Número especial Directora general: Carmen Lira Saade Director fundador: Carlos Payán Velver Director: Iván Restrepo Editora: Laura Anguloseptiembre2022256 Números anteriores Correos electrónicos : ivres381022@gmail.com • estelaguevara84@gmail.com A más calor, más catás trofes e co l og l ca
H ace un siglo, había en nuestro planeta 2 mil mi llones de habitantes. Desde entonces la población más que se cuadruplicó y enfren ta el calentamiento global. Éste aumenta la pobreza, la desnutrición y hasta la muer te, especialmente de quie nes viven en medio de caren cias extremas. También en el mundo industrializado: para el año 2050, muchas ciuda des de Estados Unidos (entre ellas Nueva York) experimen tarán más días de calor extre mo, afectando severamente la vida de sus habitantes. No hay solución a la vista pues la reducción de gases de efecto invernadero (causantes del cambio climático) apenas será del 7.5 por ciento para el año 2030, cuando se requie re del 55 por ciento a fin de limitar el aumento de la tem peratura global por debajo de 1.5 °C. Es el máximo definido por los expertos como el esce nario menos arriesgado para el futuro de la humanidad. En palabras de António Guterres, secretario general de las Na ciones Unidas, “seguimos en caminados hacia la catástro fe climática”.Yesacatástrofe se expre sa, entre otras cosas, en una mayor inseguridad alimenta ria. Y en el colmo, cerca de un tercio de la comida disponible se pierde o desperdicia y los recursos naturales y los inver tidos en la producción de ali mentos no se utilizan de ma nera sostenible. Ningún país está exento de lo anterior. En efecto, si los 500 millo nes de personas que habitan áreas en proceso de desertifi cación son más vulnerables al cambio climático, a la sequía y las olas de calor, otras re giones también las padecen. Desde junio, causan estragos e incendios en Europa, China, Estados Unidos, África. Tam bién en México. Esto impac ta la disponibilidad de agua para las familias, las activida des agroindustriales y garan tizar la salud pública. Como siempre, los más afectados son centenas de millones de pobres.Hace tres años, el Panel In tergubernamental de Exper tos sobre el Cambio Climáti co destacó cómo éste afecta la seguridad alimentaria. Ocu rre a través de la disminución del rendimiento agrícola, es pecialmente en los trópicos, el aumento de los precios, la reducción de la calidad de los nutrientes y las interrupciones de la cadena de suministro. El impacto más drástico lo ubi caron en los países de bajos recursos en África, Asia, Amé rica Latina y el Caribe. Dicho panel estaba en lo cierto. En noviembre pasado, las Naciones Unidas repor tó la primera hambruna por el cambio climático: en Ma dagascar. Los más afectados son los niños. Fue imposible en ese país cultivar y recoger las cosechas. Y a diferencia de las hambrunas en Yemen, Sudán del Sur y Etiopía debi das a conflictos internos, la de Madagascar es fruto exclusi vamente de factores climáti cosSidevastadores.elcalor,losincendios y la sequía azotan Europa, par te de Asia, América Latina y Estados Unidos, es en África donde más daño ocasionan, lo que incide en sus sistemas económicos, ecológicos y so ciales. Para 2030, unos 118 millones de personas extre madamente pobres estarán allí expuestas a las variacio nes climáticas y la falta de alimentos. Las migraciones masivas serán más numero sas que hoy. Igual tenemos migracio nes en América Latina y, por supuesto en México en direc ción a Estados Unidos. Serán mayores a medida que el ca lentamiento global afecte es pecialmente al sector agro pecuario. Como no existen políticas efectivas para evitar dicho calentamiento, no ha brá muros que las contengan. En esta ocasión, La Jornada Ecológica ofrece un recuento de lo que sucede con el calor y los incendios en varias par tes del mundo. Ambos fenó menos serán más agudos en los próximos años si los go biernos y la sociedad no cum plimos con los acuerdos in ternacionales para evitar el calentamiento global. Todos debemos colaborar para evi tar una catástrofe ecológica suficientemente anunciada.
Presentación
septiembre20222
Los perjuicios y la recuperación de los suelos que pasan por incendios naturales Foto: Naciones Unidas En portada: incendios naturales en el informe Spreading like wildfire. The rising threat of landscapeextraordinaryfires de Naciones Unidas Foto: Naciones Unidas
L a lista de países afecta dos por los incendios en Europa es tan extensa como su territorio. La magnitud de esta temporada de incendios supera todas las expectati vas, se está quemando mu cha más superficie que en 2021 y aún quedan dos me ses de un verano abrasador que no ayuda en absoluto a paliar la situación. Una sequía sin preceden tes arrasa Italia al tiempo que se disparan las temperaturas y se mantenían, hasta fines de julio, 25 incendios acti vos. Las llamas han vuelto a acercarse a Atenas, Portugal arde, Francia se calcinan 30 mil hectáreas por encima de su media; la superficie que mada en Alemania y Ruma nía se multiplica por 10, en Hungría por Presentamos50...a continua ción una serie de datos y factores que instituciones y expertos señalan como de tonantes de unos incendios que son cada vez más fero ces y devastadores. ¿Qué está pasando? La superficie forestal en Euro pa no ha dejado de crecer con los años, concretamente, 357 mil hectáreas anuales (En Es paña 78 mil, 1.8 millones más desde 1990). Hay, por lo tan to, más superficie inflamable que nunca. Para Sonia Roig, ingeniera forestal del Depar tamento de Sistemas y Recur sos Naturales de la Universi dad Politécnica de Madrid, este fenómeno tiene una lec tura positiva y problemática al mismo tiempo: “Tener bos ques está bien pero también queremos que estén prepara dos para cualquier problema que pueda aparecer”.
Y es que no todo el mon te es orégano. Los entornos naturales deben estar cuida dos y adecuados al uso que se les vaya a dar. “Es necesaria la planificación de cómo que remos que sea nuestro terri torio y en base a eso llevar a cabo actuaciones que hagan que todos los bosques sean más resistentes ante cual quier riesgo o perturbación que se produzca”. Hay un componente de abandono “y también de ol vido” por parte de las autori dades competentes en cuanto a la gestión. “No hay inversio nes suficientes desde las ad ministraciones para preparar las masas [forestales], esta mos hablando ahora de los in cendios, pero podríamos ha blar de enfermedades, plagas, vendavales o nevadas”, sen tencia la ingeniera. “La falta de prevención tie ne una traducción clara: has ta inicios de agosto de 2022 se han quemado más de 200 mil hectáreas. Y la cifra continuará aumentando.” De esta forma, supera ya las cifras récord de todo 2012, año en el que ar dieron 189 mil 376 hectáreas. El informe Spreading like wildfire. The rising threat of ex traordinary landscape fires, de 2022, elaborado por las Na ciones Unidas advierte sobre los riesgos que corre el pla neta en este aspecto. En los próximos años el cambio cli mático favorecerá el aumento de las temperaturas, una ma yor sequedad del suelo y se quías más prolongadas. Esto, conjugado con un aumento descontrolado de la superfi cie forestal hará que los in cendios pasen a convertir se en un fenómeno cada vez más frecuente, siempre y cuando no se mejore la pre vención.Mónica Parrilla, ingeniera forestal y portavoz de incen dios de Greenpeace, apunta a que la suma del cambio climá tico y el descontrol de las ma sas forestales es una bomba de relojería incendiaria. “Estas masas forestales que han ido Se pudieron evitar los incendios E n España, el 95 por ciento de los incendios forestales son provocados por personas, en su mayoría por ne gligencia. Por eso, la Dirección General de Protección Ci vil y Emergencias del Ministerio del Interior recomendó precaución y pidió a los ciudadanos que adopten medi das de prevención. La superficie quemada en España casi duplica la me dia de la última década. Una tendencia que se repite en el conjunto de la Unión Europea: la superficie abrasada se multiplica por tres respecto a la media de los últimos 15 años por estas fechas. La voracidad del fuego en te rritorios en los que normalmente no es una amenaza –como Austria, Hungría o Eslovaquia– unida al calor, es un fenómeno que los expertos asocian innegablemen te al cambio climático. Con más de 160 mil hectáreas quemadas, Rumanía es el país más afectado por los incendios forestales. No obs tante, la superficie abrasada de Austria multiplica por 90 la media que el organismo europeo calcula para este país en esta época del año. Le siguen Hungría y Eslovaquia. Cabe señalar que República Checa, Estonia, Finlandia y Lituania no han registrado incendios forestales todavía.
