del tradicional nacimiento, de los pastores y las zagalas !”. No obstante, hay una admiración del autor, como el liberal que era, por la cultura europea, es profundamente reveladora la trascendencia que tiene la Nochebuena guatemalteca para su memoria, cuando escribe lo siguiente: “Sin embargo, el hombre no puede prescindir de su raza ni de las impresiones y recuerdos de la niñez. Por eso, aunque yo he gozado en casas amigas en Alemania de aquella fiesta atractiva, sentí siempre que mi corazón estaba en mi país, en noche como esta, y no faltó furtiva lágrima por la patria lejana y los que en ella se divertían y cantaban alrededor del pesebre del buen Jesús”. Esa evocación nostálgica demuestra que los festejos navideños que se vivían en Guatemala eran muy valiosos, hasta lograr que un prominente intelectual del liberalismo guatemalteco lo aceptase dentro de un libro que en muchas de sus páginas contenía críticas fuertes a la Iglesia católica y a los gobiernos conservadores en el país. No obstante, en varias partes de El tiempo viejo Salazar es crítico con algunas tradiciones por su carácter ideológicamente conservador, lo que desde una perspectiva liberal se entendía como «obstáculos al progreso», en este capítulo y en uno anterior deja claro que las fiestas de fin de año tienen relevancia que él aprecia. Veamos estas otras líneas que escribe al respecto: “El mes de diciembre es de los más agradables y alegres en Guatemala”. Salazar no tiene ningún reparo en aceptarlo y en decirlo de manera afirmativa, e incluye no solamente lo navideño sino también las celebraciones de la Virgen de Concepción y de la Virgen de Guadalupe, a las cuales en un capítulo previo les otorga un alto valor y las describe con relevancia, haciendo alusión a las alegrías decembrinas como lo hace en sus memorias de la Nochebuena: “Siempre ha sido el mes de diciembre el tiempo más alegre en Guatemala. ¿Quién que fue o es estudiante, no distingue ese airecillo perfumado, frío, reconfortante, llamado por antonomasia entre los del Pasa a la siguiente página...


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Fotografías del Prof. Juan Alberto Sandoval.

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gremio ‘aire de vacaciones’, el cual comienza a soplar desde noviembre, y llega como présago de dichas inefables, pues anuncia la vuelta al hogar paterno, los dulces besos de la madre y el descanso en el seno de la familia? Por una grata ilusión siempre me pareció en mi juventud, que el cielo en aquel mes era más azul, y el ambiente más puro; e inflado el pecho de goce, las gentes todas nos dábamos a divertirnos con las fiestas innumerables de aquellos días privilegiados. Teníamos los rezados de Concepción y de Guadalupe, con sus respectivas octavas, el de las Espinozas , el de la ‘’O” ; las fiestas de Nochebuena, la de San Silvestre; loas al aire libre, entremeses en las casas, arcos y alfombras de flores, famosas sobre toda comparación las del Santuario; dramas de capa y espada en el teatro (…) Pero había más; en los buenos tiempos salían por ese mes, por las calles, cabalgatas de moros y cristianos del tiempo de las Cruzadas y de Saladino el Magnífico (…) Durante el presente siglo ha habido cuatro grandes festivales en Guatemala, de esos que no se olvidan, y cuyo recuerdo se trasmite de generación en generación. Uno de ellos fue la ‘jura’ de Fernando VII en 1808; el segundo la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, que se celebró aquí el año de 1855; el tercero, la inauguración de nuestra primera vía férrea, que llegó a Guatemala en 1884, y el último, las fiestas del Centenario del descubrimiento de América por Colón, en 1892 (…) El 8 de diciembre era día clásico en Guatemala en otro tiempo. Los jóvenes de la actual generación no podrían formarse juicio de él, por las fiestas que aún se celebran y que no son sino triste y pálido recuerdo de las de antaño. El gran acontecimiento del día era la procesión triunfal de la imagen de la Virgen por las calles principales de la ciudad. Comenzaba la apoteosis a

las cuatro de la tarde en las puertas del grandioso templo de franciscanos; pasaba la imagen rodeada de inmenso concurso, bajo el azul del cielo, entre cánticos de alegría y sobre alfombras de flores por la Calle Real y de allí se dirigía al templo de Santa Teresa.” (Salazar, 1896:52-56, Cap. X). Y en el Capítulo XVI, el cual abordamos al principio de este breve artículo, retoma esta importancia de las fiestas de diciembre y el sentido que tienen para la memoria o los recuerdos: “El mes de diciembre es de los más agradables y alegres en Guatemala. Con sus noches transparentes en que se siente un frío confortante, con la luna más bella que luce en nuestro cielo, y las canciones de Concepción y las luces de los rezados, y el olor de las flores y de las frutas propias de la estación, y los repiques y los pitos, y tambores que anuncian las fiestas paganas en que se rinde culto a la belleza no de la Madona, sino de la Virgen, el alma está predispuesta para la alegría y la felicidad. De seguro que el extranjero no la siente, porque ¡ay! que es muy triste recordar el hogar y la familia ausente, y sentir fríos el alma y el cuerpo, cuando todos ríen y cantan. En días como este, yo también me acuerdo de mis nostalgias y es cuando con más cariño saludo a mis amigos extranjeros”. En las letras de un destacado intelectual de los gobiernos liberales de finales del siglo XIX en Guatemala encontramos las profundas significaciones que el mes de diciembre tiene en la memoria colectiva, en los imaginarios y en las subjetividades, siendo uno de los tiempos en que los recuerdos se mueven entre la nostalgia, la alegría y la esperanza. Así, esta época de festividades diversas define mucho de la cultura de las tradiciones en Guatemala. En próximas entregas analizaré cómo Ramón A. Salazar aborda los Nacimientos y los villancicos navideños, como parte de este tejido amplio e importante de las fiestas de fin de año guatemaltecas.

1 Así aparece en el texto original. Se refiere a septentrionales, es decir del norte. 2 En inglés en el original. Se traduce como «en casa». 3 Alude al árbol de Navidad. 4 Por zagalas se comprenden las figuras de mujeres jóvenes que se colocaban en los Nacimientos junto a los pastores, aunque también se denominaba así al vestido de una mujer que se dedicaba al pastoreo. 5 Con mayúscula en el original. 6 Con mayúscula en el original. 7 Con mayúscula en el original. 8 Se refiere a la imagen de la Virgen del Patrocinio en la iglesia de San José, ya que pertenecía al oratorio que para ella mandó a edificar en el siglo XVII el padre Antonio Espinoza de los Monteros. 9 Se refiere a la Virgen de la O, que es uno de los nombres dados a Nuestra Señora de la Expectación del Parto, Nuestra Señora de la Esperanza o la Virgen Embarazada. Llamarle «Virgen de la O» surge por la expresión “¡Oh!” de las letanías. 10 Con mayúscula en el original.


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Página 14 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021 Fotografía del Prof. Juan Alberto Sandoval.

