SEMANAL
“Plagar la América de miserias” y “El calvario del pueblo boliviano” Gregorio Selser
Cuídate y resiste: batallas en la Plaza de la Dignidad Carlos Oliva Mendoza
SUPLEMENTO CULTURAL DE LA JORNADA DOMINGO 8 DE DICUEMBRE DE 2019 NÚMERO 1292
GREGORIO SELSER
EN LATINOAMÉRICA: CRÓNICAS DEL INTERVENCIONISMO Alejandro García Abreu
LA JORNADA SEMANAL
Portada: Rosario Mateo Calderón
2 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
GREGORIO SELSER EN LATINOAMÉRICA: CRÓNICAS DEL INTERVENCIONISMO Nacido en Buenos Aires en 1922, el periodista, investigador e historiador Gregorio Selser radicó en México los últimos tres lustros de su vida, entre 1976 y 1991. Exiliado a causa de la dictadura argentina, Selser escribió para diversos medios impresos: el uruguayo Marcha, los argentinos La Prensa y Raíces, los mexicanos El Día, El Financiero y este diario. Más de un millar de artículos publicados, junto a libros esenciales para entender a profundidad la realidad latinoamericana –La cia en Bolivia, Informe Kissinger contra Centroamérica, Los días del presidente Allende, Sandino, general de hombres libres, entre unas cuatro decenas–, son testimonio de la doble pasión de Selser: la que vivió por el periodismo, entendido como el arte de consignar la realidad sin adornos ni ambages, y la que manifestó, precisamente en su labor, por la libertad y la justicia para todos los pueblos de lo que Bolívar llamara La Patria Grande.
Crónica
CUÍDATE Y RESISTE:
BATALLAS EN LA PLAZA DE LA DIGNIDAD La resistencia en las calles de Santiago de Chile, el aroma a gas pimienta y las lágrimas ardientes que saca, los guanacos con sus chorros de agua, los muchachos y muchachas dando la batalla en medio de una atmósfera que parace virtual, de videojuego, de película, pero que tiene la garra y garrote de los carabineros, como los granaderos en Atenco el 4 de mayo de 2006 y en Oaxaca del 14 de junio al 29 de octubre de 2006; esas batallas.
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| DIRECTORA GENERAL: Carmen Lira Saade DIRECTOR: Luis Tovar EDICIÓN: Francisco Torres Córdova COORDINADOR DE ARTE Y DISEÑO: Francisco García Noriega FORMACIÓN: Rosario Mateo Calderón LABORATORIO DE FOTO: Jorge García Báez, Ricardo Flores, Jesús Díaz y Felipe Carrasco PUBLICIDAD: Eva Vargas y Rubén Hinojosa 5688 7591, 5688 7913 y 5688 8195. CORREO ELECTRÓNICO: jsemanal@jornada.com.mx PÁGINA WEB: http://semanal.jornada.com.mx/ TELÉFONO: 5604 5520. ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||| La Jornada Semanal, suplemento semanal del periódico La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de CV; Av. Cuauhtémoc núm. 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, Delegación Benito Juárez, México, DF, Tel. 9183 0300. Impreso por Imprenta de Medios, SA de CV, Av. Cuitláhuac núm. 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, Azcapotzalco, México, DF, tel. 5355 6702, 5355 7794. Reserva al uso exclusivo del título La Jornada Semanal núm. 04-2003081318015900-107, del 13 de agosto de 2003, otorgado por la Dirección General de Reserva de Derechos de Autor, INDAUTOR/SEP. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin permiso expreso de los editores. La redacción no responde por originales no solicitados ni sostiene correspondencia al respecto. Toda colaboración es responsabilidad de su autor. Títulos y subtítulos de la redacción.
Portada de la revista The Clinic
Carlos Oliva Mendoza ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Uno no conoce por edad, conoce por afectos y contagios, por influencias, por memorias familiares y populares que de alguna manera se traspasan, se permean de piel a piel, de canto a canto, de falta en falta, de rabia a rabia, de impulso a impulso, de batalla en batalla. Pedro Lemebel
E
n Santiago, Chile, la plaza Italia, renombrada en las batallas que se libran desde el 18 de octubre la plaza de la Dignidad, es ahora, noviembre de 2019, el centro de las revueltas y resistencias chilenas. Plaza tomada, en momentos álgidos, tiene una cobertura mediática de larga duración. Por ejemplo, el viernes primero, ocho y quince de noviembre hubo extendidas coberturas, filmadas por la galería cima y difundidas, entre otros medios, por la icónica revista The Clinic (ese medio radical chileno que retoma el nombre de la London Clinic, donde Pinochet fue arrrestado el 16 de octubre de 1998, por cargos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas). Esas coberturas recuerdan lo que le pasó a Enrique Peña Nieto el 4 de mayo de 2006, en San Salvador Atenco, cuando era gobernador del Estado de México, seis años antes de asumir la Presidencia de la República. La cobertura de las televisoras privadas, fuera de control –era un enlace en vivo, que por la brutalidad e importancia de lo que mostraba no se atrevieron a detener– evidenciaba las detenciones, torturas y disparos que recibía la población. De hecho, no habría que olvidar que se demostró, dentro de toda la violencia física y psicológica, la violación de siete mujeres, por las fuerzas del Estado, y otras tantas agresiones sexuales. Por ejemplo, aquí, en este enlace, puede seguirse la manifestación del 15 de noviembre, la cuarta gran marcha de las revueltas de Chile y la toma de las y los manifestantes y la contratoma de las y los carabineros. https://www.youtube.com/ watch?v=kBz7sonRkn8 En la plaza, todos los días, se enfrentan los carabineros y las muchachas y jóvenes. De pronto arremeten unos y unas, luego otros. Todo huele a gas pimienta y se encuentran dentro de un cerco virtual que, súbitamente, se materializa. El viernes 8, igual que el primero y el 15, hubo marcha desde temprano. Y la plaza se llenaba y vaciaba; a cada momento, los escarceos subían de intensidad. Vea usted la parte final del video, ya muy noche, y verá cómo la policía carga y recupera la plaza después de haberla perdido de manera total en el atardecer. Ese viernes estuve hasta las 7 en la plaza. No me fue muy bien, los gases me afectan más de lo que afectan al común, niños y niñas incluidos, por lo visto o, mejor dicho, por lo no visto, debido a la ceguera que causan las lágrimas una vez que uno
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
es gaseado, la lacrimógena le llaman. Después de observar la refriega, caminé hacia mi hotel y me senté a tomar una cerveza. Es plena primavera y cientos de personas salen y regresan de la plaza y otros campos de batalla. La ciudad es pequeña. En un mapa mental, mi hotel está en Santa María la Ribera o en la colonia Doctores, pero en una zona restaurada y gentrificada, como la Roma Norte. Los disturbios, digamos, que son en el Ángel de la Independencia. Por cierto, organizados en alguna medida por las barras del Colo-Colo y la Universidad de Chile. La gente, reitero, pasa por ese barrio como quien viene de la batalla y va a descansar. Aquí no me acordé de Peña Nieto, sino de los movimientos o conciertos en la unam. De pronto, inopinadamente, pasó un guanaco, esos megatanques que rocían agua y gases, descargando su veneno por la colonia (acá barrio Italia). Lo apedrean, poco, porque en los momentos álgidos se trata de tirarlos. Después se va, dejando al aire intoxicado, y regresamos a nuestros lugares. Al bar, el taller, al pasto, a la calle, a la larga fila del expendio de cervezas artesanales. Pero un helicóptero nos ilumina. Gritos otra vez y ataques al aire, en ese español chileno rápido y, como en toda Latinoamérica, contaminado hasta lo indescifrable por la forma natural circundante. Aquí, otra vez, no me volví a acordar del último presidente mexicano priista, sino de la toma de Oaxaca, fechada del 14 de junio al 29 de octubre de 2006. Aquella pequeña comuna oaxaqueña que ocupó la plaza, levantó barricadas, tomó y democratizó por un breve momento a los medios de comunicación locales. Ese movimiento que coordinó la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (appo). El marxista Bolívar Echeverría llegó a decir que las formas de resistencia barroca frente capitalismo
eran de segundo orden, esto es, que buscaban una estrategia perceptual, religiosa, estética o artística para enfrentar políticamente a la modernidad cínica y realista del capitalismo mercantil. Si hubieran decidido enfrentarla de manera total y frontal, serían exterminadas. En Chile me dio la impresión de que esa realidad de segundo orden ya era vivida de manera virtual, esto es, que no buscaba estrategias para enfrentar la realidad, sino que ya se presuponía como la realidad misma. Por eso se experimenta como un cómic, con una carga de ironía y parodia fascinante, aún en medio de la brutalidad policíaca que vuela ojos, tortura, viola y mata. Tiene como su líder máximo al Negro Matapacos, un perro callejero y negro que desapareció en 2011, al que se le recuerda en las manifestaciones, atacando de manera brutal a los carabineros, los pacos chilenos. En esos días y noches tuve la constante sensación de estar dentro de una película o un videojuego. Un hecho barroco nuevo, no tectónico, como en
3
Arriba: protesta en Chile, 26 de octubre de 2019. Abajo: carabineros dispersan manifestantes con chorros de agua, gases y disparos de perdigones. Fotos: notimex / Francisco Estrada
la historia de Latinoamérica, ni acuático, como en el Mediterráneo europeo. Es un ataque virtual y barroco, pero feroz y desafiante, como pocas veces, al capitalismo. El barroco es un hecho sabio. Cuando tuvo que pelear desde el agua, lo hizo; cuando tuvo que hacer chocar las tierras y los paisajes, lo realizó; ahora parece ser una guerra en el aire: no por virtual y lúdica menos corporal, sangrienta y violenta. De los cuatro elementos, falta el fuego, quizá por eso la consigna de marras parece ser futurológica: ¡Que todo arda! Oh, capitalismo, siempre me sorprendes. Veremos si sales de ésta l
LA JORNADA SEMANAL
4 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
DESDE CATALUÑA:
arte de la memoria y periodismo narrativo de Montserrat Roig Inscrito en el periodismo narrativo, con una rigurosa investigación histórica y documental, el libro de Montserrat Roig (Barcelona, 1946-1991) El catalans als camps nazis, 1977 (Los catalanes en los campos de concentración nazis) que aquí se comenta con gran acierto, forma parte, en medio del horror de la barbarie nazi, de lo mejor de la literatura concentracionista. La escritora catalana es también autora de Ramona, adéu!, 1972; El temps de les cireres, 1977; L’hora violeta, 1980; L’òpera quotidiana, 1985; La veu melodiosa, 1987, cuento, teatro y “periodismo de la más alta calidad narrativa y elaboración documental”.