Bosque en territorio español Foto: Bio Eco Actual
septiembre20223 Nacho Gallello Reportero de The HuffPost
a espiral tras los incendios que devastan España y el resto de Europa
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Con información de BBC News Foto: Fundación Aquae España
septiembre20224 aumentando sufren las olas de calor y las sequías prolongadas fruto del cambio climático.” El abandono rural El aumento de la superficie forestal no es un fenómeno estrictamente natural, influye la demografía. Parrilla señala los movimientos de pobla ción que ha experimenta do España como otra de las grandes causas que favore cen los incendios. La organi zación ecologista lanzó el in forme Proteger el medio rural es protegernos del fuego. Hacia paisajes resilientes frente a la crisis climática, donde desa rrollan en profundidad la re lación entre la despoblación y la expansión de los incen dios. “El abandono del medio rural en el siglo XX hace que perdamos tierra de cultivos y ganadería, y en consecuencia también el paisaje disconti nuado”, afirma. Un “paisaje discontinuado” es aquel que combina mu chos elementos: cultivos, pas tos, barbecho (tierra de labor arada y sin sembrar), bosques, prados y otras formaciones. Todas ellas funcionan unas con otras como cortafuegos que impiden la expansión del fuego de un modo continuo y excesivamente acelerado. Es una distribución pai sajística que requiere la im plicación de personas que la gestionen por medio de, por ejemplo, la agricultura y la ganadería.EnEspaña, sin embargo, cada vez se trabaja menos la tierra. Entre 1999 y 2020, per dió el 8.6 por ciento de la su perficie agrícola utilizada (SAU), algo más de dos millo nes de hectáreas. Este descen so está íntimamente relacio nado con el aumento de la superficie forestal, una cosa por la otra. “Ha crecido mu cho y ese aumento es a costa de la superficie agrícola”, ex plicaSegúnRoig.los datos de la So ciedad Española de Ciencias Forestales recogidos en su in forme sobre la situación de los bosques y el sector forestal, en 2005 la superficie forestal arbolada (aquella de árboles con más altura, más desarro llada) superó en dicho país a la superficie total de cultivo agrícola.Aligual que la agricultu ra, la ganadería extensiva es también una herramienta que ayuda en la prevención de in cendios. “Esa combinación de actividades [de agricultura y ganadería extensiva] constru ye un paisaje mucho más resi liente”, opina Roig. Los rebaños de ovejas y otros animales consumen pas to, matorral y otros restos. Si esos restos no se recogen (o el ganado no los “limpia”) se se can y sirven para que el fue go se expanda de un modo mucho más virulento y ve loz, como si se tratara de una gran alfombra de combusti ble. Sin embargo, la ganade ría extensiva es una práctica que también sufre el abando no debido a la despoblación del medio rural. “Los ganade ros se van, se hacen viejos, se jubilan...”, cuenta Roig. Faltan relevos.Yesque en el medio rural español vive cada vez menos gente, en 2020 solo el 15.9 por ciento de la población se loca lizaba en ese entorno y en los 10 años anteriores había caí do un 7 por ciento, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. La paradoja es que esta población es la me jor arma para prevenir los in cendios. “En el sector primario hablamos de gestión forestal, Las causas de la histórica ola de calor en Europa U na ola de calor sin precedentes afecta gran parte del oeste de Europa. Las temperaturas sofocantes han marcado récord en los últimos días en varias na ciones. En Reino Unido rompió tres veces en un mismo día sus marcas históricas y llegó a los 40.3 °C, una cifra jamás registrada allí. Francia emitió varias advertencias de calor extremo, Países Bajos registró también un ré cord de temperaturas para el mes de julio y en Bélgi ca un fuego provocado por el calor llegó a destruir va riosLosvehículos.incendios forestales en Francia, Portugal, España y Grecia han obligado a miles de personas a evacuar sus hogares y, aunque todavía se desconocen las cifras ofi ciales, se estima que el número de muertes es elevado. Los expertos han advertido que las olas de calor se están haciendo cada vez más frecuentes, más intensas y más duraderas debido al cambio climático inducido por el hombre. La ministra de Medio Ambiente de Alema nia, Steffi Lemke, dijo que la crisis climática significa que su país y Europa tendrán que repensar sus preparativos para el clima muy cálido, la sequía y las inundaciones. Los efectos del cambio climático en Europa ganaron titulares en julio cuando el derretimiento de un glaciar causó una avalancha que mató a 11 personas en Italia. Los expertos han advertido que se están abriendo nue vas grietas en los picos alpinos y que el hielo se está derritiendo incluso en la montaña más alta de Europa occidental, el Mont Blanc. El mundo ya se ha calentado alrededor de 1.1 °C des de que comenzó la era industrial y las temperaturas se guirán aumentando a menos que los gobiernos de todo el mundo hagan recortes drásticos en las emisiones.
El informe de Naciones Unidas advierte de que las sociedades deben preparar se para hacer frente al fuego de la mejor manera posible, ya que éste, a fin de cuentas, es inevitable. Siempre habrá incendios. En el futuro, si no hay prevención, serán más te rribles, “monstruos”, como se ha tildado a algunos de los re gistrados en julio en España. Al igual que Roig y Parri lla, el informe de la ONU hace un llamamiento a los gobier nos y autoridades para refor zar la prevención y estar pre parados. Aumentar los medios de extinción ayuda en la lu cha contra el fuego, y en Es paña funciona. Parrilla asegu ra que el 78 por ciento de los conatos se atajan rápidamente antes de que se descontrolen gracias a la eficacia de las bri gadas de bomberos y demás medios. Sin embargo, esto no previene las catástrofes. La in geniera de la Universidad Po litécnica de Madrid advierte acerca de la paradoja del fue go: “Se apaga mucho y muy rápido, pero (si no se poten cia la prevención) el campo si gue acumulando cada vez más combustible para quemar”. Y serán peores en el futuro Olas de calor como la que ac tualmente sufre Europa, con temperaturas récord en Rei no Unido y cercanas a marcas históricas en el sur del conti nente, serán cada vez más frecuentes e incluso más in tensas, ha advertido la Orga nización Meteorológica Mun dial“Este(OMM).tipo de olas de calor serán normales o incluso ha brá más fuertes”, ha recorda do el secretario general de esa agencia de la ONU, el finlandés Petteri Taalas, en una rueda de prensa en la que analizó la ac tual situación en Europa. “La mayor frecuencia de estas ne gativas tendencias continua rá al menos hasta 2060, inde pendientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático”, subrayó el experto. Por su parte, María Neira, directora de salud y medio ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), añadió que la actual ola de ca lor puede tener graves conse cuencias en colectivos vulne rables, tales como ancianos, niños o mujeres embaraza das. “Queda comprometida la capacidad de nuestro or ganismo para regular la tem peratura interna, y esto pue de resultar en una cascada de enfermedades”, alerta Neira. Y subrayó que los sistemas sa nitarios sufren especialmente en este tipo de olas de calor por el aumento de pacientes que acuden a ellos. Taalas y Neira señalaron que los países están mejor preparados para las olas de calor que, por ejemplo, hace 20 años cuando la que sufrió el centro de Europa mató a más de 70 mil personas. Nei ra destacó también entre los más vulnerables a las perso nas que padecen enfermeda des crónicas y los trabajado res en el exterior “obligados a veces a laborar a altas tem peraturas sin el equipamien to adecuado”.
Helicóptero batallando contra un incendio Foto: Naciones Unidas
septiembre20225 de agricultura, ganadería, te nemos oportunidad en la po blación rural”, cuenta Parrilla. Ésta es la espiral: a menor población rural, menos acti vidad, más superficie fores tal descontrolada y menos capacidad de reacción y pre vención de incendios. De ahí que sea de vital importancia que el campo retenga y gane población al tiempo que man tiene las actividades económi casParatradicionales.lasexpertas, la solu ción pasa por favorecer que el entorno rural sea un lugar reconocido y dinámico. “Es vital revitalizar la economía rural, comprar unos yogures o unos quesos en un pueblo es mejor que hacer repobla ciones de árboles que, si no se gestionan, volverán a ar der”, opina Parrilla. Y añade una propuesta: “Si la restau ración colectiva (comedores escolares, caterings ...) en Es paña tomara sus alimentos de los pueblos, dinamizarían su economía y estos retendrían su Lapoblación”.relaciónentre las ciuda des y el medio rural es una re lación de “interdependencia” que en muchos casos se olvida. “El abandono disminuye toda la actividad social, económica y cultural. Entonces los pro ductos forestales no reciben reconocimiento y se abando nan actividades tradicionales, que son herramientas muy po tentes en la prevención de in cendios”, asevera Roig. Esa dependencia no pasa solo porque el medio rural sea una fuente “de recursos naturales renovables”, sino además un entorno al que se recurre para realizar activi dades de ocio y turismo para escapar de las ciudades. Si se queman las sierras, “¿a dón de vamos a ir a disfrutar de la naturaleza, del aire puro, del aguaParalimpia...?”enfrentar las nuevas condiciones que se presentan, más vale prevenir que refores tar. “La era de la extinción (de incendios) ha terminado, aho ra empieza la de la gestión de los bosques” comenta Parrilla. En esta nueva fase, la preven ción debe tomar la delante ra a los medios de extinción, aunque sigan siendo necesa rios. “Queremos que se extin gan todos los incendios que haya, es imprescindible, pero hay que invertir antes, estar preparados. Aunque luego se luche con todo lo que se pue da”, explica Roig. La lógica pasa por un en torno rural que impida la rá pida expansión del fuego para que estos no crezcan desco munalmente y así atajarlos rápido. “Estamos viendo in cendios que tienen una pro gresión nunca vista. Es un dra ma histórico, pero es también hacia donde vamos si no se to man soluciones”, asegura la portavoz. Y añade: “Tenemos que intentar que los incendios sean menores y que los que empiecen se mitiguen cuan to antes. Lo que vivimos estos días es una auténtica locura”.
