4 minute read
Meliponicultura en Tamaulipas: Contribución Biocultural
from La Jornada del Campo
by La Jornada
Rodolfo Torres de
Santos • Guadalupe Bustos Vázquez • Jovani Ruíz Toledo • Hermilo Lucio Castillo Unidad Académica Multidisciplinaria Mante , Universidad Autónoma de Tamaulipas rotorres@docentes.uat.edu.mx
La Meliponicultura, también conocida como la cría de abejas sin aguijón, es una práctica ancestral que ha sido llevada a cabo por diversas culturas de todo el mundo. En México, esta actividad ha sido practicada durante miles de años por los pueblos prehispánicos, quienes descubrieron las propiedades medicinales y culinarias de la miel de abejas sin aguijón, así como su importancia en la polinización de los cultivos. Las abejas sin aguijón son una especie de abeja nativa de América Latina, y son conocidas por su papel en la polinización de los cultivos, así como por la producción de miel y otros productos como propóleo y cera. A diferencia de las abejas melíferas europeas, las abejas sin aguijón no pican y no son agresivas, lo que las hace ideales para la cría en entornos urbanos y rurales.
En el estado de Tamaulipas, en el noreste de México, la Meliponicultura se practica por algunas poblaciones rurales y de montaña, pero, en general es poco conocida por el resto de la población estatal. Además, estos pequeños productores desconocen la totalidad de los beneficios de las abejas nativas sin aguijón. Estas comunidades han mantenido una estrecha relación con la naturaleza, y han aprendido a utilizar los recursos naturales de manera sostenible, incluyendo la cría de abejas sin aguijón.
La Meliponicultura puede generar ingresos para las comunidades locales en pobreza. La miel de abejas sin aguijón es altamente valorada por sus propiedades medicinales y culinarias, y es considerada un producto de lujo en algunos círculos gastronómicos.
Las familias rurales en Tamaulipas no comercializan su miel, pero si la emplean como recurso alimentario, y en pocos casos, en la curación de heridas superficiales.
En Tamaulipas, existen proyectos que promueven la Meliponicultura como una forma de conservar la biodiversidad y los conocimientos tradicionales de las comunidades rurales. Estos proyectos incluyen la capacitación de los habitantes locales en técnicas de cría de abejas sin aguijón, la promoción de la comercialización sostenible de miel y otros productos de la colmena. Estos proyectos están coordinados por investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, específicamente de la Unidad Académica Multidisciplinaria Mante. Sin embargo, en estas comunidades, la participación de las mujeres en la Meliponicultura ha sido históricamente limitada debido a factores culturales y económicos.
En las comunidades rurales de Tamaulipas, las mujeres suelen enfrentar mayores niveles de pobreza y desigualdad de género que los hombres. La falta de acceso a recursos y oportunidades económicas limita su participación en la Meliponicultura y otras actividades productivas. Además, las mujeres suelen enfrentar barreras culturales que limitan su acceso a la educación y la capacitación. Sin embargo, la participación de las mujeres en la Meliponicultura puede ser una forma efectiva de reducir la pobreza y promover la igualdad de género en las comunidades rurales. A través de la cría de abejas sin aguijón, las mujeres pueden generar ingresos y mejorar su calidad de vida, mientras que al mismo tiempo conservan la biodiversidad y los conocimientos tradicionales de sus comunidades. La Meliponicultura también puede ser una forma de empoderamiento para las mujeres rurales. Al aprender habilidades y conocimientos relacionados con la cría de abejas sin aguijón, las mujeres pueden mejorar su autoestima y confianza en sí mismas. Además, al generar ingresos pro - pios, las mujeres pueden tomar decisiones económicas y mejorar su posición dentro de sus familias y comunidades.
Para promover la participación de las mujeres en la Meliponicultura, es necesario abordar las barreras culturales y económicas que limitan su acceso a esta actividad productiva. Se deben establecer programas de capacitación y educación que estén dirigidos específicamente a mujeres rurales. Estos programas deben estar diseñados para proporcionar las habilidades y conocimientos necesarios para la cría de abejas sin aguijón, así como para fomentar el liderazgo y la participación de las mujeres en la toma de decisiones. Además, se deben establecer políticas y programas que fomenten el acceso de las mujeres a los recursos y oportunidades económicas. Esto puede incluir el acceso a créditos y financiamiento para la creación de pequeñas empresas y cooperativas de producción de miel de abejas sin aguijón. También se pueden establecer programas de desarrollo de infraestructura para mejorar el acceso de las mujeres a los mercados y a los canales de comercialización.
En resumen, la participación de las mujeres en la Meliponicultura puede ser una forma efectiva de reducir la pobreza y promover la igualdad de género en las comunidades rurales. Sin embargo, para lograr esto, es necesario abordar las barreras culturales y económicas que limitan su acceso a esta actividad productiva. A través de políticas y programas efectivos, podemos fomentar la participación de las mujeres en la Meliponicultura y promover su empoderamiento y desarrollo económico. • donde existen 14 tipos de ecosistemas que albergan a 1323 especies de plantas, 2182 especies de artropodos y 886 especies de vertebrados (CONABIO, 2008).
En las comunidades rurales de Tamaulipas, las mujeres suelen enfrentar mayores niveles de pobreza y desigualdad de género que los hombres. La falta de acceso a recursos y oportunidades económicas limita su participación en la Meliponicultura y otras actividades productivas. Además, las mujeres suelen enfrentar barreras culturales que limitan su acceso a la educación y la capacitación. Sin embargo, la participación de las mujeres en la Meliponicultura puede ser una forma efectiva de reducir la pobreza y promover la igualdad de género en las comunidades rurales.
Anteriormente las flores que adornaban la corona eran obtenidas de los ecosistemas tropicales aledaños a sus comunidades; sin embargo, con el decreto de la Reserva de la Biosfera El Cielo, las flores usadas en la actualidad son completamente artificiales. Los únicos elementos naturales de la indumentaria que siguen vigentes se encuentran en la estructura con la que hacen la corona que llevan en la cabeza, la cual es elaborada con varas delgadas de árboles de la región, como la vara dulce (Eysenhardtia polystachya ), el palo blanco (Celtis laevigata ), y el granjeno (Forestiera tomentosa ), los cuales se distribuyen en ecosistemas de selva baja y que están fuera de la Reserva.