Navidad Ofelia Columba Déleon Meléndez Universidad de San Carlos de Guatemala

Una fiesta popular La navidad es una festividad religiosa, que al igual que las otras fiestas que se practican dentro de las clases populares, satisface necesidades económicas, sociales y espirituales dentro del pueblo. Además, constituye una forma de expresión del sentimiento popular, al igual que las artes populares, la música, la literatura, etc. En Guatemala, al igual que en otros países, la navidad se celebra en las áreas rurales y en las urbanas. En el caso del presente artículo se hará referencia de manera especial, a la manera como se celebra en las áreas urbanas. La celebración de la navidad, así como la mayoría de las fiestas de carácter religioso, fue impuesta por los conquistadores en Hispanoamérica, durante el periodo colonial. No obstante, dicha imposición, las clases populares incorporaron la navidad (al igual que las otras fiestas) a su cultura, mezclándole algunos elementos de las religiones prehispánicas que practicaban. Es decir que en la actualidad se celebran de una manera especial, según las concepciones particulares del pueblo, pero totalmente incorporadas a su vida espiritual y social y cumpliendo funciones determinadas. En dicho sentido se comparte la afirmación de Antonio Gramsci en cuanto a que “existe una religión del pueblo, especialmente en los países católicos y ortodoxos, muy distinta a la de los intelectuales (religiosos), y sobre todo muy distinta de la orgánica sistematizada por la jerarquía eclesiástica (...)” - (Antonio Gramsci, 1974. 489). En cuanto a la imposición religiosa, el Documento de Puebla elaborado por la Asamblea del Consejo Episcopal Latinoamericano, afirma que la cultura de estos países es religiosa, que la primera evangelización” fue suficiente-mente

profunda para que la fe pasara a ser constitutiva de su ser y de su identidad.” (Maximino Arias‚1982.1). Maximino Arias, quien comenta el Documento de Puebla, indica que existen rasgos culturales propios de los pueblos latinoamericanos que nacieron y florecieron en el seno del cristianismo, entre los cuales se encuentran: “el símbolo del pobre, el de la Mujer-María, el sentido del sufrimientos, el parentesco espiritual, el sentido del perdón y la misericordia, la relación de Dios con la tierra, el sentimiento de dignidad humana, la conciencia del derecho de cada persona y el acogimiento al huésped y al extranjero”. (Maximino Arias Araujo, 1982. 1). Arias señala que “el hombre latinoamericano manifiesta rasgos antropológico-sociales propios como el deseo de superar dificultades de paz, salud, perdón y consuelo, de ayuda, fraternidad y amor a los afligidos” y que todos estos rasgos se encuentran en nombres dados a Cristo, tales como el “Señor de los Milagros”, “Señor del Gran Poder”, “Señor de la Buena Esperanza”, “Señor del Consuelo”, “Señor de la Salud”, “Señor del Perdón”, “El Justo Juez”, “El Buen Pastor”, etc. (Maximino Arias.Loc. Cit.1) Añade el citado autor que las advocaciones a Jesús, a la Virgen María y a otras dignidades de la iglesia referidas a lugares de América Latina son numerosas; tal es el caso del Cristo de la Renca y el Niño de Malloco en Chile. (Maximino Arias. Loc. Cit. 17). En Guatemala tenemos el

Cristo de Esquipulas, la Virgen de Chiantla, El Niño de Amatitlán, etc. Más adelante Arias afirma que la “figura y la realidad de Jesús asumen los valores populares, con lo cual se confirma la estrecha relación que existe entre ambas dimensiones, y muestra las proyecciones que tiene la expresión popular de la fe en Cristo”. (Maximino Arias, 1982.17). En el caso de Guatemala, las fiestas populares de carácter religioso que se llevan a cabo pueden dividirse en ciclos, así: El ciclo de Navidad. Se inicia el 7 de diciembre con la “quema del diablo” y concluye el 2 de febrero, “Día de la Virgen de Candelaria”. El ciclo de Semana Santa. Da principio el Miércoles de Ceniza (después del martes de Carnaval) y concluye el domingo de Resurrección, o sea, 46 días. Las fiestas del Corpus. La celebración del Corpus Christi se inicia en el mes de junio, un domingo después del Domingo de Santísima Trinidad, y concluye en el mes de noviembre, antes del primer domingo de Adviento. Las fiestas patronales. Cada comunidad o barrio cuenta con un patrono o patrona que puede ser alguna de las imágenes que representan a la Virgen María, a Cristo o algún santo de la iglesia católica. Por ejemplo, la festividad del Cristo de Esquipulas. Otras fiestas religiosas. Aquí se ubican todas aquellas fiestas que por sus características peculiares no es posible contemplarlas dentro de los rubros anteriores, tal es el caso del carnaval que es considerado por muchos investigadores de origen pagano, en tanto otros lo conciben relacionado con la cuaresma. Otras festividades como las celebradas en torno a San Simón o Maximón, también se ubican aquí. La mayoría de las fiestas religiosas que se llevan a cabo en Guatemala cuentan con

Novenas, que son folletitos que señalan las oraciones que deben rezarse durante nueve días. Estos folletos pueden comprarse en el interior o en el atrio de las iglesias en las cuales se realiza cada festividad. Las novenas pertenecen a un tipo particular de literatura denominada “literatura de cordel”. Existen novenas para los santos patronos, para la Virgen María, para el Niño Dios y para los muertos. La Navidad: La navidad es la actividad central de uno de los ciclos más importantes dentro de la tradición popular, el cual se inicia el 7 de diciembre con la “quema del diablo”; el 8 se celebra la Inmaculada Concepción; el 12 es el día dedicado a la Virgen de Guadalupe; aproximadamente el 16 de diciembre se inician las “posadas” y la elaboración de “nacimientos”: el 24 se celebra la “Nochebuena” y el 25 la “Navidad”. El 6 de enero se conmemora el “Día de Reyes” O “Epifanía” y el 2 de febrero se celebra el “Día de Candelaria” concluyéndose así el Ciclo de Navidad. El significado cristiano de la fiesta: Según la iglesia católica la Navidad comprende: El tiempo de Navidad; y La Natividad del Señor hasta su Bautismo. La navidad conmemora el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre fecha que corresponde al 25 de marzo, en que se celebra la fiesta pagana del solsticio de invierno considerándolo como el nacimiento del sol. De esta manera la iglesia cristianizó el rito pagano. (Misal Diario y Vesperal, 1940.86). George Frazer indica que en el calendario Juliano se computa el 25 de diciembre el solsticio de invierno, considerándolo como el nacimiento del sol, por empezar en esa fecha a alargarse los días. De acuerdo con Frazer, en Siria y Egipto: los celebrantes se reunían en capillas interiores y à media noche salían gritando: ¡La Virgen ha parido! ¡La luz está aumentando! Añade que los egipcios representaban al recién nacido sol con una imagen de niño que sacaban al exterior para presentarlo a los adoradores. Indica que, sin duda la diosa oriental que concebía y paría al sol el 25 de diciembre era la que los semitas llamaron la Virgen Celeste o la Diosa Celestial una representación de Astarté, Además, apunta que Mitra fue identificado por sus adoradores como el sol. (George Frazer 1982.414). Continúa Frazer señalando que los evangelios no se refieren a la fecha del nacimiento de Cristo, razón por la cual la iglesia no lo celebraba al principio. Los cristianos de Egipto acordaron celebrar el 6 de enero el nacimiento del Salvador costumbre que se extendió hasta el siglo IV en Oriente La iglesia de occidente no reconoció el 6 de enero como el día de navidad, y adoptó el 25 de diciembre como fecha para la celebración, Apunta el mismo autor que la razón por la cual los padres de La iglesia transfirieron la celebración del 6 de enero al 25 de diciembre, estriba en que en esta fecha los paganos celebraban el nacimiento del sol, haciendo luminarias Pasa a la siguiente página...