L o describen como uno de los círculos del infierno de Dante: varias zonas del mun do ardiendo en medio de temperaturas sin preceden tes y con víctimas humanas y ecosistemas arrasados. La im potencia es total, pues mien tras el número de muertes aumenta, los bosques se que man y los ríos se secan. Europa, Asia, África y el nor te de América se están que mando. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) reveló un mapa del 13 de julio en el que se ven las olas de calor en es tas partes del planeta. Se re gistran hasta el momento más de 2 mil muertes por el even to sostenido, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), puntualmen te en España y Portugal. En este último país, las tempera turas alcanzaron los 45 °C; en Reino Unido, 40,3 °C; en Tú nez se han reportado 48° C; en Shanghái, 40,9 °C, y en Irán el registro a finales de junio se ubicó en 52 grados Celsius Al otro lado del mundo, en Dallas, Estados Unidos, el de partamento de salud del con dado reportó que una mujer de 66 años fue la primera per sona fallecida por problemas relacionados a las altas tem peraturas. En Sinaloa, México, al menos cuatro personas han muerto por golpe de calor, se gún las autoridades. ¿Qué está pasando? Si se sigue por la línea reli giosa, muchos dirían que lo que pasa en el mundo se pa rece a una escena del octa vo capítulo del Apocalipsis. No en vano, la ola de calor ha sido denominada “Apocalip sis 4.800”, haciendo referen cia a las altas temperaturas registradas incluso en los Al pes italianos. Aquí se han re portado 0 grados, algo muy inusual para montañas de casi 5 mil metros sobre el ni vel del mar en esta época del año. En promedio, la tempe ratura para esta época oscila entre -10 y -20 grados Celsius. Pero esto no es un even to novedoso, solo es más in tenso. Desde hace décadas se ha hablado de los efectos del cambio climático y del avance acelerado en el calentamien to del planeta. Y aunque en las cumbres globales de am biente se han pactado accio nes para mitigar los proble mas, las consecuencias son cada vez más notorias. Científicos del mundo aler taron sobre lo vivido en India y Pakistán, y lo consideraron como un “presagio” de lo que vendría –y vendrá– después. En el primer país, los registros de las temperaturas en mar zo –que ascendieron hasta 50 °C– fueron las más altas en 122 años. Mientras que en el segundo se registró una de las temporadas más secas: un 62 por ciento menos de llu vias de lo normal. Un estudio global, retoma do por la Organización Meteo rológica Mundial (OMM) con cluyó que la ola de calor en el sur de Asia fue 30 veces más probable por el cambio climá tico. En Pakistán se reportó casi un centenar de muertes durante esas semanas. Ahora, el país sufre los estragos de las lluvias monzónicas e inunda ciones que ya dejan más de 300Elmuertos.añopasado, el norte de América fue testigo del ca lor extremo en el mundo. El pico máximo fue de 49.6 °C en Lytton (Columbia Británi ca), la temperatura más alta en la historia de Canadá. En ese lugar, reportes indican que nueve de cada 10 casas fueron destruidas por incen dios por la ola de calor del momento. En ese país y en el occidente de Estados Uni dos se registraron 798 muer tes confirmadas, aunque la prensa local estima que la ci fra se duplicó . Vista del bajo caudal de la presa de Ardingly, Reino Unido Foto: MelvilleReuters/Toby
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David Alejandro López Bermúdez Periodista de Reportajes Multimedia En redes: @lopez03david
orirse de calor: altas mundoalrededortemperaturasdelM
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En Irán, la temperatura del aire alcanzó los 46 grados Celsius, aunque por la humedad de las aguas del golfo Pérsico, la sensación térmica trepó a los 74 °C Foto: en Infobae
En la costa oriental del Me diterráneo, en Europa, se regis tró para ese momento la peor ola de calor en tres décadas. En el norte de Grecia, las tem peraturas subieron a 47.1 °C. El Peloponeso y Atenas sufrieron los embates de incendios. Este año, el panorama no ha sido di ferente, el país ha registrado hasta 43 °C, según agencias, y se han reportado emergencias en el norte. La temperatura más alta registrada en Europa fue de 48 °C, en Grecia en 1977, se gún la OMM; aunque se pre sume que en 2021, en Sicilia (Italia) se registraron 48.8 gra dosElCelsius.pasado julio, las autori dades del aeropuerto de Lu ton en Londres, tuvieron que suspender la operación aérea para reparar la pista después de que las altas temperaturas de la superficie provocaron el desprendimiento de una sec ción del Españapavimento.yPortugal han sido dos de los países más afecta dos. La OMS ha reportado más de dos mil muertes en esas na ciones, que es la única cifra glo bal de víctimas. La Agencia Es tatal Meteorológica española ha informado que la ola de ca lor se mantendría hasta otoño (inicia el 23 de septiembre, en promedio), y que en al menos 25 provincias se han superado máximos históricos. En Llanes, en Asturias –por ejemplo– se superaron los 35 °C, unos 2.8 °C más que el récord de agos to de 2003. En Toledo y Cáce res, 44.9 grados Celsius. Francia e Italia son los otros países afectados. En 64 loca lidades francesas se han re portado incendios forestales y los termómetros han señala do hasta los 42.6 °C. En Brest, al occidente del país, se regis traron 39.3 °C, superando el récord del 2003, cuando mar caron 35.1 °C. “Más de cuatro grados en Brest es colosal”, dijo Matthieu Sorel, climató logo en Météo France. Por su parte, en 19 ciuda des italianas –incluidas Flo rencia, Milán, Roma, Turín y Venecia– se declaró la aler ta roja por picos de hasta 40 °C y mínimos de 25 °C. Algo que también ha sorprendido es que entre el 24 y 25 de ju lio se alcanzó la isotermia de 0 °C registrada en Suiza, a 5 mil 184 metros sobre el nivel del mar. Esto no se veía desde el 20 de julio de 1995, cuando se detectó la misma temperatu ra a 5 mil 177 metros. Otro punto causante de alarma es que en la penínsu la escandinava se ha alcanza do hasta 32 °C, unos 10 grados más del promedio para esta época del año. En China, según el Obser vatorio Shanghái Xujiahui, se registró el 13 de julio la tem peratura más alta hasta el momento: 40.9 °C. En redes sociales se han compartido imágenes de tres olas de ca lor en ese inmenso país que han provocado daños en in fraestructura vial y casas. Arde el Ártico L os satélites están rastreando una gran cantidad de in cendios forestales dentro del Círculo Ártico. Los incen dios están liberando grandes volúmenes de reservas de dióxido de carbono y metano. Una gran parte de las par tículas que se liberan en estos incendios más adelante se asentarán en las superficies de hielo más al norte, oscure ciéndolas y, de esa manera, acelerando su derretimiento.
Las autoridades rusas no están combatiendo la mayoría de los incendios pues argumentan que el costo de apa garlos sería mayor que el daño causado por las llamas. “La mayoría de estos incendios no se están combatiendo por que no amenazan ningún asentamiento ni a la economía”, dijo el Ministerio de Silvicultura de la Región de Krasno yarsk a un medio de comunicación siberiano. Los hashtags #PutOutTheSiberianFires (apaguen los in cendios siberianos) y #SaveSiberianForests (salven los bos ques siberianos) son tendencia en twitter, pues la ciuda danía rusa se queja de que el gobierno no está haciendo lo suficiente para enfrentar esta severa crisis ambiental. Algunos sostienen que el incendio de la catedral No tre Dame en París recibió mucha más atención de los me dios que estos incendios forestales. ”Por eso es el momen to de hacer lo mismo con respecto a los de Siberia”, dijo un usuario de twitter. Otro dijo: “No olvidemos que la naturaleza no es me nos importante que la historia. Numerosos animales han perdido sus hogares, y muchos de ellos probablemente están muertos. Solo pensar en esto es doloroso”.
