Clavius Marzo 2015

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AÑO V, NO. 14 Marzo, 2015

Biotecnología:

¿una realidad necesaria? 3

Los opinólogos y la biotecnología Por: Grace Salamanca

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Craig Venter, padre de la primera especie sintética Por: Liliana Camacho Ortega

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El campo científico en México: Luis Herrera Estrella Por: Maya Viesca


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Directora general Carmen Lira Saade

Director Juan Manuel Venegas Coordinación de edición Montserrat Homs Edición Luis Toxtli Equipo editorial Catalina González Cosío Diez de Sollano Coordinación editorial Heliodoro Ochoa García Centro de Investigación y Formación Social-Iteso Lilián Solórzano y Laura Rodríguez Urbina Oficina de Comunicación Social-Iteso Dirección de arte David Pérez Fotografía Public Domain Images Coordinación de contenidos Carlos Enrique Orozco Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO Consejo científico Susana Herrera Coordinación del Consejo, investigadora del Departamento de Estudios Socioculturales-ITESO Humberto Orozco Jefe de la Oficina de Comunicación Social-ITESO Jaime Morales Investigador del Centro de Investigación y Formación Social Sergio René de Dios Corona Departamento de Estudios Socioculturales-ITESO Afra Citlalli Mejía Académico del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO Ana Paola Aldrete Departamento de Economía, Administración y Mercadología ITESO Mario López Jefe del Centro de Investigación y Formación Social ITESO Este número fue realizado con la colaboración de alumnos de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO CLAVIUS, COMUNIDADES Y SABERES La Jornada Jalisco, Marsella 462 Col. Americana Sector Juárez C.P. 44150. La Jornada Jalisco publicación editada por Editora de Medios de Michoacán, S.A. de C.V., bajo la licencia otorgada por Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V; Director: Juan Manuel Venegas Ramírez Calle Manuela Herrera No. 150 planta baja, esquina Rita Pérez de Moreno, Col. Gertrudis Bocanegra, C.P. 58150 Morelia, Michoacán. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin permiso expreso de los editores. Reserva al uso exclusivo del título «La Jornada Jalisco». Número 04-2006-052415191200-101, de fecha 24 de mayo de 2006, otorgado por la Dirección General de Reservas de Derechos de Autor, SEP. Número de Certificado de Licitud de Título: 13632; Número de Certificado de Licitud de Contenido: 11205; editor responsable: Juan Manuel Venegas Ramírez; impresión: Editora de Medios de Michoacán, S.A. de C.V., Calle Orozco y Berna No. 232, colonia La Loma, C.P. 44410, Guadalajara, Jalisco.

Editorial

Biotecnología: vertientes e implicaciones

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rganismos genéticamente modificados, semillas «inteligentes», propiedad intelectual de los organismos, fertilización in vitro y clonación, éstas son algunas ideas que suenan a ciencia ficción, sin embargo, lo que hace unos años parecía futuro es ahora presente. En este número abordaremos diversas vertientes e implicaciones de la biotecnología, una rama que conjuga a las ciencias biológicas con desarrollos tecnológicos para producir nuevas vacunas, alimentos modificados, medicinas especializadas y un sin fin de avances de los cuales el ser humano puede obtener, quizás, algunos beneficios. Planteamos no sólo una revisión general a diversas vertientes de la biotecnología, sino un anclaje de éstas con la situación actual del país. ¿Qué implicaciones hay? ¿Qué está pasando actualmente en México? Son sólo algunas de las preguntas que se responden a lo largo de esta edición. En las siguientes páginas encontrarás una revisión a los alimentos genéticamente modificados y su relación con los problemas que enfrenta la humanidad en cuanto a alimentación; así como diversos apartados que permiten sumar a una discusión informada sobre la biotecnología y sus implicaciones sociales. El objetivo que tenemos es mostrar una visión general de la biotecnología, comenzar a quitar los mitos que la rodean y plantear la importancia de la ciencia en la vida diaria. Cada uno de estos textos busca motivar al lector a profundizar más en el tema. La biotecnología no es algo ajeno a la realidad mexicana y resulta necesario voltear a ver qué está pasando en este campo, entender los pros y los contras que se deberán afrontar en un futuro que cada día está más presente. La biotecnología nos impacta a todos. El futuro ya está aquí.

Luis Guillermo Natera Orozco


Biotecnología: vertientes e implicaciones

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Los opinólogos y la biotecnología Por: Grace

Salamanca

Alumna de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura que imparte el iteso

"Los grandes opinólogos no tienen cabida frente a los nuevos retos que vivimos en materia de biotecnología"

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ómo se puede construir una opinión respecto a las cada vez más nuevas y más cambiantes tecnologías que involucran los conocimientos biomédicos? Hacerlo es una tarea concreta, que involucra entender que cada caso es diferente y saber que no todas las respuestas serán válidas siempre. Esto implica que no se puede tener una opinión fija ni sobre la biotecnología, ni sobre ninguno de “los grandes temas” que se derivan de ella. Para comenzar, habría que precisar lo que se entiende por biotecnología. Es importante señalar que este término no tiene un solo significado. Por ejemplo, con esta palabra podemos referirnos a la modificación genética de plantas, animales y humanos, a la generación de tecnologías para la salud, a la experimentación clínica con distintos seres, al estudio de nuevos procedimientos quirúrgicos, a la generación de nuevas terapias o a la investigación sobre formas de diagnosticar o conocer enfermedades –que pueden ser comunes o no-, entre muchos otros posibles temas. De esta manera, no existe una sola biotecnología, ni una lista de temas por resolver, sino que estos van cambiando con las épocas y los nuevos descubrimientos. Pero no sólo eso, la misma práctica biotecnológica adquirirá diferentes significados dependiendo de las condiciones sociales, económicas y políticas en las que se pretenda llevar a cabo. ¿Es igual invertir diez millones de pesos para descubrir las causas de la diabetes en México que en Finlandia o el Congo? No, no lo es. Puesto que entran muchos factores en juego, como: los fondos para la investigación, la preparación de los investigadores que pretenden