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como símbolo de fiesta; celebración en que participaban los cristianos. Por tal razón, los doctores de la iglesia se dieron cuenta que los cristianos tenían inclinación por esta fiesta y decidieron solemnizar la navidad en ese día y la fiesta de la Epifanía en el 6 de enero. (George Frazer, Op.Cit.415). El ciclo da la Navidad, como se indicó, está formado por varias festividades, las cuales se describirán, brevemente. A continuación, con La “Quema del diablo”. Que se lleva a cabo en los barrios populares de la ciudad de Guatemala y por imitación en otros barrios no populares. Esta quema se realiza el 7 de diciembre a la seis de la tarde. Miguel Álvarez Arévalo indica que la versión popular interpreta la “quema del diablo” como la lucha de la Inmaculada Concepción contra el diablo. Afirma, Álvarez que la iglesia católica asegura que la Virgen María venció al diablo, creencia regulada por el dogma de la Inmaculada Concepción. (Miguel Álvarez, 1980.9-10). Celso Lara apunta que esta celebración posee raíces más profundas y más antiguas que las atribuidas por la iglesia católica, pues en muchas culturas antiguas y prehispánicas, el uso del fuego con fines rituales era común. (Celso A. Lara F. 1975). Álvarez Arévalo señala que en el mundo judeo-cristiano, el fuego es considerado como elemento purificador. La religión católica acepta la existencia del infierno; lugar donde hay fuego, y del purgatorio, en donde hay llamas y a donde pasan las almas a purgar sus pecados. (Álvarez Op. Cit.p.14). En cuanto a la figura del diablo, ésta es muy importante dentro de la religión católica; toma auge durante la edad media. El diablo representa al mal; en contraposición a Dios que significa el bien. (Álvarez. Op. Cit. 15-16). En los pueblos prehispánicos también existió el concepto del mal, tal es el caso de los quichés, quienes en el Popol Vuh hacen referencia a Xibalbá, una especie de infierno. Esta creencia aún se manifiesta dentro de los indígenas actuales. Miguel Álvarez considera que para estudiar los orígenes de esta festividad hay que hacer mención de las “Luminarias”, que eran celebraciones festivas que se utilizaban en conmemoraciones civiles o religiosas desde mediados del siglo XVIII, en la víspera de la Inmaculada Concepción (7 de diciembre) se llevaban a cabo “Luminarias” en Guatemala (Miguel Álvarez. Op. Cit. 1921). La Inmaculada Concepción, constituye otra de las festividades que forman el ciclo de Navidad; se celebra el 8 de diciembre. El Año Cristiano explica el dogma de la Inmaculada Concepción indicando que Dios, por gracia es especial, hizo una excepción para que maría no concibiera a su hijo dentro del pecado. Señala este libro que esta festividad es una de las más antiguas e importantes que celebra la iglesia católica. Apunta que los españoles tomaron como patrona a la Inmaculada Concepción en1756 a propuesta del rey Carlos III y con autorización del Papa Clemente

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XIII. A partir de esa época la Inmaculada Concepción es la patrona no sólo de España sino también de sus colonias. (Año Cristiano, diciembre 1784,176). En Guatemala; esta festividad se celebra desde la época colonial. El Ayuntamiento de Santiago, en 1738, declaró a la Virgen como la patrona de la ciudad (Miguel Álvarez. Op. Cit.24-25). La Virgen de Guadalupe, se celebra el 12 de diciembre en el Santuario de Guadalupe de la ciudad de Guatemala y en otras iglesias. Esta festividad es de origen mexicano, pero se ha popularizado en Guatemala y se considera que ya forma parte de su tradición popular. Las posadas se llevan a cabo del 16 al 24 de diciembre. Son un tipo de procesiones nocturnas que recorren las calles, pidiendo “posada” para el nacimiento de cristo. Representan el viaje que hicieron la virgen y san José de Jerusalén a Belén, huyendo del empadronamiento que el emperador cesar Augusto mando a hacer por los años 747-749. (Misal Diario y vesperal). Las posadas son manifestaciones religiosas de origen hispánico que fueron traídas a América junto con la confección del nacimiento y dentro de la celebración de la navidad. En la actualidad se encuentran vigentes en México y Guatemala. El historiador Álvarez afirma que en Guatemala aparecieron antes que en México. Apunta que, en el testamento del Hermano Pedro de Betancourt, encuentra datos que señalan que en el siglo XVII las posadas se realizaban en Guatemala. (Miguel Alvares. Op. Cit. 38). El nacimiento. Su elaboración constituye una actividad muy importante dentro del ciclo navideño. Consiste en una manifestación de carácter plástico que representa el nacimiento de Cristo. En otros países es conocido con los nombres de “pesebre” y “Belén”. Anantonia Reyes, indica que se considera a San Francisco de Asís Cómo el creador de los nacimientos y que se cree que fue en 1223 cuando esté Santo dispuso celebrar la Navidad con un nacimiento, el cual fue probablemente pictórico. Señala que la orden franciscana se extendió por Europa Meridional llevando la costumbre de hacer nacimiento o pesebre para Navidad. Refiere Qué es posible qué el primer nacimiento con figuras apareció en Italia en 1478. (Anantonia Reyes, 1980. 134). Según la investigadora reyes. La costumbre de hacer nacimientos fue traída a Guatemala por los franciscanos, probablemente A mediados del siglo XVI. Indica que los primeros nacimientos que se hicieron en Guatemala, al igual que los de España, se laboran dentro de los templos. Indica que la costumbre de hacer nacimientos dentro de las casas particulares debió extenderse en el siglo 18. (Anantonia Reyes. Loc. Cit. 138-140). Refiere la investigadora reyes que se ha creído que fue el Hermano Pedro de Betancourt, quién difundió en Guatemala la costumbre de hacer nacimientos, afirma que no se debe a él su introducción ya que está es anterior. Apunta que lo que sí se debe a él es la costumbre de poner en el nacimiento frutas de la estación y sacar las “posadas”. (Anantonia Reyes. Loc.Cit. 143-

