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ESPIGAS DEL MAIZAL / SARA PARWANKUNA

(fragmentos)

Washington Córdova Huamán (quechua)

Así es la conjura de los infames de los régulos y pérfidos que silenciaron nuestras voces intentando sofocar nuestro aliento, en sangre ahogaron nuestro canto exterminando sin piedad nuestra estirpe, expandiendo desgracias funestas y queriendo que nos vayamos para siempre expropiaron nuestras tierras.

Así es el desdén de los demonios de los granujas y bribones que arrancaron la niña de nuestros ojos pretendiendo contener nuestra fe, en ciénaga pisotearon nuestro rostro instaurando tristezas amargas, denigrando nuestro nombre y porfiando intimidarnos como siempre extinguieron nuestras ilusiones.

Aquí estamos los ñawpas curando nuestras heridas en estas chocitas de paja, platicando con los awkis sobre la piedra cansada, agarrando firme nuestro intestino en los aleros del acantilado y buscando el limanchu verde entre taya tayas y arwinchus.

Aquí estamos los Quechuas amasando emociones en las espigas del maizal, hilando nuestro destino y tatuando miradas en las colinas tutelares, bailando como el ukuku en la fiesta de Paucartambo y dejando huellas entre espinas y pedregales.

…nuestros son los nevados que unen sus voces en horizontes fraternos, nuestros son los ríos que elevan su grito hasta conquistar la gloria; hemos iniciado la jornada en estos momentos difíciles enarbolando corajes en la cima de los Andes, como el picaflor embrujado suspendido en el aire que lanza su vuelo hasta alcanzar los cielos, como el águila indomable que clavó sus garras en la serpiente endemoniada; hemos venido hoy jadeando escarpas laderas y trayendo un racimo de recuerdos en nuestros sueños quebrados, hemos de vencer el miedo haciendo estallar relámpagos en los caseríos marginados instaurando reminiscencias en cada paso vencido…

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