Gustavo Ogarrio ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
S
ería conveniente situar desde el inicio de esta breve reflexión sobre la escritora catalana Montserrat Roig (Barcelona 1946-1991) uno de los problemas básicos que enfrenta esta literatura: el derecho narrativo a expresarse en la propia lengua, el catalán, en un contexto adverso para la diversidad lingüística. Catalunya: una nación sin Estado que se enfrenta a una dominación monárquica desde 1714. En Montserrat Roig se afirma la literatura catalana, su obra la escribe en esa lengua, con todos los problemas editoriales y de recepción que implica no escribir en castellano. Hace del periodismo narrativo un momento constitutivo de la memoria sobre la Guerra civil española y de las atrocidades del franquismo. Además, es ella una de las precursoras de la investigación y divulgación de lo que fue la estancia mortal de los catalanes en los campos de concentración nazis. Roig documenta, investiga y entrevista a catalanes sobrevivientes que padecieron la experiencia concentracionaria, un “tópico” prácticamente inexplorado cuando Roig escribe su libro Los catalanes en los campos de concentración nazis (El catalans als camps nazis, primera edición en catalán de 1977; primera edición en español de 2017, Ediciones Península). Ya en la introducción de esta obra, Roig expresa el punto de partida de su investigación, enunciando el lugar desde el cual escribe y que va a poner en tensión narrativa con su propia memoria: “Los que nacimos después de 1939 hemos tenido que ir desbrozando nuestro pasado reciente, un pasado que nos ha dejado demasiadas taras para poder restituir completamente nuestra salud histórica. Somos ignorantes, consciente o inconscientemente.” ¿Qué olvido se impuso como algo dado y al que responde esta necesidad de recordar? afirma la escritora catalana, en una idea que unifica sus propias herramientas de ficción con su interés periodístico por la historia: Aparte de la atracción que siento por el mundo de ficción, siempre me he sentido atraída por la historia de mi país. El silencio que han hecho flotar por encima de los republicanos catalanes y de los españoles en general, de los vencidos de la guerra, me ha parecido, muy a menudo, un silencio que querían extender por encima de los míos y de mí misma. Veía que si no devolvíamos la palabra a los que debieron tenerla cuando les tocaba, nosotros no podíamos tenerla en su totalidad. Pero hay silencios que son más compactos que otros. Si sobre nuestra guerra civil ha habido una niebla ficticia pero densa, hay aspectos de nuestro pasado reciente que parecen haber sido engullidos por el absurdo, por la nada. Éste es el caso de los republicanos antifascistas que sufrieron la deportación en los campos nazis.
Ese sutil “nosotros”, siempre presente en la enunciación de Roig, le da perspectiva de memoria colectiva a todo el libro: es un nosotros implicado directamente en el significado de los testimonios del libro. Quizás por eso la lista de testigos abre la investigación: como una escritura de ese nosotros en el que interactúan la generación de los vencidos republicanos y la de Montserrat Roig, es decir, de aquellas y aquellos que toman conciencia de que su narración histórica debe abrir paso a las voces de ese “pasado” borrado del presente por el franquismo; de ello depende la pertinencia misma de los que hablarán desde su memoria en ese “presente”, de una posible utopía política y narrativa: “Ante la barbarie nazi, organizada para degradar la condición humana, la lucha de los deportados por resistir y mantenerse fieles a sus ideales se convierte para nosotros, nacidos bajo el franquismo, en extraordinariamente fecunda y esperanzadora.”
Clasismo, representación y esperpento ¿CÓMO SE ORGANIZA esta memoria que es a un mismo tiempo memoria de la Guerra civil y de los campos de concentración nazis? Ese “mundo de espectros” se forma de una manera cruelmente variada: “los republicanos fueron a parar allí desde las compañías de trabajo, pasando por los Stalags (campos de prisioneros de guerra), desde el lugar en que estaban refugiados –como los de Angulema, que fueron directamente allí–, o bien como resistentes, la mayoría bajo la etiqueta nn (Noche y Niebla), después de haber conocido el régimen de las prisiones francesas. También hubo algunos que se dejaron engatusar por la propaganda nazi que les ofrecía trabajo en Alemania”. El libro de Roig también establece un importantísimo acervo de fotografías; éstas deben ser consideradas como parte de ese amplio registro de los campos de concentración, de las vidas y muertes que le dan su sentido de “barbarie” moderna –a medio camino entre la razón instrumental hija del iluminismo que se vuelve contra la sociedad en forma de exterminio y de un humanismo radical– tal y como lo han planteado Adorno y Horkheimer, pero también de memoria que busca un sentido posible y último de las vidas en los campos de la muerte, para que no caigan en el pozo del absurdo y/o del silencio. Es necesario distinguir el peculiar estilo histórico-periodístico del libro de Montserrat Roig: es densamente descriptivo cuando reconstruye la vida del día a día en los campos, cuando distingue los dos tipos de “muerte”, la “muerte cotidiana” y la “muerte violenta” … es plenamente narrativo y político cuando recupera para el presente el
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
5
cabo de un tiempo se quedó preñada, no se supo de quién, y los ss la mataron en la enfermería con una inyección. Me impresionó tanto que no quise llevarles más tomates.” Enamorados muertos a balazos, prostitutas colgadas. Registros narrativos de vidas y muertes en la zona gris de la sociedad moderna.
Cataluña y su fuerte tradición literaria
“combate por la libertad” de los catalanes en los campos de exterminio; en esa moral excepcional de los republicanos catalanes hay una lucha literalmente a muerte por la sobrevivencia, por la solidaridad, una peculiar valoración del cuerpo humano en un lugar donde esos mismos cuerpos han sido llevados al extremo de su desaparición en vida. Todo esto lo hace Monserrat Roig sin idealizar esa batalla por la vida, sin subestimarla y acomodarla en un presente tranquilizador. Más bien, lo hace de una manera excepcionalmente narrativa, periodística: dando voz a los testigos hasta el límite de un testimonio siempre conflictivo. Por ejemplo, cuando se da la orden de construir un burdel en Mauthausen. Afirma Montseerat Roig, al preparar la intervención testimonial con la que se arma esta parte del libro: “Los campos eran la representación distorsionada, esperpéntica de nuestra sociedad clasista.” El testimonio de Joaquín López-Raimundo, confinado en el campo de Gusen, es motivo para este desplazamiento narrativo alrededor de los burdeles en los campos y en los que se entrelazaban simbólicamente los cuerpos de las prostitutas que venían de fuera del campo, los cuerpos destruidos de los presos y el “amor” y los “enamoramientos” en condiciones extremas, y que lejos de idealizarlos como amor
“Los campos eran la representación distorsionada, esperpéntica de nuestra sociedad clasista.”
romántico, terminaban por humanizar algo de esa barbarie concentracionaria; le cuenta LópezRaimundo a Roig: “Hacia el final, trabajaba en las cocinas. Cada noche me las arreglaba para acercarme al burdel y, por las ventanas, pasar allí todo lo que podía: tomates, rábanos, pepinos. Un auténtico tesoro. A mí me daba mucha vergüenza hablar con ellas. Pero tuve relaciones platónicas con una de las putas. La cosa duró muy poco: al
EL LIBRO DE Montserrat Roig es, ante todo, periodismo de investigación histórica con herramientas narrativas. Pero, además, es un libro en el que el arte de la memoria es social y político; esto desde una perspectiva tempranamente feminista, como afirma Rosa Toran en el prólogo a la edición de 2017: “La faceta feminista fue otra de sus señas de identidad, basándose en la observación y en la reflexión, presente en los retratos de la cotidianidad de la mujer, a partir de sus sagas novelísticas del Eixample, pero también de los modelos de la mujer reivindicativa, de la clase obrera, todas ellas luchadoras contra la opresión individual y social.” Esta actitud política está presente en el libro que comentamos, al dedicar Roig un apartado, precisamente en el capítulo que narra las resistencias de los catalanes republicanos en los campos nazis, a la manera en que las mujeres catalanas hicieron frente al nazismo: “Las mujeres catalanas que habían ido a parar a Ravensbrück eran mujeres que habían elegido conscientemente la lucha contra el nazismo: para ellas combatir a los nazis quería decir ayudar a que el mundo fuese mejor, pero un mundo en el que las mujeres viviesen también en libertad. El nazismo iba contra la mujer libre. Tal vez las catalanas de Alcoletge, de Guiamets, de las Tierras del Ebro, tal vez Secundina, la tejedora que quedó tan desfigurada por las torturas de los nazis que sus compañeros sólo la reconocieron por los zapatos, no sabían que Goebbels había dicho que la misión de la mujer era ser bella y procrear. Pero intuían que los nazis sólo querían mujeres pasivas, mujeres modeladas por la domesticidad, puros animales de procreación.” Quizás la literatura catalana sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de las actuales tradiciones literarias borradas o devoradas en parte por la industria editorial, y Montserrat Roig una de las narradoras más universalmente regionales. Su espíritu narrativo, que abarca novela (Ramona, adéu!, 1972; El temps de les cireres, 1977; L’hora violeta, 1980; L’òpera quotidiana, 1985; La veu melodiosa, 1987), cuento, teatro, reportaje… periodismo narrativo de la más alta calidad narrativa y elaboración documental, confirman el poder expresivo de la cultura catalana, la fuerza de una tradición literaria que se ha hecho contra viento y marea, que es urgente colocar en perspectiva comparada con nuestras propias literaturas, perspectiva sugerida de manera deslumbrante y regionalmente universal por la misma Montserrat Roig en 1977: Y pensé que los exdeportados me habían parecido, sobre todo, unos hombres que no aceptaban la hipocresía de las palabras, que habían llegado al fondo del pozo de la comedia humana. Pero no le dije nada a Climent, no le contesté nada. Todo me parecía banal comparado con su vida y, sobre todo, con la visión que él tenía de la vida. Hubiese podido contestarle, claro está, que todos sus amigos y compañeros habían muerto por un mundo mejor. Pero ahora, ante una América Latina torturada, ante los compañeros palestinos arrasados en el Líbano, ante el “vientre inmundo de la fiera”, por decirlo en términos brechtianos, no me atrevo a pensar en ese “mundo mejor” que ellos querían l
LA JORNADA SEMANAL
6 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
MERCÉ RODOREDA Y MARIA AURÈLIA ESCRITORAS CAPMANY: CATALANAS
QUE ROMPIERON SILENCIOS
Mercé Rodoreda
Retrato literario y su contexto histórico de dos mujeres de enorme energía y talento, sometidas por el mundo masculino y el horror de la Guerra civil y la dictadura, que reivindican el poder de su lengua de leche, el catalán, y escriben contra viento y marea y en favor de la vida grandes obras ya emblemáticas de las letras catalanas y del feminismo mundial.