realizarla, la función que tendrían los resultados. La incidencia de la enfermedad en el país, entre otros muchos factores. Si esto es cierto, ¿cómo se puede formar una opinión sobre la biotecnología? ¿Cómo podemos saber cuándo conocemos suficiente del tema para poder emitir una opinión? La dificultad para generar una opinión sobre la biotecnología radica en que ésta no es una sola cosa, ni significa lo mismo en todas las prácticas que incluye, ni las mismas prácticas son iguales en los lugares donde se realicen. Lo primero que se debe tener en mente al pensar las dimensiones éticas y políticas de la biotecnología, si es que se quiere fundamentar una opinión sólida, es que las circunstancias hacen toda la diferencia. Y esto significa comprender que nunca se puede tener una sola opinión sobre los transgénicos, el aborto o la clonación; cualquiera de éstas no son más que juicios que muestran prejuicios y que no se refieren a ningún caso concreto; y dado que no hacen referencia directa a la realidad no asumen ninguna responsabilidad. Se podría decir que hablar a nivel general es hablar barato, porque no se pierde nada y sin embargo se reproducen prejuicios y desinformaciones. Las grandes opiniones sobre los grandes temas de biotecnología quedan confinadas a las discusiones prejuiciosas. Por lo que si queremos hablar de biotecnología para regular la práctica, para saber qué hacer y cómo decidir en los hospitales, en los centros de investigación, en los contextos públicos y políticos, nacionales e internacionales, se tendrá que volver a tomar en cuenta las circunstancias específicas y a hacer afirmaciones para cada caso concreto.

Para formar una opinión sobre cualquiera de los temas que implica la generación de conocimiento biomédico se necesita un entendimiento respecto del tema, es decir un mínimo de compresión sobre el contenido, en términos científicos. No puede ser una posición general, no podemos hablar de “transgénicos”, sino del “alimento modificado genéticamente x”. Después de situar el caso del que hablamos, hace falta comprender las condiciones socioculturales que rodean ese tema. Siguiendo con el ejemplo anterior, habría que saber quién lo realizó, con dinero de quién, qué riesgos biológicos, ambientales y sociales implica, quiénes se benefician o perjudican, tanto con su uso como con su prohibición. Una vez que se recabe la información del tema –siempre acotado a un caso concreto- vendrá el momento de decidir sobre él, decidir si se está a favor del uso del «alimento modificado genéticamente x», en la población tal, producido por tales, etc. Lo importante aquí, es que se debe considerar que siempre habrá razones para decir que sí y siempre habrá razones para decir que no. En la mayoría de los casos hay fuertes argumentos de los dos lados (casi siempre los argumentos de cada lado responden a distintos campos: económico, de salud, familiar, social, ambiental, etc.) y lo que se hace es optar por un valor por encima de los demás. Construir una opinión a la altura de los temas biomédicos que se están generando en nuestra época exige la mejor de nuestras reflexiones. No es posible en nuestro contexto, volver a grandes opiniones que tienen más excepciones que afirmaciones. Los grandes opinólogos no tienen cabida frente a los nuevos retos que vivimos en materia de biotecnología.


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Los alimentos genéticamente modificados: ¿solución a la hambruna o riesgos para la diversidad? Por: Eduardo

Michel Camacho y Miguel Camarena Sainz

conjunto con la aparición “inesperada” del parásito Phytophthora infestans, causó la pérdida del 90% de las cosechas. Esto nos muestra que los AMG generan fuertes incentivos económicos para la adopción de semillas supuestamente más eficientes. Sin embargo, lo que necesitamos es generar incentivos que den cuenta de la disyuntiva que existe entre eficiencia y biodiversidad, incorporando el riesgo de una catástrofe alimentaria. El planeta es frágil no-linealmente a la biodiversidad: entre más perdemos, más daño nos hacemos a nosotros mismos (cómo si cayéramos de más alto). Precisamente porque necesitamos alimentar a una población que crece exponencialmente es indispensable que evitemos cometer errores que tengan consecuencias fatales. La única apuesta que tenemos es la diversificación, es decir, no pongamos todos los huevos en una misma canasta. El problema de los incentivos Monsanto (empresa líder en la comercialización de AGMs y que está valuada en más de 750 miles de millones de pesos mexicanos, aproximadamente 9 veces el Presupuesto de Egresos 2014 de Jalisco) muestra la importancia de este mercado en la economía global. Esta compañía enfrenta incentivos perversos, puesto que obtiene un gran beneficio pecuniario de la creación y comercialización de los AMG, sin embargo, los riesgos de un ecocidio causado por la pérdida de biodiversidad o las consecuencias no buscadas de la modificación genética de los organismos las enfrentamos todos. Esto es inaceptable. Creemos que esto representa una falla de mercado para la cual hay una gran oportunidad de corrección mediante políticas públicas. Los AMG tienen un gran potencial para ayudar a la humanidad a enfrentar los retos de una población que crece en forma exponencial, en un planeta con recursos naturales limitados. Sin embargo, el debate debe tomar en cuenta los riesgos e implicaciones que el uso de esta tecnología representa para la sociedad en su conjunto. Las políticas públicas deberían enfocarse no en prohibir el uso de esta nueva tecnología, ya que existen suficientes incentivos económicos y sociales para adoptarla, sino en proporcionar un marco institucional para que se reduzcan al mínimo los riesgos y las consecuencias potenciales de una catástrofe sean asumidas por quienes la causen. 2

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a humanidad se encuentra en una coyuntura apremiante para proveer alimentos a todos los habitantes del planeta. En este momento, un poco más de 7 mil millones de personas pueblan la tierra: requieren de sustento y vivienda. Por fortuna, la tecnología ha avanzado lo suficiente para crear súper semillas que mejoran sustancialmente la productividad de los cultivos. Sin embargo, esta tecnología no sólo tiene impactos positivos. Creemos que el debate del impacto de los Alimentos Modificados Genéticamente (AMG) debe incorporar un análisis de riesgo sobre las amenazas que presenta a la biodiversidad del planeta. En el presente texto procederemos a desmitificar algunas falacias que se usan para justificar el uso desmedido de los AMG. Sin embargo, es necesario realizar algunas precisiones en la que nos apoyaremos más tarde: 1) los seres vivos y ecosistemas son no-linealmente frágiles, por ejemplo, causa mucho mayor daño una caída desde 5 metros de altura que 5 caídas desde un metro (esto es una propiedad fundamental de la vida en la tierra); 2) las modificaciones de alto nivel a bajo nivel producen errores distintos que las modificaciones de bajo nivel a alto nivel , los errores en las modificaciones particulares causan daños localizados y contenidos, al contrario del impacto de las modificaciones generales. Los agricultores lo han hecho por milenios, y hasta ahora hemos logrado una agricultura más productiva. Hasta hace solamente unas décadas, los agricultores no tenían acceso a las técnicas de biología molecular que hacen posible los niveles de modificación genética de los organismos que tenemos hoy 1