S uministro de agua en casa durante solo siete horas al día. Largas filas para recoger agua con cubos de camiones cisterna. Barcos encallados en superficies que albergaban ríos y que hoy lucen comple tamenteImágenessecos.como
estas dan cuenta de la grave sequía que se sufre desde hace varios me ses en el norte de México, muy especialmente en el estado de Nuevo León y su capital Mon terrey, la segunda ciudad más poblada y capital industrial del“Somospaís. víctimas de nues tro propio éxito”, reconoció hace unos días el goberna dor de Nuevo León, Samuel García. “Fue y es sin duda la peor crisis que ha vivido el es tado”, dijo, de lo que respon sabilizó a su predecesor en el cargo por “no haber invertido” lo suficiente en garantizar el abastecimiento de agua. La falta de lluvias, la exis tencia de presas prácticamen te vacías y el hartazgo cada vez mayor de la población llevaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, a fir mar un decreto el pasado vier nes en el que la crisis hídrica fue declarada como “un asun to de seguridad nacional”. Según el mandatario, con sus medidas se aspira a ga rantizar el abastecimiento en Nuevo León durante los próxi mos “ocho o diez años”. Las autoridades fueron blanco de críticas por no haber previsto un plan con el que hacer fren te a una sequía ya prevista por expertos en una región acos tumbrada a este fenómeno. Pero ¿qué es lo que cau só esta situación extrema y qué factores podrían haber se tomado en cuenta para mi nimizar su impacto en la po blación? El fenómeno La Niña La sequía que sufre el norte de México se debe principal mente a La Niña, el fenómeno climatológico debido a dismi nuciones en la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial pero que, a nivel global, modifica los vientos y las precipitaciones.
Corresponsal de BBC News Mundo en México
Marcos González Díaz
“La Niña hace que deje de llover en el norte de México desde diciembre a mayo-junio e influencia un cambio de pa trones que causa temperaturas más calientes y provoca esta sequía que seguimos viendo”, dice Christian Domínguez Sar miento, investigadora del Cen tro de Ciencias de la Atmósfe ra de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tanto La Niña como su con traparte cálida El Niño pueden alterar la temperatura global y causar efectos atmosféri cos muy extremos. Ambos son eventos frecuentes pero, por lo general, no suelen du rar más de un año. “Lo sorprendente es que esta Niña dura desde 2020, es demasiado y es algo que no ocurría desde hace 20 años”, le explica la meteoróloga Do mínguez Sarmiento. Según la experta, son mul titud de factores oceánicos los que están prolongando esta Niña causante de unas sequías que, como fenóme no natural que existe desde tiempos inmemorables, “no vamos a poder evitar”. Sin embargo, alerta, su crudeza sí se verá aumentada cada vez más por las condiciones de cambio climático. “Los escenarios dicen que de aquí a 10 o 20 años po dríamos tener sequías más in tensas y extremas, principal mente en el norte del país. Y serán más recurrentes. Es de cir, que esta Niña que ya dura tres años podría volver a pre sentarse en un menor tiem po”, advierte. Falta de infraestructura hídrica La mitad del agua que se su ministra al área metropolita na de Monterrey llega de po zos subterráneos, mientras que la otra mitad procede de tres presas con una capaci dad total de mil 462.5 hectó metros cúbicos. Pero, ante la falta de lluvias y con la excepción de El Cuchi llo (dedicada principalmente a uso agrícola), sus pobres ni veles de llenado lucen ahora alarmantes.Lasrecurrentes sequías y el aumento de población en la región –que desde 1990 casi se duplicó hasta los 5.3 mi llones de personas en 2020evidencia que “se debió ha ber invertido en proyectos y En este mapa publicado el 18 de julio se muestran en color rojo y granate las zonas de sequía extrema y sequía excepcional en México
uatro factores que explican la histórica sequía que afecta al norte de México C
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septiembre20229 más infraestructura” hídrica, dice Ramón Aguirre Díaz, ex director del Sistema de Aguas de Ciudad de México. El ingeniero civil experto en agua y saneamiento recuerda el proyecto Monterrey VI, un acueducto que pretendía lle var agua a Monterrey desde el río Pánuco de Veracruz y que fue cancelado en 2016 entre cuestionamientos por posi bles daños ecológicos y so ciales de la obra. “El problema es que, al can celarse, se dijo que había has ta 15 alternativas en estudio… y no fue hasta 2020 que em pezaron a construir la presa Libertad, con mucha menos capacidad que Monterrey VI”, critica.Enel decreto presidencial firmado este viernes, se in cluyó financiamiento para la construcción del acueducto El Cuchillo II y la finalización en 2023 de la presa Libertad, algo que activistas ambienta les consideraron una buena solución “a mediano plazo”. La explotación empresarial y agrícola Según cifras oficiales, la mayo ría del uso del agua en Nuevo León se destina a la suma de uso agropecuario e industrial. Gran parte de estas grandes empresas en Monterrey fun cionan mediante la explota ción de pozos, gracias a acuer dos de concesión alcanzados con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por un perio do concreto de años. Por ello, muchos reclama ron que también se impusie ran limitantes a estos sectores en el uso de agua. El propio presidente López Obrador lle gó a pedir a las refresqueras y cerveceras de la región que redujeran o incluso detuvie ran su producción para des tinar a consumo de la pobla ción todo el agua que utilizan en sus fábricas... En las últimas semanas, va rias empresas anunciaron que cederían parte de sus conce siones de agua. Hasta el pasa do viernes, la Conagua había firmado convenios para que las industrias aporten 500 li tros por segundo a la red de agua potable, mientras que las zonas agrícolas citrícolas aportarán hasta mil. Sin embargo, y debido a que estas cifras siguen sin ser sufi cientes, el decreto firmado por López Obrador da luz verde a imponer un aumento de es tas cesiones al contemplar que las autoridades puedan redu cir provisionalmente y duran te al menos seis meses el volu men de agua de las empresas concesionadas, que quedarán liberadas de su pago mientras dure la “Estainiciativa.medida llega tar de porque este pronósti co de crisis se conoce des de hace al menos 18 meses y también es insuficiente: el consumo de la industria y lo agrícola es muy grande y se deberían aumentar esos vo lúmenes de cesión”, cuestio na Antonio Hernández, bió logo experto en asuntos de política ambiental de la ciu dad de HernándezMonterrey.pone como ejemplo que la acerera Ter nium, la empresa con mayor concesión de agua en el esta do, cuente con un volumen de líquido que supone “el 98 por ciento de lo que requeriría la población de Monterrey”. “El progreso tecnológico es totalmente legítimo. Lo que no lo es fue haber privilegia do y poner todos los huevos en la canasta de la industria lización, dejando de ver la im portancia de la naturaleza y sus recursos naturales. Monte rrey es ejemplo de ello”, dice Luis Gerardo Esparza, ingenie ro agrónomo especialista en desarrollo rural. Pero gran parte de la vida productiva de Monterrey está unida a dichas actividades in dustriales, que a la vez son unas de las grandes consumi doras del agua. “Si no funcio naran (esas empresas), gene rarías otro problema de índole más socioeconómica. Por eso, Baja el nivel de la presa Vicente Guerrero, en Tamaulipas, y resurge el cementerio de Antiguo Padilla Foto: Vladimir Meza, en El Sol de Tampico
septiembre202210 lo justo sería regular y actua lizar los volúmenes que real mente necesita la industria”, responde Hernández. Por el momento, López Obrador anunció que la Co nagua no otorgará más con cesiones de agua a empresas privadas en estados afecta dos por la sequía. Y declaró asunto de seguridad nacional el abastecimiento del líquido en Nuevo León. Incendios forestales y educación ambiental La deforestación es también uno de los factores a tener en cuenta para entender las re currentes sequías en la zona. “Los incendios forestales son el principal motivo de que estén degradadas las cuen cas en las áreas naturales de las que se extrae el agua que abastece a Monterrey”, re cuerda Hernández, quien cal cula en unas 21 mil hectáreas la extensión quemada en los últimos dos años. Según el activista ambien tal, los gobiernos no pueden aumentar la extracción de agua hasta comenzar un pro ceso de restauración ecológi ca de esas cuencas que son “la fábrica de agua de Monterrey, eso es “Losfundamental”.incendiosacaban con la corteza forestal y aumen ta el azolve (lodo o basura) que va a dar a los lechos de los ríos, que en esta zona va fundamentalmente al río San ta Catarina. Se tiene que ha cer una inversión gigantesca para extraer esos millones de metros cúbicos de grava y cascajo”, agrega Esparza, coautor de un estudio sobre las crisis del agua en Monte rrey desde 1597. Otro factor a mejorar seña lado por expertos es la nece sidad de mejorar la educación ambiental entre la población y fomentar un uso más res ponsable del agua en una re gión en la que se localizaron diversas tomas clandestinas que desviaban agua hacia ran chos y terrenos privados. Aguirre Díaz cree que la verdadera solución pasaría por una revisión y aumento de tarifas para las personas cu yos medidores reflejen un mal hábito de consumo de agua. “Esto se resuelve haciendo que a la gente le cueste des perdiciar”, apunta. Pero Hernández cree que sería más efectivo abaratar las tarifas a quienes utilicen infraestructuras que reduz can el consumo. “Si el gobierno estable ce estímulos tarifarios para quienes instalen sanitarios o regaderas ahorradoras, por ejemplo, sería algo más favo rable y exitoso entre la pobla ción”, dice. ¿Cuándo acabará la sequía? En este escenario, la mayor incógnita es ¿hasta cuándo durará esta situación de gra ve sequía? La meteoróloga Domínguez Sarmiento ase gura que las previsiones ac tuales apuntan a que La Niña se extenderá al menos hasta final de año. “En noviembre habrá que volver a analizar los modelos para ver qué nos dicen res pecto a 2023, pero se espera ría que termine en diciembre y ya se transicione a una fase neutra”, pronostica. Sin embargo, eso no quie re decir que la gravedad de la sequía se vaya a mante ner hasta entonces. Una vez que México entra en la tem porada de lluvias entre julio y agosto, se espera que las precipitaciones aumenten gradualmente y disminuya así la extensión de la sequía que impera actualmente. La experta destaca que “estados del norte como Chihuahua, Coahuila, Sono ra y Nuevo León dependen de que exista algún ciclón tro pical que toque tierra y que deje alta cantidad de lluvias”.