Marta Nadal* ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
E
n 2018 se cumplió el centenario del nacimiento de la escritora Maria Aurèlia Capmany (Barcelona,1918-1991). Las instituciones, movilizadas a golpe de efemérides, están obligadas a recordar a sus escritoras y escritores, cuando los ceros a la derecha de alguna fecha recuerdan que algún festejo se debería organizar. Las lucecitas de alarma se encienden y es entonces cuando se pone en marcha el mecanismo de los recordatorios y se inician las campañas en memoria de tal o cual escritor o artista. En realidad, este diálogo con nuestros muertos, los que nos proporcionan esta memoria histórica y cultural para ser quienes somos, debería ser constante. Sea como sea, bienvenido el recuerdo y el homenaje. Así, en el año de 2018, la Generalitat de Catalunya impulsó una serie de actos para homenajear a esta mujer, Maria Aurèlia Capmany, escritora y promotora cultural, social y política que nos permite, además, indagar en el eslabón de una cadena literaria que en Catalunya se rompió trágicamente durante la Guerra civil española (1936-1939). El desastre bélico conllevó la pérdida y el silencio. Unos pagaron con la vida su republicanismo y catalanismo a ultranza; otros, lejos de su país, huyendo también de las garras del nazismo, tejían de añoranza y de falsas expectativas la ilusión de un retorno cercano –cabe recordar aquí el exilio de muchos republicanos catalanes en México, acogidos por el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. Otros muchos hubieron de resistir en una Catalunya medio muerta, sin voz y sin palabra, donde
la propia lengua quedó restringida al máximo, a un uso familiar entre las tinieblas de un franquismo que, me atrevo a decir, todavía persiste. La necesidad de hablar se impone, a pesar de todo, y es así como esta mujer, Capmany, nacida en la Rambla de Barcelona, de padres menestrales pero tocados por la cultura, educada en un mundo de libertad y librepensamiento, para quien jamás existió la diferencia de sexos, proclama un buen día, a voz en grito: “¡Yo escribiré a pesar de que el mundo se hunda!” Y es que, en realidad, su mundo, su Barcelona, su Catalunya, su horizonte se estaba hundiendo literalmente –o estaba hundido del todo– en aquel tiempo tan gris de la postguerra española. Pero la palabra salva. Es por ello que Maria Aurelia, licenciada en Filosofía en 1942, empieza a escribir, pasado el primer tiempo del shock, para respirar un poco de libertad, la de su propia ficción, y tejer con sus personajes y sus mundos un universo más amable, pero, sobre todo, más justo.
Dueña de sí misma SU PRIMERA NOVELA publicada, escrita en 1947, editada en 1952 por problemas de censura, Necesitamos morir (Necessitem morir), elaborada durante el trayecto en tranvía, de una hora de duración, que la llevaba al instituto donde daba sus clases de griego, alemán y filosofía a adolescentes. Su afirmación a través de la palabra es definitiva y nos da muestra de un carácter y de una decisión irrevocable, a pesar de las prohibi-
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
ciones que imperaban por aquellos años. En una carta del año 1958 a Odó Hurtado, exiliado catalán en México, deja escrito: “Me había propuesto en aquellos tiempos no escribir. En primer lugar, porque estaba convencida que jamás escribiría en catalán, y no estaba dispuesta a hacerlo en ninguna otra lengua, y también por una rabiosa negación de mí misma.” El poder, lejos de sumirla en la negación, la hace dueña de sí misma y, en lugar de convertirse en una víctima más de la aniquilación, se convierte en sujeto que se impone y es capaz de usar su lengua propia, que no es sino su identidad y su manera de sentirse y de pensar el mundo. Poco a poco, Capmany va definiendo su personalidad literaria y, a pesar de las dificultades de edición, sigue adelante con su obra, introduciendo en su narrativa una voz más personal, no tan nostálgica y biográfica como al principio, sino algo más reivindicativa. Y es aquí donde emerge ya no sólo el sujeto lingüístico, sino un sujeto que pretende –y consigue– afirmar la voz de la mujer. Un sujeto que impone ideología a la palabra escrita. Y lo hace bajo el signo del género femenino. La otra ciudad (L’altra ciutat), de 1955, y sobretodo Betulia (Betúlia, 1956) –transposición del nombre de lugar de una ciudad cercana a Barcelona–, obra que Capmany reconoce como “mi primera novela bien mía”, reflejan la propia situación interna de la autora. Estas obras nos introducen en un mundo de postguerra, dominado por el espíritu carcelario, donde las mujeres deben obedecer al estereotipo casi medievalizante que el poder ha diseñado para ellas, dispuestas siempre con buen humor a las tareas domésticas de cocinar, cuidar, esperar y atender. Pero las heroínas que aparecen en estas novelas de Capmany no obedecen del todo, sino que se mantienen inconformes al orden establecido. La desobediencia, en un primer momento íntima, es el primer paso para llevar a cabo sus ideas, su personalidad, su estar en el mundo sin permisos. Si no de un modo absoluto, sí, al menos, mostrando sus dudas e incomodidades, y al atisbar, aunque de lejos, la posibilidad de cambiar las cosas y poder vivir de acuerdo con la propia voluntad. Todo ello cobra fuerza en la obra de Capmany a mediados de los años sesenta del siglo xx cuando, situada casi como la única mujer intelectual catalana de aquellos tiempos, dota de ideología a la novelística y al ensayo que, a partir de este momento, y gracias a una cierta abertura del régimen, estará en condiciones de publicar. Capmany puede considerarse, sin lugar a dudas, la pionera del feminismo en Catalunya, referente absoluto para las jóvenes de generaciones posteriores, como así lo manifestó su alumna y amiga Montserrat Roig. Durante el curso de 1952, Capmany se marcha a París, donde estará en contacto con el existencialismo, conocerá las ideas de Sartre y, sobre todo, de Simone de Beauvoir, de quien prologó la obra El segundo sexo (1949), en su publicación catalana de 1968. Es, pues, a principios de los años cincuenta, cuando Capmany toma consciencia de que la problemática que la mujer vive en su país es algo que va más allá de las fronteras. Las voces particulares de distintas mujeres se unen en una sola voz. En este sentido, la filósofa francesa supone para ella una luz en medio del camino que estaba transitando a tientas. Años más tarde, Capmany leerá también a la estadunidense Betty Friedan y publica una reseña de su libro La mística de la feminidad (1963), hoy ya un clásico del feminismo. A partir de ahí, Capmany escribe el libro La mujer en Catalunya: conciencia y situación (La dona a Catalunya: cosnciencia i situación), de 1966, y dos años más tarde, en 1969, la escritora publica su novela de título casi ejemplar: Feliz-
Maria Aurèlia Capmany
mente, yo soy una mujer (Feliçment, jo sóc una dona). En esta obra se nos traza el trayecto vital de Carola Milà, que consigue construirse a sí misma y vivir en libertad, sintiéndose feliz de ser mujer. Su lucha e imposición ante la hostilidad masculina pone de relieve la capacidad y fuerza de esta heroína, a la vez que su autora denuncia una situación de desigualdad entre géneros que nos acerca al feminismo consciente de su ensayo anterior, ahora dentro de una vertiente netamente literaria. Capmany se impondrá, pues, de forma ya imparable en la sociedad catalana, y no únicamente en el terreno del feminismo, sino también en los distintos ámbitos que hacen vibrar a su mundo y que a ella le interesan enormemente: la literatura en todos sus géneros y posibilidades, la lengua catalana, el catalanismo, la libertad de expresión, los derechos humanos, la juventud, el ejercicio municipal de la política… Sus publicaciones serán continuas, desde los distintos foros periodísticos y editoriales, ofreciendo, casi al final de su vida, dos volúmenes de memorias, que son una joya literaria y humana: Mala memoria (Mala memòria), de 1987, y Esto era y no era (Això era i no era), editada en 1989. Mujer de una gran lucidez y agudeza, Maria Aurèlia Capmany es, veintisiete años después de su muerte, la expresión de una libertad verbal y de una modernidad extraordinarias que, hasta el final, se afirmó por la palabra y en la palabra.