1 Intentamos hacer una traducción de Top-Down y bottom-Up, respectivamente.

en día. Estas modificaciones estaban acotadas (no se podía poner el material genético de un pez en un jitomate) y sus efectos estaban limitados por la geografía. Por ejemplo, los aztecas hicieron cruzas selectivas de teosinte para aumentar la productividad de sus cultivos. Las repercusiones de cualquier efecto negativo de sus manipulaciones genéticas no afectaban a los agricultores en otros continentes y el alcance de sus modificaciones era muy limitado, es decir fueron alteraciones de bajo nivel a alto nivel. Por otra parte, las nuevas tecnologías nos permiten hacer cambios cada vez más invasivos en el material genético de los organismos y la globalización permite vender la misma semilla en los cinco continentes, es decir modificar de alto nivel a bajo nivel. El progreso tecnológico nos ha estado llevando hacia modificaciones que representan un riesgo sistémico mayor y la tendencia es cada vez más fuerte. Afirmar que hasta ahora no ha pasado nada es un error de lógica. No confundamos la ausencia de evidencia con la evidencia de ausencia. Necesitamos cultivos más eficientes para alimentar a la población. Cuatro palabras: La gran hambruna irlandesa. Entre 1845 y 1852 murieron por inanición aproximadamente un millón de irlandeses, la mayoría de las clases sociales más desfavorecidas, y otro tanto se vio obligado a emigrar de manera desesperada causando una reducción drástica de entre un quinto y un cuarto de la población de la isla. Esta colosal tragedia tiene como una de sus causas fundamentales la pérdida drástica de biodiversidad en los cultivos de papa, que era el principal alimento de las clases sociales desfavorecidas. Los agricultores irlandeses, en nombre de la productividad, clonaron ejemplares más “eficientes” de la papa Lumper Irlandesa, que en

2 Una correcta administración de riesgos siempre considera los escenarios catastróficos, incluso si se asigna una probabilidad muy pequeña de ocurrencia.


Biotecnología: vertientes e implicaciones

Craig Venter

padre de la primera especie sintética del planeta Por:

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Liliana Camacho Ortega

n el año 2010, por primera vez en la historia de nuestro planeta, un organismo sintético creado por humanos comenzó a vivir y a reproducirse. Las implicaciones que esto conlleva son un nuevo reto y responsabilidad para los que comienzan a entender cómo funciona el código de la vida. Según su página de Facebook, Craig Venter es un bioquímico estadunidense. Nació el 14 de octubre de 1946 en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos. Nunca fue buen estudiante, en parte por tener algunos problemas relacionados con el síndrome de déficit de atención. En su juventud participó en la guerra de Vietnam a pesar de estar en contra de ésta. Mientras servía para el ejército intentó suicidarse nadando mar adentro, pero cambió de parecer y regresó. Su contacto con jóvenes soldados heridos y moribundos le dio el deseo de estudiar medicina, aunque después cambió a la investigación bioquímica. Con ayuda de fondos privados, él y su grupo encabezaron las primeras investigaciones que -a la par de otra con fondos públicos- lograron descifrar la secuencia del genoma humano en el año 2000. Una década después, su empresa fue la primera en transferir una célula con un genoma sintético. Venter ha tenido un papel polémico por su interés en patentar algunos de los descubrimientos que ha realizado y por la naturaleza misma de estos. Su entusiasmo por la genética lo llevó a buscar formas más rápidas de descifrar el código con un proceso llamado shotgun sequencing. Sin embargo, otros científicos pensaron que era un método inexacto y continuaron con otro más lento (clone-by-clone). Por la impaciencia que esto le ocasionó, buscó fundar su propia empresa con ayuda del sector privado. De esta forma se convirtió en uno de los fundadores de Celera (www.celera.com) que hace diagnósticos celulares con finalidades médicas de prevención. Desde Celera, Venter se dedicó a la investigación sobre el genoma humano, usando su propio código genético y el de otras personas para hacer la decodificación del mismo. Fue despedido de Celera en el 2002 por conflictos que existían desde la fundación del proyecto con el socio mayoritario de nombre Tony White. Al siguiente año comenzó un viaje en barco alrededor del mundo con la finalidad de recolectar microorganismos para su base de datos de investigación The Global Ocean Sampling Expedition (GOS). En 2005 creó el Instituto J. Craig Venter (www.jcvi.org/) y co-funda Synthetic Genomics, la cual se dedica a investigar sobre el uso de microorganismos con fines de producción de combustibles y agentes bioquímicos amigables con el medio ambiente. Para el año 2007 descubre cómo

crear cromosomas de manera artificial por medio de elementos químicos. Gracias a este descubrimiento en el 2010 su laboratorio logró insertar código genético sintético en una bacteria llamada Mycoplasma genitalium. Esta bacteria ahora se comporta como lo que le fue insertado de forma artificial y es fácilmente reconocible cuando se reproduce porque cuenta con un pigmento azul y una “marca de agua” guardada en su código genético que incluye los nombres de los creadores, una tabla en código del alfabeto, tres citas y la dirección web de la célula. Venter busca la patente de esta nueva forma de vida a la cual ha llamado Mycoplasma laboratorium. Sus apariciones en los medios incluyen varios libros publicados, charlas TED y artículos en revistas científicas de todo el mundo, además de estar dentro de la lista de Times de las 100 personas con mayor influencia del mundo. Dentro de las tareas de su instituto se encuentra

"Pronto los científicos podrán utilizar impresoras 3D para crear vida sintética e incluso recrear secuencias genómicas" la investigación sobre las implicaciones éticas de los descubrimientos realizados. Él afirma que se trata de una “ciencia buena”, ya que puede ayudarnos a entender más sobre el mundo donde vivimos, reparar y evitar daños ambientales, así como mejorar la calidad de vida de forma más económica e individualizada por medio de la medicina preventiva. El avance en estas investigaciones propicia que cada vez sea más fácil y rápida la creación de nuevas tecnologías. El propio Craig Venter ha mencionado que pronto los científicos podrán utilizar impresoras 3D para crear vida sintética e incluso recrear secuencias genómicas extraterrestres encontradas en otros planetas. Es importante conocer las implicaciones negativas de este conocimiento (entre ellas armas biológicas, mutaciones inesperadas y cambios en los ecosistemas) y evitarlas en lo posible; al mismo tiempo que entender que la búsqueda de conocimiento es parte de nuestra naturaleza y en ese sentido es algo que no se puede contener.