“Eso es lo que se está espe rando y es habitual que ocu rra en el mes de septiembre. Ahí es cuando podría termi nar la sequía”, concluye.
Bosque mixto de LeónMontemorelos,enpícea-abeto-ayarínpino-elparajeElButano;Nuevo Foto: Pangea
✾ Incendios en Estados Unidos Propiedades en ruinas, una capa de cenizas y un cielo naranja. Este es el paisaje de la comunidad Klamath River, después del incendio McKin ney que ha quemado más de 50 mil acres del bosque Na cional Klamath, en el estado de California, en menos de 48 Eshoras.elmayor incendio fores tal en California en lo que va del año, y este domingo los equipos no solo lucharon por controlar las llamas, sino que también se prepararon para afrontar tormentas eléctri cas, y las condiciones de ca lor y viento que pueden avi var el “Losfuego.lechos de combustible están muy secos y pueden en trar en erupción por esos ra yos”, dijo la portavoz del Servi cio Forestal de Estados Unidos, Adrienne Freeman. “Estas célu las de trueno vienen con vien tos erráticos racheados que pueden hacer volar el fuego en todas las direcciones”. Las llamas aumentaron su tamaño hasta alcanzar más de 207 kilómetros cuadrados, tan solo dos días después de ha ber surgido en una zona muy despoblada del condado de Siskiyou, según un informe oficial sobre el incidente. Ante la amenaza, algunos residentes optaron por que darse, mientras que otros obedecieron las órdenes de marcharse. Y qué sucede en el parque Yosemite Los bomberos han logrado controlar la mayor parte del incendio Oak, que arde cerca del parque nacional Yosemi te en California y ha devasta do más de 8 mil hectáreas de bosques y pastizales en las laderas de Sierra Nevada. El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) señaló que el incendió todavía sigue activo, no obstante que cada jornada se registran avances en su contención. “La sequía persistente, el material combustible muy seco y la mortalidad de los árboles siguen siendo facto res que contribuyen a las lla mas”, detalló Cal Fire. El in cendio que es responsable de la destrucción de más de 180 casas residenciales y locales comerciales.Eldelparque Yosemite es uno de los 61 grandes incen dios que actualmente se man tienen activos en doce estados del país, y que han quemado 850 mil hectáreas de bosques y pastizales, según informó el Centro Nacional de Incendios del vecino país. “Más de 8 mil 300 bomberos y personal de apoyo están asignados en la tarea de controlarlos”. La agencia señaló que las condiciones de calor extre mo y sequía se mantienen en la mayor parte de los estados en el oeste, mientras que por el contrario los bomberos es peran posibles tormentas en el sur de Oregon, el centro de las montañas en Idaho y en el oeste de Wyoming y Montana. El NIFC contabilizaba 40 grandes incendios activos en Alaska, con áreas que oscilan entre uno y 10 kilómetros cua drados, en la que está siendo una temporada extremada mente inusual en esa parte de Estados Unidos. Nevada, Idaho y Arizona registran cada uno tres grandes incendios. En un artículo publicado en la web especializada Wildifire Today, Paul Gabrielsen, aludió a un estudio según el cual “en años recientes, las columnas de humo que se elevan de los incendios forestales en el Oes te han tendido a ser más altas, con más humo y aerosoles le vantados donde pueden ex tender más su impacto en la calidad del aire”. “La causa probable es el cambio climático, con una dis minución de las lluvias y cre ciente aridez en el oeste del país que intensifica la activi dad de los incendios”, añadió el experto de la Universidad de Utah. Un bombero rocía agua mientras intenta evitar que el incendio Sugar, parte del deCalifornia,casasseBeckwourthincendioComplex,propaguealasvecinasenDoyle,el10dejulio2021
Foto: AP/Noah Berger/ World Socialist Web Site
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os consecuencias de las olas de calor en todos los aspectos de la vida L L as olas de calor impactan en varios ámbitos sociales. Las organizaciones internaciona les climáticas y de salud coin ciden en consecuencias como afectaciones en transportes, que derivan en consecuen cias económicas por daños en las cadenas de comercio y en los trabajos operativos. Sobre ese punto –la eco nomía– el mundo está in merso en una situación de in certidumbre causada por la invasión de Rusia a Ucrania, y la eventual recesión global, así como la alta inflación en la mayoría de países, causan do un impacto negativo en las finanzas personales. En la situación actual, eso ha repre sentado barreras en la accesi bilidad de recursos para prote gerse del calor, como una alta demanda en servicios básicos de agua o energía eléctrica. Esto último está ligado al aumento del uso de ventila dores y aire acondicionados, elementos que no todas las personas tienen. Un estudio de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) indica que menos de un tercio de los hogares del mundo tienen aire acondicio nado. Si se desglosa la cifra, en países como Estados Unidos y Japón, nueve de cada 10 ho gares cuentan con uno, algo que contrasta con el 8 por ciento de las 2 mil 800 millo nes de personas que viven en las zonas más cálidas del mun do y tienen uno en casa. La falta de acceso a estos elementos o a usar electrici dad en casa trae otra conse cuencia: un aumento en la mortalidad. La Organización Mundial de la Salud dijo que las muertes por golpe de calor se pudieron evitar. Los adultos mayores, niños y grupos vul nerables son los más afecta dos por la desigualdad en los países, y por ende en ser aten didos en los sistemas de salud que también están concentra dos en atender una nueva ola de contagios de covid-19. En esto coincide la profe sora Kristie L. Ebi de la Uni versidad de Washington, en un reciente análisis publica do en Project Syndicate: “Los recursos no deberían ser una barrera. Ya existen sistemas de alerta temprana, también en lugares de bajos recursos como Ahmedabad (India). Más aun, organizaciones como la Red de Información Mundial de Salud sobre el Calor reúnen experiencias y mejores prácti cas locales y nacionales. La de manda de orientación adicio nal está creciendo, a la par de la creciente frecuencia y gra vedad de las olas de calor.” Pero también los efectos se ven en el medio ambiente. A diario, en los últimos dos me ses, se han reportado voraces incendios forestales en varios países. Portugal, España, Fran cia, Eslovenia, Grecia y Esta dos Unidos han sido los más afectados, como se detalla en otros apartados de este suple mento. Millones de personas han sido evacuados de sus ca sas y perdido miles de hectá reas de bosques. A esto se le suma la aler ta por las sequías. La Comi sión Europea señaló que casi la mitad del territorio de la Unión Europea está “en ries go” de sufrir por la falta de precipitaciones prolongadas, lo que impactará en la agri cultura y en la alimentación de las “Francia,personas.Rumanía, Espa ña, Portugal e Italia proba blemente tendrán que hacer frente a una caída de la pro ductividad de los cultivos”, so bre todo de los cereales, ge nerada por el “estrés hídrico y térmico”, explicó el Cen tro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en inglés) en su informe de julio. Y aler tan que en países como Espa ña los embalses están 31 por ciento por debajo de la media de la última década. Lo ante rior supone un alto riesgo en la seguridad alimentaria. Otro punto, no menos im portante, tiene que ver con la salud mental. Las investiga doras Laurence Wainwright, de la Universidad de Oxford, y Eileen Neumann, de la de Zurich, explicaron en el por tal The Conversation, que hay un aumento de al menos 10 por ciento de las visitas a las salas de urgencias de los hos Saciando la sed en Karachi, Paquistán Foto en Youtube
Ola de calor inminente Lejos de apaciguarse, las previsiones meteorológicas hablan de una tercera ola de calor que golpeará al país este agosto. Según las previsiones de la Agencia Espa ñola de Meteorología (Aemet), serán, además, los días más calurosos de este año. La media histórica de tem peratura en España en los meses de agosto es de 23.9 grados Celsius.