Mercè Rodoreda y la transparencia de la belleza PERO, ¿QUÉ MODELOS siguió Capmany dentro de su propia tradición literaria? Lo cierto es que no pudo seguir a sus inmediatas referencias generacionales porque éstas habían desaparecido en el exilio o en el silencio de la guerra, que lo rompió todo. Tuvo que retomar un eslabón lejano, el de Víctor Català –pseudónimo de Caterina Albert–, una mujer nacida en 1869, terrateniente y comandante de su hacienda, que en sus obras presenta a mujeres al borde del precipicio emocional y que deben salir adelante como pueden, del modo más descarnado a veces, provocando el escándalo entre los lectores del momento. Por ello la utilización de un pseudónimo mascu-
7
lino; una mujer no podía escribir semejantes atrocidades a principios del siglo xx. Quien también tomó a Víctor Català como referente y modelo fue la gran escritora Mercè Rodoreda (Barcelona, 1908-1983), autora de la novela La plaza del diamante (La plaça del diamant,1962), la que más fama le ha comportado, y de quien Gabriel García Márquez escribió, con motivo de su muerte y a propósito de dicha novela: “[La plaza del diamante] es, a mi juicio, la más bella que se ha publicado en España después de la Guerra civil. […] Yo la leí en castellano […], y mi deslumbramiento fue apenas comparable al que me había causado la primera lectura de Pedro Páramo, de Juan Rulfo, aunque los dos libros no tienen en común sino la transparencia de su belleza. A partir de entonces, no sé cuantas veces la he vuelto a leer, y varias de ellas en catalán, con un esfuerzo que dice mucho de mi devoción.” Rodoreda, la mayor novelista catalana de todos los tiempos es, sin lugar a dudas, una voz narrativa de una fuerza extraordinaria que se asoma a la vida literaria catalana a principios de los años treinta del siglo xx, en plena alegría de la vida republicana, en una Catalunya libre y culta que empieza a forjar ciertas infraestructuras públicas –culturales, educativas, sanitarias– de primer orden. Su incipiente voz de estos primeros años, valiente y versátil, con gran dosis de ironía, se sume prácticamente en el silencio a causa de la Guerra civil. La dictadura del general Franco es incompatible con la vida en libertad. Está prohibido vivir. Y Mercè Rodoreda toma el inevitable camino del exilio. En su caso, no hacia México, como Calders, o Tísner, amigo suyo, sino hacia Francia y de allí a Ginebra, donde finalmente podrá librarse más serenamente a la escritura. Autora de La calle de las camelias (El carrer de les camèlies), Jardín junto al mar (Jardí vora el mar), Espejo roto (Mirall trencat) y tantas otras obras –desde poesía a teatro, pasando por el cuento y la prosa poética– Rodoreda es la voz de las mujeres de cada día, del mundo sencillo y vulgar por sumamente cotidiano, que la capacidad literaria de la escritora sitúa como heroínas que luchan, sin saberlo, por una libertad interior que no tienen. Les duele el cuerpo porque les duele el alma. El grito, el recuerdo, la huida, será la denuncia íntima a la opresión a que se encuentran sometidas. No asumen; luchan y ganan su libertad interior. Aunque Maria Aurelia Capmany no tuvo a Rodoreda como modelo inmediato debido al paréntesis de la Guerra civil, las dos coinciden en el motivo profundo de escribir, que no es otro que el de saber que se es, que se existe. Se afirman por la palabra. Como también por la palabra se afirmó Montserrat Roig (Barcelona 1946-1991), novelista y periodista, luchadora por la igualdad de la mujer en la Catalunya de la postguerra, que recogió los referentes literarios de Victor Català (Caterina Albert), Mercè Rodoreda y Maria Aurèlia Capmany, en cuyas obras literarias vemos, una vez más, a protagonistas femeninas enfrentadas a una realidad hostil a la cual plantarán cara: tomando la palabra, rompiendo los silencios l *Profesora de Literatura catalana; comisaria del Año Maria Aurèlia Capmany 2018; prologó la novela Mirall trencat, de Mercè Rodoreda.
LA JORNADA SEMANAL
8 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
GREGORIO SELSER Periodista e historiador de origen argentino, Gregorio Selser destacó –y a la vez fue hostigado– por su pensamiento crítico y humanista, y porque escribió siempre contra la mentira y el abuso del poder, de manera destacada referente a Latinoamérica.
Fallecido hace veintiocho años, el gran intelectual bonaerense vivió exiliado en México desde 1976 y hasta su muerte, en 1991. Escribió en diversos medios, entre ellos este diario, y su legado, de una vigencia innegable y sorprendente, es una herramienta indispensable para entender cabalmente la situación actual tanto de Bolivia como del subcontinente entero.
Alejandro García Abreu |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Una perspectiva histórica
H
istoriador, periodista, politólogo, sociólogo y analista de las realidades latinoamericanas, Gregorio Selser (Buenos Aires, 1922-Ciudad de México, 1991) se caracterizó por su pensamiento crítico y humanista, de vertiente socialista, pacifista y antiimperialista. Fue experto en temas de América Latina. Su obra implica indignación ante la injusticia en cualquiera de sus expresiones. Exiliado en México desde 1976 –donde escribió gran parte de su obra–, se distinguió por el análisis de la actualidad desde una perspectiva histórica. Selser encontró los vínculos entre “los acontecimientos de actualidad periodística con sus antecedentes históricos. De esta manera, en su trabajo la historia aparece como un instrumento para la comprensión del presente –dice la historiadora Ana Laura Ramos Saslavsky–. Sus artículos [...] deben ser difundidos si se pretende tener una visión más clara de la historia latinoamericana contemporánea.” Selser, continúa Ramos Saslavsky, “mantuvo una denuncia constante y consecuente de las políticas intervencionistas de las potencias mundiales, principalmente las de Estados Unidos. Su obra estuvo siempre sustentada en una reconstrucción histórica minuciosa y precisa, rigurosamente documentada, que por su propio peso se tornó en un testimonio [...] contra la mentira y abuso del poder.” Autodidacta –fue aprendiz de relojero, estudió en escuelas nocturnas y cursó sólo ocho meses de Sociología–, Selser se formó a través de la lectura de novelas y poemas; a la vez se nutrió de biografías y libros de historia. Entre los escritores antibelicistas que leyó estaban Leonhard Frank, Emil Ludwig, Erich Maria Remarque y Stefan Zweig. Los miserables, de Victor Hugo, fue una de las creaciones literarias que, desde adolescente, criado en un orfanato de Buenos Aires, lo marcaría de manera determinante. Bajo la tutela de Alfredo Palacios –el primer diputado socialista de América Latina–, el autor de Sandino, general de hombres libres se formó dentro de “la temática latinoamericana”. Ramos Saslavsky recuerda que en relación al intervencionismo en América Latina, Selser expuso sus rasgos: “Documentó el papel que en él desempeñaron los Servicios de Inteligencia. Rastreó desde muy temprano las primeras pistas de la nueva policía secreta imperial: la Central Intelligence Agency (cia), hasta entonces prácticamente desconocida. En Irán, Estados Unidos buscaba revertir la nacionalización petrolera de Mohammed Mossadegh y en Guatemala hacer abortar el gobierno constitucional de Jacobo Árbenz, ya que sus reformas habían coartado el poder y afectado el saqueo de años realizado por la United Fruit Company. Ambas operaciones fueron rotundos éxitos de la cia: Mossadegh y Árbenz
EN LATINOA DEL INTERV
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
9
AMÉRICA: CRÓNICAS VENCIONISMO fueron depuestos y remplazados respectivamente por Mohammed Reza Pahlevi (1953) y Carlos Castillo Armas (1954). Con esos dos golpes, la cia adquirió notoriedad mundial.” Simultáneamente, Selser reivindicó figuras que “intentaron, o lograron, resistir las intervenciones imperialistas, como los casos de Augusto c. Sandino y Benjamín Zeledón.”
La vigencia de su pensamiento LA VIGENCIA DE la obra de Selser es admirable. Su obra alcanzó nuestro tiempo: tragedia e intensidad en un continente que parece condenado al fracaso. Visibilizaba hechos desapercibidos por analistas, científicos sociales o militantes políticos. Se decantaba por “la causa latinoamericana” al oponerse sistemáticamente a la serie de atropellos e injusticias características de la intervención de Estados Unidos en el continente. Se opuso a la
“miseria y frustración” de América Latina. Por ello publicaba “rápida y ágilmente” textos exquisitos, nunca exentos de verdades atroces y denuncias de abusos. Colaborador de esta casa editorial entre muchos otros medios, su avidez y dedicación por dar la noticia lo transformaron en un incansable periodista. Escribió 47 libros y cerca de 7 mil artículos de política internacional. Poseyó una pluma límpida y comprometida siempre con las causas justas.
El primer libro y el reconocimiento posterior SANDINO, GENERAL DE hombres libres fue el inicio. Escrito en 1955 y publicado por Ediciones Pueblos de América, resultó uno de los libros más importantes sobre la historia de Nicaragua. / PASA A LA PÁGINA 10
“Plagar la América de miserias”: los comienzos del intervencionismo estadunidense Gregorio Selser El prólogo de Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina (uacm, 2010) de Gregorio Selser es un agudo ensayo escrito en 1991 sobre la política expansionista de Estados Unidos y el daño provocado al continente. Los siguientes fragmentos son perlas que revelan el humanismo y el profundo análisis del periodista.
uuu Nada queda librado al azar en la política expansionista norteamericana. La idealización de Jefferson como “padre de la democracia” es un producto para consumo interno de sus compatriotas. uuu Para Hispanoamérica [Jefferson] fue un voraz y glotón fagocitario de territorios, o al menos uno de sus ideólogos más conspicuos, e inspirador de las conquistas que obtendrían sus epígonos
James Madison, James Monroe, James k. Polo y Theodore Roosevelt. uuu Lo percibió sin duda el Libertador Bolívar cuando, en su célebre carta al cónsul inglés Campbell, formuló en 1829 la predicción que hasta hoy sigue siendo válida: “Y los Estados Unidos, que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. uuu Desde mucho más al sur, un político y estadista moderado y conservador, el presidente argentino Roque Sáenz Peña (1910-1914), lo expresó de un modo más cáustico, a tenor de lo que él conocía de la historia de Estados Unidos, cuya felicidad –y bienestar–, según postuló, “es la institución más onerosa que pesa sobre el mundo”. Nadie lo sabe más profundamente que las naciones y pueblos de nuestra América y el Caribe. uuu La invasión de España por Napoleón y el levantamiento popular en Madrid, el 2 de mayo de 1808, constituirían los primeros eslabones de un enca/ PASA A LA PÁGINA 10
LA JORNADA SEMANAL
10 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
VIENE DE LA PÁGINA 9/ GREGORIO SELSER: EN...