44). El nacimiento, Generalmente, se empieza a confeccionar el 15 de diciembre (fecha que se puede variar) y se deshace o se quita (si se respeta la tradición) el 2 de febrero día de Candelaria. En Guatemala se elaboran varios tipos de nacimientos; Los que Miguel Álvarez clasifica así: nacimiento culto: elaborado por personas pertenecientes a la cultura dominante o absorbidos por ella. Consta de figuras antiguas de madera o modernas de yeso, importadas de España o hechas en Guatemala. Cuenta con un paisaje encargado a determinado artista. En este tipo se considera la perspectiva, se calcula el espacio en relación a las figuras, que pueden ser de tipo bíblico (con escena del medio oriente) o de tipo occidental (con paisajes pastorales europeos). Nacimiento popular: constituye la más auténtica expresión de las clases populares. Nacimiento mixto: Trata de ser culto, pero conserva elementos populares (Miguel Álvarez Op. Cit. 55-57). El nacimiento popular es el que interesa particularmente para este artículo, porque constituye una de las expresiones más auténticas de las clases populares. De acuerdo con Roberto Díaz Castillo el “nacimiento surge como una reacción de las clases explotadas en contra de los altares oficiales” más adelante explica que, en el nacimiento, el artista responde con una obra que expresa sus propias concepciones del mundo y de la vida (Roberto Díaz Castillo. 1975.639). Los materiales que intervienen en la elaboración de un nacimiento popular son: Una tarima o mesa; cajas de madera o cartón, tablas coma papel de china, papel crepé y celofán; “embreyados”; aserrines de colores; arena de Río; un paisaje, pastores, casitas de cartón, arbolitos; animales (Especialmente ovejas); musgo;” pashte”; hoja de pacaya; manzanilla; frutas de la estación; estrella de estaño; bombas de Navidad y el misterio (la Virgen María, San José y el niño Dios; el buey y la mula). Para su elaboración, se observan las siguientes fases: lo primero que se confecciona es el cielo, que tiene como base una tela de manta en la cual se pretende el papel de china arrugado. Luego se colocan las estrellas prendidas con alfileres, algunas “bombas” de navidad, colgadas con bricho y figuras de ángeles, que generalmente son de papel (impresos); y el lugar visible, la estrella de Belén. En la mesa o tarima, los cajones o tablas sirven para dar forma a las montañas y barrancos, luego se colocan los embreyados confeccionados de costales, cartón, papel kraft, sobre los cuales se echa engrudo, aserrín (verde amarillo y café) y arena de río. Cuando se secan, se hacen las montañas y volcanes, constituyendo esta etapa la más creativa del nacimiento. A continuación, se riega arena blanca y aserrín de colores para hacer los caminos. Los aserrines azules, el papel esmaltado forman los ríos y lagos (a veces se utiliza para esto un espejo o pedazo de vidrio). Después se colocan los ranchitos, casitas, arbolitos, el portal o rancho en donde nacerá el niño Jesús. Los señores (la virgen y San José). Y el buey y la mula, las ovejas

los pastores algunos personajes religiosos como sacerdotes monjas y hermanas de la caridad y los tres reyes magos. El niño se coloca el 24 después de medianoche. Entre el cielo y la tierra se coloca un “paisaje”, pintando sobre papel o manta con pintura al óleo o acuarelas que representa una escena de la vida popular y escenas bíblicas. Finalmente se adorna con hojas de pacaya, manzanilla (en cordones), patas de “gallo”, flores de pascua “gusanos” de pino y frutas de la estación. Entre los pastores navideños se destacan los de cerámica pintada elaborados en Antigua Guatemala por la familia Lia Rodenas; los de cerámica coloreada de Rabinal, Baja Verapaz y los de Chinautla, Guatemala. Después del 24 de diciembre se inicia el “rezo” del novenario dedicado al niño Dios. Generalmente, al “acabo o cabo de novena” se invita a familiares y amigos; la tradición aconseja brindarles ponche de Frutas, tamales y barquillos. Otros acontecimientos importantes dentro del ciclo de la navidad son: “la sentada del niño” y el “robo del niño”. El primero de estos consiste en levantar al niño que se encontraba acostado y sentarlo. El segundo significa que alguna de las personas que visitan un nacimiento se llevan el niño ósea “lo roban”; luego se le avisa al dueño y para la devolución del niño se hace una fiesta y se lo coloca en su lugar. Las comidas típicas de la época navideña son: tamales rojos o colorados y negros de pavo o cerdo, buñuelos, batidos, etc.

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Página 16 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

“Este año tu Patrocinio Sacratísima María nacerá tu lindo Niño y entre alegres alboradas “La Conquista y “Los Negritos” nos darán horas soñadas” Prof. Carlos Herrera Alonso QEPD.

NUESTRA SEÑORA DEL PATROCINIO, REINA Y PATRONA DE PALÍN

Palín llamado en la época colonial pueblo de San Cristóbal Amatitlán, tiene una de las Devociones Marianas poco conocidas en la actualidad, el cual se distingue y caracteriza por su gran riqueza cultural, por sus ancestrales tradiciones y qué son el producto del mestizaje y el sincretismo religioso, por lo que se ha considerado un pueblo con identidad que lo hacen único del resto de los pueblos y comunidades de nuestro país. La festividad de Nuestra Señora del Patrocinio, nace dentro de la orden de Santo Domingo de Guzmán, ya que el 22 de diciembre de 1216, el Papa Honorio III, mediante La Bula “Religiosam Vitam”, por la que fue instituida la fiesta del Patrocinio de la Santísima Virgen María, fiesta establecida en un inició el 22 de diciembre. Con el pasar del tiempo, el desarrollo y el crecimiento de La Orden de los Predicadores; fue instituida en Guatemala, esta fiesta por orden del rey Felipe IV, quién solicito al Papa Alejandro XII en 1656, la autorización para celebrar El Patrocinio de María. La celebración era de orden obligatoria en todos los reinos, villas y ciudades, que se hicieran rezos de novenarios y quienes debían asistir eran las autoridades políticas de la época. La Orden Dominica fue tomando en Guatemala grandes extensiones de tierra (Fincas), donde se producían azúcar y otros cultivos, por lo que, en la mayoría de los pueblos evangelizados por los dominicos, se instituyó la celebración del Patrocinio de La Virgen María. El Pueblo de San Cristóbal Amatitlán, hoy Palín, se fundó en 1535 y fue constituido como Pueblo de Indios, alrededor del año 1549 cuando Amatitan (hoy Amatitlán) fue constituida como Villa, y cabe resaltar que Palín fue fundado bajo la protección de

Foto Colección Privada. Pablo Marroquin.

los Padres Dominicos, dependiendo directamente de las autoridades políticas y religiosas de La Villa de Amatitlán. En Palín se tiene registros de la celebración de la festividad a La Virgen del Patrocinio en San Cristóbal Amatitlán, desde el año 1700. Ya que Los Dominicos tenían bajo su cargo una finca ubicada en San Cristóbal Amatitlán, Palín, misma que estaba bajo la protección de Nuestra Señora del Patrocinio, la cual fue vendida el 7 de diciembre de 1836 a la Familia Mathos Masott, quiénes la llamaron “Finca La Avenida” La Familia Mathos, donó a la Iglesia Parroquial de San Cristóbal Amatitlán, la imagen de Nuestra Señora del Patrocinio que se encontraba dentro de la finca, desde ese entonces fue tomada por la población palineca, como Patrona y su fiesta fue constituida por el mismo, el día 26 de diciembre y tiempo después se estableció el día 27 de diciembre, como día de su tradicional rezado. A finales del siglo XIX, y con la izada del Pabellón de Nuestra Señora del Patrocinio, surgió en nuestro pueblo de Palín, un convite donde palinecos se revisten de personajes locales o nacionales, y que al son y compás de la música de marimba y banda marcial, alegran las fiestas dedicadas a la Virgen del Patrocinio, este convite va precedido de una

Virgen del Patrocinio en el Altar Mayor del Templo Parroquial San Cristobal Palin Año 2020.