Información obtenida en estos sitios: • www.economist.com/node/9333408 • www.sciencemag.org/content/329/5987/52.abstract • www.csmonitor.com/Science/2010/0521/J.-Craig-Venter-Institute-creates-first- synthetic-life-form • www.newstatesman.com/global-issues/2010/09/gene-genius-craig-venter-life • www.facebook.com/pages/Craig-Venter/109105432448492#

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"Socialmente tenemos que

conocer más y discutir acerca de los transgénicos" Entrevista con Cristobal Camarena Bernard, coordinador de la Ingeniería en Biotecnología del iteso

Por:

Susana Larios

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l futuro nos alcanzó. Muchos de los libros de ciencia ficción que hablan acerca de la recomposición genética y de la creación de especies vegetales, animales y humanas más resistentes a los avatares de la vida fueron rebasados por la tecnología actual. Sin embargo, estos desarrollos no están exentos de los dilemas éticos, políticos y económicos que atraviesan el ser y estar en el mundo moderno. Hoy es posible desarrollar cultivos que generan sus propias defensas contra las plagas, alimentos más nutritivos, vacunas y medicamentos que atacan enfermedades como la diabetes, el mal de Parkinson, o los virus del papiloma humano y la influenza, por mencionar algunos. Además, es posible generar combustibles a partir de desechos orgánicos y disminuir el impacto al medio ambiente que generan los hidrocarburos. Estos avances podrían ser la solución a los problemas de la humanidad: hambruna, enfermedades terminales, polución, etc. Pero, ¿cuáles son sus costos? ¿A quiénes benefician? ¿Cómo afectan? ¿Cómo se distribuyen sus beneficios y sus costos? ¿Quiénes piensan y discuten sus implicaciones? Cristóbal Camarena Bernard, investigador y coordinador de la carrera de Ingeniería en Biotecnología del ITESO, habla acerca de las implicaciones e impacto de la biotecnología en la sociedad, así como de los debates necesarios para su aplicación en el contexto mexicano. El académico, que ha participado en proyectos de investigación financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) encaminados al desarrollo de biocombustibles, expone que este tipo de tecnología basada en la síntesis biológica está presente, en mayor o menor medida, en la vida de los seres humanos. «No todos nosotros, todos los días, estamos en contacto con ella; pero, en la

mayoría de los centros de salud, está la biotecnología presente», añade. Es en las áreas de alimentación y medicina donde las síntesis y reconfiguraciones genéticas ya son una realidad que no está libre de prejuicios.

¿Cuál cree que es el principal problema de los transgénicos en México?

Yo creo que la principal barrera es el desconocimiento. Mucha gente puede estar en contra de los transgénicos sin siquiera saber qué son, qué implican o qué aspectos, tanto positivos como negativos, puede tener la producción y el uso de los transgénicos. Comerlos, vestirlos y producirlos. Finalmente, sí tienen impactos, está comprobado, pero a veces hacemos juicios sin conocer qué son y qué efectos tienen. Segundo, desconocemos también a fondo los efectos negativos. Los positivos los conocemos: producimos más, producimos con menos insecticidas o menos fertilizantes. Lo que no conocemos a fondo son los efectos: los efectos en el medio ambiente (por producirlos), los efectos en la salud (por consumirlos) y los cuales son muy complicados de llegar a conocerlos en tan poco tiempo.

"Diseñar organismos manipulando sus genes es posible" Pero el desconocimiento de los efectos negativos de los alimentos genéticamente modificados no es la única barrera a su producción y consumo. El especialista explicó que uno de los temores asociados a este tipo de cultivos es el oligopolio alrededor de la producción y comercialización de semillas.


Biotecnología: vertientes e implicaciones

¿Cuál es la barrera para la aplicación de esta síntesis en la producción de alimentos?

-Las barreras genéticas que imponen las empresas que los desarrollaron impide que las semillas se reproduzcan en segunda o tercera generación, lo que elimina la posibilidad de conservar los granos para ciclos agrícolas posteriores. Ese sistema que tenían los agricultores de sembrar y cosechar el 80 por ciento y el resto guardarlo para su siembra del próximo año ya no se puede con esas barreras que se están imponiendo. Esto causaría un monopolio. Al tratarse de productos de primera necesidad se enciende la alarma: en todos los países es cuando empiezan a surgir los temores de parte de la sociedad civil, de los organismos de gobierno, de los ambientalistas. Estos son los temas que deberían discutirse de manera profunda y muy pocas veces se hace. Este tipo de aplicaciones deben ser sometidos a profundas discusiones acerca de las implicaciones éticas políticas y económicas de modificar genéticamente organismos, ya sean vegetales, animales o humanos.

¿Salud, alimentación y medio ambiente son los tres temas en los que hay que reflexionar ética, política y económicamente para generar un mayor desarrollo?

-Yo creo que son los principales. Finalmente la biotecnología es donde mayor campo tiene, (…), pero sobre todo el área médica y de alimentos es donde la ética debe o debería tener mayor campo de debate en la biotecnología. Empieza a haber conflictos con algunos países por su rechazo de alimentos transgénicos. Las implicaciones son bastante fuertes (…). La cuestión política tiene un gran queha-

cer en estos temas. La situación está un poco en manos de los políticos, pero también de los investigadores.

¿Cuál es el panorama de la biotecnología?

-Es un poco complicado. El panorama está detenido en muchos países. La Unión Europea prohíbe el consumo de alimentos transgénicos, México la prohíbe casi en su totalidad, aunque algunas lagunas que están aprovechando ciertas empresas. En general está prohibido el uso, el consumo y el cultivo de transgénicos (…). Políticamente el tema está trabado.

¿Cuáles son sus reflexiones al respecto de las implicaciones éticas asociadas a la biotecnología?

-Definitivamente hay muchas aplicaciones de la biotecnología que pueden tocar temas sensibles. El tema del manejo genético se ha hecho por mucho tiempo en bacterias sin mucho ruido, (…) pero las voces comienzan a levantarse cuando estos desarrollos se llevan a cabo en plantas, animales y por supuesto, en humanos. Lo que se tiene que buscar en los debates es la reflexión acerca del uso de la biotecnología para que estas aplicaciones tengan un impacto positivo para el conjunto de la sociedad, el medio ambiente y que además propicien un entorno de desarrollo sustentable. Es urgente que los hacedores de leyes y los científicos se sienten a discutir para regular el uso de la biotecnología.