En ese volumen se encuentra toda la determinación que caracterizó su quehacer posterior: Gregorio Selser fue un “voluntario de la causa hispanoamericana, un francotirador con la cartuchera cargada de datos y el corazón cargado de sueños”, según Miguel Ángel Asturias, escritor guatemalteco galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967. Después de Sandino, general de hombres libres, Selser publicó –entre otros libros– El pequeño ejército loco (1958), El guatemalazo (1961), Diplomacia, garrote y dólares en América Latina (1962), El rapto de Panamá (1964), Argentina a precio de costo: el gobierno de Frondizi (1965), ¡Aquí Santo Domingo! La tercera guerra sucia (1966), Espionaje en América: el Pentágono y las técnicas sociológicas (1966), La cia en Bolivia (1970), Chile para recordar (1974) y Los marines: intervenciones norteamericanas en América Latina (1974). Durante su exilio mexicano, Selser escribió – entre otros títulos– La batalla de Nicaragua (en colaboración con Ernesto Cardenal, Gabriel García Márquez y Daniel Waksman, 1980), Bolivia, el cuartelazo de los cocadólares (1982), Honduras, república alquilada (1983), Nicaragua de Walker a Somoza (1984), Informe Kissinger contra Centroamérica (1984), Cinco años de agresiones estadounidenses contra Centroamérica y el Caribe. 1979-1984 (1984) y Salvador Allende y Estados Unidos: la CIA y el golpe militar de 1973 (1987), recuerda el periodista argentino Roberto Bardini.
VIENE DE LA PÁGINA 9/ “PLAGAR LA AMÉRICA...
denamiento de sucesos que conducirán al aventamiento del imperio español y la paulatina independencia de sus colonias en América. Nada podía servir mejor a las aspiraciones de Jefferson, ya en las postrimerías de su segunda presidencia. Hacia 1809 era previsible el desmoronamiento inevitable de las posesiones españolas. uuu Entre 1819 y 1848 quedará completado el proceso de ampliación territorial continental de Estados Unidos, intuido por sus Padres Fundadores desde antes de 1776; desarrollado mediante la continua marcha hacia el oeste y hacia el sur; engordado con la adquisición por compra de la Louisiana;
Partícipe de la Historia “NO HUBO SITUACIÓN o acontecimiento de América Latina que en su vieja máquina de escribir” no tratase, recuerda Marcos Roitman Rosenmann –autor de Democracia sin demócratas y otras invenciones e Indignados. El rescate de la política–, quien destacó que Selser “poseyó la virtud de trasmitir en cada una de sus obras la magia y la sensibilidad característica de quien buscaba en sus trabajos reconstruir una historia que se presenta muchas veces trunca.”
interrumpido brevemente por la fracasada guerra contra Gran Bretaña (1812-1814); recuperado con la pacífica adquisición de ambas Floridas, y relanzado mediante la paulatina y mañosa ocupación de Texas –cuya independencia reconocerá en 1836 solamente como paso inicial para la captura y anexión de la mitad del territorio de México, valido de la guerra que una década más tarde desatará con esa mira principal. uuu Durante el periodo que se extiende desde 1776 – Declaración de Independencia de Estados Unidos– hasta 1845 –iniciación de la guerra contra México–, surge impetuosa y con inigualada fortuna la potencia mayor del hemisferio occidental. Son setenta años pletóricos de goces y victorias, de construcción y crecimiento incesantes que contrastan con el freno y la parálisis de sus vecinos de la región. uuu Hay explicaciones racionales para la diferenciación notoria entre [los procesos de Estados Unidos y América Latina]. Durante ese lapso se producen novedades tales como el lanzamiento de la pseudodoctrina de Monroe; el fracasado Congreso Anfictiónico de Panamá (1826), ideado por Simón Bolívar; la expedición de Isidro Barradas contra México y más tarde la de Francia contra este mismo país, conocida como Guerra de los Pasteles; la activa ocupación intermitente del litoral caribeño centroamericano por Gran Bretaña; la apropiación del archipiélago de las Malvi-
Marta Ventura, viuda de Gregorio Selser, escritor argentino. Foto: Tomás Bravo
A través de su labor periodística, Selser participó directamente de acontecimientos históricos. Conoció a múltiples personajes que, a través de la política, la literatura, las artes plásticas y el pensamiento, modificaron la Historia –con mayúscula– de la región. Raúl Alfonsín, Salvador Allende, Jacobo Árbenz, Juan José Arévalo, Tomás Borge, Juan Bosch, Fidel Castro, Julio Cortázar,
nas (Argentina) en 1833 por Gran Bretaña, con la complicidad de Estados Unidos. uuu La identificación de los protagonistas y su inserción razonada en un sistema de codificación que contribuye a cuantificar ese proceso predatorio [de Estados Unidos], se propone facilitar la comprensión de los acontecimientos, el orden en que se fueron produciendo. uuu Los protagonistas […] son Estados Unidos por una parte, y las repúblicas de América Latina y el Caribe por la otra. La comprensión del pasado y del presente de éstas sería poco menos que imposible sin el conocimiento de esa conflictiva relación que como mínimo debería remontarse a 150 años atrás. uuu No se trataba de un crecimiento subrepticio o disimulado. Los Padres Fundadores resultaban demasiado diáfanos, tanto en sus escritos como en sus discursos y declaraciones, como para que cupieran dudas sobre sus designios ulteriores. Lo percibió […] Pedro Abarca de Bolea, conde de Aranda, que al comentar el solemne reconocimiento que de la independencia de los Estados Unidos había hecho España el 3 de septiembre de 1783, escribió a su rey Carlos iii: “La nueva potencia, formada en un país donde no hay otra que pueda contener sus progresos, nos ha de incomodar cuando se halle en disposición de hacerlo” l
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
Luis Echeverría, Gabriel García Márquez, Oswaldo Guayasamín, Ernesto Che Guevara, Juan Domingo Perón, Líber Seregni, Juan José Torres, Omar Torrijos y José María Velasco Ibarra son los nombres de algunos protagonistas del siglo xx latinoamericano vinculados a Selser, mencionados por Roitman Rosenmann.
El Archivo Gregorio y Marta Selser “TODO ESTABA MEZCLADO”, contó Marta Ventura, esposa de Selser e infatigable compañera en su labor. Roberto Bardini narra que los 300 kilos de impresos del Archivo Gregorio y Marta Selser habían sido rescatados en Buenos Aires por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso), bajo el gobierno militar que se había instalado en marzo de 1976, y enviados a México por barco. La pareja clasificó la información durante muchos años. De esa manera se integró el Archivo Gregorio y Marta Selser, albergado actualmente en el Centro Académico de la Memoria de Nuestra América, del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. En algunas de las etiquetas de los archiveros se lee: “Relación Estados Unidos-América Latina, Armamentismo, cia, Comisión Trilateral, Deuda Externa, Empresas Transnacionales, Espionaje, Fondo Monetario Internacional, Guerra Fría, Guerra de las Galaxias, Guerra de Vietnam, Iglesia Católica, Logias Secretas, Mafia, Masonería, Mercenarios, Militarismo, Nazismo, Opus Dei, Periodismo, Sectas, Sionismo, Sociedad Interamericana de Prensa, Tráfico de Drogas”, confirmó el autor argentino. “Selser redactó una monumental Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina, que comienza con la independencia de Estados Unidos en julio de 1776 y concluye con la invasión estadunidense a Panamá en diciembre de 1989. Está la historia del continente, desde Alaska hasta la Patagonia, es la descripción día a día de más de doscientos años de luchas emancipadoras, golpes de Estado, movimientos... En más de 2 mil páginas describe la actividad de presidentes, militares, embajadores, líderes populares, agentes secretos, guerrilleros, héroes, mártires y traidores”, concluyó Bardini.
El periodista incómodo LOS ESCRITOS DE Selser y su teléfono eran permanentemente monitoreados, recuerda Stephen A. Hassam –heredero intelectual de Selser y politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana. A pesar de su acatamiento riguroso al artículo 33 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, de no inmiscuirse en los asuntos políticos del país, los censores desaprobaban el más mínimo detalle en una nota que interpretaran como algo que atañe a México y el periódico en el que aparecía era inmediatamente amonestado. La amonestación era retransmitida a su destinatario. Vivió en este país, imposibilitado para abordar diversos temas trascendentales.