El calor ya dejó casi 2 mil 200 muertos en España solo en julio E l calor asfixiante que España sufrió en julio ha provo cado la muerte de al menos 2 mil 214 personas. Nun ca antes las altas temperaturas habían dejado un ras tro de fallecidos tan duro en un solo mes. El sistema de monitorización de la mortalidad diaria (conocido como MoMo) ha determinado que ese es el número de muer tes hasta el día 31. Desde que existen registros –MoMo se puso en mar cha en 2015– nunca se había alcanzado un número de muertes tan elevado en un mes de julio. En julio 2021, el Instituto de Salud Carlos III (del que depende el siste ma de seguimiento de la mortalidad diaria) registró 568 muertes por causas directamente atribuibles a las tem peraturas. En julio 2020, año de pandemia, el número fue similar: 581. Es decir, cuatro veces menos que las conta bilizadas este mes que acaba de concluir. La mayoría de las muertes atribuidas al calor de julio ha afectado a las personas mayores. El 90 por ciento de los fallecidos superaba los 70 años. Según las mismas es tadísticas, ha matado más mujeres que hombres.
septiembre202213 pitales cuando las tempera turas superan el 5 por ciento delAdemás,promedio.citan estudios pu blicados en Nature y la Biblio teca Nacional de Medicina de Estados Unidos que indican que las olas de calor se han relacionado con un aumento de los síntomas depresivos y en los de ansiedad en pacien tes con este trastorno. Tam bién, una relación entre las altas temperaturas diarias y los picos de humedad relativa con el suicidio y los intentos de suicidios. “Por cada grado de aumento de la temperatu ra media mensual, las muer tes relacionadas con la salud mental aumentan en 2.2 por ciento”, señalan. Las científicas indican que también se puede ver afec tada la capacidad de razonar en personas que no padecen algún trastorno mental: “Las investigaciones demuestran que las áreas del cerebro res ponsables de enmarcar y re solver tareas cognitivas com plejas se ven afectadas por el estrésCuandotérmico.las personas no piensan con claridad debido al calor, es más probable que se frustren, y esto, a su vez, puede llevar a la agresión”. Y agregan que “hay pruebas sólidas que relacionan el ca lor extremo con el aumento de los delitos violentos. In cluso, un simple aumento de uno o dos grados Celsius en la temperatura ambiente pue de provocar un aumento del 3 al 5 por ciento en las agre siones”.Enfin, cada efecto se con vierte en un eslabón de una cadena que perjudica la vida en el mundo y que se agra varía si no se toman acciones concretas. El Grupo Intergu bernamental de Expertos so bre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha se ñalado que las temperaturas subirán de forma más rápida en las áreas europeas que en otros sitios. En la zona del Mediterrá neo se prevé que haya cam bios más fuertes en los próxi mos años si el calentamiento global supera los 2 °C, lo que implicaría un aumento de las sequías e incendios forestales, disminución de las precipita ciones, las cubiertas de nieve y la velocidad del viento. “En el futuro, este tipo de olas de calor van a ser norma les. Veremos extremos más fuertes. Hemos bombeado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia ne gativa continuará durante dé cadas. No hemos podido redu cir nuestras emisiones a nivel mundial”, dijo Bob Stefanski, jefe de Servicios Climáticos Aplicados de la Organización Meteorológica Mundial. El complejo asunto del cambio climático, que se ha repetido en cientos de con ferencias de todos los nive les en este siglo, es una situa ción que debería tomarse en serio. La responsabilidad es transversal, no solo es una obligación gubernamental. Cada persona puede apor tar desde su entorno para mi tigar los causantes del daño al planeta. En nuestras ma nos está retrasar el verdade ro apocalipsis.
Fernando Mas Paradiso El Lago Chad ha perdido el 90 por ciento de su superficie en los últimos 50 años Foto: UnidasBrandau/NacionesOCHA/Ivo
La incineración de basura globalairecontaminacióngravementecontribuyealadelyalcalentamiento Foto: Khan/UNICEF a contaminación del aire repercute en la salud, la agricultura y el turismo L L as olas de calor también actúan como una especie de tapa atmosférica, atrapan do contaminantes y degra dando la calidad del aire, con consecuencias negativas para la salud, sobre todo para per sonas vulnerables como los ancianos.“Elcambio climático está afectando a nuestra salud de muchas maneras, no solo por las olas de calor, que tienen consecuencias directas”, sino también en otros ámbitos de la atención sanitaria esencial, como el aumento de los ni veles de enfermedad, desta ca la doctora Neira, directora de Salud Pública y Medioam biental de la OMS. Explicó que está en jue go el acceso fiable a los ali mentos y al agua, ya que los niveles de producción agrí cola “están en riesgo”, y que “seguramente habrá escasez de agua”. Además, dijo que el 99 por ciento de la pobla ción mundial respira un aire que no cumple las normas sa nitarias establecidas por la ONU, lo que repercute enor memente en las afecciones respiratorias y cardiovascu lares crónicas. Efectos sobre la agricultura y el turismo El director general de la Or ganización Meteorológica Mundial también advirtió de los efectos de estos fenóme nos climáticos extremos en la agricultura, ya que agostan los cultivos antes de las co sechas. “Esperamos ver gran des impactos en la agricultu ra. Durante las anteriores olas de calor en Europa, perdimos gran parte de las cosechas. Y en la situación actual –ya tenemos la crisis alimentaria mundial a causa de la guerra en Ucrania– esta ola de calor va a tener un mayor impacto negativo en las actividades agrícolas”, alertó Taalas. Las olas de calor también tendrán un impacto en el tu rismo en el sur de Europa ya que no es muy agradable visi tar los sitios turísticos de paí ses como Grecia, Italia, España y Portugal a temperaturas que rondan los 40 grados. Aún no se ha superado el récord de temperatura en Eu ropa, registrado en la isla ita liana de Sicilia el año pasa do, cuando se alcanzaron los 48.8 grados Celsius, pero in dicó que el Servicio Meteoro lógico de Portugal observó a fines de julio una temperatu ra de 47 grados. La clave es la ambición Para la doctora Neira, “la me jor solución será, de nuevo, ser muy ambiciosos a la hora de abordar las causas de este calentamiento global”. “Lleva mos mucho tiempo alertando de que el cambio climático está afectando mucho a la sa lud humana”, lo que también repercutirá en la lucha por al canzar las emisiones netas de carbono, y en la crucial transi ción hacia fuentes de energía limpias y renovables, subrayó.