¿Cómo pensar políticamente a la biotecnología?

-La cuestión política en México, y en general, no esta tan vinculada a la cuestión científica y ahí está el tema de legislar sin conocer. Hay lagunas en las legislaciones y hay de repente legislaciones que pueden llegar a ser

absurdas si no se tiene el trasfondo técnico-científico que entiende estas cuestiones.

La cuestión política en México no está tan vinculada a la ciencia, se legisla sin conocer, afirma En este sentido, ¿cuáles son los elementos más urgentes de regular?

-Yo creo que la parte agrícola. Habría que regularla de una manera sustentable porque si lográramos superar las barreras, tanto políticas como míticas, ambientales y de salud, podríamos aprovechar muy bien, tener cultivos más sanos y menos contaminantes. Otro tema sensible es el de las aplicaciones médicas. Si bien la biotecnología aporta muchas ventajas, vacunas, proteínas para uso terapéutico en el tratamiento de cáncer o enfermedades crónico-degenerativas; existen otras aplicaciones que pueden tocar fibras sensibles, por ejemplo, la manipulación de embriones en las que se busquen características definidas. Diseñar organismos manipulando sus genes es posible. Sin embargo, los debates acerca de las implicaciones de estas modificaciones y su impacto en la sociedad siguen abierto y son abordados desde distintos frentes. No son sólo los científicos o los políticos los que elevan la voz, también las organizaciones de la sociedad civil apuestan por contribuir a estas discusiones de cara a la mercantilización del conocimiento.

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Patentes biotecnológicas de vegetales en México Por:

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Andrea Flores Ch.

a Unión Europea es líder en patentes biotecnológicas de vegetales. De acuerdo al último informe anual de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales de la Unión Europea recibió el número más elevado de solicitudes con 2 mil 868 en 2012, seguida por las Oficinas de China (mil 583) y Ucrania (mil 281). México actualmente tiene más de mil 700 solicitudes de Título de Obtentor y mil 181 patentes de este tipo otorgadas desde mediados de los noventa. En los últimos tres años se han concedido 473 títulos, lo que indica un crecimiento para México en este tema, pero muy debajo de las cifras europeas. Los investigadores agrícolas invierten tiempo, dinero y esfuerzo con oportunidades de mercado para conseguir un producto biotecnológico, sin embargo, su reproducción o imitación es relativamente sencilla, de ahí surge la emergencia de la biotecnología con complejidades para cambiar la concepción de este tipo de patente, generando un debate entre la moral y el orden jurídico, ya que se trata de beneficios económicos a partir de organismos vivos. En el caso de México, se le da importancia al registro y a la protección legal de variedades vegetales

ante el catálogo nacional mediante un Título de Obtentor de Patente Biotecnológica respectivamente; esta figura jurídica impacta en la competitividad, innovación, inversión y beneficios directos a productores, investigadores, obtentores y comerciantes. El resultado de una variedad vegetal mejorada o nueva puede protegerse mediante una solicitud que se recibe en el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas, que es el que decide si se obtiene o no la nueva variedad vegetal. Esto depende de su producción en el campo, su forma de beneficiar, acondicionar y hasta la manera en que se almacena la semilla para saber si realmente el origen y calidad de las semillas pueden ser verificados. Así mientras los típicos requisitos mundiales para obtener el título de patente son: novedad, actividad inventiva y utilidad industrial; para el sistema mexicano de derechos de obtentor vegetal son: distinción/ novedad, homogeneidad, estabilidad y adecuada denominación. En este último aspecto los especialistas en protección de propiedad intelectual recomiendan no cambiar la denominación de la variedad vegetal en los países donde se pida la patente biotecnológica para que resulte aplicable en la legislación extranjera.

Una variedad vegetal de acuerdo a nuestra Ley Federal de Variedades Vegetales es la “subdivisión de una especie que incluye a un grupo de individuos con características similares y que se considera estable y homogénea”. Esta ley permite el aprovechamiento exclusivo de la obtención de variedad vegetal durante 18 años para vides, especies perennes (forestales, frutícolas, ornamentales) y sus portainjertos y 15 años para las demás especies no incluidas en la lista anterior. Después de ese plazo pasa a ser de dominio público. Por otra parte, las personas que cometan faltas a los derechos de propiedad intelectual de una variedad vegetal pueden ser acreedores de una multa que va desde los 65 mil 580 pesos a los 655 mil 800 pesos, de acuerdo al criterio del juez. Necesitamos en México una legislación que promueva y facilite la investigación de mejoras de las variedades vegetales, pero que al mismo tiempo, proteja los cultivos tradicionales y a los consumidores. Las cifras en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV) indican que en México las semillas de Maíz encabezan la búsqueda de patente biotecnológica. Fuente: Ompi www.wipo.int/export/sites/www/ ipstats/es/wipi/2013/pdf/wipo_ pub_941_2013_highlights.pdf (pág 13)

Estadísticas

Hay 2043 variedades de 57 especies registradas en el CNVV Principalmente Maíz (1116), Sargo grano (199), Trigo (115), Frijol (80), Papa (51) y Nopal (46). Mientras en la categoría de Otros se encuentran Cempoálxochitl (30), Xoconostle (29), Chile (24), Arroz (22), Avena (21), Soya (20), Cártamo (18), Garbanzo (18), Aguacate (17), Durazno (16), Pastos (16), Chayote (14), Cebada (12), Cocotero (11), Tomate de cáscara (11), Ajo (10), Pitaya (10), Nochebuena (9), Tigridia (9), Ajonjolí (8), Amaranto (8), Fresa (8), Triticale (7), Agave (6), Cacahuate (6), Haba (6), Canola (5), Dalia (5), Guayaba (5), Lirio azteca (5), Tejocote (5), Verdolaga (5), Alfalfa (4), Jamaica (4), Mango (4), Papaya (4), Limón mexicano (3), Mijo (4), Algodón (2), Cebolla (2), Crisantemo (2), Higuerilla (2), Portainjerto Lima-Limón (2), Alcachofa (1), Cacao (1), Café (1), Chabacano (1), Chenopodium (1), Estrella de coral (1), Mandarina (1) y Nogal pecanero. Fuente gráfica: snics.sagarpa.gob.mx/dov/Documents/CNVV_2014_trimestre.pdf