La temeridad de Selser BARDINI LO DEFINIÓ a la perfección: Selser era “una de las personas más inteligentes y cultas que he conocido, y uno de los mejores periodistas latinoamericanos. Su honestidad y valentía [rayaron] muchas veces en la temeridad”. La honestidad y la valentía de Selser fueron su legado, manifestadas en cada enunciado que escribió l
11
El calvario del pueblo boliviano Gregorio Selser En Bolivia, el cuartelazo de los cocadólares (Mex-Sur Editorial, 1982) Gregorio Selser reveló los vínculos de la junta militar golpista que asoló a Bolivia con el narcotráfico internacional. Los siguientes pasajes dan cuenta de la vigencia del pensamiento del escritor bonaerense. uuu Bolivia, el destape de un sector militar que procura ocultar corrupción y crimen: El golpe de Estado del coronel Alberto Natusch Busch, no por cantado menos deseado, tiene por marco tres datos significativos: el primero, que fue propinado a las escasas horas de haber concluido las deliberaciones de la OEA en la propia capital de Bolivia; el segundo, que ocurrió en vísperas de la magna congregación de representantes de ejércitos continente (Bogotá, 5 de noviembre); y el tercero, que parece dar la primera explicación a las versiones, contraversiones, afirmaciones y desmentidas sobre la constitución de un bloque político-militar integrado por Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, tendiente a revivir los postulados de la teoría de las “fronteras ideológicas” generada en tiempos de la dictadura de Juan C. Ongania a partir de julio de 1966. uuu En cuanto a la voluntad del pueblo boliviano, ya es costumbre que los mílites la tengan muy poco en cuenta. uuu El sacerdote Luis Espinal, jesuita, español nacionalizado boliviano, director del semanario Aquí, de La Paz, Bolivia, fue cruelmente asesinado al año exacto de la aparición del primer número de esa publicación, que por su calidad y combatividad era un modelo de experiencia de prensa alternativa en países del Tercer Mundo. uuu A cambio de lo excepcional de los asesinatos selectivos, la historia de Bolivia es pródiga en matanzas colectivas a cargo del ejército, del tipo de la que se ejecutó a fines de 1979, con motivo de la asonada del coronel Alberto Natusch Busch, o de la que realizó, también el ejército, en enero de 1974, en el valle de Cochabamba: 300 campesinos fueron masacrados por los tanques y la aviación, por protestar por una devaluación del 75 por ciento del peso boliviano. uuu El petróleo resurgió junto con el gas de un modo intermitente en el acontecer económico-político del país. Años después de muerto el general de aviación René Barrientos Ortuño, que capturó el poder aupado por la CIA, se supo por investigaciones de organismos oficiales estadounidenses que la corporación Gulf Oil había sobornado a tan benemérito prócer. Y eso que Bolivia no
era ni es un manantial de hidrocarburos como Venezuela por no citar sino un ejemplo. Los petrodólares tienen también “ánima” propia, aun sean poquitos y tiendan a desaparecer. Ahora que el régimen de Hugo Bánzer y su camarilla cívico-militar se apropiaron de los que fueron quedando, surgió un nuevo y fabuloso Potosí: el de cocaína, y su producto los “cocadólares”. uuu Por muy brutos y bárbaros que sean los militares bolivianos, debe partirse de la premisa de que no se habrían decidido a dar el golpe de no haber contado con un mínimo de garantías de ayuda foránea y de ciertos sectores económicos de peso interno. uuu 17 de julio. […] Se reinicia el calvario del pueblo boliviano. uuu El 1 de marzo de 1981, en el popular programa 60 Minutos que conduce Mike Wallace para la Columbia Broadcasting System (CBS) de la televisión norteamericana, Bolivia, el tráfico varias veces billonario de drogas y el involucramiento de la mafia boliviana en lo que históricamente es ya conocido como el “Cuartelazo de los Cocadólares” del 17 de julio de 1980, ocuparon la hora reglamentaria con información minuciosa y testimoniada, en favor y en contra. uuu Como se recordará, el jefe del golpe de Estado del 17 de julio de 1980 anunció el 26 de mayo pasado, al cabo de tres sucesivos y frustrados levantamientos internos en el ejército, que al cumplirse el año del derrocamiento de la presidenta Lidia Gueiler, las fuerzas armadas bolivianas escogerían a un nuevo mandatario de entre sus propias filas, el cual le reemplazaría exactamente el 6 de agosto. En una nota publicada en Clarín de Buenos Aires con la firma de Armando Vidal y el sugestivo título de “¿Quién gobierna en Bolivia?”, el articulista afirma: “Nadie, hoy, puede decir que Bolivia tiene gobierno. García Meza no gobierna.” uuu Entrevista exclusiva a Hernán Siles Zuazo, ex presidente de Bolivia y presidente electo en las elecciones de junio de 1980 desconocidas por el cuartelazo del 17 de julio de ese año. [Última pregunta-respuesta:] P: ¿Qué importancia asigna usted al bloqueo internacional que aún subsiste frente a la dictadura impuesta en Bolivia? R: Es indudable que la solidaridad internacional juega un papel importante en la lucha que libra el pueblo boliviano contra la dictadura; es una realidad que no podrá olvidar el pueblo de mi país. Pero es más importante aún el aglutinamiento y la acción coordinada de todas las fuerzas progresistas que luchan dentro del país para derrocar al régimen y recuperar el cauce democrático que haga posible un gobierno auténticamente nacional y popular l
LA JORNADA SEMANAL
12 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
Leer
LITERATOS Y ARTISTAS EN MORELOS Creación bajo el volcán ii, Ediciones Eternos Malabares/Fonca/ Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos, México, 2019.
Ricardo Venegas |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
DURANTE LOS AÑOS noventa del siglo pasado, en el Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca se podía presenciar las clases de figura humana del maestro Alejo Jacobo (Taxco, 1929-Cuernavaca, 2011). Su repertorio de música clásica, su gusto por el tabaco y su afición natural por el cuerpo femenino fueron célebres. Excepcional conversador y lector acucioso, era un hombre dedicado a su obra, la personal y la colectiva. Enseñó a varias generaciones el arte del dibujo y el de la escultura, creía en el arte como forma de salvación, lo cual reivindica en la entrevista incluida en Creación bajo el volcán ii; el memorable maestro abandonó el mundo a los ochenta y dos años. En casos tan inusuales como el de Alejo Jacobo uno se pregunta: ¿por qué los hombres sabios no son eternos? En 1997, Alberto Vadas, el promotor que en Morelos hizo historia con la fundación del centro cultural La Tallera, trabajaba incansablemente. Ese año repartía un libro de entrevistas en las instalaciones del Jardín Borda; el robusto Vadas, de más de 1.80 metros de estatura, era selectivo con sus amistades. En La Tallera, casi de forma simultánea, se realizaron homenajes a grandes poetas. La revista literaria Mala Vida, Ediciones Eternos Malabares y la institución que el Gordo Vadas representaba organizaron las memorables lecturas-homenaje a Sergio Mondragón, Alí Chumacero y Hugo Gutiérrez Vega. Estas actividades, no cabe duda, sentaron el precedente de que Cuernavaca estaba a la altura de cualquier capital de la cultura. En este segundo volumen se pretendía entrevistar a la escritora Susana Mendoza, al novelista chileno Poli Délano y al artista plástico Armando Kramsky; los tres fueron pioneros de los talleres literarios y de las artes plásticas en Cuernavaca en el irbac (Instituto Regional de Bellas Artes) que muchos jóvenes que quieren ser artistas desconocen; desafortunadamente, como bien lo ha dicho Valadés, “la muerte tiene permiso”. Creación bajo el volcán ii, volumen realizado con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y la colaboración de la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos, incluye una charla con la poeta chilena Eliana Albala sobre sus mejores y más altos oficios literarios, una charla con Alejo Jacobo, el maestro de muchas generaciones que alcanzó más de cincuenta años dedicados al arte de enseñar. Víctor Manuel Contreras, cuya obra es reconocida en gran parte del mundo (quien haya entrado a Cuernavaca conoce
la emblemática escultura de La Paloma de la Paz), diserta sobre su incursión en el mundo de las artes y los avatares del artista. Alberto Vadas nos relata las dificultades por las que tuvo que pasar al fundar el centro cultural de Siqueiros: La Tallera; el muralista Roberto Rodríguez advierte la importancia de tener una conciencia de las artes y del ser humano. Carlos Lavín desmenuza el tema de los túneles del centro de Cuernavaca, que para muchos eran un mito y hoy sabemos que existen. Adalberto Ríos habla de su gestión como promotor de las artes y como artista. Julián Cruzalta sabe que las vísceras son más sabias y antiguas que el cerebro. Braulio Hornedo exhibe la importancia, actualidad y vigencia de Iván Illich, el gran pensador dálmata que radicó en Morelos. El dramaturgo Alejandro Román nos muestra cómo se llega a lo universal a partir de lo local. Los poetas Itzela Sosa, Máximo Cerdio y Frida Varinia abordan la palabra como destino. Los artistas plásticos Helios Román, Ernesto Ríos, Mar Gasca, Jordi Prats, José Agustín Ramírez y Andrés Ocampo persiguen una obra que busca huella y presencia. La doctora Sylvia Marcos rememora sus actividades en Morelos y las personalidades que tuvieron contacto con las antiguas tandas de Tlaltenango organizadas por el padre Baltasar López Bucio. Carmen Rodríguez desdobla su experiencia en el teatro morelense. Nombres como Iván Illich, Gregorio Lemercier, Erich Fromm, Ernesto Cardenal y otros más, aparecen en estas páginas en las que es justo reconocer el olvido de la historia de la cultura y sus instituciones en la entidad, lo cual es un tema que aborda este libro, pero también es cierto que no siempre se nace en Morelos para crear y aportar; una gran parte (inmensa) de los artistas morelenses lo son por adopción. Queda en ti, lector, la conclusión de este quehacer, esta memoria colectiva l
En nuestro próximo número
SEMANAL SUPLEMENTO CULTURAL DE LA JORNADA
@JornadaSemanal La Jornada Semanal Visita nuestro PDF interactivo en:
http://www.jornada.unam.mx/
CONQUISTA Y VIRREINATO: TRESCIENTOS AÑOS DE HISTORIA
Arte y pensamiento
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
13
Artes visuales Germaine Gómez Haro germainegh@casalamm.com.mx
Sandra Pani: la experiencia de la corporalidad
Vista de la exposición