Finalmente, dijo que se teme que en las próximas semanas se produzcan más muertes entre los ancianos y las personas con problemas de salud preexistentes, debi do a la ola de calor que se está produciendo, con los consi guientes retos para los sis temas sanitarios, para hacer frente a la creciente demanda. Más información story/2022/07/1511872https://news.un.org/es/en:
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Robert Nasi y Grahame Applegate Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), Bogor, Indonesia Rona Dennis y Erik Meijaard Consultores del CIFOR Peter Moore Coordinador del proyecto de lucha contra los incendios en Asia meridional, Bogor, Indonesia, ejecutado por el WWF y la UICN
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E l fuego es un elemen to esencial y natural en el funcionamiento de numero sos ecosistemas forestales. Los seres humanos vienen utilizando el fuego desde hace miles de años como ins trumento de ordenación de la tierra. El fuego es uno de los elementos naturales que ha influido en las comunida des vegetales a lo largo del tiempo y como proceso na tural cumple una función im portante para mantener la salud de determinados eco sistemas.Sinembargo, en la última parte del siglo XX, la modifi cación de la dinámica estable cida entre la actuación huma na y los incendios y la mayor frecuencia del fenómeno El Niño han dado lugar a una si tuación en la que los incen dios son una amenaza impor tante para muchos bosques y la diversidad que contienen. Los bosques pluviales tropi cales y los bosques nubosos, en los que no suelen produ cirse grandes incendios, fue ron devastados por incen dios incontrolados durante los años ochenta y noventa (FAO,Aunque2001).se ha estudiado el impacto ecológico de los in cendios en los ecosistemas forestales en los biomas bo real, templado y tropical se ha prestado mucha menos aten ción al impacto de los incen dios sobre la biodiversidad forestal, especialmente en los trópicos. Por ejemplo, de los 36 proyectos sobre incen dios forestales que se lleva ron a cabo entre 1983 y 1998 o que están en curso de eje cución en Indonesia, un país con una diversidad exuberan te, con financiación de donan tes, solo uno abordaba espe cíficamente los efectos sobre la biodiversidad. Los efectos de los incendios sobre el ecosistema Los incendios forestales tie nen muchas repercusiones sobre la diversidad biológi ca. A escala mundial son una fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la biodiver sidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con consecuen cias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamien to de las especies vegetales y animales. El humo proceden te de los incendios puede re ducir notablemente la acti vidad fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y de los Unoanimales.delosefectos ecoló gicos más importantes de los incendios es la mayor proba bilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguien tes al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol re seque el bosque y produzca una acumulación de combus tible con un aumento de es pecies susceptibles a los in cendios, como las herbáceas inflamables.Laconsecuencia de los in cendios repetidos es perju dicial porque es uno de los factores principales del empo brecimiento de la biodiversi dad en los ecosistemas de los bosques pluviales. Los incen dios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico. La sustitución de zonas ex tensas de bosque por herbá ceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más nega tivos de los incendios sobre los bosques pluviales tropica les. Estos procesos ya se han observado en algunas zonas de Indonesia y de la Amazo nia (Turvey, 1994; Cochrane et al., 1999; Nepstad, Moreira y Alencar, 1999). Lo que antes era un bosque denso siempre verde se con vierte en un bosque empo Los incendios forestales en Australia son un muestra más del avance del cambio climático Foto: NacionesJo-AnneUnsplash/McArthur/Unidas
Loros Foto: Naciones Unidas brecido poblado por un nú mero reducido de especies arbóreas resistentes al fuego y una cubierta de malezas (Co chrane et al., 1999). En el norte de Queensland, en Australia, se ha observado que en los lu gares en los que las prácticas aborígenes de utilización del fuego y los regímenes de in cendios estaban controlados, la vegetación de los bosques pluviales comenzó a ser susti tuida por sabanas arbóreas y herbáceas susceptibles a los incendios (Stocker, 1981). Los incendios provocados por el hombre y los incendios naturales Los incendios son poco co rrientes en la mayoría de los bosques pluviales inalterados formados por árboles de gran altura y en los que predomina una cubierta de copas cerra da, debido al microclima hú medo, la humedad del com bustible, la escasa velocidad del viento y las elevadas pre cipitaciones.Sinembargo, los bosques pluviales pueden resultar más susceptibles a los incendios en los periodos de sequía in tensa, como la que se expe rimenta durante los años en que se produce el fenómeno El Niño. En esos bosques que no están adaptados al fuego, éste puede hacer desapare cer prácticamente todas las plántulas, brotes, lianas y ár boles jóvenes, ya que no es tán protegidos por una corte za Elgruesa.daño causado al banco de semillas, las plántulas y los brinzales obstaculiza la recu peración de las especies origi nales (Woods, 1989). El grado de recuperación y la necesi dad de llevar a cabo interven ciones de rehabilitación de penden de la intensidad de los efectos del incendio (Schinde le, Thoma y Panzer, 1989). Los bosques tropicales también están sometidos a incendios causados por los seres humanos con el fin de talar árboles para practicar la agricultura. Los incendios cau santes de deforestación, que son más comunes en los bos ques alterados, pueden ser de intensidad variable y quemar árboles en pie, e incluso que mar completamente el bos que, dejando el suelo total mente desnudo. Existe la preocupación de que las cortas de salvamen to (la extracción de madera muerta en bosques aprove chados que han sufrido un in cendio intenso o en el bosque primario quemado) que se uti lizó como instrumento de ges tión y de financiación tras los incendios acaecidos en Indo nesia en 1997-1998 pueden afectar negativamente a la su cesión vegetal (Van Nieuwsta dt, Sheil y Kartawinata, 2001). Aunque el fuego es una perturbación natural frecuen te en los bosques boreales, que se regeneran fácilmen te después de un incendio, los incendios frecuentes de gran intensidad pueden alte rar este equilibrio. A causa de los incendios extremadamen te violentos que se produje ron en 1998, más de 2 millo nes de hectáreas de bosque de la Federación de Rusia han perdido la mayor parte de sus principales funciones ecoló gicas para un período que os cilará entre 50 y 100 años (Sh videnko y Goldammer, 2001). Los incendios intensos han tenido efectos negativos im portantes sobre la diversidad vegetal.Sonespecialmente vulne rables las especies meridio nales que se encuentran en el límite septentrional de su área de distribución geográfi ca. Por ejemplo, en Primorsky Kray (Federación de Rusia), los incendios de origen humano han contribuido a una reduc ción drástica de las poblacio nes de 60 especies de plan tas vasculares, 10 especies de hongos, ocho de líquenes y seis de musgo durante los dos o tres últimos decenios (Shvi denko y Goldammer, 2001). Incendios naturales y especies vegetales adaptadas al fuego En los bosques tropicales en los que se producen incen dios todos los años durante la estación seca (bosques de sabanas, bosques de zonas monzónicas y bosques tropi cales de pinos), las especies arbóreas muestran rasgos adaptativos como una corte za gruesa, la capacidad de ce rrar las cicatrices dejadas por el fuego, la capacidad de re brotar y adaptaciones de las semillas. La importancia eco lógica de estos incendios anuales sobre las formacio nes forestales es notable. Los incendios promueven la apa rición de especies tolerantes al fuego que sustituyen a las especies que crecen en un en torno inalterado. Los incendios constituyen una alteración natural e im portante en muchos bosques ¿Y en nuestro continente?
A mérica Latina y el Caribe no se que dan atrás en el cambio climático y co rren el riesgo de sufrir cada vez más con secuencias por cambios extremos en la temperatura. En el último informe de la Organización Meteorológica Mundial so bre el estado del clima se concluye que en la región la tasa media de aumento de temperaturas fue de 0.2 °C por déca da, entre 1991 y 2021, en comparación de los 0.1 °C registrados entre 1961 y 1990. Además, señala que los glaciares de los Andes tropicales han perdido al me nos un 30 por ciento de su superficie des de 1980. El nivel del mar en la región con tinuó subiendo a un ritmo más rápido que en el resto del mundo y la tempora da de huracanes en el océano Atlántico del 2021 –con la que se afectó seriamen te la isla de Providencia, perteneciente a Colombia– fue la tercera más activa de la que se tiene registro.
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Bosque en España Foto: Árboles medioambientey
Eucalyptus regnans, una especie de eucalipto de la zona templada de Austra lia, también requiere un si tio para quemarse por com pleto y estar expuesto al sol para que la especie sea obje to de una regeneración prolí fica (UICN/WWF, 2000). La in flamabilidad del bosque es muy elevada en el Mediterrá neo y la mayor parte de las co munidades vegetales son sus ceptibles a los incendios. Quercus ilex es resistente a incendios de baja intensidad y los bosques se recuperan sin experimentar grandes cam bios florales o estructurales (Trabaud y Lepart 1980). Si el fuego no es ni frecuente ni in tenso, los bosques de alcorno ques (Quercus suber ) pueden perdurar.Losincendios, a menudo de gran intensidad, son el prin cipal mecanismo perturbador natural en los bosques borea les. El periodo de repetición de los incendios (el intervalo medio de tiempo entre dos incendios en el mismo lugar de un ecosistema) varía consi derablemente en los bosques naturales, desde solamente 40 años (en algunos ecosiste La supresión deliberada de los incendios puede incidir también negativamente en las especies. En los bosques en los que el fuego es parte natural del sistema, las especies vegetales y animales se adaptan a un régimen de incendios naturales y se benefician de ellos.