Otros, 21% Nopal, 2% Papel, 2% Frijol, 4%

Sorgo, 10%

Maíz, 55%


Biotecnología: vertientes e implicaciones

¿Por qué debe existir una

biotecnología mexicana? Por:

Maya Viesca

Académica del Centro de Promoción Cultural y coordinadora del Café Scientifique iteso

“M

éxico es uno de los cinco países del mundo con mayor diversidad biológica. El potencial uso de tal diversidad con fines médicos, en agricultura y en la industria representa una invaluable fuente de recursos para el país“, así enuncia su razón de ser el Laboratorio Nacional de Genómica (Langebio), organismo fundado en 2005, y perteneciente al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav). El pasado mes de julio, su director y fundador, Luis Herrera Estrella, estuvo como invitado en el Café Scientifique ITESO para hablar de uno de los temas que han resultado más polémicos en torno a la biotecnología, los transgénicos. Durante su charla surgieron temas no sólo sobre este particular asunto, sino sobre el desarrollo tecnológico en torno a la agricultura. El experto insistió en la necesidad de crear un programa nacional para que nuestro país desarrolle sus propias variedades y evite la dependencia tecnológica. “Dependemos de Montsanto, empresa estadunidense trasnacional dedicada a la tecnología y productos para la agricultura y que ha sido involucrada en diversas polémicas respecto a sus prácticas comerciales y tecnológicas, en un 90% para las variedades híbridas y comerciales tradicionales, en tomate, chile, calabaza y pepino”, precisó. Para este investigador, que entre otros reconocimientos ha recibido el premio Javed Husain de la UNESCO, el Premio de Investigaciones Científicas en Ciencias Naturales de la Academia Mexicana de Ciencias y el premio en Biología de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, resulta difícil de entender por qué el tema de las modificaciones genéticas en plantas ha causado tanta polémica y no aquellas realizadas en animales y microorganismos. “Estas modificaciones son la base para la producción de todas las vacunas recombinantes que usamos. La vacuna contra la hepatitis, la insulina, la hormona del crecimiento, el interferón, que se usa para tratamiento de cáncer. Todas esas proteínas son recombinantes, nadie se mete con eso. Como que hay un interés particular en hablar de las plantas y centrar el asunto en el maíz, revolviendo cosas culturales y económicas, porque resulta que el maíz es uno de los cultivos más importantes en términos económicos en el mundo”. Para él, lo único claro es que “los que han sido beneficiados por las campañas contra los transgénicos son las grandes empresas multinacionales,

porque al irse endureciendo las legislaciones e ir pidiendo cada vez más requisitos para poder comercializar un producto, se hace más caro el proceso de aprobación para su uso comercial. En estos momentos aprobar un producto comercial cuesta entre 10 y 50 millones de dólares. Las únicas entidades que pueden cubrir esos costos son las grandes multinacionales. Con ello simplemente han sacado del juego a las entidades públicas académicas del mundo porque ninguna puede comercializar un producto. No sé si con intención o sin intención, estas campañas han beneficiado a Monsanto”, comentó. Desde su punto de vista las campañas contra los transgénicos también han evitado que se capitalicen los beneficios más efectivos de las plantas transgénicas que no tienen que ver con los herbicidas y los insecticidas. “Es importante saber que hay una amplia variedad de transgénicos y que muchos están diseñados para mejorar la calidad del alimento o para reducir el uso de agroquímicos. Lo que no sólo reduce el costo de producción del alimento sino que tiene un beneficio para el medio ambiente, y también para la salud humana; como, por ejemplo, alimentos más nutritivos con antioxidantes para prevenir enfermedades degenerativas, entre otras”. Para él, entren o no los transgénicos, desarrollar acciones que promuevan el desarrollo tecnológico resulta estratégico. De ahí que la labor del Langebio para que establezca como su prioridad reunir equipos interdisciplinarios para desarrollar investigación de punta que genere conocimiento sobre la biodiversidad mexicana y que pueda llevar al país a su uso sostenible.

"El maíz, por ejemplo, no existía, es una creación, una manipulación genética extraordinaria hecha por nuestros indígenas" Para este biólogo que con su equipo de investigación logró descifrar el genoma completo del maíz, “lo primero que se debe saber, es que modificaciones genéticas ha habido desde que el hombre comenzó a domesticar las plantas y los animales. El maíz, por

ejemplo, no existía, es una creación, una manipulación genética extraordinaria hecha por nuestros indígenas”.

"No se puede hablar de manera genérica de transgénicos y que todos sean tratados igual" “Hay diferentes tipos de manipulaciones: las que son a través de cruzas entre individuos de la misma especie, entre individuos de especies cercanas o aquellas entre especies que ya no son tan cercanas, pero que uno puede rescatar mediante técnicas de cultivo de tejido. Por ejemplo el triticale (híbrido entre el trigo y el centeno), dos especies de cereales muy distintas desarrollado en el laboratorio a finales del siglo XIX”, comentó. “Por otro lado, están los que han sido genéticamente modificadosy en los cuales se interviene con técnicas de ingeniería genética en el laboratorio. Estos serían los transgénicos, que a su vez representan una enorme variedad de tipos de modificaciones genéticas, en los que podemos transferir genes de un organismo a otro muy distinto. Por ejemplo, de una bacteria a una planta o de una planta a otra planta; tal es el caso del frijol al maíz o del maíz al maíz”. Herrera Estrella agregó: “no se puede hablar de manera genérica de transgénicos y que sean todos tratados de manera igual. Si yo estoy metiendo genes de maíz en maíz no debía de preocuparme de la misma manera que si se hacen cruzas indiscriminadas entre razas criollas y cultivadas para generar nuevas variedades de maíz”. Finalmente, para este investigador, que fuera asesor del programa de biotecnología de la UNESCO y actual integrante del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, “lo más importante es salir de este impasse que tenemos desde hace mucho tiempo para discutir si los transgénicos son buenos o son malos. Eso ya está rebasado. Lo que tenemos que discutir es cómo los podemos usar, en dónde y para qué los queremos usar, de modo que nuestros agricultores mantengan la competitividad en ciertas áreas, para asegurarnos la producción de alimentos y para reducir el consumo de agroquímicos. La solución para competir con Monsanto es tener un programa muy sólido nacional, para dejar de depender”.