CONOCÍ A SANDRA Pani (cdmx, 1964) hace muchos años, tiempo antes de que se dedicara profesionalmente a la creación plástica. En 1993 me invitó a visitar su exhibición titulada Subsistir en el Museo Universitario del Chopo, donde presentó el resultado de su trabajo realizado a partir de la Beca para Jóvenes Creadores del fonca. Sus pinturas incipientes atraparon mi atención por su fuerza expresiva y por el hecho de que el mainstream del arte en esos años no contemplaba para nada como tema central la búsqueda de la figura humana desde una perspectiva existencial. Sandra no titubeó y desde sus inicios siguió el llamado de su voz interior: fue el cuerpo, y sigue siendo el cuerpo –su cuerpo– el punto de partida de sus cuitas y tribulaciones. La experiencia de la corporalidad en estrecha relación e íntima complicidad con el mundo vegetal y con la psique. Así se palpa en la espléndida muestra titulada Árbol de huesos que reúne en el Colegio de San Ildefonso cerca de un centenar de piezas realizadas a lo largo de los últimos veinte años. La curaduría estuvo a cargo del poeta Alberto Blanco, quien ha seguido de cerca la trayectoria de Pani por muchos años y es autor de varios textos luminosos sobre su obra, incluyendo el que aparece en el suntuoso libro-catálogo de doscientas páginas profusa y bellamente editado por Turner. “Es un privilegio poder ver mi obra en este espacio –me comenta Sandra durante el recorrido–. Me doy cuenta de que hay un hilo conductor que no ha cambiado mucho. Ha variado la exploración de los materiales, pero veo que me sigo haciendo exactamente las mismas preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí? En el fondo prevalece mi búsqueda de la identidad.” La exposición se antoja como una larga cadena
Mi yo intangible v
que se va articulando con los eslabones de las diferentes épocas marcadas por sus reflexiones filosóficas. “El psicoanálisis junguiano ha sido una herramienta muy importante a lo largo de veintitrés años para encontrar mi identidad y mi lugar”, agrega. De ahí que Blanco haya acuñado con tino el término psicografías para referirse al arte de esta pintora cuyo objetivo primordial ha sido realizar radiografías de su psique a través de la representación de imágenes que surgen enteramente del inconsciente. Así, la exploración de su corporalidad es un viaje hasta el interior de esa maquinaria perfecta que nos constituye y cuyos elementos intrínsecos quedan sugeridos en sus obras con tiento y delicadeza. Cuellos, pulmones, lenguas, huesos, manos, ojos, columnas vertebrales evocan o devienen árboles, flores, semillas que se esconden y se asoman tras las gruesas capas pictóricas y palpitan en sus delicados trazos dibujísticos y manchas de grafito; entre capas translúcidas de finos papeles hechos a mano y telas de una sutileza extrema se velan y develan sus siluetas, como en la sugerente y poética serie Mi yo intangible. Prevalece la armonía y el ritmo en este conjunto de obras marcadas por el sello muy personal y reconocible de su autora: una creadora disciplinada, rigurosa y persistente que ha recorrido los caminos de exploración técnica y matérica con audacia y tesón. El dibujo y la pintura son los pilares de su creación, pero su incesante búsqueda la ha llevado a incorporar muy diversas técnicas mixtas y materiales que en esta exhibición dan cuenta de su versatilidad: dibujos calados en radiografías, grafito sobre espejos de pizarra, dibujo en láser sobre placas de laja, piel de cabra, hoja de oro, vidrio, la incorporación a sus obras de objetos encontrados como nidos de
aves, caparazón de tortuga, cráneo de pelícano, huesitos de animales… Huellas del mundo animal, humano y vegetal que se entreveran en las tramas de su creación. Así concluye Sandra Pani, rodeada de piezas variopintas que irradian belleza e invitan a la contemplación: “Las pinturas son como la vida: hay luz porque hay obscuridad, hay ligereza porque hay pesadez, hay fortaleza porque hay fragilidad… Cuando logras el equilibrio de contrarios, aparece la Belleza” l
LA JORNADA SEMANAL
14 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
Arte y pensamiento
Biblioteca fantasma Eve Gil
Tomar la palabra Agustín Ramos
Alta cocina para casi muertos
Desde el lado oscuro: Primo Mendoza (i de iii)
¿DE QUÉ PRIVILEGIOS goza un sentenciado a muerte en las horas previas a su ejecución? Hasta antes de leer Llegada la hora, de Karla Zárate (Dharma Books, México, 2019), creía que un banquete a gusto del condenado era el principal, o el único. Pero… ¿a qué se puede aspirar con apenas cuarenta centavos, que son los asignados por el Estado para complacer esa última voluntad? Un chef como John Guadalupe Ontuno se las podría apañar con eso y hasta menos para hacer verdaderas maravillas… pero él no considera que los huéspedes del pabellón de la muerte de la prisión de Polunsky, en Texas, ameriten esforzarse demasiado. ¿O es que acaso ellos tuvieron alguna consideración con sus víctimas antes de matarlas? Paradójicamente, este entusiasta de la Ley del Talión odia a muerte al Chief Brown, director de la mencionada cárcel, no sin razón, pues el tipejo es el prototípico gringo “trumpista” que cree que por el simple hecho de serlo, es merecedor de pleitesías. Con todo, John Guadalupe, chicano de humilde origen, hijo de michoacanos ilegales, considera haber llegado tan alto como le fue posible, pese a su título de chef y sus dotes naturales como cocinero. Como si hasta el mentado “sueño americano” tuviera fronteras en Trumpland. Tiene su cocina enrejada, donde él es el rey, con ayudantes a su cargo, todos ellos expresidiarios, con quienes llega a forjar una relación cercana a la complicidad, y se las ingenia para acostarse con una guapa gringa
militante antipena de muerte de nombre Catherine, pasando por el lugar común de que el amor por la panza entra. Se trata de un personaje en la más pura tradición picaresca que, pese a las múltiples dificultades que se le presentan, siempre se sale con la suya… hasta que se le cruza en el camino Ryan Gómez, un peligroso narcotraficante condenado a la pena máxima y que parece destinado a torcerle su buena suerte. Habituado a tratar con estos hombres peligrosos, en su mayoría tatuados y torvos, que han cometido crímenes difíciles de describir y a los que sin embargo ha de mirar a los ojos al momento de preguntarles educadamente, “¿qué desea cenar, señor?”, el cocinero experimenta un temor que considera irracional al momento de tomarle la orden a Gómez. Éste no quiere nada de comer. Le ordena matar al Chief Brown… y le advierte que no es simple palabrería, pues sus hombres se encargarán de que cumpla al pie de la letra su petición... o de lo contrario... “¿Mis antojos antes de morir? Chilaquiles en salsa verde bien picosa, con queso fresco, crema y cebolla [...] O quizá me dé por algo más gourmet, como unos escargots a la mantequilla, ensalada nicoise y de postre, fondue de chocolate”, piensa el chef de la muerte, viéndose a sí mismo en el lugar de Gómez. Es en este punto donde Llegada la hora parecería perder su tono de novela picaresca y adquirir cierto tufillo dramático… ¡pero no! Es justo aquí donde la buena suerte del pilluelo es puesta a prueba y el ingenio toma el lugar de la buena estrella, sin importar que la única guía moral de John Guadalupe Ontuno sea su manoseado ejemplar de Quién sea ha robado mi queso que, aunque lo cargue consigo por hábito, se ha aprendido de tanto consultar. Karla Zárate (Ciudad de México, 1975) es maestra en literatura por la Universidad de California y doctora en letras modernas por la Universidad Iberoamericana, pero además es psicoanalista en formación en la Sociedad Freudiana de Ciudad de México, lo que explicaría por qué el personaje de la psiquiatra de la cárcel, Rosmarie Baier, es tan convincente pero, sobre todo, interesante. Previa a ésta, su segunda novela, Karla se ganó un lugar como una de las mejores narradoras de novela negra en México con su extraordinaria Rímel (Suma, México, 2013), muy distinta a la que nos ocupa, una ultra glamorosa historia que involucra una trama de incesto. Con Llegada la hora, Karla Zárate se convierte en una de las tres ganadoras de la Convocatoria 2018 para Narradoras de Habla Hispana de la naciente editorial mexicana Dharma Books l
EL POETA PRIMO Mendoza Hernández se fue el 23 de noviembre de 2019, día de su sesenta y siete. Ahí empieza su historia, una historia donde convergen “dualidades” nada sencillas de asumir: una personalidad fuerte y un sentido firme pero modesto de lo colectivo, necesidades amorosas familiares y compromiso social, soledad de artista y construcción grupal de ocios felices, responsabilidad con la promoción cultural eficaz y con las búsquedas de la literatura. Primo Mendoza, como sus fotografías de la luz y los sonidos del Centro Histórico, que aparecen en las redes sociales sin más ruido que una clave de identificación, abarca y presiona mucho, es intenso, sobrio, virtuoso. En su papel de promotor cultural, Primo es representante genuino, humilde, de una conciencia de clase que se cultiva solitaria y comunitariamente para realizarse en forma compartida. Y es en estas convergencias donde se halla una de las principales claves de la trascendencia de su obra personal. “Cronista y cuentista de doble nacionalidad – tepiteño y nezayorquino–, con derechos de paso por la Doctores y la ExHipódromo [de Peralvillo].” Primo Mendoza Hernández, acreedor a la medalla Acolmixtli Nezahualcoyotl, será guionista, ensayista y colaborador perseverante de La Hija de La Palanca, El Ñero, El Ñero en la Cultura y Desde el Zaguán, entre otros órganos colectivos de expresión. Su obra aparece en el flujo de los libros Netamorfosis. Cuentos de Tepito y otros barrios marginados (El sótano de los olvidados, México, 2010), Tepito crónico (México, 2016) y Malandrines y querubines. El lado oscuro de Tepito (Aguascalientes, 2016), un flujo de creatividad comunitaria en permanente decantación que empieza con dos libros coordinados y compilados por Eduardo Vásquez Uribe: El lado oscuro de Tepito, su cultura y otros textos que hablan de cómo los sueños, cicatrices y cursilerías se viven en él y en otros barrios de tentación en esta ciudad de arrepentimiento, contados por las trastocadas mentes de sus habitantes (México, 2000), y continúa con El lado oscuro de Tepito, su cultura 2 (México, 2003). Primo Mendoza es autor de Nezahualcóyotl de los últimos días (Neza, 2005) y Territorios (México, 2009). Participa en Tepito Arte Acá, en los colectivos Taller Editorial del Deportivo Tabasco, Poetas en Construcción y Los Olvidados de Tepito, grupo multidisciplinario este último, impulsor creativo –crítico, propositivo, amoroso y libre– del desarrollo cultural de las diversas colonias del barrio de Tepito. En “Los Olvis”, nadie trazará línea ni dispondrá programas y acciones porque cada uno de sus miembros fueron y seguirán siendo lúcidos, autónomos y autosuficientes. Siendo parte del Sótano de los Olvidados, Primo no será un dirigente sino algo así como un capitán de equipo campeón, su influjo pesará dentro y fuera (no soy el único en haber percibido que él, un individuo, un epokjé, encarna las posibilidades de la energía y la lucidez colectiva), con el poder necesario, invisible pero sólido, para iniciar y sostener un vuelco mágico y realista, máquina transformadora en y desde los propios barrios. Mencioné a Vásquez Uribe y, cometiendo omisiones imperdonables, me atrevo a nombrar a otros integrantes de Los Olvidados, porque todos sobresalen y todos representan: Concepción Cuevas, Raymundo Colín, Mario López, Eduardo Candelas, Víctor Jiménez, los Falfán, los Irepán, los Puga, Fernando César Ramírez, Norberto Mendoza, Rafael López Castillo, los actores Julio Tobón, Osvaldo Aristóteles Morgan y Everardo Pillado, Ana Araceli García y Alba Laura Bojórquez. A Estela González Valencia, Alejandro Reyes Arias y Carlos Ortiz Segura Tecolutla los menciono al final porque ciertos cuentos suyos ilustran la ubicuidad, contigüidad, identidad y los reclamos característicos de Territorios, de Primo Mendoza, Premio Internacional Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz, apenititas reeditado en eu. (Continuará.)