Pablo Daniel Marroquín Roldán Escuela de Historia USAC

carroza, en donde una niña del pueblo representa a la Virgen del Patrocinio y que recorre las principales calles de nuestro pueblo palineco dando con ello inicio a las fiestas del Patrocinio de María. Por otro lado, en el siglo pasado fue celebrado con gran Jubileo por parte de algunos señores que laboraban en la Empresa Eléctrica el día 26 de diciembre, Propiedad de www.arcangelcorp.Com Rezado de La Virgen del Patrocinio, Palín, Escuintla año 2011. entre ellos se pueden mencionar: Don José Cada 27 de diciembre, desde tempranas horas Guerra, Don Vico Guerra, Don Lisandro Nájera los palinecos, nos reunimos para decorar nuestros entre otros, todos ya fallecidos. Por otro lado, también a finales del siglo XX, es hogares de los colores tradicionales amarillo y traído a nuestro pueblo de Palín, El Baile de La rojo, de la Virgen del Patrocinio. Muchas familias y Conquista, de un viaje realizado por las hermanas vecinos se organizan para que durante el recorrido Carranza al El Occidente de nuestro País, este baile del rezado se quemen cohetillos, bombas, toritos, aquí en nuestro pueblo se le introdujo otra música en épocas de antaño recordar la quema de bombas y otro tipo de vestuario que eran característicos de colores de Don José Cruz Morataya, “Don Chepe de nuestro pueblo. El Baile de La Conquista, se Cruz” QEPD y desde hace algunos años los juegos presenta en nuestra población, los días 26,27,28 pirotécnicos; los toritos son bailados al compás de y 29 de diciembre en honor a La Virgen del la música de banda marcial. Durante el recorrido del tradicional rezado, eran presentadas “Loas” por Patrocinio. El rezado de Nuestra Señora del Patrocinio, familias distinguidas palinecas, lamentablemente con más de un siglo de tradición, el cual, en esta tradición ya desapareció desde hace algunos un principio, la imagen de Nuestra Señora del años atrás. Muchos de nosotros esperamos con Patrocinio, era llevada en una carreta jalada por ansias estas fiestas para acompañar desde su salida bueyes, posteriormente y transcurrido los años, del templo, hasta su retorno y al mismo tiempo fue elaborada una anda de pequeña dimensión en para implorar, salud, trabajo y protección para el cual se procesionaba a Nuestra Señora, incluso nosotros y nuestras familias. Este 26 y 27 de diciembre de 2021, nos toca hubo una época en que la Imagen de la Virgen del Patrocinio fue sacada en un camión, actualmente a nosotros acompañar en el Templo Parroquial es sacada en hombros de sus fieles devotos. Nuestra Señora del Patrocinio, para que Convirtiendo este rezado en un día de verdadera sea un día no solo de fiesta, sino un día de fiesta y qué sirve de reencuentro con amigos y recogimiento espiritual, dada la pandemia del familiares, que regresan del extranjero al terruño, Covid-19, que por segundo año consecutivo no para presenciar el paso majestuoso de la Reina del saldrá a las calles a impartir su bendición, pero pueblo palineco. que sepamos reconocer en ella a Nuestra Madre El rezado de La Virgen del Patrocinio, propicia que no nos falla. la colocación de ventas de comidas tradicionales, Esperemos que, en el año 2022, Nuestra Señora entre ellas no puedo dejar de mencionar la venta del del Patrocinio, salga nuevamente a nuestras calles y tradicional batido, enchiladas y panes con pollo de que nosotros como fieles devotos la acompañemos doña Oralia Barrientos “Doña Lala” QEPD y que incondicionalmente, porque para nosotros es sus hijos y nietos mantienen la tradición de vender motivo de orgullo, de fe y devoción desde hace tres para el día del rezado. Pero también propicia siglos, una tradición que nos hace únicos del resto la elaboración de comidas como los deliciosos de los municipios de nuestra Guatemala. tamales de Doña Anita Alvizures Cariñosamente Doña Anitia QEPD. Y que una de sus hijas Ana “Dios te salve corazón Victoria Alvizures sigue cocinando para mantener De Palín Virgen Gloriosa” la tradición de generación en generación. Prof. Carlos Herrera Alonso QEPD.


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Guatemala, 17 DE diciembre de 2021 / Página 17

La gloria de Belén Yuri Chávez García Universidad de San Carlos de Guatemala

En estas fiestas de fin de año, el guatemalteco puede apreciar en diversos lugares, los llamados “Nacimientos” escenas que representan el momento en que el niño Jesús nació. Las manos de artesanos chapines han logrado verdaderas obras de arte en estas representaciones. Algunas elaboradas con antiguas esculturas, engalanadas con hermosas vestiduras, otras de barro crudo o cocido, tusas, materiales de reciclaje y un sinfín de elementos, categorías y efectos. Pero es preciso indicar que la constante en cada uno de ellos, es la creación de escenas de paz, y en cuyo centro la figura del niño recién nacido toca las fibras sensibles del espectador. Para identificar el origen de esta tradición es necesario reconocer, algunos detalles de orden religioso y su relación con el arte, en el Concilio de Éfeso del año 431, se declaró a María como madre de Dios, y con ello su imagen de manera oficial empezará a aparecer en las escenas de la Natividad. Los artistas comienzan a recrear la escena del nacimiento de Cristo, según lo narra la Biblia, primero por medio de pinturas. Estas obras deben cumplir su función como medio didáctico para la difusión y enseñanza de los preceptos cristianos a las comunidades que no sabían leer.

Guido de Siena 1270.

Actualmente en el museo de Louvre/ pintura italiana del Duocento. La edad Media, el Renacimiento y el Barroco dejaron un legado de obras que abordan temas como: La Anunciación, La visitación a la prima Santa Isabel, El nacimiento del niño Jesús, la adoración de los reyes, la Huida a Egipto y otras más que en su mayoría son obras únicas e invaluables. En la escultura un referente del aparecimiento de esta escena es la que se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, encargada por el primer Papa Franciscano Nicolás IV en 1288 al escultor, arquitecto y urbanista toscano Arnolfo di Cambio, cuyo perfeccionamiento en la escultura lo debe a su trabajo en los talleres de Nicolai Pisano.

La obra fue entregada en 1291.