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Cuatro investigaciones recientes

en biotecnología Por:

Luis Guillermo Natera Orozco

Los avances de la biotecnología pueden sonar a ciencia ficción, sin embargo el trabajo de los científicos se puede ver en diferentes reportes y comunicados que se dan a conocer día a día en diversos sitios especializados, uno de ellos es IFLScience.com que se dedica a divulgar avances científicos de una manera entretenida e informal. A continuación cuatro avances que tiene como eje la biotecnología.

Logran curar trastorno de hígado en ratones adultos modificando sus genes

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odificar los genes de un organismo que no ha nacido resulta bastante sencillo al día de hoy, sin embargo modificar los genes de un organismo vivo es algo muy difícil. Sin embargo en el Instituto de Tecnologías de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) un equipo de genetistas liderado por Daniel Anderson logró editar los genes de un ratón adulto para curar un trastorno de hígado. Lo anterior se logró modificando el ADN del virus de tal manera que se inyectaron células al ratón que corrige la mutación de Fah, la cual origina el trastorno, por medio de las células hepáticas. El hecho de poder editar los genes de un animal adulto representa un gran avance. El desarrollo de esta tecnología puede ayudar al tratamiento de enfermedades como el Alzheimer o el Huntington además de varios tipos de cáncer. Fuente: www.iflscience.com/health-and-medicine/liver-disorder-adult-mice-repaired-gene-editing

Adolescente crea un test de VIH

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icole Ticea, una estudiante de décimo grado en Vancouver, Canadá, creó un nuevo método para encontrar VIH en la sangre. La mayoría de las infecciones de VIH suelen darse en regiones que están alejadas de los laboratorios, es aquí en donde el aporte de Ticea cobra fuerza, al permitir realizar la prueba por medio de un chip en el cual el usuario pone una gota de sangre y casi de manera instantánea se puede conocer si se está infectado. De acuerdo con la evidencia que se tiene se sabe que los tratamientos antirretrovirales pueden ser más efectivos si son aplicados en las primeras etapas de la infección, por lo que un adelanto como el de este test podría ayudar a detectar infecciones en menor tiempo. Fuente: www.iflscience.com/health-and-medicine/teenager-createsnew-hiv-test

Plantas con iluminación natural

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a compañía de biotecnología Bioglow anunció que tiene planes de sacar a la venta las primeras plantas con propiedades de luminiscencia. A partir de juntar genes de organismos que cuentan con propiedades de luminiscencia por diferentes razones como espantar a los predadores, con plantas se ha logrado generar organismos modificados que cuentan con esta propiedad de brillar en la oscuridad con su propia luz. Actualmente los genes de luminiscencia se utilizan en la investigación biológica como una clara confirmación para los científicos de que la modificación genética fue exitosa, sin embargo los planes de la compañía van enfocados a poner a la venta plantas con esta característica en un futuro cercano. Fuente: www.iflscience.com/plants-and-animals/we-may-one-day-bereading-light-houseplant

Células madre convertidas en tejido pulmonar

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n 90% de las veces los trasplantes de pulmón se encuentran con rechazo celular del órgano donado. Sin embargo esto puede llegar a cambiar, ya que estudios recientes muestran que es posible crear tejido pulmonar a partir de células madre. Un estudio publicado por el Doctor Hans-Willem Snoeck del Centro para la Inmunología Traslacional de Columbia muestra que es posible convertir células madre en células de endodermo que eventualmente pueden ser células de pulmón y llegar a diferenciarse en seis tejidos respiratorios diferentes, lo cual daría la posibilidad a los médicos de utilizar las propias células del paciente para darle un órgano sano. Fuente: www.iflscience.com/health-and-medicine/stem-cells-convertedlung-tissue


Biotecnología: vertientes e implicaciones

Predecir la ciencia:

libros y películas para imaginar la biotecnología Por:

D Medidas extraordinarias

(Extraordinary Measures, EU, 2010)

La isla

(The island, EU, 2005)

Gattaca

(Gattaca, EU, 2005)

e vez en cuando la imaginación se adelanta al hecho. Artefactos que se vuelven tangibles en imágenes y letras, tiempo antes de que sucedan. Así, el escritor Julio Verne escribió sobre viajes aéreos y submarinos eléctricos mucho tiempo antes de su invención, previo, incluso de que se diseñaran máquinas para llevar al hombre más allá de la tierra. De igual manera, el uso de organismos vivos para la creación de nuevos productos, procesos o servicios (la biotecnología) ha sido imaginada en diferentes formas tanto en la literatura como en la pantalla, ofreciendo mundos nuevos que poco a poco dejan de ser imaginarios. En Un mundo feliz de Aldous Huxley (Brave New World, Reino Unido, 1932), todos los niños son concebidos en probetas. Genéticamente condicionados para pertenecer a una de las cinco categorías de población: desde la más inteligente (Alpha) hasta la más torpe (Epsilones). Más allá del discurso socio-político sobre una sociedad perfecta, Huxley se adelantó al primer niño de probeta, Louise Brown, que nacería en Inglaterra en 1978 “Un óvulo, un embrión, un adulto: la normalidad” - escribió Huxley - “una producción de noventa y seis seres humanos donde antes sólo se conseguía uno. Progreso”. Y hablando de sueños, en La Isla (The Island, Estados Unidos, 2005) los humanos anhelan ser los afortunados ganadores de un viaje a una Isla paradisiaca lejana a la supuesta contaminación que ocupa a la tierra. Atentos a la lotería, los personajes ignoran que el mundo perfecto que habitan es en realidad un gran banco de órganos. Dirigida por Michael Bay, esta película abre la discusión a las implicaciones científicas, éticas y morales de la clonación en general. Vale la pena ver esta película, sobre todo después de que en el 2013 un grupo de científicos estadunidenses consiguió por primera vez células madre embrionarias con el mismo ADN (clonadas) de un adulto. Los científicos insisten en que no se trata de obtener personas clonadas, sino en llegar a la fase de blastocisto del embrión (alrededor de los cinco o seis días de desarrollo) para extraer las células madre. Teóricamente, estas podrían luego diferenciarse en tejidos que el paciente necesitara para un autotrasplante, que, como tendrían el mis-