septiembre202217 de la zona templada, como se aprecia por adaptaciones de las plantas como el grosor de la corteza, que permite a una especie resistir a incendios re currentes de baja intensidad, mientras perecen otras espe cies menos adaptadas. Algunas especies arbóreas de América del Norte, en parti cular el pino banksiano (Pinus banksiana) y el pino contor cido ( Pinus contorta), poseen conos serotinos (que perma necen cerrados durante largo tiempo). Mientras están cerra dos, mantienen en la copa un banco de semillas viable que está protegido hasta que el fuego afecta al árbol. Después del incendio, se abren las es camas del cono liberando las semillas en un lecho de ceni zas recién 1993).haberdelesMuchaspreparado.especiesvegetapuedenrebrotar,yasearaízodetallo,despuésdesidoquemadas(Agee,El
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mas de pino banksiano – Pinus banksiana – en la zona central del Canadá) hasta 300 años, en función del régimen climá tico (Van Wagner, 1978). En Suecia se estima que alrededor del 1 por ciento de las tierras forestales ardía cada año antes de que se ini ciara a finales del siglo XIX la supresión sistemática de los incendios (Zackrisson, 1977). La mayor parte de las conífe ras y de los árboles de fron dosas de hoja ancha boreales sufren una gran mortalidad incluso cuando los incendios son de baja intensidad debi do a la estructura de la copa, la escasa humedad foliar y la delgadez de la corteza (John son,Algunas1992). especies de pinos de América del Norte ( Pinus banksiana, P. resinosa, P. mon ticola) y de Europa (P. sylvestris) tienen una corteza más grue sa y, en general, una copa de mayor base y una mayor altu ra y los árboles maduros muy altos pueden sobrevivir a va riosLaincendios.alteración provocada por los incendios determinan mo delos de sucesión que originan el mosaico de clases de edad y de comunidades. En algunas partes del bosque existen refu gios frente al fuego en lugares húmedos, a los que el fuego no llega a veces durante va rios centenares de años. Esos refugios son esenciales para el ecosistema forestal de la re gión boreal porque muchas es pecies solo pueden sobrevivir en esos lugares, constituyendo una fuente de semillas para re colonizar las zonas quemadas (Ohlson et al., 1997). En los bosques naturales de la taiga y la tundra de baja densidad de las regiones sep tentrionales, particularmente en las zonas de hielos perma nentes o permafrost, los in cendios superficiales que se producen a intervalos muy prolongados de 80 a 100 años representan un mecanismo natural que impide la transfor mación de los bosques en tie rras arbustivas o praderas (Sh videnko y Goldammer, 2001). Efectos del fuego en la fauna forestal En los bosques en los que el fuego no es un mecanismo de alteración natural, éste puede tener efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebra dos, no solo porque les causa la muerte directa, sino tam bién porque provoca efec tos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobi jo y Laalimento.desaparición de orga nismos de gran importancia para los ecosistemas fores tales, tales como invertebra dos, polinizadores y descom ponedores, puede retardar de forma muy significativa el ín dice de recuperación del bos que (Boer, 1989). Se estima que los incen dios que se registraron en 1998 en la Federación de Ru sia afectaron gravemente a los mamíferos y los peces. La mortalidad de las ardillas y las comadrejas, que se estu dió inmediatamente después de los incendios, fue del 70 al 80 por ciento; la de los jaba líes del 15 al 25 por ciento y la de los roedores del 90 por ciento (Shvidenko y Goldam mer, 2001). Desaparición de hábitats, territorios y cobijo La destrucción de árboles huecos en pie y de árboles muertos caídos tiene efectos negativos sobre la mayor par te de las especies de mamífe ros (como los monostarsius, los murciélagos y los lemures) y sobre las aves que anidan en las cavidades (Kinnaird y O’Brien, 1998). Los incendios provocan el desplazamien to de aves y mamíferos, lo cual puede alterar el equili brio local y en última instan cia la pérdida de vida silves tre, dado que los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse. Los incendios devastado res de 1998 en la Federación de Rusia causaron un aumen to de la temperatura del agua y niveles elevados de dióxi do de carbono en los lagos y cursos de agua, que afecta ron negativamente al desove del salmón (Shvidenko y Gol dammer, 2001). Los lugares en los que se producen incendios frecuentes de gran intensidad, la preservación de microhábi tats puede contribuir muy fa vorablemente a conservar la Los incendios y su efecto global N o todos los grandes incendios son iguales. El cambio climático, con fe nómenos extremos como las sequías y las lluvias torrenciales, sumado al aban dono de la gestión forestal y a los cam bios de uso del suelo, pueden llegar a producir incendios muy voraces ante los que los servicios de extinción ape nas pueden actuar y todos sus esfuer zos resultan casi inútiles. Se les conoce como incendios de “sex ta generación” y suelen ser devastadores. Los hemos visto en Australia, en Estados Unidos y ahora en el sur de Europa, don de una intensa ola de calor alimenta au ténticos monstruos de fuego. Son fenó menos que hasta ahora eran raros pero que cada vez son más frecuentes, como el que en 2017 mató a más de 60 perso nas en Portugal. Son fuegos muy peligrosos, que pare ce que cobraran vida propia y que que dan fuera de la capacidad de extinción. Poco importa el número de bomberos que intenten luchar contra él porque su intensidad es tal que apenas pueden acercarse y prácticamente solo se puede esperar a que cambie el tiempo y llueva. Erosión del suelo Foto: Naciones Unidas
biodiversidad (Andrew, Rod gerson y York, 2000). Pérdida de alimentos La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves y de animales que se ali mentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los bosques tropicales. Al gunos meses después de los incendios que ocurrieron en 1982-1983 en el parque nacio nal de Kutai, en Kalimantan oriental, disminuyó drástica mente el número de ejempla res de aves como el bucero, cuya alimentación depende de los frutos, y solo pervivie ron en gran número las aves insectívoras, como el pájaro carpintero, gracias a la abun dancia de insectos xilófagos. En los bosques quema dos se reducen las poblacio nes de mamíferos pequeños, aves y reptiles y también los carnívoros tienden a evitar las zonas quemadas. La dis minución de la densidad de pequeños mamíferos como los roedores puede influir ne gativamente en el suministro de alimentos a los carnívoros de tamaño reducido. Los incendios también des truyen la hojarasca y las comu nidades de artrópodos que la habitan, limitando aun más la disponibilidad de alimen tos para las especies de om nívoros y carnívoros (Kinnaird y O’Brien, 1998). Adaptación de la fauna al fuego Los incendios no afectan a todas las especies. Por ejem plo, las especies de escara bajos de las sabanas austra lianas muestran una notable capacidad de resistencia al fuego, aunque los incendios influyen en la abundancia de especies y familias (Orgeas y Andersen, 2001). En la región mediterránea, propensa a sufrir incendios, el régimen actual de incendios ha contribuido probablemen te a mantener la diversidad de aves en Portugal (Moreira et al., 2001). En Israel, se produ jo la mayor abundancia de es pecies de animales en deter minadas zonas de dos a cuatro años después de un incendio, para luego disminuir con el paso del tiempo (Kutiel, 1997). Los incendios pueden inci dir positivamente en las po blaciones silvestres de los bosques boreales, donde el fuego es un importante me canismo natural de alteración. En América del Norte, aunque en ocasiones las poblaciones de alces se ven atrapadas por el fuego y mueren, lo cierto es que los incendios influyen positivamente en el hábitat en el que viven al crear y mante ner comunidades transitorias, y se consideran beneficiosos para esa especie (MacCracken y Viereck, 1990). Se estima que los efectos benéficos del fue go sobre su hábitat dura me nos de 50 años y que la densi dad de alces alcanza su mayor cota de 20 a 25 años después del incendio (LeResche, Bi shop y Coady, 1974).
Consecuencias de la supresión del régimen de incendios naturales En los bosques templados de los Estados Unidos y Australia, en los que se suprimieron de liberadamente los incendios, se están registrando incen dios incontrolados devasta dores debido a la acumula ción artificial de combustible. La supresión deliberada de los incendios puede incidir tam bién negativamente en las es pecies. En los bosques en los que el fuego es parte natural del sistema, las especies vege tales y animales se adaptan a un régimen de incendios natu rales y se benefician de ellos. En América del Norte, la supresión de los incendios en algunas zonas ha contri buido a reducir el número de ejemplares de oso pardo, Ursus arctos horribilis (Con treras y Evans, 1986). Los in cendios favorecen y mantie nen numerosas especies de arbustos productores de ba yas que son una fuente muy importante de alimento para los osos, además de propor cionar un hábitat a infinidad de insectos y animales carro ñeros.Los incendios que se pro dujeron en 1998 en el par que nacional de Yellowstone aumentaron las existencias de algunos de los alimen tos que consume el oso par do, especialmente ejemplares muertos de alce (Blanchard y Knight, 1990). En los bosques boreales, la exclusión del fuego provoca la acumulación de estratos de materia orgánica que impiden el deshielo de la capa super ficial del suelo durante la pri mavera y el verano y aumen tan la capa de permafrost, con el consiguiente empo brecimiento de los bosques, la disminución de su produc tividad y su trasformación en marismas. Lémur de cola anillada (Lemur catta) Foto de Wikipedia
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El fuego ha contribuido a re ducir las poblaciones de lobos grises (Canis lupus) en Minne sota (Estados Unidos), al limi tar sus presas, particularmen te el castor (Castor canadiensis), el alce y el ciervo, especies de pendientes del fuego que ne cesitan las comunidades vege tales que perviven después de incendios frecuentes (Kramp, Patton y Brady, 1983).