Ya se observan en dicha representación, los elementos centrales, San José, la Virgen María, el Niño Jesús, los tres reyes magos, el buey y la mula. En Nápoles probablemente a finales del Siglo XV se hizo la primera representación en figurillas de barro. El Rey Carlos III encargo estatuillas para el Belén que le regalaría a su hijo Carlos IV. Así mismo ordenó que en sus dominios se extendiera la tradición de elaborar belenes. En nuestro país herederos de la tradición católica que llega de la mano de los descubridores, conquistadores y se asienta durante la época colonial fusionándose con las creencias nativas, la elaboración del Nacimiento encuentra gran acogida. La práctica de elaborar la escena del nacimiento se asocia al estímulo que el Santo guatemalteco Pedro de Betancur, diera a esta tradición heredada, de la orden franciscana a la cuál perteneció. La historia nos narra la primera celebración navideña donde se instaló un Belén, para la nochebuena de 1223, en una cueva cercana a la ermita de Greccio (Italia) en el poblado de Rieti. Donde aquella noche según la tradición oral San Francisco de Asís, celebró la Misa de Gallo. Tomás de Celano, primer biógrafo de San Francisco, narra que “esa noche se añadió a la escena simple y conmovedora el don de una visión maravillosa: uno de los presentes vio acostado en el pesebre al mismo niño Jesús”. De aquel belén de la Navidad de 1221, “Todos regresaron a sus casas colmados de alegría”. Tomado de: Tomas De Celano, Vida primera, 84 Fuentes franciscanas (FF),n.468. El mismo Santo Hermano Pedro de San José de Betancur refiere en un manuscrito de su autoría el sentir en cuanto a la encarnación y nacimiento de Cristo. “Oh que niño es

este, tan lindo, sin duda que nació de un hechicero, todos lo miran y todos lo aman y tratan de no enojarle, aunque tan chiquitito este niño bello, sepa todo el mundo que es rey del cielo, es cosa acertada al niño servir y en todo momento pensar en morir, muy bien sabe el niño ahora ocultar lo que cuando sea grande por mí ha de sufrir” Cada comunidad guatemalteca construye su nacimiento de acuerdo a sus posibilidades económicas, artísticas, también según su grupo étnico y área geográfica. Toman de su entorno los elementos naturales, pino, manzanilla, aserrín, musgos. Materiales diversos de la tradición o de la modernidad. Pero en todos ellos se evidencia el arraigado amor al niñito Jesús, un símbolo de esperanza y luz para el año nuevo. El Papa Francisco en el año 2019, da a conocer la carta apostólica Admirabile signum, en la que refiere el significado y valor del Belén. Exhortando a que esta tradición se mantenga, y se avive donde haga falta. Porque simboliza el amor la proximidad entre los seres humanos no importando su condición.

Nacimiento / Mauricio Ruiz.

Nacimiento /Michele Pinsker.

Nacimiento Fam. Chávez.


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Página 18 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

ESPERAR LAS DOCE Mauricio José Chaulón Vélez Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala

El nacimiento del Niño Jesús, el hijo de Dios hecho hombre para la redención de la humanidad de acuerdo al cristianismo, se celebra el 25 de diciembre, y es una de las tradiciones más importantes para esta religión. Ninguno de los cuatro evangelistas en el Nuevo Testamento especifica el día y la hora en que nació Jesús, siendo Lucas el único que hace referencia, según se puede interpretar, al momento del día (sin fecha, debe aclararse) y el lugar en que ocurrió el acontecimiento: la noche, en Belén, Judea. El evangelio dice lo siguiente: “Estando ellos allí, le llegó la hora del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no habían encontrado sitio en la posada. Había unos pastores en la zona que velaban por turnos los rebaños a la intemperie. Un ángel del Señor se les presentó. La gloria del Señor los cercó de resplandor y ellos se aterrorizaron. El ángel les dijo: -No temáis. Mirad, os doy una buena noticia, una grande alegría para todo el pueblo: hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor” (Lucas 2, 6-11). Uno de los momentos centrales de cualquier conmemoración es la víspera, sobre todo si se trata de celebraciones trascendentales o de hechos solemnes. En el caso de la fiesta de la Natividad de Jesús (fiesta de Navidad), la noche del 24 de diciembre se denomina Nochebuena, por ser la previa a la fecha que señala la tradición como la del advenimiento de Cristo al mundo, y en el primer segundo del 25 de diciembre se puede ya festejar el

hecho histórico. En varios países, la Nochebuena es motivo de reunión familiar y de amistades para compartir una cena especial, dejar los regalos que se entregan ese día en espacios significativos de la casa e incluso participar en pastorelas. Luego de estas actividades, las personas van a dormir, y se levantan en la mañana del 25 para congregarse alrededor de los obsequios que se encuentran al pie del árbol navideño o cerca de la chimenea. Sin

embargo, en Guatemala “esperamos las doce”, es decir las cero horas o “doce de la noche” que marca la frontera del tiempo lineal entre el 24 y el 25 de diciembre. El rezo al Niño Jesús, los abrazos, la quema de cohetillos o luces y abrir los regalos ocurren, o mejor dicho empiezan a ocurrir, cuando los relojes han marcado las doce de la noche. Se entra al 25 de diciembre desde sus primeros segundos para celebrar ese suceso fundamental para cristianos y cristianas, porque al no tener precisión en la hora que la Virgen María dio a luz a su hijo, desde el primer instante de la fecha que señala la tradición es válido congratularse. Y si no se es creyente, el motivo de la espera se da para disfrutar en familia de un momento de alegría que se contagia desde el tejido social que la colectividad construye desde la tradición. En Nochebuena, esperar las doce es motivo de algarabía, de visitar a los seres queridos, del deguste de tentempiés dulces y salados combinados con licores o bebidas de la época, de la quema de juegos pirotécnicos diversos, de la ansiedad de compartir con otras personas la creencia de la venida del Mesías o simplemente el verse en una pausa necesaria al tiempo del capital. Hasta la cronología de la historia en Occidente se ha definido de acuerdo a los parámetros de la era cristiana como “antes de Cristo, a.C.” y “después de Cristo, d.C.”, por lo que independientemente de que se profese o no la religión cristiana, el hecho no puede pasar desapercibido en el mundo occidental. Una costumbre dentro de estas formas de celebrar el nacimiento de Cristo es la Misa de Gallo, oficiada como misa de Navidad, comúnmente a la medianoche que marca el final del 24 de diciembre y el inicio del 25. Muchas iglesias la llevaban a cabo, sobre todo las parroquias y las capellanías de barrios numerosos, pero a partir de que la liturgia oficial actual señala que la celebración de la Navidad inicia con las misas y rituales de las vísperas, las Misas de Gallo han ido desapareciendo. Un ejemplo es el del mismo Vaticano, ya que desde el 2009 la misa de la Natividad de Jesús que se realiza en la Basílica de San Pedro y es oficiada por el papa, se lleva a cabo a las diez de la noche. La espera de las doce se da con la noche rodeada de sonidos festivos, encabezados por la pólvora y seguidos por la música de festividad. En niñas y niños genera expectativa el regalo, porque comprobarán si el Niño Jesús o San Nicolás (llamado también Santa Claus o Santa Clos) les escucharon y harán realidad sus ilusiones. Antes de las doce se experimenta una emoción construida por los rituales festivos de la tradición. Las uvas y las manzanas llegan a la mesa, y son preludio para el tamal o el pavo posteriores, o sea que se comerán después de las doce como cena. En la infancia y la primera juventud, la espera de las doce puede ser en las calles del barrio, la colonia o el condominio, aquellas más cercanas a casa y de los amigos y amigas de juegos y secretos. Se prueban los ponches de hogares que reciben a los invitados porque es día de fiesta compartida. Muchas personas se sorprenden cuando escuchan