Eunice D. García

mo material genético que el receptor, podrían usarse sin riesgo de rechazo. Sobre imaginar la clonación y sus alcances, la revisión de Los niños del Brasil (The boys from Brazil) es más que necesaria. Tanto la novela de Ira Levin (1976) como la adaptación cinematográfica de Franklin J. Scheffer (1978) relatan los experimentos del doctor Mengele, refugiado en Brasil, con los que logra la clonación de noventa y cuatro réplicas de Adolf Hitler. Sin embargo, para asegurarse de que las réplicas sean exactas más allá de los genes, Mengele se esfuerza por recrear lo mejor posible el ambiente en el que creció el dictador. En el 2013, la empresa estadunidense de biotecnología 23andMe aseguró una patente para concebir bebés a la carta en ese país, que se basaba en un análisis de pruebas de ADN de los padres, para ofrecer así un pronóstico sobre el color de pelo, ojos o propensión a la enfermedad de sus hijos. Sin embargo, debido a la controversia generada, actualmente la empresa se limita a proporcionar informes genéticos relacionados con la ascendencia «datos genéticos en bruto sin interpretar». En Gattaca (Estados Unidos, 1997) Andrew Niccol presenta un mundo donde es posible la selección genética extrema, la creación de seres humanos genéticamente inmaculados. «Nunca entenderé lo que empujó a mi madre a poner su fe en las manos de Dios y no en las de su genetista» se lamenta Vincent, el protagonista que sueña con viajar al espacio. Un genetista como el que plantea Gattaca, hubiera evitado el calvario que se presenta en la película Medidas extraordinarias (Extraordinary Measures, Estados Unidos, 2010). Inspirada en la historia real de John Crowley. En Medidas extraordinarias el director Tom Vaughan plantea no sólo las dificultades en el ámbito familiar ante una enfermedad, en este caso la enfermedad de Pompe, sino los obstáculos a los que se enfrenta una investigación médica en manos de un científico poco convencional. El repertorio de películas que abordan a la biotecnología es amplio. El cine nos permite imaginar y estirar los alcances de la ciencia, por lo que no tiene nada de ocioso mirar alguna de estas obras y reflexionar sobre lo que encontramos en ellas. Sólo queda observar con atención para ver si podemos adivinar hasta donde llega la ciencia y dónde comienza la ficción.

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Para saber más... sobre biotecnología Por:

Carlos Enrique Orozco

Académico del Departamento de Estudios Socioculturales del

Bio…¿qué? Biotecnología, el futuro llegó hace rato Alberto Díaz Colección Ciencia que ladra Siglo Veintiuno editores, Argentina y Universidad Nacional de Quilmes Editorial, Buenos Aires, 2005.

Biotecnología para principiantes Renneberg, Reinhard Reverté, Barcelona, 2012.

Alimentos transgénicos. Ciencia, ambiente y mercado: un debate abierto Julio Muñoz Rubio (Coord.) Siglo Veintiuno editores, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencia y Humanidades, UNAM, México, 2004.

iteso .

La

colección Ciencia que ladra, quizá la mejor colección de divulgación de la ciencia en América Latina, dedica este pequeño libro al tema de la biotecnología con una propuesta de científicos, en este caso el biólogo Alberto Díaz, que buscan “asomar la cabeza fuera de los laboratorios y contar las maravillas, grandezas y miserias de la profesión”. El texto de Díaz, claro y ameno, está centrado en cuatro temas: a) la cercana relación entre la investigación y la industria; b) la necesidad del surgimiento de nuevas empresas más innovadoras y horizontales en su estructura; c) el avance continuo del conocimiento y d) las implicaciones sociales, éticas y legales de la biotecnología que debe imponer criterios de uso a los científicos y a las industrias que la aplican. Alrededor de los cuatro temas que están presentes en los capítulos del libro, Díaz define, cuenta, narra y opina, pero sobre todo explica, una visión general de la biotecnología, en particular la asociada a la medicina y las agroindustrias, pensando en lectores que no tienen antecedentes sobre el tema, pero que son curiosos e inteligentes. En varias partes del libro, el autor hace guiños a políticos y funcionarios públicos (argentinos, pero podrían ser mexicanos) para que se interesen en conocer más sobre este tema para que sus decisiones en leyes, normas y políticas públicas estén mejor sustentadas. El libro incluye nueve capítulos, un útil glosario, una bibliografía comentada y una lista de sitios en Internet sobre biotecnología.

“O

dio los libros aburridos...”, escribe el autor en la presentación de Biotecnología para principiantes; y con esa motivación escribe este texto con muchas gráficas, ilustraciones y anécdotas para introducir al lector, estudiantes de preparatoria, universidad, periodistas o cualquier interesado, en la biotecnología. El primer capítulo trata sobre los orígenes a partir de la cerveza, el pan y el queso como sustentos de la civilización, continúa con las enzimas para llegar a la ingeniería genética. Luego se centra en la biotecnología blanca, la que da sustento a la medicina, para concluir con un capítulo sobre la biotecnología verde, la que puede contribuir a mejorar el medio ambiente. La obra puede usarse como como libro de texto, incluye preguntas al final de cada uno de los siete capítulos, o como un “divertido recorrido, esperando que el lector se quede intrigado e inspirado para buscar más información sobre la biotecnología”.

E

ste libro está compuesto por 17 textos que tuvieron su origen, la mayoría de ellos, en una serie de charlas presentadas por investigadores de la UNAM en un ciclo titulado Alimentos transgénicos: un problema y una solución desde la interdisciplina en 2002. A pesar del tiempo transcurrido, muchos de los trabajos todavía son vigentes porque los temas que tratan (ingeniería genética, biotecnología, agricultura sustentable, riesgo y participación pública, manipulación del maíz, entre otros) no sólo no se han resuelto satisfactoriamente, sino que siguen estando en el centro de la discusión de los expertos y los interesados en la ciencia, el medio ambiente y la alimentación en México. Como era de esperarse en un grupo plural de investigadores, no hay una postura única o hegemónica en los temas tratado. Hay quienes, como Francisco Bolívar Zapata, defienden la biotecnología moderna como una alternativa viable y deseable para el desarrollo de México y también está la postura contraria, como Ana de Ita Rubio quien afirma que usar maíz transgénico en nuestro país es como apagar el fuego con gasolina. Lo valioso de este libro es que el tema de los alimentos transgénicos está tratado con la convicción de que, en palabras del coordinador de la obra, “una solución satisfactoria para esta problemática requiere por fuerza de esa reflexión integral e interdisciplinaria”.


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