Arte y pensamiento
LA JORNADA SEMANAL 8 de diciembre de 2019 // Número 1292
15
Bemol sostenido Alonso Arreola @LabAlonso
¿Es la música un tipo de inteligencia? HACE NUEVE DÍAS presentamos una conferencia en el iv Congreso de Educación Artística para el Desarrollo Humano del Instituto Cultural de León. Horas antes y frente a un variopinto grupo de maestros y estudiantes, hicimos un círculo reflexivo a partir de la pregunta propuesta por la organización: “¿Es la música un tipo de inteligencia?” Pues bien, hoy añadimos: ¿Son la pintura, la danza, el teatro, el cine… son las artes inteligencia en sí mismas y por ellas mismas, o son expresiones de la razón, comprensión, juicio y talento humanos como parte de un desarrollo inevitable? En otras palabras, ¿las artes son arco o son flecha? Acordemos primero que la inteligencia es suma de cualidades, como memoria, concentración, análisis, predicción, creatividad, capacidad para resolver problemas, imaginación, organización en tiempo y espacio, asociación de ideas, síntesis… Todas cualidades móviles y flexibles en un cambio de “mirada” constante. Ahora pensemos en la música como ese río de elementos preexistentes (culturales, teóricos y técnicos), cambiante siempre, al que nos es dado entrar para manifestarnos brevemente. Así, la música es la suma de todas las músicas que nos precedieron. Es un vehículo más o menos independiente que promueve nuestra inteligencia sea como compositores o como recreadores (escuchas); una huella que nos activa mientras viaja por el aire. Es como un casco invisible que comunica gimnasios o discotecas cerebrales, pues es la única actividad conocida que activa, enciende y combina simultáneamente todas las zonas especializadas que se han identificado a través de tomografías magnéticas (lóbulos, amígdala, hipocampo, córtex, etcétera). Ahora bien, la idea del gimnasio es peligrosa pues nos lleva a mitos no comprobados como el del “Efecto Mozart”. ¿Lo conoce nuestra lectora, lector? Es el que supone que por escuchar música clásica niños y bebés serán luego más inteligentes; lo que en realidad queda en segundo plano, justamente, por la enorme actividad cerebral que se desarrolla con la atención musical y que –paradójicamente– termina ocultando aspectos de influencia en áreas específicas manteniéndonos en el misterio. Sin extendernos, además de esta inteligencia en términos tradicionales, sería justo hablar de una inteligencia emocional y de una inteligencia corporal. En los tres tipos se ve involucrada la música de principio a fin, pues ha servido por milenios para que el hombre aprenda lecciones, rituales y prácticas de supervivencia en sociedad y frente a la naturaleza. Desde otra mirada, hay también inteligencia artificial producida por algoritmos con principios aleatorios, como GenJam y GenBeBop, que van aprendiendo a improvisar “jazzísticamente” a partir de la información con que se alimentan. Estos principios nacieron siglos atrás no sólo con el surrealismo, el dadaísmo y el fluxus, sino con propuestas estocásticas como las de Xenaquis. Hablamos de técnicas relativas a teoría de probabilidad, estadística, teoría de grupos, teoría de juegos y conjuntos aplicándose a la música computarizada. (Ya desde antes Mozart componía minuetos echando los dados, “escuchando” a la suerte.) Estos experimentos buscan destacar la inteligencia de un sistema asequible a partir de parámetros programables, alejados de la espontaneidad humana. Allí el origen del daño que causan géneros como el reguetón, pues limita los argumentos más elementales y primitivos del sistema musical para un entendimiento extendido, sin retos intelectuales. Una violencia cultural compleja, pues el consumidor manda causando –sin saberlo– una xenofobia sonora. Así es: los robots identifican sus gustos mientras músicos y productores los sacian. Romper ese ciclo con ideas estéticas o morales es un estorbo en su negocio. Ya se ve: hablar de inteligencia musical o de música inteligente; de la inteligencia flotando en la música o de la música flotando en la inteligencia, es como tratar de fotografiar un baile entre fantasmas. Perdónesenos el intento. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos l
Cinexcusas Luis Tovar
Woody Allen y la Muestra: dos constantes LA SEXAGÉSIMA SÉPTIMA edición de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional concluyó el pasado lunes 2, en las instalaciones de la propia Cineteca, la primera exhibición de las catorce películas que la integran. Felizmente para el cinéfilo, como de costumbre la Muestra continuará en un itinerario que la lleva a numerosos puntos de la geografía nacional. El formato de éste, uno de los eventos fílmicos más esperados del año, presenta más de una constante: en términos cuantitativos, la cantidad de cintas, sedes y funciones; en lo cualitativo, una muy saludable composición que le hace honor al nombre “Muestra Internacional”, así como frescura, pues en todos los casos se trata de producciones recientes. En esta ocasión fueron programados filmes de Francia, Bélgica, Dinamarca, Italia, Reino Unido, Argelia, Suiza, Argentina, Estados Unidos y, por supuesto, México. Tácita, una semiconstante más debe sumarse: en la Muestra se ha incluido, varias veces, lo más reciente filmado por Arturo Ripstein, así como “la última” de Woody Allen. En el primer caso, cuando no es así se debe llanamente a que el longevo cineasta nacional no tiene lista ninguna película, mientras que el estadunidense ha sido censurado en algunos espacios –por fortuna no en éste– a causa de un neotorquemadismo absolutamente incapaz de reconocerse como tal.
Un día lluvioso NO SEREMOS TESTIGOS –con toda seguridad no lo serán este juntapalabras ni sus coetáneos–, pero dentro de algunos años, cuando mucho algunas décadas, de Woody Allen se hablará como de uno de los cineastas más consistentes, sólidos e insustituibles de todos los tiempos; es decir, se hablará más. Rebasado el ruido mediático, que todo lo distorsiona a favor del inmediatismo que es su única razón de ser, y a la larga entendida cabalmente la obligación epistemológica de aprehender la propuesta de un creador desde la obra misma, sin anteponer en el análisis ni un solo atributo
ni baldamiento personal del artífice, la filmografía de uno de los dos neoyorquinos más ilustres –el otro, desde luego, es Paul Auster– quedará como un testimonio fiel, complejo y entrañable de la idiosincrasia, la cosmovisión, los intereses, las preocupaciones, los miedos y los deseos propios de un segmento sociocultural específico; concretamente, el que corresponde a la clase media blanca occidental, cuyos atributos culturales, por cierto, son compartidos, imitados o anhelados –según el caso– por muchísimos otros estratos sociales alrededor del mundo. Podría ser, esta última, la razón de que el cine woodyallenesco goce de algo que, sin forzar definiciones, bien puede catalogarse como universalidad. No es tanto el caso de Medianoche en París, Todos dicen que te amo, Vicky Cristina Barcelona y De Roma con amor, filmes más o menos contaminados de una mirada casi turística –o sin el casi–, pero sin lugar a dudas lo es en el caso de las cintas unánimemente consideradas como emblemáticas, no sólo para Allen sino para la cinematografía, y no sólo estadunidense, de las décadas recientes; así con Manhattan, para empezar, seguida de una lista muy nutrida: entre otras Annie Hall, Broadway Danny Rose, Hannah y sus hermanas, Crímenes y pecados, Maridos y esposas, Misterioso asesinato en Manhattan, Balas sobre Nueva York y, en los años más recientes, La rueda de la fortuna y Un día lluvioso en Nueva York –esta última, parte de la Muestra de la Cineteca. El alleniano habitual lo sabe: la cinta comenzará con los créditos principales en letra blanca sobre un fondo negro, mientras suena alguna pieza de jazz clásico. A continuación, el cineasta mostrará una más de las infinitas aristas de su barrio natal y circunvecinos, del que extraerá uno o más caracteres que serán y no serán él: mujer u hombre, joven, viejo, emproblemado, sereno, ácido, reflexivo, honesto, tramposo, angustiado, feliz… Descubra el espectador por sí mismo, en Un día lluvioso…, cuál filón explora Woody Allen esta vez l
LA JORNADA SEMANAL
16 8 de diciembre de 2019 // Número 1292