a otras que viven o han vivido fuera de Guatemala, principalmente en los Estados Unidos y en algunos países de la Europa anglosajona, porque no se espera las doce en las fiestas navideñas. No cabe duda que la herencia hispana en los ritos litúrgicos católicos de Navidad influyó para que las celebraciones en la intimidad del hogar se sigan dando de acuerdo a esa dimensión del tiempo que transcurre de la víspera (Nochebuena) al inicio del día principal, el 25. Nochebuena es una excepción a la norma de dormirse temprano de los días comunes y corrientes. La llegada de la medianoche, de las doce de la noche como se le llama de manera coloquial, o más bien dicho tradicional, se recibe con letanías a la Virgen María o al Niño Jesús, un paso por las habitaciones de las casas con la imagen del Niño en brazos para que bendiga el recinto, con la cohetería de ametralladoras dispuestas en tiras que se envuelven en papel de china rojo o el estallido de luces foráneas en el cielo, con la expresión (casi siempre feliz y honesta) de “¡Feliz Navidad!”, y el abrazo a quienes acompañan en el momento y en el lugar. Luego de las doce, ya en los primeros minutos del 25 de diciembre y habiéndose terminado la Nochebuena, se procede a rezar u orar al Niño Jesús y la Sagrada Familia, habiendo antes “destapado” la imagen del santo infante porque se encontraba cubierta de manera simbólica con un mantelito, velo o tapete especial en representación de que aún no había nacido. Seguidamente, los regalos se reparten y se “destapan”. Y, por último, la cena navideña. Tamales y comidas nuevas, como el pavo y la pierna de cerdo, llenan las mesas de muchas familias que han esperado las doce para repetir la inmensa tradición de la Navidad como la aprendieron y la desean seguir realizando. Y si las circunstancias socioeconómicas o políticas generan que una persona guatemalteca pase a residir a otro país, aunque sea de una cultura muy distinta, seguro que al celebrar la Navidad, la noche del 24 de diciembre se extenderá hasta las doce de la noche para recibir el 25, el día de la Natividad, desde sus inicios. No le acompañarán cohetillos, bombas, canchinflines, morteros o saltapericos, pero sí la costumbre arraigada de que la Navidad se espera despierto o despierta, porque desde sus primeros instantes debe ser motivo para confiar, aunque sea por un ratito, en la utopía de un mundo mejor y expresarlo en el abrazo, la oración y el brindis. Y no es necesario ser creyente para esperar las doce, porque si se espera es por la convicción de mostrar el afecto, la importancia de la compañía y la mística espiritual como prácticas medulares de la existencia humana.


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Guatemala, 17 DE diciembre de 2021 / Página 19

Una devoción que resurge: la Inmaculada Concepción, patrona de Huehuetenango Douglas Aníbal Ruiz Álvarez Escuela de Historia, USAC Dedicado a Amparo Alonzo por transmitirme por completo su amor a nuestro Huehuetenango hermoso y querido.

Una de las conmemoraciones más solemnes y connotadas del Adviento guatemalteco es el culto y veneración a la Santísima Virgen María y su Inmaculada Concepción. En el presente artículo queremos dar a conocer el resurgimiento de esta devoción en la cabecera departamental de Huehuetenango como recuerdo de aquellos grandes días que nuestros antepasados vivieron en la “Antesala del Cielo”. Algunos datos del culto a la Inmaculada Concepción en la época colonial La cabecera de departamental y varios pueblos del actual departamento de Huehuetenango fueron administrados en forma eclesiástica por la orden de Nuestra Señora de La Merced, desde mediados del siglo XVI hasta el primer cuarto del siglo XIX. Los mercedarios tuvieron a su cargo la evangelización y administración de los sacramentos a la población indígena, mestiza y española de dicho territorio. El origen de la devoción a la Inmaculada Concepción en esta región del país es sumamente antiguo. Su patrocinio se estableció desde la época colonial cuando se nombró a Concepción Huehuetenango como cabecera de curato en la jurisdicción del partido de Huehuetenango. Durante finales del siglo XVI se construyó un pequeño templo dedicado a la Purísima Concepción, pero no se tiene mayores detalles de su elaboración o daños sufridos por terremotos y desastres naturales. Se tiene certeza de la fundación de una cofradía (formada por mestizos Fotografía: Mérida Vásquez, Julio César Huehuetenango. Guatemala: Centro nacional de libros de texto y material didáctico “José de Pineda Ibarra”, 1984.

Antiguo altar mayor del templo parroquial (ahora Catedral) de Huehuetenango antes del incendio de enero de 1956.

Fotografía: Douglas Ruiz, Huehuetenango, 21 de diciembre de 2017.

Fotografía: Douglas Ruiz, Huehuetenango, 21 de diciembre de 2017.

Inicio del cortejo procesional con la escultura de la Inmaculada Concepción.

y españoles) dedicada al culto Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, la cual era la encargada de celebrar a la patrona del pueblo desde el siglo XVII. Esta organización contribuía con una recaudación considerable en especie, principalmente de productos agrícolas y gallinas; además, de ser la encargada de pagar por las misas y procesión de dicha festividad. Con el pasar del tiempo, esta cofradía fue transformada en hermandad, dato que pudo constatarse en la visita pastoral del arzobispo Pedro Pardo de Figueroa al pueblo de Huehuetenango en marzo de 1745. Esta organización contribuyó con una recaudación anual de 224 tostones, misma que sirvió para la celebración de las actividades en honor a la Inmaculada Concepción. Finales del siglo XIX e inicios del siglo XX La declaración del dogma de la Inmaculada Concepción, en 1854, contribuyó a aumentar el entusiasmo de la población huehueteca para celebrar a su patrona. Esta situación inspiró la construcción de un nuevo templo dedicado a Nuestra Señora, tarea que tuvo a bien dirigir el presbítero Juan Bautista de Teherán. En 1867 se inició la edificación del recinto religioso, el cual fue estrenado con toda pompa el 8 de diciembre de 1874, siendo párroco el muy recordado Manuel Vicente Castañeda. De ese memorable día presentamos algunos momentos: “La villa no se vio mas concurrida ni tampoco más alegre y aquella muchedumbre endomingada y jubilosa, aguardaba con impaciencia desde los primeros albores de la mañana, a que las grandes puertas del templo fuesen abiertas, para precipitarse por ellas como una marea que a continuación desbordaría en el interior de los mares”. El nuevo templo se convirtió en un referente arquitectónico de la población huehueteca, pero eso no impidió estuviera libre de daños. En abril de 1902, la iglesia no soportó los embates del terremoto de San Perfecto. A pesar de ello, la escultura colonial de Nuestra Señora de la Concepción no sufrió mayores daños. El recinto fue reconstruido y reabierto en la década de 1910 para la continuación del culto a la patrona de la localidad.   Segunda mitad del siglo XX: la decadencia del culto a la Inmaculada Concepción Avanzando en el tiempo llegamos a enero de 1956. El día 25 de dicho mes desde tempranas horas se avisaba del incendio que consumía el templo de Nuestra Señora de Concepción. A pesar de los esfuerzos, la imagen colonial fue consumida por las llamas. De ese lamentable día se extrae la siguiente memoria:

Detalle de la misa de consagración de la Inmaculada Concepción.

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Página 20 / Guatemala, 17 de diciembre de 2021

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“Por si bien los daños materiales no habían sido de tal magnitud que parecieron cuantiosos, no menos cierto es que todo el vecindario tenía que lamentar (y lo hacía con lágrimas en los ojos), que la Virgen Patrona a la que todo el pueblo quería y veneraba con fervor, se hubiese perdido irrecobrablemente. No había quedado de ella ni siquiera un rastro”. La pérdida de la imagen patronal provocó que otra tomará su lugar. Derivado de ello, la elegida para ser ubicada en el altar mayor fue la escultura utilizada para el “rezadito” de Vísperas del 7 de diciembre. Esta efigie raras veces era colocada fuera de su camarín y en su lugar se destinó otra imagen para el citado rezado. Para explicar mejor este último párrafo es necesario mencionar que, desde hace muchos años se ha conmemorado la víspera de la solemnidad de la Inmaculada Concepción con una serie de actividades festivas. Una de ellas es la peregrinación o romería al templo parroquial (actual Catedral de Huehuetenango) de varias réplicas de esta advocación, las cuales tienen su punto de veneración en diversas parroquias de la ciudad y confluyen en la noche del 7 de diciembre. El punto culmen de la noche es el rezado con la escultura de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción que recorre algunas calles y avenidas de la localidad hasta ingresar al templo en las primeras horas del 8 de diciembre. En épocas pasadas era común observar gran cantidad de personas en dicha festividad y al paso de la festiva procesión, pero hace algunos años este movimiento popular ha ido menguando. Esto se debe a la celebración de la feria titular o “Fiestas Julias” dedicada a Nuestra Señora del Carmen en la cabecera departamental de Huehuetenango. Esta celebración ha venido a dejar en segundo plano a la festividad patronal de la Inmaculada Concepción. La creación de la diócesis de Huehuetenango Las “Fiestas Julias”, con un carácter meramente civil, ha sido el principal aspecto que ha dejado de lado la importancia de la fiesta patronal dedicada a la Inmaculada Concepción en la cabecera departamental de Huehuetenango. A pesar de ello, en diciembre de 1967 la prelatura territorial de Huehuetenango fue elevada por la Santa Sede a la categoría de diócesis (que ostenta hasta la actualidad), siendo nombrada patrona de esta la Inmaculada Concepción. La formación de la diócesis gerontopolitana de Huehuetenango bajo esta advocación es prueba innegable del profundo fervor y devoción profesado en esta localidad desde hace siglos. Pasaron los años y es hacia la primera década del siglo XXI que se observa un aumento en las festividades a la Inmaculada Concepción en la actual ciudad de Huehuetenango. El Cincuentenario de la diócesis de Huehuetenango: la consagración de la Inmaculada Concepción y aspectos actuales En 2017 ocurren dos hechos muy significativos. El primero, fue el sismo de 7 de septiembre que dañó gravemente la estructura de la Catedral de Huehuetenango, por lo que muchas de las esculturas, entre ellas la de la Inmaculada Concepción, fueron trasladadas a una capilla provisional dentro del convento parroquial. El segundo fue la conmemoración del cincuentenario de fundación de la diócesis de Huehuetenango, en diciembre de dicho año, celebración que contó con varias actividades especiales, pero una en particular: la consagración de la escultura patronal de la Inmaculada Concepción. La mañana del 21 de diciembre de 2017 se celebró la misa de consagración, oficiada por el obispo de Huehuetenango Álvaro Cardenal Ramazzini Imeri. Dicha celebración se realizó en las instalaciones del colegio “De La Salle”, debido a que la Catedral de Huehuetenango estaba cerrada al público desde septiembre anterior. Uno de los aspectos más sobresalientes en esta ceremonia fue el acompañamiento de gran cantidad de cofradías indígenas y mestizas venidas de varios pueblos del departamento, entre ellos: Chiantla, Aguacatán, San Pedro Soloma, Santa Eulalia, entre otros, para darle mayor realce a tan esperada ocasión. Detalle de la misa de consagración de la Inmaculada Concepción. Fotografía: Douglas Ruiz, Huehuetenango, 21 de diciembre de 2017. Al filo de las diez de la mañana, el obispo procedió a la consagración de tan insigne efigie, siendo testigos de tan trascendental momento los asistentes reunidos en el campo de futbol del colegio “De La Salle”. Horas después, a las cuatro de la tarde se dio inició al cortejo procesional de consagración con la escultura de la Inmaculada Concepción por calles y

Fotografía: Douglas Ruiz, Huehuetenango, 8 de diciembre de 2020.

Finalización de la procesión vehicular y entronización de la escultura consagrada de la Inmaculada Concepción luego de la restauración de la Catedral de Huehuetenango.

avenidas de la ciudad de Huehuetenango. De manera extraordinaria, la procesión finalizó por la noche, ingresando la Catedral de Huehuetenango. Desde ese día fue más común que la patrona de Huehuetenango saliera a recorrer sus calles de forma más seguida. Otro cortejo procesional especial fue el organizado la noche del 26 de octubre de 2019, con ocasión del nombramiento como cardenal del obispo Álvaro Ramazzini. A pesar de la fuerte lluvia que se presentó durante esa oportunidad, no fue impedimento para que cientos de personas acompañaran en acción de gracias al prelado huehueteco. Por último y derivado de la pandemia que vivimos, es notorio recalcar que las celebraciones dedicadas a la Inmaculada Concepción en la ciudad de Huehuetenango no se detuvieron. La mañana del 8 de diciembre de 2020 se organizó una procesión vehicular con la escultura consagrada de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, la cual fue vista por cientos de fieles que esperaron a la patrona de la ciudad al frente de sus casas. El aspecto culminante de ese día fue la entronización de la imagen a Catedral de Huehuetenango, luego de su proceso la restauración de este recinto religioso. Para tal acto se contó con la participación del obispo de dicha diócesis y de la corporación municipal para tal efecto. Al ingreso de la Inmaculada Concepción se procedió a organizar procesión interna y al finalizar se colocó a la efigie en el nuevo altar mayor, el cual está inspirado en el que fue destruido en el citado incendio de enero de 1956. Lo anterior sirvió para dar una mirada muy general y superficial de las celebraciones que se efectúan desde hace varios siglos en Huehuetenango con tal de conmemorar a la Virgen en su Inmaculada Concepción. Por esa razón, la patrona de la ciudad de Huehuetenango es, ha sido y será la Inmaculada Concepción.

“Curatos de Huehuetenango”, Archivo Histórico Arquidiocesano (AHAG): Fondo Diocesano, Caja 10, Expediente 116. Folio 15. 2 “Visitas pastorales”, AHAG, Fondo Diocesano, Tomo XI, folio 152. Aunque en otro documento del AHAG dicha hermandad se le consideró nuevamente como cofradía durante el último cuarto del siglo XVIII. 3 Horacio Castillo Galindo La Catedral. Guatemala: Editorial Municipal de Guatemala, 1974. Pág. 65. 4 Dicha escultura perteneció a la cofradía y hermandad dedicada a su culto. No tenemos certeza de su origen, aunque en inventarios ya señalan su existencia desde el siglo XVIII. 5 Castillo Galindo La Catedral, 1974. Página 106. 6 El nombre de dicha diócesis hace referencia a antiguo o viejo, clara alusión del Ahuehuetl o sabino, llamado comúnmente “Árbol de los viejos” o “Árbol de la vida”. 1


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